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En tan solo 50 minutos usted podrá:

• Conocer en profundidad la figura deFranco, analizando toda su vida: desdeque nace hasta que fallece, pasando porsu vida en el ejército, su ascenso haciael poder y la dictadura que establece.

• Analizar los hechos que conducen a laguerra civil española y la sucesión delos acontecimientos del conflicto,prestando especial atención a sus

bandos, sus principales líderes, susalianzas internacionales y las batallasmás relevantes de la contienda.

• Examinar el resultado de la GuerraCivil y sus consecuencias para España,desde el establecimiento de la dictadurade Franco hasta la transición hacia lademocracia, pasando por la represiónhacia los vencidos y por el desgaste delrégimen franquista.

Jonathan D’Haese

Franco y laguerra civilespañola

La historia del momento másoscuro de España

En 50 minutosHistoria - 0

ePub r1.0Titivillus 17-04-2020

Jonathan D’Haese, 2017Traducción: Marina Martín Serra Editor digital: TitivillusePub base r2.1

FRANCISCOFRANCO

¿Nacimiento? El 4 de diciembre de1892 en El Ferrol del Caudillo(actualmente El Ferrol o Ferrol) enGalicia (noroeste de España).¿Muerte? El 20 de noviembre de1975 en Madrid.¿Función? General y, más adelante,jefe del Estado español (1 de abrilde 1939-20 de noviembre de 1975).¿Principales aportaciones?

La marginación del FrentePopular y de sus aliados tras laGuerra Civil.El establecimiento de un Estadoconservador con el apoyo de laIglesia y del Ejército.La proclamación de Juan Carlosde Borbón como heredero a lacabeza del Estado.

Franco, uno de los últimos dictadores deEuropa occidental, será recordado porla dureza y la violencia del régimen queimpone en España desde el final de laGuerra Civil hasta su muerte, en 1975.

Franco nace en una España desgarradapor culpa de numerosas luchas internas y

es, ante todo, un militar: con 20 años, enbusca de aventuras, se une a la LegiónExtranjera y lucha en la guerra queenfrenta a los ejércitos franco-españolescon las tribus rifeñas (1921-1926). Enesa época, destacará en el desembarcoen la bahía de Alhucemas (1925).

En julio de 1936, cuando se produce elgolpe de Estado para derrocar al FrentePopular, que ostenta el poder, suaparente indiferencia por la política lepermite imponerse como un lídersusceptible de coordinar la acción de lainsurrección contra los republicanos. Sele reconocerá como Generalísimo y jefedel Estado nacionalista durante la

Guerra Civil gracias a su implicación enel desembarco de más de 20 000legionarios del Ejército de África, queasegura el control del oeste de España alos nacionalistas a finales de septiembrede ese año.

El futuro Caudillo, que ya tiene elterreno preparado, sabe aprovechar condestreza las rivalidades entre losmiembros de la falange fascista: seinstaura como árbitro, les obliga aunirse al Movimiento Nacional pordecreto y luego les sumerge en unaguerra que, con el apoyo de la Iglesia,presentará como una «cruzada contra losenemigos de España». Tres años

después, aprovecha la victoria de subando para establecer una dictadura.

Aunque para el resto de naciones Francoencarna el régimen reaccionario queestablece, el dictador consigue seguir almando de España durante muchos años.Sin embargo, a finales de los añoscincuenta se verá obligado a revisar lasfuentes de legitimidad de su poder,puesto que llegará una nueva generaciónde españoles que ignoran los horroresde la Guerra Civil y aspiran al cambio.Entonces, el vencedor de la guerra sepresenta como el abuelo de una Españaque se dirige hacia un «milagroeconómico» y, para reintegrar al país en

el concierto europeo, designa alpríncipe Juan Carlos de Borbón (nacidoen 1938) como su sucesor. Entonces,comienza el declive para Franco, quepoco a poco ve cómo se debilita elcontrol absoluto que ejercía, y cómo vanaumentando las protestas contra surégimen. Cuando fallece en 1975, dejatras él una España profundamentedevastada por más de 35 años dedictadura, a la que le costará muchísimorecuperarse.

BIOGRAFÍA

Infancia y juventud (1892-1926)

Un joven destinado al Ejército

Francisco Franco Bahamonde nace el 4de noviembre de 1892 en Ferrol, unaciudad de guarnición gallega marcadapor el declive del ejército español. Suspadres, Nicolás y Pilar, pertenecen a laclase media de una casta militar. Aunquesu padre lo desprecia, Franco desea

seguir sus pasos y hacer carrera en laMarina. Sin embargo, la Academia de laMarina se cerrará de forma definitiva en1907 tras la humillación que sufre laflota española a manos de los EstadosUnidos en 1898. Entonces, Francisco sequeda con su madre, afectuosa perodistante, y con su padre, un alcohólicoque terminará abandonándolos ymarchándose a Madrid.

Tras cursar estudios secundarios conmalos resultados, el joven Franco notiene todavía 15 años cuando entra en laAcademia Militar de Toledo para entraren el Ejército de Tierra. Los profesoresforman a reclutas destinados a un

ejército rutinario que cuenta, por lomenos, con 160 000 soldados deinfantería, 12 000 oficiales y 213generales. Sus valores se resumen en ladisciplina absoluta, en la fidelidad alrey y a la patria y en el rechazo de lasresponsabilidades de la crisis sobre elpoder civil. Cuando termina suformación, Franco es destinado comosubteniente a su ciudad natal, dondetendrá mucho tiempo para meditar sobrelo que ha aprendido al amparo de loscuarteles.

La escapatoria marroquí

Franco, cuyo destino se presentamonótono, entiende rápidamente que esimportante aprovechar las ocasiones enlas que se presente algo de acción. En1912, reclama el único territorio deaventuras que todavía puede ofrecerle laEspaña postcolonial: Marruecos, cuyassupuestas riquezas cautivan a losmiembros del ejército español. En 1904,los españoles creyeron que se repartíanla costa del norte de África con Franciapero, desde que desembarcaron en elterritorio en 1906, los franceses hanextendido su control en el país,dejándole a España tan solo el Rif en elnoreste y el Yebalá al noroeste. Desdeentonces, la región del Rif se ha

convertido en una zona deenfrentamientos permanentes entre elejército español y las tribus rifeñassublevadas. Entre 1910 y 1925, lasmontañas de este territorio se conviertenen el privilegiado teatro de lasoperaciones llevadas a cabo poroficiales españoles, que no leencuentran otro sentido a su carrera queel de ir tras las medallas o dar su vidapara preservar una colonia de la queEspaña ya no puede aspirar a sacarningún beneficio.

Tras los combates llevados a cabo entre1909 y 1911, la renovación de losdirigentes explica la promoción rápida

de jóvenes suboficiales y, en especial, lade Franco en el 8.o Regimiento delEjército de África. Algunos díasdespués de su llegada, el 17 de febrerode 1912, se le asigna un puesto en elmonte Tifasor, que domina Melilla,donde aprenderá los rudimentos de laguerra y donde sentirá que revive, alestar tan cerca del peligro. En abril de1913, entra en el Regimiento de lasFuerzas Regulares Indígenas delEjército de África, la sección másdisciplinada del ejército español, y esenviado a la periferia de Tetuán, dondeparticipa en múltiples operacionespunitivas con el objetivo de someter aMohammed el Raisuni (1871-1925), jefe

natural de la tribu del Yebalá y aspiranteal trono de Marruecos.

En tres años, su compromiso le permiteadquirir la capacidad de ejercerinfluencia en sus hombres. El coraje quedemuestra le ayuda a subir los peldañosde la jerarquía militar a un ritmointenso. Poco a poco, empiezan acircular rumores que hablan de lainvulnerabilidad de este hombre másbien pequeño, reservado y estricto, perojusto con sus soldados. En 1916, resultaherido durante el asalto a la fortalezadel Biutz, y esto refuerza todavía más suaura, hasta el punto que el reyAlfonso XIII (1886-1941), contra la

opinión del Alto Consejo Militar, apoyasu promoción al rango de comandantedel ejército español. Con menos de 24años, Franco ya reúne todas lascualidades de un caudillo.

El episodio de Asturias (1917-1920)

No hay ninguna vacante en elRegimiento de los Regulares (fuerzasregulares indígenas) que se correspondacon el nuevo grado de Franco, por loque se le confía el mando de un batallónde infantería acuartelado en Oviedo,donde descubrirá la condición de losmineros asturianos de la cuenca hullera.

En 1917, cuando regresa a España,Franco se encuentra con un paíscambiado. Enriquecida por laneutralidad del país en el conflictomundial, se ha impuesto una nueva clasede empresarios en detrimento de losobreros de Cataluña y de Asturias, queluchan por alimentar a sus familias.Además, la influencia de la RevoluciónLeninista rusa entusiasma a lossindicatos que, convencidos de que estiempo para que el proletariado sesubleve, presionan a las clases mediasintensificando las huelgas y losatentados. Pero ¿qué aspectos de estarealidad conoció Franco? Cuando llegaa Oviedo para tomar su mando, descubre

una capital aristócrata con airesprovinciales. Las élites están divididasentre la burguesía colonial, de vuelta deCuba y de Filipinas, y la casta de lospropietarios mineros. En esta sociedadtan cerrada, Franco toma conscienciadel malestar que reina en el seno delejército, atrapado entre la violencia delos sindicatos anarquistas y laimpotencia de la monarquía pararestablecer el orden. Entonces, losmilitares se repliegan sobre sí mismosen el seno de juntas corporativistas paradefender sus privilegios contra laambición de los veteranos deMarruecos, codeándose con el rey enMadrid. Dada su trayectoria, el joven

comandante se muestra discreto y cuidasu imagen en público. Esta estrategia dasus frutos, ya que consigue que loacepten en los círculos de la altasociedad y conoce a Carmen PoloMartínez-Valdés (1900-1988), con laque se casará en agosto de 1917.

Durante ese verano, estalla unatormenta: la anarquista CNT(Confederación Nacional del Trabajo) yla socialista UGT (Unión General deTrabajadores) realizan un llamamiento ala huelga, que obtiene un seguimientomasivo en Cataluña y en la cuenca deAsturias. El general Ricardo Burguete (1899-1933), gobernador de Asturias,

declara inmediatamente el estado deguerra. Los socialistas catalanes de laUGT dan marcha atrás, de formaprudente, mientras que los anarquistasde Asturias presentan una resistenciaencarnizada frente a las columnas delpríncipe heredero, que están bajo lasórdenes de Franco. Finalmente, el jovencomandante retira sus tropas de Oviedoen el momento más duro delenfrentamiento (septiembre de 1917)pero, en virtud de la ley marcial,participará en los tribunales encargadosde castigar a los huelguistas. Desempeñaesa tarea con frialdad, instruyendo losexpedientes de los menores arrestados,

pero se pronuncia a favor de las familiasde obreros en varias ocasiones.

Franco, impresionado ante la violenciade los anarquistas, toma consciencia dela voluntad que tienen los poderosos demantener a sus obreros en la pobreza,dejándoles solamente el recurso a lahuelga como medio de presión contra elorden establecido. Sin embargo, esto nosignifica que considere que la acción delos sindicatos es legítima: al contrario,esta experiencia lo convence todavíamás de que el ejército es la únicadefensa entre el orden y las acciones delos agentes extranjeros (los comunistas),que perjudican la economía nacional.

Más tarde, el dictador aprenderá lalección de los acontecimientos de 1917y, mediante un sindicato único,establecerá una forma de paternalismode inspiración católica, con el objetivode hacer callar las voces de los obrerosy de evitar su politización.

La guerra del Rif (1920-1925)

Retorno a la legión

En 1919, Franco conoce al tenientecoronel José Millán-Astray (1879-1954)

durante un período de entrenamiento enla escuela de tiro de Valdemoro, cercade Madrid. Este veterano de la guerrahispano-estadounidense es la personaideal para sostener el esfuerzo de guerraen el Rif, donde los legionariosespañoles terminan a duras penas laconquista de Djebala, que se aseguraránen octubre. Bajo la orden de FedericoBerenguer (1877-1948), José Millán-Astray planea fundar una legiónextranjera inspirada en los Tercios deFlandes del siglo XVI. Tomando comoejemplo a la legión argelina francesa,admirada por su actitud durante la GranGuerra (1914-1918), espera que ladisciplina de estos soldados permita

reanudar las operaciones militares en elRif central. El 28 de enero de 1920, elrey acepta el proyecto, ya que lo vecomo el último recurso para terminar laguerra de África sin tener que movilizara los reclutas españoles, mal preparadosante las maniobras de las tribus rifeñas.Ya solamente queda constituir estaunidad de élite. Sin embargo, los ánimosexaltados de Astray no dan cabida a lalogística; consciente de este defecto, lepropone a Franco el mando del primerbatallón de su nueva legión, convencidode que la calma y la valentía del jovenoficial se complementarán con sufogosidad.

El 20 de octubre de 1920, Francodesembarca en Ceuta con 200voluntarios de distintas nacionalidades.

Apenas dos años después de lamovilización total de las sociedadeseuropeas, Astray presume detransformar a cientos de marginados enlegionarios dedicados en cuerpo y almaa la causa de España y al exterminio desus enemigos. Sin embargo, sin ladedicación absoluta de Franco a losobjetivos de su mentor, la legión nuncase habría convertido en ese cuerpo deélite, muy eficaz a la hora de represaliara las tribus rifeñas. Convencido de quese trata de marginados físicamenteinferiores, Franco somete a sus trescompañías a una férrea disciplina,enseñándoles a ignorar el hambre, elmiedo, el dolor y la piedad. El futuro

Caudillo es un jefe respetado que sedeja la piel en su trabajo, movilizando ahombres allí donde sea necesario sacaral ejército regular de una situacióncatastrófica.

De la revuelta de Abdelkrim aldesastre de Annual

En 1920, la guerra del Rif llega a un puntode inflexión. El éxito de Berenguer en elfrente occidental permite arrebatarleTetuán a Mohammed el Raisuni (herederoal trono de Marruecos, 1871-1925),asegurar el corredor marítimo hacia Ceutay restablecer la conexión con Larache enel frente atlántico. En el sur, la conquistade Chauen y luego el sometimiento de las

tribus de la región de Melilla en el estepermite la instauración de una base militaren contacto con el interior del país. Conestas victorias, Madrid le manda una señalde fortaleza a Rabat y a París: tras 12 añosde prórrogas diplomáticas, el Rif españoles una realidad.

Sin embargo, parece que desde 1909 hayuna región que resiste: el Rif central.Dirigida por la figura de MohamedAmeziane —llamado El Mizzian por losespañoles— (1859-1912), esta regióntiene dos barreras de protecciónestratégicas, el río Kert y la bahía deAlhucemas, lo que disuade a Berenguer dearriesgarse a asaltarla. Como en la regiónde Djebala, la estrategia de control delcolonizador español se basa en unacolaboración frágil con los Beni

Urriaguel, la tribu de Abdelkrim el Jatabi (1882-1963).

En 1920, el padre de este se comprometea ser neutral y a avivar las rivalidades entretribus. Sin embargo, a pesar del éxitoinicial, los españoles no consiguendesembarcar a suficientes hombres paraproteger a su aliado. En agosto, además, elpadre de Abdelkrim es envenenado, y suhijo se subleva contra los españoles. Enese momento, la región se convierte en elcentro de las aspiraciones deindependencia, que este último canalizapara que se cree un estado republicano deconfesión islámica. Entre tanto, el nuevocomandante de Melilla, Manuel FernándezSilvestre (1871-1921) logra llevar a sustropas hasta Tafersit, en los pies de lasmontañas que conducen a la bahía de

Alhucemas, en territorio de las tribus delos Temsaman y los Beni Urriaguel.

El 1 de junio de 1921, los españolesrefuerzan la posición en Dar Uberranfrente al Jebel el Kâma. Solamentedestacan a 250 hombres y a media docenade cañones y ametralladoras antes devolver a la base de Annual. Esa mismanoche, la milicia del Jebel el Kâma, ante laausencia de Abdelkrim —que ha vuelto asu feudo de Agadir— toma la iniciativa ycontraataca. Antes de que anochezca, losrifeños obtienen la victoria con uninesperado balance: 150 hombrescapturados y 400 armas arrebatadas a losespañoles. Esta hazaña une a la resistenciaen torno a los Beni Urriaguel, base de laresistencia rifeña. La guerra relámpago haterminado para Silvestre, ahora

concentrado en mantener las posicionescapturadas y las conexiones todavíaexistentes entre sus tropas. El 17 de julio,la debacle se confirma con el fracaso deun intento de abastecimiento de las tropasespañolas en Igueriben, y Annual queda aldescubierto. El 21 de julio, 5000combatientes rifeños llegan a Annual ymasacran al contingente español.Fernández Silvestre, obligado a retirarse eincapaz de asumir una derrota de talenvergadura, se suicida. Esteacontecimiento, con consecuenciasimportantes a ambos lados delMediterráneo, reforzará la unión de lastribus de Beni Urriaguel, Beni Janus, BeniTuzin y Temsaman alrededor deAbdelkrim.

Entre 1921 y 1924, Franco alcanza lacumbre de su carrera militar en unaEspaña extremadamente tensa: en 1922,las repercusiones del desastre de Annualenvenenan el clima político del país.Ante la magnitud de la tragedia, que hadejado más de 7000 muertos, elGobierno se ve obligado a crear unacomisión de investigación que cuestionaal ejército y a la monarquía. Paracontrarrestar la crisis, el 12 deseptiembre de 1923 el capitán generalde Cataluña, Miguel Primo de Rivera (1870-1930), toma el poder e instaurauna dictadura, con el pretexto depreservar la autoridad del rey.Alfonso XIII, por su parte, quiere salir

de la trampa rifeña y apoya elpronunciamiento de Primo de Rivera,que entonces se encarga de organizar laretirada de las tropas de Marruecos.Franco, frente a esta política, se erigecomo portavoz del partido de losoficiales africanistas, oponiéndose alabandono de un territorio de cuyaconquista se enorgullece. Asimismo,criticará públicamente la inacción delMinisterio de la Guerra en la revistacolonial de abril de 1924. Para él,solamente se podrá acabar conAbdelkrim y establecer un protectoradomediante una importante ofensiva. Sinembargo, la situación para los españoleses precaria, ya que solamente controlan

la zona de Melilla y las ciudades deCeuta, Larache, Tetuán y Chauen, aloeste, mientras que Abdelkrim haextendido su autoridad en toda la zonadel Rif, de la que se ha autoproclamadoemir. En este contexto, la visita deinspección de Primo de Rivera aMarruecos, entre el 11 y el 21 de juliode 1924, causa tensiones entre loslegionarios y el dictador. En diciembre,Franco se ve obligado a defender a losespañoles y marroquíes que se han unidoa su causa durante la evacuación de laciudad santa de Chauen.

