Españoles Republicanos en Uruguay

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AUTORES/AS (p.o. de firma): Enrique Coraza de los Santos TÍTULO: Un destino casi invisible y una memoria viva, la del exilio republicano español en Uruguay REF. REVISTA/LIBRO: DIASPORAS. Revista de la Asociación para el Estudio de los Exilios y las Migraciones Ibéricas Contemporáneas (AEMIC), n° 12 - diciembre FECHA PUBLICACIÓN: 2011 ISSN 1577-3256 Un destino casi invisible y una memoria viva, la del exilio republicano español en Uruguay. 1 Enrique Coraza de los Santos Resumen La bibliografía sobre el exilio republicano español en América Latina sigue en cierta medida la importancia que los distintos países tuvieron en razón de su número, su significación o las particularidades en la recepción que algunos comportaron. Los autores y autoras que han realizado obras que cubren el subcontinente no suelen incluir a Uruguay como un destino significativo. En esa memoria de los destinos, Uruguay no suele figurar, o lo hace simplemente como una referencia más en un listado de destinos menores. Sin embargo, en la memoria de los uruguayos, las referencias al exilio español son significativas en los campos de la cultura, la política y hasta el sindicalismo. Por tanto, nuestra intención es realizar un acercamiento, desde diferentes fuentes, al exilio republicano español en Uruguay, a esa presencia y referencias en la memoria de los uruguayos y uruguayas partiendo de su significación en el presente. Palabras claves: Exilio, España, Uruguay, Cultura, Política. Abstract. The bibliography about the Spanish republican exile in Latin America has to do, somehow, with the importance that host countries had because of the number of the received refugees, their significance or the special features of their reception. Uruguay is not usually studied as a significant destiny by the authors who write about this subcontinent. In that destiny’s memory, Uruguay is not usually included, or it is as one more reference among a minor listed destinies. However, in Uruguayans’ memory, the references to the Spanish exile are quite relevant in culture, politics and even unionism. 1 Agradezco para este trabajo a Silvia Acerenza del Fondo del Centro Republicano Español de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UDELAR y al personal del servicio de préstamos de la Biblioteca Nacional en Montevideo. Finalmente a María Aránzazu Díaz Regañón Labajo por su lectura y comentarios. Este trabajo es una versión ampliada de un abordaje del tema en Dutrénit Bielous, S.; Allier Montaño, E. y Coraza de los Santos, E. (2008): Tiempos de exilios. Memoria e Historia de españoles y uruguayos. México, Fundación Carolina-Textual-Instituto Mora.

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AUTORES/AS (p.o. de firma): Enrique Coraza de los Santos

TÍTULO: Un destino casi invisible y una memoria viva, la del exilio republicano

español en Uruguay

REF. REVISTA/LIBRO: DIASPORAS. Revista de la Asociación para el Estudio de los

Exilios y las Migraciones Ibéricas Contemporáneas (AEMIC), n° 12 - diciembre

FECHA PUBLICACIÓN: 2011 ISSN 1577-3256

Un destino casi invisible y una memoria viva, la del exilio republicano español en

Uruguay.1

Enrique Coraza de los Santos

Resumen

La bibliografía sobre el exilio republicano español en América Latina sigue en

cierta medida la importancia que los distintos países tuvieron en razón de su número, su

significación o las particularidades en la recepción que algunos comportaron. Los

autores y autoras que han realizado obras que cubren el subcontinente no suelen incluir

a Uruguay como un destino significativo. En esa memoria de los destinos, Uruguay no

suele figurar, o lo hace simplemente como una referencia más en un listado de destinos

menores. Sin embargo, en la memoria de los uruguayos, las referencias al exilio español

son significativas en los campos de la cultura, la política y hasta el sindicalismo. Por

tanto, nuestra intención es realizar un acercamiento, desde diferentes fuentes, al exilio

republicano español en Uruguay, a esa presencia y referencias en la memoria de los

uruguayos y uruguayas partiendo de su significación en el presente.

Palabras claves: Exilio, España, Uruguay, Cultura, Política.

Abstract.

The bibliography about the Spanish republican exile in Latin America has to do,

somehow, with the importance that host countries had because of the number of the

received refugees, their significance or the special features of their reception. Uruguay

is not usually studied as a significant destiny by the authors who write about this

subcontinent. In that destiny’s memory, Uruguay is not usually included, or it is as one

more reference among a minor listed destinies. However, in Uruguayans’ memory, the

references to the Spanish exile are quite relevant in culture, politics and even unionism.

1 Agradezco para este trabajo a Silvia Acerenza del Fondo del Centro Republicano Español de la Facultad

de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UDELAR y al personal del servicio de préstamos de la

Biblioteca Nacional en Montevideo. Finalmente a María Aránzazu Díaz Regañón Labajo por su lectura y

comentarios. Este trabajo es una versión ampliada de un abordaje del tema en Dutrénit Bielous, S.; Allier

Montaño, E. y Coraza de los Santos, E. (2008): Tiempos de exilios. Memoria e Historia de españoles y

uruguayos. México, Fundación Carolina-Textual-Instituto Mora.

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According to this, we will try here to approach to the Spanish republican exile in

Uruguay from different historical sources, to its presence and its references on the

Uruguayan men and women’s memory, starting from its current significance.

Key words: Exile, Spain, Uruguay, Culture, Politics.

Introducción

Al hablar de historias del presente, de los exilios y las migraciones uruguayas en

España no podemos desconocer la relación con los procesos migratorios entre España y

Uruguay a lo largo del siglo XX y mostrar las correspondencias que existen entre ambos

sentidos de los movimientos de población. Estos movimientos, de ida y vuelta,

generaron relaciones de diferente índole que hicieron que, el capital -real y simbólico-

utilizado y creado por unos migrantes y una sociedad local, fuera utilizado por otros

migrantes que se desplazaron en sentido contrario.

“En el momento de mayor represión contra los uruguayos exiliados

en Buenos Aires, nos refugiamos en la Embajada de España y, como mi

padre había nacido en la provincia de Zamora, obtuve la nacionalidad. El

gobierno español nos otorgó la documentación y fuimos repatriados en el

barco Cabo San Roque,2 que nos dejó en Vigo el 18 de noviembre de 1976.

Aquel fue el mismo transatlántico que 70 años antes llevó a mi abuela

María de su empobrecida Galicia natal a Uruguay. Son paradojas que

condensan historias de vida, encuentros y desencuentros de nuestros

pueblos” (Miguel Fernández Galeano 2005: 39).

Se profundiza en las formas de proyección social y las diferentes estrategias que

los exilios republicanos españoles produjeron. En muchos casos, estos comportamientos

serán similares a los desarrollados, años después, por los exilios uruguayos en España, y

en otros, se observan fórmulas de reutilización de discursos, circunstancias coyunturales

nacionales y/o internacionales, experiencias previas, o las propias realidades de los

países, como estrategias para insertarse en la sociedad de destino.

2 El Cabo San Roque, propiedad de la empresa naviera "Ybarra y Cía SA", con sede en Sevilla, fue

construido en los astilleros de la Sociedad Española de Construcción Naval en factoría de Bilbao. Botado

el 6 de octubre de 1956, para ser entregado a sus armadores en abril de 1959. El proyecto fue español,

siendo uno de los mayores transatlánticos construidos en España. Después de su botadura, es incorporado

a la línea regular entre Génova y Buenos Aires con escalas intermedias en Barcelona y Santa Cruz de

Tenerife; línea por aquel entonces muy utilizada en el tráfico de emigrantes hacia Brasil, Uruguay y

Argentina. En los años siguientes es utilizado en la organización de cruceros turísticos por las costas

sudamericanas. Fuente: http://www.galeon.com/polosur/PRESENCIA8.htm (Consulta: 12 de noviembre

de 2010). Si bien, de acuerdo con las fuentes, el testimonio tiene un error respecto al nombre del barco, la

importancia radica en la memoria personal y familiar de un viaje de ida y vuelta entre estos dos puntos,

que se considera, a su vez, como parte de la historia del Uruguay.

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El desarrollo del exilio republicano español en Uruguay se presenta tomando en

cuenta diversas variables. Una de ellas, es relativizar la importancia que éste tiene en el

conjunto del exilio republicano, ya que Uruguay no representó uno de sus principales

destinos; sin embargo en algunos aspectos pueden observarse la presencia de figuras

destacadas o labores de proyección política y sindical importantes para la sociedad

uruguaya.3

El Uruguay que recibe la “España peregrina”4

La llegada de exiliados republicanos hacia América Latina se da en una

coyuntura difícil para el continente y para las circunstancias particulares que viven los

diferentes países del mismo. Las consecuencias de la crisis del 29 en Estados Unidos y

su proyección sobre el resto de América generarán situaciones de inestabilidad. Esta

inestabilidad, afectará la dimensión económica y política ya que, en muchos de ellos, los

sectores oligárquicos reclamarán medidas políticas de control y gobiernos fuertes que

desembocarán en procesos autoritarios, populistas o dictatoriales. A este elemento, se va

a sumar la repercusión que tendrá el crecimiento del fascismo y las tendencias

autoritarias en Europa, proyectándose en la política, con una división de los sectores

políticos y sociales en torno a la adhesión al fascismo o a la democracia liberal

(Halperin, 1995; Hobsbawm, 1995).

