Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

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INVERSIÓN EN LA INFANCIA, ¿PRIORIDAD NACIONAL? ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007

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INVERSIÓN EN LA INFANCIA, ¿PRIORIDAD NACIONAL?

ESTADO NACIONALDE LA INFANCIA HONDUREÑA

2007

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ESTADO NACIONALDE LA INFANCIAHONDUREÑA 2007

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007ii

© Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Honduras, 2007.

Se garantiza el permiso de reproducción gratuito a las insti-tuciones educativas sin fines de lucro.

ISBN

Fondo de las Naciones Unidas para la InfanciaCol. Palmira Avenida República de Panamá4to. piso Casa de las Naciones UnidasApartado Postal 2850Tegucigalpa, Honduras

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Fotografía de cubierta: UNICEF Honduras

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Agradecimientos

La elaboración de este informe requirió de la aportación de muchas instituciones y personas, tanto de UNICEF como de otras organizacio­nes, que brindaron la información necesaria para realizar el análisis de situación de la niñez hondureña que aquí les presentamos.

Asimismo debemos expresar un agradecimiento especial a Plan Interna­cional de Honduras por su apoyo en la actualización de los datos, tanto cuantitativos como cualitativos, en el marco del Movimiento Mundial por la Infancia.

Las fotografías fueron tomadas por varios funcionarios de la Oficina de País de UNICEF en Honduras en diferentes viajes de trabajo por el inte­rior del país en los años 2005 y 2006.

A todos ellos, nuestro más sincero agradecimiento, ya que el gran valor de este trabajo es su elaboración ampliamente participativa y abierta, combinando aportes y opiniones de diversas fuentes y perspectivas para tratar de presentar de la manera más objetiva y completa posible la situa­ción de los derechos de la niñez hondureña.

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Índice

Siglas...................................................................................................................... xi DefinicionesparaelEstadoNacionaldelaInfancia ......................................... xiii Presentación ........................................................................................................xvii Resumenejecutivo ............................................................................................. xviii

PARTE I. Avances y limitaciones en los derechos de la infancia en Honduras .. 1

1. Principales metas y compromisos de Honduras con los derechos de la infancia ...................................................................................................................3 1.1 El contexto internacional .................................................................................3 1.2 El contexto nacional: la Estrategia de Reducción de la Pobreza ..................... 5

2. Un mejor comienzo de vida, base para el cumplimiento de los derechos de la niñez ...............................................................................................................7 2.1 Fecundidad y mortalidad materna ..................................................................7 2.2 Mortalidad infantil ...........................................................................................8 2.3 Nutrición ........................................................................................................11 2.4 Atención en salud para la adolescencia .........................................................16 2.5 Cobertura de agua segura y saneamiento .......................................................18 2.6 Orientación de planes y programas del sector salud ......................................20

3. Acceso equitativo a una educación de calidad ......................................................23 3.1 La educación: factor primordial para combatir la pobreza en Honduras y avanzar hacia el desarrollo ..........................................................................23 3.2 La necesidad de transformar el sistema educativo hondureño ......................25 3.3 El desempeño de los niveles prebásico, básico y medio ...............................26 3.4 Aumentar la inversión y fortalecer la institucionalidad para ganar en equidad, cobertura y calidad ..........................................................................35

4. Derechos de protección ...........................................................................................37 4.1 Derecho a la protección especial ..................................................................37 4.2 Registro de nacimientos ................................................................................37 4.3 Niñez con necesidades especiales ..................................................................39 4.4 Protección de la niñez más vulnerable ...........................................................42 4.5 Protección de la adolescencia ........................................................................50 4.6 Medidas generales de protección ...................................................................54

5. El VIH-SIDA en Honduras, amenaza para el cumplimiento de los derechos de la niñez .............................................................................................57 5.1 Avance del VIH­SIDA en Honduras ..............................................................57 5.2 El impacto del VIH­SIDA en la niñez ...........................................................60 5.3 Conocimientos, opiniones y actitudes: base para enfrentar el VIH­SIDA ....62 5.4 Hacia una respuesta integrada nacional al VIH­SIDA ...................................67

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6. Políticas estatales y rol de la sociedad civil, pilares del desarrollo humano sostenible .............................................................................................................73

6.1 Marco de políticas estatales para el desarrollo humano sostenible ................73 6.2 La sociedad civil y los derechos de la niñez y la adolescencia .....................77

PARTE II. Invertir en los niños y niñas, una prioridad nacional ................... 89

1. El gasto público social en América Latina en los noventa: las brechas en aten-ción a la infancia .................................................................................................91

1.1 La inversión en la infancia, clave para el desarrollo ....................................91 1.2 Inversión en niñez: compromiso y consenso ético internacional ..................92 1.3 Inversión en niñez: para promover y garantizar el desarrollo .......................93

2. Panorama general del gasto público social en América Latina en los noventa ..101 2.1 Las brechas de inversión para el logro de las metas relativas a infancia del Plan de Acción Iberoamericano ..............................................................103

3. La evolución del gasto público en Honduras ......................................................106 3.1 Evolución del Gasto Público del gobierno central .......................................106 3.2 El Gasto Público Social en perspectiva .......................................................108

4. La inversión en infancia en el contexto de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) en Honduras ...................................................................113 4.1 La ERP: compromisos, componentes y contexto macro .............................113 4.2 La inversión en infancia en el marco de la ERP ..........................................117

5. La deuda del país para con la infancia ................................................................121 5.1 Antecedentes ................................................................................................121 5.2 Las brechas de financiamiento en educación ...............................................122 5.3 Las brechas de financiamiento en salud .......................................................125 5.4 Síntesis de las brechas financieras ...............................................................127

6. Hacia el logro de las metas de la ERP relativas a infancia ................................130 6.1 Los principales retos para una mayor y mejor inversión en las metas de la ERP referidas a infancia ......................................................................130 6.2 Perspectivas de un escenario realista para ampliar y mejorar la inversión en infancia ....................................................................................135

Bibliografíaconsultada .......................................................................................143 Anexos .................................................................................................................147 Anexo1.Mapasestadísticos...............................................................................149 Anexo2.Tablasestadísticas ................................................................................157

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Cuadro No. 1. Objetivos y metas del milenio ........................................................................4Cuadro No. 2. Metas e indicadores de la ERP, 2005. ............................................................6Cuadro No. 3. Situación de riesgo de los departamentos del país en función del grado de desnutrición crónica de su población escolar, 1996­2001 ......................................16Cuadro No. 4. Disposición del agua según tipo de fuente, 1996­2001 ................................18Cuadro No. 5. Programas prioritarios y objetivos del sector salud, contenidos en el Plan Sectorial de Salud. 2005 .............................................................................................21Cuadro No. 6. Condición de alfabetismo por área y grupo étnico. Población de 15 años y más, 2001 ....................................................................................................29Cuadro No. 7. Áreas de atención del Plan Sectorial de Educación .....................................36Cuadro 8. Niñez huérfana por área de residencia y sexo, 2005 ...........................................45Cuadro No. 9. Denuncias por tipo de infracciones cometidas por adolescentes, 2004. ...........51Cuadro No. 10. Adolescentes infractores por edad, 2004. ...................................................52Cuadro No. 11. Tipo de sanciones aplicadas a los adolescentes en los centros penales (%), 2004 ......................................................................................................53Cuadro 12.Resultados de la aplicación de la Ley Antimaras hasta febrero de 2004 ...........54Cuadro No. 13. Situación de niños huérfanos debido al VIH­SIDA: estimaciones al 2005 y 2010 ................................................................................................................62Cuadro No. 14. Principales programas y subprogramas de la ERP 2003 ............................74Cuadro No. 15. Gasto de la ERP por componentes (en millones de lempiras nominales), 2005 .........................................................................................................75Cuadro No. 16. Temas relacionados con la niñez más frecuentemente tratados por la prensa nacional ........................................................................................................82Cuadro No. 17. Pertenencia de niños, niñas y adolescentes a alguna agrupación, según tipo de agrupación (%) ................................................................................................86Cuadro No. 18. Niveles de confianza de niños, niñas y adolescentes de Honduras y otros países de América Latina (%) ............................................................................88Cuadro No. 19. Concentración del ingreso en países de América Latina, 1990 ­ 2002 (40% más pobre versus 10% más rico) .......................................................................97Cuadro No. 20. Gasto público social per cápita para países seleccionados de América Latina, 1990­1991, 1994­1995 y 2000­2001 (en dólares de 1997) ..........................102Cuadro No. 21. Variaciones del gasto público social por habitante y los niveles de pobreza para países de América Latina (período 1990 y 2001­2002) ......................103Cuadro No. 22. Gasto público social de países de América Latina de bajo gasto social, como porcentaje del PIB, década de los noventa ......................................................104Cuadro No. 23. Brechas de inversión para el logro de las metas de la Agenda Iberoamericana. 2003 ................................................................................................105Cuadro No. 24. Gasto Público Social, promedio anual por habitante, por principales subsectores y por períodos presidenciales (estimado en dólares constantes de 2004) .................................................................................................................... 111Cuadro No. 25. Metas globales, indicadores y proyecciones revisadas de cumplimiento de metas de la ERP, 2004 ................................................................... 114Cuadro No. 26. Principales programas y subprogramas de la ERP .................................. 115Cuadro No. 27. Gasto de la ERP por componentes (en millones de Lps. nominales) ....... 115Cuadro 28. Relaciones de gasto referidas a infancia, relación comparativa 2001­2004 .... 118Cuadro No. 29. Cobertura actual y metas de la ERP referidas a educación ......................122Cuadro No. 30. Coberturas actuales en educación y estimaciones según escenarios considerados ..............................................................................................................122Cuadro No. 31. Costos estimados por alumno, por niveles educativos .............................123Cuadro No. 32. Tasas de repitencia por nivel educativo, 2004­2015 .................................123Cuadro No. 33. Tipo de prestación del servicio (público­privado) por nivel educativo .....123Cuadro No. 34. Brecha financiera: costos estimados para alcanzar las metas de la ERP referidas a educación (Escenario I) ...........................................................................123

Índice de cuadros

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Cuadro No. 35. Metas de la ERP en el sector salud ...........................................................125Cuadro No. 36. Población estimada según escenarios para compromisos referidos a cobertura de agua y saneamiento ...........................................................................125Cuadro No. 37. Cobertura de potabilización y tratamiento de aguas servidas ..................126Cuadro No. 38. Costos unitarios estimados para el cálculo de la brecha en materia de agua y saneamiento ....................................................................................................126Cuadro No. 39. Costo de metas de la ERP referidas a cobertura en agua y saneamiento, según escenario (en millones de dólares) .................................................................126Cuadro No. 40. Relación de metas de la ERP referidas a infancia y brechas financieras por meta (en millones de dólares) ..........................................................128Cuadro No. 41. Estimación del peso relativo del costo de las metas de infancia contenidas en la ERP sobre el costo total de las brechas por sector, según escenario ...................................................................................................................128Cuadro 42. Variables reales, estimadas y proyectadas de la ERP, 2004 al 2015 ..............135Cuadro No. 43. Gasto en niñez al 2015 .............................................................................136Cuadro No. 44. Niveles de inversión requeridos para alcanzar las metas de la infancia dentro de la ERP .......................................................................................................142

Índice de gráficas

Gráfica No. 1. Evolución del control prenatal, atención del parto y atención puerperal 1996 – 2001 (%) ...........................................................................................................8Gráfica No. 2. Evolución de la tasa de mortalidad en niños menores de 5 años (1991­2006) ..................................................................................................................9Gráfica No. 3. Evolución de la desnutrición global y crónica en población infantil de 12 a 59 meses,1987 ­ 2006 .....................................................................................14Gráfica No. 4. Cobertura de la población con sistema de disposición de excretas, 1996 ­ 2001 .................................................................................................................20Gráfica No. 5. Años promedio de escolaridad de la fuerza de trabajo, por área de residencia y sexo, 1999 ­ 2005. ...................................................................................24Gráfica No. 6. Cobertura de educación prebásica por tipo de centro (%), 1990-1996 ........26Gráfica No. 7. Nivel prebásico. Tasa neta de matrícula (de 3 a 5 años de edad) por departamento, 2003. ....................................................................................................26Gráfica No. 8. Tasa de cobertura de prebásica por área y sexo, 2005 .................................27Gráfica. No. 9. Nivel de repitencia de los dos primeros ciclos de educación básica (comparación años 1999 – 2003) ................................................................................29Gráfica No. 10. Estimación comparada de horas de clases efectivas para el nivel primario, 2002 ............................................................................................................30Gráfica No. 11. Porcentaje promedio de respuestas correctas por grado y asignatura, 1997 ­ 2002 ­ 2004 ......................................................................................................31Gráfica No. 12. Nivel de logro de estudiantes de sexto grado en Español y Matemáticas (%), 2004 ....................................................................................................................32Gráfica No. 13. Cobertura neta del nivel secundario según dominio geográfico, 2004 ......35Gráfica No. 14. Niños y niñas entre 5-17 años que trabajan (%), 2004 ............................. 46Gráfica No. 15. Niños y niñas entre 5 y 18 años de edad según trabajo y estudio (%), 2004 ............................................................................................................................46Gráfica No. 16. Situación de la PEA entre 5 y 18 años por área y sexo (%), 2004. ............47Gráfica No. 17. Ingreso promedio de la PEA de 5 a 18 años de edad, por área y sexo (%), 2004. ...................................................................................................................48Gráfica No. 18. Casos de SIDA notificados según sexo (%), 1985 - 2002 ..........................59Gráfica No. 19. Número de casos de VIH-SIDA por grupos de edad (1985 ­ octubre 2004) .................................................................................................60

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Gráfica No. 20. Formas de prevenir el sida consideradas por hombres hondureños, 1996 ­ 2001 .................................................................................................................63Gráfica No. 21. Formas de prevenir el sida consideradas por mujeres hondureñas, 1991/1996 ­ 2001 ........................................................................................................63Gráfica No. 22. Porcentaje de muchachos y muchachas que tuvieron su primera relación sexual a los 15 años o menos, por grupo de edad, 2002 ...............................64Gráfica No. 23. Porcentaje de muchachos y muchachas que manifiestan haber tenido la primera relación sexual motivados por alguna razón involuntaria, 2002 ...............65Gráfica No. 24. Porcentaje de muchachos y muchachas con una o más de una pareja que utilizaron preservativo en la última relación sexual, 2002 ....................................65Gráfica No. 25. Opinión de los jóvenes: mejores formas de prevenir el VIH-SIDA según se haya iniciado o no vida sexual activa, 2002 .................................................65 Gráfica 26. La educación como determinante de la pobreza ...............................................95Gráfica No. 27. Nivel de concentración del ingreso en países de América Latina (1990 ­ 2002) ..............................................................................................................97Gráfica No. 28. Años de estudio de la población en edad escolar, 2004. ............................98Gráfica No. 29. Opiniones y perspectivas sobre preferencia por régimen de gobierno; comparación entre países de América Latina y Honduras, período 1996 ­ 2004 .......99Gráfica No. 30. Gasto público social per cápita en países de América Latina, período 2000­2001 (en dólares de 1997) ...............................................................................101Gráfica No. 31. Relación porcentual entre el Gasto Público Total del gobierno central y el Producto Interno Bruto, 2003 ................................................................106Gráfica No. 32. Evolución comparada del Gasto Público Total, Gasto Público No Social y Gasto Público Social, como porcentajes del PIB, período 1990 ­ 2004 ........107Gráfica No. 33. Composición del Gasto Público Total por administración, período 1990 ­ 2004 (porcentaje medio anual de asignación por sector) ..............................108Gráfica No. 34. Gasto Público Social por habitante, período 1990 - 2004 (en dólares constantes de 2004) ................................................................................109Gráfica No. 35. Evolución del Gasto Público Social per cápita por componentes (subsectores: educación, salud, protección social y desarrollo rural), en dólares de 2004 ...................................................................................................................... 110Gráfica No. 36. Porcentaje del gasto en niñez en Honduras con respecto al Gasto Social y al PIB (1990 ­ 2000) ................................................................................... 117Gráfica No. 37. Comparación de la composición porcentual de gasto en infancia. 1995 ­ 2000 ............................................................................................................... 118Gráfica No. 38. Evolución de la inversión en infancia, en el marco de la ERP (en millones de lempiras de 2004) ............................................................................. 119Gráfica No. 39. Brecha total y del sector oficial para el logro de las metas de la ERP referidas a educación período 2005 ­ 2015 (en millones de dólares) .......................124Gráfica No. 40. Estimación total de la brecha financiera para cumplir las metas de agua y saneamiento básico consideradas en la ERP, según escenarios I y II ...........127Gráfica No. 41. Montos estimados del alivio al servicio de la deuda 2006 - 2009 ............133Gráfica 42. Gasto en niñez por cada niño o niña (US$ de 2004) .......................................136Gráfica No. 43. Gasto Público Total como proporción del PIB (peso del Estado en la economía) ..............................................................................................................137Gráfica No. 44. Gasto social como proporción del PIB (prioridad macroeconómica del gasto social) .......................................................................................................138Gráfica No. 45. Impuestos recaudados como proporción del PIB (presión fiscal) ............139Gráfica No. 46. Gasto social por persona (US$ de 2004) ..................................................139Gráfica No. 47. Gasto en niñez como proporción del gasto social (prioridad social de la niñez) .....................................................................................................................140

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Recuadros

Una nueva esperanza para Brian ..........................................................................................10Propuesta del FONAC .........................................................................................................25Los vínculos entre la protección de la infancia y los Objetivos de Desarrollo del Milenio ...40Situación de los niños y niñas huérfanos, afectados o conviviendo con el VIH­SIDA en Honduras ................................................................................................................63Mito: El SIDA es un castigo de Dios. La historia de Ana Yolanda ......................................70La Red de Comunicadores Infantiles, en las voces de sus protagonistas ............................85Los costos de no invertir tempranamente en la salud de la niñez ........................................94

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007 xi

Siglas

ADEL Asociaciones de Desarrollo Educativo Local

AMHON Asociación de Municipios de Honduras

BCG Vacuna Bacilo Calmette Guerin para la prevención de la tuberculosis

BCH Banco Central de Honduras

BM Banco Mundial

CCIE Centro Comunitario de Iniciación Preescolar

CDN Convención sobre los Derechos del Niño

CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe

CEPENF Centro de Educación Preescolar No Formal

CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos

CNB Currículo Nacional Básico

CODEH Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras

CODEM Consejo de Desarrollo Departamental

COIPRODEN Coordinadora Institucional Pro Derechos del Niño

CONAMED Consejo Nacional de Atención a Menores Discapacitados

CONASIDA Comisión Nacional del Sida

DPT Difteria Pertussis y Tos Ferina

DPT3 Difteria Pertussis y Tos Ferina 3ª dosis

ECPAT Red Internacional contra la Prostitución

EFA Education For All (Educación para Todos)

ENDESA Encuesta Nacional de Salud

ENESF Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar

EPHPM Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples

ERP Estrategia de Reducción de la Pobreza

FEREMA Fundación para la Educación Ricardo Ernesto Maduro Andreu

FHIS Fondo Hondureño de Inversión Social

FID Formación Inicial de Docentes

FONAC Foro Nacional de Convergencia

FOPRIDEH Federación de Organizaciones Privadas de Desarrollo de Honduras

GPS Gasto Público Social

GPT Gasto Público Total

HIPC Países Pobres Altamente Endeudados

IDH Informe de Desarrollo Humano

IHADFA Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, la Drogadicción y la Farmacodependencia

IHNFA Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia

INE Instituto Nacional de Estadística

INFOP Instituto Nacional de Formación Profesional

INICE Instituto Nacional de Investigación y Capacitación Educativa

IRAS Infecciones Respiratorias Agudas

ITS Infecciones de Transmisión Sexual

NNUU Naciones Unidas

ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio

OIT Organización Internacional del Trabajo

OMS Organización Mundial de la Salud

ONG Organizaciones No Gubernamentales

OPD Organizaciones Privadas de Desarrollo

OPS Organización Panamericana de la Salud

OSC Organizaciones de Sociedad Civil

PAIA Programa de Atención Integral a los Adolescentes

PCR Reacción en cadena de la polimerasa (por sus siglas en inglés)

PDCH Partido Demócrata Cristiano de Honduras

PEC Proyectos Educativos de Centro

PENSIDA Plan Estratégico Nacional del SIDA

PIB Producto Interno Bruto

PL Partido Liberal

PMRTN Plan Maestro de Reconstrucción Nacional

PN Partido Nacional

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007xii

PNB Producto Nacional Bruto

PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

PRAF Programa de Asignación Familiar

PREAL Programa de Promoción de la Reforma Educativa de América Latina y el Caribe

PROHECO Programa Hondureño de Educación Comunitaria

PVVS Personas Viviendo con VIH-SIDA

SANAA Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados

SEFIN Secretaría de Finanzas

SETCO Secretaría Técnica de Cooperación

SIDA Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida

SIERP Sistema de Información de la Estrategia de Reducción de la Pobreza

SITAN Análisis de Situación de la Infancia

SRP Sarampión Rubeola Parotiditis

TCS Trabajadoras Comerciales del Sexo

TGF Tasa Global de Fecundidad

TMI Tasa de Mortalidad Infantil

TMM Tasa de Mortalidad Materna

UD Partido Unificación Democrática

UMCE Unidad Externa de Medicion de la Calidad de la Educacion

UNAH Universidad Nacional Autónoma de Honduras

UNAT Unidad Nacional de Atención Temprana

UNFPA Fondo de Población de las Naciones Unidas

UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia

UPN Universidad Pedagógica Nacional

VIH Virus de Inmunodeficiencia Humano

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007 xiii

Definiciones para el Estado Nacional de la Infancia Hondureña 2007

Salud

1. Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años: Es la probabilidad de morir entre el nacimiento y los 5 años de edad, por 1,000 nacidos vivos (es el número de muertes ocurridas en los niños menores de 5 años en un año determinado por 1,000 nacidos vivos).

2. Tasa de mortalidad infantil: Es la probabilidad de morir entre el nacimiento y un año de edad, por 1,000 nacidos vivos.

3. Tasa global de fecundidad: Número promedio de hijos nacidos vivos a mujeres de 15­49 años de edad.

4. Tasa Bruta de Natalidad: Es una medida de cuantificación de la fecundidad, que se refiere a la relación que existe entre el número de nacimientos ocurrido en un cierto período de tiempo y la canti­dad total de nacimientos efectivos del mismo perío­do. El lapso es casi siempre un año, y se puede leer como el número de nacimientos de una población por cada mil habitantes en un año.

5. Tasa de Mortalidad Materna: Es la probabilidad de morir durante el embarazo, parto o puerperio en un año determinado por 100,000 nacidos vivos.

6. Esperanza de vida al nacer: La esperanza de vida al nacer, o vida media, representa la probabilidad de vivir (años por vivir) para un niño nacido en un momento dado, sometido a los riesgos en que nace y vive la población real a la cual el niño pertenece. Los riesgos reales están representados por las tasas reales de mortalidad por edad y sexo de la pobla­ción en estudio.

7. Bajo peso al nacer: Proporción de los niños naci­dos vivos que pesan menos de 2,500 gramos ó 5.5 libras al nacer.

8. Lactancia materna exclusiva: Es la alimentación exclusiva al pecho materno sin que el niño o niña reciba ningún otro tipo de alimento o bebida inclu­yendo el agua. Se recomienda lactancia materna exclusiva para todo niño o niña desde el nacimiento hasta los seis meses de edad.

9. Lactancia materna predominante: Es la alimen­tación predominante al pecho materno acompaña­da de agua u otros líquidos, pero sin incluir otras leches o alimentos sólidos.

10. Lactancia materna completa: Es la alimentación al pecho materno acompañada de alimentos sólidos y líquidos de cualquier origen, excluyendo única­mente otras leches.

11. Lactancia continuada: Es la prolongación de la alimentación al pecho materno después de la intro­ducción de otros líquidos y alimentos sólidos que pueden incluir otras leches.

12. Lactancia materna total: Es el período transcu­rrido desde el apego al pecho materno hasta la culminación de la lactancia materna. Se recomienda que la lactancia materna total sea al menos de dos años.

13. Alimentación complementaria: Es la alimenta­ción brindada a partir de los seis meses de edad que complementa la lactancia materna.

14. Uso de fuentes mejoradas de agua potable: Pro­porción de la población que usa cualquiera de los siguientes tipos de suministro de agua para beber: Servicio privado por tubería, servicio público por tubería y bomba de agua.

15. Uso de facilidades sanitarias mejoradas: Es la proporción de la población que usa cualquiera de los siguientes tipos de instalaciones sanitarias: inodoro conectado a alcantarilla, inodoro conectado a pozo séptico, letrina con cierre hidráulico, letrina con pozo séptico y letrina con pozo negro.

Nutrición

16. Desnutrición crónica o retardo en el crecimiento: Estimada a partir del indicador talla para la edad. Los niveles de desnutrición crónica se determina al comparar la estatura del niño o niña con la esperada para su edad o sexo de acuerdo al patrón poblacio­nal de referencia establecido.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007xiv

17. Desnutrición aguda o emaciación: Estimada a partir del indicador de peso para la talla refleja una desnutrición reciente. Mide el efecto del deterioro en la alimentación y de la presencia de enferme­dades en el pasado inmediato. Se determina al comparar el peso del niño o niña con la estatura esperada para su edad y sexo de acuerdo al patrón poblacional de referencia establecido.

18. Desnutrición global: Estimada a partir del indica­dor peso para la edad. Es una indicador general para la desnutrición en la población infantil. Se de­terminan al comparar el peso del niño o niña con el esperado para su edad y sexo y de acuerdo al patrón poblacional de referencia establecido.

VIH-SIDA

19. Accesoaprofilaxisduranteelembarazo: Es la proporción del total de mujeres embarazadas detectadas con VIH positivo que inician tratamien­to profiláctico en relación para la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo (a).

20. Efectividad de la consejería pre-prueba VIH: Es la relación entre el número de pruebas VIH realiza­das en mujeres embarazadas y el número de conseje­rías pre­prueba VIH que reciben las mujeres durante el embarazo.

21. Tasa de acceso a pruebas VIH durante el emba-razo: Es la relación entre el número de mujeres con prueba VIH y el número estimado de niños y niñas menores de 1 año (se utiliza el número estimado de NN menores de un año como proxi al número de embarazos).

22. Acceso a operación cesárea de embarazadas VIH+: Es la relación porcentual del número de operaciones cesáreas en mujeres embarazadas VIH + y el número total de mujeres embarazadas detec­tadas con prueba de VIH+.

23. Transmisión durante evento reproductivo del VIH de madre a hijo (a): Es la relación porcentual de niños con prueba de PCR positiva y el número de mujeres total de mujeres embarazadas detectadas VIH+ en el período correspondiente. (Evento repro­ductivo es el embarazo y el parto.)

Educación

24. Tasa de matricula neta: Es el porcentaje que mide la atención a la población en el nivel que teórica­mente le corresponde.

25. Tasa de analfabetismo: Es el porcentaje de la población mayor de 15 años que no sabe leer ni escribir.

26. Tasa de cobertura en edad y grado: Es el por­centaje que mide la cobertura que se da oportuna­mente, es decir, en el grado esperado de acuerdo a la edad.

27. Años de estudio promedio: Es el número promedio de años de estudio que han completado las perso­nas.

28. Nivel de educación prebásica: Se imparte a la población de 3­6 años de edad, previo a su ingreso a la educación básica, con la finalidad de guiar sus primeras experiencias, estimular el desarrollo de su personalidad y facilitar su integración al medio.

29. Nivel de educación básica: Es el nivel de educa­ción que se imparte a la población en edad escolar entre 6 y 15 años, organizada en tres ciclos de tres años cada uno.

30. Nivel de educación media: Es el nivel de educación que se imparte a la población en edad escolar entre los 15­18 años. Se ofrece en dos modalidades: Ba­chillerato en Ciencias y Letras y Ciclo Diversificado (Bachillerato Técnico Profesional).

Protección

31. Trabajo infantil: Porcentaje de niños y niñas entre las edades de 5­18 años que se involucran en actividades de comercialización, producción, transformación, distribución o venta de bienes o servicios, pagados o no y que fueron realizados en forma independiente o al servicio de una institución o persona en la semana anterior al levantamiento de la encuesta.

32. Orfandad en la niñez: Número de niños y niñas entre las edades de 5­18 años cuyo padre o madre biológica o ambos han fallecido.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007 xvii

PresentaciónUna infancia para todos los niños y niñas

El Estado Nacional de la Infancia de Honduras se centra en la manera en que la pobreza y la li­

mitada inversión que se ha hecho en las niñas y los niños amenazan la realización del ideal de la infancia, considerada como un período de tiempo en el que los niños y las niñas deben crecer y desarrollar su pleno potencial.

La infancia es una época especial en su vida, una épo­ca en la que su familia y una comunidad más amplia de adultos cariñosos les deben estimular para que apren­dan y jueguen. Es un elemento esencial en el desarro­llo de futuras generaciones sanas y productivas.

La Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1989, ofreció una nueva definición de infancia basa­da en los derechos humanos. Anunció avances notables en el respeto de los derechos de la infancia a la supervi­vencia, la salud y la educación por medio de la inversión de recursos humanos y financieros, provisión de bienes y servicios esenciales y un reconocimiento cada vez mayor de la necesidad de crear un entorno protector que defienda a las niñas y los niños contra la explotación, el abuso y la violencia, y les ofrezca oportunidades de par­ticipación en la vida social en la familia y la comunidad.

Sin embargo, estos avances corren peligro de retroce­der como resultado de la pobreza, la violencia y el VIH­SIDA. Los derechos de cerca de tres millones de niñas y niños no están bien defendidos porque carecen de uno o más de los servicios básicos necesarios para sobrevivir, crecer y desarrollarse, como lo revela este análisis. La desnutrición y el VIH­SIDA han provo­cado un aumento de la morbilidad y mortalidad en la primera infancia, causando graves reducciones en la esperanza de vida y miles de huérfanos.

No son éstos los únicos factores que ponen en peligro la infancia, pero se encuentran sin duda entre los más importantes, con efectos profundamente dañinos sobre las posibilidades de supervivencia y el desarrollo del niño.

Los daños que causan trascienden más allá de la infan­cia, y aumentan las probabilidades de que la próxima generación se vea afectada por las mismas amenazas, poniendo en peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y las metas de «Un mundo apropiado para los niños».

La promesa a la infancia, consagrada en la Convención sobre los Derechos del Niño, está rota para miles de niñas y niños, ya que no han heredado su derecho a una infancia llena de amor, atención y protección, en un entorno familiar que les ofrezca el aliento necesario para alcanzar su pleno potencial.

Cuando sean padres o madres, sus propios hijos co­rrerán el peligro de que les denieguen sus derechos a medida que las amenazas a la infancia, especialmente la pobreza, la violencia y el VIH/SIDA, se reproduzcan de una generación a la siguiente.

No tiene porque ser así. Disponemos de una oportu­nidad sin precedentes para satisfacer los derechos de la infancia. La intención existe, invertir los fondos de condonación de la deuda en las niñas y niños será la mejor respuesta a la interrogante que plantea hoy el Estado de la infancia hondureña: Inversión en la infancia, ¿Prioridad nacional?

Sérgio GuimarãesRepresentante

UNICEF Honduras

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Resumen ejecutivo

Más allá de sus fundamentos técnicos, un análisis de los derechos de las niñas y niños

debe dar cuenta del entorno en el que se busca promover y garantizar esos derechos. Las cifras y datos expuestos en el documento por sí mismos son incapaces de mostrar de forma contundente cómo se está promoviendo, o bien hipotecando, el futuro de nuestros ciudadanos, especialmente de los niños y niñas de Honduras. Preocuparse por la realización de los derechos de la niñez hoy, es ser responsables del futuro del país.

El Estado es el principal responsable de generar el entorno propicio para la aplicación de esos dere­chos. No obstante, es importante reconocer que son las familias y las comunidades de quienes depende, en primera instancia, la crianza, integración y bien­estar de los niños en su sociedad.

La población del país sigue creciendo a una tasa del 2.4% anual. En Honduras, la mayoría de los niños nacen en hogares pobres, constituidos por familias numerosas a cargo de madres solas cuyo nivel de escolaridad es muy bajo o ninguno. En este grupo, la tasa global de fecundidad es de seis o más hijos. Un elevado porcentaje de niños y niñas nacen antes de que sus madres cumpla los 20 años de edad, con el consiguiente riesgo temprano para sus vidas y las de sus madres, así como dificultades para desarrollarse adecuadamente.

Quien nazca en estos días tendrá una esperanza de vida de alrededor de 67 años, en un país que, aun sin considerar las secuelas dejadas por el paso del huracán Mitch, no ha logrado avanzar hacia un desa­rrollo sostenible. En los últimos años, el crecimiento económico promedio ha sido de 3.5%, cifra clara­mente insuficiente para incidir en una mejora de la situación del empleo. Esta circunstancia conduce a una migración forzada, y en su mayor parte ilegal, de un contingente importante de población que va en busca de mejores oportunidades. Parte importante

de la niñez hondureña hoy en día debe su sustento, educación, salud y otras posibilidades, al dinero de las remesas enviado por el padre, la madre u otro familiar, fundamentalmente desde Estados Unidos. No obstante, esa migración también implica para la niñez sufrir las consecuencias de la ausencia de sus padres y la desintegración de sus familias.

Quienes nazcan en el ámbito rural hondureño en­frentarán problemas del medio ambiente, derivados de un uso y explotación irracional del recurso bos­que, como también conflictos en materia de propie-dad de la tierra. En la ciudad enfrentan crecientes niveles de contaminación del aire y el agua. Asimis­mo, deberán crecer en el contexto de la vulnerabi­lidad del país frente a desastres naturales, especial­mente en vastas zonas del sector rural y del sector urbano marginal. Es muy probable que su hogar no forme parte del reducido 27% que cuenta con llave de agua potable dentro de su vivienda.

Por otra parte, los niños y niñas que nazcan hoy en Honduras deberán integrarse a una sociedad que, pese a los avances de los últimos años, no ha con­solidado del todo su institucionalidad democrática, y además enfrenta serios problemas de seguridad ciu­dadana. Los vicios del pasado, como el caudillismo y el clientelismo político, constituyen un obstáculo para una adecuada socialización en el marco de una cultura cívica que promueva los valores, el fortaleci­miento de la ciudadanía y el respeto y promoción de los derechos humanos, particularmente los de la niñez.

A pesar de estas dificultades, quienes nazcan hoy también encontrarán un conjunto de organizaciones de la sociedad civil que pugnan por defender sus derechos, en una lucha cuya dinámica le ofrecerá a la niñez mayores posibilidades de desarrollo en el futuro. También serán testigos de los procesos que impulsan una efectiva descentralización y mayor participación de la sociedad en el plano local.

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Una buena atención en la primera infancia es condi­ción indispensable para el posterior desarrollo de la niñez. Por ello es esencial incrementar el control prenatal y dar un cuidado especial a la mujer embara­zada. Los índices de parto institucional son todavía muy bajos, y las complicaciones perinatales tienen todavía mucho peso como factor de mortalidad infantil. Asimismo, es importante dar seguimiento a las responsabilidades de los padres, entre ellas el registro oportuno de los nacimientos, para asegurar el cumplimiento del derecho de la infancia a tener un nombre y una nacionalidad.

En lo que respecta al cuidado de la salud, es nece­sario aumentar las probabilidades de que la niñez disfrute de los beneficios de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses; hoy, esta práctica es de apenas un 30%. Por otro lado, es importante reconocer que, gracias a los esfuerzos realizados por el país desde los años noventa, quie­nes nazcan hoy en Honduras casi con toda seguridad tendrán un esquema adecuado de vacunas, pero tendrán que luchar contra las diarreas e infecciones respiratorias, como factores que atentarán contra su vida.

Los hijos e hijas de padres infectados por el VIH corren el riesgo de contraer la enfermedad mien­tras están en el vientre materno, durante el parto o la lactancia. No obstante, las experiencias interna­cionales han demostrado que es posible prevenir el contagio a bajos costos, mediante planes exigentes y sistemáticos de terapia, control y seguimiento. Si alguno de los padres o ambos son portadores, deberá procurarse extender su vida lo más posible a través de tratamientos en los que el Estado debe partici­par activamente. Si el niño o niña está infectado o es huérfano debido al VIH/SIDA, las familias, las comunidades y el Estado tendrán la responsabili­dad de encargarse de su bienestar. En el año 2005, veinticuatro mil niños se encontraban en riesgo de quedar huérfanos como consecuencia de los eleva­dos índices de incidencia de esta enfermedad.

En lo que se refiere a la alimentación, se ha logrado avanzar en materia de reforzamiento de alimentos con micronutrientes. La sal, el azúcar y las hari­nas de trigo y maíz que consuman durante su vida quienes nazcan hoy tendrán una alta probabilidad de estar fortificadas. No obstante, aún quedan grandes

desafíos. 37% de niños menores de cinco años sufre anemia; 11% del total de niños y niñas sufre de desnutrición, y el 25% tiene desnutrición cróni­ca. Si ese niño o niña nace en Lempira, Intibucá, La Paz u Ocotepeque, tendrá más posibilidades de padecer de desnutrición en el transcurso de su vida.

La gran mayoría de los niños y niñas que nazcan en Honduras obtendrán, con gran esfuerzo, una educación deficiente que, en general, no le permi­tirá alcanzar rendimientos mínimos en asignaturas como español, matemáticas y ciencias naturales. Sus mayores posibilidades de repitencia están en el primer grado (20%); de allí la importancia que tendrá el haber pertenecido al 33% de niños que han asistido al menos a un año de prebásica.

Es importante impedir que esos niños y niñas for­men parte del gran contingente de población que, o deserta de la educación básica, o la culmina apenas, para luego engrosar las filas del trabajo infanto-adolescente. Si se logra retenerlos, posiblemente tendrán mejores oportunidades y un mejor futuro para ellos y sus familias.

Es deseable que ese niño o niña que, con su es­fuerzo y el de sus padres, logre mantenerse en el sistema escolar, no sufra las consecuencias de un conflicto que depare huelgas y jornadas sin clases, para que pueda alcanzar los 200 días de clase al año como mínimo. Asimismo, se espera que se beneficie de la institucionalización de un nuevo Currículo Nacional Básico y de los esfuerzos que se realizan para profesionalizar la carrera docente.

Si logra superar los obstáculos que se le presenten, este niño o niña, ya adolescente o joven, se sumará al reducido número de privilegiados que egresa de la enseñanza media y, si tiene la suerte de contar con el apoyo de su familia, quizá logre formar parte de la élite que puede cursar estudios superiores en un centro universitario.

Las adolescentes, además de las dificultades referidas, enfrentan la incidencia del embarazo precoz, debido a la falta de una educación sexual adecuada, al inicio temprano de relaciones sexuales y a la falta de espa­cios de participación, socialización y recreación para canalizar sus problemas e inquietudes. Asi­mismo, la incidencia del VIH/SIDA está afectando

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mayoritariamente a la población de entre 15 y 24 años, por lo cual se estima que la adolescencia es sumamente vulnerable a esta enfermedad.

La violencia de y hacia los jóvenes es, sin duda alguna, una amenaza que está afectando la vida y las posibilidades de miles de jóvenes, hasta el punto de ser considerada un problema de salud pública. Para encontrar una solución, la sociedad hondureña debe reflexionar y, en lugar de dirigir la ley hacia la conculcación de los derechos de la niñez y la adoles­cencia, debe hacer de éstos y de su efectiva aplica­ción instrumentos eficaces de prevención.

A pesar de este sombrío panorama, debe reconocer­se que en el país se están haciendo esfuerzos signifi-cativos por mejorar el cumplimiento de los derechos de la niñez. La Estrategia para la Reducción de la Pobreza, con sus planes, programas y proyectos en marcha en el sector educativo y de salud, constituye una buena señal. El Pacto por la Infancia, la Adoles­cencia y la Juventud, suscrito en 2005 por los cinco candidatos presidenciales, evidencia un compromiso político por mejorar su situación y ofrecerles mejo­res oportunidades.

Asimismo, es importante que el Estado hondureño defina una estrategia y fortalezca las instituciones encargadas de proteger y garantizar los derechos de la infancia. No basta con los esfuerzos de mi­nisterios de orden sectorial, sino que además es indispensable establecer una figura institucional que impulse, coordine y articule esos esfuerzos. Es necesario fortalecer el rol del IHNFA a fin de que tenga la presencia pública necesaria para conducir los esfuerzos en pro de los derechos de la niñez hon­dureña.Estos esfuerzos requieren un gasto social focalizado en las áreas donde los derechos de la niñez son más afectados, así como la incorporación activa de las comunidades, a través de procesos descentralizados. Sólo de esa manera será posible articular un con­junto de esfuerzos dispersos que realizan las ONG, OPD e instituciones gubernamentales.

Honduras es uno de los países con menor inversión social por habitante en la región, US$ 77 por per-sona en el año 2001, según datos de CEPAL, mien­tras que el promedio fue de US$ 495 para América Latina, y en países como Uruguay o Argentina fue

superior a los US$ 1,000 por persona. Sin embargo, desde 1998 los gobiernos han hecho esfuerzos cre­cientes, y el gasto social ha pasado, de representar un tercio del gasto total en la primera mitad de los años noventa, hasta llegar a más de la mitad, US$ 140 por persona en el año 2004.

La ERP plantea un marco global hasta 2015, en el que se espera que la inversión social crezca por un aumento de la economía y un mayor peso del gasto en pobreza como porcentaje del PIB. No obstante, según estimaciones de UNICEF, esta inversión no es suficiente para alcanzar las principales metas de la ERP respecto a la inversión en la infancia. Se ha estimado que se podría alcanzar el nivel de inver­sión acumulada con la siguiente combinación de decisiones: aumentando la presión fiscal, de 17.3% a 19.6%; aumentando la participación del gasto social en el gasto público social, de 56.5% a 58.2%; y, finalmente, aumentando la prioridad del gasto en niñez dentro del gasto social, del 51.9% al 55.9%.

Cada uno de estos cambios es razonable y factible, y el conjunto supondría alcanzar los niveles de inver­sión requeridos para costear efectivamente las metas de infancia planteadas en la ERP. Este escenario permitiría a su vez un aumento del gasto no social y del gasto social que no incide en la niñez. Este aumento sería relativamente inferior al del gasto en niñez, pero sería superior al de la población, con lo cual permitiría una mejora general de las inversiones y servicios públicos.

Ahora, cuando se ha avanzado en varios sectores, los desafíos son mayores, requieren de mayor agu­deza e inteligencia social y de mayor voluntad polí­tica. Es necesario honrar los compromisos y ceñirse a metas claras y susceptibles de evaluación. Si en algo puede aportar este Análisis de Situación de la Infancia y la Adolescencia, es en ilustrar acerca de aquellas áreas de compromiso prioritarias y eviden­ciar los principales factores sobre los que habrá que trabajar, teniendo siempre como eje el enfoque de derechos de la niñez.

Invertir en la infancia es éticamente inapelable, políticamente viable, técnicamente factible y econó­micamente rentable. No hay excusa: invertir en la infancia es la prioridad nacional.

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Parte I Avances y limitaciones en los derechos de la infancia en Honduras

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 20072

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PrINCIPaLeS MetaS Y COMPrOMISOS CON LOS DereCHOS De La INFaNCIa �

1.1 El contexto internacional

La formulación general de los derechos humanos concernientes a la infancia que se hace en la

Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en la Declaración de los Derechos del Niño emitida por la Asamblea General de las Na­ciones Unidas de 1959, se concreta en el importante hito que significó la Convención de los Derechos del Niño (CDN), en 1989. Honduras fue uno de los primeros países que ratificó la Convención, ya en el año 1990.

En ese marco jurídico se señala expresamente que «los Estados Parte adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la Con­vención. En lo que respecta a los derechos económi­cos, sociales y culturales, los Estados Partes adopta­rán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación internacional» (Artículo 4).

Además, los Estados Partes «garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desa­rrollo del niño» (Artículo 6) y «reconocen el dere­cho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico mental, espiritual, moral y social y adoptarán medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas responsables por el niño a dar efectividad a este derecho» (Artículo 27).

En la CDN, los firmantes, los Estados Partes, se comprometen explícitamente a reconocer, garanti­zar y apoyar, a través de diversas medidas, la plena

realización de derechos de la infancia tales como: derecho al cuidado, a la salud, nutrición, educación, protección (contra toda forma de explotación y dis­criminación), participación, esparcimiento, respeto por la diversidad cultural, entre los más relevantes.

En septiembre de 2000 se realizó la Cumbre del Milenio, evento en el cual se aprobó la Declaración del Milenio –firmada por Honduras– que ratifica y refuerza los compromisos internacionales con los derechos humanos y el desarrollo. Como un deri­vado de la Declaración del Milenio surgieron los ocho Objetivos del Milenio, con sus 18 metas. (Ver Cuadro 1.)

Si se analizan con detenimiento, la mayoría de estas metas están directamente relacionadas con la efec­tiva realización de los derechos de la niñez. Ello implica que en el marco de los valores y principios que inspiran la Declaración del Milenio, los líderes se comprometen con todas las personas, «especial­mente con las más vulnerables y, en particular, con los niños del mundo, a quienes el futuro les pertene­ce»1.

Por otra parte, en la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de Monterrey, en marzo de 2002, los países firmantes señalan que: «en nuestra búsqueda común del crecimiento, la eliminación de la pobreza y el desarrollo sostenible, nos enfrentamos con la imperiosa necesidad de crear las condiciones internas necesarias para movilizar el ahorro interno, público y privado, mantener un nivel adecuado de inversiones productivas y mejorar el capital humano»2.

1. Principales metas y compromisos de Honduras con los derechos de la infancia

1 United Nations Millenium Declaration, I.2.2 Organización de las Naciones Unidas, “Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo”, res/a/Conf/198/�, Punto II, párrafo 10.

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 2007�

Cuadro No. 1. Objetivos y metas del milenio

OBJETIVOS

1.- Erradicar la pobreza extre-ma y el hambre

2.- Lograr la enseñanza prima-ria universal

3.- Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer

4.- Reducir la mortalidad infantil

5.- Mejorar la salud materna

6.- Combatir el VIH SIDA, el paludismo y otras enfermeda-des

7.- Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente

8.- Fomentar una asociación mundial para el desarrollo

METAS

1.- reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día

2.- reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padezcan hambre

�.- Velar porque, para el año 2015, los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria

�.- eliminar las desigualdades entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para el 2015

5.- reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de los niños menores de 5 años

6.- reducir, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna en tres cuartas partes

7.- Haber detenido y comenzado a reducir, para el 2015, la propagación del VIH/SIDa

8.- Haber detenido y comenzado a reducir, para el 2015, la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves

9.- Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente

10.- reducir a la mitad, para el 2015, el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible a agua potable

11.- Haber mejorado considerablemente, para el año 2015, la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios

12.- Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio

1�.- atender las necesidades de los países menos desarrollados

1�.- atender las necesidades especiales de los países sin litoral y de los pequeños estados insulares en desarrollo

15.- encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo

16.- en cooperación con los países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes un trabajo digno y productivo

17.- en cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo.

18.- en colaboración con el sector privado, velar porque se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular de las tecnologías de la información y de las comunicaciones.

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PrINCIPaLeS MetaS Y COMPrOMISOS CON LOS DereCHOS De La INFaNCIa 5

En el marco de dicha Declaración –y esto es im­portante para países como Honduras, que han sido beneficiados con la iniciativa para los países pobres altamente endeudados (HIPC)– se indica expre­samente, en el apartado 49, que «en los análisis futuros de la sostenibilidad de la deuda, también se debería tener en cuenta cuánto influye el alivio de la deuda en el avance en el logro de las metas de desarrollo de la Declaración del Milenio».

Finalmente, es importante señalar que a 12 años de la Cumbre Mundial de la Infancia los compromisos en favor de la niñez fueron enfáticamente renova­dos por los Estados Parte. En efecto, dentro de los principios y objetivos de la Declaración de la Sesión Especial por la Infancia, los países firmantes señala­ron:3

«Reafirmamos nuestra promesa de romper el ciclo de pobreza en una sola generación, unidos en la convicción de que invertir en la infancia y realizar los derechos de los niños se cuentan entre las formas más efectivas de erradicar la pobreza».

«Reconocemos que la aplicación de la presen­te Declaración y del Plan de Acción exige no sólo una voluntad política renovada, sino tam-bién la movilización y asignación de recursos adicionales, tanto en el plano nacional como internacional, teniendo en cuenta la urgencia y la gravedad de las necesidades especiales de los niños».

1.2 El contexto nacional: la Estrategia de Reducción de la Pobreza

Con el propósito de hacer frente a los ingentes pro­blemas de la población en condiciones de exclusión social y como parte de una visión de largo plazo, el Gobierno de la República formuló en el año 2001 la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP). Esta Estrategia nació como un elemento primor­dial del Plan Maestro de Reconstrucción Nacional (PMRTN), en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, y como condición básica para acceder a la condonación de la deuda externa, a través de la inclusión del país en la Inicia­tiva para los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés).

La ERP fue formulada en un marco de amplia partici­pación de la sociedad civil hondureña, logrando con ello un sentido de apropiación para posibilitar su sostenibilidad en el largo plazo. Ese proceso se desarrolló entre enero de 2000 y mayo de 2001, con participación directa de 3,500 representantes de organizaciones de la sociedad civil. En muchos casos, cada participante traía el mandato de la consulta que previamente su organización había realizado con sus afiliados4.

Los compromisos primordiales de la ERP para el año 2015 están contenidos en un conjunto de me­tas muy precisas, que conforman el núcleo de las acciones a favor del desarrollo humano sostenible, hacia donde han de dirigirse los esfuerzos de país. (Ver Cuadro 2.)

� anexo “Un mundo apropiado para los niños”, a/S-27/19/rev.1.� Gobierno de la república. estrategia para la reducción de la Pobreza, tegucigalpa, agosto 2001.

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 20076

Cuadro No. 2. Metas e indicadores de la ERP, 2005.

1BCH con base en la revisión del PrGB. 2UNat con cifras de BCH e INe. �SEFIN, basado en la nueva definición del gasto en pobreza. �estimaciones en base a ePHPM. 5eNeSF. 6Secretaría de Salud, Investigación sobre la mortalidad materna y de mujeres en edad reproductiva en Honduras, 1997. 7registro de la eNee. 8registros de HONDUteL/CONateL. 9Informe sobre Desarrollo Humano (PNUD). 10anuario estadístico COHDeFOr. 11SerNa (Centro de estudios y Control de Contami-nantes CeSCO.

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UN MEJOR COMIENZO DE V IDA �

2.1 Fecundidad y mortalidad materna

La tasa global de fecundidad (TGF) en Honduras ha venido disminuyendo de forma paulatina

desde comienzos de los años 70, período en que este indicador se situó en 7.4 hijos promedio por mujer (ENESF 2001). La TGF pasó de 5.1 en 1991-92, a 4.9 en 1996, para alcanzar un 4.4 en la última medición, en el 2001. La Encuesta de Demografía y Salud (ENDESA) de los años 2005-20065 muestra en sus resultados que esta tasa ha descendido a nivel nacional a 3.3, siendo de 2.6 en el área urbana y de 4.1 en el área rural.

La tasa global de fecundidad se relaciona directamen-te con la educación de la madre. Según la ENDESA 2005-2006, la TGF es de 4.9 en el grupo de madres sin educación, mientras que entre las mujeres con edu-cación superior es de 1.8.

Aun cuando la disminución de la TGF es persis-tente, todavía Honduras se sitúa por sobre la media de los países en desarrollo (2.9) y de los países de América Latina y el Caribe (2.5).6

La ENESF 2001 encontró como factor determinante de la fecundidad la edad a la que comienza la vida sexual de las mujeres, y la edad que tienen en prome-dio en el momento del nacimiento de su primer hijo. En efecto, el 47% de las mujeres en el rango de 18 a 29 años tuvo su primera relación sexual antes de

cumplir los 18 años, y el 28% tuvo su primer hijo antes de cumplir esa edad. Según la misma fuente, el 51% de los nacimientos en los últimos tres años fue planeado, el 24% deseado y el 26% no deseado.

En el campo de la planificación familiar, de acuerdo con datos de la ENDESA 2005-2006, la proporción de mujeres en unión conyugal que usan métodos anticonceptivos aumentó, de 62% referido por la ENESF en 2001, a 65%. El porcentaje de uso de métodos modernos de anticoncepción aumentó de 53 a 56%.

El dato oficial de tasa de mortalidad materna (TMM) es de 108 muertes por cada 100,000 nacidos vivos, y corresponde a la última Encuesta Nacional de Morta­lidad Materna, realizada en 1997.7 Según estimacio-nes de la CEPAL, la TMM en Honduras actualmente está por debajo de la de los países menos desarrolla-dos de América Latina y el Caribe8, cuyo promedio en el año 2000 fue de 239, y se aproxima a los de desarrollo intermedio, cuyo promedio en el mismo año fue de 74.9 Sin embargo, no se cuenta con datos actualizados que corroboren esta información.

Es importante destacar que el 73% de las muertes maternas ocurren por partos no institucionales, de-bido a la dispersión poblacional en medios rurales y a la dificultad de acceso a Unidades Productoras de Servicios de Salud 10. La mayor cantidad de muertes ocurre en el momento del parto o en las 24 horas

5 Instituto Nacional de Estadísticas de Honduras (INE), Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2005-2006, Informe Preliminar, Julio 2006.6 PNUD, Informe Sobre Desarrollo Humano, 2004, p. 155.� Melendez, J.H., et al. Investigación sobre Mortalidad Materna y de Mujeres en Edad Reproductiva en Honduras, Informe Final, 199�.8 Entre los que se cuenta Honduras, según parámetros de CEPAL, junto a Haití, Nicaragua, Bolivia, Paraguay y Guatemala.9 CEPAL, América Latina y El Caribe. Evaluación del progreso hacia el logro de los objetivos de desarrollo del milenio, 2005.10 Según la ENESF 2001, el 40% de las muertes maternas en Honduras ocurren en el período del puerperio, especialmente en la primera semana del posparto.

2. Un mejor comienzo de vida, base para el cumplimiento de los derechos de la niñez

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�8

siguientes, y en general se relaciona con causas pre-venibles y evitables.11 Por tal razón es necesario considerar al embarazo, parto y puerperio, como determinantes en el seguimiento y disminución de la TMM, y además, de la salud del niño en la etapa previa e inmediatamente posterior a su gestación. Estas dimensiones tienen que ver con tres aspectos: control prenatal, atención del parto y atención puer-peral. (Ver gráfica 1.)

En síntesis, si bien hubo algunos progresos entre los años 1996 y 2001 para los aspectos considerados, estos fueron insuficientes para incidir significativa­mente en la disminución de la TMM. Las diferen-cias de residencia (urbano-rural) y años de esco-laridad de la madre son determinantes. Es urgente focalizar las acciones con base en información más actualizada.

2.2 Mortalidad infantil

La cobertura de los programas de vacunación en Honduras alcanzó el 91% en el año 2005. Las cam-pañas de vacunación continuas han limitado los efectos de las enfermedades inmunoprevenibles: polio, difteria, tos ferina y tétano (DPT/PENTAV),

sarampión, rubeola y parotiditis (SRP), y la tubercu-losis (BCG). Desde 1991 no se han registrado muer-tes por sarampión en el país. La ocurrencia de casos de tétano neonatal se mantiene en 1 por cada 1,000 nacidos vivos; los brotes de tos ferina han disminui-do notablemente, y la meningitis y tuberculosis casi han desaparecido.

Desde las décadas de los setenta y ochenta, y particu-larmente en los años noventa, se ha avanzado en la reducción de la tasa de mortalidad infantil –ni-ños menores de 1 año– (TMI)12. A nivel nacional, pasó de 39 por mil nacidos vivos en 1991 (ENESF 1990-91) a 36 en 1996 (ENESF 1996), 34 en 2001 (ENESF 2001) y 29 en 2005 (datos de la ENDESA 2005-2006). A pesar de tales avances, todavía este indicador se sitúa sobre la media de América Latina y el Caribe para el año 2002, estimada en 27 según el Informe Mundial de Desarrollo Humano.

La tasa de mortalidad neonatal (muerte en meno-res de 1 mes) descendió escasamente de 19 a 18, mientras que la tasa de mortalidad posnatal (entre 1 y 11 meses) bajó de 15 a 11 por cada 1,000 nacidos vivos. Estos datos demuestran que es necesario au-mentar los esfuerzos para asegurar una mejor y ma-yor calidad en la atención de los partos, ya que sería

Gráfica No. 1. Evolución del control prenatal, atención del parto y atención puerperal 1996 – 2001 (%)

Fuente: ENESF 1996 - 2001.

11 Secretaría de Salud de Honduras, Plan Estratégico del Sector Salud de Honduras al año 2021, p. 2�.12 La tasa de mortalidad infantil se calcula a partir del número de muertes en menores de un año y el total de nacidos vivos y se expresa de acuerdo a la cantidad de muertes relacionada a 1,000 nacidos vivos.

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UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 9

posible prevenir las principales causas de muerte neonatal si los recién nacidos fuesen atendidos en centros hospitalarios por personal capacitado.

Entre las principales variables asociadas a la mor-talidad infantil, se destaca el nivel de escolaridad de la madre. La muerte neonatal de los niños está vinculada a la edad de las madres; el mayor número de casos ocurre en las madres menores de 19 años y mayores de 37 años, con mayor prevalencia en el área rural.

Un 62% de los niños fallecidos tuvieron algún contacto con los servicios de salud cuando se presentaron los síntomas de la enfermedad que les causó la muerte, de acuerdo con el diagnóstico del Plan Estratégico Prioritario 2000-2006 de la Secreta-ría de Salud. El 33% estuvo hospitalizado y de este porcentaje la tercera parte fue dado de alta, fallecien-do en su casa. El 25% de las muertes ocurrió en el hospital.

A pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno, sector privado y cooperantes internacionales en la aplicación de políticas de reducción de la mortalidad infantil, aún se presentan serios déficit de atención y acceso, lo cual impide avanzar en forma consisten-te hacia una disminución más significativa de este indicador.

En este punto, es importante destacar la trascenden-cia que tiene el rol de los hogares y las comunidades como factor coadyuvante en la disminución de la mortalidad infantil. Tal como lo expresaran en su momento la ex Directora Ejecutiva del UNICEF, Caroll Bellamy, y el Director General de la OMS, Lee Jong Wook, los esfuerzos en el cuidado prima-rio de los niños en el nivel comunitario y al interior de los hogares constituyen dos aspectos claves para reducir la mortalidad infantil.13

También ha habido avances importantes en lo que se refiere a la disminución de la mortalidad de niños menores de cinco años. En 1990 fue de 65 por 1,000

Gráfica No. 2. Evolución de la tasa de mortalidad en niños menores de 5 años (1991-2006)

Fuente: ENESF 2001, ENDESA 2005-2006.

13 Community-based efforts key to child survival, www.un.org/news/dh/latest/suscribe.shtml

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�10

n.v., 22 puntos por debajo de la tasa registrada en 1985 (ENESF 1991-92). Para 1996, bajó a 48 por 1000 n.v., y continuó descendiendo, a 45 en el año 2001 (ENESF 2001) y a 37 en 2005, de acuerdo con la ENDESA 2005-2006.

Las principales causas de muerte de los niños meno-res de cinco años son las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS), las diarreas y muertes relacionadas con el parto. Otras variables determinantes en este fenómeno son las condiciones socioeconómicas del área de residencia, el nivel de escolaridad de la ma-dre y el acceso a los servicios de salud.

Las diarreas han tenido una incidencia creciente a partir de la década de los noventa; sin embargo, ha reducido su importancia en comparación con las enfermedades respiratorias. La población de niñas y niños menores de cinco años que recibió sales de rehidratación oral para el tratamiento de la diarrea fue de 32% entre 1991-92, pasando a 30% en 1996, porcentaje que se mantuvo igual en el año 2001. Sin embargo, los resultados de la ENDESA 2005-2006 sugieren un incremento en el uso de las sales de rehidratación oral, llegando al 45%.

Los tratamientos más comunes para contrarrestar la diarrea han sido Litrosol, pastillas, antibióticos, an-tidiarreicos y purgantes. Las encuestas revelan que el tratamiento más utilizado ha sido la ingestión de pastillas, casi 42% en el año 2001, contra el 37% de uso de antidiarreicos y 29% de Litrosol.

La ENESF revela que la prevalencia de IRAS (en los 15 días previos a la entrevista) pasó de 33.3% en el primer período (1991-92) a 39.2% en 1996 y registró un crecimiento significativo en el año 2001, llegando al 48.6%. La población de las áreas rurales es la más afectada por este tipo de enfermedades. Para su tratamiento, lo más común ha sido la utilización de antibióticos. No obstante, según la encuesta de 2001, el uso de este tipo de medicamentos descendió en todas las regiones de salud con relación a 1996, calculándose que solamente se utilizó en el 25.5% de los casos, mientras que en 1996 el promedio era de 44.6%.

UNA NUEVA ESPERANZA PARA BRIAN

La Criba es una aldea del municipio de San Lo-renzo, principal puerto comercial de Honduras, situado en el Golfo de Fonseca. En este lugar ha comenzado a funcionar el Programa de Atención Integral y Cuidado de la Primera Infancia (PROACPIN), dedicado a mejorar las condiciones de salud de los niños y niñas entre 0 y 5 años.

Maribel Johana Cruz es una voluntaria del Progra-ma que cuenta con la confianza y el apoyo de los habitantes de la comunidad. Como voluntaria, fue capacitada en los temas relativos a la atención integral de la niñez, y continuó trabajando aun du-rante su embarazo.

Desafortunadamente, Brian, su hijo, nació con hidrocefalia, condición que requiere un cuidado especial. En estas condiciones, Johana tuvo que renunciar a su cargo como voluntaria de salud. No obstante, su deseo de continuar apoyando a sus vecinos, junto con la buena noticia de que las capacitaciones impartidas en PROACPIN incluirían el tema de estimulación temprana, esencial para el tratamiento de Brian, la hicieron reintegrarse al programa.

Brian fue intervenido quirúrgicamente el 29 de septiembre; la operación le ha dado esperanzas para mejorar su calidad de vida, y el PROACPIN continúa brindándole la atención especial y los cuidados que necesita.

El aporte de los voluntarios de salud de la zona sur de Honduras ha ayudado a reducir la mortalidad y las enfermedades en la primera infancia.

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UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 11

2.3 Nutrición

Una adecuada nutrición, base del desarrollo posterior

Las enfermedades y la falta de acceso a una die-ta adecuada en cantidad y calidad constituyen las causas inmediatas de la desnutrición infantil. En el mundo, el 39% de las muertes infantiles tiene a la desnutrición como causa subyacente.

