Escandell-Semántica composicional cap.

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122 FUNDAMENTOS DE SEMÁNTICA COMPOSICIONAL RELACIONES DE SIGNIFICADO Y CONEXIÓN ENTRE ORACIONES 123 Resumen Hemos repasado las relaciones básicas enlre proposiciones y hemos identificado las propiedades de cada una. Para ello, nos ha bastado con prestar atención a los valores de verdad de las proposiciones y a sus com- binaciones posibles. Hemos visto también que las relaciones lógicas que hemos analizado nos permiten tratar en términos formales las relaciones entre los significados de las oraciones de la lengua. De esta manera, he- mos conseguido uno de los objetivos que nos proponíamos al inicio: el de intentar traducir las relaciones semánticas al metalenguaje de las relacio- nes lógicas. El metalenguaje lógico nos ha dado la posibilidad de descubrir los componentes esenciales de eslas relaciones a partir de un número muy pequeño de nociones básicas: valor de verdad y entrañamiento. Y, sobre todo, nos permite describir las relaciones semánticas de las oraciones sin necesidad de acudir a su contenido, aplicándoles la caracterización ge- neral de relación lógica entre proposiciones: existe una relación lógica entre dos proposiciones cuando sus valores de verdad están ligados de al- guna manera, de modo que el valor de verdad de una de ellas determina o condiciona en algún sentido los valores de verdad posibles de la otra. Las proposiciones no relacionadas varían libremente: pueden ser indis- tintamente verdaderas o falsas, sin que la verdad de una afecte en ningún sentido la verdad de la otra. En cambio, cuando se da algún tipo de con- dicionamiento, esto es señal de que hay una relación semántica. Utili- zando sólo una tabla de relaciones entre los valores de verdad de dos pro- posiciones podemos decidir, sin conocer su contenido, qué tipo de rela- ción semántica existe entre ellas, como se muestra en la siguiente tabla-resumen: Ip q Indep. p-q p...q Contrar. Contradic.1 1 1 x x 1 O x x O I x O O x Hemos enfocado estas relaciones en términos de lógica proposicional, como es común hacerla entre los semantistas. Nada impide, sin embargo, enfocar estas mismas relaciones desde la perspectiva de la teoría de con- juntos: • el entrañamiento puede concebirse, como ya señalamos, como el resultado de una relación de inclusión; • la equivalencia lógica es el correlato de la relación de equivalencia o identidad entre conjuntos; • la relación de contrariedad reproduce el comportamiento de los elementos que pertenecen a conjuntos disjuntos no complementa- rios (es decir aquellos cuya unión no es equivalente al conjunto uni- verso); y • la contradicción refleja la existencia de conjuntos complementarios. La negación y las conectivas, por su parte, tal y como las hemos pre- sentado aquí, son elementos de un lenguaje formal, pero nos permiten in- dagar en las propiedades semánticas de las unidades correspondientes de la lengua natural. Podemos resumir la caracterización de las conectivas en la siguiente tabla: I p q p&q pvq pvq p-q p-q 1 1 1 I O I I I O O 1 I O O O 1 O I I I O O O O O O I I En los epígrafes anteriores hemos visto que podemos aproximamos al estudio de algunas unidades de la lengua utilizando para ello un metalen- guaje tomado de la Lógica proposicional. De este modo, logramos un alto grado de explicitud y, además, podemos capturar de forma adecuada los aspectos abstractos y formales del significado de estas unidades. Es cierto que no todos los usos ni todos los aspectos del significado de las unidades linguísticas que hemos analizado quedan recogidos en el enfoque veritati- vo-condicional. Pero esto, lejos de ser un inconveniente, es una ventaja: si queremos contar con una teoría semántica explicativa. tenemos que con- seguir restringir bien el ámbito de fenómenos de los que queremos que dé cuenta. En la medida en que dispongamos de una teoría pragmática que se ocupe de la contribución de los factores extralinguísticos a la interpre- tación final, podremos mantener la teoria semántica dentro de los límites bien establecidos que puede describir con éxito un enfoque formal.

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122 FUNDAMENTOS DE SEMÁNTICA COMPOSICIONAL RELACIONES DE SIGNIFICADO Y CONEXIÓN ENTRE ORACIONES 123

Resumen

Hemos repasado las relaciones básicas enlre proposiciones y hemosidentificado las propiedades de cada una. Para ello, nos ha bastado conprestar atención a los valores de verdad de las proposiciones y a sus com-binaciones posibles. Hemos visto también que las relaciones lógicas quehemos analizado nos permiten tratar en términos formales las relacionesentre los significados de las oraciones de la lengua. De esta manera, he-mos conseguido uno de los objetivos que nos proponíamos al inicio: el deintentar traducir las relaciones semánticas al metalenguaje de las relacio-nes lógicas.

El metalenguaje lógico nos ha dado la posibilidad de descubrir loscomponentes esenciales de eslas relaciones a partir de un número muypequeño de nociones básicas: valor de verdad y entrañamiento. Y, sobretodo, nos permite describir las relaciones semánticas de las oraciones sinnecesidad de acudir a su contenido, aplicándoles la caracterización ge-neral de relación lógica entre proposiciones: existe una relación lógicaentre dos proposiciones cuando sus valores de verdad están ligados de al-guna manera, de modo que el valor de verdad de una de ellas determinao condiciona en algún sentido los valores de verdad posibles de la otra.Las proposiciones no relacionadas varían libremente: pueden ser indis-tintamente verdaderas o falsas, sin que la verdad de una afecte en ningúnsentido la verdad de la otra. En cambio, cuando se da algún tipo de con-dicionamiento, esto es señal de que hay una relación semántica. Utili-zando sólo una tabla de relaciones entre los valores de verdad de dos pro-posiciones podemos decidir, sin conocer su contenido, qué tipo de rela-ción semántica existe entre ellas, como se muestra en la siguientetabla-resumen:

Ip q Indep. p-q p...q Contrar. Contradic.11 1 ,¡ ,¡ ,¡ x x

1 O ,¡ x x ,¡ ,¡O I ,¡ ,¡ x ,¡ ,¡

O O ,¡ ,¡ ,¡ ,¡ x

Hemos enfocado estas relaciones en términos de lógica proposicional,como es común hacerla entre los semantistas. Nada impide, sin embargo,enfocar estas mismas relaciones desde la perspectiva de la teoría de con-juntos:

• el entrañamiento puede concebirse, como ya señalamos, como elresultado de una relación de inclusión;

• la equivalencia lógica es el correlato de la relación de equivalenciao identidad entre conjuntos;

• la relación de contrariedad reproduce el comportamiento de loselementos que pertenecen a conjuntos disjuntos no complementa-rios (es decir aquellos cuya unión no es equivalente al conjunto uni-verso); y

• la contradicción refleja la existencia de conjuntos complementarios.

La negación y las conectivas, por su parte, tal y como las hemos pre-sentado aquí, son elementos de un lenguaje formal, pero nos permiten in-dagar en las propiedades semánticas de las unidades correspondientes dela lengua natural. Podemos resumir la caracterización de las conectivasen la siguiente tabla:

Ip q p&q pvq p v q p-q p-q1 1 1 I O I I

I O O 1 I O O

O 1 O I I I O

O O O O O I I

En los epígrafes anteriores hemos visto que podemos aproximamos alestudio de algunas unidades de la lengua utilizando para ello un metalen-guaje tomado de la Lógica proposicional. De este modo, logramos un altogrado de explicitud y, además, podemos capturar de forma adecuada losaspectos abstractos y formales del significado de estas unidades. Es ciertoque no todos los usos ni todos los aspectos del significado de las unidadeslinguísticas que hemos analizado quedan recogidos en el enfoque veritati-vo-condicional. Pero esto, lejos de ser un inconveniente, es una ventaja: siqueremos contar con una teoría semántica explicativa. tenemos que con-seguir restringir bien el ámbito de fenómenos de los que queremos que décuenta. En la medida en que dispongamos de una teoría pragmática quese ocupe de la contribución de los factores extralinguísticos a la interpre-tación final, podremos mantener la teoria semántica dentro de los límitesbien establecidos que puede describir con éxito un enfoque formal.

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EJERCICIO 3

FUNDAMENTOS DE SEMÁNTICA COMPOSICIONAL

l. Es tarde. / Es pronto.2. Esta lloviendo. / No está lloviendo.3. Mario es alto. / Mario es bajo.4. La botella está llena. / La botella está vaCÍa.5. La luz está encendida. / La luz está apagada.