Uruguay, no es ajeno a este proceso y la reacción desde el punto de vista político

es la que se produce desde el gobierno del Dr. Gabriel Terra (1931-1938), líder del

Partido Colorado, proveniente del batllismo.5 Terra, apoyado en los sectores

conservadores del otro partido tradicional, el Blanco o Nacional,6 y en los sectores

oligárquicos, dará un golpe de Estado e instaurará una dictadura el 31 de marzo de 1933

que se va a extender hasta 1938. Como ya mencionara, la situación existente en los años

3 Tal vez aquí encontremos una diferencia respecto a la memoria existente en otros países, mientras en

muchos de ellos la referencia es al “exilio español”, en Uruguay lo es más a “los exiliados españoles”,

asociados a figuras nominalizadas, destacando su trascendencia en distintos campos más que al espacio

genérico como marca histórico colectiva. 4 Nombre de la revista literaria fundada por José Bergamín en México.

5 El Partido Colorado, uno de los Partidos Políticos más antiguos del mundo, nace como divisa en 1836,

representa fundamentalmente a los sectores urbanos e industriales y mantiene una tendencia liberal

republicana con una predominancia en el gobierno entre 1865-1959, 1966-1973, 1985-1989, 1994-2004.

Dentro de éste destaca la figura de José Batlle y Ordoñez (1903-1907 y 1911-1915) que lleva adelante

gobiernos de profundas reformas sociales y legislación de avanzadas conquistas laborales que terminó

identificando una forma hacer gobierno y hasta un paradigma socio-político cultural: el batllismo. 6 El Partido Blanco o Nacional es también uno de los más antiguos, nacido, al igual que el colorado como

divisa en 1836 y asociado fundamentalmente a los sectores rurales y de tendencia conservador y católico.

Ha disputado tradicionalmente el poder al Partido Colorado pero con menos oportunidades de gobierno,

entre 1959-1966 y 1989-1994.

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30 condicionaba en algunos aspectos los proyectos o las salidas que la oligarquía

pretendía imponer para enfrentar la situación imperante. Desde que asume el poder

constitucionalmente en 1931, el presidente Terra deja explícita su disconformidad con

las limitaciones que le imponía la Constitución de 1918, especialmente en el área

económico-financiera, que era justamente lo que el sector que representaba el gobierno

pretendía reformar. Por ello, uno de los objetivos fundamentales del gobierno, y en

concreto del Dr. Terra, será la reforma de la Constitución, y la fórmula, un golpe de

Estado. Ahora, ¿qué relación existe entre estos cambios y el exilio republicano español?

El lazo, lo localizamos en las condiciones con las que se van a encontrar los españoles

republicanos cuando pretendan llegar a Uruguay, ya sea directamente desde España,

desde Francia, Venezuela, México o países limítrofes como Brasil o Argentina.

Una de las reformas incorporada en la nueva constitución uruguaya impulsada

por Terra y plebiscitada el 19 de abril de 1934 es la restricción a la entrada de

inmigrantes. En realidad, endurece las medidas adoptadas por la ley 8868 del 19 de julio

de 1932 que ya establecía causales de “inadmisión” y de expulsión de extranjeros.7 Una

serie de decretos y reglamentos promulgados entre 1932 y 1934 van a sumarse a una ley

que por su carácter restrictivo se conocerá como la ley de indeseables. Estas leyes, se

van a complementar con una nueva ley de inmigración aprobada el 13 de octubre de

1936 que añade nuevos motivos para denegar la entrada de extranjeros como los

“factores políticos” o la necesidad de un certificado consular. El 23 de noviembre de

1937 se unifican las diferentes reglamentaciones sobre inmigración en un decreto

presidencial donde “... se hace clara alusión al conocimiento que se tenía de la entrada

de refugiados que no cumplían con los requisitos establecidos en la ley de inmigración

de 1936, o cuya entrada se hacía de forma ilegal” (Facal Santiago. S. 2002: 178). En

1936, en los periódicos montevideanos se denunciaba esta situación evidenciando la

preocupación social y política de ciertos sectores por lo que consideraban una injusticia:

7 En 1931 el senador del Partido Nacional Rodríguez Larreta realiza una exposición frente a la Cámara

planteando ya el ingreso de lo que denomina “inmigración indeseable” y lo que de acuerdo con el

pensamiento de su fracción política significaba de competencia excesiva para el obrero nacional la

incorporación de obreros extranjeros: “En nuestro país, con nuestra admirable y sin duda generosa

libertad, presenciamos el espectáculo de que vienen los mendigos y ancianos a cobrar las pensiones a la

vejez; que llegan los enfermos y dementes a ocupar gran parte de los hospitales, que vienen los rufianes y

maleantes a establecer el cuartel general de sus operaciones, y que aún llegan los trabajadores a

disputarles el salario y el trabajo a los hijos del país que se lo ganan con dificultad en estas horas de

crisis.” Si se observan los argumentos de este representante nacional uruguayo para rechazar la

inmigración se pueden establecer interesantes paralelismos con los utilizados por ciertos representantes

políticos españoles de sectores conservadores a este fenómeno en la España actual o muchos casos

similares en otros países, ya sea en el pasado o en la actualidad que son, o han sido, receptores de

inmigrantes.

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“…es una mala copia de la ley de residencia argentina, ha levantado la protesta unánime

de todos los núcleos políticos independientes, de las organizaciones obreras y culturales

de todos los hombres y mujeres que aman la libertad de la inmensa mayoría del país”.8

La protesta popular desembocó en una convocatoria de una gran manifestación el 25 de

octubre de 1936 y una huelga general de apoyo a la España Republicana. Asimismo, se

organizan en diferentes locales partidarios, especialmente del Partido Socialista

Uruguayo, conferencias de líderes políticos en apoyo a la causa republicana con una

gran afluencia de público.9 La Dra. Paulina Luisi, del Partido Socialista del Uruguay en

nombre de la Asociación de intelectuales, artistas, periodistas y escritores expresa:

“Bajo la apariencia de defensa social y racionalización de la

corriente de extranjeros, tiene una sola y única finalidad: el ataque a toda

idea de renovación social, la voluntad de utilizar la coerción contra toda

tendencia que aspire a un resurgimiento nacional. Tal ha sido, por lo

demás, en todos los países, la experiencia dolorosa que han realizado estas

leyes, creando el fantasma de las `ideas disolventes´ para hacerles servir de

instrumento a la persecución de toda ideología opuesta a las fuerzas que

detentan el poder”10

De todas formas, como ya mencionáramos, existieron excepciones a estas trabas

gubernamentales, representadas por funcionarios de inmigración o por representantes

consulares que intentaron burlar las directivas del Ministerio de Relaciones Exteriores

con tal grado de extensión de esta práctica, que hizo que retirara a los consulados la

facultad de entregar visados o llegó a costarle el puesto a muchos cónsules, en algunos

casos por dimisión y en otros por destitución.

En Uruguay, existieron ciertos obstáculos hacia la entrada de los republicanos,

pero de cualquier forma muchos lo hicieron, ya sea en forma directa desde su huida de

España o Francia, o a través de las fronteras con Brasil o Argentina. Los que provenían

de países limítrofes lo hacían huyendo de las restricciones que allí les imponían o

terminaron quedándose en Uruguay después de lo que en principio consideraban como

un lugar de tránsito hacia otros destinos.

8 El Sol. “Una gran agitación popular contra la ley `indeseable´. Todos los trabajadores, todos los hombres

libres formarán en la gran manifestación del domingo 25”. Montevideo, tercera semana, octubre de 1936. 9 El Sol. “Grandes demostraciones obreras contra la ley `indeseable´ y los sindicatos estatales” y

“Conferencia en el Centro `Augusto Babel´”. Ibidem. 10

Fondo del Centro Republicano Español. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

Universidad de la República (Montevideo, Uruguay).CRE. Fondo Paulina Luisi. Sección “Ley de

Indeseables”. 1 - “Ley contra Indeseables”, Montevideo, marzo de 1937. Exhortación en nombre de la

Asociación de Intelectuales Artistas, Periodistas y Escritores, A.I.A.P.E. 2fs.

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“A Uruguay los expatriados llegaron de a poquito, individualmente,

por casualidad o por lazos de amistad” (Grillo, 1995) “[...] la migración

se extendió en el tiempo y fueron llegando a medida que las circunstancias

personales y/o políticas lo permitían, porque los migrantes carecieron de la

calidad legal de refugiados, porque algunos censos proyectados no se

realizaron y también porque para muchos españoles el arribo a nuestro

territorio fue pasajero" (Lagarralde, Visconti, Martínez, s/f).

La situación será diferente para los que llegarán años más tarde, en los 50. Fernando

Aínsa desembarca en Montevideo con su familia y sobre ese momento nos dice:

“Nadie podía sentirse verdaderamente desterrado o expatriado en el

Uruguay de entonces, tantas facilidades teníamos los españoles, desde la

ciudadanía legal adquirida sin dificultad hasta los derechos cívicos y políticos

que nos permitían ser electores y elegidos en un sistema democrático hasta ese

momento indiscutido y único en el continente” (Aínsa, 1989: 159).

Considerando las cifras demográficas, podemos ver que, para el censo de 1908

la población del Uruguay era de 1.042.686, dónde los extranjeros representaban un

17.38 % y, para el de 1963, la población era de 2.595.510 y los extranjeros un 8 %.11

En

este contexto, los datos de arribo de españoles en el período que va desde la Guerra

Civil hasta mediados de los años 50 es el siguiente:

Inmigrantes españoles llegados al puerto de Montevideo 1938-195612

Años 1936-47 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 Total

237

(1938)13

1092 1179 2874 3997 3786 3840 3926 4467 358614

28984

El cuadro, nos muestra el aumento de llegada de españoles15

desde la década de

los 40 a la década de los 50 del siglo XX, dónde comienza a disminuir, considerándose,

el inicio de los años 60, como el fin de la última oleada inmigrante en Uruguay.

