Estimulacion temprana

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“ESTIMULACIÓN TEMPRANA” Mathey Chumacero Ana Karen

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“ESTIMULACIÓN TEMPRANA”

Mathey Chumacero Ana Karen

La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistémica y secuencial que se emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, permite también, evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante.

Durante esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, lo procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida posterior.

La etapa de 0-3 años de vida del niño establece particularidades en el desarrollo: Se caracteriza por su ritmo acelerado del desarrollo del organismo. Interrelación entre el estado de salud, el desarrollo físico y psiconervioso del niño. Alto grado de orientación con el medio. Desarrollo de estados emocionales. Papel rector del adulto en el proceso del desarrollo. La estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.

Para favorecer el óptimo desarrollo del niño, las actividades de estimulación se enfocan en cuatro áreas: área cognitiva, motriz, lenguaje y socioemocional.

Le permitirá al niño comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea. Para desarrollar esta área el niño necesita de experiencias, así el niño podrá desarrollar sus niveles de pensamiento, su capacidad de razonar, poner atención, seguir instrucciones y reaccionar de forma rápida ante diversas situaciones.

Esta área está relacionada con la habilidad para moverse y desplazarse, permitiendo al niño tomar contacto con el mundo. También comprende la coordinación entre lo que se ve y lo que se toca, lo que lo hace capaz de tomar los objetos con los dedos, pintar, dibujar, hacer nudos, etc. Para desarrollar esta área es necesario dejar al niño tocar, manipular e incluso llevarse a la boca lo que ve, permitir que explore pero sin dejar de establecer límites frente a posibles riesgos.

Está referida a las habilidades que le permitirán al niño comunicarse con su entorno y abarca tres aspectos: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual. La capacidad comprensiva se desarrolla desde el nacimiento ya que el niño podrá entender ciertas palabras mucho antes de que puede pronunciar un vocablo con sentido; por esta razón es importante hablarle constantemente, de manera articulada relacionándolo con cada actividad que realice o para designar un objeto que manipule, de esta manera el niño reconocerá los sonidos o palabras que escuche asociándolos y dándoles un significado para luego imitarlos.

Esta área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño, que le permitirá querido y seguro, capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas comunes.Para el adecuado desarrollo de esta área es primordial la participación de los padres o cuidadores como primeros generadores de vínculos afectivos, es importante brindarles seguridad, cuidado, atención y amor, además de servir de referencia o ejemplo pues aprenderán cómo comportarse frente a otros, cómo relacionarse, en conclusión, cómo ser persona en una sociedad determinada. Los valores de la familia, el afecto y las reglas de la sociedad le permitirán al niño, poco a poco, dominar su propia conducta, expresar sus sentimientos y ser una persona independiente y autónoma.

Investigaciones afirman que el cerebro evoluciona de manera sorprendente en los primeros años de vida y es el momento en el que hace más eficaz el aprendizaje, esto porque el cerebro tiene mayor plasticidad, es decir que se establecen conexiones entre neuronas con mayor facilidad y eficacia, esto proceso se presenta aproximadamente hasta los seis años de edad, a partir de entonces, algunos circuitos neuronales se atrofian y otros se regeneran, por ello el objetivo de la estimulación temprana es conseguir el mayor número de conexiones neuronales haciendo que éstos circuitos se regenere y sigan funcionando. Para desarrollar la inteligencia, el cerebro necesita de información. Los bebés reciben información de diversos estímulos a través de los sentidos, lo hacen día y noche; si estos estímulos son escasos o de pobre calidad, el cerebro tardará en desarrollar sus capacidades o lo hará de manera inadecuada, por el contrario al recibir una estimulación oportuna el infante podrá adquirir niveles cerebrales superiores y lograr un óptimo desarrollo intelectual. Así por ejemplo, al escuchar la voz de su madre, percibir el olor del biberón o recibir una caricia: se produce una catarata eléctrica que recorre su cerebro, para despertar conexiones neuronales aún dormidas.

El desarrollo neurológico de los bebes y los niños en general, tiene su más importante periodo de formación en los primeros seis años de vida, de esta etapa dependerá el 100% de las aptitudes y actitudes del ser humano, es por eso la gran importancia que tiene elaborar un buen programa de estimulación temprana, mejor llamada estimulación adecuada u oportuna. acompañada de los ejercicios correctos, acordes a su desarrollo y no a su edad. Ya que desde el primer dia de nacido, cada niño va adquiriendo

Ejercicios de relajación Enrollar al bebé: Coja al bebé

con una mano por la nuca y, con la otra, por los muslos, el bebé se pliega así sobre sí mismo, recobrando la posición fetal.  Esta postura le calma y le relaja.