CAPÍTULO 5Los pares 1, 3 Y 4 ejemplifican relaciones de contrariedad, yaque de la negación de la primera no se deduce automáticamen-te la segunda: por ejemplo, puede que no sea ni tarde ni pronto;o que la estatura de Mario sea normal; o que la botella esté amedias. Las oraciones de 2 y 5, por su parte, ejemplifican casosde contradicción: de la negación de una se deduce automática-mente la afirmación de la otra.

EJERCICIO 4

Juan intentó saltar la valla. / Juan saltó la valla. ~ NO.Juan logró saltar la valla. / Juan saltó la valla. ~ SÍ.No es a mí a quien tienes que echar la culpa. / Tienes que echar-

le la culpa a Pedro. ~ NO.La hermana de Luis llegó ayer. / La hermana de Luis llegó. ~ sí.La hermana de Luis llegó ayer. / Luis tiene una hermana. ~ sí.Juan sigue estudiando. / Juan estudiaba. ~ sí.

LA ESTRUCTURA SEMÁNTICADE LAS ORACIONES SIMPLES

En el capítulo anterior, hemos hablado de las oraciones como sifueran unidades indivisibles. En este capítulo (y en los que le siguen),vamos a cambiar de perspectiva y a adentramos en los aspectos delsignificado que atañen a la estructura interna de las oraciones. Co-menzaremos planteándonos cómo podemos caracterizar la contribu-ción semántica de las diferentes categorías (gramaticales y si11fagmáti-cas), y la manera en que se relacionan entre sí, especialmente en lo quese refiere a la relación sujeto/predicado y a la relación predicado/argu-mentos. Veremos que, de nuevo, los instrumentos formales de descrip-ción nos permiten enfocar el significado precisamente desde el puntode vista desde el que necesitamos contemplado para alcanzar nuestrasmetas. Así conseguimos afianzar las bases de una teoría semántica delas expresiones complejas. De este modo, nos seguiremos aproximan-do a uno de los objetivos que marcábamos al inicio a nuestra teoria: elde dar cuenta de la contribución semántica de las principales catego-rías y de las relaciones sintácticas básicas.

5.1. Significado y estructura sintáctica

Cualquier hablante de una lengua puede construir e interpretar unnúmero potencialmente ilimitado de expresiones complejas. Esta capaci-dad constituye la manifestación más evidente de nuestra competencia se-mántica. ¿Cómo es posible que logremos manejamos con éxito en esta va-riedad impredecible de secuencias? Para explicarlo, convinimos en adop-tar como hipótesis de partida dos ideas clave: por un lado, el Principio deComposicionalidad, según el cual el significado de una expresión comple-ja está en función del signifícado de las unidades simples que la integran,y del tipo de relación que se establece entre ellas; por otro, la idea de quela productívidad gramatical es efecto de la aplicación recursiva de un nú-mero limitado de reglas sintácticas (cf. §§ 1.5.1 Y 1.5.2). Gracias a la uniónde estas dos ideas de partida, podemos dar cuenta de un número ilimita-do de expresiones complejas.

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Puesto que el significado de éstas deriva en parte de la manera en queestán combinadas las unidades simples que las integran, convinimos enque es tarea específica de la Semántica composicional el establecer conprecisión cuál es el papel de la estmctura sin táctica en la interpretación delas expresiones complejas. A partir de la idea de que existe un paralelismosignificativo entre los niveles sintáctico y semántica, nuestro objetivo es in-dagar cómo se proyecta la sintaxis en la semántica: en particular, debemoscaracterizar la contribución al significado de tres aspectos centrales:

• las clases de palabras: /lombre comú/l, /lombre propio, adjetivo overbo;

• las categorías sintagmáticas: si/ltagma /lominal o simagma verbal; y• las relaciones sintácticas: sujeto, predicado.

Para ello, tenemos que encontrar un sistema de representación quenos permita reflejar de manera explícita e inequívoca todas aquellas pro-piedades de la estructura sin táctica que tienen incidencia en la constmc-ción composicional del significado y que caracterizan la fomla lógica delas oraciones (cL § 3.2).

5.2. El significado de las clases de palabras

Si queremos establecer los principios composicionales que determi-nan el significado de las expresiones complejas, un paso necesario esidentificar cuál es la contribución de las unidades simples. Como ya he-mos dicho anteriormente, nos interesan sobre todo los aspectos formalesdel significado. En este epigrafe nos concentraremos en las llamadas cla-ses mayores de palabras (nombres, adjetivos y verbos), dejando de lado,por el momento, los adverbios (cf. § 9.2), ya que no constituyen una cla-se homogénea: bajo la misma etiqueta conviven unidades con propieda-des tanto sin tácticas como semánticas muy diferentes.

En el epígrafe 2.5.2 propusimos una primera aproximación a la se-mántica de los nombres comunes y los nombres propios en términos deteoría de conjuntos, de acuerdo con el enfoque denotacional que nos sir-ve de base (cf. §§ 2.1 y 2.5). En esta sección profundizaremos más en esacaracterización y la extenderemos a otras clases de palabras.

5.2.1. Los NOMBRES PROPIOS

Los nombres propios denotan entidades individuales. La relaciónentre un nombre propio y el individuo al que nos referimos cuando lousamos se establece de manera convencional, y no en virtud del conteni-do del nombre: los nombres propios no tienen significado descriptivo, y,si lo tienen, éste no es relevante para determinar su referente. Por ejem-

plo, para llamarse Blanca no es necesario ser de ese color. Los nombrespropios sirven para identificar inequívocamente a un referente. Por esoreciben también la denominación de designadores rígidos, ya que estánrestringidos a referirse a una única entidad: mientras que podemos utili-zar un nombre común como libro para referimos flexiblemente a un nú-mero altísimo de entidades (que conceptualizamos como libros), los nom-bres propios se refieren rígidamente a una única entidad.

Podría pensarse que la identificación no es en realidad tan estricta,ya que hay muchas personas que comparten el mismo nombre: pro-bablemente todos conocemos a varias personas a las que llamamosManuel, Teresa, o Paco; y además de la capital de España, hay por lomenos otra media docena de localidades con el nombre de Madriden el continente americano ... ¿Cómo podemos hacer compatible laexistencia de diversos referentes con el mismo nombre con la idea deque los nombres propios designan inequívocamente a un determina-do individuo?

Intuitivamente, todos tenemos claro que por medio de un nombrepropio nos referimos inequívocamente a una única entidad cada vez, enfunción del contexto y la situación en que lo empleemos, de manera queno podemos referimos a varios simultáneamente, o indistintamente a unoo a otro. Las cosas son algo más sencillas en la teoría semántica ya que,como dijimos, no manejamos todas las entidades del mundo a la vez, sinosólo las que pertenecen al modelo que estemos manejando (cL § 3.3): enél. igual que en un contexto determinado, la referencia del nombre propioes clara e inequívoca. En el caso de que nuestro modelo contuviera dosindividuos con el mismo nombre, haríamos algo parecido a lo que hace-mos en la vida real, cuando recurrimos al apellido, al apodo o a otras ex-presiones para complementar el nombre propio y especificar a cuál de losposibles portadores de ese nombre nos referimos: utilizaríamos subíndi-ces (por ejemplo, Paco, y Paco,) para diferenciados.

La contribución de un nombre propio al significado de una expresióncompleja consiste en identificar una entidad determinada dentro del mo-delo. Utilizamos, como vimos en el epígrafe 3.3, la notación entre corche-tes dobles [ ] y con el superíndice M para representar la interpretación deuna determinada expresión en un modelo M:

(1)a. [Alberto] M = ab. [Borja] M = bc. [Cados] M = C

Las expresiones Alberto, Borja y Carlos denotan a individuos específi-cos del universo de discurso que estamos manejando. En lugar del indivi-duo Dlismo, podemos colocar en su lugar otro símbolo: en este caso, he-

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jan más a los adjetivos y a los verbos que a los nombres propios. Veremosa continuación en qué se fundamentan estas semejanzas.

5.2.3. Los ADJETIVOSCALIFICATIVOS

Consideremos ahora los adjetivos calificativos (es decir, los no de-tenninativos; más adelante veremos que hay que hacer algunas precIsIO-nes al respecto; (cf. cap. 7). En una aproximación i~formal. tenderíamosa decir que los adjetivos calificativos expresan cuahdades o propIedadesde las entidades a las que se refieren; en el enfoque fonnal. en cambIO, losadjetivos calificativos denotan también conjuntos de entidades: el conjun-to de las entidades que tienen la propiedad expresada por el adjetIVO.Porejemplo, el calificativo pelirrojo puede aplicarse a cualqUIer IndIVIduo qu:tenga la propiedad de tener el pelo de un determInado color que denomI-namos rojo. Por lo tanto, podemos concebIr que, al Igual que un nombrecomún, un adjetivo especifica un conjunto de elementos. Retornemos denuevo el modelo del epígrafe 3.3. En él, la expresión pelirrojo queda defi-

nida como en (4):

La interpretación de pelirrojo en el modelo M es un conjunto forma-do por un único elemento, Carlos (representado por medIO de e); un con-junto que también podemos definir intensionalmente como el conjunto delas entidades de M que tienen la propiedad de ser PELIRROJAS.

