Las mujeres son el principal blanco de agresiones y difamaciones en internetEn todo Brasil, se estima que el 1% de la violencia de género ocurre en línea, lo cual representa a 120 mujeres que sufren de ella por día.

Pie de foto: Por hora, un promedio de cinco mujeres brasileñas sufre violencia en internet.

María Eduarda Melo estaba apoyada sobre los libros, intentando concentrarse en las páginas de contabilidad introductoria. Mientras leía, conversaba con otros 59 compañeros de clase en un grupo de WhatsApp. El teléfono servía para mantenerla despierta y compartir la angustia antes del examen universitario. A las cuatro y media de la mañana comenzaron a llegar fotos en el grupo de los alumnos acostados sobre los apuntes. María Eduarda se apuntó la cámara y envió su propia versión de la madrugada extenuante. En camisón, acostada sobre la cama, con uno de los brazos apoyados en la cabeza y otro en el libro, ella hizo clic y se fue a dormir.

Cinco horas después, se despertó con un celular lleno de mensajes y una confirmación, se había convertido en una víctima de un “juicio” por internet. Un detalle casi imperceptible atrajo la atención de algunos colegas del grupo: en la imagen se vislumbra parte de la aréola de uno de los senos de Maria Eduarda. Fue suficiente para que la foto fuese compartida en cadena en varias redes universitarias de Gran Recife. María Eduarda, a los 17 años, se convirtió en una estadística casi invisible en Brasil: la de las 120 mujeres que son víctimas de violencia en línea diariamente en el país.

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ESTADÍSTICAS DE VIOLENCIA

Fuentes: ONU, Conexões que salvam, Instituto Patrícia Galvão: expediente de violencia contra las mujeres, Safernet, Data Popular/Instituto Avon, Coding Rights e Internetlab.

7 DE CADA 10 mujeres que usan Internet ya sufrieron alguna forma de violencia

El 1% de los casos de violencia contra la mujer tiene lugar “en Internet”.

El 65% de los casos de cyberbullying y ofensas en línea tiene como blanco a las mujeres.

El 67% de los casos de sexting y exposición íntima en línea atenta contra las mujeres.

El 28% de los hombres ya ha reenviado imágenes de mujeres desnudas aparentemente tomadas sin su consentimiento.

Entre 2012 y 2017, Safernet registró:

Un aumento del 500% en el número de consultas por casos de exposición íntima en línea y cyberbullying.

Este mes, algunos hombres vestidos con una camiseta de la selección brasileña publicaron un vídeo en una red social, en el que incentivan a una rusa a decir “v… rosa” en portugués para referirse a su propio órgano sexual, sin saber lo que estaba diciendo. El país quedó indignado con lo sucedido, pero permanece indiferente al dolor de las brasileñas cuyas vidas son expuestas y violadas todos los días en la red. No es un dato menor: de todos los comportamientos agresivos y difamatorios en el mundo virtual, el 95% tiene como blanco al público femenino.

Estos hinchas repudiados no son muy diferentes de los tres de cada diez hombres que comparten fotografías caseras de mujeres desnudas tomadas sin su consentimiento. La cuestión ya ha merecido un estudio justificado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De cada diez mujeres que usan internet, hay siete como María Eduarda que sufren exposición a la violencia en línea.

Si cada dos segundos, de acuerdo con el reloj de violencia del Instituto Maria da Penha, una mujer es víctima de violencia física o verbal en Brasil, es casi obvio para los especialistas en discusiones de género que esa violencia también se padece en el mundo digital. "Internet es la nueva calle", explica Carolina Ferraz, profesora de derecho de la Universidad Católica de Pernambuco (Unicap) y coordinadora del grupo Frida de Género y Diversidad. Según ella, "el espacio cibernético es nuestra casa, nuestro barrio, no se lo puede concebir como algo alejado de la realidad". Es un lugar que permite "la continuidad del sistema machista, la cultura de la banalización de la violencia de género que mira a la mujer como un objeto", dice Débora Torri, gerente de contenido de la ONG feminista Olga.

