Erosion Pacifico 2

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    erosin costera. Los pases europeos adoptan un kil-metro de longitud de lnea de costa y un espacio de tiempo de diez aos como representativos para deter-minar la erosin costera (European Commision, 2004) (Figuras 66 y 67).

    El caso contrario es el de la acrecin costera, definida como la acumulacin de sedimentos (sedimen-tacin) y la consolidacin de terrenos por encima del nivel de las mareas; usualmente la sedimentacin se consolida como espigas en los extremos de las islas barrera existentes, gracias a la accin de la deriva litoral o se consolidan nuevas tierras a partir del creci-miento de bajos, favorecido por las corrientes mareales, entre otros. En este caso no se ha establecido una escala de tiempo o un espacio especfico para hablar de esta ganancia de terrenos, como s ha ocurrido para la erosin; sin embargo, hay importantes desarrollos matemticos para estimar la tasa de sedimentacin con base en todos los parmetros de la cuenca y las con-diciones oceanogrficas. No siempre la sedimentacin produce acrecin costera, pero s depsitos asociados a los deltas mareales y que eventualmente migran con las corrientes, creando un obstculo para la navegacin.

    Conviene sealar que los procesos de erosin y sedimentacin que afectan el litoral Pacfico colom-biano se han registrado por lo menos para los ltimos cincuenta aos. Particularmente fueron documentados los efectos sobre el litoral y las poblaciones localizadas en las zonas bajas, despus de eventos como los sismos de 1979 y 1991, el fenmeno de El Nio de los aos 1997-1998, la desviacin del canal Naranjo en el ao de 1973 y el vaciado de la represa de Anchicay en el ao 2001.

    Factores que causan erosin y sedimentacin costera

    La erosin y sedimentacin costera son cau-sadas por la accin conjunta de factores climticos, oceanogrficos, geolgicos, fluviales, biolgicos y las intervenciones antrpicas que, apoyados por la fuerza de la gravedad, ayudan a generar cambios en zona cos-tera que pueden traer consecuencias graves si no son adecuadamente controlados (Tabla 7).

    Fcil desgaste de las capas geolgicas . Los acantilados localizados en la parte norte del Choc, constituidos por rocas duras baslticas, han mostrado

    Diagnstico de la erosin y sedimentacin costera

    Las condiciones geolgicas, oceanogrficas y climticas del Pacfico colombiano se combinan para producir cambios importantes y rpidos en el pai-saje costero, que se manifiestan, especialmente, por el retroceso de la lnea de costa, la fragmentacin de la misma y el crecimiento de bajos y barras litorales. En la parte riberea costera el efecto, principalmente, es de ensanchamiento de los canales y sedimentacin de los mismos.

    Hablar de erosin costera o de procesos de sedimentacin es, en este caso, hablar de la evolucin natural de un sistema costero sensible, altamente cam-biante, megadiverso y absolutamente joven, que requiere de tiempo y espacio para desarrollarse y consolidarse a medida que se ajusta a los cambios internos de la tierra y a los factores climticos, como el actual calentamiento global y consiguiente aumento del nivel del mar.

    La prdida de terrenos debida a la invasin del mar, medida en un lapso de tiempo suficientemente largo que permita descartar efectos temporales o cclicos debidos bsicamente al clima, es lo que se define como

    Figura 66. Escala de tiempo versus distancia de los factores

    naturales que influyen en la erosin (tomado de European

    Commision, 2004).

    Figura 67. Escala de tiempo versus distancia de los factores antrpicos que causan erosin

    costera (tomado de European Commision, 2004).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    ser ms resistentes a la erosin que los localizados en las bahas de Mlaga, Buenaventura y Tumaco, consti-tuidos por capas sedimentarias relativamente blandas y con una menor resistencia a los agentes erosivos (Figura 68). Tambin influyen en este proceso el grado de meteorizacin y la densidad de fracturas o disconti-nuidades de las rocas, que a medida que aumentan, las hacen ms vulnerables.

    Las aguas de escorrenta y de infiltracin desgastan estas rocas menos competentes, como lo manifiestan los depsitos que cubren la parte inferior de los acantilados o taludes; este fenmeno, directa-mente relacionado con la lluvia, afecta en particular las coronas de los acantilados, los lmites de las terrazas frente al mar y la interfase entre capas con diferente permeabilidad (INVEMAR et al., 2006).

    Actividad tectnica. La zona es clasificada como de alto riesgo ssmico debido a la cercana de la zona de subduccin y la presencia de fallas regionales que han mostrado actividad reciente; un ejemplo de ello es la falla de Utra-baha Solano, cuyos movimientos en el sector costero ocasionan paulatinamente deformaciones y cambios en la estructura costera. Esta falla es con-siderada por Page (1986) como una falla normal activa con el bloque oeste levantado y una zona de brecha de 5 km, con el sector ms cizallado entre la quebrada Esso y punta Lana, en baha Solano; la tasa de levantamiento fue de 5 mm por ao durante el Holoceno y la de subsi-dencia tectnica de 23 m, en los ltimos 5.000 aos.

    Los sismos, y los fenmenos asociados a ellos, han impactado en el pasado el litoral Pacfico dejando cambios drsticos en el paisaje, destruccin de ecosis-temas y poblados, y muerte. Los efectos ms comunes observados en todos los sismos son licuacin del terreno, agrietamientos, volcanes de arena, elevacin sbita del nivel fretico con las correspondientes inundaciones, hundimiento e inclinacin del terreno, deslizamien-tos en las laderas y cada de bloques de acantilados y tsunamis con grandes olas que generan destruccin e inundaciones.

    El sismo de 1906 (TumacoEsmeraldas, M=8.6) gener un tsunami con olas entre 2 y 5 m de altura que destruy las costas de Ecuador y Colombia; las playas pertenecientes a los municipios de Tumaco, Francisco Pizarro (Salahonda), Mosquera, Olaya Herrera (bocas de Satinga), La Tola, El Charco, Iscuand (Santa Brbara), Guapi y Timbiqu quedaron sumergidas por la ola marina (Bermdez et al., 2008). El sismo de 1970 (baha Solano, magnitud (M) =7.0) destruy en un 80% Ciudad Mutis; el de 1992 (baha Solano, M= 7.3) produjo innumerables deslizamientos de suelos, destruccin del bosque, cam-bios en el rgimen hidrolgico y obstruccin de drenajes (Taboada, et al., 1998); el sismo de 1979 (Tumaco, M= 7.7) produjo subsidencia en la costa de Cauca y Nario de hasta 1,20 m, agrietamientos del terreno de 40 cm de ancho o ms, volcanes de arena y una gran inundacin sbita como consecuencia de una ola de tsunami. Otros sismos con magnitudes mayores de 6 (1904, 1942, 1957, 1958, 1970, 1976, 1991, 2004, 2007) han causado efectos similares sobre la costa.

    Procesos oceanogrficos. El rango macro a meso-mareal que se presenta y el fenmeno de El Nio, que puede aumentar el nivel del mar hasta en 30 40 cm,

    como ocurri con el evento de 19971998, pone a prueba formaciones costeras localizadas a slo pocos cent-metros por encima del nivel medio de pleamar, como las islas barrera o las terrazas bajas. El oleaje, las mareas y corrientes litorales impactan directamente la costa y su intensidad depende de la batimetra de la pla-taforma somera en frente de ella, las barras, bajos y deltas mareales, que producen complejos movimientos de las corrientes y refraccin del oleaje con erosin sectorizada.

    Las corrientes costeras pueden sacar del sistema las arenas necesarias para crear playas, o acumularlas en sectores donde acten como trampas para la circu-

    Tabla 7. Causas de los procesos de erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    Causas de los procesos costeros Erosin Sedimentacin

    Fcil desgaste de las capas geolgicas X

    Actividad tectnica

    Fallas X

    Sismos X

    Subsidencia X

    Tsunamis X X

    Licuefaccin de suelos X

    Procesos oceanogrficos

    Exposicin al oleaje X X

    Mareas X X

    Corrientes litorales X X

    Fenmeno de El Nio X X

    Aspectos climticos

    Precipitacin X* X

    Rgimen fluvial X* X

    Aumento del nivel del mar X

    Aspectos biticos

    Bioerosin X

    Colonizacin de manglar X

    Destruccin del manglar X

    Aspectos socioeconmicos

    Deforestacin X* X

    Minera X* X

    Amoblamiento urbano y de servicios X

    Apertura y desvo de canales X

    Construccin de represas X

    Cambios en el uso del suelo X X

    Estructuras de proteccin X X*en la cuenca

    Figura 68. Acantilados sobre rocas estratificadas en isla Palma, a la entrada de baha Mlaga. Las olas golpean con fuerza la base del acantilado y paulatinamente van produciendo su retroceso (foto Biomlaga, 2006).

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    lacin de los sedimentos a lo largo del litoral. La zona de rompiente de las olas puede producirse muy cerca de la playa cuando la marea est alta, provocando erosin de la misma, o a lo largo de las barras sub e interma-reales, que sirven de proteccin a las playas para que el oleaje no llegue con mucha fuerza.

    En el caso de acantilados, el golpeteo de las olas puede ser muy intenso y provocar el desprendimiento de bloques, la formacin de hendiduras y cavernas y el aislamiento de bloques a manera de pilares; es ms sig-nificativo en costas con rocas frgiles que con rocas cohesivas. En estas ltimas el proceso es mucho ms lento y probablemente est favorecido por factores tec-tnicos o estructurales.

    En las bahas, el impacto del oleaje sobre la lnea costera no es muy significativo; en cambio, en condicio-nes de mar abierto y terrenos bajos, el oleaje durante la marea alta pega directamente sobre la playa o cuerpo principal de la isla barrera, produciendo una pendiente alta o escarpe de erosin. Si adicionalmente el mar tiene un nivel ms alto, como consecuencia, por ejemplo, del fenmeno de El Nio, el impacto puede ser mucho mayor y alcanzar sectores donde normalmente no llegara.

    Un caso bien documentado de la erosin de una isla barrera, por el efecto combinado de los factores oceanogrficos con la subsidencia del terreno, es el de la isla del Choncho, en donde, a consecuencia de la sub-sidencia del terreno por el sismo del 19 de noviembre de 1991, se present el nivel del mar ms alto registrado por el fenmeno de El Nio de 1997-1998, con crecimiento de un bajo arenoso en la boca Chavica; la isla se parti en su parte central y se form un canal de 50 m de ancho y 10 m de profundidad que oblig a la reubicacin de la poblacin (Correa et al., 2002)

    Aspectos climticos. La alta precipitacin en la cuenca del Pacfico y la presencia de una densa red fluvial, en la cual se destacan ros con las ms altas cargas de caudal y sedimentos de Colombia, propicia tanto los procesos de erosin, como de sedimentacin. La parte alta de las cuencas sufre procesos de remocin en masa y escorrenta fuerte, mientras que su parte baja presenta socavacin de las orillas del cauce y sedimen-tacin del lecho con formacin de barras.