El desembarco de Alhucemas (8 deseptiembre de 1925)

En este punto, Abdelkrim comete unerror que será provechoso para lacarrera de Franco. Seguro de suvictoria, lanza varias incursiones haciaFez, en zona francesa, y se niega areconocer la autoridad del califa MuleyYusuf (1881-1927), mientras que elprotectorado no cuestiona la dinastíaalauí. París se toma la amenaza muy enserio y manda al mariscal Pétain (1856-1951) a Tetuán para que negocieuna estrategia de ataque con Primo deRivera. Franco asiste al encuentro, en elque tratan sobre la realización de undesembarco en la bahía de Alhucemas,un proyecto que él había defendidopreviamente ante el rey.

El peñón de Alhucemas frente a Agadir.

Entre todas las opciones posibles, la queofrece más posibilidades de éxito es elataque español, puesto que aprovecha elapoyo combinado de la flota y de las

tropas francesas para cubrir el avancede los 18 000 soldados españoles,escoltados de Ceuta y Melilla hasta unalarga playa en el sur del bando de losrebeldes. Se le encomienda a Franco lafase más delicada del operativo:desembarcar en la costa el primero ydespejar el terreno para que losejércitos puedan desembarcar. Lasembarcaciones se enfrentan a un maragitado y chocan entre ellas, por lo quela situación empieza a resultar caótica.Los legionarios, aguantando los fusilespor encima de sus cabezas, siguen a sulíder y consiguen desembarcar en laplaya de la Cebadilla el 2 de septiembrede 1925, a pesar de los disparos de los

hombres de Abdelkrim. Cinco díasdespués, el 7 de septiembre, losregulares lograrán ampliar la cabeza depuente y abrirán una brecha en el bastióndel León del Rif. Un mes más tarde, elejército español llega a Agadir, mientrasel ejército francés reduce los últimosfocos de resistencia en el sur de la bahíade Alhucemas. Finalmente, la repúblicarifeña de Abdelkrim llega a su fin: enmayo de 1926 el líder, que se habíarefugiado en las montañas de suterritorio, se entrega a los franceses ycierra la página de la guerra deMarruecos.

El nacimiento delCaudillo (1926-1935)

Una carrera brillante

El éxito del desembarco en Alhucemasinaugura un periodo próspero paraFranco que, entregado a su carrera desoldado, se convierte con tan solo 33años en un general muy bienconsiderado por el Estado Mayor de supaís e incluso recibe la Legión de Honoren 1926. Los años que pasa en las filasdel ejército y luego a la cabeza de laLegión Extranjera no hacen más quereafirmar su confianza en un ejército

garante del orden social, y el fanatismoque observa en Astray lo convence de laeficacia de la violencia sin piedadcontra los enemigos de España.

Franco ve que hay que sacar provechode la prensa, en una sociedad en vías demediatización. Jugando con la fantasíade la opinión pública, que necesita veréxitos militares, elige con destreza a loscorresponsales que irán a Melilla aentrevistarlo, y les ofrece la imagen deun líder valiente a la cabeza delegionarios invulnerables. Supropaganda da tan buenos resultadosque, en mayo de 1924, en el punto álgidode la crisis de Marruecos, el

corresponsal del Matin, publicaciónoficial de la embajada francesa, escribeque «los periodistas lo proclaman héroetres veces a la semana». El 29 de mayode 1923, es ascendido a teniente coronely, el 3 de febrero de 1926, lo asciendena general de brigada en Madrid. En estepunto, ya solo tendrá que dejar lasprimeras filas de combate para servir ala monarquía de otra forma.

A la cabeza de la Academia Militar deZaragoza (1927-1930)

Primo de Rivera confía en la lealtad deFranco y le confía una nueva misión quehará que deje el puesto de mando de la

1.a Brigada madrileña: el 4 de febrerode 1928, lo nombra director de laAcademia Militar de Zaragoza. Enefecto, tras los fracasos de Marruecos,Primo de Rivera concibe el proyecto decrear una academia general destinada aformar a los aspirantes a oficiales, yaque piensa que el problema radica en lasrivalidades que existen en el seno delEjército entre los soldados de infantería,los artilleros, los caballeros y losingenieros militares.

Cuando Franco llega a Zaragoza en1927, la institución todavía está enconstrucción. Desde el comienzo, secompromete con dicha empresa,

presiona a los obreros y, mediante eldesgaste, consigue abrir la academia enla fecha prevista. Franco, que ha sufridola decadencia del Ejército, se perfilacomo un dictador fiel a su casta,preocupado por inculcar un nuevoespíritu de solidaridad a sus hombres ypor hacer que entren en la modernidad.

En 1927, recorre las escuelas de laReichswehr («fuerza armada delReich») y los cuarteles del ejércitofrancés, que le causó una fuerteimpresión durante el desembarcofranco-español de 1925, por sucoordinación y uso de nuevas armassacadas de la Primera Guerra Mundial.

De estas visitas, resulta un programa decursos prácticos, orientado hacia elaprendizaje de las armas, de lacartografía y de la topografía. Además,Franco está decidido a dirigir laacademia según las normas másmodernas, para que represente un apoyoeficaz para la dictadura de Primo deRivera. Sin embargo, al obstinarse aprivilegiar la disciplina militar porencima de los intereses civiles, Francotendrá algunos desaciertos políticos queserán fatales para la monarquía.

Los primeros años de la República (1930-1933)

El rey, el Ejército y los empresarios quellevaron a Primo de Rivera al poder leretiran su apoyo en 1930, a causa de lanegativa del dictador a arremeter contrala reforma agraria, de su torpe toma decontrol de los sindicatos catalanes y dela depreciación de la peseta.Desesperado, intenta recurrir a laconfianza de los militares para volver aobtener apoyos pero, al no obtenerninguna respuesta, dimite de su cargo el28 de enero de 1930 y se marcha aParís.

Alfonso XIII, que no puede recurrir a laConstitución de 1874 ya que él mismo laridiculizó, está atrapado en su propia

trampa. Durante un año, la obstinacióndel monarca en recurrir a generales paragobernar ha disuadido a los españolesde la idea del trono, y antiguos políticosmonárquicos, como Niceto AlcaláZamora (1877-1949) y Miguel Maura (1887-1971), se pronuncian ahora afavor de la instauración de unarepública en España. En agosto de 1930,fundan el partido radical AlianzaRepublicana en la ciudad vasca de SanSebastián, con el apoyo del PSOE(Partido Socialista Obrero Español) yde personalidades inesperadas comoRamón Franco (1896-1938), hermanodel futuro Caudillo. En diciembre, laUGT anarquista se une al movimiento y

llama a los obreros y a los estudiantes ala sublevación a favor de la república, eincluso se planea una insurrecciónmilitar para el día 12 de diciembre, perodebe posponerse tres días. No obstante,nadie ha advertido de ello a loscapitanes Fermín Galán (1889-1930) yGarcía Hernández (fallecido en 1930)de la guarnición de Jaca que, a las seisde la mañana, abandonan su cuartel y sesuman a la revuelta. Quedanrápidamente aislados y tienen queentregarse. Se les juzga poramotinamiento y el general Emilio Mola (1887-1937) ordena su ejecución: setratará de los primeros mártires de lacausa republicana.

El movimiento se refuerza gracias a lalabor de algunos intelectuales, comoOrtega y Gasset (1883-1955). Laagitación es tal que Alfonso XIII decideconvocar elecciones municipales el 12de abril de 1931, con las que esperaremediar la situación. Sin embargo, elvoto resulta ser un plebiscito contra lamonarquía y, la noche de las elecciones,se anuncia el veredicto: los socialistas ylos republicanos liberales han ganado encasi todas las capitales de provincia deEspaña. En el centro de Madrid, unamultitud entusiasmada aclama ya elgobierno de Alcalá Zamora, mientrasAlfonso XIII deja la capital y ponerumbo hacia Cartagena, sin ceremonias.

La desaparición de la monarquíasorprende a Franco en Zaragoza, justocuando acaba de terminar el programade su academia. Sin embargo, nireconoce ni condena el Gobiernoprovisional de la República. Elperiódico monárquico ABC difunde unrumor: la República le habría prometidoa Franco el puesto de alto comisario deasuntos marroquíes, pero este respondeque «habiendo obedecido con totallealtad al régimen precedente, no deseaninguna función que haga creer querenuncia a esta lealtad» (Suarez 1993).Para corroborar estas afirmaciones,mantiene la bandera bicolor de la

monarquía en el tejado de la academiahasta que recibe la orden de sustituirla.

Con tal de intentar mejorar lasrelaciones tumultuosas entre el nuevorégimen y los oficiales de guarnición,Manuel Azaña (1880-1940), entoncesministro de la Guerra, cree convenienteconceder la jubilación a todos losgenerales que la hayan solicitado.

Convencido así de haber depurado elEjército, reduce las dieciséis capitaníasgenerales del país a ocho divisionesmilitares, vuelve a instaurar el serviciomilitar de un año y procede al cierre dela Academia Militar de Zaragoza,

privando así a Franco de su puesto dedirector. Este último rechaza lajubilación forzada, pero no participa enel golpe de Estado del general Sanjurjoel 10 de agosto de 1932, que se saldacon un fracaso. Esta prudencia daráfinalmente sus frutos: mientras queestaba decidido a terminar su carrera,Azaña considera que Franco es unelemento útil y lo nombra comandantede las Baleares en 1933. Aunque en estaépoca Franco todavía no ha protestadocontra la República, aprovecha sureserva forzada para unirse a la EntenteInternacional Anticomunista, que conocedesde 1929. Bajo una máscara deobediencia al régimen republicano, da

un paso decisivo en la estructuración desu odio visceral contra los agentes deMoscú, que según él son enemigosirreductibles de una España debilitadatanto en sus fronteras internas como enel plano internacional.

Franco frente a la insurrección de1934

Cuando Alfonso XIII parte, se tambaleala coherencia del movimientorepublicano, ya que no tiene ningunaalternativa política clara paraproponerle a los españoles. Paraesconder su falta de legitimidad, elGobierno provisorio se organiza en

Asamblea Constituyente y busca llevaral país, lo más rápido posible, hacia elcamino de la laicización en detrimentode los valores de orden y de fidelidad ala Iglesia, compartidos bajo lamonarquía. A partir de abril de 1931, laCNT anarquista y el pequeño núcleo delos militantes comunistas buscaninstaurar un contrapoder sin compromisocon la derecha republicana, mientras queel cardinal Segura (1880-1957) llama avotar a los partidos conservadores, loque provoca que la muchedumbreasesine a los curas y queme las iglesias.Esta violencia hace que la coalición deizquierdas pierda toda su credibilidad,hasta el punto de que Alcalá Zamora

tiene que disolver las Cortes (asambleapolítica) el 9 de octubre de 1933.

Las elecciones legislativas que secelebran el 19 de noviembre dan lavictoria a la CEDA (ConfederaciónEspañola de Derechas Autónomas),reunida desde 1932 bajo la dirección deGil-Robles (1898-1980). Esta alianzade pequeños partidos católicos sedesarrolla rápidamente, tras el rechazodel programa republicano y lafascinación que el fascismo italianoejerce en la juventud española. Algunosexaltados, reunidos en el seno de lasJuventudes de Acción Popular (JAP), nodudan en exhibir su fuerza desfilando

por las calles. Sin embargo, lospartidarios del fascismo no los toman enserio y se afilian a las Juntas deOfensiva Nacional-Sindicalista (JONS)o a la Falange, creada en 1930 por JoséAntonio Primo de Rivera (1903-1936),hijo del exdictador. De forma global, setrata de un bloque conservador basadoen la ley de la mayoría parlamentaria yen la voluntad de anular las leyesanticlericales que entra en las Cortescon 110 escaños de 464, contrasolamente los 8 de la AcciónRepublicana de Azaña. La izquierda setoma este éxito como una provocación.Durante la campaña electoral, Azañallega incluso a declarar que «si un solo

miembro del partido de la CEDA entraen las Cortes, [su]s hombres tomarán lascalles» (Suárez 1993). Esta negación aaceptar la victoria del adversariollevará directamente al país hacia laguerra civil.

Aunque queremos evaluar la posición deFranco ante la radicalización de lapolítica española, de momento lahistoria transcurre sin él. En medio delalboroto de la izquierda que intenta quesus medidas se aprueben a golpe dehuelgas y de la derecha que llama alescándalo, el Caudillo no da que hablar.Sin embargo, se cita a Franco para quetestifique durante el proceso de los

oficiales de la guarnición de Jaca,rompiendo su silencio para desvelar susconvicciones. Para él, el Ejército tieneque estar por encima del juego dealternancia de los partidos con el fin depreservar el orden y la vida de losciudadanos.

Durante dos años, se mantiene al margende la agitación y no adopta ningúncompromiso con los partidos dederechas. Sin embargo, no acepta laorden de juramento de los militares alrégimen impuesta por Azaña el 22 deabril de 1931 y, con mucha paciencia,crea lazos con el círculo de los hombresde finanzas, enemigos de la República,

entre los que destaca el que tejerá conJoan March (1880-1962), cuyo apoyoresultará decisivo en el momento de suadhesión al golpe de Estado de 1936.No obstante, y contra todo pronóstico, lavictoria de la CEDA en 1933 coloca aFranco bajo todos los focos: en efecto,durante una visita en las Baleares, elministro de la Guerra Diego Hidalgo (1886-1961), que admira la disciplinadel general, se reúne con él. Surehabilitación responde a la necesidaddel Gobierno de disponer del apoyo delEjército para solventar la crisis social.Para tranquilizar a su equipo, DiegoHidalgo nombra a Franco como generalde división y, en paralelo, indica su

favor y apoyo a los generales EmilioMola y José Sanjurjo: el ministro invitaa Franco a las maniobras militares queorganiza en León en septiembre de 1934,con segundas intenciones.

El 4 de octubre de 1934, la UGT, loscomunistas y los regionalistas catalanesy vascos inician una huelgainsurreccional para derrocar al equipode Alejandro Lerroux (1864-1949) —ministro de Estado desde finales deseptiembre— a causa de la disminuciónde los salarios y de la lucha delGobierno contra la Generalidad deCataluña (organización políticaautónoma de Cataluña), a la que

llamarán Glorioso Movimiento. Aunqueesta fracasa en Madrid y Barcelona, enAsturias se va convirtiendo enrevolución, reivindicada por el PartidoComunista. Sin la aprobación delpresidente Zamora, Diego Hidalgo lepide a Franco que organice la represión.Como asesor militar de Diego Hidalgo,aconseja el ataque de Oviedo por tierray mar, y sugiere que se envíen doscuerpos de legionarios marroquíesdirigidos por su compañero de África,el coronel Juan Yagüe (1891-1952). Eneste punto, Franco revela su verdaderorostro: es un general dispuesto a hacerlo que sea para mantener el orden. Eneste crítico momento de la historia

española, en el que el desmoronamientode la legitimidad de los clanes clerical ylaico parece que solamente puededesembocar en una guerra civil, elCaudillo se dibuja a ojos de la derechacomo un líder verosímil para hacer caerla República.

El general Franco anteuna República frágil

La victoria del Frente Popular (16 defebrero de 1936)

La represión de las huelgas de 1934debilita la democracia impidiendocualquier tipo de compromiso entre lacoalición de izquierdas y la alianzaformada por la CEDA de Gil-Robles. Elpresidente Zamora, que no es conscientede la fragilidad de su régimen, intentasalvar los muebles confiándole lamisión de formar una coalición decentroizquierda al antiguo gobernadorde Cataluña, Manuel Portela Valladares (1868-1952). Sin embargo, la oposiciónes demasiado fuerte. Con las Cortesapenas disueltas en vista de laselecciones del 16 de febrero de 1936,las coaliciones de izquierdas y dederechas se sumergen en una campaña

electoral que canaliza las expectativasde sus simpatizantes fuera de las víasparlamentarias. El socialista LargoCaballero (1869-1946) preconiza laerradicación pura y simple de la clasede los propietarios mientras que, al otrolado del tablero político, Gil-Roblesllama a los españoles a que le votenpara salvar al país de la dictadura delproletariado. En este contexto, laconstitución de un Frente Popular seimpone como única alternativa parasalvar la legitimidad de la República.El 15 de enero de 1936, los partidosrepublicanos y socialistas se reúnenpara redactar un programa electoralcentrado en la reforma agraria, el

restablecimiento del Estatuto deAutonomía de Cataluña y la amnistía delos presos encarcelados tras la revueltade octubre de 1934. Este programacoincide con la política de la Komintern(Internacional Comunista), que incita alPartido Comunista Español a aliarse conlos republicanos no revolucionariospara combatir contra los fascistas yterminar la revolución democráticaaislando a la clase media de loscampesinos y de los obreros. En cuantoa Franco, le da igual la forma quetomará el Estado, ya que para él loesencial es la capacidad del régimenpara asegurar la estabilidad del país. Sele encarga que asista al entierro del rey

Jorge V del Reino Unido (1865-1936)como representante de la República, yaprovecha la ocasión para poner aprueba la fidelidad de los agregadosmilitares españoles en el extranjero. Enel ferry que lo conduce hacia Francia, seencuentra con el comandante Barroso yle deja entender que en caso delevantamiento militar en España éljugaría un papel determinante paraexplicar su acción en París.

El día de las elecciones, las primerasestimaciones anuncian la reelección alas Cortes de la CEDA y de los partidosmoderados, con una mayoría escasa. Sinembargo, pocas horas después, la

situación cambia por completo: elFrente Popular obtiene mayoríaabsoluta, con 150 000 votos depreferencia y menos de un 2 % dediferencia con los votos emitidos. Lascalles de Madrid se llenan de multitudesde personas congregadas ante lasoficinas de los sindicatos y de lospartidos de izquierdas, las banderasrojas cuelgan de las ventanas y en losbarrios humildes resuena laInternacional. Azaña vuelve a investirlas Cortes y concede la amnistía a losinsurrectos de 1934, olvidando que haganado por un margen muy ajustado.

Algunos monárquicos reunidosalrededor de la figura de Gil-Robleshablan de golpe de Estado, asustadosante la imagen de las muchedumbres quese precipitan hacia las cárceles. ParaFranco, la situación no es ideal para quese produzca un golpe de Estado militar,pero no puede dejar que el FrentePopular tome las riendas del país. El díadespués del escrutinio, va al encuentrode Manuel Portela Valladares y lo incitaa reaccionar con firmeza para que elpaís no caiga en manos de loscomunistas. Para quedar bien, también lepide al director de la Guardia Civil, elgeneral Sebastián Pozas (1876-1946),que respete la decisión expresada en las

urnas. No obstante, Franco choca contrauna pared: apenas Portela Valladaresacepta instaurar el estado deemergencia, le pasa el testigo a ManuelAzaña, y Sebastián Pozas considera quela multitud solamente está manifestandosu alegría. Esto le causa una gransorpresa a Franco que, sin embargo,decidirá ser fiel a la República mientrasespera que la situación se calme.

