Estudiá Periodismo Deportivo en River: Diario Foco Deportivo 2011

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12 12 Ex Deportistas 12 Historias de vida Carlos Wagenpfeil – tiene una flota de remises Claudio Benetti – enseña en una escuela de fútbol de Aldo Bonzi y Lomas del Mirador Fernando Moner - trabaja con equipos de fútbol de Japón Daniela Krukower – entrena a la Selección Nacional de judo Sergio Víctor Palma – trabaja como periodista en una radio Verónica Alfonso – entrena hockey en Belgrano Athletic Club Miguel Angel Giachello – busca talentos futbolísticos en el interior del país Ricardo González – dirige el basquet del Club Palermo Omar Catalán – entrena en escuelas de fútbol en Irak Alejandro Lanari – es médico deportólogo Rubén Bruno – trabaja en la Secretaría de Deportes del Municipio de Malvinas Argentinas Marcelo Domínguez – dirige el Atlanta Boxing Club ENTREVISTAS Centro de Estudios Terciarios River Plate Tel: 4789-1101 [email protected] Lunes, martes y jueves de 18.30 a 22.30 TÉCNICO EN PERIODISMO DEPORTIVO • Estudios de Radio y Televisión • Sala de Redacción • Biblioteca especializada Acceso por Av. Udaondo. Puerta Instituto River Plate 3er piso

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Edición de 2011 del diario Foco Deportivo que realizan los alumnos de 2° año de la Carrera de Periodismo Deportivo del Centro de Estudios Terciarios River Plate. Ya está abierta la inscripción para la Carrera de Periodismo Deportivo. Informes e inscripción de 17 a 20. Tel. 4789-1133/ 1102. Escribí a [email protected] Seguinos en Facebook http://www.facebook.com/estudiaperiodismodeportivoenriver Twitter @periodismocetrp

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1212 Ex Deportistas12 Historias de vida• Carlos Wagenpfeil – tiene una flota de remises• Claudio Benetti – enseña en una escuela de fútbol de Aldo Bonzi y Lomas del Mirador• Fernando Moner - trabaja con equipos de fútbol de Japón• Daniela Krukower– entrena a la Selección Nacional de judo• Sergio Víctor Palma– trabaja como periodista en una radio• Verónica Alfonso– entrena hockey en Belgrano Athletic Club• Miguel Angel Giachello– busca talentos futbolísticos en el interior del país• Ricardo González– dirige el basquet del Club Palermo• Omar Catalán– entrena en escuelas de fútbol en Irak

• Alejandro Lanari– es médico deportólogo• Rubén Bruno– trabaja en la Secretaría de Deportes del Municipio de Malvinas Argentinas• Marcelo Domínguez– dirige el Atlanta Boxing Club

ENTREVISTAS

Centro de EstudiosTerciarios River Plate

Tel: [email protected] Lunes, martes y jueves de 18.30 a 22.30

TÉCNICO EN PERIODISMO DEPORTIVO

• Estudios de Radio y Televisión

• Sala de Redacción

• Biblioteca especializada

Acceso por Av. Udaondo. Puerta Instituto River Plate 3er piso

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2 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

Presidente Área Educativa Prof. Marcelo Fernández Nape

Vicepresidente Área EducativaSr. Carlos Brendani

RectorLic. Sergio A. Acosta

Coordinadora PedagógicaLic. Delia M. Oprinari

SecretariaLic. Patricia Madonis

PERIODISMO DEPORTIVODirectores PeriodísticosGonzalo BonadeoJosé Luis Barrio

Director de estudiosLic. Jorge Fasce

Jefe de Redacción:Fernando Pazos

Registro de Propiedad Intelectual Exp. Nro. 111150. Todos los derechos reservados. Prohibida la repro-ducción total o parcial a través de cualquier medio gráfico, electrónico o mecánico, sin consentimientodel editor. Las notas firmadas no necesariamente reflejan la opinión del editor.

FOCO DEPORTIVO

Publicación de distribución gratuita del Centro de Estudios Terciarios River Plate.

JUNIO DE 2011 AÑO 3 I Número 3

Alumnos:

Ileana Brandán

Daiana Cejas

Sandra Cavazzini

Federico Cometti

María Eva Iglesias

María Nayar

Juan Manuel Nahoum

Nicanor Olivetto

Juliana Palleros

Fernanda Riffo

Sebastian Saijo

Diego Sole

Mariano Villafuerte

Centro de Estudios Terciarios River Plate (A-1304)

FOCO DEPORTIVO

DE FLASHES Y FOCOSPresentamos 12 entrevistas que recorren la vida de otros tantos ex de-

portistas argentinos. Es un reflejo del trabajo de los alumnos de Perio-

dismo Gráfico II, del Centro de Estudios Terciarios River Plate en 2010.

La idea inicial fue ir en la búsqueda de algunos protagonistas de dis-

tintas proezas del deporte nacional para reflejar su actualidad y, en el ca-

mino, recuperar las sensaciones y vivencias de aquel tiempo de éxitos y

gloria deportiva.

En clase nos preguntábamos: ¿qué y cómo recordarían los protagonis-

tas sus logros deportivos?, ¿cómo vivieron el paso de la euforia, los autó-

grafos, las entrevistas en medios televisivos o salir en las tapas de diarios

y revistas, a vivir una “vida normal”?, ¿qué le sucede a quien fue capaz de

generar pasiones, de emocionar o provocar fanatismos, después que los

focos y los flashes dejan de posarse en su tarea?

Iniciamos para ello una investigación y búsqueda que intentó reflejar

logros nacionales e internacionales en distintos deportes. Así surgieron

íconos del box como Marcelo Domínguez o Sergio Víctor Palma; fugaces

estrellas futbolísticas como Rubén Bruno, Omar Catalán o Claudio Benetti;

la para muchos desconocida Verónica Alfonso; quien trajo al ídolo má-

ximo de Independiente desde Zárate hasta Avellaneda, el único integrante

de la generación del 82 que decidió alejarse para siempre del voley; el ar-

quero que se recibió de médico y se especializó como deportólogo mien-

tras jugaba profesionalmente; un Fernando Moner ídolo en tierras

niponas, la judoca Daniela Krukower y el campeón mundial de básquet en

1950, Ricardo González.

Las próximas páginas van más allá del desarrollo y evaluación del tema

curricular: “la entrevista”. Quieren también recuperar la historia de de-

portistas de alta competencia después del retiro. Un momento para el que

no siempre se preparan. Bienvenidos entonces aquellos deportistas de

ayer, hoy entrenadores, periodistas, remiseros, técnicos, buscadores de

nuevos talentos o empresarios. Decidimos que valía la pena hacer nueva-

mente foco en ellos.

Fernando Pazos

Profesor de Periodismo Gráfico II

DISEÑO Y PRODUCCIÓN GRÁFICAHALABI DiseñoO’ Higgins 2559 3º “B” Tel. 4 782-2007E-mail: [email protected]

1212 Ex Deportistas12 Historias de vida• Carlos Wagenpfeil – tiene una flota de remises• Claudio Benetti – enseña en una escuela de fútbol de Aldo Bonzi y Lomas del Mirador• Fernando Moner - trabaja con equipos de fútbol de Japón• Daniela Krukower– entrena a la Selección Nacional de judo• Sergio Víctor Palma– trabaja como periodista en una radio• Verónica Alfonso– entrena hockey en Belgrano Athletic Club• Miguel Angel Giachello– busca talentos futbolísticos en el interior del país• Ricardo González– dirige el basquet del Club Palermo• Omar Catalán– entrena en escuelas de fútbol en Irak• Alejandro Lanari– es médico deportólogo• Rubén Bruno– trabaja en la Secretaría de Deportes del Municipio de Malvinas Argentinas• Marcelo Domínguez– dirige el Atlanta Boxing Club

ENTREVISTAS

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JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 3

“El Mono te dejaba ganar un mango,Beto Márcico te cortaba las piernas”

A los 12 años hizo el gol que más re-cuerda de su infancia. Jugaba en General PazJuniors y marcó contra Belgrano de Córdoba,club por el que aún hoy simpatiza: “fue muyemocionante, pero no pude gritarlo”, re-cuerda. Aunque le daba vergüenza, decidióhacerlo cuando sus padres se separaron. “Pa-sábamos una mala situación económica. Re-cuerdo que hablé con mi vieja y le dije queme iba a Capital. Ella no quería saber nada,pero no teníamos otra opción. Estábamoscomiendo salteado, un día sí un día no”. Alos 14 años ya conocía el objetivo: jugar alfútbol profesionalmente. Eso lo impulsó ahablar con su abuelo para que le comprarael pasaje a Buenos Aires. Cuando llegó a Re-tiro luego de dormir todo el viaje y haber llo-rado desconsoladamente antes de partir,tomó dos colectivos que lo llevaron a “LaCandela”. Allí entrenaban las divisiones in-feriores de Boca Juniors. Al llegar sintiómucho miedo y fue a hablar con un emple-ado que atendía el buffet para preguntarlea quién podía ver para probarse. El hombrele señaló a un señor que estaba de espaldas.Un Benetti adolescente se le acercó. Aquelseñor era Ernesto Grillo. Le comentó quevenía de Córdoba para jugar en Boca. Grillopreguntó si había traído bolso, lo mandó adescansar y le avisó que a la tarde comen-zaba la práctica. Su equipo jugó contra lostitulares de la 6ta. división. Perdieron 3-2,pero él metió los dos goles. “Lo que me diofuerzas para esa prueba fue la necesidad deayudar a mi familia”. Al finalizar la prácticaGrillo convocó para el día siguiente: “…que-ría verme de nuevo para corroborar que nohubiera sido suerte de principiante”. En lapróxima práctica jugó para el equipo titulare hizo un gol. Entonces Grillo lo acompañóa la cancha de Boca para hablar con el pre-sidente Antonio Alegre. “Cuando Ernestonos presenta, Alegre me dio la mano y medijo: -¿cómo le va pibe?, -¿cómo le vaseñor?, le respondí. El viejo me dijo: ‘no medigas señor, decime Antonio’.

Benetti cree que Dios le puso a Grillo enel camino. Recuerda que fue él quien hablócon dirigentes para que le pagaran los viáti-cos que mandaba a su madre a Córdoba.Cuando soñaba con el debut en primera, alcumplir 18 años, tuvo que ingresar en el ser-vicio militar, más precisamente en la ESMA.

Reconoce que como estuvo acomodadosolo hizo trabajos de cadete: “…llevaba car-tas, pagaba impuestos, como el teniente erafanático de Boca y, además, el club solici-taba que me dieran permiso para entrenar,no resultó tan duro como para otros com-pañeros”. Si bien desconocía lo que habíaocurrido en la Escuela de Mecánica de la Ar-mada, se enteró por relatos de los cabos.“Un día estaba de guardia y escuché ruidosarriba, en los módulos. Parecía como si es-tuvieran corriendo camas. Subí para ver quépasaba y no había nadie…”.

¿Cómo fue el debut en primera? Futbolísticamente excelente y económi-

camente caótico. Debuté en primera el 18 dejulio de 1991 contra Gimnasia y Esgrima deLa Plata, a los 18 años. Jugábamos la liguillaLibertadores en cancha de Vélez. El “mono”Navarro Montoya salió mal y le hicieron ungol de nuca, perdimos 1 a 0. Entré los últi-mos 20 minutos y fueron consagratorios.Terminó el partido y me fui en el 172, estaballeno de hinchas de Boca y no me conocíanadie. Al otro día en la tapa de Sólo fútboldecía: “Boca es un infierno, lo único positivo,el debut de Claudio Benetti”.

Claudio ansiaba que su madre viniera avivir a Buenos Aires, algo que resultaba im-posible porque él vivía en una pensión conel papá y, además de tener poco espacio allí,la relación entre los padres no era buena.Todo cambió cuando Navarro Montoyahabló con el presidente del club. “A la se-mana me citaron Alegre y Heller en su des-pacho. Me dijeron que como veían misacrificio para llegar a primera querían pre-miarme. ‘¿Saben lo que pasa?, yo juegopara aliviar la situación que vive mi familia’-les aclaré”. El presidente le dio un juego dellaves y lo felicitó. Y el jugador se mudó delpequeño cuarto que habitaba en el barriode Flores, a un departamento de tres am-bientes a ocho cuadras de “La Bombonera”.Le compró un boleto de avión a la madre yla llamó: “prepará todo, quiero que vengasa Buenos Aires”.

¿Quién te comunicó que entrabas detitular en la final contra San Martínde Tucumán por la lesión de José LuisVillarreal?

Cuando finalizó el partido ante Platense (laanteúltima fecha del Torneo Apertura), BlasGiunta me dijo: “Preparate pendejo que vas ajugar vos”. Yo no le di bola porque Blas estabaloco. Al día siguiente nos enteramos que la le-sión de Villarreal era un hecho. Estaba entre-nando y Tabarez me llama: “vas a jugar la final.A mí no me tenés que demostrar nada porqueyo te conozco como jugador y sé que clase depersona sos. Esta oportunidad que te estoydando es para que te consolides en primera.Sé que tenés las condiciones necesarias paraeste partido”. Se me paralizó el cuerpo, tem-

blé. Había jugado 4 partidos en primera, peroéste era diferente.

La semana anterior los nervios lo envolvie-ron: “Entrené toda la semana re cagado, meardía el estómago”, cuenta. Sin embargo, es-taba seguro de tener las herramientas necesa-rias para no defraudar. Recuerda el consejo quele dio Giunta: “nene, vos jugá tranquilo, por-que para correr y hacer burradas estoy yo. Tepaso la pelota y hacés lo que venías haciendo,no hagas nada raro porque es una final. No tevuelvas loco, ni te cagues”. Concentraron todala semana y el viernes a la noche, la hinchadade Boca cortó el paso de la calle donde estabaubicado el hotel, pusieron un camión en cadaesquina. “Había como mil personas gritando‘Boca campeón’. Algunos integrantes de la 12se subieron al techo de uno de los camiones ysaltaron hasta que se abolló”.

El 20 de diciembre de 1992 el estadio deBoca Juniors estaba colmado. Luego de más deuna década ansiaban volver a llamarse “Cam-peones”. Cuando el plantel esperaba para in-gresar al campo de juego, Claudio Benetticomprobó que la Bombonera latía: “Estábamosen el túnel y caía tierra arriba porque la gentesaltaba”. Al pisar el césped pensó en sus pa-dres, en todo el esfuerzo que habían hechopara que llegara allí. “Ese momento no lopuedo comparar con nada, ni siquiera con elnacimiento de mis hijos”, asegura.

El gol que perpetuará en la memoria detodos los hinchas xeneizes, partió de una ju-gada en la que Blas Armando Giunta interceptóel balón en la mitad del campo de juego y se lopasó a Benetti. “Pasé a dos jugadores de SanMartín de Tucumán y llegué a la punta del área.Grillo siempre me decía que cuando se atacapor los costados hay que patear cruzado por-que el arquero puede ver el primer palo, perono el segundo. Y le hice caso”. Claudio re-cuerda que se subió al alambrado para festejarel tanto: “fue una descarga emocional. Quedéblando. Los últimos minutos del partido es-taba fusilado, no tenía resto físico para seguirjugando. Varios de mis compañeros le pedíanal árbitro que lo termine porque si perdíamosnos mataban a todos, incluido él”. Al medio-

día del día siguiente regresó a su casa y recibióun llamado:

- Hola, ¿podría hablar con el señor Clau-dio Benetti?

- ¿Quién habla?-El productor de Mirtha LegrandSu madre, que había atendido el teléfono,

creyó que era una broma y le dio el tubo aClaudio: “me pasaron con Mirtha. Me felicitó yme invitó al programa, dijo que podía ir con mifamilia. Yo no quería saber nada, pero final-mente me convenció y acepté”.

En la mesa había 4 invitados: Graciela Al-fano, Jorge Lanata, Teresa Calandra y Clau-dio Benetti. “Había tres juegos de cubiertos,yo no entendía nada. Miraba a la Alfano, que

estaba sentada al lado mío, para ver cual detodos agarraba, y la imitaba. Ella se limpiabacon la servilleta la comisura de los labios y yohacía lo mismo”.

¿Cómo era la relación de aquel grupo?Al año siguiente de salir campeones, había

muchos celos entre Navarro Montoya y Márcico.El grupo estaba dividido en dos: Los halcones yLas palomas. El capo de las Palomas era el Monoy el de los Halcones, Márcico. La pelea era por-que Navarro Montoya ganaba más que el Beto y,además, se disputaban la cinta de capitán.

¿A cuál pertenecías?A ninguno. No tenía poder de decisión por-

que a los más chicos nos decían: “vos pendejo nopodés hablar porque tenés 10 partidos en pri-mera”. Uno tiene que cerrar la boca le guste o no.Hay que pagar derecho de piso. Aunque no es-taba en ningún bando, tenía más afinidad con elgrupo del mono porque él te dejaba ganar unmango, el Beto te cortaba las piernas. Teníamosque jugar dos partidos contra el Sevilla de España:uno en cancha de Boca y otro en Córdoba. ElMono propuso que vayan los jugadores de re-serva a jugar a Córdoba así se ganaban el dinerodel premio. Y nosotros jugábamos en La Bombo-nera y nos llevábamos el premio y la recaudacióndel partido. Márcico no quiso. Nos reunimos en elmedio de la cancha y votamos: “levanten la manoquienes están de acuerdo para que el partido deCórdoba lo juegue la reserva” -dijo el Mono; y ahítuve que votar. Agaché la cabeza y levanté lamano. Había 15 jugadores a favor de NavarroMontoya y 7 a favor de Márcico.

También, confiesa que no tuvo continuidad enaquel equipo que salió campeón porque “no quiseentrar en el manoseo del club. Querían bajarme eldinero del contrato y darme a préstamo porque ha-bían traído a dos jugadores para mi puesto”. Poreso decidió ir a jugar por dos años a Chile. Luego,regresó al fútbol argentino para vestir la camisetade su querido Belgrano de Córdoba. “Me tocójugar contra Boca, le ganamos 1-0 y yo metí el gol.No lo grité, pero salté el cartel de publicidad y lehice un gesto de reverencia a la hinchada de Bel-grano. Los hinchas xeneizes me insultaron muchí-simo. Son las cosas del fútbol”.