Estamos intentando caracterizar las diferentes clases de palabras de~-de el punto de vista semántica para poder así establecer cuál es la co~tn-bución particular de cada una a la construcción composlclOnal del Slgm-ficado de una expresión compleja. Pero, si comparamos la c.aractenzaclónformal del nombre común de (2) y (3), Yla del adjetivo cahficalJvo de (4)

notaremos que son idénticas.

ILlegados a este punto, podría asaltamos una duda. Si tanto .los nom-bres comunes como los adjetivos calificativos denotan conjunt<.JSdeentidades entonces nuestra caracterización, en vez de pennltlmosver lo es~ecífico de cada categoría, desdibuja las diferencias entreellas. ¿Realmente nos interesa esta perspectIva?

La caracterización que hemos propuesto difumina, efectivamente, lasdiferencias entre nombres comunes y adjetivos calificativos. A este res-pecto, hay que hacer varias precisiones. Por un lado, el ?echo ~e que ladiferencia no sea perceptible en el nivel denotacional no qUIere deCIr que noexista o que no sea posible eSlablecerla. Por otro lado, las ventajas que

a. [pelirrojo] M = (e)b. [pelirrojo] M = (x : PELIRROJO(x) en M)

(4)

(2) [libro] M = [/" 1" 13)

uu

(3) [libro] M = (x : LIBRO(x) en M)

De los nombres comunes dijimos (d. § 2.4.2) que denotan conjun-tos o clases de entidades: la palabra libro puede utilizarse para referirse acualquier libro del mundo. A primera vista, puede resultar sorprendente oanti-intuitivo afinnar que un nombre común denota una clase, y no unaentidad. Pero si lo pensamos con más detenimiento, enseguida veremoscuál es la lógica que subyace a esta idea: el término libro (o cabal/o, o ven-tana) no nos pennite identificar un referente concreto (una entidad deter-minada, un cierto ejemplar de un cierto libro), sino que puede aplicarsepor igual a cualquier cosa que sea un libro. Para referimos a un libro enconcreto, tenemos que utilizar otros instrumentos sin tácticos como los de-temtinantes: este libro, el libro de Semálltica. Lo que hacen los determi-nantes, como veremos más adelante (d. cap. 6), es precisamente pennitiridentificar y seleccionar entidades concretas del interior de una clase.

Definamos ahora un universo de discurso M algo más restringido, yconsideremos sólo los libros que están encima del escritorio: tenemosahora un conjunto bien delimitado, cuyos elementos (a los que llamare-mos 1"1,, 1

3) podemos listar (d. § 2.1.1). La extensión de libro será la que

aparece en (2):

La fónnula anterior indica que la expresión libro en el modelo M de-nota un conjunto formado por los tres elementos que se relacionan. Éstaes una caracterización en términos de extensión. Podemos también daruna caracterización en términos intensionales: la palabra libro proporcio-na una etiqueta bajo la que reunir el conjunto de rasgos semánticos queasociamos sistemáticamente con los objetos a los que consideramos li-bros; dicho en otros ténninos, libro expresa la propiedad característica delos elementos del conjunto, lo que tienen que tener en común todas lasentidades para poder pertenecer a esa clase.

La expresión anterior indica que la interpretación de libro en el mo-delo M es el conjunto de las entidades (representadas por la variable x)que tienen la propiedad de ser LIBROen el modelo M (Representamos lospredicados por medio de VERSALITAS).

La diferencia entre nombres comunes Ynombres propios es por lo tan-to, mucho mayor de lo que la denominación gramatical de ambos comonombres puede hacer pensar. De hecho, los nombres comunes se aseme-

5.2.2. Los NOMBRESCOMUNES

mos utilizado las iniciales cursivas minúsculas, que representan en nues-tro metalenguaje constantes de ;'ldividuo (d. § 3.3).

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5.2.4. Los VERBOS

5.3. La noción semántica de predicado

oblenemos de una caracterización unificadora son mayores que los in-convenientes, como veremos más adelante (cL § 5.3).

133LAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES

La respuesta utiliza un razonamiento semejante al que seguíamosanteriormente. La perspectiva que estamos adoptando nos permite verlo que tienen en comÚn estas categorías, y esto nos interesa por un mo-tivo fundamental: nos proporciona una respuesta directa y sencilla auna pregunta que, de otro modo, habría quedado sin solución (o, al me-nos, habría tenido que buscar una solución más forzada y menos ele-gante). La pregunta es la siguiente: ¿Por qué tanto los nombres comu-nes como los adjetivos y los verbos pueden ser todos ellos núcleos depredicación?

Después de lo dicho, la respuesta debería resultar obvia: precisamen-te porque todos ellos comparten una misma semántica básica, esto es,porque todos son, desde el punto de vista semántica, predicados. Efecti-vamente, nombres comunes, adjetivos calificativos y verbos intransitivosson diferentes variedades de predicados: podemos entender que todosellos denotan clases; en términos intensionales (cL § 2.1.1), diremos quesu significado son las condiciones que se imponen a los elementos parapoder decir que pertenecer a dichas clases. Así pues, podemos decir quelos predicados contribuyen a las condiciones de verdad de las expresionescomplejas en las que aparecen aportando sus condiciones de aplicación,es deciI~determinan los requisitos que tienen que satisfacer sus miembrospara que el predicado les sea de aplicación, pero no pueden, por sí solos,ser verdaderos o falsos. La relación básica entre los elementos y el con-junto es una relación de pertenencia.

Es importante entender bien la distinción anterior. Por ejemplo, unpredicado como ESTUDIANTEimpone una serie de condiciones a los ele-mentos a los que se aplica en un momento dado; pero aisladamente nopodemos decir que estlldiallte sea verdadero o falso. Sólo cuando se com-bina con otra expresión en una estructura de predicación (por ejemplo,Adela es estudiante) podemos decir si la expresión compleja así formadaes verdadera o falsa. Ser verdadero o falso (esto es, poder recibir un de-terminado valor de verdad) no es una propiedad de los predicados, sinode las proposiciones (cL §§ 3.1 y 5.3.1).

El enfoque adoptado nos coloca en condiciones de establecer, porejemplo, una primera aproximación a la composición del significado deuna expresión compleja formada por un nombre común Y un adjetivo.Consideremos la expresión caballo blallco. Si tanto un nombre comúncomo un adjetivo calificativo denotan conjuntos de objetos, resultará fá-cil entender que la combinación de ambos establece dos condiciones quedeben satisfacerse a la vez: en nuestro caso, la de ser un CABALLOY la deser BLANCO.Podemos entender, por tanto, esta combinación como una in-tersección de conjuntos, que crea una condición compleja sobre la perte-nencia de un elemento: la de satisfacer a la vez las propiedades de ambosconjuntos. Como veremos más adelante (cL cap. 7), las cosas son algomás complejas de lo que esta aproximación sencilla hace pensar, pero demomento puede resultar útil quedamos con esta idea.

FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSlClONAL

a. [correr] M = (0)b. [correr] M = (x : CORRER(x) en M)

(5)

De acuerdo con las fórmulas de (5), entendemos que la interpretaciónde correr en el modelo M es el conjunto de las entidades de M que corren:en el caso del modelo del epígrafe 3.3, es un conjunto vaCÍo.

Los verbos presentan, sin embargo, una diferencia esencial con res-pecto a nombres comunes y adjetivos: además de su contenido descripti-vo propio, los verbos llevan aparejada información transmitida por me-dios gramaticales, concretamente a través de los morfemas flexivos detiempo/modo. El contenido temporal de estos morfemas aporta datos quesirven para establecer las coordenadas temporales en las que debe locali-zarse la predicación que tiene lugar: se trata, por tanto, de un contenidode tipo formal con repercusiones significativas en las condiciones de ver-dad (cf. cap. 8).