Un asesinato que enciende la mecha

Aunque Franco se declara leal hacia laRepública, su posición a la cabeza delEstado Mayor lo convierte en un peligropara el régimen. Indalecio Prieto (jefe

del partido socialista, 1883-1962)pronuncia un discurso el 1 de mayo de1936, en el que advierte al Gobiernosobre ese general que podría llevar acabo un golpe de Estado. Azaña seasusta y decide destinar a Franco aCanarias y asignar a los generalesManuel Goded (1882-1936) y EmilioMola los puestos de las Baleares y dePamplona. Sin embargo, será un granerror: al alejarlos, el Frente Popular lesestá brindando la posibilidad deorganizar un complot. Además, a Francole vendrá bien que lo destinen aCanarias: allí, entrará en contacto conlos legionarios marroquíes, paramovilizarlos en caso de levantamiento.

Mientras tanto, el presidente Zamora esdestituido. Al desertar las Cortes,algunos grupos civiles —entre loscuales está la Falange fascista de JoséAntonio Primo de Rivera, los requetés(militares carlistas que defienden elorden tradicional) y las organizacionesmarxistas— entran en contacto con losmilitares para obtener su apoyo o suneutralidad. Sin embargo, la lealtad delEjército solamente depende de un gruporeducido de generales que no se ponende acuerdo sobre la dirección que hayque seguir. No se pueden examinar lasposturas de Franco hasta su adhesión inextremis al golpe de Estado del 18 dejulio de 1936 sin tener en cuenta este

contexto. Desde el 16 de febrero, nocree en el éxito de un pronunciamiento,pero sigue en contacto con losconspiradores. Asimismo, cuando el 8de marzo el general Mola toma ladirección de las operaciones y reúne enMadrid a algunos generales paraconcluir su plan de acción, Francoparticipa en el encuentro antes de ir aCanarias. El objetivo que se fijaconsiste en tomar el control del Estadoen 15 días y, para lograrlo, lacolaboración de Franco esindispensable. Sin embargo, esteconsidera que la situación no es laidónea y se niega a participar,

exasperando a los demás generales, quelo apodarán Miss Canarias 1936.

El 13 de julio, la situación evoluciona:un comando falangista asesina enMadrid al teniente José del Castillo,instructor de las milicias comunistas,como represalia por el asesinato de unestudiante. A continuación, dos brigadasde seguridad de la República emprendenla búsqueda de Gil-Robles y de JoséCalvo Sotelo (político monárquicoespañol, 1893-1936). Aunque noencuentran al primero, logran dar con elsegundo: lo asesinan en su domicilio ytiran su cuerpo en un descampado. Lanoticia del atentado termina

convenciendo a los últimos indecisoscomo Franco, que comprende que ya nopuede esperar más: el golpe de Estadotiene que llevarse a cabo cuanto antes.

El hombre del golpe deEstado(julio-septiembre de1936)

El alzamiento de los generales (17-20de julio de 1936)

En julio de 1936, Mola confía ladirección del golpe de Estado a José

Sanjurjo, pero el éxito de la empresadepende de Franco. El 17 de julio, elgeneral recibe la orden de ir a Tetuánpara encabezar a los 40 000 hombres dela legión y alcanzar la península a travésde Ceuta y luego mediante la cabeza depuente de Sevilla, aseguradapreviamente por Queipo de Llano (1875-1951). El objetivo es llevar acabo un ataque rápido para sustituir elFrente Popular por una dictadurarepublicana. Sin embargo, el 20 de julioSanjurjo fallece en un accidente deavión y esto desestabiliza a losgenerales, incapaces de tomar el controlde sus provincias para establecer unmodelo institucional que apoye sus

acciones. En ese momento, la direcciónde las operaciones cae en manos deFranco.

Ante los primeros rumores delevantamiento, varios sindicatos como elPSOE y las principales organizacionesdel movimiento obrero (CNT y UGT)movilizan a milicias populares yreclaman armas al Gobierno, comoFranco temía: mientras que losgolpistas, a los que se suman únicamente4 de los 21 generales de división, seapoderan de Castilla la Vieja, Navarra,el sur de Andalucía y una parte deAragón que incluye Zaragoza, no logranimponerse ante la violencia sindical enlas zonas industriales de Cataluña yAsturias, al tiempo que el poderrepublicano logra mantenerse enMadrid, Barcelona, Valencia y en dos

tercios de las provincias españolas,gracias a la lealtad de la Marina, de laGuardia Civil y de una mayoría deoficiales superiores. Asimismo, la nochedel 20 de julio, en el cuartel de laMontana de Madrid, los obreros de laCNT y de la UGT rodean la columna delgeneral Joaquín Fanjul (1880-1936),encargada de tomar la ciudad, mientrasDolores Ibárruri (política española, 1895-1989), apodada La Pasionaria,lanza un llamamiento a la resistencia através de la radio, con su célebre «¡Nopasarán!».

Refuerzos del extranjero

En Marruecos, el ejército colonial estáparalizado como consecuencia delbloqueo impuesto por la flota española.Para solucionar el problema, Francoutiliza sus contactos y, el 22 de julio, lepide al coronel Beigbeder, un agregadoalemán en España, que solicite a Hitler (1889-1945) el envío de aparatos detransporte de tropas y de tripulacionesalemanas. Gracias a este material,Franco podría transportar a sus soldadospor avión hacia el otro lado del estrechoy romper el bloqueo mediante el envíode un convoy marítimo. Aunque en unprincipio Hitler considera que la

instauración de un Estado militar enEspaña sería un obstáculo para susintereses sobre las posesionesbritánicas, acaba entendiendo que unaalianza con el futuro Caudillo podría serprovechosa para los nazis, sobre todopara establecer bases militares en elMediterráneo. Por este motivo, el 25 dejulio le ordena a Göring (mariscal delReich y político alemán, 1893-1946) yal general Von Blomberg (1878-1946)que le envíen a Franco 20 avionesJunker 52, 6 cazabombarderosHeinkel 51 y 20 cañones de DCA(Defensa Contra las Aeronaves) acambio de un pago con mineral de hierroy de cobre. El 1 de agosto, la primera

entrega de armas llega al Marruecosespañol, y los canales de suministro delos nacionales se aseguran vía Portugal.Mussolini (1883-1945), por su parte, veen la guerra de España una oportunidadpara hacer propaganda de alcanceinternacional. Con la esperanza deextender su influencia en elMediterráneo, el Duce sigue el ejemplode su aliado alemán y entrega armas albando nacional.

Primeras operaciones militares(agosto de 1936)

El 5 de agosto Franco cruza el estrechode Gibraltar gracias a un puente aéreo.

A continuación, transporta a sus tropashacia el sur de España y hace avanzar asus contingentes africanos hacia Madrid,a toda velocidad. Por el camino, lasmilicias republicanas improvisadasluchan con todas sus fuerzas pero, anteel avance de los moros de Franco, salenhuyendo. El terror que despierta lacrueldad de estos hombres, junto con laeficacia de los regulares en campoabierto, explican el rápido éxito deFranco a la hora de asegurar que sustropas se junten con el ejército delgeneral Mola en el norte.

La represión durante el verano de 1936

El comienzo del levantamiento militarsume a España en una violencia que nosolo se manifiesta en los campos debatalla. La represión es palpable tanto enel bando nacionalista como en elrepublicano, y sus objetivos soncomunidades destrozadas por tensionespolíticas, religiosas o ideológicas. En losprimeros días de la rebelión, la respuestaobrera de los suburbios de Sevilla paraimpedir que los militares tomen el controlde la ciudad se salda con un balancedesastroso: el general Queipo de Llanoreivindicará, por lo menos, 9000 muertos.Esta masacre da comienzo a lamovilización popular en la zonarepublicana. A partir del 13 de agosto, seinstauran comités populares para hacerlistas de sospechosos según sus

antecedentes sociopolíticos y, muy amenudo, tras algunas denuncias.

Bajo el mando del teniente coronel JuanYagüe, en tan solo una semana lascolumnas de moros recorren cerca de200 kilómetros, desde la provincia deSevilla hasta Extremadura. La decisiónde Franco de mandar a sus tropas haciaBadajoz, a 60 kilómetros más allá de laruta de Madrid, pone en evidencia suobsesión de limpiar el territorio de losmarxistas. El 14 de agosto, con suaprobación, las tropas moras rodeanBadajoz y avanzan hacia el interior delos pueblos de alrededor, exigiendo que

los civiles mantengan las puertas y lasventanas abiertas y muestren unabandera blanca, y asesinando sincontemplaciones a todos aquellos queencuentran empuñando un arma. Acontinuación, reúnen a los habitantes delos pueblos en las plazas de toros y losfusilan si intentan frenar el avance de losnacionales. Así, cuando las tropas deFranco ya han causado 2000 víctimasmortales, en Badajoz se revela porprimera vez la crueldad de Franco.Aunque la toma de Madrid es elobjetivo primordial de la guerra, elfuturo Caudillo desea motivar elesfuerzo del Ejército y organizarrepresalias adecuadas a los asesinatos

perpetrados por los anarquistas contralos militares y los falangistas. En elmomento en el que las columnas deYagüe y el ejército de Emilio Mola sedisponen a entrar en la capital, Francoprioriza los ajustes de cuentas,arriesgándose a que los madrileñostengan tiempo para organizar laresistencia.

Cuando se juntan las dos alas delejército nacional del sur y del norte y seinstala el Estado Mayor de Franco en laciudad de Cáceres, el 26 de agosto, yanadie duda de que España está inmersaen una guerra civil y de que hay queutilizar una propaganda eficaz para

movilizar a la ayuda internacional. Sinembargo, en esta batalla comunicativa,los nacionales salen perdiendo. Aunquevan ganando terreno, los republicanosgozan del beneplácito de la opinióninternacional, ya que la masacre deBadajoz ha aterrorizado a lasdemocracias occidentales. El Gobiernonacional contrarresta estas acusacionescon el apoyo militar que le brindanHitler y Mussolini y está convencido deque obtendrá la victoria rápidamente,por lo que programa la toma de Madridpara el 12 de octubre.

En paralelo, Franco se prepara paraasestar un gran golpe para consolidar su

reputación de hombre providencial entrelos miembros de la Falange y de losgrupos paramilitares del ejércitonacional. Desde el alzamiento del 18 dejulio, Toledo se ve sumida enenfrentamientos entre los partidarios delgolpe de Estado y los defensores de laRepública. Para calmar la situación, elGobierno de Madrid envía a guardias deasalto y a milicianos al lugar. Trasalgunos días de combates en las calles,los alumnos oficiales de la escuelamilitar se refugian en el Alcázar con sufamilia, junto con el coronel JoséMoscardó (1878-1956), que toma elmando del lugar. El destino de losalumnos de su antigua escuela, asediada

desde hace casi dos meses, permitiráque el futuro Caudillo se distinga. El 21de septiembre, aunque debe marcharsobre Madrid, desvía a sus columnashacia Toledo y se apresura a socorrer alos cadetes del Alcázar, levantando elasedio seis días después. Aunque seignoran en gran medida las motivacionesreales del general, la liberación deToledo contribuye a crear un imaginarionacional que se exportará hacia Europay América Latina, al tiempo que lograrásatisfacer el fervor antirrepublicano dela Iglesia española y de lasorganizaciones civiles que apoyan a laJunta Nacional.

Foto tomada durante el asedio del Alcázaren 1936.

Franco, jefe del Estadonacional (septiembre de1936-marzo de 1937)

¿Generalísimo y jefe de Estadodurante la guerra?

Los acontecimientos no permiten que lossublevados tengan tiempo de elaboraruna constitución. El 26 de julio, unajunta de defensa establecida en Burgosasume la dirección del bando nacional.Sin embargo, los generales debenresponder a las presiones de la jerarquíaeclesiástica, de la Falange, de loscarlistas y de otras formaciones

nacionales que reclaman que se designea un líder carismático que restaure lagrandeza de España y que represente losintereses nacionales ante los paísesextranjeros. El 21 de septiembre de1936, el general Alfredo Kindelán (1879-1962) propone nombrar a Francocomandante único durante una reuniónde la junta de Salamanca, al mismotiempo que en Cáceres Yagüe y Astrayexplotan el éxito del asedio de Toledopara hacer que se aclame al futuroCaudillo como Generalísimo y jefe delEstado del futuro. Kindelán proponeentonces un decreto que prevé investirlocon sus poderes durante la guerra. Noobstante, esto vuelve a causar oposición

en el seno del directorio nacional. Aldía siguiente, el general Mola le da suapoyo a Franco, argumentando que «nov[e] otra solución si qu[iere] ganarse laguerra» (Bennassar 1996, 107).Entonces, Franco le pide al redactor deldecreto que no mencione el carácterprovisional de sus nuevas funciones.

El 1 de octubre se inviste a Franco contodos los poderes en Burgos y, paracoronar su triunfo, el obispo deSalamanca convierte el MovimientoNacional en una cruzada. Franco sacapartido de sus contactos y de la prensa y,en pocos meses, consigue alcanzar elrango de Caudillo y de Generalísimo

con el beneplácito del Ejército, de laIglesia y de los ideales conservadoresde la Falange, así como de los requetéscarlistas y de los principales sindicatosciviles que están en la base delMovimiento Nacional.

El giro del asedio de Madrid (octubrede 1936-marzo de 1937)

Los nacionales juegan con ventaja hastaseptiembre de 1936, gracias a lasiniciativas de Franco y a ladesorganización de los republicanos.Sin embargo, el conflicto seinternacionaliza en octubre y, aunque laAlemania nazi y la Italia fascista apoyan

al bando nacional, la mayor parte de lasdemocracias europeas dejan de lado susdeclaraciones de no intervención yaniman a sus ciudadanos a alistarsecomo voluntarios en las BrigadasInternacionales para ayudar al Gobiernodel Frente Popular asediado en Madrid.Además, la URSS consigue desembarcaren Cartagena tanques y armas parareforzar el frente madrileño. En esemomento, el Caudillo tiene que adaptarsu estrategia: la guerra de movimientosrápidos, apoyada por el Ejército deÁfrica, deja lugar a un esfuerzo máslento en el que los objetivos principalesacaban siendo la conquista progresivadel territorio español, la destrucción

sistemática de los enemigos deizquierdas y la aniquilación de losrivales de derechas.

El 7 de octubre, mientras el ejércitonacional reanuda su marcha hacia lacapital, Franco se reúne con Mola parahablar de la estrategia que hay queseguir. Puesto que Madrid está rodeadapor la parte occidental, de norte a sur, laidea sería que el ala principal delEjército redujera las defensas de laciudad en el oeste, al tiempo que elEjército de África, dirigido por elgeneral José Varela (1891-1951),realizaría un asalto frontal a través delos barrios noroccidentales. A

continuación, la Legión Cóndor (fuerzaaérea formada por voluntariosalemanes) y la aviación italianadestruirían las defensas externas, lo queminaría la moral de los civiles. Sinembargo, Franco no desea poner puntofinal a la guerra apoderándose deMadrid demasiado rápido. Entonces,confía las operaciones a Varela y seausenta del frente madrileño, con la ideade aumentar sus fuerzas privilegiandouna progresión de las tropas por elnoroeste, para liberar Oviedo. Mola estápreocupado por la falta de efectivos envista de un ataque frontal pero Franco letranquiliza con la garantía de laexperiencia de Varela, que «siempre ha

tenido mucha suerte» (Vaca de Osma1991, 233). Varela, en efecto, necesitarámucha suerte: una ofensiva frontal sobreMadrid, por el oeste, equivale a unsuicidio a causa de las defensasnaturales que proporciona el ríoManzanares. Además, estos legionariosno tienen ningún tipo de experiencia encombates de calle en una ciudad en laque el territorio se conquista casa porcasa. Aunque el fracaso es previsible,no hay marcha atrás, sobre todo porqueel rumor de una toma rápida de Madridya ha circulado entre las filas de losnacionales.

El 22 de noviembre se lanza la ofensivasobre la capital pero sus habitantes,junto con el apoyo de las primerasBrigadas Internacionales, logranfrenarla. Al día siguiente, Franco dejaSalamanca y se dirige hacia Leganés(cerca de Madrid), donde ordena a susoficiales que abandonen el ataquefrontal. En vista de la incapacidad delos republicanos para organizar lacontraofensiva, ya nada se opone a losdeseos del Generalísimo de veralargarse la guerra. A finales denoviembre de 1936, para compensar suinexperiencia en un conflicto querequiere maniobras complejas, Francoopta por una estrategia de asedio

indirecto de la capital utilizando comovía de ataque la ruta de la Coruña en elnoroeste. El 15 de enero de 1937,mientras el frente se estabiliza, perecencerca de 15 000 legionarios en losataques a los pueblos de la región quetienen el objetivo de alcanzar Madrid.Franco, que es consciente de sus límites,centra sus esfuerzos en su aliadofascista, que aprovecha la ocasión paraimponer la independencia de loscuerpos voluntarios italianos bajo elmando de Mario Roatta (1887-1968),encargado de espiar a Franco por cuentade los servicios secretos fascistas.Roatta le concede el monopolio de lavictoria al Duce y el Caudillo acepta,

tras lo que Franco y Mussolini llevarána cabo un ataque contra Málaga paracontinuar la ofensiva hacia el surestecon el objetivo de conquistar Valencia,donde se encuentra refugiada lacoalición gubernamental republicanadesde el 7 de noviembre de 1936.

El 6 de febrero de 1937, Francoaprovecha el ataque de los italianos enel sur y la disponibilidad de la LegiónCóndor para lanzar una importanteofensiva a través del valle del Jarama,al sur de Madrid, con el objetivo decortar la ruta que lo une con Valencia.Convencido de su victoria, utiliza sufuerza en la batalla pero, cuando se

presenta la oportunidad de utilizar alejército italiano para asediar Madrid, seniega a hacerlo, ya que prefiere que lasfuerzas fascistas participen en unabatalla de distracción hacia Guadalajaracon el objetivo de aliviar la presiónrepublicana en sus tropas. Sin embargo,Roatta rechaza desplazar a sus hombreshacia un frente secundario ya que esopodría apartarlo de la ofensivaprincipal.