    La accin combinada de las mareas y las altas descargas de los ros, que en pocas invernales pueden triplicar su caudal, afecta las poblaciones localizadas en terrazas o zonas de bajamar y valles aluviales. La alta pluviosidad y pendientes fuertes a escarpadas, por donde descienden los ros con un comportamiento

    torrencial, ocasionan la prdida de tierras y de cultivos, la destruccin de viviendas y las inundaciones gene-ralizadas de poblaciones, que ven invadidas sus casas, calles, comercio y hasta el aeropuerto, como en el caso de Timbiqu, y se hace necesario utilizar lanchas para desplazarse, por donde antes se usaban carros, bicicle-tas o caballos (Figura 69).

    Estos grandes caudales y avenidas torrencia-les desplazan miles de toneladas de sedimentos, que cuenca abajo empiezan sus proceso de sedimentacin. Las desembocaduras, o bocanas, como comnmente se les llama, son las primeras afectadas debido a la forma-cin de los deltas de flujo al interior de las mismas, o de reflujo en el lado hacia el mar y que dificultan la nave-gacin. Casos particulares se presentan en las bocanas Timbiqu y Guapi en Cauca, en las del sur de Buenaven-tura y en aquellas al sur de Tumaco.

    En algunos casos crecen nuevos terrenos hacia los extremos de las islas barrera o playas, a manera de espigas, que si las condiciones les son favorables, pue-den desarrollarse, o de lo contrario, seguir migrando; casos como ste se registran en las costas de Nario, al sur del ro Mira en isla Verde y Tern-Las Mercedes y en la parte sur del delta del ro Pata entre Hojas Blancas y la boca del Pata. En otros casos, la descarga en el mar produce plumas de sedimentos generalmente finos que pueden extenderse por kilmetros y afectar ecosiste-mas, como el caso de los corales de Gorgona.

    Como una de las consecuencias del cambio climtico global, se ha registrado que en los lti-mos cincuenta aos el aumento del nivel de mar se ha incrementado 20 cm, lo cual, unido al proceso de sub-sidencia, ha trado consigo un retroceso generalizado de las geoformas costeras. Este proceso se ha repetido constantemente en el pasado, dejando geoformas que se crearon probablemente en una fase transgresiva del mar (aumento de nivel), como est ocurriendo actualmente, pero muchas otras se formaron en una fase regresiva (descenso del nivel), y dejaron rasgos como cordones litorales sucesivos, que ahora paulatinamente han ido desapareciendo.

    Aspectos biticos. Estudios detallados, realiza-dos en las bahas de Tumaco y Buenaventura, mostraron los mecanismos de erosin de los acantilados por parte de organismos que, debido a sus hbitos de alimentacin y hbitat, paulatinamente van destruyendo la roca. Por otra parte, se tomaron bloques de roca representativos de cada parte del perfil, en relacin con las mareas alta, media o baja. Como resultado se encontr que entre un 29,6 y 60,2% de la roca baada por la marea baja tiene perforaciones, mientras que la parte del perfil que slo es baada por la marea alta, el rango promedio de per-foraciones flucta entre 0 y 33,9% (Cantera et al., 1998) (Figura 70).

    Este proceso es favorecido por la estructura en capas de la roca con composicin de lodolitas y limo-litas, intercaladas con areniscas y conglomerados que son sustratos ms duros. Los organismos que producen abrasin, y los que luego perforan, debilitan la franja ms baja del acantilado que se convierte en una caverna o hendidura por la accin de las mareas y las olas; como consecuencia, el bloque superior se cae por falta de soporte y es destruido completamente. En ocasiones el

    Figura 69. Erosin lateral de cauces a lo largo de los drenajes

    de la zona, como consecuencia de altos volmenes de agua en pocas invernales y la accin de las mareas en formaciones

    frgiles (foto Diego Luis Gil, INVEMAR).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    bloque no colapsa y se forman grandes cavernas como las que se conocen en esta regin (Cantera et al., 1998). Sectores como isla Palma, los morros de Juan de Dios, Culo e Barco o el Galen, isla Curichichi e isla Can-grejo fueron separados del acantilado por ese proceso y ahora constituyen islotes.

    La destruccin de los bloques cados produce la formacin de bajos lodosos al pie de los acantilados, que son colonizados por diferentes especies de man-glar; las races subareas de los manglares, a su vez, propician la precipitacin de los sedimentos trados por olas y mareas, al frenar la fuerza de las corrientes. Por esta razn se habla de la importancia de preservar los manglares en el frente marino y en las orillas de este-ros para amortiguar los procesos erosivos y favorecer la acumulacin de sedimentos.

    Aspectos socioeconmicos. Varias publicaciones anteriores han restado importancia a los efectos ero-sivos de las actividades humanas en el litoral Pacfico, debido a que all no hay grandes asentamientos. Sin embargo, aunque el impacto no sea actualmente severo, vale la pena resaltar la deforestacin y la minera, que van de la mano en el deterioro de las cuencas, la pro-duccin de sedimentos y los caudales pico y repentinos que ocasionan grandes daos en la cuenca baja y zona costera.

    Cambios en el uso del suelo, como tala de manglar para siembra de palmas o para habitacin, desestabi-lizan estos sectores y crean suelos propicios para la erosin por escorrenta y por socavacin de orillas; igualmente, la rectificacin de canales por el corte de meandros o curvas de los ros y esteros, por medio de canales labrados en las terrazas bajas o zonas de man-glar, produce un peligroso aumento en la velocidad de la corriente que erosiona las orillas y puede afectar a las comunidades asentadas aguas abajo.

    La construccin de presas en la parte alta de las cuencas siempre trae consecuencias de diversa ndole sobre la parte baja y el litoral, que tienen que ver bsi-camente con la regulacin de caudales y la retencin de sedimentos formadores de playas. Por ejemplo, la represa de Anchicay ha ayudado al control de la sedi-mentacin de la baha de Buenaventura, pero su rpida e imprevista colmatacin oblig a que en el ao 2001 se rompiera la descarga de fondo y se derramaran en menos de diez das cinco millones de metros cbicos de sedimento, destruyendo extensas zonas de cultivo y la vida acutica, y provocando erosin en las orillas de los cauces.

    Por otra parte, si bien no hay estudios que demuestren que la ocupacin de los terrenos en donde estn localizadas Tumaco y Buenaventura haya ocasionado retroceso de la costa o problemas de sedi-mentacin, s existen en cambio numerosos estudios que muestran el alto grado de riesgo al que estn sometidas ambas poblaciones y otras ms pequeas situadas en el litoral. Los puertos localizados en ambas ciudades han exigido la construccin de muelles y otras estructuras rgidas que lgicamente han producido impactos loca-les sobre los procesos costeros y sobre el ecosistema de manglar que ha desaparecido.

    Asimismo, la expansin de estos puertos, en especial el de Buenaventura, y la posible construccin

    de otros en localidades como baha Mlaga o el golfo de Tribug, traern consigo cambios ambientales drs-ticos que repercutirn en la configuracin de la lnea de costa, puesto que, adems de las estructuras coste-ras y marinas necesarias para su operacin, se tendrn que abrir o ampliar vas de comunicacin con el inte-rior del continente. Parte de los resultados tendrn que ver con la destruccin de manglares, la deforestacin intensiva y extensiva y el aumento de la sedimentacin (Figura 71).

    En este sentido, los efectos de la construccin de la va Buenaventurabaha Mlaga es una alerta de lo que puede pasar en un paisaje altamente frgil y sensible a la erosin pluvial-fluvial. Los sectores defo-restados a lo largo del corredor ya muestran los efectos avanzados de la erosin, representados por surcos y crcavas activas remontantes, que ya empiezan a afec-tar a la misma carretera. Esto puede ser una alerta acerca de la verdadera vocacin del paisaje y los sue-los del Pacfico y sobre el manejo cuidadoso que debe drseles (Igac e Ingeominas, 2008).

    As como los puertos requieren estructuras para su operacin y proteccin, tambin las comunidades expuestas a los procesos marinos y fluviales de ero-sin e inundacin construyen obras para protegerse de las mismas. La mayora de las veces estas no cuentan con los estudios tcnicos adecuados para garantizar que cumplan su funcin y no causen mayores proble-mas aguas abajo del sitio afectado. As, en el Pacfico son muy pocas las obras de proteccin y la mayora de las veces se hacen en los cauces de los ros donde se localizan las comunidades.

    Figura 71. Muelle del puerto de Buenaventura (foto Blanca Posada, INVEMAR).

    Figura 70. Bioerosin en acantilados de baha de Mlaga (foto Blanca Posada, INVEMAR)

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Extensin de la erosin y sedimentacin por departamentos

    A continuacin se presenta un diagnstico con

    base en la informacin producida por varias institucio-

    nes nacionales. Esta informacin fue recopilada por el

    INVEMAR durante los estudios en la Unidad Ambiental

    Costera Llanura Aluvial del Sur (INVEMAR et al., 2006),

    los realizados en la baha de Buenaventura (INVEMAR,

    2007) en el municipio de baha Solano (INVEMAR, 2008)

    y en talleres llevados a cabo con las comunidades que

    habitan la zona costera y las instituciones encargadas del tema entre 2007 y 2008.

    Ingeominas (1998) recopil y analiz toda la informacin anterior al ao 1998 y produjo el Atlas de geomorfologa y aspectos erosivos del litoral Pac-fico colombiano, en el que se present el primer gran diagnstico regional. El mismo Ingeominas y algunas instituciones han producido tambin estudios sectoriza-dos que han ido actualizando la informacin consignada en ese atlas. Entre dichas instituciones se destacan la Universidad Eafit, el Observatorio Sismolgico del Suroccidente Colombiano (Osso), el Centro de Control de la Contaminacin del Pacfico (CCCP) y el INVEMAR, entre otras.

    La magnitud del proceso de erosin, as como del registro de sedimentacin a lo largo de la costa en cada uno de los departamentos, se resumen en la Tabla 8 y Figura 72, lo que permite tener una visin general de la situacin existente. Conviene tener en cuenta que los datos y anlisis que se presentan en la Tabla 8 se deben tomar teniendo en cuenta las siguientes precisiones:

    La longitud de lnea de costa que aqu se presenta, como se explic en el captulo cuatro, difiere de la oficial debido a que fue medida sobre la base 1:100.000 levantada por el Laboratorio de Sistemas de Informacin (Labsi) del INVEMAR y contempla la la longitud de la lnea de costa dentro de las bahas y dems accidentes costeros cuando su tamao as lo permiti.La longitud de la costa en erosin se midi igual-mente en los mapas, considerando los tramos

    Figura 72. Procesos de erosin y sedimentacin relacionados con

    el tipo de lnea de costa.