Muchos de los republicanos que llegan a Montevideo lo hacen porque tenían

familia establecida, o mantenían contactos que les permitieron en muchos casos obtener

contratos de trabajo y poder ingresar al país, evitando así, las dificultades interpuestas

por el gobierno. A su vez, sirvieron como salvoconductos, además de la acción de

11

Fuente: Instituto Nacional de Estadística www.ine.gub.uy (consulta 10 de mayo de 2011). 12

Elaboración propia. Fuente: República Oriental del Uruguay. Dirección General de Migración. La

inmigración en los últimos veinte años. Pedido de informes del representante nacional Sr. Enrique Erro.

Montevideo, 1956. 13

Para este período el informe sólo consigna los totales desagregando entre españoles e italianos

solamente para el año 1938. 14

Para el año 1956 recoge los datos del período enero a octubre. 15

En los censos los registros son bajo el concepto de “nacionalidad” pero no podemos afirmar que todos

sean exiliados, ya que especialmente a partir de fines de los años 40 se suma al exilio una nueva

emigración desde España de carácter económico dónde encontramos a gente que finalmente puede salir

del país después de la segunda guerra mundial y otros que lo hacen por las condiciones de vida de la pos

guerra. La segunda advertencia es que aquí consignamos solamente los llegados en barcos al puerto de

Montevideo, por tanto quedan fuera todos aquellos que lo hicieron a través de las fronteras terrestres o

puertos menores.

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ciertas autoridades consulares, los lazos con las organizaciones políticas uruguayas e

instituciones creadas en esos años, a la luz de la situación que estaba viviendo España,

como el Círculo Republicano Español. “De esta forma, los contactos familiares, junto

con los laborales o políticos fueron los que permitieron los primeros pasos de estos

inmigrantes en el país. Aunque el acercamiento a instituciones o colectividades

particulares también jugó un rol fundamental” (Lagarralde, Visconti, Martínez, s/f).

Las bases generadas por la inmigración española de oleadas anteriores, como lo

eran las redes establecidas y el mundo asociativo, permitió a los exiliados españoles

acomodarse a la realidad del país de destino, minimizando, en parte, el trauma del

exilio. Esto, se dio gracias a la particularidad de encontrar espacios culturales y sociales

de referencia identitaria, nacionales y regionales, especialmente para aquellos que

provenían de zonas donde ésta es muy importante, como catalanes, gallegos y vascos.16

En el Uruguay de los 30 y los 40 del siglo XX, asistieron a un enfrentamiento

ideológico similar al que dejaban en Europa. Si bien, por un lado reproducía el mismo

espacio de confrontación dejado, por otro, les permitía continuar con su lucha y sus

reivindicaciones, viabilizando y ayudando de esa forma a la permanencia de una

identidad ideológica y un sentido de vida en el exilio que se podía ver como una

prolongación de la lucha que se percibía como perdida en su espacio de origen.17

“Vivía en Montevideo, en un mundo de refugiados, donde la

devoción a la España republicana derrotada era tan grande como el odio a

la España franquista triunfante. En el Uruguay de entonces la solidaridad y

la simpatía hacia la causa republicana eran totales” (Aínsa, 1989: 159).

En Uruguay, bajo el gobierno de Terra, parte de la sociedad uruguaya y de la

colectividad española se inclinaba por la ideología nazi-fascista y franquista (Zubillaga,

16

Sin embargo, no debemos caer en las generalidades y simplificaciones de afirmar que los exiliados se

integran en las asociaciones en situaciones exentas de conflictos o problemas, como bien lo aclara Carlos

Zubillaga (2010) para el caso de los exiliados gallegos. 17

Este es un punto muy importante referido a los discursos sobre el exilio y la reutilización que éstos

hacen de referentes existentes en el pasado y en el presente para acercarse a la sociedad de destino y

elaborar sus estrategias identitarias. Así como los exiliados republicanos utilizarán la lucha anti fascista

como elemento de referencia para desarrollar su estrategia de lucha contra el franquismo a la vez que para

ser comprendidos por la sociedad uruguaya; de igual forma los exiliados uruguayos en España utilizarán

el exilio republicano español, no sólo como red de sustento, sino también como estrategia discursiva para

presentarse a la sociedad española como personas y grupos que vivían la misma realidad que miles de

españoles habían sufrido y sufrían en América. De esta forma puede observarse en el discurso del exilio

uruguayo elementos como la lucha anti-fascista (recordemos que los exiliados uruguayos llegan a una

España que vive los últimos años de la experiencia dictatorial del franquismo) y la mención al exilio

republicano como anclajes de identidad y acercamiento. Esta idea también es compartida por otras

investigaciones como el trabajo desarrollado por Silvina Jensen (2004) para su tesis doctoral sobre el

exilio argentino en Cataluña. También es de destacar que estas estrategias fueron posibles ya que tanto en

el caso del exilio republicano en Uruguay como en el caso de los exiliados uruguayos en España los

gobiernos permitieron (con matices, por supuesto, ya que la coyuntura política a veces no era la más

adecuada) las expresiones y manifestaciones de carácter político de éstos.

Page 8: Españoles Republicanos en Uruguay

2009); otra parte importante de la sociedad uruguaya, los partidos políticos de izquierda,

las alas más progresistas de los partidos tradicionales, buena parte del mundo cultural y

de la colectividad española, se identificaba con la lucha contra el fascismo. De esta

forma el exiliado se encontró con un espacio de solidaridad propicio para continuar con

su lucha

“... la Guerra Civil aglutinó a los sectores populares a favor de la

España Republicana, Comités de apoyo a la República fueron creados en

los barrios de Montevideo, en ciudades y pueblos del interior, dirigentes de

los partidos políticos democráticos y organizaciones sociales integraron

este tema a su discurso durante décadas [...] se constituyeron instituciones

como Casa de España y el Círculo Republicano Español, con la finalidad

de organizar y canalizar la solidaridad.” (Lagarralde, Visconti, Martínez,

s/f)

La presencia de los republicanos en el abanico del asociacionismo español fue

dándose en forma paulatina a partir de la instauración de la II República en España el 14

de abril de 1931, llegando a dominarlo y a establecer fuertes relaciones con los sectores

políticos uruguayos, como las líneas más progresistas del batllismo, algunos sectores del

partido nacional, el partido socialista y el partido comunista del Uruguay. De esta

forma, nacen instituciones como el Círculo Republicano Español en 1933.

El comienzo de la Guerra Civil, en 1936, reunió a los distintos sectores

republicanos y democráticos en un frente común con una presencia muy relevante en la

sociedad uruguaya que, uniéndose a la lucha antifascista, se prolongó hasta el fin de la

Segunda Guerra Mundial. En los periódicos de la época es posible rastrear las

adhesiones a los dos frentes de acuerdo con las tendencias políticas de cada uno de

ellos.18

La prensa uruguaya respondía fundamentalmente a intereses partidarios teniendo

a la izquierda periódicos como El Sol, de tendencia socialista y Justicia, comunista.

Dentro de los Partidos Tradicionales, El Día, que defendía los intereses del Partido

Colorado con una posición favorable a la república, y El Debate, órgano del Partido

Nacional más católico y favorable a los nacionales. Finalmente, El País representaba los

grupos más al centro del partido nacional o blanco, con una actitud de información pero

de condena al levantamiento militar, y al franquismo posteriormente. Reparando en los

titulares podemos dar cuenta de esta alineación, que es una muestra del clima que se

18

No se pretende hacer un análisis detallado de la prensa a lo largo de todo el período de la guerra, lo que

daría lugar a un artículo en sí mismo, sino, simplemente dar cuenta de las diferentes reacciones al

comienzo de la guerra, en la medida que definen las posiciones de los medios, políticas y sociales,

durante la contienda y por tanto frente a lo que será el exilio republicano.

Page 9: Españoles Republicanos en Uruguay

vivía en Uruguay como reflejo y preocupación de lo que estaba sucediendo en España.19

Desde los medios de prensa de la izquierda se alentaba al apoyo al bando republicano y

se condenaba la agresión fascista, tanto los socialistas: “El Partido Socialista del

Uruguay expresa su adhesión al pueblo español que con heroicidad sin límites está

aplastando la criminal revuelta fascista contra la República y la Democracia”;20

como

comunista: “El pueblo español, con heroísmo sin igual, se hace contra el fascismo. Los

fascistas son directamente sostenidos por Hitler, Mussolini y todos los reaccionarios”.21

Por su parte en el partido nacional observamos dos tendencias en sus órganos de prensa,

desde El Debate de corte católico se insiste, desde antes del estallido de la guerra, en lo

que se consideran atropellos a los bienes y personas de la iglesia y se nominaliza el

levantamiento militar en similares términos a los que lo hace la ultra derecha española:

“Va ganando terreno la revolución española” o “Progresa la revolución española”.22

Como ya mencionáramos, desde El País, de una tendencia más moderada, se remite a

las agencias internacionales, especialmente U.P. con una actitud de apoyo al gobierno

republicano: “La rebelión de la península va perdiendo terreno cada vez más,

considerando, las autoridades que el restablecimiento del orden será cuestión de poco

tiempo. Fuertes contingentes leales marchan al sur para dominar las posiciones de los

amotinados”.23

En el caso de los intereses de un importante sector del partido colorado

reflejado a través del diario El Día, desde un primer momento se hacen eco de la

situación en su primera página con grandes letras: “Una rebelión militar pone a prueba

la solidez del gobierno de España”.24

Uruguay estuvo presente de diferentes formas en la Guerra Civil Española.