En la actualidad, Claudio Benettti se dedica aenseñar a niños y adolescentes todo lo queaprendió durante la etapa de inferiores y comojugador profesional. Es profesor de fútbol en es-cuelas de la localidad de Aldo Bonzi y Lomas delMirador. Intenta combinar el juego actual “quees más físico” con los conocimientos que adqui-rió de Grillo, Sotelo, Gutiérrez, Potente y Cara-pela. “Me encanta enseñar y darle a los chicos lasherramientas para que puedan ir a probarse a losclubes y sean grandes jugadores”, afirma.

¿Aquel 20 de diciembre aparece en tussueños?

Sí. Y cuando me despierto siento mucha nos-talgia. Recuerdo a mis padres que ya no están,veo los recortes de los diarios y me emocionomucho. Me hace muy feliz que mi nombre que-dara grabado en la historia del club más grandede Argentina.

1992 llegaba a su fin y los dos clubes más importantes de la Argentina disputaban la últimafecha del Torneo Clausura. Boca, que recibía a San Martín de Tucumán, tenía un punto más quesu clásico rival. Tras la lesión de José Luis Villarreal, apareció en escena un joven cordobés de18 años, con melena abultada y hambre de gloria: Claudio Edgar Benetti. Noventa minutos des-pués sería el responsable de dejar atrás una racha de once años sin título de campeón.

María Eva Iglesias

- Hola, ¿podría hablar con el señor Claudio Benetti?- ¿Quién habla?-El productor de Mirtha Legrand

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4 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

“Un amigo me llamó desde BuenosAires y me recordó que yo habíanacido en Argentina” Nació el 6 de enero de 1975, en Capital Federal. Ex yudoca, se destacó en la categoríade hasta 63 kilos. Participó de Campeonatos del Mundo y de Juegos Olímpicos. Sus ma-yores logros fueron: Medalla de oro Mundial de Osaka 2003, 9° puesto en los JuegosOlímpicos de Sydney 2000, 5° puesto y diploma en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004,logros que la constituyen en la mejor deportista argentina en su disciplina.

La historia de vida de Daniela es dignade una película de cine. Tuvo que superarduros obstáculos, aunque todos tienenfinal feliz. “Cuando tenía 7 años nos muda-mos con mis padres y dos hermanos desdeColegiales a Israel. Allí crecí, estudié e hiceel servicio militar obligatorio”. En Israel esobligatorio que todos los jóvenes al cum-plir 18 años presten servicio militar. Loshombres realizan un servicio de 3 años y lasmujeres de 21 meses. Para ambos existeluego la posibilidad de ser contratados, sies que el ejército los requiere, durante unosaños o incluso de por vida. Recién una vezterminado el servicio pueden empezar launiversidad. “Cuando me presenté paracumplir con esa obligación sentía una an-gustia tremenda. Quizá porque en Israel sedecía que era muy duro pero por suerte los21 meses se me pasaron bastante rápido”,cuenta Daniela mientras intenta recordaralguna vivencia durante el servicio militar.

“A los 8 años comencé a practicar Judoporque una de mis compañeras lo hacía.Me acuerdo que la primer clase no mehabía dejado nada conforme, pero mi fami-lia insistió para que siguiera”. En 1984, Da-niela se consagraba campeona juvenil en elTorneo de Hapoel, que se disputaba en laciudad israelí. En 1995, con tan solo 19años, iniciaba su largo camino compitiendocon mayores, coronándose campeona delCampeonato Israelí Senior.

Cuando tenía 24 años, la Federación is-raelí empezó a apoyar a su rival en la cate-goría y por ende, quedó afuera de losJuegos Olímpicos de Sydney. “Se me vinoel mundo abajo. Parece increíble, pero esasemana un amigo me llamó desde BuenosAires y me recordó que yo había nacido enArgentina. Lo único que recordaba era micasa de Colegiales. Y al sensei Fukuma, queenseñaba judo en River, donde se entrena-

ban mis hermanos, mientras yo los imitabajugando, a los 5 años”. Afirma que de nohaber sido por el llamado de su amigo, hu-biera adelantado el retiro 11 años. “Escribíun mail a la Federación Argentina de Judopara ver si podía representar a mi país. Lotengo guardado, no sabés como me ríocuando lo leo, es que en ese momentotenía un castellano muy básico”. A las dossemanas recibió un llamado. “No le enten-día mucho a Oscar, porque con mis padressólo hablaba hebreo”. Oscar Cascineri, ti-tular de la Federación, le pidió que volara aBuenos Aires cuanto antes. “Fue una deci-sión muy difícil de tomar. Lo analicé larga-mente con mi familia y finalmente decidívolver hacia la Argentina”. La yudoca olím-pica se compró un pasaje abierto y cambiósu vida en un mes. Con 24 años, edad avan-zada para arrancar una carrera profesionalen esta disciplina, tomó una gran decisiónque transformó radicalmente su vida.

“Cuando llegué a Buenos Aires, sentíque yo nunca me había ido”, comenta Da-niela, quien tras muchas idas y vueltas seinstaló en lo de una tía, con sus cinturonesnegros y se dedicó a vender perfumes, ac-tualmente tiene su propia marca.

“Mi entrenadora, Laura Martinel, era lamano derecha de Oscar Cassineri, y leaconsejó que confiara en mí para hacer unagira por Europa”. Allí disputó tres torneosGrand Prix europeos y consiguió tres me-dallas derrotando a una campeona invicta.“En la gira, fue la primera vez que defendílos colores argentinos. Cuando me puse eljudogui (atuendo que usan para pelear) seme cayeron unas lágrimas. Era defender yvolver a la casa donde nací”, dice una Da-niela que al recordarlo aún se emociona. Locurioso es que en esos torneos que disputó,se encontró con muchos amigos de su yaantiguo país. “Los israelíes que estabantambién me apoyaron y no entendíancómo fue que logré esos resultados”.

Sin embargo, no se le hizo fácil adap-tarse a la vida de Buenos Aires. Muchomenos al idioma. A los dos meses de habervuelto a la Argentina, recibió un llamadosorpresivo pero alegre. Era su madre. “Ha-bíamos hablado dos o tres veces, escu-charla era hermoso. Esa vez, me llamópara decirme que las autoridades Israelíeshabían echado a la entrenadora nacionalque no me había convocado a los Juegosde Sidney 2000, y que su reemplazante mequería allá para formar parte del plantelolímpico.” Krukower o “La Dama de Hie-rro” como ella se define, le contestó queya había tomado una decisión: quedarseen la Argentina.

Su mayor logro fue la medalla de oroen el Mundial de Osaka 2003. “Parecía unaestrella mediática, al mejor estilo RicardoFort, aunque me duró 5 o 6 días. Me dabaun poco de vergüenza, pasaba por todoslos kioscos de diarios y estaba en casi todaslas tapas de las revistas. Yo de pie, levan-tando la copa. Además, Julio Grondona,presidente de la Asociación de Fútbol Ar-gentino, me invitó al Salón Dorado de la

AFA para felicitarme y me regaló una re-mera de la Selección de Fútbol autogra-fiada por los jugadores y entradas paraArgentina–Bolivia, que se disputaba ese finde semana. Hasta me llamaron de la pro-ducción del programa de Susana Giménez.No lo podía creer. Estuve en lo de Susanaese domingo, algo que jamás me hubieraimaginado”, cuenta Daniela que recuerdaque la diva le preguntó si se podría defen-der de un ataque de robo callejero: “estuvea punto de mostrarle y revolear por el airea uno de sus Susanos”.

¿Existe una pelea que te haya marcado?Varias, pero hay tres que no me las ol-

vido más. La primera, la final del Mundialdel 2003 en Osaka, contra la cubana DriulisGonzález. Ella me había derrotado en la se-mifinal de los Juegos Panamericanos del2002, por lo que fue una verdadera revan-cha. En Japón me estaba matando, era casiimposible que ganara, pero en esos mo-mentos, más en el último round, uno sacafuerzas de donde no tiene. Y me tocó ga-narle, tal vez con suerte, pero fui campeona,algo con lo que soñé desde chica. La se-gunda en los Juegos de Beijing. En primera

ronda había vencido a la australiana Cathe-rine Arlove y en la siguiente fase me tocó lanorcoreana Won Ok. Fue en la única opor-tunidad que sentí que me “afanaron” lalucha. Me pusieron una sanción que no me-recía y de ahí en más fue imposible remon-tar la pelea. Luego de ese incidente no mepude recuperar psicológicamente y perdí enel repechaje contra la holandesa Willebo-ordse, en los papeles una rival accesible. Enese momento, la idea del retiro estabamucho más cerca. Las injusticias te tiranabajo. Y la tercera, en la semifinal de los Jue-

gos de Atenas 2004. Venía de ser campeonadel mundo en 2003, y era una de las máxi-mas favoritas a la medalla de oro olímpica.En pleno combate con la coreana Bok Hee,me doblé el tobillo y no pude continuarcon la pelea. Creo que fue uno de los díasmás tristes de mi vida, porque sentía que lamedalla estaba ahí nomás. Igual finalicé enel quinto lugar y me galardonaron con undiploma olímpico. No me quitó el sueño.Estar en un Juego Olímpico es grandioso.

El judo, al igual que otros deportes notan populares en la Argentina, no es apo-yado por el Estado. Y para Daniela, no fue la

“Amo mucho a mi deporte y siempre intenté re-presentar a la Argentina de la mejor forma posibleaunque no me hayan brindado a mí las mejoresposibilidades para representarla”.

Campeona mundial en Japón 2003

Medallas de bronce en Juegos Panamericanos(Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007).

Medallas de oro en Campeonatos Panamericanos(Brasil 2003 y Buenos Aires 2009). Campeona

Campeona Argentina 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2006.

Noveno puesto en los Juegos Olímpicos de Sydney 20005° puesto y diploma en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Medalla de oro Juegos Odesur de Buenos Aires 2006

Medalla de oro Torneo British Open 2004

Campeona Israelí Senior 1995 1996 1997 1998 1999

Campeona Israelí Jr. 1984 1985 1986 1987 1988

P aalm res

Juan Manuel Nahoum

Page 5: Estudiá Periodismo Deportivo en River: Diario Foco Deportivo 2011

JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 5

excepción. “Hay tantas cosas para mejorar.En los Juegos de Atenas de 2004, fui acom-pañada por un médico que no sabía colocarun codo en su lugar y para Beijing 2008, meprohibieron ir con mi entrenadora (LauraMartinel). Ese mismo año, el 2008, me baja-ron la beca de la Secretaría de Deportes, y almismo tiempo se daba a conocer a través delos medios que el Estado había aumentadoun 15 por ciento todas las becas de los de-portistas para impulsar la práctica de los de-portes. Desastroso. En el 2007, hice una girapor Japón, Brasil y Europa, y no recibí unsolo peso. Y eso que era para prepararmepara los Juegos Olímpicos. Pude ir gracias aque en ese entonces tenía sponsors. Igual,entrené y competí sin entrenador ni kinesió-logo y a veces dormía en hosterías de ter-cera categoría. Cuando les reclamaba eldinero, los funcionarios me decían quedespués de los Juegos, hablábamos. En losJuegos Panamericanos del 2002, mi prepa-rador físico y el que sin duda me llevó amis mejores resultados, no recibió nuncaun sueldo ni ningún reconocimiento porparte del Estado. Ni hablar de las instala-ciones del CENARD, que teóricamente esun centro de alto rendimiento deportivo.En muy pocas oportunidades tuve lachance de entrenarme sobre ese tatami(superficie en donde se lleva a cabo elcombate), ya que no reúne la más mínimascondiciones para hacerlo. Es así, si entre-naba ahí, me lesionaba”, declara Daniela.“Amo mucho a mi deporte y siempre in-tenté representar a la Argentina de la mejorforma posible, aunque no me hayan brin-dado las mejores condiciones”.

A los 35 años, la yudoca olímpica anun-ció su retiro. “No tener un objetivo claro acorto plazo y sentirme realizada como de-portista me llevó a tomar la decisión dedejar la actividad. Fue una decisión muy di-fícil de tomar, que me llevó un tiempo. Esmuy complicado digerir el retiro para cual-

quier deportista, pero cuando no existenmotivaciones ni un objetivo que alcanzar,se torna más dificultoso”.

A meses de haberse alejado de la altacompetencia, “La Dama de Hierro” afirmaque en esta nueva etapa por comenzar, vaa tener más trabajo que antes. “Me destacopor ser multifacética. Hace unos meses abríuna empresa de diseño Web y gráfico,donde soy programadora. En mis etapas deyudoca, estudié cosmiatría, homeopatía,masajes. Siempre hice algo aparte del de-

porte. Me eligieron como entrenadora na-cional de la selección. Se me dio la chancede presentarme a un concurso para elpuesto y no lo dudé. Unas semanas des-pués me comunicaron la buena noticia. Esun cargo muy motivador y con mucha res-ponsabilidad. Pienso viajar por las provin-cias para detectar talentos en todo elpaís”. Como todo deportista que ama sudeporte, se le hace muy difícil alejarse deél. “Me entusiasma mucho la posibilidadde aportar toda mi experiencia para el des-

arrollo futuro del judo argentino. Sientoque estoy preparada para llevar adelanteuna selección”.

¿Qué cambios considerás importantespara el judo argentino?

Mi idea es reestructurar el judo feme-nino con un programa de trabajo que per-mita estar más en contacto con los atletas,formar un equipo de elite, seguirlos decerca con profesionales y especialistas delDepartamento Médico de la Secretaría deDeportes de la Nación. Y, obviamente,tener instalaciones donde se pueda practi-car de manera óptima este deporte.

La UNESCO en 1981, recomendó lapráctica de judo para los chicos de hasta14 años, por la formación física y la divul-gación de valores integrales. Daniela tomóla idea y creó la Fundación Krukower, paraque niños y niñas se formen en el judo yen la vida. “Mi idea es enseñar judo por suarmonía y porque hace hincapié en los va-lores de la humildad y el respeto, ya quepara poder aprender, necesitás de un com-pañero. Queremos trabajar con la gentecon menos posibilidades. A partir de los 4años se puede practicar judo. Para los másgrandes, intentaremos crear un espaciocon talleres laborales. La idea es apuntar atoda la familia. También buscaremos unárea para enseñar distintas disciplinas asordos y ciegos”, dice Daniela esperan-zada en que el proyecto resulte una buenaopción para todos los chicos que quieranacercarse a la Fundación. Para todos los in-teresados, pueden ingresar a www.danie-lakrukower.com.ar/fundacion.

“Este es un desafío personal y una ma-nera de agradecer al deporte y a los queconfiaron en mí alguna vez”, finaliza di-ciéndonos Daniela Krukower, mostrándo-nos que además de haber sido un hito delJudo Argentino, no se olvida de sus co-mienzos y se la ve muy comprometida conlos que vendrán.

“Cuando defendí los colores argentinos por primera vez yme puse el judogui (atuendo que usan para pelear) se mecayeron unas lágrimas. Era defender y volver a la casadonde nací.”

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6 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

“Cumplí el sueño de ser jugador defútbol, pero lejos de mi familia. Desdechico lo único que hacía era jugar,donde fuera. Vivía en una casa dondecon saltar un tapial ya estábamos enla canchita. En ese momento no tenía-mos Internet, ni existían la WII, o laplay 3, entonces nos divertíamos ju-gando al fútbol”.

¿Dónde comenzó jugando?“En Mercedes, en un equipo que se lla-

maba UOM. Después me fui a probar a Hura-cán y quedé. Pero una semana antes quecierre el libro de pases me dejaron afuera deun campeonato amistoso internacional, en-tonces me fui a probar a San Lorenzo.”

Mudarse a Buenos Aires no fue fácil. “El Pe-lado” de Mercedes llegó cuando trasladaron asu padre (empleado del ferrocarril) a Tapiales.Antes de llegar a Huracán se había probado enseis clubes como delantero. “Pero el destinoquería que fuese defensor. A los 15 años erasuplente hasta que un día el titular se olvidólos documentos y pude jugar yo.”

Cuando recuerda el día de su debut,¿Qué es lo primero que le se viene a lacabeza?

La verdad es que en lo previo era un ma-nojo de nervios. Pero una vez que empezó elpartido me olvidé de todo. Me relajé y pudedisfrutarlo más. Fue contra Deportivo Merlo, encancha de Huracán jugando par San Lorenzo.

¿Cómo fue la experiencia de jugar enequipos no tan reconocidos?

En realidad a los 20 años me compran deJapón y me fui. Ese fue el cambio más grandeque podía haber hecho. Una cultura distinta,otro idioma, muy lejos de toda mi familia. Fueun salto bastante alto.Cuando volví a la Argen-tina, fui a Tucumán a jugaren Atlético. La verdad fueuna linda experiencia por-que la gente del interior esmuy cálida. También juguéen Unión de Santa Fe,donde la pasé muy bien.

¿Cómo tomó la decisión de ir a Japón?Era tan joven que en realidad fue una de-

cisión familiar. Yo estaba de novio con mi ac-tual esposa y entre todos evaluamos los pro ylos contra y al final decidimos que lo mejor erairme. Era julio de 1988, fue una decisión difícilpero acertada.

¿Fue fácil la adaptación?Al principio me decía ‘que lindo vivir en

Japón’, te impresionan los autos, los edificios,la organización, la limpieza, el trato cotidiano.Pero a medida que pasaban los días me fuidando cuenta que a pesar de todo extrañabalo mío. Y no solo vivir en la Argentina, sinotambién mi ciudad: Mercedes.

¿Cómo fue su experiencia como perio-dista durante el Mundial Corea-Japón2002?

“Muy linda. La disfruté como ex jugador,o sea, me podía equivocar en una pregunta,a veces no le ponía el micrófono a los entre-

vistados… ¡me perdonaban todo! Me sentí muycómodo, cubrí la Selección Argentina y Ri-quelme, Lucho González o Simeone me trata-ban como si fuera uno más. Es más, en el 2000,en unas eliminatorias que le ganamos a Vene-zuela 5 a 0 en cancha de River, la Bruja Verónestaba peleando con el periodismo y la únicaentrevista que dio fue a mí para Japón. Teníaciertos privilegios, tenía amistad con Sorín, Ca-niggia, con Pablo Caballero con el que habíasido compañero en Unión de Santa Fe.”

