Ctedra: EstticaEstudiante: Jorge Ariel PalacioRespuestas de Trabajo Prctico. Unidad 5: Esttica Formal. I. Kant. Anlisis desde el sujeto.

1. Al responder esta pregunta, resulta conveniente llamar la atencin sobre un aspecto que involucra al pensamiento kantiano y que tiene que ver con un punto de partida epistemolgico que en un momento determinado se acept como tal y result conveniente as abordarlo, y que luego, fundamentalmente en la poca referida a la elaboracin de la Crtica de la Facultad de Juzgar, se enmend. Este punto de partida epistemolgico del cual hablamos ostenta su presencia en el pargrafo primero de la Esttica Transcendental de la Crtica de la Razn Pura, y enuncia que la posibilidad de elaborar de manera exitosa una crtica del gusto es absolutamente fallida. Este supuesto fue posteriormente abandonado por el filsofo alemn, que se dedic, en los ltimos aos de su vida, a elaborar una respuesta al problema del juicio esttico y de la belleza.En la introduccin a su Crtica de la Facultad de Juzgar, Kant indica que dicha facultad es la capacidad de pensar lo particular como contenido en lo universal. Afirmacin que, en principio, posee cierto aire de reminiscencia a una comprensin similar articulada en la Analtica Transcendental de la Crtica de la Razn Pura, en la que, remarcando que el juicio posee la caracterstica de dar unidad a representaciones diversas mediante conceptos del entendimiento, se declara que el entendimiento puede ser representado como una facultad de juzgar. En este caso la facultad de juzgar posee un carcter determinante. Pero dado el horizonte problemtico que se abre en el contexto de esta Crtica, es necesario dar un giro de tuerca muy particular que se corresponda con las demandas que la temtica plantea, y es aqu donde Kant aclara que en lo referido a sta facultad de juzgar, su carcter es reflexionante y no determinante. Pues en el caso determinante, lo universal est dado, y la facultad de juzgar subsume en l lo particular. En el caso reflexionante lo dado es lo particular y es sobre l y a partir de lo que con l se produce que hay que encontrar lo universal. Adems, la direccin del proceso en cuestin no va del sujeto a las representaciones, sino del sujeto hacia s mismo, del sujeto hacia lo que las representaciones en l generan. 2. En una nota al pie situada en el pargrafo primero de la CFJ, Kant aclara que lo que por gusto se entiende es la facultad de juzgar lo bello; ya en la terminologa esbozada en la expresin facultad de juzgar lo bello podemos apreciar el carcter subjetivo (no subjetivista) que posee en Kant la nocin de belleza. Y es siguiendo esta lgica y asumiendo como hilo conductor (con una ligera modificacin de orden) a las categoras del entendimiento, que el autor alemn deduce momentos a partir de los cuales lo que es bello se juzga como tal. Resulta menester aclarar que algo es bello en la medida en que los cuatro momentos (presentados a continuacin) se articulan en conjunto y de manera simultnea.Primer momento: vinculado a la categora de cualidad, su aporte fundamental consiste en desarrollar una apreciacin de la belleza en la que el carcter bello de una representacin no involucra la existencia del objeto y, en este sentido, la satisfaccin es completamente desinteresada.Segundo momento: vinculado a la categora de cantidad, su aporte fundamental consiste en presentar a la belleza como objeto de una satisfaccin universal, pero sin concepto de ella; es decir, siguiendo casi de manera lgica el planteo primero, la universalidad sin concepto se vincula tambin a la suposicin, por parte de un sujeto, del carcter semejante que posee tal satisfaccin en otros sujetos.Tercer momento: vinculado a la categora de relacin, su aporte fundamental consiste en deslizar a travs del juicio esttico a la belleza como finalidad pero sin fin; el juicio esttico posee la forma de la finalidad pero, dado que no pude determinar representacin alguna de un fin objetivo, no posee finalidad.Cuarto momento: vinculado a la categora de modalidad, su aporte fundamental consiste en entender lo bello como necesario, aunque desde la perspectiva de una necesidad ejemplar; o sea, no es una necesidad sobre la cual recaiga un carcter apodctico inevitable sino que se vincula a que eventualmente algo que es bello debiera ser apreciado como tal y aprobado por todos.3. Detengmonos en el primer momento. Para definirlo Kant recurre primero, como una contraposicin necesaria, a la nocin de inters. Este se define en relacin a la existencia del objeto dado en la representacin y se vincula a la facultad de desear; de alguna manera, no slo se requiere la existencia del objeto, sino que se la requiere porque sobre l recae un deseo que podra ser de posesin, de consumo, etc., pero est ms que claro que acudiendo a esta modalidad la consideracin de algo como bello no encontrara su lugar. Lo bello exige para s el detenimiento, la contemplacin, pero si procedemos a atravesar la lgica mencionada, dicho modo de apreciacin queda totalmente diluido: pues la representacin de la cosa no encontrara su primaca como objeto de gusto elevado, sino como medio para la efectivizacin de un fin exterior.Siguiendo este razonamiento, el desinters (por lo menos desde la perspectiva kantiana) es un concepto de perfecto encaje, pues en la forma de su desenvolvimiento irrumpe la posibilidad, antes descartada, de poder dar en una confrontacin con la representacin sin que esta est sujeta a aspectos subsecuentes de s misma como su concreta existencia. En el desinters por la materia que recae como objeto de la representacin encuentra su lugar la belleza, pero la belleza como algo que se contempla, y solamente eso.4. Como lo indica el pargrafo en cuestin, de lo que se trata es de investigar si en el juicio del gusto el sentimiento de placer precede al enjuiciamiento del objeto, o si ste precede a aqul. Cuestin que Kant considera clave para el abordaje de la crtica del gusto. De acuerdo con su pensamiento, Kant entiende que proceder de manera tal que implicase el suponer que el placer en el objeto dado es lo primero, conducira a graves contradicciones. Tal placer no es ms que un mero agrado de la sensacin vinculado a la aceptacin privada de un sujeto en cuestin. Segn el pensador alemn, existe una comunicacin-participacin del estado del espritu en la representacin dada, que est a la base del juicio esttico, como condicin subjetiva del mismo, condicin que en este caso no implica un concepto del objeto representado, sino ms bien el espritu en el libre juego de la imaginacin y el entendimiento, pero que a pesar de ser libre supone tras de s, como susceptible a ser captada por un cierta intuicin, una regla que posibilita su universal comunicabilidad. 5. Procedemos a responder sta pregunta mediante la elaboracin de un cuadro.Coincidencias entre lo bello y lo sublime

Ambos placen por s mismos Ninguno presupone un juicio sensible determinante, sino un juicio de reflexin La satisfaccin (en ambos casos) no depende de una sensacin, ni de un concepto, aunque estn referidas a conceptos indeterminados Los juicios en cuestin son individuales pero se presentan como universalmente verdaderos