Esos pequeños olvidados

Cuando uno empieza a estudiar astrología, la tarea de llegar a interpretar una carta natal completa parece una misión imposible e inalcanzable. Recuerdo pensaba… “Oh por Dios! Me va a llevar toda la vida aprender esto”; el significado de los planetas, de las casas, de los signos, combinar todo…además de los aspectos entre los planetas. Pocos años más tarde vino mi interés por la astrología kármica y el significado de los nodos lunares, sus aspectos y planetas regentes, los diferentes karmas que representan, y ese conocimiento encendió más aún mi pasión por la astrología, pero nunca parecía terminar de aprender todo el paquete. El tiempo pasó y empecé a entrometerme con los aspectos menores: biquintiles, sesquicuadraturas, semisextiles, quincuncios, quintiles, septiles y otros muchos nombres raros para entender, pero inquieto como soy con el conocimiento y no conforme con lo ya aprendido me dediqué a incorporar los puntos medios, las estrellas fijas y otras menudencias que, en su conjunto con los objetos celestes tradicionales, hacía de la interpretación de la carta natal un arte superior y extremadamente complejo de sintetizar en una interpretación ante el consultante.

Leyendo algunos autores especializados en temas muy puntuales del saber astrológico, me topé por accidente con los asteroides y me pregunté: “¿cómo voy a hacer para meter todo esto en la carta natal?” Sin embargo lo hice. Recuerdo que cada interpretación me llevaba más de 4 horas de explicación en un monólogo agotador. Con los años empecé a quitar elementos y ceñirme a lo fundamental y recurrir a otras facultades para detectar el detalle interpretativo del mapa natal y volví a los nodos y la astrología kármica que de por sí es extremadamente completa en dar sentido a la vida de un ser humano.

Hoy recordaba a esos pequeños olvidados, los asteroides Juno, Vesta, Pallas, Ceres y Quirón, y decidí escribir un poco sobre ellos, en especial los cuatro primeros que son los menos conocidos y usados en la interpretación tradicional.

Los asteroides empiezan a aparecer en la escena astrológica en los años ´70. Se trataba de cuatro diosas mitológicas y un quinto objeto llamado Quirón que representaba a un Centauro. La corte planetaria siempre fue dominantemente masculina. De entre los doce objetos celestes sólo dos eran femeninos: la Luna y Venus. La aparición de estas cuatro figuras femeninas poderosas parecía dar un toque de equilibrio a la carta natal. Ceres, la Gran Madre Universal; Juno, la compañera, Reina del Cielo, Consorte Divina; Vesta, la hermana y Gran Sacerdotisa; y Pallas Atenea, hija, guerrera, genio y Diosa de la Sabiduría. Incluso Quirón, el nuevo objeto celeste trajo una energía masculina muy compasiva y humanitaria al conjunto de los Dioses Celestes.

Le debemos la popularización de estos asteroides a la astróloga Eleanor Back. Estos asteroides, de entre más de una decena de miles que habitan el sistema solar en el llamado cinturón de asteroides, revolucionan cada cuatro años entre las órbitas de Marte y Júpiter. Para 1972 en pleno auge del movimiento feminista, esta astróloga publica las primeras efemérides de asteroides, tres años antes del descubrimiento de Quirón.

A la hora de interpretar el significado de estos asteroides en la carta natal, hay que mantener la idea de manera simple. Ceres representa a la madre así como todos los asuntos relativos a la

maternidad y su principio arquetípico, tanto desde la perspectiva del niño, de la madre y la forma en que estos impulsos se cuelan en nuestro psiquismo. Ceres es la misma diosa que Deméter, la primera correspondiendo a la mitología romana y la segunda en la griega; era la diosa de la cosecha y la agricultura y era la madre de Perséfone (la que lleva la muerte), hija de Deméter con Zeus (Júpiter), originalmente llamada Kore, fue la doncella que raptó Hades (Plutón y la llevó al inframundo, emergiendo como Perséfone y convertida en la diosa del submundo. Los romanos la llamaron Proserpina y estaba vinculada al renacimiento.

El mito es interesante porque en el significado simbólico de Deméter/Ceres, diosa de la agricultura y los cultivos, cuando su hija fue raptada por Hades, su pena fue tan grande que los campos empezaron a secarse y muchas personas murieron de hambre así como otros seres vivos en general. Es por ello que en la interpretación de la carta natal de un agricultor o granjero, cobre relevante importancia sus aspectos y los tránsitos que hace en la carta para un tiempo dado.