Desde el punto de vista institucional, junto a la embajada argentina, en los primeros días

siguientes al 18 de julio de 1936, asiló a personas que frente al alzamiento militar

temían las represalias de los grupos de izquierda.25

Pero como ciudadanos, luchando a

19

Es importante aclarar que la presencia a diario en la prensa montevideana de cobertura nacional no era

un fenómeno solamente achacable a los acontecimientos de la guerra civil, sino que eran temas

recurrentes, al menos en lo relevado para el siglo XX donde se daba cuenta, principalmente, de los hechos

políticos, sociales y culturales españoles. También es constatable, que a partir de las elecciones de 1936

primero, y del golpe militar contra la república que da inicio a la guerra civil, después, la crónica se

vuelve permanente y con varios artículos, fotografías y con grandes titulares de portada en todos los

periódicos. El siguiente acontecimiento que tendrá igual cobertura será la Segunda Guerra Mundial. 20

El Sol. Montevideo, primera semana de agosto de 1936. 21

Justicia. Montevideo, 7 de julio de 1936. 22

El Debate. Montevideo, 21 de julio de 1936 y 25 de julio de 1936. 23

El País. Montevideo, 22 de julio de 1936. 24

El Día. Montevideo, 19 de julio de 1936. 25

Esto ocurría antes de que en septiembre de 1936 se rompieran relaciones diplomáticas con la República

Española y se retirara la embajada de Madrid (Zubillaga, 2010).

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favor de la República, fue parte de las Brigadas Internacionales, enviando un total de 56

combatientes.26

Asimismo, a iniciativa de la Dra. Paulina Luisi, que formaba parte en

Uruguay de comités pro ayuda, especialmente para los niños desplazados por la guerra,

se constituyó la “La Casita Uruguaya” en Torrente, Valencia. La Casita era un centro de

acogida para niños y niñas que además recibía ayuda con enseres y alimentos

directamente provenientes de los comités de ayuda en Uruguay.27

Durante la Guerra

Civil, la Dra. Luisi presidirá el “Comité de Damas de Ayuda al Pueblo Español” e

integrará otros, como el “Comité Pro España Democrática” y el “Comité de Afirmación

Republicana”, desde donde realiza una amplia labor nacional e internacional.28

En 1939,

propone al gobierno y al parlamento la creación de un “Centro de Emigrados de

España”.

En España, al finalizar la contienda mundial, pronto se perdieron las

esperanzas29

de que el avance aliado contra el fascismo en Europa se continuara con una

invasión a España después del año 45. Estas circunstancias, sumadas al inicio de la

Guerra Fría, la consolidación del régimen dictatorial franquista, su aceptación

internacional en los años 50 del siglo XX, frustraron las esperanzas de los republicanos

de lograr la finalización rápida de la dictadura. Esta serie de elementos, sumados a la

llegada de nuevos inmigrantes españoles al Uruguay, ajenos a las luchas político-

ideológicas de los años 30 y los 40 del siglo XX, desembocó finalmente en la ruptura30

26

Fuente: http://lamemoriaviva.wordpress.com/2009/11/09/homenaje-a-los-brigadistas-internacionales-

uruguayos-que-participaron-en-la-guerra-civil-espanola/ (Consulta, 10 de junio de 2011). 27

CRE. Fondo Paulina Luisi. Sección República Española. Serie. Solidaridad con la República Española.

Doc. 7: Copia de cartas de niños de Torrente, agradeciendo la ayuda enviada desde Uruguay. Las cartas

están fechadas entre el 26 y 27/2/1938; el envío de las mismas por la Office International pour l’enfance,

es del 23/4/1938 28

Entre sus labores ya destacadas, a partir de su experiencia en la diplomacia internacional intercede para

ayudar a los refugiados españoles a conseguir un destino seguro. En 1937 se dirige al gobierno de México

para solicitar el asilo para deportados republicanos por el gobierno uruguayo bajo el amparo de la “Ley de

Indeseables”. CRE. Fondo Paulina Luisi. Sección “Ley de Indeseables”. “4 – Carta al Sr. Ministro de la

República de México, don Luis Padilla Nervo, Carta en la que Paulina Luisi le brinda al ministro un

informe sobre los deportados, para los que solicita permiso de residencia en México, 21/3/1937. 4 fs. 29

Desde el periódico Lealtad en Montevideo se expresaba un año antes del fin de la guerra mundial:

“Existe la creencia bien fundada de que, a lo largo del año 44, se desenlazará seguramente la sangrienta

pugna europea; el conflicto planteado al mundo se encauzará hacia las soluciones que prometen un

porvenir mejor. Esas circunstancias crearán oportunidades de incomparable valor para nuestro pueblo.

Será indispensable disciplinar las fuerzas de la democracia española, impulsar todo lo posible sus

actividades y desarrollar sin tregua su acción en el e exterior para impedir que la causa de España pueda

ser eclipsada en el instante de afirmar el derecho de los pueblos a su soberanía y a sus libertad”.

Montevideo, 22 de enero de 1944. 30

Si bien existía un frente anti franquista en el exilio, éste no estaba exento de conflictos internos entre

los diferentes grupos, especialmente a partir de las distintas posturas adoptadas ante la marcha del

régimen español. En el año 1964, frente a la política de búsqueda de posibles aperturas o de cambio en las

acciones en España de las fuerzas del PCE, la CNT de tendencia anarquista, desde su representación en

Uruguay lanza un duro ataque a los comunistas acusándolos de oportunistas. ACRE. Sección Miscelánea.

Page 11: Españoles Republicanos en Uruguay

del frente de izquierda que formaba el Círculo Republicano. Hasta 1940 las dos grandes

instituciones que incorporaron el republicanismo fueron la Casa de Galicia y el Círculo

Republicano Español, sustituyéndose posteriormente al final de la guerra civil por el

Centro Republicano Español de tendencia socialista y la Casa de España, comunista.31

“Habiéndose realizado la fusión del `Círculo

Republicano Español´ con los de `Casa de España´, ha

quedado constituido el Centro Republicano Español. Esta

nueva entidad –ajena a toda influencia política extraña-,

desarrollará sus actividades dentro de las más puras

normas del republicanismo español, tales como han sido

plasmadas en la Constitución de 1931, y aspira a

englobar en su seno a todos los españoles republicanos y

a los amigos de la República Española en el Uruguay.”

(Martínez, 1999: T I, 45)

Estas dos corrientes pervivieron hasta los años 197032

pero ya con una escasa

presencia en la vida pública y política uruguaya.33

La Casa de España de Montevideo va

a subsistir hasta junio de 1979 cuando, debido a la recuperación democrática española y

a las primeras elecciones libres, decide disolverse, ya que su sentido pierde vigencia al

retornar al estado de derecho (Martínez, 1999: T II, 297).

Con la llegada de los exiliados, comienza una nueva dimensión de las

movilizaciones acontecidas durante la guerra civil, de las propias organizaciones

españolas, y de los sectores políticos, sindicales, culturales y sociales de apoyo

uruguayo. Su objetivo pasará a ser la recepción y ayuda para recibir el exilio y la

denuncia de la ilegitimidad del gobierno franquista. Estas acciones se desarrollan, tanto

desde los espacios de representación, como con la creación de algunos medios de

prensa. Destacan entre ellos algunos como Lealtad definido como órgano de la

Serie Comunicados y declaraciones. Documento 11/15 de junio de 1964, Caja 10 Sobre 2, fs.: 37-38.

También otro episodio a título ilustrativo lo constituye, en 1966, la declaración de los grupos en el exilio

frente a los reclamos del gobierno franquista al inglés por la devolución del Peñón de Gibraltar. Mientras el

PCE, a través de Casa de España, apoya tal medida por históricamente justa, el Centro Republicano, si bien

lo suscribe (pero extendiéndola a otros puntos como las bases norteamericanas o incluso Portugal por

derecho histórico) no comparte el pedido por considerar que al ser un derecho no se debe pedir, sino exigir.

ACRE. Sección Miscelánea. Serie Comunicados y declaraciones. Documento 15/14 de octubre de 1966,

Caja 10 Sobre 2, fs.: 43-44. Estos ejemplos muestran las divergencias existentes, aspecto que también se

podrá observar en el exilio uruguayo como bien lo ha trabajado Markarian (Markarian, V. 2006). 31

Lealtad. “Editorial”. Montevideo, 10 de abril de 1941 32

En 1977, como resultado de las elecciones generales en España el Gobierno de la República en el

Exilio se declara disuelto e insta a las diferentes organizaciones a seguir la misma práctica. El Centro

Republicano Español en Uruguay a propósito manifiesta: “Las Instituciones de la República en el Exilio

ponen así término a la misión histórica que así se habían impuesto. Y quienes las han mantenido hasta

hoy, se sienten satisfechos porque tienen la convicción de haber cumplido con su deber”. CRE. Sección

Miscelánea. Serie Comunicados y declaraciones. DOC: 29. Montevideo; 1977, 7 de julio. Caja 10, Sobre 2,

fs. 71 a 76. 33

Un desarrollo exhaustivo y documentado de este proceso se encuentra en José Ramón Rodríguez Lago

(1988).

Page 12: Españoles Republicanos en Uruguay

Democracia Española, República Española como órgano del Centro Republicano o

España Libre. Incluso se disponía de espacios radiales como la hora radial del “Centro

Republicano Español” dos días a la semana en CX 10 Radio Ariel. La presencia de

medios españoles en Uruguay era muy abundante, especialmente en cuanto a revistas.