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Las caracterizaciones nacionales de los verbos suelen presentarlostradicionalmente como una clase de palabras que expresan «acción, pa-sión o estado». Además de resultar difícil de utilizar en muchos casoS con-cretos, y de ser prácticamente inservible para la sintaxis, esta caracteriza-ción tampoco nos dice nada acerca de las propiedades denotacionales delos verbos. Siguiendo con el tipo de razonamiento que hemos venido uti-lizando hasta ahora, podemos establecer que también los verbos permitendefinir conjuntos de entidades. Pensemos de momento sólo en los verbosintransitivos -de los transitivos nos ocuparemos más adelante (cf. §5.5.2)-: correr denota el conjunto de las entidades que corren:

El breve repaso que hemos hecho de las categorías de nombre propio,nombre común, adjetivo y verbo ha puesto de relieve dos hechos quizásorprendentes: por un lado, que hay una diferencia radical entre nombrescomunes y nombres propios; por otra, que no hay, en cambio, diferenciassignificativas entre nombres comunes, adjetivos y verbos: estas tres clasesde palabras comparten la propiedad de denotar conjuntos de entidades.Podemos, entonces, repetimos la pregunta que nos planteábamos antes:¿Que ventajas nos reporta este enfoque, si no refleja las diferencias exis-tentes entre estas tres categorias?

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5.3.1. PREDICADOSy ARGUMENTOS

La necesidad de combinarse con otra expreslOn permite concebir alos predicados como expresiones abiertas, en cierto sentido incompletas,que necesitan «cerrarse» o completarse a base de conlbinarse con otra uotras expresiones. Esta necesidad es tan central que, de hecho, no pode-mos caracteriZa!; definir o parafrasear el significado de un predicado sinhacer alusión al tipo de elemento(s) con que se combina. Por ejemplo, enla definición de dar en el diccionario de M. Moliner se dice: 'Hacer alguienvoluntariamente que una cosa que posee pase a otro'.

En este sentido, los predicados se asemejan a algunos elementos quí-micos. Excepto los gases inertes, el resto de los elementos químicos tienensu capa externa de electrones incompleta. Esto los hace inestables y reac-tivos, y por ello tienden a combinarse con otros álamos para completar yllenar esas posiciones. De este modo se forman los compuestos, que tien-den a ser estables y equilibrados. No todos los elementos químicos tienen,por supuesto, las mismas propiedades reactivas, sino que éstas están enfunción de su valencia, es decil; de la cantidad de electrones que puedentomar (o entregar) en una reacción química.

Las diferencias entre nombres comunes, adjetivos y verbos afectanprincipalmente a otros aspectos relevantes para su morfología y sus pro-piedades sin tácticas, pero no para su semántica. Efectivamente, es im-portante entender que no hay razones intrínsecas o de sustancia que jus-tifiquen la adscripción de un determinado contenido semántica a unadeterminada categoría, y no a otra. De hecho, la comparación interlin-guística pone de manifiesto que cada lengua hace sus propias eleccionesacerca de lo que conceptualiza como un verbo, un adjetivo o un nombre.Se señala habitualmente que muchas lenguas indias de América del Nor-te no «conocen» los nombres comunes: por ejemplo, en vez de decir Allíhay "'la II/Ol/ta/la dicen algo parecido a Allí mOl/tañea; muchas lenguasafricanas usan también verbos donde nosotros emplearíamos adjetivos,como si dijéramos Esto verdea, en lugar de Esto es verde; en latín se usa-ban predicados verbales para expresar ideas que en español transmiti-mos por medio de sintagmas preposicionales o de adjetivos: stare se tra-duce como estar de pie, y sedere como estar sel/tado. No hace falta irse le-jos ni en el espacio ni en el tiempo para comprobar que el contenido nodetermina la categoría: lo que en español expresamos por medio del ver-bo el/(adarse, en inglés se expresa por medio de una constmcción con ad-jetivo, get al/gry. Incluso dentro de una misma lengua podemos encon-trar variantes diferentes para expresar un mismo contenido: si alguienme pregunta cuál es mi profesión, puedo contestar indistintamente conSov profesora de la UNED, o Soy docel1le el/ la UNED, o El/seña el/ laUNED, sin que ello implique ninguna diferencia sustancial en el conte-nido que estoy transmitiendo.

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Argumentosalguiel/, algo, a alguien<x, y, z>

LAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES

PredicadoDarDAR

(6)

En genoral, suele entenderse que los predicados que tienen un argu-mento expresan propiedades de ese argumento; los que tienen más de unargumento expresan relaciones entre pares o tríos ordenados de elemen-tos, que hemos representado entre ángulos < >. El conjunto de argumentosque requiere un predicado constituye su estructura argumenta\. Repre-sentamos la valencia de un predicado por medio de un subíndice que indi-ca el nÚmero de argumentos con los que se combina. A nlodo de resumen,podemos utilizar la siguiente tabla:

• Predicados que no requieren ningún argumento (los llamados a ve-ces verbos meteorológicos o impersonales): LLOVER,NEVAR.

• Predicados que requiere un argumento, corno correr o donnir. Esteargumento es el que desempeña la función sintáctica de sujeto, eidentifica al ser que corre o que duerme; a estos verbos los llama-mos il/tral/sitivos: DORMIR(X), CORRER(x).

• Predicados que exigen dos argumentos: amar, por ejemplo, requie-re que se identifique al individuo que ama y a la persona amada.Decimos, en consecuencia, que aH¡ar establece una relación entredos entidades y lo caracterizamos como un predicado tral/sitivo:AMAR<x, y>, ADMIRAR<x, y>.

• Predicad;" que necesitan- tres argumentos, como dar: hay que indi-car quién da, lo dado, y quién lo recibe; llamamos ditral/sitivos a es-tos predicados: DAR<X, y, Z>, ENVIAR<X, y, Z>.

Podemos establecer una caracterización de los predicados de acuerdocon su valencia:

Pues bien, igualmente no todos los predicados tienen los mismos re-quisitos. El término valencia se usa también en Linguística para hacerreferencia al número de expresiones con las que un predicado debe com-binarse para quedar completo. Los constituyentes en cursiva que apare-cían en la definición de dar (alguiel/, una cosa, a otro) señalan una posi-ción que debe llenarse. Denominamos argumento a cada una de las ex-presiones requeridas por el predicado para cerrarse. Cuando losargumentos están sin especifical; como en el caso de dicha definición, sulugar aparece ocupado por variables, es deci1; incógnitas o símbolos-co-modín. representados como x, J', z:

FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICIONAL134

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(9) He vendido el coche

Hemos presentado la valencia de los verbos como si fuera una pro-piedad inherente y rígida. En realidad, el número de argumentos de unpredicado admite un cierto grado de variabilidad, en el sentido de que al-gunos de ellos pueden no expresarse: por ejemplo, una oración como lade (9) es perfectamente posible, sin que haya necesidad de detallar ni aquién ni por cuánto dinero

La interpretación supone que hay un comprador y un precio (porejemplo, la situación es que le he vendido el coche a Juan por 4.000 €),pero ninguno de estos contenidos está expresado. La posibilidad de quelos argumentos aparezcan o no sin tácticamente realizados se ve restringi-da tanto por el predicado mismo como por el contexto, de modo que lasupresión no puede afectar a cualquier argumento en cualquier situación.Si hablamos de vemler el coche, no se habría podido omitir el objeto di-recto y por eso la secuencia de (10). es agramatical: .

DI

JlIMI llegó. / La llegada de JlIal1.Están construyendo un tÚl1el. / La construcción del tÚflel.El presidel1te ~ntregó el premio al director. /El premio fue entregado al director por el presidente. /La entrega del premio al director por parte del presidel1te.

a.b.c.

a. El agua hierve. / Juan hierve el agua.b. La peonza gira. / Javier gira la peonza.c. La pelota bota. / Ana bota la pelota.

LAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES

(13)

(12)

(lO) *Le he vendido __ a Juan por 4.000 €.

Hasta ahora hemos rel1ejado la visión más tradicional de las cosas,aquella según la cual poder tener argumentos es una propiedad de los ver-bos. De hecho, cuando decimos que tanto los nombres comunes como losadjetivos son predicados, estamos ya diciendo que admiten al menos u~argumento: aquél del que se predican (cL, por ejemplo, § 3.3). Y no es di-fícil mostrar que también los nombres comunes y los adJetIVOs pueden te-ner más de un argumento ..

Efectivamente muchos l10mbres deverbales (es deClr, nombres que de-rivan de verbos) p~recen heredar de sus verbos correspondientes (al me-nos parte de) su estructura argumenta!. En los ejemplos de (13) aparecenen cursiva los argumentos:

Pero, en cambio, en el lenguaje bursátil, es frecuente utilizar comprary vel1der sin mención expresa de lo que se compra o se vende, ya que, son,en todos los casos, paquetes de acciones, de modo que se pueden OIr ex-presiones como la de (11):

(11) Hoy los inversores han vendido para realizar beneficios.