El 1 de marzo de 1937, el Caudilloacepta el plan de campaña de Faldella (1897-1975) que consiste encomplementar el asedio de Madrid conuna maniobra italiana en el noreste,

desde Sigüenza hasta Guadalajara,combinada con un ataque nacionalprocedente del sur, desde Jarama hastaAlcalá de Henares. Una semanadespués, las tropas italianas quedanatrapadas en la trampa: mientras loshombres del general Amerigo Coppirealizan la maniobra rompiendo lasdefensas republicanas, las tropasfranquistas se quedan en Jarama, lo quepermite que los republicanosdesplieguen refuerzos en el norte deGuadalajara, mientras que los italianosresisten a duras penas el frío delinvierno. El 18 de marzo, cuando Roattale pide refuerzos a Franco, el Caudillose regocija: el italiano habría tenido que

escucharlo y repartir con paciencia a lasfuerzas en varios frentes para agotar aladversario y para posicionarse con elfin de conquistar el territoriorepublicano. Ahora que los aliadosfascistas han sufrido este revés y que laRepública se adentra en una guerra dedesgaste, Franco puede consolidar supoder.

La unificación del MovimientoNacional(marzo-abril de 1937)

Franco no se contenta con eliminar a susadversarios de izquierdas, sino quetambién desea unificar los distintos

grupos dentro del Movimiento Nacionalen una coalición reaccionaria yaprovecharse para sustituir la autoridadde la República por la suya. Sinembargo, carece de tiempo y deexperiencia para dominar a grupos tanincontrolables como la Falange.

A partir de febrero de 1937, además dedisponer de la eficacia del EstadoMayor, se beneficia del apoyo de sucuñado Ramón Serrano Suñer (1901-2003), en quien confía porcompleto y a quien coloca en el primerplano para que decida la orientaciónpolítica del régimen. Suñer, cercano aJosé Antonio Primo de Rivera,

simpatiza con la Falange y le propone asu cuñado que el partido sea el eje delMovimiento. Aunque los falangistasaspiran a sacrificarse por la idea queFranco tiene de España y eso lesconvierte en un posible respaldo para ladictadura, el apoyo popular con el quecuentan desde la instauración del FrentePopular en 1936 y su participación a loscombates de calle hace que seanimprevisibles. Franco, además, nocontempla la posibilidad de aceptar ladisidencia de grupos particulares en susfilas, y le encarga a Suñer que elaboreun decreto de unificación (19 de abril de1937) que prevé que la Falange seintegre en una junta de ofensiva al lado

de los sindicatos corporativos de laJONS o de los monárquicos alfonsistas(partidarios de Alfonso XIII).

Manuel Hedilla (1902-1970), al queacaban de elegir a la cabeza del partidofascista, se escandaliza ante la idea desometerse a la ley de Franco y rechazaabandonar su mandato, tal como eldecreto le impone. El episodio se acabacon el arresto de Hedilla y con el fin delas aspiraciones de independencia delos falangistas. Gracias a la habilidad desus colaboradores cercanos, Francoconsigue dotar a su bando de unejecutivo llamado FET (FalangeEspañola Tradicionalista), en el que la

Falange desempeña el papel de partidode masas, y proporciona al régimenfranquista una retórica conservadoraextremista, respaldada por el Ejército yla Iglesia. Con la desaparición de Molaen mayo de 1937, el azar de la historiaconsolida a Franco en su posición delíder.

Franco, jefe de guerra(abril de 1937-febrerode 1938)

Las ofensivas en el norte (abril-octubre de 1937)

Tras haber contrarrestado lasdisidencias, Franco puede concentrarseen las maniobras militares. Sin embargo,a partir de abril de 1937, el fracaso delas ofensivas ante Madrid debilita sualianza con Hitler: el dictador alemánpresiona a su aliado español para queconcentre sus esfuerzos en la costaCantábrica, ya que le interesa aislar lacosta norte de España para asegurarse elcontrol de la producción minera de laregión, al tiempo que desvía la opinióninternacional de sus aspiraciones deguerra en Europa central. En cuanto aFranco, la liquidación rápida de unfrente secundario le permitiría disponerde más tropas en vista de la ofensiva

final, y un ataque aéreo conducido porlos alemanes suscitaría el terror que élmismo busca instaurar. Por eso, obedecerápidamente al general Hugo Sperrle(comandante de la Legión Cóndor, 1885-1953), y la mañana del 26 de abrilla legión nazi bombardea el pequeñopueblo de Guernica. La opinióninternacional queda conmocionada yasimila la estrategia militar del Caudillocon las ideologías totalitarias de susaliados fascistas.

Franco logra conservar suindependencia en sus objetivos decampaña ya que, en el terreno, lacomunicación entre los alemanes y su

Estado Mayor es mala. Así, el Caudilloaprovecha el ataque alemán sobreGuernica para debilitar la ofensiva en elPaís Vasco y mantiene a sus hombres enel frente de Madrid, con lo que disponede los refuerzos necesarios para ejercerpresión en la zona central y aniquilar loscontraataques de los republicanos enBrunete el 6 de julio y en Belchite enagosto, que solamente lograrán retrasarun poco la conquista del norte a manosde los franquistas: Santoña y Santandercaen el 24 de agosto, y Gijón y Avilés,el 21 de octubre.

Ruinas de Guernica, 1937.

Humillación en Teruel (15 dediciembre de 1937-8 de enero de

1938)

Franco, dueño de las riquezasindustriales del norte, puede intensificarsus medidas e intentar cortar lascomunicaciones entre Madrid y Valenciapor un lado, y entre la capital y Cataluñapor otro. Sin embargo, los republicanosplanean recuperar la iniciativa, eIndalecio Prieto, ministro de la Guerrade Juan Negrín (1892-1956), aboga poruna victoria espectacular para demostrarla eficacia del ejército gubernamental albando franquista: con este objetivo,inicia el ataque en Teruel. La ciudad, enmanos de los rebeldes desde 1936,dificulta las comunicaciones entre

Cataluña y el resto de la zonagubernamental en el sureste. Así pues, alos republicanos les convienerestablecer la vía directa entre los doscentros de resistencia e infligir unaderrota a Franco, apoderándose dellugar que garantiza su superioridadmilitar en el frente aragonés.

A principios de diciembre de 1937, elejército republicano despliega sushombres en el sur de la ciudad y a lolargo de la localidad de Alfambra. Eldía 13, el Estado Mayor republicano sedispone a introducir a 100 000 hombresen la batalla. El plan consiste en rodearla ciudad mediante seis divisiones,

apoyadas por dos más que se situarán enla retaguardia para frenar elcontraataque de los nacionales. Noobstante, la operación tiene queaplazarse dos días por culpa de lasmalas condiciones meteorológicas.Entonces, bajo un frío intenso, 40 000hombres comienzan su avance pararodear Teruel por el oeste y privarla derefuerzos. El día 18, los republicanos seposicionan en la cresta de la Muela en eloeste y, dos días después, las 35divisiones de milicianos se juntan con el18.o Cuerpo de Ejército del generalEnrique Heredia. Al mismo tiempo, enTeruel, el jefe de guarnición DomingoRey d’Harcourt (1883-1939) concentra

sus fuerzas para defender los barrios delsur.

Entrada de las tropas republicanas en Teruel, 1937-1938.

Aunque Franco está informado delavance de los republicanos, en ningúnmomento accede a desguarnecer lastropas concentradas en el valle de Jalónen vista de una nueva ofensiva en elsector de Guadalajara. Este arrebato deorgullo sella el destino de las tropasnacionales asediadas en Teruel, por lomenos de forma temporal. La aviaciónde los nacionales no puede servirles deapoyo ante el avance republicano, yaque permanece inmovilizada en el suelode los aeródromos castellanos a causadel frío. El general nacional AntonioAranda Mata (1888-1979) llega el 19 dediciembre por Guadalajara y es incapazde romper el cerco de la ciudad. En ese

momento se desata una lucha violenta,sobre todo en la zona sur, donde se hanatrincherado los nacionales (en el Bancode España, el convento de Santa Clara oincluso en el cuartel militar instalado enel hotel Aragón). El 22 de diciembre,los tanques del ejército republicanoocupan la plaza del Torico, en la quetambién se encuentran Robert Capa (1913-1954) y Ernest Hemingway (1899-1961), reporteros del New YorkTimes cuya presencia hace que Francose preocupe por las consecuencias quela derrota tendría en el planointernacional. Por eso, al día siguiente,renuncia a su ofensiva en Madrid yconcentra sus esfuerzos en Teruel. Sin

embargo, la meteorología no estará a sufavor e impedirá que los refuerzoslleguen antes de finales de mes.

El 1 de enero de 1938, las fuerzas seequilibran: las pérdidas del ejércitorepublicano son elevadas y el frío afectala resistencia de los asediadoresmientras que, en el cielo, cada vez haymás cazas nacionales. Sin embargo, lostanques republicanos siguen ocupando laciudad y Dominique Ray d’Harcourtcomprende que no conseguirá romper elasedio. Ese mismo día, mueren loshombres que defendían el convento deSanta Clara. Dos días después, cae elcuartel militar y, el 8 de enero, el

coronel y el obispo de Teruel entreganlas llaves de la ciudad a losrepublicanos. La humillación que sufreFranco es tan fuerte como su cólera:percibe la rendición de Teruel como unatraición de Ray d’Harcourt. Asimismo,la derrota de los nacionales permitiráque el general del Estado Mayorrepublicano llegue a Madrid paraintentar dividir la zona nacional en dos,favoreciendo una ofensiva enExtremadura.

Se impone una tendencia

La pérdida de Teruel le demuestra aFranco que los republicanos son

capaces de presentar resistencia. Aprincipios de 1938, existe un gran riesgode que las milicias populares seconviertan en un ejército comunista, porlo que se impone la reorganización delos dirigentes del Estado y del Ejército.Sin embargo, el Decreto de Unificaciónno es muy explícito en cuanto a laestructura del Movimiento y el papel dela Falange como principal partidonacional. Aunque el número de afiliadosa la Falange aumenta de maneraconsiderable a partir de abril de 1937,la mayor parte de ellos solamente seafilian por puro formulismo,conservando su independencia yasociándose a corrientes de opinión

libre, algo que, para Franco, resulta unaamenaza para la cohesión del Estado. ElCaudillo cree conveniente sumarlos a laFET, aunque sea a la fuerza y, paralograrlo, el Estado Mayor nacionalutiliza el cine y la radio para asegurar lacobertura mediática de su jefe: así, laspantallas enseñan imágenes del Caudilloy en la calle la gente demuestra sufidelidad mediante el saludo fascista.Todos los que no quieren que lesetiqueten como neutrales se afilian enmasa. Sin embargo, la Falange se niegaa ser absorbida por el MovimientoNacional. Entonces Suñer, de formaprudente, empieza a introducir a losveteranos del partido de José Antonio

Primo de Rivera. No obstante, carece deun programa ideológico claro, por loque sus primeras órdenes tienen elobjetivo de confiarle a la Falange lagestión del servicio social y de la ayudaa los heridos. A continuación, entra encontacto con Dionisio Ridruejo (1912-1975), un joven líder provincialde la Falange en Valladolid quegarantiza el respeto de su partido frentea la nueva jerarquía. El 4 de agosto de1937, se publican los nuevos estatutosdel partido único que, aunque respetanla estructura tradicional de la Falange,diluyen su influencia política en el senode un Estado organizado como sindicatoúnico. Así, los fascistas, repartidos

entre 12 sectores clave de la actividadgubernamental, pueden velar por elcontrol de los dirigentes políticos sintomar demasiadas iniciativas. Mientrasespera la transformación de España enun estado totalitario, Franco ya puedecontar con una estructura flexible y conla retórica agresiva de la Falange paraintimidar a todo aquel que se atreva apromover el marxismo y el capitalismoen perjuicio de la unidad del país.

Ahora solo queda guarnecer de nuevo alos efectivos del Ejército que hansufrido batallas como las de Madrid yTeruel. En las regiones a manos de losnacionales, se organizan campañas de

reclutamiento obligatorio y, mientras elPartido Comunista forma unidadesmilitares al servicio de la República,españoles y extranjeros se entusiasmanante la idea de formar parte de las filasfranquistas. En una Europa en plenaefervescencia Franco contará, enespecial, con miles de voluntariosportugueses y franceses —procedentesde la derecha— dispuestos a lucharcontra el comunismo en un momento enel que los valores católicos ymonárquicos se cuestionan. Estevolumen de hombres solventará la faltade dirigentes superiores en el bandofranquista, ya que una gran mayoría semantuvieron fieles a los republicanos.

Siguiendo los consejos que Mola dio enagosto de 1936, instaura formaciones enacademias temporales, así como unsistema de promoción rápida de losvoluntarios al rango de subtenientes(alféreces) en los cuerpos de artillería einfantería. Esta renovación permitelanzar la contraofensiva que se terminacon la penetración en las filasrepublicanas de Alfambra y lareconquista de Teruel, el 22 de febrerode 1938.

Hacia la victoria final(febrero de 1938-abrilde 1939)

Un primer gobierno de pleno derecho(1 de febrero-julio de 1938)

Durante la primavera de 1938, lapenetración de los nacionales entreBarcelona y Valencia confirma lacapacidad de Franco para aprovechar laayuda militar de los fascistas. Esta tomade ventaja de los franquistas traeconsecuencias inesperadas. Mientras seproducen los enfrentamientos entreambos bandos, los habitantes de las

zonas que están bajo el control delbando nacional —salvo el País Vasco,al que se trata como un enemigo— vivencon relativa tranquilidad, algo queresulta sorprendente: la asistenciaalimentaria llega en abundancia a travésde Portugal y la euforia de los desfilesmilitares se apodera de los ánimos de lagente. Para Ramón Suñer, el escenarioes perfecto para organizar la transiciónhacia un Estado de derecho. A partir del31 de enero de 1938, la junta militardeja paso a un Gobierno con onceministerios repartidos entre cuatromilitares, tres falangistas, dosmonárquicos, un tradicionalista y untécnico.

El impacto que tienen las represalias delos republicanos contra el clero,llevadas a cabo a partir de 1931,implica que el Estado nacionalista seerija como garante de una políticaclerical. Desde el primer día, se adoptanmedidas para confirmar la influencia dela Iglesia católica, entre las quedestacan la instauración de unaeducación religiosa obligatoria y lasupresión del matrimonio civil y deldivorcio. Además, a partir de 1937, larepresión se institucionaliza a través delestablecimiento de tribunales militares,controlados por el cuartel general delCaudillo, que no duda en privilegiar lasformas de ejecución más brutales.

Aunque Suñer intenta que su cuñadoentre en razón para que respete elprocedimiento, Franco no cambia deopinión y quiere conservar el monopoliode la justicia entre sus manos.

Última ofensiva en el Ebro (25 dejulio-16 de noviembre de 1938)

Las duras pruebas de 1937 debilitan albando republicano y, tras la pérdida deTeruel, la presión que los nacionalesejercen en Valencia y el Levantemediterráneo les obliga a replegarsedetrás del Ebro: la victoria de losnacionales ya solo es cuestión detiempo. En ese momento, el general

Vicente Rojo (1894-1966) decidejugárselo todo organizando una ofensivacontra las tropas franquistas, instaladasen la riba derecha del río, con elobjetivo de obligar a Franco a liberar supresión sobre Valencia y de demostrar alos Gobiernos democráticos que elresultado de la Guerra Civil puedevolverse a favor de la República.

La ofensiva empieza el 25 de julio de1938, cuando el coronel Juan Modesto (1906-1969) ordena a sus tropas quecrucen el Ebro. En pocos días, seapodera de la sierra de La Fatarella. Sinembargo, el fin de la Guerra Civil seprecipita ante la reticencia de las

democracias occidentales a respaldar alos republicanos. Negrín decide retirar alas Brigadas Internacionales de loscombates, con la esperanza de que laspotencias extranjeras cambien deopinión y decidan intervenir. Por suparte, Franco manda de vuelta a suspaíses a los soldados italianos yalemanes que han combatido a su lado,aunque este gesto es puramente formalya que, sobre el terreno, el Duce y elFührer siguen proporcionándolematerial esencial para la toma deCataluña.

A partir del otoño de 1938, losacontecimientos se vuelven a favor de

los franquistas: el 2 de octubre, lasdivisiones de Navarra ocupan lascumbres de la sierra de Lavall de laTorre y, a finales de mes, Franco toma elcontrol de la llanura de La Fatarella. Laderrota de los republicanos estásentenciada, y ya solamente puedenretirar sus tropas detrás del Ebro (16 denoviembre de 1938).

Una paz bajo las condiciones deFranco(febrero-abril de 1939)

En febrero de 1939, el ataque nacionalsobre Cataluña excluye cualquierposibilidad de victoria republicana. En

el plano internacional, Francia y GranBretaña reconocen oficialmente elGobierno de Franco. Azaña y su jefe degobierno Negrín, desautorizados, se venobligados a dimitir.

A pesar de que a última hora loscomunistas oponen resistencia, elgeneral Segismundo Casado (1893-1968), entonces jefe del EjércitoRepublicano del Centro, decideorganizar un golpe de Estado y, a partirde marzo de 1939, emprende lasnegociaciones de rendición de la capitalcon el Caudillo, con la esperanza de quesea clemente con los vencidos. Mientrasmiles de republicanos inician el camino

hacia el exilio, Franco se niega anegociar y, además, endurece larepresión contra los marxistas, losinsurgentes de 1934 y los opositores alGlorioso Movimiento de 1936.

El 1 de abril de 1939, Franco desfila enMadrid al lado de sus aliados fascistas yanuncia a la multitud el éxito de todoslos objetivos de guerra de losnacionales, mientras empieza un largoperiodo de penitencia para la otraEspaña, la de los vencidos.

MOMENTOSCLAVE DE UNADICTADURA (1939-1975)

Franco, el graninquisidor (1939-1943)

La desdicha de los vencidos

Para los españoles, la Guerra Civil noacaba el 1 de abril de 1939, ya queFranco persigue a los vencidos sinpiedad. En virtud de la Ley deResponsabilidades Políticas de 9 defebrero de 1939, el simple hecho dehaber apoyado a la República puedecomportar la pena de muerte. A partir demayo, se crean tribunales militares enlas grandes ciudades para perseguiraquellos a los que Franco llama losadversarios marxistas.

En marzo de 1939, el estilo de larepresión se dibuja con el procesocontra Julián Besteiro (1870-1940),militante socialista de 68 años y

principal artífice de la rendiciónpacífica de Madrid. El día 29 de esemes, Besteiro es detenido y llevado anteun tribunal militar, bajo el pretexto dehaber servido a la francmasonería. Elprocurador Felipe Acedo Colunga (1896-1965), aunque está convencido dela integridad de Besteiro, no duda enpedir pena de muerte para el acusado.Aunque finalmente será condenado a 30años de cárcel, en vista de su avanzadaedad, el veredicto es como una cadenaperpetua. El 27 de septiembre de 1940,fallece en la cárcel andaluza deCarmona, víctima de su detención.