Considerando el período que va de la guerra civil, a fines de los años 40, encontramos

por ejemplo: Comité Sindical pro-ayuda al proletario español, España Democrática, La

España Moderna, España Nacionalista, La Gaceta Española, Revista Española, La Voz

de España y Raza Celta (gallega) (Acerenza Prunell, S. 2005). Es decir, la sociedad

uruguaya era partícipe de lo que sucedía en España desde múltiples medios, y por ende,

el exilio, no le era ni extraño ni ajeno, de ahí que, en un país donde la participación y

movilización ciudadana era importante, estos temas formaran parte de sus

cotidianeidades.

Entre las instituciones que se formarán podemos mencionar el Frente Español

anti franquista, que desarrolla importantes actividades públicas de apoyo a la lucha

contra la dictadura, así como de apoyo a la resistencia dentro de España.34

Se formará el

Movimiento Uruguayo de Solidaridad con el Pueblo Español que, entre otras

actividades, se ocupó de recabar finanzas para enviar a España para los movimientos de

resistencia y los familiares de los que estaban en las cárceles del régimen.35

Otra

organización será la Comisión Pro Amnistía para los presos políticos de España y

Portugal36

que contará con la adhesión de las instituciones de los gobiernos nacional

uruguayo y departamental de Montevideo. Finalmente, las consideradas organizaciones

españolas anti franquistas residentes en Uruguay: la CNT, Izquierda Republicana, PCE,

los llamados Partidos Vascos, el PSOE, la UGT y Ezquerra Republicana de Cataluña.37

El exilio español de la memoria uruguaya

México, Argentina, Chile, República Dominicana y otros países de América

Latina tienen la referencia del exilio español como un espacio complejo donde

convergen personajes, acciones, aportes y una memoria de esa “España peregrina” en el

país. Sin embargo, en Uruguay esa memoria es diferente. Si bien existe, no lo vamos a

negar, una referencia al exilio como conjunto, es cierto que los referentes están

34

CRE. Sección Miscelánea. Serie Comunicados y declaraciones. Documento 1Caja 10 Sobre 2, fs.:1 35

CRE. Sección Miscelánea. Serie Comunicados y declaraciones. Documento 8/1964, Caja 10 Sobre 2,

fs.: 15-16. 36

CRE. Sección Miscelánea. Serie Comunicados y declaraciones. Documento 2, Caja 11 Sobre 5, fs.: 2 37

CRE. Sección Miscelánea. Serie Comunicados y declaraciones. Documento 7/19 de octubre de 1957,

Caja 10 Sobre 2, fs.: 14 y 15.

Page 13: Españoles Republicanos en Uruguay

formados, más que por el espacio en sí, por una cuestión más nominal, relacionada con

hombres y mujeres que fueron importantes en distintos ámbitos. Por lo que hablar el

exilio republicano español en Uruguay es hablar de figuras, de nombres, de redes y

relaciones establecidas por éstos.

En el conjunto del exilio destacó una nutrida presencia del exilio cultural,

fundamentalmente en Montevideo, que además de relacionarse con la importante

actividad que la ciudad concentraba, sirvió de plataforma para nuclear espacios de

solidaridad. Para muchos exiliados significó una oportunidad laboral, especialmente en

las letras, aunque nada comparable como lo desarrollado en Argentina o México.

Algunas revistas contaron entre sus colaboradores con personajes importantes, si bien

como señala Rosa María Grillo “...Uruguay no ofrecía muchas oportunidades para que

los intelectuales desterrados pudiesen sobrevivir con los recursos derivados de su oficio

de escritor” (Grillo, 1995). Me parece importante mencionar algunos personajes que, o

bien se exiliaron durante buena parte de su vida en Montevideo, o pasaron parte del

mismo en la capital uruguaya. Nombres como los de José Bergamín (1947-1954 y en

1964), considerado una de las figuras más importantes e influyentes del exilio en

Montevideo, catedrático de literatura española en la Facultad de Humanidades y

Ciencias de la Universidad de la República; León Felipe, que dictó conferencias entre

1947 y 1948; Juan Ramón Jiménez, que estuvo en 1948; Rafael Alberti y María Teresa

León que, si bien vivieron en Buenos Aires, gustaban de veranear en Punta del Este;

José Carmona Blanco; Francisco Contreras Pazo y Benito Milla, o Álvaro Fernández

Suárez, que llega a Montevideo en 1940 comenzando a colaborar ese mismo año en

Marcha, una de las publicaciones más influyentes e importantes en el ámbito cultural y

político de la izquierda uruguaya. En esta publicación, colaborará Francisco Contreras

Pazo en los años 1950,38

así como Ferrandiz Alborz con el diario El Día. Otros, incluso

crearán sus propios medios, como Benito Milla, quien después de un duro exilio en

Francia se instala en Uruguay y en 1956 funda y dirige la revista Deslinde (1956-1961),

continuando después con Temas (1965-1967). En el plano editorial, Milla crea varias de

ellas en el exilio, en Montevideo, la Editorial Alfa, y a fines de los 60 se traslada a

Venezuela donde aparece la Editorial Monte Ávila. En la revista Deslinde participará

38

Francisco Contrera Pazo, será Profesor de Idioma Español y Literatura y asesor de Letras en la

Intendencia de Montevideo. En el año 1968 es detenido dentro de las medidas de control y represión que

los gobiernos autoritarios de la época van a comenzar a desarrollar hacia los distintos ámbitos de la

sociedad uruguaya, entre ellos la educación. Será liberado rápidamente pero muestra la participación de

los exiliados en la vida político social del Uruguay. CRE. Sección Miscelánea. Serie Comunicados y

declaraciones. Documento 4, Caja 10, Sobre 2, fs.: 8 y 9.

Page 14: Españoles Republicanos en Uruguay

José Carmona Blanco como crítico literario y teatral. Finalmente, en este plano literario,

Fernando Aínsa, quien se destaca como ensayista y cuentista publicando trabajos sobre

el exilio español en Uruguay. (Grillo, 1995; Aínsa, 1989).

No sólo en el mundo de las letras sobresalen los exiliados del ámbito cultural,

también en el teatro39

o las artes plásticas. Uno de los personajes más destacados es

Margarita Xirgú, amiga personal e integrante del grupo de Federico García Lorca.

Margarita Xirgú se encuentra en La Habana en el momento del estallido de la guerra y

de la muerte de su amigo Federico; nunca regresará a su España natal y muere en

Montevideo el 25 de abril de 1969. Dirige la Comedia Nacional y la Primera Escuela

Municipal de Arte Dramático en Montevideo (1949) que hoy en homenaje lleva su

nombre. Cuando deja la dirección de la escuela, la sustituye otro exiliado español, José

Estruch. En el año 1943, como directora general del SODRE, Margarita Xirgú integra

en la nueva compañía a sus antiguos compañeros españoles en el exilio: Amelia de la

Torre y Enrique Diosdado.

“Aunque Montevideo no figure entre las grandes capitales del exilio

español, como lo fueron México, Buenos Aires, La Habana (pienso en María

Zambrano y Manuel Altolaguirre) o San Juan de Puerto Rico (pienso en

Pablo Casals y Juan Ramón Jiménez) fue –sin embargo- una ciudad donde

encontraron refugio artista y escritores que marcarían la vida intelectual del

país” (Aínsa, 1989: 164).

En las Artes Plásticas destacan los escultores Pablo Serrano y Eduardo Yepes:

mientras el primero regresa a España en los años 1940, el segundo se radica en

Montevideo pudiendo verse importantes muestras de su trabajo en diferentes puntos de

la ciudad. (Aínsa, 1989). Otro personaje importante, tanto en las letras como el

periodismo, la poesía o el ensayo, y en las artes plásticas como pintor, grabador,

muralista y escenógrafo es Luis Seoane, que vive su exilio compartido entre

Montevideo y Buenos Aires, colabora ayudando a los exiliados y emigrantes gallegos y

es un firme defensor de la causa galleguista (Martínez, 1999: T II, 365).

En la música, debemos mencionar a Enrique Casal Chapí, intelectual y músico

que se exilió primero en República Dominicana, en 1941, para pasar luego a

Montevideo, en 1945. Actuó como director artístico de Radio Nacional y su Orquesta

Sinfónica, actividades que simultaneó con la dirección de la Asociación Coral y la

39

En este apartado el agradecimiento a Marita Fornaro, Directora de la Escuela Universitaria de Música

de la Universidad de la República (Montevideo-Uruguay) y Marcelo Sienra del Centro de Investigación,

Documentación y Difusión de las Artes Escénicas (CIDDAE) del Teatro Solís (Montevideo-Uruguay).

Page 15: Españoles Republicanos en Uruguay

cátedra de composición del Conservatorio de Música. Fue maestro de otros grandes

músicos uruguayos: Ricardo Storm, Jaures Lamarque Pons y Nydia Pereyra Lisazo.

Se puede decir que el exilio republicano en el Cono Sur, especialmente lo que se

refiere al exilio cultural, y concretamente el que se radica en Montevideo y Buenos

Aires, es un exilio rioplatense. Estas dos ciudades, si bien históricamente rivales, han

mantenido una historia común en el ámbito de la cultura, compartiendo características

similares en muchas áreas, como la música con el tango, o el teatro y las letras. Los

exiliados, y exiliadas de ambas márgenes, acostumbraban a compartir su estancia en las

dos capitales así como, una red que las incluía a ambas. No ocurre lo mismo en otros

ámbitos, como el sindical o el político, donde las divergencias entre las historias

políticas de ambos países no guardan estas relaciones tan estrechas y las redes, que sí

existieron, eran más débiles.

Las estrategias del exilio republicano español y su proyección en la

política y el sindicalismo uruguayo.