Otro efecto de la variabilidad de la estructura argumental es el que seproduce cuando un mismo verbo se puede construir con e~tructuras ~i~e-rentes. Estas diferencias suelen llevar aparejado un cambiO de acepClOn.Es frecuente, por ejemplo, que haya verbos que presenten una alternancIarelativamente sistemática entre una construcción transitiva y otra lntra~-sitiva. Son los contrastes que se pueden ver, por ejemplo, en las denomI-nadas altemal1cias causativas, frecuentes en los predicados que indicancambio de estado, y que pueden presentar como sujeto bien a la entidadque sufre el cambio de estado, bien a la causa que induce el estado al quese refiere el verbo:

5.3.2. CATEGORIASINTÁCTlCAy ESTRUCTURAARGUMENTAL

FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICJONAL

Predicado no saturado(Fórmula abierta)

b. Adriál1 ama a Beatriz: AMAR<a, b> Predicado saturado(Fórmula cerrada)

a. AMAR<X, y>

Valencia Predicado Estructura argumenta]

Vo llover, nevar LLOVER, NEVAR

VI domÚr, correr DORMIR (x)Propiedad

CORRER (x)V, amar, admirar AMAR <x,Y>

ADMIRAR <x,Y>Relación

V3 da!; enviar DAR <x, y. z>

ENVIAR <x,y, z>

(8)

(7)

136

Las expresiones formadas por un predicado y sus argumentos, tal ycomo las hemos representado en la tabla anterior, son fimciol1es proposi-ciol1ales (formulas abiertas), ya que contienen variables sin especificar (cL §3.1.3). Como tales, no pueden ser verdaderas o falsas, mientras no se asig-ne un valor concreto a cada una de las variables. Sin embargo, sí puedenentrar en relaciones vClitativas con otras expresiones. Por ejemplo, a partirde la fórmula abiel1a x compró y a z, podemos deducir z vel1dió y a x.

Cuando un predicado ha recibido un valor concreto para todos susargumentos, decimos que está saturado:

Page 8: Escandell-Semántica composicional cap.

L.;' ,_-',,'.

. I 1 . cisiones más. La rela-Antes de proseguir conVIene lacer a gunas pre .' . _ t. , intáctica sujeto/predicado se establece entre smtagmas, Y n~ endre

clO~:des léxicas simples. Esto no quiere decir que en casos determma osulnslsl'ntagmas que constituyen tanto el sujeto como el predlcadobno pue-o P . I I . nom res pro-dan estar formados por un único elemerHo. or ~Jemp o, os .:_pios son expresiones simples que funCIonan dIrectamente como slntag

esto no debe ocultar las diferencias en las propiedades sin tácticasmente, d b" verbos Interesa destacar dos de ellas. endelos argumentdos. t nom Ie~~tos de I~s nombres y los adjetivos van in-prImer lugar, to os os argum .' ". n se undo lugar el gradotraducidos necesariamente por preposlclon¡ y: e . g h mayor 'que el dede opcionalidad de los argumentos nomma es es muc olos argumentos verbales,

EJERCICIOl. Represente las siguientes oraciones de acuerdo con las

pautas dadas:

Javier es alto.Beatriz duerme.Luis admira a Diego.María es hija de Ernesto.

David corre.Fabio ama a Laura.Héctor presentó a Diana a Javier.

Adrián es traductor.Beatriz es rubia.

c.

a.b,

a.b.

(16)

(15)

La relación sujeto/predicado: Aspectos sintácticos5.4.

Puesto que nos interesa ver cómo contribuye la sintaxis a :, ~o;~~

tnlcción del significrt', repas~:~;~~.~~:v:;'¡~~~I:~1~~0~~n~~~~~~a'básicaestructura oraclOna: :,mos a a señalaba la gramática tradicional,que confIgura las 0.1aClones. Como ~mto de vista sintáctico, en dos cons-las oracIOnes se artIculan, desde elp . del redicado se integrantituyentes principale,,: sllJeto y predIcado, P~:~I~o defpredicado Y(cuandoa su vez otros constItuyentes menOles, e 's de otros modificadoreslos hay) sus complemelltos (lrgllmen((~I~s, addema d" d d I tipo de uni-

. lE' t dos estructuras baslcas, epen Ien o eOpclOna es. XISen I '1 d I dicado' hablamos de predicación na-dad que constItuya, e nuc ea ~i~;~O es u~ nombre o un adjetivo, comomillal cuando el nucldeodedlpre . , 'rbal cuando el núcleo (¡"elpredicadoen (1 S); y hablamos e pre IcaclO.! vees un verbo, como en (16).·

Valencia Predicado Estructura argumenta)

tlibro LIBRO (x)

Propiedadalto ALTO (x)

padre PADRE <x. y>

2 celoso CELOSO <x, Y>

más allo MÁS ALTO <x, v>Relación

3 t'Iltrega ENTREGA <X, y, 2>

más celoso MÁS CELOSO <x, y, z>

d. Juan admira a María. / El admirador de María.e. Colón descubrió América. / El descubridor de América.

138 FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICIONAL

Los ejemplos de (13 )a-c contienen nominalizaciones de acción o pro-ceso, y presentan un complemento que recoge la [unción semántica propiadel sujeto o la del complemento directo en la estructura verbal correspon-diente. En los ejemplos de (13)d-e, la función cOlTespondiente al sujeto enla estructura verbal aparece incorporada morfológicamente en la nomina-lización.

Poder llevar más de un argumento no es una propiedad exclusiva delos nombres deverbales: también los llevan, por ejemplo, los nombres queindican relaciones entre entidades. Así, los nombres de parentesco, comopadre, hijo o hennano, requieren necesariamente la existencia de dos indi-viduos relacionados por tal vínculo: es imposible que uno sea padre sin quesea padre de alguien. Algo parecido cabe decir de los adjetivos: por ejem-plo, !liZOno puede estar orgulloso o celoso sin estado de alguien o de algo;!liZO no puede estar enfadado sin estado con alguiw; si decimos de unacanción que es favorita, lo será de alguien ...

Hay procesos composicionales que pueden aumentar el número deargumentos de un predicado. Por ejemplo, cuando se forma el grado com-parativo de un adjetivo se aumenta composicionalmente su valencia, esdecil~ se le añade un nuevo argumento: el que constituye el segundo tér-mino de comparación. Asi, un predicado como alto tiene un argumento,pero el comparativo más alto (que .. .) tiene dos argumentos: una perso'1aes más alta que otra. Igualmente, un adjetivo con dos argumentos cornoceloso, cuando aparece en grado conlparativQ pasa a tener tres argumen-tos: alguien está más celoso de una persona que de otra.

Los ejenlplos anteriores llluestran, pues, que la nociÓn de argumentoes más amplia de lo que suele pensarse tradicionalmente: no sólo los ver-bos tienen argumentos; también los nombres y adjetivos los tienen.

Podemos renejar este hecho en una tabla como la de (14):

(14)

Cuando concebinl0s a los nonlbres comunes y a los adjetivos comopredicados, el hecho de que tengan argumentos resulta esperable. Obvia-

Page 9: Escandell-Semántica composicional cap.

(17)

o~

SN SV

I I

En el ejemplo anterior vemos que tanto el sujeto (un nombre propioNp) como el predicado (constituido por un verbo intransitivo VI) estánformados por una única palabra cada uno, pero, como decíamos, eso nonos debe hacer confundir el nivel sintagmático con el nivel léxico. Sabe-mos que cada una de esas funciones podría haber estado representada porun sintagma más complejo.

La articulación bimembre está clara también en los ejemplos de (15).Como sabemos, en las oraciones con predicados nominales el verbo copu-lativo no funciona como núcleo del predicado, sino que sirve de soporte alos morfemas de tiempo/modo y concordancia. De manera muy simplifi-cada, podemos de momento representar esta estructura por medio del si-guiente esquema (en el que hemos omitido la representación de la cópula):

•'ti

Laura

traductornlbia

NI Adj

ama

o

~SN v· SN

I I I

o

S~Adjl

I 1

o

~SN sv

AV SN

'1' Iama Laura

Fabio

Fabio

Npr

AtldánBcatriz

LA ESTRUCTURA SEMÁNTICA DE LAS ORACIONES SIMPLES

(20)

(19)

(18)

. N' . sentar el sinlagma formado pOI"un nombre co~t Se emplea la etIqueta para 1epre d 1 síntagma nominal con de-

. '. d 'l"rminantc. La etiqueta SN queda reserva a para e ~mun stO e "-terminante.