Si bien corrió con ventajas para hacer notasy trabajar como periodista, nunca tomó la ini-ciativa de estudiar Periodismo Deportivo, aun-que reconoce que “me hubiera gustado perono para seguir en el medio sino porque me in-teresa saber un poco más. Conocer un pocomás del medio”. Pero él se corregía y aprendíamirándose. “Me gustaba mirarme. Te sirve apulir los errores, vas corrigiendo cosas.”

Luego pasó por España. Un fútbol total-mente distinto, donde le costó la adaptaciónfutbolística, “…pensé que iba a ser más fácil. Sibien jugué de titular, mi rendimiento fue muymalo. Jugué en la Filial del Atlético de Madrid,pero siento que es el único club donde de-fraudé, realmente no les rendí”.

¿Qué diferencias hay entreel fútbol japonés, el espa-ñol y el argentino?

El japonés era un fútbolmuy rápido, menos técnico. Enel español era muy fuerte, másrápido, me costaba adaptarme.El fútbol de Argentina es el máslindo, sobre todo por la buenatécnica. En mi época cada

equipo tenía dos o tres figuras rutilantes, enRiver jugaban Francescoli y el Beto Alonso…

Además de jugar en España y Japón, en elfútbol local pasó por San Lorenzo (donde de-butó), por Atlético de Tucumán, Unión deSanta Fe y Platense. Elegir un club por el quesienta más cariño no fue fácil. “Te digo la ver-dad, no hay uno. Si tengo que elegir sólo uno,no lo encuentro. En Tucumán me trataronbien, en Santa Fe, también. En San Lorenzo,Huracán y Platense no tuve problema.

¿Atesora algún recuerdo de cuandoera jugador?

Sí, tengo muchas fotos, videos, de todo.En 1993 en Japón sacaron a la venta unos mu-ñequitos míos. A fines del 2002, en el Estadio

Nacional donde se jugó la final de ese Mun-dial, se casó una pareja fanática mía. En elaltar estábamos el cura y yo. ¡Ellos queríanque les diera la bendición! Viví cosas muylocas, por ejemplo estar siempre descalzodentro de tu casa. Es una costumbre, todos

los que entran, entran descalzos y no ensu-cian las casas.

¿Tuvo alguna cuenta pendiente en suvida deportiva?

Los jugadores siempre queremos jugar enlos equipos más grandes, en la Selección.Pero no siento ningún dolor ni arrepenti-miento porque nunca me guardé nada. Meentrené como el mejor, me cuidé siempre,hice muchos esfuerzos para llegar lo más altoque podía. Desgraciadamente no me dio porla táctica, técnica, por lo que fuere… perodentro del fútbol no me guardé nada. Em-pecé a los 18 me retiré a los 34. Lo disfrutémucho, jugué en 10 u 11 equipos y en otrospaíses: España y Japón.

¿Cree que se retiró a la edad justa?Sí, estaba jugando en Japón, con toda la

familia. En el 2003 fuimos de pretemporada auna isla y me lesioné el tendón de Aquiles.Durante esos 20 días no me pude recuperar,corría y me dolía, me infiltraba y me dolía,

hacía kinesiología, trotaba y me molestaba…tenía contrato hasta diciembre. Faltaba todoel año, pero el club me pidió que me quedaracomo Relaciones Públicas del club. Fue unaespecie de reconocimiento por haber jugadotanto tiempo ahí…

¿Le quedaron amigos en Japón?Sí, un montón de amigos. Algunos ahora

son técnicos, jugadores prácticamente noquedan, se retiraron todos.

De su paso por Platense tiene un re-cuerdo que quedó en la memoria de todoslo hinchas del Calamar. El 22 de febrero de1998 el equipo de Saavedra le ganó a Bocapor 4 a 0 en la Bombonera. “Fue algo muylindo. En esa época Platense a Boca le ga-naba o le empataba, pero nunca perdía. Nosiba muy bien. Antes de ese partido le había-mos ganado 1 a 0 en cancha de Platense yempatado 2 a 2 en cancha de Vélez. Pero ob-viamente, ganar 4 a 0 en la cancha de ellos,que tenían un muy buen equipo: Caniggia,Schelotto, Riquelme, Solano fue muy lindo.

¿A qué se dedica en la actualidad?Traigo chicos de Japón a perfeccionarse

en la Argentina. Algunos vienen por una odos semanas, otros por un mes, y a veces porseis meses o un año. Me encargo de armaramistosos, del alojamiento, la comida, lostraslados. Ellos vienen a perfeccionarse, yome ocupo de solucionarles toda la logística.

“Unos fanáticos en Japón queríanque bendijera su casamiento”

Ileana Brandán

Ídolo Futbolísticamente: Maradona ; de lavida: m viejo.

Equipo ideal con ex compañerosChilavert; Luís Málvarez, Sergio Marchi, DanielRiquelme; Leonardo Madelón, Fabián Carrizo,Blas Giunta; Fernando Di Carlo, Walter Pe-razzo; Daniel Ahmed

Un técnico Bielsa

Por ver a qué equipo pagaría unaentrada Del fútbol argentino, Godoy Cruz.Me gusta cómo juega, es un fútbol muy verti-cal que no especula, juega igual de visitanteo de local. Internacional: el Barcelona.

El delantero más difícil que tuvoque marcar Caniggia me costó desde las inferiores y también “El Pichi” Escudero padre.

Una camiseta que cambió con unrival Michael Laudrup.

Una tarjeta roja Jugando para Platensecontra Huracán, íbamos perdiendo. Choquécon Barijho, nos caemos, me insulta y yo lopateo desde el suelo. Adelante del árbitro. Esa noche en la apertura de Fútbol de Pri-mera mostraron esa patada.

Un árbitro Castrilli, porque no favorecía alos quipos grandes. De los actuales: Baldassi.

Un estadio La Bombonera, se mueve elpiso, se escuchan más los gritos.

Un partido inolvidable Por la Copadel Emperador, en Japón, en tiempo suple-mentario íbamos 1 a 1 y metí un gol de ca-beza, ganamos, fuimos a la final y salimoscampeones.

Ping Pong-

Debutó en San Lorenzo y a los veinte se fue a vivir a Japón donde jugó por años y tra-bajó como periodista en el Mundial de 2002. También, pasó por el fútbol español -en laFilial del Atlético de Madrid- creyendo que “me iba a ser más fácil, pero mi rendimientofue muy malo”.

Me entrené como el mejor, me cuidé siempre, hice muchos es-fuerzos para llegar lo más alto que podía. Desgraciadamenteno me dio por la táctica, técnica, por lo que fuere… pero den-tro del fútbol no me guardé nada.

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“Fue como tocar el cielo con las manos”.Esa es la sensación de Omar Catalán cuandorecuerda el gol que le permitió a Racing que-darse con la primera edición de la SupercopaSudamericana. Definió aquel momentocomo “el techo de su carrera”. El ex futbolistaconfiesa que, cuando ve el video, fusionadocon el relato de Víctor Hugo Morales, “se mepone la piel de gallina de la emoción”. Y loacredita como “el recuerdo más lindo que ledejó el fútbol”.

Su primer club fue Almagro. Osvaldo“Chiche” Sosa lo hizo debutar en la primeradonde jugó durante cinco años, y logró el as-censo a la B y el subcampeonato del torneoposterior. Luego fue vendido a Quilmesdonde salió campeón. Esto fue fundamentalpara que los clubes de primera división fija-ran sus ojos en él. Entonces, fue transferido aRacing, donde lo consideran un histórico.Tiempo más tarde, se retiraría en DeportivoArmenio, en la Primera B Metropolitana.

Hacía veintiún años que Racing no se co-ronaba campeón. Aquel 18 de junio de 1988,con Alfio Basile como director técnico, ter-minó la mala racha. El equipo había encon-trado un estilo de juego que sedujo a sushinchas como hacía mucho no pasaba. Con-taba con un arquero brillante. Sumado a unadefensa que trabajaba en conjunto y se en-tendía a la perfección. Además de un medio-campo inundado de despliegue, quite ycreación, y con una excepcional delanteraque gozaba de inteligencia, desborde, movi-lidad y gol.

La final del primer torneo que la Confe-deración Sudamericana de Fútbol sumara ala tradicional Copa Libertadores de Américaenfrentaba a Racing de la Argentina y Cru-zeiro de Belo Horizonte-Brasil. Racing habíaderrotado a Cruzeiro en el partido de idapor 2 a 1 en Avellaneda. La revancha era enel mítico estadio Mineirao. Patente en lamemoria de Omar Catalán quedaron aque-llas sensaciones al salir al campo de juego ypisar el verde césped: “había 120 mil per-sonas, fue impresionante. Los primeros 20minutos parecía que los espectadores bra-sileños se nos tiraban encima, algo real-mente impactante”. Dirigía el uruguayoJuan Daniel Cardelino, y aunque al con-junto de Basile le alcanzaba con un empate,el gran golpe llegó a los 43 minutos del pri-mer tiempo. Con una gran escabullida delrápido y desbordante Catalán se abrió elmarcador. El Mineirao repleto enmudeció,salvo la hinchada racinguista, que alentabadesde un rincón. El segundo tiempo se em-bebió de coraje, garra y corazón. Lo más di-fícil fue mantener el resultado. Se aguantótodo lo que se pudo. Pero a los 37 minutosdel segundo tiempo Robson convirtió el goldel empate. Faltaban escasos minutos.Cuando Cardelino dio por terminado el co-tejo estalló una mezcla de alegría, delirio yllanto: Racing gritó campeón.

La formación de aquel equipo fue: Ubaldo

Fillol; Carlos Vázquez, Gustavo Costas, NéstorFabbri, Carlos Olarán; Jorge Acuña, Miguel Lu-dueña, Miguel Colombatti, Rubén Paz; OmarCatalán y Walter Fernández. La principal ca-racterística que pudo imprimirle Basile fue elcontrol de pelota; quite y toque de primera,contraataque y capacidad de llegar rápida-mente al gol.

El valor de aquel logro se dimensiona aúnmás cuando la estadística arroja que fue,hace 23 años, el último título internacionalde la institución de Avellaneda. “Ningún pe-riodista daba un centavo por Racing”, peroellos confiaban en sí mismos. Catalán distin-guió a Alfio Basile como “el técnico más im-portante e influyente que tuve. Un hombresimple y motivador. Muy claro en los con-ceptos. Las charlas técnicas no duraban másde 15 minutos”. Y señaló que era un buengrupo humano, que contaba con tres jerar-quías diferentes: los cracks, las figuras y losbuenos jugadores. “La mayoría de ellos yahabían jugado mundiales” recuerda.

Omar no guarda muchas cosas de suépoca como jugador, aunque sí atesora el di-minuto pantalón y la camiseta con los quehizo aquel gol emblemático. Entre risas, ad-mite que aún tiene la casaca a pesar que laquiso intercambiar con un jugador de Cru-zeiro: “…estaba tan caliente y enojado por

perder la final, que me miró mal y el canje notuvo éxito”.

Su vida ya no depende de correr detrás deuna pelota. Apenas se retiró, abrió un video-club pero no le fue como esperaba. Tambiénapostó por una panadería y un ciber, que tam-poco cumplieron con las expectativas. Enton-ces, decidió probar suerte como taxista.Incluso compartió vehículo con Tito, su padre.Pero el ámbito deportivo lo aguardaba, defi-nitivamente era lo suyo e hizo el curso de di-rector técnico.

Actualmente, es entrenador de fútbol ytrabaja tanto en el interior como en el exterior.Estuvo en el norte de Irak, y orgulloso destacóque “increíblemente aman a los argentinos,nos admiran.” Allí trabaja fundando escuelitasde fútbol. El ex delantero, explica que el pro-yecto constó de dos etapas de seis meses.Entre ambas retornó dos meses a la Argentinapara descansar y recobrar fuerzas. Y dilucidóque “los iraquíes están en un comienzo demuchas cosas, y una de ellas es el deporte”. Elpropósito fue mostrar cómo desarrollar unaescuelita de fútbol a partir de los 6 o 7 años, yaque en aquel sitio trabajaban a partir de los 14o 15 años. Catalán cree que a esa edad “…loschicos no aprenden más a jugar”. También letocó viajar a varias ciudades de Sudamérica,recorrió escuelas y trató de mostrarles a losniños cómo es el fútbol de la Argentina: la pa-sión, el fervor de las hinchadas. Por supuesto,que nunca falta el relato de su gol en la finalde la primera edición de la Supercopa. Entu-siasmado menciona que su pasión fue, es y se-guirá siendo el fútbol. “Es una pasión quenunca se termina”.

El 7 de septiembre de 1992, Catalán re-fiere haber tenido un encuentro con Cristo. Apartir de ahí su vida, y su fe, están deposita-das en Él. Colabora en una fundación cris-tiana, llamada “Palabra de Vida”, sirviendo aDios junto a otros futbolistas como JonathanSantana, Jairo Patiño, José Chamot, Leonel

Gancedo, Fernando López, Juan Pietravallo yJavier Villarreal. En su iglesia de Tapiales con-tribuye con jóvenes de 20 años, haciendo ac-tividades que los atraigan. La define como unclub social, donde cantan, juegan al metegol,al ping-pong y, por supuesto al fútbol. Peroaclara que siempre se basa en un mensaje bí-blico acorde a las necesidades y problemasde cada edad. Se lo nota orgulloso de sucompromiso con la fe: “…mis dos pasionesson el fútbol y Cristo”.

A pesar del significado de aquel gol en Bra-sil, Catalán es un hombre sencillo, ‘no se lacree’, y manifiesta que no es una cara famosa.Sin embargo, “cada tanto algún loco seacuerda de mí”. Un día cuando trabajaba detaxista, un hincha de Racing que vio la fotocon su nombre y apellido, “…se volvió tanloco, que por poco se pasa al asiento de ade-lante. Es muy lindo sentirse reconocido”.

Este hombre que debutó y se retiró en elascenso, se destaca por ser muy optimista.Por lo cual no tardó en encontrar el lado po-sitivo de no ser reconocido públicamente, “…es la mejor forma para mantener la privaci-dad. Puedo ir a un restaurant, sentarme ypasar totalmente desapercibido”.

No se considera un ejemplo de vida, perodesea que en él la gente pueda ver a suCristo, para sea atraída por su devoción.

Con un derroche de sonrisas, rememora lainolvidable anécdota de su primer auto, en susprimeros entrenamientos: “Yo tenía que llegara Hindú Club, en mi Fiat 1500 que se caía a pe-dazos. Eran las 8 de la mañana, iba por el cen-tro de Caseros, y vi que salía humo del capot.Estaciono, abro la tapa, y claro, al entrar oxí-geno, se prendió fuego.

Como estaba fresco, tenía en el auto unacampera hermosa que amaba. Cuando me dicuenta que no tenía matafuegos, no mequedó otra alternativa que agarrar la cam-pera. Estaba apunto de pegarla al motor, lamiré y me dije ¡má sí, prendéte fuego! Comoera hora pico empezaron a parar varios autosy dos o tres que se bajaron con matafuegoslo apagaron. Entonces, llamé a mi papá, quetenía un taxi, para que me llevara alentrenamiento. Con ese mismoauto fui al primer entrenamientoen el estadio de Racing. Como lle-gué temprano estacioné casi en lapuerta del vestuario, y cuando meiba veo que alrededor estaba llenode autos último modelo…, yo mequería morir. Como tenía pocabatería si no arrancaba la primeravez no arrancaba más. Me senté yle hablaba al auto, parecía unloco, le pedía ‘no me podés fa-llar’. Me concentré bien, di vueltala llave, y nada, no arrancó. Mequería morir. Bajé lo más rápidoque pude, miré que no hubiesenadie alrededor y lo acerqué hastauna bajadita para poder empu-jarlo. En eso escucho ‘Cata ¿quépasó?’, me di vuelta y era EduardoSaporitti, que tenía una flamanteRenault Fuego blanca resplande-ciente. No sabía dónde meterme.A partir de ese día no fui nuncamás en el Fiat 1500, tomaba el co-lectivo”.

Dentro del mundo deportivo,pasó momentos buenos y malos.

En diez años de carrera salió tres veces cam-peón y se fue dos veces al descenso. Entretodo lo bueno, se quedó con las sensacionesde estar dentro de un vestuario, recuerda amuchos compañeros famosos y no famososque formaron parte de su vida. Y califica al fút-bol como una herramienta para poder vivir. Encuanto a lo negativo, se remonta a la época enla que jugaba en Almagro, y recuerda que nopodían empatar dos partidos seguidos ymenos perder, porque los barrabravas del clubiban a visitarlos “…con unos palos enormes, amodo de amenaza”.

En cuanto a las razones de su precoz retirodel fútbol, Catalán recuerda que a pesar detener todo acordado para seguir en Racing, surepresentante no arregló y lo sacó del club.Luego, pasó a Deportivo Armenio, dondejugó muy poco. En ese momento, se enojócon su empresario y decidió no jugar más.

A la hora de elegir al jugador más impor-tante con el que le tocó compartir un vestua-rio, Catalán nombra rápidamente a UbaldoMatildo “ el Pato” Fillol. “Para mí era un lujo,es el mejor arquero de la historia del fútbol ar-gentino”. Elegir a un compañero le resultómás difícil. Por eso escogió a dos: Fabio Costay Ramón Medina Bello, con quienes compar-tía la habitación en la concentración. Tambiéndestacó que con el uruguayo Ítalo Ortiz, lequedó una gran amistad.

El ex jugador dio su punto de vista sobreel presente del fútbol argentino. “Hay un im-portante progreso en cuanto a la infraestruc-tura, la calidad de los campos de juego, losniveles de entrenamiento, en lo referente a lamedicina, y el cuidado del jugador, tanbiénen la alimentación. Las inferiores se están to-mando cada vez más en serio, porque es loque genera dinero. River, Boca y Vélez estána la altura de clubes europeos. Sin embargo,creo que el fútbol argentino está devaluado.Cuando surge un jugador de 17 años quejuega más o menos bien lo venden. Y notodos los días surge un Tévez o un Agüero.Antes los equipos argentinos mantenían mástiempo a sus figuras, algunos incluso juga-ban toda su vida en un mismo equipo. Cadaclub tenía su emblema: Alonso en River, Gattien Boca, Bochini en Independiente, Coco enSan Lorenzo. Todos tenían un número diez oun arquero como símbolos de su equipo.Esto ya no pasa, hoy el dinero manda. El ju-gador piensa en su porvenir y contra eso nose puede hacer nada”.

