ESpinosa y Marx

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los individuos. Si lo primero apunta a la relación entre las diversas partes que forman un todo, el Es- tado; lo segundo expresaría la relación entre dicho todo, el Estado, y cada de sus partes, los indivi- duos. Ezquerra retoma la diferencia establecida por Negri entra potentia y potestas, es decir entre la potencia de los individuos por una parte y el poder coagulado del Estado contra dichos indivi- duos, por otra parte –a través de las bellas nociones de Santayana de potestades y dominaciones–. Las potestades son poderes que funcionan como con- diciones de posibilidad de las cosas y, sin las cua- les, dichas cosas serían inconcebibles; las dominaciones, en cambio, ejercen sobre las cosas un poder hostil, ajeno y externo a las mismas. La liberación política consistiría, según esto, en la di- solución del poder en la potentia, o de las domi- naciones en potestades. Para Ezquerra, Spinoza apuesta por una democracia radical, ya que para él, el poder no se cede sino que se comparte. El libro se completa con un Resumen de la Ética que resulta muy útil para una lectura rápida de la obra; y proporciona un esquema de dos posible éti- cas de Spinoza: una, la escrita realmente, que a partir de Dios analiza la mente, los afectos y la li- bertad; la otra ética posible estudiaría, también partiendo de Dios, los cuerpos, las afecciones y la necesidad. Si la primera está estructurada como la concatenación de una ontología que coincide con una teología, una psicología racional o filosofía del alma, una ética o geometría de los afectos y una eudemonología o soteriología, la segunda es- taría formada por una ontología o teología, una fí- sica racional o filosofía de la naturaleza, una geometría de las afecciones corporales y una po- sible terapéutica. El libro está muy documentado y muy bien es- crito, lo que hace muy amena su lectura, mientras que sus alusiones continuas muestran la gran eru- dición y cultura literaria, artística y cinematográ- fica del autor. Francisco José MARTINEZ FISCHBACH, F.: La production des hommes. Marx avec Spinoza, Paris, Librairie Philosophique Jean Vrin, 2014, 174 p. En el presente libro no se trata tanto de compa- rar a Marx con Spinoza como de utilizar la filoso- fía del holandés como revelador de la filosofía de Marx. El autor no considera que Marx fuera un spinozista, sino que presenta los textos de Marx leídos a la luz de Spinoza. Tal cosa es posible desde el momento en que los dos defienden un na- turalismo que no parte del sujeto sino del mundo; y que los dos defienden una filosofía de la libera- ción, entendida como “activación”, es decir, como una confirmación del ser de los individuos, como un aumento de su potencia de actuar, tanto indivi- dual como colectiva. La actividad por la que los hombres se construyen como seres objetivos tiene, a su vez, que destruir todo lo que reduce a los hom- bres a una mera subjetividad extramundana. El libro, a través de un desvío por la filosofía de Spinoza, pretende articular el pensamiento de Marx en torno a tres tesis que ambos autores com- parten: la idea de que la conciencia es secundaria, un producto y no algo fundante; la identidad de na- turaleza e historia, y la apuesta por una ontología de la actividad productiva. Para los dos filósofos el hombre es una parte de la naturaleza, un ente activo y objetivo, un ente que siente y que sufre. Como todas las partes de la naturaleza el hombre solo se puede entender de manera relacional. Precisamente la esencia hu- mana se define como el conjunto de las relaciones sociales. Dichas relaciones sociales, constitutivas de los individuos, son más pasionales que racio- nales, lo que hace que sean en principio relaciones padecidas, soportadas. Para Spinoza, como es sa- bido, los individuos se socializan a través de pa- siones como el miedo y la esperanza. Fischbach pone de manifiesto una contradicción común a nuestros dos autores: la existente entre la idea de los individuos como seres activos y productivos y la idea de que las relaciones sociales en los que están insertos son pasionales, generadoras de pa- sividad más que de actividad. Precisamente la li- beración de los individuos pasa por su autoactivación mediante la cual se apropian de las condiciones de su actividad productiva, a través de un proceso de praxis revolucionaria que supera la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas pro- ductivas y unas relaciones de producción obsole- tas, soportadas y no asumidas. Por otra parte, el enfoque naturalista defendido por Spinoza y Marx hace que no distingan entre naturaleza e historia. El hombre es una parte de la naturaleza y su carácter activo y productivo se Boletín de bibliografía spinozista N.º 16 Anales del Seminario de Historia de la Filosofía Vol. 32 Núm. 1 (2015): 283-300 294

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Analisis de la categoria de producicón en Marx y Spinoza