Cogerlo en brazos: Coja al niño en brazos con un solo brazo, de forma que la cabeza del bebé se apoye en su antebrazo mientras la mano de ese mismo brazo llega hasta debajo de las piernas del bebé. Así, podrá acariciarle con la otra mano.

Mecerle: Consiste en coger al bebé y balancearle. Puede hacerlo de dos formas, colocando al bebé boca abajo en sus brazos y meciéndole, o balanceándole mientras le tiene en posición vertical pegado a su pecho sujetándole la cabeza.

Abrir y cerrar las piernasBoca arriba se le coge por las rodillas y con movimientos muy suaves abra y cierre sus piernas hasta el punto en que note resistencia. Extender las piernasBoca abajo  coja con suavidad las piernas del bebé y estírelas, manteniéndole uno o dos segundos en esta postura y dejando que después vuelva a su postura inicial. Cogerlo en brazosCójale en sus brazos, en posición vertical y sujetándole la cabeza, y déjele en esta posición un rato. Peinarle las piernasTumbado boca abajo, con un cepillo de cerdas suaves, o una brocha de maquillaje, "peine" las piernas del bebé desde la cadera hasta los dedos del pie, por la parte de afuera. Peinarle los brazosRepita el ejercicio anterior, pero con los brazos. Se comienza por los hombros y se baja hasta las manos. De pieSon pocas las actividades que se pueden realizar teniendo al bebé de pie, puesto que ésta no es la postura más adecuada para el primer trimestre, no obstante, se pueden aprovechar algunos reflejos que aparecen en esta posición, como son los de la marcha automática, enderezamiento y salto del escalón.

Flexionar las rodillasCoja al niño por el tronco a la altura de las axilas, y póngale sobre una superficie dura. Con movimientos suaves elévele y bájele, de tal forma que al tocar la superficie le deje caer un poco para que flexione las rodillas.

Subir escalonesSujete al bebé igual que en el ejercicio anterior y aproxímele al borde de una mesa, haciendo que con el pie toque el borde. Este contacto le provocará una reacción parecida a la de subir una escalera, flexionará la pierna, la subirá por encima de la mesa e, inmediatamente, hará lo mismo con la otra.

AndarSi a continuación del anterior ejercicio inclina hacia delante el tronco del recién nacido, o del bebé en su primer trimestre, podrá observar cómo se produce el reflejo de

Móviles de cuerda. Sonajeros Cajas de música Juguetes blandos Juguetes en lo posible en blanco y negro. Caras sonrientes. Láminas tipo ajedrez con 4 a seis

cuadros. Franjas negras de rallas sobre cartulina

blanca. Círculos negros sobre una base blanca

La estimulación empieza con actividades de contacto con el bebé. Se reforzará el vínculo emocional, afectivo, a través de masajes y estímulos sensoriales, entre padres e hijo. A partir de ahí se dará inicio a las actividades de motricidad gruesa, fina, de concentración y de lenguaje. El juego es una efectiva herramienta de estimulación para los bebés. A través del juego, los padres pueden observar el comportamiento de su hijo y conocer sus necesidades, deseos, gustos, e inquietudes. En la estimulación temprana se debe buscar el equilibrio. Por eso, debe ser integral, tanto física como intelectual. Si un niño solo aprende a jugar con la pelota y no es adecuadamente estimulado en la lectura, por ejemplo, será un genio en el deporte, pero se sentirá incapaz de leer un libro. La estimulación temprana debe circular por todos los caminos: físico, intelectual, emocional, en todos. Otra cosa es que al niño se le dé mejor la lectura que a jugar al baloncesto. Eso ya será una opción personal del niño y se debe respetarla. En todo caso, la estimulación debe, a través de experiencias y habilidades, crear la motivación en los niños. Niños motivados son niños felices.

Si los padres optan por la estimulación temprana, deben tener claro que esta decisión les exigirá una cierta dedicación al día. Muchos padres opinan que es muy efectiva y provechosa, por lo menos en lo que se refiere al tiempo que comparten con sus hijos.

1- Respetar el tiempo de respuesta de tu hijo. Elija un momento tranquilo para jugar con él. Evite jugar con tu hijo cuando notes que él está cansado y sobrecargarlo de tareas y de estímulos. 2- Elije objetos agradables al tacto, al oído, al paladar, y que sean, claro, seguros.3- Los juegos deben ir acompañados por canciones, palabras y sonrisas. De cariño y dulzura, también4- El juego tiene que ser algo placentero, para los dos.5- Aproveche el momento del baño para dar un masaje a tu hijo.6- Use la música mientras llevas a tu hijo en el coche o en casa.7- Enseña libros a tu hijo. Se es un bebé, hay libros de tela, de plástico, con olores y distintas texturas. 8- Cuenta cuentos a tu hijo antes de dormir.

¡GRACIAS!