Daiana CejasEl hombre de los milagrosConvirtió el histórico gol que le adjudicó a Racing la Supercopa del ‘88, luego de 21años de sequía. Rememora su época como jugador de fútbol y cuenta en detalleanécdotas y experiencias. Hoy, convive con sus dos pasiones: el fútbol y Cristo.

JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 7

Racing 2 – Santos 0G: Iglesias; Colombatti (R)

Santos 0 – Racing 0

SEMIFINALES:Racing 2 – River Plate 1G: Borelli (RP); W. Fernández x 2(R)

River Plate 1 – Racing 1G: Gutierrez (RP); Fabbri (R)

FINAL:Racing 2 – Cruzeiro 1G: Robson (C); W. Fernández (R); Colombatti (R)

Cruzeiro 1 – Racing 1G: Omar Catalán (R); Robson (C)

SuperCopa 1988

“Había 120 mil personas, fue impresionante. Los primeros 20minutos parecía que los espectadores brasileños se nos tira-ban encima, algo realmente impactante”.

Page 8: Estudiá Periodismo Deportivo en River: Diario Foco Deportivo 2011

“El básquet era más popularantes que ahora”

8 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

Como todo grupo, aquel equipo tenía unjugador destacado, una figura. Ricardo Pri-mitivo González era el capitán y emblema deaquella selección nacional. Hay que tenermucho afecto para llamarlo “El Negro” peroes “un amor de persona” como la calificótiempo después, Alejandro Pérez, periodistaespecializado en este deporte. El capitán deaquella selección nos abre las puertas de susegunda casa, el Palermo Club. Una institu-ción emblemática para el básquet en los años50, con la gira histórica en 1951, su encuen-tro con Evita y el apoyo que recibieron porparte del General Juan Domingo Perón.

La emoción de los minutos finales a laconsagración del primer y único título mun-dial en el básquetbol argentino. Los viajes alos Juegos Olímpicos de Helsinki y esa famosasuspensión de la Confederación Argentina deBásquetbol. Una gloria del deporte que revo-lucionó dos décadas y perdió su prestigio enveinte años.

Un comienzo “Primitivo”El “Negro” González, comenzó su reco-

rrido en el Club Social y Deportivo Añasco,ubicado en el barrio de La Paternal. Un clubque “no se podía federar porque la canchano era reglamentaria y jugaban tantas divi-siones que no alcanzaban los horarios de undía para que todos puedan compartir el viejoy gastado parquet”. Allí concurrían cientosde chicos que pasaban horas intentando lle-gar al aro, embocarla y salir corriendo a con-tarle a sus padres que habían metido undoble. “Si existieran los clubes de barrio, loschicos no andarían por ahí”, dice Gonzálezcon angustia, aunque ve llegar a varios entu-siasmados y con ganas de jugar.

Gimnasia y Esgrima de Villa del Parquele otorgó al capitán de la selección la posi-bilidad de jugar en plenitud y demostrarque había en él un talento a punto de esta-llar. El nombre clave fue Juan Fleita, su pri-mer entrenador, que le recomendó ir ajugar a Sportivo Buenos Aires. Tambiénjugó varios torneos con la Federación Por-teña y en el Torneo Argentino defendiendolos colores de Capital.

En 1948 ya estaba cansado de soportarpresiones por solamente hacer lo que le gus-taba: jugar al básquet en Gimnasia y Esgrimade Velez Sarfield. Entonces decidió tomarseun colectivo y bajarse en la calle Aráoz. ElClub Palermo brillaba por su fachada y porcentenares de jugadores que se acercaban apracticar todos los días. “Te voy a dar un datode Osvaldo Ricardo Orcasitas, periodista dela revista “El Gráfico”: en aquellos años había1.700.000 jugadores federados. Hoy no lle-gamos a 70.000”. ¿Qué pasó? Ricardo creeque el ocaso de los clubes de barrio generóla decadencia del básquetbol argentino. “EnCapital había 30 o 40 equipos. Estoy seguroque el básquet era más popular antes queahora. Si sumás la Liga Nacional, el TorneoNacional de Ascenso y Liga B hay solo cuatroequipos de Capital Federal.

Los mejores del mundoCuando tuvieron la oportunidad de de-

mostrar que se podía entrar en la historia,no la desaprovecharon. Capitaneado porRicardo González, la selección argentinallegó en su mejor momento al Mundial dis-

putado en Buenos Aires, en su única sede:el Luna Park. Diez países, incluyendo a losEstados Unidos, último campeón de los Jue-gos Olímpicos en Londres, que venía dearrasar a Francia por 44 puntos en la final.

El “negro” se entusiasma cuando habla deaquel equipo, “…todos estábamos en lamisma sintonía, nadie burlaba las reglas delentrenador Jorge Canavesi”. Fue una prepara-ción muy intensa en River Plate con entrena-mientos de hasta seis horas por jornada.“Tirábamos cien tiros libres por día, cincuentaa la mañana y cincuenta a la tarde. El prome-dio era entre 35 y 40 convertidos, aunquecerca de la competición algunos acertaban loscincuenta”. El plantel tenía un promedio detiro de cancha de 65% y en la línea de foul, uncontundente 82%. “Esos números hoy tesacan campeón”, afirma Ricardo.

Los dirigidos por Canavesi llegaron a la

final promediando 58 puntos por partido ycon más de 300 puntos en todo el campe-onato. Atrás habían quedado: Francia, Bra-sil, Egipto y otra vez los galos para poderacceder al encuentro decisivo contra losnorteamericanos.

El 3 de noviembre a las 16 horas era lagran cita. El estadio desbordaba de público yalegría.El primer tiempo cerró con diez pun-tos abajo. Canavesi decidió jugar la segundamitad con lo mejor que tenía y lo dieronvuelta: el resultado fue 64 a 50. “La noche delas antorchas” marcaba un hecho histórico enla intersección de Avenida Corrientes y Bou-chard. La gente salió a festejar con una an-torcha, homenajeando a los doce hombresque habían conseguido ser los mejores delmundo. La sonrisa al recordar ese momentoes interminable y la emoción inevitable, “enel minuto final la gente invadió la cancha. Seencendieron todas las luces y nosotros está-bamos muy contentos.”

La “Generación Dorada” es lo más cer-cano con el segundo puesto en el Campeo-nato Mundial de Indianapolis en 2002 y lamedalla de oro en los Juegos Olímpicos deAtenas en 2004.

¿Puede hacerse una comparación? Deningún modo. El juego se modificó mucho y

la sociedad fue observando y valorando dedistintas maneras los logros obtenidos porestos dos equipos.

Como ese gran argentino (Su encuentrocon Evita y Juan Domingo Perón)

En 1951, el Club Palermo preparó unagira por Europa. Estaba todo en regla: los pa-sajes, la estadía y los partidos a disputarse.Pero llegó una orden “de arriba”: no podía-mos viajar para no desprestigiar lo conse-guido hacía un año. “Para la época, un viajesemejante era imposible dejarlo pasar. Unaamiga me dijo que Evita iba a estar en la in-auguración de un policlínico entonces todoel equipo, incluyendo el cuerpo técnico, seacercó al lugar. Empilchados para la ocasión,formamos una pasarela para esperar a Evita”.La explicación fue breve y la respuestaenorme, “nos esperaban al otro día a lasocho de la mañana en la presidencia para ha-

blar con el Perón”. El mensaje del General fuemuy claro, debían viajar y si realizaban unabuena performance, les regalarían siete díasen París. “Fue una gira excelente, ganamostodos los partidos y fuimos a conocer a París.Con Palermo nos enfrentamos con las selec-ciones de España y Francia”.

La suspensión que sentenció el finalCon la llegada a los Juegos Olímpicos de

Helsinki en 1952, una noticia en la concen-tración argentina paralizaba los corazones demuchos: Evita fallecía a los 33 años. Toda ladelegación, de común acuerdo, desfiló conuna corbata negra en la fiesta inaugural. Lascríticas llovieron desde Buenos Aires.

A su vuelta, el poder de turno en la Con-federación liderado por el Dr. Amador BarrosHurtado, los acusaba de “profesionales” y lesaplicaban una suspensión que jamás fue le-vantada. Barros Hurtado era presidente de laAsociación Platense de Básquetbol y su fami-lia estaba muy ligada al gobierno de turno.“Tenía 31 años y estaba en mi plenitud. Re-nuncié a mi trabajo en el City Bank parapoder viajar. Aparte, ya estábamos designa-dos para las olimpíadas de Melbourne al añosiguiente. Muchos dejaban de jugar pero yome sentía muy bien”. Luego tuvieron que

pasar cuarenta años para que la selección na-cional disputara un nuevo juego olímpico.

Nuevas reglas y el salto de calidad¿Sigue viendo algún partido de básquet?

Sí, sí…veo siempre. Hoy tenemos la posi-bilidad de ver la NBA desde la comodidad detu casa. También veo mucho el fútbol. Ob-servo la Liga Inglesa, Española e Italiana. Lostrató de grabar, pero debo reconocer que ira la cancha tiene otro sabor.

Hace cuatro décadas, la línea de tres pun-tos, era una quimera probada por John Nais-mith en 1933 pero que no recibió suaprobación hasta 1968 por la American Bas-ketball Asociation. Los primeros en imple-mentar la línea de 6, 25 metros. En latemporada 1979/80, la National BasketballAsociation decide adoptar los tres puntos ymucho tiempo después, la Federación Inter-nacional de Básquetbol se agrega en 1984.

¿Con qué regla está en desacuerdo?El básquet es extraordinario. Vive reno-

vándose. Yo pienso que con tres o cuatro re-glas chiquitas en el fútbol, cambiaría mucho.El gol es el motivo. Hoy, un jugador no llegaal límite del tiempo de posesión porque a los20 segundos, tenés a un contrario presio-nándote y estás obligado a lanzar. Y respectoa la altura, yo fui a un Sudamericano en 1947con una regla ridícula, la altura permitida era1, 90 metros.

¿El básquet tuvo su salto de calidad?Sí, y la Liga Nacional tuvo mucho que

ver. ¿Sabes que pasa? Cuando éramos chi-cos, un jugador brasileño tenía aseguradosu porvenir…

¿La mejor persona que le dejó estedeporte?

Mis compañeros, acá en el Club Palermotengo muchos amigos también. Inclusive,hace poco querían que viaje al Mundial deTurquía, pero por cuestiones personales nolo pude hacer.

¿Una acción que lo marcó en su vidadeportiva?

El cariño de la gente. El nombramientopara ingresar al Salón de la Fama y luego elllamado de la gente de la Confederación y deHoracio Muratore, presidente de la FIBA. Mellamaron, estaban muy contentos. Es muygratificante.

¿Los reconocimientos llegaron tarde?Llegaron tarde, pero “Nunca es tarde

cuando la dicha es buena”.

Sebastián Saijo

La “Generación Dorada” le otorgó al básquetbol argentino su lugar en el universo. Se tratade un reconocimiento y espacio que no obtuvieron los mismos campeones mundiales de1950, únicos en la historia. Proeza que incluyó lograr el torneo en forma invicta supe-rando a Estados Unidos por catorce puntos en la final disputada en el mítico Luna Park.

Ayer y hoy, el capitán de la Selección Campeona Mundial de 1950

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JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 9

Le atajé un penal a Maradona en el San PaoloCuando era chico tenía muy en claro que iba a ser médico. Después empecé a jugar alfútbol y me gustó. Pero siempre supe que lo mío era la medicina, apenas tuve que rele-garlo para cuando terminé de jugar.

¿Por qué arquero?La realidad es que yo aterricé en el arco por

varios motivos. Uno es que si tenía que vivir delfútbol jugando con las piernas me moría dehambre… Sí, en cambio, me destacaba entodos los deportes que se jugaban con lasmanos: voley, básquet. El puesto de arquero esun puesto muy especial, tiene una responsabi-lidad distinta y a mí siempre me gustaron esosdesafíos. Fui arquero por una mezcla de inca-pacidad motriz y del gusto por las responsabi-lidades importantes.

La gente de Deportivo Italiano le tieneun cariño muy especial, hasta tienenuna peña con su nombre.

Sí. Tiene una connotación importante por-que mi padre jugó en Deportivo Italianocuando se armó el club hace muchísimos años.Él me llevó y empecé a jugar en el club dondeél ya había jugado. Además hice todas las infe-riores y llegué a la Primera: fui un chico que sehabía formado en el club y que llegó a la Pri-mera. Además se dio un hecho futbolístico queme favoreció: atajé los penales con los que De-portivo Italiano ascendió a Primera División.Fue la única vez que estuvo en la historia en laPrimera A, y a pesar que no volví a jugar allínunca más la gente me tiene mucho aprecio.

¿Cómo fue la llegada a Rosario Central?

Cuando salimos campeones con DeportivoItaliano llegó una oferta de Rosario Central. Erauna gran oportunidad para jugar en uno de losgrandes de la Primera división. Estaba casado,con una hija recién nacida y me faltaban mate-rias para recibirme de médico, la mudanza aRosario… era una decisión compleja.

¿Cómo fue la relación con la hinchadarosarina?

Tuve una relación extraordinaria con lahinchada, de hecho en el segundo año em-pecé como capitán del equipo. Después es-tuve casi cuatro años más como capitán,nunca tuve problemas. Es más, me sigue pa-sando que cada vez que voy a Rosario la re-cepción es muy buena.

¿Hincha de Central?Totalmente.

¿Y antes?Antes era de Boca, de chico. Pero la verdad

es que después empecé a jugar y viviendo enRosario no podés dejar de ser hincha local.

¿Cómo fue salir campeón, luego del as-censo, y por primera vez en la historiaen Primera División?

- Llegué justo cuando Central ascendió.Fue espectacular porque fue un equipo que seformó para jugar en Primera, con muchos ju-gadores nuevos que no nos conocíamos entresí. Fue una doble sensación: llego al club searma el equipo nuevo y salimos campeones.Fue una experiencia espectacular que yo nomedí en toda su magnitud en aquel momentoporque no lo entendía. Después, cuando es-tuve unos años más en Rosario, me di cuentalo que significaba lo que habíamos hecho. Fueel último campeonato que ganó Central.

¿Quién era tu ídolo, tu referente?Fillol, sin dudas. Yo lo veía atajar a Fillol y

trataba de corregir mis errores haciendo lo queél hacía.

¿Qué significó la convocatoria a la Se-lección, a pesar de no seguir luego?

Fue de las satisfacciones más grandes queyo tuve con el fútbol. Estuve veintitrés partidosen la Selección, jugué uno y después entré encuatro o cinco amistosos, pero ese que juguélos noventa minutos valieron todo el sacrificioque hice toda la vida. Por supuesto me quedópendiente la posibilidad de seguir, porque enrealidad cuando había jugado me había idobien, pero para el Mundial no me citaron...Pero bueno, jugamos en la Copa América, sa-limos campeones y yo fui parte de ese equipo.

¿Quién fue la persona que más te enseñóen el fútbol?

Angel Tulio Zof, el técnico de Central. Lotuve cinco años, me enseñó a disfrutar del fút-bol. Otro que quiero destacar es a Ramón Ca-brero. Fueron dos técnicos que me enseñaron adisfrutar, a sacarle presión para poder estar den-tro de una cancha sin creer que uno no puedeequivocarse. Aceptar que uno es humano y quese puede equivocar como cualquiera, permitejugar más distendido y cometer menos errores.

¿Cómo fue el paso por Argentinos Juniors?

Argentinos Juniors fue el último club en elque yo jugué de titular y con el que conseguíun campeonato. Prueba de lo importante quefue para mí, es que cuando terminé el últimopartido en Argentinos Juniors dije: ‘si salimoscampeones no juego más’. Y lo conseguí, el fút-bol me dio todo lo que me tenía que dar. Des-pués vino lo de Boca, que fue una circunstancia.

¿Cómo fue esa experiencia en Boca?Lo de Boca fue transitorio, simplemente me

convocan porque Abbondanzieri se lastima y ne-cesitaban un arquero en condición de libre.Cuando llegué al club, deciden no operar a Ab-bondanzieri y como él puede seguir jugando yono tenía lugar en el equipo. Estaban Córdoba,Abbondanzieri y después estaba yo. A esa alturaya tenía mi consultorio y trabajaba un montón,por eso digo que lo de Boca fue un paso, nadamás. Pero también fue la experiencia de ponerun pie dentro de un equipo al que siempre mi-raba desde afuera.

¿Qué significó el paso por México?Significó mucho. En primer lugar, una hija.

Tengo una hija mexicana (risas), y sin dudas fuelo mejor que me traje de allá. Y en segundolugar significó estar en una institución distinta,ver el fútbol de otra forma, en una sociedadque vive el fútbol sin presiones. Además la uni-versidad donde yo fui a jugar, me dio la opor-tunidad de hacer mi especialidad médica. Erauna situación ideal: podía estudiar y seguir conmi carrera y al mismo tiempo jugar al fútbol.México fue un buen paso.

¿En qué parte de la carrera futbolísticaempezaste a estudiar medicina?

Yo me recibí jugando. Cuando me fui aMéxico me faltaba una materia. En la primeraoportunidad que tuve, las primeras vacacio-nes, vine a la Argentina, la rendí y me volví aMéxico recibido. Allá hice la especialidad. O seaque fui estudiando a lo largo de la carrera, mimeta era recibirme. No la hice en seis años,pero bueno yo no tenía apuro...

¿Qué es lo que hacés hoy? ¿En qué con-siste tu trabajo?