    Tabla 8. Extensin de la erosin y la sedimentacin litoral, por tipos de costas (en km)

    Tipo de costas Choc Valle Cauca Nario

    Acantilados rocas cohesivas 314 117 0 14

    Con erosin 5 12 0 0

    Con sedimentacin 0 0 0 0

    Acantilados rocas no cohesivas 6 0 9 0

    Con erosin 1 0 4 0

    Con sedimentacin 0 0 1 0

    Playas 102 6 1 13

    Con erosin 16 4 1 2

    Con sedimentacin 0 2 0 4

    Islas barrera 135 85 54 42

    Con erosin 31 43 21 16

    Con sedimentacin 0 35 3 20

    Costas lodosas 141 103 72 103

    Con erosin 44 19 4 10

    Con sedimentacin 0 33 2 32

    Sistemas deltaicos 98 0 0 174

    Con erosin 28 0 0 81

    Con sedimentacin 2 0 0 88

    Urbanizada 18 6 0 33

    Con erosin 6 0 0 5

    Con sedimentacin 0 0 0 0

    Bocana 17 30 16 53

    Con erosin 0 0 0 0

    Con sedimentacin 1 7 5 12

    Total en erosin 131 78 29 114

    Total sedimentacin 3 78 11 156

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    resaltados en rojo (ver anexo cartogrfico), al frente del litoral. Las cifras presentadas se aproximaron al nmero entero para una mejor visualizacin; cuando la cifra fue menor a medio kilmetro (0,4 km) se aproxim a uno.No se consider en este cuadro la erosin a lo largo de las riberas de los ros y esteros, aunque sta se resalta en los mapas, al menos en los sectores donde afecta a comunidades.

    Zona costera del Choc

    En el Choc, la localizacin de las poblaciones en la parte final de los drenajes, en sitios donde se combinan los procesos fluviales y marinos, los pone en alto riesgo; esta situacin es favorecida por el carcter torrencial de los drenajes, que bajan por valles estre-chos y empinados y, al acercarse al mar, se extienden formando planos aluviales en donde se asientan las poblaciones. Esto no slo ocurri hace algunos aos en la poblacin de Cupica y oblig a su traslado, sino que podra repetirse en muchos lugares ms donde la conformacin del paisaje es muy similar. Por ejemplo, las poblaciones de Jurad, Huaca y El Valle, entre otras,

    mostraron su preocupacin por la forma como las est afectando el ro de la localidad (Tabla 9).

    Aunque la zona costera del Choc ha sido poco evaluada, el diagnstico que se presenta a continua-cin contiene elementos relevantes de su estado de erosinsedimentacin, los cuales permiten tomar decisiones con respecto al manejo del territorio y el planteamiento de futuras investigaciones.

    Franja costera entre el lmite con Panam y baha Chirichiri (mapas 1, 2 y 3)

    Esta franja costera presenta remanentes fsiles del retroceso de la lnea de costa, como pilares y caver-nas; ocasionalmente, se observan movimientos de masa, en su mayora superficiales, que afectan la cobertura boscosa del acantilado. Procesos de erosin se obser-van en Jurad, Cupica, Chicocora y Limones, que son bahas en las cuales los acantilados resguardan peque-os valles aluviales, barras marinas y playas.

    En la cabecera municipal de Jurad se registran inundaciones por los cambios del nivel de los ros Partad y Jurad, que pasan por detrs del pueblo y afectan el 30% de la poblacin; estos dos ros se unen en el rea urbana y confluyen en el estero Arrastradero. El ro Jurad est erosionando el cementerio del

    Tabla 9. Sitios reportados con problemas por erosin o sedimentacin en la zona costera del departamento del Choc.

    Municipio Sector Sedimentacin Erosin Inundacin

    Baha Solano

    Baha de Nabug X

    Huaca X X

    Sector del ro Jella-Ciudad Mutis X X

    El ValleX

    (marina, del ro y movimientos de masa)

    X

    Nuqu

    Ensenada de Utra la zona del coral X

    Jurubid X X

    Ensenada Tribug X

    Nuqu X X

    Job X

    Coqu X

    Partad X

    Bajo Baud

    Cuevita X

    Abaqua X X

    Virud X X

    Pavasa X X

    Pizarro X X

    Dotened X

    Docampad X

    Sivir X

    La Vbora X

    Pichim X

    Churimal X

    Bocanas de Charambir, Cacagual y Chavica X

    Litoral de San Juan

    Togorom X X

    Bocana Charambir X

    Bocana Cacagual X

    Bocana Chavica X

    Playa de Concepcin X

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    pueblo y se teme que la unin de estos dos ros cause problemas ms graves sobre la poblacin, ya que se ha identificado una amenaza alta por avenidas rpidas de los ros (Municipio de Jurad, 2005), debido a deslizamientos que arrastran la cobertura vegetal en las partes media y alta del ro (Figura 73). Asimismo, procesos de erosin en las playas se presentan al occidente del casco urbano (Moreno, 2008).

    Poblaciones ms pequeas como Dos Bocas, Cored, Curiche y Punta Ardita tambin sufren el pro-blema de las inundaciones y la erosin de los ros;

    como resultado, hay cambios en las bocanas y, en el caso de Punta Ardita, la erosin costera ha avanzado agrietando las casas de cemento cerca de la playa (Moreno, 2008) (Figura 74)

    La poblacin de Cupica fue destruida por una avalancha en el invierno del mes de noviembre de 1999; como consecuencia, el nuevo pueblo se cons-truy aguas arriba. Sin embargo, el puente sobre el ro, el cementerio y el aeropuerto se reportan actualmente con problemas erosivos, ocasionados por el estero Cacique y su confluencia con el ro. El canal del ro

    Figura 73. Registro de los procesos de erosin e

    inundaciones en la zona costera de Jurad. a) Huecos dejados por la extraccin de arena de

    las playas (foto Dimar); b) El banco del ro con socavacin de

    orillas (foto Emilio Moreno); c) Inundaciones en el casco urbano

    (foto Emilio Moreno); d) Playas con abundante material vegetal

    y al fondo islotes aledaos a salientes rocosas (foto Dimar).

    ba

    dc

    ba

    dc

    Figura 74. Playas en Punta Ardita. La poblacin debe vivir

    en viviendas tipo palafitos para protegerse de las inundaciones

    (fotos Dimar).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    Cupica presenta sedimentacin y socavacin de sus orillas, debido en parte a la limpieza de las mismas y de las lomas aledaas, para abrir paso a potreros para la ganadera y cultivos de subsistencia; asimismo, se reporta amenaza por avalancha asociada a este ro (Municipio de Baha Solano, 2005; INVEMAR, 2007a), principalmente ahora que se est talando de manera intensa arriba de la bocatoma de la microcentral.

    En las playas de baha Cupica se reporta erosin alta por el oleaje, con formacin de escarpes de playa y, en menor proporcin, en las playas de las bahas de Chicocora y Limones, en donde se observa la vegeta-cin desarraigada.

    Franja costera entre baha Chirichiri y Jurubid (mapas 3, 4, 5 y 6)

    Es un sector dominado por acantilados, con pequeas bahas y playas favorecidas por la presen-cia de drenajes que forman depsitos aluviales a su llegada a la costa. Los acantilados presentan desli-zamientos de masas de suelo y, en menor proporcin, de roca y escombros, que en general no son muy sig-nificativos, pero que afectan la cobertura boscosa

    (Figura 75). Como consecuencia, durante la marea baja se observan playas conformadas por gravas y cantos. Tambin se aprecian las plataformas de abrasin y las hendiduras y cavernas, formadas por procesos erosi-vos de ms largo plazo.

    Las playas en cambio, otrora con poblacin y desarrollo turstico, han desaparecido paulatina-mente y se han destruido las viviendas. De norte a sur se cuenta con las playas de Abeg, resguardada por una baha y respaldada por un estrecho valle alu-vial y con procesos erosivos moderados, y las playas de la ensenada de Nabug, todas con erosin alta por el lado del ro y del mar, que se refleja por la vege-tacin desarraigada y destruccin de viviendas. Las playas de Cocalito Juan Tejada, Paridera, Playitas y Los Potes, ms estrechas y menos protegidas, tambin han retrocedido significativamente, segn comentan los pobladores, con lo que parte de la poblacin las ha abandonado o reubicado sus viviendas; sin embargo, actualmente no se observan procesos de erosin sig-nificativos (Figura 76).

    Figura 76. Playas de la ensenada de Nabug y las localizadas entre Huaca y punta Nabug. Son todas playas encajadas, formadas donde el relieve se reduce por la presencia de un ro. Palmeras desarraigadas son los signos de erosin. Los habitantes aseguran que las playas han retrocedido decenas de metros (fotos Programa GEO, INVEMAR).

    Figura 75. Deslizamientos asociados al sector, que involucran importantes masas de suelo derivadas de la roca basltica y la cobertura boscosa. (fotos Programa GEO, INVEMAR).

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Huaca, Cocalito y Mecana son las playas ms cercanas a baha Solano; la de Huaca presenta fuertes procesos erosivos hacia el sur, donde es ms estre-cha, con palmeras desarraigadas, escarpes de erosin, pendientes fuertes y al menos dos drenajes en la parte posterior, que salen de los manglares y la cortan (Figura 77). Hacia el norte la playa es recta, se hace ms amplia y alta, con una pendiente fuerte, reflejando una alta energa del oleaje, pero sin otros signos de erosin. La poblacin de Huaca se localiza al interior de la bocana sobre una zona de bajamar, por lo que las viviendas son de estilo palafitos, en donde, adems, el ro produce una erosin muy intensa sobre las riberas; todas las palme-ras tienen expuestas sus races y muchas de ellas han cado. Se reporta adicionalmente el cambio en la posi-cin de la boca, lo cual representa un riesgo ms a los existentes en la poblacin.

    La playa de Cocalito es recta y encajada, entre salientes rocosas; tiene una pendiente de 5 y palmeras y rboles con sus races expuestas; en su parte trasera, en un pequeo valle, se localizan unas pocas viviendas. Hacia el sur estn las playas de Mecana, mucho mejor conservadas hacia el norte, donde forman una barra alta, recta y de pendiente muy empinada; en su extremo sur, en cambio, estn muy erosionadas, con escarpes de playa y vegetacin desenterrada. Dicen los pobla-dores que esta playa retrocedi cerca de 50 m en los ltimos treinta aos y que la bocana ha cambiado de posicin al menos dos veces ms. Tambin aqu la pobla-cin vive en un terreno aluvial bajo, al interior del ro, en donde se presenta socavacin de orillas; las pocas casas que haba cerca al mar, al igual que el cementerio y la escuela, fueron destruidos por las avenidas torren-ciales del ro y las marejadas (Figura 78).

    Figura 77. Poblado de Huaca, localizado a las riberas del ro del mismo nombre, dentro de la zona de la bocana. Se observan fuertes signos de erosin que

    estn afectando a la poblacin (fotos Programa GEO, INVEMAR).

    Figura 78. a) Playas de Mecana, muy cerca al rea urbana de baha Solano, muy recta, de pendiente alta, escarpes de

    erosin, palmeras desarraigadas; b) Poblacin de Mecana

    localizada en las riberas del ro y sometida a la socavacin de orillas e inundaciones (fotos

    Marisol Cardona, INVEMAR).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    Dentro de la ensenada de baha Solano, las pla-yas Felicidad, la parte noreste de la playa de baha Solano y aquellas entre acantilados en el sector de Huina, tambin muestran signos de erosin, con races de vegetacin expuestas, escarpes de erosin y prdida de extensos cocoteros. El pueblo se localizaba inicial-mente entre la ribera derecha del ro Jella y el mar, pero, debido a que el ro se recost sobre esa margen casi unos 200 m, parte de las casas fueron afectadas, entre ellas el convento, lo que oblig a la reubicacin hacia el valle del ro y las colinas. La erosin alta en la mar-gen derecha del ro y las continuas inundaciones en pocas de marejadas, impactan esa parte del municipio (Gonzlez y Marn, 1989; INVEMAR, 2007a; Municipio de Baha Solano, 2005) (figuras 79 y 80).

