es la fuerza humana deformada yconvertida en desvastación. Pormedio de su arte, Vera Kírovaalcanza una verdadera cumbre que,al propio tiempo, demuestra elderecho a existencia de lo feo es­ritual como categoría estética en elescenario del ballet moderno, ymás especialmente el nacional,cuyos criterios en la etapa actualde su desarrollo son el afán dedescubrir la esencia de los hechos,y no narrar sucesos con los mediosexpresivos de la danza. Y es eneste sentido que la interpretaciónde Kírova constituye una fiesta delballet nacional.

Profesional, y como siempre emo­ciante y expresiva, es tambiénKrasimira Koldámova en el papelde Guergana. Entre las actuacionesdestacadas se cuentan también,Nedko Boshnákov, en el papel delamo osmanlí, y Pétar Koldámov(Nikola). Además de que tantoslos solistas como los integrantesdel cuerpo de baile del TeatroNacional Académico de Opera yBallet han dejado una buena im_presión con su manera de moverse.En ellos se denota la mano fuerteque ha dado al director el conjuntode los maitres de ballet (VeraKírova nuevamente, como ayudan­te del coreógrafo, Elisaveta Mari­nova e Iván Maidachevski). Perotambién notamos al entusiasmocon que todo el colectivo ha aco­gido esa nueva obra.

No hay duda de que. La fuente dela muchacha de los pies blancos,tendrá una larga vida tanto en laescena de Sofia, como en otrosescenarios nacionales e internacio­nales.

Pág. 33: Krassimira Koldámova en elpapel de Guergana, del ballet Lafuente de la muchacha de los piesblancos, de Kováchev / Raichev.

Pág. 34: arriba, Vera Kirova interpre­tando el rol de Veda.Aba1o, una escena del nuevo balletbÚlgaro. (Fotos.- V. Balevka, SOfia).

LOS ORIGENES

Del sur del Río Bravo a la Tierradel Fuego, incorporando el cintu­rón de islas del Caribe, una geogra­fía irregular quarda la trama in­trincada de una historia quecontinuamente se está haciendo.

El calendario organizado en katu,nes de los mayas. la matemáticabinaria de los incas, los ritmosyorubas o la primorosa artesaníade los huetares costarricenses, tes­timonian una cultura que, indepen­dientemente de la realidad europeatuvo su interpretación del mundo.

Los primeros habitantes costarri­censes danzaron. De entre susdanzas ceremoniales el ObispoLanda rescató el baile llamado"holcán okot", en que bailabanochocientos y más indios, acompa­ñados de sones y ejecutando acom­pasadamente largos pasos de gue­rra..

El baile era una actividad muypopular. El testimonio de un es­critor del siglo XVI, nos fUe legadoasí: "avía otros muchos bayles,que serían de más de mil génerose tenían estos por muy grandísimacosa". ..

Musicalmente usaron la escalapentatónica con empleo frecuentedel tono menor, los instrumentosocarinas, silbatos, tamboriles, cas­cabeles y quenas.

La conquista europea hizo naceruna cultura mestiza, no solo por lasimbiosis de razas, sino por el mu­tuo esfuerzo de comprensión queha exigido. Con la expansión delcapital inglés, lleglUl durante elsiglo XIX a Puerto Limón, situadode cara al Caribe, barcos cargadosde negros jamaiquinos y otros pro­cedentes de Panamá donde habíantrabajado en la construcción delCanal Interoceánico. Estos negrosoriginalmente trabajaron en laconstrucción del ferrocarril y pos­teriormente se quedaron enrique­ciendo la cultura del país.

Indios o europeos primero, mestizosdespués, los habitantes de CostaRica se vieron en la urgencia de

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realizar una síntesis integrativa,donde se ha impuesto una concep­ción acrisolada del conocimiento.El remoto golpeteo del tam-tamafricano, abunda en la abigarradamezcla de nuestra cultura. Ladanza costarricense va a desarro­llarse buscando un perfil que laidentifique. En esta búsqueda exis·ten altibajos.

En Costa Rica no existe una tra­dición en ballet clásico; más aun,ni siquiera guardamos memoria d~

los bailes indígenas que ca.racten­zaron la expresión popular antesde la Colonia.

La danza está determinada en elmedio costarricense por las mismasrealidades que durante muchosaños no permitieron un desarrollosignificativo del teatro. el cine, lamúsica, la literatura y las artesplásticas.

EL ELITISMO

Es comprensible el escaso desarro­llo del arte costarricense hastamediados de este siglo. Somos unpais agrario, con un moderado de­sarrolJo de nuestras fuerzas pro­ductivas y lógicamente nuestromejor empeño se ha dirigido haciael cumplimiento de las necesidades

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fundamentales. No existieron enCosta Rica mecenas que financia­ran a los artistas,. tal y como suce­dió en Europa a partir de la EdadMedia. No es sino a partir de 1960que el Estado costarricense se ocu­pa de incrementar el desa,rrolJo dela cultura en todas sus ramas.