La falta de acceso a una alimentación de calidad vie-ne condicionada desde la alimentación al seno mater-no, donde influyen factores tales como la educación de la madre y su estado nutricional. Un estudio reali­zado en el año 2003 en los departamentos de Cho-luteca, El Paraíso y Valle, indicó que el 45% de las mujeres lactantes evaluadas se encontraban en una situación nutricional normal, mientras que un 10% presentó desnutrición aguda y un 45% problemas de sobrepeso y obesidad. Estos datos reflejan la impor­tancia cobrada por esta última tendencia en términos de salud nutricional de la mujer.14

Desde un punto de vista general, una de las estrate-gias eficaces, de mejor relación costo beneficio y más sostenible para hacer frente a las deficiencias de micronutrientes, es la fortificación de alimentos. Esta estrategia es de particular importancia para el país, dado que la población hondureña, principal-mente las mujeres y los niños, están expuestos a sufrir las consecuencias de las deficiencias de mi-cronutrientes y, en mayor medida, los efectos de-vastadores de la malnutrición.15 Por tal razón, desde los años sesenta y setenta se decretó la fortificación de sal con yodo, azúcar con vitamina A y harinas de trigo y maíz con hierro y vitaminas del complejo B.

La deficiencia de yodo, estimada a través de la preva­lencia de bocio disminuyó en un 50% entre 1966 y 1987, hasta alcanzar un 8.8%. De acuerdo con los resultados del Proyecto Tiromóvil, implementado en el año 1999,16 la prevalencia de bocio en una zona tradicionalmente endémica del país fue de 3.5%.17 Los resultados de los ejercicios de vigilancia concuerdan con este indicador.

Durante el año 2001 se tomaron 624 muestras, prove-nientes de 24 plantas yodadoras, de las cuales un 90% contenían niveles de yodo reglamentarios. A su vez, un 96.5% de las muestras de sal provenientes de sitios de venta contenían los niveles de yodo adecuados. Finalmente, el análisis de muestras provenientes de hogares de niños que asistían a escuelas del Progra-ma de Escuelas Saludables (131 muestras en seis departamentos) mostró que el 88.6% contenían las concentraciones de yodo requeridas.

En cuanto a la fortificación del azúcar, resultados de 2001 señalan que la cobertura de suplementación con vitamina A fue de 82.8% en menores de 1 año, de 56.8% en menores de 1 a 4 años (una dosis) y 53.2% (segunda dosis), y de un 39.5% en puérperas. La inspección de siete ingenios realizada por la Secretaría de Salud durante el año 2001 encontró que un 70% de las muestras contenía los niveles apropiados (entre 10 y 20 ppm).

Menos alentador fue el panorama en los sitios de venta, pues sólo un 25% de las muestras analizadas tenían niveles entre 10 y 20 ppm, un 57% estaba entre 1.5 y 9.9 ppm y en 18% se encontraron niveles inferiores a 1.5 ppm. En las muestras recolectadas en hogares, el 49% tenía los niveles establecidos (mayor o igual a 5 ppm).18

14 Secretaría de Salud, UNICEF, Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, Evaluación nutricional de embarazadas y mujeres lactantes en 3 departamentos de Honduras, C.A., septiembre 2003.15 Tiromóvil es una iniciativa latinoamericana que busca investigar la prevalencia de bocio.16 Secretaría de Salud, INCAP, OPS, UNICEF, Situación de los alimentos fortificados en el año 2001, Honduras, 2002, p. 3).1� Los desórdenes por deficiencia de yodo, además de constituir uno de los problemas nutricionales que más afecta a los países en desarrollo, tienen una incidencia directa en el desarrollo intelectual del niño (UNICEF, Asociación de Productores de Sal de Hon-duras, Hacia la eliminación de los desórdenes por deficiencia de yodo en Honduras, Tegucigalpa, enero 2000, p. 7).18 Lo importante en este punto es haber avanzado, luego de discontinuidades desde que se legisla al respecto en el año 19�6, de forma sistemática desde el año 1996 (USAID, Fortificación del azúcar con vitamina A en Centroamérica. Experiencias y lecciones aprendidas, agosto 2000).

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�12

La prevalencia de anemia en el año 2001 fue de 30% en niños entre 12 y 59 meses y de 14.7% en mujeres no embarazadas, de edades entre 15 y 49 años, según la ENESF. Estos porcentajes se han incrementado en los últimos años, a 37% y 19%, respectivamente, según datos de la ENDESA 2005-2006. Los análisis hechos en harina de marcas comerciales revelaron que 75% de las muestras contenía niveles de hierro aceptables (30 - 89.9 ppm). En cuanto a las muestras de pan provenientes de hogares, recolectadas en seis departamentos, un 97% contenía los niveles adecuados.

A pesar de los esfuerzos por monitorear el cumpli-miento de la estrategia de fortificación de los alimen­tos, y de tratar disminuir la incidencia de problemas de salud asociados con el consumo inadecuado de micronutrientes, el país continúa teniendo importan-tes retos en este campo:

• El 61% de hogares no consume azúcar debida-mente fortificada.

• 334 mil niños de 6 a 59 meses no reciben una segunda dosis de vitamina A.

• 115 mil puérperas no reciben una dosis de vita-mina A.

• 150 mil hogares no consumen sal debidamente yodada.

• Falta fortificar el 40% de la harina de trigo con hierro y complejo vitamínico B.

• 122 mil embarazadas no reciben suplemento de hierro19.

La estimulación temprana de los niños y niñas atendidos en los servicios de cuidado infantil ha sido una de las áreas de menor desarrollo. Pero a partir

del año 2000, gracias a las alianzas interguberna-mentales, se pudo conocer la experiencia que sobre desarrollo infantil temprano ha acumulado el Insti-tuto Interamericano del Niño en varios países de la región latinoamericana.

Con base en estas experiencias, el IHNFA promovió el diseño de módulos de estimulación (rincones), para que fueran incorporados en todos los servicios de cuidado infantil. No obstante, y pese a que los modelos de estimulación temprana presentan alterna-tivas de costos muy reducidos, este importante componente aún no se ha adoptado en todos los ser-vicios de cuidado infantil.

La necesidad de ampliar el período de la lactancia materna

En teoría, los hijos de madres con buena educación y buen estado nutricional tendrán buen peso al na-cer, y mantendrán un estado nutricional adecuado al alimentarse con lactancia materna exclusiva20, que los protegerá de las enfermedades de la infancia.

En Honduras, la lactancia materna ha experimenta-do un retroceso significativo. De un porcentaje de 34.9% registrado por la ENESF 2001, ha bajado a 29.7%, de acuerdo a los datos de la ENDESA 2005-2006. El 47.9% de los niños, de acuerdo con la misma fuente, se alimenta con biberón a esta edad. El alimento que con mayor frecuencia se introduce a temprana edad es leche de vaca u otros sucedáneos (31% entre los menores de dos meses).

El código internacional para la comercialización de los sucedáneos de la leche materna fue promulgado hace 25 años. En Honduras no fue sino hasta no-viembre de 2005 que, mediante Acuerdo Ministerial No. 4780, se aprobó la Norma para el Fomento y

19 Secretaría de Salud, Asociación de Productores de Azúcar de Honduras, UNICEF, INCAP/OPS “Situación de los alimentos fortificados en el año 2001».20 La norma internacional es de seis meses de lactancia exclusiva, y lactancia prolongada hasta cumplir los dos años de edad (ENESF 2001, p. 305).

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UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 13

Protección de la Lactancia Materna. Sin embargo, la norma no ha podido implementarse y se encuentra amenazada por el sector que comercializa los suce-dáneos de la leche materna, así como por algunos profesionales de la medicina que promueven el uso de estos productos.

Con relación al apoyo institucional a la lactancia materna, el Estado de Honduras ha logrado acreditar un total de 11 hospitales públicos como hospitales amigos de la niñez, lo que representa el 44% de los hospitales públicos del país.

Por otro lado, la licencia por maternidad, cuyo fin es facilitar la lactancia materna es actualmente de 10 semanas de acuerdo al Código de Trabajo; sin embar-go, en el estatuto de enfermeras profesionales y en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) el plazo se ha ampliado a 12 semanas de licencia.

En agosto de 2006 se realizó el Tercer Congreso Na-cional de Nutrición y Alimentación Infantil, con una amplia participación de instituciones y personas. El punto principal de este congreso fue la promul-gación de una declaratoria de apoyo a la Norma de Fomento y Protección de la Lactancia Materna, constituyéndose el Consejo Nacional de Lactancia Materna y Alimentación Complementaria.

Nutrición infantil en Honduras: una deuda pendiente

En general, se evalúa la desnutrición en niños meno-res de cinco años debido a que este grupo es el más vulnerable. Este indicador es bastante apropiado para estimar niveles de desarrollo de un país, al brindar una imagen de lo que sucede en la población en general. La desnutrición se manifiesta en tres dimensiones:

• Desnutrición aguda (desnutrición actual, peso/ta-lla).

• Desnutrición global (para el seguimiento indivi-dual de los niños y monitorear su crecimiento, peso/ edad).

Los hijos de madres con buena educación y buen esta-do nutricional tendrán buen peso al nacer, y manten-drán un estado nutricional adecuado al alimentarse con lactancia materna exclusiva, que los protegerá de las enfermedades de la infancia.

• Desnutrición crónica (lentitud en el crecimiento, talla/edad).

En Honduras la desnutrición aguda en los niños de 12 a 59 meses de edad ha mostrado un descenso, de 1.4% en 1996, a 1.0% en 2001. Esa tendencia se ha mantenido durante 2006, de acuerdo con los datos de la ENDESA 2005-2006. La desnutrición global pasó de 24.3% en 1996 a 18.4% en 2001 (ENESF 2001), y para 2006 se estima que ha descendido a un 11%, de acuerdo con las proyecciones de la ENDESA 2005-2006.

También ha habido una disminución de la desnutri-ción crónica en menores de cinco años. En 1991-92, el porcentaje de niños con desnutrición crónica era del 42.4%; en 1997 pasó al 37.8%, y en 2001 al 33%. Los datos de la ENDESA 2005-2006 la sitúan

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�14

en 25%. Este tipo de desnutrición se refleja sobre todo a largo plazo, en el crecimiento del niño, y se origina en una inadecuada ingesta de macro y mi-cronutrientes, como también la incidencia de enfer-medades recurrentes.

Los datos de la ENDESA 2005­2006 confirman que los niveles de desnutrición están claramente relacio-nados con el grado de instrucción de la madre. La desnutrición infantil crónica de los hijos e hijas de madres sin educación llega al 47.1%, mientras que en las madres de educación superior es de apenas del 3.1%.

La lactancia materna es un factor protector impor-tante para evitar la desnutrición infantil, con mayo-res beneficios en los niños y niñas menores de seis meses. En este grupo la tasa de desnutrición crónica es del 4.8%. En la niñez de 4 a 5 años de edad, que ya no se alimenta del pecho materno, la tasa de desnutrición crónica llega al 31.1%.

Un reciente estudio de UNICEF, llevado a cabo en 22 municipios, en niños y niñas de edades compren-didas entre los 6 y 59 meses, encontró un 5.5% de

desnutrición aguda, un 37% de desnutrición glo-bal21, y un 44% de desnutrición crónica22. Algunos municipios, como Colomoncagua y San Marcos de La Sierra, en Intibucá, muestran niveles muy altos (61 y 65%, respectivamente); La Campa y San Mar-cos de Caiquín, en Lempira (50 y 60%, respectiva-mente); La Fraternidad, en Ocotepeque (57%); y Santa Rosa de Copán (50%).

Los resultados encontrados en la mayoría de los municipios comprendidos en el estudio muestran una alta proporción de población infantil afectada por diarrea, IRAS y desnutrición, incluida anemia. También se evidencian bajas coberturas de desparasi-tación y suplementación con hierro, debido a la falta de un efectivo control del crecimiento.23 Por otra parte, incluso en estos municipios con altos niveles de pobreza, el estudio encontró un 10% de riesgo de sobrepeso, y un 5% de sobrepeso.

El estudio realizado por UNICEF en los municipios de San Lorenzo, Amapala y Marcovia, muestra que la situación puede ser peor que el promedio en mu-chos contextos municipales. Algunos de sus principa-les hallazgos son:

Fuente: Datos preliminares de la ENDESA 2005-2006

Gráfica No. 3. Evolución de la desnutrición global y crónica en población infantil de 12 a 59 meses,1987 - 2006

21 La ENESF 2001 encuentra una incidencia del 18.4% en este indicador de desnutrición global.22 La ENESF 2001 encuentra una incidencia del 33% en este indicador de desnutrición crónica.23 UNICEF, Estudio de nutrición en niños y niñas de 22 municipios de Honduras, Tegucigalpa, 2004.

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UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 15

• El 54% de los niños y niñas evaluados –en edades comprendidas entre 6 a 59 meses– presenta algún grado de anemia: 1.6% severa, 24% moderada y 28% leve. De acuerdo a los criterios de la OMS, este indicador, al ser mayor de 40%, constituye un severo problema de salud pública.

• Siete de cada 10 niños y niñas de 6 a 11 meses de edad de los tres municipios evaluados fueron diagnosticados con anemia, con lo que este grupo de edad se encuentra severamente afectado y la situación también es un problema de salud públi-ca severo.

• Dado que la anemia es el punto final de la defi­ciencia de hierro y ocurre cuando se han agotado los depósitos, podría estimarse que el 100% de los niños y niñas de Amapala, y alrededor del 80% en los municipios de Marcovia y San Loren-zo, están deficientes de hierro. Esta situación está afectando el crecimiento y desarrollo de la niñez, violentando sus derechos a una alimentación y nutrición adecuadas24, y es urgente tomar medi-das para solventarla.

El Censo de Talla en Niños de Primer Grado ha proporcionado información sistemática del nivel de nutrición de la población en edad escolar desde el año 1986. El último Censo realizado refleja que el porcentaje de desnutrición en este grupo disminuyó entre los años 1986 y 200125, al pasar de un 39.8% a un 36.24%.

Cuando se analizan las diferencias entre los departa-mentos, se observan importantes discrepancias. En el año 2001, mientras Islas de la Bahía (13.06%), Gracias a Dios (23.33%) y Francisco Morazán (25.13%) se situaban como los departamentos con menores índices de desnutrición en 2001, los depar-tamentos de Intibucá (62.6%), Lempira (61.74%), La Paz (56.82%), Copán (52%), Santa Bárbara (47%) y Ocotepeque (45%) mantenían porcentajes altos de desnutrición en la población infantil matriculada en primer grado.

Al analizar la evolución entre los años 1986 y 2001, se evidencia que estos porcentajes no han disminui-do en el curso de los últimos 15 años. Todo parece indicar que la situación nutricional de niños con edades de entre 6 y 9 años se debe más a factores de orden estructural, por lo cual se requieren estra-tegias que vayan mucho más allá de las que actual-mente se han implementado.

No obstante, resulta alentador que la situación general de los departamentos haya mejorado desde la medición de 1996. Tal como se muestra en el cuadro comparativo que se presenta para los años 1996 y 2001, si bien Gracias a Dios bajó su clasificación, pasando de un riesgo bajo a un riesgo moderado, los departamentos de Choluteca, Yoro y El Paraíso pasaron de un riesgo alto a un riesgo moderado. Sin embargo, los departamentos más postergados, como son Copán, La Paz, Lempira e Intibucá, no han lo-grado mejorar su situación y continúan clasificados en riesgo muy alto, con niveles de desnutrición su-periores al 52%.

24 UNICEF Honduras, Estudio de Anemia en Niños y Niñas de 3 Municipios del sur de Honduras, San Lorenzo, Amapala y Marco-via, Tegucigalpa. diciembre del 2004.25 Los resultados del Censo de Talla en Escolares de Primer Grado se interpretan a través del indicador talla/edad determinado para cada uno de los niños de primer grado y comparado con los datos de una tabla de referencia internacional. Los niños hon-dureños cuyo indicador talla/edad es igual o mayor que la estatura mediana de la población de referencia son considerados en estado nutricional normal. Los niños cuyo indicador talla/edad cae por debajo de menos dos desviaciones estándar de la mediana son considerados desnutridos, clasificándolos en dos grupos: riesgo moderado para aquellos que están a una distancia de sólo -2 desviaciones estándar y riesgo severo para aquellos que están a -3 desviaciones estándar.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�16

2.4 Atención en salud para la adolescencia

La atención en salud para la adolescencia ha sido un tema postergado en la agenda. Es por eso que se ha procurado incorporarlo en el Plan Estratégico Priori-tario 2002–2006 del sector, buscando la manera de hacer frente a los principales problemas epidemioló-gicos que afectan de manera específica a este grupo etáreo. Entre los problemas fundamentales que los aquejan se encuentran:

• Incidencia del embarazo en adolescentes y sus consecuencias, como abortos, altos niveles de mortalidad materna y afección psicosocial.

• Incidencia del VIH/SIDA y las Infecciones de Transmisión Sexual en este grupo de edad, dado que las encuestas señalan que adolescentes de ambos sexos están iniciando en forma muy tem-prana sus relaciones sexuales. El 10.5% lo hace antes de los 15 años y un 47% antes de los 18 años (UNFPA).

• La violencia en todas sus manifestaciones es con-siderada como una de las condiciones de mayor peso, dado que determina la situación de riesgo de los y las adolescentes, al punto que el proble-ma ha sido catalogado por las instancias especia-lizadas como un problema de salud pública.26

• Uso y abuso de alcohol y tabaco. En el año 1996, el IHADFA y la OPS/OMS hicieron una inves-tigación sobre uso y abuso de alcohol y drogas entre los estudiantes de Escuelas Normales de Honduras, teniendo como resultados relevantes que el 43.3% ingiere alcohol, un 17.1% estimu-lantes y otro 17% tabaco.27

Un estudio realizado por el IHADFA y la UNAH en 2002, en una muestra de más de 10 mil estudiantes de secundaria, encontró importantes antecedentes para estimar la magnitud de problemas relacionados con el uso y abuso de drogas legales e ilegales. Algu-nos de sus principales hallazgos son:

Cuadro No. 3. Situación de riesgo de los departamentos del país en función del grado de desnutrición crónica de su población escolar, 1996-2001

Fuentes: Gobierno de la República, IHNFA, UNICEF, Análisis de Situación Infancia, Mujer y Juventud, Honduras 1998. Octavo Censo de Talla en Niños de Primer Grado, 2001- Secretaría de Educación, Presidencia de la Repúbli-ca, Programa de Asignación Familiar (PRAF).

26 www.paho.org (página web de la Organización Mundial de la Salud)2� Gobierno de Honduras, Secretaría de Salud, Programa Nacional de Atención Integral al Escolar y Adolescente, mayo de 2002. Dirección General de Promoción de la Salud.

Año

1996

2001

Riesgo bajo(0.0 a 21.0%)

Riesgo moderado(22.0% a 36.9%)

Riesgo alto(37.0% a 51.9%)

Riesgo muy alto(52.0% y más)

Islas de la Bahía,Gracias a Dios

Atlántida, Colón,Cortés, Francisco,Morazán, Olancho,Valle

Choluteca, Yoro,El paraíso, Comayagua,Ocotepeque,Santa Bárbara

Copán, La Paz,Lempira, Intibucá

Islas de la Bahía

Gracias a Dios,Atlántida, Colón,Cortés, F. MorazánOlancho, Valle,Choluteca, Yoro,El Paraíso

ComayaguaOcotepequeSanta Bárbara

Copán, La Paz,Lempira, Intibucá

Page 36: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 1�

• 45% de los entrevistados había consumido alco-hol alguna vez (54% de los varones y 46% de las mujeres). El consumo al momento del estudio se estimó en 23%.

• Un 33% de los entrevistados había probado tabaco alguna vez, estimándose el consumo al momento del estudio en un 10%.

• Un 52% de los entrevistados había consumido drogas legales o ilegales alguna vez, con mayor prevalencia en los departamentos de Islas de la Bahía, Gracias a Dios, Comayagua, El Paraíso y Lempira.28

Una primera medida que se ha tomado es fortalecer el Programa de Atención Integral a los Adolescentes (PAIA), incorporándolo a la estructura técnico­admi­nistrativa de la Secretaría de Salud para expandirlo a todas las regiones sanitarias.

No obstante, para lograr una efectiva institucionaliza-ción y operación del PAIA se requiere fortalecer tres aspectos cruciales, como se ilustra en el diagrama siguiente:

La atención diferenciada de la adolescencia ha sido un tema postergado en la agenda gubernamental.

Marco de referen-cia más amplioAbordaje multi-

sectorial

Instaurar Sistema de Información del

Adolescente

Monitoreo y eva-luación del PAIA

{OPERACIÓN PLENA

DEL PAIA

28 IHADFA / UNAH, Prevalencia del consumo de drogas en estudiantes de educación secundaria, 2002. Tegucigalpa, inédito, diciembre de 2003.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�18

2.5 Cobertura de agua segura y saneamiento

En 1990, la cobertura nacional de los servicios de agua fue de 66%, es decir, el 34% de la población (1,616,884 habitantes) no tenía acceso a ella. En la zona urbana la cobertura era de 88%, en contraste con 49% en la zona rural. En la actualidad, se consi-dera que un 80% de la población tiene acceso a este recurso.

La ENESF 2001 permite comparar, por medio de una muestra representativa, la situación de las viviendas en términos de disposición de agua y de saneamiento. En 1996, el 20.6% de las viviendas poseía como prin-cipal fuente de agua una llave dentro de la vivienda. Para 2001, ese porcentaje se había elevado a 26.5%.

En el año 1996, 48.6% tenía llave fuera de la vivien-da, porcentaje que se mantiene casi igual (47.8%) para el año 2001. Un porcentaje menor de viviendas tenía llave fuera de la propiedad, y un 15% de la población se abastecía de agua a través de fuentes naturales en el año 1996. Este último porcentaje des-cendió a 10.6% en el año 2001.

Si se desagrega esta información por área de resi-dencia, se evidencian las importantes brechas entre el sector urbano y el rural. En el año 2001, el 42.1% de las viviendas del área urbana poseían llave den-tro de la vivienda, o bien llave fuera de la vivienda, pero dentro de la propiedad (46.9%), para un 89% en total; mientras tanto, en el área rural sólo el 11.8% de las viviendas encuestadas disponían de llave dentro de la vivienda, o fuera, pero dentro de la propiedad (48.7%), para un total de 60.5% con acceso a este servicio.

Es importante diferenciar que cobertura de agua (ac-ceso a través de sistemas de tubería) no es lo mismo que acceso a agua segura, ya que el agua distribuida por la red en muchos casos no está desinfectada y puede ser de mala calidad, debido a la presencia de coliformes fecales y patógenos.

Estimaciones del año 2004 indican que el 83.6% de la población tiene cobertura de agua, aunque sólo un 46.4% tiene acceso a agua potable. La diferencia en cobertura de agua potable entre el sector urbano y rural sigue siendo un desafío importante. En efecto, 84% de la población urbana tiene acceso a agua pota-ble, mientras que en el sector rural, este porcentaje es de sólo 14%.29

Cuadro No. 4. Disposición del agua según tipo de fuente, 1996-2001

Fuente: ENESF. 1996, 2001.

29 República de Honduras. Avanzando en la planificación sectorial de mediano plazo. Plan plurianual de ejecución de la ERP 2006 - 2009. IV, Sector Agua y Saneamiento, p. 48 y ss., Tegucigalpa, mayo de 2005.

Fuente de agua 1996 2001Llave dentro de la vivienda 20.6 26.5Llave fuera de la vivienda (dentro de la propiedad) 48.6 47.8Llave fuera de la vivienda (menos de 100 metros) 3.6 2.5Llave fuera de la vivienda (más de 100 metros) 2.1 1.4Fuente natural 14.9 10.6Otra 10.2 11.2

Page 38: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 19

Actualmente la titularidad y la responsabilidad por la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento es compartida por las municipali-dades, facultadas por el Artículo 13 de la Ley de Municipalidades, que autoriza a los municipios para que «construyan redes de distribución de agua pota-ble, alcantarillado para aguas negras y alcantarillado pluvial, así como su mantenimiento y administra-ción»; el Servicio Autónomo Nacional de Acue-ductos y Alcantarillados (SANAA), de acuerdo al decreto Ley No. 61 del 9 de mayo de 1961; y por las Juntas Administradoras de Agua Potable y Sanea-miento. Estas últimas son organizaciones locales de usuarios que actúan en áreas rurales y periurbanas y son reconocidas legalmente cuando cuentan con personería jurídica.30

Hasta hace apenas dos años, las inversiones en el campo de agua y saneamiento recaían en el SA-NAA, aparte de otros programas y proyectos que son ejecutados por la Secretaría de Salud, el Fondo Hondureño de Inversión Social y agencias de co-operación, por medio de organizaciones no guberna-mentales y organizaciones privadas de desarrollo.

Pero con la aprobación de la Ley Marco de Agua y Saneamiento y el avance del proceso de descentra-lización, se fortaleció el rol de los gobiernos locales en la administración de sistemas, con el propósito de que asuman y garanticen con eficacia y eficiencia la prestación de los servicios de agua y saneamiento. Este cambio deberá ser gradual, dependiendo de la categoría y capacidad en que se ubique cada uno de los municipios del país, puesto que la gran mayoría de ellos no cuentan con la suficiente capacidad fi-nanciera ni recurso humano capacitado.

En cuanto a saneamiento básico, en 1990 el 62.5% del total de la población disponía de esos servicios, lo cual significa que 1.8 millones de habitantes no tenía acceso. En la zona urbana, el porcentaje de ese servicio superaba el promedio nacional, con 80%, en contraste con 41% en las zonas rurales. Para 1996, a nivel nacional se había ampliado la cobertura en 12 puntos, llegando a 74%, con 94% en las zonas urba-nas; en cambio, en el área rural, a pesar de los avan-ces, la cobertura en 1996 fue sólo de 57%.

Si se comparan los resultados de las ENESF de 1996 y 2001, se observa que la cobertura con algún siste-ma de disposición de excretas ha aumentado, de 73.8% a 78% de la población. La disminución regis-trada entre 1996 y 2001 de la población que no tenía este servicio, pasando de un 25.9% a un 21.6%, pa-rece haber significado una ampliación en cobertura de población que posee inodoro y letrina hidráulica. Este cambio debería incidir en una mejora de las condiciones de higiene y salud, más que si se tratara de una mera ampliación de cobertura a través del sistema de letrina simple.

En cuanto a la disposición de la basura, aunque per-sisten todavía problemas de cobertura y sistemas, es importante destacar que se ha ampliado la cobertura del tren de aseo, pasando de 23.9% en 1996 a 31.4 en 2001 (ENESF 2001).

La comparación entre ambos años muestra que per-siste el hábito en la población de quemar la basura (41.2% en 1996 y 40.6% en 2001), en detrimento de las condiciones ambientales. Los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples de mayo de 2005 indican que el 45.4% de la población quema la basura.

30 OPS/OMS, Grupo Colaborativo de Agua y Saneamiento. Análisis del sector agua potable y saneamiento, informe final, mayo de 2003.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�20

2.6 Orientación de planes y programas del sector salud

Con el propósito de fortalecer el capital humano del país, la ERP se trazó como objetivo garantizar el acceso con calidad y equidad a los servicios de salud, con prioridad en la atención primaria y vigi-lancia nutricional de la población en condiciones de pobreza. Para ello se ha planteado la definición e implementación concertada de la reforma del sector salud, garantizando que la red de servicios disponga oportunamente de los insumos, equipos y recursos humanos con la calidad y cantidad necesarias para un adecuado desempeño de sus funciones.31

Para lograr este propósito, la ERP estableció tres importantes políticas:

• Fortalecer la atención en salud primaria y preven-tiva.

• Proporcionar una mayor atención a las condicio-nes de salud de la mujer.

• Lograr una mayor eficiencia y calidad en la presta­ción de los servicios de salud.

En el siguiente cuadro se sintetizan las prioridades consensuadas en el marco del Plan Sectorial de Sa-lud, para hacer frente a los desafíos de la salud pú-blica en Honduras.

Gráfica No. 4. Cobertura de la población con sistema de disposición de excretas, 1996 - 2001

Fuente: ENESF. 1996, 2001.

31 Gobierno de la República de Honduras. Estrategia para la Reducción de la Pobreza, Tegucigalpa, agosto 2001, p. 8�.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Inodoro Letrinahidraúlica

Letrinasimple

No tiene /aire libre

1996

2001

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UN MEJOR COMIENZO DE V IDA 21

Cuadro No. 5. Programas prioritarios y objetivos del sector salud, contenidos en el Plan Sectorial de Salud. 2005

Fuente: República de Honduras. Avanzando en la planificación sectorial de mediano plazo. Plan Plurianual de Eje-cución de la ERP 2006 – 2009. II Sector Salud, p. 31 y ss., mayo de 2005.

PROGRAMA OBJETIVO

Reforma del sector salud

Impulsar la construcción de un Sistema Nacional de salud, capaz demejorar la salud de la población, responder a las expectativas legítimas delas personas, proveer protección financiera contra los costos de la malasalud, avanzar en el aseguramiento universal de la salud, asegurar laequidad y la transparencia en la distribución financiera y en la atención, yfacilitar la participación activa de todos los involucrados en al gestión de lasalud como un producto social.

Mejorar la atención a lamujer y la niñez

Reducir el riesgo de morir de las madres y las niñas y los niños porembarazo, parto y puerperio, y en menores de cinco años, porenfermedades prevalentes en la niñez

Fomento de la salud yprevención de riesgos yproblemas de saludvinculados al ciclo de vida

Propiciar ambientes y estilos de vida saludables que contribuyan a mejorarla calidad de vida de la población y a reducir el riesgo de enfermar y morir,de las personas adolescentes, adultas y adultas mayores mediante laaplicación de un enfoque integral, inclusivo y transparente

Control de enfermedadestransmisibles

Reducir el riesgo de enfermedades transmisibles endémicas en lapoblación, con enfoque de género.

Enfermedades crónicasno transmisibles

Sistematizar las intervenciones dirigidas a enfermedades no transmisibles,crónicas y degenerativas, con el fin de evitar que se incrementen a nivelesque representen problemas de salud pública.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200�22

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ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 23

3.1 La educación: factor primordial para combatir la pobreza en Honduras y avanzar hacia el desarrollo

Uno de los temas más relevantes para el desarro- llo del país es, sin duda alguna, la educación.

En un reciente análisis se ha identificado que el capital humano, y más específicamente, la baja expansión de los niveles educativos, constituye el principal determinante del lento y poco sistemático crecimiento económico en Honduras.32

La pobreza en Honduras ha estado correlacionada con factores como el bajo nivel educativo de la po­blación, la escasa capacitación laboral, problemas nutricionales y de salud, entre otros. Este conjunto de factores tiene tres consecuencias de índole econó-mica:

1. La productividad del trabajo es muy baja, lo cual se traduce en bajos salarios para los trabajadores.

2. A su vez, la baja productividad conduce a que el producto potencial del país sea también bajo, lo cual impone un límite a la capacidad que tiene la economía de generar empleos de manera no inflacionaria.

3. Los factores antes mencionados generan un con-texto que dificulta la resolución permanente de la pobreza.33

Es importante destacar que en el marco de la ela­boración de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP), el sector educativo tuvo una esen-cial consideración. El documento original de ERP señala que existen «serias deficiencias, entre las que destacan una baja cobertura en el nivel secundario, particularmente en la formación técnico vocacional y en la educación superior, y graves problemas de repitencia y deserción escolar.» También se destaca el problema de la calidad, como un verdadero obs-táculo al mejoramiento de los aportes que el sistema educativo puede hacer al desarrollo sostenible.34

La educación ha sido un tema crucial de la gestión de, al menos, los tres últimos gobiernos. Con diver-sos matices, el énfasis por mejorar el sistema edu-cativo ha sido evidente en la década de los noventa y comienzos de la actual, al menos en lo relativo a la cobertura de la enseñanza básica. No obstante, en general, al igual que en otros ámbitos del sector público, no ha habido continuidad en las políticas y por tal razón los esfuerzos emprendidos no logran cristalizar en reformas estructurales permanentes, sostenibles y susceptibles de seguimiento que consi-gan un impacto substancial.

De acuerdo al Plan Sectorial de Educación, esto ha dado como resultado que el sistema en su conjunto se caracterice por los siguientes aspectos:

a) Existen limitaciones en el ordenamiento legal para articular la política educativa y regular as-pectos básicos como relaciones laborales, educa-ción no formal, educación superior, entre otros.

3. Acceso equitativo a una educación de calidad

32 Banco Mundial. Honduras. Development Policy Review. Accelerating Broad-Based Growth, november 8, 2004, p. 1933 Cotler, P. Llona, A., Tomba, M. Pobreza y fragilidad de la economía hondureña. Proyecto PEP-USAID, Honduras, noviembre de 2000. 34 Gobierno de la República de Honduras. Estrategia Para la Reducción de la Pobreza. Agosto de 2001, p. 39.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200724

b) No se cuenta con un ente interinstitucional que efectivamente regule y coordine la totalidad del sector y a los diversos actores que contribuyen a la educación en diversos niveles (tanto para entes de carácter estatal, como no estatal).

c) A pesar del significativo aumento de recursos asignados al sector educativo, los resultados en términos de aprendizaje han sido decepcionantes.

d) Existe un grave problema de equidad en la asigna­ción de recursos. El presupuesto para la educa-ción media es particularmente bajo, mientras la inversión en los estudiantes que asisten a univer-sidades públicas representa la quinta parte de los ingresos públicos dedicados a la educación.

El mejoramiento de la educación está directamente relacionado con las posibilidades efectivas de supe­ración de la pobreza y el advenimiento de mayores niveles de desarrollo humano en el país. Se estima que entre 1970 y 1990, la tasa de alfabetización de

adultos en Honduras (15 o más años) pasó de 54% a 69% mientras que la media centroamericana para esos años fue de 63% y 73%, respectivamente.35 Según los datos preliminares de la Encuesta de Hogares de mayo de 2005, la tasa de alfabetización alcanzó 82.4%, aunque en el área rural quedaba todavía en 73%.36

Es visible la inequidad en lo que respecta al analfa­betismo y años promedio de escolaridad. Mientras el 39% de la población del quintil de más bajos ingresos es analfabeta, ese porcentaje es de sólo 7% en la población del quintil de mayores ingresos. Asimismo, la Encuesta de Hogares de 2004 estimó que el quintil de menores ingresos tiene una escola-ridad de 3.9 años promedio, mientras que el quintil de mayores ingresos se acerca a los 10, siendo el promedio nacional de 5.6.

Desde el punto de vista de los niveles de escolarización de la fuerza de trabajo, ha habido avances relativos en lo que va de la década, como muestra la gráfica 5.

Gráfica No. 5. Años promedio de escolaridad de la fuerza de trabajo, por área de residencia y sexo, 1999 - 2005.

Fuente: PREAL-FEREMA. Honduras. Informe de progreso educativo 2005 (sobre la base de análisis de datos del INE 2004). EPHPM, mayo 2005.

35 PNUD Honduras, Informe Sobre Desarrollo Humano 2000, p. 106.36 República de Honduras, Taller de Seguimiento al Grupo Consultivo, Honduras 31 mayo del 2005. Avanzando en la planificación sectorial de mediano plazo, Plan Plurianual de Ejecución de la ERP 2006 - 2009. C. Planificación y programación sectorial, I Sec-tor Educación, p. 11 y 12.

5.3 5.5

7.3

3.5

5.46.3

7.78.3

5

6.8

0123456789

Hombres Mujeres Urbano Rural Nacional

1999 2004

Page 44: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 25

Entre 1999 y 2005, la escolaridad de las mujeres fue superior a la de los hombres, y el nivel de escolari-dad en el nivel rural parece haberse incrementado algo más rápidamente que en el sector urbano. Sin embargo, los avances son todavía muy lentos como para alcanzar las metas de escolarización de la fuer-za de trabajo establecidas en la ERP y compromisos internacionales cuyo cumplimiento se ha fijado para el año 2015.

El país tuvo avances importantes en lo que se refiere a acceso y cobertura durante la década de los noven­ta. Sin embargo, las diferencias de cobertura están determinadas todavía según el área de residencia (ur­bana y rural). Es importante anotar que los esfuerzos por ampliar la cobertura se han dado en un contexto de estabilidad del gasto y de altas tasas de crecimien­to poblacional (2.6%).

De tal forma, la situación general de la educación en el país presenta más rezagos que logros, por lo cual urge hacer las transformaciones que respondan, en general, a un consenso nacional plasmado a comien-zos de la presente década en la propuesta para el sector presentada por el Foro Nacional de Conver­gencia.

3.2 La necesidad de transformar el sistema educativo hondureño

En los años noventa, diversas instituciones ocupadas del tema educativo en el país hicieron propuestas de reforma al sistema, cada una con sus propios énfa-sis. La propuesta más consensuada y trascendente en torno a la necesidad de transformar la educación del país, fue elaborada por el Foro Nacional de Conver­gencia (FONAC), a partir de una amplia consulta nacional. Esa propuesta articula perspectivas de todos los sectores y ámbitos, por lo cual se la consi-dera el eje para la reforma educativa en Honduras y un punto de partida común para cualquier discusión respecto a acciones concretas en este campo.

Los principales desafíos contenidos en la propuesta del FONAC se condensan en los diez puntos funda­mentales que aparecen en el recuadro.

PROPUESTA DEL FONAC

1. Acceso obligatorio, al menos, al tercer año de educación prebásica.

2. Generalización y obligatoriedad de la edu-cación básica de nueve grados.

3. Creación de un bachillerato académico y uno técnico en la educación media.

4. Formación docente en el nivel superior de la educación nacional.

5. Establecimiento de la jornada escolar de 200 días obligatorios.

6. Descentralización del sistema educativo.7. Evaluación del desempeño docente ligado

al rendimiento de los estudiantes.8. Creación de estándares educativos nacio-

nales y pruebas estandarizadas de logros académicos.

9. Orientación de la educación superior hacia la formación de recursos humanos bajo criterios de calidad, pertinencia, eficiencia y responsabilidad social.

10. Institucionalización de la educación no formal (entendida como formas alternati-vas de entrega del servicio educativo).

Varios de estos objetivos han sido reforzados por un conjunto de metas muy concretas comprometidas en el marco de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza y otros compromisos de país, dentro de los que se destaca el Plan de Educación para Todos (EFA, por sus siglas en inglés). Concretamente, para el caso de la ERP, es importante señalar que existen cuatro metas muy precisas para el año 2015, referi-das al ámbito educativo:

• Duplicar la tasa neta de cobertura en educación prebásica (5 años).

• Alcanzar un 95% de cobertura en los primeros dos ciclos de educación primaria (primero a sex-to).

• Alcanzar un 70% en la cobertura neta del tercer ciclo de educación primaria (séptimo a noveno).

• Lograr que el 50% de la población emergente complete la educación secundaria (10.º a 12.º)

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200726

La iniciativa EFA considera, de forma complemen-taria, compromisos de país relativos a disminución de tasas de repetición, de deserción y de mejora-miento de rendimientos en español y matemáticas.

3.3 El desempeño de los niveles prebásico, básico y medio

Educación prebásica: redoblar los esfuerzos de cobertura

La estimulación recibida en los primeros años de vida afecta de manera significativa el desarrollo in-telectual y social de las personas para el resto de sus vidas. Ello tiene un impacto particularmente notable en el rendimiento educativo y, posteriormente, labo-ral. Por ello, en la mayoría de los países del mundo se está invirtiendo cada vez más en la educación correspondiente a estos años.

La educación prebásica, orientada a niños y niñas entre 4 y 6 años, no ha sido históricamente priorita-ria para el Estado hondureño y por ello no ha tenido carácter de obligatoriedad legal. No obstante, en los últimos años esta situación ha cambiado.

La educación prebásica tiene como objetivo esti-mular a los niños y niñas en la formación de hábi-tos, adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades y destrezas, que sientan las bases para el ingreso a la educación básica. Se imparte en los centros denominados jardines de niños. Con el pro-pósito de mejorar la cobertura, en este nivel educati-vo se ha trabajado bajo dos modalidades:

a) La educación formal, dirigida a niños y niñas en las edades comprendidas de cuatro a seis años, subdividida en tres ciclos: pre­kinder, kinder y preparatoria, con una duración promedio de diez meses de estudio para cada ciclo.

b) La educación no formal, que atiende a niños y niñas de seis años de edad, para prepararlos para su ingreso al primer grado de educación básica. Se imparte en los Centros de Educación Preescolar No Formal (CEPENF) en áreas urbanas margina-les y rurales, durante un período de diez meses. A esta misma categoría también se incorporan los Centros Comunitarios de Iniciación Preescolar (CCIE), concentrados en las áreas rurales, que funcionan durante un período de dos meses cada año.

Gráfica No. 6. Cobertura de educación prebásica por tipo de centro (%), 1990-1996

Fuente: Ministerio de Educación

Gráfica No. 7. Nivel prebásico. Tasa neta de matrícula (de 3 a 5 años de edad) por departamento, 2003.

Fuente: Base de datos Infotecnología 2003-2004, Proyeccio-nes de población. INE, 2003-2004.

46

28

5472

01020304050607080

1990 1999

jardines de niños centros no formales

0 10 20 30 40 50 60 70

AtlántidaCholuteca

ColónComayagua

CopánCortés

El ParaísoFrancisco Morazán

Gracias a DiosIntibucá

Islas de la BahíaLa Paz

LempiraOcotepeque

OlanchoSanta Bárbara

ValleYoro

Totales

20042003

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ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 27

Durante la década de los noventa se registraron im­portantes avances en este nivel educativo. En tér­minos de la tasa de matrícula bruta, se logró superar el porcentaje de 32% establecido como meta para el año 2000 en el Plan de Acción Nacional para el Desarrollo Humano, Infancia y la Juventud de 1991. Entre el año1990 y 1999, la tasa bruta de matrícula en este nivel pasó de un 17% a un 39%. El incremen­to fue impulsado por la tasa bruta de matrícula en el nivel urbano, que pasó de 28% a 45% entre 1990 y 1999 respectivamente, y el nivel rural no formal, que experimentó un importante crecimiento, al pasar de 9.8% a 35%. En lo que respecta a la equidad en-tre niños y niñas, en 1999 las niñas representaron el 52% de la matrícula. (Véase gráfica No. 8.)

En el año 2003, la Secretaría de Educación conta­bilizó un total de 198 mil alumnos en prebásica, con 16,729 docentes dedicados a este nivel (relación 12 alumnos por maestro) en 5,363 centros educativos; esto es, un 5% del total de centros educativos del país. Datos estimados para 2005 indican una cober­tura neta para este nivel del 34.3%.37

Se ha elaborado una propuesta de Currículo Na-cional de Educación Prebásica que ha pasado ya la

etapa de validación y actualmente está en proceso de socialización e implementación. La elaboración del currículo estuvo a cargo de la Comisión de Educación Prebásica, que opera desde el año 1999, bajo los lineamientos, la propuesta y el programa del Departamento de Diseño Curricular de la Dirección General de Servicios Pedagógicos, dependencia de la Secretaría de Educación.

La organización del currículo de prebásica se estruc­turó en función de tres áreas o ámbitos de desarro-llo, cada uno de los cuales tiene sus propios bloques de aprendizaje. Estas áreas de desarrollo son:

a. Desarrollo personal y social.

b. Relación con el entorno.

c. Comunicación y representación.

Uno de los fundamentos del currículo es el respe-to a los derechos de la niñez, comprometiéndose a defenderlos y promoverlos según se establece en las leyes de Honduras y en la Convención Internacional de los Derechos de Niño, con igualdad de oportuni­dades y con equidad de género38.

37 SIERP, con base en EPHPM, mayo 2005.38 Currículum Nacional de Educación Prebásica, Secretaría de Educación, s/f, p. 10.

Gráfica No. 8. Tasa de cobertura de prebásica por área y sexo, 2005

Fuente: SIERP, con base en EPHPM, mayo 2005.

05

1015202530354045

MujerHombreRestoUrbano

SPSMDCUrbanoRuralTotal

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200728

Educación básica39: El desafío de mantener, ampliar cobertura y aumentar calidad

La educación básica40 en Honduras tiene como ob­jetivo ofrecer los instrumentos y contenidos básicos de la cultura y el desarrollo integral de la persona-lidad de los niños y niñas, formándolos como per-sonas capaces de contribuir al desarrollo económico, social, político y cultural del país. La Constitución de la República establece que este nivel es de carác­ter obligatorio y el Estado deberá garantizar su uni­versalización y calidad en forma gratuita.

Existe prácticamente un consenso en cuanto a que el mayor problema de la educación básica en Hondu-ras no está en la cobertura, pues ésta tuvo un notable incremento en los años noventa, sino en el mejora­miento de la calidad y la retención, asegurando la culminación de, por lo menos, el sexto grado.

Cabe anotar, no obstante, que es preciso establecer una distinción en lo que respecta a la cobertura entre los dos primeros ciclos (primero a sexto grados) y el tercero (séptimo a noveno). Para el año 2004, la tasa de cobertura del nivel primario, esto es, los dos primeros ciclos, fue de 89.3%, mientras que para el tercer ciclo fue de sólo 38.2%.41

La meta establecida para la educación primaria en el Programa de Acción Nacional 1990­2000 fue alcan­zar durante ese período el 100% de cobertura. Aun cuando no se logró cumplir esa meta, la tasa bruta de matrícula (comprende la pública y la privada) tuvo un aumento leve durante la década de los no-venta, pasando de 94.5% en 1990 a 97.3% en 2000.

Es importante señalar que las tasas de cobertura es­conden deficiencias que obstaculizan la culminación

de al menos seis grados de escolaridad. En la actua-lidad, sólo el 32% de la población logra completar su educación primaria en los seis años correspon-dientes. Al 54% le toma un promedio de 9.4 años culminar la escuela primaria, con el consiguiente impacto para el Estado.42

La equidad de género no es un problema en lo que respecta al acceso inicial a la educación primaria. En el año 2003, un 51% de los ingresos correspondió a las niñas y un 50% a los niños.43 No obstante, sí se presentan inequidades entre el área rural y el área urbana. Mientras en las escuelas urbanas la tasa de matrícula bruta es de 77% para los niños y 85% para las niñas, en el ámbito rural esa relación es de 59% y 60%, respectivamente. (Véase el cuadro No. 6.)

Al igual que en otros países de la región, en Hon-duras el principal problema que afecta la eficiencia interna del sistema es la repitencia y, en menor me-dida, la deserción. Ambos procesos se encuentran estrechamente relacionados, de forma que «hay una fuerte tendencia a abandonar la escuela cuando los niños alcanzan los 13 años de edad, sin conside-rar si han completado la educación primaria o no. Por consiguiente, una vez que un niño se atrasa, la probabilidad de que no complete la educación pri-maria es alta».43

Para el año 1999, los mayores índices de repitencia se presentaron en primer grado, con un 19%; el se­gundo, 11%; tercero, 8%; cuarto, 5%; quinto, 4%; y sexto, 1%. En 2003, según la Secretaría de Educa­ción, estos niveles habrían disminuido. (Véase la gráfica 9.) Por otro lado, la tasa de deserción en la escuela primaria fue de 7.2% en el año 2003.

39 Se refiere a la enseñanza que se imparte en tres ciclos de tres años cada uno. Cuando sea necesario referirse espcíficamente a la escuela de seis grados (es decir, que cumpla con dos de los tres ciclos), se denominará educación primaria.40 Secretaría de la Presidencia, Informe de avance de la ERP 2004, enero 2005.41 República de Honduras, Secretaría de Educación, Todos con Educación. Honduras 2003 - 2015. Propuesta para la iniciativa EFA-Fast track, septiembre 2002, Honduras, C.A. p. 6.42 Propuesta para la iniciativa EFA-Fast track, 2002-Secretaría de Educación, República de Honduras.43 Secretaría de Educación, Todos con Educación. Honduras 2003 - 2015. Propuesta para la iniciativa EFA-FAST Track, septiem-bre 2002, p. 17.

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ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 29

Cuadro No. 6. Condición de alfabetismo por área y grupo étnico. Población de 15 años y más, 2001

Fuente: INE Censo de Población y Vivienda, 2001.

Gráfica. No. 9. Nivel de repitencia de los dos primeros ciclos de educación básica (comparación años 1999 – 2003)

Fuente: Secretaría de Educación, Unidad de Infotecnología, Informe: Análisis de Indicado-res Educativos, julio 2004.

TOTAL NACIONAL AREA URBANA AREA RURAL

Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres

Total Nacional 20% 20% 20% 10% 9% 10% 30% 30% 30%

Garifuna 9% 6% 11% 6% 4% 8% 12% 8% 15%

Negro Ingles 4% 4% 4% 3% 3% 3% 5% 5% 5%

Tolupán 46% 44% 48% 13% 10% 15% 48% 46% 51%

Pech (paya) 34% 29% 39% 9% 5% 12% 41% 35% 47%

Misquito 23% 19% 27% 11% 7% 13% 26% 22% 30%

Lenca 32% 29% 35% 13% 11% 15% 35% 32% 38%Tawahka(sumo) 26% 22% 30% 12% 7% 17% 32% 28% 36%

Chortí 36% 38% 35% 12% 11% 13% 38% 40% 37%

Otro 19% 20% 19% 10% 9% 10% 30% 30% 30%

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

1 2 3 4 5 6

1999 2003

Page 49: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200730

De acuerdo con datos oficiales, la mayoría de las escuelas del país son uni o bidocentes. La educación multigrado representa un reto que podría ser afron­tado con las metodologías, herramientas y medios adecuados; no obstante, dado que no existen en la actualidad tales medios, las escuelas multigrado a menudo no pueden ofrecer el nivel requerido de calidad. Del conjunto de escuelas unidocentes, que constituyen el 44% del total, el 66% cubre los seis grados de primaria, y 96% del total de las bidocen-tes cubre también esos seis grados.

Éste es un factor decisivo que influye en la dificultad de alcanzar las metas contenidas en la Declaración de Jomtien de Educación para Todos de 1990, ratifi-cada en Dakar en el año 2000, y que forman parte de los compromisos asumidos por el Estado de Hondu-ras para el año 2015.

El número de docentes que trabajan en el nivel pri­mario se ha venido incrementando anualmente. En 1990, el número de maestros de educación primaria era de 25,539; en el año 2000, de 32,144; y en 2003, 47,857.

Hay serios obstáculos para incorporar a los docentes en mayor número al sistema educativo, en parte debi­do a las limitaciones de presupuesto que impiden la

asignación de plazas nuevas. No obstante, la relación alumno­maestro en la educación pública ha bajado ligeramente desde 1990, pasando de 36 alumnos por docente en ese año, a 35 en el año 2000. En el sector privado, esa relación pasó de 26 en 1990 a casi a 19 en el año 2000, si bien en el año 2003 subió a 28.

Es de gran importancia avanzar en el cumplimiento de un calendario anual que permita un aprendizaje sustancial y sistemático de los educandos. La Secre-taría de Educación ha estimado que se cumplen en promedio aproximadamente 110 días de clases por año, cuando en rigor, de acuerdo con los parámetros internacionales, 200 días se considera el mínimo acep­table. Se estima que la cantidad de horas que se im-parten de forma efectiva anualmente se aproximan a las 330, mientras el promedio para América Latina es de 640, y para los países desarrollados, de 818 y más.

Un aspecto clave es la formación de docentes en el país. Debido a que las escuelas llega muy poco mate­rial de apoyo, la capacitación en servicio es funda-mental, sobre todo con relación a la práctica pedagó­gica (considerando aulas multigrado). Sin una clara comprensión y atención de las necesidades más acuciantes de los maestros del área rural, cualquier estrategia de fortalecimiento de la educación básica resultará infructuosa.

Gráfica No. 10. Estimación comparada de horas de clases efectivas para el nivel primario, 2002

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Todos con Educación Honduras 2003 -2015. Propuesta para la Iniciativa EFA-Fast track, septiembre 2002.

330

640

818

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

HONDURAS MEDIA A. LATINA PAISES DE OCDE

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ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 31

Hasta el año 2004, la formación de docentes de primaria en Honduras era en el nivel de educación secundaria, contando el maestro con 12 años de esco-laridad al iniciar su trabajo. Esa formación inicial se ha impartido en 12 escuelas normales ubicadas en diferentes regiones del país y en dos escuelas espe-cializadas en música y arte. En el año 2001, de los 573 docentes que trabajaban en las escuelas norma­les, un 43% no tenía título universitario.44

Como respuesta a esta problemática, se ha iniciado un proceso de transformación de las escuelas nor-males. A partir de febrero de 2002, coexisten dos sistemas de formación inicial de docentes: el tradi-cional de las Escuelas Normales, y el que forma docentes para la educación básica, en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.

El Plan de Conversión de las Escuelas Normales pretende transformar las 12 escuelas normales que funcionan en la actualidad, implementando cuatro modalidades:

a. Transformar algunas escuelas normales en institu-ciones de educación media, bajo una modalidad adecuada para la región en la que se encuentran ubicadas.

b. Convertir algunas escuelas en Centros Universita­rios de Educación a Distancia, dependientes de la Universidad Pedagógica Nacional.

c. Convertir otro grupo de escuelas en Centros de Capacitación Docente, bajo la cobertura de la Secretaría de Educación, a través del INICE.

d. Convertir las escuelas normales más calificadas en centros regionales para el sistema de For-mación Inicial de Docentes (FID). Bajo esta modalidad, según el análisis realizado por las autoridades educativas, funcionarán la Escuela Normal España de Danlí, El Paraíso; la Escuela Normal de Occidente de La Esperanza, Intibucá; la Escuela Normal Matilde Córdova de Suazo de Trujillo, Colón; y la Escuela Normal Prof. Miguel Ángel Chinchilla de Ocotepeque, Ocotepeque.45

44 Secretaría de Educación, Todos con Educación. Honduras 2003 - 2015. Propuesta para la iniciativa EFA-FAST Track, septiem-bre 2002, p. 17.45 Secretaría de Educación, República de Honduras, El futuro de las Escuelas Normales, octubre 2002.

Gráfica No. 11. Porcentaje promedio de respuestas correctas por grado y asignatura, 1997 – 2002 – 2004

Fuente: UMCE – UPN 2005

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

Tercero Sexto Tercero Sexto Tercero Sexto

Español M atemáticas Ciencias Naturales

1997 2002 2004

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200732

Estudios hechos por la Unidad Externa de Medición de la Calidad (UMCE), dependencia de la Universi­dad Pedagógica Nacional (UPN), establecen compa­raciones entre los rendimientos alcanzados por los alumnos del nivel primario en los años 1997, 2002 y 2004 en las asignaturas de español y matemáticas, y entre estos dos últimos años en ciencias naturales. Los resultados, como muestra la gráfica 11, son muy bajos y no se aprecia una mejora de la calidad de la educación en el período, partiendo de los conoci-mientos básicos correspondientes a las asignaturas referidas.

Las pruebas de rendimientos tomadas por la UMCE señalan, además, que el porcentaje de alumnos matriculados en sexto grado que obtienen nive-les medios y altos en español y matemáticas es considerablemente bajo, tal como muestra la gráfica 12. Si para muchas personas el sexto grado es prác-ticamente terminal, cabe preguntarse acerca de las capacidades efectivas que poseen los egresados para insertarse y crecer en un mercado laboral cada vez más complejo y exigente.

Estudios sobre los factores asociados al rendimiento de los alumnos realizados en 1998 señalan algunos hallazgos que pueden tenerse en cuenta como hipó­tesis para futuras mediciones. La repitencia, el nivel de estudios que le gustaría terminar, el nivel cultural de la familia según el porcentaje que sabe leer, y el nivel socioeconómico de la familia, fueron las varia-bles más estrechamente correlacionadas con el nivel de rendimiento de los alumnos.

Con respecto a factores docentes, la variable más es-trechamente asociada al rendimiento fue el nivel de cobertura de los contenidos durante el año escolar. Por último, la escolaridad de los padres y su nivel socioeconómico son dos variables también relaciona­das con el rendimiento escolar.46

El Programa de Asignación Familiar (PRAF) en-cargó a UMCE, en el año 2000, que evaluara el rendimiento de los escolares y los factores asociados con éste en una muestra de escuelas situadas las zonas de influencia del Programa. Los principales resultados del estudio fueron los siguientes:

Gráfica No. 12. Nivel de logro de estudiantes de sexto grado en Español y Matemáticas (%), 2004

Fuente: UMCE – UPN, 2005

46 Secretaría de Educación, UNPFM - UMCE, Factores asociados al rendimiento académico. Español y matemáticas tercero y sexto grados, 1998, páginas 122 a 126).

14,2

74,6

10,2

0,9

27,4

65

6,90,7

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Escaso Bajo Medio Alto

Español Matemáticas

11 de cada 100 alumnos logran niveles medios / altos en español. 7 de cada 100 lo hacen en matemáticas.

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ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 33

• Existe una relativa igualdad de género en el acce-so a estas escuelas.

• Existen problemas serios de sobre­edad y repiten­cia de la población escolar con cobertura del PRAF; un 40% de todos los escolares encuesta-dos manifestaron haber repetido algún grado.

• Se encontró que la asistencia o no al nivel preescolar antes de ingresar al nivel primario es uno de los factores de mayor relación con el rendimiento escolar.

• 84% de los alumnos encuestados, además de estudiar, trabajan, ya sea en labores en el campo, o bien en quehaceres domésticos.

• El apoyo de los padres a sus hijos en la realiza-ción de sus tareas es importante para mejorar su rendimiento académico.

• Los datos socioeconómicos obtenidos permitieron detectar la adecuada focalización de los proyectos del PRAF.

• La aspiración educativa que más predomina en los encuestados es culminar la primaria. Sólo un 28% aspira a terminar el nivel medio.

• El estudio constató que existen altos niveles de autoestima entre los escolares encuestados.

• Los alumnos muestran mejores resultados cuando quien imparte las materias es una maestra.47

El estudio de factores asociados realizado por UMCE en el año 2002, además de fortalecer algunos hallazgos anteriores con respecto a las caracterís-ticas de contexto, destaca tres factores de esencial consideración que estarían incidiendo en que un alumno (a) tenga mejor o peor rendimiento.

Entre aquellos factores asociados de forma positiva al nivel de rendimiento, se encuentra la autonomía del director o la directora del centro; así, mientras

mayor es la autonomía, mayor es la tendencia a que se den mejores rendimientos. Sorprendentemente, el estudio no encontró una relación directa entre los años de experiencia del maestro o maestra, o el he-cho de que posea o no una licenciatura, y los logros en español y matemáticas de los educandos.

Uno de los avances más importantes del sector edu-cativo en los últimos tiempos ha sido el diseño y lanzamiento del Currículo Nacional Básico (CNB), elaborado en función de una educación básica de nueve grados, como lo señala la propuesta del FO-NAC. Para esos efectos, los nueve años se dividirán en tres ciclos de tres años cada uno. El marco común general del CNB para los centros básicos está con-formado por las siguientes áreas:

• Comunicación.

• Matemáticas.

• Ciencias Sociales.

• Ciencias Naturales.

• Educación Física.

Estas áreas son comunes a los tres ciclos. Para el tercero se añade un área específica referida al ámbi-to de la tecnología. Cada área contiene un conjunto de apoyos que guían la labor pedagógica. Entre ellos podemos mencionar:

• Fundamentación del área.

• Ejes transversales (identidad, democracia partici­pativa y trabajo).

• Expectativas de logro.

• Presentación y fundamentación de los bloques de área.

• Planes y programas.

47 Factores asociados al rendimiento académico, 2o, 3o y 4o grados, Secretaría de Educación /Programa de Asignación Familiar / UPN / UMCE.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200734

• Orientaciones metodológicas para el tratamiento de temas centrales.

• Orientaciones para la evaluación del área (diagnóstica, formativa y sumativa).

Actualmente, el CNB se encuentra en proceso de socialización, y las autoridades educativas, en con­junto con las instituciones del sector, están impul­sando la capacitación de los docentes en las líneas generales, como también la entrega de materiales y apoyos directos a los centros (vía EFA). Asimismo, se están estableciendo estándares, con el propósito de que el docente tenga una guía de trabajo para desarrollar su labor en el aula.

Educación media: la urgencia de reestructurar el nivel y ampliar la cobertura

La educación media en Honduras consta de dos eta-pas: el ciclo común, que comprende estudios con fines de cultura general, de exploración y orienta-ción vocacional; y el ciclo diversificado, con fines de orientar al estudiante en la intensificación de sus estudios para acreditarle una formación profesional en diversos campos de trabajo, de la cultura y de la producción.

La educación media comprende la población de niños y jóvenes de 14 a 19 años y no es de carácter obligatorio. Su propósito es la formación integral de los adolescentes, que se capaciten y logren cul-minar una profesión académica o el aprendizaje de un oficio en la forma profesional que demanda el desarrollo socioproductivo del país, como también encaminarlos hacia el próximo estadio de educación superior.

El Banco Mundial ha señalado que las tasas de retorno en este nivel todavía permanecen altas en el

país (14.1%, sobre 13.2% del nivel universitario y 8% del nivel primario); ello indica que completar el nivel secundario continúa teniendo beneficios im-portantes para la población.48

Desde hace mucho tiempo, el sector privado tiene una importante presencia en la prestación de los servicios educativos en el nivel medio; por tanto, comparten una buena parte de la responsabilidad en la formación de los profesionales de educación media. En 1991, en Honduras existían 297 colegios privados y 199 oficiales. En el año 2000, los estable-cimientos oficiales llegaron a 442, y el sector priva-do sumó 536. Para 2003, la Secretaría de Educación estimó un total de 877 centros de educación media, con alrededor de 21 mil plazas asignadas.

En 1990, según un Informe de Progreso Educativo de PREAL­FEREMA 2002, la tasa bruta de matrí­cula en este nivel fue de 27.6%, subiendo a 35% en 1999. El último Informe de Indicadores Educativos de la Unidad de Estadística Educativa de la Secreta-ría de Educación, de julio de 2004, señala que en el año 2003 se atendió al 33% de la población corres­pondiente a este nivel.

Por otro lado, según el Informe de Avance de la ERP de 2004, la cobertura neta del ciclo diversificado (10.º a 12.º) fue de 21.3%. La cobertura de este nivel es bastante heterogénea, si se considera el nivel socio­económico y el de residencia. Así, mientras sólo un 10% del 40% de la población más pobre tiene educa­ción secundaria, el 35% del 20% más rico completó este nivel.49 Tal como se aprecia en la gráfica 13, la zona geográfica también es una determinante de las posibilidades de acceder y completar este nivel.

Además de los grandes desafíos en términos de am­pliación de cobertura, los retos más importantes en este nivel tienen que ver con el ordenamiento y la orientación de la oferta educativa actual. En efecto, existen alrededor de 65 carreras a nivel secundario,

48 Banco Mundial, Honduras. Development Policy Review, noviembre 2004, p. 23.49 Estimaciones de PREAL FEREMA, con base en datos de la Encuesta de Hogares 2004.

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ACCESO EQUITAT IVO A UNA EDUCACIÓN DE CAL IDAD 35

cuyos currículos deben revisarse, ordenarse y actua­lizarse, en función de una oferta más orientada al mercado de trabajo y las condiciones de contexto.

Actualmente, la Secretaría de Educación está inten-tando reestructurar este nivel. Sin embargo, los avan­ces son pocos, y las acciones no han pasado más allá de los diagnósticos y propuestas de reforma.

3.4 Aumentar la inversión y fortalecer la institucionalidad para ganar en equidad, cobertura y calidad

La propuesta del FONAC en lo sustantivo, las metas de la ERP y el Plan EFA en lo concreto, y las líneas de trabajo esbozadas en el Plan Sectorial de Educación, son indicios claros de los consensos logrados en el campo de la educación. La ausencia de planificación en el sector, así como de continuidad en políticas, pla-nes y proyectos, ha incidido para que la educación no esté en una mejor situación. El Plan Sectorial de Edu­cación, en su versión actual, contempla tres grandes áreas de atención, cada una con su objetivo específi-co, tal como se muestra en el cuadro 7.

