Ernesto Gutiérrez López

SER AMADOSAMAR

La ternura es como un movimiento que nos arrastra hacia un camino repleto de sensaciones y de sentimientos en los que se entremezclan la benevolencia, la aceptación, la calidez y el abandono, pero también la confianza, el estímulo, el asombro y los nuevos descubrimientos.

El amor une a las islas como una corriente. A veces dos islas copulan y nace un islote.

La educación de la ternura inicia en la familia

1. Mente sana cuerpo sano.2. Inteligencia practica.3. Ser original, creativo y saber donde vamos.4. Criterio propio y autonomía.5. Estabilidad emocional.6. Personalidad sana, entusiasta, que no culpabilice.7. Armonizar fuerza y dulzura.8. Buen carácter sentido del humor.9. Capacidad intelectual y fina sensibilidad.10. Buena disposición para vivir los propios errores y los de los

demás. Tolerancia.

Función de educar: Como son educación

del corazón o afecto, la educación religiosa o de creencias, educación sexual y educación en valores.

Función afectiva : Consiste en expresar

los sentimientos de amor, seguridad, afecto y ternura más profundos; son estas emociones las que permiten establecer y mantener relaciones armoniosas con nuestros familiares, así como influyen en la formación de la autoestima , autoconfianza y sentimiento de realización personal.

Amor, cariño, afecto, comprensión.

Alegría, buen humor.

Paz, serenidad, tranquilidad.

Autoridad, firmeza y temple. Nadie se educa sino con autoridad.

Formación integral del hijo. Ayudarle a crecer como persona, la tarea inacabada

de ser hombre/mujer. Conseguir personas libres y autónomas que superen

el egoísmo. Exigir lo que cada uno pueda dar de sí mismo. Desarrollo de la capacidad critica. Apertura a los valores.

Disciplina no es castigo, es orden, responsabilidad, es que tú te haces cargo de ti mismo.

Firmeza cargada de razón. Tolerancia y flexibilidad. Superación. Armonía entre la exigencia y respeto a la persona. Pocas normas pero claras y exigir el cumplimiento.

La felicidad es posible en esta vida. El egoísmo, la preocupación, el temor y la

culpa, empequeñecen la capacidad de la conciencia.

La felicidad no se adquiere nunca de manera definitiva, se va liberando constantemente.

La felicidad no es satisfacer necesidades, es algo más profundo y más amplio.

La acción educativa es una orientación del niño (a) hacia el mundo de los valores.

El niño (a) tiene que responder a la pregunta ¿Quien soy yo?

Es necesario un sistema de valores que sirva de referencia.

Son los valores lo que decidan si un joven va a optar por: tenacidad, sacrificio, compromiso, drogas, o lo que pida el cuerpo.

Dar sentido a los acontecimientos de la vida y ayudarle a entender sus motivaciones apelando a sus propia convicciones.

Ofrecer modelos de comportamiento para imitar los valores que consideramos razonables.

Alegría. Respeto. Amor. Honradez. Valentía y valor. Esperanza. Generosidad. Dar sentido a la vida. Educa a tus hijos en valores. La sagacidad.

Educar es un acto de AMOR, que sólo lo puede hacer posible aquella o aquél que sabe establecer sanas relaciones inter-personales:

Con Dios/Jesús, Con las y los demás y Con ella/el misma/o. ÉL OTRO, el otro, lo otro…

Abandonar prisas de la vida y entrar en el compás de los afectos:

Escuchar nuestro corazón Escuchar el corazón del otro y lo otro

y EL OTRO. Acompasarlo… Todo es comunicación

En definitiva, las habilidades personales de cada quien irán aumentando y/o mejorando en la medida en que se lleven a la PRACTICA con sinceridad, con-finaza y amor.

El ejercicio en cada pedacito del día de la TERNURA Y SERENIDAD muestran el PODER y AUTORIDAD de quien la práctica

ES DONACIÓN…DE SABERSE AMADO Y AMAR.