Normalmente visitado por buenascompañías extranjeras de baile,música y teatro, los pobladores delpaís, tuvimos por muchos años unaventana abierta al mundo. Situa­ción que sólo nos permitía partici­par pasivamente como consumido­res de los logros de culturas másdesarrolJadas.

Para abundar los males. hasta ladécada del 60 el centro de estosespectáculos fueron el Teatro Ra­ventós y el Teatro Nacional, tradi­cionalmente consagrados por losprivilegios del dinero a una élite.

EL ESFUERZODEMOCRATIZADOR

El arte hasta finales de 1960. pade­ció la triste condición de ser elartículo exquisito de un mínimogrupo de intelectuales y aficiona­dos. Desde entonces muchas eimportantes cosas han sucedido.

Hemos participado de un fenóme­no teatral relevante, de un vigo.ro­so renacimien to de la plástica. lamúsica y la literatura y de unaexcelente actividad en el campo dela danza. Este fenómeno está liga­do a una sólida infraestructurainstitucional en la que participan:conservatorios, universidades" aca­demias de arte y el Ministerio deCultura. La democratización de lacultura es un proceso que no puedeimprovisarse y, en ese camino losescollos no son pequeños. Lo impor­tante es que existe la voluntad deplantearse el problema y de re­solverlo.

LA DANZA ANTES DE 1969

Históricamente, la danza había te­nido hasta 1969, un carácter ele_mental dirigido conoretamentehacia objetivos de aficionados albaile y al cultivo de las formas')" .trÍmicas, sin mayores aspira-,

ciones estéticas ni de responsaliili­dad con la sociedad.

Dentro de este período vale la penadestacar la labor de Margarita Es·quivel, de Clemencia Martinez, deOiga Franco y de Grace Lindo quecon sus escuelas de ballet paraniñas, se dedicaron a suministrarla técnica elemental del oficio.

Grace Lindo con un espíritu al­truista y generoso, organizó unaescuela gratuita de ballet. Aprove­chando los estudios que había cur­sado en Londres, Grace intro~ujola técnica de la lime expresivldaddesarrolJada en las Escuelas Dun­can, por Isadora, y además dio asus alumnos una respetable baseclásica. Todos estos esfuerzos aisla­dos no lograron cristalizar en unacompañía de danza, o bien en unaescuela que proyectara su quehaceren la vida cultural en una formarelevante.

La danza exige un proceso de de­sarrollo integral que se i';licia e,;la infancia y nunca termma. As!lo entendió el Conservatorio Cas­telJa, instituto estatal, de cuyosalumnos egresados de segundonivel, se nutren actualmente loscuerpos de baile.

Ha existido pobreza y gran estre­cbez de recursos. no obstante haexistido también un grupo de tra­bajadores de la cultura, que hanenfrentado el arte de la danza conla clara determinación de conver­tirla en un a,rte popular. esto es:asequible a todos aquelJos con con­diciones y además portador del

. punto de vista más avanzado de laclase.

LA ESCUELA DE DANZAMODERNA

La peculiaridad central de la danzaes que invita a una meditaciónsobre el cuerpo, sobre las relacio­nes entre el cuerpo y el ser en laexistencia: el ser humano comototalidad y parte del colectivosocial.

Dentro de esta concepClOn ubicoa la primera directora de la Es.cuela de Danza Moderna que se

organiza en el país en 1969 con uncarácter popular, gratuito y amplio.Mireya Barboza se forma en laAcademia de la Danza Mexicana yposteriormente en el Nuevo Teatrode la Danza con Xavier Francis;trabajó con Merce Cunningham enNueva York y con Jesé Limón. Poreso su trabajo tiene asperezas yfisuras. No es el pulido productode una academia, sino el atrevidoresultado de una inteligencia in.tuitiva y atenta que rastreó en Mé­xico, París, Colonia. Londres yNueva York; a los coreógrafos deavant.garde. En esto consiste suformación y esto será fundamen.talmente SU defecto. Mireya Bar­boza ha tratado de que la danza seaun prisma donde converjan todaslas """tes, buscando en conjuntocon antropólogos, sociólogos, pin­tores y músicos, una síntesis inter­pretativa, que muestre la coyun­tura específica que estamos vivien·!lo y que aun se atreva a lanzarmiradas sobre el porvenir.