Es interesante comenzar con algunos testimonios de personajes del escenario

político partidario uruguayo actual que mencionan la relevancia del exilio español en

alguna faceta de su formación ideológica, en la del partido político o movimiento

revolucionario al que pertenecían:

“El `trotskista´ Abraham Guillén, militante del POUM, trabajaba

en el diario Acción, y algunos de sus textos inspirarían una década

después la filosofía y la acción del MLN `Tupamaros´ uruguayo.

Anarquistas españoles contribuirían a la formación del grupo Comunidad

del Sur, de gran incidencia en el pensamiento comunitario uruguayo de

los años 1960 y en los fundadores en el exilio de Suecia, en los años 1970,

de la Editorial Nordam/Comunidad...” (Aínsa, 1989: 167)

En este sentido es relevante el testimonio del hoy Presidente de la República

Oriental del Uruguay, José Mujica, del MPP y destacado integrante del MLN

Tupamaros, quien en el libro escrito por el periodista César Campodónico nos dice:

"[con amigos como Renzo Pi y Alejandro Paternain] éramos muy

afines [...]. Hacíamos tertulias, íbamos a la Facultad de Humanidades,

también a la casa de José Bergamín, conocimos a Paco Espínola. El tema

de la guerra civil española durante mi juventud estaba presente, aparecía a

cada paso, dejó una herencia cultural muy importante. Yo no me acuerdo

de los tiempos de la guerra civil porque era muy niño. En cambio, los

recuerdos que tengo de las tertulias de Bergamín son imborrables, fue uno

de los hombres más brillantes que conocí en mi vida. Era impactante.

Íbamos a escucharlo a la Facultad de Humanidades por la calidad de su

mensaje. Él aglutinaba a la gente joven, era uno de esos tipos que andaba

por la vida sembrando. Y a aquella edad uno era como una esponja,

Page 16: Españoles Republicanos en Uruguay

absorbía todo. Al fin de cuentas, ese fue un capital que me quedó [...]."

(Campodónico, 1999: 23)

Encontramos este tipo de referencias en otro ex dirigente Tupamaro y escritor,

Mauricio Rosencof:

“Yo tenía tres años y viví con mucha intensidad el comienzo de la

guerra de España en casa, porque mi vieja tejía calcetines para las

Brigadas Internacionales, mi viejo discutía en yiddish la participación de la

guerra y dejaban de llegar las cartas de los familiares. [...] Recuerdo que la

primera canción que sonó en mis oídos fue Ay, Carmela.” (Butazzoni, 2002:

17).

Y es un recuerdo en la mente del General Líber Seregni, hoy fallecido y quien

fuera el líder fundador del Frente Amplio (hoy partido de gobierno):

“Para mí hay dos grandes vertientes que explican por qué se implicó

tanto nuestro pueblo en la guerra de España: una es la presencia de una

fuerte inmigración española muy importante... Bueno, cada quién tiene un

pariente español en la familia. La otra es la situación política nacional e

internacional. En mi casa, los problemas de España estaban muy

presentes”. (Butazzoni, 2002: 17-18).

Una exiliada uruguaya en Barcelona que trabajó mucho en el área de la

solidaridad comentaba:

“Y en este tema de la solidaridad... a mí me fue muy fácil porque,

porque acá en Uruguay, muchos años yo fui solidaria con la España

republicana, [...] seguía existiendo, el padre de Carmiña (exiliada

uruguaya en Barcelona cuyo padre fue exiliado español) era el encargado

de la Casa de España acá. Entonces acá la solidaridad con España, pero

después la solidaridad con Cuba, es decir, el tema de la solidaridad para mí

era una cosa normal...40

Otra exiliada, Marta Nelly, gestora de un espacio cultural de referencia del exilio

uruguayo en Barcelona habla de sus conexiones con el exilio republicano y así lo refleja

una entrevista realizada en 1978: “Ella vivió la emigración española del 39 a

Sudamérica de los españoles republicanos y el movimiento de Solidaridad que hubo en

su país. Ahora se da el viaje de vuelta”.41

Estas reflexiones se dan desde el exilio barcelonés de algunos uruguayos:

“Uruguay, como formación étnica-cultural, sin duda, es el país

suramericano más nítidamente ensamblado con Europa (fundamentalmente

con la parte latina). Su historia, no solamente política o económica, sino la

historia familiar de su población tiene sus raíces en los pueblos de España e

Italia. El abuelo `gallego´ o `tano´ es lo primordialmente más generalizado.

De lo expuesto se desprende que Uruguay siempre ha sido un país de

inmigrantes, un país receptor de pueblos trasplantados, un país síntesis de

pueblos. Hoy los términos se alteran y Uruguay se convierte en país de

40

Entrevista: EL/Montevideo/08-2001. 41

S/a: “Con Marta Nelly y desde la radio barcelonesa. Plataforma con Hispanoamérica” Tele/eXpres. 27

de febrero de 1978.

Page 17: Españoles Republicanos en Uruguay

emigrantes. ¿Cuántos se han ido en los años 70? ¿Un 20 % de la

población? ¿Un 30 %? ¿Más aún? El hecho es que los descendientes de

aquellos abuelos o padres en un significativo porcentaje vuelven a la tierra

de sus antepasados. La historia familiar (que es parte de la historia de un

país que para hacerse también tuvo que hacer, como pueblo su éxodo) sigue

bajo el signo de la migración, de los trasplantes. ¿Un destino de desarraigo

permanente?”42

Un exiliado uruguayo en Madrid, protagonista de las primeras organizaciones de

ayuda a los exiliados comenta:

“El pueblo español, por su lado, venía de sufrir cuarenta años de

franquismo y sus primeros gobiernos democráticos carecían de la

experiencia y los instrumentos para garantizar los derechos humanos de los

refugiados. En este sentido CEAR empezó a satisfacer sus necesidades, pero

también garantizó a la sociedad española en su conjunto y al propio Estado

la tarea de empezar a saldar su deuda con las democracias y los pueblos

que habían acogido de manera solidaria y humanitaria a los exiliados de la

dictadura de Franco” (Fernández Galeano, M. 2005: 43).

Existieron fuertes relaciones entre las organizaciones políticas y sindicales del

republicanismo español en el exilio, tanto en Europa como en América, con las

organizaciones uruguayas. Esos contactos se realizaron durante la época de la guerra

civil española y el franquismo, inscritas dentro del movimiento de solidaridad con la

causa republicana; como lo demuestra la gran cantidad de correspondencia existente

entre las organizaciones mencionadas.43

De la misma forma se dio en los años 1970

entre la Convención Nacional de Trabajadores del Uruguay (CNT)44

en el exilio y sus

homólogas españolas, ahora luchando en la legalidad de la transición española. En

1977, Roberto Olmos, representante de la Central Sindical en el exilio en Europa, en

una carta desde París, donde se encontraba invitado por la CGT de Francia para explicar

42

Denis José. “Inmigrantes; ni más, ni menos” Nexo. Barcelona. Casa del Uruguay, nº 1, 2ª época, enero

de 1980. 43

Como ejemplo podemos citar la enorme correspondencia entre la Secretaría General de la

Confederación de Sindicatos Obreros, el Comité Obrero de Acción Sindical Independiente, la Federación

de Empleados y Obreros de Telecomunicaciones y la Confederación Sindical de Uruguay. Fundación

Largo Caballero (Madrid-España) FLC –UGT Madrid – AI/SRI- Secretaría de Relaciones Internacionales –

382-20 / 1952/64/71. Uno de estos documentos que nos parece interesante reseñar es la reproducción de

un telegrama con fecha 23 de diciembre de 1958 dirigido al dictador, el Jefe del Estado Español,

“Generalísimo” Franco y que decía: “FEDERACIÓN DE EMPLEADOS OBREROS DE

TELECOMUNICACIONES DEL URUGUAY EP AFILIADA INTERNACIONAL CORREOS

TELÉGRAFOS TELÉFONOS DE TODO EL MUNDO LIBRE HACE PRESENTE SU

PENSAMIENTO Y ACCIÓN A FAVOR LIBERTAD COMPAÑEROS OBREROS Y

PROFESIONALES UNIVERSITARIOS DETENIDOS POR DEFENDER DERECHOS HUMANOS” y

firman: Antonio Nicolini –Presidente- Emio A. Felloni – Secretario General. Lo interesante es que en los

años 70 y 80 del siglo XX, los representantes del movimiento sindical español de Comisiones Obreras y

UGT desarrollan las mismas acciones con telegramas de similares reivindicaciones a las autoridades de la

dictadura cívico militar uruguaya. 44

Central Única de Trabajadores nacida el 1º de octubre de 1966.

Page 18: Españoles Republicanos en Uruguay

las condiciones de los trabajadores uruguayos, dirigida a los compañeros de Comisiones

Obreras en España, señalaba:

“Está de más decirles con cuanta atención seguimos el proceso que

uds. viven en estos momentos, ya que para los trabajadores y el pueblo

uruguayos, las luchas de los trabajadores y pueblo de España nunca le

fueron ajenas, sino por el contrario, llegaron a formar parte de su propia

lucha. Y este sentimiento jamás llegó a disminuir en lo más mínimo. Por

eso, aún en los momentos tan difíciles por los que atravesamos no dejamos

de sentir la satisfacción por vuestros éxitos [...] El destino, por así decirlo,

ha querido que tantos españoles exiliados en nuestra patria hayan podido

volver a la suya; mientras que muchos uruguayos hayan debido tomar el

camino del exilio ahora en España”.45

El 17 de mayo de 1937 la CGT del Uruguay se dirige a la UGT España con el

fin de:

“hacer más amplia la solidaridad del pueblo uruguayo con la

España democrática y antifascista que se bate en forma heroica contra los

enemigos interiores y exteriores segura que con la solidaridad de todos los

pueblos que luchan por sus libertades terminará con la bestia negra” y

continúa “...el movimiento sindical desea compartir la responsabilidad del

momento junto a los trabajadores de España, ampliando la solidaridad

moral y material y sugiere a los camaradas que componen la Ejecutiva de

la U.G.T., como una de las formas de ampliar esta corriente de opinión y

encauzarla hacia la solidaridad más amplia. Iniciar el acercamiento de

nuestra Central Obrera y demás Sindicatos...”.46

Desde ese momento además se aboga por estrechar lazos entre el mundo sindical

de ambos países:

“Sólo esperamos del compañero tres cosas 1º) Mantener estrechas

relaciones con nuestra organización y con el movimiento de nuestro país.