    Algunos estudios realizados con el nimo de recuperar una playa para la poblacin de Baha Solano, dan cuenta de la prdida de 300 m de playa entre 1956 y 2004, en parte debido al posible hundimiento de los terrenos durante el sismo de 1970, que destruy el 80% del municipio (Tabota et al., 1998) .

    Entre punta San Francisco Solano y la ense-nada de Utra se desarrolla una serie de playas al pie de acantilados, las cuales son favorecidas por estar localizadas dentro de una plataforma muy suave con abundante sedimento tamao arena; son precisamente estas playas las preferidas por los turistas. Entre ellas se cuentan las playas del Almejal y Chad, en las que slo se observa un escarpe de erosin, en el lmite de la marea alta. La playa Jun, localizada entre los

    Figura 79. a), b), c) Playas de la ensenada de baha Solano, caracterizadas por ser angostas, con signos de erosin que han hecho que la poblacin se desplace hacia el valle del ro Jella; la prdida de arena ha dejado expuestas las races de las palmeras. d) Deslizamientos en la vertiente que involucran grandes masas de suelo y han ocasionado daos en la poblacin (fotos Programa GEO, INVEMAR).

    Figura 80. Localizacin de las playas y los procesos asociados, entre punta San Francisco Solano y Nabug (imagen de Google Earth modificada por Blanca Posada).

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    acantilados del Faro y El Valle, es erosionada por el oleaje fuerte y los sedimentos son arrastrados hacia los riscales, donde se acumulan y oscurecen el sitio perju-dicando la pesca (INVEMAR, 2007a). Los acantilados hacia atrs tienen deslizamientos superficiales que involucran el material saproltico rojo de los basaltos; se obser-van tambin las hendiduras, plataformas de abrasin y gran cantidad de pilares, que en ocasiones propician la formacin de tmbolos, como en el caso de la des-embocadura del ro Valle (Figura 81).

    En este trayecto, igualmente, aparece la playa de El Valle, conocida tambin hacia el sur como el Tor-tuguero y Cuevita, con pendiente inclinada y algunos rasgos erosivos en inmediaciones de la bocana.

    Casi toda la poblacin de El Valle se localiza sobre la margen derecha del ro, muy cerca de la bocana, entre el valle aluvial, una franja de bajamar y parte de las colinas de la serrana del Baud; all sufre los rigores de deslizamientos de grandes masas de suelo, derivados de la meteorizacin de las rocas baslticas

    que afectan su infraestructura urbana. Tambin soporta las inundaciones relacionadas con las mareas, el ro o los drenajes que bajan de las colinas y la socavacin intensa de las riberas del ro, acelerada por el corte de meandros y que actualmente est poniendo en grave riesgo a la poblacin, debido a que el pueblo quedara de frente al nuevo cauce (Figura 82).

    Desde El Valle hasta Jurubid la zona es de acan-tilados, afectada por deslizamientos superficiales que descubren la roca y arrasan la vegetacin; hay numero-sos pilares e islotes, adems de cavernas, hendiduras y superficies de abrasin. Pequeas playas de bolsillo, y protegidas por islotes, son utilizadas como paradas tursticas. Al interior de la ensenada de Utra se forma una pequea playa sobre el lado oriental, favorecida por la presencia de una planicie intermareal vegetada, en la cual se localiza la cabaa de Parques; all la erosin destruy la casa mexicana (INVEMAR, 2007a).

    La zona de coral en la ensenada de Utra est sufriendo un proceso de deterioro, originado por la sedi-mentacin que causa la quebrada La Aguada, ya que en su cuenca ocurren deslizamientos y el terreno presenta signos de erosin que aportan mucho material durante las lluvias fuertes.

    Franja costera entre Jurubid y cabo Corrientes (mapas 6 y 7)

    Corresponde al golfo de Tribug, en donde empie-zan a presentarse franjas ms amplias de costa baja, con barras marinas, playas y manglares, favorecidas por la desembocadura de los ros Jurubid, Tribug, Pangu, Coqu, Job, Arus, entre otros, que forman pequeos valles aluviales; sus cuencas son susceptibles a desliza-mientos ocasionados por la deforestacin, sobre suelos altamente inestables (Municipio de Nuqu, 2005) (Figura 83). En Pangu y entre punta Arus y cabo Corrientes reaparece el acantilado que antes estaba ms hacia

    Figura 81. a) Punta San Francisco Solano donde se aprecia el

    desarrollo de los acantilados, playas y pilares del sector (foto Alcalda Baha Solano); b) Playas adyacentes a la desembocadura

    del ro Valle, en que se evidencia, en marea baja, el escarpe de

    erosin que alcanza ms de un metro de alto, c) Playa de El Valle,

    cerca al Tortuguero, tambin all el escarpe es alto y el oleaje

    pega fuerte (fotos Marisol Cardona, INVEMAR)

    Figura 82. Cuenca media y baja del ro Valle, vista a) en

    una imagen de radar Intera de 1994; b) en imagen de Google

    Earth reciente, en donde puede apreciarse el corte de los

    meandros del ro, lo cual est poniendo en grave riesgo a la

    poblacin; en rojo los sitios con socavacin de orillas y en caf

    zona de posible subsidencia actual.

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    atrs. Como rasgos erosivos fsiles de los acantilados cabe citar la presencia de rocas desprendidas de El Morro, que aparecen carcomidas por organismos (bioero-sin) produciendo una especie de enjambres; entre ellas se citan el archipilago de Jurubid, al frente de la boca del ro y el islote conocido como Morro Mico.

    Jurubid es la poblacin ms al norte de esta franja de costa, localizada entre los ros Jurubid y Chor, dentro una antigua barra marina, el valle alu-vial y unas colinas bajas; all, adems de la amenaza permanente de inundacin por el ro y las mareas, que ahora impactan directamente a la mitad de la poblacin

    como si el terreno hubiera bajado (Junior Lpez Palacio, comunicacin verbal), las olas alcanzan a penetrar por la bocana y producen grandes derrumbes de las orillas. Como consecuencia, muchas viviendas han sido des-truidas y el terreno, al menos en el mes de octubre de 2008, retrocedi 25 m; todas las palmeras se han cado y la cancha de ftbol, entre otros espacios comunia-trios, est muy afectada. La bocana se ha convertido en un bajo por donde no es posible salir con bajamar, debido a que las corrientes litorales, que en este sector estn en sentido NS, entran por la bocana y favorecen su sedimentacin (Junior Lpez Palacio, comunicacin verbal) (Figura 84).

    La playa de Yesca separa las bocanas de Chor y Tribug, y corresponde a un playn donde se presenta erosin alta, con escarpes de playa, vegetacin afec-tada y cada y, en la parte trasera de la playa, manglar muerto, pero en posicin de vida. Le sigue hacia el sur la ensenada de Tribug, respaldada por una gran franja de manglar, en medio de la cual se han cartografiado remanentes de las formaciones sedimentarias del Ne-geno (N1Sr en Igac e Ingeominas, 2008, Mapa g_163); la baha est casi encerrada por la sedimentacin en la bocana, que propicia el crecimiento de las playas de Yesca y Tribug en la que se localiza la poblacin de Tri-bug, en medio de cordones litorales, (Figura 85).

    Figura 85. Playas entre Tribug y Nuqu. Pantanos de manglar y esteros dominan un amplio recorrido con rasgos de erosin y sedimentacin (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

    Figura 83. Ensenada de Tribug, cerca de Nuqu. Se observan en la parte superior de la fotografa las salientes rocosas y los pilares asociados a ellas. En primer plano se expone la costa baja rectilnea con sus valles, barras arenosas y manglares (foto ngela Lpez, INVEMAR).

    Figura 84. a) y b) Sedimentacin en las bocas de los esteros y ros de Jurubid, que los hace slo navegables durante la marea alta; (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Esta ltima playa se extiende en forma continua hasta la poblacin de Nuqu, dentro de una isla barrera con cordones litorales altos y continuos y una extensa franja de manglar hacia el continente. Procesos erosi-vos, como escarpes de playa y vegetacin destruida, se observan principalmente hacia Tribug, mientras en la quebrada Ancach y el ro Nuqu los sedimentos deposi-tados por estos ros forman bajos en la margen izquierda, cerca de la desembocadura al mar, lo que obliga al ro a socavar la margen derecha, provocando la erosin y afectando el muro que protega al pueblo en dicha mar-gen (Municipio de Nuqu, 2005). El barrio Miraflores es el ms afectado, con retroceso de la orilla y destruccin de viviendas, adems de las inundaciones provocadas por el ro y las mareas altas, principalmente en el mes de octubre (Figura 86).

    En la margen izquierda del ro Nuqu se forman dos esteros, El Chanquero y el Muertero, al lado de los cuales hay pilares rocosos baslticos y playas inter-mareales rodendolos, a veces en forma de tmbolos. Hacia el sur se extiende la playa de Pangu, con carac-tersticas similares a las de Nuqu, pero ms estrecha y corta, e igualmente con escarpes de playa y mangla-res desarraigados en la boca del ro.

    Las playas de Coqu y Arus, en sendas ensenadas separadas por acantilados, son las ltimas de la costa alta del Choc; se desarrollan frente a valles aluviales donde se localizan las poblaciones de Coqu, Job, Ter-males, Partad y Arus, muy cerca de las bocanas de los ros lo que les permite salir hacia el mar. Segn testi-monios de la poblacin, los ros Job y Coqu cambian constantemente de direccin ocasionando socavacin de orillas y erosionando las playas y terrenos donde estn construidas las viviendas. El trazo de la falla Utrabaha

    Solano y otros ramales satlites se han cartografiado al interior de la ensenada de Coqu (Figura 87).

    La poblacin de Partad, en la ensenada de Arus, se ve afectada por el proceso de erosin causado por el mar; ya se han presentado hechos donde el mar se ha llevado varias viviendas, por lo tanto algunas familias se han trasladado a lugares ms seguros (Municipio de Nuqu, 2005). En todas las playas en general se aprecian palmeras destruidas en sus races y viviendas palaf-ticas en situacin de alto riesgo; cerca de las puntas hay presencia de rocas remanentes de la antigua lnea de costa; por lo dems, la costa acantilada es relati-vamente estable y al pie de ella se forman localmente pequeas playas.

    Franja costera entre cabo Corrientes y punta Churimal (mapas 7, 8, 9, 10, 11 y 12)

    A partir de la ensenada de Cuevita, la costa es de topografa baja, con islas barrera bordeadas por playas y respaldadas por pantanos de manglar y valles aluvia-les. Las bocanas son amplias, con abundantes bajos o deltas de marea. La poblacin de Cuevita es la primera de este sector y sufre los rigores de la erosin marina que avanza cada da ms hacia las viviendas (Moreno, 2008).