Su obra es parte de nuestra histo·ria dancística y consiste fundamen·talmente en denunciar con sutilezay energía la enajenación cultural.reinvindicaciones de la cotidianei­dad de la vida, exploraciones en losmitos que aun flagelan nuestrasufrida cultura. Su danza es unexorcismo del miedo, donde al finconciliado consigo mismo, el serhumano consciente trabaja por sudestino. Ha utilizado la cosmogoníamaya del Popal Vuh y la músicade vanguardia norteamericana yeuropea. Conjuntamente con el pro.fesor de expresión corporal StoyanBladic, formado en la escuela delexpresionismo alemán, y con laprofesora de jazz Beberly Kitson,se hace posible la formación de unequipo de bailarines de todas lasclases sociales, con diferentes inte­reses intelectuales, que log,ran unsalto cualitativo de los espectácu­los meramente experimentales auna creación más madura e inte­grada.

Esta primera escuela de danzamoderna constituye para todos losque la formamos una vivencia co­lectiva -no elitista por ser gra­tuita, porque se tomaba en cuentala opinión de todos y cada uno de

los alumnos y porque por primera. vez, se enfrentó la posibilidad deun taller colectivo donde todas lastareas: escenografía, música, pro­paganda, transporte y limpieza,eran problemas y responsabilidadde todos sus integrantes, sin dis·tingos de ningún tipo.

En 1972, bajo el sobrio titulo deDanza 72, la Escuela de Danza Mo­derna elaboró un espectáculo quepor su excelencia fue premiado enel Festival de Guanajuato en Méxi­co. De esta escuela surgieron lostalleres de danza, adscritos a lasClínicas Periféricas de Salud; noobstante, el grupo original ha ex·plorado diferentes caminos aten.diendo el nivel de compromiso conel cambio social y el testimoni!, dela lucha del pueblo latinoamerica­no, que cada bailarín ha asumido.

EL BALLET MODERNO DECAMARA

Si consideramos la obra del Balletde Cámara que dirige Elena Gu·tiérrez, como un todo que abarcasimultáneamente la idea coreográ­fica, las técnicas balletísticas em·pleadas, la puesta en escena, eltrabajo permanente con la inten.ción de formar un repertorio, y elestablecimiento de ciertas rela-

En las lotos: el Grupo DANZACOR,que dirige Rogelio López.

ciones entre el espectáculo y elpúblico, se puede intentar definirsu novedad.

Ya constituye un hecho excepcionalel que un ballet logre estar fun.cionando con una planta de baila.rines, con profesores de clásico,expresión corporal, música y co­reógrafos invitados, sin recibirfinanciamiento del Estado. Soste.nido por la fe de que la danza esimportante y dispuestos sus inte.grantes a no mezquinar sacrificiospara el log·ro de los objetivos pro·puestos, el Ballet Moderno de Cá­mara ha logrado renovar los puntosde enfoque de la danza costarri·cense.

Elena Gutiérrez está animada porla voluntad de restituir en la danzala vida social, no como una entidad,sino como una realidad viva y com­pleja, y de da,r a esta restituciónvalor de enseñanza para los espec·tadores. Una enseñanza lúdica,agradable, que se nos filtra enla conciencia. Graduada comoBalletmeister en el Instituto deTeatro Superior de Moscú; con·centra en sí once años de estudioy práctica. Esta rigu,rosa forma­ción la llevó de Chile a Pekín, dePekín a Moscú y de vuelta a Chiledonde ocupó, en razón de sus ex­traordinarias condiciones, el pues.to de primera bailarina del BalletNacional Chileno, dirigido por Pa­tricio Bunster. A raíz del golpefascista contra la Unidad Popular

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vuelve a su país: Costa Rica, yorganiza en la Universidad Nacio·nal la Escuela de Danza Modernay además, por su cuenta, el Balletde Cámara. Elena forma parte dela gran tradición del ballet chileno,tanto por su activa participación enél como bailarina y profesora, comopor heredar sus presupuestcs teóri­cos y ·metodológicos.

Con el espectáculo Cruz del Sur,presentado en el Teatro al AireLibre en 1975 nace de hecho, elBallet de Cámara. Participaron co­mo coreógrafas Elena Gutiérrez yla uruguaya Cristina Gigkey. Muy·diferentes en tre sí por la concep­ción del espacio y el ritmo coreo­gráfico y semejantes en los temas:reflexiones sobre este tiempo la·tinoamericano. Urgidas ambasporque los elementos expresivoselegidos coincidan con lo que de­sean expresar, están muy lejos delas propuestas anárquicas y nihilis­tas del arte abstracto.

El Ballet Moderno de Cámara seha peculiarizado por su alto nivelde compromiso con la realidadlatinoamericana. Su preocupaciónabarca la gama formativa del bai­larin, visto no como un simpleinstrumento del movimiento sinocomo un ser oculto, integrado a larealidad: un humanista. Humanis­mo y rigor profesional son las vir­tudes medulares que sustentan suobra, que es en nuestra opinión ellogro más acabadamente integralen la danza costarricense.