Yo soy médico especialista en medicina de-portiva, tengo un centro de rehabilitación de-portiva y un consultorio donde me dedico aprescripción de actividad física para pacientes.Atiendo a personas que tienen hipertensión,obesidad, diabetes. Y en el otro consultorio ha-cemos rehabilitación a deportistas y no depor-tistas que tengan lesiones. Mi tercer trabajo esen el CEFAR, donde dirijo el Departamento Mé-dico de la institución que tiene jugadores libresy además una escuela infantil que pertenece alBarcelona de España.

¿Por qué no en un cuerpo técnico?Fui el médico de Almagro y Banfield.

Luego de veintidós años sin sábados ni do-mingos por concentraciones y viajes, cuandoterminé de jugar al fútbol y empecé otra veza ser médico de equipos… no me gustó nada.Quería recuperar mi vida familiar y por eso notrabajo en equipos de fútbol.

¿Qué cambiarías de tu carrera profesional?

No, no cambiaría nada. Si tuviese la posi-bilidad de jugar al fútbol otra vez no dudaríani un instante. Fue apasionante y una alterna-tiva muy distinta a lo que puede significarcualquier otro trabajo. Siempre digo que em-pecé a trabajar cuando dejé de jugar al fútbol.Al fútbol nunca lo consideré un trabajo, fueun gusto. La medicina fue una pasión de todala vida, desde que yo tengo uso de razón supeque iba a ser médico.

¿Por qué no guardás recuerdos de tucarrera futbolística?

Porque para mí la vida viene mañana. Esvivir el hoy, y pensar en lo que voy a haceren el futuro. Se ve que todavía no me llegómi momento para sentarme a analizar loque hice. No quiero perder tiempo de mivida actual mirando para atrás. Lo que hice,hice, me tocó vivirlo y punto. A vecespienso en contarles a mis hijos o a mis nie-tos algunas cosas que me pasaron, pero nome gusta. Mi familia está haciendo álbumesde toda mi carrera, son un montón, pero nolos abrí nunca. A veces alguno no me cree…Por ejemplo: ¡en el Estadio San Paolo de Ná-poles le atajé un penal a Maradona! Faltabaun minuto para terminar y ganábamos 1 a 0con Rosario Central. En eso dan un penalsolo para que terminara empatado el amis-

toso. Pateó Diego y atajé. Cuando cuentoesto me dicen: ¡qué le vas a atajar un penala Maradona!

¿Qué cosas son las que te hacen seguirdía a día?

Disfruto muchísimo el trabajo de uncuerpo médico de fútbol. Después de haberestado tantos años como jugador conozco loscódigos, lo que es el vestuario, la forma depensar de un futbolista. Acá me encuentrocon muchos jugadores que no tienen club yque están medio relegados del sistema, en-tonces me parece que la función que tengoacá al margen de lo médico, es este acompa-ñamiento a jugadores que están en una etapaque es medio brava. Por otro lado la atenciónmédica, y la ayuda a la persona que no estábien a través de la actividad física, que es loque hice toda la vida, me entusiasma todoslos días. También doy charlas, conferencias.Poca gente tiene la suerte de trabajar de loque realmente le gusta, es una bendición.Todas estas cosas me hacen levantar a la ma-ñana y tener ganas de arrancar.

¿Qué diferencias hay entre el fútbol deayer y el de hoy?

Lo describo en un ejemplo. A mí Zof memarcó porque era la primera vez que yo veíaun técnico que hablaba poco y que paraba lasprácticas solamente cuando algún jugador nojugaba bien al fútbol. Lo vi parar las prácticasde fútbol cuando un defensor tiraba la pelotaafuera. Entonces venía y decía: ‘no mucha-chos, miren la gente que viene y llena estacancha, viene a ver un espectáculo bueno, siusted tira la pelota afuera la gente no va avenir más, o sea nosotros tenemos que darbuen espectáculo’. Hoy veo demasiada garra,mucha lucha, poco interés por guardar estalínea. El fútbol ha cambiado, prevalece laparte física y menos la técnica.

¿Como hincha de Central, cómo vivisteel descenso?

Significó dolor. El descenso le puede pasara cualquiera que tenga una mala campaña oun par de malas campañas. Central es unainstitución grande que estuvo muy mal ma-nejada, se cometieron muchos errores, genteque no tiene nada que ver con el fútbol y derepente están dirigiendo una institución. Dapena porque es un club grande con una can-tera de futbolistas enorme y hoy está pele-ando el Nacional B.

¿El mejor arquero de hoy?A mí me gusta como ataja Carrizo, con

algunas cosas que por ahí yo le cambiaría(risas). Me parece que es muy completo, esun arquero que tiene sus condiciones paraestar donde está. Me gusta mucho más el es-tilo que tiene él que el arquero de la selec-ción, pero bueno, hay que hacer méritospara estar ahí.

Juliana Palleros

Angel Zof, su mejor técnico

Page 10: Estudiá Periodismo Deportivo en River: Diario Foco Deportivo 2011

Rubén Bruno es un jugador ignoto en elmundo del fútbol, pero no en el universo deRiver. En tan solo 90 minutos se convirtió enhéroe para más de medio país y “carnero”para unos pocos.

Bruno nació el 16 de Mayo de 1955 en elbarrio de Saavedra, hijo de Irma CristóbalLópez y Vicente Bruno. A los diez años, supapá lo llevo a jugar a River, donde hizo todaslas inferiores. Recuerda que la camada del ‘56era una gran categoría, les decían “la maqui-nita”, tenían grandes jugadores: Leonardo La-bonia, Pedro Gómez y Bargas entre los másdestacados. Su referente por aquel entoncesera “El Mono” Mas. Cuando nombra a Pininole brillan los ojos. “Era un wing de la ostia(sic), goleador, un jugador eléctrico, dejabaun surco por la raya, y marcó una época enRiver.” Recuerda que el padre de Oscar Mas ledecía: “Pibe, preparate porque cuando Pininono juegue más acá, vas a ocupar su lugar, y tevan a putear a vos, me decía.”

Camino a la confitería del club, mientrasrecorríamos el anillo interno del “Monu-mental”, Rubén recordó anécdotas de supadre cuando les acercaba sándwiches paraél y sus compañeros después de los entrena-mientos, o los veranos que pasaba en la pi-leta del club. Describe el escenario y dice:

“No cambió nada, está todo igual”, diceBruno que por aquel entonces se entrenabacon la Selección sub-20 que dirigía el “Flaco”(César Luis) Menotti.

Uno de los artífices de la epopeya del 75’,fue Ángel Labruna: “Angelito era un grande,sabía mucho de fútbol, podía leer los parti-dos, tenía idea de lo táctico, de cómo aren-gar a los compañeros a la hora de jugar.Guardo un gran recuerdo de él, lastima queno nos dirigió en aquella final, sino FedericoVairo”, opinó Bruno.

Al llegar a la confitería del club nos en-contramos con un compañero de aquellosaños, Pedro Gómez. Cuando se vieron se fun-dieron en un abrazo y no pararon de contarse

cosas, de recordar el pasado y de hablar deviejos amigos. Gómez trabaja hoy en el club,se desempeña como entrenador de fútbol delequipo femenino de River.

Cuando Pedro se va, nos sentamos en unamesa y le pedimos a Abel, uno de los mozosde la confitería, que nos trajera dos cafés. Re-cién entonces Rubén se desató y empezó a re-latar lo ocurrido en agosto de 1975.

“En ese invierno del ‘75 no se vivían tiem-pos felices en el fútbol nacional. Los jugado-res de primera se levantaron en una huelgaque duró de miércoles a viernes. La huelgapareció armada para que River no diera lavuelta”, recuerda. Varios equipos de la pri-mera división, entre ellos River, se sumaron alconflicto. Los “Millonarios” eran punteros,sólo les restaba jugar dos partidos, frente aArgentinos Juniors de visitante y Racing delocal. La huelga de agremiados determinóque varios jugadores del equipo de 1ra. noquisieran jugar el partido frente a los “bichi-tos colorados”. Allí entraron en la historiaestos juveniles.

La relación con el equipo de primeraantes del conflicto era buena, de respetomutuo. Bruno recuerda que Reinaldo Merlolo quería mucho, que lo agarraba en una es-pecie de “abrazo de oso” y le decía: “Este esmi pollo”.

El mismo día que les confirmaron que te-nían que jugar, habían regresado del entrena-miento y estaban almorzando. Federico Vairo,técnico de reserva, y el profesor Rodríguez, lescomunicaron que por la huelga de jugadorestenían que jugar el partido definitorio con Ar-gentinos. La noticia los tomó por sorpresa:“Fue una de las alegrías más grandes de mivida, después de tantos años, iba a represen-tar a River en una final”, recuerda con lágrimasen los ojos. Para decidir si jugaban el partidohubo una votación previa de la que participótodo el equipo. De veinte jugadores sólo unovotó en contra. Eran las seis de la tarde cuandosalieron para el estadio de Vélez, donde Ar-gentinos hacía de local. Con una fuerte custo-dia policial el micro iba escoltado hacia Linierspor una caravana de miles de fanáticos quecantaban y deliraban con la posibilidad de darla vuelta. Atrás habían quedado la huelga ytodos los problemas del fútbol, lo único queimportaba era que River saliera campeón des-pués de 18 años.

El gol del campeonato, ¿provino de unajugada preparada?

Sí. En el entretiempo hablé con Héctor Bar-gas, que era mi compañero en la Tercera divi-sión, y le pedí que me cruzara la pelota endiagonal, porque normalmente esa jugadanos daba resultados.

¿Qué cosas te pasaron por la cabeza porese momento?

Cuando entramos a la cancha, nos hizo unclic y nos dimos cuenta de la responsabilidadque teníamos, la cancha estaba repleta y eratoda gente de River. Entonces vimos muchosfotógrafos, cantidad de banderas de River, mi-llones de papelitos, y eso nos jugó en contra.

Pero en realidad no fue preocupación, sinoun pequeño estrés por ver tanta gente, porlo que estábamos por hacer: jugar un par-tido tan importante.

¿Qué pasó después del gol?De ser un desconocido, pasé a ser el tipo

más popular de Argentina por diez días. Salíen todos los diarios y revistas: Siete Días,Gente. Hice notas todos los días. En realidad

creo que lo más lindo fue la satisfacción de misviejos que habían hecho tanto esfuerzo y sa-crificio por verme llegar a jugar en primera. La-mentablemente, después no pude jugar enRiver, pero su alegría era que yo había con-vertido el gol de la victoria y del campeonato.

¿Qué imágenes atesorás de aquel día?Fue apoteótico ver a tanta gente llorar, ¡vi

a gente comer el pasto del campo de juego!Después del gol estaba como loco y tuve unacrisis de nervios: había una tensión muy fuertey tras el festejo sentí un shock. Tuve que salir.Cuando terminó el partido la gente se metiódentro del campo y nos sacó la ropa. Fue te-rrible, mucha emoción.

¿Causó malestar que “los pibes” juga-ran ese partido?

Sí. Por muchísimo tiempo tuvimos el motede carneros. Pero deben entender que juga-mos porque quisimos. Votamos el día del par-tido y de los 20 concentrados, sólo RubénCabrera dijo que no. Algunos nos vinieron apedir que no juguemos el partido porquepodía traer consecuencias. Pero a nosotros nonos importó, River estaba primero.

Las consecuencias que trajo esa decisiónheroica fue que muchos de aquellos jugado-res no pudieron seguir su carrera en River, ala mayoría los dejaron libres, algunos fuerona jugar a clubes de menor categoría y otrosse retiraron.

¿Cómo fue el reencuentro con Alonso,Jota Jota (Lopez)...?

Difícil. Muy difícil. En el trato te dabascuenta de que las cosas habían cambiadomucho. La relación se tornó más tensa, ellospensaron que nosotros los habíamos traicio-nado. Creo que si nos encontráramos ahora,cada uno seguiría su camino.

¿Qué fue de tu vida?Hay gente que está marcada por ser un

ídolo y otros que están en el medio. Estabapara ubicarme en el medio, pero pasaron mu-chas cosas raras. Aquellos “pibes” merecíamosmejor suerte…

El tiempo pasó y la euforia también. Aque-llos que consiguieron lo que otros ilustres nopudieron, rápidamente se fueron perdiendoentre la muchedumbre y fueron dejados delado del fútbol grande. El tal Bruno aguantódos años en los Millonarios, con sólo 11 parti-dos jugados y dos goles.

En 1977 quedó libre y fichó para LosAndes en la primera B. Durante 10 sábados

pudo calzarse la casaca “milrayitas” y fuesubcampeón a sólo dos puntos de Estudian-tes de Caseros. La llama del futbolista Brunose consumía inexorablemente. El goleadordel conjunto de Lomas de Zamora fue Lanza,con 21 anotaciones, a sólo un par de CarlosDanton Seppaquercia.

El antihéroe ya no salía en la tapa de los dia-rios y su nombre no se escuchaba en los rela-tos. Por ello decidió un viaje a Chile para jugar

en el Huachipato. Regresó con pena y sin glo-ria a explotar sus últimos cartuchos en Uniónde Zapala e Independiente de Neuquén.

Rubén se retiró del fútbol profesional contan solo 28 años, debido una lesión en el talónde Aquiles. El Dr. Seveso (padre) y todo elcuerpo médico del club lo trataron y curaron.El tratamiento duró seis meses. Cuando locuenta aún se nota agradecido, ya que aun-que no era jugador del club, lo atendieroncomo si lo fuera.

Rubén sigue ligado al fútbol, aunque node manera profesional. Es director técnico deun equipo en un country, y aclara “así des-punto el vicio“. También trabaja en la Munici-palidad de Malvinas Argentinas, en laSecretaría de Deportes.

No se cree un héroe pero sí un agrade-cido por la oportunidad que le tocó vivir.“Fui un ‘tipo’ afortunado, un hombre tocadopor la varita mágica de Dios, que pudo cum-plir su sueño de campeón”. Con tan sólo 18años, él y sus compañeros fueron los res-ponsables de hacer felices a miles de hinchasy romper con la mala racha de los fatídicos18 años sin títulos.

10 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

Bruno no jugó solo, este fue el “Equipo de la Historia”….

Vivalda (arq)Rafaelli (def)Ponce (def )Sapia (def )Joneton (def)Cabrera (vol)Bargas (vol)Gomez (vol)Bruno (vol)Labonia (del)Groppò (del)Federico Vairo (DT)

TrayectoriaRiver Plate Los Andes Huachipato Central Norte de Salta Union Zapala de Neuquén Independiente de Neuquén

PalmaresTorneo Metropolitano 1975

1975 – 19771978 – 19801981198119811981 – 1982

Héroe por una noche…22 horas y 11 minutos del jueves 14 de agosto de 1975: “…vi que Héctor Bargas me cru-zaba la pelota desde treinta metros. Corrí rápido y con el rocío de la noche trastabillé. Ri-cardo Préstamo, el número 4 de Argentinos Juniors, pensó que me caía y se confió. Parasu desgracia, me tiró un sombrero y la pelota me pegó en la cabeza y salió hacia adelante.Quedé mano a mano con el arquero. En esos diez segundos se me cruzaron muchísimascosas por la cabeza, ver al arquero, esperar que cambiara el paso y tocar la pelota por de-bajo de su cuerpo hacia el segundo palo. Recordarlo me emociona”, dice. Fue gol. Gol decampeonato. Gol que terminó con dieciocho años de frustración millonaria.

Diego Sole

“Fue una de las alegrías más grandes de mi vida, después detantos años, representar a River en una final.”

“El padre de Oscar Mas decía “pibe preparate porque cuandoPinino no juegue mas acá, vos vas a ocupar su lugar, y tevan a putear”.

Bruno en el Museo de Rver.

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JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 11

“El boxeo es una parte de mi vida”El ex campeón mundial de la categoría Crucero comenzó a entrenarse en el gimnasio delclub Huracán, el mismo que Ringo Bonavena. En 1987 debutó como amateur en la catego-ría medio pesado, peleó en 40 oportunidades, 35 fueron victorias, 3 derrotas y 2 empates.

María Nayar

El 4 de abril de 1991 debutó como profe-sional en Concepción del Uruguay venciendopor nocaut a Gustavo Vázquez. 3 años des-pués llegó su primera derrota, luego de 15victorias consecutivas. Fue campeón argen-tino Crucero entre 1993 y 1995, año en el quese consagró campeón mundial crucero C.M.B(Confederación Mundial de Boxeo) título quemantuvo hasta 1998, cuando se lo arrebatóJuan Carlos Gómez. Fue campeón argentino ysudamericano pesado entre 2002 y 2005. Endiciembre de 2006 colgó los guantes luegode derrotar a Fabio la Mole Moli. Por sus lo-gros fue premiado con dos Olimpia, recibió lallave simbólica de la ciudad Quilmes, recibiódos Premios Jorge Newbery, el FIRPO de Oroy en siete oportunidades el premio a la mejorpelea del año.

Luego del retiro su vida siguió ligada almundo del boxeo. Desde 2007 es el directordel gimnasio de boxeo del club Atlanta y en-trenador de numerosos pupilos entre los quese destacan Lisandro el Carnicero Díaz, PabloFarias y Guido Pitto.

Sus comienzosEmpezó a entrenarse en 1985, a los 14

años, junto a sus amigos el Mono Cabral y Fa-bián Tripa Junquera, en el club “Santa Fe” enLomas de Zamora. “Empecé para hacer algúndeporte, moverme un poco y bajar de peso”,recordó el gordo, como le dicen desde niño.“Hice prácticamente toda mi carrera en Hura-cán”. Alternaba con la Federación de Box, por-que en el club no tenía con quien guantear.Asegura que fue una etapa muy linda de suvida. Tuvo la suerte de trabajar con Rago quele iba pasando toda la experiencia que habíaacumulado con Bonavena. “Cuello fue el téc-nico de toda mi vida. Fui su primer boxeador,aprendía a entrenar conmigo”.

¿Qué despertó tu pasión por el boxeo?“La decisión de dedicarme de pleno al

boxeo la tomé un día que fui al Luna Park conmis amigos, peleaban Hugo El Pajarito Her-nández y Juan Martin Látigo Coggi. Fue unapelea espectacular, el estadio estaba lleno yme acuerdo que salí tirando piñas. Tuve lasuerte de aprender en escuelas de boxeo congrandes maestros, como Rago y Carmelo Cue-llo, mi entrenador y amigo de toda la vida. Sindudas, Coggi fue un referente para mí. Fuimoscampeones del mundo en la misma época,hoy sigue siendo un gran amigo, igual que suhijo que lo vi crecer y hoy veo sus peleas”.