También acabarán en la cárcel miles dehombres y mujeres que, a ojos deFranco, son culpables de haberserebelado contra el Ejército en elmomento del alzamiento del 18 de julio.Según Eduardo Aunós (1894-1967), quefue ministro de Justicia entre 1943 y1945, desde 1936 pasaron por lascárceles franquistas cerca de 400 000personas. Tres años después, lapoblación carcelaria aumentadesmesuradamente: entre 1939 y 1940,pasa de haber 90 413 detenidos a 271 000. Hasta 1944, cada año detienena una media de 10 000 personas.

Entre 1942 y 1945, sin embargo, pareceque la situación evoluciona: se pasa de 112 735 detenidos a 39 527. Aunquepodríamos creer que Franco amnistió alos combatientes de la República, esono fue así. Es cierto que libera a milesde hombres tras los decretos de junio de1940 y de 30 de marzo de 1943, perosiempre son rebajas parciales de penasacordadas a categorías limitadas decondenados. Además, la reconciliaciónno entra en los planes del Caudillo enningún momento. Una causa verosímil dela disminución del número de presossería el ritmo de las ejecuciones durantelos cinco primeros años de la dictadura:se producen con tanta regularidad que el

conde Ciano (político italiano yerno deMussolini, 1903-1944) le expresa aMussolini su preocupación por eldestino de los 90 000 presos encerradosen las cárceles nacionales en 1939.Solamente en Madrid, se producirían250 ejecuciones diarias y, en Barcelona,150. Según el economista y políticoespañol Ramón Tamames (nacido en1933), 32 304 personas habrían sidoejecutadas solamente en 1939. En totalhabría, por lo tanto, no menos de 105 000 fusilados que contribuirían ahacer más trágico el balance de larepresión.

Aunque las ejecuciones sumariasperpetradas durante la Guerra Civil seexplican por la escalada de losenfrentamientos entre ambos bandos, lasdetenciones y ejecuciones de los años 1939-1943 definen la silueta de unrégimen en el que la violencia se erigecomo un arma legal en las manos de unFranco todopoderoso incapaz de olvidarlos rencores de la guerra y de perdonar.Como prueba de ello, incluso pocos díasantes de su muerte en 1975 firmará lassentencias de muerte de dos anarquistas,a pesar de la extinción de lasresponsabilidades políticas en 1966.

El régimen franquista, con 290 000víctimas en 36 años, es uno de los mássangrientos de la historiacontemporánea, solamente por detrás delnazismo.

Una España en autarquía

Asimismo, Franco adopta la autarquíacomo sistema de desarrollo, olvidandoque España no tiene las basestecnológicas e industriales quepermitieron que el Tercer Reich llevaraa cabo su política de expansiónaprovechándose de los pueblossometidos.

En España, esta decisión comporta laimplementación de una política enfocadaa la explotación económica de losespañoles. La escasez causada por elaislamiento del país provoca laaparición de un mercado negro quecontribuye a aumentar las diferenciasentre ricos y pobres. El Estado parececorrupto a todos los niveles, incluso enel sector de la redistribución de trigo,cuyos funcionarios se enriquecensubiéndole el precio de forma artificial.Todo está bajo el control del Estado y,para acceder a los víveres, losespañoles tienen que obtener un carné deidentidad y salvoconductos que laFalange y el clero parroquial valorarán

si sellarán, en función de su buenaconducta. Este control draconiano delabastecimiento está en perfectaconsonancia con el discurso de Franco,según el cual los vencidos debenconmutar sus penas a través de susacrificio. Mientras que algunascategorías de la población sufrencarencias materiales y rechazo, losbancos, los funcionarios y los dueños detierras aumentan sus ingresos de formaespectacular, con la aprobación deFranco.

El mausoleo del Valle de los Caídos, unsímbolo del régimen franquista

El símbolo más célebre de la explotaciónde los presos republicanos bajo ladictadura franquista es un caprichopersonal del Caudillo: la construcción dela basílica y de la cruz colosal del Valle delos Caídos. Entre 1940 y 1958, un mínimode 20 000 presos trabajaron, a veces hastamorir, en las obras de este mausoleo quehonra la memoria de los muertossacrificados únicamente por la causa deldictador. Aunque la situación en España haevolucionado de forma suficiente para quea partir de 1958 se abriese este lugar a lainhumación de las víctimas republicanas ypara que más recientemente se reclamarasu desacralización, no deja de ser un lugarde memoria vinculado a la esencia de unrégimen que despreció la vida humana pararestaurar los privilegios de los grandes deEspaña.

Valle de los Caídos.

Una resistencia moribunda

Tras tres años de resistencia, pocasvoces encuentran la fuerza necesariapara alzarse y pedir la amnistía. En elbando de los vencidos, algunoseclesiásticos, como el cardenal yprelado Gomá, desean una conciliación,e incluso le sugerirán a Franco laposibilidad de un perdón evangélico. Elpapa Pío XII (1876-1958) tambiénintentará, en vano, que Franco muestremás clemencia, mediante su mensajeradiofónico emitido durante la victoriadel Caudillo.

Se ha aniquilado a casi toda laresistencia. En el bando republicano, lamayor parte de los dirigentes que

podrían organizar su movimiento estánmuertos, en la cárcel o en el exilio. Noobstante, el Frente Popular intentareorganizarse desde Francia y desde lascárceles franquistas. En cuanto a lossocialistas y los anarquistas, tienendificultades para organizar redesclandestinas en España, sobre todo acausa de sus divisiones internas, perotambién como consecuencia del grantributo que han tenido que pagar durantela represión. Los únicos que logranrecuperarse son los comunistas: a pesarde que la mayoría de los dirigentes delPCE huyen, algunos militantes logranreactivar redes de solidaridad elemental

en el interior de las cárceles, yemprenden acciones de resistencia.

Algunos meses tras la rendición deMadrid, la red de las JuventudesSocialistas Unificadas, rama principaldel PCE, se reorganiza de formaclandestina en la capital, empieza adistribuir octavillas y poco a pocomultiplica los golpes contra losfuncionarios de la justicia franquista.

En este contexto tiene lugar uno de losdramas más impactantes de la represión,el martirio de las 13 rosas. El 27 dejulio de 1939, se produce un intento deatentado contra la figura del comandante

Isaac Gabaldón (muerto en 1939), al queFranco ha encargado que se ocupe de laspruebas contra los comunistas y losfrancmasones. Como respuesta a latentativa de asesinato, el régimen acusaa 67 partidarios del atentado y los juzgapor alta traición. Entre ellos, hay 13jóvenes mujeres cuyo final tendrá mucharepercusión. Acusadas de haberapoyado el atentado de forma indirecta através del reparto de octavillas, se lasjuzga ante un tribunal militar y, aunquenueve de ellas son menores —en esemomento la mayoría de edad se alcanzaa los 23 años— serán condenadas amuerte el 4 de agosto, en cumplimientode la Ley de Febrero de 1939, que

rebaja la edad de la responsabilidadpenal a los 14 años. Ese mismo día,serán fusiladas contra la pared delcementerio de la Almudena, junto con 50camaradas masculinos. Su ejecuciónhará que nazca un movimiento desolidaridad iniciado, en especial, por lafrancesa Ève Curie (1904-2007), querealiza una campaña en París en elnombre del martirio de las 13 rosasrojas del franquismo. Aunque esteepisodio saca a la luz la reacciónimplacable del Ejército, también obligaa Franco a bajar el ritmo de la represióny a cuidar su imagen a nivel europeo.

Franco en la SegundaGuerra Mundial (1939-1944)

Una entrada en guerra poco frontal

Después de tres años de guerra civil,Franco toma las riendas de un paísarruinado. Más de medio millón deespañoles huyen del país, por miedo dela venganza del Caudillo y en busca deun futuro mejor. A nivel interno, elGeneralísimo mantiene la unidad de lacoalición nacional, pero el hundimientoeconómico de España compromete sus

ambiciones de volver a convertirla enuna gran potencia europea.

En vista de la situación en la que estáinmerso el país, Franco teme el estallidode la Segunda Guerra Mundial. La firmadel Pacto de No Agresión Germano-Soviético el 23 de agosto de 1939 y laposterior invasión de Polonia hacen queel Caudillo sea consciente del riesgoque corre frente a Stalin (estadistasoviético, 1878/1879-1953) si sualianza con Hitler es demasiado fuerte.Por consiguiente, desea que España semantenga neutral en el conflicto. Sinembargo, la derrota francesa en mayo de1940 cambia la situación: la victoria de

Alemania sobre Gran Bretaña es ahoraprobable y el Führer le pide a Francoque impida el paso de los británicos alMediterráneo.

No obstante, el Caudillo no sabe cómoreaccionar: presiente que si traiciona aAlemania, su antigua aliada invadirá supaís sin dudarlo. Sin embargo,Washington y Londres presionan a lacomunidad empresarial de Madrid parapreservar sus posiciones en el estrechode Gibraltar. En medio de este delicadoequilibrio, Franco se dispone aencontrarse con Hitler. El 23 de octubrede 1940, su tren personal llega a laestación de Hendaya (Francia) con una

hora de retraso respecto al del dictadoralemán. En este momento, concluye suestrategia: reafirma la amistad deEspaña con los nazis, y deja que Hitlertermine el ataque de Gibraltar el 10 deenero de 1941. A continuación, con untono muy tranquilo, reivindica elderecho de España a reconquistarGibraltar y el Marruecos francés, peroel Führer considera que estas peticionesson inadmisibles, ya que aceptarlasconllevaría el riesgo de que el Magreb(y, especialmente, Argelia) cayeran enmanos de los gaullistas. Lasconversaciones duran varias horas y,finalmente, Hitler consigue la adhesiónde principio del Caudillo al Pacto del

Eje (Alemania, Italia y Japón) contraInglaterra, subordinada a una ayudamaterial consecuente a favor de España.

Una complicidad prudente con Hitler

Franco opta por ayudar a los nazisdiscretamente. A finales de 1940,rechaza dejarlos cruzar España paradesembarcar en Marruecos, peroautoriza el abastecimiento de la Marinaalemana en los puertos españoles. Fiel así mismo, prefiere esperar en vez decomprometerse con una Alemania queno tiene la victoria asegurada. Sinembargo, ante la habilidad de Hitlerpara recuperar las pérdidas italianas en

los Balcanes (28 de octubre de 1940) yen Egipto (enero de 1941), obligando alos británicos a evacuar Grecia yocupando la Cirenaica, Franco searrepiente de haber sido tan prudente.

El 22 de junio de 1941, cuandoAlemania invade la URSS sin respetarel Pacto de No Agresión, el dictadorespañol, como agradecimiento al Führer,se apresura a enviar una escuadrilla yuna División Azul al frente del este paraapoyar a la Legión Cóndor. Reclutadosde forma privada más allá delcompromiso con el Gobierno español,estos 20 000 soldados voluntarios,enviados a combatir en las filas de la

Wehrmacht, serán la mejor ficha en eltablero de ajedrez para el Caudillo, quequiere preservar la no beligerancia deEspaña en el conflicto al tiempo quecontinúa su lucha contra el comunismo.En diciembre de 1941, la entrada enguerra de los Estados Unidos no hacemás que reforzar este doble juego.

La prueba de fuego para losfranquistas (1942-1944)

Franco quiere que su poder personalpase esta prueba. Sin embargo, con lamundialización de la guerra, el dictadorcada vez siente más dificultades paramantener el equilibrio entre los

falangistas, germanófilos, y sus asesoresmilitares que lo instan a mantenerse másneutral.

En julio de 1943, el desmoronamientode la Italia fascista y la detención deMussolini a manos de su propio consejocausan un gran desconcierto en las filasde la Falange. Algunos generales, entrelos que se encuentran Alfredo Kindelány Luis Orgaz (1881-1946), aprovechanla situación para intentar apartar aFranco, con el apoyo de los EstadosUnidos. Don Juan de Borbón, aspiranteal trono desde la muerte de Alfonso XIIIen 1941, también intenta convencer al

Caudillo de que se retirehonorablemente a favor de la monarquía.

Cuando Franco ve llegar a su residenciadel Pardo al carlista José Varela con unacarta firmada por ocho de sus generalesen la que se le invita a retirarse,mantiene la calma. Ante el desembarcoanglo-estadounidense en Sicilia (8 denoviembre de 1942), sabe reaccionarcon sangre fría sacrificando a Suñer porel conde Gómez Jordana (1876-1944),más favorable al consenso a la hora denegociar con los Aliados, si es que estosganaban la guerra. Además, elrestablecimiento de las Cortes a partirde 1942 salva las apariencias. El

Caudillo ya solamente tiene queconvocar a los generales conjurados,uno a uno, y obtener su retractaciónconvenciéndoles de que solamente él esindispensable para salvar a España delcomunismo. Finalmente, para noquedarse corto, hace que la DivisiónAzul vuelva del frente del este enseptiembre de 1943.

Una guerra fríaprovidencial (1946-1959)

La España franquista aislada del restode naciones (1944-1946)

Franco quiere mantenerse en el podersin que lo echen y tenga que vivir unfinal trágico como el de Hitler yMussolini. Sin embargo, la victoriadefinitiva de los Aliados sobre laspotencias del Eje le deja solamente unaopción si quiere mantenerse al mando deEspaña: dar una buena imagen ante losganadores de la guerra y explotar elaumento de amenazas comunistas enEuropa.

Sin embargo, en 1945, el franquismoparece destinado a desmoronarse

siguiendo los pasos de los regímenescon los que está estrechamentevinculado: el nazi y el fascista. Españaqueda marginada de la Conferencia deSan Francisco (abril-junio de 1945), quemarca la creación de la ONU y, durantela Conferencia de Potsdam, en agosto de1945, los tres grandes vencedores (laURSS, los Estados Unidos y GranBretaña) confirman la moción deexclusión contra España. Y lo que espeor, en diciembre de 1946, laAsamblea General de las NacionesUnidas denuncia a la España franquistacomo un régimen fascista y moralmenteodioso, y sentencia su exclusión detodas las instituciones internacionales.

Solamente mantienen su apoyo a Francoel Vaticano, Portugal y Argentina.

Una monarquía sin rey (1946-1948)

Ante la ofensiva de la comunidadinternacional, el dictador suelta lastreentregando a Pierre Laval (número dosdel régimen de Vichy, 1883-1945) antela justicia francesa. Tras la insistenciade un representante de Washington,suaviza la censura autorizando que en elcine se difundan imágenes de loscampos de Dachau y de Bergen-Belsen,para mitigar la corriente de opinióngermanófila que se expresa en la prensacon la apertura de los Juicios de

Núremberg (20 de noviembre de 1945-1 de octubre de 1946). Sin embargo,estos gestos de apaciguamiento noimpiden que el Gobierno francés cierresus fronteras con España en febrero de1946.

La respuesta no tardará en llegar. Conmotivo de la retirada de losembajadores de la ONU, el 9 dediciembre de 1946, las autoridadesconvocan una concentración en la plazade Oriente de Madrid. Ese día, muchosvehículos transportan a la multitud«entusiasta». En medio de lasovaciones, el general se desplazalentamente, dentro de un coche

descubierto y sin protección aparente.Esta estrategia de comunicación causaun gran impacto en los ánimos de lagente y demuestra a las embajadasextranjeras que en España lasautoridades controlan la legitimidad delrégimen. A pesar de una libertadaparente, se utiliza a la prensa paraatraer la atención alrededor de Francocomo símbolo de la independencianacional. Y la propaganda tiene el efectodeseado: en las salas de cine, su puestaen escena despierta el entusiasmo.Aunque está claro que hay personasencargadas estratégicamente de empezarlas ovaciones, el resto del público lessigue.

Un mes después, la reapertura de lasCortes provoca nuevas oleadas deadhesión, pero nada tan impresionantecomo la demostración de masas dediciembre. El Caudillo en personarenueva a un cuarto de losrepresentantes de la Asamblea, cuyacomposición dominada por losfalangistas recuerda más a una reedicióndel Gran Consejo Fascista que a unórgano democrático.

A ojos del dictador, ha llegado elmomento de darle a su autoridad laconsagración que hasta ahora le faltaba.El 31 de mayo de 1946, en un discursoen la radio, anuncia la presentación de

una ley destinada a asegurar latransmisión del poder. Franco,presionado por el almirante de laMarina Carrero Blanco (1903-1973),tiene la intención de calmar lasaspiraciones de la Acción Católicadejándole esperar un retorno a lamonarquía. Sin embargo, en realidad, elalmirante Carrero asegura laperpetuidad constitucional del poder desu líder reservándole el privilegio desometer a las Cortes el nombre de suheredero.

Este proyecto de sucesión, a largo plazo,no sirve a los intereses del conde deBarcelona, ya que una de las

condiciones que implica es que renunciea su derecho a la corona en favor de suhijo. Por lo tanto, Carrero Blanco debeconvencer al príncipe Don Juan de quese encuentre con Franco para organizarel retorno a España de su hijo JuanCarlos, asegurar su formación yreconciliar a la monarquía con losdirigentes del régimen. Aunque elheredero al trono al principio rechaza elproyecto, termina reconsiderándolo bajola acción de los lobbys monárquicos y,el 25 de agosto de 1948, Don Juanmantiene un encuentro discreto conFranco en la costa de San Sebastián. Laentrevista se termina con una curiosavictoria a favor del ya anciano dictador:

al hacer que el último representantelegítimo de los Borbones vuelva al país,asegura un statu quo a largo plazo entreel bando de los monárquicos y de losfalangistas, al tiempo que desacreditalos argumentos de la oposiciónrepublicana en el extranjero. Después detodo, ¿quién se habría podido imaginarque el pequeño príncipe que sube abordo del Lusitania Express ennoviembre de 1948 elegirá un día abolirla dictadura que lo ha formado parahacer que los españoles se reconciliencon la democracia?

Hacia el reconocimiento internacional (1948-1950)

Franco, mientras tanto, ha ganado sulucha contra el tiempo. El Ejército,reprimido, se mantiene fiel, y losfalangistas se ablandan ante la seguridadde un statu quo. En cuanto a las fuerzasconservadoras, se refugian tras unrégimen que sirve a sus intereses a laespera de una hipotética apertura delpaís al liberalismo.

Mientras tanto, en el plano internacional,la precisión de la amenaza comunistaconduce a los Estados Unidos areconsiderar la utilidad de la España deFranco en el marco de la DoctrinaTruman (medida de contención delcomunismo). A partir de 1947,

Washington multiplica los actos deamistad hacia Madrid, mientrasmantiene a España fuera de su PlanMarshall (programa de ayuda para larecuperación europea tras la guerra) yde las negociaciones que conducirán a lacreación de la OTAN. Al año siguiente,la misión del mayor Sherman conCarrero Blanco marca los primeroshitos de un acuerdo que prevé elestablecimiento de basesestadounidenses en territorio español.