    Las playas de la isla barrera, entre las pobla-ciones de Virud y Palo Secal, han sido reportadas con procesos erosivos intensos, principalmente hacia el sector centro y sur, donde se forman escarpes de playa y los manglares en algunas partes ya aparecen sobre la lnea de costa, afectados por la erosin, o muertos en posicin de vida, debido a que la arena ha invadido el manglar. La playa Pavasita tiene igualmente proble-mas de erosin muy alta, as como las playas de Abaqua donde, adems, son constantes las inundaciones pro-

    Figura 86. Problemas erosivos en el casco urbano de Nuqu,

    asociados tanto al ro como al mar. Se observa la socavacin

    de orillas con derrumbe de viviendas, palmeras con sus

    races expuestas (fotos a, b, c Marisol Cardona, INVEMAR ; d

    Marta Cabrera).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    venientes del mar y del ro, que afectan gravemente las viviendas (Municipio de Bajo Baud, 2002). La erosin a lo largo de los ros, en cambio, es moderada a baja, pero los cauces de los ros Pavasa y Virud son errti-cos por lo que las viviendas cercanas estn en riesgo (Moreno, 2008).

    En las playas Nueva y Piliz se presenta erosin baja. En estas playas, las islas barrera que las respaldan son muy estrechas. Asimismo, se han reportado proble-mas graves de erosin e inundaciones en la cabecera municipal de Pizarro, asociados tanto al ro Baud como al mar, por lo que se ha recomendado poner un muro de contencin que la proteja, pues las inundaciones afec-tan ms del 10% de la poblacin (Municipio de Bajo Baud, 2002). Algunas viviendas cercanas al mar han

    sido destruidas por su accin; se recuerdan muy espe-cialmente los efectos que caus el ltimo fenmeno de El Nio (Moreno, 2008) (Figura 88).

    Sobre la margen izquierda de la bocana del Baud hay un remanente de una isla barrera, y un firme, un poco ms adentro en la bocana; all, en el sector deno-minado la playa del Mico y ms hacia el sur hasta la bocana de Dotened, se observan escarpes de erosin en la playa, manglares y palmeras destruidas. En las bocanas de Dotened y de Docampad, posiblemente a causa de los grandes bajos que se forman, las corrientes se recuestan hacia las orillas erosionndolas afectando a las poblaciones all asentadas; Sivir tiene problemas de erosin costera, con amenaza alta para la comunidad (Moreno, 2008), por lo que hubo necesidad de reubicar

    Figura 87. a) Poblacin de Coqu, localizada en terrenos intermareales; b) Playas de Guachadito en las que puede verse la vegetacin deteriorada por la erosin; c) Playa de Termales, con remanentes rocosos dispersos; d) Amplia playa en Jov, antecedida por una zona de vegetacin muy bien marcada (fotos Marta Cabrera).

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    Figura 88. a) Vista area del sitio donde se localiza la cabecera municipal de Pizarro, municipio del Bajo Baud; b) Estero que cruza la poblacin de Pizarro, a lo largo del cual vive parte de la poblacin sometida a erosin e inundaciones (fotos Corporacin Osso y Emilio Moreno, respectivamente).

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    parte de la poblacin (Municipio de Bajo Baud, 2002) (Figura 89).

    Por su parte, las playas de Iju y punta Abada desaparecieron como consecuencia del oleaje que ha removido gran parte de la isla barrera y por lo tanto el

    manglar se encuentra en la lnea de costa. Puerto Aba-da es otra de las poblaciones que debi ser reubicada a consecuencia del proceso erosivo (Municipio de Bajo Baud, 2002).

    Condiciones similares se presentan en las pla-yas La Vbora, Pichim, Togorom y Churimal, todas con erosin marina intensa, representada en vegetacin con races expuestas, manglar muerto o expuesto al oleaje y escarpes. La comunidad de Togorom fue reubicada por-que el mar destruy casi todo el pueblo; sin embargo, el sitio en el que se encuentra actualmente sigue teniendo problemas de erosin marina, sobre todo en el rea del puerto, donde la playa ha retrocedido hasta 18 m en un solo ao. Adicionalmente, se presentan problemas de socavacin de orillas a lo largo del ro Togorom, con un retroceso de 8 m. Se teme que lo anterior, sumado a las inundaciones que afectan casi todo el pueblo, sobre todo en pocas de pujas, obligue a una nueva reubica-cin (Moreno, 2008) (Figura 90).

    Figura 89. a) Localizacin de Puerto Abada; b) En la bocana

    de Sivir; c) Poblacin de Sivir con problemas de erosin

    costera; d) Bocana de Pichim; e) En el interior de la bocana se localiza el poblado de Pichim, afectado por erosin intensa

    (fotografas areas Corporacin Osso).

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    Figura 90. a) Comunidad en las bocas del Togorom; b) Sitio

    donde fue reubicado el poblado de Togorom, tambin en

    terrenos de bajamar, en donde estn an en grave riesgo. (fotos

    a Corporacin Osso; b Emilio Moreno).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    Franja costera del delta del San Juan (mapas 12 y 13)

    Las playas en la franja costera del delta del ro San Juan estn asociadas con islas barrera; en ellas se ha reportado adelgazamiento o erosin hacia la parte central de las mismas, como consecuencia del obst-culo que producen los bajos localizados en las bocanas para el flujo de las corrientes litorales.

    Se presenta sedimentacin en las bocanas de Charambir, Cacagual y Chavica, en donde los deltas de marea de reflujo dificultan el acceso de lanchas en marea baja; en la boca Charambir se forma el lla-mado archipilago Bodega, un conjunto de bajos que sobresalen del nivel de marea. Asimismo, en la playa el Choncho se present un proceso erosivo que parti la isla barrera en dos, como consecuencia de la subsiden-cia del terreno, los fenmenos de El Nio y las pujas que en muy poco tiempo actuaron, obligando a la poblacin a abandonar el lugar. Este fenmeno, que normalmente puede esperarse no slo en las islas barrera del delta del San Juan, sino del Pacfico colombiano, es descrito detalladamente por Correa et al. (2002) (Figura 91).

    La playa la Concepcin presenta procesos de sedimentacin hacia su costado norte y de erosin hacia el sur, precisamente en la boca de La Barra donde el fuerte oleaje provoca el retroceso de la playa y la socavacin de las orillas; la espiga de La Barra tambin est afectada por erosin, pero principalmente es evi-dente en los esteros, en donde la socavacin de orillas derrumba la vegetacin y provoca desprendimientos en los paleo acantilados. En ocasiones se han presen-tado inundaciones en la poblacin de La Barra (INVEMAR, 2007a) (Figura 92).

    Algunos ros afluentes del San Juan, como el Copom, Cucurrup, Munguid, Togorom y Pichim, oca-sionan inundaciones y presentan socavacin de orillas, razn por la cual la vulnerabilidad de las poblaciones del municipio del Litoral de San Juan es total. Por ello,

    el 37.5% de ncleos poblados requieren proteccin en sus orillas, el 32.5% reubicacin, el 20% sufre de inundacin en pocas de lluvias y el 10% requiere la construccin de diferentes obras para prevenir algn tipo de desastre natural (Municipio Litoral del San Juan, 2001). En este sector son once las poblaciones con alto riesgo por inundacin o erosin, de las cuales Garca Gmez, To Cirilio, Charambir, Togorom, isla Mono y el Carr se localizan en el frente deltaico (Municipio Lito-ral del San Juan, 2001).

    Zona costera del Valle del Cauca

    En el Valle del Cauca la situacin geolgica y geomorfolgica es diferente a la observada para el departamento del Choc, sin embargo, los riesgos a los que estn sometidas las poblaciones son similares. Cen-tros tursticos importantes como Juanchaco y Ladrilleros han sido azotados por la erosin marina, bioerosin y escorrenta sobre acantilados, conformados por rocas sedimentarias frgiles. La isla El Soldado, y poblacio-nes como La Bocana y Piangita han visto seriamente amenazados sus predios y parte de la infraestructura ha sido reubicada a causa del deterioro causado por la erosin. Las playas que hacen frente a las islas barrera y los pantanos de manglar han ido desapareciendo pau-latinamente o cambiando su geometra, como respuesta a estos mismos agentes. No slo las poblaciones han sido desplazadas por estos procesos, sino que las labo-res de pesca han requerido llevarse a cabo mar adentro en razn a que las zonas de caladeros han desapare-cido por la alta sedimentacin (Tabla 10).

    Franja costera de las bahas Mlaga y Buenaventura (mapas 13 y 14)

    Esta franja se caracteriza por presentar acantilados en todo el contorno de baha Mlaga y el costado norte de la baha de Buenaventura; en este sector se presenta erosin por escorrenta y aguas infiltradas en los planos de debilidad de las rocas, con desprendimientos de masas de suelo. Las mareas, el

    Figura 91. a) Charambir, poblacin localizada en la bocana del ro San Juan, sometida a erosin e inundaciones; b) En el interior de la poblacin de Charambir, en donde puede verse cmo se inundan en pocas de pujas y e inviernos fuertes; c) Poblacin de Litoral de San Juan, a orillas del ro (fotos a y b Emilio Moreno; c Alcalda municipal).

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    Figura 92. a) La Barra, ltima bocana al sur del delta del ro San Juan; b) Playas de La Barra, muy amplias en marea baja y por lo tanto suelen ser muy tursticas (fotos Biomlaga 2006 y Corporacin Osso, respectivamente).

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    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    oleaje y la bioerosin, junto con las estructuras de la roca, propician la formacin de arcos y cavernas, islas, islotes y riscales, caractersticos del paisaje en este sector de la costa. Los procesos de erosin en esta costa acantilada, aunque lentos, tienen gran repercusin dentro de la evolucin del paisaje y obligan a la reubicacin o refuerzo estructural de los asentamientos existentes. Las playas de Juanchaco, Ladrilleros y Chucheros se extienden al pie de estos acantilados, pero las dos primeras permanecen con una franja seca en marea alta (Figura 93).

    En Juanchaco es muy evidente el proceso de ero-sin, en parte como consecuencia de la extraccin de arenas para construcciones civiles como el aeropuerto o las escuelas. Como antecedentes, es necesario men-cionar que la construccin de la base naval en 1986

    gener procesos erosivos y desequilibrio ambiental. Por otra parte, en el sector de Santo Domingo, punta Sande y la ensenada del Tigre, los acantilados tambin registran deslizamientos, desprendimientos de rocas, bioerosin y socavacin de la base, con formacin de hendiduras, cavernas y mltiples pilares (INVEMAR et al., 2006).

    En el interior de baha Mlaga hay un retroceso constante de los acantilados como consecuencia de la bioerosin y de los agentes marinos sobre rocas fr-giles; la presencia del archipilago de la Plata es una muestra de los procesos de erosinsedimentacin que all se dan y que permiten la formacin de un conjunto de bajos, que son colonizados por manglares. La exis-tencia de los riscos o bongos, muestran un proceso evolutivo ms largo que posiblemente est asociado con fenmenos tectnicos (INVEMAR et al., 2006). Las

    Figura 93. a y b) Poblaciones de Juanchaco y Ladrilleros, localizadas en parte sobre

    acantilados y otros sectores en terrenos bajos sometidos a las

    mareas (fotos Corporacin Osso).

