et al., de recursos renovables y disponibles . Boletín ... 2.pdfEl material tipo de la 14/12/10...

20
Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la cuenca alta del Guadiana. Consideraciones respecto a las definiciones de recursos renovables y disponibles. Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36 ISSN: 0366-0176 17 Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la cuenca alta del Guadiana. Consideraciones respecto a las definiciones de recursos renovables y disponibles L. Martínez Cortina, M. Mejías Moreno, J. A. Díaz Muñoz, R. Morales García y J. Mª Ruiz Hernández Instituto Geológico y Minero de España, c/Ríos Rosas, 23, Madrid [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] RESUMEN La adaptación de la legislación española a la Directiva Marco del Agua (DMA) contempla la necesidad de cuantificar los recursos hídricos subterráneos atendiendo a la nueva división hidrológica en masas de agua subterránea (MASb). Además, dicha cuantificación debe hacer- se en base a los criterios establecidos en los documentos oficiales, derivados de la propia DMA. Desde un punto de vista cuantitativo, esto requiere la determinación de los definidos como recursos disponibles para cada MASb. Como forma más adecuada de acercarse al cono- cimiento hidrogeológico cuantitativo del sistema, se ha llevado a cabo una estimación de los balances hídricos detallados de cada una de las MASb de la cuenca alta del Guadiana (CAG) en diversas situaciones, históricas y actuales. El artículo analiza posteriormente las defi- niciones establecidas en los documentos de Planificación Hidrológica respecto a los recursos subterráneos renovables y disponibles, y trata de aplicar dichas definiciones estimando los valores correspondientes en las MASb de la CAG. Se ponen de manifiesto algunas difi- cultades derivadas de intentar aplicar dichos conceptos con criterios hidrogeológicos, por lo que se sugiere la necesidad de su revisión o adaptación. Por otra parte, se analiza la posible evolución futura del sistema hidrológico de la CAG. Desde el punto de vista del balance, la actual situación alterada del sistema supone una reducción de la evapotranspiración en unos 125-150 Mm 3 /año. Se sugiere que esta disminución en las salidas de los acuíferos sea aprovechada para la recuperación de niveles piezométricos. Como cifras orientativas de comportamiento a medio plazo (y con los matices que se desarrollan en el artículo), puede estimarse que una extracción global en la CAG de unos 275 Mm 3 /año produciría en las zonas más afectadas del sistema un ascenso de niveles medio aproximado de un metro anual, aunque con esta cifra existiría un límite en cuanto a la recuperación piezométrica. Sería necesario un valor futuro mantenido de las extrac- ciones por debajo de los 200 Mm 3 /año para conseguir la recuperación de antiguas zonas de descarga como los Ojos del Guadiana, al menos estacionalmente, en secuencias húmedas. Con valores por debajo de los 125 Mm 3 /año podría hablarse ya de una recuperación notable en cuanto a zonas de descarga. Palabras clave: balance hídrico, cuenca alta del Guadiana, recursos disponibles, recursos renovables, relación aguas superficiales-subte- rráneas Estimation of groundwater resources in the upper Guadiana basin together with some observations concerning the definitions of renewable and available resources ABSTRACT The European Union Water Framework Directive requires the quantification of groundwater resources according to the new hydrogeo- logical classification into groundwater bodies (GWBs). This evaluation is to be made taking into account the established criteria deriving from the directive, which requires an estimation of the so-called available groundwater resources for each GWB. The quantification of detailed water balances for each GWB of the upper Guadiana basin has been undertaken bearing in mind different historical and current conditions. This study further examines the definitions made by the official documents concerning hydrological planning with regard to renewable and available groundwater resources, and attempts to apply them to the upper Guadiana basin. In the light of new problems arising with regard to the hydrogeological criteria applied to these definitions, a revision of the defined concepts is suggested. This paper also analyses the possibilities of future evolution of the hydrological system in the upper Guadiana basin, and provides some recom- mendations for groundwater exploitation with the aim of achieving the environmental recovery of the system. Key words: available groundwater resource, renewable groundwater resource, surface water-groundwater relationship, upper Guadiana basin, water balance Introducción La cuenca alta del río Guadiana (en adelante CAG) se caracteriza hidrológicamente por la significativa inte- rrelación entre las aguas superficiales y las subterrá- neas. Sus características geológicas y de relieve otor- gaban a esta zona semiárida su principal singulari- dad: la presencia de más de un centenar de

Transcript of et al., de recursos renovables y disponibles . Boletín ... 2.pdfEl material tipo de la 14/12/10...

