Espiritualismo Positivismo Uruguay
-
Upload
rodrigo-mio-cid-de-vivar -
Category
Documents
-
view
87 -
download
1
Transcript of Espiritualismo Positivismo Uruguay
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
1/161
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
2/161
edicator ia de la
prim r edicin
l
Universidad
de Montevideo
n su centenario
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
3/161
C op yr ig ht b y r tu ro r da o 968
RTURO
R O
SPIRITU LISMO
Y
POSITIVISMO
N
URUGU Y
segunda edicin
UNIVERSID D E L REPU LlC
departamento
de
publicaciones
co lecc in ISTORI Y
CULTUR
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
4/161
Primera edicin 1950 F on do d e C u lt ur a Econmica Mxico.
Seg1lndaedicin 1968 Depar tam ento de Publicaciones de la Universidad
de
la Repblica Uruguay.
PROLOGO A
LA
P RIM E RA E DICION
Este trabajo
b se del curso
q u e s o br e
el
tema
dictamos
en
la Facultad de Humanidades
y Ciencias
en
1 9 4 9 - retoma
proceso filosfico ur ug ua yo e n e l p un to en que lo ha ba
dejado
el
que bajo
e l t t ul o de ilosofa Preuniversitanan
Uruguay
apareci
en
1945 o s ea d es de
l a i ns ta la ci n d e
la Universidad
en 1849. Y
lo
sigue
d ur an te t od a l a
segunda
mitad
del s iglo pasado. Au nq u e i n dep en d ien te y
realizado
sobre
distinto
plan
es pues
la continuacin de
aqul con
curriendo
con l a dejar
articulado
ntegramente
e n n
vestigacin pormenorizada-
el CUl SO de
las
ideas
filosficas
en
el Uruguay
des de s us or genes col oniales
hasta
el
umbral
d e l p r es e nt e
siglo.
Como
en el q ue l e p re ce di
se ha
tratado en
este
tra
ba jo de hac er
hablar
directamente por la reprod u cci n d e
fragmentos a la
poca estudiada.
Si abundan pues
las
citas
no son
de
opiniones
ajenas sino
de
piezas
documentales en
su
casi
totalidad absolutamente
d es co no ci da s o c om pl et a-
mente olvidadas. P rocedi end o d e
o tr o m od o hubiera
sido
posible da r
idea
de l
asunto. Si se nos
permite
la
figura
tales
transcripciones actan
a
modo d e mu e st r as
histolgicas
de
l os del gados
tejidos
filosficos
d e n ue st ro
organismo
u o
t ur al e n sus
etapas
de formacin.
Recordando
la fecundidad
del procedimiento en
m an os de
un
maestro
del
historicismo
como
Groethuysen
cabe
pensar
por
lo
menos
que en
esa
exhumacin radique
ta l vez
el
principal
inters
d el t rab ajo .
Ha y
en
l l eit er aciones e i ns is tencias en especial en
materia
de
fechas.
Obedecen
a r az on es d e s is te ma ti za ci n
5
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
5/161
bajo
la
necesidad
de
establecer
el
sentido
ntimo
de
un pro
ceso
h as ta a h or a
apenas
entrevisto, organizando un material
que
yaca
disperso e inexplorado.
Hemos
obtenido
los elementos
documentales
utilizados,
en
las siguientes fuentes:
Bibliotecas Nacional del
Ateneo,
de la F a ~ u l t a d
de
Derecho de Enseanza
Secundaria
y del
Poder
Legislativo;
Archivos
de
la Universidad
del
Ateneo,
General
de la
Nacin, del Museo
Histrico
y del
historiador
Sr. Juan E. Pivel Devoto. Nuestro p rofu nd o reconocimiento
a t odos aqul lo s que nos ha n f ac il it ad o s u consulta, y
en
particular
al
personal
de
la Biblioteca
Nacional
donde se
c um pl i l o fundamental de nuestra
investigacin.
Nuestro sincero
reconocimiento tambin al
Presidente
del
Comit
de
H is to ri a d e
las
Id ea s e n Amrica
con
sede
en Mxico,
p r of e so r Le op o ld o
Zea, quien nos hizo llegar
un
e sp on t ne o o fr ec im ie nt o d e
beca para la
coronacin
de
este t ra b aj o. A u nq ue lo
hayamos
declinado
ha significado
para
nosotros un valioso
estmulo moral.
A.A.
.Montevideo, 1949
ADVERTENCIA A L - SEGUNDA EDlClON
Al cabo de casi dos dcadas de publicada la primera edicin, no hay
captulo
que
no haya rec ibido nuevos aportes ,
por
parte del autor o de
otros . Incorporar de a lgn modo esos e lementos , o hacer mencin de toda
la
bibliografa posterior, hubiera significado tanto como rehacer e l l ibro,
o escr ib ir ot ro , si n que l mismo haya perdido su vigencia inicial . Nada
se agrega o modif ica , pues , en esta segunda edicin, ni siquiera
en
mate
ri a de referencias bibliogrficas; debe tenerse presente, por lo tanto, qu e
todas stas.permanecen fijadas a la fecha de la primera edicin.
En cambio se ha suprimido el que era pargrafo de la Introduccin,
Sentido
de1a
historia de
la
filosofa
en
Amrica , incorporado al volu
men ilosofa de lengua esparlola Montevideo, 1963), as corno algunos
prrafos finales del ltimo pargrafo del l ibro, que resultan reorganizados
en el volumen
filosofa
en
el ruguay en el siglo
Mxico, 1956).
El.tema
est ri cto de la
obra
subsiste ntegro en su
primera
formulacin
li
teral.
A.A.
Montevideo, 1968
INTRODUCCION
l .
Proceso filosfico
uruguayo.
Naciones y
doctrinas
in
fluyen:l:es.
El
proceso filosfico
u ru gu ay o a rr an ca d e
fines
del
si
glo XVIII. Su punto de
partida
lo
constituye
la instala
cin en 1787, en
el
colegio franciscano
de San
Bernafditio
de
la
primera
c t ed ra d e filosofa --al
pa r
qu e
primera
ie
enseanza
superior- c on q ue
haya contado el
pas. Sudes
envolvimiento ulterior
ha p as ad o p or distintas etapas con
dicionadas po r
la
diversidad de doctrinas y de
naciones
que
1 ha n
id o
influyendo.
D el p un to
de v-ista doctrinario, l as e ta pa s son las mis
mas
que
para
l a t ot al id ad de l
proceso americano.
Ello
11
obsta,
claro
est, a la p ec ul ia ri da d n ac io na l d e
cada
un a
de
e lla s, y en p ar ti cu la r d e l as dos que
para
toda Am
rica
resIlltan
fu nd amen tal es p o rq u e aqu
- c o m o
en Eu-
r op
sistematizan
dos formas
antitticamente
correla
cionadas en el desarrollo histrico
de la cultura:
la es
cols ti ca y el positivismo. Nuestra escolstica, po r diver
sas razones his tricas, fue en e l c on ti ne nt e acaso la m s
inorgnica
y des vada
en el
dogmatismo teolgico. Nues
tr o positivismo, a
la
inversa,
tuvo por su
parte expresiones
radicalsimas
en 1 que
al
dogmatismo ciencista se refiere.
El tono de
esas
etapas
po r e l c ar c te r
estructural
que na
t u ral ment e t i en en ha contribuido
en
g ra n m e di da
a det er
minar
el de
todo
el
proceso,
i n hi b ien do u n as
t endencias y
estimulando otras a 1
largo
de su curso.
La sucesin
de
las
doctrinas
se ha i d o p rod uci en d o en
nexo
co n u a
sucesin
de
naciones influyentes:.. E s p a ~ ~
Francia Inglaterra hasta la
iniciacin d e l
siglo XX;E rap.
c ia y Est ados
Unidos durante
el
primer
cuarto de. s t ~
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
6/161
cipahnente F:;aneia, Espaa y Alemania
en
el segundo cuarto
que ahora termina.
La influencia originaria
fue
la de Espaa, como que
proceda de ella
la
escolstica colon ial; inf luencia que se
extendi,
ms a ll
de
la Independencia,
durante
la primera
mitad
del siglo XIX, a
travs de aulas preuniversitarias
que
prolongaban
las
del Virreinato.
esa
influencia
se ent re-
mezcl
durante
el ciclo
revolucionario
la francesa de la
filosofa enciclopedista, continuada despus de la Revolucin
po r
la de
la
ideolog a y el sansimonismo, como
un
pensa-
miento
vivo que
flanquea
y
supera
a
la decadente
escolstica
acadmica. Esta
doble
corriente espaola y francesa, que
alcanza
hasta la Guerra Grande, en los comienzos de la
dcada
del 40,
tuvo
de comn e l
no
llegar a Montevideo
directamente de
las naciones
europeas
respect iva , s ino a
travs
de
c laus tros o movimientos ideolgicos argentinos,
anteriores y post er ior es a la Independencia.