Cuando María Eduarda sufrió acoso viral, no era la primera vez que sentía el peso de esa cultura sobre el propio cuerpo. La diferencia fue la exposición involuntaria y la vergüenza inmediata. La foto ya estaba en seis grupos de universitarios en la aplicación de mensajes. En grupos de amigos y extraños. A la imagen le colocaron flechas apuntando hacia su seno. "Yo miré la foto y tuve dificultad para ver la aréola, no sé cómo las personas la

notaron", recuerda. Su primera reacción fue sentarse a llorar. Luego, contarle a su madre, quien la trató de irresponsable.

Aquel día, María Eduarda se subió avergonzada al autobús. Según ella, todas las miradas eran de acusación, todos los pasajeros habían visto la foto. Y no había nada de absurdo al deducirlo: el 61% de la población brasileña es usuaria de la red. Es decir: seis de cada diez pasajeros del colectivo eran potenciales consumidores de su imagen. Ese día, se encontró con sus 59 compañeros de clase, y nadie habló con ella sobre el tema.

Acosador en seriePie de foto: Rose Leonel nombra el proyecto de ley que tipifica los delitos en línea contra las mujeres en Brasil.

Ella era columnista de un canal de comunicación local. Él, empleado directivo del mayor centro comercial de la ciudad de Maringá, en el estado de Paraná. Transcurría el año 2006, Rose Leonel quería terminar el noviazgo, pero su expareja no quería. Él le pidió volver y comenzó a amenazarla con el propósito de salvar la relación. Si ella no regresaba, él arruinaría su vida. Y así lo hizo: el hombre comenzó una incansable cruzada para manchar la imagen social de Rose. Le hackeó la cuenta de correo electrónico, y aprovechó algunas fotos íntimas que había intercambiado con la periodista para enviarlas a una lista de 15.000 contactos. Era una serie de fotos, algunas verdaderas, otras montadas a partir de imágenes de sitios de pornografía.

Sin estar satisfecho, cargó las imágenes en sitios pornográficos con el correo electrónico y teléfono de Rose, que empezó a recibir mensajes con propuestas e invitaciones para salir. Cuando las llamadas eran al teléfono fijo, quien atendía muchas veces era su hijo, que en ese entonces tenía 11 años. Incansable, el antiguo novio emprendió otras formas de reprobación pública. Hizo copias de un CD con las imágenes y las distribuyó entre familiares, conocidos y habitantes desconocidos de la ciudad. Fue a los barrios privados locales y dejó la grabación en la entrada de los mismos. Hizo carteles y los puso en el comercio popular del barrio.

"Lo denuncié a la justicia. Pagó una multa de tres mil reales y continuó cometiendo el delito. Estaba desempleada, caída en desgracia. Nadie en la ciudad quería involucrarse en mi caso, nadie me creía", recuerda Rose. "Las normas sociales imponen a las mujeres el cumplimiento de las reglas de decoro. Y, quien se atreve a huir, sufre una condena. En Internet, esa sentencia es más explícita", describe Ana Luiza Mousinho, presidenta de la Comisión de las Mujeres Abogadas del Colegio de Abogados de Brasil, Seccional Pernambuco (OAB-PE).

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CÓMO PREVENIR LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN INTERNET

Aunque no conozcas a la víctima, denuncia el contenido ofensivo, muéstrate dispuesto a colaborar y pregúntale en qué la puedes ayudar.

Infórmate sobre las políticas de uso de las plataformas digitales, para advertir si has visto algo que viola esas reglas.

Si te enteras de un caso de violencia contra la mujer, intenta contactarte con las autoridades o redes de apoyo cercanas a la víctima.

Recuerda que nadie es anónimo en Internet.

No compartas el contenido ofensivo o violento, aunque sea con la intención de alertar a otras personas o instar a que lo denuncien. Compartir puede perjudicar a la víctima.

Si ayudas a una mujer a hacer la denuncia, no identifiques a la víctima. Evita exponer aún más la situación.

Al hablar con la víctima, no la culpes. No intentes justificar la violencia.

Fuente: Olga, Conexões que salvam

El agresor en línea se aprovecha de esta tendencia de la sociedad para culpar a la víctima y, por lo tanto, actúa con el objetivo de destruir la vida de la mujer, dice Carolina Ferraz. Los expertos en seguridad informática y derecho argumentan que este tipo de violencia es tan destructiva como la violencia física. Además, porque en general es la suma de otras violencias, comenta Mariana Nadai de Olga. "Los efectos secundarios son similares: sentimiento de inferioridad, depresión o incluso el suicidio. "Hay una privación de la vida social, en términos de vergüenza, y censura, pues muchas mujeres al intentar denunciar sufren más violencia", resalta Débora Torri de Olga.