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la cuenca alta del Guadiana. Consideraciones respecto a las definicionesde recursos renovables y disponibles. Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36ISSN: 0366-0176

    17

    Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en lacuenca alta del Guadiana. Consideraciones respecto alas definiciones de recursos renovables y disponibles

    L. Martínez Cortina, M. Mejías Moreno, J. A. Díaz Muñoz, R. Morales García y J. Mª Ruiz Hernández

    Instituto Geológico y Minero de España, c/Ríos Rosas, 23, [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected]

    RESUMEN

    La adaptación de la legislación española a la Directiva Marco del Agua (DMA) contempla la necesidad de cuantificar los recursos hídricossubterráneos atendiendo a la nueva división hidrológica en masas de agua subterránea (MASb). Además, dicha cuantificación debe hacer-se en base a los criterios establecidos en los documentos oficiales, derivados de la propia DMA. Desde un punto de vista cuantitativo, estorequiere la determinación de los definidos como recursos disponibles para cada MASb. Como forma más adecuada de acercarse al cono-cimiento hidrogeológico cuantitativo del sistema, se ha llevado a cabo una estimación de los balances hídricos detallados de cada una delas MASb de la cuenca alta del Guadiana (CAG) en diversas situaciones, históricas y actuales. El artículo analiza posteriormente las defi-niciones establecidas en los documentos de Planificación Hidrológica respecto a los recursos subterráneos renovables y disponibles, ytrata de aplicar dichas definiciones estimando los valores correspondientes en las MASb de la CAG. Se ponen de manifiesto algunas difi-cultades derivadas de intentar aplicar dichos conceptos con criterios hidrogeológicos, por lo que se sugiere la necesidad de su revisión oadaptación. Por otra parte, se analiza la posible evolución futura del sistema hidrológico de la CAG. Desde el punto de vista del balance,la actual situación alterada del sistema supone una reducción de la evapotranspiración en unos 125-150 Mm3/año. Se sugiere que estadisminución en las salidas de los acuíferos sea aprovechada para la recuperación de niveles piezométricos. Como cifras orientativas decomportamiento a medio plazo (y con los matices que se desarrollan en el artículo), puede estimarse que una extracción global en la CAGde unos 275 Mm3/año produciría en las zonas más afectadas del sistema un ascenso de niveles medio aproximado de un metro anual,aunque con esta cifra existiría un límite en cuanto a la recuperación piezométrica. Sería necesario un valor futuro mantenido de las extrac-ciones por debajo de los 200 Mm3/año para conseguir la recuperación de antiguas zonas de descarga como los Ojos del Guadiana, almenos estacionalmente, en secuencias húmedas. Con valores por debajo de los 125 Mm3/año podría hablarse ya de una recuperaciónnotable en cuanto a zonas de descarga.

    Palabras clave: balance hídrico, cuenca alta del Guadiana, recursos disponibles, recursos renovables, relación aguas superficiales-subte-rráneas

    Estimation of groundwater resources in the upper Guadiana basin together with someobservations concerning the definitions of renewable and available resources

    ABSTRACT

    The European Union Water Framework Directive requires the quantification of groundwater resources according to the new hydrogeo-logical classification into groundwater bodies (GWBs). This evaluation is to be made taking into account the established criteria derivingfrom the directive, which requires an estimation of the so-called available groundwater resources for each GWB. The quantification ofdetailed water balances for each GWB of the upper Guadiana basin has been undertaken bearing in mind different historical and currentconditions. This study further examines the definitions made by the official documents concerning hydrological planning with regard torenewable and available groundwater resources, and attempts to apply them to the upper Guadiana basin. In the light of new problemsarising with regard to the hydrogeological criteria applied to these definitions, a revision of the defined concepts is suggested. This paperalso analyses the possibilities of future evolution of the hydrological system in the upper Guadiana basin, and provides some recom-mendations for groundwater exploitation with the aim of achieving the environmental recovery of the system.