Desde
la
instalacin
de
la
Universidad,
en 1849, qued
consagrada
la influencia
exclusiva y directa de Francia ,
bajo
la forma del
espiritualismo
eclctico
de
la escuela
de
Cousin,
que imper incontrastable duran te e l t er ce r cuarto de siglo
pasado. Fue seguida, en e l l t imo cuarto del mismo -aunque
sin
desplazar
del
todo, desde l uego , a la
francesa- por la
de
Ing la te rr a, a l imponer se e l positivismo en su modalidad
sajona, con los
nombres
de
D a n ~ i n
Spencer, Stuart Mill y
Bain
al f r e n t ~
En nuestro siglo, e l i nf lu jo dominan te de Bergson y
James
d u r a n t ~
sus primeros veinticinco aos, h izo de Francia
y Estados
Unidos
nuestras
metrpolis
filosficas. Finalmente,
en
los ltimos lustros,
en med io del
universalismo caracte-
r s t ico de
la actual filosofa latinoamericana, se han destacado
entre
nosotros,
junto
a
la
clsica
influencia
f rancesa
que
ha ido desde el sociologismo de Durkheim y la epistemologa
de
Meyerson hasta
el
existencialismo
de Sartre
, la
de Espaa,
r e J > ~ e s e n t a d a
P?r el movimiento de la Revista de ccidente
que.anim
Ortega y Gasset, c- y principalmente por
interme
d i o s u y o ~ m u y activa de
Alemania que ha ido
por su
parte desde el historicismode Dilthey y
la
fenomenologa de
Husserl hasta
el
existencialismo de Heidegger . Lo que no
significa desconocer, po r un
lado,
la presencia de secunda-
rios influjos ~ a j o n e s y
por otro,
la apreciable
repercusin
de las actividades filosficas, editoriales y doctrinarias -
influencia
exterior de nuevo tipo, si prescindimos de
la unidad
platense originaria- de dos pa ses latinoamericanos:
Ar-
gentina y M ~ c o
2.
Espiritualismo posit ivismo en
ruguay
El
espiritualismo y el positivismo, filosofas
irradiadas
por la
Universidad
en l a s egunda mit ad de l siglo XIX, fue-
ron escuelas
definidas
que modelaron la
inteligencia
nacio-
na l
y aun
la
conciencia espiritual del pas, en un
perodo
decisivo de su desarrollo.
En sus respect ivos momentos de predominio impusieron
ambas
una
general impregnacin anmica, espiritualista o
pos it iv is ta , a todos los aspectos
de
la
vida
nacional: ense-
anza, poltica, derecho, l i teratura, moral, rel ig in. A cada
una
correspondi
una
radical
posicin
de
conciencia
po r
la
que se expres a su
turno
e l a lma de la poca.
El
concepto
de conex in
estructural en el mundo histrico, tan bien
esclarecido por Dilthey y su escuela, i lu st ra e l significado
de esa correspondencia, a cuya luz, acontecimientos y hom-
b re s de nuestro inmediato pasado se a lzan con un a fisonoma
nueva
en
la
que
muestran su verdadero sentido.
Pe ro el espiritualismo y el positivismo fueron algo
ms
que
dos
instancias
en la evolucin del
pensamiento uruguayo.
Trabados
en
los aos de su articulacin
en
ardiente polmica,
p r o t ~ g o n i z a r o n
un
verdadero drama filosfico, que puso a
aquel
frente
a
su
mayor crisis histrica y
constituy defi-
nitivamente
como
entidad
social.
Ese
d rama no
fue,
al fin,
otro
que el
g ran d rama
filosfico
del
siglo,
promovido
po r
e l i nus it ado a taqu e que e l n atu ra li smo cientfico llev
al
viejo absolutismo metafs ico y moral . Asumi los carac te res
de
una
revolucin cultural autntica, consumada hacia el
80
con
la consagracin del positivismo;
revolucin
precedida
y preparada por que, haci a e l 70, haba l le vad o a ca bo
9
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
7/161
a
su
vez el
propio
espiritualismo
al
ocasionar, en
nombre
del racionalismo, la primera
ruptura
formal de
la
inteligencia
uruguaya con
la iglesia catlica. Po r
intermedio
de ambas
revoluciones sucesivas se
transform sustancialmente la
con-
ciencia religiosa al mismo
t iempo que
la
estructura
intelectual
del pas. En un
pa r
de dcadas apuramos, en nuestro pe-
queo mundo histrico , l as dos grandes cri sis espir ituales
del
hombre
moderno:
la
de
la
fe,
tpica del
siglo
XVIII,
y
la
de la razn
absolutista,
t p ica del
siglo
XIX.)
El Uruguay
no
ha conocido conmocin filosfica mayor.
La
filosofa ha sido en l
ulteriormente
menos
imitadora
o
menos simplista. Pero no ha sido ms ntimamente profesada
y v iv ida
en
la conciencia de sus clases i lustradas. Lo que la
de aquel per odo cede as en inters, del
punto
de vis ta del
pensamiento filosfico
puro
o de
la produccin
original, lo
recupera con creces en inters o menos
filosfico-
del
punto
de
vista
de la
vivencia colectiva de
la
filosofa y
de
su proyeccin sociolgica
en
la actividad
prctica
la exis-
tencia
moral de
las
generaciones
que
entonces
realizaron
la
cultura intelectual.
La
filosofa
fue
para
ellas
materia
de credo
y
de
milicia.
H ay en
los pueblos, seor
Presidente,
un a cuestin ms vital que la cues ti n religiosa, y es la
cuestin
filosfica ,
decla r en p leno P ar lament o
uno de
los actores de l drama. Con ello expresaba,
en
cierto modo,
el pensamient_o
de
todos. Po r eso ardieron y se consumieron
en u na verdadera guerra filosfica, sobre la que descendi
al
fin la paz
en
el ocaso
del
siglo con la
aparicin
de nuevas
corrientes y estados
de
espritu'.
La inteligencia nacional conserva apenas memoria con-
fusa
de
ese
t rance. Su
curso,
estrechamente
regido
por el
pensamiento europeo, se ha desenvuelto, ms an que el de
otros pases
de
Amrica, como si sendas catstrofes
hubieran
i l0
sepultando
las sucesivas formaciones histricas. Hay que
apl icar se entonces a una
verdadera
tarea
de
excavacin y
exhllmacin de los estratos
culturales
superpuestos
para
sa-
b . ~ r J < que. fuimos. No es ello esencial en la definicin d ~
nuestra
personalidad conjuntamente con la de la Amrica
Latina.
:pero el esclarecimiento de la polmica.
histrica
que espiritualismo y posit ivismo mantuvieron posee todava
otro inters
en
relacin con actuales situaciones filosficas.
Superada, s in duda, en sus trminos t radicionales, t iene, sin
embargo, la gran significacin de expr esa r con
no repetida
transparencia un conflicto filosfico radical y por l o mismo
persistente.
Reconstruirla puede
ser
til en nuest ro
tiempo,
cuando las exageraciones
en
que ha cado la en su hora
saludable
reaccin
contra
el
positivismo,
hacen aora r
la
fecundidad revolucionaria que caracteriz
al
pensamiento
natuTalista del siglo
XIX.
A su reconstruccin, en las circunstancias -modestas
del punto de
vista
intelectual pero profundamente humanas
en
que
tuvo
lugar
en el Uruguay, se dedican l as pginas
que siguen.
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
8/161
rimer rte
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
9/161
L L TI ISMO
1
PENETRACION DEL ECLECTICISMO
1, El espiritualismo eclctico, primera filosofa
de
la
Universidad de Montevideo.
Desde su nacimiento en mitad del s iglo XIX hasta los
comienzos de l lt im o c ua rt o de l mismo, la Universidad de
Mont evi deo t uvo po r filosofa oficial la doctrina francesa
del espiritualismo eclctico. No existiendo entonces verdade-
ras manifestaciones intelectuales fuera de la Universidad,
puede
agregarse
q ue d icha d oc tr in a fue d uran te
ese perodo
la f il os of a de la incipiente cultura uruguaya.
El proceso filosfico pl euniversitario e
la
C ol on ia a
la
Guerra Grnde de
la
escolstica al sansimonismo
haba
estado estrechamente influido
por
el proceso argentino. 1
Ahora
iba
a
obrar
sin intermediarios
la
influencia del
pen-
s am ien to francs. Y lo iba a
hacer
a travs de
la
escuela
que de
un a
man era ms
caracterstica encarn
la
enseanza
universitaria
de
Fra nc ia e n el
s iglo X IX .
1)
Arturo
Ardao Filosofia
PreuniversUaria
en
e l U ru gu ay
Montevideo
1945.
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
10/161
2. Nacimiento de la Universidad de Montevideo.
En 1849
qued instalada definit ivamente
la Universidad
de Montevideo. Mxico y
Per
contaban con Universidades
desde mediados del siglo XVI la Argentina desde principios
del
XVIT
La enseanza pb li ca super io r t en a empero, antece
2.
Nacimiento
de la Univers idad de Montevideo.
el convento franciscano de San
Bernardino
a partir de 1787,
aulas de teologa y f ilosof a . Clausuradas stas,
la
enseanza
super io r no reapareci has ta
1833, despus de la
indepen.
denci a y o rgan izac in consti tucional del pas, cuando po r
iniciat iva del sabio Larraaga se d ispuso la creacin de
nueve ctedras: de
latinidad
de f ilosof a , de
jurisprudencia
de m a t e m t i ~ a s de economa poltica, dos de medicina y
dos de ciencias sagradas. No se les dio una denominacin
institucional comlln. Pero
la
ley agregaba: La Universidad
ser erigida por el Presidente de la Repblica luego que el
mayor nmero de
las ctedras
referidas
se
hallen en
ejercicio,
debiendo da r cuenta a la Asamblea General en un proyecto
relativo a s u ar reg lo .
De 1833 a 1835 funcionaron las de f ilosofa y de latinidad
esta ltima establecida desde 1830. En 1836 se sumaron las
de
matemticas, jurisprudencia y teologa dogmtica y mo
ral. Era ya la mayora
requerida
por la ley.
En
virtud de
ello, en mayo
de
1838, el Poder Ejecutivo dict un decreto
declarando:
Queda
instituida y erigida
la
casa de estudios
generales establecida en esta capital , con el carcter de Uni
versidad
Mayor
de
la Repblica y con
el
goce
del
fuero y
jurisdiccin acadmica
que
por este ttulo
le
compete . Si
multneamente un proyecto
de
ley orgn ica fue somet ido a
las>Cmaras. La gu er ra civil de entonces impidi
su
consi
deracin.