Su etapa profesionalSu primera pelea como profesional fue el 4

de abril de 1991 en Concepción del Uruguayenfrentando a Gustavo Vázquez. De esa pelealo primero que recuerda es: “Durante todo elviaje me dijeron: ‘salí para los costados no sal-gas para adelante’. Yo salí para adelante y mecomí un piñazo que me rompió la ceja”. Ase-gura haber salido confiado y que nunca dudóporque supo lo que quería arriba del ring. Enel tercer round lo tiró dos veces y ganó por no-caut. “Desde ahí hice un curso acelerado deboxeador y comprendí todo lo que represen-taba: el valor del esfuerzo, del cuidado, de lavoluntad y de la perseverancia.

En su séptima pelea se consagró campeónargentino crucero luego de ganarle a NéstorGiovannini, que tenía más de 50 peleas y tresde ellas como retador del título mundial. “Lopasé por arriba y terminé ganando la peleapor descalificación en el cuarto round porqueme pegó varios cabezazos.”

“Me robaron la pelea frente al francésAnaclet Wamba, en Salta”. Era el 3 de diciem-bre de 1994, su pelea número quince, la pri-mera por el título mundial y su primeraderrota. Domínguez asegura haber ganadoesa pelea por cuatro puntos y cree que en ese

momento él no era negocio para el boxeo.“Hoy te digo que me dio mucha satisfacción,pero en ese momento estaba re caliente. Ahíme di cuenta que iba a ser campeón delmundo: le había dado una paliza al que habíasido uno de los mejores campeones delmundo en la categoría. Yo sabía que había ga-nado y me di cuenta que estaba capacitadopara poder llegar a un título del mundo.”

El 25 de julio de 1995 llegó el momentode la consagración. Fue en Francia ante el localAkim Tafer ¿Qué recordás de esa pelea?

“Él era enorme y pensé que no iba a dar elpeso pero estuvo adentro de la categoría porun kilo. Fue una pelea muy pareja, venía abajoen las tarjetas y se me estaban acabando las fi-chas. Pero después lo pasé por arriba. Le metítres derechazos seguidos y le gané por nocauttécnico en el noveno round. La alegría fue in-creíble, siempre supe lo que quería y sabíacomo conseguirlo”.

Defendió el título con éxito en cinco opor-tunidades derrotando a Reinaldo Giménez,

Sergio Kozen, Patrice Aousissi, José ArimateaDa Silva y Akim Tafer. “Siempre fui muy cere-bral y pensante, aunque muchos pensaronque era solamente un pelador, a la mayoría lasgané con mi cabeza. Contra Aousissi estuve apunto de perder la corona porque nadie que-ría pelear conmigo.” Muchos de sus rivales sehabían caído, la pelea en Francia surgió casi deimprevisto y llegó con cinco kilos de más auna semana del combate. Hasta el tercerround se encontraba perdido hasta que pudofrenar el ataque de su rival y se fue levantandode a poco. “En el descanso del noveno y dé-cimo round vi que me miraba con cara deasustado. Yo lo miré con cara de malo y le hicela seña de que le iba a romper la cabeza. Se le-vantó de golpe y vino a encararme. Pensé queme quería pegar pero vino a darme la mano,se dio media vuelta y se fue de la pelea. Ganépor nocaut técnico. Lo gané con la cabeza.”

El mítico Luna ParkEl Palacio de los Deportes fue testigo del

arte boxístico de grandes campeones: CarlosMonzón, Nicolino Locche, Pascual Pérez yOmar Narváez ganaron su titulo mundial eneste emblemático escenario porteño. MarceloDomínguez también pasó por ahí, fue en elaño 2002 cuando enfrentó y derrotó a Fabiola Mole Moli. Esa fue la primera y la única vezque peleó en el Luna Park. Cuenta con satis-facción que fue uno de los que más entradasvendió: 16.000 personas colmaron el estadio.“La gente gritaba mi nombre, se ponían de piey aplaudían. Son cosas impagables que se va-loran muchísimo. El reconocimiento de lagente vale más que un triunfo.”

La pelea que más sufrió fue con Ibarra en1993 en la Federación. Después de ese com-

bate tuvo que estar nueves meses fuera delring ya que sufrió un corte muy grande y tu-vieron que operarlo para reconstruirle la ceja.

Una pelea para recordar, otra paraolvidar¿Hay alguna pelea que recuerdes espe-cialmente?

“Tengo un recuerdo muy particular. Miabuelo falleció cuando mi papá era chico ynunca había tenido una foto suya. Una de sushermanas consiguió una y me la llevó a unapelea. Me la mostraba a cada rato y me decía‘el viejo te va a ayudar’. En ese momento leconteste mal porque estaba nervioso y ade-más yo nunca conocí a mi abuelo. Cuando ter-minó la pelea, gané, y estábamos esperandocon Rivero, para que me hagan el antidoping.Entonces sale el médico me llama: “PlácidoDomínguez”, grita. Con mi viejo nos paramosy corrimos hasta la puerta del doctor y le pre-guntamos por qué me había llamado así.

“¿No te llamás así?” -No, le respondo. Mira denuevo la planilla y me dice: “Ah no, MarceloDomínguez”, dice acá. Fue algo que nosquedó muy grabado a los dos. La verdad esque esa noche el viejo estuvo ahí. Otra que re-cuerdo mucho es la del título del mundo. Fueuna de las más importantes, aunque no se vioacá. El ruso Valuev medía 2,17 metros. Creoque haberme subido a pelear con ese tipo fueuna locura y le llene la cara de dedos. Todosme tomaban por loco, y yo les decía ‘a estetipo le gano’. Si bien el fallo fue negativo por-que nos robaron yo siento que gané por cua-tro o cinco puntos”.

¿Hay alguna de la que te querías olvidar?

“Una que gané el título sudamericanocon Pedro Franco, un amigo. Alguien contraquien no quería pelear. El pibe tenía que pe-lear y le dije: ‘vamos a pelear loco’. Él noquería, le volví a insistir: nos pegamos tan-tas veces porque no nos podemos pegaruna vez más, él era quien me ayudaba ahacer guantes. El entorno de la pelea fuemuy malo porque la hermana estaba en-ferma de cáncer y él necesitaba la plata sí osí. La noche anterior me dijo que la hermanase estaba por morir. Fue una pelea muy difí-cil de afrontar, encima era un amigo. Legané el título sudamericano de los pesadosa una persona de las que se encuentra enmuy pocos lugares. Actualmente tiene unaasociación civil que colabora con 180 chicosque no tienen dónde comer, él los alimenta,los saca de la calle. Un día estaba haciendoun festival a beneficio para juntar comidapara los comedores. Yo me olvidé de com-prar algo y como no podía llegar con lasmanos vacías, agarré el cinturón y le dije:

‘tomá esto es tuyo, te lo gané en mala ley’.Y se lo di adelante de todo el mundo. Esa fueuna de las peleas que quisiera olvidar.

El 2 de diciembre de 2006 fue su últimapelea como boxeador profesional en la quevenció por tercera vez a La Mole Moli. “Ladecisión la tomé porque ya había cumplidouna etapa. Había logrado todo lo que sepodía lograr, gané todo lo que se podíaganar en dos categorías distintas (crucero ypesado).” Considera que el boxeo había de-jado de ser un negocio para él. “Mi familiame estaba mirando, y yo veía como sufríancuando peleaba”.

De boxeador a entrenadorEn 2007 llegó al Club Atlanta con el tí-

tulo de director del Atlanta Boxing Club, elgimnasio del club de Villa Crespo. Por mediodel Subsecretario de Deportes se puso encontacto con el presidente de la institucióny desde entonces forma parte del grupo detrabajo del gimnasio.

¿Cómo definís tu estilo de trabajo?Me molesta mucho la indisciplina. Soy el

peor de todos, no por cómo enseño sino porlo exigente. Los chicos que vienen conmigosaben que vienen a entrenar, el que no merinde, no me cumple, sabe que pasa a se-gundo plano”.

En el gimnasio tiene diez boxeadoresprofesionales. Los mas reconocidos son Li-sandro el Carnicero Díaz, Guido Pitto yPablo Farias. “Farias tiene un cañon en supuño derecho, pero trabajamos mucho másen defensa porque todavía no comprendióque no debe exponerse tanto”. Es un boxe-ador que le da seguridad, cuando le sale unapelea no le importa ni con quien ni donde,la agarra y después pregunta cuánto va aganar. Eso me gusta mucho. Pitto piensamás, se aguanta el golpe y sabe trabajartanto en larga como media distancia y en lacorta distancia, pero no tiene mano de no-caut”. Cuando agarró a Lisandro Díaz le de-cían que estaba loco, y hoy es campeónargentino y todos quieren pelar con él. “Meencantaría sacar más campeones para quemi familia sepa que si me alejo tanto tiempode mi casa es por algo.”

El boxeo y el boxeo femenino“El boxeo es una parte de mi vida. Fue

mi infancia, lo que me sacó de la calle, mecrió y me educó. Me permitió satisfaccionesy ser alguien en la vida, es el 50% de mi per-sona. El boxeador es lo más noble que hay,en menos de diez segundos puede dominarlas pulsaciones y abrazar al tipo que le es-taba pegando y eso no pasa ni en el fútbolni en el rugby. Hay que ejercer violenciapero no por eso somos violentos”.

Domínguez no se declara muy amantedel boxeo femenino. “El problema de lamujer boxeando es que son más histéricaspeleando, si en ese momento le sacas losguantes se agarran de los pelos. Tienenmenos técnica, pero no porque no apren-den sino porque tienen más violencia que elhombre. El hombre la domina, la mujer tequiere pegar, no miden”. Hacia el final de laentrevista, Marcelo Domínguez se atreve adarles un consejo a los que quieren empe-zar a practicar este deporte: “Primero que lopiensen. No les diría que no peleen, pero síque tengan en cuenta un buen trabajo o es-tudio. ¿Sabés cuántos boxeadores hay queno llegan a nada? Tienen que entender quesin muchas pilas y amor, no llegás a ningúnlado, y también estar preparados para en-frentar lo que venga. En el boxeo hay unsolo misterio: cuidar el cuerpo. El principalconsejo que les doy es: Cuidáte, porque losgolpes no son para menos.”

Marcelo Dominguez enel Atlanta Boxing.

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12 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

Cuando vi una pelea por tv pensé quesiendo boxeador podría ‘fajar’ a mi padreNació el 1 de enero de 1956 en La Tigra, Chaco. Se hizo profesional al cumplir veinte años, yen sus primeros años de actividad ya había ganado los campeonatos nacionales de Argen-tina en los gallos y supergallos.

El 15 de diciembre de 1979 peleócontra Ricardo Cardona en Colombia.Disputaron la corona supergallo de laAMB, pero Palma perdió una discutidadecisión en quince vueltas. Ocho mesesdespués, noqueó en cinco asaltos a LeoRandolph en Washington, coro-nándose campeón mundial su-pergallo de la AMB.

Sin embargo, el 12 de junio de1982 pierde, en Miami, el titulo anteLeo Cruz. Luego de caer por puntosen quince vueltas. Se retiró en 1985,pero retomó en 1989. Hizo dos com-bates, los cuales ganó por decisión ycolgó definitivamente los guantes en1990. Decisión que debió tomar obli-gado después de una fuerte lesión enlos nudillos.

Sus comienzosA los quince años conoció a

un boxeador profesional, quienle dio la dirección del Luna Park.Allí le sugirió que preguntara porSantos Zacarías, su entrenadorde siempre, ya fallecido. De estamanera, Sergio Víctor Palmacuenta: “recuerdo, me causa gra-cia y me parece importante co-mentarlo: lo primero que pensécuando vi boxeo por tv fue quesiendo boxeador podía fajar a mipadre y me resultó muy seduc-tor… al fin y al cabo nunca llevéacabo tan macabra intención,cuando tuve la posibilidad de vera mi viejo, ya grande, habíacomo tres neuronas más activaen mi croqueta”.

Al recordar sus comienzos,instantáneamente nombró a Za-carías. Aseguró que era un hombre muyhonesto, orgulloso y que hacia muy biensu trabajo. Además destaca: “cuandovenía alguien al Luna Park, que a él leconcedía algún respeto siempre los ob-servaba y les “choreaba” con una actitudeclesiástica. Siempre se quedaba con lomejor de todos lo que pasaban por elLuna Park, sin que se notara. Por ejem-plo, recuerda que, en esa época, Santos

entrenaba a Carlos Monzón, quien tirabael jab despegando antes, del piso, el pieizquierdo. De modo que al llegar el jab,el peso completo del cuerpo se iba ca-yendo sobre ese p ie que anter ior-mente se había levantado, dándole de

base a l golpe la potencia . Esto es loque l lamaría técnica pura.

A los diez años tuvo su pr imer tra-bajo con sueldo en una farmacia delBarr io de Cabal l i to, Capita l Federa l .Anter iormente trabajó en el Chaco co-sechando a lgodón y maíz . S in em-bargo, e l ex boxeador asegura: “Enreal idad mis famil iares me l levaban ahacer su t rabajo con e l los para te-

nerme cerca de e l los , porque no eramucho lo que yo hacía. Además en elChaco, en esas épocas, cuando a l -guien era inút i l se le decía Puerco, yyo era un Puerco. Era un inút i l(r isas).”

Cuando ganó el título mundialAl recordar el momento del triunfo

afirma: “… fue un instante muy lindo, uninstante que no superó los 15 segundos,no tengo una medida. Yo estaba muy eu-fórico, soy muy eufórico durante, niantes ni después. Durante el hecho hagotodo lo que puedo, antes no puedohacer nada y después ya lo hice. Cuando

me levantaron el brazo eligiéndome cam-peón mundial, estuve en paz conmigo,con todos los que habían creído en mí,con mis sueños y descubrí que no habíallegado a ningún lado, que después iba atener que bajar de ahí, pasar por la ducha

y al otro día levantarme e ir’’.Años más tarde, regaló el cinturóna Tigra, el pueblo donde él nació.Testificó que el título debía que-darse con ellos porque les im-porta más que a él. Según susideales, lo que él perseguía valíamucho más que esa bijouterie.Que simplemente refleja por loque él luchaba.

Leo Randolph como rival

“Era muy fuerte, era joven ycreo que más joven que yo. Era unpoco más robusto que yo y másalto’’. De esta manera, caracterizaa Leo como boxeador. Sin em-bargo, treinta años después de ha-berse enfrentado tuvieron uncontacto telefónico por medio deuna radio. Allí Randolph le contó:“Peleamos hasta las cinco de latarde. A las diez de la noche reac-cioné, quise ir a saludarlo, me di-jeron que ya lo habían llevado asu pueblo. Y me enteré recién 30años después que no lo habíanllevado nada, que estaba tanhecho pelota que dijo que me di-jeran que ya se había ido…lepegué mucho. Le pegué muchoporque era muy fuerte y soportomucho. Tremendo lo que soportó.Le pegué muchísimo pero tuveque pegarle más porque él era or-

gulloso e hizo todo por soportarlo peroen realidad confesó en Agosto pasado,cuando hablé por teléfono con él, quedesde que le pegué el kit derecho en elprimer round nunca más supo dónde es-taba.” Luego de esta pelea Randolph se re-tiró para nunca más volver. Actualmentese encuentra viviendo en su cuidad natalTacoma, Washington, donde trabaja comooperador de tránsito y supervisor.

Fernanda Riffo

‘’ Muchas años después me di cuenta que me había creído que notenia que creérmela. ’’

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JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 13

Su profesión boxística luegodel título

“Ahí entran a tallar cuestiones educa-tivas, sociales…“no te la vayas a creer” yesas cosas. Muchos años después me dicuenta que me había creído que no teníaque creérmela. Pero todas las enferme-dades psicológicas que sufre una per-sona que pasa por ese experiencia…bueno no me salvé de ninguna…“

La pelea más importanteSegún Palma fue la primera vez que

disputó un Campeonato Mundial. En Ba-rranquillas, Colombia, el 15 de diciembrede 1979 ante Ricardo Cardona. Allíaprendió que la suerte es humilde, ase-gurando que aquella pelea fue maravi-llosa para él. Además agregó: ‘’Fue elcomienzo de un momento mágico, elmomento más lindo que me tocó. Entre1978 y 1981 que boxeé con Cardona fue-ron mis momentos más lindos como bo-xeador. Una experiencia muy linda.”

¿Y la derrota mas significativa?Cuando perdí el Campeonato Mun-

dial. Estábamos en guerra y me la paséllorando.Perdí con Leo Cruz el 12 dejunio de 1982, durante Malvinas.

¿Por qué cree que tuvo a la Guerrade Malvinas tan presente?

Porque la guerra de Malvinas fue unaexperiencia muy… se ve que en algunade mis encarnaciones anteriores he es-tado en alguna guerra y me resultaba in-soportable. Yo no hice la colimba porquesoy clase 56. Sentía que alguien estabamuriendo en algún lugar mío.

Entonces ¿La época de la dictaduracomo la vivió?

En eso fui totalmente inconsciente, yocrecí en la década del setenta caminandopor Corrientes, por Pueyrredón hasta Flo-rida. He recorrido Florida de punta a punta,y me metía en las librerías que estabanabiertas las 24 horas, se podían leer prólo-gos enteros.

Asegura que le gusta leer mucho. Apren-dió a los cinco años gracias a la patrona desu madre. Comenzó leyendo historietas. Ac-tualmente, y luego de su accidente, debeponerse los anteojos constantemente y poresa razón lee mucho menos. Sin embargocuenta: ‘’Acabo de escribir una historia au-tobiográfica que vamos a editar con unosamigos. Para ayudar a los chicos de Chacopara que puedan conocer Buenos Aires. Por-que discutíamos como se podía hacer parasalir de la pobreza: los pobres son pobresporque no saben administrase. Y en una si-tuación social: ¿Cuál es la manera de com-batir la pobreza? Con educación, porquedeseamos lo que conocemos. Por eso la ideaes mostrarle que el mundo es mas grande

que el pequeño universo que los crío y quehay más opciones, más posibilidades perolas tiene que crear uno.”