Estimaciones realizadas en el marco del Plan seña-lan una inversión requerida de aproximadamente US$ 2,554 millones entre 2006 y 2010, y un monto acumulado de US$ 5,341 millones hasta el año

2015. La estimación de la brecha financiera del sec-tor es de US$ 916 millones en todo el período, con un mayor peso en el componente eficiencia y cali-dad (61%), luego en infraestructura (37%) y final-mente en fortalecimiento institucional (2%).

Análisis más exhaustivos hechos recientemente por UNICEF Honduras (incluidos en la segunda parte de este informe) señalan que el cumplimiento de las metas en educación contenidas en la ERP con un horizonte al 2015 le costaría al Estado de Honduras unos US$ 1,486 millones, considerando el avance de los indicadores hasta 2004.

Sin embargo, resulta evidente que el concepto de volumen de gasto debe ir vinculado al concepto de calidad del gasto. Para lograr un mayor impacto de las iniciativas en curso, el sector educativo tiene como primer reto fortalecer su institucionalidad. Sin institucionalidad, no hay garantía de sostenibilidad ni continuidad en las políticas.

Fortalecer la institucionalidad significa, en primer lugar, avanzar en la coordinación de los niveles supe­riores, esto es, lograr una adecuada articulación en-tre la parte del sistema educativo tradicional regido por la Secretaría de Educación (niveles prebásico, básico y medio), con el nivel post secundario, re-gido por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Gráfica No. 13. Cobertura neta del nivel secundario según dominio geográfico, 2004

Fuente: Elaboración propia, con datos tomados del documento PREAL/FEREMA 2005.

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Urbano Distrito central San PedroSula

Resto urbano Rural Nacional

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200736

En segundo término, fortalecer la institucionalidad significa avanzar en la descentralización efectiva del sistema educativo a través del fortalecimiento de la gestión y el compromiso con metas concretas, tanto de las Direcciones Departamentales de Educación, como de las modalidades de administración descen-tralizada, tales como las escuelas del Programa Hon­dureño de Educación Comunitaria (PROHECO), y/o las escuelas del sistema tradicional que han confor­mado Asociaciones de Desarrollo Educativo Local (ADEL).50

Se debe fortalecer la institucionalidad y empoderar a maestros, padres y madres de familia, y alumnos a partir de cada una de sus entidades organizati-vas: Centros de Aprendizaje Docente, Consejos de Maestros, Sociedades de Padres de Familia, y, fundamentalmente, los Gobiernos Escolares. Ello significa también otorgarles un grado institucional de participación, a través de instrumentos efectivos de planificación, tales como los Proyectos Educativos de Centro (PEC), principal instrumento de gestión del centro educativo.

La recuperación y fortalecimiento de la función de supervisión y acompañamiento al docente constituye para el sistema educativo, en sus niveles prebásico, básico y medio, un reto de urgente necesidad y

crucial importancia. Mientras el sistema educativo continúe fracturado, sin vinculación entre el aula y el nivel central, no habrá posibilidad de cumplir la mayoría de las metas con las que el país se ha comprometido.

Por eso, un aspecto complementario del fortalecimien-to institucional es avanzar en una mayor y mejor coordinación de un conjunto de programas que la misma Secretaría de Educación ha impulsado, más otros tantos que lleva a cabo la cooperación interna­cional a través de ONG y OPD, que tienen una inserción importante en miles de comunidades del país. También implica articular un trabajo conjun-to con las alcaldías Municipales, quienes destinan importantes recursos en pro de la educación en sus respectivas zonas. Todos estos esfuerzos, a pesar de su importancia, no siempre se han coordinado del todo con las políticas emanadas de la Secretaría de Educación.

Para avanzar en las metas de cobertura, equidad y calidad educativa, además de mayores recursos, se requiere un fuerte componente de articulación y coordinación de acciones. Todo ese esfuerzo deberá llevarse adelante en función de resultados efectivos, visibles, susceptibles de seguimiento y evaluables en el tiempo.

Fuente: Honduras, Secretaría de la Presidencia, Plan Sectorial de Educación, mayo 2005.

Cuadro No. 7. Áreas de atención del Plan Sectorial de Educación

50 En 2005 funcionaban 1,128 Escuelas PROHECO, las cuales, junto a 3,554 centros educativos uni o bidocentes,y unos 400 Centros de Educación Básica (CEB) han conformado Asociaciones de Desarrollo Educativo Local (ADEL).

Componente Objetivo

Eficiencia y calidad

Se procurará un desarrollo curricular articulado e integrado, consistemas nacionales de evaluación y supervisión, así como lavinculación y participación de los actores involucrados en elproceso educativo, para ampliar la cobertura con calidad entodos los niveles y modalidades; así como el fomento de laciencia y tecnología en educación

FortalecimientoInstitucional

Desarrollo deInfraestructura para elSistema de Educación

Desarrollar y mantener la infraestructura física educativa acordecon los requerimientos establecidos en el Plan Sectorial y PlanMaestro de Desarrollo y Mantenimiento de la Infraestructura,que considere modalidades descentralizadas y de participaciónsocial

Mejorar la estructura organizativa y el marco legal, que conllevena una mayor coordinación y vinculación de los diferentes actorespermitiendo la eficiencia, eficacia transparencia de la gestión enel sector educación

Page 56: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

DERECHOS DE PROTECCIÓN 37

4.1 Derecho a la protección especial

Los derechos de protección especial son aquellos que garantizan el cumplimiento de los demás

derechos. En su mayoría, los casos de niños y niñas que requieren de protección especial pueden formar grupos poblacionales definidos y es común que su situación particular muestre casos complejos que ameritan intervenciones especializadas. Sobre todo, es indispensable plantear la importancia de conside­rar al niño o niña como un sujeto de derechos que debe ser atendido integralmente.

En el presente capítulo se expone la situación de la niñez en los principales campos en los que se re­quiere protección especial, sea porque no se ha dado o porque se necesita de mayores esfuerzos para in­cidir significativamente en sus condiciones de bien­estar. Se pretende analizar las situaciones siguiendo, en la medida de lo posible, el ciclo o las etapas de la vida. Ciertos aspectos que no pueden enmarcarse exclusivamente en una etapa de la vida, se abordan en un apartado especial que, para efectos del presen­te análisis, se ha denominado «medidas generales de protección».

4.2 Registro de nacimientos

En 1998, UNICEF denunció en su publicación El progreso de las naciones que en las Américas, cada año, más de un millón de niñas y niños sufren la violación de su derecho a un nombre y a una nacio­nalidad, ya que su nacimiento no es registrado.

Diversas reuniones internacionales de alto nivel, co­mo la V Reunión Ministerial sobre Niñez y Política

Social (Kingston, Jamaica, 2000); la II Conferencia Iberoamericana de Ministros y Altos Responsables de la Infancia y Adolescencia (Panamá, 2000); la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Go­bierno (Panamá, 2000 ) y la III Cumbre de las Amé­ricas de 2001 (Québec, Canadá , 2001), han incluido acuerdos sobre el subregistro de nacimientos en sus declaraciones y planes de acción.

A partir de esa preocupación, se elaboró un diagnós­tico sobre esta problemática específica, incluyendo a Honduras.51 Según dicho estudio, el promedio de inscripción de la población general en las cabeceras departamentales de Honduras es de 87%, en contras­te con la situación en algunas zonas rurales, particu­larmente las menos accesibles, donde los porcenta­jes de inscripción resultaron inferiores al 10%.

El diagnóstico también indica las zonas en las que es necesario focalizar mayores esfuerzos para asegurar el registro de nacimientos en las zonas fronterizas, los departamentos de El Paraíso, Intibucá, Lempira, Olancho y Gracias a Dios.

Desde 1998, UNICEF, en alianza con el Registro Nacional de las Personas y con la colaboración de otros actores, tanto nacionales como locales, realiza cada año una campaña denominada Todos los niños y niñas hondureñas tenemos derecho a un nombre y una nacionalidad.

Esta iniciativa ha concentrado sus esfuerzos en las siguientes estrategias:

• Conocer la magnitud del problema y establecer sus causas, a través de la recopilación y análisis de la información existente.

4. Derechos de protección

51 Diagnóstico del Registro de Nacimientos en Honduras, Informe Nacional, Instituto Interamericano del Niño.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200738

• Efectuar estudios en zonas con mayor incidencia de subregistro atribuible a causas culturales.

• Fortalecer al Registro Nacional de las Personas, con énfasis en los Registros Civiles Municipales de las zonas con mayor subregistro.

• Reformar la Ley del Registro Nacional de las Personas para facilitar la inscripción de niños con edades entre los 5 y los 18 años.

• Promover y fortalecer la participación de las ins­tancias de exigibilidad de este derecho en el nivel local (centros preescolares, escuelas primarias, servicios de salud, etc.).

• Desarrollar campañas de sensibilización, comuni­cación y movilización social dirigidas a la pobla­ción en general, con el propósito de que se asuma el derecho a un nombre como una responsabili­dad familiar insoslayable.

• Promover y apoyar la activa participación de ni­ños, niñas y adolescentes para que este derecho se haga efectivo, a través de los gobiernos escolares, redes de comunicadores infantiles, asociaciones infantiles y juveniles, etc.

En el marco de este esfuerzo nacional, durante el año 1998 se hicieron 230,000 inscripciones en los Registros Civiles Municipales que funcionan en todo el territorio nacional. Durante la campaña

efectuada entre 1999 y 2001 se realizaron más de 360,000 inscripciones de niños y niñas, entre recién nacidos y 12 años de edad.

Durante el período 2004­2005 se logró inscribir a los niños menores de cinco años en los municipios fronterizos y en comunidades muy alejadas, como la zona de La Mosquitia, gracias a los esfuerzos de coordinación entre el Despacho de la Primera Dama, el Registro Nacional de las Personas, UNICEF y otros organismos que posibilitaron la organización de registros civiles móviles para llegar a las zonas geográficas más inaccesibles del país.

En mayo de 2004 entró en vigencia la nueva Ley del Registro Nacional de las Personas, que entre otras cosas, uniforma los criterios técnicos y legales del proceso de identificación y establece los puestos de Oficiales Civiles, que fungen en las 18 cabeceras municipales de Honduras y son responsables del proceso de inscripción (reposición de partidas de nacimiento) de niños y niñas mayores de 5 años, sin costo para las familias. Esta medida es particular­mente valiosa en los departamentos con altos índices de subregistro.

A partir de la vigencia de la ley, se intensificaron los esfuerzos conjuntos del Registro Nacional de las Per­sonas, UNICEF y ONG nacionales, para asegurar la inscripción del 100% de los niños y niñas en mayor riesgo (situación de calle, vulnerables y huérfanos

La nueva Ley del Registro Nacional de las Personas garan­tiza la inscripción de los niños y niñas menores de cinco años sin ningún costo para sus familias.

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 39

por VIH/SIDA, situación de abandono, etc.). La nueva ley contempla la obligación que tienen los representantes legales de los organismos que atien­den a niñez vulnerable de inscribirlos en el Registro Nacional de las Personas.

Es necesario señalar que los servicios que presta este organismo del Estado aún no reúnen la calidad de­seada, pese a los avances logrados en los últimos diez años. La falta de recursos presupuestarios, alta rota­ción de personal en los niveles central y local, la capa­citación esporádica de los Registradores y Oficiales Civiles, y una limitada coordinación intra e interinsti­tucional, son obstáculos y temas pendientes para me­jorar la eficacia del registro civil en Honduras.

4.3 Niñez con necesidades especiales

Según la Encuesta Permanente de Hogares de Pro­pósitos Múltiples 2002, el 2.6% de la población total del país en Honduras vivían con algún tipo de discapacidad, es decir unas 180,000 personas, de las cuales el 55% eran hombres y 45% mujeres. Es im­portante hacer notar que en las EPHPM de los años siguientes no se incorporó este módulo. Entre las causas de discapacidad identificadas por la encuesta están: enfermedades, 35%; problemas con­génitos o ligados al embarazo y parto, 27%; acciden­tes, 21%; y envejecimiento, 14%. Para los efectos de este análisis de situación, las enfermedades y pro­blemas congénitos o ligados con el embarazo y parto merecen especial atención. La fuente establece que esta causa afecta más a los varones que a las niñas.

Honduras cuenta con un prolífico marco jurídico, vinculado a convenios y tratados internacionales que buscan la igualdad de oportunidades para estas per­sonas. Existen por lo menos doce leyes que tienen artículos relacionados con la niñez con necesidades especiales y nueve leyes específicas que protegen a este sector de la población:

• Ley del Consejo Nacional de Rehabilitación Inte­gral.

• Decreto del Día Hondureño de Solidaridad con el Limitado.

• Ley de Habilitación y Rehabilitación de la Perso­na Minusválida.

• Ley de Promoción de Empleos para Personas Minusválidas.

• Ley de Políticas Nacionales de Educación Espe­cial.

• Ley del Consejo Nacional para la Atención al Menor con Discapacidad.

• Creación de la Fiscalía Especial del Menor y el Discapacitado.

• Ley de Políticas Sociales para la Prevención de la Discapacidad, Atención y Rehabilitación Integral de las Personas con Discapacidad y Promoción y Protección de sus Derechos y Deberes.

• Ley de Equidad y Desarrollo Integral para las Personas con Discapacidad.

A pesar de esa abundancia de legislación protectora, las personas con necesidades especiales siguen en­frentando muchas barreras que las discriminan y les dificultan acceder al sistema educativo, al uso de los servicios públicos y, en el caso de los adultos, a em­pleos dignos.

La falta de conocimiento de sus derechos, la insu­ficiente reglamentación de esas leyes, la escasa de­nuncia de sus violaciones y la poca confianza en los organismos encargados de aplicarlas, podrían estar influyendo en la falta de respeto a algunos de los derechos de las personas con necesidades especiales.

En el nivel preescolar, según los datos de la encues­ta, no hay mayores diferencias entre las tasas de asistencia de los niños con alguna discapacidad y el resto de sus compañeros; sin embargo, el porcentaje de niñas y niños con necesidades especiales que no ingresa a la escuela primaria es de 44%, cifra que es de 8% para el resto de la población en edad escolar.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200740

Los vínculos entre la protección de la infancia y los Objetivos de Desarrollo del Milenio

OBJETIVO DE DESARROLLO OBSERVACIÓN RELACIONADA CON LA PROTECCIÓN DEDEL MILENIO LA INFANCIA

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 41

Los vínculos entre la protección de la infancia y los Objetivos de Desarrollo del Milenio

OBJETIVO DE DESARROLLO OBSERVACIÓN RELACIONADA CON LA PROTECCIÓN DEDEL MILENIO LA INFANCIA

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200742

Según un Análisis de Situación de la Discapacidad, realizado por la organización Handicap Honduras en el año 2004, el sistema educativo nacional ha mos­trado ineficiencia para recibir y retener a estos niños en la escuela, particularmente en los casos en que se requiere de una atención especial. Es urgente aumen­tar la cobertura de los servicios educativos especia­les y programas complementarios de rehabilitación en todo el país.

De acuerdo con el referido estudio, el 51% de las personas con discapacidad mayores de 15 años no sabe leer ni escribir, mientras entre las personas que no tienen necesidades especiales ese porcentaje es de 20%. El analfabetismo es todavía más alto en­tre quienes no hablan (87%), tienen retardo mental (85%) y sordera total (76%).

La EPHPM 2002 refleja que el 53% de las personas con discapacidad no logra concluir ningún nivel edu­cativo y apenas un 7% termina sus estudios secun­darios. Una buena parte de las personas con discapa­cidad viven en hogares pobres. El ingreso promedio de los hogares donde hay presencia de por lo menos una persona con discapacidad es de 970 dólares, mientras el promedio per cápita de los hogares a nivel nacional es de 1,332 dólares. No se han hecho estudios que orienten sobre la distribución por edad y sexo.

En realidad, no existe ningún sistema nacional para atención a las personas con discapacidad. Los ser­vicios públicos atienden a un porcentaje muy bajo de personas con discapacidad. La gran mayoría son atendidas por fundaciones, organizaciones u organismos no gubernamentales, que funcionan por su propia iniciativa para apoyar a las personas con discapacidad.

El Consejo Nacional de Atención a Menores Disca­pacitados (CONAMED) no ha tenido los resultados esperados en el área. El apoyo gubernamental que ha recibido para su funcionamiento ha sido escaso, lo que, según sus miembros, refleja inequidad en las políticas públicas. No obstante, CONAMED tiene un potencial importante para fortalecer el área de

prevención, atención y protección de las personas con discapacidad.

Durante el período 2005­2006, las redes de organi­zaciones de sociedad civil, de personas con discapa­cidades y de familiares de niños y adolescentes con necesidades especiales, han hecho un importante esfuerzo de difusión de la Ley de Equidad y Desa­rrollo Integral para las Personas con Discapacidad, así como de las resoluciones nacionales e interna­cionales sobre la inclusión social, a fin de generar mayor sensibilidad social y lograr compromisos del gobierno para atender a esta población.

4.4 Protección de la niñez más vulnerable

Niñez abandonada y adopción

El abandono de niños y niñas en Honduras está vinculado generalmente a las condiciones de po­breza de sus familias y a la irresponsabilidad de los adultos para asumir el cuidado y protección de sus hijos.

La problemática de la niñez en situación de orfan­dad y de abandono es mayor que la atendida por los organismos públicos y no gubernamentales. Muchas veces pasa desapercibida debido al cui­dado que la familia ampliada (abuelos, tíos, etc.) brinda a los niños y niñas que han perdido a sus padres o han sido abandonados por éstos.

El Estado hondureño, a través de sus diferentes organismos, está haciendo esfuerzos por mejorar las relaciones familiares, promover la unificación del grupo familiar y asegurar que la responsabi­lidad familiar sea efectiva. Entre estos esfuerzos, cabe mencionar la Ley de Paternidad y Maternidad Responsable, en discusión en el Congreso Nacional; las reformas al Código de Familia; y al­gunos proyectos generadores de ingreso en los que se prioriza a las mujeres jefas de familia.

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 43

Sin embargo, la condición de abandono de un niño o niña no implica necesariamente que serán aten­didos en un sistema de protección que garantice su derecho a una familia, ya que no existen programas especiales con cobertura apropiada. El enfoque que aún prevalece en el país es el de internar a los niños huérfanos y abandonados en centros de atención infantil que carecen de las condiciones adecuadas y que los separan de sus comunidades de origen.

El Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia tra­mita anualmente un promedio de 50 adopciones, en su mayoría internacionales. Estos procedimientos se hacen con base en un reglamento administra­tivo interno, ya que no se ha logrado en el país la aprobación de una Ley Especial de Adopciones ni la ratificación de la Convención de La Haya sobre Adopciones Internacionales.

En el período 2002­2004, el IHNFA, en coordina­ción con las entidades involucradas en las adopcio­nes, elaboró un anteproyecto de Ley de Adopciones, con el fin de proteger más eficientemente a la niñez que carece de familia. La aprobación de este impor­tante instrumento jurídico, así como la ratificación de la Convención Internacional, siguen siendo dos puntos importantes de agenda en el área de protección.

Entre los aspectos más relevantes del anteproyecto de Ley de Adopciones señalamos los siguientes:

• Será de orden público; los principios en ella consagrados son irrenunciables y se aplicarán preferentemente a las disposiciones contenidas en otras leyes.

• El Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia será la autoridad central con competencia para conocer y desarrollar el programa de adopciones en Honduras.

• Ninguna persona natural o jurídica, nacional o extranjera, podrá ejecutar en el territorio nacional proyectos que tengan como finalidad la crianza de niños o niñas con el propósito de entregarlos en adopción o bajo cualquier otro concepto, a terce­ras personas.

• La sola carencia de recursos materiales no bastará como condición para declarar el estado de adop­tabilidad; más bien, aquellas familias con condi­ciones materiales insuficientes para atender a sus hijos gozarán de preferencia para optar a bene­ficios que el Estado, a través de sus programas o instituciones, está obligado a proveer.

Cuidado infantil durante la jornada laboral de sus padres

La carencia de servicios de atención para niños y niñas mientras sus padres trabajan ha sido la causa de innumerables muertes por quemaduras, ahoga­miento y otros accidentes en el hogar. Los niños de mayor edad en la familia (7, 10, 12 años) asumen la responsabilidad del cuidado de sus hermanos me­nores, convirtiéndolos a todos en una población de enorme vulnerabilidad. Es muy común en las zonas más pobres de las ciudades con mayor concentra­ción poblacional, que los niños queden bajo llave, sin ninguna posibilidad de recibir auxilio si se pro­duce una emergencia.

Para atender esta problemática, se han llevado a cabo en el país diferentes iniciativas de cuidado in­fantil con distintos enfoques y finalidades. Durante mucho tiempo este servicio se acercaba a las deno­minadas «guarderías» y «comedores infantiles», en­focados en el cuidado de los niños menores de seis años, en instalaciones poco apropiadas, con recursos humanos y materiales muy limitados.

Desde 1998 se promovió la creación de Hogares de Cuidado Infantil Comunitarios. Esta modalidad se basa en la participación y apropiamiento del servicio por parte de la comunidad, y proporciona ese cuida­do cerca de los lugares de residencia de las familias que lo necesitan.

Con el apoyo del UNICEF, esta experiencia se re­plicó en todas las regiones del país; posteriormente, su funcionamiento quedó a cargo del IHNFA y las alcaldías municipales. Actualmente, estos centros prácticamente han desaparecido, debido a la incapacidad institucional del IHNFA y de las

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200744

corporaciones municipales para darles seguimiento y apoyo técnico. Tampoco se ha logrado que la cobertura alcance niveles cercanos a la demanda social.

La concepción del cuidado infantil incorpora conte­nidos nutricionales, actividades de estimulación tem­prana y de involucramiento de los padres y madres de los niños y niñas atendidos, lo que deriva en mejo­res condiciones de vida, de salud, y de desarrollo de los niños y niñas atendidas. Asimismo, genera mayo­res posibilidades de que las mujeres se incorporen a los procesos productivos.

La Ley de Igualdad de Oportunidades, vigente desde el año 2000, establece en su Artículo 59 la obligato­riedad de las empresas con más de 30 trabajadores de crear centros de atención infantil para los niños y niñas menores de siete años.

Maltrato infantil

En Honduras la legislación ha avanzado significativa­mente en la protección de los niños y niñas contra el maltrato. El Código de la Niñez y la Adolescencia establece una serie de categorías que entran dentro de la consideración de maltrato, lo que se comple­menta con la Ley contra la Violencia Doméstica y las normas contra la violencia intrafamiliar. Su apli­cación constituye un reto de primer orden.

Sin embargo, la definición de maltrato que hace el Código sólo considera como responsable del mismo al padre, la madre, el representante legal, maestros u otras personas con las que guarda relación, exclu­yendo la posibilidad legal de aplicar a otras personas las normas que sancionan el maltrato. Este es un aspecto de la legislación que debe revisarse con el propósito de promover una mayor protección de los niños y niñas.

De acuerdo con datos del Ministerio Público y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, en Honduras se reportan cada año más de 4,000 denuncias de casos de maltrato y abuso infantil. El 50% de esas denuncias se refieren a acciones

cometidas por los familiares, y las víctimas tienen edades comprendidas entre 3 y 12 años. Los delitos de mayor incidencia son la violación sexual, el mal­trato físico y los delitos contra la vida.

A partir de la vigencia de la Ley contra la Violencia Doméstica (1998), el Ministerio Público ha registra­do más de 30,000 denuncias de violencia doméstica e intrafamiliar a nivel nacional. En el año 2003 se recibieron 1,255 denuncias de violencia intrafa­miliar, cifra que en 2004 fue de 1,815. En 2004 se recibieron 9,900 denuncias por violencia doméstica, y 9,382 en 2005.

Es importante aclarar que estas cifras se refieren sólo a las denuncias registradas por el Ministerio Público, ya que otros organismos, como el Comisionado Na­cional de los Derechos Humanos, los Juzgados de Paz, las Defensorías y Comisionados Municipales, también registran denuncias sobre maltrato infantil, violencia doméstica y violencia intrafamiliar. La au­sencia de un sistema de información nacional impo­sibilita conocer la dimensión real de esta problemá­tica y proponer acciones de alcance nacional.

Niñez en situación de calle

Producto de una serie de circunstancias (abandono, abuso, maltrato, expulsión del hogar, necesidades básicas insatisfechas, migración por razones econó­micas, desintegración familiar) muchos niños y niñas viven en las calles de Honduras, como su al­ternativa más viable de vida.

En mayo de 2003, en la ciudad de San Pedro Sula, la Coordinadora de Atención a la Niñez, con la colabo­ración de organismos públicos y privados, elaboró el Censo de Niñez en Calle, del cual se desprende que, de los 806 niños y niñas que están en las calles de esa ciudad, 706 mantienen vínculos familiares, y solamente 100 se encuentran sin apoyo familiar.

En julio del mismo año, en un esfuerzo coordi­nado del IHNFA, organizaciones no guberna­mentales y UNICEF, se levantó en Tegucigalpa y Comayagüela el Censo de Niñez en Calle, según el

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 45

cual hay 302 niños y niñas en esta situación. Si este resultado fuera asumido por las autoridades munici­pales y organismos locales para generar e implemen­tar proyectos de atención directa a las familias de origen de los niños en situación de calle, probable­mente sería posible revertir esta problemática a cor­to plazo.

Es importante hacer notar que en muchas ciudades hondureñas, como Comayagua, Juticalpa, Danlí, La Ceiba, Roatán, donde hace apenas diez años no se veía niñez en calle, se ha comenzado a identificar esta situación como un problema importante y se han iniciado esfuerzos por atenderlo. Estas inicia­tivas no siempre son conocidas ni apoyadas por el IHNFA, organismo público con competencia técnica en materia de niñez, que está obligado por ley a brindar ese apoyo.

La condición de orfandad es un factor de riesgo so­cial en la niñez hondureña, ya que el desarrollo del potencial pleno de la infancia corre grave peligro si el entorno familiar se deteriora como resultado de enfermedad o muerte de uno o ambos progenitores. En el año 2005, el Instituto Nacional de Estadística estimó que en todo el país 9,489 niños y niñas eran huérfanos de padre y madre, 51,357 de madre, y 130,136 de padre, como se observa en el cuadro 8.

En los últimos diez años, UNICEF ha venido impul­sando y fortaleciendo la conformación de redes de organizaciones locales que atienden a población vul­nerable (niñez en calle, entre otras), con el fin de ase­gurar la ejecución de programas preventivos con am­plia participación comunitaria y servicios de calidad.

Producto de una serie de circunstan­cias (abandono, abuso, maltrato, ex­pulsión del hogar, necesidades básicas insatisfechas, migración por razones económicas, desintegración familiar) muchos niños y niñas viven en las calles de Honduras, como su alternativa más viable de vida.

Fuente. INE. 2005. EPHPM

Cuadro 8. Niñez huérfana por área de residencia y sex­o, 2005

Total Niños huérfanos Niñas huérfanasÁrea Ambos Madre Padre Ambos Madre Padre Ambos Madre Padre

Total 9,489 51,357 130,136 5,295 24,735 71,324 4,194 26,622 58,812Urbano 4,404 20,615 65,186 2,522 10,173 35,497 1,882 10,442 29,689Rural 5,085 30,742 64,950 2,774 14,562 35,827 2,311 16,180 29,124

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200746

Protección contra la ex­plotación económica

El número de niños y niñas que trabajan ha ve­nido en aumento desde la década de los noventa. También se ha incrementado el grado de conciencia sobre el problema, a raíz de la movilización por los derechos de la niñez, discusiones y encuentros de carácter regional y nacional realizados en el trans­curso de la década. Por tal razón, en la EPHPM de 2004 se incluyó un módulo especial sobre trabajo infantil que arroja información sobre el problema.

En el año 2004, Honduras tenía siete millones de habitantes, de los cuales alrededor de tres millones y medio eran niños y niñas menores de 18 años. De los 2.6 millones de niños y niñas entre 5 y 18 años, cerca de 360 mil, es decir, el 13.7%, forman parte de la PEA; el 70.5% estudia; y el 15.8% (416,579) no estudia ni trabaja.

El 26.4%, de la población infantil que trabaja son niñas y el 73.6% varones. Otra característica es que se trata de un fenómeno marcadamente rural, ya que el 69% de los trabajadores infantiles pertenecen a ese sector y el restante 31% es urbano.

Del total de población infantil entre 5 y 18 años, el 14.7% trabaja, y entre ellos, el 9.2% sólo trabaja y

4.5%, estudia y trabaja. (Ver gráfica 15.) Al desa­gregar los datos, se observan diferencias por área y sexo. 47.2% de las niñas y adolescentes del sector rural no estudia ni trabaja, lo que representa el triple del porcentaje para el sector urbano y más de tres veces el porcentaje de este mismo grupo que señala trabajar. (Ver gráfica 16.)

El salario promedio de los niños y niñas de 5 a 18 años que trabajan era de 1,021 lempiras (unos US$ 60). El salario que obtienen en el sector rural (L. 795) constituye el 63% del ingreso medio del sector urbano (Lps. 1,263).

Al considerar las actividades laborales que desem­peñan, se encuentra que 48% trabaja en la agricul­tura, 20.5% en el comercio, 12.7% en servicios, 0.9% en transporte y 0.4% en otras. Nuevamente, si se agregan los niños que trabajan en el hogar y no estu­dian, la categoría de servicios crece. Si se comparan estos datos con el inicio de la década de los noventa, se concluye que el trabajo en la agricultura ha decre­cido, tomando fuerza las áreas de comercio, servi­cios y transporte.

Según la Encuesta de Hogares, la familia es la em­pleadora en el 48.1% de los casos, seguida por la empresa privada, (39.7%) y los patrones (6.1%), categoría referida al servicio doméstico.

Gráfica No. 14. Niños y niñas entre 5-17 años que trabajan (%), 2004

Fuente: INE. EPHPM, 2004

Gráfica No. 15. Niños y niñas entre 5 y 18 años de edad según trabajo y estudio (%), 2004

Fuente: INE, Encuesta de Hogares, 2004.

Niños que trabajanNiñas que trabajan

76

24

0

20

40

60

80

9.24.5

70.5

15.8

01020304050607080

Sólo trabaja Estudia ytrabaja

Sólo Ni estudiani trabajaestudia

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 47

Considerando los niveles de ingreso, los horarios de trabajo y la falta de acceso a la escuela, el sector servicios afecta peligrosamente a la niñez trabajado­ra. Los niños (as) que trabajan para el servicio do­méstico y empresa privada, en los grupos de edades de 10 a 13 años, tienen menos acceso a la escuela. Desde el punto de vista de los riesgos, la explota­ción sexual, el servicio doméstico, el trabajo noctur­no, manejo de productos químicos en la agricultura y aserradoras son las actividades de mayor riesgo para la niñez trabajadora. (Ver gráfica 17, página siguiente.)

De las consultas hechas a los grupos de niños y niñas a nivel nacional y por regiones, se desprende también que los niños valoran la independencia que da el trabajo y el ingreso, ya que les permite contribuir al ingreso familiar y costear su propia educación.

Un reciente estudio52 que analiza la situación del tra­bajo infantil entre los pueblos indígenas, indica que los niños y niñas de estas comunidades que trabajan lo hacen en condiciones laborales y económicas aún más precarias que las de los niños y niñas ladinos.

En lo que respecta a las medidas tomadas para erradi­car el trabajo infantil, se constituyó la Comisión Nacional para la Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil, constituida por representantes de los sectores claves: trabajadores, empresarios, el Estado, las organizaciones de la sociedad civil y niños y niñas trabajadoras.

Los propósitos de la Comisión son: coordinar accio­nes en materia de trabajo infantil, elaborar el Plan de Acción Nacional para la Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil en Honduras para el período 2000­2005, apoyar la formulación de políticas y programas, como también monitorear y evaluar las acciones emprendidas.

Un primer logro de la Comisión fue el Plan para la Erradicación del Trabajo Infantil en Honduras, finali­zado en noviembre de 2000, después de intensas consultas a nivel nacional y regional con distintos grupos, entre ellas la Consulta Nacional sobre Tra­bajo Infantil realizada en 1999. Este Plan fue incor­porado en el año 2001 en la ERP.

52 «Diagnóstico sobre la situación del trabajo infantil indígena en Honduras». OIT-IPEC , inédito.

Gráfica No. 16. Situación de la PEA entre 5 y 18 años por área y sex­o (%), 2004.

Fuente: INE, Encuesta de Hogares, 2004.

18.921.6 22.5

11.79.2

18.9

23.9

15.6

62

44.3

25.225.5

9.8

15.2

28.2

47.2

0

10

20

30

40

50

60

70

Niños urbanos Niñas urbanas Niños rurales Niñas rurales

Sólotrabaja

Estudiay trabaja

Sóloestudia

Ni estudiani trabaja

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Cabe recordar que el Código de la Niñez y Adoles­cencia se adoptó en 1996. En el año 2000, el gobierno ratificó el Convenio 182 sobre prohibición de las peo­res formas de trabajo infantil. Ya durante la década de 1980 se había ratificado el Convenio 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo. En la práctica, los instrumentos legales básicos de protección fueron adoptados durante la década de los noventa.

No obstante, existe una gran brecha entre la aproba­ción de instrumentos legales y su aplicación en el país, a pesar de los intensos esfuerzos desplegados en los últimos siete años por el Estado, las organizacio­nes de la sociedad civil y los organismos internacio­nales de cooperación.

Además de los esfuerzos legales, también han ido surgiendo algunos mecanismos político­instituciona­les para promover soluciones al trabajo infantil. Uno de estos instrumentos es el «Pacto por la Infancia», firmado en 1994 por las municipalidades de Hondu­ras, representadas por la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), y UNICEF, que constituye una respuesta a nivel municipal, con la adopción de planes municipales de acción por la niñez.

Ex­plotación sex­ual comercial de niños, niñas y adolescentes

En Honduras ha existido muy poca información relativa a la explotación sexual de la niñez, incluida la prostitución, la pornografía infantil y el tráfico de niños. Gradualmente, con la aprobación de la Con­vención sobre los Derechos del Niño, las actividades de comunicación social y otros eventos nacionales e internacionales estratégicos, se ha logrado crear un ambiente propicio para sacar a la luz pública este problema.

En los últimos cinco años se han hecho algunos estu­dios53 que, aun cuando no tienen representatividad nacional, sí han contribuido a señalar las caracte­rísticas del abuso y la explotación sexual en Hondu­ras. En ese marco cabe destacar el trabajo de orga­nizaciones de la sociedad civil, entre ellas, ECPAT, Casa Alianza, Save The Children, Asociación Cris­tiana de Jóvenes, que en coordinación con algunas municipalidades, el IHNFA, UNICEF y OIT, han hecho diversos estudios, incluyendo entrevistas a ni­ños, niñas y adolescentes afectados, padres de fami­lia e instituciones, periódicos locales y otras fuentes. Esta labor ha contribuido a reducir la invisibilidad del problema.

Gráfica No. 17. Ingreso promedio de la PEA de 5 a 18 años de edad, por área y sex­o (%), 2004.

Fuente: INE, Encuesta de Hogares 2004.

53 «Investigación Regional sobre Tráfico, Prostitución, Pornografía Infantil y Turismo Sexual en México y Centroamérica», EC-PAT/Casa Alianza, 2002. «Problema de la Explotación Sexual Comercial de Niños y Adolescentes», IPEC/Centro de Estudios de la Mujer, 2001, «Explotación Sexual Infantil: Municipalidad de San Pedro Sula», septiembre de 2001.

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

1800

Niños urbanos Niñas urbanas Niños rurales Niñas rurales

Total

Sólo trabaja

Estudiay trabaja

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 49

La explotación sexual comercial de niños, especial­mente niñas, es muy difícil de identificar y medir, porque este tipo de explotación se lleva a cabo en la clandestinidad o en formas encubiertas. Ello exige de las autoridades mejores capacidades e instru­mentos legales para perseguir la variedad de delitos relacionados con la explotación sexual.

Geográficamente, pareciera que el problema tiende a acentuarse en algunas regiones del país: La Ceiba, Puerto Cortés, Distrito Central y San Pedro Sula, quizás por el hecho que son áreas en las que se ge­nera mayor movimiento económico, comercial y turístico.

Los estudios mencionados señalan que los niños y niñas afectados tienen bajos niveles educativos, débi­les vínculos familiares o poca aceptación o rechazo familiar. Existen redes que facilitan este proceso de explotación. Viven en pensiones y hoteles, con cu­yos dueños, que facilitan tales servicios, comparten los ingresos recibidos de los «clientes».

El problema del abuso sexual, comercio sexual y trá­fico se da en un contexto de patrones culturales muy marcados, donde la promiscuidad, las relaciones sexuales múltiples, el machismo, la autoridad paterna para disponer de su hijo o hija, son aceptadas como «normales». Sobresale la relación existente entre el deterioro de las condiciones de vida de los grupos fa­miliares de los niños y niñas explotadas, conllevando a una excesiva vulnerabilidad ante los explotadores.

El Estado de Honduras ha hecho suyos los compro­misos del Congreso Mundial contra la Explotación Comercial Sexual de la Niñez, realizado en 1996, en particular los relativos a la formulación de un plan nacional sobre la erradicación de estas prác­ticas. Asimismo, el gobierno adoptó en 2001 los compromisos resultantes de la Conferencia contra la Explotación Sexual y Comercial y otras Formas de Violencia Sexual a la Infancia y a la Adolescencia en la región de América Latina y el Caribe, realizada en Montevideo, Uruguay en 2001.

El gobierno de Honduras también asumió mayores compromisos internacionales al ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía (mayo de 2002).

Ante la debilidad gubernamental y la desarticulación de las acciones de los organismos de la sociedad ci­vil para afrontar los compromisos citados, durante el año 2002 se conformó la Comisión Interinstitucional para Combatir la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, coordinada por el Congreso Nacional de la República. Dicha comisión preparó el Plan Nacional para com­batir la Explotación Sexual Comercial Infantil en Honduras, que contiene estrategias y acciones en las áreas política, jurídica, preventiva, represiva, de investigación y de atención.

En el marco de este plan se ha considerado la emisión de disposiciones legales adecuadamente conceptualizadas y más severas, la dotación de los recursos que sean necesarios para mejorar la capa­cidad de los órganos policiales y de investigación criminal, la creación y promoción de programas de apoyo a las víctimas de explotación sexual comer­cial y procesos de educación a la ciudadanía sobre las consecuencias de estos delitos y la manera de prevenirlos. Cabe destacar la importante función que han desempeñado los medios de comunicación al visibilizar constantemente esta problemática.

Con apoyo de la cooperación externa se fortaleció la capacidad funcional de la Policía Nacional Preven­tiva, se mejoró la formación del cuerpo policial para investigar y prevenir los delitos de explota­ción sexual contra la niñez y se incorporó en este esfuerzo a la policía turística. Asimismo, se obtuvo el compromiso ético de los empresarios del sector turismo y viajes, al firmar de manera integral el Código de Conducta.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200750

Producto de la acción sistemática de la Comisión Nacional se logró la Reforma del Código Penal, aprobada por el Congreso Nacional mediante Decreto No. 234­2005 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta el 4 de febrero de 2006, que ti­pifica como delitos las diferentes modalidades de explotación sexual comercial y la trata de personas, castigándolos con penas mayores a cinco años.

Inmediatamente después se inició un importante es­fuerzo de difusión del Código Penal reformado, espe­cialmente entre los operadores de justicia. Con el apoyo de UNICEF, se mejoraron las condiciones de trabajo del Ministerio Público en Tegucigalpa y San Pedro Sula, al organizar y equipar dos Unidades de Investigación de Delitos Sexuales contra la Niñez.

Las nuevas autoridades del país, que tomaron pose­sión de sus cargos en enero de 2006, firmaron en octubre de 2005 el Pacto por la Infancia, que con­tiene como uno de los principales compromisos el combate de la explotación sexual comercial, la trata y el tráfico de niños, niñas y adolescentes.

4.5 Protección de la adolescencia

Adolescentes que infringen la ley penal

El Diagnóstico del Sistema de Justicia Penal Especial (para personas de 12 a 18 años), realiza­do en el año 2004 por el Ministerio Público y el Comisionado de Derechos Humanos, con apoyo de UNICEF, confirma que las condiciones actuales del Sistema de Justicia Penal Especial para los adoles­centes (mayores de 12 y menores de 18 años) no garantizan el respeto a derechos fundamentales con­sagrados en la Constitución de la República y en los instrumentos internacionales sobre derechos huma­nos y derechos de la niñez suscritos y ratificados por Honduras.

Con base en los resultados de este diagnóstico, se puede afirmar que el derecho de los adolescentes

hondureños a un proceso con las garantías debidas establecidas en la ley, y a un juicio rápido y justo, se ve severamente afectado por diversas circunstancias.La Policía Nacional Preventiva, para el caso, al mo­mento de practicar una captura, no siempre utiliza criterios técnicos y jurídicos para calificar si la de­nuncia que la origina es procedente o no. A ello se suma la falta de una verdadera orientación jurídica de la investigación por parte de los Fiscales, provo­cando la poca consistencia de las acusaciones y por ende del proceso mismo.

En la mayoría de las ciudades del país aún no existe una jurisdicción especial para conocer de las infrac­ciones de los adolescentes; por tanto, los mismos operadores de justicia penal para adultos y aun de materia civil o administrativa persiguen, procesan y juzgan las infracciones penales cometidas por miem­bros de este grupo de edad. Esta realidad no permite una atención adecuada de la problemática juvenil; es factible afirmar que el procesamiento penal de un adolescente es distinto según la región del país en donde se le juzgue.

La privación de libertad de un o una adolescente, ya sea de forma cautelar o definitiva, debería ser el últi­mo recurso, pues existen en la ley especial otras me­didas alternativas para asegurar la eficacia del proce­so. En la práctica, por falta de programas públicos y privados que desarrollen estas opciones alternas, un porcentaje bastante alto de adolescentes infractores sufren el internamiento en centros cerrados sin las condiciones mínimas para su reclusión. Esta situa­ción se ve agravada por la ausencia de la familia y de la sociedad en el proceso de «rehabilitación» de un adolescente, especialmente de los privados de la libertad en centros cerrados, que se encuentran a cientos de kilómetros de distancia de sus parientes.

Las estadísticas también demuestran que la mayor parte de las infracciones que se denuncian a diario son ejecutadas por adolescentes de escasos recursos económicos; como se observa en el cuadro 9, las infracciones más frecuentes son las relativas a la propiedad. A raíz de ello, la defensa de los supuestos infractores es asumida generalmente por el servicio

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 51

de Defensa Pública, que no ejercita adecuadamente la asistencia legal requerida por no contar con el sufi­ciente recurso humano y material.

En el Diagnóstico también fue posible determinar que la edad más frecuente en que los y las adoles­centes son sometidos a la Justicia Penal Juvenil, es a los 17 años; hay un 0.5% de niños (menores de 12 años) y un 1% de menores adultos (mayores de 18 y menores de 21 años) remitidos a los Juzgados de la Niñez como adolescentes supuestos infractores. En el primer caso, se trata de una violación a los dere­chos fundamentales de la niñez,54 y por otra parte contribuye a aumentar significativamente las cifras de las infracciones cometidas por adolescentes.

En todos los centros de reclusión para adoles­centes y granjas penales (adultos), las autorida­des aplican diferentes sanciones, siendo la más frecuente el aislamiento (51.7%). También se encontró en el 17.2% de los casos castigos físicos impuestos por las autoridades de dirección, orien­tadores, educadores y/o la policía de los centros.

El 12.1% expresaron que se les había aplicado trabajo forzoso; este castigo generalmente está relacionado con la limpieza de las instalaciones (13.8%). (Ver cuadro 11.)

De lo anterior se deduce que en los centros para adolescentes y granjas penales se están violentando derechos como el de la dignidad, que forma parte de la personalidad humana, tal como se establece en el Artículo 24 del Código de la Niñez y Adolescencia. Asimismo, se están violentando las reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad, en lo referente a procedimien­tos disciplinarios (numerales 67 y 70) y el artícu­lo 199, inciso ñ) del Código de la Niñez y de la Adolescencia.

Por la naturaleza formativa de los procedimientos y sanciones a que se someten los y las adolescentes que infringen la ley penal, éstos deben implemen­tarse sin menoscabar sus derechos y en un marco de garantías procesales mínimas. Actualmente, los procesos judiciales y las condiciones en que los y

Cuadro No. 9. Denuncias por tipo de infracciones cometidas por adolescentes, 2004.

Fuente: CONADEH/Ministerio Público/UNICEF. Diagnóstico del Sistema Penal Juvenil. 2004.

54 «Derechos fundamentales son aquellos derechos públicos consagrados como tales en la Constitución, que constituyen además elementos esenciales del ordenamiento jurídico por tutelar principalmente la libertad, la dignidad y la igualdad del individuo frente al Estado». Rigoberto Cuéllar Cruz et. al. Derecho Procesal Penal de Honduras (manual teórico-práctico) 1ª.ed. Tegucigalpa, Lito-com, 2004, p. 23.

Infracción Denunciada Frecuencia Porcentaje

Robo 37 37

Hurto 21 21

Daños 11 11

Amenazas 7 7

Lesiones 7 7

Violación 4 4

Otros (allanamiento, rapto,consumo de droga, faltas,asociación ilícita, homicidio)

13 13

Total 100 100

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200752

las adolescentes cumplen las medidas socioeduca­tivas que se les imponen, son deplorables, y ello es un claro indicador de las fallas del Sistema Penal Juvenil, que no invierte recursos en la rehabilitación de este sector poblacional.

Estos hechos demuestran que es indispensable sal­var los obstáculos del actual sistema especial de justicia para adolescentes, tanto para hacer efectivo el contenido de la normativa internacional y na­cional en esta materia, como para frenar las alter­nativas ilegales que promueven actos de violencia, también tipificados en la legislación como delitos, como el «linchamiento» e incluso la ejecución55 de adolescentes.

También es importante mencionar que el siste­ma nacional de justicia para adolescentes que infringen la ley penal, en términos generales, funciona con grandes limitaciones y requiere de un mayor apoyo en el fortalecimiento de las

entidades operadoras de justicia, para garantizar la eficiencia en las investigaciones, una adecua­do impartición de justicia y el éxito en la accio­nes de reeducación y reinserción social de estos adolescentes.

Violencia contra los adolescentes

En los últimos años se han presentado miles de casos de niños, adolescentes y jóvenes asesinados en condiciones no esclarecidas por las autoridades. Los primeros informes sobre asesinatos de niños y jóvenes en Honduras, preparados por el CODEH y Casa Alianza, tuvieron como fuentes de información primaria publicaciones aparecidas en los diarios del país.

En ese marco nacional, en agosto de 2001, se produ­jo la visita a Honduras de la Sra. Asma Jahangir, Relatora Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de la Comisión de Derechos

Cuadro No. 10. Adolescentes infractores por edad, 2004.

Fuente: CONADEH - Ministerio Público - UNICEF. Diagnóstico del Sistema Penal Juvenil. 2004.

55 La ejecución sumaria no se encuentra tipificada en la legislación hondureña, por lo que la relación inmediata que se hace de tales casos, es con los delitos de homicidio y asesinato.

Edad Frecuencia Porcentaje de muestraNo consignada 51 2.3%

11 1 0.5%12 12 1.9%13 26 4.2%14 55 11.7%15 94 13.1%16 256 30.8%17 336 34.6%18 7 0.9%19 2 0.2%

Total 840 100%

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DERECHOS DE PROTECCIÓN 53

Humanos de las Naciones Unidas. La Relatora Especial, en conferencia de prensa, recomendó, entre otras cosas, la constitución de una Comisión Especial para investigar los asesinatos de niños y jóvenes.

A ese efecto, se conformó la Comisión Permanente de Protección a la Integridad Física y Moral de la Niñez, la cual investigó la veracidad de las de­nuncias de asesinatos de personas menores de 18 años. Esta Comisión ha seguido operando, pero con muchas dificultades, debido a que no se le han asignado los recursos necesarios para completar las investigaciones y posibilitar que se procese a los responsables.

Periódicamente, Casa Alianza emite informes sobre ejecuciones y muertes violentas de niños, niñas, ado­lescentes y jóvenes. Durante el período que va desde 1998 hasta julio de 2006 se produjeron 3,242 muer­tes de personas menores de 23 años. Las ciudades donde se produce el mayor número de asesinatos son Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Cuando se aborda el problema de violencia en Hon­duras, es inevitable la referencia a las maras y pan­dillas, que tienen generalmente su campo de acción en las zonas urbanas. El mayor número se encuentra en San Pedro Sula y el Distrito Central, que son las zonas de mayor concentración poblacional del país.

De acuerdo con datos oficiales de la Policía Nacional, en el año 2003 se identificaron 475 pandi­llas que suman aproximadamente 36,000 miembros, de los cuales 29,000 son varones y 7,000 son muje­res. Estos y otros datos se han utilizado de manera descontextualizada e intencional para agravar o re­ducir la dimensión de esta problemática.

La participación de adolescentes en maras y en la comisión de delitos ha provocado posiciones radi­cales contra ellos, que van desde la promulgación de leyes especiales, la intención de reducir la edad de responsabilidad penal criminal y, en los últimos años, la propuesta de reforma del Código de la Niñez, con el objetivo de endurecer las sanciones aplicables a adolescentes infractores de la ley penal.

Cuadro No. 11. Tipo de sanciones aplicadas a los adolescentes en los centros penales (%), 2004

Fuente: CONADEH - Ministerio Público - UNICEF. Diagnóstico del Sistema Penal Juvenil. 2004.

Centros de Internamiento Granjas Penales Total %Descripción

Jalteva Renaciendo ElCarmen

SagradoCorazón

Sub-Total

% Danlí Cholu-teca

Coma-yagua

SubTotal

%

Aislamiento 0 16 2 5 23 45.1 1 1 5 7 100 30 51.7Castigofísico 0 3 7 0 10 19.6 0 0 0 0 0 10 17.2

Trabajoforzoso 1 1 1 4 7 13.7 0 0 0 0 0 7 12.1

Aseo enhogares,pasillos ydormitorios

4 0 0 4 8 15.7 0 0 0 0 0 8 13.8

Otros 3 0 0 3 5.9 0 0 0 0 0 3 5.2

Totales 5 20 10 13 51 100 1 1 5 7 100 58 100

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200754

Por el contrario, y a pesar de estar vigente desde enero de 2002, muy pocos esfuerzos y recursos ha asignado el Estado para implementar la Ley para la Prevención y Atención de Personas en Maras, que establece procesos más garantes de derechos y con más participación de los diferentes actores. El Pro­grama Nacional de Prevención, que tiene su origen en esta ley, comenzó a funcionar en el año 2004 y ha estado operando con recursos muy limitados. Actual­mente (2006) este organismo está a punto de desapa­recer, debido a la falta de apoyo del Estado hondu­reño. Su cierre afectará a miles de adolescentes y jóvenes inmersos en esta problemática.

La reciente reforma del Artículo 332 del Código Penal, conocido como Ley Antimaras, entró en vi­gencia en agosto de 2003, y hasta febrero de 2004 había producido los resultados que se muestran en el cuadro 12.

En noviembre de 2004, una delegación de la Comi­sión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó el país con el propósito de recabar informa­ción sobre la situación de niños, niñas y adoles­centes vinculados a los grupos conocidos como «maras» o «pandillas», y conocer las condiciones de vida de las personas privadas de libertad.

La CIDH expresó su preocupación por la situación de los derechos humanos de miles de niños, niñas y adolescentes que forman o han formado parte de «maras» o «pandillas»; destacó que el derecho y la obligación de los Estados de velar por la segu­ridad pública no son incompatibles con el respeto por los derechos humanos, y que la falta general de estadísticas confiables sobre la extensión del problema, así como el manejo a menudo sesgado y mediático que recibe el tema de las «maras» o «pan­dillas», generan en la opinión pública una situación de miedo y rechazo, que produce estigmatización social generalizada.

4.6 Medidas generales de protección

Ex­posición a armas, municiones, ex­plosivos y pólvora en general

Si bien las leyes nacionales prohíben que las per­sonas menores de 18 años porten armas, en la sociedad hondureña no ha existido un proceso de educación sobre este tema. El Congreso Nacional aprobó en 2004 la Ley para el Control de Armas, Municiones y Explosivos, con el propósito de con­trolar su tenencia y reducir la enorme cantidad de armas ilegales que existen en el país,56 además de

Cuadro 12.Resultados de la aplicación de la reforma del Artículo 332 del Código Penal («Ley Antimaras») hasta febrero de 2004

* Centros de internamiento.Fuente: CONADEH/Ministerio Público/UNICEF. Diagnóstico del Sistema Penal Juvenil. 2004.

56 La cantidad de armas en manos de particulares se elevó considerablemente en Honduras a partir de los años ochenta, debido a la presencia en el país de grupos antagónicos al gobierno nicaragüense de esa época, los cuales gozaron de libre tránsito por el territorio nacional. Muchas armas que solamente el ejército debía poseer quedaron ilegalmente en manos de una cantidad no determinada de ciudadanos, probablemente con escasa o sin ninguna preparación para su manejo.

Adolescentes AdultosPersonas detenidas por Policía Nacional 349 1,109Personas libres por decisión Administrativa 73 304

Personas remitidas a los juzgados 276 805Personas con Prisión Preventiva 233* 495

Page 74: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

DERECHOS DE PROTECCIÓN 55

establecer medidas de identificación que apoyarán los procesos de investigación criminal.

En los últimos años se ha incrementado el riesgo de la utilización de niños y adolescentes en actos ilícitos; ello, asociado a la crisis económica y fa­miliar, la deserción escolar y la afiliación a maras y pandillas, aumenta proporcionalmente la posibi­lidad de contacto de menores de 18 años con armas blancas o de fuego, ya sean de fabricación casera o adquiridas ilegalmente.

Fuegos artificiales de poder explosivo

En los últimos años se han emprendido campañas para reducir el comercio y uso de fuegos artificiales de poder explosivo, debido a los numerosos casos de mutilación, quemaduras o grave daño causado a niños y niñas. No obstante, son muy pocas las ciudades donde en efecto se ha prohibido la venta de fuegos artificiales. San Pedro Sula y Tegucigalpa han aplicado prohibiciones a partir del año 2001, pero los comerciantes encuentran siempre lugares alternativos para la venta de estos productos.

Otro problema relacionado con los fuegos artificia­les es que niños y niñas trabajan en las coheterías, en la zona occidental principalmente, haciendo un trabajo considerado como muy peligroso y expues­tos a explosiones que ponen en riesgo su vida.

Estas experiencias han demostrado que no basta con acciones aisladas en las ciudades, sino que se re­quiere de esfuerzos conjuntos y alianzas intermuni­cipales para lograr romper con el éxito comercial de la pólvora y evitar nuevos casos de niñez víctima de las explosiones o incendios, que ocurren cada año.

Cada municipalidad tiene la libertad de elegir la manera de controlar el comercio y uso de fuegos artificiales de poder explosivo, pero el Código de la Niñez y la Adolescencia establece la prohibición de darlos, venderlos o donarlos a personas menores de 18 años, por lo que se requiere de mayor efectivi­dad de las instituciones encargadas de la aplicación de estas medidas.

Juegos de guerra

Ciertos elementos culturales de tolerancia a la violen­cia prevalecen actualmente en la forma de crianza de los niños y niñas. Parte de esa cultura se manifiesta en la promoción y adquisición masiva de los jugue­tes de guerra y de juegos que transmiten y generan violencia, estrechamente ligados con los medios de comunicación masiva y con las alianzas publicitarias de distintos productos de uso común por parte de la población. Por ello, el control de los juguetes de gue­rra y de los juegos que transmiten violencia requiere de esfuerzos conjuntos y de mayor impacto, tanto en el ámbito formativo como en el legal.

Las películas, los programas de televisión, las re­vistas y otras formas de comunicación masiva están ligadas a estos juegos y juguetes, sin que exista una efectiva acción de control o censura sobre los mismos. La Comisión de Censura, dependiente de la Secretaría de Gobernación y Justicia, tiene atribu­ciones muy limitadas al respecto, por lo que es nece­sario precisar y ampliar sus atribuciones.

Asimismo, es indispensable que los gobiernos loca­les incorporen en sus planes de trabajo espacios de participación y uso adecuado del tiempo libre, con el fin de promover la interacción social de la niñez y la adolescencia en actividades constructivas y no violentas.

Negocios que ex­penden bebidas alcohólicas, casas de juego, apuestas, moteles, clubes nocturnos y similares

Las leyes nacionales establecen que los negocios que expenden bebidas alcohólicas, casas de juego, apuestas, moteles, casas de prostitución y clubes nocturnos, no pueden establecerse cerca de centros escolares, de recreación infantil, iglesias y otros, co­mo tampoco deben vender sus productos a personas menores de 18 años.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200756

Sin embargo, esta disposición no se aplica con la efectividad esperada por parte de las autoridades municipales, a excepción de los lugares donde las propias comunidades han promovido su rechazo, cierre o cambio de ubicación. Aun en estos casos, estas medidas se ven debilitadas cuando las comuni­dades vecinas permiten que se establezcan negocios que venden productos como alcohol y tabaco a ni­ños, niñas y adolescentes, convirtiéndose en alterna­tivas cercanas de consumo.

El mismo Estado percibe importantes ingresos de los expendios de bebidas alcohólicas, la concesión

de permisos a casas de juego, apuestas, moteles y clubes nocturnos, razón por la cual se extienden las licencias o permisos respectivos, sin consideración al interés superior de la niñez.

En años anteriores se han realizado exitosas expe­riencias de control de ventas de cigarrillos y alcohol a personas menores de 18 años en Tegucigalpa y San Pedro Sula, gracias a la participación decidi­da de las autoridades municipales, la policía, el IHADFA y los propietarios de los negocios.

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EL V IH -S IDA EN HONDURAS 57

La pandemia de VIH-SIDA tiende a agravar muchos de los problemas que afectan de forma

directa la realización de los derechos de la niñez, tales como la pobreza, la malnutrición, la discrimi-nación, el acceso insuficiente a servicios sociales básicos, los conflictos armados, las desigualdades entre los géneros y la explotación sexual de niñas y mujeres. La pandemia también sobrecarga e incluso agota la capacidad de los servicios públicos, las co-munidades y las familias, cuestión fundamental para garantizar la protección y realización de los dere-chos de la niñez.

La incidencia del VIH en Honduras, como se verá en este apartado, amerita intervenciones integrales e integradas, sobre la base de enfoques prácticos y orientados al cumplimiento de metas específicas.

5.1 Avance del VIH-SIDA en Honduras

El avance del VIH-SIDA en Honduras ha sido tal, que en el país se registran más del 50% de los casos reportados en la región centroamericana. Mientras en América Latina la tasa de prevalencia promedio de VIH-SIDA entre personas entre 15 y 49 años era de un 0.6% a finales de 2003, en Honduras en el mismo período constituía el 1.8% de la población.57

Con estas cifras, el VIH-SIDA se ha convertido en uno de los principales retos que tiene el país en ma-teria de desarrollo económico y social; de allí la urgencia de fortalecer los esfuerzos nacionales para contrarrestar la tendencia al incremento de la enfer-medad, observada desde la aparición de los primeros casos en 1985.

La tasa de incidencia anual del VIH-SIDA en el año 1990 fue de 119 por millón; en 1998, de 240; en 1999, de 183; y en el año 2001, de 105 por millón. La proyección de la enfermedad hacia el 2010, he-cha por la Secretaría de Salud en 1999, establecía que la pandemia se encontraba en etapa de madurez y que la tendencia era a estabilizarse, con crecimien-to en las zonas rurales.

No obstante, en términos de incidencia concreta, los escenarios no resultan muy alentadores. De hecho, las estimaciones señalan que el número de perso-nas viviendo con el VIH-SIDA se incrementará de 66,100 a un total de 115,154 entre 2003 y 2010. La incidencia en la población adulta puede incremen-tarse de 1.8 y 2.8 a un rango de 2.6 y 3.4%, y el nú-mero de huérfanos maternos por SIDA se incremen-taría de 11 a 14 mil, hasta un rango de entre 26 y 37 mil en ese mismo período.58

5. El VIH-SIDA en Honduras, amenaza para el cumplimiento de los derechos de la niñez

57 Informe sobre la Epidemia Mundial de SIDA, 2004.58 Secretaría de Salud, Proyecto Policy USAID, VIH-SIDA en Honduras, marzo 2004.

«La epidemia mundial del SIDA es uno de los mayores desafíos que afronta nuestra generación. El SIDA es un nuevo tipo de emergencia mundial, una amenaza sin precedentes para el desarrollo humano que requiere una acción y un compromiso sostenidos a largo plazo».

Koffi Annan, prefacio del Informe sobre la Epidemia Mundial de VIH-SIDA 2004, ONUSIDA.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200758

Los costos en términos de salud pública y del impac-to socioeconómico, además del sufrimiento que causa en forma directa la enfermedad, han sido es-timados en forma general. El Informe de Desarrollo Humano en Honduras de 1999 estimó que el costo anual de dejar de producir a causa del VIH-SIDA representó un total de entre seis y ocho millones de dólares anuales, entre 1999 y 2005.

Desde 1997, el VIH-SIDA representa la segunda cau-sa de hospitalización y de muerte entre la población general, después de la violencia, y la primera causa para mujeres en edad reproductiva. Además, se ha convertido en una de las primeras causas de morta-lidad en hospitales localizados en las zonas nororien-tal y central del país.59

Un estudio sobre cuentas nacionales, específico so-bre VIH-SIDA, estimó que el gasto anual para este rubro durante 1999 se situó en los 22 millones de dólares, lo que para ese año representó el 0.5% del PIB corriente, el 7% de todo el gasto de la sociedad hondureña en salud, y un 20% del monto global de recursos internos asignados a todo el sector salud.

El costo del tratamiento de cada paciente por año es de US$ 600, considerado tan alto que podría colap-sar las finanzas del Sector Salud, de no contarse con un fondo específico para ello.60 Análisis más recien-tes señalan que en el actual escenario del PENSIDA II (fondos de PENSIDA II: US$ 24.6 millones; US$ 24 millones del Fondo Global; y US$ 9.2 mi-llones de otros fuentes), que cuenta con fondos de aproximadamente US$ 58 millones, se podrían evi-tar unas 22 mil nuevas infecciones y se podría dis-minuir la incidencia en un 51%, con un costo total de US$ 1,119 por infección evitada.61

Entre el año 1985 y hasta octubre del año 2004, el Programa Nacional de SIDA registró 21,196 casos

de VIH positivos en el país, de los cuales 16,346 eran casos de SIDA confirmados y 4,851 VIH asintomáticos, estimándose en 45% el posible subre-gistro.

De acuerdo al Informe sobre la Epidemia Mundial de SIDA 2004, en diciembre de 2003 unos 63,000 adultos y niños vivían con el VIH-SIDA. La notifi-cación de casos ha ido desde 4 en el año 1985, para subir de forma exponencial a 1,201 en el año 1993 y mantenerse hasta 1,492 en el año 1998. A partir de entonces, la notificación anual ha bajado a 1,136 en 1999, 953 en el 2,000, 1,012 en el 2001, 796 en el año 2002 y 1,264 en el 2003. En 2005 se reportaron 802 casos, de acuerdo con el Ministerio de Salud. Eso no significa, sin embargo, que la epidemia esté disminuyendo su incidencia, sino que es necesario establecer los factores que influyeron para que la notificación de los casos disminuyera.