La Guerr a Grande
sobrevenida poco despus, oca-
sion
aun
la desapar ic in de l as ct ed ras existentes cuyo
conjunto
ha
recibido po r t radi cin e l nombre de C as a de
.l ;etudi4)S Generales simplemente Casa de Estudios .:.=. que
pasar e l c it ado
decreto.
Jurdicamente erigida desde 1838, la Universidad
no
tuvo,
sin
embargo, existencia efect iva como ta l
hasta
]849 . Se la
vino a dar un decreto dictado por el gobierno de la Defensa
el da 14 de ju lio. Res pe ta ndo aquella c rea ci n jurdica
r ecordada exp resamente en e l considerando
del
decreto, se
limit
a
d isponer que l a
Univers idad de la
Repblica
se
inaugurar
e
instalar
solemnemente
el
da 18
del
corrien-
te . nuevo dec re to de octubre del mismo ao dio a la
naciente institucin su reglamentacin orgnica. Comprenda
la
enseanza primaria
la
secundaria y la cient f ica y profe-
sional,
distribuida
esta
ltima en cuatro
F acuItades:
de
Ciencias Naturales de Medicina, de
Jurisprudencia
y
de
Teologa.
La
enseanza
de
la filosofa
era
organizada
en el
ciclo
secundario, abarcando dos aos. El primvero comprenda me-
tafsica, lgica,
moral
y gram ti ca gener al ; e l segundo, r et -
rica, compendio de la historia de la filosofa, compendio de
la
historia
natural y principios de la Consti tucin de la
Repblica.
Se res tablec a de ese
modo en
el
pas
la
~ ~ c e n c i a
pblica de la filosofa, interrumpida con
la
desaparlcIOn de
las ctedras
de
la Casa de Estudios. Pero un ao ante s ya
haba funcionado con carcter semioficial un curso que
constituy el antecedente inmediato
d el aul a
filosfica uni-
versitaria.
Coincidiendo con un movimiento educacional privado
relativamente intenso,
un
antiguo profesor argentino,
el
cl-
ri.,.o Luis Jos de la Pea fund a mediados de 1847 un
e s ~ l e c i m i e n t o escolar que
llam
Gimnasio. Se
propona
impartir enseanza
primaria
y secundaria.
De
i n m e d i a ~ o el
'ohierno 1 coloc hajo la proteccin del Estado
le dIO
la
denominacin
de Nac iona l,
le
otorg algunas fac il idades
materiales y atribuy valor ofi cia l a sus cu rsos ,
fijando
mismo tiempo su plan de estudios. Simultneamente se
creaba
el Ins ti tuto de Instruccin
Pblica
con el cometido de
promover difundir uniformar sistematizar y metodizar l a
educacin pblica . En 1849 el Gimnasio Nacional fue ofI-
cializado con el
nombre de
Colegio Nacional y
al
instalarse
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
11/161
casi
en
seguida
la
Universidad
pas a
formar par te
orgnica
de
la
misma. 2
Entre los cursos secundaros dic tados en el Gimnasio
Nacional
en
el
ao 1848, fi gu r , como es natural , e l de fi
losofa,
atendido
por el propio dire ctor del
establecimien
to, doctor de
la Pea.
Dicho
curso
fue
el
aludido
ante
cedente
inmediato del aula univers itar ia .
Lo
fue
del
punto
de vis ta
institucional por
lo
que
se
acaba
de ver ,
pero
lo
fue
adems del
punto
de vista doctrinario. El mismo profesor
pas a ocupar la ctedra
de
la
Universidad, regentendola
de
acuerdo
con
la orientacin
filosfica
impuesta al
curso
del
Gimnasio,-
orien tacin que era la
de
la
escuela francesa
del
espiritualismo eclctico.
3. leclecticismo en Franela
La escuela eclctica haba surgido en
Francia en
medio de
l a ana rqu a int el ec tu al que rode la
declinacin
del Primer
Imperio
y
el
advenimiento
de
la
Restauracin.
Contra
la
losofa
revolucionaria
de l as luqps,
de que eran continuado
res y herederos los idelogos,
tmcahezados por
Cahanis y
Destutt
de
Tracy,
se
haba
alzado
la
contrarrevolucionaria
del
tradicionalismo
catlico, que
interpretahan
Bonald y de
Maistre. El eclectici smo vino a
med ia r ent re
ambas,
dando
sat isfaccin a las necesidades
tanto
filosficas como polticas
de ciertos
espritus
y
de
ciertas clases.
Apareci. en la ctedra en
el
ao prec iso de 1811, con
Paul Royer
Collard.
Internndose en la
va
ya abierta en
Francia
por
Maine
de Biran y po r Laromiguiere,
al
sensa
cionismo y
al
teologismo opuso un
espiritualismo
psicolgico
inspirado principalmente en la escuela escocesa del sentido
comn . Lo
continuaron Vctor
Cous in y
Teodoro
Jouffroy.
2
La insta lacin
particular
del
Gimnasio
tuvo
lugar el 19
de julio de
1847; el 13 de setiembre del mismo ao fue creado el Institu to d e
I ns tr uc cin Pb li ca ; s e r eg lament ar on o fi ci alment e
los
estudios
del
G imna si o e l 23 del m ismo mes; la nacionalizacin del Gimnasio con
el nombre
de
Colegio Nacional
f ue d ec re ta da e l
28 de junio de 1849.
S ob re e l
proceso
fundacional
de la
Universidad,
vase. f ue ra d e los
textos legale s:
Aquiles
Oribe, Funda cin de
la Univers idad ; Alber to
Palomeque . Fundacin de la Unive rs idad , en Rev. Hist
l.
18
En pos de ellos,
toda
una coustelacin universitaria,
exten
dida a lo l argo del siglo desde los Vil lemain, ? a r n i e ~ Da
miron, Vacherot, Brouillier,
Frank,
hasta
los Salsset , SImon,
Jacques, Caro, Janeto
Vctor Cousin se constituy en
e l j ef e
indiscutido del mo
vimiento enriqueciendo los aportes escoceses de Royer
Collard
con elementos
del
idealismo romntico
alemn,
en
especial
de
Schel li ng y Hege l, y
del
cartesianismo francs, cuyo
influjo
lleg a ser
el
dominante.
3
El mismo le dio la denominacin de eclecticismo, aspi.
rando a
la
conciliacin definitiva de t odos los s ist emas
antiguos
e n uno nuevo
que recogiera
lo mejor de cada
uno.
El
s ~ c r e t o estaba
en el trmino
medio. Inicialmente, en cuanto
al
conocimiento,
una
mezcla
en
proporciones iguales
de em
p ir ismo y de rac iona li smo. Si la experiencia
ha
de ser
el
punto
de
partida,
ser la experiencia
interna, l?s
hechos de
conciencia,
entre
los cua le s se descubre
la razon
como una
facultad
inmediata
capaz de a lcan za r lo absoluto.
La psicologa
sustentaba
entonces a
la
ontologa,
en
cuyo
seno proseguan
la transaccin
el. c o m p r o m i ~ ~ Ent;re
~ a
prudencia
escptica en que habIa caldo el
e m p l l l S ~ O l ~ g l e s
y la
audacia
dogmtica
a
que
haba
ido
a parar
el
Idealismo
alemn,
sin
perjuicio de hallar inspiraciones en
uno
y otro,
Cousin encontraba el equilibrio en
la
vieja metafsica
racio
nalista ta l
como la
tradicin
nacional
del
cartesianismo
la
ofreCa: apoyada en la
idea
de causalidad y en las tres sus
tancias clsicas de a lma ,
mundo
y Dios.
De
esa ontologa,
qtieguardabailn manifiesto desdn por las ciencias naturales,
emanaba principio del
lihre albedro, erigido en
e l f un
damelltoincolJ.movihle
de la moral.
Se estaba as del iberada
mente de acuerdo con
l as creencias rel igiosas ambientes ,
mezclando inofens ivas aoranzas pla tnicas y pasando
po r
3 Obras
nrincipales:. Cours .d Hisfore de
la
philosophie modeme,
Frag-
mems
Phi lo soph ique s; Du Vra i, du
Beau,
du Bien. Sobre Cousin:
9.
Simon, Vicfor. Cousin; P . J anet ,
Vctor
Cousin ef S < ? ~
oeuvre;
H. Tai
n e, L es
philosophes frangais
c1assiques du
XIXe:
Slec e.
Sobre
el es-
piritualismo
eclctico:
E. Brhier , Historia
de la
Filosofla, TI, pp.
547 ss.
19
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
12/161
encima de algunos deslices pantes tas de los comienzos his
tricos de
la
escuela.
Al mismo
t iempo que
filosfica, era el eclecticismo una
doctrina poltica. De ah que su destino haya estado estre
chamente l igado a las contingencias h is tricas de Francia a
lo largo de
la
pasada centuria A mitad de camino
ent re la
revolucin y
la
reaccin, se i ni ci b uscand o d en tro d e
un
liberalismo descolorido la paz ansiada a principios del siglo
po r las clases medias francesas. Cuando la restauracin boro
bnica
estaba en su apogeo, la
combat i de
frente. La br i
lIante elocuencia acadmica con que
lo
hizo, unida a l desdn
con que
la
generacin
romntica miraba a l
iluminismo
en
retirada
lo
pusieron fcilmente de moda en vsperas
de
la
revolucin de Julio.
Al
advenimiento de la Casa de Orlans
se convirti
en
la filosofa del rgimen, no teniendo dificul.
t ~ para
ello,
en
acomodar todava ms sus ideas espiritua
l is tas a las conveniencias
del o rden
polt ico, social y
moral
cuyo servicio se impuso.
Fu e
sa la poca de oro del eclecticismo. Se le recomo
pens
con
altas dignidades administrativas y,
muy
especial
mente, con la direccin de la enseanza universitaria,
que
Cousiu ejerci sin tr abas du ran te todo el r ei nado d e Luis
Felipe. La cada de ste fue, por eso, t ambin la suya.