. ácticos muy sólidos para preferir laParece que hay arg.umentos sbmtd (19) en la que el núcleo del pre-

propuesta de artlculaclOn blmem le e ,

.. d (l6)b-c odrían surgir dudas acerca deCon respecto a los ejemplos e P eseI1ta informalmente en. 1 ., b' mbre como se repr I

si la artlcll aClDn es Ime. '. t' ticas están al nlismo nivel, con o(19); o bien todas las funCIOnes sm ac .que la estructura es «plana», como en (20).

VI

COITe

Npr

David

FUNDAMENTOS DE SEMÁNTICA COMPOSICJONAL140

mas nominales. No hay que perder de vista, sin embargo, que la relaciónse establece entre tales elementos en cuanto sintagmas, no en cuanto uni-dades simples. Y lo mismo cabe decir con respecto al predicado. Por otrolado, conviene recordar también que en español, la relación sintáctica en-tre sujeto y predicado se manifiesta formalmente en la concordancia: tie-ne que haber concordancia de rasgos de persona y nÚmero en la flexiónverbal, y concordancia de género en los casos de predicación nominal enque, por las características morfológicas del predicado, esto sea posible.

Para ilustrar nuestro razonamiento, partirenl0s de ejemplos muy sim-ples, con el fin de que queden bien patentes las propiedades que quere-mos subrayar en cada caso. Esto no significa, sin embargo, que el análi-sis sólo pueda dar cuenta de las construcciones más sencillas; como vere-mos en los temas siguientes, iremos abordando cada vez construccionesmás complejas. Pero ello no debe ocultar tampoco que no importa cuálsea el grado de complejidad interna de una estructura oracional, sus cons-tituyentes principales siempre responden a la articulación básica de suje-to y predicado: podemos modificados y expandidos, pero no cambiare-mos sus relaciones esenciales.

La articulación bimembre es bien evidente en el ejemplo (16)a, en elque hay sólo dos constituyentes. La estructura corresponde informalmen-te a la de (17):

Page 10: Escandell-Semántica composicional cap.

142 FUNDAMENTOS DE SEMÁNTICA COMPOSICIONAL LA ESTRUCTURA SEMÁNTICA DE LAS ORACIONES SIMPLES 143

(25) ...; nadie más lo hizo.

(26) Juan [" admira a María] y Lv ama a Claudia].

En cambio, cuando sólo se antepone, como en (23)b, la Única inter-pretación es aquella en la que e! adverbio toma bajo su ámbito al sujetoL,Juan]. con lo que la frase podria continuar como en (25):

La coordinación aporta también pruebas en este mismo sentido. Po-demos coordinar fácilmente dos predicados con el mismo sujeto, comoen (26):

a. *[Juan admira] y [Pedro ama] a Maria.b. Juan admira, y Pedro ama, a María.

a no la besó.b no abrazó a nadie más.

(27)

(24)

"La coordinación resulta imposible cuando se intenta que un umcoobjeto lo sea a la vez de dos predicados diferentes, como en (27)a. Hay,desde luego, una forma de expresarlo, pero resulta claramente marcada ydebe ir necesariamente entre pausas breves, tanto en e! habla como en laescritura, lo que sugiere que la estructura es ligeramente diferente, comoen (27)b:

(21)a. Juan [" abrazó a Maria] y Pedro también [lo hizo].b. *[Juan abrazó] a María y [lo hizo] a Leonor.

En los ejemplos de (21), la expresión lo hizo funciona como una pro-forma que sustlluye a todo e! sintagma verbal ['v abrazó a María] en (21la;no hay, en cambio, nmguna forma equivalente que permita sustituir al su-Jeto y al verbo, dejando fuera al objeto, como se intenta hacer sin éxito en(21)b: ,e! resultado es agramatical (como se indica por medio de la ante-poslc!On del asterisco).

. Como es sabido, en español utilizamos perífrasis de relativo para en-fatlz~r o poner de reheve un constItuyente. Pues bien, podemos focalizare! sUJeto, como en (22)a; el objeto, como en (22)b; o el constituyente for-madopor e! verbo y su objeto, como en (22)c; pero no e! sujeto y e! ver-bo dejando fuera el objeto, como en (2)d:

dicado y sus c?mple~e.ntos forman un constituyente, con lo que se pro-ducen aSlmetnas slgmflcatlvas entre e! sujeto y los complementos verba-le~. Los argumentos básicos p~ra demostrar que una determinada expre-s!On es un co.nstltuyente consisten en poner de relieve que se comporlacomo u~a u.mdad a efectos sintácticos: sólo los constituyentes se puedenpronommalizar, elidIr, anteponer... Pues bien, todas estas pruebas de-m',lestran que e! verbo y sus complementos forman un constituyente quedeja fuera al sUJeto, pero, .en cambio, el verbo y el sujeto no pueden for-mar un c~:>nstltuyente dejando de lado al objeto. Considérense los si-gUIentes ejemplos:

(22)a. El que abrazó a Maria fue [" Juan].b. A quien abrazó Juan fue [" a María].c. Lo que hizo Juan fue ["abrazar a María].d. *Lo que hizo a María fue [abrazar Juan].

Un efecto semejante se obtiene cuando se focaliza un constituyentepor medio de sólo:

(23)a. Juan sólo abrazó a María.b. Sólo Juan abrazó a María.

La ?ración de (23)a puede interpretarse de dos' maneras. En e! plimercaso, solo, opera sobre todo el predicado L,abrazar a María]; en el segun-do caso, umcamente sobre el objeto [" a María]. Estas dos lecturas se co-n"esponden con dos maneras posibles de continuar la frase: bien como(24)a, o bien como (24)b:

Otro dato más que apoya que e! predicado funciona como un consti-tuyente proviene precisamente de la formación de expresiones complejas.En español, los procedimientos regulares de composición morfológicapueden formar palabras a partir de estructuras de verbo y objeto, pero node sujeto y verbo. Por eso, existen términos como sacacorchos, lavaplatoso abrelatas, todos con la estructura verbo-objeto. No es posible, en cam-bio, formar compuestos verbo-sujeto: por ejemplo, no podemos llamar*/impiacrema a una 'crema que limpia', es decir, a una 'crema limpiadora';la Única interpretación posible de ese compuesto inexistente seria la quelo construye como verbo-objeto, esto es, 'algo que limpia la crema'.

Los argumentos que hemos repasado brevemente apuntan todos en lamisma dirección: desde e! punto de vista sintáctico la estructura de la ora-ción se organiza alrededor de dos constituyentes básicos: sujeto y predi-cado. La relación sujeto/predicado tiene, pues, unas propiedades y unasmanifestaciones sin tácticas específicas, que permiten distinguirla con ni-tidez de otras relaciones oracionales. Si nuestra meta es caracterizarcómo contribuyen las relaciones sintácticas a la construcción composi-cional de! significado, uno de nuestros objetivos parciales deberá ser ne-cesariamente explicar el importe semántica de esta relación básica.

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144 FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICIONAL LAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES 145

5.5. La relación sujeto/predicado: Aspectos semánticos

Retomemos los ejemplos de (15) y (16), repelidos de nuevo:

(15)a. Adrián es traduclDl:b. Beatriz es rubia.

(16)a. Enrique CDlTe.b. Fabio ama a Laura.c. Héctor presentó a Diana a Javier.

De acuerdo con las reflexiones que venimos haciendo, si lo que que-remos explorar es la contribución de esta relación al significado, debere-mos prescindir, de entrada, de los aspectos sustantivos del significado (esdecir, de lo que significa traductor, pelirrojo, correr o amar); y también te-nemos que encontrar una forma de sobrepasar las diferencias estructura-les que afectan a la estructura interna del predicado: debemos poder ha-cer abstracción de las diferencias entre predicados nominales y verbales,que opone (15) frente a (16), y entre predicados transitivos e intransiti-vos, que coloca (16)b-c frente a (l6)a, ya que tales diferencias no tienenrepercusión en la relación sujeto/predicado en sí.

5.5.1. PREDICADOSSIMPLES

Comenzaremos considerando los casos más sencillos, es decil~ aque-llos en los que el predicado es simple, en el sentido de que su núcleo noselecciona otros complementos. En ellos, las propiedades del predicadoson las de su único constituyente (el núcleo).