La infección de VIH-SIDA se localiza principalmen-te a lo largo del corredor central de desarrollo del país (desde Puerto Cortés a Tegucigalpa). Por eso no es extraño que sean los departamentos de Cortés y Francisco Morazán los que cuentan con el mayor número de casos notificados: entre ambos acumulan el 54% del total.

Un estudio seroepidemiológico realizado por la Secretaría de Salud reveló que las comunidades ga-rífunas han sido seriamente afectadas por la epide-mia, estimándose prevalencias de VIH del 8 al 14%.

Por otra parte, un estudio realizado a escala centro-americana refleja una incidencia promedio de VIH de 10.1% en las trabajadoras comerciales del sexo (TCS) hondureñas, correspondiendo a San Pedro Sula la cifra más alta (13%), seguida por la zona de San Lorenzo (9.1%), Puerto Cortés (7.5%) y Tegu-cigalpa (6.8%).62 En los hombres que tienen sexo

59 De acuerdo con cifras recientes, unos 3,000 hondureños, entre hombres y mujeres, habrían muerto a causa del VIH-SIDA en el año 2000. Asimismo, se ha evidenciado un aumento de la tasa de mortalidad materna a causa de la enfermedad, pasando de 5 por cada 100 mil en 1990 a 25 por 100 mil en 1997 (Soto et. al 1999, citado en PENSIDA II, p. 12).60 Secretaría de Salud, Estudio de Cuentas Nacionales en VIH-SIDA, Honduras, 1999, enero 2001.61 Secretaría de Salud de Honduras, Proyecto Policy, Evaluación del impacto del Segundo Plan Estratégico Nacional (PENSIDA II) en la prevención del VIH en Honduras, abril 2004.62 PASCA, Resultados del estudio multicéntrico de prevalencia de VIH/ITS y comportamiento en HSHG - trabajadoras comerciales del sexo en Honduras, Honduras 2003.

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EL V IH -S IDA EN HONDURAS 59

con hombres la prevalencia de VIH es mayor; los resultados de la investigación revelan una incidencia del 13%, adjudicándosele a San Pedro Sula un 20%, el doble de la registrada en Tegucigalpa, que es de 10%.63

La tendencia en el país es a una feminización de la epidemia, pasando de una relación hombre - mujer de 4:1 en los años ochenta, a 1.1:1 en 2005. El nú-mero de notificaciones en mujeres ha ido incremen-tándose de forma paulatina desde 1985. Mientras en el año 1992 los casos de mujeres notificados repre-sentaban el 32%, en el año 2003 llegaron al 47% del total de casos. Esta tendencia debe ser considerada en estrategias inteligentes de prevención y atención.

Se considera que la epidemia de VIH-SIDA en Hon-duras es esencialmente heterosexual, ya que 84.5% de los casos notificados se atribuyen a esa forma de transmisión; 7% a la homosexual/bisexual; 6.5% a transmisión vertical o madre/hijo, y el resto a transfusiones sanguíneas, uso de jeringas infectadas y otros. En cuanto a la distribución de casos por edad, es claro que la población joven del país es la más afectada.

Del total de casos notificados a octubre de 2004,64 el 67% corresponden a población con edades entre los 20 y los 39 años. Dado que las encuestas de sexuali-dad muestran que parte importante de la juventud está iniciando sus relaciones sexuales antes de los 20 años, cabe suponer que una porción significativa de los casos de VIH-SIDA en las cohortes de 20 a 24 años (2,306 casos) y de 25 a 29 años (3,265 ca-sos) se infectaron a una edad temprana.

El 41% de los 16,346 casos notificados hasta octu-bre de 2004 corresponde a mujeres. Esa paulatina feminización de la epidemia ha provocado, a su vez, un incremento en el número de casos registrados en niños menores de cinco años, tal como muestra la gráfica 19. Los casos registrados en las tres pri-meras cohortes de edad representan el 7% del total, con una notable incidencia a nivel del grupo de 0 a 4 años con 821 casos notificados que representan el 5%. La mayoría de ellos puede ser atribuida a transmisión vertical del VIH-SIDA. Según datos del PENSIDA II, en los últimos 10 años se han cuadru-plicado los casos de SIDA pediátrico.

Fuente: Secretaría de Salud, Departamento de ITS/SIDA/VIH

Gráfica No. 18. Casos de SIDA notificados según sexo (%), 1985 - 2002

63 Estudio multicéntrico centroamericano de prevalencia de VIH/ITS y comportamiento en poblaciones específicas en Honduras, Resumen de principales hallazgos, enero 2003.64 Secretaría de Salud, Departamento de ITS/SIDA/VIH.

0%10%20%30%40%50%

60%70%80%90%

100%

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2004

2005

Femenino Masculino

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200760

Para combatir la transmisión madre a hijo, Honduras ha desarrollado un programa en 17 regiones del país, que en 2005 involucró a un total de 293 estableci-mientos de salud. Se logró tener acceso a un total de 55,201 mujeres embarazadas que recibieron conseje-ría pre-prueba de VIH. De estas mujeres, un total de 45,356 se practicaron la prueba en su embarazo, y un total de 267 (0.6%) resultaron positivas. De estas 267 embarazadas con VIH positivo, un total de 198 tuvieron acceso a profilaxis con antirretrovirales, y el 10% de los recién nacidos tuvieron resultados positivos en los resultados de la PCR.

Aunque el programa iniciado en 2002 ha incre-mentado significativamente su cobertura, sólo alcan-za a un estimado del 23% del total aproximado de 200,000 embarazos esperados en el país en el año 2005. Por tanto, sólo se tiene la capacidad de diag-nosticar el 23% de los casos de transmisión madre a hijo en el país. La prevalencia de VIH encontrada en el grupo de embarazadas con acceso a la prueba es menor a la tasa nacional de prevalencia, estimada en 1.5%.

Si la tasa de prevalencia a nivel nacional fuera del 0.6, como arrojan los datos del programa, el número esperado a nivel nacional sería un aproximado de 1,160 mujeres embarazadas VIH positivas, de las cuales sólo 267 fueron identificadas. Sin embargo, si

la tasa esperada es de 1.5% (estimado de prevalencia nacional) el total de casos de mujeres embarazadas esperado al año sería de 3,000.

Se deduce, entonces, que la mayoría de casos de niños que adquieren el VIH por transmisión durante el embarazo, parto y puerperio en Honduras no son detectados, y por ende no tienen acceso a las medi-das de prevención que podrían evitar su contagio, ni tampoco al tratamiento.

5.2 El impacto del VIH-SIDA en la niñez

El impacto del VIH-SIDA en la niñez, tanto actual como en el curso de las próximas décadas, es de una magnitud considerable. Para el año 2003, unos 15 millones de niños y niñas en el mundo (12 en el Áfri-ca subsahariana) quedaron huérfanos de uno o am-bos padres a causa del SIDA, y se calcula que para el 2010 esa cifra se elevará a los 18 millones. Estas estadísticas son aterradoras, y la crisis empeorará si los padres infectados por el VIH no logran acceder a servicios eficaces de prevención y tratamiento que prolonguen su vida.

Pero la crisis de los huérfanos no se limita a esa re-gión. Al 2002, en el sur y sudeste de Asia había 1.8

Gráfica No. 19. Número de casos de VIH-SIDA por grupos de edad (1985 - octubre 2004)

Fuente: Secretaría de Salud, Departamento de ITS/SIDA/VIH.

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

0-4 5-910

-1415

-1920

-2425

-2930

-3435

-3940

-4445

-4950

-5455

-59

60y más

Ignora

do

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EL V IH -S IDA EN HONDURAS 61

millones de huérfanos; en el Asia Oriental y el Pací-fico sumaban 85 mil; 330 mil en América Latina; 250 mil en el Caribe; y 65 mil en África del Norte y Oriente Medio.65

El impacto del VIH-SIDA en la niñez, cuando los progenitores se enferman o mueren, suele ser devas-tador. De hecho, la situación de vulnerabilidad de los niños en tales circunstancias tiende a acrecentar-se notablemente, caracterizándose por:

• Estigmatización y discriminación.

• Dificultades psicosociales.

• Dificultades económicas y explotación del trabajo infantil.

• Deserción escolar.

• Desnutrición y enfermedades.

• Miedo y aislamiento.

• Mayor vulnerabilidad a la infección por VIH.

• Pérdida de herencias y patrimonio.

Cabe recordar que este problema recibió particular atención en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre VIH-SIDA, celebrada en junio de 2001. La Declaración de Compromiso sobre el VIH-SIDA señala, específicamente respecto a los niños, dos mandatos muy concretos:

1. Los países miembros formularán políticas y es-trategias nacionales que fomenten y fortalezcan la capacidad del gobierno, la comunidad y la familia para apoyar a los huérfanos y a los niños y niñas infectados con el VIH-SIDA y afectados por la enfermedad para el año 2003; y

2. Los países miembros pondrán en práctica estas políticas y estrategias para el 2005.

En Honduras, el contexto socioeconómico y los elevados niveles de pobreza hacen más vulnerable a la población infantil frente al VIH-SIDA. Tal como indica el Informe del PNUD del año 1999, otro im-pacto que tiene la epidemia del SIDA sobre la socie-dad es el incremento del número de huérfanos me-nores de edad. Dicha organización estimó que una cuarta parte de los 60 mil huérfanos entre los años 2000 y 2005, se deberán al SIDA, especialmente a causa de la mortalidad materna por esta enfermedad.

Estimaciones recientes señalan que en el año 2010 habrá cerca de 42,000 huérfanos debido al VIH-SIDA en Honduras. Ello evidencia la magnitud del desafío que representa este tema para la sociedad hondureña en su conjunto. El porcentaje de huérfanos debido al VIH-SIDA sobre el total de huérfanos ha aumentado en los años noventa, desde 0.7 en 1990, a 9.4 en el año 2001. La tendencia estimada al año 2005 y al año 2010 evidencia la magnitud del problema, como lo muestra el cuadro 13 (página siguiente).

Esta situación obliga a revisar la capacidad institu-cional y logística del país, para dar la atención debi-da y oportuna a los miles de niños y niñas que ya son huérfanos en el país debido al VIH-SIDA, así como a los posibles 42 mil que se estima habrán de serlo en el 2010.

Un estudio realizado en el año 2003 por encargo de UNICEF, respecto a la situación de los niños y niñas huérfanos, afectados o conviviendo con el VIH-SIDA en Honduras, arroja en sus conclusiones algu-nas hipótesis respecto a tres temas relacionados con políticas: i) situación de los niños y niñas huérfanos a causa del VIH-SIDA, ii) Respuesta institucional, y iii) albergues. (Ver un resumen de estas conclusio-nes en el recuadro de la siguente página.)

En cuanto a la necesidad de respuestas programá-ticas e integrales dirigidas a la población infectada y afectada por el VIH-SIDA, el país ha ganado una

65 ONUSIDA, Informe sobre la epidemia mundial de VIH-SIDA 2002, p. 135.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200762

experiencia importante que posibilita el apoyo para la construcción de propuestas mejor orientadas. En función de ello, y considerando la doctrina de dere-chos que subyace en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, se sugieren algunos princi-pios para la elaboración de estrategias nacionales a favor de los niños afectados por el VIH-SIDA:

a) Reforzar la protección, la asistencia y la capaci-dad de afrontar dentro de las familias extensas y las comunidades.

b) Acrecentar la capacidad de los niños para atender sus propias necesidades.

c) Prestar atención a los papeles de las niñas y ni-ños, y luchar contra la discriminación por moti-vos de género.

d) Asegurar que el gobierno proporcione los servi-cios esenciales.

e) Reducir el estigma y la discriminación.

5.3 Conocimientos, opiniones y actitudes: base para enfrentar el VIH-SIDA

Si bien se cree que hay un conocimiento universal sobre el VIH-SIDA, en Honduras, de acuerdo con la ENESF 2001, sólo el 91% de los hombres y el 82% de las mujeres saben que una persona puede estar contagiada con el VIH y no presentar signos o síntomas de la enfermedad. Sin embargo, un porcen-taje considerable de las personas entrevistadas había

tenido cercanía con alguien que padecía VIH-SIDA. La ENESF 2001 señala que el 52% de los hombres y el 44% de las mujeres conocían personalmente a alguien que tenía o murió de VIH-SIDA. Este porcen-taje es mayor en las zonas urbanas, particularmente en San Pedro Sula.

En 1996, el 20% del total de entrevistados afirmó que existía curación para el VIH-SIDA; esa ten-dencia bajó al 13% en el año 2001. En este último año, un 12% se había hecho la prueba del VIH y un 71.5% de los consultados señaló que conocía la existencia de una prueba para detectarlo.

La ENESF 2001 encontró que el 44% de los entre-vistados conocían una manera de prevenir el SIDA; en el año de 1996 ese porcentaje era de 40%. Al desagregar las respuestas por género, es interesan-te visualizar la evolución que ha tenido este dato. Para el caso, entre los hombres se incrementó la opción de la monogamia como forma de evitar el SIDA, de 56% en 1996 a 64% en 2001; la opción del uso del condón se mantuvo prácticamente igual, pasando de 58.9% en 1996 a 59.3% en 2001. (Ver gráfica 20.)

Las opiniones de mujeres entrevistadas durante la aplicación de la ENESF 2001 marcan una tendencia distinta. Además de que creció el porcentaje que opta por la abstinencia, de 9.3% en 1991-92 a 22.6% en el año 2001, se mantuvo el porcentaje que opta por la monogamia como forma de prevenir el VIH-SIDA. Además, se incrementó de forma importante la opción uso del condón, pasando de 33.6% en 1996 a 54.3% en 2001. (Ver gráfica 21.)

Cuadro No. 13. Situación de niños huérfanos debido al VIH-SIDA: estimaciones al 2005 y 2010

Fuente: Elaboración propia con base en estadísticas de ONUSIDA, UNICEF, USAID, «Niños al borde del abismo», 2002.

Condición 1990 1995 2001 2005 2010

Niños entre 0 y 14 años (en miles) 2,203 2,466 2,718 2,832 2,902

Total de huérfanos (en miles) 150 151 153 159 165

Total de huérfanos (% de todos los niños) 6.8 6.1 5.6 5.6 5.7

Huérfanos debido al SIDA (como % de todoslos huérfanos)

0.7 2.7 9.4 17 25

Cifra neta de niños huérfanos debido al SIDA 1,000 4,000 14,000 27,000 42,000

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Situación de los niños y niñas huérfanos, afectados o conviviendo con el VIH-SIDA en Honduras

Fuente: UNICEF Honduras, Situación de los niños y niñas huérfanos, afectados o conviviendo con el VIH-SIDA en Honduras, 2003, p. 19 y 20.

Gráfica No. 20. Formas de prevenir el SIDA consideradas por hombres hondureños,1996 - 2001

Fuente: ENESF 2001.

Gráfica No. 21. Formas de prevenir el SIDA consideradas por mujeres hondureñas, 1991- 1992 /1996-2001

Fuente: ENESF, 1991, 1996, 2001.

niños y niñas huérfanas acausa del VIH/SIDA

Acerca de la respuestaAcerca de la situación de losinstitucional Acerca de los albergues

En su mayoría los niñoshuérfanos debido al VIH/SIDAson menores de 12 años, noescolarizados y provenientesde hogares pobres

La mayoría de ellos, una vezmuertos su o sus padres, soncuidados por otros familiares,especialmente abuelos.

Los niños huérfanos ensituación de albergue, tiendena mejorar sus condiciones devida, debido en parte a laprecariedad socioeconómicade los hogares de dondeprovienen y de la situación dedesamparo en la que quedanluego de la muerte de suspadres.

Las instituciones de saludpública no cuentan en sumayoría con programas yproyectos dirigidos a estapoblación. Muchas veces elpersonal de salud de losservicios, realiza labores deremisión y seguimiento, inclusocon recursos propios.

Son pocos a nivel nacional,con bajo presupuesto, y notrabajan de forma coordinadaen el marco de programas oproyectos (promedio de niñospor albergue: 40 a 50 niños).

La Iglesia Católica es lainstitución que más apoyo haofrecido a la población dehuérfanos debido al VIH/SIDA.

No todas las instituciones quedan albergue a niños viviendocon el VIH, pueden proveerlesde medicamentos yantiretrovirales por su elevadocosto.

No obstante lo anterior, laatención brindada a los niñoses profesional y muy humana,por parte del personal quelabora en los albergues.

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Abstinencia Monogamia Uso del condón

1996 2001

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Abstinencia Monogamia Uso del condón

1991/92 1996 2001

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Sin embargo, esas opiniones contrastan con la prác-tica. La ENESF 2001 encontró que sólo el 52% de los hombres y el 24% de las mujeres han usado con-dón alguna vez. El uso del condón en las mujeres es considerablemente bajo, pues sólo 3.9% de las que habían tenido relaciones sexuales en el último año lo usaron en su última relación, mientras que un 77% no usó condón en su última relación.

Sin embargo, la misma encuesta evidencia que se están dando cambios en el comportamiento sexual de los hombres, debido al SIDA. El 55% de los hombres entre 30 y 59 años manifestó que ha cambiado su comportamiento sexual a raíz del VIH-SIDA, y 78% lo hizo limitando las relaciones sexuales a una sola pareja. Por su parte, los jóvenes entre 15 y 29 años indicaron que su comporta-miento sexual sería diferente si no existiese el VIH-SIDA. Las opciones más votadas por este gru-po de edad en términos de su eventual cambio de actitud en ausencia de la enfermedad, fueron que un 66% tendría más de una pareja, el 27% no usaría condones y un 23% tendría relaciones con más fre-cuencia (ENESF 2001).

En agosto de 2002, UNICEF realizó una encues-ta nacional sobre el comportamiento sexual de la

juventud y la adolescencia, incluyendo sus conoci-mientos y actitudes hacia el VIH-SIDA. La encuesta cubrió una muestra de 5,938 jóvenes y adolescentes entre 15 y 23 años, y es la más grande que se ha hecho sobre este tópico en el país.

Del total de encuestados, el 56% (3,342) ya habían iniciado vida sexual activa, y un 43% (2,561) no lo habían hecho. Se encontró que la edad media de inicio de relaciones sexuales para los hombres es de 15 a 16 años, mientras que para las mujeres es de 18 a 19 años. Con independencia del rango de edad de los entrevistados, un 26% de muchachos y un 8% de las muchachas manifestaron haber iniciado relacio-nes sexuales antes de los 15, o a los 15 años.

Un porcentaje importante de entrevistados manifestó haber tenido su primera relación sexual por alguna razón involuntaria (presiones directas o indirectas). Al analizar las respuestas desagregadas por grupos de edad, se observa que esta tendencia ha ido en aumento.

En cuanto a las actitudes a favor de la prevención, la encuesta reflejó que entre quienes tuvieron pareja en el último año, las mujeres refieren menor uso del preservativo (19%) que los hombres (45%). Por su parte, del porcentaje de muchachos que tuvieron

Gráfica No. 22. Porcentaje de muchachos y muchachas que tuvieron su primera relación sexual a los 15 años o menos, por grupo de edad, 2002

Fuente: UNICEF, Encuesta «Capacidades de Jóvenes y Adolescentes para enfrentar el VIH-SIDA». Honduras, octubre 2002.

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Fuente: UNICEF, Encuesta «Capacidades de Jóvenes y Adolescentes para enfrentar el VIH-SIDA». Honduras, octubre 2002.

Gráfica No. 23. Porcentaje de muchachos y muchachas que manifiestan haber tenido la primera relación sexual motivados por alguna razón involuntaria, 2002

Gráfica No. 24. Porcentaje de muchachos y muchachas con una o más de una pareja que utilizaron preservativo en la última relación sexual, 2002

Fuente: UNICEF, Encuesta «Capacidades de jóvenes y adolescen-tes para enfrentar el VIH-SIDA. Honduras, octubre 2002»

Gráfica No. 25. Opinión de los jóvenes: Mejores formas de prevenir el VIH-SIDA según se haya iniciado o no vida sexual activa, 2002

Fuente: UNICEF, Encuesta «Capacidades de jóvenes y adolescen-tes para enfrentar el VIH-SIDA. Honduras, octubre 2002»

más de una pareja en el último año, los que utiliza-ron el condón sumaron sólo 4 puntos porcentuales más respecto de quienes tuvieron sólo una pareja. A diferencia de ellos, las muchachas que tuvieron más de una pareja en el último año incrementaron el uso del preservativo de un 19% a un 27%. Aun así, este porcentaje continúa siendo bajo para conductas de alto riesgo en materia de ITS y de VIH-SIDA.

La percepción de peligro para quienes han iniciado una vida sexual activa es palpable en los jóvenes que fueron entrevistados. Sin embargo, parece persistir cierta ignorancia de la situación de vulnerabilidad en algunos grupos, particularmente las mujeres. Por ejemplo, un 48% de los varones que habían iniciado su vida sexual manifestaron percibir mucho peligro de infectarse por el VIH-SIDA, mientras que apenas un 31% de mujeres en esa condición tuvieron esa

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Muchachosc/ una pareja

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Usar siemprecondón

Fidelidad Abstinenciasexual

Menos parejassexuales

No han iniciado vida sexual Han iniciado vida sexual

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200766

opinión. La alternativa «no tengo peligro» fue selec-cionada por un 23% de los muchachos y un 32% de las mujeres. Más preocupantes aún resultan las respuestas «no sé» y «prefiero no responder», por-que sumadas arrojan un 21% para los varones y un 31% para las mujeres.

La encuesta también señala que del total de entre-vistados, un porcentaje muy bajo se ha hecho la prueba para detectar el VIH-SIDA; sólo el 36% de los hombres entre 21 y 23 años y el 30% de las mu-jeres en ese mismo grupo de edad.

Para los entrevistados, la mejor forma de prevenir el VIH-SIDA es «usar siempre condón», tanto para quienes han iniciado su vida sexual, como para quie-nes no lo han hecho. La segunda opción más votada

SOPORTE SOCIAL E INSTITUCIONAL

VIVENCIAS Y PRÁCTICAS DE LA SEXUALIDAD

MANERAS DE PRE-VENIR EL VIH-SIDA

Escaso acceso a formas y espacios para capacitar, informar y educar en temas de salud y sexualidad

Existen espacios de confianza tanto dentro como fuera del hogar, pero no se aprovechan para las estrategias co-municacionales referidas a la prevención

El 47% de los varones y el 52% de las muje-res han experimentado alguna forma de presión en su primera relación sexual

En los procesos de info-rmación, de educación sexual y en la formación de valores, la familia ocupa un lugar prepon-derante, seguida por la escuela y luego por el personal docente

Hay disociación entre la teoría y la práctica: Usar siempre el preservativo y el 61% no lo usó en su última relación, abstinencia y un 16% tuvo una o más parejas en el año, disminuir el núme-ro de parejas y el 23% tuvo 3 o más en el año

Pocos espacios en las comunidades que permiten organiza-ción y actividades culturales

En los varones apare-ce el uso del condón como mejor forma de prevenir el VIH-SIDA, en las mujeres apare-ce la fidelidad

Las personas que estudian, sobre todo las mujeres, tienden a retrasar el inicio de su vida sexual

Las prácticas sexuales de riesgo son comunes en la mitad de los varones y en la tercera parte de las mu-jeres que ya han iniciado su vida sexual activa

es «fidelidad», la tercera «abstinencia sexual» y la cuarta «menos parejas sexuales». La diferencia más importante entre quienes han iniciado y no han ini-ciado su vida sexual se encuentra en la opción abs-tinencia sexual, con un 17% para los primeros y un 36% para los segundos.

En sentido general, las conclusiones de la encues-ta indican algunos factores fundamentales que ha-bría que considerar, para avanzar en estrategias de prevención más eficaces en el conjunto de pobla-ción joven, que es la más expuesta a contagiarse con el VIH-SIDA. El esquema siguiente presenta una síntesis de las conclusiones más relevantes.

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5.4 Hacia una respuesta integrada nacional al VIH-SIDA

La respuesta institucional

A diferencia de otras áreas prioritarias del desarrollo social hondureño, el VIH-SIDA está siendo enfren-tado con una estrategia coherente e integrada, que deviene de la experiencia acumulada durante los años noventa, procurando la integración de todos los sectores, particularmente de los directamente afec-tados, que son las personas viviendo con el virus.

El país cuenta con un marco jurídico que permite avanzar en la sostenibilidad de la respuesta nacio-nal mediante una práctica coordinada e integrada. En el mes de septiembre de 1999, mediante Decre-to 147–99 del Congreso Nacional, se emitió la Ley Especial del VIH-SIDA. Asimismo, el gobierno de Honduras suscribió la Resolución S-26/2 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que con-tiene una declaración de compromisos en la lucha contra la pandemia.

Según la Ley Especial de VIH-SIDA, el órgano su-perior, gestor y de coordinación interinstitucional es la Comisión Nacional de SIDA (CONASIDA) y tiene como mandato formular las políticas generales en esa materia. Sin embargo, en el Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra el VIH-SIDA 2003-2007 (PENSIDA II) se señala que «la falta de suficiente voluntad política ha incidido en la escasa aplicación de los postulados que la ley establece con respecto a institucionalizar este ente como órgano superior y gestor de la política en materia de VIH-SIDA y la virtual ausencia de una coordinación efectiva» (PENSIDA II, p. 48).

El PENSIDA II tiene sus antecedentes, por una parte, en el Programa Nacional de Control de SIDA (PNS), bajo el cual, entre 1989 y 1994, se crearon tres Planes Nacionales de Salud de mediano plazo y se aprobó el Código de Salud, que contiene elemen-tos sobre el VIH-SIDA. Entre 1994 y 1998 se refor-zó la respuesta nacional, organizando una estruc-tura técnico-administrativa dirigida a potenciar las

capacidades de desarrollo gerencial, la normaliza-ción de la atención, la participación multisectorial y la vigilancia epidemiológica de segunda generación para una mejor caracterización del problema. Asi-mismo, se inició el trabajo en aspectos de derechos humanos, aunque en forma limitada.

No obstante, el Plan Estratégico Nacional de Lu-cha contra el SIDA 1998 - 2002 que resultó de ese esfuerzo, aunque propició una más amplia partici-pación multisectorial, no logró incorporar a los acto-res claves del proceso, especialmente a las personas viviendo con el VIH-SIDA (PENSIDA II, p. 7).

A diferencia del anterior, el PENSIDA II 2003-2007 fue elaborado considerando una amplia participa-ción de todos los actores involucrados, siguiendo además en términos de planificación estratégica las directrices emitidas por ONUSIDA en 1998. Según la planificación establecida hasta el año 2007, el PENSIDA II se enfocará en las siguientes diez me-tas de impacto:

Metas de impacto del PENSIDA II (2003 - 2007)

• Reducir en 25% la incidencia de VIH en jóvenes de ambos sexos de 15-24 años.

• Disminuir en 50% la tasa de transmisión de VIH de madre a hijo (a).

• Disminuir a menos de 0.1% los casos de VIH-SIDA asociados a transmisión por vía transfusio-nal.

• Reducir en 50% la mortalidad de las PVVS.

• Disminuir en 25% la mortalidad por VIH-SIDA en mujeres en edad reproductiva.

• Incrementar la esperanza de vida de las PVVS de 31 a 45 años por lo menos.

• Disminuir en 50% el número de hospitalizaciones asociadas al VIH-SIDA.

• Reducir en un 70% la incidencia de la sífilis con-génita.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200768

• El 95% de los jóvenes de ambos sexos de 12-24 años tendrán conocimiento adecuado sobre trans-misión y prevención de VIH.

• El 90% del personal de servicios de salud tendrá actitudes positivas hacia las PVVS.

Fuente: Ministerio de Salud, 2003.

Para avanzar en el cumplimiento de estas metas, se han establecido cinco áreas estratégicas muy bien definidas, cada una con sus respectivos objetivos específicos:

1. Promoción de la salud sexual y reproductiva.

2. Atención integral.

3. Gestión y coordinación de políticas sociales.

4. Promoción y defensa de los derechos humanos.

5. Investigación científica.

Por otra parte, el PENSIDA pretende aplicar una política equilibrada que balancee el enfoque en la atención con la prevención, con el objetivo de ra-cionalizar los esfuerzos y escasos recursos. Por tal razón, se han definido las siguientes poblaciones meta:

• Adolescentes de ambos sexos.

• Personas viviendo con el VIH-SIDA.

• Madres e hijos (as) afectados por el VIH-SIDA.

• Garífunas y otras etnias.

• Población trabajadora, con énfasis en maquilas.

• Trabajadoras comerciales del sexo.

• Hombres que tienen sexo con hombres.

• Población privada de libertad.

• Niños huérfanos afectados e infectados.

• Niños (as) de y en la calle.

• Poblaciones móviles.

La definición de áreas estratégicas de trabajo, obje-tivos, metas claras y realistas, y la focalización de grupos específicos, son el resultado de un análisis completo y riguroso de la capacidad de respuesta del país, dadas las limitaciones de recursos y la necesidad de enfrentar colectivamente el problema. De tal forma, Honduras ha sido el primer país latino-americano que logra ser aceptado en la iniciativa «Fondo Global VIH-SIDA, Tuberculosis y Mala-ria».

El fin de este fondo es atraer, administrar y desem-bolsar recursos adicionales a través de una nueva sociedad público-privada, que hará una contribución sostenible y significativa para la reducción de las infecciones, enfermedades y muertes, mitigando el impacto causado por el VIH-SIDA, la tuberculosis y la malaria en países que lo necesitan, contribuyendo con ello a la reducción de la pobreza, como parte de los objetivos de la Cumbre del Milenio.66

Sin embargo, como señala el Informe de ONU para Honduras del año 2002, es indispensable lograr una mayor coordinación de las tres instancias invo-lucradas en la estrategia nacional de lucha contra el SIDA: CONASIDA, que tiene el mandato de coordinar la formulación de la política al respecto; el Foro Nacional, como instancia de coordinación multisectorial; y por último, la fundación creada por el gobierno en el mes de diciembre del 2002, encar-gada de implementar el Proyecto del Fondo Global. El PENSIDA II tiene el desafío de repensarse a la luz de los nuevos desafíos que la enfermedad le presenta al país, entre los cuales se cuenta el de la

66 Secretaría de la Presidencia, Gabinete Social. Hacia una nueva política social. Marco conceptual, metodológico y operativo para la implementación de la ERP, p. 11.

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niñez infectada y afectada de otras maneras. Enfren-tar estos nuevos retos implica incorporar estrategias emanadas de experiencias internacionales que han tenido un alto impacto, partiendo de un análisis rea-lista de las posibilidades y capacidades nacionales.

Hacia un enfoque integrado del VIH-SIDA para proteger los derechos de la niñez

El marcado incremento de la epidemia en el país, y los ingentes esfuerzos por generar un marco legal e institucional ampliamente participativo, son antece-dentes que remiten a la necesaria identificación y concentración en áreas prioritarias, con estrategias inteligentes, integrales, integradas y eficaces de lu-cha contra el VIH-SIDA.

Se precisa una intervención paralela en varios pla-nos de prioridad. El mayor nivel de vulnerabilidad

de la población joven con respecto al VIH-SIDA, asociado con la falta de una actitud adecuada de esta población que evite conductas de riesgo, sugieren que la prevención es una acción fundamental. Por tanto, es necesario evaluar si los planes y programas actuales están considerando este aspecto con el rigor requerido, especialmente en lo que se refiere a la educación de las mujeres jóvenes.

La experiencia internacional provee de un gran número de estrategias y herramientas útiles y efec-tivas para este propósito. Diferentes instancias y foros internacionales han procurado presentar una respuesta adecuada a la expansión de la pandemia de VIH-SIDA, enmarcada en la protección y realiza-ción de los derechos del niño. Su práctica ha contri-buido a definir un conjunto de prioridades interrela-cionadas, como se observa en el siguiente esquema.

Prioridades integradas para combatir el VIH/SIDA, considerando como foco integrador los derechos humanos de la niñez

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200770

La situación de la población en edad de procrear infectada por el VIH-SIDA es también un asunto de vital prioridad en el país, por los altos niveles de transmisión vertical y las persistentes altas tasas de natalidad.

Tal como lo expresa el Informe Sobre la Epidemia Mundial de SIDA, 2002, «prevenir la transmisión del VIH de una mujer VIH-positiva a su hijo es fac-tible y relativamente barato» (p. 131). Todo radica en la dinámica de estrategias prontas y efectivas. Por tanto, una estrategia orientada a este sector de población debe combinar la prevención con los cui-dados especializados y atenciones del caso.Los otros dos planos de prioridad se enfocan so-bre la atención, al procurar un apoyo directo a las

familias en las que niños y/o padres viven con la enfermedad. Particular importancia adquiere, en este sentido, la más irrestricta defensa de los derechos humanos de los afectados.

Del mismo modo, los niños huérfanos y afectados por el VIH-SIDA, que según proyecciones de orga-nismos especializados podrían llegar a 27,000 a finales del presente año en el país, demandan un enfoque especial de atención. El hecho de que el PENSIDA II no haya incluido explícitamente este plano indica la necesidad de un trabajo más acucio-so de programación, considerando las experiencias obtenidas en otras partes del mundo, y la necesidad

«Desde que me gradué de la universidad, funda-mos junto con mi pastor y otras personas de la iglesia, una clínica médica para atender a las familias pobres, en la que tuve la oportunidad de brindar amor y cuidados a muchas perso-nas. Allí conocí al que sería mi esposo.

En ese entonces había muchas noticias en Honduras relacionadas con la epidemia del VIH/SIDA y el impacto que estaba teniendo. Como yo era enfermera, le propuse a mi pareja que nos hiciéramos el examen de VIH, el cual nos salió negativo.

Nos casamos. El primer año alquilamos nuestra casa. Él trabajaba como mecánico y yo como enfermera. Asistíamos a la iglesia y ambos servíamos en ella. Salí embarazada y tuve mi primer hijo. Trece días después de haber nacido mí bebé, mi esposo cayó grave, con fiebre, pérdida de peso, y diarrea. A los seis meses de enfermedad, le hicieron la prueba del VIH y resultó positiva.

Ana Yolanda, un ejemplo de solidaridad y apoyo en la lucha contra el VIH/SIDA. Hoy día trabaja con la organización Génesis, que recibe el respaldo de coo-perantes para cuidar de las niñas y niños huérfanos por el VIH/SIDA.

Mito: El SIDA es un castigo de Dios

La historia de Ana Yolanda

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Todos nuestros sueños y planes de vida se desmoronaban delante de nuestros ojos. Mi bebé y yo también teníamos que hacernos el examen. Solo yo resulté positiva… Me sentía triste y sola. No me atrevía a contarle este problema a mi pastor, especialmente porque los diarios pregonaban que el VIH/SIDA era una epidemia de los hombres que tenían sexo con otros hombres y de las trabajadoras comerciales del sexo.

Asimismo, en mi iglesia había muchos mensajes afirmando que esta epidemia era un castigo de Dios hacia los pecadores. En consecuencia, a pesar de que durante muchos años el ayuno y la oración fueron la fortaleza de mi vida, dejé de hacerlo. Me solté de Dios.

He oído a mucha gente manejar por lo menos tres falsos conceptos del porqué las personas adquieren el VIH/SIDA: uno, porque Dios nos envía sufrimiento; dos, porque Dios castiga con enfermedades a los pecadores; y tres, porque el sexo es pecado, sin importar cómo se practi-que. Creo que están errados, porque el mensaje de Dios es sencillo: es de perdón, sanidad, fe, esperanza y amor.

En Juan 3:16 dice que todo aquel que en él cree tiene vida eterna. Eso incluye a todas las personas, y los que tienen SIDA también, pero que depositan su fe en él.

Me niego a creer que la Biblia afirme que la voluntad de Dios es que suframos. La pobreza, la muerte, la violencia, la opresión, la injusticia, la discriminación, el rechazo, el hambre, las enfermedades no provienen de Dios.

Durante su ministerio terrenal, Jesús comía con hombres y mujeres pecadores, y la gente compartía su casa con él, tocaba a los enfer-mos, les daba confianza y a muchos de ellos los sanó. Atender con amor y vivir con los que padecen de VIH/SIDA es testimoniar el toque sanador de Jesús.

Yo he aprendido a confiar en Dios y ver su gra-cia en mi vida, porque a pesar de las circuns-tancias, él me dio la oportunidad de casarme otra vez, varios años después de la muerte de mi primer esposo, lo cual significó una nueva lucha en mi vida. La gente se encargó de decirle a mi futuro esposo mi diagnóstico.

Tuve un hijo con mi nuevo esposo. En esta ocasión tomé tratamiento para prevenir la trans-misión del VIH, y mi hijo no resultó infectado. Debo agradecer a las organizaciones y personas que en Honduras impulsan esta iniciativa para los niños; yo me convertí en una activista del pro-grama de transmisión perinatal del VIH/SIDA.

He decidido no ocultar mi condición. Me gusta dar la cara. Si no lo hacemos, sufrimos más y la gente es capaz de ignorarnos por completo. Ahora participo como conferencista en diversos medios de comunicación, eventos, instituciones educativas e iglesias; apoyo los programas de ni-ñez huérfana y personas que viven con VIH/SIDA.

Dios usa mi testimonio para enseñarle a la niñez, juventud y las mujeres de mi país sobre la preven-ción del VIH/SIDA. Para mí, a estas alturas de mi vida, el SIDA no es muerte, es un reto. Y definiti­vamente no, el VIH no es un castigo de Dios. Lo que Dios castiga es la injusticia… y la falta de amor entre la gente.

A pesar del VIH, puedo vivir como una mujer normal. Puedo ser esposa, madre, hija, hermana y me desempeño en un trabajo como cualquier otra persona. Pienso vivir con el virus ocho años, por lo menos, y que Dios me tenga bien, es porque su bondad es grande para conmigo. Además, todavía hay mucho que hacer.»

Con tratamiento, Ana Yolanda evitó transmitirle el VIH a su hijo. Hoy, es una activista en la lucha contra el VIH/SIDA, y trabaja por la niñez huérfana y en el Programa de Transmisión Ver-tical Madre a Hijo.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200772

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POL ÍT ICAS ESTATALES Y ROL DE LA SOCIEDAD C IV IL 73

6.1 Marco de políticas estatales para el desarrollo humano sostenible

El Pacto por la Infancia, la Adolescencia y la Juventud

El 20 de octubre de 2005, los cinco candidatos que participaron en las elecciones presidenciales del 27 de noviembre de ese mismo año –Juan Almendares Bonilla, del Partido Unificación Democrática, UD; Juan Ramón Martínez, del Partido Demócrata Cristiano de Honduras, PDCH; Carlos Sosa Coello, del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata, PINU-SD; Porfirio Lobo Sosa, del Partido Nacional de Honduras, PN; y Manuel Zelaya Rosales, del Partido Liberal de Honduras, PL– firmaron el Pacto por la Infancia, la Adolescencia y la Juventud de Honduras.

El documento establece que los candidatos asumen su «…desafío histórico de priorizar la inversión en la infancia, adolescencia y juventud de Honduras como el eje central de la acción del Estado» y se comprometen «…de forma seria, honesta y res­ponsable a impulsar políticas públicas en carácter de políticas de Estado».67 Para ello acordaron 32 puntos que reafirman los principales compromisos ya suscritos por el país, tanto en el plano nacional como internacional. El pacto implica el «compro­miso de liderar una alianza entre el gobierno, los partidos políticos, la sociedad civil, el sector privado y la cooperación internacional, a fin de cumplir y hacer cumplir todos y cada uno de los compromisos suscritos».

Este acuerdo fue el resultado de un intenso proceso de sensibilización, capacitación y abogacía, en el

que participaron numerosas instancias de la socie­dad civil, partidos políticos, diversas instituciones del Estado y tres agencias de Naciones Unidas (UNICEF, UNFPA y OPS), unidas en un programa interagencial.

El último punto del pacto establece la integración de «una comisión de seguimiento conformada por la sociedad civil, de los partidos políticos, el sector privado y la cooperación internacional; y rendir informes anuales sobre el cumplimiento del presente pacto». Dicha comisión está en proceso de integra­ción, con el impulso de la Alianza por la Infancia, la Adolescencia y la Juventud creada con la participa­ción de los actores que impulsaron el Pacto.

Similares pactos fueron suscritos en el ámbito local por los candidatos a alcaldes de veinte de los muni­cipios más importantes del país.

Estos pactos, con sus instrumentos de implementa­ción y seguimiento, suponen una oportunidad histó­rica de coordinar esfuerzos y recursos entre diferen­tes fuerzas políticas, actores sociales e instituciones públicas nacionales e internacionales.

La Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP)

La ERP se concentra en seis programas principales, cada uno conformado a su vez por subprogramas específicos, tal como se presenta en el cuadro 14.Los subprogramas y proyectos específicos orienta­dos a la niñez en el marco de la ERP se encuentran esencialmente en los componentes referidos a agua y saneamiento del Subprograma de Mejoramiento

6. Políticas estatales y rol de la sociedad civil, pilares del desarrollo humano sostenible

67 Pacto por la Infancia, la Adolescencia y la Juventud de Honduras, 20 de octubre de 2005.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 200774

de las condiciones sociales en el área rural; en el Programa Invirtiendo en Capital Humano; y en el Programa Fortaleciendo la Protección Social para Grupos Específicos. El cuadro 15 muestra la priori-dad que se le ha dado al componente de inversión en capital humano durante el período de implementa­ción de la ERP.

Entre 2002 y 2004 se han dado pasos importantes en cuanto a la institucionalización de la ERP: «co-mo resultado, se cuenta actualmente con un marco

institucional bien definido; se han establecido los mecanismos de focalización de la ERP y su interfase con el proceso de descentralización de medidas de política, proyectos e indicadores de la ERP. Los as­pectos más sobresalientes de dicho marco, incluyen la definición de funciones del Gabinete Social, la instalación del Consejo Consultivo, la creación del Grupo Técnico Interinstitucional y la constitución del Fondo para la Reducción de la Pobreza».68

La ampliación a 12 del número de representan­

Cuadro No. 14. Principales programas y subprogramas de la ERP 2003

Fuente: Documento actualizado de la ERP. Secretaría de la Presidencia, República de Honduras. junio 2003.

68 República de Honduras, Secretaría de la Presidencia, Documento actualizado de la ERP, junio 2003, párrafos 99 y 100.

Programas SubprogramasFortaleciendo la inversión y mejorando su eficienciaMejorando acceso competitivo a mercados internacionales1 Acelerando el crecimiento

económico equitativo y sostenible Apoyo al desarrollo de sectores de alto potencial productivo

Mejorando la equidad y seguridad en el acceso a la tierraDesarrollo sostenible en zonas prioritariasMejorando la competitividad de la pequeña economía rural

2 Reduciendo la pobreza en laszonas rurales

Mejorando las condiciones sociales en el área rural

Desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresaDesarrollo de ciudades intermediasApoyo a la vivienda de interés social3 Reduciendo la pobreza urbana

Acceso a servicios básicos en áreas prioritarias

Mayor cobertura y calidad en educaciónMayor y mejor acceso a servicios de salud4 Invirtiendo en capital humanoRiqueza cultural e identidad nacional

Redes de seguridad socialEquidad e igualdad de género5 Fortaleciendo la protección

social para grupos específicos Desarrollo de los pueblos étnicos

Fortaleciendo la transparencia y la democracia participativaFortaleciendo la justicia y seguridad ciudadanaModernización de la administración pública ydescentralización

6 Garantizando la sostenibilidadde la estrategia

Mejorando la protección del ambiente y la gestión de riesgos

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POL ÍT ICAS ESTATALES Y ROL DE LA SOCIEDAD C IV IL 75

tes de sectores de la sociedad civil en el Consejo Consultivo de la ERP supone un reconocimiento del gobierno a la necesidad de la participación ciudada­na que garantice la sostenibilidad de la estrategia, la transparencia y el uso eficiente de los recursos asignados.

La reducción de la pobreza constituye el principal desafío de país. Existe un consenso en cuanto a que el crecimiento económico no resuelve ese problema por sí mismo. Sin embargo, el crecimiento de la riqueza en términos de ingreso –así como su distri-bución– es una condición esencial para sacar a las familias de la situación de pobreza a través de un empleo digno. Los bajos ingresos, los bajos niveles de calificación, la baja productividad del trabajo, conforman un círculo vicioso que impide al país aprovechar sus ventajas competitivas a favor de un mayor desarrollo e inclusión social.

Por otra parte, ha habido un proceso de consul­ta municipal, encabezado por la Secretaría de Gobernación, que ha dado como resultado la for­mulación de 295 Planes Estratégicos de Desarrollo Municipal, que servirán de insumo para la asigna­ción de recursos del alivio de la deuda externa en el marco de la ERP.Más recientemente, y dado que el país alcanzó el

punto de culminación en el marco de la iniciativa HIPC, en marzo de 2005, se han implementado procesos tendientes a hacer más transparentes las asignaciones presupuestarias de la ERP y, funda­mentalmente, a delimitar el grado de participación efectiva de los distintos actores en la determinación de las necesidades y prioridades.

El Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (IHNFA)

A partir de la adhesión y ratificación por parte de Honduras de la Convención sobre los Derechos del Niño, el país ha hecho esfuerzos significativos en materia legal e institucional. La aprobación del Código de la Niñez y de la Adolescencia en 1996; la ratificación posterior del Convenio OIT 182 sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil; y la ratificación de los Protocolos Facultativos de la Convención referidos a Explotación Comercial de la Niñez y de la Participación de Niños en Conflictos Armados, son prueba de ese proceso.

En el ámbito institucional relativo a niñez, el avan­ce más trascendente de los noventa fue la creación del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (IHNFA), a través del Decreto Legislativo N.º 199-

Cuadro No. 15. Gasto de la ERP por componentes (en millones de lempiras nominales), 2005

1/ Estimado con base en información de la Secretaría de Finanzas.Fuente: Elaboración propia, con base en el Tercer Informe de la ERP, 2004, y datos de presupuesto, SEFIN 2005.

Componente 2000 2001 2002 2003 2004 20051

Acelerando el crecimientoeconómico 13,9 27,5 1,3

Reduciendo la pobrezarural 1083,1 1543,5 1124,8 1184,3 1478,8 1174,8

Reduciendo la pobrezaurbana 699,6 486,9 482,1 792,5 787 1597,8

Invirtiendo en capitalhumano

3869,2 4519,1 5014,7 5640,8 6484,4 7372

Protección para gruposespecíficos 406,6 482,9 374,5 406,2 473,6 1070,7

Garantizando lasostenibilidad de la ERP 1239,8 1722,8 1160,8 1217,5 2105,1 1876,7

Total 7298,3 8755,2 8156,9 9255,2 11356,4 13093,3

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97, de diciembre de 1997. El IHNFA es una entidad de desarrollo social especializado y con carácter autónomo. Sus atribuciones son:

a) Formular y ejecutar políticas de Estado en las áreas de niñez, adolescencia y familia.

b) Promover el conocimiento y respeto general de los derechos de la niñez.

c) Coordinar la participación institucional y de diversos actores sociales en la protección integral de la niñez y la familia.

d) Establecer un sistema de servicios y medidas alternativas al internamiento.

e) Impulsar y apoyar la participación ciudadana y comunitaria en la construcción de un sistema de oportunidades para la niñez y la familia.

En la actualidad, el IHNFA tiene serias dificultades para alcanzar los objetivos para los que fue creado. Carece del liderazgo institucional necesario para hacer frente a su rol de ente rector de políticas públi­cas para la infancia. Su funcionamiento actualmente se caracteriza por:

a) Ser ejecutor de proyectos con alcance puntual, alto costo y bajo impacto.

b) Su escasa participación y ausencia de liderazgo en la promoción de políticas públicas que favo­rezcan a la niñez y la familia.

c) Baja capacidad para garantizar el cumplimiento de los derechos de la niñez en los proyectos que desarrolla directamente y en los que llevan a cabo los organismos no gubernamentales y gobiernos locales.

d) No contar con una política institucional clara respecto a estándares de calidad de los servicios que ofrece y de aquellos que debe apoyar técni-camente a nivel nacional.

e) Contar con un presupuesto muy limitado para

llevar a su función de ente rector, coordinador y supervisor de políticas y acciones a favor de la infancia y la familia.

Para que el IHNFA retome el propósito para el cual fue creado, es decir, la conducción efectiva de po­lítica pública orientada a niñez y adolescencia, es necesario:

a) Fortalecer su institucionalidad como ente rector y no ejecutor de programas y proyectos.

b) Otorgar los recursos necesarios para el cumpli-miento de los mandatos para los cuales está facultado.

c) Facilitar e impulsar desde el IHNFA un sistema nacional de protección integral de la niñez que logre una efectiva coordinación entre actores y sea articulado a nivel de instancias públicas y de sociedad civil.

d) Identificar y apoyar técnicamente a los orga­nismos locales que deben asumir la dirección y administración de proyectos de atención directa a la niñez.

e) Enriquecer los enfoques de intervención y gestión del IHNFA en función del principio de integra­lidad de las acciones a favor de la infancia, con enfoque de derechos.

Finalmente, es de gran importancia establecer un vínculo institucional entre la ERP, en cuanto a las iniciativas a favor de la infancia, y el IHNFA, como entidad responsable de políticas públicas a favor de este sector de la población.

El papel de los municipios y las comunidades

Los procesos de descentralización tienden a fortale-cer la participación de la población en las comu­nidades como agentes del desarrollo local. En el marco de la Ley de Municipalidades se han creado los Consejos de Desarrollo Municipal (CODEM) y

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POL ÍT ICAS ESTATALES Y ROL DE LA SOCIEDAD C IV IL 77

los Consejos de Desarrollo Departamentales, orga­nismos que respaldan el trabajo de las corporaciones municipales y a su vez pueden crear subcomisiones para analizar y proponer acciones para cada área de trabajo.

El Pacto por la Infancia, firmado en 1994 y ratifi­cado en 1998 por la nueva generación de alcaldes, constituye una orientación importante de la política municipal, y un valioso respaldo local a las defenso­rías municipales de la niñez.

La población ha encontrado en los cabildos abiertos un instrumento de participación sumamente influ­yente, en cuyo seno se han priorizado necesidades a satisfacer o proyectos por financiar. En algunos municipios, la selección de personas para desempe­ñar la Defensoría Municipal de la Niñez también se ha realizado en cabildo abierto.

El Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas ha visto con mucho optimismo la cons­titución de la red de Defensores Municipales de la Niñez, por cuanto implica fortalecer la partici­pación de las municipalidades en la aplicación y supervisión de los derechos de la niñez. No obstan­te, es preciso definir un marco legal que respalde y precise sus funciones, ya que hasta ahora, la varia-bilidad en cuanto a los mecanismos de elección y soporte les resta estabilidad, lo cual afecta su efi­ciencia en el desempeño de sus funciones.

Las reformas a la Ley de Municipalidades incluyen el nombramiento de los Comisionados Municipales de Derechos Humanos, dejando pendiente la coor-dinación del trabajo con las defensorías munici­pales de la niñez. Lo importante, sin embargo, es avanzar en una estrategia que permita utilizar los mecanismos legales e institucionales para promo-ver y afianzar figuras que tiendan a impulsar los es­fuerzos en pro de la garantía y desarrollo pleno de los derechos de los niños, niñas, y adolescentes.

6.2 La sociedad civil y los derechos de la niñez y la adolescencia

Organizaciones no gubernamentales y organizaciones privadas de desarrollo, actores claves para la realización de los derechos de infancia

Antes de la década de los ochenta, la sociedad civil hondureña se organizaba alrededor de temas genera­les como el retorno a la democracia, la reforma del Estado y el desarrollo nacional. Las organizaciones de mayor presencia representaban a los sectores de la empresa privada, obreros, campesinos y partidos políticos.

Desde el inicio de la década de los ochenta, las organizaciones de defensa de los derechos humanos asumieron un rol predominante ante el accionar del Estado, particularmente en el campo de los derechos civiles y políticos, así como el derecho a la vida y a la integridad personal. Paulatinamente, a estas organizaciones se sumaron otras que ampliaron su ámbito de acción a temas específicos como la lucha contra todas las formas de discriminación contra la mujer, las etnias, la niñez y la protección del medio ambiente.

En los años noventa, el papel de la sociedad civil se extendió al ámbito de participación activa en la interlocución con el Estado, haciendo labor de incidencia política y apoyando procesos de interés social. El proceso de elaboración del Código de la Niñez y la Adolescencia (1992-1996) fue una de las primeras experiencias legislativas altamente partici­pativas, que posteriormente sirvió de ejemplo para abrir espacios de comunicación entre el gobierno y la sociedad civil en esta y en otras materias.

Según datos proporcionados por la Federación de Organizaciones Privadas de Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH) y otros incluidos en el Análisis de situa­ción de la­ infa­ncia­, mujer y juventud de 1998

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(SETCO-IHNFA-UNICEF), para finales de la déca­da de los noventa existían en el país unas 301 or­ganizaciones no gubernamentales y organizaciones privadas de desarrollo, de las cuales sólo unas 91 estaban afiliadas a la Federación; ello evidenciaba un alto grado de desarticulación entre ellas.

Si bien los registros no permiten un análisis muy pormenorizado, alrededor del 33% del total esti­mado de ONG se dedicaban a temas de educación; un 26% a temas de salud; y un 16% a temas tan diversos como vivienda, infraestructura sanitaria, electrificación y letrinización. Cuando el análisis se focalizó sobre grupos específicos, un 15% de las ONG señaló orientar su trabajo hacia mujeres, un 12% a niños y niñas, y sólo un 2% a jóvenes.

Un estudio reciente sobre la sociedad civil hondu­reña analiza un total de 451 organizaciones de la sociedad civil (OSC). De ese total, se obtuvo infor­mación detallada de unas 328 organizaciones, e in­formación sólo general de 123.69 El estudio muestra un alto grado de concentración de las organizaciones alrededor de las dos ciudades más importantes del

país, Tegucigalpa y San Pedro Sula; 69% de ellas se encuentran en el departamento de Francisco Mora-zán, y 12% en el departamento de Cortés.

El estudio incluye a las organizaciones que traba­jan por los derechos de la infancia, derechos de los jóvenes, género y mujeres, entre las OSC de «de­fensa y ampliación de derechos». El estudio expresa que «más recientemente han comenzado a crecer las organizaciones y coordinaciones abocadas a la promoción de los derechos de la niñez, denuncia del trabajo infantil y combate del abuso y violencia contra los niños. Las organizaciones juveniles son más limitadas, donde un movimiento estudiantil casi inexistente no encuentra contrapeso en organizacio­nes de participación juvenil de otro tipo».70

De 251 OSC encuestadas, el 25%, es decir, 63, se dedican al tema de la infancia, y el 29% (74) a temas referidos a la juventud. La mayoría de las or­ganizaciones de la sociedad civil que trabajan por la niñez ejecutan acciones concretas de apoyo a grupos vulnerables (niñez en situación de calle, abandono, orfandad, maltrato y desnutrición), o cubren áreas

69 ASDI - BID, Mapeo y caracterización de la sociedad civil en Honduras. Informe final. Tegucigalpa, 1 de abril de 2002, p. 21.70 Ídem, p. 45.

Existen bloques importantes de la sociedad civil organizada que expresan planteamientos a favor de la niñez e inciden en la toma de decisiones en esta materia.

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POL ÍT ICAS ESTATALES Y ROL DE LA SOCIEDAD C IV IL 79

de trabajo que de otra manera estarían abandonadas, como la educación especial a niños y niñas discapa­citados y la educación preescolar no formal.

Algunas organizaciones han enfocado importantes es­fuerzos a los espacios de interlocución con el gobierno y a la incidencia política. FOPRIDEH, la Coordinadora Interinstitucional Pro Derechos del Niño y la Niña (COIPRODEN) y la Asociación de Organizaciones No Gubernamentales (ASONOG), representan bloques importantes de la sociedad civil organizada que expre­san planteamientos a favor de la niñez e inciden en la toma de decisiones en esta materia.

Cabe destacar que la participación de las organiza-ciones privadas a favor de la niñez ha sido prota­gónica en el proceso de elaboración del Código de la Niñez, del Plan Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil. Asimismo, han promovido inicia­tivas legislativas de fortalecimiento de la seguridad pública. Por otra parte, han elaborado informes de la sociedad civil sobre la situación de los derechos de la niñez y el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, que se presentan al Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas.

Finalmente, es importante hacer notar que legal­mente se han creado espacios de coordinación y participación de la sociedad civil con numerosas ins­tituciones gubernamentales, bajo la figura de entes consultivos que apoyan la definición de políticas y estrategias institucionales. El nivel de participación en este campo es muy variado y en algunos casos, las instituciones públicas no acuden con periodi­cidad a sus órganos consultivos. Sin embargo, la creación del espacio es un avance valioso que debe ser fortalecido.

Entre las instituciones públicas que poseen órganos consultivos se encuentran el Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (Consejo Consultivo), la Secretaría de Seguridad (Consejo Nacional de Seguridad Interior) y el Ministerio Público (Consejo Ciudadano).

Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de derechos de la niñez, como el Foro

Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH); INTERFOROS (cuyo papel proposi­tivo en el plan de reconstrucción y transformación nacional posterior al Huracán Mitch fue muy re­levante); el Foro Nacional para las Migraciones (FONAMIH); la Red de Juventud; y el Foro Nacio-nal de Convergencia (FONAC), han asumido seria­mente el esfuerzo de participación en espacios de interlocución con el gobierno, bajo la perspectiva que los temas generales del país influyen conside-rablemente en el bienestar de la niñez y en el nivel de proliferación de personas dentro de los grupos de mayor vulnerabilidad.

Entre las ONG que promueven los derechos de la infancia, se destaca COIPRODEN, la cual reúne a un numeroso grupo de instituciones que se coor­dinan para articular sus programas y movilizar a otros actores en favor de los derechos de la infan­cia. La Alianza por la Infancia, la Adolescencia y la Juventud, se está convirtiendo en un espacio de diálogo e interacción de actores de diferentes sec­tores (partidos políticos, gobierno, sociedad civil, comunidad internacional) que tienen en común su compromiso y preocupación por los derechos y el bienestar de las niñas niños y jóvenes del país.

Por otra parte, las ONG internacionales tienen un rol fundamental, por medio de sus programas de promoción y protección de los derechos de la niñez, como también sus acciones de fortalecimiento de la sociedad civil nacional, sensibilización y abogacía.

El rol central de los medios de comunicación en la promoción de los derechos de la niñez

Coincidiendo con la primera Cumbre Mundial a favor de la Infancia (1990), los medios de comuni­cación iniciaron un proceso de expansión sin pre­cedentes en Honduras. En apenas diez años, de una limitada oferta de medios escritos y televisivos, se pasó a una sociedad donde existen cuatro periódi­cos de circulación nacional (su cobertura diaria de lectores oscila entre 400 mil y 600 mil) y diversas revistas semanales y quincenales.

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Asimismo, hay alrededor de 20 canales de televisión con cobertura nacional, varias compañías de televi­sión regional de señal abierta, numerosos canales de televisión que transmiten en la banda de UHF y más de 200 estaciones de televisión por cable. Muchas de estas estaciones tienen su propio canal comu­nitario, rompiendo con el cuasi monopolio de las grandes estaciones de Tegucigalpa y San Pedro Sula, principales centros urbanos del país.

Las radioemisoras superan las doscientas a nivel nacional y constituyen todavía hoy, especialmente en el sector rural, donde según el Censo 2001 vive el 55% de la población hondureña, un medio de comunicación fundamental. Al analizar la progra­mación de esas radioemisoras, 69 califican como noticiosas, 88 musicales, 63 deportivas y 40 religio­sas. La cobertura de televisión abarca los núcleos poblacionales urbanos, la de radio es nacional, y la escrita influye en sectores de decisión política muy específicos.

El desafío comunicacional es poner a la par la ca­lidad de los contenidos con el acelerado desarrollo tecnológico observado. Una mayor cobertura, con enfoques informativos tradicionales, no logrará que los medios cumplan su responsabilidad social. Es importante tratar de estimular un periodismo de calidad en el manejo de la información que interesa a la opinión pública con relación a los derechos de la niñez.

Desde la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, celebrada el 30 de septiembre de 1990, UNICEF, en conjunto con un importante grupo de instituciones, ha mantenido un trabajo constante para lograr que el tema de la niñez y adolescencia se trate de forma correcta en los medios masivos de comunicación de Honduras.

Además de divulgar la situación del país, en varios casos con carácter de denuncia, se ha tratado de im­pulsar políticas, programas y proyectos a fin de prote­ger a la niñez contra la inseguridad física y social.

Se ha realizado una amplia labor de sensibilización de los medios sobre la cobertura periodística de los

temas de infancia y juventud. Se han organizado numerosos seminarios y talleres, involucrando a profesionales de todos los medios, como también a los propietarios de éstos. Muchos de ellos no habían advertido las repercusiones legales y sociales de la cobertura tradicional sobre la niñez y juventud.

Como resultado de esta labor de sensibilización y capacitación, el tratamiento de los medios masivos de comunicación en el tema de la niñez ha tenido cambios significativos. Los más relevantes son su progresiva toma de conciencia sobre la responsabili­dad social que tienen y el reconocimiento del dere­cho a la imagen y dignidad de la niñez y juventud. Este esfuerzo ha implicado un sistemático trabajo presentando a la opinión pública investigaciones, estadísticas e ilustraciones que ayuden a comprender mejor la situación de la niñez.

La mayor parte de la cobertura llama la atención a que se respeten los derechos de la niñez. Un espacio importante se dedica a la lucha contra las enferme-dades infantiles y las peores formas de trabajo infan­til. En el plano social, los temas de educación, salud y nutrición suelen ser de los más destacados. De igual manera los medios se refieren a otros aspectos sensiti­vos, como la explotación sexual de niños y niñas.

El camino recorrido no ha sido fácil. Varios medios influyentes de comunicación criticaron, a media­dos de la década de los noventa, la aprobación del Código de la Niñez y la Adolescencia. Dos eran las principales objeciones: una supuesta pérdida de la responsabilidad penal de los menores de 18 años infractores de la ley y una presunta pérdida de la autoridad paterna para corregir a sus hijos.

Diversos medios, electrónicos y escritos, acusaban a los jóvenes de ser responsables de los altos niveles de inseguridad existentes en el país. Desde diversos sectores de opinión se reclamaron medidas de con­trol social drásticas dirigidas a los adolescentes. El criterio de una presunta «impunidad de los jóvenes» tuvo que ser desmentido a través de mensajes con­tinuos, recordando que los menores de 18 años son sujetos de derechos, pero también de responsabili­dades, y que si cometen infracciones a la ley serán

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sancionados de acuerdo a la gravedad de la falta cometida y comprobada.

Para salir al paso de interpretaciones erróneas, las organizaciones defensoras de la niñez y adolescen­cia establecieron una agenda básica de derechos por promover a través de los medios de comunicación, entre ellos:

• Presunción de inocencia;

• Preservación de la identidad;

• Libertad de asociación; y

• Derecho al debido proceso judicial.