La
revolucin
del
48, que
trajo primero el triunfo
de las corrien
tes sansimonianas y positivistas, y ms
tarde la
reaccin cat
lica,
lo
desplazaron
bruscamente
de las posiciones de mando.
Salvo algunas intermitencias, la est rella personal del
jefe
se
apag entonces. Pero aunque despojado
de
su fuerza buro
crtica y de su prestigio poltico, y renovado en su contenido
filosfico, el espiritualismo eclctico tuvo representantes y
ocup ctedras
en
la universidad francesa hasta las postr i.
meras
del
siglo XIX.
4. El eclecticismo
en
Amrica
Luego de
la
difusin continental de
la
enciclopedia y
la
ideologa, que
patrocinaron
doctrinariamente
en
Amrica la
revolucin de
la
independencia se
produjo
a mediados del
20
siglo el triunfo igualmente continental, de l eclecticismo. Fue
en
nuestros pases, sujetos ya al rectorado cultural de Fran
cia,
la
filosofa ms caracterstica
del perodo
romntico.
Precedi as inmediatamente a l a e tapa repre sentada por e l
positivismo, que en casi t odos l ados deb i
combatir
con l
para imponerse.
En
Mxico
la
empez a
difundir
Vctor Cousin despus
de 1830, en part icular a t ravs de sus t raba jo s d e h is to ri a
de
la
filosofa. En
el
Brasil domin
el
espiritualismo eclc
tico a med iados
del
siglo, con las figuras representativas
de
Monte Alverne,
o n ~ l v e z
de Magalhes y Ferreira Franca
En
Cuba, combatido
por el
ilustre de
la
Luz y Cabal le ro ,
influy a travs de los hermanos Gonzlez del Valle. En Bo
livia publicaron t raducciones y obras originales eclcticas,
Ter razas, Reyes Ort iz , Vil a,
San Romn
Torrico.
En O
lombia, en Per en Chil e, se sea la igualmente la accin
de la escuela eclctica, a la que
no
es ajena la clsica
obra
d e And rs Bello, Filosofa l ntendimiento 4
En
lo
que
respecta
al
Ro
de
l a P la ta
las primeras
in
fluencias del eclecticismo se registraron desde
temprano en
Buenos Aires.
Ya en
1819, Alejo Villegas, formado en la es
colstica colonial cordobesa, en su polmica con
el
ideolo
gista Juan Crisstomo Lafinur se sirvi de l as doc tr inas es
piritualistas
de
Cousin.
5
)
La
penetracin efectiva, sin embargo, se produjo a par
ti r de 1830,
el
ao en que Esteban Echeverra regres
de
Pars donde
haba
residido desde 1826. No
pudo dejar
de
interesarse
a ll p or la
doctr ina que
era
entonces
la
expre
s in ms ostensible
del
romanticismo filosfico. En aqueo
llos aos precisamente, todava opositor y
en el
disfrute
de
s u m x im a
popularidad
la
difunda
Cousin desde
la
Sor
bona en
resonantes conferencias. A ste,
entre
otros , cita
4)
F Garca
Caldern
La s
corrientes f llosficas en la
Amr ica La tina:
S Ramos
Historia
de
la
Filosofa en Mxico
p
113; J Cruz Cos ta
A Filosofa no Brasil
p
54;
A
Gmez
Robledo
La Filosofa en
el
Brasil p 25; M Vitier La Filosofa
en
Cuba p 68; G.
Francovich
La Filosofia en
Bolivia p
95.
5)
J
Ingenieros
La
Evolucin
de las ideas
argentinas
O. C., XIV
pp
188-190, Y
XVI p
212.
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
13/161
Gutirrez al mencionar
los
maestros
de
filosofa
que
enton-
ces
l e merecieron particular
atencin . Vuelto
a
Buenos
Aires,
hizo
conocer a los eclc ticos.
A Echeverra -decla
ra Alherdi- deb
la evolucin
que
se
oper en mi
espri
tu
con l as l ec tur as
d e V c to r Cousin,
Villemain
Chateau
b r i a ~ d J
ouffroy
y
todos
los eclcticos p r o c e d e D t ~ s de Ale-
mama,
en
favor
de
lo que
se
llam
espiritualismo . Sobre
esa introduccin actu en seguida
la
bibliografa romntica
que empez
a
llegar aureolada
por
la Revolucin de
Julio.
,: i.cente F.
L ~ e z ha
documentado
expresivamente su
repercu-
SlOn sobre la J u ~ e n t u d universitaria: No s
como se
produjo
u ~ a
e n t r a ~ a torrencial de
libros
y
autores
que
no se
haban
Oldo menclOnarhasta entonces.
Las obras de
Cousin
de
Vi-
llemain, de Quine t,
Miche le t, J ule s J
anin,
:Mrime,
Nizard,
etc.,
andaban
en
nuestras
manos
produciendo una
novelera
f a n t s t ~ c a
d e i de as
y
de
prdicas
sobre
escuelas y
autores
-romantlCos,
clsicos, eclcticos, sansimonianos.
(6)
. Sabido es que aquella
juventud,
como
el
propio Echeve-
rl Ia, se
inclin
en
definitiva
po r
el
sansimonismo antes
que
po r el
eclecticismo.
Frente
a ste, oficializado en
Francia
des-
de
e n t o n c ~ s y
ms adocenado que nunca, representaba aqul
In
contmUldad
del esp r it u filosfico revolucionario.
Pero
elementos eclcticos se incorporaron
necesariamente
a su for-
macin
intelectual.
A los tes timonios
transcritos corresponde
agregar
algunos hechos. En 1834,
Jos
T. Guido y
Alfredo
G.
Bellemare
comenzaron
a
editar
en
Buenos
Aires la
Historia
de
Filosofa de
Cousin,
traducida
po r ellos, con
un a
noti-
cia
biogrfi?a
.del
autor. ( )
.En 1837
public
Alherdi el
Frag-
mento
~ r e l z n m a r
al studw del erecho
donde, junto con
la : sanSImomanas, aparecen muchas
influencias
eclcticas. El
mIsmo
ao parti
para
Francia
Florencio
Balcarce,
que iba
a
escuchar
a
Jouffroy
y
traducir
a
Laromiguiere.
(6) J. f.
Gutirrez,
No ti c ia b iog rf i ca
sobre D. Esteban Echever r ia
p r o l ~ g o Dogma Socialis ia, Ed. Claridad p. 13).
J. B.
Alberdi, Escri.-
o s PoSiumos,
XV.
p. 249, V. F. Lpez ,
Auobiografa.
(7) En 1 8 6 1 ~ en
l
pr l.ogo a la 4
ed.
de su
ltroduecin
a la HiSioria
c;re la
F I 1 o ~ o f l a regIstrando
la
r epe rcus in de
su
obra
en
el
extran
J er o, Cou sm a n o t a b ~ Tenemos a la vista los pr imeros cuade rnos
de un a verSlOn
espanola publicada
en Buenos
Aires
en
1834,
22
En l a segunda mitad del
siglo se
utilizaron
e n l a
ensean
za
oficial
de
la filosofa
en la Argentina,
los
manuales
eclcti-
cos de Geruzez y de Jacques,
Simon
y Saisset . (8)
5.
Antecedentes del
eclecticismo
en
el Uruguay.
En
cuanto al
Uruguay,
las
primeras
influencias
eclcticas
deben ser
referidas
como en Buenos A ir es a
Alejo
Villegas.
Emigrado a :Montevideo, ense filosofa
en
la Casa
de
Estu-
dios
entre
1836 y 1841.
El
pas no ofreca
hasta
entonces
ms
antecedentes
filosficos
que
los escolsticos, enciclopedistas e
ideologistas.
De ac uer do c on su
formacin,
prosigui
Villegas
la
tradicin escolstica
de su
antecesor Jos Benito Lamas. No
obstante, cabe suponer,
aunque no existe
al respecto
constan-
cia
expresa,
que de alguna manera
debi
reflejar en su
ense-
anza las
lecturas
eclcticas evidenciadas, segn se ha dicho,
en
la polmica con Lafinur .
Cuando
en
1838
apareci
l
iniciador
dirigido
po r el
uruguayo Andrs
Lamas
y
el argentino
Miguel Can, y
ani
mado por Alherdi ,
Gutirrez
y dems jvenes
romnticos
porteos, la preferencia
de
la
nueva generacin
por
el
sansi-
monismo
era
ya
manifiesta,
desdendose
explcitamente al
espiritualismo
eclctico.
Entre
los pocos documentos filos-
ficos
del peridico
figura
la
traduccin de
un art culo de la
Revue
des
eux
Mondes titulado Fi losofa , donde
se cri -
tica severamente
a
Cousin
con
argumentos
sansimonianos:
:M .
Cousin,
po r su
sistema,
est
excusado
de toda
argumentacin:
Lo absoluto, dice, se
legitima por
s mismo. Si se me pregunta
po r qu hay
deberes,
yo responder,
porque
hay
deberes. No
hay razn que
da r
de la
razn. As
hemos
llegado a las
afirmaciones puras y simples
que
se
han
echado
t an to en cara
(8)
Sobre el eclecticismo e n l a Argen ti na : J . Ingen ie ros ,
1.e..
XVI, pp. 211
s s. ; M. Can,
Juvenilia,
Ed . Clar idad , p . 56;
Revista
d e Der echo , H is
toria Y
Letra s, Buenos
Aires, 1901, t.
IX, nota
a la c ar ta
de
A.
Jac
queso
I ngen ie ro s subes tima l a
influencia
de l ec lec ti c ismo en la Ar
gentina
en la
s eg un da m it ad d el
siglo.