    Tabla 10. Sitios reportados con problemas de erosinsedimentacin en la zona costera del departamento del Valle del Cauca

    Sector Sedimentacin Erosin Inundacin

    Bocas de San Juan X

    Playa ConcepcinX

    (Bajos)X

    (norte)

    La Barra X X

    LadrillerosX

    (marina y movimientos en masa)

    X

    JuanchacoX

    (NW) marina y movimientos en masa

    X

    Sector de la Base Naval X

    Piangita X X

    Ro Anchicay X

    Cuenca ro DaguaX

    (en la baha)X

    (parte alta)

    Baha de Buenaventura x

    Isla Soldado (mitad-sur) punta soldadoX

    (canal de acceso)X X

    La Playita X X

    Bocana del Raposo X

    Bocana de Mayorqun X

    Bocana Cajambre X X

    Bocana ChamuscadoX

    (sur)X

    Bocana del YurumanguX

    (laderas del ro)X

    (norte)

    Bocana el AjX

    (norte)(sur)X

    (central)

    El Pital, punta Bonita, Concepcin, Cangrejal X

    Bocana del ro Naya X X

    ba

  • 75

    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    playas tienen presencia de gravas y bloques de roca (Figura 94).

    En forma similar se presentan rasgos erosivos en los acantilados que bordean la entrada a la baha de Buenaventura, en su parte norte, y que dejan como testi-gos cavernas y un sinnmero de pilares (INVEMAR, 2007). El sector de Piangita est afectado por el fuerte oleaje que se presenta cuando vienen las pujas y, que adems de la inundacin, genera erosin que ha afectado una franja de 200 a 300 m de extensin; los daos se hacen mayores por cuanto los pobladores extraen arenas del lugar. La Bocana actualmente viene sufriendo erosin en pocas de pujas, favorecida por el oleaje que pega con fuerza en la parte frontal; este fenmeno se viene presentando desde principios de los aos 2000, pero ms recientemente se ha sentido con mayor intensidad perturbando una franja de mayor extensin (400 a 500 m), que incluye la va peatonal entre el hotel y la lnea de costa (INVEMAR, 2007a) (Figura 95).

    La franja costera sur de la baha de Buenaventura es baja, con pantanos de manglar, barras arenosas y bajos y favorece la formacin de estuarios en las bocas de los ros Dagua y Anchicay (Figura 96). La cuenca hidrogrfica del ro Dagua, por el mal manejo al que ha estado sometida y por la deforestacin desde Lobo Guerrero hasta Buenaventura, exhibe una erosin alta; asimismo, la escorrenta y los deslizamientos que se producen en la parte alta suministran gran cantidad de sedimentos que son llevados por sus distintos brazos y depositados en la baha de Buenaventura. En este punto forman una gran pluma de sedimentos, barras y bajos no deseados, que paulatinamente van sedimentando la baha, lo que para el principal puerto del Pacfico sig-nifica una gran inversin por un constante dragado y una reduccin de su vida til como puerto (INVEMAR, 2007a).

    Figura 94. En el interior de baha Mlaga a y b) Bloques remanentes de la erosin causada por los organismos que se apilan al pie de los mismos, sobre estrechas playas; c) Riscales o bongos, muy comunes a lo largo del espejo de agua de la baha de Mlaga; muchos de ellos se cubren completamente en marea alta (fotos Biomlaga, 2006).

    Figura 95. Acantilados y arcos en el sector de El Tigre, como resultado de los procesos de erosin sobre rocas frgiles (fotos Biomlaga 2006).

    ba

    c

    Figura 96. a) Vista del puerto de Buenaventura, cuyo canal de acceso se ve afectado por la sedimentacin que proviene de los ros Dagua y Anchicay; b) Isla Soldado, con el casero hacia el estero (fotos Corporacin Osso).ba

  • 76

    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    La desembocadura del ro Anchicay es el caso ms significativo para la baha como consecuencia de que en el ao 2001 se present sedimentacin en la presa de la hidroelctrica de Epsa. Como resultado, se tom la decisin de abrir las compuertas, arrojando 500.000 m3 de lodo y causando sedimentacin en el ro y formacin de trampas de lodo, erosin de los caminos por donde el ro buscaba paso, dao en los cultivos por el aporte de lodo y sedimentacin en la bocana, ade-ms de la prdida de la cosecha de piangua, entre otros (INVEMAR, 2007a).

    Adicionalmente, los cambios naturales del cauce del ro Anchicay contribuyen al deterioro de la punta Soldado, que perdi la playa en la que se asentaba la poblacin; en consecuencia, hubo un retroceso de la lnea de costa de aproximadamente 500 m y un cambio en el tamao del sedimento de arena a lodo, el canal de acceso a la isla se sediment, lo que en la actuali-dad dificulta el embarque y desembarque. Adems, en julio de 1996 fueron destruidas 17 de las 60 viviendas que haba frente al mar y los postes de la lnea de con-duccin fueron derribados (Martnez y Gonzlez, 1996; INVEMAR, 2007a; Ambiotec Ltda., 2006).

    La isla Santa Brbara ha experimentado acre-cin en el extremo norte en los ltimos 46 aos y en la parte central erosin, producto de canales de marea que cruzan la playa; esto ha conllevado a la obstruc-cin del transporte de sedimentos por la deriva litoral (Martnez y Gonzlez, 1996). Los habitantes registran que actualmente la erosin es ms fuerte hacia la bocana, en la parte norte, afectando los sistemas de manglares y parte de la playa (INVEMAR, 2007a).

    Todos los asentamientos mencionados anterior-mente, localizados en las partes bajas, tambin estn sujetos a inundaciones peridicas por las crecientes de los ros, las pujas, el fenmeno de El Nio y las fuertes marejadas que ocurren ocasionalmente. Los asenta-mientos a lo largo de los ros sufren adems por la socavacin de la banca de los mismos y estn expues-tos a avenidas torrenciales (Municipio de Buenaventura, 2000).

    Franja costera desde la bocana de Raposo hasta la boca del Naya (mapas 14, 15 y 16)

    Este sector registra la presencia continua de islas barrera, todas ellas con mayor o menor grado de deterioro por procesos erosivos, y en frente de ellas, principalmente a la altura de las bocanas, procesos de sedimentacin altos que dificultan la navegacin y afectan la pesca.

    La bocana de Raposo era una antigua desembo-cadura del ro Anchicay; en ella se registran procesos de erosin que afectan las playas de Santa Ana e isla Raposo, al igual que las reas de manglar, muy posi-blemente como consecuencia de la falta de sedimentos transportados por la deriva litoral, al cambiar la des-embocadura del ro. Esta situacin es continua hasta la boca de Micay y afecta poblados como El Pital, Punta Bonita, Concepcin, Cangrejal y las islas barrera de Mayorqun, Carrancio, Cajambre, Yurumangu, Chamus-cado y el Ajicito. rboles desarraigados, escarpes de playa y plataformas de abrasin son testigos de los fuertes procesos de erosin que se estn presentando. Adicionalmente, la sedimentacin es alta en todas las bocanas y en frente de las islas barrera entre San Anto-nio, Cajambre y Yurumangu.

    La desembocadura del ro Mayorqun registra continuos cambios de la desembocadura, especialmente en pocas de pujas, lo que afecta a los habitantes de la vereda Papayal, que deben estar desplazndose. La sedimentacin en la bocana obliga a los pescadores artesanales a retirarse de all y adentrarse ms hacia el mar en sus labores de pesca. Al sur de este mismo sector, se registra erosin en los acantilados y presen-cia de pilares como testigos de la evolucin de la costa (INVEMAR, 2007) (Figura 97).

    En la vereda El Pital, sector de Cajambre, en el ao 1998 el mar invadi las playas, que ahora estn reapareciendo, pero con una conformacin diferente (INVEMAR, 2007a); all y en La Playita, se registran ade-ms inundaciones ocasionadas por las pujas. En la desembocadura del ro se observa sedimentacin que impide la normal navegacin; sta es causada por la tala de rboles en la parte alta del ro, lo que ha incre-mentado la erosin en la cuenca y, en consecuencia, el volumen de sedimentos que llegan a la bocana (INVE-MAR, 2007a).

    Las islas barrera de Yurumangu y Chamuscado tienen sectores altamente erosionados, en particular la isla Chamuscado que present procesos de erosin en su parte central que determinaron su ruptura y la inva-sin de manglares en su frente; una parte de la barra arenosa supramareal qued atrs y ha habido acrecin moderada en sus costados norte y sur (Figura 98). Adi-cionalmente, hay socavacin en las riberas de estos ros, no slo de sus depsitos, sino de las colinas negenas que circundan la cuenca (INVEMAR, 2007a).

    Entre las bocanas de Yurumangu y el Naya, la alta tasa de sedimentacin dificulta la navegacin y las labores de pesca; se estn acumulando gran cantidad

    Figura 97. a) Poblacin de Yurumangu a orillas del ro

    (foto Libia Grueso); b) Bocas de Mayorqun, en las riberas del ro

    del mismo nombre (fotos Gilma Mosquera).

    ba

  • 77

    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    de sedimentos y desechos orgnicos, taponando unas pocetas o bancos criaderos de peces donde se sola pescar. Como consecuencia, la poblacin se ha visto obligada a desplazarse a El Chamuscado y Merizalde (INVEMAR, 2007a).

    Zona costera del Cauca

    En la zona costera del Cauca la situacin no es ms favorable; la erosin riberea costera ha amena-zado la estabilidad de algunas poblaciones importantes, debido a la socavacin de las orillas, con desprendi-miento de grandes barrancos por la accin continua de hidratacin y deshidratacin de los suelos, el cambio de las mareas y al oleaje que se genera con el trn-sito rpido de embarcaciones. La subsidencia, que han

    sufrido los terrenos como consecuencia de sismos, y la elevacin del nivel del mar causada por el fenmeno de El Nio, han hecho desaparecer grandes extensio-nes de tierra firme (terrazas, islas barrera y playas) y en cambio han surgido amplios bajos que dificultan la navegacin y la pesca (Tabla 11).

    Rasgos de erosin como manglares muertos en posicin de vida o derribados, escarpes de playa en los que aflora el sustrato de manglar y playas muy angos-tas, son comunes en toda la zona costera caucana; as mismo, hay alta sedimentacin en las bocanas, la cual es particularmente sensible al frente de la isla Gorgona por la afectacin sobre los corales. La tala indiscrimi-nada del bosque ha hecho que la sedimentacin aumente y es particularmente evidente la pluma de sedimenta-cin cuando la marea est bajando.

    Tabla 11. Sitios reportados con problemas de erosinsedimentacin en la zona costera del departamento del Cauca

    Municipio Sector Sedimentacin Erosin Inundacin

    Lpez de MicayNoanamito X X

    Santa Brbara del mar X

    Timbiqu

    Bocana SaijaX

    (desechos orgnicos)

    Puerto Saija x

    Sector de Los Brazos x

    Chacn Nuevo x x

    Timbiqu X

    Bocana de Timbiqu X

    Bocana de Guaju x

    Bocana de Quiroga x

    Guapi

    Bocana ro GuapiX

    (bajos)

    Obregones X

    Quiroga X

    Figura 98. Evolucin de la isla barrera Chamuscado (modificado de Martnez et al., 2000).