A principios de 1949, Franco puedemostrar sin riesgos su triple juego: elanticomunismo, la posición estratégicade España y la ventaja diplomática del

catolicismo. Durante la guerra civilespañola, los católicos estadounidensesse aliaron con los franquistas ypresionaron al presidente FranklinRoosevelt (1882-1945) para queabandonara sus simpatías hacia el otrobando. Así pues, Franco sigue su lógicay nombra en 1945 a Alberto Martín-Artajo (1905-1979), presidente de laAcción Católica, como ministro deAsuntos Exteriores. Martín-Artajo esconsiderado un buen católico y seimpone como intermediario entre losdirigentes del régimen, la jerarquía de laIglesia española y los mediosconservadores anglosajones y europeos,en vista de que se acepte definitivamente

la dictadura iniciada tras el golpe del1936.

Con su administración, Artajo tambiénconseguirá desarrollar el concordato de1953 a través del cual el Vaticanoreconoce el Gobierno de Franco yconcede importantes privilegios a laIglesia española. Además, el ministromantiene relaciones asiduas coneminencias del clero estadounidense ypuede influenciar a los lobbys españolesen Washington, sobre todo gracias a lamediación de monseñor FrancisSpellman (arzobispo de Nueva York, 1889-1967). Franco concluirá su juegode seducción enviando personalmente a

Estados Unidos a su emisario José Félixde Lequerica (1891-1963), encargadode fondos secretos, para que convenza alentorno empresarial del país de queEspaña está preparada para lucharcontra la invasión soviética, y que podráhacerlo si se le presta apoyo parareorganizar su ejército, de apenas 300 000 hombres. El dictador, lejos deconfiar su destino al azar de la coyunturainternacional, demuestra flexibilidad alapartar a la Falange, demasiadocomprometida, sin dejar de controlarla,ya que es indispensable para movilizar alas multitudes, y explotando los talentoscomunicativos de los conservadores dela Acción Católica. Así, se asegura el

apoyo de los conservadores paragarantizar que el régimen se respete.

Gracias a estos movimientos, Francoespera que pronto cambie la situación deaislamiento de España. El bloqueo deBerlín (12 de mayo de 1949) y lavictoria de Mao Zedong (1893-1976) enla China Popular juegan a favor de esteescenario. Los acontecimientos seprecipitan en septiembre de 1949cuando, por primera vez desde la GuerraCivil, el rey Abdalá de Jordania (1882-1951) visita España durante unviaje oficial. Gracias a él, Francoadquiere una nueva dimensión ante losespañoles: la del «centinela de

Occidente» que, en primer lugar, blandesu bandera contra Stalin. La prensaoficial, a continuación, se sirve de estaimagen del Caudillo para seducir a losestadounidenses. En Washington, laimpresión que despierta el estallido dela guerra de Corea (25 de junio de1950) hace que las últimas reticenciassobre España se desvanezcan.Enseguida, el Congreso vota a favor deconcederle a Madrid un primer créditode 62,5 millones de dólares y, el 4 denoviembre de 1950, la ONU adopta unaresolución que prevé la reintegración deEspaña en las institucionesinternacionales.

Cuando Franco se entendía conEisenhower (1952-1959)

En noviembre de 1952, el acceso deEisenhower (1890-1969) a lapresidencia de los Estados Unidosacelera la rehabilitación de la Españafranquista. Como jefe supremo de lasfuerzas aliadas, durante la SegundaGuerra Mundial, el estadounidense tuvola ocasión de convencerse de laimportancia estratégica de España en elpulso que mantuvo contra los soviéticos.

Nada más entrar en el Despacho Oval dela Casa Blanca, el presidenteestadounidense reactiva los protocolos

de acuerdo esbozados en 1948 para lacesión al país de bases militareshispánicas. En agosto de 1953, el propioFranco toma el control de lasnegociaciones con los embajadoresestadounidenses a través de sutestaferro, el teniente general Juan Vigón(1880-1955). Sus interlocutores lopresionan para que el acuerdo seconcluya, y Franco tiene que resolversea firmar un triple acuerdo que prevé lacesión de las bases de Torreón (cerca deMadrid), de Zaragoza, de Morón y deRota (base naval cerca de Cádiz) pordiez años renovables. Para un hombrecomo Franco, los términos delacercamiento hispano-estadounidense

significan abandonar una parte de susoberanía y exponer a su país a lasrepresalias de Moscú, sin la garantía deque los Estados Unidos intervengan si esnecesario. Sin embargo, no parece quelos soviéticos puedan atacar laintegridad del bando occidental sin quelos estadounidenses respondan.

A finales de 1953, se puede considerarque el dictador ha alcanzadoparcialmente el objetivo que se habíamarcado. Desde el estallido de laoposición contra su país en 1946, haconsolidado las bases de su régimenmediante una fuerte represión contra losguerrilleros comunistas y una

reestructuración —aparente— de suGobierno, acorde con las sensibilidadesconservadoras de los británicos y de losestadounidenses. El 21 de diciembre de1959, el apretón de manos entre Francoy Eisenhower en Madrid no es más queotra artimaña publicitaria orquestadapor la Falange para tranquilizar a losespañoles y hacerles olvidar que Españano juega en la misma categoría que losEstados Unidos. El 15 de diciembre de1955, Franco logra su objetivo:rehabilitado por la ONU, ya puede hacerprosperar a su dictadura con elbeneplácito de la comunidadinternacional.

La España franquista enel momento del NewDeal (1955-1965)

Franco frente a la miseria (1955-1956)

En 1955, en sus sesenta, Franco está enplena forma y se muestra convencido dehaber hecho madurar su régimen y deque el modelo autárquico, heredado delos años de aislamiento del país, bastarápara mantener la paz social. Sinembargo, aunque no se puede discutir suhabilidad para gestionar el Estadoespañol, no está preparado para orientarel desarrollo económico de una nación

arruinada por una guerra civil y otramundial.

Desde finales de la Guerra Civil, elCaudillo se enfrenta a una situación deescasez que no le es familiar, ya que estáacostumbrado a disponer de abundantesrecursos alimentarios gracias a loscampos de trigo de Castilla y a lascostas de Galicia. El Caudillo, aunquees nuevo en la materia, se decanta deforma natural por un modelo económicoantiliberal, que parece que durante untiempo conjugará sus aspiraciones decontrol absoluto con el estadocatastrófico del comercio internacionalen 1940.

A Franco le preocupan mucho losproblemas sociales por lo que, con laayuda de su ministro de Trabajo JoséAntonio Girón (1911-1995), elabora unalegislación social que funda la seguridaddel empleo y reprime el derecho dehuelga como una traición a la riqueza deEspaña.

En 1956, los viajes del dictador al nortey noroeste del país para inaugurar lasempresas públicas del INI (InstitutoNacional de Industria creado en 1941),como el plan de irrigación de Badajoz,bastan para convencerlo de que es elhombre indicado para su puesto, quetriunfa donde los republicanos

fracasaron, y distribuye con abundancianuevas parcelas de tierras y viviendas alos campesinos de Extremadura cuyossuburbios, según dice, son «unavergüenza y […] ha[y] que extirparlos»(Bennassar 1996, 177).

Sin embargo, la situación no es tanidílica como Franco finge verla, nimucho menos. En 1950, el PIB todavíano ha alcanzado sus niveles de 1935.Las obras que emprende el Estado noson rentables y los salarios de lostrabajadores, obligados a responder alas demandas del régimen parasobrevivir, siguen tan bajos como antes,a pesar de un trabajo intenso y de los

días perdidos en las huelgas. Estadiferencia creciente de un salario percapita entre los más débiles de Europadespués de Portugal y una inflación malcontenida son solamente una parte de losnumerosos elementos que sustentan ladebilidad del régimen franquista ypreparan, de forma lenta pero segura, laapertura de la sociedad española haciauna mayor modernidad.

En 1951 se produce una huelga blancaen Barcelona y Madrid para protestarcontra el precio de los billetes detranvía, iniciada por los sindicatossocialistas. Su impacto empuja alCaudillo a reconsiderar las bases

políticas y económicas de su régimen.Tras la reestructuración ministerial de1951, gana un poco de tiempoencargándole a Carrero Blanco quefrene a la Falange y que consolide laposición de la Iglesia católica comopiedra angular de la dictadura. Almismo tiempo, se produce un abandonoprogresivo de la autarquía y en 1953 elsueldo por cabeza alcanza su nivel deantes de la Guerra Civil gracias a laapertura de créditos a las empresasextranjeras acordados por el ministro deComercio Manuel Arburúa (1902-1981). Mientras tanto, la ausenciatotal de contrapoderes capaces dereemplazar las opiniones contrarias al

régimen hace que Franco se encuentre enuna olla a presión a punto de explotar.

La huelga universitaria de 1956

En 1956, Franco está desbordado porprimera vez desde hace tiempo: pareceque esté en el ojo de un huracán en elque se suceden los acontecimientos. Elaño empieza con la revueltauniversitaria de febrero en Madrid.Algunos jóvenes procedentes de las filasde una Falange frustrada y que soportancada vez menos el peso de la moralimpuesta por los católicos aprovechanlos intentos de liberalización de laenseñanza lanzados por Joaquín Ruiz-

Jiménez (1913-2009) en 1951 parareavivar la oposición en el entornouniversitario. Este, preocupado poranticiparse a las reclamaciones de losestudiantes, desafía a la dictadurarehabilitando a algunos profesoresrepublicanos y organizando actividadesculturales como homenajes al filósofoOrtega y Gasset.

Esta experiencia de liberalizacióninédita contribuye a infundirpreocupaciones a los estudiantes, que sevuelven conscientes de que el horizontemental y cultural que propone elfranquismo es muy limitado. Poco apoco, se forman grupúsculos disidentes.

La oposición, además de contar conmilitantes comunistas, seduce a jóvenesno politizados que aspiran a expresarsus reivindicaciones fuera de loscanales de la dictadura.

El primer cambio tiene lugar en 1955.Tras la visita a Gibraltar de la reinaIsabel II (nacida en 1926) en 1954, elsindicato decide organizar unamanifestación masiva que creía sinriesgo con el objetivo de demostrar suinfluencia sobre los estudiantes,movilizándolos alrededor de una viejareivindicación nacional: reclamar queGibraltar vuelva a pasar a manosespañolas. La concentración acaba con

altercados entre la Guardia Civil y losestudiantes.

Sin embargo, la verdadera ruptura tienelugar el 9 de febrero de 1956, cuandolos socialistas madrileños resucitan a laASU (Asociación SocialistaUniversitaria) con ocasión de un partidode fútbol muy disputado. Durante laprimavera, varios estudiantes —socialistas y tránsfugas de la Falange—colaboran, bajo la dirección del escritorJorge Semprún (1923-2011), en laredacción de un Manifiesto de los hijosde los vencedores y de los vencidos,que hace un llamamiento a una huelga de48 horas y a la redacción de una

declaración de los derechos humanos.Publicado el 1 de abril de 1956 enperiódicos internacionales como LeMonde, el eco del llamamiento dentro yfuera de las paredes de la Universidadde Madrid es un serio revés para Francoy firma el final de la experiencia deapertura de Jiménez.

El Caudillo ignora la agitación de losestudiantes y muestra así sus límites. Noentiende que este levantamiento marca laprimera fractura importante entre losdirigentes de su dictadura. Su únicarespuesta consiste en declarar el estadode excepción por primera vez despuésde la Guerra Civil. Muchos estudiantes

son detenidos y llevados a la cárcel deCarabanchel, en la periferia de Madrid.Entre los cabecillas de la huelgadestacan Ramón Tamames, el poetaDionisio Ridruejo (1912-1975) —antiguo combatiente de la División Azulen Rusia— y Laín Entralgo (1908-2001), presidente de laUniversidad de Madrid y falangistaseducido por el reformismo. Este grupode detenidos políticos (los únicos de laépoca) reúne a dirigentes de la dictaduray a una nueva generación de españolesque se posiciona contra un mundo enblanco y negro procedente de una guerracivil que ahora ya queda lejos.

La reorganización ministerial de 1957

La protesta estudiantil no es el únicoproblema al que Franco debeenfrentarse: hasta el momento, haconseguido mantener el equilibrio entresus ministros procedentes de la Falangey Alberto Martín-Artajo, José AntonioGirón y Joaquín Ruiz-Jiménez, desensibilidad democristiana. Sinembargo, la política de apertura queestos últimos preconizan pone en peligroal régimen. Además de la indignaciónprovocada por la experiencia deliberalización de Jiménez, las malascosechas de 1954 y 1955 no permitenabsorber los aumentos salariales

impuestos por el ministro de Trabajo,Antonio Girón, a riesgo de perder elapoyo a la dictadura de las masasobreras y rurales. Además, la obsesiónde José Luis Arrese (1905-1986) dereforzar el papel central de la Falange,en favor de una nueva ley fundamental,acaba llevándola a un impase social,económico e institucional.

Entonces, Carrero Blanco le revela lasolución al Caudillo: se trata dedespolitizar la administración confiandosu gestión a hombres que no procedan nide la Falange ni de la Acción Católica yque estén dotados de seriascompetencias técnicas. La crisis de

1956 desemboca en una importantereorganización ministerial que favorecea una nueva generación de políticos conuna sólida preparación en materia deeconomía y derecho. Carrero Blancoincluso pretende integrar por lo menos ados ministros miembros del Opus Dei:un hábil cálculo que desplazadefinitivamente los elementosidentitarios de la dictadura hacia losfundamentos nacionalcatólicos.

Tras asegurarse de que los españolesobedecerán los principios delMovimiento y la doctrina de la Iglesiacatólica, los tecnócratas puedencentrarse en la liberalización de la

economía con la implementación delplan de estabilización que pondrá fin alperiodo de autarquía en 1959. Con ella,la dictadura se desprende de sus últimasreminiscencias fascistas y abre un nuevoperiodo de su historia: el desarrollismo,que sustituirá la legitimidad de Francocomo vencedor de la Guerra Civil poruna legitimidad de ejercicio, comoartífice de la prosperidad económica deEspaña.

Una lenta retirada (1959-1970)

Un milagro económico conconsecuencias paradójicas

En 1957, la entrada de los tecnócratasen los asuntos gubernamentales marca uncambio de rumbo para Franco. Laspruebas a las que se enfrenta durante losaños cincuenta perjudican su prestigiode hombre de Estado. Tras haberse vistoobligado a dejar que el Marruecosespañol obtuviera la independencia, suineptitud a la hora de responder a laspeticiones de apertura de la nuevageneración termina por convencerlo deque prepare su traspaso de poderes.

El dictador confía el destino de surégimen a una nueva generación depolíticos cuyas figuras destacadas son elministro de Economía Mariano NavarroRubio (1913-2001), el ministro deComercio Alberto Ullastres (1914-2001) y el asistente de CarreroBlanco en el Ministerio de laPresidencia Laureano López Rodó (1920-2000). Estos hombres, formadosen las filas del Opus Dei, aúnan susesfuerzos para racionalizar al Estado yreducir su intervención en la economía,en beneficio del sector privado. Laestrategia gubernamental consiste enhacer olvidar la falta de legitimidaddemocrática del régimen alimentando la

ilusión de la gente de que la libertadcomienza con 800 dólares en el bolsilloal año por cada ciudadano.

En 1959, el Gobierno promueve un plande estabilización que procede de lafilosofía neoliberal y de la planificaciónestatal. Los ministros dejan un ampliomargen de inversión a las empresasprivadas y solamente reservan la ayudadel Estado a grandes obras para eldesarrollo industrial y agrícola del país.Tras un tiempo de recesión, elcrecimiento termina alcanzando el 7 %cada año, una tasa únicamente igualadapor Japón en 1962.

El mayor reto de los gobiernos deexpertos —que en los años sesenta sevan sucediendo— es volver a ganarse laaceptación de las masas en una sociedadtrastornada. En pocos años, España seha transformado en un paísindustrializado y urbanizado. En 1960,la creación de nuevos centrosindustriales diversifica la producción,concentrada hasta ese momentosolamente en las cuencas de Cataluña ydel País Vasco, y estimula el éxodo ruralhacia ciudades medianas comoValladolid o Zaragoza. Sin embargo,aunque el sector industrial emplea al 32% de la población (frente a solamente el24 % en 1930), el crecimiento no es lo

suficientemente fuerte para absorber lademanda de esta gente que abandona deforma masiva la agricultura. En uncontexto en el que los sueldos sondemasiado bajos y los sindicatostodavía están prohibidos, miles decampesinos emigran hacia países máscompetitivos como Francia y Alemania.

Por otro lado, la integración de Españaen el FMI (Fondo MonetarioInternacional) permite atraer a losturistas europeos. El ministro deInformación Manuel Fraga (1922-2012)lanza una vasta campaña de promociónturística a través del eslogan «Spain isdifferent» («España es diferente»), con

el objetivo de recapitalizar la economía.Algunas ciudades balnearias comoBenidorm se reconstruyen alrededor deparques de hoteles de lujo para que elpaís revista una imagen paradisíaca.

El flujo de divisas extranjeras apoya uncrecimiento con consecuenciasparadójicas. Gracias al auge del sectorterciario, las clases medias sediversifican y empiezan a acceder a lospréstamos inmobiliarios y a los bienesde consumo. El acceso a la vivienda, ala televisión (el 1 % de los hogares en1960) y sobre todo la posesión de unFiat 600 (seis coches por cada milhabitantes en 1958) pasan a ser

símbolos de éxito social. Aunque el plande estabilización tiene un efectosubversivo, el crecimiento que provocatambién genera consenso.

Las diferencias entre un régimendesconfiado y la aspiración de losespañoles a vivir de forma normal cadavez se vuelven más importantes. Sinembargo, Franco logra preservar elapolitismo de las clases medias graciasa su disposición a ofrecer pan y circo alpueblo. Durante la primera mitad de losaños sesenta, el viejo dictador acumulatodavía algunas victorias como laapertura oficial de las negociacionescon la CEE (Comunidad Económica

Europea) en 1962. No obstante, Francose vuelve consciente, poco a poco, deque la tendencia de la burguesía a eludirlas prohibiciones conducirá a la rupturade su dictadura.

Aguantar y asegurar el futuro

A pesar de su avanzada edad, en 1965Franco todavía lleva las riendas deEspaña con firmeza. Sin embargo, lapérdida de las referencias y su saludfrágil —sufre de párkinson— lo obligana preparar su traspaso de poderes:delega sus responsabilidades alalmirante Carrero Blanco, que tendráque ejercer de guardián del régimen y

perpetuarlo tras la muerte del Caudillo.En 1967, crea una nueva ley orgánicadestinada a concluir la modernizaciónde la administración franquista, quedescribe a España como una monarquíabasada en los principios delMovimiento Nacional. La ley tambiénratifica la pérdida de influencia de lacoalición franquista y de la Iglesia,confiando la gestión de sectores clavecomo la enseñanza a funcionarios. Lajusticia ya no está controlada por losconsejos militares, sustituidos en 1963por tribunales civiles. Aunque Blancopermite que se realice una tímidareforma democrática estableciendoasociaciones que emanan de la sociedad

civil, estos espacios de «libertad»siguen dependiendo del control de laadministración oficial.