23
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
14/161
a l os v ie jo s t ra tados de filosofa. Lo importante para nos
otros sera saber qu cosas son absolutamente verdaderas, be
llas y buenas, y cmo estas cosas se
hacen
apl ic ab le s a la s
artes, a la ciencia, a
la
i da social.
9
De todas maneras, si bien
la
doctrina
no ech races
entonces, los
autores
eclcticos
eran
l edos y
su
accin
hist
rica ambiente se haca sentir . Se registran algunos indicios.
En
1840, Alberdi public en
la
prensa el
programa
de un curso de
filosofa
en
el
que confiere
especial autoridad a Jouffroy. lO
El
mismo ao, Andrs Lamas obsequiaba a Bartolom Mitre,
con una
fraternal dedicatoria,
manual
de
historia
de la fi
losofa
del e sp ir it ua li st a a lemn Tennemann , t raducido
al
francs po r Cousin.
11
Con el
c ie rr e de
la Casa
de
Estudios en vsperas de la
Guerra Grande 1843-1851) toda actividad filosfica aparente
desapareci po r var ios aos en Montevideo. En
la
plaza si
t iada , como en el Cerrito,
la
intelectualidad representativa se
entreg
por
entero
a
la
guerra,
la
poltica
y
el
periodismo
de
combate. Al
entrar
en este ciclo blico coexist an mentalida-
des escolsticas, enciclopedistas, ideologistas, sansimonianas.
Baste nombrar, incluyendo a los argentinos emigrados , a Jos
Benito Lamas, Alejo Villegas, Dmaso Antonio Larraaga,
Florencio Varela,
Esteban
Echeverra, Juan Mara Gutirrez,
Juan
Bautista
A1herdi, Eduardo Acevedo,
Andrs
Lamas. To
dos estos estratos filosficos superpuestos
por
la Colonia, la
Revolucin y
el
Romanticismo, se
iban
a disolver,
del
punto
de ista
de l
proceso nacional, en el seno de
la
contienda. Se
desarrollaran, en
cambio, hasta cobrar cuerpo, los grmenes
eclcticos del per odo anter ior. Al emerger nuevamente, a
fines
de l
Sitio,
la
corriente
de l as i deas filo sficas, slo se
presentara en escena, para monopol izada por muchos aos
desde
la
ctedra de
la
Universidad,
la
escuela de Cousin.
9 El Inic iador , l. p. 174.
10) A. Ardao, loe. c
pp.
163 ss.
(11)
l
ejemplar
parte de la Biblioteca Ellauri,
que se
c on se rv a e n
la
Facultad de
Derecho de
Montevideo.
24
MAGISTERIO
DE LUIS
JOSE
DE
LA
PEA
1. Antecedentes doctrinarios de De la Pea.
La introduccin
de
la
filosofa eclctica en la enseanza
pb li ca del pa s
por
parte del doctor
de
la Pea, no estaba
de
acuerdo
con
sus antecedentes doctrinarios en la ctedra.
Graduado en
la
Universidad de Crdoba de doctor
en
filosofa y sagrada teologa, haba participado
en
Buenos Aires,
en 1819,
en
el concurso para
proveer la ct ed ra de
filosofa
que
gan Lafinur.
En
1826,
al dhidir
Rivadavia el curso en
dos aos, lo
nombr
para
regentear el primero.
Lo
hizo hasta
1830. Tuvo
en
ese
perodo por
colegas
en
el curso
de l
segundo
ao a
Fernndez
de Agero
hasta
1827 y a
Alcorta
despus.
Como se
desprende del
extenso manuscrito
personal
de sus
lecciones
de
entonces, existente
en
Montevideo, su enseanza
concord con
el
ideologismo caracterstico
de
la
Universidad
de Buenos Aires en aquel la poca, inspirndose principalmen.
te en
Condillac,
Des tu tt de T racy
y Laromiguiere. (l)
En 1830 emigr
al
Uruguay, radicndose
en
Mercedes,
donde
se dedic a la enseanza
primaria. Desterrado
al B ra
sil en 1837
con Rivadavia
y o tr os
unitarios,
regres a Monte
i deo e n 1839.
Aqu
se incul estrechamente a los
prohom.
bres de
la
Defensa, convirt indose a par ti r d e 1847 en el
b razo de re cho del Minis tro de Gobierno Manuel Herrera y
Obes en
la
ejecucin del plan que condu jo a l establecimiento
de la Universidad. Al crearse el Instituto de Instruccin Po
b li ca , de
que ya
hemos hablado, presidido
por
el Ministro
de
Gobierno,
fue
nombrado
su vicepresidente.
Er a
ya
director
del Gimnasio Nacional fundado por su cuenta con el auspicio
gubernativo, y que oficializado luego bajo e l
nombre
de Coleo
gio Nacional pas a integrar la Universidad. Form
parte del
1
Dimos noticia
de
la exis tenc ia de este manuscr i to en Filosofa
Preunl-
versaria en e l Uruguay, p. 58. Su contenido no confirma ~ d e s ~
vorables referencias consignadas po r
V.
F . L p ez e n su Autoblograba.
25
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
15/161
primer consejo de sta, a la cual se le
incorpor
con los ttulos
acadmicos de las Universidades de
Crdoba
y Buenos Aires.
Bien
puede
decirse que
fue
el
e je del
movimiento educacional
de
ese perodo.
(2)
2. Sus
cursos del Gimnasio Nacional
y de la Universidad.
El
doctor De
l a Pea
dict en 1848
el
curso de filosofa
del Gimnasio.
En
contraste con su pasado ideologista, ajust
su enseanza al ours hilosophie de Eugen io Geruzez,
manual
francs modelado en
l a doc tr in a
del espiritualismo
eclctico.
Cumpla con ello
una
prescripcin oficial.
En
marzo de
1848
un
decreto especial facult
al
Insti tuto para
sealar
los
t ex to s a emplearse en la enseanza. En uso de esa facultad,
en abr il del mismo ao, con
la
firma de su presidente Manuei
Herrera
y Obes y de su secretar io
J
os Gabriel
Palomeque,
co
munic el
Instituto
a
la
direccin
del
Gimnasio que el t ex to a
seguirse en el curso de Filosofa
sera
la obra de Geruzez. (3)
Dada
la
situacin de De
l a Pea
en el Insti tu to de
Instruccin
Pblica,
cuya presidencia efectiva ejerca, hay que suponer ,
s iendo adems e l
director
y aun el profesor
de
filosofa del
Gimnasio,
que
tuvo participacin decisiva en
dicha
eleccin.
No haha s ido a jeno , pues, a
la
renovacin filosfica
del
siglo,
irradiada por
Francia sobre los pases de Amrica.
La influencia de la cultura francesa,
iniciada
con la Re
volucin, se h ab a he cho muy in tens a en Montevideo en los
aos del Sitio.
Tuvo que ver
con ello e l fa cto r poltico.
2 ) Vase:
Marino
C. Berro, La Universidad y el
Dr.
Lui s Jos
de
la
Pe
a,
Montevideo,
1908. El
I ns ti tu t o de I ns t ru cc in Pb li ca
estuvo
inte
g ra do p or D e
la
Pea, F ra nc is co Aracho , And r s
Lamas,
Florentino
Castellanos, Permn Fer re i ra , Enr ique Muoz,
Cndido
Joanic , Jos
M i
Muoz,
Esteban Echever r a
y
Juan
Manuel
Besnes
Irigoyen; el
primer Consejo
Univer si tar io, por Lorenzo Fernndez (Rect'Or),
Fer
min Ferre r a , E. Echeverra,
Alejo
Villegas y F. Castellanos; fu e
Se
cretario
de ambos,
Jos Gabr el Palomeque .
3)
Sobre
la adopcin
del Geruzez y
los
exmenes de l
curso,
vase: Archi
vo
de la
Univer sidad , Ca ja Gimnasio y Col eg io
Nacional,
1835-1848 ;
d ia ri o E l Comercio del P la ta , 20 d e j ul io y 26 d e d ic iemb re d e 1848
y 4 de enero de
1849. Los
a lumnos examinados fueron:
Fermn
Fe
rreira,
Lucas
y Nicols Herrera y Obes, Ado lfo Als ina, Juan H. Vz
quez,
Gregorio
y Ju st in ia no Pr ez , F ra nc is co
Lavalleja,
Laudelino
Vzqu ez ; c as i t od os
ellos,
futuras
personalidades
rioplatenses.
26
Diplomtica y au n
militarmente, Francia
estuvo
muy
ligada
a los
problemas del
R o de la Plata bajo la t i rana de Rosas,
en
los que se mezcl de buena
gana
el inquieto
imperialismo
econmico de
la burguesa
orleanista. Los crculos antirrosistas
uruguayos y argen tinos, asentados en Montevideo,
tuvieron
siempre, po r
encima
de las desilusiones de
ciertos
perodos,
grandes
esperanzas
en
el
gobierno de
Luis Felipe,
que
repre
sentaba,
en
cier to modo, el
espritu
de
l a Europa
l iberal . Es
natural , por l o t an to , q ue
doctrina eclctica,
tan
represen
t at iv a de la f ilosof a y la poltica del rgimen, encontrara
amplia acogida en la plaza sitiada, donde era, po r otra par te ,
muy
poderosa e influyente
la
colonia francesa.
El
pronuncia
miento del Insti tuto
de Instruccin
Pblica en
favor
del
texto
de Geruzez,
marc la
entronizacin oficial
de
dicha doctr ina
cn el
pas.
Resulta
curioso
observar
que ello ocurra en 1848,
el ao precisamente
de
su cada
en Francia
como filosofa
de
la Universidad. 4)
Al
ao siguiente, el doctor De
la
Pea dict
el
primer
curso de f ilosof a de
la
Universidad
de Montevideo.
