LOS DESAFÍOS DE ENSEÑAR

EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL

EN LA ESCUELA PRIMARIA

Como punto de partida diremos que consideramos a la Educación Sexual Integral:

• Ubicada en el marco de una Educación para la Salud y para el amor

• Canalizada a través del ejercicio de relaciones de afecto

• Encuadrada en criterios de libertad

• Entendida como ejercicio de autoconciencia y responsabilidad por el cuidado de sí mismo y del prójimo

La Educación Sexual Integral nos reconoce como personas únicas, entonces no debemos olvidar que:

Tiene una historia

Cada uno de nosotros:

Pertenece a un determinado contexto social

Merece que se escuche su palabra y su deseo

Por eso, proponemos la Educación Sexual desde una pedagogía de la pregunta

• Con certezas

• Con dudas

• Con interrogantes

• Con espacios vaciosYa que reconocemos el valor

de la pregunta como una potente herramienta de aprendizaje

Puesto que quien dice “no sé” puede cuestionarse y trabajar en la co – construcción de un conocimiento creativo

Dentro del marco presentado aceptamos que la sexualidad:

• Es una dimensión constitutiva de la persona que no se agota en lo biológico, ni se reduce a la genitalidad.

• Está presente a lo largo de toda nuestra vida, manifestándose de manera diferente en cada momento del desarrollo.

• Presenta múltiples dimensiones interrelacionadas:

espiritual

social

Ético – política

psicológica o afectiva

jurídica

biológica

• Se relaciona con la construcción de la subjetividad, o sea con la forma en que cada persona en interacción con otras va constituyéndose desde pequeña y se convierte en un ser único e irrepetible.

Por todo ello, enseñar ESI en la escuela implica acompañar integralmente a niños y niñas en su experiencia de crecer y vivir

Y para hacer el cierre de esta primera parte elegí traer hasta

aquí las palabras de un extraordinario ser

humano:

Ojalá podamos tener el

coraje de estar solos y la

valentía de arriesgarnos

a estar juntos, porque

de nada sirve un diente

fuera de la boca ni un

dedo fuera de la mano.

Ojalá podamos ser

desobedientes, cada vez

que recibamos órdenes

que humillan nuestra

conciencia o violan

nuestro sentido común.