2º) Que esta nota y también una contestación para mantener la ligazón, les

sea pasada y pedida al Sindicato del Calzado de Valencia. Solicitamos de

ellos que nos manden correspondencia; afiches, material de propaganda,

etc. y 3º) desde aquí, los exhortamos a la unidad sindical y del pueblo...”47

.

Los contactos entre los diferentes exiliados republicanos en América pueden

observarse a través de la correspondencia. Como la establecida entre Antonio Guardiola

(exiliado en Montevideo) y Amaro Rosal (exiliado en México) informándose sobre las

situaciones en que se encontraban las colonias de españoles, las instituciones que

acogen actividades de los Comités y Organizaciones de ayuda a la España Republicana

45

Fundación 1º de mayo (Madrid-España) F1M. Delegación Exterior. Comunicados en solidaridad con el

pueblo uruguayo de la Convención de Trabajadores de Uruguay, la FSM y el Consejo Mundial de la paz.

13-13. 1977. Convención Nacional de Trabajadores del Uruguay. Carta de Roberto Olmos –CNT del

Uruguay- a CCOO en España. París, enero 23 de 1977. Folios 1 y 2. 46

Fundación Pablo Iglesias. Archivo del Movimiento Obrero (Alcalá de Henares-España) FPI. Organizaciones

políticas y sindicales extranjeras UGT – C.E. Confederación General del Trabajo de Uruguay FPI/AH 48-

32-V-VI-1937 Folio 001. 47

Ibidem.

Page 19: Españoles Republicanos en Uruguay

y la situación política de los países de residencia.48

Ejemplo de ello es la mantenida

entre Venancio Lozoya desde Montevideo y Amaro Rosal en París, en este caso

abocado a las relaciones entre el gremio bancario uruguayo y los exiliados de los

gremios bancarios españoles “...es natural que desde el primer momento busqué el

contacto con los colegas y he conseguido entre ellos buenas amistades y una cierta

autoridad que me ha permitido llevarles la inquietud por los problemas de España”.49

Además de la correspondencia existe un continuo fluir de informaciones e invitaciones

para participar en los Congresos de UGT en el exilio, especialmente en Francia,50

o

estrechar relaciones con los diferentes gremios bancarios de América Latina;51

de todas

formas las cartas siempre reflejaban el amplio mundo de la solidaridad que se desarrolló

desde el movimiento sindical: “La simpatía y el cariño de estos pueblos por nuestra

causa, es terreno propicio a nuestra empresa”.52

El intercambio epistolar alcanza,

además, al exilio francés por parte de la UGT a través de su Secretario, Amaro Rosal,53

invitando a los Congresos a realizarse en Francia54

o establecer contactos con diferentes

ramas del movimiento sindical como las Federaciones de Funcionarios Públicos.55

Podemos encontrar contactos entre dirigentes políticos, como la activa

correspondencia y amistad establecida entre Rodolfo Llopis, Secretario General del

PSOE en el Exilio (Francia) y Emilio Frugoni, Secretario General del PSU.56

En este

caso respondía a invitaciones a participar de los Congresos del PSOE en el Exilio,57

o a

intercambio de informes sobre lo ocurrido en las diferentes instancias de reuniones de

los Partidos Socialistas, las del exilio o europeas, como la celebrada por la Conferencia

Socialista Internacional en Copenhague (1950) donde fue admitida la adhesión del

PSU,58

o informes de las Direcciones Ejecutivas59

o incluso intercambio de

48

FPI. Correspondencia con particulares. Antonio Guardiola (Montevideo) FPI/AARD-301-13 (1937 -

1941) folios 001 a 009. 49

FPI. Correspondencia con particulares. Venancio Lozoya (Montevideo) FPI/AARD-317-11 (8-06-1945

/ 5-05-1949) folio 003 (11 de enero de 1946) 50

Ibidem. Folio 006 (11 de marzo de 1946) 51

Ídem. Folio 021(octubre 8 de 1947) 52

Ídem. Folio 036 (1949) 53

FPI. Correspondencia con Centrales Sindicales. Unión General de Trabajadores. FPI/AARD-290-41 IV

– 1946 / III- 1948. 54

Ibidem. Folio 001 (18 de abril de 1946) 55

Ídem. Folio 003 (20 de marzo de 1948) 56

FPI. Organizaciones políticas y sindicales extranjeras. Uruguay: Partido Socialista. FPI/AE-616-9

1950-1960, folios 001 – 009. 57

Ibidem. Folio 001 (25 de junio de 1950) 58

Idem. Folio 002 (s/f) 59

Idem. Folio 003 (3 de noviembre de 1950)

Page 20: Españoles Republicanos en Uruguay

publicaciones.60

Asimismo éstos se daban entre las agrupaciones socialistas en el exilio

con el Comité Ejecutivo del PSOE en el exilio en Francia, en concreto entre la

Agrupación Socialista Española de Montevideo,61

cuyo Secretario General era José

Salvide, para intercambiar opiniones, informes y posiciones, especialmente frente a la

realización de Congresos del Partido.62

En otros casos se refería al desarrollo de

campañas continentales o internacionales de acercamiento de los diferentes Partidos

Socialistas con el PSOE en el exilio con figuras desde Uruguay como Fulton Pagola63

o

Líber Troitiño,64

ambos respectivamente Secretarios de Relaciones Exteriores del PSU.

Después del cambio en la Ejecutiva Socialista Uruguaya los contactos continuaron con

Germán D’Elía.65

Los contactos del PSOE en el exilio se realizaban con el Centro

Republicano Español que funcionaba en Montevideo, en la calle Río Branco 1372,

especialmente con motivo de la constitución de la Comisión Pro Liberación de todos los

Presos Político-Sociales de España, intentando, incluso, extender la campaña en el

ámbito continental,66

o conmemoraciones como los aniversarios de la proclamación de

la II República Española.67

En la intervención de la UGT española en un acto realizado

en Madrid por el XV aniversario de la CNT de Uruguay el 29 de octubre de 1981 se

expresaba:

“Los lazos que hermanan a los trabajadores de nuestros países

tienen raíces históricas: A mediados del siglo pasado, emigrantes españoles

y de otros países europeos, exponentes de la Europa convulsionada por la

lucha que generó la Revolución Industrial, llevó consigo al Cono Sur

Latinoamericano –especialmente a Uruguay y Argentina- aparte de su

oficio, la experiencia de organización sindical de aquella época. Tan hondo

son estos lazos que ya en 1904 se funda el Centro Socialista Obrero 1º de

Mayo, denominado por todos Partido Socialista del Uruguay y junto con él

se crea la Unión General de Trabajadores, que aunque débil y escasa

influencia, fue cimentando los pilares que sesenta años después hicieron

posible la Central Única. Los trabajadores españoles somos conscientes

que esa unidad orgánica de los trabajadores uruguayos, forjada en el

correr de los años, es el fruto de largas y duras luchas, que en sus últimos

diez años de acciones conjuntas, de discusiones ideológicas, de acuerdos

progresistas, entre las distintas vertientes que constituyen el plural

60

Ídem. Folio 009 (11 de junio de 1953) 61

FPI. Comités Departamentales. Secciones Uruguay: Montevideo. FPI/AE-605-6 (1951-1969, folios 001

a 031. 62

Ibidem. Folio 001 (15 de diciembre de 1951) 63

Ídem. Folio 011 (6 de julio de 1953) 64

Ídem. Folio 015 (21 de julio de 1954) 65

Ídem. Folio 017 (15 de enero de 1955) 66

Ídem. Folio 031 (15 de mayo de 1955) 67

FPI. Cartas del Centro Republicano Español a Luis Jiménez de Asúa (Montevideo) ALJA-427-3

(28/3/1955 - 11/3/1969), folio 001 (28 de marzo de 1955).

Page 21: Españoles Republicanos en Uruguay

sindicalismo uruguayo no fue un pacto de cúpulas, sino una activa y

prolongada práctica social del conjunto de los trabajadores fue la que forjó

esa unidad de octubre de 1966”.68

La correspondencia y la amistad de Emilio Frugoni con personajes del

socialismo español en el exilio eran abundantes, especialmente con Rodolfo Llopis y

Julián Gorkin,69

y este último mantenía, asimismo, estrecho contacto con exiliados

españoles en Montevideo como Víctor G. Salmador70

sobre la situación que se vivía en

Uruguay, y ya en los años 1960, sobre la marcha de los diferentes acercamientos

políticos que comenzaban a estructurar estrategias para un posible cambio de rumbo en

la política española y la recuperación democrática. Eran los años del desarrollismo, del

acercamiento de las élites tecnocráticas del Opus Dei al gobierno franquista, de Manuel

Fraga Iribarne en el Ministerio de Información y Turismo (nombrado en julio de 1962),

de la llegada del turismo europeo a las costas españolas, de la “apertura” al mundo. En

una visita de Víctor G. Salmador a España le comenta sus impresiones a Julián Gorkin:

“Y la pavorosa conclusión obtenida en mi trato con la ‘masa’ es: si

ahora hubiese elecciones libres, las ganaría el que saliera con un ‘slogan’

de este estilo: Votad a Fulano, que dará un Seat 600 a cada español y un

televisor de propina. Y que no consentirá que se arme ningún merengue que

impida a los que ya tienen Seat y televisión, disfrutarlo plácidamente”.71

Triste balance para la lucha por la recuperación de la República y la democracia

en España.