El
mismo
da
en
qu e e l gobierno de Surez decret su inaUimracin,
14
de julio de 1849, l o nombr catedrtico de f i l o s ~ f Era la
ctedra del
Gimnasio Nacional
-Colegio
Nacional desde
el
mes
anterior-
que se convert a en universitaria. La ocup
hasta 1851, utilizando siempre como texto de clase el manual
espiritualista recomendado
en 1848 por el Insti tu to de Ins
truccin
Pblica. 5)
A principios de 1852, cado Rosas,
renunci
a e lla, a s co
mo a la de matemticas que tambin desempeaba y al vice
rrectorado de la Universidad, para trasladarse a la Argentina
4)
En ese
m smo
~
el
:ns importante
colegio
p ri va do d e
Montevi
?eo .despues
del
qimnaslO l Colegio de Human idades , d ir ig ido por
JesUl tas - mantema en filosofa la enseanza escolstica En un co
municado sobre los exmenes d e fin de curso se expresa
as : L os
~ u n o s
que
.han
h ec ho e l
estudio
de
Lgica
y
Metafsica
desempe
Il;aron con
bnl lan tez l a
defensa
de
las
proposiciones que se prop u
Sle On
s o s ~ e n e r
y con ~ : n t ? ms luc im ie nto c uanto f ue ron impugna
do>
po r
.diferentes
eclesiasbcos;
mostrando unos y o tr os su per ic ia
en
el maneJo de la lengua latina (El Comercio del P la ta , 23 de d ic iem
bre de
1848).
5 )
Archivo
de la
Unive rs idad , Cajas: Academia, 1841-1850 ;
HG. Nacio
na l
y
C. Nacional,
1849-1855 ;
Universidad.
1849-1852 (I-A) .
27
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
16/161
donde ib a a ser Ministro de Relaciones Exteriores en el
go-
bierno de Urquiza.
En 1854,
contingencias pol ticas lo hicie
ron regresar a Montevideo, donde volv i a cumplir todava
algunas actividades docentes; pero desarraigado ya del medio,
poco despus se reintegr a su p as, donde
muri
en
1871.
6
3.
El
manua l de
Geruzez.
El ours de hilosophie de Eugenio Geruzez (1799-1865)
qui n alcanz gran boga en su poca como autor de obras
didcticas, especiahnente de literatura francesa- apareci en
Francia en los comienzos
de
la
era
orleanista y por
tan to del
imperio
universitario de Cousin.
Recomendado
por
Villemain a quien fuera dedicado,
y
aprobado
por el Consejo
Real
lo
acompa
de
inmediato
un
notorio
xito escolar. Apenas meses despus
de
su primera edi
cin, en mayo de
1834,
su autor f echaba y a e l prlogo de
la
segunda,
oportunidad
en que seal
de manera
expresa sus
fuentes inspiradoras:
No
podra
dis imular todo lo
que
debo
a los e sc ri to s
de
algunos filsofos contemporneos, entre los
cuales soy fel iz
de
contar algunos amigos. Pero l a amistad no
me
autoriza
a despojarlos en silencio.
lV
Cousin ha recono
cido
sin
disgusto que mi
memoria
haba sido
fiel
a sus leccio
nes; M.
Damiron
ha podido encontrar aqu y a ll algunas
reminiscencias de sus excelentes escri tos.
He
puesto a contr i
bucin
sobre todo el
ompendio publicado
po r
IV
Ad.
Gar
nier
espritu
exacto, penetrante y concienzudo. Debo tambin
mucho
a la l ec tu ra de l as obras de M. Jouffroy quien
me ha
inspirado
a
menudo; de lV
Laromiguiere nuestro digno pa
triarca
y de M. Cardaillac,
quien
ha seguido, no
sin
brillo
las huellas de su maestro. Como
puede
verse, todo el estado
mayor de
lo
que iba
a
llamarse
e l
regimiento del
espiritua
lismo eclctico.
De esa filiacin derivaba la
estructura
y el contenido de
l obra cuyo plan responda est rictamente al programa uni
(6) E. Acevedo Anales Hisiricos de l Uruguay
n
p. 582. Mariano B. B e
rro
La
Escuela
antigua
en
Soriano
(1912), pp . 104 Y 121.
28
versitario que
el
eclecticismo puso
en
vigor. Se la divida en
cuatro
partes:
psicologa, lgica,
moral
y teodicea,
de
acuerdo
con la
sistematizacin y terminologa adoptadas por
la
escuela,
en reemplazo
de
las que el ideologismo haba impuesto sobre
el canon de la
ohra
de Tracy: ideologa, gramtica filosfica
y lgica. La cer raba una historia de la filosofa, respondin
dose
tambin
en esto a una de las direcciones capitales
del
eclecticismo
trazada
por
Cousin:
la
reconstruccin del pasado
filosfico, a travs de
un
vasto esfuerzo de investigacin, tra
duccin y exposicin por el que se dio expresin en Francia
al esp r itu historicista del romanticismo. Tanto
la parte
sis
temtica como la histrica
eran
desar rolladas , desde luego,
con f ide li dad a l c ri te rio de la escuela , a modo de ext racto
didctico de sus obras mayores.
No descuidaba el texto, por lo dems , l a t area de pacif i.
c ac in soci al y r eli gi osa que , e spec ia lmen te despus de su
oficializacin, se haba asi ffiado el eclecticismo. A su frente
declaraba el autor: Abordando difciles problemas, no he
sobrepasado los lmites
en
los cuales el
espritu
filosfico y
el espritu
religioso
pueden
s iempre ponerse de acuerdo.
Ta l
es, por otra par te
el
carcter general
de
la enseanza
uni
versitaria, aunque se grite
bien
alto y se
repita
imperturba
b lemente que
las doctrinas modernas
pervierten la
moral y
arruinan
e l f und ament o d e t od a religin;
porque
es c la ro ,
para todos aquellos
que l een
y que entienden
que
l a inma
t er ia li dad del a lma es
en
todas partes l conclusin de la
psicologa, que l a moral f ilosfica se apoya sobre la inmorta
lidad
del principio inmaterial que
la
teodicea es
un
perpetuo
homenaje a la
unidad
y a
la
omnipotencia del Creador,
y que
en ninguna poca los filsofos ha n anunciado con ms segur i
dad
estas tres grandes verdades. Ser a pues ms verdadero
decir que si
la
filosofa
ha
cesado de se r
la
sirvienta de la
teologa,
no
se
ha
11elto
ni
su
rival ni
su enemiga.
En
efecto,
ella conduce,
en
gua fiel,
al
espritu humano
hasta
e l pun to
en
que,
no teniendo
ms nada que afirmar
lo
libra a la teo
loga, que l o lleva ms alto en alas de la fe .
Ante s de 1840, fe cha de la tercera edicin, fue
e l l ib ro
ver ti do al ca ste ll ano . Y ant es de
1846,
fecha
de
la cuarta ha
29
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
17/161
ba l legado a nuestro continente segn la constancia
que
en
tonces est amp su p ropio aut or : Me atrevo apenas a decir
que traducido al espaol, ha ido a implantar en no s qu
provincias de la Amrica del Sur los grmenes de la doctri
na
qu e los enemigos de toda filosofa
incriminan
en
Francia
bajo e l nombre
de eclecticismo .
En
nuestro pas, donde esta
ba llamado a
imperar en
el aula po r ms de
un
cuarto de
siglo, carecemos de noticias suyas antes
de
la
citada
recomen
dacin oficial de 1848.
En
la Argent ina fue u ti lizado como
texto en
la Universidad
de Buenos
Aires
hacia la
sptima
d
cada del siglo. Cabe
suponer que fue tempranamente
conocido
en
otras reaiones
del
continente. Esta preferencia americana
1
estuvo de acuerdo con la que fue dispensada en a ensenan-
za universitaria de su pas de origen: primera en e l
tiempo
en
tr e numerosas obras
del
mismo gnero producidas par a e l uso
de la docencia eclecticista, el curso de Geruzez goz
en
Fran
cia
durante
largos aos del favor inicial .
Texto tradicionalista
y
dogmtico, cer rado a l
influj?
-
novador del natural ismo del siglo, tuvo sin duda ese exl to
histrico porque
er a
un
expresivo
breviario.
~ e l
e l e t i i ~ m o
con l as limitaciones doctrinarias pero tamblen con las VIrtu
des expositivas
de
la escuela. Es pOl eso en nuestros pases, el
decano de la larga serie de textos de enseanza e filosofa
o
no
con que nos ha beneficiado la pedagoga frances.a,
precisamente constituida
en
lo fundamental como cuerpo his
trico, por la prolongada accin didctica del espiritualismo
eclctico.
4.
Personalidad docente de De la Pea.
No obstante diversas referencias sobre el respeto con que
era
considerada la personalidad docente del doctor De la Pe
a es de admit ir q ue su enseanza filosfica en Monte video
no estuvo rodeada de merecimientos excepcionales de ilustra
cin o de influjo intelectual.