El boxeo como deportePara él, es parte del ser humano en

todo sentido porque tiene recursos im-prescindibles para la supervivencia.Entre ellos, saltar, correr con velocidad oresistencia. De esta manera, el ex cam-peón afirma: “El boxeo es el deporte más

antiguo de la humanidad. Forma partede la vida del ser humano, el boxeo es lalucha porque la vida misma nos preparapara una batalla.”

El boxeo y los amigos“Los boxeadores somos individualis-

tas, nos cuesta relacionarnos. Tengo misdos mejores amigos boxeadores, tengodos entrañables amigos, uno es: HéctorLuis Patti, que vive en Mar del Plata consu familia y Armando Nicolás Pérez Pue-bla, que está viviendo en Canadá. Noshemos preparado juntos, nos hemoscriado juntos.”

¿Hubo mucha gente mal intencionada?De todo. La vida se vive de ida. Pero no de-

bemos interpretar que el presente es un replaydel pasado.

Las experiencias sirven pero no para to-marlo en ese sentido.

Boxeador queadmira

“Admiro mucho aMohamed Ali, perono como boxeadorsino por su propiacondición que da detipo destacado. Lousó para mostrarmucha soberbia, mu-cho orgullo. Los ne-gros trataban de pa-recerse a los blancos,a él eso le resultabahumillante, entoncesestaba como ele-mento de orgullo delos negros. Es un tipoque dedico su vida apelear.”

¿Que nos podés decir de Bonavena?Fue un tipo muy pillo, muy… sobre-

todo muy pícaro, y tuvo siempre inten-ciones comerciales respecto a suactividad como boxeador. Él entendióque siendo boxeador podía tener unameta para ganar dinero y lo quiso comotal. Pero la mayoría de los boxeadoresboxeamos para que nos quieran, pero élsabia vender lo que él vendía. Lo que éltenía que lograr era que lo compraran,

vos comprabas una entrada para ver queel ganara, para ver que perdiera.”

‘Mi última pelea…’Cuando reaparecí luego de 5 años de

inactividad me rompí el escafoides (es unhueso de la mu- ñeca) y cuando re-rea-parecí, le pregunté al fla-co para que me

diga si podíaseguir o no yme rompí estenudillo. En-tendí que meestaba expli-cando que no.Pero cuandoacepté eso nonecesité másdel conteo, dis-fruto mucho miactividad comodocente, comoperiodista…“

Luego de esta decisión ¿Te sentiste olvidado por la prensa?

Apenas decidí dejar de boxear, realiceuna conferencia de prensa para comuni-carlo. Pero el único periodista que fue ami conferencia de prensa fue CachoRubio, y fue porque tenía día franco yme tenía simpatía y quería ver qué eraeso. (risas).

“Luego de colgar los guantes…“

Dejó el ring en 1990 y después de unaño dio clases de gimnasio, de boxeo enlo competitivo y de artes marciales. Ac-tualmente se encuentra trabajando comoperiodista en una radio. Detalla su parti-cipación periodística asegurando: “Esuna actividad muy linda, el periodista esla neurona sensora del organismo so-

cial.” “Es la que tiene que avisar lo quepasa. De ahí en mas me gusta tomarlotodo a la tremenda. Te enteraste de algo,tenes que decirlo. Esa es tu función. Y enmis posibilidades intento hacerlo. Unavez me llamaron la atención cuando es-taba trabajando en radio El mundo, por-que daba demasiada opinión. Y la radiopara poder opinar tenia periodistas es-pecializados. La parte que hago y queme permitió hacer periodismo es apren-

der a escribir. Pienso más en dondeponer las comas, los puntos y comas,etc. Mi ambición en cuanto a escribir esinmensa para que salga bien.

Accidente automovilísticoEl accidente fue el 21 de junio de

2004, pero el 21 de septiembre, de esemismo año, le dio un infarto cerebral araíz de un coagulo de una arteria. Deesta manera, quedó hemipléjico. Por estarazón, recuerda: ‘’Le pedía al flaco queme quitara los cables, que me dejaramorir, para no ser la plaga de mi familiay me mandó a laburar. Al principio nopodía comer, entonces miraba los pro-gramas gourmet para relajar mi hambre.El ser deportista durante muchos añosme ayudó a rehabilitarme.”

Dios en su vidaAsegura creer mucho en él pero tam-

bién en los hombres. Cuenta que diaria-mente le pide que le permita aprendercosas que valgan la pena conocer. Ade-más agradece que la gente lo aprecietanto pero también lo compromete, va-lora eso y da la vida por ello.

Su actualidadTiene un hijo que se llama Santiago

Nazareno Palma, con él convive en undepar tamento ubicado en el barrio deBalvanera, Capital Federal. En cuanto alas parejas que lo acompañaroncuenta: ‘’Cuando dejé de boxear estabarecién separado y ya estaba con mi se-gunda pareja, con una vida muy con-f l ict iva, muy rara pero evidentementeera un camino que tenía que pasar paraaprender cosas que tenía que aprender.Que me sirvieron mucho gracias a dios,después terminé mi segunda parejapara empezar la tercer pareja hastaque termine con ella y desde entonceshace años que soy soltero(r isas)…nunca discuto con yo’’. Final-mente af irma que los boxeadores son

muy difíciles de acompañar porque sonmuy individualistas, no en el sentido deorgullosos o egoístas sino que es la in-capacidad que asumieron.

‘’Lo primero q pensé cuando vi boxeo por tv, fuesiendo boxeador podía fajar a mi padre’’

“Durante el hecho hago todo lo que puedo, antesno puedo hacer nada y después ya lo hice.’’

“Le pedía al flaco que me quitara los cables, que me dejara morir’’

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14 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

“Entre ‘Lucha’ Aymar y yo está la mejor jugadora argentina de todos los tiempos”Las Leonas aparecieron en 2000, conducidas técnicamente por Sergio “Cachito” Vigil. Pero,¿dónde y cuando se sentaron las bases de ese equipo?, ¿fue hace sólo una década?, ¿huboantes otros referentes? Las respuestas surgieron de las palabras de Verónica Cecilia Alfonso,nacida el 2 de julio de 1952. Jugadora del Belgrano Athletic Club, es considerada por muchoscomo una de las mejores de la historia del hockey sobre césped femenino.

Marjorie, su madre, era jugadora dehockey y nadadora. Sin embargo empujó a“Vero” y a sus hermanas a abrazar un de-porte de equipo, ya que consideraba que lanatación era muy sacrificada. “A los 8 añosintegraba el equipo de menores de 16”, re-lata Alfonso mientras sale de la cancha en laque minutos antes trabajaba con Teresita ysu hermana, dos niñas de las categorías in-fantiles del club. “De chica mi mamá nosllevaba, a mí y a mis amigas, a todos lados,en tren, en colectivo…no había giras, perosí jugábamos en San Fernando o enLomas”. Los entrenamientos se realizaronen el club hasta 1980, año en el que una re-glamentación prohibió compartir canchascon otros deportes. Entonces se construye-ron dos canchas en el ‘anexo de Pinazo’, enel kilómetro 45 de la ruta a Pilar, dondeahora compiten todas las categorías delclub. Si bien los grupos de niñas que abar-can hasta la 7ma entrenan en el club, sehizo un convenio por 10 años con CentroNaval, donde armaron una cancha de hoc-key y dos de rugby, para que el resto de lascategorías pudiera hacerlo allí.

Verónica recorre los espacios del BACcon la misma soltura con que una personase movería por su casa. Eso la llena de or-gullo. Entra en un edificio, muestra las ca-misetas autografiadas que pertenecieron adiferentes figuras del club, entre las que seencuentra la 9 de la Selección Nacional deHockey, dedicada y firmada de su puño yletra. Finalmente ingresa en un salón querecuerda a los fundadores ingleses que fue-ron a la guerra mundial. Allí todo es de ma-dera: hay fotos y vitrinas con algunosrecuerdos y trofeos.

¿Cómo fue la convocatoria para la pre-selección en 1971?

Fue muy emocionante, porque no tení-amos un referente en cuanto a un Seleccio-nado anterior. Lo único que sabíamos eraque en el año ’67 Argentina había perdidocon Inglaterra 10 a 0. En el ’63 y ’67 hubojugadoras de Belgrano pero no les habíaido bien. En 1971 nos nombraron a tres denosotras, mi hermana entre ellas, y fue delo más emotivo. Además teníamos al BebeBarreiro de entrenador que nos entrenabay enseñaba mucha técnica, como a los ca-balleros. Cuando íbamos a entrenar siem-pre comentábamos que de 60 tenían quequedar 16, fuimos pasando diferentespruebas y entonces, las conversaciones enel auto eran: “No, vos quedás seguro, hoyjugaste bien”. ¡Finalmente quedamos todaslas de Belgrano!

Alfonso cree que su buen rendimiento seremontó a cuando practicaba atletismo en laescuela. “Eso me sirvió para soportar el en-trenamiento de alta competencia, que eramuy pesado, de nivel internacional”. Perotambién asegura que “hay que sacarse elsombrero ante los entrenadores que tuvi-mos: Jorge Querejeta y Miguel Ángel ‘Pucho’Mac Cormik, fueron visionarios de cómo sedebía trabajar. Los seleccionados anterioreshabían tenido entrenadoras, y ellos teníanuna visión más profesional a pesar del ama-teurismo. Eran profesionales y nos entrena-ban como tales: con la exigencia de los

entrenamientos, la cantidad de horas y lapreparación física. Nos hacían jugar contravarones, caballeros de primera división. Conellos lo único que hacíamos era correr y darlevelocidad, porque en realidad es difícil armarjugadas y jugarles mano a mano por la po-tencia que tienen, pero sí con los de una 5ºdivisión, por ejemplo, ahí sí nosotras nos im-poníamos sobre ellos. Eran todos entrena-mientos así, de esa forma suplíamos la faltade competencia que teníamos. Nosotras ju-gábamos cada dos años. Había dos federa-

ciones en Europa, una era la FIH, que es decaballeros y mujeres, y la otra era la IFWHA,International Federation Women Hockey As-sociation, que agrupaba sólo a las mujeres.Entonces, viajábamos cada dos años, noexistía el Champions Trophy, los Panameri-canos ni las Olimpíadas”.

En 1980 se incluyó por primera vez den-tro del programa olímpico al hockey feme-nino. El equipo nacional se habíaentrenado durante cuatro meses. “Un temapolítico incidió sobre lo deportivo”, re-cuerda Verónica, en referencia al boicot en-cabezado por Estados Unidos en tiemposde la Guerra Fría. En esa ocasión Sudáfricase alzó con las medallas.

¿A qué se denominó Copa Josselyn deJong del ’72? ¿Cómo fue obtener eseprimer subcampeonato?

Nosotras fuimos como a un mundial, sela llamó Copa “Josselyn de Jong”, pero teníala misma organización que un mundial. Yoera goleadora del equipo argentino concinco goles. Debimos haber sido un granequipo porque nadie esperaba que ganára-mos, y llegamos a desplazar a Alemania queera una gran potencia. Para llegar a la finaldebíamos vencer a las alemanas. Recuerdo

que nuestro entrenador nos decía: “Bueno,vamos a mostrarles el mismo equipo al quele ganaron”, en referencia a un amistosoprevio en el que habíamos perdido 3 a 1. Alos 5 minutos del partido, las delanterasempezamos a cruzarnos, yo me iba a lapunta, la punta se venía al medio, y como

ellas hacían marcas personales se volvíanlocas. Les ganamos 1 a 0. En la final estabael cónsul argentino. En el primer tiempoganábamos 1a 0 con un gol mío. En el en-tretiempo nos decíamos “somos campeo-nas del mundo, chicas”, pero había quesostenerlo… Holanda tenía un equipazo, lesdieron por válido un gol tirado desdeafuera del área, empataron… Cuando sali-

mos de la cancha caminamos hacia el árbi-tro y, algunas en castellano y otras en inglés ledijimos con una sonrisa: “Usted es el peor ár-bitro que tuve en mi vida”. En ese mismo cam-peonato, hicimos bailar la conga a la jugadoraholandesa que dio nombre al torneo, quienentonces tenía 80 años.

¿Y en el ’74? En el ’74 hice 7 goles, fui la goleadora

del torneo, y en el ’76 convertí 9, perohubo una jugadora holandesa que hizo 10.Estaba en la cancha ese día, la vi servir elpenal. Mis goles eran todos de cancha, ser-vía los corners cortos así que no podía con-vertirlos, todos eran de cancha. Sabía queiba empatada con una holandesa y meganó. En el 1974 recibí el Olimpia de Plata.Fue un gran año, merecimos ganar esemundial porque jugamos todos los tiemposextras posibles. Algunas compañeras salie-ron llorando, a mí no se me cayeron lágri-mas porque estaba orgullosa igual, habíasido un partidazo.

¿Por qué se negó a jugar el mundialdel ’78?

Querejeta y Mac Cormick fueron gran-des entrenadores, modelos a seguir, exi-gentes pero con la flexibilidad necesaria ala hora de entender situaciones. Cuandollegas a lo más alto y quedas con un sub-campeonato, hay que trabajar aún más.Tenía muchas expectativas y el nuevo en-trenador hacía concesiones que no pudesoportar. Entonces hablé con la gente de laAsociación (Argentina de Hockey) y les ex-pliqué lo que me pasaba, lo que veía, las di-ferencias y preferencias hacia ciertasjugadoras. Creo que a Cecilia Rognoni lepasó algo parecido, pero ella no lo mani-festó en el lugar indicado, primero se locontó a un periodista y después hubo re-percusiones… Pero era joven y perfeccio-nista, hoy no sé si actuaría de igual modo.

Combinar entrenamientos y vida labo-ral implicaba por entonces un gran es-fuerzo. Entre las prácticas y lascompetencias locales e internacionales, tra-bajó primero como profesora de inglés,luego como secretaria, se casó y pronto lasprioridades fueron otras. “En el ’83 juguémi último mundial, fueron 12 años dedica-dos a la Selección, aguanté mucho, el restode mis compañeras se fueron enseguida”.Tras ese evento internacional dijo basta a laselección: “…quería tener un hijo, y no sedisfruta de la misma manera cuando las res-ponsabilidades son otras”.

¿Siguió relacionada con el hockey?Jugué hasta los 46 o 47 años, en primera

A al principio y en la división B más tarde.Ahora tenemos A, B y C, pero hace 10 años,cuando abrimos la B, trajimos a Gabriel Mi-nadeo como entrenador y le pedí volver ajugar y así lo hice.

Superada la etapa de jugadora, entrenó alas más pequeñas del Belgrano Athletic porsiete años. Descansó, estudió y se recibió deabogada, pero su amor por este deporte hizoque volviera a incorporarse a las filas delBAC, ahora a cargo de lo que denomina una“clínica o escuelita” para goleadoras. “Trato

Alfonso y la histórico tribuna del BAC

“El hockey de Argentina es hoy el deporte mejor posi-cionado a nivel mundial. Pero no podemos comparar-nos con Holanda. Supongo que todo lo cultural setransmite en los deportes y nosotros no somos un paísen el que se planifique...”

Sandra Cavazzini

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JUNIO DE 2011 FOCO DEPORTIVO I 15

de transmitirles toda mi experiencia. Tenía elarco metido en la cabeza, y eso se da cadatantos años. Es como “Lucha” (Aymar), ellaes habilidosa. En cambio, lo mío era el gol,era muy habilidosa para mi época, sobretodo si se tiene en cuenta el mal estado delas canchas en las que jugábamos. Pero ellano es gol, es habilidad amistosa: hace uncaño, pasa a tres o cuatro, somos diferentes.

¿En qué otras cosas son distintas?-Yo era habilidosa pero no jugaba en el

puesto en que juega Lucha. Mi posición era lade 9 y a ella la han puesto hasta de 5, entoncesbaja mucho en defensa, y desde ahí sale perse-guida por tres jugadoras que la están mar-cando y ella sigue sola. En cambio a mí mementalizaron para jugar de la línea de 22 enataque, y eso no significa que no defendía, alcontrario, me movía mucho, pero “me comíala pelota” (sic). En la 22 en el ataque era gol,corner corto o penal, siempre forzaba al con-trario. Además el juego ahora es más rápido,más de ida y vuelta. Las canchas de césped sin-tético son fabulosas, no hay errores, la superfi-cie plana es espectacular.

¿Y qué opina de los cambios en el Regla-mento que introdujo la FIH?

- Son magníficos. Con el autopase unopuede seguir con la pelota y se hace más sen-cillo. Además se quitó el offside, se puede girarcon la pelota como en el fútbol, y también elpenal fue mejorado…sin dudas todo esto be-neficia al juego.

Más allá de los logros deportivos obte-nidos por las Leonas, ¿cómo ve elequipo?

-Me fascina verlas, siento que todo nues-tro esfuerzo no ha sido en vano. El hockey deArgentina es hoy el deporte mejor posicio-nado a nivel mundial. Pero no podemoscompararnos con Holanda. Supongo quetodo lo cultural se transmite en los deportesy nosotros no somos un país en el que seplanifique, no lo hacemos tampoco a nivelpolítico. Pero (Carlos) Retegui es un gran téc-nico, temperamental, le auguro un futuropróspero.

Se desempeñó en la Subsecretaría de De-portes. Hoy trabaja con los derechos del de-porte en el Colegio Público de Abogados,donde funciona el Instituto de Derecho delDeporte. Allí busca un espacio en el que fu-sionar sus dos pasiones. En la escuelita degoleadoras transmite su experiencia, lide-razgo, coaching, su visión periférica innata.

Claudia Medici, participante de cincomundiales como jugadora y luego coordina-dora de la Leonas aseguró que Verónica Al-fonso fue una de las mejores jugadoras detodas las épocas, con gran poder de gol yporque a nivel internacional fue reconocidapor su estilo único.

Si tuvieras que elegir a la mejor juga-dora de todos los tiempos, ¿quiénsería?

-Lucha y yo. Verónica y sus alumnas.