Rose tuvo que ir a San Pablo para contratar un abogado. En la justicia, consiguió que condenaran al agresor a un año y 11 meses de prisión y que le pagara una indemnización de R$ 30 mil. Esto pasó hace cinco años. La pena fue reducida a donaciones de canastas básicas, y la multa nunca se pagó. Aunque es dueño de una tienda comercial y posee un empleo formal, el delincuente no tiene ningún bien en su nombre. Para ella lo peor es la eternidad de la pesadilla. "Un delito en la vida civil tiene un comienzo, un desarrollo y un fin, en Internet se perpetúa, siempre hay una posibilidad de retorno", lamenta.

Múltiples formas de violencia

Lo que Rose Leonel sufrió tiene un nombre: sextorsión, uso de la imagen para intimidar o extorsionar. Una de las formas más comunes de violencia contra las mujeres en la red, junto al cyberbullying (ofensas) y cyberstalking (persecución online). El informe "Violencia de género en Internet: diagnóstico, soluciones y desafíos", de Coding Rights y Internetlab, identifica al menos 12 formas de violencia de género en línea. Cuando su pesadilla comenzó, a Rose le costó relacionar su propia experiencia con cualquiera de estos términos. Hoy en día, son la nomenclatura de un proyecto de ley que puede terminar con ese problema en Brasil.

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TIPOS DE VIOLENCIA EN LÍNEA

REALIZADO POR CODING RIGHT E INTERNETLAB

CensuraRealizar denuncias coordinadas para eliminar un perfil y bloquear publicaciones

OfensasHacer acusaciones falsas y crear perfiles falsos para acosar a alguien

Discurso de odioPublicar comentarios misóginos, transfóbicos y racistas

Amenazas de violencia físicaEnviar amenazas o intimidaciones por mensaje privado

StalkingAcosar a un usuario mediante interacciones no deseadas y/o obsesivas

Exposición de datos personalesDivulgar o amenazar con la divulgación de fotos íntimas o la exposición del contenido de conversaciones privadas

Robo de identidadSuplantar la cuenta o crear perfiles falsos con el nombre de la víctima

ExtorsiónPedir dinero o más fotos para no divulgar contenido íntimo

Hay dos desafíos en marcha relacionados con esta cuestión en el país. Uno de ellos es distribuir información que permita a las mujeres identificarse como víctimas y orientarlas sobre qué hacer. El otro es legislativo, para aplicar sanciones más severas que inhiban a los agresores y acaben con el mito de la impunidad en la red.

El proyecto de ley 5555/13, conocido como Rose Leonel, modifica la Ley Maria da Penha (11.340/06) con miras a tipificar la divulgación en Internet u otro medio de propagación de información, imágenes, datos, vídeos, audios, montajes y fotomontajes de mujeres sin su debido consentimiento. Para quien haga el registro, la pena es de seis meses a un año y una multa. Para quien divulgue sin autorización, dos a cuatro años y una multa. El proyecto se aprobó en la sesión plenaria y volvió a la Cámara de Diputados para su revisión. La expectativa es que en los próximos meses avance para que sea sancionado por la presidencia.

Los juristas aseguran que, incluso sin esa ley, ya existen formas para sancionar a los agresores con otras figuras vigentes en la legislación brasileña. El principal es como calumnia, injuria o difamación, según el caso. Dicha situación puede calificarse como acoso, por las situaciones de recepción de mensajes insistentes; y, en el área civil, como daños y perjuicios. Además la mujer puede recibir el amparo del Marco Civil de Internet (12.965/14), la ley 12.737/2012 (Carolina Dieckmann) y la propia Ley Maria da Penha.

"La Ley Civil, en el Artículo 19, dispone que también se puede responsabilizar a las plataformas por no remover contenido que hiere el honor de alguien. El artículo 21 establece que la plataforma no necesita una orden judicial para eliminar el contenido ", explica Raquel Saraiva, presidente de la Comisión de Derecho y Tecnología de la Información (CDTI) de la OAB-PE. La ley 13.642/18, publicada este año, asigna a la jurisdicción de la Policía Federal la investigación de delitos cibernéticos. Dicha ley puede acelerar la identificación del delincuente, así como la condena.