Uno de los primeros logros fue la no inclusión del nombre de los adolescentes en las noticias, y tapar sus ojos en las fotografías con un cintillo de color obscuro para dificultar su identificación. El cambio fue notorio, puesto que en el pasado la mayoría de las noticias, además de dar el nombre y presentar la fotografía del supuesto infractor adolescente, también informaban de su domicilio, nombre de sus familiares y otros detalles.

En el Informe sobre ejecuciones extra­judicia­les, suma­ria­s o a­rbitra­ria­s, presentado el 14 de junio de 2002 por la Relatora Especial de las Naciones Unidas, Sra. Asma Jahangir, se apunta que:

«Los medios de comunica­ción de Hondura­s tienen la­ pesa­da­ responsa­bilida­d de denuncia­r la­ violencia­ y pedir el fin de la impunidad por las ejecuciones extra­judicia­les de menores. Los medios de comuni­ca­ción y los funciona­rios del Esta­do, especia­lmente los que tienen más a­utorida­d, deben comunica­rse con los menores, escucha­rlos y ver lo que dicen a­ntes de a­dopta­r decisiones o de formula­r supo­siciones con respecto a­ ellos. Los medios de co­munica­ción, en cola­bora­ción con la­s a­utorida­des competentes, podría­n desempeña­r un pa­pel decisivo en la­ sensibiliza­ción de la­ pobla­ción y en el esta­ble­cimiento de una­ cultura­ de respeto de los derechos de los niños y a­dolescentes, en pa­rticula­r de su derecho a­ la­ vida­».

La cobertura de los medios de comunicación tiene aún mucho que mejorar en este tema. La judiciali-zación y criminalización que se hace de los jóvenes y adolescentes acusados de pertenecer a «maras» o pandillas les provoca daños sociológicos, sicoló­gicos, sociales y jurídicos que impiden encontrar propuestas adecuadas de solución al conflicto. Más positiva ha sido la evolución informativa de los medios con respecto a la situación social de la niñez y la juventud, respondiendo a un tra­bajo sistemático y creativo de divulgación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, los compromisos de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, del Pacto por la Infancia y del Plan de Acción Nacional a favor de la Infancia, Mujer y Juventud.

Una de las campañas más intensas y efectivas apoyadas por los medios fue exigir que todo niño privado de libertad estuviera separado de adultos en las cárceles; esta práctica, que era común, terminó desapareciendo.

Otro tema informativo constante es sobre la niñez trabajadora. Los medios ya comprenden este fe­nómeno como un tema importante, ligándolo a la pobreza y no sólo a presuntos malos tratos de los padres. En los últimos años se hizo énfasis sobre las peores formas de trabajo infantil, identificando los peligros y riesgos para el desarrollo de la salud a la que están expuestos. Las mismas organizaciones proveen a los medios de datos sobre casos específi­cos. Los escenarios de la información son diversos: en la industria, agricultura, sector formal e informal de servicios, en el servicio doméstico o en la explo­tación sexual.

La calidad de los trabajos de tipo social es cada vez mejor, con un periodismo de profundidad que le da rostro humano a las notas. Lo que en décadas an­teriores era excepcional, hoy es más constante. Por supuesto, implica un esfuerzo permanente, ya que el ejercicio de una libertad de expresión responsable es diario.

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La apertura de un espacio de calidad al tema de la niñez y la juventud favorece además a las organiza­ciones de la sociedad civil y autoridades, las cuales asumen la importante tarea de ser fuentes formado­ras de opinión pública para promover los derechos de este sector mayoritario de la población.

De forma general, se puede afirmar que los medios hondureños de comunicación tienen tres grandes te­máticas en las que se inscriben las notas, reportajes o comentarios sobre la niñez: supervivencia, desarro-llo y protección. (Ver Cuadro 16.)

Valorando desde un punto de vista más cualitativo que descriptivo la situación de los medios de comu­nicación de Honduras en la temática de la infancia, se desprenden una serie de desafíos relevantes para consolidar y ampliar los logros acumulados. Entre ellos están:

• Fortalecer una buena base de datos y análisis sobre la niñez y juventud desde una perspectiva estructural (salud, educación, empleo).

• Disponer de datos actualizados sobre las deman­das y aspiraciones de la niñez y juventud por edades, actividades y zonas en las que se desen­vuelven.

• Conocer mejor la dimensión cultural que marca las actitudes y comportamientos de la niñez y juventud hondureñas.

• Disponer de argumentos sólidos que contrarres­ten la imagen estigmatizada y distorsionada de la niñez y juventud en situación irregular.

• Hacer mayores esfuerzos por visibilizar a las niñas y mujeres jóvenes, víctimas de numerosos mecanismos de discriminación social.

• Mejorar la capacidad de las instituciones que trabajan con la niñez y juventud para convertirlas en fuentes informativas constantes y creativas, aprovechando los crecientes espacios tecnológi­cos en materia de difusión (canales comunitarios, boletines electrónicos, etc).

• Potenciar aún más el trabajo con redes infantiles de comunicadores, logrando un diálogo más fruc­tífero y horizontal con los padres y autoridades.

• Promover conocimientos y actitudes favorables hacia los derechos de la niñez.

Para potenciar el respeto, promoción y realización de los derechos de los niños, niñas y mujeres en el país, es necesario fortalecer el componente de co­municación en todas las instancias; los antecedentes expuestos forman una plataforma fructífera para lograrlo.

Cuadro No. 16. Temas relacionados con la niñez más frecuentemente tratados por la prensa nacional

Fuente: SEPROC, AP de Prensa. 2002-2005.

TEMÁTICAS TIPOS DE NOTAS INFORMATIVASSupervivencia Mortalidad infantil, enfermedades inmunoprevenibles, nutrición.Desarrollo Educación

ProtecciónNiños de comunidades pobres, niñez trabajadora, niñosdiscapacitados, niños en situación de calle, niños maltratados,adolescentes infractores, niños indígenas y de gruposindígenas, mujeres adolescentes

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POL ÍT ICAS ESTATALES Y ROL DE LA SOCIEDAD C IV IL 83

La voz de los niños, niñas y adolescentes: la importancia de participar

«No se tra­ta­ de pla­ntea­rse cómo sería­n la­s cosa­s si los niños pa­rticipa­ra­n, sino de cómo pa­rticipa­n; esa­ es a­hora­ la­ cuestión funda­­menta­l, cua­ndo ta­ntos millones de niños sufren a­ ca­usa­ del ha­mbre, la­s enfermeda­des o la­ explota­ción. Lo que a­hora­ nos corresponde mejora­r es la­ ca­lida­d de su forma­ de interrela­­ciona­rse, y de la­ forma­ en que todos los niños tienen de rela­ciona­rse con su entorno.»

UNICEF, Estado Mundial de la Infancia, 2003, p. 10.

Hay muchas maneras de implicar a la niñez y la juventud en el trabajo para el cambio, sea a nivel local o mundial. Sin embargo, no todas ellas consti­tuyen «participación», en sentido estricto. El diagra­ma de la «escalera de la participación» ilustra ocho niveles. El grado de valor educativo aumenta cada vez que se sube un peldaño de la escalera. Los tres peldaños inferiores no pueden considerarse en reali­dad como participativos.

La manipulación se da cuando los adultos usan a los niños y niñas para promover una causa que les afecta profundamente, pero sin ayudarlos a que comprendan dicha causa. Cuando los niños son usados como adorno, con frecuencia se les pide que se vistan de una manera determinada y actúen para apoyar el programa de un adulto, normalmente con el fin de provocar una respuesta emocional por parte de los adultos que los contemplan.

La política de forma sin contenido describe situacio­nes en las que se pide a los niños que hablen en las juntas o ante grupos de representantes elegidos, pero sin enseñarles nada significativo sobre el tema, sin que puedan expresar su posición o puedan consultar con sus pares, a quienes, se dice, representan.

Los cinco últimos peldaños de la escalera representan niveles crecientes de participación real y calidad de aprendizaje. Cada uno puede ser apropiado para el niño o la niña en un momento distinto, dentro del desa­rrollo progresivo de sus aptitudes de participación.

Asignados pero informados indica que, aunque no son ellos quienes deciden su participación, compren-den los fines del proyecto, quién ha decidido que ellos deberían estar involucrados y por qué.

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En el nivel consultados e informados, el proyecto está diseñado por los adultos, pero la opinión infan­til se toma seriamente en consideración durante todo el proceso de decisión. En los proyectos de decisión inicial de los adultos, compartida con los niños y niñas, éstos tienen una participación completa en la toma de decisiones, aunque con carácter consultivo.

Se ven difícilmente proyectos de decisión inicial y dirección de los niños, dado que pocos adultos están dispuestos a dejar en manos de los niños el control completo. Estos proyectos no llegan a implicar ver­daderamente a la comunidad, permaneciendo como algo marginal.

Los proyectos de decisión inicial de los niños, com­partida con los adultos, implican a éstos como ayuda para los fines que los niños se proponen: dirigién­dolos hacia los recursos necesarios, prestándoles apoyo para el desarrollo de las aptitudes necesarias y ayudándolos en la evaluación. Este tipo de rela­ción mejora el aprendizaje de los niños, establece un sentimiento de pertenencia común al proyecto y proporciona a los adultos la oportunidad de aprender del entusiasmo y creatividad de los más jóvenes.71

El reconocimiento del derecho a la participación es un gran paso en el marco de la doctrina que subyace a la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Implica aspectos concretos de quienes son afectados directamente en sus derechos cuando hay pobreza, no hay educación ni salud, y además no se considera la participación activa de quienes sufren estos problemas.

Honduras ha dado pasos importantes en esta ma­teria desde que suscribió el compromiso de la Convención Internacional. Sin embargo, queda mucho por hacer, tanto en lo que respecta a vigilar eventuales retrocesos en materia de fortalecimiento de los mecanismos de participación, como de poten­ciar aquellos que paulatinamente se vienen abriendo.

En el ámbito de una mayor participación de la niñez en la toma de decisiones en lo político y lo social,

se destacan en el país algunas experiencias exitosas, entre ellas, la Red de Comunicadores Infantiles, el Congreso Infantil y los Gobiernos Escolares.

Se ha logrado una amplia cobertura por parte de los medios de comunicación de las actividades realizadas para conmemorar el Día del Niño (10 de septiembre), en particular la instalación –por un día– del Congreso Infantil. Los «niños diputados» representativos de todos los departamentos del país, son entrevistados y se transmiten sus deliberacio­nes y principales acuerdos. Un público nacional sigue las reflexiones y propuestas de los pequeños legisladores.

El Congreso Infantil es una oportunidad singular para destacar las preocupaciones en torno al desarro­llo y los derechos de la niñez, y da oportunidad a los niños de utilizar medios que normalmente están bajo el control de los adultos.

UNICEF se concentra más en la labor de produc­ción y coproducción, y los espacios para difusión suelen ser aportación voluntaria de los medios. Un ejemplo interesante es Noticia­s de la­ Infa­ncia­, un suplemento divulgado a través de periódicos de gran circulación e influencia. UNICEF también produce documentales sobre temas específicos, estimulando la participación ciudadana para mejorar las condi­ciones de vida en las comunidades.

Uno de los logros más importantes en materia de participación ha sido la creación de las Redes de Comunicadores Infantiles, de las cuales funcionan más de 30 en todo el país. Esta iniciativa ha sido desarrollada en coordinación con la Secretaría de Gobernación y Justicia, las alcaldías municipales y UNICEF.

Las redes de comunicadores infantiles estimulan la participación directa e indirecta de niños y niñas a través de espacios de comunicación propios. Ellos se involucran tanto en la elaboración de los progra­mas como en su transmisión. Son niños hablando a niños, no adultos actuando como niños. UNICEF

71 Este texto ha sido adaptado de Apud, Adriana: «Enrédate con UNICEF», Tema 11: Participación infantil. http://www.enredate.org

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capacita a los niños en temas de radiodifusión y televisión, con ejemplos prácticos centrados en el derecho a la salud, educación, recreación y otros. En los programas se divulgan el Código de la Niñez y Adolescencia y la Convención de los Derechos del Niño, entre otros, presentándolos de forma creativa y de acuerdo a la edad e intereses de los protagonistas.

En los programas se fomenta el deporte y la cultura participativa, de tal manera que los niños y jóvenes canalicen las energías y ocupen su tiempo libre en actividades propias de su edad para su desarrollo físico y mental. Los adultos que acompañan a los niños en los programas lo hacen en condición de facilitadores, garantizando la libertad de acción y creación de los niños y brindándoles el apoyo logís-tico necesario.

Desde los espacios radiales o de televisión se apo­yan programas y proyectos escolares, se promue­ve el consumo de alimentos ricos en nutrientes y se informa sobre los servicios de prevención de enfermedades de transmisión sexual, como el VIHSIDA. En cada emisión, los niños se descubren a sí mismos como sujetos de derechos.

Otras voces

Son aún insuficientes las experiencias desarrolla­das en América Latina y El Caribe en la creación de espacios para una adecuada participación de los niños, niñas y adolescentes. Para que prevalezca el espíritu de la Convención de los Derechos del Niño, «el punto de vista y los intereses de niños y adolescentes deberían ser tomados en cuenta por los gobiernos, los organismos gubernamentales, las organizaciones sociales y, en general, por todas las instituciones y personas».72

La Red de Comunicadores Infantiles, en las voces de sus protagonistas

Comayagua

Los y las jóvenes del municipio colonial de Coma­yagua que formaron parte en el pasado de la Red de Comunicadores Infantiles recuerdan la expe­riencia con cariño, al tiempo que reconocen la influencia decisiva que el paso por ella ha ejercido en sus vidas, hasta el punto de que buena parte de ellos sigue vinculado al proyecto de una u otra manera.

Edwin Mejía, de 19 años, hoy capacita y asiste en la coordinación de las niñas y niños que se van incorporando a la red. Mejía reconoce que la experiencia le cambió la vida: «yo antes no sabía qué hacer con mi tiempo libre, ahora lo empleo de forma útil. Ni siquiera había participado nunca en la ejecución de las alfombras de aserrín para el Viernes Santo, ahora no me lo perdería», dice.

Él es testigo de la transformación que experi-mentan las niñas y los niños con los que trabaja diariamente desde la sede del Programa Municipal COMVIDA. Afirma que «se sienten protagonistas, líderes en su comunidad, lo que conlleva cierta responsabilidad para ellos y para mí también porque me siento facilitador de los cambios que experimentan, igual que como a mí me pasó. Además, se vuelven más obedientes y aplicados en los estudios».

Nacaome, Valle

Blanca Luz Umaña, de la Red de Comunicadores Infantiles de Valle, expresa:

«Lo que hacemos en la red de comunicadores es realmente importante porque nos ha dado la posibilidad de aprender nuestros derechos. A mí he ha enseñado a ser más participativa, se me ha quitado la timidez y el temor a la hora de hablar con adultos. También he mejorado la lectura, mi escritura y creo que me desenvuelvo con más sol­tura. He podido entrevistar a gentes humildes y también a altas autoridades. Además, he podido conocer a niños de otros departamentos y fui a Tegucigalpa al Congreso Infantil; allí las niñas y los niños diputados presentaron sus mociones y lo mejor fue que a la vuelta pude contarles a los demás mis experiencias». 72 UNICEF, Oficina Regional Para América Latina y el Caribe.

La voz de los niños, niñas y adolescentes de América Latina y El Caribe. Encuesta Regional, capítulo Honduras, 2000, p. 19.

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Los derechos de los niños que más mencionan cono­cer los niños, niñas y adolescentes en Honduras son: la educación (62%), el derecho a no ser maltratado (43%), a la salud (42%), y a ser querido (30%). El 64% señala que va a la escuela «para aprender»; el 35%, para tener una profesión; el 33%, para «ser alguien en la vida». Dentro de las preocupaciones que más afectan a los niños hondureños están: que le vaya mal en los estudios (54%), y las discusiones o peleas en la familia (35%).

En el año 2005, UNICEF auspició un estudio sobre conocimientos, actitudes y prácticas en niños y ni­ñas con edades comprendidas entre los 7 y 12 años de edad. Algunos de los resultados nos dicen que el 35% de la población infantil entrevistada conoce sus derechos. Entre éstos, los más mencionados son el derecho a estudiar (26.3%), a poder jugar (14.1%) y a tener alimentos (9%). El 66.7% afirma haberlos aprendido en la escuela, y el 23.2 en la casa.

El 93% de los niños y niñas manifestaron que sus derechos se cumplen en sus casas; 88%, en la escue­la; 60%, en sus comunidades; y sólo 39% considera que en el país se aplican sus derechos. Cuando se les preguntó cuáles de los derechos que conocen no se respetan en Honduras, el 16% respondió que su derecho a la educación. El 14% de los entrevistados trabaja, el 46% de ellos en la agricultura. Los princi­pales motivos para trabajar son: ayudar a la familia (33%), e interés propio (otro 33%). Por otro lado, el 37% de los niños y niñas participantes en la encues­ta mencionaron haber recibido algún tipo de casti­

go en el último mes. En cuanto al tipo de castigo, dijeron que pegarles con la faja (38%) e hincarlos (15%). Según los encuestados, las relaciones tienden a ser mejores con las madres que con los padres. No obs­tante, las razones para calificar de regulares, malas o muy malas las relaciones con sus progenitores, son similares y están referidas a regaños e injusticia, o bien directamente conductas agresivas. De hecho, uno de cada cuatro entrevistados señala que en su hogar se producen escenas agresivas o violentas, como gritos y golpes (26%). En cuanto a los valores más reforzados por las familias, dijeron: «ser ho­nesto/no mentir» (59%), «respetar lo ajeno/no robar (48%), «respetar al otro» (27%).

En cuanto a la participación, existe una amplia pertenencia a diversos grupos, mayor incluso en comparación con otros países de América Latina, como lo refleja la encuesta de la Oficina Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe (1999). Según estos datos, en Honduras existe una fuerte participación y/o pertenencia de niños y niñas a grupos, principalmente de carácter religioso. (Ver cuadro 17.)

En cuanto a las perspectivas de futuro, resulta im­portante destacar algunas apreciaciones, sobre todo en el contexto de la situación en que fue hecha la encuesta, a fines de 1999, a un año exacto de la ocu­rrencia del huracán Mitch con su secuela de muerte y destrucción. (Ver recuadro.)

Fuente: Elaboración propia:, con datos de UNICEF-Honduras, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, La voz de los niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe. Encuesta Regional, 2000. Encuesta llevada a cabo en 20 países de América Latina, con una muestra total de 11,852 casos (representativos de 103 millones de niños), entre 9 y 18 años, en el año 1999, con un margen de confiabilidad del 95%.

Cuadro No. 17. Pertenencia de niños, niñas y adolescentes a alguna agrupación, según tipo de agrupación (%)

HONDURASTIPO DE AGRUPACIÓN AMÉRICA LATINA

34%NingunoDeportivoReligiosoArtístico

48%32% 31%28% 16%03% 08%

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Las huellas del Mitch

En la madrugada del 31 de octubre de 1998, el huracán Mitch, que según los meteorólo­gos sólo iba afectar la zona atlántica y sur del país, desató su furia sobre la desprevenida Tegucigalpa, y en su paso avasallador sem­bró el caos y la muerte en miles de familias hondureñas.

Según cifras del gobierno, el Mitch dejó un saldo trágico de aproximadamente 7,000 muertos, 12,272 heridos, 8,000 desapareci­dos y un millón 500 mil damnificados, además de 100,000 personas sin atención médica, 28 hospitales dañados y 123 centros de salud inutilizados.

En infraestructura, se identificaron un total de 35,000 viviendas destruidas, 50,000 afecta­das, con un costo estimado de 4,646,000 lempiras; el 20% del total de centros educati­vos resultó dañado; la agricultura fue afectada en un 70%, y la red vial en un 60%.

La cobertura periodística en zona de desastres

A raíz de la experiencia que significa vivir en un territorio sumamente propenso a los fenó­menos naturales, dada su localización geográ­fica, los medios de comunicación hondureños han adquirido un importante nivel de expe­riencia en la cobertura de este tipo de eventos naturales.

En la cobertura previa y posterior de este tipo de fenómenos, los medios de comunicación (radio, televisión y periódicos) han jugado un papel vital para salvar miles de vidas, principal­mente aquellas que habitan las zonas de ries­go que se ubican en las faldas de los cerros y en las orillas de los ríos y riachuelos.

El huracán Fifí, que en 1974 dejó más de 17 mil muertos, y el Mitch en 1998, constituye­ron en una prueba de fuego para los periodis­tas en lo que a cobertura se refiere.

Una cobertura periodística responsable

La experiencia ha enseñado que la cobertura de este tipo de eventos debe centrarse en los siguientes aspectos:

• Mostrar la situación de las personas que permanecen en peligro latente.

• Las historias humanas de las personas afectadas para atraer la atención guberna­mental.

• Evaluación de los daños con las personas y organismos especializados.

• El manejo de la crisis por parte del gobier­no y los organismos de socorro.

• El apoyo de la comunidad internacional.

• Las historias humanas en los albergues y centros de atención.

• La atención y capacidad de los hospitales y centros de salud.

• La distribución adecuada de la ayuda, medicinas y alimentos.

• Los daños y efectos en la economía.

• La reconstrucción y rehabilitación de la infraestructura dañada.

• La cobertura y el seguimiento posterior a los eventos naturales.

La cobertura y seguimiento de los medios ha sido también vital para supervisar y auditar el proceso de reconstrucción del país. Aun cuando no evitó los actos de corrupción, contribuyó a que éstos fueran menores y a que el gobierno centrara su atención en las necesidades más ingentes de la población afectada.

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Un 51% señala que el país se está volviendo un peor lugar para vivir, o bien que permanecerá igual. Un 47% señala que se está volviendo un mejor lugar pa­ra vivir. De ese total, el 62% indica como razón que «el país está en vías de desarrollo», el 24% no sabe, y el 8% que «se está combatiendo la delincuencia». El país ideal en donde les gustaría vivir a los en­trevistados es aquel «sin gente mala» (29%); «no sabe» (24%); «sin smog» (19%); «con mejor econo­mía / sin pobreza» (15%); «sin corrupción» (6%).

Entre los temas de mayor relevancia en los medios de comunicación masiva, está el de la seguridad ciudadana. Es fundamental que los niños y adoles­centes vivan en un entorno que les otorgue seguri­dad, no sólo familiar, sino también social.

Rara vez existe la oportunidad de estimar la percep-ción de las poblaciones, más allá de sus fronteras, para tener un estándar y poder estimar en grado preciso el grado de conformidad o no conformidad que tienen los distintos actores con ciertos temas o eventos.

Los niños, niñas y adolescentes hondureños tienden a presentar menos niveles de confianza en las per­sonas más cercanas, como adultos, madre, padre y profesor (a), que en el resto de América Latina. No se trata de que haya mayores niveles de desconfian­za per se, pues las puntuaciones prácticamente no presentan diferencias. Lo que los datos revelan es

que los niños, niñas y adolescentes hondureños son significativamente más ambiguos respecto de los ni­veles de confianza en adultos, padre, madre y maes­tros (as), pues la alternativa «no sabe, no responde» es significativamente mayor.

Los niños, niñas y adolescentes del resto de los países de América Latina parecen ser mucho más desconfiados (o críticos) de su clase política. Los grados de confianza en este sector manifestados por su pares en Honduras son mayores.

Llama la atención que, siendo Honduras un país con altos niveles de religiosidad, y existiendo un alto grado de pertenencia de niños y jóvenes a grupos religiosas, el nivel de confianza en la iglesia, si bien es alto (70%), es menor en 14 puntos porcentuales al que manifiestan niños y jóvenes de otros países de América Latina (84%).

En términos de los derechos de los niños, los entre-vistados (niños y niñas entre 9 y 18 años) mencio­nan sentirse «muy informados» y «medianamente informados», en un 25% y 36% respectivamente. Un aspecto que también se encontró en la encuesta realizada en 1996 es que hay ausencia de líderes y referentes para los niños y niñas del país. Un 41% señala no saber a quien admira, un 41% a un amigo y/o compañero, un 5% a alguno de los padres, y un 4% a algún artista.

Cuadro No. 18. Niveles de confianza de niños, niñas y adolescentes de Honduras y otros países de América Latina (%)

Fuente: Elaboración propia:, con datos de UNICEF-Honduras, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, La voz de los niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe. Encuesta Regional, 2000.

Confianza en: SI Media AméricaLatina (si)

Media AméricaLatina (no)

MediaAméricaLatina

NS/NRNo

adultos 71 79 10 16 19 5madre 80 93 2 2 18 5padre 76 89 5 5 19 6profesores 72 79 7 16 21 5iglesia 76 84 4 10 20 6alcalde 50 38 30 55 20 6gobierno 48 32 32 62 20 6presidente 50 36 30 58 20 6

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Parte II Invertir en la niñez, una prioridad nacional

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 200790

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eL GaStO PÚBL ICO SOCIaL eN aMÉrICa Lat INa 91

1.1 La inversión en la infancia, clave para el desarrollo

Complementariedad entre realización de los derechos humanos y logros en desarrollo humano sostenible

No siempre se ha captado la estrecha vinculación que existe –y debería existir desde un punto de vista normativo– entre los derechos humanos y el desarro­llo humano. Esto se debe, en parte, a que se han ido constituyendo en campos de trabajo relativamente independientes, con énfasis y matices diversos en la promoción de ciertos derechos. Se piensa, por ejem­plo, que ambos campos de trabajo hacen referencia a tipos de libertades diferentes. Así, al trabajo en pro de los derechos humanos se le ha asociado más con las libertades políticas y los derechos civiles, y al trabajo de promoción del desarrollo humano, con condiciones relativas a derechos económicos y sociales.

En cuanto a los derechos humanos, cualquiera sea la perspectiva que se privilegie, comparten la caracte­rística de entrañar determinada facultad de la per­sona para recibir ayuda de otros en defensa de sus libertades sustantivas». Por otra parte, el «criterio de desa­rrollo huma­no se refiere, en última­ insta­ncia­, a­ todas las capacidades que todas las personas tengan razones para valorar».73

De esa forma, ambos enfoques deben ser enten­didos como complementarios. La integración conceptual de los derechos humanos y el desarro­llo humano fomenta el objetivo común de liberta­d

política, económica y social. Las personas tienen derecho a no ser torturadas, pero también tienen derecho a no morir de hambre. Los mecanismos sociales no sólo deben garantizar la libertad de expresión, sino también prevenir la malnutrición severa. Las libertades políticas y civiles tienen importancia fundamental, al igual que el derecho a un nivel de vida digno. «Los derechos económi­cos son tan importantes como los derechos polí­ticos, aunque las estrategias e instrumentos para fomentarlos puedan diferir.»74

A partir de lo anterior, se deduce un aspecto crucial del doble enfoque, que se relaciona con la concen­tración en las medidas, estrategias y otras iniciativas que emprenden aquellos que tienen el deber y la responsabilidad de contribuir y garantizar la realiza­ción de los derechos humanos y a la promoción del desarrollo humano correspondiente. La aplicación de un enfoque integrado conduce, por necesidad, al análisis de las responsabilidades de diversos actores sociales e instituciones, cuando los derechos huma­nos no se realizan. Así, el enfoque de derechos hu­manos enriquece las mediciones sobre el desarrollo humano, dado que «los derechos humanos se reali­zan no sólo cuando las personas disfrutan de deter­minados bienes y libertades, sino también cuando se han adoptado medidas para garantizar esos bienes y libertades.»75

En ese marco integrado, en el que las acciones de terceros son vistas como esenciales para el desarro­llo, entendido en un sentido amplio, surge el Estado como el principal garante del cumplimiento y reali­zación de los derechos humanos; por ende, la opor­tunidad y pertinencia de los instrumentos con que

1. El gasto público social en América Latina en los noventa: las brechas en atención a la infancia

73 PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano, 2000, p. 20.74 Ibid, p. 127.75 Ibid, p. 22.

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cuenta para ello se abren al análisis. Dos interrogan­tes básicas saltan a la vista: ¿El proceso de formu­lación y uso que se hace de esos instrumentos está realmente en la dirección de promover un desarrollo humano sostenible? ¿Son ejercitados e implementa­dos esos instrumentos en el marco del respeto irres­tricto a los derechos humanos?

Entre los instrumentos más importantes con los que un Estado cuenta están los planes, políticas, progra­mas y, en especial, el presupuesto que destina a la promoción, realización y garantía de los derechos humanos de sus habitantes. En especial, aquellos recursos orientados a la inversión social, que van directamente a quienes más lo requieren, que deben cumplir un rol esencial para con la igualdad de opor­tunidades y la realización de las libertades a las que hace alusión el desarrollo humano en su más amplia acepción.

Cabe señalar que dichos esfuerzos, en países de bajos ingresos, con amplios sectores de la pobla­ción viviendo en situación de pobreza y/o exclusión social, deben considerar adicionalmente un enfoque de vulnerabilidad, entendida ampliamente como una condición de riesgo inmediato para las personas y/o sus comunida­des. La­ inversión socia­l significa­ no sólo la provisión de los medios necesarios para gozar de las libertades establecidas, sino, muchas veces, la posibilidad de sobreviviencia.

De tal forma, los criterios de priorización y asigna­ción de escasos recursos frente a grandes necesida­des deben tener presente la idea de ganancia, en el sentido que tiene este término en el análisis de las vulnerabilidades: en tanto posibilidades de ampliar un beneficio a­ toda­ la­ pobla­ción, o bien elimina­r de forma­ definitiva­ la­ exposición a­ un da­ño específi­co. No hace falta señalar, por su propia validez, lo importante que es esto para la plena realización de los derechos humanos y, en especial, los derechos de la niñez.

En esta segunda parte del Estado Nacional de la Infancia en Honduras se pretende hacer un somero análisis de la inversión social en la niñez que realiza el Estado hondureño, en relación con los principa­les desafíos que comportan las metas referidas a la

niñez en el contexto de los Objetivos y Metas del Milenio (ODM) y, especialmente, de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP). Este ejerci­cio se enmarca en la ya señalada complementariedad entre derechos humanos y desarrollo humano soste­nible. Sólo en ese contexto puede entenderse la mu­tua implicancia de invertir en la niñez hoy: cumplir con un compromiso ético insoslayable y, a la vez, posibilitar el mejoramiento de la calidad de vida de hondureños y hondureñas.

1.2 Inversión en niñez: compromiso y consenso ético internacional

Contrariamente a la creencia convencional, la ética es una disciplina con vocación claramente pragmá­tica. En este sentido, los derechos humanos son la cristalización de las aspiraciones que se ha plantea­do la civilización como resultado de su experiencia histórica, aprendizaje traumático a través de guerras, enfermedades, violencia, opresión y miseria, reco­giendo aquellos principios y normas que han demos­trado generar mayor prosperidad y cohesión social a lo largo de los tiempos.

Consecuentemente, el marco de los derechos huma­nos no sólo es compatible con el progreso, sino que es necesario para éste. En este contexto, garantizar los derechos de la niñez a la superviviencia, al desa­rrollo, a la participación y a la protección, son tanto mandatos éticos de solidaridad con los sectores más vulnerables como condiciones esenciales para el de­sarrollo económico, político y social de los pueblos.

Paulatinamente, el marco jurídico y político inter­na­ciona­l ha­ venido refleja­ndo este a­prendiza­je continuo, que a­ su vez se ha­ refleja­do en la­s leyes y las políticas de los Estados y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

También es preciso entender que invertir en la infan­cia es una acción que está irremediablemente vincu­lada a las posibilidades efectivas de un país para el logro de mayores niveles de desarrollo humano sostenible.

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eL GaStO PÚBL ICO SOCIaL eN aMÉrICa Lat INa 93

1.3 Inversión en niñez: para promover y garantizar el desarrollo

Más allá de los compromisos legales, institucionales, e incluso ético­morales con un sector de la población de un país, cabe preguntarse, cuando los recursos son escasos y hay un sinfín de necesidades, ¿por qué es importante y prioritario invertir en infancia?, ¿qué evidencias reales existen de que ese esfuerzo colecti­vo tendrá verdaderamente impacto sobre el país en su conjunto, no sólo hoy, sino también en el futuro?

Para aproximarnos a una respuesta, vamos a expo­ner a continuación un conjunto de evidencias rela­tivas a tres aspectos concretos en los que incide la inversión en la infancia: crecimiento económico, equidad y ciudadanía. Si es cierto que una adecuada inversión en infancia garantiza el logro de esos as­pectos en forma equilibrada, estaremos entonces en presencia­ de una­ sólida­ justifica­ción, y de una­ pers­pectiva positiva para apoyar políticas consistentes hacia ese amplio sector social.

a) La inversión en infancia incide en el crecimiento económico y la productividad

La ciencia económica reconoce hoy que la capaci­dad de crecimiento a largo plazo de un país depende del aumento sostenido de la productividad de sus trabajadores, y de su capacidad de innovar. La inno­vación depende, a su vez, de una serie de factores como el entorno institucional, la estabilidad ma­croeconómica, la apertura comercial, la calidad del capital humano.

Es decir, para alcanzar un crecimiento sostenible de la economía es imprescindible invertir en las per­sonas. Esta­ a­severa­ción se ve confirma­da­ una­ y otra­ vez por todos y cada uno de los casos de «despe­gue» o «milagro» económico, desde Japón, China, India y las economías del Sudeste Asiático hasta Chile, Costa Rica, España, Irlanda o Nueva Zelanda.

Para que una persona desarrolle todo su potencial requiere de:

a) Una nutrición adecuada, especialmente durante la gestación y los primeros años de vida.

b) Un buen estado de salud durante todo su desarro­llo.

c) Estimulación intelectual y educación de calidad desde su nacimiento hasta su profesionalización.

d) Un entorno afectivo y de socialización que pro­mueva su capacidad de relación y comunicación, que fomente su autoestima y que le proteja frente al abuso, la explotación y otros riesgos que pue­den afectar su desarrollo físico y emocional.

De hecho, según los estudios más recientes, a­proxi­madamente la mitad de la diferencia de renta per cápita entre los diferentes países se explica, a partes iguales, por las diferencias en el nivel educativo y el estado de salud de sus habitantes, mientras que la inversión física parece tener un papel secundario.76

Debido a que los primeros años de vida son una época­ de gra­ndes ca­mbios, con una­ influencia­ que dura toda la vida, es preciso asegurar los derechos de la infancia al comienzo mismo de la existencia. «Las decisiones que se tomen y las actividades que se realicen en nombre de los niños durante este pe­ríodo funda­menta­l influyen no sola­mente en la­ for­ma en que los niños se desarrollan sino en la manera en que progresan los países. La época de la primera infancia debería recibir la atención prioritaria de los gobiernos responsables, plasmada en leyes, políti­cas, programas y recursos. No obstante, estos son los años en que los niños reciben menor atención prioritaria y esto es una tragedia, tanto para ellos co­mo para sus países».77

Dicha situación incide incluso en el tipo de inver­sión que se realiza en los ámbitos de la educación y la salud, componentes básicos del capital huma­

76 Weil, David (2005).77 UNICeF, estado Mundial de la Infancia, 2001, p, 9.

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 200794

no. «Los sistemas educativos han pagado un precio elevado ante la falta de inversiones de los gobiernos en los primeros años de vida de sus niños y niñas. Del mismo modo que los sistemas de sanidad tratan desesperadamente de curar enfermedades y dolen­cias en vez de invertir en prevención, los maestros y los expertos en educación han tratado de combatir el analfabetismo, el ausentismo y el bajo rendimiento escolar, siempre llegando tarde para paliar proble­mas que se podrían haber reducido considerable­mente si se hubiera­ presta­do suficiente a­tención en los primeros años de vida de los niños y niñas.»78

Los aportes en educación a la sociedad han sido ob­jeto de a­nálisis más pormenoriza­dos, y sus beneficios son bastante conocidos. En todos y cada uno de los estudios existentes se demuestra que un mayor nivel educativo reporta un mayor ingreso laboral. Los be­neficios individua­les incluyen «ma­yor ca­pa­cida­d pa­ra­ adoptar nuevas tecnologías, mejor funcionamiento de los procesos democráticos, menores tasas de fecundi­dad y menores tasas de criminalidad».79

78 UNICeF, estado Mundial de la Infancia 2004, p. 45.79 Jacques Van Der Gaag, «From Child Development to Human Development», en Mary eming Young, From Child Development to Human Development, World Bank, 2002, Capítulo 3, p. 67.80 Psacharopoulos, G. y Y Chu Ng (1992) «earning and education in Latin america: assessing priorities for school investments», Washington, Doc. BM. Citado en UNICeF, Inversión en la infancia en Uruguay, Montevideo, 2005, p. 35.81 Secretaría de educación de Honduras, Estudio Educación y Desarrollo, Estudio Sectorial Plan Decenal de 1997, tomo I, p. 202.

LOS COSTOS DE NO INVERTIR TEMPRANAMENTEEN LA SALUD DE LA NIÑEZ

«Los programas dirigidos a la niñez temprana, pueden también resultar en un signifi­cativo ahorro de recursos en gastos en salud. en promedio, un estimado entre el 70 y 85% del total del gasto en salud de los países en desarrollo, público y privado, se destina a medi­cina curativa. entre el 10 y el 30% es gastado en cuidados preventivos y en el manteni­miento de servicios comunitarios. Dentro del sector curativo, los hospitales a menudo cubren más del 80% de esos costos en medicina curativa. aunque es bien conocido que el trabajo preventivo y los servicios comunitarios, son lejos, mucho más efectivos en reducir la morbilidad y la mortalidad.»

Banco Mundial, 1993

Respecto de los rendimientos concretos en el sector educativo, estudios realizados a comienzos de los noventa en América Latina concluyen que las perso­nas con secundaria terminada, en igualdad de otros factores, tienen un ingreso salarial un 70% superior a quienes tienen solamente primaria terminada. Las personas con estudios universitarios terminados tie­nen un ingreso salarial un 268% superior a las que so­lamente terminaron enseñanza primaria. Para el caso de Honduras, en dicho estudio, mientras una persona con enseñanza primaria completa ganaba 100, una persona con secundaria completa ganaba 211 y una persona con formación universitaria, 543.80

El estudio Educación y desarrollo, Estudio Sectorial Plan Decenal de 1997 en Honduras, señala que haber cursado la enseñanza secundaria completa significa­ba­, en promedio, ga­na­r un 127% más que tener sólo la enseñanza primaria completa, y que tener enseña­nza­ universita­ria­ completa­ significa­ba­ ganar un 245% más que tener enseñanza secundaria completa.81

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eL GaStO PÚBL ICO SOCIaL eN aMÉrICa Lat INa 95

Los beneficios individua­les de tener una­ ma­yor educación son, por tanto, evidentes. Sin embargo, la gran mayoría de los estudios recientes indican que de hecho el beneficio de una­ ma­yor educa­ción pa­ra­ el conjunto de la­ socieda­d es a­ún ma­yor que el beneficio individua­l, ya­ que fa­vorecen la­ a­dopción de tecnologías que aumentan la productividad.82 Los estudios empíricos también demuestran que los efectos de la educación en el crecimiento económi­co se refuerzan cuando se toma en cuenta no sólo la cantidad de años de escolaridad, sino la calidad de la educación.83

Análisis más exhaustivos y recientes hechos por el Banco Mundial en Honduras destacan, en primer término, que el principal factor que explica los niveles de crecimiento económico en el país, es el bajo nivel de educación. Y, al mismo tiempo, que la tasa de retorno de la enseñanza secundaria comple­ta, 14.1%, es más alta que las tasas de retorno de la

enseñanza primaria (8%) y que incluso la terciaria (13.2%) por las propias características de la estruc­tura educativa del país y los bajos niveles de cober­tura del nivel secundario.84

Estudios históricos extensivos y estudios contempo­ráneos en países en desarrollo han documentado que la salud y el estatus nutricional, medido en términos de un indicador de largo alcance como la talla, y uno de corto a­lca­nce como peso-ta­lla­, influyen en la productividad del trabajo por unidad de tiempo trabajada y longevidad. En países africanos de bajo ingreso como Gha­na­ y Costa­ de Ma­rfil, por ejemplo, cada unidad del indicador talla­peso ganada, está asociada con un 9% en el incremento del salario de un hombre.85 En India, el notable incremento de la producción agrícola en ese país luego de 1960, se debió a la casi erradicación de la malaria a comien­zos de la década de los 50 en ese país, a partir de estra­tegia­s de sa­lud pública­s efica­ces.86

82 OCDe (2004), Dowrick (2003), Bassanini y Scarpetta (2001) entre otros muchos.83 Columbe et al (2004).84 Banco Mundial, Honduras: Development Policy review. accelerating Broad – Based Growth, november 2004 p. 23.85 Paul Schultz, «Human capital, schooling and health returns», economic Growth Center, Yale University, Center Discussion Paper Nº 853, april 2003, p. 17.86 Schultz, theodore W. «Invirtiendo en la gente», editorial ariel, 1985, Capítulo 2.

Gráfica 26. La educación como determinante de la pobreza

Fuente: Elaboración propia con base en datos de EPHPM. Marzo 2004,

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Sin nivel Básica Media Superior

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 200796

Existe un falso debate sobre la secuencia lógica en­tre la inversión en capital humano y el crecimiento económico. ¿Se debe hacer crecer la torta primero para redistribuirla después, o es necesario invertir primero en las personas para poder crecer después?

Un estudio realizado para países de América Latina, referido al vínculo entre crecimiento económico e inversión en capital humano entre 1960 y 2000, cataloga a los períodos históricos en cada país en­tre aquéllos que han privilegiado el crecimiento, los que han privilegiado el capital humano, los que han privilegiado ambos simultáneamente (entrando en un círculo virtuoso) y los que no han avanzado en ningu­no (círculo vicioso). Los resultados muestran que en los países de la región, al parecer, no es posible pasar de un desempeño sesgado a favor del crecimiento económico, a uno de ciclo virtuoso; es decir, que for­talezca el crecimiento y de allí el desarrollo humano, en una espiral ascendente. En cambio, los países que han tenido un desempeño sesgado a favor del desa­rrollo humano, sí pasan a menudo al ciclo virtuoso de mutuo fortalecimiento. Los países de la región que se han encaminado exclusivamente a privilegiar el creci­miento económico tienden a volver a un ciclo vicioso que no potencia ni lo uno ni lo otro.

Esto «tiene importantes connotaciones para la tarea de decidir la secuencia de las políticas y sugiere que, contrariamente al modelo que a menudo se reco­mienda, no es posible ocuparse primero del creci­miento y después del desarrollo humano, porque en la práctica esto menoscabará al uno y al otro. Sin embargo, fortalecer el desarrollo humano es una ma­nera aceptable de crear condiciones propicias para el crecimiento sostenido y, por ende, a­crecenta­r a­ún más el desarrollo humano».87

En el estudio citado, Honduras aparece junto a Haití, Gua­tema­la­ y Bolivia­, en la­ cla­sifica­ción de a­quellos países que no han logrado llegar –en ninguna de las décadas comprendidas entre 1960 y el 2000– a rela­ciones mutuamente potenciadoras entre crecimiento

económico y la inversión en capital humano, a pesar de que su índice de desarrollo humano ha ido incre­mentándose paulatinamente en ese período.

b) La inversión social en infancia propicia la equidad

La desigualdad social extrema es causa y conse-cuencia de subdesarrollo

Si bien la sociedad humana es intrínsecamente hete­rogénea y dispar, la desigualdad extrema entre los ciudadanos de un país supone una injusticia con gra­ves consecuencias para la gobernabilidad, la cohe­sión social y el desarrollo económico.

Tradicionalmente la inequidad había supuesto un tema de preocupación para la sociología y la polí­tica, pero no tanto para la economía, que entendía que el aumento de la desigualdad en los países en desarrollo era un fenómeno «natural» en el proceso, y que también naturalmente se mitigaría a medida que las sociedades alcanzan niveles más altos de desarrollo e ingreso. Sin embargo, recientemente se ha demostrado no sólo que la desigualdad no es imprescindible, sino que puede ser una limitación estructural para que las sociedades se desarrollen.

En América Latina en general y en Honduras en particular, persisten altos niveles de inequidad que vienen reproduciéndose a través de los siglos: la po­breza se transmite entre generaciones.

La región de América Latina y el Caribe ha llegado a­ ser, en los últimos a­ños, la­ región más desigua­l del mundo. De acuerdo con un estudio del BM, el 10% más rico de los habitantes recibe entre el 40% y el 47% del ingreso total en la mayor parte de las socie­dades latinoamericanas, mientras que el 20% más pobre sólo recibe entre el 2% y el 4%. En Estados Unidos, el 10% más rico recibe el 31%, y en Italia, el 27%.88

87 ranis, Gustav y Stewart Frances, «Crecimiento económico y desarrollo humano en américa Latina», revista de la CePaL Nº 78, Santiago de Chile, diciembre del 2002, p. 16.88 Banco Mundial, Desigualdad en américa Latina y el Caribe, ¿ruptura con la historia?, 2004.

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eL GaStO PÚBL ICO SOCIaL eN aMÉrICa Lat INa 97

Gráfica No. 27. Nivel de concentración del ingreso en países de América Latina (1990 - 2002)

Fuente: elaboración propia con base en datos de CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2004.

Cuadro No. 19. Concentración del ingreso en países de América Latina, 1990 - 2002 (40% más pobre versus 10% más rico)

Fuente: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2004.

89 1994.90 1995.91 1993.92 1997.

36.50%35.41%

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40% más pobre 1990 40% más pobre 2002 10% más rico 1990 10% más rico 2002

País 1990 2002 1990 200240% más pobre 40% más pobre 10% más rico 10% más rico

Argentina 14,9 13,4 34,8 42,1Bolivia 12,1 9,5 36,2 41Brasil 9,5 10,2 43,9 46,8Chile 13,2 13,8 40,7 39,7Colombia 1089 11,9 41,8 39,1Costa Rica 16,7 14,5 25,6 30,2Ecuador 17,1 15,4 30,5 34,3El Salvador 15,490 13,4 32,9 33,3Guatemala 11,8 14,2 40,6 36,8Honduras 10,1 11,3 43,1 39,4México 15,8 15,7 36,6 33,2Nicaragua 10,491 12,2 38,4 40,7Panamá 13,3 14,2 34,2 32,7Paraguay 18,6 12,9 28,9 37,3Perú 13,4 13,4 33,3 33,5Rep Dominicana 14,592 12 36 38,3Uruguay 20,1 21,6 31,2 27,3Venezuela 16,7 14,3 28,7 31,3

Page 117: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 200798

La importancia del fenómeno de la inequidad en el ingreso es que se trata de una tendencia que lejos de atenuarse en la región, se ha incrementando duran­te los 90. Cabe no olvidar que este período fue, con mucho, bastante mejor –al menos hasta 1997– de lo que fue la década de los ochenta en materia de crecimiento. Ta­l como muestra­ la­ gráfica­ 27, entre 1990 y 2002 la desigualdad de ingresos no sólo no disminuyó, sino que incluso empeoró: el 40% más pobre de la población baja su participación en la dis­tribución de la riqueza, mientras que la del 10% más rico aumenta.

Dependiendo de las coyunturas de cada país, y de los diversos impactos de la crisis asiática de 1997 en las economías de América Latina, lo cierto es que países como Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica­, Ecua­dor, Pa­ra­gua­y, República­ Dominica­na­, Nicaragua y Venezuela, tienden a acentuar la con­centración del ingreso. En Brasil, uno de los países más desiguales del mundo, en 2002, el 10% más rico concentró el 47% del ingreso. El deterioro tam­bién ha sido notable en el mismo período en países como Argentina, Paraguay, Costa Rica y Ecuador. (Ver cuadro No. 19.)

Chile, Colombia­ y Perú práctica­mente se ma­ntienen, mientras que Uruguay, México, Panamá, Guatemala y Honduras tienden a revertir en algo la concentra­ción del ingreso. Si bien Honduras la reduce en el 10% más rico de un 43% a un 39%, la participación en la riqueza nacional del 40% más pobre de la po­blación sube apenas un punto porcentual, al pasar de un 10.1% en 1990 a un 11.3% en 2002.

En el curso de la­s última­s déca­da­s la­s brecha­s entre sectores de la sociedad, lejos de disminuir, se han incrementado de forma considerable. Entre 1980 y 1998, la­ ta­sa­ de ingreso entre los tra­ba­ja­dores de ofi­cina y los trabajadores manuales se ha incrementado en un 30%, desde 1:3 a un 1:7.93

La única forma de romper este círculo vicioso de transmisión intergeneracional de la pobreza es invertir en la infancia. Tal como se sugiere para el vínculo entre inversión en infancia y mayores logros en equidad social, «con relativamente pocas inver­siones en programas en primera infancia se pueden disminuir las desventajas de los niños pobres, com­parados con sus pares más afortunados, en estatus

Gráfica No. 28. Años de estudio de la población en edad escolar, 2004.

Fuente: Elaboración propia con base en datos de EPHM marzo 2004. INE.

93 enrique Iglesias y Donna e. Shalala, «Narrowing the Gap for Poor Children», en Mary eming Young, From Child Development to Human Development, World Bank, 2002, Capítulo 12, p. 363.

2

2.5

3

3.5

4

4.5

5

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6

20% másPobre

Siguiente 20% Siguiente 20% Siguiente 20% 20% más rico

Page 118: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

eL GaStO PÚBL ICO SOCIaL eN aMÉrICa Lat INa 99

nutricional, desarrollo cognitivo, desarrollo social, y sa­lud. Los beneficios de una­ ma­yor equida­d comien­zan, desde este punto de vista, con el nacimiento.95

Por otra parte, la equidad en educación y la salud conduce a la equiparación de las oportunidades, dado que pueden conducir directamente a un incre­mento en el ingreso en el futuro.

c) La inversión en infancia posibilita la gobernabilidad democrática y fortalece la ciudadanía

La ciudadanía de América Latina está decepcionada con la democracia porque no siente que esté ofre­ciéndole nuevas oportunidades.

Una inadecuada inversión social en un contexto de altos niveles de inequidad y pobreza, constitu­yen una traba considerable para el desarrollo y la consolidación de la democracia. Esta condición

debilita la institucionalidad, y afecta también la participación y la solidaridad, las cuales son valores esenciales para la vida democrática.

Estudios realizados en el marco del Proyecto Latinobarómetro y del Proyecto PRODDAL de las Naciones Unidas dan cuenta de un creciente y peli­groso desapego de los ciudadanos latinoamericanos respecto de la democracia como mejor forma de gobierno.

La­ gráfica­ 29 seña­la­ que ha­ ha­bido una­ leve, pero sistemática, disminución del apego sustantivo a la democracia (61 a 53% en el período considerado) para los países de América Latina considerados en el análisis del Latinobarómetro; un leve aumento de la indiferencia frente al régimen de gobierno (16 a 21%); y un aumento de quienes no saben o no res­ponden (5 a­ 11%). La­ perspectiva­ que justifica­ el autoritarismo en algunos casos se mantiene estable en torno a un 15 ­ 16%.

Gráfica No. 29. Opiniones y perspectivas sobre preferencia por régimen de gobierno; comparación entre países de América Latina y Honduras, período 1996 - 2004

Fuente: Elaboración propia con datos del Latinobarómetro (http://www.purochile.org/inf2004l.pdf)94

94 N total para 2004: 19,905 casos. 95 Jacques Van Der Gaag, «From Child Development to Human Development», en Mary eming Young, From Child Development to Human Development, World Bank, 2002, Capítulo 3, p. 71.

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1996 1997 1998 1999 - 2000 2001 2002 2003 2004

Preferencia democracia América Latina Honduras preferencia por democracia

Just if iación autoritarismo A Latina Indiferencia A Latina

No sabe / no contesta A Latina

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eStaDO NaCIONaL De La INFaNCIa HONDUreÑa 2007100

Esa tendencia tiene una doble implicación. Por una parte, al no resolverse los ingentes problemas so­ciales –dentro de los cuales la situación de infancia es uno de los centrales– en un régimen que es, en principio, democrático, se avanza paulatinamente a un déficit de legitimida­d irremedia­ble. Por otra­, los esfuerzos de inversión efica­z en infa­ncia­ permiten mayores posibilidades para dinámicas de resolución de diferencias de orden democrático. Ni lo uno ni lo otro será posible si los agentes responsables del de­sarrollo y la garantía de los derechos de los niños no redoblan sus esfuerzos para potenciar esos procesos.

Invertir en la infancia a través de políticas sociales universales es el principal mecanismo de fortalecimiento de la ciudadanía social

Mejorando las relaciones sociales

Varios estudios sobre los efectos de la inversión temprana en niñez indican cambios en la conducta social de los niños: son menos agresivos, más coope­rativos, trabajan mejor en grupos, y aceptan instruc­ciones con mayor facilidad. Además, estos niños tienen una mayor autoestima y son mejor ajustados desde un punto de vista social. Algunos estudios de largo alcance «señalan similares conclusiones pa­ra la vida adulta de los niños: mejoramiento de la autoestima, competencia social, motivación, acep­tación de las normas culturales y valores. En parti­cular, la evidencia sugiere que la participación en programas orientados a niñez temprana conduce a reducir la conducta criminal y disminuye la delin­cuencia como adultos».96

El fortalecimiento del capital social es también una clave del desarrollo humano. El Informe sobre Desa­rrollo Humano Honduras 2002 encuentra que «la

desconfia­nza­ interpersona­l repercute nega­tiva­mente en la cooperación efectiva entre la gente para alcan­za­r meta­s comunes, mientra­s que la­ desconfia­nza­ institucional obstaculiza el uso del capital social en función del desarrollo humano y de la democracia incluyente».97

Educando ciudadanos

«Si queremos que la democracia funcione», señaló en su momento Robert Dahl, «se requiere un cierto nivel de competencia política de parte de los ciuda­danos. En las recientes democracias, en países que están en proceso de democratización, donde las personas están aprendiendo el arte de autogobernar­se, la cuestión de la competencia cívica posee una urgencia obvia.»98 Precisamente a la formación y consolidación de esa competencia es a lo que debe apuntar, consecuentemente, una estrategia de inver­sión temprana y sostenida en la infancia.

La­ promoción y a­fia­nza­miento de los va­lores demo-cráticos, tanto en el sistema educativo formal co­mo en cada uno de los hogares, es esencial. En consecuencia, dicho proceso no puede ser dejado única­mente a­ la­ esfera­ priva­da­; muy a­l contra­rio, forma parte importante de las responsabilidades del Estado. Entre aquellos componentes fundamentales está, por cierto, la promoción del derecho a la activa participación de los futuros ciudadanos. La incorpo­ración de niños y niñas, así como la generación de espacios reales de participación y decisión a nivel de gobiernos escolares, constituye una acción trascen­dente. De esos primeros ejercicios de colaboración y deliberación participativa dependerá, en gran parte, la­ dinámica­ de los procesos futuros de a­fia­nza­miento democrático y, desde luego, el ejercicio responsable de la ciudadanía en el futuro.

96 Jacques Van Der Gaag, «From Child Development to Human Development», en Mary eming Young, From Child Development to Human Development, World Bank, 2002, Capítulo 3, p. 70.97 PNUD Honduras, Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2002, p. 7.98 Dahl, robert (1992) «the problem of civil competence», Journal of Democracy, Vol. 3, Nº 4, octubre 1992, p. 45 ­ 59.

Page 120: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

PANORAMA GENERAL DEL GASTO PÚBL ICO SOCIAL EN A. L. 101

Después de la llamada «década perdida» de los ochenta, los países de América Latina, práctica­

mente en su totalidad, avanzaron en la consolidación de regímenes democráticos. En ese marco, iniciaron procesos sostenidos de aumento de la inversión social, pese a restricciones derivadas de procesos de ajuste de sus economías. La gráfica 30 muestra lo que diferentes países de América Latina destinaron al gasto público social en el bienio 2000 - 2001, de acuerdo a los análisis de la CEPAL.

Para el caso de los 18 países de América Latina considerados en el análisis, el promedio del gasto social per cápita se incrementó de US$ 342 dólares en 1990-1991 a US$ 495 dólares en el bienio 2000- 2001, lo que implicó un incremento del 45% en el curso de la década de los noventa.

No obstante, esta tendencia no fue homogénea. Para países como República Dominicana, Paraguay, Colombia, Chile y Guatemala, el gasto social por

habitante se duplica a lo largo del período, mientras que países como Venezuela, Nicaragua, Honduras y Argentina, tuvieron un crecimiento del gasto que estuvo por debajo del promedio de los países consi­derados (ver cuadro 20). Honduras se situaba en este año como el segundo país con menos inversión social por persona, mientras que el promedio para el conjunto de la región fue seis veces mayor, y veinte veces el de países como Argentina o Uruguay.

Si bien no existe una relación automática entre gasto social y las condiciones generales de vida de la población de un país, es importante destacar que a inicios del siglo XXI persisten todavía en América Latina serios problemas de exclusión social y pobre­za, pese a los esfuerzos realizados por los países en el curso de la década de los noventa. Los desafíos en términos de incremento de los impactos de las políticas sociales y económicas en la mejora equita­tiva de las condiciones de vida de la población son todavía de gran magnitud.

2. Panorama general del gasto público social en América Latina en los noventa

Gráfica No. 30. Gasto público social per cápita en países de América Latina, período 2000-2001 (en dólares de 1997)

Fuente: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2004.

0

200

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77dólares

495dólares

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007102

En el cuadro 21 se visualizan los incrementos en el GPS de algunos países de América Latina, así como los niveles de pobreza entre 1990 y 2001-2002. Cabe recalcar que dado que el nivel de pobreza depende principalmente de los ingresos laborales y de su distribución dentro de la sociedad, paradó­jicamente en los países que aumentaron su gasto social sus niveles de pobreza se incrementaron en el corto plazo. Es decir, pese a afrontar coyunturas macroeconómicas desfavorables, la mayoría de los países de la región incrementaron su esfuerzo en gasto social.

En un primer grupo podemos catalogar aquellos países que, aumentando su gasto público social de manera considerable, no tuvieron disminución en sus niveles de pobreza: Argentina, Paraguay, Vene­zuela, Colombia y Uruguay. En un segundo grupo,

países como Chile, Panamá, Ecuador, Brasil, Gua­temala, Perú, México y Costa Rica aumentaron su gasto social por habitante en la década de los no­venta y lograron, paralelamente, disminuir la pobla­ción en situación de pobreza por sobre los 7 puntos porcentuales. Por su parte, Nicaragua y Honduras, con niveles cercanos al 28% de incremento del GPS por habitante entre 1990 y 2000, lograron niveles de disminución de la pobreza bajos, con 4.2 y 3.5 puntos porcentuales respectivamente, sobre todo si se considera que en 1990 sus niveles de población en situación de pobreza superaban respectivamente el 74 y el 81% del total de habitantes.

Por otra parte, para poder establecer comparaciones pertinentes entre países, es necesario evaluar los esfuerzos en la medida de las posibilidades estructu­rales de cada uno. Por esa razón, y para nuestros

Fuente: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2004.

Cuadro No. 20. Gasto público social per cápita para países seleccionados de América Latina, 1990-1991, 1994-1995 y 2000-2001 (en dólares de 1997)99

99 Este tipo de gasto considera: educación, salud y nutrición seguridad social, trabajo, asistencia social, vivienda y alcantarillado.

País 1990/1991 1994/1995 2000/2001 Variación década(%)

Argentina 1,211 1,589 1,650 36.3Uruguay 888 1,248 1,494 68.2Brasil 786 906 936 19.1Chile 441 598 936 112.2Panamá 497 606 853 71.8Costa Rica 469 533 689 47México 259 358 456 76Venezuela 320 287 402 26Colombia 158 297 337 113.3Perú 76 146 187 147Bolivia ... 121 183 …República Dominicana 60 104 170 183.3Paraguay 57 132 148 161.1Ecuador 88 121 131 49Guatemala 52 67 109 110.7El Salvador ... 63 82 …Honduras 60 60 77 28.6Nicaragua 48 49 61 27.4Promedio 342 404 495 45

Page 122: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

PANORAMA GENERAL DEL GASTO PÚBL ICO SOCIAL EN A. L. 103

objetivos, es prudente comparar la evolución del GPS entre aquellos países que han sido tradicional­mente clasificados como países de bajo gasto social y hacerlo en función del nivel de crecimiento real que han tenido en el período.104

Según estos análisis, Honduras destinó en el bienio 2000-2001 un 10% de su PIB a gasto social, supe-rado en esa relación, dentro de los países con bajo gasto social, sólo por Bolivia (17.9%) y Nicaragua (13.2%). Tal como se da cuenta más adelante, el GPS ha seguido incrementándose con relación al PIB, lo cual evidencia los esfuerzos del país por hacer frente a los ingentes problemas sociales. Hacia 2005 el GPS se había situado ya en un 12 a 13% como porcentaje del PIB en Honduras.

Cuadro No. 21. Variaciones del gasto público social100 por habitante y los niveles de pobreza para países de América Latina (período 1990 y 2001-2002)

Fuente: Elaboración propia con base en datos de CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2004.

2.1 Las brechas de inversión para el logro de las metas relativas a infancia del Plan de Acción Iberoamericano

En 2003, CEPAL y UNICEF hicieron un análisis general de las brechas de inversión de los países de América Latina, teniendo como referente el cumpli­miento de las metas establecidas en la Agenda Ibero­americana, acordada en el marco de la XI Cumbre Iberoamericana realizada en Lima, Perú, en octubre de 2001. Dicho ejercicio se concentró sobre aspectos de cobertura en ocho categorías claves, relacionadas con las metas de la Agenda: educación inicial, educa­ción primaria, educación secundaria, cuidado materno infantil (incluyendo intervenciones relacionadas con la maternidad), cuidado infantil (inmunizaciones y

100 Estimado en US$ constantes de 1997.101 Las estimaciones corresponden a 1990, salvo en los casos de Perú (1997) y Nicaragua (1993).102 Las mediciones corresponden en general a 2002, salvo los casos de Brasil, Perú Paraguay y Nicaragua, cuyas estimaciones corresponden a 2001.103 Indica disminución y/o aumento de población bajo la línea de pobreza, en términos de puntos porcentuales.104 Tomamos aquí la clasificación que hiciera CEPAL en Panorama Social de América Latina, 1998.

País 1990/1991 2000/2001 VariaciónGPS

Nivel depobreza

1990101

Nivel depobreza

2002102

Diferencia Nivelde Pobreza103

Argentina 1211 1650 36.3 21,2 41,5 Aumenta 21,5Uruguay 888 1494 68.2 17,9 15,4 2,5Brasil 786 936 19.1 48 37,5 10,5Chile 441 936 112.2 38,6 18,8 19,9Panamá 497 853 71.8 39,9 25,3 14,6Costa Rica 469 689 47 26,3 20,3 6México 259 456 76 47,7 39,4 8,3Venezuela 320 402 26 39,8 48,6 Aumenta 8,8Colombia 158 337 113.3 52,5 50,6 1,9Perú 76 187 147 47,6 54,8 7,2Paraguay 57 148 161.1 43,2 61 Aumenta 17,8Ecuador 88 131 49 62,1 49 13,1Guatemala 52 109 110.7 69,1 60,2 8,9Honduras 60 77 28.6 80,8 77,3 3,5Nicaragua 48 61 27.4 73,6 69,4 4,2Promedio 342 495 45 48,3 44 4,3

Page 123: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007104

enfermedades de la niñez), prevención, cuidado y terapia VIH­SIDA, abastecimiento de agua potable, disponibilidad de saneamiento básico.