La dedicacin
simultnea
a la enseanza
primaria
y la
participacin preponderante del punto de vista administrativo,
en el proceso
fundacional de la
Universidad as como las vi-
30
cis itudes pol t icas y bl icas de la poca, que segua de cerca ,
no hubieran
permitido
en
ningn
caso que
fuera
de
otro
mo
do. Merecen recogerse al respecto, por s u va lo r documental,
algunas de las pal ab ras que l mismo dirigiera a sus a lumnos
a l i ni ci ar en 1848 el curso filosfico del Gimnasio: Despus
de 20 aos de
un
completo abandono del estudio cientfico
so-
bre nuestra inteligencia, despus que muchos de ellos han sido
perdidos en
una
vida puramente material
y todos ,
indudable
mente
todos, pasados en
una
i da de sufrimientos, no puedo
ofrecer
ms q ue
los esfuerzos de una pasin que se vigoriza
en la misma
proporcin que
las dems se debilitan que crece
cuando l as dems
mueren:
e l amo r a la
patria
el
amor
a la
humanidad
el deseo vehemen te de que la nueva generacin
se presente digua de la alta misin que le est confiada y que
ella vuelva una mirada de amis tad y de aprecio hacia aque
llos que se
han
esforzado
por
disponerla a
que la llene
fiel
mente. 7)
Lleg, sin embargo, a tener el propsito
de redactar
per
sonalmente un texto para su curso, no sat isfecho con
el
ma
nual
de Geruzez. A f ine s de 1849, ya e st ab leci da
la
Universi
dad , as se lo manifestaba a A.lldrs Lamas, ministro entonces
del pas en R o de ]aneiro en car ta que resul ta ser, como e l
pasaje anterior un elocuente testinlOnio de las circunstancias
intelechlales en
que d ab a
sus primeros pasos
la
Universidad
de Montevideo:
Mateo
:Magarios me escribi
por el
ltimo
paquete
por
encargo de un saeerdote Sastre residente en sa, pidindome
opinin sobre la aceptacin que merecera
del
Instituto un
Curso de Filosofa r edac tado por e l mencionado Sastre y que
no es ms
que un
extracto e n f orma d e
Catecismo-
del
curso de Geruzez . Mi contestacin
se
ha reducido a dec ir le
que
sera
hasta r id culo aventurar juicio
sin conocimiento,
pero que e n general
un
curso manuscrito no llenara l as ne-
7)
Ano ta cin de
su
puo
l et ra e n
e l c it ad o m an us cr it o d e su anti
guo
c ur sa d e Bue no s Aires fechada
en
octubre de 1848. Uti li z en
Montevideo
dicho
manuscrito
para
dictar
la
retrica
no tratada
po r
el
texto de Geruzez s eg n s ur ge d e d iv er sa s an ot aci on es que hizo
en e l m ismo .
En
1850 l o d ed ic a
la
Bibl io teca de
la
Universidad.
sealando que era n ico or ig ina l .
31
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
18/161
no en
la
solucin
del problema
filosfico, manifestando los
escollos
en que
encal l , ms de
una
vez, e ~ i r v i d o por
un
anlisis imperfecto. Pero ante s de empezar he c re do ti l, si
no necesario, proponerme una cuest in previa. Qu es la
f ilosofa, o ms bien cu l es su objeto? Si consigo resolverla
de un modo inteligible, ya
t endr a l
menos
un a
luz
que
me
alumbre una base i nconmovibl e sob re que asentar todo el
edi ficio de mis ideas . Para establecer ese objeto se apoya en
Bacon
y en Descartes, concluyendo:
Mi
definicin sera:
La
ciencia que partiendo
la propia existencia abraza
todas las verdades
y
las sujeta a examen. La filosofa anti-
gua se extravi: Tom
por partida
el mundo f sico y hacien-
do abstracciones del ser inteligente busc en
la
naturaleza el
secre to de
la
creacin. Si, en cambio, tomamos po r objeto
y
po r
punto de partida
a l hombre estud iando en e l
yo sus
facultades en sus diversos desarrollos, entonces
s
podremos
entrar
al
estudio de la naturaleza con la inmensa
ventaja
de
conocer e l a lcance de nuestras fuerzas .
Definida as la filosofa, estudia su desarrollo histrico
a t ravs
de
u n
cuadro aproximado
de esa
multitud
de siste-
mas que, a p es ar d e haber tenido por jefes genios i lustres,
en vez de tender
al
objeto comn
l
solucin del proble-
m no han hecho ms que despedazarse en luchas encarni-
zadas, sobre cuest iones
puramente
secundarias .
Menciona en primer lugar e l sistema de filosofa sen-
sualista , cuyos representantes
adoptaron
por divisa el si-
guiente
principio: Todos nuestros conocimientos nos vienen
por los sentidos. Este principio bien examinado es incontes-
table. .. Entre los filsofos de
la
escuela moderna Condillac
es el que ha sostenido con ms acierto la doctrina de un sen-
sualismo discreto. Pero e l sensualismo, en manos de los dis-
cpulos y su cesores
de
sus
primeros
representantes, degener
rpidamente por la fuerza de las cosas, en dos principios ex-
clusivos, en dos fuentes inagotables de errores y de crmenes:
el material ismo y el atesmo . Entre los modernos es el caso
principalmente
de Hobbes, La Mettrie
y
d HoIbach. En opo-
sicin al sensualismo aparece el s is tema de f ilosof a espir i-
tua li sta . A su cab eza figura Platn. Pero c on su sistema
I
I
1
IJ
r
l ~
r
S. La fesis de Adolfo Alsina.
cesidades que sentimos por
el
momen to ; que Geruzez est
muy lejos
de s er
lo mejor en esa
materia
y
no
s si
podr
de-
cir que no llega siquiera a lo bueno; que la forma catequs-
t ic a me parece la menos a propsi to para tratar materias de
esa importancia y con jvenes que se preparan a e st ud ios de
o tra an mayor; y que ese curso, en f in, est incompleto para
el programa que nos r ige. Quiz tenga Ud. ocasin de conocer
lo que eso se a; y malo por malo es preferible lo que sea nues-
tro.
Ahora
no tengo t iempo pero puede que ms despacio,
pueda ofrecer a esta
mi Pa tr ia quer ida el
fruto si no de ta-
lentos especiales,
al
menos de una dedicacin constante.
8
8
Archiva Gen er al d e la
Nacin,
Caja 105 del Fondo Ex . Arch.
Museo Hist .
Nac,
9 Se
conserva
un ejemplar en la
Biblioteca
del
Ateneo
de Montevi-
deo.
En
1897 f ue publica da en B uenos Aires p or P . Grous.sac e.n su
revista La
Biblioteca, nI.
con
el
tftulo de SI s temas de
Filosof la .
Sobre la orientacin eclctica espiritualista de su ense-
anza el dato ms i lust rativo lo const ituye
la
utilizacin del
mencionado texto de clase.
Pero
no es el nico. A l se agre-
ga el contenido, acorde
enteramente
con dicha orientacin,
de una interesante tesis l legada
hasta
nosotros que elabor
en su aula uno
de sus a lumnos .
Fue
su a utor
AdoHo Alsina,
argentino
de nacimiento,
hijo
del prcer Valent n AIsina, emigrado entonces en Mon-
tevideo, y l mismo
futuro
caudillo,
tribuno
y hombre de go-
b ie rno en su pas. Corresponde
al
curso inaugural de 1849,
habiendo sido l e da en los exmenes de enero de 1850 y pu-
blicada poco despus en
un
folleto de doce pginas
bajo
el
ttulo de d ea de la Filosofa
y
sus sistemas. 9 Trabajo de
escolar , es una
muest ra d ir ec ta del
clima
doctrinario
de la
ctedra
anticipado en una
cita
de Geruzez puest a a modo de
acpite : Mientras los espritus exclusivos se ?espedazan n.o
dejarn de hacerse de cuando
en
cuando tentatIvas de eclectI-
cismo que preparen para el futuro
una
conciliacin general .
Mi
objeto al emprenderlo
-comienza
declarando el
au-
t o r ha sido trazar ligeramente la marcha del espritu huma-
32
33
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
19/161
sucedi
10
que
con
el sensualismo pues sus discpulos arras
trados al exceso por ese espritu ciego de sohrepujar a sus
maestros aun en sistemas
errados,
10 hicieron
degenerar
en
un
idealismo exclusivo es decir,
la
negacin
de la materia
y
del mundo. Su principal
representante
moderno es Berke-
ley
el
visionario .
Difcil me
sera elegir
entre
el material ismo
como con
secuencia del sensualismo y el ideal ismo como resultado ne
cesario del espiritualismo... Creo
haher
demostrado que los
sistemas exclusivos conducen al ahsurdo. No
poda
ser de
otro
modo: los extremos en toda mater ia ,
son
nocivos; to
memos
un trmino
medio
entre el
sensualismo y
el
espiritua
lismo analicmoslos
t omando de cada
uno todo
10
hueno que
encontremos y
formemos con
estos d iversos elementos un
sistema mixto, operemos
una
fusin.
Tal ha
sido
la
misin
de
Bacon y de Descartes el eclecticismo o la conciliacin de
los
sistemas...
El eclecticismo segn M. Cousin consiste en
sacar
de
cada
sistema
10
que h ay a de
verdadero,
y en compo
ner con sus elementos
una
filosofa
superior
a todo s los siste
mas
no
ta l
o
ta l
filosofa
sino
la
filosofa
misma
en
su esen
cia y
en
su unidad.
El escrito termina con una
reflexin
sohre l a guerra a
muerte que han declarado casi todos los dspo tas a los f ilso
fos o amigos de la Cieneia evidente alusin a las circunstan
cias histricas de
su
poca en el
Ro de la
Plata. Si el dspo
ta persigue a la filosofa e s porque sahe que
proclama
c in de
una
nueva
idea hasta a veces
para preparar
una
gran
reforma, porque
conoce
que
el saher, enemigo mortal
del
des
potismo
oponiendo
a la arhitrariedad la razn,
ins truye a l
puelllo
le
alumhra, y ste s ahedor de sus dereehos ahjura
la ohediencia pasiva que degrada,
para
ahrazar la activa que
ennohlece .
Prologa
la tesis una car ta de De la
Pea
a
Valentn
Alsi
na
con
expresiones
que contr ihuyen
a
mostrarnos
el
espritu
de su
enseanza:
E l
discurso de
su
hijo D. Adolfo en los
exmenes de Filosofa es a mi juicio
una
ohra que revela no
slo
una
capacidad distinguida, sino ms
an, un
estudio se
r io de l a mat er ia a que se contrae. Reduciendo todos los sis-
34
temas filosficos a tres grandes clases los
recorre
sistemada
mente con exactitud,
examina
las principales ideas que les han
servido de hase y comparndolos
entre
si aplicando a todos
las reglas. de ~ n a
s e v ~ r a c r ~ i c
los
j u ~ g ~
con
imparcialidad
y con aCIerto. Al mIsmo tIempo
escnbIa
a Andrs Lamas:
E l
discurso
de mi
joven discpulo Alsina es
una muestra
de lo
que
han
hecho
mis jvenes filsofos.