Los casos de violencia en línea contra mujeres pueden denunciarse en las comisarías de crímenes cibernéticos. En Pernambuco, la denuncia también puede realizarse en cualquier comisaría de la policía, de acuerdo con la Resolución 50 de la Policía Civil, publicada en febrero de 2017. El comisario Derivaldo Falcão dice que hoy existen dispositivos suficientes para identificar a los delincuentes, incluso con perfiles falsos.

Violación virtual

Pie de foto: Joana (nombre ficticio) sufrió amenazas cuando compartieron sus "desnudos" en la red.

Al principio, era sólo una conversación en Facebook, hasta que le pidió fotos sensuales. Joana *, que en ese entonces era una adolescente de 14 años, tenía miedo. Él envió una imagen y rompió el hielo. Ella envió dos fotos, sin mostrar su cara. En menos de 15 días, las amenazas comenzaron. Él le pidió más imágenes, en las que mostrara el rostro, se introdujera objetos en el órgano sexual o escribiera "Soy perra" en un papel. Joana estaba aterrada. No sabía qué hacer. Fue víctima de una "violación virtual".

Cuando ella decidió no enviar más fotos, el agresor tomó una serie de 10 archivos y los distribuyó en la web. Las imágenes cayeron en las manos de compañeros, amigos y personas de otros estados. Fueron a parar en la coordinación de la escuela religiosa en la que tenía una beca. En los pasillos, los niños pasaban y le decían: "Vi tus fotos, estabas sexy". Cada frase hería más la autoestima de Joana. El día que la madre fue a la escuela, convocada por la dirección a mirar las fotos, fue un infierno. "Ella dijo que ni una prostituta hacía eso, que sentía asco de mí y otras cosas."

Joana se sentía cada vez más culpable. Empezó a vivir encerrada dentro de su casa, afligida y sin celular. Sus amigos más cercanos se alejaron, avergonzados. Sentía vergüenza de sí misma. No podía ni mirarse al espejo. Todo le causaba dolor. En un intento por aliviar ese sufrimiento, tomó remedios con efectos sedativos que le quitaba a su abuela. Intentó cortarse siete veces la pierna derecha y tres veces el brazo izquierdo con una lámina de afeitar. "Me miraba y sentía rabia", recuerda.

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Qué hacer si sufres violencia en línea

Busca una red de apoyo.

No contestes los mensajes del agresor.

Registra todas las pruebas: copia la dirección de URL, haz capturas de pantalla y guarda los archivos.

Contáctate con la plataforma para reportar el incidente.

Dirígete a una comisaría, preferentemente acompañada por alguien de tu confianza. 

Tiempo después, buscó la ayuda de la Policía, pero no tuvo éxito en llevar adelante la acusación. Ni el que posteó ni los que repostearon fueron condenados. Sí, quien comparte también tiene responsabilidad, opinan Derivaldo Falcão y Carolina Ferraz. Sin embargo, la tipificación del delito depende de una jurisprudencia controvertida en Brasil, explica Raquel Saraiva.

Joana necesitó apoyo psicológico por un año y medio para conseguir volver a vivir. Aún hoy continúa con miedo. Rose conoce muy bien ese sentimiento, por ese motivo, decidió dedicar su vida a cuidar de mujeres víctimas de la violencia en línea, en la ONG Marias de Internet. Allí, acogen, aconsejan y orientan a las víctimas. En mayo de este año, Olga lanzó el sitio #conexõesquesquesalvam, para divulgar información y ayudar a las mujeres en esa misma situación. El Instituto Patrícia Galvão también hizo su parte, así como la ONG

Safernet, al divulgar análisis en sus respectivos sitios. A pesar de ser lenta, la información llega. Las mujeres, por lo tanto, se preguntan cuándo empezará también la indignación pública ante todos los casos de violencia de género en línea.

* Nombre ficticio** Este reportaje se elaboró en el marco de la Beca Cosecha Roja

http://www.diariodepernambuco.com.br/app/noticia/vida-urbana/2018/06/29/interna_vidaurbana,756232/violencia-online-mulheres-sao-o-principal-alvo-das-agressoes-e-difama.shtml