  • 78

    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Franja costera desde la bocana de Naya hasta la bocana El Cantil (mapas 16 y 17)

    Una de las poblaciones costeras, ubicada ms al norte del departamento del Cauca, es Noanamito. Se localiza en una terraza baja del ro Micay, inundable en inviernos fuertes o cuando hay pujas grandes. El ro Micay tiene en promedio, en el tramo cerca de Noa-namito, 60 m de ancho y mximo 12 m de profundidad; presenta socavacin de orillas, con un promedio de 2 m/ao y erosin fuerte en la margen izquierda de la bocana del Naya y en una isla localizada en ella. El crecimiento de bajos o el corte de meandros han dejado terrenos aislados, entre los que se conocen el Archipilago y la isla Pailn (Figura 99).

    La isla barrera San Jos cuenta con una playa seca de ancho variable, que oscila entre unos pocos cm hasta 5 m aproximadamente, una altura promedio sobre el nivel de alta marea de 1 m y, en ocasiones, exhibe vegetacin rastrera. La isla est limitada hacia tierra por un escarpe de erosin de hasta un metro de altura que demarca la lnea de ms alta marea, en donde se acumulan restos de madera y troncos. En su parte norte est afectada por canales de desage de marea, mientras que hacia el centro se observan sedimentacin y bajos. La parte sur hasta la bocana de Santa Rita muestra manglares en el frente hacia el mar debido a la paulatina desaparicin de la isla (Figura 100a).

    Figura 99. Noanamito y caseros a lo largo del ro, afectados

    por la socavacin de orillas y las inundaciones del ro. a) En Noanamito se observa el rbol

    dentro del cauce del ro a causa del retroceso de la banca;

    b) Aguas abajo, las casas en grave riesgo de derrumbarse

    porque las riberas han ido retrocediendo; c) Se observan

    las palmeras y otros rboles desarraigados; d) Tendencia a la erosin a todo lo largo del

    ro que afecta a los manglares (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

    Figura 100. Rasgos de erosin en la zona costera norte del departamento del Cauca. A)

    Isla San Jos; b) Playa Santa Rita; c) Playa Monserrate (fotos

    INVEMAR).

    ba

    dc

    b

    a c

  • 79

    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    La bocana de Santa Rita est parcialmente cerrada por la acrecin lateral en la parte norte de la isla barrera; en esa zona hay una alta dinmica ocasio-nada por las corrientes que all convergen y el delta de flujo que crea una amplia zona de rompientes. Como con-secuencia de un evento marino fuerte, ocurrido hacia finales de los noventa, la isla barrera de Santa Rita per-di una franja de playa de 50 m y acumul la arena en la berma y detrs de sta, causando el taponamiento del estero Santa Rita. Por esta razn slo se encuentran remanentes de esta isla barrera, con un ancho prome-dio de 50 m, un escarpe de erosin frente al mar, con 1 2 m de alto y una playa trasera que se extiende con arenas gruesas hasta el estero, en cuyas mrgenes se desarrolla el manglar (Figura 100b).

    La bocana de Monserrate tiene un gran bajo, con canales muy someros formados por la corriente del estero; la zona de rompientes es amplia y alejada de la lnea de ms alta marea aproximadamente 500 m. El estero entre Monserrate y Santa Rita se cerr por pro-cesos de sedimentacin, al igual que entre Santa Rita y San Jos y Santa Rita y Cobao.

    La isla barrera de Monserrate tiene un ancho pro-medio de 100 a 150 m, slo 50 m en su parte norte y hacia el sur se va estrechando paulatinamente. La playa seca puede alcanzar mximo 5 m de ancho y se desaparece hacia la parte central a sur, donde empieza a aparecer un escarpe de erosin de 50 cm a un metro de alto, con palmeras en la playa, algunas de las cuales severamente afectadas en su follaje y races. Dos cordones litorales, de 10 m de ancho en promedio y 50 cm a 1 m de alto, se desarrollan en la parte central y van desapareciendo hacia el norte, mientras hacia el sur va apareciendo un terreno bajo y cenagoso que cae suavemente hacia el estero en donde hay manglares (Figura 100c).

    La isla barrera de Caimanero tiene una lnea de costa muy recta y ancho variable; la parte trasera de las playas contienen vegetacin rastrera, escasa y dis-

    persa y alcanzan un ancho mximo de 10 m. En ellas no se observan mayores rasgos de erosin, sin embargo, en el extremo norte hay una zona de manglar muerto, que se report como causado por el fenmeno de El Nio de 1998; aqu tambin se observan los efectos de acu-mulacin de arenas gruesas en el estero, causado por el fenmeno marino reportado por los habitantes como ocurrido hace ocho aos. El extremo sur, por en contra-rio, registra acrecin con el desarrollo de una espiga, en inmediaciones de la bocana de Candelaria, en donde exista un bajo en la imagen de satlite del ao 2000.

    La bocana de Candelaria es amplia, con fuerte oleaje, lo que dificulta las operaciones de embarque y desembarque. La isla barrera al sur de esta bocana fue una de las mejor desarrolladas hace treinta aos, pero ahora, debido a los procesos de erosin, se encuentra reducida a una pequea franja (INVEMAR, 2005); en su parte central los manglares se encuentran en la lnea de costa, la mayora de ellos muertos. Escarpes de ero-sin, al pie de los cuales se acumulan troncos y maderas, marcan el lmite de la marea alta.

    La isla El Coco, al sur de la anterior, fue afectada por procesos de erosin causados por grandes tormen-tas, el sismo de 1979 y el fenmeno de El Nio de 1998, lo que slo dej algunos remanentes de isla, principal-mente hacia el extremo norte. En las bocanas El Coco y El Cantil, a medida que la marea baja, quedan al des-cubierto grandes extensiones de bajos que dificultan la navegacin; este proceso es importante porque a la vez que se reporta subsidencia del terreno, tambin se observa el incremento de los bajos por procesos de sedimentacin extremadamente alta que se producen en las bocanas (Figura 101).

    Hacia el interior de estas islas barrera, los esteros y sus tributarios son amplios, con mrgenes inestables en su mayora, por lo que se observan problemas de erosin de orillas y de sedimentacin de cauces (INVEMAR, 2007a) (Figura 102).

    Figura 101. Lnea de costa entre las bocanas del Coco y el Naya, limitada por manglares en diferente estado de conservacin. Se observan claros en el bosque de donde se est extrayendo el manglar y la vegetacin, favoreciendo la erosin y sedimentacin (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

  • 80

    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Franja costera desde la bocana El Cantil hasta La Bocana de Iscuand (mapas 17, 18 y 19)

    En esta franja costera se pierde la alineacin NE que traa la lnea de costa desde Mayorqun, en el departamento del Valle del Cauca; este segmento es ms irregular, con bocanas amplias donde se extien-den grandes bajos y menos desarrollo de islas barrera. Hacia el interior se localizan importantes poblaciones del Cauca como Timbiqu y Guapi.

    Santa Brbara del Mar es la primera poblacin de este sector, en el costado sur de la bocana del Cantil; se asienta en la margen derecha del estero Santa Brbara, sobre una barra arenosa con un ancho entre 50 y 100 m, fuertemente erosionada por la accin del oleaje de las

    lanchas que por all transitan, unida a la accin mareal. La punta norte de la barra presentaba una playa extensa de hasta 50 m de amplitud en marea baja que empez a desaparecer hace diez aos. Como consecuencia del sismo de 1979, el sector de Santa Brbara sufri la des-truccin de viviendas por el agrietamiento del terreno y la solifluxin, con salida de un lodo azul en las zonas de firmes; el terreno baj y muchos terrenos que antes eran cultivables ahora no lo son (Figura 103).

    Hacia tierra, la barra est limitada por los este-ros El Iguanero, que corre de norte a sur y se seca completamente en marea baja, y Caleta Ciega, que se inunda con la marea, pero no tiene una boca de salida al mar. En medio de estas dos bocas se form un lago

    Figura 103. a, b, c) Manglares a lo largo de los esteros y de

    la zona costera; se aprecia la acumulacin de lodos, con

    formacin de extensos planos de sedimentacin; d) Pequeos firmes son aprovechados para

    vivienda y cultivos por parte de los habitantes (fotos INVEMAR).

    ba

    dc

    Figura 102. Poblacin expuesta a la socavacin de orillas y las inundaciones por parte de los

    ros y esteros de la zona (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

  • 81

    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    de agua dulce, aparentemente sin comunicacin con el mar y alimentado slo con aguas lluvias; este lago tiene una gran variedad de peces. Los cambios que han sufrido estos esteros en los ltimos aos, as como los que hay en la bocana del Tigre, han modificado la confi-guracin de la lnea de costa, dejado rboles de mangle aislados en el plano intermareal no vegetado; adicio-nalmente, se presentan bajos areno-lodosos extensos, asociados a estas bocanas.

    Desde el sur de la bocana del Tigre y hasta el estero Sofa se desarrolla una isla barrera (playa Con-cepcin) protegida de la erosin por un amplio bajo, que hace que el oleaje rompa muy lejos de la lnea de costa; es una franja arenosa de ancho variable entre 50 y 100 m, con playas por encima del nivel de la ms alta marea tanto en la punta norte como la sur. Hacia el continente hay firmes o antiguos cordones litorales que son utili-zados para cultivos (INVEMAR, 2005) (Figura 104).

    La bocana del Saija es amplia y con procesos de sedimentacin importantes que se extienden a lado y lado de la misma y en su entorno, formando islotes

    en una vasta zona. Ro arriba hay erosin severa de las mrgenes del ro, con gran perjuicio para la pobla-cin de Puerto Saija y los dems caseros del sector de Los Brazos. Toneladas de desechos orgnicos, como la concha de coco o el bagazo de la caa, se botan a los esteros, lo que contribuye la sedimentacin y a la ero-sin, al obligar a los cauces a desviar su curso.

    Caso similar es el del ro Timbiqu que tambin tiene erosin intensa de sus mrgenes, de especial cuidado en inmediaciones del casco urbano y cerca de la poblacin de Chacn Nuevo. A diferencia del Saija, el Timbiqu inunda la poblacin al menos una vez al ao, y cada cinco o diez aos las inundaciones llegan a ser significativas, causando grandes daos en la poblacin, los cultivos y las dems actividades econmicas, como ocurri en 2008. En la bocana de Timbiqu, el crecimiento de los deltas de marea de flujo y reflujo dificulta el transporte a los habitantes que se ubican en las riberas del ro, situacin que se report altamente crtica a principios de 2009 (INVEMAR, 2005; ngela Lpez, comunicacin verbal) (Figura 105).