Un chico que cumplió sus sueños

Mariano Villafuerte

Llegó a la pensión como todos los chicos delinterior: con una mochila cargada de ilusiones. Alos pocos meses debutó en la 3º frente a Tigre ehizo cinco goles: “fue uno de los días más inolvi-dables de mi carrera”.

Terminó el tiempo de prueba y llegaba lahora de la verdad. El club tenía que decidir sihacía uso de la opción por un chico de 16 añosque convenció a partir de buenas actuaciones: lafutura promesa se quedaba en Avellaneda.

A fuerza de trabajo, sacrificio y goles un añodespués debuta en la primera del club frente a

Gimnasia y Esgrima de La Plata de la mano deNito Veiga. Reemplazó nada menos que a “Chi-rola” Yazalde, histórico jugador del club rojo, queestaba lesionado.

A partir de este momento se aferró al puestoy a fortalecer la ilusión con la que había llegado.Con los goles se ganó el cariño de la gente paraquedarse con el Metropolitano de 1971.

En el 72 volvió tras una lesión, pero aquelamor de la gente se le volvió en contra y el clubdecidió transferirlo a préstamo a Estudiantes de laPlata. Allí tuvo la oportunidad de codearse conjugadores como la “bruja” Verón o Medina, y desumar experiencia para luego volver al club desus amores.

Ya en 1973 toca el cielo con las manos yentra en la historia grande del fútbol argentinoobteniendo la Copa Libertadores con Inde-pendiente. Cuando recuerda ese momen- tola emoción invade su cuerpo y lo cuenta conla alegría de aquel chico que a los 16 añosdejó Zárate para triunfar en la gran ciudad.“Fui el goleador del torneo y tuve la suerte deentrar en la final y anotar el gol decisivo frentea Colo Colo en Montevideo en tiempo suple-mentario para ganar la tan ansiada Copa”. Esemismo día debutó en la copa un chiquitín,también de Zárate, que luego se convertiría enuna de las figuras más rutilantes de toda la his-toria del equipo rojo, Ricardo Bochini.

“Yo traje a Bochini”“Como ya estaba consolidado como juga-

dor de primera división, la gente que mane-

jaba el fútbol amateur me consultó qué juga-dor de Zárate podía traer para las divisiones in-feriores del club. Hablé con mi hermano y medijo: “llévate a Richard”.

Entonces hablé con los padres que medicen: ‘no sabemos si va a querer porque haceunos meses viajó a Buenos Aires y lo rebotaronde San Lorenzo porque era bajo y muy flaquito’.Lo convencemos para que hiciera una pruebapor quince días y quedó. ¡Con edad de sexta di-visión hizo más de 60 goles!

Además de la gloria alcanzada, también re-cuerda una anécdota de aquella final disputadaen Uruguay. Poco tiempo antes había sucedidola tragedia aérea de los rugbiers uruguayos queiban de gira a Chile. Antes del comienzo del par-tido expusieron las partes del avión encontradasen la cordillera, como reconocimiento hacia losque perdieron la vida, hecho que movilizó elaliento de todos los presentes el día de la final.

Si bien este logro lo marcó para todo suvida tiene una espina clavada en el corazón:no jugar la Copa Intercontinental con la Ju-ventus. El destino quiso que unos meses anteslo transfirieran a Chacarita.

¿Integraste algún seleccionado nacional?“En 1971 fui convocado para un torneo Ju-

ventudes de América que iba disputarse en Pa-raguay, por el DT Bravo, pero luego fuesuspendido. Ya en el 75 jugando para Newell´s,César Luis Menotti, me dijo que me iba a teneren los planes de cara a la Copa del Mundo que

iba a disputarse en la Argentina en 1978. Pero eldestino me llevó a Francia, para hacer mi expe-riencia internacional… en ese entonces una vezque te ibas del país era casi imposible integraralgún seleccionado”.

A propósito de la valoración del combinadonacional, recuerda: “… la selección, al revés de loque sucede ahora, te desprestigiaba. No se teníala misma profesionalidad, se juntaban un par dedías antes de jugar algún amistoso o torneo y ya.Hay un antes y uno después de Menotti ya quela profesionalizó y le dio el prestigio actual”.

“Jugar en la otra vereda”Tuvo también la posibilidad de vestir la ca-

miseta del Racing Club de Avellaneda, acérrimorival de Independiente. Giachello admite que“…si bien la rivalidad existía no era como ahora,uno tranquilamente podía pasar de un club aotro. Los clásicos se vivían intensamente pero noeran la barbarie que se vive hoy cuando estosdos equipos se enfrentan”.

En 1982 una operación de rodilla precipitóel final, debió abandonar el deporte que tantoamaba y el que le dio la posibilidad ser una per-sona reconocida. Señala al actual presidente,Julio Comparada, como el único que les dio elreconocimiento que se merece un jugador cam-peón de América, cuando les entregó a cadauno de los históricos de la institución un carnetvitalicio para poder ir a ver al club de sus amorespor el resto de su vida.

Esta historia comienza allá por el año 1968, cuando disputaba un torneo en su Záratenatal para el club “El Central”. La varita mágica lo tocó cuando directivos de Inde-pendiente de Avellaneda lo convocaron a una prueba de seis meses.

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16 I FOCO DEPORTIVO JUNIO DE 2011

“El voley me dio todo pero ya esalgo archivado en mi vida”

Cuando Argentina cerró el tercer setfrente a Japón, todo el estadio Luna Parkestalló en alegría y los miles de personasallí presentes se apresuraron a despegarsede sus asientos para poder bajar a festejarcon el equipo. El seleccionado nacionalacababa de ganarle al conjunto orientalpor un contundente 3-0 y de esta manerase quedaba con el tercer puesto en el Mun-dial de voley. Era la noche del 15 de octu-bre de 1982 y se escribía una nueva páginade gloria para el deporte argentino. Carlos“Buby” Wagenpfeil era uno de los inte-grantes del equipo que esa noche conse-guía la gran hazaña para el voley nacional.

Nació un 6 de junio de 1957, en la Ciu-dad Autónoma de Buenos Aires. Carlos co-menzó practicando el deporte en lascalurosas tardes de verano, en la playa.“Mis padres tenían un hotel, por lo queme pasaba toda la temporada en la playa,jugando. No era beach-voley específica-mente, sino un 6 contra 6 en la arena”,cuenta el ex voleibolista argentino. Suscondiciones fueron mejorando gracias a lapráctica y fue entonces que a los 11 años,su madre lo llevó al club Teléfono. “Eramuy chico comparado con el resto, perogracias a mis capacidades podía jugar hastacon los más grandes”, recuerda. Luego desu paso por el club, las circunstancias de lavida hicieron que conociera a un amigo chi-leno que jugaba al básquet y Wagenpfeildejó por un tiempo el voley para comenzara practicar un nuevo deporte.

Con 14 años recién cumplidos, el jovendeportista decidió probarse en el ClubAtlético River Plate para continuar jugandoal básquet. Fue el destino, o una simplecasualidad, que cuando se estaba diri-giendo al microestadio del club de Núñezpasó algo totalmente inesperado. “Estabacaminando hacia el gimnasio cuando salióalguien de la cancha de voley y me pre-guntó si sabía jugar, ya que estaban ar-mando un equipo. Sin dudarlo, entré y asífue que jamás llegué a la cancha de bás-quet”, recuerda Wagenpfeil. Esa tarde, fuenetamente superior al resto y cuando ter-minó el entrenamiento se sintió orgullosopor “haber jugado mucho mejor que losdemás”. Pero grande fue su sorpresacuando le dijeron que no estaba asegu-rada su inclusión en el equipo. “Salí y medijeron que no sabían si iba a quedar, quepor las dudas volviera la semana queviene. Definitivamente escuchar eso mepinchó”, rememora “Buby”, llamado asípor su familia y amigos. Sin embargo, Car-los no se dio por vencido y continuóyendo cada martes, hasta que finalmentele comunicaron la noticia tan esperada:había quedado en el equipo de River Plate.Jugó allí durante 5 años, cuando pasó alclub Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires.“Estuve en GEBA 3 años, donde salí cam-peón argentino. Después me fui a Ferro,donde gané 4 campeonatos más”, enu-mera el ex voleibolista.

A la carrera de Carlos Wagenpfeil se leagregaron 11 años en los que jugó en clu-bes de Europa, y un extenso ciclo de 13años defendiendo la camiseta albicelesteen la Selección Argentina.

El camino al Mundial no fue para nadafácil. En el año 1975 el entrenador coreanoYoung Wan Sohn se convirtió en el nuevoseleccionador argentino, como parte deun convenio entre la Confederación, la Se-cretaría de Deporte y Corea. Luego delpenoso desempeño de la Selección du-rante el torneo mundial de Italia 1978, quefinalizó en el puesto 22º de 24 equipos,llegó una gira por Europa de 60 días. Concondiciones para nada favorables (los ju-gadores sólo tenían 2 juegos de camise-tas), apenas ganaron 8 de 45 partidos. Apoco del comienzo de lo que sería el cam-peonato del mundo del ’82, se realizó otragira, esta vez el destino fue China, que erauno de los candidatos al título. En Pekín,con un estadio colmado, perdieron 3-0. Elúltimo tramo fue el clasificatorio en Río deJaneiro, Brasil, donde quedaron en elpuesto 13° de 14 participantes.

Las expectativas para el campeonatoque se disputaría en nuestro país no eranalentadoras, tanto por el desempeño pre-vio de la Selección como por el deporte,que no tenía la popularidad de otros comoel fútbol o el básquet. “La gente no nosconocía, el voley pasaba muy desaperci-bido. Creo que la gente comenzó a acom-pañarnos desde el principio sólo porcuriosidad”, cuenta Buby Wagenpfeil.

¿Qué expectativas tenías para esteMundial?

Las mejores. Era un Mundial que se ibaa jugar en nuestro país, con todo lo queeso significa. Había que demostrarle a lagente que se podía y tratar de revertirtodas las malas actuaciones anteriores.

Con respecto a la experiencia con unentrenador de otra nacionalidad, Bubyaclara que “en cuanto a los conceptos téc-nicos no era complicado ya que en el voleyson siempre los mismos y eso era fácil deentender. Con respecto a la comunicacióncotidiana, tratábamos de entendernoscomo podíamos”, rememora. “Sin dudasuna de sus mayores virtudes era los juga-dores que seleccionaba, tenía un ojo es-pecial para eso. Creó un clima favorable decombate en el equipo”.

Pese a que el plantel para el torneo de1982 era prácticamente nuevo, Carlos Wa-genpfeil fue el único que se mantuvo vi-gente. “Quedé yo solo de lo que fue elplantel que jugó en Italia, el mayor de todos.Era un equipo relativamente nuevo, con mu-chos pibes. Para mí fue muy importante serel único, pero a su vez un gran desafío yaque quien debía adaptarse al nuevo equipoera yo y no al revés”, confiesa.

¿Qué significó haber jugado un Mun-dial en nuestro país?

Para el voley argentino, que no era te-nido en cuenta por nadie, fue muy impor-tante. Ese torneo significó un punto deinflexión. A partir de ahi comenzamos a serreconocidos por la gente y creo que empe-zamos a tener un poco más de respeto porlas selecciones de otros equipos. Luego deeste Mundial, ya no fue tan fácil ganarle a laArgentina como se pensaba de antemano.

Argentina jugó en Rosario la fase ini-cial. Venció 3-0 a Irán fácilmente, luegoconsiguió una victoria más angustiosaante su par de México por 3 a 1 y cayó conJapón por 3-1. El clima entre la gente y elequipo era cada vez mejor. “Cuando en-trábamos en el estadio de Newell’s a todosnos temblaban las piernas, el techo no seveía de la cantidad de papelitos que vola-ban. Se vivía con muchisima intensidad”.

La segunda ronda se jugó en el estadioLuna Park, en Buenos Aires. Fue una fasesoñada, donde la Selección ganó todos los

partidos que disputó. Fueron triunfos por3-2 ante Corea, Canadá y el más emotivocon Alemania. “Fue un partido inolvida-ble, de los que más recuerdo. Perdíamos2-1 en sets y 14-11, parecía que ya estabatodo perdido. Pero con esfuerzo y garrapudimos darlo vuelta de una manera in-creíble”, rememora Carlos. El último en-cuentro de la fase también fue muyemocionante, una contundente victoriaante China por 3-0. “Fue una paliza anteuno de los principales candidatos al título.Fue en ese partido que nos dimos cuentaque estábamos en condiciones de poderllegar a integrar el podio”.

El sueño se estancó en la semifinal con-tra la Unión Soviética por 0-3, un rival queestaba algunos escalones más arriba delconjunto local; pero volvió a crecercuando Argentina venció a Japón y sequedó con el último lugar del podio, algoque nunca había sucedido hasta el mo-mento. “No lo podíamos creer. Lo vivimoscon muchísima alegría porque era algoque sin duda alguna marcaba historia”.

El mérito conseguido cambió la vida detodo el plantel. “Lo que más recuerdo esque andábamos por las calles y la gente nossaludaba en todos los semáforos. Comen-zamos a ser conocidos y eso era algo queno lo esperábamos ni tampoco estábamospreparados. Días después de haber conse-guido el tercer puesto, salí a un bar con misamigos y cuando entré toda la gente queestaba presente se puso de pie y comenzó aaplaudir. Eso no me lo olvido más”, reme-mora un emocionado Wagenpfeil.

Con respecto a su participación en laSelección Argentina, Carlos siente “el or-gullo de cualquier jugador que tiene esaposibilidad”, pero que como fue una ex-periencia de muchos años defendiendola camiseta celeste y blanca “el paso deltiempo hizo que para mí terminarasiendo algo común, te terminás adap-tando”, confiesa.

¿Cómo siguió tu vida deportiva luegodel Mundial?

Después de jugarlo tuve la posibilidadde irme a Europa, algo que no era paranada fácil para un jugador de voley argen-tino. Estuve allá durante 11 años, algopara nada común. Sin dudas el Mundialme dejó muchas cosas positivas. Con loscompañeros de ese plantel todavía tene-mos la mejor relación, nos vemos de vezen cuando. Con quienes continúo te-niendo mayor contacto es con Waldo Kan-tor y Raúl Quiroga.

El retiro llegó en el último año que Car-los Wagenpfeil jugó en Europa. “No fueuna decisión muy complicada de tomarpara mí porque ya lo venía pensandodesde hace tiempo. Tuve una lesión en larodilla que nunca se me curó del todo. Meoperaron tres veces y comencé a tener li-mitaciones en mis movimientos, por loque ya no pude volver a ser el de antes.Además de eso, tenía bien en claro qué eralo que quería continuar haciendo de mivida luego del voley. Creo que por eso noresultó algo difícil”, cuenta.

El ex voleibolista había comenzado aestudiar Ciencias Económicas, carrera quedebió postergar luego de su viaje a Europacuando le faltaban 8 materias para reci-birse. Cuando regresó a nuestro país in-tentó retomar, pero unas reformas en elplan de estudios hicieron que se agrega-ran más asignaturas, razón por la cual setornó más difícil de seguir, aunque piensaconcluir la carrera en algún momento.

Hoy, está abocado al sector empresarioy se encuentra a cargo de una flota detaxis en Villa Martelli. “Fui el único del

plantel del ’82 que no siguió relacionadoal voley. Me ofrecieron varias veces elcargo de entrenador de la Selección, deManager, pero nunca quise. Disfrutomucho mi tiempo libre, me gusta ver portelevisión cualquier deporte y hago buceocon mi familia”, cuenta Buby. “En mi casasiempre hay algún partido puesto en el te-levisor, y de vez en cuando nos juntamos ajugar al voley, pero sólo por diversión.Tengo 3 hijos, uno varón, pero que juegaal rugby, está claro que no sacó misgenes”, bromea.

¿Qué significó el voley en tu vida?Sin dudas me dio todo. Disfruté mu-

chisimo de haber jugado tanto tiempo enEuropa, de haber representado a nuestropaís durante 13 años, habiendo partici-pado en 3 mundiales y de un juego olím-pico. Gracias al voley conocí mucha genteamiga y varios lugares del mundo que nopodría haber hecho si no hubiera sido ju-gador. Sin embargo es algo ya archivadoen mi vida, lo dejé atrás. No me olvido detodo eso pero no quiero continuar ligadoal voley, porque tengo en claro que noquiero depender de nada ni nadie. Estoytranquilo en este trabajo, y tengo mástiempo libre para disfrutar de otras cosasque antes no podía y de pasar más mo-mentos con mis hijos. Puedo tomarme va-caciones cuando quiero, si necesito faltarlo hago. Es algo totalmente distinto, conotro tipo de responsabilidades.

Luego de ese tercer puesto ningún otroequipo de voley argentino pudo llegarmás lejos en un torneo internacional.“Creo que se debe más que nada al re-cambio de jugadores. Aunque no se pudollegar más lejos, creo que la Selección noestá mal, va por el buen camino. Comodije antes el desempeño que tuvimos en elMundial del ’82 cambió un poco la ima-gen nuestra que tenían los demás equiposde los otros países. Ya no resulta fáciljugar contra Argentina”, reitera Wagenp-feil. “Si tuviera que elegir un jugador quehaya marcado historia en la Selección sindudas me quedo con Hugo Conte. Creoque nunca va a haber otro como él, era undistinto, de esos que dejan muchisimascosas positivas”.

Si tuvieras que elegir un recuerdo quete haya dejado el voley, ¿cuál sería?

Muchos, no puedo elegir uno solo. Lasparticipaciones en los mundiales, el juegoolímpico, el paso por Europa, son todascosas que no me las voy a olvidar. La ima-gen de toda la gente festejando con nos-otros en el Luna Park, eufórica y llevandoen andas al entrenador, siempre va a estarpresente en mi cabeza.

Pese a que Carlos “Buby” Wagenpfeilno continúa ligado al voley, su nombresiempre estará relacionado con el mismo,por haber formado parte de un plantelque con mucho esfuerzo y predisposiciónlogró meterse en la historia del voley ar-gentino y el deporte nacional.

El recorrido de la Selección Nacional en el mundial de 1982:

Irán 3-0México 3-1Japón 1-3Canadá 3-2Alemania 3-2Corea 3-2China 3-0Unión Soviética 0-3Japón 3-0

Federico Cometti