En estos años, existió una corriente de solidaridad con la lucha de los

trabajadores españoles por medio de la “Comisión Uruguaya de solidaridad e

intercambio cultural con el pueblo español”. Esta institución se encargaba, a través de

contactos con las organizaciones sindicales españolas, de distribuir la información en el

medio sindical y político uruguayo para lograr la denuncia de la situación del

franquismo y la lucha de los trabajadores españoles.72

Un paralelismo más a destacar: las estrategias de las organizaciones del exilio

español o las montadas desde la sociedad y las organizaciones políticas y sindicales

uruguayas. Entre ellas se destacan los canales de colaboración y de integración de las

organizaciones en el exilio a las actividades desarrolladas por sus homónimas en el país

68

FLC. AI/SRI. Secretaría de Relaciones Internacionales. Correspondencia de Manuel Simón con la

Convención Nacional de Trabajadores del Uruguay (CNT). 2089-003. 27/04/1978 a 14/11/1983. 69

FPI. Correspondencia entre Julián Gorkin y Emilio Frugoni (París-Montevideo) AJGG-559-14

(11/11/1955 – 2/5/1963). 70

FPI. Correspondencia entre Julián Gorkin y Víctor G. Salmador (París-Montevideo) AJGG-561-6

(3/8/1966 – 1/10/1966). 71

Ibidem. 72

F1M. Delegación Exterior. Solidaridad con la Jornada de Lucha del 27 de octubre de 1967. 17-26.

1967.

Page 22: Españoles Republicanos en Uruguay

de destino, el apoyo para presentar ante los gobiernos o los organismos internacionales

sus denuncias y sus campañas de solidaridad o de aislamiento del régimen dictatorial, y

en el plano más concreto, los envíos de cartas o telegramas a las autoridades de los

gobiernos dictatoriales reclamando por los presos políticos, las libertades en general o

de algún personaje en particular. Si tenemos en cuenta que para los exiliados uruguayos

uno de los valores más importantes que consideran a la hora de organizarse es la

experiencia acumulada, podemos incluir la colaboración y solidaridad con el exilio

republicano español como uno de esos antecedentes. La prueba de ello la tenemos en la

referencia permanente que en España van a hacer los exiliados uruguayos (y hacen hoy

en día aún los inmigrantes económicos) a la ayuda al exilio español, o incluso a la

recepción de la inmigración, como capital acumulado que, en una situación inversa,

busca la contrapartida.

Notas finales

Este no es ni mucho menos un desarrollo exhaustivo de toda la documentación

existente sobre las relaciones entre estos dos mundos,73

lo que intentan estos extractos,

es reflejar, constituirse en una muestra de las estrechas relaciones que unen a Uruguay y

España, especialmente desde la óptica de los exilios en el siglo XX.

Uruguay no fue un destino privilegiado, en términos numéricos, del exilio

republicano español, pero sí muy importante si lo consideramos en la huella que dejó y

marcó en diferentes ámbitos como la cultura, la política, el sindicalismo y en las

referencias sociales en general. Su aporte, su obra, sus redes y su presencia calaron con

tal profundidad que se convirtió y permanece, como un referente en la memoria social e

histórica de los uruguayos y uruguayas. Por ello, insistimos, no basamos el valor del

mismo en términos estadísticos, sino en términos simbólicos. El pasado más reciente, el

de los exilios y las migraciones uruguayas que cubren desde el último cuarto del siglo

XX a la primera década del XXI, es un testimonio de ello, de un pasado vivo, que en

definitiva, por tanto, no es pasado sino que es presente.

73

También debemos advertir que si bien estas relaciones fueron importantes, especialmente en el caso de

los partidos socialistas, uruguayo y español, en el plano electoral el PSU no era una fuerza relevante. El

PSU, si bien tuvo una importancia simbólica destacada en el plano sindical y político uruguayo,

especialmente a partir de la figura de Emilio Frugoni, (hasta los años treinta la representación

parlamentaria se consiguió, en varias instancias electorales, por la abstención del partido nacional), en los

resultados electorales mantenía porcentajes muy bajos de representación política. En las distintas

elecciones nacionales entre 1938 y 1966 (los años de mayor intensidad en los contactos con el exilio

republicano hasta la integración de éste en el Frente Amplio en 1971) los resultados respecto al total de

votos fueron: 1938, 3.5 %; 1942, 1,6 %; 1946, 2,4 %; 1950, 2 %; 1954, 2,8 %; 1958, 3,5 %; 1962, 2,3 %

y 1966, 0,9 %. Fuente: Faraone, R; París, B y Oddone, J (1997).

Page 23: Españoles Republicanos en Uruguay

Los testimonios, escritos, publicados u obtenidos a partir de entrevistas con los

exiliados y exiliadas uruguayos, son un referente vivo de los resultados de ciertos

movimientos de población. La elección de Uruguay, por parte del exilio republicano

español, obedece a razones que tienen que ver con lazos familiares, culturales o de

paisanazgo de corrientes anteriores. En otros casos, redes con organizaciones o personas

pertenecientes a la política, el mundo sindical y, en algunos casos, la cultura, que

viabilizaron, o ayudaron, a la huída o la recepción. Finalmente, para muchos, la

oportunidad de bajar en un puerto donde, las autoridades locales no se presentaban tan

hostiles a su llegada. A veces, circunstancias coyunturales o hasta particulares que

terminaron por conformar la recepción y residencia, para algunos, más o menos

transitoria y, para otros, por más tiempo, en Uruguay. A partir de aquí, la unión de una

comunidad en la que, la presencia de España y su realidad, no le era ajena y la

coyuntura de una realidad política convulsa que unía lo internacional a lo nacional, fue

el ambiente de esa inserción. Estos elementos, permitieron capitalizar recursos a partir

de unir su causa a valores y luchas que eran coincidentes con las que se desarrollaban

por parte de la sociedad y la política uruguaya en ese momento. Todo ello, fue el

germen de un capital, que ya era social y cultural (debido a la existencia anterior de

oleadas de inmigrantes españoles), y que sumó aspectos políticos y sindicales. Esta

realidad, no se va a circunscribir exclusivamente al período de la guerra civil o los

primeros años de lucha antifranquista; la densidad de esa red, va hacer que, en la década

de los 60 y 70 del siglo XX, buena parte de estos exiliados y exiliadas formen parte de

las luchas de los uruguayos y uruguayas. La búsqueda de alternativas, por parte de

éstos, a la crisis que en esos años se produce en el país y el ataque a las libertades y

derechos democráticos los encontrará codo con codo. Así, la militancia desde la

política, las organizaciones armadas, o desde el sindicalismo combativo, encontrará a

todos y todas como luchadores de una misma causa e ideales similares que, sin

embargo, habían nacido en espacios geográficos y tiempos distintos.

Desatada la violencia política en Uruguay, extendida la represión y el terrorismo de

Estado, la democracia autoritaria primero, y la dictadura cívico militar después,

provocará, dentro de las consecuencias humanas, una que significará el extrañamiento

físico territorial: el exilio. A esos exilios, marcharán tanto uruguayos y uruguayas, como

españoles y españolas que se consideraban parte de un mismo colectivo identitario

militante (mas allá de las diferencias entre las distintas opciones ideológicas, partidarias

o de estrategia de acción). Los exilios, que tienen como característica, la urgencia de la

Page 24: Españoles Republicanos en Uruguay

huida por temor a la integridad física o las posibilidades de vida bajo ciertas

condiciones de libertad, plantea uno de los dilemas importantes: ¿a dónde? Esas redes,

esa densidad en distintos ámbitos generada en el contacto entre españoles y uruguayos

representará una respuesta y una opción adoptada por muchos. La reproducción de

condiciones similares a las encontradas por el exilio español, en el sentido de llegar a

España como víctimas de un proceso autoritario y dictatorial, en una sociedad que

despertaba de más de treinta años de sufrirla, recreó nuevamente las condiciones para

utilizar la coyuntura como elemento discursivo que permitiera capitalizar recursos para

la lucha de los exilios uruguayos. La activación de las redes existentes para desarrollar

la militancia, y la compenetración en ideales y estrategias, cuando no, la integración

directa en las nóveles organizaciones políticas y sindicales españolas permitió, además,

transferir experiencias de organización, ideas y debates y hasta estrategias de acción

directa que reproducían, en cierta forma, lo vivido, en un sentido inverso, en el Uruguay

de los 40 y 50 del pasado siglo.

Para concluir, este relato pretende, no sólo cubrir un hueco en la historia de los exilios

españoles, integrando a Uruguay (dentro de las limitaciones ya expresadas), sino

también, marcar su particularidad y valor, no sólo en el pasado, sino en el presente. En

segundo lugar establecer que esa importancia no sólo radica en la memoria individual,

histórica, social, política o cultural, también, en los procesos que generó. Éstos, se

convirtieron en un capital, en un recurso, que se demostró como tal cuándo, tiempo

después, fuera utilizado por una sociedad que le tocó vivir circunstancias similares.

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