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El cuerpo físico es parte de un sistema interrelacionado de otros cuerpos mas sutiles, y entre todos forman el ser total. El cuerpo físico es tan solo el vehículo que nuestro espíritu puro necesita para aprender, vivir y evolucionar en este planeta.

Esta energía divina a la que llamamos espíritu o alma, para definirla como lo más puro y sagrado en nosotros, es la que sustenta y da vida

al resto de los cuerpos que poseemos.

Todo cuanto existe en la

creación y vive, lo hace gracias a esa energía, que es en si

misma la luz, la vida el

absoluto, el todo, DIOS.

Por eso Él esta en todo, y todo esta en Él.

El cosmos, es un inmenso océano energético, es el todo, es DIOS.Es una energía que brota de si misma, pues ella es él y él es ella y ambos son el todo, son padre y madre de todo cuanto existe y vive por que son

DIOS.

De ese océano energético sin fin, surgen millones de

mares y de esos mares surgen millones de

grandes ríos, y de esos ríos surgen millones de

otros ríos y de estos salen otros y otros, de menor caudal pero que

igualmente discurren de forma independiente, trazando su curso y

encontrándose en su camino, con otros 

como ellos,

con los que a veces unen y comparten sus corrientes energéticas, hasta que uno de los dos, desvía su curso, o desemboca en un lago, o se convierte en cascada, y toma así otra dirección, y se entrecruza a su vez con mas ríos y así sucesivamente entremezclándose unos con otros en este complicado entramado energético de la creación.

Los seres humanos, somos esos pequeños

ríos de energía, que discurrimos por este entramado cósmico,

trazando con total libertad, el curso de

nuestro propio río que somos nosotros mismos.

Durante ese fluir por la creación, vamos

encontrando territorios amplios y llanos donde

avanzamos con comodidad.

También encontramos otros mas fáciles que se nos ofrecen con engaños, pues en ese trayecto, se van enturbiando tanto nuestras aguas de lodo y suciedad, que llega un momento en el que tanta basura, tierra, lodo y piedras, solidifican tanto nuestras caudal que no podemos continuar y nos convertimos en esos pantanos fangosos estáticos y malolientes .

También encontramos de forma mas continuada y normal, trayectos entre

piedras, montañas, y todo tipo de obstáculos, que nos frenan y nos desvían, pero

es en estos momentos donde se pone a prueba

nuestra actitud, y determinación ante las

dificultades que el recorrido nos plantea.

Es aquí cuando más se nos dificulta el paso, cuando hemos de aprender a sortear esos obstáculos o a empujarlos fuera de nuestro recorrido con la fuerza de nuestra corriente, o a saltarlos por encima si es necesario, pues esos obstáculos no son otra cosa que los problemas que diariamente se nos plantean.

Pero es aquí también donde tras varios intentos nos desmoralizamos y perdemos esas fuerzas con las que estábamos trazando nuestro  curso y es por esto por lo que no conseguimos continuar y nuestro caudal se estanca mucho tiempo.

Pedimos ayuda entonces, pero ¿cómo la pedimos?,y ¿cómo la esperamos?.

La pedimos desalmados, sin fuerza y con poca fe en que nos llegue, pero además esperamos que si llega, lo haga en forma de milagro, y así

todos los problemas desaparezcan. Pero eso no va a suceder. Esos obstáculos que son los problemas  están ahí para que evolucionemos y

no desaparecerán hasta que no los superemos.

¿Que hacer entonces?. Pedir ayuda al Creador, este que todo lo controla por que es DIOS. Esa fuente de energía sin fin, de donde nosotros salimos ,y adonde después de nuestro correr y crecer a lo largo de nuestra existencia, volveremos con una evolución mayor para quedarnos .Pidamos ayuda pues con fuerza y con fe y el la mandará, no como nosotros queramos o pensemos que ha de ser, por que solo él decidirá

Quizás otro río mayor nos prestará su caudal para que junto al nuestro sea lanzado de golpe sobre lo que nos impide avanzar, pero siempre tendremos que ser nosotros los que hagamos el esfuerzo, y pongamos en ello toda nuestra energía y voluntad.

En estos momentos de nuestra evolución, estamos fluyendo

con nuestro río energético por este planeta tierra en donde

necesitamos aprender y crecer.Para que todo esa corriente energética que somos pueda

avanzar y evolucionar aquí, se nos han dado estos cuerpos,

que no son sino el traje o envoltorio que necesita la

energía que en realidad somos, para poder trabajar en este

lugar, en este plano, en esta vibración en esta densidad, en

este planeta.

Todo lo que ahora vemos que somos, es tan solo lo que alcanzamos a ver en esta etapa evolutiva en la que nos toca vivir.Conforme vamos evolucionando, aumenta nuestra capacidad de entender, que somos pequeños caudales de energía divina, y por lo tanto tenemos luz, pues somos parte del todo y todos esos ríos mayores, lagos, mares de energía, no son otra cosa que nuestros hermanos mayores en la evolución espiritual.

Los que llamamos seres de luz: Ángeles, arcángeles, guías, maestros y demás entidades superiores con las que nos iremos encontrando en nuestro transcurrir por este infinito Universo. Seres mucho más evolucionados que nosotros espiritualmente, que también siguen su propia evolución en sus diferentes escalas espirituales,

con sus diferentes trabajos de los que afortunadamente para nosotros,

algunos están cerca de los seres humanos, para darnos esa ayuda

que en un difícil momento necesitamos.

Somos menos de lo que algunos se creen, pero mucho más de lo

que ahora alcanzamos a ver.

Fin

PPS, elaborado por Marta

Texto de José María.