No obstante, los ministros se preocupanporque Franco entra en declive sin haberdesignado a un sucesor. Algunosdefienden la candidatura del príncipeJuan Carlos que, desde su llegada deSuiza en 1948, ha seguido la trayectoriaque se le había marcado: instruido pormentores del Movimiento Nacional, en1960 entra en la Universidad de Madrid,y en 1962 se da a conocer al mundo, consu boda con la princesa Sofía de Grecia(nacida en 1938). En 1968, nace elprimer hijo del matrimonio: el infante

Felipe. La mayoría de edad del príncipey el nacimiento de su heredero hacenque Franco tenga que pronunciarse a sufavor rápidamente.

En 1969, Juan Carlos es designadocomo sucesor del Caudillo «a título derey». No se ha previsto que la forma degobierno sea una monarquíaparlamentaria, pero Torcuato FernándezMiranda (1915-1980), preceptor delfuturo rey, lo insta a aceptar esa formade régimen, asegurando que la voluntadde los españoles acabará imponiéndose.

Nuevas resistencias

La designación de Juan Carlos, sinembargo, marca un poco más la fracturaen el seno de la dictadura entretradicionalistas y progresistas. Frente ala facción de Carrero Blanco —quegarantiza la continuidad de lasinstituciones después de la época deFranco—, algunos ministros falangistasabogan en las Cortes por una aperturadel régimen. Uno de ellos es ManuelFraga Iribarne que, además de defenderel desarrollo del turismo, insiste en lanecesidad de instaurar una libertad deexpresión controlada por elMovimiento. En 1966, logra que sesustituya la antigua Ley de Prensa de1938 por un régimen de censura a

posteriori que autoriza a las editorialesa nombrar a sus directores y a publicarsus títulos siempre que respeten la moraly el orden público. Aunque el objetivoconsiste en reforzar la influencia delMovimiento, algunos ministros comoJoaquín Ruiz-Jiménez aprovechan lasituación para fundar su propioperiódico y alimentar una oposición devanguardia.

Las protestas universitarias de 1956solamente representan la parte visibledel cambio que se produce en laoposición antifranquista desde 1951.Además de los comunistas exiliados ydel movimiento obrero, a principios de

los setenta se suman a ella actores queen otro tiempo fueron más próximos aFranco: las clases medias, la burguesíade las regiones periféricas e incluso unaparte de la Iglesia católica. Para estaúltima, el inicio de los años sesentacoincide con un profundocuestionamiento tras la elección delcardenal Roncalli (1881-1963) a laSanta Sede. En cinco años, el papaJuan XXIII logrará afirmar su voluntadde adaptar a la Iglesia a una sociedad envías de secularización, mediante lapublicación de la encíclica Pacem inTerris y la convocatoria del ConcilioVaticano II. En España, estosacontecimientos tienen un efecto

devastador: Franco es desvirtuado porel papa, la única autoridad a la querespeta.

La encíclica Pacem in Terris revelaclaramente la ausencia de derechosfundamentales en España. El Gobierno,obligado a revisar la ley fundamental,aprueba en 1967 una ley de libertadreligiosa impulsada por FernandoCastiella (1907-1976), el ministro deAsuntos Exteriores del momento. Sinembargo, este acto sentencia la rupturaentre el Estado franquista y una parte dela jerarquía de la Iglesia española,puesto que el joven clero prefiereceñirse a la doctrina del Concilio

Vaticano II. Los conflictos con lasautoridades civiles se multiplican: enmarzo de 1966, en Barcelona algunoscuras conceden asilo a estudiantes paraque funden un sindicato libre, en lo quese conoce como el asunto del conventode los capuchinos de Sarrià o laCapuchinada. Además, en mayo delmismo año, 80 curas se manifiestan afavor de la encíclica. No obstante, elapoyo del clero local al separatismovasco constituye la mayor afrenta para elCaudillo. En agosto de 1968, el obispode San Sebastián, monseñorBereciartúa, llegará incluso a publicaruna carta pastoral muy severa con elrégimen, tan solo algunos días después

de los dos primeros atentadosperpetrados por ETA (organizaciónterrorista vasca).

Para Franco, esta alianza entre la Iglesiay el comunismo sella la sentencia demuerte del régimen. La influencia de lostecnócratas se hunde ante la ausencia deuna ideología que justifique la dictadura.En 1969, los progresistas explotan suéxito para llevar a cabo un ataquefrontal contra el partido de CarreroBlanco. El 23 de julio de ese mismoaño, la denuncia del escándalo político-financiero de la fábrica textil MATESAsaca a la luz la corrupción del Gobiernoy conlleva la caída de algunos ministros,

tras lo cual se produce un vacío políticoque los partidos católicos extraoficialesaprovecharán para preparar la transicióncomo si el tiempo de Franco ya hubierapasado.

La agonía del Caudillo (1970-1975)

Tiempo de incertidumbres

En los últimos días de su vida, elCaudillo es una autoridad tutelar. Supresencia y su arbitraje sirven a menudode salvaguardia al almirante Blanco

para evitar la desintegración del núcleoduro del régimen, que se produce sobretodo a finales de 1970, mientras losactivistas vascos de ETA intensifican elritmo de sus atentados paradesestabilizar a la dictadura.

En diciembre de ese mismo año, elGobierno de Blanco decide llevar antela justicia a 16 activistas de laorganización revolucionaria acusados dehaber asesinado a un policía en 1968,juzgados en un proceso público enBurgos. Sin embargo, con estemovimiento el Gobierno comete unerror, ya que coloca a la oposición en unlugar privilegiado para demostrar que el

régimen sigue siendo igual de represivoque antes, y que está igual de corroído—incluso dentro del Ejército— por unambiente nocivo debido al final de etapadel dictador. Al final, seis de losactivistas son condenados a muerte,nueve a cadena perpetua y uno esabsuelto, pero Franco intervendrá enpersona para conmutar las penas, con elobjetivo de evitar un escándalo a nivelinternacional. No obstante, este procesopone al descubierto las luchas de lasfacciones políticas para hacerse con laherencia del Caudillo.

El abandono del poder

Aunque a menudo se le ve dar cabezadasen el Consejo de Ministros, Francosigue empleando su autoridad de vez encuando en las disputas de poder. En1973, decide disociar las funciones dejefe del Estado y de jefe de Gobiernonombrando a Carrero Blanco presidentedel Gobierno por un mandato de cincoaños. Así, al colocar al lado del futuromonarca al hombre más indicado paragarantizar el respeto de las leyesfundamentales del régimen, Franco creeque su sucesión está lista. Con unGobierno que cuenta con cinco ministrosde la Falange y cuatro técnicoscatólicos, espera que este nuevo equipo

consiga asegurar su continuidad tras sudesaparición.

No obstante, Carrero Blanco tendrá muypoco tiempo para poner en marcha suprograma, ya que morirá el 22 dediciembre de 1973 en un atentado. Esedía, una explosión sorprende a losobreros que trabajan en el patio de laiglesia de San Francisco de Borja.Presos por el pánico, en un primermomento creen que se trata de un escapede gas, pero pronto se dan cuenta de quese trata de un atentado bomba, ya que uncoche se estrella contra el tejado delpatio. Durante la tarde, los activistas deETA reivindican el éxito de la

Operación Ogro y se congratulan porhaber eliminado el último pilar quemantenía en pie la dictadura franquista.El escenario de la sucesión se vecomprometido y la imagen patética deFranco rompiendo a llorar en el funeraldel almirante demuestra hasta qué puntola pérdida de su fiel colaborador es unduro golpe para él.

Un final de régimen interminable

La desaparición de Carrero Blanco dejaa los tecnócratas sin protector. Susucesor será ni más ni menos que CarlosArias Navarro (1908-1989), ministrodel Interior y antiguo responsable de

seguridad del almirante. Esta eleccióndemuestra la degradación de Franco y lacreciente influencia de su clan familiar,que teme perder todo el crédito cuandoFranco fallezca y aprovecha la muertede Blanco para recuperar el control yrecopilar todos los elementos hostiles ala evolución del régimen. Con estaperspectiva, Arias Navarro, antiguopolicía durante la Guerra Civil, ofrecetodas las garantías para hacer limpiezaen las filas del Gobierno y neutralizar,en el momento fatídico, al sucesordesignado.

El 4 de enero de 1974, Navarro formaun Gobierno que revela el desgaste de la

élite franquista. Su equipo, formado portécnicos apolíticos, recupera laautoridad del Caudillo y aplica una línearepresiva muy estricta, excluyendo a lasfiguras más progresistas como ManuelFraga Iribarne. Sin embargo, algunosministros se alían con el partidoreformista. Entre ellos, destacan elministro del Interior José GarcíaHernández (nacido en 1915) y elsecretario de la administracióneconómica Antonio Carro Martínez(nacido en 1923), próximos a JuanCarlos. Ambos se erigen comoinstigadores de una política de aperturaque Arias Navarro intenta recuperardurante un discurso que pronuncia ante

las Cortes el 12 de febrero de 1974 yque, conducido por Antonio Carro, trazauna línea central que busca la exclusiónde los extremistas, de los franquistas yde los demócratas, así como lareunificación de la élite políticaalrededor de la preservación de laherencia de Franco y la promesa de unaapertura más generosa. Sin embargo, laincapacidad del policía para acabar consus actitudes autoritarias acaba con elesfuerzo en su fase inicial.

Asimismo, Navarro sufre lasintimidaciones de la familia de Francoque, con la esperanza de fundar supropia estirpe, mueve sus fichas. En

1972, la nieta del Caudillo se une enmatrimonio con Alfonso de Borbón (1939-1989), primo hermano del futurorey Juan Carlos. Con esta alianza, lafamilia de Franco espera desacreditar alsucesor designado. Sin embargo, elCaudillo todavía no está tan débil comopara ceder a la ambición de los suyos defundar una dinastía, ni para dejar queArias Navarro lleve las riendas sinimponerle sus visiones con firmeza.Presionado por su entorno, Francovuelve a ejercer sus funciones el 2 deseptiembre de 1974, tras una suplenciade Juan Carlos. Sin embargo, no puedeengañar a nadie: físicamente está muydébil.

El 13 de septiembre, un nuevo atentadode ETA contra la Dirección General deSeguridad en Madrid deja 12 muertos ycomporta un nuevo fracaso delGobierno. La vieja guardia falangista,agrupada en el partido de extremaderecha Fuerza Nueva, considera queArias Navarro se ha debilitado, a pesarde su dureza de antaño, mientras que loselementos más moderados de su equiposon destituidos o dimiten unos tras otros.Esta desbandada general refleja el climade un final de régimen interminable.

Los acontecimientos de otoño de 1975arrojan luz sobre el final de latrayectoria del dictador. En septiembre,

el Consejo de Ministros dicta penascapitales contra tres militantes delFRAP (Frente RevolucionarioAntifascista y Patriota) y dos de ETA,tras un segundo proceso llevado a caboen Burgos. Esta dureza se puedeexplicar por la multiplicación de losatentados. Sin embargo, aunque laopinión internacional tolere ciertascosas de otros países, no puedemostrarse tan transigente con la Españafranquista. Pero ni los llamamientos dePablo VI (1897-1978) ni las violentasmanifestaciones organizadas contra lasembajadas españolas en el extranjeropueden detener a una dictadura quecamina hacia su perdición. El 1 de

octubre de 1975 en la plaza de Orientede Madrid la última manifestación enapoyo del régimen ofrece el espectáculode una farsa ante un Generalísimo senil.

Dos semanas después, el Caudillopadece un infarto. Entonces, Juan Carlosde Borbón tiene que ejercer el papel dejefe de Estado, y se ve inmerso en elcentro de una grave crisis militar conMarruecos por el Sáhara Occidental.Como nuevo jefe del Ejército, viaja a ElAaiún, ya que el rey de MarruecosHassan II (1929-1999) ha organizado laMarcha Verde para aplastar la revueltasaharaui y para anexionar los territoriosespañoles que quedan en Marruecos, y

quiere asegurarse de que no terminaconvirtiéndose en un enfrentamiento conlas unidades basadas en la región de Ifniy del Seguiet, que están bajo controlespañol.

Mientras tanto, los españoles intentandeducir cómo evoluciona la salud delCaudillo a través de los comunicadosque dan falsas esperanzas. La realidades bien distinta: edema pulmonar,hemorragias recurrentes, bloqueo de losriñones… En el Pardo, sus fielesintentan retrasar los acontecimientos: siel Caudillo vive hasta el 26 denoviembre, se le podrá arrebatar larenovación de los dignatarios en los

puestos clave de las Cortes, así comobloquear todas las decisiones quepodrían tomar el rey y sus asesores yque comprometerían la continuidad delrégimen. Sin embargo, es pedirdemasiado: a sus 83 años, Franco ya nopuede más y su familia pide que se ledeje morir en paz. Fallece al alba del 20de noviembre de 1975, y sudesaparición marca el fin de ladictadura más larga del siglo XX.

POSTERIDADDEL RÉGIMENFRANQUISTA

Una transicióndemocrática en tensión (1975-1982)

Un principio de democratizaciónincierto (1975-1976)

Poco después de la muerte del Caudillo,los democristianos, los socialistas y loscomunistas se unen en una plataforma decoordinación democrática y reclaman larehabilitación de los presos políticos, lasupresión de las jurisdiccionesespeciales y la restitución delpatrimonio expoliado a lasorganizaciones políticas y sindicalesprohibidas por la dictadura. Todostemen que el Ejército repita el golpe de1939. Para calmar los ánimos, laspersonalidades más reformistas delAntiguo Régimen toman las riendas de lasituación y hacen participar a losdignatarios del Ejército en la prestaciónde juramento de Juan Carlos ante las

Cortes, el 22 de noviembre de 1975. Alhacerlo, tranquilizan a los fieles deFranco, al tiempo que garantizan elacceso al trono del príncipe Borbón.

Los primeros gestos del nuevo rey sonsimbólicos. El 25 de noviembre, paramarcar el inicio de su reinado, promulgaun indulto que permite que 9000 presosse beneficien de una reducción de lacondena. Sin embargo, estas señales deapertura dirigidas a la sociedad civil nobastan para esconder las tensiones entrelos progresistas agrupados en torno aJuan Carlos y el núcleo duro de losfieles al Caudillo. El 12 de diciembresiguiente, por prudencia, el soberano

vuelve a colocar a Arias Navarro a lacabeza de su Gobierno, pero el clima deviolencia —alimentado, entre otros, porlos partidos de extrema derecha—amenaza con sumergir al país en unanueva guerra civil. Para Juan Carlos,hay que negociar urgentemente con lospartidos de la oposición moderada paraque España vaya por el camino de lareconciliación nacional.

Hacia la disolución de las institucionesfranquistas (1976-1977)

A partir de mayo de 1976, la éliteprogresista, que constituye la mayoríadel Gobierno, se implica de forma

prudente en el desmantelamiento de ladictadura. Tras los violentosenfrentamientos callejeros enMontejurra (País Vasco) que dejan tresmuertos y un centenar de heridos, lasCortes, alarmadas, aprueban dosproyectos de ley que autorizan lalibertad de asociación y que no le gustannada a Arias Navarro, que presenta sudimisión ante el rey el 1 de julio. Ahora,Juan Carlos puede hablar de negocioscon Adolfo Suárez (1932-2014), undirigente procedente del MovimientoNacional que comparte susconcepciones democráticas y que, a sus43 años, es poco conocido. Alprincipio, la oposición democrática lo

recibe con frialdad. Sin embargo, apartir del 6 de julio, Suárez anuncia lainstauración de un Gobierno católicodesde cuyo mando tiene la intención derealizar reformas. Su primer movimientoconsiste en conceder la amnistía a cercade 300 presos políticos. A continuación,el Gobierno negocia con los partidariosde Franco para convencerlos de que elrégimen dictatorial sin el Caudillo no esviable. La Ley para la Reforma Política,prevista por el mismo dictador, firma ladisolución de las Cortes franquistas afavor de unas elecciones por sufragiouniversal que se prevén para junio de1977.

Así pues, lo único que falta por hacer esrehabilitar a los partidos políticos. Sinembargo, se presenta un problemacomplicado: la legalización del PartidoComunista, principal adversario de ladictadura desde la Guerra Civil. Suárez,en una situación de equilibrio delicado,promete que los comunistas estaránexcluidos del espacio democrático enconstrucción, pero la situación no dejade ser difícil. Mientras que se autorizaal PSOE a celebrar su primer congresoen diciembre de 1976, la policía no sabequé actitud tiene que adoptar paragestionar el retorno a España de lospartidarios comunistas. El PartidoComunista no se volverá a integrar en la

vida política hasta abril de 1977,después de haber renunciado a laRepública, de haberle jurado fidelidadal rey y de haberse mantenido al margende la violencia de los partidosextremistas de izquierdas y de derechas.Tras esta rehabilitación, el Gobiernoadopta una serie de leyes con el objetivode ampliar las libertades y de aislar alos extremistas. El sindicato único y elMovimiento Nacional sondesmantelados, mientras que entrenoviembre de 1976 y junio de 1977entran el escenario político 200 nuevospartidos. Algunos generales dimitencuando se enteran del restablecimientode los sindicatos, mientras que los

grupúsculos militares (FET-JONS,Federación de Antiguos Combatientes yFuerza Nueva) continúan desfilando porlas calles alzando los símbolosfranquistas. Sin embargo, estasdemostraciones de fuerza no doblegaránla voluntad del primer ministro de llevarel proceso democrático a buen puerto.

El 15 de junio de 1977 se celebran lasprimeras elecciones libres después delas de febrero de 1936. Ese día, más de200 formaciones políticas se disputan elfavor de los electores en medio de laeuforia. El partido ganador, con el 34 %de los votos, será la UCD (Unión deCentro Democrático), y el PSOE le

pisará los talones con el 29 % de losvotos, consolidándose como principalpartido de la oposición. En los partidosmoderados, el PCE obtiene un 9 % delos votos y la Alianza Popular, un 8 %.El fracaso de esta última formación,dirigida por Manuel Fraga Iribarne,demuestra el desgaste de los nostálgicosdel régimen franquista. Los extremistasdesacreditados, Juan Carlos de Borbóny Adolfo Suárez han demostrado sucapacidad para instalar pacíficamente lademocracia. El 14 de mayo de 1977,Don Juan finalmente renuncia a susderechos dinásticos a favor de su hijo.Justo después de estas primeraselecciones triunfantes, el nuevo

Parlamento constituyente puedefinalmente ponerse a trabajar.