Las estimaciones se realizaron a partir del año 2000, teniendo como referente el 2010, año de compromi­so de cumplimiento de las metas de la Agenda. El ejercicio de proyección se hizo en función de tres escenarios:

i) Considerando una tendencia de crecimiento cero;

ii) Considerando la tendencia histórica de creci­miento de los noventa; y

iii) Un escenario deseable, contemplando la cober­tura de la demanda en su conjunto.

Si bien hay diferencias notables entre los países de Iberoamérica, lo cierto es que la brecha en el año 2000 para el logro de las coberturas señaladas fue, en general de US$ 25 mil millones, lo que represen­tó, en promedio, un 1.32% del PIB para los países contemplados en el análisis.

Para poder hacer frente a la brecha en los aspectos señalados más arriba, en un escenario de creci­miento económico análogo al de la década de los noventa, Iberoamérica tendría que aumentar el gasto

por niño, de los actuales US$ 258 per cápita, como promedio, a US$ 384, lo que equivale a aumentar casi en un 50% (unos US$ 127 más per cápita/niño promedio).

El cuadro 23 permite estimar la situación de los países considerados en el análisis en función de sus esfuerzos en inversión adicional. Para enfrentar los principales desafíos de la infancia en Iberoaméri­ca. Brasil, Panamá, Argentina, México, Uruguay y Cuba son países que requieren esfuerzos adicio­nales que pueden considerarse bajos, en términos comparativos. Por su parte, República Dominicana, Costa Rica, Venezuela, Perú y Chile requerirían de esfuerzos adicionales moderados. Los esfuerzos más importantes para hacer frente a la brecha deberán hacerse en Nicaragua, Paraguay, Guatemala, Hondu­ras, Bolivia, El Salvador, Ecuador y Colombia, con niveles de brechas que van desde un 2.55% del PIB, en el caso de este último país, a un 8% en el caso de Nicaragua.

Los cálculos realizados para Honduras, tal como se observa en el cuadro, señalan que la brecha en los ámbitos considerados significó en el año 2000 un total equivalente al 4.9% de su PIB. Esto equiva­lió, en términos concretos: unos 4,380 millones de lempiras (unos US$ 291 millones de ese año). Para ilustrar lo que implica ese tipo de esfuerzos para el país, baste señalar que dicho monto es ligeramente

Cuadro No. 22. Gasto público social de países de América Latina de bajo gasto social, como porcentaje del PIB, década de los noventa

Fuente: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2004.

País 1990/1991 1994/1995 2000/2001

Bolivia s/d 12,4 17,9Ecuador 5,5 7,4 8,8El Salvador s/d 3,4 4,2Guatemala 3,4 4,1 6,2Honduras 7,9 7,8 10Nicaragua 11,1 12,2 13,2Paraguay 3,1 7 8,5Perú 4 6,7 8Rep. Dominicana 4,3 6,1 7,6

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PANORAMA GENERAL DEL GASTO PÚBL ICO SOCIAL EN A. L. 105

superior a todo el presupuesto de salud sumado al de protección social (FHIS y PRAF) del país, durante ese año.

A partir de estos cálculos, se estima que incluso si Honduras aumentara su inversión al mismo ritmo que durante los noventa, todavía en 2010 estaría con un déficit de inversión en infancia correspondiente al 4.6% de su PIB. Si, por otra parte, y en el peor de los casos, se diera una tendencia de crecimiento cero, el déficit estimado en este aspecto para el país en 2010, sobrepasaría el 7% del PIB en ese año.

En términos generales, el análisis de UNICEF y CEPAL señala que las coberturas para educación primaria y las acciones en pro de ampliar la pro­visión de agua y saneamiento, requerirían de

menores esfuerzos por parte de los países analiza­dos. Los mayores déficit se encuentran en aspectos tales como: educación básica, educación secundaria y VIH­SIDA. El estudio señala de esa forma que «es­tos tres grupos de acciones representan el 90% de todo el esfuerzo de inversión adicional»105 para los siguientes años, de conformidad con las metas de la agenda iberoamericana.

Dicha constatación cualitativa general puede en cierto sentido aplicarse a la realidad de Honduras, dados los bajos niveles de cobertura en la educación básica y secundaria, así como la importante inciden­cia que el VIH­SIDA está teniendo tanto en los as­pectos de orden social referidos a niñez y juventud, como en aquellos de orden económico productivo, para el país en su conjunto.

Cuadro No. 23. Brechas de inversión para el logro de las metas de la Agenda Iberoamericana. 2003

Nota: Estimadas en términos del PIB para los años 2000 y 2010, suponiendo un escenario de crecimiento entre esos años igual al de la década de los noventa.

Fuente: UNICEF / CEPAL, 2003 «Las necesidades de inversión en la infancia para alcanzar las metas de la Agenda del Plan de Acción Iberoamericano».

105 UNICEF / CEPAL, 2003 «Las necesidades de inversión en la infancia para alcanzar las metas de la Agenda del Plan de Acción Iberoamericano», p. 26

Brecha de Inversión (en % PIB)Países 2000 2010Nicaragua 7.99 6.41Paraguay 7.22 4.86Guatemala 5.04 4.12Honduras 4.99 4.66Bolivia 4.06 3.23El Salvador 3.76 2.37Ecuador 2.60 1.81Colombia 2.55 2.27Rep. Dominicana 2.42 0.68Costa Rica 2.15 1.25Venezuela 1.84 1.19Perú 1.66 0.91Chile 1.08 0.29Brasil 1 0.90Panamá 0.96 0.17Argentina 0.96 0.81México 0.95 0.68Uruguay 0.93 0.43Cuba 0.51 0.01

Paísescon alta necesidad

de inversión adicional

Países con necesidad media

o moderadade inversión adicional

Países connecesidad baja de inversión adicional

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007106

Gráfica No. 31. Relación porcentual entre el Gasto Público Total del gobierno central y el Producto Interno Bruto, 2003

Fuente: Banco Central de Honduras y Secretaría de Finanzas. 2003.

3.1 Evolución del Gasto Público del gobierno central

Entre 1990 y 2004, si bien se aprecia una tenden- cia al incremento paulatino del Gasto Público

Total (GPT) del gobierno central, lo cierto es que esa tendencia no ha sido homogénea en el curso del período. En efecto, entre 1990 y 1993 se da un aumento sustantivo, al pasar del 17 al 26% del PIB, con un promedio del GPT del 21,7%. Entre 1994 y 1998 ese porcentaje permanece prácticamente cons-tante, para elevarse considerablemente en el bienio 1998-1999, a consecuencia de los esfuerzos del país para hacer frente a las desastrosas consecuencias derivadas de la ocurrencia del huracán Mitch a fines de 1998.

Entre 1998 y 2004, el GPT tiende subir y se man-tiene en promedio por sobre el 23%. Es notorio que hasta mediados de los noventa el Gasto Público pare-ce seguir una tendencia procíclica (aumenta cuando

la economía va bien y viceversa); sin embargo, a partir del Mitch parece tomar un carácter anticíclico, con efecto de compensación. En términos generales, cabe resaltar que el nivel de Gasto Público Total como proporción el PIB en Honduras es similar al promedio de la región.

Cuando se analiza con mayor detenimiento la com-posición de ese Gasto Público Total, saltan a la vista tendencias interesantes que revelan los esfuerzos que han hecho las diferentes administraciones por dar prioridad a las necesidades sociales. El creci-miento del Gasto Público Total entre 1990 y 1993 se explica, casi de forma exclusiva, por el aumento del Gasto Público No Social, especialmente por el aumento de la administración general y los denomi-nados servicios económicos. A su vez, la caída del Gasto Público Total como porcentaje del PIB entre 1993 y 1998 se explica por la baja sostenida del Gasto Público No Social, mientras el Gasto Público Social se mantiene en torno a un 6.8% del PIB.

3. La evolución del gasto público en Honduras

26%

21%

24% 24%

25%

22%

25%24%

20%19%19%

21%

22%

22%

17%

-5%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Promedio1990 - 1993:

21,7%

Promedio1994 - 1997:

20%

Promedio1998 - 2001:

23,2%Promedio

2002 - 2004:23,6%

Gosto Publico/PIB

Crecimiento del PIB

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LA EVOLUCIÓN DEL GASTO PÚBL ICO EN HONDURAS 107

La transición más importante en la tendencia del Gasto Público Total se dio a partir de 1998. El Gasto Público No Social tuvo un leve repunte entre 1998-99 (producto de las inversiones en infraestructura para hacer frente al impacto del Mitch en el área productiva), pero luego tiende a bajar en forma sos-tenida. En cambio, el Gasto Público Social se elevó considerablemente entre 1998 y 2001, al pasar de un 6.7% a un 11.8% del PIB. En 2002 hubo cambio de administración, y por ello es explicable la baja en 0.8 puntos porcentuales entre 2001 y 2002, proba-blemente debido más a los problemas de ejecución que a la programación propiamente tal.

A pesar de ello, la tendencia del Gasto Público Social sigue su curso ascendente. Para 2003, había superado –llegando al 12.7% del PIB– al Gasto Pú-blico No Social, y para 2004 constituyó el 56% del Gasto Total Neto del gobierno central.

La gráfica 33 analiza la composición del Gasto Públi-co Total del gobierno central, en función del porcen-taje promedio que cada administración ha asignado a los rubros más importantes del gasto funcional.

El gasto en defensa se ha mantenido entre un 9 y 10% del Gasto Público Total en las cuatro últimas admi-nistraciones. A su vez, los gastos por concepto de administración central conformaron el 19% del Gas-to Público Total entre 1990 y 1993, luego bajan su participación al 14%, para volver a subir entre 1998 y 2001 al 18%. La administración actual ha bajado nuevamente al 14% la participación de ese rubro en el presupuesto total. La asignación porcentual del Gasto Público Social sobre el Gasto Público Total ha aumentado su participación en forma sostenida, al pasar de un 33% entre 1990 y 1993, al 34% entre 1994 y 1997, 38% entre 1998 y 2001, y un 47% entre 2002 y 2004. El rubro de servicios económicos ha bajado su participación porcentual de 21% entre 1990-1993 y 1994-1997, a 17% entre 1998-2001, para llegar a 14% en el período 2002-2004.

Es importante destacar, por otra parte, que el rubro «otros», definido esencialmente por los intereses de la deuda y amortización, ha disminuido su partici-pación, pasando de 17% en el período 1990-1993 a 22% en el período 1994-1997, y desde allí a 17% en el período 1998-2001 y 14% entre 2002-2004.

Gráfica No. 32. Evolución comparada del Gasto Público Total, Gasto Público No Social y Gasto Público Social, como porcentajes del PIB, período 1990 - 2004

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Secretaría de Finanzas y el BCH. 2004.

9%

18%

15%14%

15% 14% 13%13%

10%

17%

26%

21%

20%

24% 24%

25%24%

25%

13%13%12%

15%15%

12%

7,7% 7,4% 7,4% 7,7%

6,7% 7,1% 7,0% 6,8% 6,7%

8,9%9,8%

11,8%11,0%

12,7% 12,4%

21%

22%22%

19%19%

22%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

30%

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

GP no social G Soc/PIB GPT PIB Lineal (GPT PIB) Lineal (GP no social) Lineal (G Soc/PIB)

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007108

Un análisis somero sobre las bondades de la libera-ción de obligaciones de pago por este concepto, señala una importante fuente de recursos que pueden ser reasignados al Gasto Público Social. Por ejem-plo, si los compromisos por concepto de intereses de la deuda y amortización de 2004 se hubiesen desti-nado al Gasto Público Social, ello hubiese significa-do una inyección de recursos adicionales cercano a los US$ 741 millones, equivalente más o menos al presupuesto total de Salud, FHIS y PRAF para ese año, lo que constituye más del 36% de todo el Gasto Público Social.

3.2 El Gasto Público Social en perspectiva

El análisis general esbozado en el acápite anterior permite concluir, en términos generales, que el Estado hondureño, pese a todo, ha realizado en los últimos siete u ocho años, esfuerzos importantes no sólo por aumentar la participación del Gasto Públi-co Social en el marco del Gasto Público Total, sino también por incrementar los recursos netos orienta-dos a dicho ámbito.

El Gasto Social debe ser analizado en relación al tamaño de la población. El Gasto Público Social por habitante se incrementó de US$ 77 en 1990 a US$ 136 en el período 2003-2004. Si bien este indicador permaneció relativamente estancado entre 1990 y 1998, los esfuerzos a partir de ese año por incremen-tar el Gasto Público Social en términos reales fueron importantes. Así, el promedio del Gasto Público Social por habitante entre 1990 y 1998 fue de US$ 74, mientras que el promedio entre 1999 y 2004 fue de US$ 118 per cápita, destacándose de esa forma, dos claras tendencias en el período global considera-do en el análisis.

¿Puede atribuirse ese esfuerzo únicamente a la reac-ción del país frente al impacto del huracán Mitch? Probablemente esa coyuntura haya incidido fuer-temente en los presupuestos de 1999 y 2000, pero al estimarse en general el período 1998 y 2004, se aprecia una tendencia que resulta sistemática, salvo una caída en 2002, producto, posiblemente, de los «costos del aprendizaje» de la administración en-trante ese año, en relación a los niveles de ejecución esperados.

Por otra parte, es importante destacar que, con inde-pendencia del período considerado, el Gasto Público

Gráfica No. 33. Composición del Gasto Público Total por administración, período 1990 - 2004 (porcentaje medio anual de asignación por sector)

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco Central de Honduras y SEFIN. 2004

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

1990 - 1993 1994 - 1997 1998 - 2001 2002 - 2004

Otros

ServiciosEconómicos

Gastos endefensa, Justicia yOrden Público

AdministraciónGeneral

Gastos Sociales

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LA EVOLUCIÓN DEL GASTO PÚBL ICO EN HONDURAS 109

Social sufre un estancamiento o retroceso no menor en los períodos en que una nueva administración llega al poder. No resulta entonces casual que sean esos períodos en que se revierte la tendencia a la in-versión en el sector social en algún grado. Pareciera existir un costo social no menor en las transiciones políticas.

Esta situación puede ser explicada, en parte, por una expansión del gasto en el año precedente, producto de la dinámica política en el país previa a elecciones, pero esa tendencia no se explica del todo por ello. Es más probable que el costo de la baja en la inversión tenga que ver con la ausencia de una institucionalidad que garantiza una carrera funcionaria y ello incide en la capacidad efectiva de ejecución de cada nuevo gobierno una vez que asume el poder. Naturalmente, esto se hace más evidente en los ministerios de línea sectorial. Esa situación se ve reflejada en el nivel de ejecución, más que en el de la asignación presupues-taria previa.

No obstante, es importante tener también en cuenta las restricciones a las que se ha visto sometida cada nueva administración, una vez que asume el poder, producto del incumplimiento de compromisos con las instituciones de financiamiento internacional por parte de la administración anterior.

Cuando se discute acerca de las necesidades de in-versión pública, pocas veces se suele comenzar por una evaluación objetiva de la capacidad de ejecu-ción del Estado de aquellas partidas que, con gran esfuerzo, son captadas por éste, son donados o, en su caso, devienen de créditos que afectarán tarde o temprano a toda la población.

En otro sentido, es importante analizar de forma desagregada lo que ha sido la composición del Gas-to Público Social. Los énfasis en uno u otro compo-nente del Gasto Público Social muestran, de una u otra forma, los esfuerzos del sector estatal por hacer frente a las principales carencias de orden social.

El Gasto Público Social ha pasado, como ya vi-mos, de US$ 77 per cápita en 1990, a US$ 136 en 2004, reflejando de esta manera los esfuerzos que el Estado hondureño ha venido haciendo en esta materia.

El componente denominado desarrollo rural co-menzó a contabilizarse como Gasto en Servicios Sociales, por parte de SEFIN, desde 1994, con una asignación estimada de US$ 2 por habitante. Si bien ese subsector no tiene un peso relativo importante en el total del Gasto Público Social, su participación ha crecido desde Lps. 193 millones en 1994 a Lps. 840 millones en 2004.

Gráfica No. 34. Gasto Público Social por habitante, período 1990 - 2004 (en dólares constantes de 2004)

Fuente: Elaboración propia con base en datos de Banco Central de Honduras y SEFIN.

0

20

40

60

80

100

120

140

160

Promedio período 1990 1998: US$ 74

Promedio período 1999 - 2004: US$ 118

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007110

La gráfica 35 muestra la tendencia de los compo-nentes del Gasto Público Social (educación, salud, protección social –especialmente FHIS y PRAF– y desarrollo rural).

Según datos de la SEFIN, en 1990 el país destinaba US$ 42.3 por habitante al subsector de educación. El esfuerzo sistemático realizado, fundamentalmente a partir de 1998, ha significado que entre ese año y 2004, el gasto en dólares per cápita se haya práctica-mente duplicado.

En el subsector salud la situación es otra. A comien-zos de la década de los noventa, el país destinó US$ 31 por habitante al subsector salud. Esa cifra se estancó e incluso disminuyó desde ese año hasta 1999, presentando los niveles más bajos en los años 1998 y 1997, cuando se destinaron US$ 22 y 23 por habitante, respectivamente. A partir del año 2000 esa cifra comenzó nuevamente a situarse sobre los US$ 31, para llegar a US$ 42 en 2003 y US$ 38 en 2004.

La situación del subsector salud en los noventa no se explica única y exclusivamente por la creciente parti-cipación del componente protección social, puesto que este subsector comienza a crecer de forma signi-

ficativa sólo a partir de 1999, producto de la coyun-tura post Mitch, al pasar de US$ 5.7 por habitante en 1998 a US$ 20 per cápita en 1999.

Es importante también visualizar las tendencias de la inversión social en los diferentes períodos, para los diversos subsectores en que se compone el Gas-to Público Social. El cuadro 24 revela de cuánto ha sido, en promedio anual, y estimado a partir del gasto por habitante, el comportamiento de los tres principales subsectores del Gasto Público Social, en los últimos cuatro períodos presidenciales.

El subsector educación ha sido el que mayor par-ticipación ha tenido en el Gasto Público Social en el período considerado, con independencia de las administraciones. De los US$ 77 per cápita que se destinaron al Gasto Social en 1990, US$ 44 fueron destinados al subsector educación, es decir, un 57%. Ese porcentaje prácticamente se ha mantenido en las siguientes administraciones.

La relación del gasto destinado a infancia se analiza de forma más pormenorizada en el siguiente capítu-lo, en el marco de la ejecución de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza y en la estimación de las

Gráfica No. 35. Evolución del Gasto Público Social per cápita por componentes (subsectores: educación, salud, protección social y desarrollo rural), en dólares de 2004

Fuente: Elaboración propia con base en datos de SEFIN y UNAT. 2004

-

20,0

40,0

60,0

80,0

100,0

120,0

140,0

160,0

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

EDU SAL Prot Social Des Rural GS

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LA EVOLUCIÓN DEL GASTO PÚBL ICO EN HONDURAS 111

brechas de financiamiento. Sin embargo, cabe pre-guntarse de inicio acerca de la relación entre el gasto del Estado hondureño y el logro de metas.

En términos generales, pese a los esfuerzos reali-zados, no parece haber una correspondencia entre aumento sustantivo del Gasto Público Social en edu-cación y el logro de metas de cobertura y calidad. Uno de los logros más importantes en la década de los noventa fue alcanzar niveles cercanos al 90% en cobertura de los dos primeros ciclos de la educación básica. El tercer ciclo de la educación básica llegó a un nivel de cobertura neta del 24% como línea de base en el marco de la ERP (2001).

Por otra parte, en el curso de la década de los noventa la cobertura en el sector de prebásica llegó a un mo-desto 33%, con gran apoyo del sector de ONG y OPD, para alcanzar en 2004 36%, según cifras oficia­les. La cobertura neta en educación secundaria llegó en 2004 a 21% (la cobertura bruta alcanza 36%).

En cuanto a la calidad de los rendimientos, pruebas administradas por la Unidad Externa de Medición de la Calidad de la Educación (UMCE), de la Univer-sidad Pedagógica Nacional señalan que entre 1997 y 2004 la calidad de los rendimientos en los grados tercero y sexto de educación básica no ha mejorado de forma significativa. Si bien en matemáticas hubo

una leve mejoría entre 1997 y 2002, entre este últi-mo año y el 2004 los niveles fueron muy bajos (44% y 39% respectivamente). También se evidenció una disminución en los rendimientos, en ambos grados. (Véase la gráfica 11 en la Parte I de este informe.)

En cuanto a salud, 29 de los US$ 77 del Gasto Pú-blico Social promedio entre 1990 y 1993 se destina-ron a ese subsector. Esto significó una participación del 38%. Ese porcentaje bajó a 36% en el período 1994- 1997, luego a 29% en el período 1998-2001, y 30% en los tres primeros años de la administración actual.

Estos datos pueden inducir a error, si no se consi-dera que varios programas y/o proyectos asignados a los ámbitos de educación y salud fueron traspasa-dos y contabilizados en el subsector de protección social, esencialmente en el marco de las acciones del Programa de Asignación Familiar (PRAF) y el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS). De esa forma, se aprecia cómo este subsector incre-mentó su participación porcentual, de 5% en los dos primeros períodos contemplados, a 18% y 13% del gasto social per cápita total, en los dos períodos subsiguientes.

En cuanto al cumplimiento de metas, los indica-dores comparativos de la Encuesta Nacional de

Cuadro No. 24. Gasto Público Social, promedio anual por habitante, por principales subsectores y por períodos presidenciales (estimado en dólares constantes de 2004)

Fuente: Elaboración propia con base en datos de SEFIN e INE, 2004.

106 Los promedios por período no siempre coinciden con este promedio del GPS, dado que no se ha considerado el subsector «de-sarrollo rural» que, por lo demás, tiene un peso poco significativo.107 Sólo incluye el período 2002 – 2004.

PeríodoGasto promediopor habitante en

Educación

Gasto promediopor habitante en

Salud

Gasto promediopor habitante en

Protección Social

Gasto PúblicoSocial promedio

por habitante

1990 – 1993 44,2 29,1 4 771994 – 1997 39,9 25,6 3,4 721998 – 2001 51,7 28,3 17,3 982002 - 2004108 73,8 38,5 17,4 130

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007112

Epidemiología y Salud Familiar (ENESF) para los años 1990-91, 1996 y 2001 muestran ciertas mejo-rías en términos de mortalidad infantil (de 39 por cada 1,000 nacidos vivos en 1990 a 34 en 2001) y mortalidad en menores de cinco años (de 65 en 1990 a 45 en 2001). No obstante, aspectos relacionados con atención preventiva, como muertes prematuras relacionadas con el parto, diarreas e IRAS, conti-núan teniendo un peso mayor en la determinación de la mortalidad infantil en general.

Sobre nutrición infantil, si bien no hay indicadores actualizados, los disponibles para 2001 señalan que la situación no había mejorado de forma sig-nificativa. Para ese año, el índice de desnutrición

era de 38% en menores de cinco años, según datos de la ERP. En niños escolarizados de primer año, las comparaciones del Censo de Talla en Niños de Primer Grado entre 1991 y 2001 señalan una dismi-nución de apenas 3.6 puntos porcentuales –de 39.8 a 36.2– en el indicador de desnutrición total.

De tal forma, se destaca el carácter cualitativo que debe tener todo incremento neto en el Gasto Público Social. No basta con aumentar el gasto, sino definir en qué se aumenta y con qué propósito. La pauta para evaluar los esfuerzos de país en este campo está constituida por los rubros de crecimiento de las erogaciones y el impacto de esos gastos en indicado-res concretos de bienestar social.

Page 132: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA INVERS IÓN EN INFANCIA 113

4.1 La ERP: compromisos, componentes y contexto macro

Con el propósito de hacerle frente a los proble­mas de la población en condiciones de exclu­

sión social, y como parte de una visión de largo pla­zo, el gobierno de la República formuló, en el año 2001, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP). Esta Estrategia nace como un elemento primordial del Plan Maestro de Reconstrucción Nacional (PMRTN), en el marco de las negociacio­nes con el Fondo Monetario Internacional, y como condición básica para acceder a las condonaciones de deuda resultantes de la inclusión del país en la iniciativa para los países pobres altamente endeuda­dos (HIPC, por sus siglas en inglés).

El punto de culminación de esa iniciativa fue alcan­zado por Honduras a comienzos de 2006, con una condonación de deuda superior a los US$ 900 mi­llones, en un período que va hasta el 2015.108

Los compromisos primordiales de la ERP para el año 2015 están contenidos en un conjunto de metas muy precisas, que conforman el núcleo de las accio­nes a favor del desarrollo del país, como se presenta en el cuadro 25 (página siguiente).

De las metas contenidas en la ERP, siete están orien­tadas a la realización de los derechos de la infancia, al centrarse en aspectos como salud, educación, nu­trición, agua y saneamiento; pero también las metas referidas a crecimiento económico, gasto social y compromisos de superación de pobreza están direc­tamente relacionadas con la promoción y, especial­mente, garantía de derechos de la niñez.

Otros aspectos claves relativos a derechos de la infancia se relacionan, dado el contexto de país, con el combate al VIH­SIDA. Este componente no fue incluido como tal en la formulación original de la ERP; sin embargo, ha sido incorporado en los últi­mos años en el componente de salud, por tratarse de un problema fundamental de salud pública.

Para hacer frente a las metas señaladas, con un ho­rizonte que pretende trascender el corto y mediano plazo, la ERP comprende seis programas principa­les, cada uno de los cuales contiene subprogramas específicos, tal como se expone en el cuadro 26.

Entre el año de su formulación y 2006, el Estado hondureño ha hecho importantes esfuerzos por cana­lizar sus recursos a través de la ERP, con una clara orientación hacia los compromisos y metas contraí­dos. Parte importante de ese esfuerzo ha sido, en un contexto de negociaciones con los organismos inter­nacionales, convocar a la cooperación internacional a que unan sus esfuerzos en pro de la Estrategia.

Cuando se analiza el gasto por concepto de la ERP, se muestra un importante crecimiento en los últimos años, al pasar de Lps. 7,298 millones en 2000 a un estimado de Lps. 13,093 para 2005.

Si se analiza la evolución que han tenido cada uno de los componentes de la ERP, en primer término se aprecia que el componente de mayor peso relativo en términos de asignaciones presupuestarias ha sido el de capital humano (contentivo de las inversiones en salud y educación), con una participación crecien­te en el total del gasto ERP que va desde un 53% del total en el 2000, a un 56% en el 2004. Le siguen en importancia el componente de sostenibilidad de la

4. La inversión en infancia en el contexto de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) en Honduras

108 Esto, sin contar las condonaciones de carácter bilateral a raíz de la iniciativa del G8 de 2006.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007114

Cuadro No. 25. Metas globales, indicadores y proyecciones revisadas de cumplimiento de metas de la ERP, 2004

Fuente: Honduras, Secretaría de la Presidencia, Informes de la ERP II y III, 2004 y 2005.

109 Dato de ENESF 2001.110 Dato de ENESF 2001.111 Dato de ENESF 2001.112 Dato de ENMM 1996.

113 Dato del año 2001, ONU.114 Dato del año 2001, ONU.115 Dato del año 2000.

Meta Indicador Logro2004

Proyección2010

Proyección2015

1.- Crecimiento PIB real Crecimiento PIB real 4,6 4,5 5,62.- Crecimiento PIB per cápita Crecimiento PIB per cápita 1,9 2,2 3,73.- Gasto social Gasto social como % del Gasto total 47 48 50

Tasa de pobreza 64,2 60,2 39,94.- Reducir la pobreza en 24puntos porcentuales Tasa de pobreza extrema 44,6 41,5 21,25.- Duplicar cobertura neta eneducación prebásica

Tasa de cobertura en educaciónprebásica 36 40 62,6

6.- Cobertura neta de 95% enlos dos primeros ciclos deeducación básica

Tasa de cobertura ciclos 1º y 2º 89,3 89,2 95

7.- Cobertura neta del 70% enel tercer ciclo de educaciónbásica

Tasa de cobertura ciclo 3º 38,2 40 70

Cobertura ciclo diversificado (10 a 12) 21,3 23 508.- 50% de la fuerza detrabajo emergentecompletando la educaciónsecundaria

% PEA emergente con secundariacompleta 20 25 50

Tasa de mortalidad infantil 34109 30 169.- Reducir a la mitad la tasade mortalidad infantil y enmenores de 5 años

Tasa de mortalidad en menores de 5años

45110 40 23

10.- Disminuir la tasa dedesnutrición en menores de 5años

Tasa de desnutrición infantil 32,9111 30 20

11.- Reducir a la mitad lamortalidad materna Tasa de mortalidad materna 108112 96 54

% población con acceso a agua potable 82,2 82,3 9512.- Acceso de 95% a aguapotable y saneamiento % de población con acceso a sistemas

de eliminación de excretas76,7 72 95

IDH relativo al género 0,6113 0,66 0,7713.- Equiparar y elevar en un20% el Indice de DesarrolloHumano relativo a la mujer Indice de potenciación de género 0,5114 0,48 0,59

% de área con cobertura forestal 23 57 60% de áreas protegidas bajo manejo,sobre total

57,5 60 10014.- Implementar unaestrategia de desarrollosostenible Polusión del aire en centros urbanos

(ug/m3 de PTS)668115 549 200

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LA INVERS IÓN EN INFANCIA 115

Cuadro No. 26. Principales programas y subprogramas de la ERP

República de Honduras, Secretaría de la Presidencia, Segundo Informe de la ERP, junio 2003.

Cuadro No. 27. Avance en el cumplimiento de algunas metas de la ERP relativas a infancia, período 2001-2004

Fuente: Informe de Avance de la ERP 2004, enero 2005, Anexo B1.

117 Estimado con base en información de SEFIN.

META INDICADOR INDICADOR2001

INDICADOR2004

META2004

% población pobre 64.4 64.2 60.2Reducir la pobreza en 24puntos porcentuales % población en extrema

pobreza 47.4 44.6 41.5

Doblar la cobertura neta enenseñanza preescolar

Tasa neta deeducación preescolar 31.9 36 35.7

Alcanzar una cobertura del95% para los dos primerosciclos de primaria

Tasa neta de coberturapara primer y segundociclo

89.8 89.3 91.2

Alcanzar una cobertura del70% para el tercer ciclo deenseñanza primaria

Tasa neta de coberturapara el tercer ciclo 31 38.2 35

% población con accesoa agua potable 82 82.2 82.6Alcanzar el 95% de acceso

a agua potable ysaneamiento

% población con accesoa sistema de eliminaciónde excretas

69.4 76.7 71.9

Programas SubprogramasFortaleciendo la inversión y mejorando su eficienciaMejorando acceso competitivo a mercados internacionales1 Acelerando el crecimiento

económico equitativo y sostenible Apoyo al desarrollo de sectores de alto potencial productivo

Mejorando la equidad y seguridad en el acceso a la tierraDesarrollo sostenible en zonas prioritariasMejorando la competitividad de la pequeña economía rural

2 Reduciendo la pobreza en laszonas rurales

Mejorando las condiciones sociales en el área rural

Desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresaDesarrollo de ciudades intermediasApoyo a la vivienda de interés social3 Reduciendo la pobreza urbana

Acceso a servicios básicos en áreas prioritarias

Mayor cobertura y calidad en educaciónMayor y mejor acceso a servicios de salud4 Invirtiendo en capital humanoRiqueza cultural e identidad nacional

Redes de seguridad socialEquidad e igualdad de género5 Fortaleciendo la protección

social para grupos específicos Desarrollo de los pueblos étnicos

Fortaleciendo la transparencia y la democracia participativaFortaleciendo la justicia y seguridad ciudadanaModernización de la administración pública ydescentralización

6 Garantizando la sostenibilidadde la estrategia

Mejorando la protección del ambiente y la gestión de riesgos

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007116

ERP, el de reducción de la pobreza rural, el de re­ducción de la pobreza urbana y el de protección para grupos específicos.

El análisis de los componentes, subcomponentes y programas específicos contenidos en la ERP, per­mite tener un panorama relativamente detallado de los esfuerzos de inversión en infancia que el país ha venido haciendo desde el año 2001. Es importante hacer un estudio pormenorizado de las iniciativas, puesto que existen partidas que no se relacionan directamente con las metas en infancia, pero con­templan programas puntuales que sí están orientados a derechos referidos a niñez. Antes de entrar en este aspecto, es preciso tener en consideración algunos condicionantes estructurales con respecto a la ERP y sus perspectivas.

Diversas fuentes, incluyendo los análisis de la ERP, han mostrado que el impacto en términos de reducción efectiva de la pobreza no ha sido todo lo esperado. Se hace indispensable aumentar las actuales tasas de crecimiento del PIB, al menos a un 4.5%, de forma sostenida. No obstante, el real desafío de la implementación de la ERP es aumentar la elasticidad entre pobreza e ingreso por habitante.

En la década de los noventa, el país tuvo una elastici­dad de 0.65. Esto quiere decir que cada 1% de creci­miento del PIB logró reducir el porcentaje de pobres en tan sólo un 0.65%. Para lograr las metas de la ERP a 2015 se requeriría una reducción sostenida de 3% por año en el porcentaje de pobres. Esto quiere decir que si el PIB del país crece a un 4.6% real y mantiene un aumento de la población del 2.6%, la elasticidad referida debería aumentar a 1.5, más del doble de lo que lo ha hecho en los años recientes.117

En este contexto, es importante recordar que la ERP contiene metas específicas relativas a infancia, además de aquellas referidas a disminuir pobreza e indigencia. Por tanto, el alcance de esas metas cons­tituye por sí mismo un referente de evaluación que se debe tener presente.

En el país no existe información oficial actualizada sobre metas relacionadas con los temas de salud que nos conciernen, tales como mortalidad infantil, en menores de 5 años y materna, como tampoco en desnutrición. No obstante, sí existe información sobre otras metas que es importante tener en cuenta, como una estimación del impacto que está teniendo la mayor inversión social, en el marco de la ERP. El cuadro 28, elaborado con información del últi­mo informe de avances de la ERP, da cuenta de esa situación.

De tal forma, mejorar la cantidad y la calidad del gasto, como señalan diversos análisis,118 debe cons­tituirse en el centro de los esfuerzos de la ERP. Si bien no se han considerado aumentos en impuestos, es importante que las proyecciones acerca de la presión tributaria se mantengan en el nivel previsto. Datos de la SEFIN señalan que para 2004 se habría incumplido la meta programada del 17.5% del PIB. En el marco de la ERP, la línea en este sentido es mejorar la administración y disminuir la evasión fiscal.

Un aspecto capital que define las condicionalidades y posibilidades de éxito de la ERP es el control de los sueldos y salarios públicos. De constituir el 6.6% del PIB en 1996, pasaron a niveles de 11% en los últimos años, sin considerar sueldos y salarios de las entidades descentralizadas. La participación en el gasto total del gobierno central pasó de 33% a 42%, consumiendo nada menos que el 80% del aumen­to en el gasto total en ese período.119 He allí uno

117 Informe República de Honduras (2003), citado en Bolaños, R. y Delgado Félix «Honduras: creación de capital social: la reforma del gasto público», BID, NORAD, DFID, SIDA, p. 11.118 Bolaños, R. y Delgado Félix «Honduras: creación de capital social: la reforma del gasto público», BID, NORAD, DFID, ASDI; ASDI - Institute of Social Studies, Evaluación y monitoreo de Estrategias de Reducción de la Pobreza. 2003, Honduras Informe de País, 2004; Secretaría de la Presidencia, Informe de Avance de la ERP, 2004.119 Bolaños, R. y Delgado Félix «Honduras: creación de capital social: la reforma del gasto público», BID, NORAD, DFID, ASDI, p. 14.

Page 136: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA INVERS IÓN EN INFANCIA 117

de los factores que puede estar incidiendo, como se muestra más arriba, en que no haya una corres­pondencia necesaria entre aumento del gasto social entre 1998 y 2004, y avance en metas claves de la ERP.

4.2 La inversión en infancia en el marco de la ERP

Antes de introducirnos de lleno en lo que constituye el gasto en infancia en el marco de la ERP, demos una breve mirada a lo que fue el gasto en infancia en la década de los noventa. Cuando se analiza la evolución del gasto en infancia durante los años no­venta, se evidencia una tendencia al mantenimiento de este gasto en relación al PIB y al Gasto Público Total. Entre 1990 y 1997, el Gasto en Infancia se ha­bría mantenido sobre el 50% del Gasto Público Total y en torno al 4% del PIB; estos indicadores tuvieron una caída en el período 1995 y 1998, para repuntar desde ese año al 2000.

Cuando se analiza la composición del gasto en infancia durante la década de los 90, se observa un claro predominio del ítem educación, que va desde un 85% en 1990 a un 74% en 1995, para volver a subir a un 81% en 2000.

Luego de la aprobación de la ERP como política central de desarrollo del país, en el año 2001, co­mienza a darse una rearticulación del gasto central, así como de programas y proyectos en función de los componentes que conforman tal Estrategia. Por ello, es importante analizar la estimación de brechas de inversión en infancia con respecto al logro de las metas de la ERP.

Si bien los componentes centrales del gasto en niñez se relacionan directamente con los numerales 4 y 5, es decir, «invirtiendo en capital humano» y «fortale­ciendo la protección social para grupos específicos», los aspectos referidos a metas de cobertura en agua y saneamiento, contenidos en los componentes números 2 y 3, «reduciendo la pobreza en zonas ru­rales» y «reduciendo la pobreza en zonas urbanas»,

Gráfica No. 36. Porcentaje del gasto en niñez en Honduras con respecto al Gasto Social y al PIB (1990 - 2000)

Fuente: Elaboración propia, con datos nominales contenidos en el estudio FOSDEH - Save the Children Reino Unido, «Evaluación del gasto del gobierno de Honduras en la Niñez», agosto 2002.

0

10

20

30

40

50

60

70

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 20000

0,5

1

1,5

2

2,5

3

3,5

4

4,5

5

% del Gasto Social % del PIB

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007118

deben también ser considerados por su alto impacto en aspectos y metas relativos a la morbi­mortalidad infantil.

De tal forma, la comparación, en términos reales, de la inversión en infancia en la primera mitad de esta década señala un incremento sustantivo, en función de que los aspectos de niñez se encuentran conteni­dos en los principales componentes de la ERP. El cuadro 29 muestra una relación comparativa de indicadores de gasto para los años 2001 y 2004, que abarcan el corto período que lleva de ejecución la

ERP. Se evidencian los esfuerzos del país por incre­mentar la inversión en infancia, tanto en términos relativos como absolutos, no sólo dentro del gasto en pobreza en total, sino también como porcentaje del PIB, al pasar de un 4.5% a un 5.4%, (práctica­mente un aumento de un punto porcentual). Si en 2001 la inversión por cada niño y niña fue de US$ 108, ésta se incrementó a US$ 121 en 2004.

De los componentes de inversión orientada a niñez, educación y salud constituyen los más importantes, por estar referidos a metas de la ERP directamente

Gráfica No. 37. Comparación de la composición porcentual de gasto en infancia. 1995 - 2000

Fuente: Elaboración propia, con datos nominales contenidos en el estudio FOSDEH - Save the Children Reino Unido, 2002, «Evaluación del Gasto del gobierno de Honduras en la Niñez», agosto 2002.

Cuadro No. 28. Relaciones de gasto referidas a infancia, relación comparativa 2001 - 2004

Fuente: BCH, SEFIN, proyecciones de población de INE, Informe de Avance de la ERP 2004, enero 2005.

1995

74%

5%

6%

12%3%

Educación Salud PRAF FHIS IHNFA-JNBS

2000

81%

4%

4%8% 3%

Educación Salud PRAF FHIS IHNFA-JNBS

2001 2004118,838 137,08911,691 17,0348,755 11,3565,351 7,430

3,163,428 3,328,3554.5% 5.42%

45.7% 43.6%61.1% 65.4%

1691 (US$ 108) 2232 (US$ 121)

PIB (MM Lps.)Gasto Social (MM Lps.)Gasto ERP (MM Lps.)Gasto en Infancia (MM Lps.)Población menor de 18 años (población neta)Relación Gasto en Infancia / PIBRelación Gasto en Infancia / Gasto SocialRelación Gasto en Infancia / Gasto en PobrezaGasto en Infancia / por niño (a) (en Lps y dólares)

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LA INVERS IÓN EN INFANCIA 119

Gráfica No. 38. Evolución de la inversión en infancia en el marco de la ERP (en millones de lempiras de 2004)120

Fuente: República de Honduras, Informe de Avance de la ERP 2004, enero 2005, y cifras de presupuesto de SEFIN.

120 La inversión en infancia para el año 2005 se ha estimado con base en datos de SEFIN.121 Citado en Secretaría de Salud, Evaluación del impacto del Segundo Plan Estratégico Nacional (PENSIDA II), en la prevención del VIH en Honduras, abril 2004.

relacionadas con estos aspectos. Así, para 2004, dado que se dispone de cifras ejecutadas reales para ese año, 57% del total del gasto en pobreza se dedi­có al componente «invirtiendo en capital humano» y 4.6% al componente «redes de protección social». Descartando algunos aspectos de este último com­ponente no orientado de forma específica a infancia (que son los menos), e incluyendo el subcom­ponente de agua y saneamiento (integrado en los componentes de pobreza rural y urbana de la ERP), se concluye que el gasto en infancia en referencia al gasto total en pobreza sobrepasa el 65%.

Hay un tema relacionado con infancia y juventud que, si bien no tiene un referente meta en la ERP en su concepción originaria, es crucial para los efec­tos del desarrollo del país y la realización de los derechos de la infancia. Se trata de la epidemia del VIH­SIDA, cuyos impactos para el país en el cor­to y mediano plazo serán de gran magnitud, de no mediar una estrategia efectiva para combatirla. No es sólo el gran número de casos –la mitad de todos los casos reportados en la región centroamericana–, sino los impactos que tendrá esta epidemia tanto en la esperanza de vida de la población en general como el sector productivo.

La respuesta de país a la epidemia se ha visto reflejada en tres estrategias programáticas: Plan Estratégico Nacional de Lucha con el VIH­SIDA (PENSIDA), PENSIDA II, y el PENSIDA II +. De acuerdo con análisis recientes, desde el punto de vista presupuestario, los gastos destinados por el PENSIDA II para el período 2003­2007 fueron de US$ 24.6 millones. Se estima que en el marco del PENSIDA II, que incluye aportes del Fondo Global y otros, ese aporte puede llegar a los US$ 58 millo­nes en el mismo período.

De acuerdo a estimaciones realizadas por el Banco Mundial, un escenario en el que se considera la máxima cobertura de servicios puede llegar a costar alrededor de US$ 122 millones en el período señala­do,121 una cifra muy lejana incluso al presupuesto del PENSIDA II, que refleja un importante esfuerzo de país y de los cooperantes.

Es necesario tener presente que dentro de las po­blaciones objetivo del Plan se encuentran jóvenes, mujeres embarazadas (con el objeto de prevenir la transmisión vertical), y huérfanos debido al VIH­SIDA (que pueden llegar a los 12 mil en el año 2007).

0

1000

2000

3000

4000

50006000

7000

8000

9000

10000

2001 2002 2003 2004 2005

Inversión en Niñez Lineal (Inversión en Niñez)

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007120

En 2004, la distribución de los fondos se orientó más a los aspectos de cuidado y tratamiento (28%); apoyo a programas (22%), apoyo al ambiente po­lítico (20%) y prestación de servicios (20%). Algo menor fue la orientación para grupos vulnerables (6%) y cambios de conducta (5%). La erogación estimada para el año 2004 fue de US$ 8.6 millo­nes, de los cuales 42% correspondió al PENSIDA II, 38% al Fondo Global y 20% al gobierno y otros donantes.122

Resulta de suma importancia que el componente del VIH­SIDA, por su importancia social y econó­mica para el país, así como por su implicación para los derechos humanos, sea incorporado de forma paulatina en el componente de capital humano, como parte de la ERP en aquellos relacionados con la salud de la población, en especial de los sectores más vulnerables.

Por último, es importante considerar como contexto de ejecución de la ERP dos aspectos que reclaman particular atención. En primer término, el origen de los fondos que allí se utilizan y, más aún, los que deberán orientarse a la Estrategia producto de los compromi­sos adquiridos en el marco de la iniciativa HIPC y la legislación nacional reciente al respecto. De acuerdo al Reporte de Progreso de la ERP, para el 2004, el 56% de los fondos invertidos provinieron de fondos nacio­nales; el 31% de créditos, el 3% de donaciones y el 10% de la iniciativa HIPC. ¿De qué forma afecta esto a la sostenibilidad de la ERP para alcanzar las metas al 2015, si además el mecanismo de asignación no está del todo estipulado?

Un segundo aspecto tiene que ver con el destino con­creto de las inversiones. El gasto en pobreza incluye en sus reportes el gasto en salarios. Prácticamente el total de ese ítem recae en el componente «invirtien­

do en capital humano», dado que se trata de sueldos a profesores (subcomponente mejor cobertura y calidad de la educación) y personal médico (sub­componente mejor y mayor acceso a servicios de salud). En 2004, el 40% de la inversión en la ERP se destinó a pago de salarios.

Tal como se señalaba más arriba, este aspecto debe­rá tenerse muy en cuenta dada la necesidad de incre­mentar el impacto del gasto en pobreza, mejorando la cantidad y calidad del mismo, fortaleciendo la orientación de la labor de estos sectores a las me­tas de la ERP, así como vigilando el manejo que el Estado debe hacer de la masa salarial, que, como se indicó, sobrepasa a estas alturas el 10% del PIB. ¿Qué posibilidades reales hay de que esto ocurra, cuando el problema es urgente, y no ha tenido ma­yor respuesta que posponer las negociaciones sobre este tema para el período siguiente?

Naturalmente, no se trata en este contexto de hacer una crítica per se a las contrataciones que de todas formas debe realizar el Estado para cumplir con las metas referidas a la ERP. Por el contrario, se trata de visualizar en perspectiva la relación que se va dando entre mayores contrataciones de personal necesa­rio y cumplimiento de cláusulas salariales, versus cumplimiento de las metas, sobre todo en lo que se refiere a cobertura y calidad.

Esos aspectos son factores estructurales fundamen­tales para el escenario futuro de implementación de la ERP. Y en ello se jugará, por cierto, la voluntad política por generar las mejores condiciones. Sin embargo, es evidente que la principal condición está dada por los esfuerzos que el país, y el Estado en particular, deben hacer en función de una mayor y mejor asignación presupuestaria para hacer frente a los compromisos contemplados en la ERP.

122 Secretaría de Salud, Evaluación del impacto del Segundo Plan Estratégico Nacional (PENSIDA II), en la prevención del VIH en Honduras, abril 2004, p. 18.

Page 140: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA DEUDA DEL PA ÍS PARA CON LA INFANCIA 121

5.1 Antecedentes

El propósito de este capítulo es dar cuenta de las principales brechas de inversión necesarias para

poder dar cabal cumplimiento a las metas relaciona-das con la infancia en el marco de la ERP, desde la actualidad y teniendo como horizonte el 2015.

Para estimar los recursos necesarios para alcanzar las metas de la ERP, se ha utilizado en este informe el enfoque denominado «modelo de demanda-ofer-ta». En éste se calcula, por un lado, la población que debería ser atendida, tomando como marco de referencia las metas de la ERP, y por otro lado, la oferta de recursos existentes actualmente, la cual determina, en cada uno de los sectores, la población efectivamente atendida.123

La diferencia existente entre ambas poblaciones, es-to es, la que se desea atender y la que efectivamente es atendida, arroja como resultado la población ob-jetivo. En el presente informe, la población objetivo representa el número de personas adicionales que deberían ser cubiertas para dar cumplimiento a las metas de la ERP a las que nos hemos referido.

Una vez que se identifica la población objetivo, se establecen costos unitarios para cada una de las me-tas y se los multiplica por esta población objetivo. El resultado es el financiamiento adicional necesario para lograr las metas de la ERP, que suele denomi-narse brecha financiera o brecha de financiamiento.

Debido a que el objetivo de análisis de este trabajo se orienta a identificar las brechas necesarias para cubrir a la población infantil, nos concentraremos en las siguientes metas de la ERP:

Educación:

• Duplicar la cobertura neta en educación prebásica en niños de 5 años.

• Lograr cobertura neta de 95% en los dos primeros ciclos de educación básica.

• Lograr una cobertura neta del 70% en el tercer ciclo de educación básica.

• Lograr que el 50% de la fuerza de trabajo emer-gente complete la Educación Secundaria.

Salud:

• Reducir a la mitad la tasa de mortalidad infantil y en niños menores de cinco años.

• Disminuir al 20% la desnutrición en menores de cinco años.

• Reducir a la mitad la mortalidad materna.

Agua y saneamiento:

• Lograr acceso de 95% a agua potable y sanea-miento.

Para el análisis de las brechas financieras se han considerado tres escenarios, cuya naturaleza se explica a continuación.

5. La deuda del país para con la infancia

123 Para efectos de este ejercicio la oferta de recursos está determinada por los presupuestos aprobados para el año 2004 y la población atendida se ve reflejada se deriva del Informe de Avance de la ERP 2004, ya citado.

Page 141: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007122

Fuente: Informe de Avance de la ERP. 2004.

Escenario ILas inversiones nuevas en los distintos sectores se destinan a aumentar la cobertura actual para alcan-zar las metas de la ERP. Esto implica aumento de servicios y mejora de cobertura actual

Escenario IILas inversiones nuevas en los distintos sectores se destinan a mantener la cobertura actual. Esto es, se aumenta la prestación de servicios de forma pro-porcional al aumento de la población, pero no se alcanza la cobertura total (proporcionalmente, no hay cambios).

Escenario IIINo se realizan aumentos en las inversiones. La pres-tación de servicios va decreciendo a medida que la demanda (población) aumenta. Por ello la cobertura empeora.

5.2 Las brechas de financiamiento en educación

De acuerdo al Tercer Informe de Avance de la ERP, para el área de educación, la cobertura alcanzada al año 2004 y la cobertura esperada al 2015 son las que se muestran en el cuadro 29.

Según las proyecciones de población realizadas por el INE y utilizando como foco de análisis los escenarios planteados más arriba, la cobertura neta al año 2015 alcanzaría los niveles que expone el cuadro 30.

Según los presupuestos aprobados para educación para el año 2004, y utilizando una estimación de costos de incremento en la eficiencia educativa (impacto en la calidad y disminución de la repiten-cia) basado en los costos del Plan Educación Para Todos (EFA-FTI), los costos estimados por alumno adicional, en cada nivel, son los que se muestran en el cuadro 31.

124 Debido a que en el Escenario III no se realizan nuevas inversiones en el sector, la población total atendida al 2015 coincide con la población inicial al 2004.

Cuadro No. 29. Cobertura actual y metas de la ERP referidas a educación

Cuadro No. 30. Coberturas actuales en educación y estimaciones según escenarios considerados

Fuente: Informe de Avance ERP. 2004

2004 2015Matrícula neta en prebásica (2000) 36,0% 62,0%Matrícula neta 1° a 2° ciclo 89,3% 95,0%Matrícula neta del 3er ciclo 38,2% 70,0%Matrícula neta en ciclo diversificado 21,3% 50,0%

Base 2004 Escenario I Escenario II Escenario III124

Matrícula neta en prebásica 216.978 400.799 232.722 216.978Matrícula 1° a 2° ciclo 981.355 1.195.840 1.124.090 981.355Matrícula del 3er ciclo 185.759 422.339 230.477 185.759Matrícula en ciclo diversificado 96.365 287.921 122.654 96.365

Page 142: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA DEUDA DEL PA ÍS PARA CON LA INFANCIA 123

Cuadro No. 31. Costos estimados por alumno, por niveles educativos

Fuente: SEFIN. Honduras, Secretaría de Educación, Plan de Educación para Todos.

Cuadro No. 32. Tasas de repitencia, por nivel educativo. 2004, 2015

Fuente: Secretaría de Educación.

Cuadro No. 33. Tipo de prestación del servicio (público - privado) por nivel educativo

Fuente: Secretaría de Educación

Cuadro No. 34. Brecha financiera: costos estimados para alcanzar las metas de la ERP referidas a educación (Escenario I)

Fuente: Informe de Avance ERP. 2004

Nivel educativo Costos por alumno Lps.Prebásica 3.0121er y 2do ciclo 3.3593er Ciclo 5.692Diversificado 9.019

Nivel 2004 2015Prebásica 0,0% 0,0%1er y 2do ciclo 9,0% 0,9%3er Ciclo 8,4% 0,0%Diversificado 6,8% 0,0%

Nivel Oficial PrivadoPrebásica 88% 12%1er y 2do ciclo 94% 6%3er Ciclo 66% 34%Diversificado 70% 30%

Nivel Total Sector Oficial Relación esfuerzopúblico / total

Total US$ % Total US$ % En porcentajePrebásica 276.055.270 19% 242.928.638 22% 87%1° a 2° ciclo 229.827.788 15% 216.038.121 19% 94%3er ciclo 459.186.765 31% 303.063.265 27% 66%Ciclo diversificado 521.735.452 35% 365.214.817 32% 70%TOTAL 1.486.805.276 100% 1.127.244.841 100% 76%

Page 143: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007124

En cuanto a la infraestructura necesaria, según los datos del Plan Nacional de Infraestructura Educativa, la superficie adicional necesaria por alumno es de 3m2, con un costo por metro cuadrado de Lps. 3,873, representado un total de Lps. 11,619 por alumno. En cuanto a una variable orientada a un mejor rendimiento académico, se han considerado las tasas de repitencia por nivel educativo que se muestran en el cuadro 32. Finalmente, en cuanto a la modalidad de prestación de servicios por nivel educativo, se han considerado como constantes las tasas que se muestran en el cuadro 33.125

Considerando los aspectos antes expuestos, el cua-dro 34 muestra los costos estimados por cada una de las cuatro metas referidas a educación contenidas en la ERP, en función del Escenario I, es decir, supo-niendo una ampliación del gasto en el sector, hasta lograr el efectivo cumplimiento de la meta, con un horizonte temporal al 2015.

En atención a estos antecedentes, en el marco de un Escenario I, es decir, con esfuerzos por ampliar la cobertura hasta el logro de las metas de la ERP, se estima un esfuerzo del país en términos totales hasta el 2015, de Lps. 28,101 millones, lo que equivale a unos US$ 1,487 millones. Esto implica

una inversión promedio anual adicional de Lps. 2,555 millones, equivalentes a US$ 135 millones.

El cuadro muestra que los aportes del sector oficial (público), son significativos para el logro de las metas consideradas. En total, el esfuerzo del sector oficial representaría más de las tres cuartas partes del total del esfuerzo de país, con una erogación anual promedio adicional de US$ 102 millones, hasta 2015.

Cabe destacar que el esfuerzo es diferencial, según la meta de que se trate. En efecto, en términos ab-solutos, las mayores inversiones deberán orientarse a las coberturas del ciclo diversificado y del tercer ciclo de educación básica, y algo menos, a las metas referidas a cobertura en prebásica y los dos primeros ciclos de enseñanza básica.

Tal como muestra el cuadro, mientras el logro de la meta de cobertura del ciclo diversificado costaría US$ 365 millones, el logro de la meta referida a los dos primeros ciclos de enseñanza básica costa-ría US$ 216 millones. Esto no sólo se debe a que el costo por alumno es mayor en el ciclo diversi-ficado y el tercer ciclo, que en los dos primeros ciclos y prebásica126, sino por el costo cualitativo

Gráfica No. 39. Brecha total y del sector oficial para el logro de las metas de la ERP referidas a educación período 2005 - 2015 (en millones de dólares)

125 Los resultados del financiamiento serán presentados como el financiamiento total y el financiamiento por parte del sector oficial.126 Como se mencionó más arriba, el costo por alumno en el ciclo diversificado prácticamente triplica el costo por alumno de prebásica, y es 2.7 veces mayor que el costo por alumno de los dos primeros ciclos de educación básica.

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50

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2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

U$

Brecha TOTAL Brecha sector oficial

Page 144: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA DEUDA DEL PA ÍS PARA CON LA INFANCIA 125

de ampliar cobertura desde niveles muy bajos para el ciclo diversificado y el tercer ciclo de enseñanza básica.

Desde un punto de vista hipotético, para el logro efectivo de las metas analizadas, de aquí en adelan-te, de cada US$ 100 que el sector público invierta en educación, US$ 32 deberán ir a ampliar cobertura al nivel de ciclo diversificado; US$ 27 para el tercer ciclo de enseñanza básica (séptimo y noveno); US$ 22 a prebásica; y US$ 19 a los dos primeros ciclos de enseñanza básica.

En el marco del Escenario II, según el cual inversio-nes nuevas son destinadas a mantener el estado de la cobertura actual, se requeriría una erogación total de Lps. 10,527 millones (US$ 557 millones), con un promedio anual de Lps. 957 millones (US$ 50 millo-nes adicionales). En ese marco, el financiamiento del sector oficial total para el cumplimiento del compromiso a que hace referencia el Escenario II, representaría una erogación de Lps. 8,605 millones (US$ 455 millones), representando anualmente unos Lps. 782 millones (US$ 41 millones).

Este esfuerzo sería equivalente a un 40% de lo que se requeriría para el logro de las metas, suponiendo que la inversión es efectiva y eficiente, y significaría condenar al país al retraso absoluto en el ámbito educativo, toda vez que las coberturas en prebásica, tercer ciclo y ciclo diversificado continuarían sien-do las mismas de hoy: 36%, 38% y 21%. Tasas de cobertura que distan mucho de un país que se enca-mina al desarrollo.

5.3 Las brechas de financiamiento en salud

En salud, las metas actuales y esperadas son las que se muestran en el cuadro 35. Considerando la dismi-nución de las tasas de mortalidad infantil, mortali-dad de menores de cinco años, tasas de desnutrición infantil y de mortalidad materna, y la utilización de los escenarios planteados, se espera alcanzar al año 2015 en el sector salud, las metas mostradas en el cuadro 36.

Cuadro No. 35. Metas de la ERP en el sector salud

Fuente: Estrategia de Erradicación de la Pobreza

Cuadro No. 36. Población estimada según escenarios para compromisos referidos a cobertura de agua y saneamiento

Fuente: Estrategia de Erradicación de la Pobreza

127 Debido a que la Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar (ENESF) se realiza cada cinco años, los datos tomados como base corresponden a las metas originalmente reflejadas en la ERP para el año 2004.128 Debido a que en el Escenario III no se realizan nuevas inversiones en el sector, la población total atendida en 2015 coincide con la población inicial de 2004.

Meta 2004 127 2015Tasa de mortalidad infantil (por 1,000 n.v.) 30,0% 17,0%Tasa de mortalidad en menores de 5 años (por 1,000 n.v.) 41,0% 22,0%Tasa de desnutrición infantil 29,9% 20,0%Tasa de mortalidad materna (por cada 100,000 n.v.) 98 73

Base 2004 E I E II E III128

Población con acceso a agua potable 5.777.336 8.450.226 7.311.669 5.777.336Población con acceso a sistemas deeliminación de excretas 5.390.774 8.450.226 6.822.446 5.390.774

Page 145: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007126

Cuadro No. 37. Cobertura de potabilización y tratamiento de aguas servidas

Fuente: República de Honduras, Plan Sectorial Agua y Saneamiento, 2005.

Cuadro No. 38. Costos unitarios estimados para el cálculo de la brecha en materia de agua y saneamiento

Fuente: República de Honduras, Plan Sectorial Agua y Saneamiento 2005.

Cuadro No. 39. Costo de metas de la ERP referidas a cobertura en agua y saneamiento, según escenario (en millones de dólares)

Fuente: Estrategia de Erradicación de la Pobreza

Nivel 2004 2015Potabilización

Rural 21,1% 95,0%Urbana 86,2% 95,0%

Tratamiento de Aguas Servidas 16,5% 50,0%

Costos de Agua y saneamiento (L.)Costo de red de agua

18,9003,780

Costo de alcantarillado4,7803,000

Costo de Potabilización378,000

1,701Costo depuración

189,000415,800

UrbanaRural

UrbanaRural

UrbanaRural

2000 a 9.999 hab.10.000 a 100.000 hab.

Más de 100.000 189,000

Escenario I Escenario IITotal U$ % Total U$ %

Acceso a agua potable 290.757.494 42% 165.676.161 57%

Acceso a sistemas de eliminación de excretas 112.546.774 16% 52.159.755 18%

Potabilización 250.878.683 36% 67.468.706 23%

Tratamiento de Aguas Servidas 39.614.130 6% 4.834.858 2%

TOTAL 693.797.080 100% 290.139.480 100%

Page 146: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA DEUDA DEL PA ÍS PARA CON LA INFANCIA 127

Gráfica No. 40. Estimación total de la brecha financiera para cumplir las metas de agua y saneamiento básico consideradas en la ERP, según escenarios I y II

Fuente: Estrategia de Erradicación de la Pobreza

En las metas establecidas en la ERP, la mayor cobertura de servicios de agua y saneamiento no garantiza, por un lado, que el agua sea potable, y que, por otro lado, se tenga acceso a los servicios de tratamiento de aguas servidas. Por tanto, en el Plan Sectorial para Agua y Saneamiento 2005-2015 para la potabilización y depuración de las aguas, se esta-blecen las metas presentadas en el cuadro 39.

Debido a las diferencias de cobertura y de costos entre la población rural y la población urbana, pa-ra estimar la brecha, la composición de población objetivo se diferenció por zona urbana, según las proyecciones del INE. Se consideró la siguiente proporción: para 2004, 46% población urbana y 54% rural; para 2015, 54% urbana y 46% rural. Así, los costos fueron clasificados según zona geográfica. Para el caso de depuración, el costo varía según el tamaño de las comunidades.

El cuadro 40 muestra en forma específica el costo total de cada una de las metas referidas a agua po-table y saneamiento contenidas en la ERP, según escenario. Las brechas globales de financiamiento para el logro de los niveles de cobertura en agua y saneamiento comprometidos en la ERP implican que se requiere una erogación total hasta al año 2015 de Lps. 13,131 millones (US$ 694 millones), con un promedio de erogación anual de Lps. 1,192 millones (US$ 63 millones).

El mayor esfuerzo de inversión recae en la meta referida a la ampliación de la cobertura en agua y,

en segundo lugar, en potabilizarla, con costos esti-mados en US$ 290 y US$ 250 millones, respectiva-mente. Ambos aspectos representan el 78% del es-fuerzo nacional en este ámbito. El acceso a sistemas de eliminación de excretas y depuración representa esfuerzos un tanto más modestos, con US$ 112 y US$ 40 millones respectivamente.

Si en cambio se considera el Escenario II, en el que las inversiones nuevas son destinadas sólo a mante-ner el estado de la cobertura actual, se requiere una erogación total de Lps. 5,484 millones (US$ 290 millones), con un promedio anual de Lps. 498 millo-nes (US$ 26 millones), lo que significaría nada más que mantener los actuales niveles de cobertura.

5.4 Síntesis de las brechas financieras

El cuadro 41 presenta una síntesis general y estima las brechas financieras por cada una de las metas analizadas en este estudio. Del análisis efectuado para cada una de las áreas estratégicas de la ERP se puede inferir una brecha financiera total según los distintos escenarios.