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  • los individuos. Si lo primero apunta a la relacinentre las diversas partes que forman un todo, el Es-tado; lo segundo expresara la relacin entre dichotodo, el Estado, y cada de sus partes, los indivi-duos. Ezquerra retoma la diferencia establecidapor Negri entra potentia y potestas, es decir entrela potencia de los individuos por una parte y elpoder coagulado del Estado contra dichos indivi-duos, por otra parte a travs de las bellas nocionesde Santayana de potestades y dominaciones. Laspotestades son poderes que funcionan como con-diciones de posibilidad de las cosas y, sin las cua-les, dichas cosas seran inconcebibles; lasdominaciones, en cambio, ejercen sobre las cosasun poder hostil, ajeno y externo a las mismas. Laliberacin poltica consistira, segn esto, en la di-solucin del poder en la potentia, o de las domi-naciones en potestades. Para Ezquerra, Spinozaapuesta por una democracia radical, ya que paral, el poder no se cede sino que se comparte.

    El libro se completa con un Resumen de la ticaque resulta muy til para una lectura rpida de laobra; y proporciona un esquema de dos posible ti-cas de Spinoza: una, la escrita realmente, que apartir de Dios analiza la mente, los afectos y la li-bertad; la otra tica posible estudiara, tambinpartiendo de Dios, los cuerpos, las afecciones y lanecesidad. Si la primera est estructurada como laconcatenacin de una ontologa que coincide conuna teologa, una psicologa racional o filosofadel alma, una tica o geometra de los afectos yuna eudemonologa o soteriologa, la segunda es-tara formada por una ontologa o teologa, una f-sica racional o filosofa de la naturaleza, unageometra de las afecciones corporales y una po-sible teraputica.

    El libro est muy documentado y muy bien es-crito, lo que hace muy amena su lectura, mientrasque sus alusiones continuas muestran la gran eru-dicin y cultura literaria, artstica y cinematogr-fica del autor.

    Francisco Jos MARTINEZ

    FISCHBACH, F.: La production des hommes. Marxavec Spinoza, Paris, Librairie Philosophique JeanVrin, 2014, 174 p.

    En el presente libro no se trata tanto de compa-rar a Marx con Spinoza como de utilizar la filoso-

    fa del holands como revelador de la filosofa deMarx. El autor no considera que Marx fuera unspinozista, sino que presenta los textos de Marxledos a la luz de Spinoza. Tal cosa es posibledesde el momento en que los dos defienden un na-turalismo que no parte del sujeto sino del mundo;y que los dos defienden una filosofa de la libera-cin, entendida como activacin, es decir, comouna confirmacin del ser de los individuos, comoun aumento de su potencia de actuar, tanto indivi-dual como colectiva. La actividad por la que loshombres se construyen como seres objetivos tiene,a su vez, que destruir todo lo que reduce a los hom-bres a una mera subjetividad extramundana.

    El libro, a travs de un desvo por la filosofa deSpinoza, pretende articular el pensamiento deMarx en torno a tres tesis que ambos autores com-parten: la idea de que la conciencia es secundaria,un producto y no algo fundante; la identidad de na-turaleza e historia, y la apuesta por una ontologade la actividad productiva.

    Para los dos filsofos el hombre es una parte dela naturaleza, un ente activo y objetivo, un enteque siente y que sufre. Como todas las partes de lanaturaleza el hombre solo se puede entender demanera relacional. Precisamente la esencia hu-mana se define como el conjunto de las relacionessociales. Dichas relaciones sociales, constitutivasde los individuos, son ms pasionales que racio-nales, lo que hace que sean en principio relacionespadecidas, soportadas. Para Spinoza, como es sa-bido, los individuos se socializan a travs de pa-siones como el miedo y la esperanza. Fischbachpone de manifiesto una contradiccin comn anuestros dos autores: la existente entre la idea delos individuos como seres activos y productivos yla idea de que las relaciones sociales en los queestn insertos son pasionales, generadoras de pa-sividad ms que de actividad. Precisamente la li-beracin de los individuos pasa por suautoactivacin mediante la cual se apropian de lascondiciones de su actividad productiva, a travs deun proceso de praxis revolucionaria que supera lacontradiccin entre el desarrollo de las fuerzas pro-ductivas y unas relaciones de produccin obsole-tas, soportadas y no asumidas.