La autonomía de las regiones y laConstitución de 1978 (1977-1978)

El Parlamento, con el objetivo deconsolidar su consenso, adopta porunanimidad la Ley de Amnistía del 15de octubre de 1977. Sin embargo, es unaley de doble filo, ya que rehabilita atodas las víctimas de la dictadura con lacondición de que los responsables delos abusos cometidos bajo el régimenfranquista obtengan también laimpunidad. Al querer empezar de cero,los nuevos dirigentes esperan poder

reformar el país en una relativa pazsocial, pero sus acciones reprimen losdeseos de justicia de la oposición yhacen que la frustración de la oposiciónextremista aumente.

A continuación, el primer ministro secentra en la política económica. Enoctubre de 1977, cierra un acuerdo conla oposición parlamentaria en laMoncloa en virtud del cual lossindicatos acceden a aparcar susreivindicaciones e incluso aceptanalgunas medidas draconianas, como lacongelación de los salarios, a cambio degarantías sobre la reforma política. Sinembargo, esto no es suficiente para

volver a levantar el país: para que laeconomía mejore, España necesitaentrar en la Unión Europea. Su rey es unembajador ideal para tal efecto y, enoctubre de 1976, lo recibe el presidentefrancés Valéry Giscard d’Estaing(nacido en 1926), que apoyaabiertamente la candidatura de adhesiónde España a la CEE.

Finalmente, para acabar de estabilizar aEspaña, los reformadores consideranimportante satisfacer las aspiraciones deautonomía de las regiones, a la vez paraapaciguar la violencia de ETA y paraconseguir el apoyo de los nacionalistasvascos y catalanes, necesario para que

la Constitución obtenga la mayoríaabsoluta en el Parlamento. Enseptiembre de 1977, el Gobiernorestablece la Generalidad de Cataluña y,en enero de 1978, el Consejo GeneralVasco, encargado de otorgarle un nuevoestatuto regional.

El Parlamento, que ya ha descartadotodas las posibilidades de inestabilidad,puede dedicarse ahora a redactar laConstitución. Se crea una comisiónespecífica formada por siete diputadosque representan a todos los partidosdemocráticos (tres para la UCD y ungrupo parlamentario PSOE, AP, PCE yCIU). El texto final, aprobado el 31 de

octubre de 1978 en sesión plenaria,muestra la voluntad de los constituyentesa conformarse ante el modelo de lademocracia occidental, y defineclaramente el campo de acción de lostres poderes al tiempo que reafirma laautonomía de las regiones. El 6 dediciembre de 1978, se aprueba porreferéndum con una mayoría aplastante(el 88 % de los votos). Sin embargo, enel País Vasco, más del 55 % de losvotantes rechazan el estatuto deautonomía, ya que lo consideraninsuficiente.

La entrada en vigor de la Constituciónconcluye de forma oficial la transición

en España. El reto ahora consiste endejar que la democracia recupere susderechos y en adaptar las mentalidadesal funcionamiento de las nuevasinstituciones.

Consolidar la democracia (1979-1981)

Adolfo Suárez llama de nuevo a lasurnas a los españoles para instituir elParlamento y los consejos municipalesen marzo de 1979. Sin embargo, larelación de fuerzas no cambiademasiado: la UCD sigue obteniendo lamayoría (con un 35 % de los votos),aunque el PSOE (con un 30 %) y el PCE(con un 11 %) mejoran su resultado tanto

a nivel nacional como municipal. Así,Adolfo Suárez se mantiene a la cabezade un Gobierno que deja un ampliomargen a los nacionalistas catalanes (7diputados) y vascos (8 diputados) peroal que sigue muy de cerca una oposiciónde extrema derecha liderada por elpartido Fuerza Nueva.

La implementación del estatuto deautonomía regional se impone como unaurgencia en la agenda de la legislatura.Los gallegos, los catalanes y los vascos—cuyas autonomías fueron reconocidaspor la Segunda República— son losprimeros que lo obtienen. Las otrasregiones se someten a un protocolo más

lento que pretende habilitarles unaautonomía limitada, algo que no gustanada a los andaluces, que deseanobtener las mismas libertades queCataluña y el País Vasco.

La institucionalización compleja de losEstados regionales contribuye a la crisisque amenaza la legitimidad de la jovendemocracia entre 1979 y 1981. Despuésde la euforia de los meses que siguierona la desaparición de Franco, losespañoles están desanimados: el caminohacia la reconstrucción es más complejode lo que parece. En 1980 se lleva acabo una encuesta en la que un tercio delos españoles que responden considera

que la situación empeora tras la muertedel Caudillo. La crisis petrolera de1979 ensombrece todavía más elpanorama, al provocar un aumento delos precios y frenar el crecimientoeconómico de 1980 y de 1981.

Suárez, tras haber llevado a cabo latransición de forma ejemplar, declara elfin de la tregua de los partidos enbeneficio de la normalización política.Sin embargo, agotado por más de tresaños de negociaciones y por lasrivalidades en la UCD, es incapaz deadministrar de forma eficaz lademocracia que ha contribuido a

construir, por lo que presenta sudimisión al rey el 29 de enero de 1981.

Juan Carlos al rescate de lademocracia (febrero de 1981-1982)

El Ejército, aunque se haya mantenido almargen del proceso de transición, estáatormentado por el riesgo deseparatismo y los ataques terroristas, delos que es un objetivo primordial. Echade menos la dictadura y no le perdona alprimer ministro que haya legalizado elPartido Comunista. Sin embargo, con laconfiguración política de invierno de1981, los militares tienen una nuevaoportunidad para restaurar la autoridad

del Estado. El 23 de febrero, cuando elParlamento se dispone a votar lainvestidura de Leopoldo Calvo-Sotelo (1928-2008) —el sucesor de Suárez—,de repente irrumpe en el hemiciclo ungrupo de guardias civiles liderados porel teniente coronel Antonio TejeroMolina (nacido en 1932), que afirmanactuar en el nombre del rey. Losgolpistas toman a los diputados y alGobierno como rehenes, mientrasesperan la llegada del general AlfonsoArmada (1920-2013), que tiene quetomar el control de la situación y queTejero piensa que instaurará una nuevadictadura militar. Sin embargo, Armada,antiguo secretario de Juan Carlos, quiere

imponer un gobierno de concentracióncon la ayuda de los socialistas y loscomunistas. Cuando se entera de esto,Tejero no puede creérselo y le niega elacceso a las Cortes en el momentodecisivo. El resto de fuerzas armadas nose suman al movimiento militar, ya queel rey se ha pasado la noche animando alos jefes militares para que se queden ensus cuarteles. Contra todo pronóstico, elsoberano reafirma definitivamente elcrédito de la monarquía parlamentariaen España.

En noviembre de 1975, Juan Carlosdispone de todos los poderes del

Caudillo, que delega a sus jefes deGobierno.

El fantasma de Franco

El cuestionamiento de la herenciafranquista

En 1997, los partidos de izquierdas seunen a los nacionalistas catalanes paracuestionar la política de amnistía. Lasreivindicaciones se materializan sobretodo alrededor del tema de losdesaparecidos de la Guerra Civil. Conel apoyo de algunas familias de losrepublicanos fusilados, Emilio Silva

funda la Asociación para laRecuperación de la Memoria Histórica,y lleva a cabo una serie de acciones quetienen una gran resonancia en España.Además de las campañas de exhumaciónde las fosas comunes de la guerra, en2002 presenta un recurso ante la ONU,con el objetivo de presionar al PartidoPopular, entonces en el poder, que semuestra hostil ante las reprobacioneshacia el franquismo. Como respuesta ala movilización ciudadana, el 20 denoviembre de 2002 la comisión de losdiputados del Congreso condenaoficialmente el golpe del 18 de julio de1936.

La Ley de 2007: un impacto simbólico

En 2004, la inesperada elección de JoséLuis Rodríguez Zapatero (nacido en1960), presidente del PSOE y nieto derepublicano, cobra un impactosimbólico. El Gobierno socialista, quedesea reaccionar ante los ataques delPartido Popular, multiplica los actossimbólicos, como el desmantelamientode la última estatua de Franco enMadrid o la supresión de todas lasreferencias a la dictadura en el espaciopúblico.

Asimismo, el equipo de Zapatero realizauna acción más concreta: elabora una

ley que amplía los derechos de lasvíctimas de la Guerra Civil y de ladictadura. El texto, que se hace eco delas reivindicaciones de los antiguoscombatientes y de sus hijos, dispone:

el reconocimiento de las víctimas yde los colectivos de combatientes;la condena de la dictadura franquistay de la violencia ejercida contra laspersonas;la concesión de la nacionalidadespañola a los exiliados que lahabían perdido, así como a sus hijosy a sus nietos;la atribución de indemnizacioneseconómicas a los huérfanos, los

antiguos presos y los niños de laguerra;la creación del Centro Documentalde la Memoria Histórica (CDMH)en Salamanca y la facilitación delacceso a los archivos;el establecimiento de una ayuda alos proyectos de la memoria a travésde la concesión de becas, una partede las cuales está destinada a lasexhumaciones;la eliminación, finalmente, de losmonumentos y de los emblemas quesolamente exalten a uno de losbandos y que se encuentren en losedificios oficiales del Estado,excepto los que tengan un valor

artístico o artístico-religioso, queestán protegidos por la ley.

El efecto más visible que tiene estapolítica es la reapertura de expedientesde antiguos funcionarios franquistas apartir de 2008, tras la demanda de loscolectivos de víctimas, aunque con ellase infringe la Ley de Amnistía de 1977.Sin embargo, la gran ofensiva contra elbastión franquista se detiene de golpe en2011, cuando la extrema derecha lograobtener la suspensión del magistradoque impulsa el proyecto,aprovechándose de su implicación en unasunto de escuchas telefónicas.

Así, la ley de 2007 no alcanza suobjetivo de satisfacer lasreivindicaciones de las víctimas de ladictadura y pone al día el límite detolerancia que la joven democraciaespañola se niega a superar. Lo máximoque concede es el reconocimiento de losantiguos combatientes republicanos, sinsancionar no obstante la ilegalidad delas decisiones de los tribunalesfranquistas sobre los crímenes políticos.Más de 40 años después de su muerte, elfantasma de Franco parece que sigueamenazando a los españoles, hasta elpunto de disuadirlos de la idea deconcluir el proceso democrático.

EN RESUMEN

La historia de Franco es la de unéxito que era poco probable y quetiene consecuencias trágicas paraEspaña. El general nace en 1892 enel seno de una casta militarhumillada por la pérdida de lasúltimas colonias y al principio suhorizonte se limita a una carrerabanal en el Ejército de Tierra. Tienela idea de restaurar la grandeza deEspaña y, con 20 años, aprovecha laoportunidad que se le presenta eintegra el 8.o Regimiento delEjército de África. Allí, aprende losrudimentos de la guerra y forja sureputación de líder. Cuatro añosdespués, Alfonso XIII ha observadosus hazañas y Franco sube al rango

de general de brigada, aunque losveteranos de las colonias no veaneste hecho con buenos ojos. Sinembargo, acaban aceptándolo.En 1917, es destinado por primeravez a Oviedo, donde descubre lascondiciones de vida de los minerosasturianos durante una huelgasindical. A continuación, participaen el tribunal militar que decide eldestino de los huelguistas y se forjauna consciencia social, aunque sigueconvencido de que el orden dependede la Iglesia y del Ejército.Militar por encima de todo, llevaráel mando del Primer Tercio de laLegión Extranjera, en medio de laguerra del Rif. El futuro Caudillo

infundirá a sus hombres unadevoción hacia España y un odiohacia sus enemigos llevado hasta elfanatismo. Como jefe respetado, sesacrifica y utiliza el clima de crisisnacional para manipular a losmedios de comunicación ypresentarse ante los españoles y lasfuerzas extranjeras como un hombreprovidencial.Tras el desembarco de Alhucemas,se gana el reconocimiento de suscamaradas, renuncia a susambiciones y se pone a ladisposición de la monarquía. Con laesperanza de restaurar la autoridaddel rey en un ejército en desbandadatras el desastre de Annual, el

gobernador de Cataluña, MiguelPrimo de Rivera, le pide que dirijala nueva Academia Militar deZaragoza, destinada a formar acadetes fieles a su dictadura.Sin embargo, la tendencia que tieneAlfonso XIII de apoyarse demasiadoen el Ejército para gobernar haceque se produzca una brecha entre eltrono y las élites. Frente a laoposición —que apela a favor de lainstauración de una república—, elCaudillo elige ser prudente y siguesiéndole fiel a su soberano inclusodespués de que huya en 1931, lo quehará que Manuel Azaña, ministro dela Guerra, desconfíe de Franco ydecida mandarlo a las Baleares.

La debilidad de la izquierdamoderada frente a la radicalizaciónde los partidos nacionales, lavictoria del Frente Popular enfebrero de 1936 y la escalada deviolencia que culmina con elasesinato de José Calvo Sotelodisipan sus dudas: rápidamente, sesuma al golpe militar contra elFrente Popular que ha orquestadoEmilio Mola.Tras la muerte de Sanjurjo, Francose ve proyectado hacia el mando delas operaciones. Se reúne con elEjército de África en Tetuán y cruzael estrecho de Gibraltar, apoyándoseen la ayuda militar de Hitler yMussolini. Sin embargo, el bando de

los gubernamentales logra conservarMadrid y las cuencas industriales deAsturias y de Cataluña. Franco, amarchas forzadas, logra juntarse conlas tropas de Emilio Mola en elnorte, y establece su cuartel generalen Cáceres. Sin embargo, no seimpondrá ninguno de los dos bandosy la contienda se transformará en unaguerra civil.Tras el fracaso del asedio de Madriden noviembre de 1936, laintervención inesperada de Francopara liberar a los cadetes delAlcázar de Toledo hace que seimponga como líder del bandonacional al exterior del país y en elseno de la Junta Nacional. El 21 de

septiembre, Alfredo Kindelán yEmilio Mola le brindan su apoyopara liderar España. Una semanadespués, la Junta lo proclamaGeneralísimo. Gracias a la habilidadde su cuñado Ramón Suñer, Francologra mantener su poder en el tiempoy es consagrado Caudillo.A partir de marzo de 1937, Francodispone de la capacidad deorganizar una intensa ofensiva contraun bando republicano que cada vezestá más débil. A pesar de laresistencia de los gubernamentales,durante la primavera de 1937 losnacionales toman el control de lasprovincias mineras del norte ylogran mantener su presión hasta

noviembre de 1938. En esemomento, los ejércitosgubernamentales de Rojo serepliegan detrás del Ebro y, pocodespués, en marzo de 1939, caeBarcelona. Finalmente, se producela dimisión del presidente Azaña yde Negrín. Inmediatamente después,el golpe de Estado del generalCasado entrega Madrid a Franco. LaGuerra Civil ha terminado, pero lapenitencia para los vencidos no hahecho más que empezar.En virtud de la Ley deResponsabilidades Políticas, lavenganza de Franco contra losrepublicanos desemboca en unapersecución sin piedad. Además, el

Caudillo mantiene viva la heridaentre los vencedores y los vencidos,sin buscar la reconciliación. Elsimple hecho de oponerse alMovimiento Nacional comporta lamuerte y convierte a su dictadura de36 años en una de las mássangrientas del siglo XX, con untrágico balance de 290 000 víctimas,de las cuales 105 000 muerenfusiladas.Al estallar la Primera GuerraMundial, Franco y el Führercelebran una reunión en Hendaya, enla que llegan a un acuerdo: a cambiodel apoyo logístico de la Marinaespañola y del envío de la DivisiónAzul al frente oriental, Hitler acepta

que España no intervenga de formadirecta en la guerra. Aunque elCaudillo empieza a pensar en unaposible alianza con los vencedorespotenciales después de ver queAlemania acumula victorias, cambiade opinión cuando las tropas deHitler son derrotadas en variasocasiones.Franco tiene miedo de perder supoder si Alemania es derrotada, porlo que lleva a cabo reformassuperficiales que otorgan poder apersonalidades católicas encargadasde tranquilizar a los estados deEuropa occidental, influenciados porla corriente católica demócrata. Conel apoyo de la Falange, la energía de

los ministros del bloque católico ysu lucha contra el comunismo,Franco logra perpetuar su dictaduraa ojos de las grandes potencias,hasta el punto de que vuelve aintegrar la Comunidad Europea en1955.Franco ostenta el poder a expensasde una represión sin concesiones ydel control político de la Iglesia,pero la autarquía en la que mantienesumida a España prepara el terrenopara una transformación irreversiblede la sociedad. En 1956, la acciónde la resistencia comunista con losjóvenes intelectuales de laUniversidad de Madrid moviliza auna nueva generación de españoles

que quieren dejar atrás el fantasmade la Guerra Civil. El Caudillo, queno es capaz de entender estafractura, pasa el testigo a un equipode ministros tecnócratas encargadosde reconstruir la legitimidad delrégimen sobre el crecimientoeconómico de los años sesenta.Aunque la política de aumento de lossalarios y la apertura de España alturismo permiten desarrollar laindustrialización, reanudar lasinversiones extranjeras y elevar elnivel de vida de la burguesía, unaparte importante de la sociedad sedesvincula de la dictadura.En julio de 1969, el nombramientodel príncipe Juan Carlos de Borbón

como sucesor de Franco plantea elinterrogante de la supervivencia delrégimen tras la muerte de Franco.Durante sus últimos seis años devida, el Caudillo se enfrenta alresurgimiento violento de lasreivindicaciones regionalistasvascas y catalanas, que habíanestado aparcadas durante 40 años.Franco muere el 20 de noviembre de1975, desgastado por el poder, y losespañoles finalmente pueden dejaratrás una de las dictaduras máslargas del siglo XX.

PARA IR MÁSALLÁ

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Fuentes iconográficasEl peñón de Alhucemas frente aAgadir. La imagen reproducida estálibre de derechos.Fotografía tomada en Madriddurante la guerra. La imagen

reproducida está libre de derechos.Foto tomada durante el asedio delAlcázar en 1936. La imagenreproducida está libre de derechos.Ruinas de Guernica, 1937. Laimagen reproducida está libre dederechos.Entrada de las tropas republicanasen Teruel, 1937-1938. La imagenreproducida está libre de derechos.Valle de los Caídos. La imagenreproducida está libre de derechos.

Película y documental

Cuando Franco murió, yo tenía 30años. Dirigido por Gustavo CortésBueno. España, Francia y Bélgica:2005.Las 13 rosas. Dirigida por EmilioMartínez Lázaro, con Pilar López deAyala, Verónica Sánchez y GabriellePession. España e Italia: EnriqueCerezo P. C., Pedro Costa P. C. yFilmexport Group, 2007.