En el marco del Escenario I, donde se realizan las inversiones necesarias para alcanzar las metas de la ERP, partiendo de 2004, el monto total estimado de la brecha financiera para el logro de las metas con-sideradas alcanza los US$ 3,091 millones, lo que re-presenta una erogación anual promedio (entre 2004 y 2015) de US$ 281 millones. Ese monto representa

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10

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40

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2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

U$

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2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015

U$

Page 147: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007128

Cuadro No. 40. Relación de metas de la ERP referidas a infancia y brechas financieras por meta (en millones de dólares)

Cuadro No. 41. Estimación del peso relativo del costo de las metas de infancia contenidas en la ERP sobre el costo total de las brechas por sector, según escenario

Fuente: Estrategia de Erradicación de la Pobreza

129 Este subtotal incluye acceso a agua potable (US$ 290 millones); potabilización (US$ 250 millones); y depuración (US$ 39 millones).130 Se presentan los datos del sector total.

META INDICADOR

BRECHAFINANCIERA(en MM US$)Año Año

2.004 2.015 ESCENARIO I

Duplicar la cobertura neta en educaciónprebásica en niños de 5 años. Matrícula neta en prebásica 36,0% 62,0% 276,055

Lograr cobertura neta de 95% en los dosprimeros ciclos de educación básica. Matrícula neta 1° a 2° ciclo 89,3% 95,0% 229,827

Lograr cobertura neta del 70% en el tercerciclo de educación básica. Matrícula neta del 3er ciclo 38,2% 70,0% 459,186

Lograr que el 50% de la fuerza de trabajoemergente complete la educaciónsecundaria.

Matrícula neta en ciclodiversificado

21,3% 50,0% 521,735

Reducir a la mitad la tasa de mortalidadinfantil y en niños menores de cinco años

Tasa de mortalidad infantil(por 1,000 n.v.) 30 17 1,205

Tasa de mortalidad enmenores de 5 años (por1,000 n.v.)

41 22 7,876

Disminuir al 20% la desnutrición enmenores de 5 años6 Tasa de desnutrición infantil 29,9% 20,0% 896,440

Reducir a la mitad la mortalidad materna5 Tasa de mortalidad maternapor cada 100,000 n.v. 98 73 5,128

Lograr acceso de 95% a agua potable ysaneamiento4

% de población con acceso aagua potable 82,2% 95,0% 581,249129

% de población con acceso asistemas de eliminación deexcretas

76,7% 95,0% 112,546

Sector Escenario I Escenario IITotal U$ % Total U$ %

Educación130 1.486.805.276 48% 1.127.244.841 66%Salud 910.649.965 29% 298.058.515 17%Agua y Saneamiento 693.797.080 22% 290.139.480 17%TOTAL 3.091.252.322 100% 1.715.442.835 100%

Page 148: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

LA DEUDA DEL PA ÍS PARA CON LA INFANCIA 129

para el año 2004 el 3.7% del PIB, y el 30% de todo el Gasto Público Social erogado por el gobierno de Honduras.

Si hipotéticamente se hubiera incrementado el Gasto en Pobreza para el presente año, en los US$ 281 millones, hubiese significado un incremento de más del 45% de todo el Gasto en Pobreza del país, con-siderando los seis componentes. Dado que la inver-sión en infancia contenida en la ERP representó para 2004 unos US$ 403 millones, hubiese significado que dicho gasto se incrementara en un 70%.

Si para el año 2005 se hubiese considerado el in-cremento de los US$ 281 millones, sobre los US$ 403 ya asignados por el gobierno, y se hubiese considerado el incremento poblacional (aproxima-damente unos 55 mil nuevos nacimientos), el Gasto en Infancia habría pasado de US$ 121 per cápita a US$ 202; sin duda, un esfuerzo significativo para el Estado hondureño.

No obstante, si se analiza con detenimiento el gasto funcional de gobierno central, se aprecia que las posibilidades reales de incrementar el Gasto Social, el Gasto en Pobreza y, en primera instancia, el Gasto en Infancia, en el marco de la iniciativa HIPC y los procesos de condonación unilateral, es perfectamen-te factible y realista.

Un solo ejemplo: si el Estado de Honduras hubiese destinado a Gasto en Infancia –que, para el caso, resulta lo mismo que Gasto en Pobreza, dado que las metas a que se refiere están contenidas en ella– todo lo que destinó a pago de intereses y amortización de la deuda en 2004, le hubiesen sobrado US$ 57 millo-nes. En efecto, el total de intereses y amortización de la deuda equivalió, en 2004, a US$ 338 millones. De hecho, entre 1999 y 2004, el país ha erogado, por concepto de deuda externa, una cantidad anual promedio equivalente a US$ 291 millones.

Por otra parte, en el Escenario II, donde las inversio-nes que se realizan en los sectores son para mante-ner las tasas de cobertura o prestación de servicios constantes, se estima una erogación hasta el 2015 de US$ 1,715 millones, a un promedio anual de US$ 156 millones. Pero esa situación sería destinar al país a la permanencia de los actuales indicadores, negando con ello toda posibilidad de desarrollo y, por ende, de efectiva realización de derechos.

Es importante no olvidar que ese esfuerzo conjunto de país debe ser equilibrado y adecuadamente focali-zado. Si se revisa el costo de las metas por cada uno de los sectores contemplados en el presente análisis, resulta que las metas en educación concitan, en el marco del Escenario I, prácticamente la mitad de todo el esfuerzo nacional con miras al 2015, con un 49%, mientras que las metas en salud representan un 29% y lo relativo a agua y saneamiento, un 22%.

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007130

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HACIA EL LOGRO DE LAS METAS DE LA ERP RELATIVAS A INFANCIA 131

6.1 Los principales retos para una mayor y mejor inversión en las metas de la ERP referidas a infancia

En este apartado se presentan algunas estrategias realistas y viables para hacer frente a la brecha

de recursos que se requieren y alcanzar las metas de la ERP referidas a infancia. Algunas de las reflexiones que se exponen aquí tienen que ver directamente con necesidades de conocimiento sobre algunos aspectos de inversión, entendida en un sentido amplio; otras están referidas de forma concreta a procesos que permitirían hacer frente a las múltiples necesidades de la infancia hondureña y, por lo tanto, a la efectiva materialización de sus derechos.

Un primer aspecto tiene que ver con las fuentes de inversión en aquellos aspectos que tienen relación directa con la infancia. Si bien desde la elaboración de la ERP y su implementación, a partir de 2001, se cuenta con información sobre erogaciones por com­ponentes y programas específicos, existe una consi­derable cantidad de recursos que están dirigidos a infancia, que no son contemplados en las cuentas nacionales como tales. Resulta indispensable cono­cer la magnitud, por ejemplo, de los gastos que los municipios realizan en ámbitos tan sensibles como educación, salud y protección social.

Dado que los informes que estas entidades envían a la Secretaría de Gobernación y Justicia no detallan ni desagregan las inversiones –mucho menos dan cuenta de convenios suscritos por las municipalida­des con actores externos al aparato del Estado–, es difícil tener una idea exacta de los recursos que son invertidos en infancia en el nivel local, así como el grado de coordinación que esas inversiones poseen con aquellas que realizan los ministerios sectoriales.

Un análisis llevado a cabo por la Secretaría de Educación y la Secretaría de Gobernación y Justicia el año 2003 para un conjunto de municipios del país señala, por ejemplo, que los municipios pertenecien­tes a un departamento con tantas carencias como Copán, con una población de unos 250 mil habitan­tes, invirtieron de forma efectiva en educación –de los escasos recursos que les fueron asignados– unos Lps. 6 millones (unos US$ 330 mil). Dicha inver­sión se destinó a rubros tales como pago de maes­tros, construcción y/o reparación de escuelas y aulas, pago de vigilancia, becas a alumnos, merien­da escolar, entre otros.

Otro tanto ocurre con la inversión vía ONG­OPD que resulta, en ciertos casos, ser muy significativa. Y no se trata tanto aquí de uno u otro proyecto con­tingente, sino de programas de carácter sistemático que dichas entidades vienen realizando en el país, en zonas, departamentos, mancomunidades, municipios y/o localidades muy concretas. Es importante una aproximación a esas inversiones, en tanto muchas de ellas están en la línea directa con la promoción o protección de los derechos de la infancia. De igual forma, es importante conocer la dispersa inversión o apoyo del sector privado del país a la promoción de los derechos de la infancia. Para seguir con el ejemplo en educación, un análisis de la Secretaría de Educación mostró que en el año 2003 había unas 10 ONG­OPD que cuentan –cada una– con presu­puestos anuales estimados para el sector que fluc­túan entre US$ 1 y US$ 2 millones.

Por otra parte, iniciativas referidas a mejorar la calidad del gasto resultan indispensables. Tal como se observó en el segundo capítulo, en los países de América Latina, si bien en la década de los noventa se hicieron esfuerzos importantes para aumentar el gasto social por habitante, es común observar que los niveles de pobreza y concentración del ingreso

6. Hacia el logro de las metas de la ERP relativas a infancia

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007132

han seguido aumentando. En Honduras tampoco parece haber una relación directa entre mayores niveles de inversión y disminución de la pobreza y/o mejoramiento de los indicadores en educación y salud, en general. Como se señaló más arriba, para poder avanzar en un impacto mayor del crecimiento económico en la disminución de la pobreza, la elas­ticidad evidenciada en los noventa debería duplicar­se, algo que resulta poco probable.

Además de un mayor nivel de coordinación de inversiones y de un aumento general del impacto, se requieren esquemas referidos a programación del gasto en función de metas, análisis real de la capa­cidad de absorción, así como implementación de sistemas de monitoreo sistemáticos sobre indicado­res referidos a esas metas.

Un aspecto crucial de la calidad del gasto social y, en especial, de la inversión en infancia, supone una definición precisa de las instancias institucionales de conducción y coordinación de la política social dirigida a ella. El respeto y consideración de los mandatos normativos que asignan responsabilidades institucionales es un primer paso.

Este aspecto es central desde la producción mis­ma de información para la toma de decisiones, hasta la asignación presupuestaria fundamentada en criterios técnicos sustantivos. Mientras mayor claridad institucional se tenga en la conducción de la política social orientada a infancia, mayores posibilidades habrá de una programación adecuada y mayor conocimiento de las responsabilidades de implementación e impacto de las iniciativas. En tal sentido, es fundamental fortalecer instancias como el Instituto Hondureño de la Familia y la Niñez (IHNFA), así como establecer criterios para la asignación de recursos liberados por efectos de la condonación de la deuda a las metas relativas niñez, vía Gabinete Social y Consejo Consultivo de la ERP.

No obstante, un mayor conocimiento de los es­fuerzos extraestatales dirigidos a infancia, un mayor conocimiento de las relaciones existentes entre políticas, programas e impactos, así como

una mayor claridad en las responsabilidades institu­cionales en la generación e implementación de las políticas dirigida a infancia, no garantiza la materiali­zación de los derechos de la niñez. Una asignación presupuestaria acorde a las necesidades es esencial.

El país ha realizado esfuerzos apreciables para hacer frente a las brechas en el cumplimiento de las metas establecidas para la infancia, fundamentalmente en los últimos ocho años, pero tales esfuerzos, a la luz de la situación actual en términos del cumplimiento de metas, claramente no es suficiente.

Es imperioso aumentar la inversión en niñez a nive­les que distan mucho de los actuales. De los análisis realizados en este estudio se deriva que el Estado hondureño deberá destinar aproximadamente US$ 3,091 millones adicionales a la inversión actual, para hacer frente a la brechas de financiamiento orientadas al logro de los compromisos de la ERP referidas a educación, salud, agua y saneamiento, las cuales se relacionan de forma directa con los derechos de la infancia. Esto significa, en términos aproximados, una erogación anual promedio adicio­nal, hasta 2015, de unos US$ 281 millones.

¿Existen posibilidades reales del país para acome­ter los desafíos de la brecha financiera de forma concreta? La respuesta es sí. Además de una mejor orientación de la implementación de programas y proyectos, y una coordinación mayor entre entida­des de línea y apoyos de ONG­OPD, sector privado y las mismas comunidades, en el nivel municipal y local, el Estado hondureño es capaz de hacer frente a esa brecha.

Naturalmente, para reflexionar sobre esto de forma responsable, es preciso tener en consideración el escenario inmediato y futuro. Dos iniciativas que abren un conjunto de posibilidades son la llegada al punto de culminación en el marco de la iniciativa HIPC, lo que significa la condonación de una sig­nificativa parte de la deuda externa hondureña (que en el 2004 ascendía a más de US$ 5 mil millones); y los esfuerzos por condonar la deuda bilateral y multilateral surgida a partir de un pronunciamiento reciente del Grupo de los Ocho (G­8).

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HACIA EL LOGRO DE LAS METAS DE LA ERP RELATIVAS A INFANCIA 133

En el año 2004, Honduras erogó, por concepto de intereses y amortización de deuda, una cantidad equivalente a Lps. 6,237 millones, esto es, US$ 388 millones. Si la mitad de ese dinero hubiese ido dirigido a las metas en educación, salud, agua y saneamiento, se habría cubierto un 70% de la brecha total para ese año.

En promedio, el país ha erogado durante los últimos 10 años, la cantidad de US$ 206 millones anuales (en términos reales) por concepto de deuda. De esa forma, las oportunidades abiertas por el proceso de condonación permitirían cubrir, si no toda, gran parte de la deuda que el país tiene con su infancia, al hacer frente al cumplimiento de los esfuerzos que implica el logro de las metas de la ERP referidas a ella, consideradas en este análisis. La gráfica 41 muestra la magnitud de los recursos que quedarían liberados por concepto de condonación, vía iniciati­va HIPC y G­8.

Esto implica que el país podrá disponer de unos US$ 160 millones al año para la ERP. Es evidente que no todo ese dinero va a dirigirse a las metas de infan­cia, dado que son varios los componentes que hay que atender. Pero no es menos cierto que las metas de infancia constituyen una prioridad incluso para la ERP, debido a la importancia que se ha venido

dando a aquellos componentes que tienen mayor relación con las metas analizadas en este estudio: educación, salud, agua y saneamiento.

Si, como han sugerido las autoridades de la Secretaría de Finanzas, el presupuesto efectivo para la ERP del año 2005 fuera de Lps. 19,747 millones (unos US$ 1,039 millones)131, y si se mantuviera un porcentaje de gasto de la ERP orientado a in­fancia en torno al 65% (supuesto realista dada la proporción del 2004 de un 65.4%), la inversión en infancia en el contexto de la ERP llegaría a los US$ 675 millones. Si la inversión efectiva en infancia en 2004 hubiera sido de US$ 391, ahora se estaría prácticamente cubriendo la brecha general estimada para las metas consideradas en el presente año, dada una inversión en infancia adicional, superior en US$ 284 millones a la de 2004 (versus US$ 281 estima­dos como brecha).

No obstante, y dadas las consideraciones de co­ordinación y mejoramiento del foco de las inver­siones, la disponibilidad del dinero no garantiza, necesariamente, el logro de las metas. En conse­cuencia, además de asegurar los recursos necesarios, resta ver el aumento en términos de la calidad del gasto.

Gráfica No. 41. Montos estimados del alivio al servicio de la deuda 2006 - 2009

Fuente: Secretaría de la Presidencia, SIERP.

131 Incluye salarios devengados por el sector salud y educación.

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2006 2007 2008 2009

HIPC G-8

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007134

Existe un aspecto adicional referido a infancia que es preciso tener en consideración. Este estudio se ha centrado en el análisis de aquellas metas orientadas a infancia que forman parte de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza. Sin embargo, a pesar de su prioridad, en la ERP no están contenidos metas y/u objetivos referidos a infancia que son igualmente importantes y respecto de las cuales el país ha suscri­to una serie de compromisos. Entre los más importan­tes están los denominados derechos de protección, y aquellos referidos a los derechos de niños y niñas en referencia al VIH­SIDA.

Respecto de los derechos de protección, cabe desta­car que existen iniciativas en marcha tales como:

a) El Plan de Acción Nacional para la Erradicación Gradual y Progresiva del Trabajo Infantil en Hon­duras.

b) El Plan de Acción Nacional contra la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescen­tes en Honduras.132

c) Directrices para una Política Nacional para la Prevención de la Discapacidad, atención y reha­bilitación integral de las personas con discapaci­dad y la promoción y protección de sus derechos y deberes.

En cuanto al VIH­SIDA, tal como se expuso an­tes, la respuesta del país a la epidemia se ha visto reflejada en tres estrategias programáticas: Plan Estratégico Nacional de Lucha con el VIH­SIDA (PENSIDA), el PENSIDA II, y el PENSIDA II+. De acuerdo con análisis recientes, los gastos des­tinados por el PENSIDA II para el período 2003 ­ 2007 fueron de US$ 24.6 millones. En el marco del PENSIDA II +, que incluye aportes del Fondo Global y otros, ese monto puede llegar a los US$ 58 millones en el mismo período.

Estimaciones realizadas por el Banco Mundial señalan que en un escenario en el que se considera la máxima cobertura de los servicios en esta mate­ria, los costos pueden llegar a alrededor de los US$ 122 millones en el período señalado,133 cifra lejana incluso al presupuesto del PENSIDA II +.

Para el 2004, según la distribución de los fondos, el mencionado Plan se orienta más a los aspectos de cuidado y tratamiento (28%); apoyo a progra­mas (22%), apoyo al ambiente político (20%) y prestación de servicios (20%). Algo menor es la orientación para grupos vulnerables (6%) y cambios de conducta (5%). La erogación estimada para el año 2004 fue de US$ 8.6 millones, de los cuales el 42% correspondió al PENSIDA II, el 38% al Fondo Global, y el 20% a gobierno y otros donantes.134

Es de vital importancia que el componente de VIH­SIDA, por su importancia social y económica para el país, así como por su implicación para los dere­chos humanos y de la infancia, sea incorporado en el componente de capital humano, como parte de la ERP, en aquello que tiene relación con la salud de la población, en especial de los más vulnerables.

Finalmente, es preciso enfatizar en la importancia que posee un proceso sostenido de fortalecimiento institucional de las entidades de línea encargadas de ejecutar las políticas y planes orientados a infancia y adolescencia. La actual dispersión de programas y proyectos al interior de Secretarías de Estado de tanta preponderancia como Educación y Salud, muchas veces tiende a encarecer los costos de ope­ración, duplica esfuerzos, impide una mayor articu­lación y coordinación con actores del propio Estado y fuera de él. En el peor de los casos, se concentran en avanzar en la ejecución de montos preasignados, más que en asegurarse de que esa inversión apunte al logro y seguimiento de metas concretas. Todos estos factores se conjugan en contra de una visión

132 En formulación según Gobierno de Honduras, Plan de Oportunidades para la Niñez y la Adolescencia (borrador, versión julio 2005).133 Citado en Secretaría de Salud, Evaluación del impacto del Segundo Plan Estratégico Nacional (PENSIDA II), en la prevención del VIH en Honduras, abril 2004.134 Secretaría de Salud, Evaluación del impacto del Segundo Plan Estratégico Nacional (PENSIDA II), en la prevención del VIH en Honduras, abril 2004, p. 18.

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HACIA EL LOGRO DE LAS METAS DE LA ERP RELATIVAS A INFANCIA 135

estratégica e integrada de los temas, que permita definir y realizar las acciones necesarias para hacer frente a problemas con mayor efectividad.

6.2 Perspectivas de un escenario realista para ampliar y mejorar la inversión en infancia

En función de los aspectos expuestos, se presenta a continuación, un análisis general del marco de ope­ración de la ERP para los años subsiguientes. Según las estimaciones presentadas, se requerirían unos US$ 2,732 millones adicionales de inversión acu­mulada de recursos públicos, entre 2006 y 2015. Por su parte, los análisis referidos a la ERP suponen una serie de variables y metas que dibujan un contexto macroeconómico y fiscal favorable. Más concreta­mente, las variables definidas son las siguientes:

Para poder estimar efectivamente el monto que se dedicaría a infancia, partimos de los montos pre­supuestados para 2005 y asumimos el supuesto de que la relación entre inversión en niñez y gasto ERP general se mantendría entre 2006 y 2015 en la mis­ma tasa que en 2005, es decir, en un 75.6%.

Una primera valoración global nos muestra que, incluso si se cumplen las metas macroeconómicas previstas en la ERP (crecimiento del PIB, propor­ción del PIB dedicada al gasto en ERP), y se mantie­ne la misma prioridad del gasto en niñez dentro del Gasto ERP, no se contaría con recursos suficientes para cubrir la brecha de inversión identificada para alcanzar las metas de la ERP que afectan a la niñez.

Por tanto, se deben estudiar las alternativas existen­tes para cubrir esta brecha. Como parte del presente estudio se han generado una serie de escenarios al­ternativos para conocer las opciones de políticas con que cuentan los responsables del país. El escenario base estimado en función al marco propuesto en la ERP supondría que el gasto en niñez pasara de US$ 143 por niño (a) en 2005 a US$ 212 en 2015. Sin embargo, para alcanzar la inversión requerida, sería necesario que la inversión en niñez llegara hasta US$ 257 por niño o niña.

Asimismo, el escenario base supone que el gasto en niñez pasase de representar el 6.6% del PIB en 2005, hasta el 7.0% en 2015; sin embargo, sería ne­cesario que el gasto en niñez alcanzara el 8.5% del PIB para cubrir la brecha identificada.

Cuadro 42. Variables reales, estimadas y proyectadas de la ERP, 2004 al 2015

* Nota: Para este estimación asumimos que la participación del Gasto Social en el. PIB aumenta en la misma cantidad de puntos porcentuales que la participación del gasto ERP en el PIB, definida en el documento de la Estrategia.

2004Real

2005Estimado

2006Proyectado

2015Incrementoacumulado2006-2015

Crecimiento del PIB 3.1% 4.0% 4.5% 4.5%

Gasto ERP/ PIB 8.4% 8.7% 9.4% 9.7%

Gasto Social/PIB* 12.4% 12.7% 13.4% 13.4%

PIB (Mill. US$ de 2004) 7,391 7,686 8,032 11,937 21,838Gasto ERP(Mill. US$ de 2004) 624 669 755 1,158 2,828

Gasto Social(Mill. US$ de 2004)* 918 975 1,075 1,633 3,698

Page 155: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007136

Fuente: Elaboración propia.

Cuadro No. 43. Gasto en niñez al 2015

Gráfica 42. Gasto en niñez por cada niño o niña (US$ de 2004)

Considerando este escenario, las posibles líneas de acción complementarias son las siguientes:

• Crecimiento económico mayor del actual.

• Mayor volumen de gasto público respecto al PIB.

• Mayor proporción del gasto público dedicado al gasto social.

• Mayor proporción del gasto social dedicada al gasto en niñez.

• Mejora de la eficiencia del gasto (que permita alcanzar las mismas metas con menos recursos).

Cada una de estas alternativas plantea decisiones políti­cas importantes que tienen sus propias consecuencias, y por tanto deben ser valoradas adecuadamente. Lo

más factible es definir una estrategia que contenga una combinación de todas las líneas de acción ex­puestas más arriba. A continuación pasamos a anali­zar cada una de ellas separadamente.

1. Crecimiento económico mayor que el actual

Un mayor crecimiento económico, si se mantienen el resto de variables constantes, conllevaría a una mayor recaudación fiscal y una mayor disponibili­dad de recursos para invertir en la niñez. En el pre­sente ejercicio analizamos un escenario alternativo en el que el crecimiento del PIB se acelera hasta el 5.5% anual entre 2007 y 2015, un punto por encima del 4.5% previsto en el documento de la ERP. En este caso, los recursos disponibles pasarían del 67% de los fondos requeridos al 78%. Sería necesario

Fuente: Elaboración propia.

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Gasto NiñezMetodologíaFosdeh

Gasto NiñezMetodologíapropia

EscenarioBase

Inversiónrequerida

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014

2004Real

2005Estimado

2006Proyectado

2015Incrementoacumulado2006-2015

Gasto en Niñez/Gasto ERP 65.4% 75.6% 75.6% 75.6% 75.6%

Gasto en Niñez(Mill. US$ de 2004) 505 571 603 876 2,137

Page 156: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

HACIA EL LOGRO DE LAS METAS DE LA ERP RELATIVAS A INFANCIA 137

que el crecimiento se acelerara hasta un 7.4% anual para que la mayor recaudación, por sí sola, cubriera la totalidad de los recursos requeridos.

Sin embargo, debe aclararse que simplemente con alcanzar el crecimiento del 4.5% promedio anual previsto en las proyecciones de la ERP, sería un escenario optimista, ya que supondría una mejora considerable sobre el nivel de crecimiento alcanzado en las últimas décadas (2.5% en los ochenta, 3.4% en los noventa y 2.9% en el quinquenio 2000­2005).

2. Mayor volumen de gasto público respecto al PIB

El aumentar el volumen de gasto público respecto al PIB supone una decisión explícita de que el Estado tenga un papel más importante en la conducción de la sociedad. Se espera que el gasto público alcance el 24.2% del PIB en 2005. En nuestro escenario base partimos del supuesto de que esta participación se mantiene constante. Para poder cubrir la brecha de recursos identificada, sin variar el crecimiento eco­nómico previsto o la distribución interna del gasto público, se necesitaría que éste ascendiera hasta un 29.2% del PIB, un incremento considerable.

El gasto público debe financiarse con ingresos tribu­tarios (impuestos), ingresos no tributarios (donacio­nes, etc.) o endeudamiento público. Se calcula que

los ingresos tributarios alcanzarán un 17.3% del PIB en 2005, mientras que los ingresos no tributarios llegarán al 4.4%. La diferencia entre estos ingresos y los gastos previstos se convertirán en un déficit pú­blico equivalente al 2.5% del PIB que debe cubrirse con endeudamiento interno o externo.

Por tanto, para poder alcanzar los niveles de gasto público requerido, sería necesario aumentar la re­caudación, aumentar las donaciones, aumentar el déficit público, o una combinación de estas opcio­nes. Dado que los ingresos no tributarios dependen fundamentalmente de la voluntad de los donantes, en este ejercicio no se plantea un aumento de los ingresos por este concepto, si bien se espera que se mantengan en niveles similares a los actuales. Por otro lado, el contexto global y los principios econó­micos no aconsejan generar mayor déficit público para financiar el desarrollo. Por tanto, queda la opción de aumentar los ingresos tributarios. ¿Es esto factible?

Se estima para 2005 una presión fiscal (ingresos tributarios como proporción del PIB) de 17.3% en el país. Esta cifra es significativamente inferior a la de los países de la región. Según nuestras estima­ciones, se requeriría que esta cifra aumentara hasta el 22.3%. Este aumento puede darse, a su vez, por una disminución de la evasión o un aumento de los impuestos.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfica No. 43. Gasto Público Total como proporción del PIB (peso del Estado en la economía)

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20%

25%

30%

35%

HISTÓRICO

EscenarioBase

EscenarioCombinado

Escenario-sólo varíaGastoPúblico Total

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007138

Grafica No. 44. Gasto social como proporción del PIB (prioridad macroeconómica del gasto social)

Fuente: Elaboración propia.

La primera opción debería obtener un amplio apoyo de la sociedad, pero la experiencia histórica muestra que estos avances ocurren de manera lenta. En cuan­to a un posible aumento de impuestos, éste puede darse a través de impuestos directos (impuesto a la renta personal, a posbeneficios empresariales y al patrimonio); o impuestos indirectos (impuesto sobre ventas y otro impuestos especiales). Los pri­meros tienen un carácter «progresivo» (se cobra relativamente más a los más ricos) mientras que los segundos tienen un carácter «regresivo» (pagan re­lativamente más los pobres que los ricos). Mientras que una subida de impuestos directos sería resistida por las minorías con más poder, una subida de los impuestos indirectos será normalmente resistida por la mayoría de la población. Las reformas fiscales requieren por ello de un amplio diálogo y consenso para ser socialmente aceptadas.

3. Mayor proporción del gasto público dedicado al gasto social: aumento de la prioridad fiscal del gasto social

Aumentar la prioridad social del gasto público supondría limitar el aumento de la inversión en otras áreas importantes de la acción del Estado (por ejem­plo, la generación de infraestructura, la seguridad, fuerzas armadas, administración general del Estado,

etc.). Por lo tanto es una decisión estratégica de la mayor importancia para un gobierno, que tiene que definir cómo entiende el desarrollo humano y a qué área de gestión quiere darle prioridad. (Ver gráfica 45.)

En el año 2005, el Gasto Social alcanzó un estima­do del 12.7% del PIB y el 56.5% del Gasto Público total. La ERP proyectó un aumento de la proporción del PIB que ocupa el gasto ERP. Si bien no se rea­liza un ejercicio similar respecto al Gasto Social, en nuestro escenario base asumimos que la parti­cipación del Gasto Social en el PIB aumenta en la misma cantidad de puntos porcentuales que la parti­cipación del gasto ERP en el PIB, es decir mientras que el gasto ERP pasa de 8.7% a 9.7% del PIB entre 2005 y 2015, el Gasto Social aumentaría de 12.7% del PIB en 2005 a 13.7% en 2015. (Ver gráfica 46.)

Si las prioridades internas del Gasto Social se man­tuvieran, sería necesario que el Gasto Social aumen­tara hasta un 17.3% del PIB, y un 71.5% del Gasto Público Total. Esto supondría que mientras el Gasto Social crecería en términos reales un 120% entre 2005 y 2015, el gasto no social disminuiría un 5% en total. El Gasto Social por habitante pasaría de US$ 135 en 2005, a US$ 232 en 2015, similar al que tie­nen países como Perú o Bolivia en la actualidad (un tercio del gasto social por persona de Costa Rica).

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HISTÓRICO

EscenarioBase

EscenarioCombinado

Escenario-sólo varíaGastoPúblico Total

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HACIA EL LOGRO DE LAS METAS DE LA ERP RELATIVAS A INFANCIA 139

Fuente: Elaboración propia.

Grafica No. 45. Impuestos recaudados como proporción del PIB (presión fiscal)

Fuente: Elaboración propia.

Gráfica No. 46. Gasto social por persona (US$ de 2004)

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1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014

HISTÓRICO

EscenarioBase

EscenarioCombinado

Escenario-sólo varíaGasto PúblicoTotal

Ingresos Notributarios -Todos losescenarios

50

0

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150

200

250

300

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014

HISTÓRICO

EscenarioBase

EscenarioCombinado

Escenario-sólo varíaPiroridadFiscal delgasto Social

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007140

Por su lado, el gasto no social pasaría de US$ 120 en 2005 a US$ 92 en el 2015. No parecería razona­ble tratar de financiar la brecha únicamente con un aumento de la proporción de gasto público dedicada al gasto social, en detrimento del gasto no social. Sin embargo, un aumento más moderado de esta tasa podría formar parte de una estrategia más equilibrada.

4. Mayor proporción del Gasto Social dedicada al Gasto en Niñez

El dedicar mayor proporción del gasto social al gas­to en niñez, supondría disminuir la prioridad que se le otorga otras áreas del gasto social, como la edu­cación terciaria y la medicina de alta complejidad. Existen argumentos económicos y éticos para ello (p.e. el gasto en educación terciaria es aprovechado generalmente por las familias más ricas del país, mientras que la educación primaria beneficia más a

los humildes) y experiencias internacionales sobre la manera de llevarlo a la práctica. Por ejemplo, aumen­tando costos de matrícula universitaria, al tiempo que se proveen becas para los más pobres. Sin em­bargo, aquellos que hoy en día se benefician de estos gastos, naturalmente tratarán de mantener su nivel de prioridad, y existen argumentos razonables que los justifican. (Ver gráfica 47.)

En nuestro escenario de base planteamos que la prio­ridad del gasto en niñez dentro del gasto social man­tenga el nivel de prioridad que se espera alcanzar en 2005, es decir un 52%, un nivel alto en relación a la trayectoria histórica. Sin embargo, como hemos visto, este nivel no sería suficiente para cubrir la brecha. Se requeriría alcanzar un 62%. Ello supondría que el gasto por niño (a) pasaría de US$ 143 a US$ 214; en términos globales, el gasto en niñez aumentaría un 101% entre 2005 y 2015, mientras que el resto del gasto social aumentaría apenas un 32%.

Gráfica No. 47. Gasto en niñez como proporción del gasto social (prioridad social de la niñez)

Fuente: Elaboración propia.

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50%

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70%

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014

Gasto NiñezMetodlogíaFosdeh

Gasto Niñez -Metodologíapropia

Escenario Base

EscenarioCombinado

Escenario- sólovaría prioridadsocial del gastoen niñez

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HACIA EL LOGRO DE LAS METAS DE LA ERP RELATIVAS A INFANCIA 141

5. Mejora de la eficiencia del gasto (que permita alcanzar las mismas metas con menos recursos)

En primera instancia, mejorar la eficiencia del gasto es siempre una opción de «ganar y ganar», y por tanto altamente deseable. Sin embargo, la historia ha mostrado que es difícil generar mejoras sostenidas de eficiencia sin cambios profundos en las estructu­ras de gestión y provisión de los servicios públicos.

Las dos vías principales para mejorar la eficiencia del gasto son: aprovechar las economías de escala (aumentar las coberturas, manteniendo constantes los gastos de administración general y otros gastos estructurales); y modificar la modalidad de provi­sión del servicio. Existen experiencias concretas en el país en este sentido; por ejemplo, iniciativas en el área de educación como los Centros de Formación Preescolar No Formal (CEPENF), las escuelas PROHECO; en el ámbito de la salud, el Programa PRIESS, entre otros. Estas alternativas pueden tener un impacto significativo en el costo unitario de provisión de los servicios.

Sin embargo, se deben considerar dos riesgos im­portantes: que las formas «alternativas» (baratas) de provisión de los servicios no supongan efectiva­mente una «estratificación por calidad», generando una forma de exclusión más sutil que la falta de cobertura. El segundo riesgo es que los aparentes ahorros queden compensados por aumentos en cos­tos salariales o de otro tipo.

En un estudio reciente, el Banco Mundial propo­ne, para el caso concreto de la educación, una modificación en la distribución de modalidades de prestación, que permitiera ahorros en los costos

unitarios de la educación básica y superior, para poder financiar el aumento de cobertura de la ecuación media.

6. La racionalidad de un escenario combinado y realista

Con base en las anteriores consideraciones, lo más conveniente parecería seguir una estrategia que combine ajustes en cada una de las dimensiones analizadas. Se ha estimado que se podría alcanzar el nivel de inversión acumulada con la siguiente com­binación de decisiones:

a) Aumentando la presión fiscal de 17.3% a 19.6%.

b) Aumentando la participación del gasto social en el gasto público social de 56.5% a 58.2%.

c) Aumentando la prioridad del gasto en niñez den­tro del gasto social del 51.9% al 55.9%.

Cada uno de estos cambios en sí mismo es razonable y factible, y el conjunto supondría alcanzar los nive­les de inversión requeridos para costear efectivamen­te las metas de infancia en la ERP. Este escenario permitiría a su vez un aumento del gasto no social y del gasto social que no afecta a la niñez. Este aumento sería relativamente inferior al del gasto en niñez, pero sería superior al de la población, con lo cual permitiría una mejora general de las inversiones y servicios públicos.

El cuadro 44 resume los aspectos esperables de este escenario combinado, con algunas de las más impor­tantes decisiones políticas y limitaciones objetivas que implica.

Page 161: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007142

Cuadro No. 44. Niveles de inversión requeridos para alcanzar las metas de la infancia dentro de la ERP

Fuente: Elaboración propia con base en cifras del Banco Central y la Secretaría de Finanzas 2005.

VARIABLENIVEL

ACTUAL2005

NIVELOBJETIVO

2015

DECISIONESPOLITICAS LIMITACIONES

Aumento de Impuestos

directos

Resistencia de sectores con

alta capacidad adquisitiva.

Aumento de impuesto

indirectos

Resistencia de población en

general

Disminución de la

evasión

Dificultades efectivas de

identificar y perseguir formas

de evasión.

Gasto Público Total

como % del PIB24.2% 26.5%

Aumento de los ingresos

no tributarios

Dependiente de voluntad de

donantes y otros factores

fuera del control

gubernamental

Gasto Social como

Porcentaje del

Gasto Público

53.1% 58.2%

Moderación de partidas

no sociales del

presupuesto

Resistencia de sectores

afectados.

Gasto en niñez

como % del Gasto

Social

51.9% 55.9%

Moderación de partidas

sociales no referidas a la

niñez

Resistencia de sectores

afectados.

EficienciaReestructuración

organizativa

Resistencia de funcionarios

afectados

Innovación en

modalidades de

prestación

Posibles impactos en calida,

homogeneidad y equidad de

servicios

Resistencia al cambio de

funcionarios y usuarios.

Economías de escala

Tendencia de estructuras

institucionales centrales a

crecer junto con estructuras

de atención.

Page 162: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

B IBL IOGRAF ÍA CONSULTADA 143

Bibliografía consultada

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Page 166: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 147

Anexos

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ANEXOS 149

Anexo 1Mapas estadísticos

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ANEXOS 151

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA 2007152

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ANEXOS 153

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA 2007154

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ANEXOS 155

Page 173: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 157

Anexo 2Tablas estadísticas

1. Indicadores demográficos ............................159

2. Nutrición ..................................................161

3. Salud .......................................................164

4. VIH-SIDA .................................................165

5. Situación de las mujeres ............................167

6. Educación ................................................168

7. Indicadores económicos ............................ 174

8. Protección infantil ......................................178

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ANEXOS 159

1 INDICADORES DEMOgRÁFICOS

Población de niñas y niños menores de 18 años

Área 2005 2015

Niños y ni-ñas menores

de 1 año

Niños y niñas de 1-4

años

Niños y niñas entre 5-17

años

Total Niños y niñas menores de

1 año

Niños y niñas de 1-4 años

Niños y niñas entre 5-17 años

Total

NACIONAL 215,101 832,481 2,335,682 3,383,264 222,256 874,458 2,680,055 3,776,769

Urbano 95,836 361,394 1,025,561 1,482,791 104,666 413,572 1,312,422 1,830,660

Rural 119,265 471,087 1,310,121 1,900,473 117,590 460,886 1,367,633 1,946,109

Atlántida 10,243 40,135 121,042 171,420 10,241 40,846 127,333 178,420

Colón 7,992 30,710 97,269 135,971 8,839 34,322 99,262 142,423

Comayagua 12,137 46,714 132,766 191,617 13,624 52,541 154,480 220,645

Copán 12,505 43,350 109,800 165,655 11,533 44,532 138,521 194,586

Cortés 38,489 151,141 396,701 586,331 37,808 152,451 505,352 695,611

Choluteca 12,277 47,896 143,249 203,422 12,944 50,579 151,594 215,117

El Paraíso 11,664 45,286 129,101 186,051 12,501 48,653 145,186 206,340

Francisco Morazán 33,688 132,211 537,436 31,262 421,183 421,183 421,183 580,122

Gracias a Dios 2,727 10,375 28,789 41,891 3,252 12,423 34,280 49,955

Intibucá 7,415 28,072 72,377 107,864 8,699 33,025 90,635 132,359

Islas de la Bahía 1,259 4,930 13,234 19,423 1,276 5,062 16,206 22,544

La Paz 5,908 22,657 60,531 89,096 6,534 25,250 72,049 103,833

Lempira 9,876 38,501 99,681 148,058 11,493 43,553 122,442 177,488

Ocotepeque 3,581 13,958 39,979 57,518 3,923 15,158 44,836 63,917

Olancho 14,823 56,866 164,145 235,834 16,120 62,603 181,501 260,224

Santa Bárbara 10,993 42,978 126,062 180,033 11,819 45,768 134,662 192,249

Valle 4,527 17,583 55,520 77,630 4,759 18,871 54,643 78,273

Yoro 14,997 59,118 173,899 248,014 15,629 61,144 185,890 262,663Fuente: INE: Proyecciones de Población, Censos de Población y Vivienda 1988, 2001.

Área

Población total (miles) Media anual de nacimientos Tasa bruta de natalidad x 1000 habitantes

Tasa global de fecun-didad

2005 2015 2004 2005 2001 2005 2001 2004

NACIONAL 7,197,303 8,894,975 236,812.0 221,748 33.7 30.8 4.4 3.3

Urbano 3,504,730 4,759,970 n/d n/d n/d n/d 3.3 2.6

Rural 3,692,573 4,135,005 n/d n/d n/d n/d 5.6 4.1

Atlántida 372,532 440,490 11,217 10,520 30.7 28.2 - -

Colón 266,775 321,477 8,685 8,278 33.2 31.0 - -

Comayagua 390,643 498,297 13,368 12,559 35.1 32.2 - -

Copán 320,562 400,166 12,062 13,297 38.7 41.5 - -

Cortés 1,365,497 1,768,338 42,905 39,340 32.4 28.8 - -

Choluteca 420,350 499,747 13,540 12,640 32.8 30.1 - -

El Paraíso 383,565 472,450 13,013 12,059 34.7 31.4 - -

Francisco Morazán 1,294,849 1,562,460 37,734 34,339 29.8 26.5 - -

Gracias a Dios 76,278 101,457 3,041 2,807 41.1 36.8 - -

Intibucá 202,140 265,790 8,189 7,714 41.7 38.2 - -

Islas de la Bahía 43,018 55,224 1,433 1,282 34.3 29.8 - -

La Paz 173,731 219,819 6,519 6,138 38.5 35.3 - -

Lempira 277,910 357,073 10,965 10,269 40.5 37.0 - -

Ocotepeque 118,558 147,066 4,020 3,724 34.7 31.4 - -

Olancho 458,365 562,868 16,367 15,323 36.5 33.4 - -

Santa Bárbara 368,298 438,106 12,259 11,380 33.9 30.9 - -

Valle 160,346 183,143 4,935 4,660 31.2 29.1 - -

Yoro 503,886 601,004 16,558 15,419 33.5 30.6 ` -

Fuente: INE: Proyecciones de Población, Censos de Población y Vivienda 1988, 2001.

Page 175: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007160

...INDICADORES DEMOgRÁFICOS

Área

Esperanza de vida al nacer

(años) estima-ción

Tasa de crecimiento anual de la población (%)

Tasa de mortalidad menores de 5 años

Tasa de mortalidad infantil (< 1 año)

2004 1974-1988 1988-2001 1986 2001 2005 1986 2001 2005

NACIONAL 68.6 3.1 2.6 55 45 37 39 34 29

Urbano nd - - - - 29 - 29 24

Rural nd - - - - 43 - 38 33

Atlántida 68.8 - 2.5 - - 35 - - 26

Colón 64.4 - 3.5 - - 37 - - 27

Comayagua 67.8 - 2.6 - - 38 - - 33

Copán 66.3 - 1.8 - - 61 - - 39

Cortés 69.2 - 4.2 - - 28 - - 22

Choluteca 67.4 - 1.8 - - 38 - - 34

El Paraíso 66.9 - 2.1 - - 49 - - 37

Francisco Morazán 71.1 - 2.4 - - 31 - - 26

Gracias a Dios 66.4 - 4.7 - - - - - nd

Intibucá 66.3 - 2.5 - - 38 - - 29

Islas de la Bahía 69.4 - 3.9 - - - - - -

La Paz 66.4 -- 2.7 - - 56 - - 43

Lempira 65.2 - 2.3 - - 49 - - 32

Ocotepeque 66.6 - 2.6 - - 36 -- - 33

Olancho 67.2 - 2.7 - - 42 - - 30

Santa Bárbara 66.6 -- 1.3 - - 42 - - 32

Valle 68.2 - 1.5 - - 29 - - 22

Yoro 68.2 -- 2.2 - - 33 - - 26Fuente: INE: Proyecciones de Población, Censos de Población y Vivienda 1988, 2001.

Page 176: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 161

2. NuTRICIóN

Porcentaje de niños lactantes (2001-2006) que reciben:

Área

Recien nacidos con bajo

peso

Porcentaje de niños

amamanta-dos

Porcentaje de niños

con apego precoz

(menos de 1 hora)

Lactancia exclusiva (promedio

de duración en meses)

Lactancia materna completa (promedio de dura-ción en meses)

Lactancia materna total (promedio de duración en

me-ses)

Lactancia exclu-siva (0-3meses)

Lactancia exclusiva (0-5

meses)

2004 2001 2001 2001 2001 2001 2001 2006 2001 2006

NACIONAL 6.01 95.7 48.9 2.3 3.9 17.6 43.3 34.3 34.9 16.1

Urbano 5.49 94.1 43.9 1.5 2.8 15.6 32.0 nd 22.7 -

Rural 6.43 96.8 53.2 2.9 4.6 18.9 50.7 nd 43.2 -

Fuentes: INE. ENDESA 2006, ENESF 2001, ENCOVI 2004

Área

Lactancia materna predo-

minante (0-3 meses)

Lactancia materna pre-dominante

(0-5 meses)

Lactancia materna

completa (6 - meses)

Lactancia materna conti-nuada (12-15

meses)

Lactancia materna continuada (20-23

meses)

No lactando (0-3 meses)

No lactando(0-5 meses)

2001 2001 2001 2001 2001 2006 2001 2006 2001 2006

NACIONAL 15.5 16.4 60.6 75.8 33.5 0.6 7.7 8.3 10.5 15.7

Urbano 12.4 13.6 55.1 67.2 27.0 - 12.9 - 18.0 -

Rural 17.5 18.3 64.7 80.7 38.1 - 4.3 - 5.5 -

Fuente: ENESF 2001, ENDESA 2006.

% de niños de 3-59 meses con:

Área

Desnutrición crónica Desnutrición aguda Desnutrición global

2001 2006 2001 2006 2001 2006

NACIONAL 29.2 24.7 1.0 1.1 16.6 11.4

Urbano 17.6 13.7 6 0.8 9.1 6.2

Rural 36.4 3.2 1.2 1.2 21.3 14.8

Fuente: ENESF 2001, ENDESA 2006.

Page 177: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007162

...NuTRICIóN

Prevalencia de anemia y severidad en tres municipios del sur de Honduras. 2004

Valores hemoglobina (g/dl)

Anemia

Municipios Total de niños evaluados

Normal(>=11)

Total (<11) Leve (10 a 10.9) Moderada (7 a 9.9) Severa (<7)

Amapala 181 38.1% 61.9% 27.1% 32.0% 2.8%

Marcovia 204 52.9% 47.1% 25.5% 21.1% 0.5%

San Lorenzo 190 47.4% 52.6% 32.6% 18.4% 1.6%

Total 575 46.4% 53.6% 28.3 23.7% 1.6%

Fuente: UNICEF. Estudio de nutrición en niños y niñas en 22 municipios de Honduras. 2004.

Prevalencia de anemia y severidad en tres municipios del sur de Honduras por sexo. 2004

Anemia Sexo Total

Masculino Femenino # %

# % # %

Severa 4 1.5 5 1.6 9 1.6

Moderada 63 24.2 73 23.3 136 23.7

Leve 75 28.9 88 27.9 163 28.4

Subtotal con anemia 142 54.6 166 52.7 308 53.6

Sin anemia 118 45.4 149 47.3 267 46.4

Total 260 100.0 315 100.0 575 100.0

Fuente: UNICEF. Estudio de nutrición en niños y niñas en 22 municipios de Honduras. 2004.

Estado nutricional por departamento, según Censo de Talla 2001

Departamento Total evaluados Normales Retardo total Retardo moderado

Niños % Niños % Niños %

Total Nacional 237,032 15,129 63.76 85,903 36.24 57,893 24.42

Atlántida 12,302 8,699 70.71 3,603 29.29 2,595 21.09

Colón 11,301 7,752 68.60 3,549 31.40 2,587 22.89

Comayagua 14,238 8,403 59.58 5,755 40.42 3,819 26.82

Copán 11,010 5,266 47.47 5,784 52.53 3,593 32.63

Cortés 32,282 23,017 71.30 9,265 28.70 6,634 20.55

Choluteca 15,596 10,363 66.45 5,233 33.55 3,882 24.89

El Paraíso 14,490 9,358 64.58 5,132 35.42 3,66 25.31

Francisco Morazán 35,426 26,522 74.87 8,904 25.13 6,527 18.42

Gracias a Dios 3,322 2,547 76.67 775 23.33 562 16.92

Intibucá 8,185 3,061 37.40 5,124 62.60 2,746 33.55

Islas de la Bahía 1,325 1,152 86.94 173 13.06 134 10.11

La Paz 6,276 2,710 43.18 3,566 56.82 2,125 33.86

Lempira 11,117 4,253 38.26 6,864 61.74 3,813 34.30

Ocotepeque 3,657 1,999 54.66 1,658 45.34 1,069 29.23

Olancho 16,932 11,593 68.47 5,339 31.53 3,745 22.12

Santa Bárbara 13,910 7,363 52.93 6,547 47.07 4,194 30.15

Valle 5,146 3,565 69.28 1,581 30.72 1,258 24.45

Yoro 20,517 13,466 65.63 7,051 34.37 4,943 24.09

Fuente: Secretaría de Educación. PRAF. 8° Censo de Talla en Niños de Primer Grado. 2001.

Page 178: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 163

...NuTRICIóN

Resumen de resultados de situación nutricional por municipio.Honduras 2004.

Niños y niñas de 6 a 59 meses de edad

Desnutrición global < -2DE

Departamento Municipio N Peso/Talla Talla/Edad

Desnutrición aguda Desnutrición crónica

Choluteca Marcovia 204 8.80% 15.20%

Total Choluteca 204 8.80% 15.20%

Copán Cabañas 192 12.20% 44.30%

Copán Ruinas 201 8.90% 47.20%

San Jerónimo 170 6.70% 39.40%

Santa Rita 198 5.30% 49.00%

Santa Rosa 196 2.70% 50.30%

Total Copán 957 7.10% 46.20%

Intibucá Colomoncagua 201 4.20% 60.80%

San Marco de Sierra 181 3.10% 64.80%

Total Intibucá 382 3.70% 62.40%

Lempira Belén 186 4.90% 43.80%

Gracias 196 4.80% 41.00%

La Campa 168 6.20% 58.70%

Lepaera 205 3.70% 37.10%

San Sebastián 186 3.90% 45.70%

San Marco de Caiquín 169 6.90% 59.50%

San Manuel Colohete 185 9.10% 48.70%

Total Lempira 1,295 5.50% 47.20%

Ocotepeque La Fraternidad 152 4.10% 56.70%

Nueva Ocotepeque 190 1.10% 18.60%

Santa Fe 166 2.40% 27.10%

Sinuapa 178 3.90% 24.20%

Total Ocotepeque 686 2.60% 30.50%

Valle Amapala 181 5.20% 29.00%

Nacaome 202 7.70% 21.40%

San Lorenzo 191 5.90% 17.40%

Total Valle 574 6.30% 22.40%

Total general 4,098 5.50% 32.10%

Fuente: UNICEF. Estudio de nutrición en niños y niñas en 22 municipios de Honduras. 2004.

Page 179: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007164

...NuTRICIóN

3. SAluD

Tendencia de la tasa de desnutrición (%) por departamento, según censos 1986-2001

Departamento 1986 1991 1993 1994 1996 2001

NACIONAL 39.80 34.90 35.53 38.09 37.97 36.24

Atlántida 35.40 28.40 30.10 30.40 31.36 29.29

Colón 39.60 32.30 31.20 30.00 32.93 31.40

Comayagua 45.60 39.10 38.50 41.50 43.08 40.42

Copán 55.20 49.70 42.60 56.79 54.49 52.53

Cortés 32.70 25.90 30.30 31.05 28.93 28.70

Choluteca 35.40 28.20 29.20 36.25 37.09 33.55

El Paraíso 40.00 32.50 37.30 49.50 29.30 35.42

Francisco Morazán 29.40 24.80 29.20 27.49 29.41 25.13

Gracias a Dios 27.80 22.30 21.40 20.97 21.78 23.33

Intibucá 60.70 61.80 68.00 62.57 64.56 62.6

Islas de la Bahía 10.80 7.20 6.60 8.90 10.00 13.06

La Paz 53.00 51.70 51.70 52.19 55.09 56.82

Lempira 62.10 61.50 63.90 64.36 62.99 61.74

Ocotepeque 48.50 41.60 42.40 41.58 45.58 45.34

Olancho 36.70 31.30 30.50 32.55 33.37 31.53

Santa Bárbara 56.70 47.70 45.20 48.43 49.07 47.07

Valle 32.40 28.60 23.10 31.91 32.65 30.72

Yoro 39.30 29.60 32.60 35.27 37.93 34.37

Fuente: Secretaría de Educación. PRAF. 8° Censo de talla en niños de primer grado. 2001

Inmunizaciones 2005 (%)

Inmunización de niños menores de 1 año

Área 2005 Vacunas correspondientes

Total BCG Pentavalente Polio 3 Sarampion

NACIONAL 93 91 91 91 92

Atlántida 93 91 93 92 95

Colón 93 105 91 101 93

Comayagua 93 99 101 85 101

Copán 93 88 84 93 83

Cortés 93 72 98 93 98

Choluteca 93 73 78 78 77

El Paraíso 93 79 95 96 96

Francisco Morazán 93 51 94 94 101

Gracias a Dios 93 91 93 93 93

Intibucá 93 93 92 94 96

Islas de la Bahía 93 99 102 102 110

La Paz 93 94 93 94 94

Lempira 93 81 90 93 96

Ocotepeque 93 90 86 87 92

Olancho 93 85 90 91 94

Santa Bárbara 93 93 93 93 91

Valle 93 75 80 80 85

Yoro 93 92 93 93 92Fuente: Ministerio de Salud, 2005.

Page 180: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 165

...SAluD

4. VIH-SIDA

Agua y saneamiento

Año % de la población que usa fuentes mejoradas de agua potable

% de la población que usa instalaciones adecuadas de saneamiento

Total Urbana Rural Total Urbana Rural

2005 80 92 69 83 96 72

2004 80 92 70 82 95 71

2003 79 92 68 82 96 70

2002 76 91 74 81 96 69Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples.

Incidencia de VIH

Área Geográfica

Tasa de incidencia en adultos (15 a 49 años),

finales de 2005

Número estimado de personas que viven con el VIH/SIDA, finales de 2005 (en miles)

Tasa de incidencia del VIH entre mujeres embaraza-das jóvenes (15-24 años)

Estimado Adultos y niños (0 a 49 años)

Niños (0 a 14 años)

Mujeres Año 2005

NACIONAL 1.5 802 1,278 7,337 0.6

Urbano - - - - -

Rural-

Fuente: 1- Departamento de SIDA Secretaría de Salud. 2005.

Conocimiento y comportamiento (15-24 años las mujeres y 15-59 años los hombres)

Área Geográfica

% que sabe que un preservativo puede proteger contra el VIH.

2001

% que sabe que una persona que pare-ce saludable puede tener el VIH

% que usaron un preservativo en su última relación sexual

Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres

NACIONAL 53.9 39.5 91.8 82.5 23.3 3.9

Urbano 56.6 36.8 95.3 87.6 - -

Rural 51.6 42.2 88.8 77.3 - -Fuente: Secretaría de Salud. ENESF 2001

Page 181: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007166

...VIH-SIDA

Conocimiento y comportamiento (15-24 años las mujeres y 15-59 años los hombres)

Área Geográfica

Porcentaje Efectivi-dad de la consejeria Pre Prueba. 2005

Porcentaje de mu-jeres embarazadas que se practican la prueba de VIH en embarazo 2005

Porcentaje de embarazadas con Acceso a profilaxis

Porcentaje de Mujeres EMBARAZADAS VIH Positivo con acceso a

operación cesárea

Porcentaje de Niños Positivos del total de embarazos en

mujeres VIH+

NACIONAL 82.50% 21.61% 74.00% 46.00% 10.49%

Urbano - - - - -

Rural - - - - -

Fuente: 1- Departamento de SIDA Secretaría de Salud. 2- ENESF 2001.

Casos de SIDA según grupos de edad.

Grupos de edad Total (1985-2005) 2004 2005

0-4 869 45 31

5-9 286 33 20

10-14 123 14 14

15-19 557 30 14

20-24 2,435 97 85

25-29 3,461 160 133

30-34 3,339 184 144

35-39 2,515 146 127

40-44 1,605 107 96

45-49 974 68 48

50-54 587 36 39

55-59 381 25 28

60 y + 363 21 23

Ignorado 65 4 0

Fuente: Departamento de SIDA, Secretaría de Salud

Page 182: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 167

...VIH-SIDA

5. SITuACIóN DE lAS MuJERES

Casos de SIDA según departamento

Departamento Total (1985-2005) 2004 2005

Atlántida 1,373 71 57

Colón 604 45 13

Comayagua 565 25 21

Copán 393 4 17

Cortés 7,115 462 384

Choluteca 775 58 41

El Paraíso 295 10 13

Francisco Morazán 3,861 122 206

Gracias a Dios 57 1 5

Intibucá 57 4 0

Islas de la Bahía 128 19 3

La Paz 91 2 1

Lempira 96 1 0

Ocotepeque 74 0 4

Olancho 221 37 6

Santa Bárbara 426 30 4

Valle 324 17 22

Yoro 1,077 61 5

Ignorado 28 1 0Fuente: Departamento de SIDA, Secretaría de Salud.