LA ESCUELA DE DANZA DELA UNIVERSIDAD NACIONAL

Fue fundada en 1975, bajo la di­rección de Elena Gutiérrez. Por sucarácter académico universitario,aun es prematuro juzgar su produc­ción En el momento actual cuentacon: infraestructura física y téc­nica, un curriculum elaborado yvarias experiencias de proyeccióna la comunidad. La tesis de lamayoria de los directores de gru­pos de baile, es que debe articu­larse el curriculum del Conserva­torio Castella con el de esta Escue­la, para lograr la formación inte­gral de bailarines desde la infancia.No obstante, la experiencia nos

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indica la necesidad de estaoc orga­nizando continuamente talleres dedanza con profesores invitados,tal como se hizo en 1977 con YurikoKikuchi.

DANZA UNIVERSITARIA

Danza Universitaria es una Institu­ción oficial de la Universidad deCosta Rica, dedicada a la creación,experimentación, investigación ydifusión de la danza, atendiendola necesidad de un estrecho liga­men entre la universidad· y lacomunidad. Esta dirigida por Ro·gelio López y Cristina Gigirey,esta última coreógrafa uruguayadiscípula de Teresa Trujillo enUruguay y de Palucca, W. Nicksy N. Ulánova en Alemania.Costa Rica con dos millones de ha­bitantes, sin problemas raciales(98 % de población blanca y laminoría negra e indígena integra­da a la vida del país), se ha vistoenriquecida en los últimos añoscon la emigración de destacadosintelectuales latinoamericanos delcono sur. Destacamos esta pecu­liaridad, porque ha contribuido aformar un espíritu de apertura in­ternacionalista y de repudio alfascísmo, que permite el desarrollode un arte libre y comprometidocon las luchas de liberación deotros pueblos.

LABORATORIO DE DANZA DEPUERTO LIMaN

El Laboratorio de la Danza dePuerto Limón, auspiciado y orga­nizado por el Ministerio de Culturacostarricense, se propone a partirde 1975, rescatar el movimiento,los ritmos y los temas de la culturaafricana; representada por la mino­ría negra que habita esa zona delCaribe en nuestro país. Los re­sultados han sido extraordinariosy de ahí surge el Grupo Gente delSol (DANZACOR), dirigido porRogelio López, coreóg.-afo y baila­rín que se ha propuesto utilizar lacreación de los jóvenes músicoscostarricenses, de los jóvenes esce­nógrafos y cuya temática estajustamente enraizada en las viven­cias del pueblo. Los frutos de suobra incipiente, revelan una graninquietud por delimitar una danz!,

comprometida con el cambio so­cial. Los instrumentos de su expre­sividad están insuficientementedesarrollados y resultan inhibidospor un tratamiento del movimien­to, con una marcada tendencia aesculpir figuras, que colinda conel gesto teatral, sin lograr el li­gamen y ágil que debe articular,tanto las diversas partes del cuerpoentre sí, como de un movimientocon otro. El colectivo dancísticoque él dirige está firm¿menteasentado en la defensa del bailaríncomo trabajador, como obrero dela cultura y como portavoz de lasinquietudes populares a través deun tratamiento riguroso de lostemas, lo que les ha permitido nocaer en un arte panfletario.

SE MULTIPLICAN LOSESFUERZOSLa danza en Costa Rica esta en unperíodo de afirmación y desenvol­vimiento, caracterizado por laconcurrencia de muchas técnicas yconcepciones, pero en progresivoacceSO a un perfil autóctono ylatinoamericano.

Actualmente existe un proyectopara organizar la primera escuelade ballet cl9.sico en Costa Rica,auspiciada por el Ministerio deCultura. Esta escuela aspira a for­marse con la asesoría y la partici­pación de profesores de la EscuelaCubana de Ballet.POI' otra parte se han organizadodos temporadas anuales de balletnacional, con el carácter de unconcurso pa.-a estimular la calidad.De ahí surgirá este año la Compa­ñía Nacional de Danza, comoinstitución auspiciada por el Minis­terio de Cultura.

Decía José Martí: "Injértese ennuestras repúblicas el mundo, peroel tronco ha de ser de nuestrasrepúblicas". La danza en CostaRica ofrece, en el actual período.una rica multiplicidad de realida­des, cuenta con un enorme públicodevoto e informado y con la posi­bilidad de establecerse en institu.ciones de carácter permanente.Tratar de sintetizar estas realida­des, tratar de comprenderlas y di­fundirlas, es un paso necesariopara su riqueza futura.