    Figura 104. a y b) Poblaciones localizadas a orillas de los esteros; c) Acumulacin de sedimentos por la bocana del Tigre, en donde est creciendo un amplio bajo; d) Erosin en el lado opuesto de la bocana, con lo cual quedan mangles muertos en posicin de vida dentro del agua (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

    ba

    dc

  • 82

    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Figura 105. a), b) y c) Timbiqu, localizada sobre una terraza baja del ro y terrenos de bajamar, hace frente al problema de las inundaciones y socavacin de orillas del ro; d) Casero tambin con procesos de erosin muy intensa, igualmente localizado en las riberas del citado ro (fotos a)

    y b) Julio Csar Rodrguez, CRC; c) y d) ngela Lpez, INVEMAR).

    ba

    dc

    Figura 106. a y b) Localizacin del poblado de Nuevo Chacn en

    una zona intermareal sometida a socavacin de orillas; c)

    Sedimentacin en la bocana y a lo largo de la zona costera donde ha invadido zonas de

    manglar d) Erosin a lo largo de los ros y esteros, (fotos a) y b)

    Corporacin Osso; c) y d), ngela Lpez, INVEMAR).

    ba

    dc

  • 83

    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    El casero de Corozal o Chacn Nuevo est ubi-cado aguas abajo de Timbiqu, en un terreno inundable durante las pujas, a donde fue trasladado despus del sismo de 1979. El casero se localizaba en la punta sur de la isla barrera de Chacn que se extiende entre la bocana del Timbiqu hasta las Delicias o Bubuey; el terreno en algunos sectores baj 2 m, quedando a nivel del mar, con lo cual las casas que permanecieron en pie, quedaron sometidas a inundaciones, todos los terrenos y las playas quedaron bajo el nivel de las aguas y la bocana del Timbiqu se abri mucho ms (Figura 106).

    La isla barrera de Chacn comienza en la parte sur, con lo que qued del casero de Chacn, en donde hay un amplio firme con cultivos de pancoger y el desarrollo de una pequea playa utilizada para el des-embarco, que se va estrechando hacia el norte. A pesar de estar respaldada por un gran bajo, la isla presenta procesos de erosin acelerados, representados por vegetacin seca o desarraigada, en posicin de vida, escarpes de erosin de 50 cm alto que definen la lnea de ms alta marea y afloramiento de lo que parecen ser superficies de abrasin, conformadas por lodolitas oscuras finamente laminadas. Los habitantes del sector reportaron un retroceso de 12 m de la lnea de costa en tan solo tres aos.

    Al sur de la bocana de Timbiqu, la playa Sabino desapareci paulatinamente despus del sismo de 1979 y El Nio de 1982/1983; la playa San Miguel an con-serva una franja de 100 m de ancho, aproximadamente, que, aunque est protegida por un inmenso bajo, se ha estado erosionando a una tasa de 1 a 2 m/ao. Aparen-temente contina la subsidencia del terreno y, como consecuencia, han ido desaparecido las playas (INVE-MAR, 2007a).

    En el casero del Cuerval, ms al sur, tambin hubo subsidencia en el sismo de 1979, por lo cual no se pudo volver a practicar la agricultura; los procesos erosivos reportados dan cuenta de retroceso de 4 5 m en treinta aos, pero, durante eventos de El Nio y pujas muy altas, se pueden erosionar 3 4 m con recu-peracin parcial posterior. En el sector de Cuervalito una puja 50 cm ms alta de lo normal se llev cuarenta viviendas en 2002 (INVEMAR, 2007a).

    La isla barrera del Cuerval est 1 a 2 m por encima del nivel de ms alta marea, cortada por cana-les y esteros que encauzan las aguas lluvias y de las pujas. El sector norte de la isla es amplio y all se ha considerado la posibilidad de trasladar el casero, pues tiene salida hacia un estero que no se seca en marea baja, lo que permite el acceso al mar. Hacia el centro la isla se hace ms estrecha, con una franja de 500 m de largo por 100 m de ancho en donde hay manglar muerto en posicin de vida, palmeras deterioradas en sus ra-ces o cadas; todo esto como consecuencia de la erosin fuerte ocurrida durante los ltimos veinticinco aos que destruy las fincas cocoteras existentes (INVEMAR, 2007a) (Figura 107).

    Las bocanas de Guaju, Quiroga y Guapi, tienen bajos que alcanzan entre 4 y 7 km, quedando slo una caleta para navegacin que, en el caso del ro Guapi, cada vez est ms sedimentada. La tala de rboles y la inapropiada explotacin de los recursos naturales en la parte media a alta de las cuencas son los causan-

    Figura 107. a) Poblacin de El Cuerval, con problemas intensos de erosin y sometida a inundaciones durante cada pleamar; b) Erosin intensa en el tramo de lnea de costa del Cuerval; c) Firme en el extremo norte de la isla barrera donde se ha contemplado la posibilidad de trasladar a la poblacin (fotos ngela Lpez, INVEMAR).

    a

    c

    b

    tes de estos procesos de sedimentacin, adems de la contaminacin ambiental. Los brazos Secadero y Limo-nes, asociados a los ros Quiroga y Guaju, el ro Guaju entre Concepcin y San Jos, el estero Baltasar y una trocha que conduce al ro Guaju, donde se encuentran algunos asentamientos humanos, sufren procesos de erosin de orillas, principalmente en los meandros ms pronunciados que afecta a los caseros all asentados (INVEMAR, 2007a).

    Entre las bocanas de Guapi y Quiroga se encuen-tran la playa Los Obregones y la Playita de Quiroga, donde tambin se reporta erosin que afecta a las poblaciones all asentadas y a los manglares en la lnea de costa (INVEMAR 2007a) (Figura 108).

  • 84

    Blanca Oliva Posada, William Henao y Georgina Guzmn

    Zona costera de Nario

    La sedimentacin proveniente de los ros San-quianga y Patianga, al norte del departamento de Nario, es una gran preocupacin ya que est alcan-zando los corales de la isla Gorgona y poblaciones aledaas a estos grandes ros. El municipio de Olaya Herrera es un caso tpico de lo que sucede en este

    gran sector, ahora afectado por inundaciones, erosin fluvial y agentes marinos frente a las islas barrera ale-daas al mar. Ms hacia el sur, la erosin fluvial y la sedimentacin de los cauces afectan igualmente las poblaciones localizadas en sus riberas; por su parte, el oleaje, las mareas y las corrientes que se generan afectan las poblaciones localizadas en cercanas al mar (Tabla 12).

    Tabla 12. Sitios reportados con problemas de erosin-sedimentacin en la zona costera del departamento de Nario

    Municipio Sector Sedimentacin Erosin Inundacin

    Iscuand Chico Prez X X

    El Charco

    Punta Quinez X X

    Bocana de Sanquianga X

    Las Varas X X

    Ensenada X X

    El Bajo X X

    El Charco X

    Caravajal X X

    El Barranco X X

    Cocal de Payal X

    Bazn X X

    Punta de los Reyes X X

    Amarales X

    Mulatos X X

    Olaya Herrera Calabazal X

    Mosquera

    El Cantil X

    Playa Nueva X

    Firme de los Cifuentes X

    Mosquera X X

    Tumaco

    Pasacaballos X X

    Guachal de la Costa X

    Pasacaballo X

    Majagual X

    Bocana Majagual X

    Salahonda

    Bocana San Ignacio X

    Isla Salahonda X X

    Bocana Hojas Blancas X

    Tumaco

    Puente el Pindo X

    Isla Vaquera X

    Isla Bocagrande X X

    Bocana Purn X

    Bocana ro Mira X

    Milagros X X

    Bocana Nueva X

    El Congal X X

    El Chontal X X

    Figura 108. Terraza fluvial en la que se asienta la poblacin de

    Guapi. Slo se inunda en eventos extraordinarios, sin embargo,

    la socavacin de orillas afecta las vivienda y los cultivos (fotos

    ngela Lpez, INVEMAR).

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    Diagnstico de la erosin y sedimentacin en la zona costera del Pacfico colombiano

    Franja costera entre las bocanas Tapaje y Majagual (mapas 19, 20 y 21)

    Corresponde a la parte norte del delta o estua-rio del ro Pata, conocido por algunos como el delta del Sanquianga para diferenciarlo de la parte sur, a la que han denominado delta de Salahonda. El litoral tiene una orientacin general EW, con bocanas muy amplias, por lo que se configura una lnea de costa muy irregu-lar, al frente de la cual hay islas barrera o remanentes de las mismas.

    La evolucin reciente del Pata est ntimamente relacionada con la construccin del canal Naranjo en 1973, que desvo los caudales del ro Pata hacia el San-quianga (INVEMAR, 2003). Los habitantes relatan que el seor Enrique Naranjo Sols solicit permiso al Inde-rena para cavar un canal que le permitiera agilizar el transporte de maderas entre Sanquianga, quebrada La Turbia y Pata Viejo. Sin embargo, la alta pendiente entre los ros, la escasa estabilidad de los suelos y las con-tinuas crecientes del ro Pata terminaron por romper el dique en 1977, dejando directamente comunicados los ros Pata Viejo y Sanquianga (Corponario, 2002 e INVE-MAR, 2007a) (Figura 109).

    Como consecuencia, las poblaciones del munici-pio de Olaya Herrera viven una emergencia constante por la erosin y las continuas inundaciones que afectan la produccin agropecuaria y han causado la destruccin de poblados en la zona rural y barrios en la cabecera municipal. En Francisco Pizarro y Mosquera, cuyas cabe-ceras municipales y zona rural estn a lo largo del cauce del Pata, en proceso de abandono, se presentan proble-mas de aislamiento por la falta de navegabilidad del ro, que se registra la mayor parte del tiempo; hay formacin de playones en Salahonda y aumento de la frontera agr-cola en los brazos del ro, mientras que en la bocana del Sanquianga hay un proceso de sedimentacin muy alto que est afectando los corales de la isla Gorgona.

    En el litoral, entre la bocana de Chanzar y del Tapaje, se localizan poblaciones como Chico Prez, Qui-ones, Juanchillo, Ensenada y Las Varas, todas ellas con problemas de erosin e inundaciones ya que se loca-lizan en terrenos de bajamar, afectados por el sismo de 1979, en donde los terrenos han sido adaptados con pequeos rellenos o las casas estn levantadas del piso hasta 2 m en algunos casos. La migracin de la pobla-cin a otros sectores ha implicado la tala de rboles para la construccin de viviendas, generando erosin como ocurri en punta Quiones, que ya desapareci por completo; actualmente lo mismo le sucede al sector Chico Prez, mientras la isla que se encuentra al frente de ste se acreciona, siendo un obstculo para la nave-gacin (INVEMAR, 2007a).

    Sobre la margen derecha de la bocana de Iscuand se extiende una pequea playa, separada de los man-glares por una laguna; all se asienta la poblacin de Juanchillo, sometida a erosin intensa, con destruccin de manglares. Al otro lado de la bocana, los caseros de Las Varas, La Ensenada y El Bajo se encuentran en una situacin similar en cuanto a las inundaciones produ-cidas por la accin combinada del ro y las mareas; la erosin es mayor en El Bajo, ms expuesto a las condi-ciones marinas. Entre estas poblaciones se forma una barra como respuesta a la gran sedimentacin del ro,

    donde se encuentra el casero de la Cunita cuya altura es de 3 m en baja marea.

    La poblacin del municipio de El Charco, incluida su cabecera municipal localizada a 12 km de la lnea de costa, est siendo afectada por la erosin causada por la fuerza del ro Tapaje (INVEMAR, 2007a). Las poblaciones de Caravajal, El Barranco, Bazn y punta