Tomemos la oración de (l5)a. En ella se establece una relación depredicación entre un nombre propio (Adrián) y un nombre común (tra-ductor), con la mediación de un verbo copulativo. Como dijimos, en lasoraciones con predicados nominales la cópula no funciona como núcleodel predicado, sino que sirve de soporte a los morfemas de tiempo/modoy concordancia. Por el momento, dejaremos a un lado la contribución deltiempo verbal (d. cap. 8), y nos centraremos en la relación entre el nom-bre propio Adrián que funciona como sujeto y el nombre común traduc-tor que constituye el predicado.

La hipótesis composicional de la que partimos nos conduce a cons-truir el significado de la expresión compleja de (l5)a a partir de la combi-nación de sus componentes más simples. En el presente caso, combina-mos un nombre propio, que denota un individuo, y un nombre común,que denota un conjunto de individuos. Ahora bien, hemos advertido másarriba que las relaciones no se establecen entre elementos léxicos, sino en-

tre sintagmas. En este caso, puesto que no hay más conslituyentes en elpredicado que el nombre común (de modo que el nombre es a la vez el nú-cleo del predicado y el predicado entero), tenemos que suponer que laspropiedades denotacionales del núcleo son las mismas que las del predi-cado completo:

(28) [Adrián] M = a[traduclor] M = [x : TRADUCTOR(x) en M)

Asociamos luego las dos expresiones por medio de una función queremplaza la variable x por una constante como a, y obtenemos la fórmu-la de (29):

(29) Adrián es traductor = TRADUCTOR(a)a E [x : TRADUCTOR(x))

Esta fórmula indica, acertadamente, que atribuimos la propiedad deser TRADUCTORa Adrián; o, dicho en otros télTninos, que Adrián es miem-bro del conjunto de los traductores.

Obtenemos también las condiciones de verdad (cL § 2.5.3) de la pro-posición: la expresión Adrián es traductor expresa la pertenencia deAdrián al conjunto de los traductores. Conocer las condiciones de verdadde una expresión equivale a conocer una parte de su significado, es decir,saber cómo tendría que ser el mundo para que dicha expresión fuera ver-dadera. Recordemos que, aunque conozcamos las condiciones de verdadde una expresión, esto no quiere decir que siempre estemos en situación depoder decidir si la expresión es o no verdadera (por ejemplo, si no tene-mos manera de verificada). Las condiciones de verdad son, como dijimos,independientes de la verdad (del valor de verdad) de una proposición con-creta: forman un nivel más abstracto en el que se detallan las relacionesentre constituyentes, pero en el que no se pueden determinar valores deverdad. De hecho, la situación más habitual es aquella en la que la verdadde una proposición es contingente, esto es, la proposición es verdadera enuna serie de situaciones y falsa en otras. Como vimos (d. § 3.3), sólocuando establecemos un modelo en el que especificamos todos sus inte-grantes podemos atribuir con seguridad valores de verdad a las proposi-ciones. Podemos, entonces, generalizar diciendo que en un modelo M laexpresión Adrián es traductor es verdadera sólo en el caso de que Adriánpertenezca efectivamente al conjunto de los traductores:

(30) [Adrián es traductor] M = I sólo si a E [x : TRADUCTOR(x) en M)

Esta caracterización se ajusta perfectamente a nuestra intuición dehablantes del español acerca de cuál es el significado de la frase.

Podemos, por tanto, expresar la relación entre un sujeto y su predi-cado en términos de la relación (folTnal, abstracta y bien definida) de per-

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146 FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICIONALLAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES 147

Sin embargo, esto todavía no es suficiente, ya que nos hemos pro-puesto caracterizar la contribución de la relación sUJeto/predIcado, Inde-pendientemente de la naturaleza del predicado. La cuestión que surge esla siguiente: ¿Podemos extender este análisis a otros tIpOSde predIcados,en particular a los predicados verba.les? ".

La respuesta es afílmativa. ConsIderemos de nuevo la oraClOnde (l6)a.

(16) a. David corre.

En ella el predicado es de naturaleza verbal. De acuerdo con el enfo-que denotacional, también los verbos intransitivos (al igual que los nom-bres comunes y los adjetivos) denotan conjuntos de elementos. Puesto quecorrer denota el conjunto de los que corren y representa el SV completo,podemos de nuevo utilizar términos análogos:

(33) David corre; CORRER(d)

De este modo, obtenemos una representación en todo paralela a la delos ejemplos con predicados n.ominales. Ta~bién en este caso. podemosexpresar la relación de predicaCIón verbal en termInaS de la relaclOn de ads-cripción de una propiedad a un individuo, o -lo qu.ees lo mIsmo- de per-tenencia de un individuo a un conjunto. Las condICIones de verdad quedanexplicitadas de la misma manera:

En un determinado modelo M, David corre será verdadera sólo si Da-vid pertenece al conjunto de los que corren: .' '.

Hasta aquí hemos examinado los tres tIpOSprIncIpales de predIcadossimples. Hemos visto que la caracterización en términos denotaclOnalesnos ha permitido capturar las semejanzas entre nombres comu.nes, adJe-tivos y verbos intransitivos, concibiéndolos a todos como predIcados, esdecir, como conjuntos de elementos. Si en los tres casos los predIcados ~e-notan clases, y dado que los nombres propios denotar; .mdIVlduos, es fac~lconcebir la relación de predicación como una relaclOn entre un mdlvl-duo y una clase. La relación entre sujeto y predicado puede traduclrse,pues, en términos de pertenencia de una entidad. a un' ~onJun~? GraCIaSal tipo de representación adoptado podemos expresa!;. la rela.clOn de pre-dicación siempre en los mismos términos, con independencIa del conte-nido particular de cada predicado.

sólo si d E [x : CORRER(x) en M)(34) [David corre] M ; 1

Las condiciones de verdad de la proposición son, pues, las que apa-recen en (32):

(15) b. Beatriz es rubia.

(32) [Beatriz es rubia] M ; 1 sólo si b E [x : RUBIO(x) en M)

(31) Beatriz es rubia; RUBlO(b)

tenencia de un elemento a un conjunto. Ciertamente, estas fórmulas nonos dicen nada acerca del significado de la palabra traductor; pero esto no esen absoluto un inconveniente, sino una ventaja: es precisamente lo quenecesitamos si nuestro propósito es caracterizar la contribución de las re-laciones estructurales al significado de las expresiones complejas, pres-cindiendo de los aspectos sustantivos del contenido. Las fórmulas que he-mos empleado cumplen a la perfección el cometido para el que decidimosempleadas: nos permiten afirmar que, sea lo que sea ser traductor, Adriánpertenece a ese gru po.

Las ventajas de este enfoque no se limitan, por supuesto, a dar cuen-ta adecuadamente de la relación entre sujeto y predicado de la oración(25)a. El enfoque adoptado nos permite inmediatamente afirmar que nose trata de un caso particular; y, sobre todo, nos permite hacer la predic-ción de que cualquier otra oración en que se dé una relación de este tipo(con un individuo como sujeto y un nombre común como predicado) seinterpretará como una expresión de la pertenencia del individuo a la cla-se denotada por el nombre común en relación con la situación contem-plada en el modelo M.

Examinemos ahora la oración (l5)b:

Contiene también un predicado nominal, pero en esta ocasión su nú-cleo es un adjetivo. Como hemos visto, la denotación de un adjetivo cali-ficativo como n/bio es el conjunto de todas las entidades a las que puedeaplicarse dicho término, es decir, el conjunto de los rubios. De nuevo, elnúcleo es el único constituyente del predicado, por lo que supondremosque sus propiedades denotacionales se transmiten del adjetivo a todo elsintagma adjetivo. En consecuencia, podemos caracterizar la relación desujeto y predicado en (l5)b en los mismos términos en que hemos descri-to la de (l5)a, tal y como aparece en (31):

La equiparación de nombres comunes y adjetivos calificativos bajo laetiqueta semántica de predicados nos permite establecer, pues, una pri-mera generalización sobre la interpretación de las expresiones en las queintervienen como predicados sintácticos: la relación de predicación n0111i-

nal puede verse como la manifestación gramatical de la relación de per-tenencia de un elemento a un conjunto.

5.5.2. PREDICADOSCOMPLEJOS

En todos los ejemplos anteriores, las propiedades del núcleo del pre-dicado se transmitían al predicado entero, ya que el núcleo era el único

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148 FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICIONAL LAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES 149

constiIuyente. Si queremos que nuestra teoría sea completa, tenemos queextenderla a otros casos: en particular, a aquellos en los que el predicadocontiene otros complementos seleccionados por su núcleo. La cuestión esla siguiente: ¿cómo se construye composiciona]mente el significado en loscasos en los que e] núcleo de] predicado tiene complementos?