Salud sexual y reproductiva

Edad al primer embarazo

Área Prevalencia de anticonceptivos

Tasa de cober-tura de la aten-ción prenatal

Partos atendidos por personal

calificado

Tasa de mortali-dad materna

Menores de 15 años

15-17 18-19 20-24

NACIONAL 61.8 85.3 62.0 108 41.5 30.4 20.7 24.3

Urbano 70.4 86.4 80.6 - - - - -

Rural 54.6 82.8 42.8 - - - - -Fuente: ENESF 2001

Page 183: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007168

6. EDuCACIóN

Situación educativa de la población de 7 a 25 años,según dominio y rango de edad

Dominio y rango de edad Población de 7 a 25 años

NACIONAL Población % Alfabetos Tasa AEP

Población de 7 a 25 años 3,137,784 100.0 2,720 ,875 86.7 5.49

Distrito Central 373,815 11.9 362,298 96.9 8.00

San Pedro Sula 227,647 7.3 215,044 94.5 7.05

Resto Urbano 906,527 28.9 817,172 90.1 6.05

Rural 1,629,795 51.9 1,326,361 81.4 4.11

Población de 7 a 25 años 3,137,784 100.0 2,720,876 86.7 15.61

Población de 7 a 12 años 1,168,852 37.3 919,718 78.7 2.18

Población de 13 a 18 años 1,051,050 33.5 974,718 78.7 2.18

Población de 19 a 25 años 917,882 29.25 826,213 90.01 7.24Fuente: Instituto Nacional de Estadística, ENCOVI 2004, Tasa=Alfabetos/Población, AEP=Años de estudio promedio

Población de 7 a 25 años, según dominio y sexo

Dominio y rango de

edad

Sexo

Niños NIñas

NACIONAL Población % Alfabetos Tasa AEP Población % Alfabetos Tasa AEP

Población de 7 a 25 años

1,554,197 100.0 1,315,724 84.7 5.3 1,583,587 100.0 1,405,152 88.7 5.67

Distrito Central

181,409 11.7 175,225 96.6 7.90 192,406 12.1 187,073 97.2 8.08

San Pedro Sula

107,571 6.9 101,130 94.0 7.05 120,076 7.6 113,914 94.9 7.05

Resto Ur-bano

430,457 27.7 379,318 88.1 5.86 476,070 30.1 437,855 92.0 6.22

Rural 834,760 53.7 660,050 79.1 3.98 795,035 50.2 666,311 83.8 4.25

Población de 7 a 25 años

1,554,198 100.0 1,315,723 84.7 15.02 1,583,587 100.0 1,405,152 88.7 16.18

Población de 7 a 12 años

592,959 38.2 455,169 76.8 2.08 575,894 36.4 464,549 80.7 2.28

Población de 13 a 18 años

529,990 34.1 477,798 90.2 5.93 521,060 32.9 497,147 95.4 6.46

Población de 19 a 25 años

431,249 27.75 382,756 88.76 7.01 486,633 30.73 443,456 91.13 7.44

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, ENCOVI 2004, Tasa=Alfabetos/Población, AEP=Años de estudio promedio

Page 184: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 169

...EDuCACIóN

Población de 7 a 15 añosAsisten, repiten y tasa de repitencia por grado,

según sexo, dominio y edad simple

Catego-rias

Total Primero Segundo Tercero

Asisten Repiten Tasa Asisten Repiten Tasa Asisten Repiten Tasa Asisten Repiten Tasa

Sexo 1,198,505 148,599 12.4 221,425 81,865 37.0 235,998 30,060 12.7 212,926 19,575 9.2

Niño 614,134 89,545 14.6 123,997 50,612 40.8 119,697 16,874 14.1 111,378 11,195 10.1

Niña 584,370 59,054 10.1 97,428 31,253 32.1 116,301 13,186 11.3 101,548 8,380 8.3

Dominio

Distrito Central

113,574 7,328 6.5 10,510 2,360 22.5 21,775 1,634 7.5 19,800 1,725 8.7

San Pedro Sula

70,003 6,171 8.8 8,861 2,612 29.5 13,082 1,507 11.5 12,567 646 5.1

Resto Urbano

318,677 34,886 10.9 56,101 19,260 34.3 55,521 6,902 12.4 61,553 5,620 9.1

Rural 696,251 100,215 14.4 145,953 57,633 39.5 145,620 20,018 13.7 119,007 11,583 9.7

Edad

7 170,858 13,999 8.2 118,626 13,136 11.1 47,637 863 1.8 3,339 0.0 0.0

8 190,928 36,190 19.0 53,065 31,652 59.6 88,755 4,012 4.5 44,196 526 1.2

9 178,201 29,822 16.7 25,552 17,525 68.6 44,770 8,850 19.8 68,128 3,447 5.1

10 183,679 22,617 12.3 12,486 11,051 88.5 23,698 4,931 20.8 41,920 5,680 13.6

11 175,164 17,807 10.2 6,369 4,795 75.3 14,914 5,070 34.0 24,364 3,139 12.9

12 149,603 15,223 10.2 2,498 1,715 68.7 9,717 4,597 47.3 16,983 3,792 22.3

13 75,367 6,313 8.4 1,298 1,020 78.6 1,988 799 40.2 7,461 1,679 22.5

14 50,933 3,932 7.7 1,111 703 63.3 2,987 937 31.4 4,118 621 15.1

15 23,772 2,698 11.3 420 270 64.2 1,533 0.0 0.0 2,416 691 28.6

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, ENCOVI 2004 AEP=Años de estudio promedio

Población de 7 a 15 añosAsisten, repiten y tasa de repitencia por grado,

según sexo, dominio y edad simple

CategoriasCuarto Quinto Sexto

Asisten Repiten Tasa Asisten Repiten Tasa Asisten Repiten Tasa

Sexo 198,024 8,810 4.4 167,455 6,243 3.7 162,675 2,046 1.3

Niño 101,971 6,294 6.2 81,354 3,499 4.3 75,737 1,071 1.4

Niña 96,054 2,516 2.6 86,101 2,744 3.2 86,938 975 1.1

Dominio

Distrito Central 20,883 945 4.5 19,706 267 1.4 20,900 397 1.9

San Pedro Sula 12,770 721 5.6 11,792 346 2.9 10,932 339 3.1

Resto Urbano 53,451 1,193 2.2 44,802 1,363 3.0 47,250 547 1.2

Rural 110,920 5,951 5.4 91,156 4,267 4.7 83,594 763 0.9

Edad

7 47 0 0.0 1,209 0 0.0 0 0 0.0

8 4,144 0 0.0 240 240 0.0 527 0 0.0

9 34,397 0 0.0 4,440 0 0.0 914 0 0.0

10 71,819 738 1.0 31,301 217 0.7 2,454 0 0.0

11 40,165 3,650 9.6 61,009 806 1.3 28,343 137 0.5

12 24,193 1,819 7.5 32,255 2,403 7.5 63,957 897 1.4

13 12,149 758 6.2 21,036 1,570 7.5 31,436 487 1.5

14 8,335 1,184 14.2 12,791 359 2.8 21,591 128 0.6

15 2,775 452 16.3 3,175 888 28.0 13,452 397 3.0

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, ENCOVI 2004 AEP=Años de estudio promedio

Page 185: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007170

...EDuCACIóN

Educación por etapa de vida

Primera Infancia (0 a 6 años)

Segunda infancia

Sexo No asiste a la escuela No asiste a la escuela

7 a 14 años

Alfabetismo 7 a14 años

Analfabetismo 7 a 14 años

Años de escolari-dad 10 a 14 años

Trabaja 10 a 15 años

No. % No. % No. % No. % AEP No. %

Total 1,327,370 100.0 158,058 10.3 1,260,544 82.1 272,587 17.8 4.0 86,823 100

Niños 680,832 51.3 81,087 10.4 621,330 80.0 153,750 19.8 3.9 66,989 77.2

Niñas 646,538 48.7 76,971 10.2 639,214 84.3 118,837 15.7 4.2 19,834 22.8

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, ENCOVI 2004 , AEP=Años de estudio promedio,Tasa=Alfabetos/Población

Tasa de analfabetismo y años de estudio promedio, por área geográfica y grupos de edad

Área geográficay grupos de edad

Tasa de analfabetismo y años de estudio promedio, 2004

Total AEP Hombres AEP Mujeres AEP

NACIONAL 18.5 5.5 18.2 5.3 18.7 5.6

Urbano 9.6 6.9 8.8 6.7 10.2 7.0

Rural 27.0 4.1 26.3 4.0 27.8 4.2

15-18 Años 8.0 6.7 9.1 6.4 6.8 6.9

19 a 24 años 10.1 7.3 10.5 7.7 9.8 7.6

Educación por etapa de vida

Adolescencia (12 a 17 años)

Sexo No asiste a la escuela12 a 17

Alfabetismo 12 a 17 Analfabetismo 12 a 17 Años de escola-ridad

12 a 17 años

Trabaja 16 a 17 años

No. % No. % No. % AEP No. %

Total 333,413 100 998,619 93.0 73,649 6.9 5.7 100,500 100.0

Niños 171,604 51.3 492,660 90.6 50,255 9.2 5.4 80,840 80.4

Niñas 161,809 48.5 505,959 95.5 23,394 4.4 5.9 19,660 19.6

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, ENCOVI 2004 , AEP=Años de estudio promedio,Tasa=Alfabetos/Población

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 2004

Tasa de analfabetismo y años de estudio promedio, por área geográfica y grupos de edad

Área geográficay grupos de edad

Tasa de analfabetismo y años de estudio promedio, 2005

Total AEP Hombres AEP Mujeres AEP

NACIONAL 17.6 5.6 17.7 5.4 17.5 5.7

Urbano 10.0 6.9 9.7 6.7 10.2 7.0

Rural 25.3 4.2 25.3 4.1 25.4 4.4

15-18 Años 6.5 7.0 9.2 6.7 3.7 7.2

19 a 24 años 9.7 7.4 10.8 7.1 8.6 7.7

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 2005

Page 186: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 171

...EDuCACIóN

Tasa de Matricula Neta en Educación Prebásica y Preparatoria

Área geográfica Tasa de matrícula neta educación prebásica3 a 5 años de edad

Tasa de matrícula neta educación preparatoria 5 años de edad

2003 2004 2003 2004

NACIONAL 27.23 25.08 41.78 39.76

Urbano 33.05 25.08 41.78 39.76

Rural 26.31 28.52 58.23 43.72

Atlántida 33.05 28.52 58.23 43.27

Colón 26.31 26.27 42.71 43.27

Comayagua 23.92 17.08 16.18 7.13

Copán 23.92 24.29 26.42 30.20

Cortés 28.28 26.31 30.32 26.96

Choluteca 21.74 20.03 37.14 34.11

El Paraíso 19.24 15.49 33.63 28.52

Francisco Morazán 36.24 31.89 68.54 62.34

Gracias a Dios 65.30 40.47 60.31 44.68

Intibucá 30.93 33.67 31.26 39.71

Islas de la Bahía 41.86 32.87 63.00 54.51

La Paz 21.45 28.75 25.37 45.63

Lempira 29.11 20.24 28.69 23.53

Ocotepeque 47.45 39.18 61.62 53.69

Olancho 18.52 19.51 35.04 37.05

Santa Bárbara 30.66 33.51 43.73 56.29

Valle 39.16 41.22 59.79 63.32

Yoro 18.64 16.96 34.01 29.85

Tasa neta de matrícula, educación básica y media

Área geográfica Tasa Neta de Matrícula I y II Ciclo Educa-ción Básica

Tasa Neta de Matrícula III Ciclo Edu-cación Básica

Tasa Neta de Matrícula Edu-cación Media

2003 2004 2003 2004 2003 2004

NACIONAL 89.98 88.19 33.1 31.3 18.80 14.88

Atlántida 100.67 95.83 42.0 40.8 26.38 18.50

Colón 97.00 88.86 22.9 26.0 11.97 11.80

Comayagua 93.60 78.55 27.0 26.9 12.63 10.48

Copán 85.63 87.44 32.4 31.7 17.82 12.44

Cortés 83.63 81.23 17.7 20.2 8.52 9.15

Choluteca 88.88 90.87 43.1 41.4 25.40 13.85

El Paraíso 85.61 84.56 27.4 21.9 12.90 7.66

Francisco Morazán 95.36 92.28 54.1 45.7 35.19 33.52

Gracias a Dios 87.80 88.71 21.2 18.9 1.64 1.70

Intibucá 88.86 92.84 18.1 20.1 9.42 9.62

Islas de la Bahía 93.76 93.60 42.3 45.9 18.76 17.24

La Paz 86.16 87.62 27.7 21.9 11.31 13.40

Lempira 83.98 82.67 12.4 9.4 3.71 3.67

Ocotepeque 85.85 85.99 27.6 25.9 12.15 10.46

Olancho 79.86 85.04 20.3 26.5 10.67 9.89

Santa Bárbara 88.96 89.46 19.9 19.9 7.63 7.99

Valle 94.81 90.90 38.1 39.7 15.48 17.03

Yoro 91.25 83.44 27.0 23.4 14.76 7.60

Fuente: Sistema Integrado de Estadísticas Educativas. Ministerio de Educación. 2003

Fuente: Sistema Integrado de Estadísticas Educativas. Ministerio de Educación. 2003

Page 187: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007172

...EDuCACIóN

Tasas de Cobertura Neta de Primero y Segundo Ciclo de Educación Básica. 2003

Área geográfica Primer grado Segundo grado Tercer grado

F M Total F M Total F M Total

NACIONAL 52.96 50.79 51.86 37.74 34.15 35.93 34.31 30.17 32.22

Atlántida 54.10 50.86 52.46 39.04 34.68 36.83 36.29 31.96 34.10

Colón 50.30 47.24 48.75 31.27 28.59 29.90 28.71 23.49 26.04

Comayagua 41.10 37.48 39.27 32.31 29.88 31.09 28.85 26.36 27.59

Copán 44.14 38.92 41.49 28.98 26.57 27.76 26.94 22.00 24.44

Cortés 54.18 53.14 53.66 39.68 37.88 38.77 37.24 34.17 35.69

Choluteca 53.04 51.28 52.14 37.66 33.92 35.77 32.74 29.46 31.09

El Paraíso 47.40 43.99 45.67 29.81 26.23 28.03 27.66 21.93 24.77

Francisco Morazán 58.78 58.54 58.66 48.73 45.04 46.87 46.98 42.53 44.74

Gracias a Dios 45.39 42.94 44.15 37.98 34.16 36.06 26.49 19.17 22.83

Intibucá 47.26 44.60 45.93 31.80 26.23 29.01 26.66 22.19 24.43

Islas de la Bahía 60.91 57.84 59.40 34.24 32.84 33.55 45.39 31.89 38.63

La Paz 39.48 37.34 38.41 27.21 25.49 26.35 25.04 22.25 23.65

Lempira 49.77 46.49 48.11 33.72 26.89 30.27 26.76 21.82 24.27

Ocotepeque 52.25 52.11 52.18 37.29 31.29 34.31 35.26 34.04 34.65

Olancho 56.28 52.38 54.30 34.67 28.46 31.51 28.48 24.01 26.19

Santa Bárbara 52.08 49.63 50.83 34.11 30.33 32.19 27.50 24.28 25.86

Valle 78.57 77.98 78.27 58.58 52.83 55.68 51.95 51.48 51.71

Yoro 57.25 55.14 56.18 36.80 33.71 35.24 33.71 27.81 30.73

Tasas de Cobertura Neta de Primero y Segundo Ciclo de Educación Básica. 2003

Área geográfica Cuarto grado Quinto grado Sexto grado

F M Total F M Total F M Total

NACIONAL 29.67 25.39 27.51 26.48 22.75 24.60 23.63 19.23 21.41

Atlántida 33.85 26.54 30.15 27.04 23.56 25.28 25.19 19.88 22.51

Colón 24.57 18.49 21.46 19.53 15.19 17.31 17.23 12.23 14.68

Comayagua 26.69 22.48 24.57 22.54 18.94 20.73 20.61 15.54 18.05

Copán 21.58 18.15 19.84 17.88 14.90 16.37 17.81 12.4 15.07

Cortés 32.81 30.47 31.63 30.02 29.15 29.58 27.07 23.49 25.28

Choluteca 27.25 23.16 25.19 23.83 21.11 22.46 20.07 15.54 17.79

El Paraíso 23.95 17.93 20.91 20.80 16.71 18.74 17.39 14.24 15.80

Francisco Morazán 40.74 36.94 38.83 39.41 33.78 36.59 36.99 31.39 34.19

Gracias a Dios 14.49 12.69 13.59 10.59 9.79 10.19 9.44 7.96 8.71

Intibucá 21.36 20.57 20.97 18.40 16.45 17.42 15.59 13.24 14.41

Islas de la Bahía 27.79 33.46 30.63 33.06 20.73 26.92 24.53 21.41 22.99

La Paz 22.81 20.46 21.64 18.06 15.95 17.01 16.82 12.92 14.86

Lempira 19.58 15.62 17.59 17.73 14.09 15.89 11.06 8.71 10.14

Ocotepeque 34.21 27.79 31.02 28.95 24.07 26.52 25.76 18.46 22.11

Olancho 24.26 18.86 21.49 22.25 16.92 19.52 18.08 14.79 16.40

Santa Bárbara 23.94 19.45 21.65 21.14 17.14 19.10 18.34 13.65 15.44

Valle 51.20 44.27 47.73 41.45 36.47 38.95 38.34 32.36 35.33

Yoro 28.12 21.86 24.95 24.79 20.01 22.37 21.3 17.93 19.59

Fuente: Sistema Integrado de Estadísticas Educativas. Ministerio de Educación. 2003

Fuente: Sistema Integrado de Estadísticas Educativas. Ministerio de Educación. 2003

Page 188: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 173

...EDuCACIóN

Población indígena y afrodescendiente de 15 años y más, por condición de alfabetismo y área geográfica

Total nacional Condición de alfabetismo

Área y grupo poblacional con el que se identifica

Población de 15 años y más Alfabetas Analfabetas

Total H M Total H M Total H M

Total Nacional 3,524,369 1,708,998 1,815,371 2,819,884 1,363,528 1,456,356 704,485 345,470 359,015

Garífuna 27,446 12,167 15,279 24,982 11,445 13,537 2,464 722 1,742

Negro Inglés 7,810 3,847 3,963 7,501 3,692 3,809 309 155 154

Tolupán 4,908 2,576 2,332 2,656 1,441 1,215 2,252 1,135 1,117

Pech (paya) 2,092 1,000 1,092 1,380 714 666 712 286 426

Misquito 26,114 12,479 13,635 20,154 10,139 10,015 5,960 2,340 3,620

Lenca 149,036 74,602 74,434 101,103 52,619 48,484 47,933 21,983 25,950

Tawahka (sumo) 1,261 630 631 937 493 444 324 137 187

Chortí 18,885 9,608 9,277 12,014 6,000 6,014 6,871 3,608 3,263

Otro 3,286,817 1,592,089 1,694,728 2,649,157 1,276,985 1,371,072 637,660 315,104 322,556

Área Urbana 1,752,520 804,038 948,482 1,585,414 733,027 852,387 167,106 71,011 96,095

Garifuna 15,192 6,711 8,481 14,212 6,423 7,789 980 288 692

Negro Inglés 4,754 2,260 2,494 4,606 2,190 2,416 148 70 78

Tolupán 310 134 176 270 120 150 40 14 26

Pech (paya) 472 224 248 430 212 218 42 12 30

Misquito 5,297 2,471 2,826 4,738 2,293 2,445 559 178 381

Lenca 17,233 7,775 9,458 15,010 6,925 8,085 2,223 850 1,373

Tawahka (sumo) 411 201 210 360 186 174 51 15 36

Chortí 1,478 674 804 1,302 600 702 176 74 102

Otro 1,707,373 783,588 923,785 1,544,486 714,078 830,408 162,887 69,510 93,377

Área Rural 1,771,849 904,960 866,889 1,234,470 630,501 603,969 537,379 274,459 262,920

Garífuna 12,254 5,456 6,798 10,770 5,022 5,748 1,484 434 1,050

Negro Inglés 3,056 1,587 1,469 2,895 1,502 1,393 161 85 76

Tolupán 4,598 2,442 2,156 2,386 1,321 1,065 2,212 1,121 1,091

Pech (paya) 1,620 776 844 950 502 448 670 274 396

Misquito 20,817 10,008 10,809 15,416 7,846 7,570 5,401 2,162 3,239

Lenca 131,803 66,827 64,976 86,093 45,694 40,399 45,710 21,133 24,577

Tawahka (sumo) 850 429 421 577 307 270 273 122 151

Chortí 17,407 8,934 8,473 10,712 5,400 5,312 6,695 3,534 3,161

Otro 1,579,444 808,501 770,943 1,104,671 562,907 541,764 474,773 245,594 229,179

Fuente: INE Censo de Población y Vivienda 2001.

Page 189: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007174

7. INDICADORES ECONóMICOS

INB per cápita (dólares EEUU)

1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

464.85 524.6 723.04 601.54 642.60 650.56 715.57 738.04 742.50 749.68 785.70

Fuente: Banco Central de Honduras 2005

Tasa media anual de inflación,1992-1999

1993/92 1994/93 1995/94 1996/95 1997/96 1998/97 1999/98

10.7 21.7 29.5 23.8 20.2 13.7 11.6

Fuente: Banco Central de Honduras 2005

Tasa media anual de crecimiento del PNB per cápita (%)

1984-1994 1994-2004

2.3 2.6

Fuente: Banco Central de Honduras 2005

Tasa media anual de inflación, 2000-2005

2000/99 2001/00 2002/01 2003/02 2004/03 2005/04

11.1 9.6 7.7 7.7 8.2 8.8

Fuente: Banco Central de Honduras 2005

Porcentaje de la población que vive con menos de un dólar diario

Área 2001 2002 2003 2004 2005

Nacional 41.1 45.5 44 38.4 39.7

Urbano 18.5 20.6 22.1 20.7 20.4

Rural 63.8 66.6 62.3 53.3 56.1

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 2004, 2005

Indicadores del mercado laboral desagregados por sexo y área

Indicador Total Urbano Rural

PET / PT 73.2 74.7 70.3

PEA / PT 37.0 40.5 34.2

Tasa de participación laboral 50.6 52.7 48.6

Tasa de desempleo abierto 5.9 8.0 3.8

Tasa de subempleo visible 6.5 6.0 7.1

Tasa de subempleo invisible 27.8 19.4 36.1

Fuente: INE. EPHPM. 2004

Page 190: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 175

...INDICADORES ECONóMICOS

Asignación del porcentaje del gasto del gobierno central por sectores

Año

Sector 2000 2001 2002 2003 2004

Salud 13.0 12.1 13.6 15.9 14.4

Educación 22.2 24.0 25.6 29.0 31.4

Defensa 3.1 3.4 3.4 3.1 3.0

Fuente: Secretaría de Finanzas 2004

Indicadores de gasto social, 1990 - 1996

1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996

PIB (US$ constantesde 2005)

86,609 89,426 94,455 100,340 99,032 103,072 106,761

Gasto Público Totalcomo % del PIB

16.9% 22.2% 22.5% 25.6% 21.3% 21.2% 19.3%

Gasto Público Social/PIB

7.7% 7.4% 7.4% 7.7% 6.7% 7.1% 7.0%

Gasto PúblicoNo Social/PIB

9.2% 14.8% 15.1% 17.9% 14.7% 14.1% 12.3%

Gasto Social/Gasto Público Total

45.4% 33.3% 32.8% 30.2% 31.2% 33.3% 36.4%

Gasto Niñez/ Gasto Social – MetodologíaFosdeh

49.5% 55.2% 58.3% 56.4% 54.3% 59.2% 54.9%

Gasto Niñez/PIBMetodología Fosdeh

3.8% 4.1% 4.3% 4.4% 3.6% 4.2% 3.9%

Gasto Social per cápita (US$ constantes de 2005)

74.5 72.3 74.0 80.4 66.5 71.5 71.7

Gasto Niñez/Niño Metodolo-gía Fosdeh (US$ Constan-tes de 2005)

68.2 74.1 80.5 85.0 68.0 80.2 75.0

Fuentes: Elaboración propia, con base en datos de BCH, SEFIN, FOSDEH. Informe de avance de la ERP 2004-2005

Page 191: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007176

...INDICADORES ECONóMICOS

Indicadores de gasto social, 1997- 2001

1997 1998 1999 2000 2001

PIB (US$ constantesde 2005)

112,092 115,345 113,165 119,670 122,788

Gasto PúblicoTotal como % del PIB

19.4% 19.8% 23.6% 23.6% 25.2%

Ingresos tributarios/ PIB - - - 16.9% 16.2%

Ingresos No tributarios/PIB - - - 1.8% 3.7%

Ingresos Públicos Totales/PIB - - - 18.7% 19.9%

Gasto Público Social/PIB 6.8% 6.7% 8.9% 9.8% 11.8%

Gasto Público No Social/PIB 12.6% 13.0% 14.7% 13.7% 13.4%

Gasto Social/Gasto Público Total

35.1% 34.1% 37.8% 41.7% 46.8%

Gasto ERP/PIB - - - - 8.8%

Gasto Niñez/ Gasto Social Metodología Fosdeh

49.9% 44.7% 46.6% 47.5% -

Gasto Niñez/Gasto Social Metodología UNICEF 2005

- - - - 45.6%

Gasto Niñez/PIB Metodología Fosdeh

3.4% 3.0% 4.2% 4.7% -

Gasto Niñez/PIB – Metodología propia

- - - - 5.4%

Gasto Social per cápita (US$ constantes de 2005)

71.0 70.7 89.5 101.6 122.0

Gasto Niñez/ Niño - Metodología Fosdeh(US$ Constantes de 2005)

68.0 61.3 81.7 95.2 -

Gasto Niñez/ Niño – Metodología propia (US$ Constantes de 2005)

- - - - 110.7

Fuentes: Elaboración propia, con base en datos de BCH, SEFIN, FOSDEH. Informe de avance de la ERP 2004-2005

Page 192: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 177

...INDICADORES ECONóMICOS

Indicadores de gasto social, 2002- 2005

2002 2003 2004 2005

PIB (US$ constantesde 2005)

126,125 130,517 137,089 139,891

Gasto PúblicoTotal como % del PIB

24.3% 25.0% 23.9% 23.9%

Ingresos tributarios/ PIB 15.9% 16.6% 17.3% 17.3%

Ingresos No tributarios/PIB 3.5% 3.2% 3.3% 3.7%

Ingresos Públicos Tota-les/PIB

19.4% 19.8% 20.6% 21.0%

Gasto Público Social/PIB 11.0% 12.7% 14.2% -

Gasto Público No Social/PIB 13.3% 12.2% 9.7% -

Gasto Social/Gasto Público Total

45.3% 51.0% 56.1% 53.1%

Gasto ERP/PIB 7.5% 7.8% 8.1% 8.9%

Gasto Niñez/ Gasto Social – Metodología Fosdeh

- - - -

Gasto Niñez/Gasto Social -Metodología UNICEF 2005

50.4% 40.9% 44.5% 51.9%

Gasto Niñez/PIB Metodología Fosdeh

- - - -

Gasto Niñez/PIB – Metodología propia

5.6% 5.2% 6.0% 6.6%

Gasto Social per cápita (US$ constantes de 2005)

114.0 133.1 143.8 135.5

Gasto Niñez/ Niño - Metodología Fosdeh(US$ Constantes de 2005)

- - - -

Gasto Niñez/ Niño – Metodología propia (US$ Constantes de 2005)

115.7 110.9 129.2 143.1

Fuentes: Elaboración propia, con base en datos de BCH, SEFIN, FOSDEH, UNAT, Informe de avance de la ERP 2004, 2005.

Page 193: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007178

8. PROTECCIóN INFANTIl

Inscripción de nacimientos

Área geográfica Nacimientos

2003 2004 2005

Nacional 190,730 183,743 204,376

Atlántida 9,541 9,561 10,301

Colón 8,046 6,990 9,721

Comayagua 10,934 12,047 12,165

Copán 9,921 9,607 10,425

Cortés 32,847 35,291 38,091

Choluteca 11,504 10,572 10,458

El Paraíso 10,361 11,385 11,646

Francisco Morazán 30,840 30,087 30,424

Gracias a Dios 2,623 2,345 2,822

Intibucá 5,473 5,392 6,253

Islas de la Bahía 1,238 1,172 1,497

La Paz 4,856 4,480 5,274

Lempira 8,218 7,144 9,068

Ocotepeque 2,983 3,095 3,433

Olancho 14,090 11,486 13,900

Santa Bárbara 10,386 8,029 11,356

Valle 4,412 4,015 4,228

Yoro 12,457 11,045 13,314

Fuente: Registro Nacional de las Personas. Cifras preliminares 2003, 2004, 2005.

Situación de orfandad

Edad Total Niños huérfanos Niñas huérfanas

Ambos Madre Padre Ambos Madre Padre Ambos Madre Padre

Total 9,489 51,357 130,136 5,295 24,735 71,324 4,194 26,622 58,812

5-6 años 157 1,383 10,691 157 1,152 7,330 0 231 3,361

7-9 años 1,010 6,343 20,394 231 1,971 10,440 779 4,372 9,954

10-11 años 1,493 6,784 17,708 318 2,926 7,780 1,175 3,859 9,928

12-14 años 2,772 14,858 30,768 2,328 8,334 16,587 444 6,524 14,181

15-17 años 2,901 15,400 37,155 1,496 7,212 21,213 1,405 8,188 15,941

18 años 1,155 6,589 13,420 764 3,141 7,973 391 3,448 5,447

Urbano 4,404 20,615 65,186 2,522 10,173 35,497 1,882 10,442 29,689

5-6 años 157 921 4,220 157 921 3,170 0 0 1,050

7-9 años 317 2,413 11,842 0 1,046 6,511 317 1,367 5,331

10-11 años 800 3,086 8,462 318 1,077 4,082 482 2,010 4,380

12-14 años 923 4,457 14,126 479 2,324 7,342 444 2,133 6,784

15-17 1,283 5,923 19,819 802 3,282 10,350 480 2,641 9,469

18 años 924 3,815 6,717 764 1,523 4,043 160 2,292 2,673

Rural 5,085 30,742 64,950 2,774 14,562 35,827 2,311 16,180 29,124

5-6 años 0 462 6,472 0 231 4,161 0 231 2,311

7-9 años 693 3,929 8,552 231 925 3,929 462 3,005 4,623

10-11 años 693 3,698 9,246 0 1,849 3,698 693 1,849 5,547

12-14 años 1,849 10,401 16,642 1,849 6,010 9,246 0 4,392 7,396

15-17 años 1,618 9,477 17,336 693 3,929 10,864 925 5,547 6,472

18 años 231 2,774 6,703 0 1,618 3,929 231 1,156 2,774

Fuente: EPHPM MAYO 2005

Page 194: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 179

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad, Mayo 2001

Trabajan

CategoríaTotal Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian

No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Total Nacional 2/

2,403,201 100 384,832 16.0 43,219 1.8 341,613 14.2 1,606,602 66.9 411,768 17.1

Sexo

Niños 1,229,337 51.2 271,035 70.4 23,810 55.1 247,224 72.4 790,414 49.2 167,889 40.8

Niñas 1,173,864 48.8 113,797 29.6 19,409 44.9 94,389 27.6 816,188 50.8 243,879 59.2

Rango de Edad

De 5 a 6 años 338,124 14.1 356 0.1 234 0.5 122 0.0 216,173 13.5 121,594 29.5

De 7 a 9 años 550,700 22.9 5,446 1.4 918 2.1 4,528 1.3 505,305 31.5 39,949 9.7

De 10 a 11 años 363,907 15.1 17,331 4.5 3,429 7.9 13,902 4.1 326,357 20.3 20,219 4.9

De 12 a 14 años 508,247 21.1 95,297 24.8 12,195 28.2 83,102 24.3 337,584 21.0 75,366 18.3

De 15 a 17 años 480,483 20.0 189,727 49.3 19,539 45.2 170,188 49.8 181,098 11.3 109,658 26.6

De 18 años 161,741 6.7 76,675 19.9 6,904 16.0 69,771 20.4 40,085 2.5 44,981 10.9

Urbano 2/ 1,031,462 100.0 133,975 13.0 25,831 2.5 108,144 10.5 767,888 74.4 129,598 12.6

Sexo

Niños 511,501 49.6 73,711 55.0 13,566 52.5 60,145 55.6 376,673 49.1 61,117 47.2

Niñas 519,961 50.4 60,264 45.0 12,265 47.5 47,999 44.4 391,215 50.9 68,481 52.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 138,912 13.5 122 0.1 - - 122 0.1 98,421 12.8 40,369 31.1

De 7 a 9 años 229,311 22.2 2,260 1.7 492 1.9 1,768 1.6 216,801 28.2 10,250 7.9

De 10 a 11 años 149,121 14.5 4,980 3.7 1,240 4.8 3,741 3.5 139,568 18.2 4,573 3.5

De 12 a 14 años 210,936 20.5 25,293 18.9 4,938 19.1 20,356 18.8 167,653 21.8 17,990 13.9

De 15 a 17 años 222,275 21.5 69,129 51.6 13,362 51.7 55,767 51.6 116,143 15.1 37,003 28.6

De 18 años 80,907 7.8 32,189 24.0 5,799 22.5 26,390 24.4 29,303 3.8 19,414 15.0

Rural 2/ 1,371,739 100.0 250,857 18.3 17,388 1.3 233,469 17.0 838,713 61.1 282,169 20.6

Sexo

Niños 717,836 52.3 197,324 78.7 10,244 58.9 187,080 80.1 413,741 49.3 106,772 37.8

Niñas 653,903 47.7 53,533 21.3 7,144 41.1 46,389 19.9 424,973 50.7 175,397 62.2

Rango de Edad

De 5 a 6 años 199,212 14.5 234 0.1 234 1.3 - - 117,753 14.0 81,226 28.8

De 7 a 9 años 321,389 23.4 3,186 1.3 426 2.4 2,760 1.2 288,504 34.4 29,699 10.5

De 10 a 11 años 214,786 15.7 12,351 4.9 2,190 12.6 10,161 4.4 186,789 22.3 15,646 5.5

De 12 a 14 años 297,311 21.7 70,004 27.9 7,257 41.7 62,746 26.9 169,931 20.3 57,377 20.3

De 15 a 17 años 258,208 18.8 120,597 48.1 6,176 35.5 114,421 49.0 64,955 7.7 72,655 25.7

De 18 años 80,834 5.9 44,486 17.7 1,105 6.4 43,381 18,6 10,781 1.3 25,567 9.1

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 1/ Porcentaje por columnas , 2/ Porcentaje por filas

...PROTECCIóN INFANTIl

Page 195: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007180

...PROTECCIóN INFANTIl

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2001

Trabajan

CategoríaTotal Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian

No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Distrito Cen-tral 2/

340,959 100.0 39,657 11.6 9,422 23.8 30,235 8.9 261,459 76.7 39,843 11.7

Sexo

Niños 171,779 50.4 21,898 55.2 5,363 56.9 16,535 54.7 131,813 50.4 18,069 45.3

Niñas 169,179 49.6 17,759 44.8 4,059 43.1 13,700 45.3 129,646 49.6 21,774 54.7

Rango de Edad

De 5 a 6 años 43,510 12.8 - - - - - - 32,005 12.2 11,506 28.9

De 7 a 9 años 76,373 22.4 886 2.2 136 1.4 750 2.5 71,399 27.3

4,088 10.3

De 10 a 11 años

53,780 15.8 2,222 5.6 928 9.9 1,294 4.3 50,308 19.2 1,251 3.1

De 12 a 14 años

68,697 20.1 7,876 19.9 2,000 21.2 5,877 19.4 55,838 21.4 4,983 12.5

De 15 a 17 años

69,998 20.5 17,955 45.3 4,079 43.3 13,876 45.9 41,122 15.7 10,921 27.4

De 18 años 28,600 8.4 10,718 27.0 2,279 24.2 8,439 27.9 10,788 4.1 7,094 17.8

San Pedro Sula 2/

175,398 100.0 21,646 12.3 3,970 18.3 17,676 10.1 127,932 72.9 25,820 64.8

Sexo

Niños 83,410 47.6 11,895 54.9 2,169 54.6 9,725 55.0 59,032 46.1 12,483 48.3

Niñas 91,988 52.4 9,752 45.1 1,801 45.4 7,951 45.0 68,899 53.9 13,337 51.7

Rango de Edad

De 5 a 6 años 23,792 13.6 - - - - - - 15,426 12.1 8,366 32.4

De 7 a 9 años 38,841 22.1 74 0.3 - - 74 0.4 35,888 28.1 2,878 11.1

De 10 a 11 años

24,887 14.2 216 1.0 - - 216 1.2 23,708 18.5 963 3.7

De 12 a 14 años

35,211 20.1 4,515 20.9 890 22.4 3,625 20.5 28,053 21.9 2,643 10.2

De 15 a 17 años

38,557 22.0 11,136 51.4 1,940 48.9 9,196 52.0 19,853 15.5 7,568 29.3

De 18 años 14,110 8.0 5,705 26.4 1,140 28.7 4,565 25.8 5,004 3.9 3,401 13.2

Resto urbano 2/

515,105 100.0 72,671 14.1 12,438 17.1 60,233 11.7 378,498 73.5 63,936 160.5

Sexo

Niños 256,312 49.8 39,918 184.4 6,034 48.5 33,884 191.7 185,828 49.1 30,565 47.8

Niñas 258,793 50.2 32,753 151.3 6,405 51.5 26,348 149.1 192,670 50.9 33,370 52.2

Rango de Edad

De 5 a 6 años 71,609 13.9 122 0.6 - - 122 0.7 50,989 13.5 20,497 32.1

De 7 a 9 años 114,096 22.2 1,300 6.0 356 2.9 944 5.3 109,513 28.9 3,283 5.1

De 10 a 11 años

70,454 13.7 2,542 11.7 311 2.5 2,231 12.6 65,552 17.3 2,359 3.7

De 12 a 14 años

107,028 20.8 12,902 59.6 2,048 16.5 10,854 61.4 83,762 22.1 10,363 16.2

De 15 a 17 años

113,720 22.1 40,038 185.0 7,343 59.0 32,696 185.0 55,169 14.6 18,513 29.0

De 18 años 38,198 7.4 15,766 72.8 2,380 19.1 13,387 75.7 13,512 3.6 8,920 14.0

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, 1/ Porcentaje por columnas, 2/ Porcentaje por filas

Page 196: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 181

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 1/ Porcentaje por columnas , 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2002

Trabajan

CategoríaTotal Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni

estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Total Na-cional 2/

2,500,873 100.0 441,581 17.7 140,158 5.6 301,422 12.1 1,589,390 63.6 469,902 18.8

Sexo

Niños 1,278,627 51.1 330,950 74.9 94,586 67.5 236,365 78.4 775,726 48.8 171,950 36.6

Niñas 1,222,246 48.9 110,630 25.1 45,572 32.5 65,058 21.6 813,664 51.2 297,952 63.4

Rango de Edad

De 5 a 6 años

376,872 15.1 1,363 0.3 823 0.6 540 0.2 215,408 13.6 160,101 34.1

De 7 a 9 años

567,867 22.7 14,890 3.4 12,297 8.8 2,593 0.9 509,763 32.1 43,214 9.2

De 10 a 11 años

370,416 14.8 32,502 7.4 24,705 17.6 7,797 2.6 316,980 19.9 20,934 4.5

De 12 a 14 años

540,283 21.6 117,430 26.6 54,050 38.6 63,380 21.0 345,465 21.7 77,387 16.5

De 15 a 17 años

472,330 18.9 188,916 42.8 36,547 26.1 152,369 50.5 164,324 10.3 119,091 25.3

De 18 años 173,104 6.9 86,479 19.6 11,736 8.4 74,743 24.8 37,450 2.4 49,175 10.5

Urbano 2/ 1,062,879 100.0 139,170 13.1 56,030 5.3 83,140 7.8 779,998 73.4 143,711 13.5

Sexo

Niños 528,581 49.7 83,210 59.8 30,865 55.1 52,345 63.0 385,115 49.4 60,256 41.9

Niñas 534,298 50.3 55,960 40.2 25,165 44.9 30,796 37.0 394,883 50.6 83,455 58.1

Rango de Edad

De 5 a 6 años

149,284 14.0 313 0.2 219 0.4 94 0.1 103,396 13.3 45,576 31.7

De 7 a 9 años

230,558 21.7 3,836 2.8 3,406 6.1 430 0.5 216,180 27.7 10,542 7.3

De 10 a 11 años

151,259 14.2 8,786 6.3 7,669 13.7 1,117 1.3 137,589 17.6 4,884 3.4

De 12 a 14 años

228,376 21.5 27,401 19.7 16,623 29.7 10,778 13.0 179,038 23.0 21,938 15.3

De 15 a 17 años

220,581 20.8 65,101 46.8 20,004 35.7 45,097 54.2 113,885 14.6 41,595 28.9

De 18 años 82,820 7.8 33,734 24.2 8,109 14.5 25,625 30.8 29,910 3.8 19,176 13.3

Rural 2/ 1,437,994 100.0 302,411 21.0 84,128 5.9 218,282 15.2 809,392 56.3 326,191 22.7

Sexo

Niños 750,046 52.2 247,741 81.9 63,721 75.7 184,020 84.3 390,611 48.3 111,694 34.2

Niñas 687,948 47.8 54,670 18.1 20,408 24.3 34,262 15.7 418,781 51.7 214,497 65.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años

227,587 15.8 1,050 0.3 604 0.7 445 0.2 112,012 13.8 114,525 35.1

De 7 a 9 años

337,309 23.5 11,055 3.7 8,892 10.6 2,163 1.0 293,583 36.3 32,672 10.0

De 10 a 11 años

219,157 15.2 23,716 7.8 17,036 20.2 6,681 3.1 179,391 22.2 16,049 4.9

De 12 a 14 años

311,907 21.7 90,030 29.8 37,428 44.5 52,602 24.1 166,428 20.6 55,449 17.0

De 15 a 17 años

251,749 17.5 123,815 40.9 16,543 19.7 107,272 49.1 50,439 6.2 77,496 23.8

De 18 años 90,284 6.3 52,745 17.4 3,627 4.3 49,119 22.5 7,540 0.9 29,999 9.2

Page 197: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007182

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, 1/ Porcentaje por columnas, 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2002

Trabajan

Categoría

Total Total Estudian y tra-bajan

Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Distrito Central 2/

279,047 100.0 34,447 12.3 16,395 47.6 18,051 6.5 216,820 77.7 27,780 10.0

Sexo

Niños 140,124 50.2 19,566 56.8 9,329 56.9 10,238 56.7 109,292 50.4 11,266 40.6

Niñas 138,923 49.8 14,880 43.2 7,067 43.1 7,814 43.3 107,528 49.6 16,514 59.4

Rango de Edad

De 5 a 6 años 35,886 12.9 32 0.1 - - 32 0.2 26,947 12.4 8,907 32.1

De 7 a 9 años 59,067 21.2 1,039 3.0 931 5.7 108 0.6 56,534 26.1 1,493 5.4

De 10 a 11 años

39,555 14.2 2,738 7.9 2,392 14.6 346 1.9 35,713 16.5 1,104 4.0

De 12 a 14 años

61,080 21.9 6,223 18.1 4,188 25.5 2,035 11.3 51,654 23.8 3,203 11.5

De 15 a 17 años

59,467 21.3 16,233 47.1 6,082 37.1 10,151 56.2 34,403 15.9 8,831 31.8

De 18 años 23,992 8.6 8,181 23.8 2,803 17.1 5,379 29.8 11,569 5.3 4,242 15.3

San Pedro Sula 2/

159,569 100.0 21,502 13.5 8,843 41.1 12,660 7.9 115,397 72.3 22,669 81.6

Sexo

Niños 80,047 50.2 12,355 57.5 4,469 50.5 7,886 62.3 58,009 50.3 9,684 42.7

Niñas 79,521 49.8 9,148 42.5 4,374 49.5 4,774 37.7 57,388 49.7 12,985 57.3

Rango de Edad

De 5 a 6 años 24,646 15.4 95 0.4 95 1.1 - - 16,886 14.6 7,665 33.8

De 7 a 9 años 34,372 21.5 641 3.0 641 7.3 - - 32,238 27.9 1,493 6.6

De 10 a 11 años

20,262 12.7 1,041 4.8 883 10.0 158 1.2 18,737 16.2 484 2.1

De 12 a 14 años

32,521 20.4 3,564 16.6 2,450 27.7 1,115 8.8 25,845 22.4 3,112 13.7

De 15 a 17 años

33,867 21.2 9,968 46.4 3,207 36.3 6,761 53.4 17,433 15.1 6,466 28.5

De 18 años 13,900 8.7 6,193 28.8 1,567 17.7 4,626 36.5 4,258 3.7 3,449 15.2

Resto Urba-no 2/

389,977 100.0 49,624 12.7 17,893 36.1 31,731 8.1 279,345 71.6 61,007 219.6

Sexo

Niños 192,322 49.3 30,033 139.7 10,490 58.6 19,542 154.4 135,233 48.4 27,057 44.3

Niñas 197,654 50.7 19,592 91.1 7,403 41.4 12,189 96.3 144,112 51.6 33,951 55.7

Rango de Edad

De 5 a 6 años 54,175 13.9 186 0.9 124 0.7 62 0.5 35,017 12.5 18,972 31.1

De 7 a 9 años 84,952 21.8 1,054 4.9 868 4.9 186 1.5 79,012 28.3 4,886 8.0

De 10 a 11 años

55,614 14.3 2,654 12.3 2,418 13.5 236 1.9 50,629 18.1 2,331 3.8

3.8

De 12 a 14 años

81,567 20.9 9,573 44.5 5,233 29.2 4,340 34.3 62,421 22.3 9,573 15.7

De 15 a 17 años

83,588 21.4 24,267 112.9 6,944 38.8 17,323 136.8 41,577 14.9 17,744 29.1

De 18 años 30,082 7.7 11,892 55.3 2,306 12.9 9,585 75.7 10,689 3.8 7,502 12.3

Page 198: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 183

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 1/ Porcentaje por columnas , 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2003

Trabajan

Categoría

Total Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Total Nacio-nal 2/

2,581,847 100.0 328,591 12.7 92,971 3.6 235,620 9.1 1,634,611 63.3 618,645 24.0

Sexo

Niños 1,305,448 50.6 242,662 73.8 58,146 62.5 184,516 78.3 801,549 49.0 261,238 42.2

Niñas 1,276,399 49.4 85,930 26.2 34,825 37.5 51,104 21.7 833,062 51.0 357,407 57.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 380,214 14.7 590 0.2 140 0.2 450 0.2 190,279 11.6 189,345 30.6

De 7 a 9 años 598,584 23.2 4,762 1.4 3,116 3.4 1,646 0.7 481,886 29.5 111,937 18.1

De 10 a 11 años

372,347 14.4 13,246 4.0 9,860 10.6 3,385 1.4 330,294 20.2 28,807 4.7

De 12 a 14 años

570,552 22.1 76,616 23.3 31,406 33.8 45,210 19.2 395,144 24.2 98,791 16.0

De 15 a 17 años

491,785 19.0 160,761 48.9 35,406 38.1 125,355 53.2 194,990 11.9 136,035 22.0

De 18 años 168,365 6.5 72,617 22.1 13,043 14.0 59,574 25.3 42,018 2.6 53,729 8.7

Urbano 2/ 1,088,135 100.0 119,327 11.0 52,543 4.8 66,784 6.1 779,125 71.6 189,683 17.4

Sexo

Niños 540,645 49.7 68,391 57.3 27,312 52.0 41,079 61.5 384,092 49.3 88,163 46.5

Niñas 547,490 50.3 50,936 42.7 25,231 48.0 25,705 38.5 395,034 50.7 101,521 53.5

Rango de Edad

De 5 a 6 años 151,450 13.9 201 0.2 62 0.1 139 0.2 88,325 11.3 62,923 33.2

De 7 a 9 años 236,831 21.8 1,688 1.4 1,393 2.7 296 0.4 201,221 25.8 33,922 17.9

De 10 a 11 años

148,861 13.7 4,769 4.0 3,899 7.4 870 1.3 132,487 17.0 11,605 6.1

De 12 a 14 años

238,281 21.9 24,855 20.8 15,136 28.8 9,719 14.6 193,037 24.8 20,389 10.7

De 15 a 17 años

228,012 21.0 57,176 47.9 22,535 42.9 34,641 51.9 130,374 16.7 40,462 21.3

De 18 años 84,700 7.8 30,637 25.7 9,519 18.1 21,118 31.6 33,681 4.3 20,381 10.7

Rural 2/ 1,493,712 100.0 209,264 14.0 40,428 2.7 168,837 11.3 855,486 57.3 428,962 28.7

Sexo

Niños 764,803 51.2 174,271 83.3 30,833 76.3 143,437 85.0 417,457 48.8 173,075 40.3

Niñas 728,909 48.8 34,994 16.7 9,595 23.7 25,399 15.0 438,028 51.2 255,887 59.7

Rango de Edad

De 5 a 6 años 228,764 15.3 388 0.2 78 0.2 311 0.2 101,954 11.9 126,422 29.5

De 7 a 9 años 361,753 24.2 3,074 1.5 1,723 4.3 1,351 0.8 280,665 32.8 78,014 18.2

De 10 a 11 años

223,485 15.0 8,477 4.1 5,962 14.7 2,515 1.5 197,807 23.1 17,202 4.0

De 12 a 14 años

332,271 22.2 51,761 24.7 16,270 40.2 35,491 21.0 202,107 23.6 78,402 18.3

De 15 a 17 años

263,773 17.7 103,584 49.5 12,870 31.8 90,714 53.7 64,616 7.6 95,573 22.3

De 18 años 83,665 5.6 41,980 20.1 3,524 8.7 38,456 22.8 8,337 1.0 33,348 7.8

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007184

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, 1/ Porcentaje por columnas, 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2003

Trabajan

Categoria

Total Total Estudian y trabajan

Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Distrito Cen-tral 2/

284,555 100.0 29,209 10.3 14,848 50.8 14,361 5.0 212,578 74.7 42,769 15.0

Sexo

Niños 143,944 50.6 15,465 52.9 7,716 52.0 7,749 54.0 106,998 50.3 21,482 50.2

Niñas 140,611 49.4 13,744 47.1 7,132 48.0 6,612 46.0 105,580 49.7 21,287 49.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 35,843 12.6 - - - - - - 22,088 10.4 13,755 32.2

De 7 a 9 años 58,753 20.6 519 1.8 465 3.1 54 0.4 49,533 23.3 8,701 20.3

De 10 a 11 años 39,414 13.9 1,277 4.4 1,115 7.5 162 1.1 35,063 16.5 3,073 7.2

De 12 a 14 años 63,060 22.2 5,822 19.9 3,993 26.9 1,829 12.7 53,342 25.1 3,896 9.1

De 15 a 17 años 62,281 21.9 13,289 45.5 6,493 43.7 6,796 47.3 40,529 19.1 8,463 19.8

De 18 años 25,205 8.9 8,301 28.4 2,781 18.7 5,519 38.4 12,023 5.7 4,881 11.4

San Pedro Sula 2/

165,323 100.0 20,030 12.1 8,706 43.5 11,324 6.8 117,871 71.3 27,422 64.1

Sexo

Niños 80,217 48.5 11,019 55.0 4,395 50.5 6,624 58.5 57,064 48.4 12,134 44.2

Niñas 85,106 51.5 9,011 45.0 4,311 49.5 4,700 41.5 60,807 51.6 15,288 55.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 23,164 14.0 53 0.3 - - 53 0.5 13,396 11.4 9,715 35.4

De 7 a 9 años 36,359 22.0 357 1.8 315 3.6 42 0.4 31,449 26.7 4,553 16.6

De 10 a 11 años 21,977 13.3 736 3.7 610 7.0 126 1.1 19,885 16.9 1,356 4.9

De 12 a 14 años 33,846 20.5 3,049 15.2 1,693 19.4 1,356 12.0 28,295 24.0 2,502 9.1

De 15 a 17 años 35,518 21.5 9,757 48.7 3,974 45.7 5,783 51.1 19,694 16.7 6,067 22.1

De 18 años 14,459 8.7 6,077 30.3 2,113 24.3 3,964 35.0 5,154 4.4 3,228 11.8

Resto Urba-no 2/

398,434 100.0 46,599 11.7 20,224 43.4 26,375 6.6 278,415 69.9 73,420 171.7

Sexo

Niños 197,530 49.6 26,821 133.9 10,193 50.4 16,628 146.8 136,845 49.2 33,864 46.1

Niñas 200,903 50.4 19,778 98.7 10,032 49.6 9,746 86.1 141,570 50.8 39,556 53.9

Rango de Edad

De 5 a 6 años 55,800 14.0 149 0.7 62 0.3 87 0.8 31,359 11.3 24,291 33.1

De 7 a 9 años 84,332 21.2 434 2.2 310 1.5 124 1.1 71,436 25.7 12,462 17.0

De 10 a 11 años 55,428 13.9 1,624 8.1 1,314 6.5 310 2.7 49,600 17.8 4,204 5.7

De 12 a 14 años 86,688 21.8 10,900 54.4 6,312 31.2 4,588 40.5 67,319 24.2 8,469 11.5

De 15 a 17 años 85,634 21.5 22,890 114.3 8,990 44.5 13,900 122.7 46,376 16.7 16,368 22.3

De 18 años 30,553 7.7 10,602 52.9 3,236 16.0 7,366 65.0 12,325 4.4 7,626 10.4

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ANEXOS 185

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples. 1/ Porcentaje por columnas , 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2004

Trabajan

Categoria

Total Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Total Nacioanl 2/ 2,630,305 100.0 359,752 100.0 118,937 100.0 240,815 100.0 1,853,974 100.0 416,579 100

Sexo

Niños 1,315,039 50.0 273,287 76.0 78,407 65.9 194,880 80.9 886,588 47.8 155,164 37.2

Niñas 1,315,265 50.0 86,465 24.0 40,530 34.1 45,935 19.1 967,386 52.2 261,414 62.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 393,961 15.0 411 0.1 228 0.2 183 0.1 270,353 14.6 123,198 29.6

De 7 a 9 años 598,403 22.8 7,786 2.2 6,761 5.7 1,025 0.4 564,891 30.5 25,727 6.2

De 10 a 11 años 379,109 14.4 15,123 4.2 11,003 9.3 4,120 1.7 350,262 18.9 13,724 3.3

De 12 a 14 años 564,106 21.4 81,495 22.7 35,853 30.1 45,642 19.0 400,336 21.6 82,275 19.8

De 15 a 17 años 527,042 20.0 178,052 49.5 47,998 40.4 130,055 54.0 223,154 12.0 125,836 30.2

De 18 años 167,683 6.4 76,885 21.4 17,094 14.4 59,791 24.8 44,978 2.4 45,819 11.0

Urbano 2/ 1,091,211 100.0 116,019 100.0 48,172 100.0 67,848 100.0 861,522 100.0 113,669 100.0

Sexo

Niños 538,900 49.4 71,393 61.5 25,710 53.4 45,684 67.3 418,695 48.6 48,811 42.9

Niñas 552,311 50.6 44,626 38.5 22,462 46.6 22,164 32.7 442,827 51.4 64,859 57.1

Rango de Edad

De 5 a 6 años 149,498 13.7 - - - - - - 116,092 13.5 33,406 29.4

De 7 a 9 años 232,713 21.3 1,261 1.1 1,104 2.3 158 0.2 226,667 26.3 4,784 4.2

De 10 a 11 años 149,748 13.7 3,580 3.1 3,246 6.7 333 0.5 142,984 16.6 3,184 2.8

De 12 a 14 años 235,738 21.6 19,353 16.7 10,440 21.7 8,913 13.1 197,985 23.0 18,399 16.2

De 15 a 17 años 238,779 21.9 60,064 51.8 23,725 49.3 36,339 53.6 142,533 16.5 36,182 31.8

De 18 años 84,735 7.8 31,761 27.4 9,657 20.0 22,104 32.6 35,260 4.1 17,714 15.6

Rural 2/ 1,539,094 100.0 243,733 100.0 70,766 100.0 172,967 100.0 992,452 100.0 302,909 100.0

Sexo

Niños 776,140 50.4 201,894 82.8 52,698 74.5 149,196 86.3 467,892 47.1 106,354 35.1

Niñas 762,954 49.6 41,839 17.2 18,068 25.5 23,771 13.7 524,559 52.9 196,556 64.9

Rango de Edad

De 5 a 6 años 244,463 15.9 411 0.2 228 0.3 183 0.1 154,261 15.5 89,792 29.6

De 7 a 9 años 365,691 23.8 6,524 2.7 5,658 8.0 867 0.5 338,224 34.1 20,942 6.9

De 10 a 11 años 229,361 14.9 11,543 4.7 7,756 11.0 3,787 2.2 207,278 20.9 10,540 3.5

De 12 a 14 años 328,369 21.3 62,142 25.5 25,414 35.9 36,729 21.2 202,350 20.4 63,876 21.1

De 15 a 17 años 288,264 18.7 117,988 48.4 24,273 34.3 93,715 54.2 80,621 8.1 89,655 29.6

De 18 años 82,948 5.4 45,124 18.5 7,437 10.5 37,687 21.8 9,718 1.0 28,105 9.3

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ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007186

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, 1/ Porcentaje por columnas, 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2004

Trabajan

Categoría

Total Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Distrito Cen-tral 2/

288,910 100.0 23,800 100.0 11,443 100.0 12,357 100.0 239,639 100.0 25,471 100.0

Sexo

Niños 147,150 50.9 14,154 59.5 6,494 56.7 7,660 62.0 120,576 50.3 12,420 48.8

Niñas 141,760 49.1 9,646 40.5 4,949 43.3 4,697 38.0 119,063 49.7 13,051 51.2

Rango de Edad

De 5 a 6 años 36,031 12.5 - - - - - - 29,001 12.1 7,030 27.6

De 7 a 9 años 58,885 20.4 473 2.0 315 2.8 158 1.3 57,372 23.9 1,040 4.1

De 10 a 11 años 37,197 12.9 914 3.8 914 8.0 - - 35,684 14.9 599 2.4

De 12 a 14 años 64,749 22.4 4,287 18.0 2,301 20.1 1,986 16.1 57,498 24.0 2,963 11.6

De 15 a 17 años 66,199 22.9 10,371 43.6 4,256 37.2 6,115 49.5 46,402 19.4 9,425 37.0

De 18 años 25,849 8.9 7,755 32.6 3,657 32.0 4,098 33.2 13,681 5.7 4,413 17.3

San Pedro Sula 2/

166,317 100.0 17,979 100.0 8,821 100.0 9,158 100.0 129,654 100.0 18,684 100.0

Sexo

Niños 81,076 48.7 7,933 44.1 2,910 33.0 5,023 54.8 64,812 50.0 8,331 44.6

Niñas 85,241 51.3 10,046 55.9 5,911 67.0 4,135 45.2 64,842 50.0 10,353 55.4

Rango de Edad

De 5 a 6 años 23,921 14.4 - - - - - - 17,122 13.2 6,800 36.4

De 7 a 9 años 33,999 20.4 306 1.7 306 3.5 - - 32,620 25.2 1,072 5.7

De 10 a 11 años 23,309 14.0 613 3.4 459 5.2 153 1.7 22,237 17.2 459 2.5

De 12 a 14 años 34,029 20.5 2,083 11.6 1,715 19.4 368 4.0 29,527 22.8 2,420 13.0

De 15 a 17 años 39,144 23.5 10,322 57.4 4,993 56.6 5,330 58.2 23,646 18.2 5,176 27.7

De 18 años 11,915 7.2 4,656 25.9 1,348 15.3 3,308 36.1 4,503 3.5 2,757 14.8

Resto Urbano 2/

395,331 100.0 44,951 100.0 17,555 100.0 27,396 100.0 303,554 100.0 46,825 100.0

Sexo

Niños 188,816 47.8 29,162 64.9 10,526 60.0 18,636 68.0 141,774 46.7 17,879 38.2

Niñas 206,515 52.2 15,789 35.1 7,029 40.0 8,759 32.0 161,780 53.3 28,946 61.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 57,712 14.6 - - - - - - 44,735 14.7 12,977 27.7

De 7 a 9 años 86,513 21.9 180 0.4 180 1.0 - - 84,567 27.9 1,766 3.8

De 10 a 11 años 54,431 13.8 1,406 3.1 1,226 7.0 180 0.7 51,331 16.9 1,694 3.6

De 12 a 14 años 83,774 21.2 7,462 16.6 3,749 21.4 3,713 13.6 67,264 22.2 9,048 19.3

De 15 a 17 años 83,269 21.1 23,971 53.3 9,300 53.0 14,671 53.6 44,663 14.7 14,635 31.3

De 18 años 29,631 7.5 11,932 26.5 3,100 17.7 8,832 32.2 10,994 3.6 6,705 14.3

Page 202: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ANEXOS 187

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, 1/ Porcentaje por columnas, 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2005

Trabajan

Categoría

Total Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Total Nacio-nal 2/

2,722,528 100.0 378,238 13.9 124,902 4.6 253,336 9.3 1,922,203 70.6 422,086 15.5

Sexo

Niños 1,373,868 50.5 286,861 75.8 83,746 67.0 203,115 80.2 918,811 47.8 168,196 39.8

Niñas 1,348,660 49.5 91,378 24.2 41,156 33.0 50,221 19.8 1,003,392 52.2 253,890 60.2

Rango de Edad

De 5 a 6 años 400,882 14.7 907 0.2 907 0.7 - - 280,897 14.6 119,078 28.2

De 7 a 9 años 611,963 22.5 11,999 3.2 9,758 7.8 2,241 0.9 573,097 29.8 26,866 6.4

De 10 a 11 años 398,097 14.6 17,401 4.6 15,874 12.7 1,527 0.6 362,571 18.9 18,125 4.3

De 12 a 14 años 587,626 21.6 92,072 24.3 36,134 28.9 55,938 22.1 420,164 21.9 75,389 17.9

De 15 a 17 años 537,621 19.7 176,036 46.5 45,376 36.3 130,660 51.6 237,104 12.3 124,481 29.5

De 18 años 186,339 6.8 79,822 21.1 16,852 13.5 62,969 24.9 48,370 2.5 58,147 13.8

Urbano 2/ 1,130,897 100.0 124,678 11.0 59,489 5.3 65,188 5.8 892,243 78.9 113,977 10.1

Sexo

Niños 563,260 49.8 70,283 56.4 30,352 51.0 39,930 61.3 436,884 49.0 56,093 49.2

Niñas 567,638 50.2 54,395 43.6 29,137 49.0 25,258 38.7 455,359 51.0 57,884 50.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 160,266 14.2 445 0.4 445 0.7 - - 126,726 14.2 33,094 29.0

De 7 a 9 años 235,436 20.8 2,291 1.8 2,130 3.6 161 0.2 226,618 25.4 6,526 5.7

De 10 a 11 años 156,556 13.8 5,151 4.1 4,549 7.6 602 0.9 147,842 16.6 3,563 3.1

De 12 a 14 años 243,689 21.5 22,499 18.0 14,638 24.6 7,861 12.1 204,973 23.0 16,217 14.2

De 15 a 17 años 245,922 21.7 59,542 47.8 24,804 41.7 34,737 53.3 152,045 17.0 34,336 30.1

De 18 años 89,029 7.9 34,749 27.9 12,923 21.7 21,826 33.5 34,039 3.8 20,240 17.8

Rural 2/ 1,591,630 100.0 253,561 15.9 65,413 4.1 188,148 11.8 1,029,960 64.7 308,110 19.4

Sexo

Niños 810,608 50.9 216,578 85.4 53,393 81.6 163,185 86.7 481,927 46.8 112,103 36.4

Niñas 781,022 49.1 36,982 14.6 12,019 18.4 24,963 13.3 548,033 53.2 196,007 63.6

Rango de Edad

De 5 a 6 años 240,617 15.1 462 0.2 462 0.7 - - 154,170 15.0 85,984 27.9

De 7 a 9 años 376,527 23.7 9,708 3.8 7,628 11.7 2,080 1.1 346,479 33.6 20,340 6.6

De 10 a 11 años 241,541 15.2 12,250 4.8 11,326 17.3 925 0.5 214,729 20.8 14,562 4.7

De 12 a 14 años 343,936 21.6 69,573 27.4 21,496 32.9 48,077 25.6 215,191 20.9 59,172 19.2

De 15 a 17 años 291,699 18.3 116,495 45.9 20,571 31.4 95,923 51.0 85,060 8.3 90,145 29.3

De 18 años 97,310 6.1 45,072 17.8 3,929 6.0 41,143 21.9 14,331 1.4 37,907 12.3

Page 203: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

ESTADO NACIONAL DE LA INFANCIA HONDUREÑA 2007188

...PROTECCIóN INFANTIl

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, 1/ Porcentaje por columnas, 2/ Porcentaje por filas

Población de 5 a 18 años por condición de trabajo, según dominio , sexo y rango de edad Mayo 2005

Trabajan

Categoría

Total Total Estudian y trabajan Sólo trabajan Sólo estudian No trabajan ni estudian

No. % 1/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/ No. %2/

Distrito Central 2/

296,004 100.0 26,822 9.1 13,252 49.4 13,571 4.6 246,191 83.2 22,991 7.8

Sexo

Niños 146,246 49.4 14,688 54.8 7,664 57.8 7,025 51.8 120,382 48.9 11,176 48.6

Niñas 149,758 50.6 12,134 45.2 5,588 42.2 6,546 48.2 125,810 51.1 11,815 51.4

Rango de Edad

De 5 a 6 años 36,083 12.2 - - - - - - 31,612 12.8 4,470 19.4

De 7 a 9 años 57,157 19.3 319 1.2 319 2.4 - - 55,720 22.6 1,118 4.9

De 10 a 11 años 41,671 14.1 639 2.4 639 4.8 - - 40,553 16.5 479 2.1

De 12 a 14 años 66,098 22.3 4,470 16.7 2,874 21.7 1,597 11.8 58,913 23.9 2,714 11.8

De 15 a 17 años 68,972 23.3 14,209 53.0 5,588 42.2 8,621 63.5 44,864 18.2 9,899 43.1

De 18 años 26,024 8.8 7,185 26.8 3,832 28.9 3,353 24.7 14,529 5.9 4,311 18.7

San Pedro Sula 2/

169,799 100.0 19,967 11.8 8,804 44.1 11,163 6.6 130,179 76.7 19,653 85.5

Sexo

Niños 84,585 49.8 9,276 46.5 3,773 42.9 5,503 49.3 64,775 49.8 10,534 53.6

Niñas 85,214 50.2 10,691 53.5 5,031 57.1 5,660 50.7 65,404 50.2 9,119 46.4

Rango de Edad

De 5 a 6 años 25,627 15.1 - - - - - - 17,766 13.6 7,861 40.0

De 7 a 9 años 36,161 21.3 314 1.6 314 3.6 - - 34,274 26.3 1,572 8.0

De 10 a 11 años 23,898 14.1 629 3.1 472 5.4 157 1.4 22,325 17.1 943 4.8

De 12 a 14 años 33,645 19.8 2,987 15.0 1,572 17.9 1,415 12.7 28,143 21.6 2,516 12.8

De 15 a 17 años 36,632 21.6 7,861 39.4 3,616 41.1 4,245 38.0 24,841 19.1 3,931 20.0

De 18 años 13,835 8.1 8,175 40.9 2,830 32.1 5,346 47.9 2,830 2.2 2,830 14.4

Resto Urba-no 2/

665,094 100.0 77,888 11.7 37,433 48.1 40,455 6.1 515,873 77.6 71,333 310.3

Sexo

Niños 332,429 50.0 46,318 232.0 18,916 50.5 27,402 245.5 251,727 48.8 34,383 48.2

Niñas 332,666 50.0 31,570 158.1 18,518 49.5 13,052 116.9 264,145 51.2 36,950 51.8

Rango de Edad

De 5 a 6 años 98,556 14.8 445 2.2 445 1.2 - - 77,348 15.0 20,763 29.1

De 7 a 9 años 142,118 21.4 1,658 8.3 1,497 4.0 161 1.4 136,624 26.5 3,836 5.4

De 10 a 11 años 90,98 13.7 3,884 19.4 3,438 9.2 445 4.0 84,964 16.5 2,141 3.0

De 12 a 14 años 143,946 21.6 15,042 75.3 10,192 27.2 4,850 43.4 117,917 22.9 10,987 15.4

De 15 a 17 años 140,318 21.1 37,471 187.7 15,600 41.7 21,871 195.9 82,340 16.0 20,507 28.7

De 18 años 49,169 7.4 19,389 97.1 6,261 16.7 13,128 117.6 16,680 3.2 13,100 18.4

Page 204: Estadonacionalinfancia- FISIOPATOLOGIA II - PARCIAL 3

La Convención de los Derechos del Niño, aprobada en 1989 y ratificada por Honduras en 1990, establece, entre otros derechos, que todas las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, a un nombre, a una nacionalidad y a recibir el cuidado de una familia.

Tienen derecho a recibir una educación de calidad, una adecuada atención de salud y a ser protegidos contra la violencia, la explotación, el abuso, el abandono y la discriminación.

Todas las niñas y niños tienen derecho a participar en los asuntos que les afectan, y a que se les dispense el mismo trato que a los demás.

Como parte del Sistema de Naciones Unidas, UNICEF colabora para alcanzar, en un marco de equidad, los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los compromisos suscritos por los países durante la Sesión Especial para la Infancia (2002), buscando convertir en realidad los valores formulados en la Carta de las Naciones Unidas.

Abogamos por una mejor y mayor inversión social, para asegurar que las políticas públicas de los gobiernos, tengan impacto positivo en la vida de niñas, niños y adolescentes, favoreciendo especialmente a los más excluidos.