Volviendo al mito, los dioses preocupados por el bienestar de la Tierra, negociaron con Hades (Plutón) para que dejara a Perséfone emerger de las profundidades y permaneciera junto a su madre por seis meses al año. De esta forma se mantenía la alegría de Deméter/Ceres durante los meses de primavera y verano y las plantas y cultivos prosperaban en la Tierra, mientras que para el otoño y el invierno la naturaleza reflejaba la tristeza de Ceres con la partida de su hija Perséfone a cumplir el rol de esposa de Hades en el inframundo.

Cuando se analiza el caso de madres que han perdido a sus hijos, Ceres cobra una relevancia mayor.

La otra diosa que sigue es Juno, la compañera, la pareja. Es considerada la diosa del matrimonio y guardiana de los partos, del dar a luz un bebé. Tiene un tinte algo escorpiano debido a su tendencia a los celos y la posesividad afectiva. Es un asteroide que conviene analizar y observar en las sinastrías (comparación de cartas entre dos personas), a la hora de ver matrimonios, en especial en la comparativa de cartas analizar de qué manera Juno está vinculado a los planetas personales como Sol, Luna, Venus, Marte o incluso Mercurio, y qué tránsitos hay en tiempos de definir el porvenir o desarrollo de una unión amorosa, incluso en Revoluciones Solares o progresiones.

Juno era la Diosa esposa de Zeus (Júpiter), quien le era tremendamente infiel y de allí sus celos y posesividad. Pese a ello, Juno le era muy fiel a Zeus y siempre volvía a sus brazos, representando así los votos maritales. Un ejemplo clásico de Juno prominente en la carta es el caso de Hillary Clinton, ya todos conocen la historia.

El signo que ocupa Juno en la carta revela lo que la persona busca en un compromiso amoroso, sexual o comercial con otra persona. También es muy relevante a la hora de analizar amistades duraderas en las que la unión es casi un matrimonio (pero sin sexo).

Uno pude servirse del significado, posición aspectos de Juno para poder resolver patrones repetitivos en las relaciones y comprender más en profundidad por qué uno atrae o vive cierto tipo de situaciones amorosas a lo largo de la vida. Junto a las posiciones de Marte y Venus, otorga información muy valiosa.

Siguiendo el orden de estas deidades femeninas representadas por estos asteroides, Vesta es el arquetipo de la hermana, tanto en el sentido relacional en la familia como de aquellas mujeres que hacen votos de celibato y se convierten en monjas. Esto se relaciona a las Vírgenes Vestales, sacerdotisas encargadas de mantener el fuego encendido en el templo de la Diosa Vesta. Vesta representa la devoción y dedicación totalmente desprovistas de tinte egóico alguno. Es por esto que su posición en la carta puede indicar en qué sector de la vida nos dedicamos en exceso a algo, como por ejemplo en el caso de los adictos al trabajo o workaholics.

Vesta es la Diosa del Hogar, hija de Saturno y de Ops, hermana de Júpiter, Plutón, Neptuno, Juno y Ceres. Se la conecta con el fuego interior, el fuego del hogar que arde por siempre y mantiene la calidez de la familia. También se asocia al círculo que todo lo contiene y antiguamente se la veneraba encendiendo una vela color naranja para la protección del Hogar (atención cancerian@s).

Para terminar esta nota sobre asteroides, cierro con Pallas Atenea o simplemente Pallas. Si bien corresponde a una deidad femenina, su energía tiene clara tendencia masculina. En otras palabras, dentro de lo femenino es lo más masculino que hay. Encarna el principio arquetípico de la guerrera pero también de la hija. Uno puede imaginarse a esta diosa como la hija primogénita de un padre que anhelaba tener un hijo varón. Es también una diosa genio en el sentido de su gran inteligencia y por ello puede encontrarse estos atributos en la carta según la casa donde se encuentre y manifestándose acorde al signo en el que está. La posición de Palas en la carta natal indica, como explicaba, dónde uno puede poseer un genio destacado pero al mismo tiempo se trata de un genio del que uno duda o infravalora o lo tiene reconocido en su máximo caudal.

Palas tiene una gran habilidad de encontrar patrones en las cosas y cuando tiene malos aspectos en la carta natal puede ser un indicador de alguna disfunción cognitiva que, junto a otros factores que involucren a Mercurio puede causar dislexia, dificultades en mantener armonía en las relaciones o tendencias por demás agresivas que pueden acabar enturbiando o impidiendo la expresión saludable del genio o genialidad que se posea.

En un breve ejemplo, una persona con Palas en la casa 2 tendrá una genialidad o talento natural para el manejo de recursos o las finanzas. En Leo será concerniente a la vida amorosa, la conquista y seducción e incluso en las artes escénicas, etc.

Pues espero que esta breve nota ayude a arrojar algo de luz a la hora de contemplar la interpretación de estos cuatro asteroides en la carta.

Gracias.