Como hemos visto, hay muchos predicados que requieren el concur-so de otros participantes, además del que aparece como sujeto: es e] casoprototípico de los verbos transitivos amar, dar o preselltar. Como hemosdicho más arriba (cL § 5.3.1) un verbo transitivo como amar requiere dosparticipantes: e] que ama y el que es amado. Se establece, por tanto, unarelación asimétrica entre dos conjuntos de elementós (cL § 3.3), tal ycomo se muestra en el siguiente diagrama:

(35)

EJERCICtO2. A partir de la denotación de amar en (35), indique aqué proposición corresponden las siguientes fórmulas y asígneles unvalor de verdad:

A <1, f>A <m, f>A <g, a>A <a, m>

Aunque no ]0 desarrollaremos aquÍ, es evidente que deberíamos deciralgo semejante con respecto a los argumentos de nombres comunes y ad-jetivos. Pongamos sólo un par de ejemplos como muestra. Las oracionesde (38) recibirían una representación como la de (39):

AMAR (38)

FabioMiguelLauraAlejandraGonzalo

FabioMiguelLaUl-aAlejandraGonzalo

a. Diego es hermano de Julián.b. Ángel está orgulloso de Cecilia.

(39)a. HERMANO<d, j>b. ORGULLOSO<a, C>

(37)

(36)

[Fabio] M = f[Lama] M = 1[Fabio ama a Laura] M = I sólo si <f,l> E (<x,y>: AMAR<x,y> en M)

[amar] M = [<Fabio,Laura>,<Migue],A]ejandra>, <Laura,Fabio>,<Alejandra,Gonza]o>, <Gonzalo,A]ejandra>}

= [<X,y>: AMAR<x,y> en M}

La caracterízación anterior es ]a que utiliza ]a lógica de predicadosclásica, y proporciona unos resultados acordes con nuestras intuiciones.Tiene, sin embargo, un problema. Hemos dicho a] comienzo que quería-mos conseguir que la interpretación semántica se construyera en parale-]0 a la estmctura sintáctica; hemos aportado también argumentos a favorde la idea de que los predicados transitivos tienen una estmctura jerár-quica (en ]a que el verbo y su objeto forman un constituyente), y no unaestmctura «p]ana», en que e] sujeto y el objeto están al mismo nivel. Puesbien, en las representaciones de (36) y (37) -y también en las de (39)-estamos tratando el predicado transitivo como si sus dos argumentos,aunque ordenados, estuvieran a ]a misma altura; es decir, estas represenctaciones rel1ejari una estructura «p]ana» como la de (20).

Éste podría parecer simplemente un problema «técnico»: después detodo, las caracterizaciones que hemos visto describen con'ectamente lasintuiciones que tenemos los hab]antes de nuestra lengua sobre el signifi-cado de un predicado transitivo como amar, de modo que podríamos per-fectamente dejar de lado este posible inconveniente, Sin embargo, las con-secuencias que se derivarían de seguir sin más este análisis serían gravespara nuestra teoría.

En efecto, si aceptamos un análisis de los verbos transitivos en esos tér-minos, estamos renunciando, de hecho, a poder caracterizar ]a contribu-ción semántica de la relación sujeto/predicado, que es precisamente uno denuestros objetivos. Si no somos capaces de conseguir un sistenla de repre-sentación que nos pennita construir de ll1anera independiente la contribu-

e] que es amadoel que ama

Podemos concebir que un predicado como amar denota un conjuntode pares ordenados, en los que el primer elemento del par representa a lapersona que ama, y el segundo, a la persona amada:

Una proposición como Fabio ama a Laura pone en relación dos ele-mentos: AMAR<Fabio,Laura>; y es verdadera si e] par de elementos que re-]aciona está contenido en el conjunto de pares definido por ]a denotacióndel predicado en el modelo:

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(41)SV

~V SNI I

La articulación bimembre de la oraClOn exige, pues, que tratemostodo el SV como un constituyente, con independencia de su complejidadestnIctural o del tipo de relaciones que se den en su interior. La relaciónsintáctica de predicación se establece entre el SN sujeto y el SV predica-do, de modo que para caracterizada tenemos que considerar en principiolas propiedades de los sintagmas, y no de sus componentes internos.

La solución nos obliga a replantear un poco los términos en los que he-mos presentado las cosas. Cuando decimos que un verbo es transitivo, loque queremos decir es que éste selecciona dos argumentos, uno de los cua-les se realiza sintácticamente dentro del SV. La estnIctura sintáctica del pre-dicado del ejemplo de (16)a (Fabio ama a Laura) es la que aparece en (41):

[Fabio ama a Laura] M = 1 sólo si fE [x: AMAR-A-LAURA(x))(43)

LAESTRUCTURASEMÁNTICADELASORACIONESSIMPLES 151

2. Más adclanl~ (d. § 7.7) intr<:>duciremos el operador de abstracciótllambda t... que,como veremos, per~lIc formar pred~cadosa partir de diversos tipos de expresión. y dar-les una represent3C1on en un lenguaje lógico. De momento, seguiremos utilizando la no-tación de teOt-ía de conjuntos.

Una vez unidos el verbo y el argumento interno que aquel requiere, loque se forma es un SV sintácticamente complejo. Pues bien, diremos que,desde el punto de vista semántica, el SV así formado funciona exacta-mente igual que cualquier otro SV constituido a partir de un predicadosimple, es decir, como denotad 01' de una clase. El SV [sv allla a Laura] de-nota un conjunto: el de aquellos que aman a Laura.

Si partimos de este supuesto, entonces podemos aplicar a estos casosla misma generalización sobre la relación sujeto/predicado que hemos ma-nejado para los predicados de un solo argumento: ésta indica que la enti-dad que aparece como sujeto (en nuestro ejemplo, Fabio) pertenece a laclase denotada por el predicado (en este caso, alllar a Laura). En conse-cuencia, deberíamos utilizar una representación como la de (42):

(42)

Esta caracterización predice adecuadamente las condiciones de ver-dad de la expresión, que quedan reflejadas en (43):

5.6. La teoría de tipos

De esta manera, podemos mantener la idea de que, como elementosléxicos, los verbos transitivos denotan relaciones entre pares ordenados deargumentos (los dos argumentos seleccionados), y, a la vez, la de que losSV denotan propiedades, independientemente de que estén formados a par-tir de elementos léxicos que denoten rclaciones. Queda, sin embargo, unacuestión pendiente: la explicación que hemos dado parece intuitivamentecorrecta, pero ¿existe alguna manera de generalizada y formalizada?

La teoría que nos proporciona los instnImentos necesarios para lo-grado se denomina teoría de tipos. Como su propio nombre sugiere, estateoría trata de establecer una caracterización abstracta de las diferentescategorias semánticas.

Comencemos planteándonos la siguiente pregunta: ¿De qué esta com-puesto un modelo? La pregunta podría parecer ociosa, ya que hemos di-cho con ante¡ioridad que un modelo representa una parcela de la realidaden la que están plenamente identificadas y especificadas todas las entida-

[Fabio] M = f[amar a Laura] M = [x : AMAR-A-LAURA(x) en M}'

SINTAXIS

SEMÁNTICA

a Javier

(a) Laura

a DianaI

Predicado

Argumentos

ama

presentó

Predicado

FUNDAMENTOSDESEMÁNTICACOMPOSICIONAL

HéctorI

Sujeto

(40)

150

ción del sujelo y la del predicado, no podremos ni mantener la hipótesis delparalelismo entre sintaxis y semántica, ni establecer ninguna generalizaciónsignificativa sobre dicha relación que abarque tanto a los predicados tran-sitivos como a los intransitivos, Claramente, ninguna de estas consecuen-cias es en absoluto deseable, Si queremos continuar con nuestro objetivo,deberemos encontrar una manera de caractelizar los predicados transiti-vos, de fOlma que, por un lado, mantengamos la composicionalidad, y, porotro, podamos mantener el paralelismo con otros tipos de predicados.

Conviene notar, de entrada, que el término predicado representa con-ceptos diferentes cuando se usa en Semántica y cuando se emplea en Sin-taxis. Cuando decimos que los nombres comunes, los adjetivos y los ver-bos son predicados, estamos usando el término en su acepción semá,,¡ica:un predicado es una expresión que denota una clase, esto es, un conjun-to de entidades; cada predicado selecciona unos determinados argumen-tos. Cuando hablamos de configuraciones sintácticas, el término predi-cado se refiere a uno de los dos constituyentes básicos de la oración. Po-demos ilustrar las diferencias como hacemos en (40):