Cada
uno
ha
ofre
cido su ohlacin a la c ie nc ia y a la
Patria
y
hay
otros trahajos
presentados a
examen
que no desmereceran al l ad o de l
de
Alsina. No
puedo
dejar de hacer mencin de los de Lucas
Herrera y Gregorio Prez.
La juventud
oriental progresa.
lO)
lIT
MAGISTERIO
DE PLACIDO ELLAURI
l.
Plcido Ellauri. Vida obra.
Desde 1852 reemplaz a De
la
Pea
en la
ct ed ra de
filosofa su discpulo
Pleido
Ellauri,
personalidad
de la ma
yor s i g n i f i c a c ~ n
histrica
en el proceso filosfico
uruguayo.
Mantuvo la catedra durante ms
de
siete lustros prosirruien
do la orien tacin espir itua li st a de su antecesor. A
tra:s
de
su
prolongada
enseanza ejerci una influencia
espiritual
y
moral p : o f u ~ d a
contrihuyendo poderosamente a configurar
la
orgamzaclOn mental
d e t od a
una poca.
Po r
gracia de
la
ausencia
de t radicin
caracterstica de
nuestra
vida intelec
tual, es sin emhargo, un desconocido para las generaciones
actuales.
lO)
Archivo
G e n ~ r a l . de la Nacin
lex::.
ci o
Ignoramos s i
se conservan
las
?tras
teSIS
CItadas por
De
la
Pea. Hemos t en ido
en
cambio
a
la
VIsta
la
pr?ducida a o s igui en te , e n
la
misma
aula
y de
acuer-
do con ~ ? mIsma o r i e ~ t a c i n
por el
alumno
J aime J . Costa sobre
e ~ tema El 1 -Ima es l i b r ~ en t od os s us ac to s , d e
muy
escaso m-
rIto M a n u s ~ r I t o
pertenecIente
Archivo
del
Dr.
Alberto Palome-
que
custodIado
en
el
Museo Histrico Nacional .
35
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
20/161
Naci
en
Buenos Aires,
residencia
ocasional
de
sus
pa
dres, el 5
de
octuhre de 1815, en un hog ar de
alta
ilustra
cin.(l) Era
hijo
del doctor
Jos Ellauri,
una
de
las prime
ras
intelectualidades
u ruguayas de l a Independenc ia ,
presi
dente
de
la Asamhlea
Constituyente
y Legislat iva que elaho
r la Carta
de
1830 y jurista, diplomtico y poltico de los
ms destacados
de su
tiempo.
Al
instalarse
la Universidad aparece
cursando
en ella
estudios secundarios, con un retraso
explicahle
por l as cir
cunstancias educacionales
de
la poca. En el aula
de
De
la
Pea
hizo
los cu rsos primero y
segundo
de filosofa du
rante los aos 1849 y 1850. Muy
poco
despus, en marzo
de
1852, sustituy
en la ctedra
a
su
profesor.
Prosigui
entre
tanto estudios de
jurispmdencia, doctorndose
en 1854. En el
acto de colacin de grados, apadrinado po r el doctor Marce
lino lVlezquita, sostuvo
la siguiente
proposicin: Las huenas
leyes
constituyen
la
felicidad
de las naciones; pero para que
ellas tengan ese caJ::cter, es
necesario que estn hasadas
en
el
deher,
l ln ico e
inalterahle fundamento de
la
moral . 2)
Desempe
inintermmpidamente la
ctedra
de
filosofa
de
la
Universidad
has ta su
supresin
en 1877, cuando el dicta
dor Latorre
decret lo
que se llam l a l iher tad de
los
estudios
secundarios.
o n j u l t a m ~ n t e con
otros catedrticos, solicit en
tonces
continuar gratuitamente
sus cursos
en la
Universidad,
a
lo
que el g oh ier no se opuso.
Restahlecidas
l as aul as en
1883,
fue
nuevamente nomhrado catedrtico de la de
filoso
fa,
que
dict
hasta
1888,
ao
en qu e,
ya septuagenario,
re
nunci
a ella, retirndose definitivamente de la enseanza.
(3)
Durante
todo
ese
t iempo hizo
de su
magisterio
un
ver
dadero
apostolado consagrndose
po r entero
a
su misin
do
cente. En una poca y en un medio avasallados por la
pol.
tica,
que e ra
adems
una
vocacin
de
familia,
se
mantuvo
invariahlemente ajeno
a ella.
Sin que fuera ind iferen te
a los
hechos
y a los prohlemas
de
la
vida
cvica
del
pas, conserv
(1) Biografia
de l
Dr. J os E ll au ri p or D ar do E st ra da , p re limi na r
Co
rrespondencia Diplomtica
d el Dr . J os E ll au ri , p. XXXIX .
(2)
Archivo de la
Universidad.
(3)
Id .
36
una filosfica impasibilidad -rasgo saliente de
su carcter
en medio de
las
ms
azarosas circunstancias. Se
ref iere que
el
mismo
da en que
su
hermano, Presidente
Jos
Ellau
ri,
con
quien viva, fue
derrocado
por el
histrico
motn
de
1875,
concurri
como de
costumhre
a
dictar su
clase
de la
Uui
versidad. Tampoco lo
distrajo el
foro,
al cual
dedic una aten.
cin secundaria, siendo po r hreve tiempo fiscal
de
gohierno y
hacienda.
Su
gran
pasin
fue la
enseanza, a
la
que
sirvi to
da
su
vida
como
profesor
y como funcionar io .
Rector
de
la
Universidad en
dos
perodos
(187173 y 1875-77),
presidente
del Insti tu to de Instrucin Pblica, fue
una
figura consular
de
la
enseanza superior
como
de la primaria, durante
todo el
o s ~ u r o y difci l periodo fundacional
de
nuestra instruccin p
hlIca
que va
desde la
Guerra Grande hasta
las dos decisivas
reformas educacionales
l escolar y la universitaria-, reali
zad?s
respectivamente e n el
ltimo
cnarto del
siglo
pasado
por
Jose
Pedro Varela y Alfredo Vsquez Acevedo.
Adorado de
sus discpulos,
aun
de
aqullos
que
se alza
ron
contra sus ideas f ilosf icas y las comhatieron duramente,
varios
de
ellos nos
ha n
allegado,
en
animadas
y
emotivas sem
hlanzas,
su imagen
f s ica y
espiritual.
(4)
De apostura
gallarda,
una
seorial
dignidad flua
de
sus
sencillas y
hondadosas maneras. Luca
una fisonoma clsica,
a.ureolada en la ancianidad por una venerahle harha hlanca
que
se
deten a en
el
lahio
superior,
siempre
afeitado.
Bajo l a
frente amplia
y
despejada, hrillahan
con una
chi spa de irona
los pequeos ojos celestes, vivaces, pero
inalterahlemente
se
renos. Siempre
de
negro, con una levita cruzada ta n constan
te eomo
su
celehrado
eigarro
de hoja, era la suya una singu
la r
estampa,
familiar y querida de sus contemporneos. Con
ella estaha
de acuerdo
su espritu
tradicionalista,
inconmovi
hle en
sus convicciones
fundamentales,
imper tu l hah le en la
(4)
Vans e l as s embl anz a s
por:
Manuel
Herrero y Espinosa, en
Revisa
Nacional, N9 48, 1941; Joaquin de Salt e ra in,
id.,
i d. , N9
1,
1948;
Eduar
do Acevedo , en Convencin Nacional
de
Abogados , vol . n 1945,
y
e
-
5/21/2018 Espiritualismo Positivismo Uruguay
21/161
polmica que amaba y buscaba ; pero de una bonhoma des
granada en ancdotas
que
festejaron varias generaciones, y
amplio y
liberal
m s a ll de
toda
ponderacin.
En el
aula,
habitualmente de pie
y
con
el codo
apoyado en
el pupit re ,
expona,
interrogaba, discuta, manteniendo a la clase siem
pre
en tensin
y
creando un a superior atmsfera de toleran
cia y
de respeto
para todas las ideas, por
opuestas
a l as suyas
o
po r
extravagantes
que fueran.
Casi octogenario, fue objeto
de
un
homenaje
nacional
ver
daderamente
apotetico, como no
10
ha
r ec ib ido nunca en e l
Uruguay, po r
susola
calidad de tal,
un
profesor
uuiversitario.
Tuvo
lugar el
5 t ie
octubre de
1893, con
motivo
de
su cumple.
aos. A la maneta
de
un guerrero victorioso,
fue paseado
por
las
calles
de
Montevideo
b ajo u na lluvia
de
flores,
en una
curiosa manifestacin jalonada
por actos acadmicos
en
las fa
cultades de Medicina
y
de
Derecho
y en la
Seccin Prepara
toria.
Muri
pocos das despus,
el 22
de
octubre, tan
serena
mente como haba vivido y haba enseado.
2.
personalidad
docente.
La personalidad docente del doctor
Ellauri se ofrece con
dicionada por
su invariable
adhesin al
espiritualismo
eclcti
co, a cuyo jefe consideraba
e l p rimer
filsofo del siglo.
Hay que supone r qu e re cibi
l a p rime ra influencia
de
la
escuela en
el
aula del doctor
De
la Pea. A ella ajust lue
go
su enseanza
dur an te t od a su v ida , t an to
cuando
no en7
contraba contradictores en
el
pas
como a partir del momento
en que
empez
a sufrir,
cada
vez ms fuertes, los embates del
positivismo. Seguramente no se d io entonces en Amrica el
caso
de
un