    Por otra parte, el enfoque naturalista defendidopor Spinoza y Marx hace que no distingan entrenaturaleza e historia. El hombre es una parte de lanaturaleza y su carcter activo y productivo se

    Boletn de bibliografa spinozista N. 16

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  • hace patente en el trabajo. Aqu se produce una du-plicacin, un dobladura del individuo, que engen-dra un mundo objetivo externo y no un merodesdoblamiento interior como en las tradicionesidealistas. La realidad esencial es la unidad dehombre y naturaleza: la naturalizacin del hombrey la humanizacin de la naturaleza. El enfoque na-turalista se ve tambin en que para ambos la con-ciencia no es fundamentante y primera, sinofundamentada y segunda, en relacin a elementosno conscientes, pasionales. Es una conciencia delobjeto antes que una conciencia de s. No hay unautoconocimiento que no pase por un conoci-miento externo, de la naturaleza, del mundo obje-tivo. Nuestros dos autores consideran que lacentralidad de la conciencia y de la nocin de su-jeto en la tradicin occidental es el resultado de unproceso de abstraccin que conoce los efectos peroignora las causas, con lo que cae en el finalismo yla teleologa. El hombre ha sido reducido al esta-tuto de sujeto mediante un proceso de disolucinde sus relaciones con la tierra, con sus instrumen-tos de trabajo, con el producto de su trabajo y conel resto de los hombres. En paralelo al proceso desubjetivacin de los individuos humanos, se da unproceso que transforma su produccin en trabajoasalariado. La alienacin en este sentido no es msque la separacin de los hombres de sus propiascapacidades activas y productivas. Los dos proce-sos de abstraccin reducen las capacidades activasdel hombre y lo separan de la naturaleza. El cul-men de dicha abstraccin se da en el capitalismo,donde los individuos son meros soportes de unafuerza de trabajo abstracta que se puede emplearen cualquier tipo de trabajo concreto. El sujeto esalgo producido o fabricado por el desarrollo capi-talista, entendido como un proceso de abstraccincreciente. Marx y Spinoza expresan la contradic-cin que hay en los individuos entre actividad ypasividad, entre una actividad productora de obje-tos que es apropiada por otros y genera una pasi-vidad sufrida en los productores.

    As pues, uno y otro defienden la ontologa dela inmanencia, una ontologa sin teologa, natura-lista y productivista, relacional. Gracias a ella sedesvela que, al igual que su mera consideracincomo sujeto abstracto no agota la definicin delhombre como ente activo, tampoco el trabajo abs-tracto capitalista agota la capacidad productiva delhombre. Esta ontologa de la relacin y de la acti-

    vidad que establece una continuidad entre el pro-ceso productivo de la naturaleza y el proceso pro-ductivo humano es tambin una crtica de todas lasfilosofas de la subjetividad en tanto que actividadespiritual desgajada de los procesos naturales. Laliberacin de los individuos, su transformacin enindividuos sociales corre en paralelo con la libe-racin de la produccin dejando de ser una meraaplicacin de la fuerza subjetiva de trabajo, y consu insercin en la maquinaria objetiva de las cosas.El horizonte comunista sera para Marx precisa-mente la apropiacin por parte de los trabajadoresde la totalidad de las fuerzas productivas, apropia-cin que eliminara el carcter capitalista de la pro-duccin conservando la capacidad productiva dela sociedad.

    Como vemos, la utilizacin de la ontologa spi-noziana para pensar las aportaciones marxistas,permite acentuar su contenido ontolgico, ascomo tambin el refuerzo del naturalismo, del pro-ductivismo y la crtica del idealismo subjetivista.De tal manera que podemos situar a los dos autoresen el seno de una misma tradicin materialista,como muy bien ha sabido ver Althusser.

    Francisco Jos MARTNEZ

    HOYOS, I.: La presencia de la filosofa antigua enel pensamiento de Spinoza: las referencias expl-citas, Anales del Seminario de Historia de la Fi-losofa, Vol. 30 N 2 (2013), pp. 431-460.

    La autora recopila, analiza y evala crticamentela presencia de las filosofas clsicas en los textosde Spinoza, determinando cul de ellas es la quemayor influencia haya podido tener en el sistemadel filsofo.

    En diferentes pasajes de los Cogitata meta-physica se encuentran las principales referenciascrticas a Aristteles y los peripatticos, particu-larmente a propsito de la nocin de vida y sobrela voluntad (que el Estagirita identificaba con elapetito). En el Corto tratado se detectan alusionesnegativas a las ideas universales de Platn y, encambio, Spinoza parece acercarse a Aristteles encuanto a la determinacin del deseo humano comoalgo que se considera bueno. Tambin en el Tra-tado teolgico-poltico hay alusiones a los aristo-tlicos que, como sucede con Maimnides,

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