    Key words: available groundwater resource, renewable groundwater resource, surface water-groundwater relationship, upper Guadianabasin, water balance

    Introducción

    La cuenca alta del río Guadiana (en adelante CAG) secaracteriza hidrológicamente por la significativa inte-

    rrelación entre las aguas superficiales y las subterrá-neas. Sus características geológicas y de relieve otor-gaban a esta zona semiárida su principal singulari-dad: la presencia de más de un centenar de

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 17

  • humedales, generalmente en zonas deprimidas delterreno, en un conjunto que bajo el nombre de LaMancha Húmeda, y con una superficie máxima deencharcamiento de unos 250 km2, fue declarado porla UNESCO, en 1980, Reserva de la Biosfera.

    En los años 70 del pasado siglo, la mejora y aba-ratamiento de las técnicas de perforación de pozos, elgran avance de la ciencia hidrogeológica, y especial-mente la invención de la bomba de turbina, ejercieronde motores iniciales de un desarrollo intensivo delregadío con aguas subterráneas, que originó unaimparable escalada de las extracciones de agua. Estotrajo consigo, en el contexto de los años 1970s y1980s, un notable progreso económico y social en laregión, impulsado por el sector agrícola como ocupa-ción primordial y con una notable actividad industrialgirando en torno a la agricultura. Junto a estos bene-ficios, se produjeron cambios muy importantes en lahidrología general de la cuenca. La principal conse-cuencia negativa de estos cambios fue el graveimpacto ecológico sufrido por muchas de las zonashúmedas, situadas principalmente en la LlanuraManchega, en la zona central de la CAG. Sirva comodato que en los últimos 30 años se ha producido endicha zona central un descenso piezométrico mediode unos 25 m, pudiendo estimarse el vaciado dereservas de los acuíferos en unos 3.000 Mm3 (Mejíaset al., 2009). Hoy día, los caudales en El Vicario, puntode cierre de la CAG, han quedado reducidos a la esco-rrentía superficial que se produce en episodios mete-orológicos muy húmedos, como el que se ha produ-cido en 2010.

    La singularidad de la zona y de los procesos ocu-rridos ha motivado que la CAG sea objeto de interésdesde muy distintos campos del conocimiento, ylugar de referencia a nivel nacional e internacionalpor sus implicaciones hidrológicas, medioambienta-les y socioeconómicas. Asimismo, la CAG ha sidoprotagonista de un gran número de leyes y otrasdecisiones administrativas que han intentado, conmayor o menor éxito, racionalizar el aprovechamien-to de los recursos hídricos.

    En este contexto, la cuantificación de los recursoshídricos subterráneos de la CAG, tanto en lo que serefiere a los almacenados, como a los que se recar-gan anualmente, o a los que podrían -o deberían-aprovecharse, ha sido tradicionalmente uno de losaspectos más planteados desde el punto de vista delconocimiento hidrogeológico.

    En la actualidad, la adaptación a la Directiva Marcode la Unión Europea (DMA) (CE, 2000) lleva a la nece-sidad de cuantificar los recursos desde el punto devista de la nueva división hidrogeológica en masas deagua subterránea (en adelante, MASb). Además, se

    requiere la determinación de los definidos comorecursos disponibles en cada MASb.

    Por otro lado, el propio espíritu de la DMA, y elbuen desarrollo de leyes como el Plan Especial delAlto Guadiana (que contiene un conjunto de medidasplanteadas sobre la base de la recuperaciónmedioambiental del sistema), requieren del análisisde la evolución previsible de los acuíferos y zonashúmedas en función de las decisiones hidrológicasadoptadas sobre la extracción de agua subterránea.

    La determinación de los recursos hídricos subte-rráneos, y el análisis de la posible evolución del sis-tema hidrológico de la CAG, son los dos aspectoscentrales tratados en este artículo, en el que se incideen la importancia conceptual de los términos que seestán cuantificando y en el conocimiento del compor-tamiento del sistema, pues se considera que las cifraspor sí solas no representan suficientemente el cono-cimiento del mismo.

    Las estimaciones, consideraciones y conclusionescon respecto a los aspectos recogidos en el artículoson fruto de los trabajos que el IGME viene realizan-do en la zona desde principios de los años 1970s, delos estudios llevados a cabo entre el IGME y laConfederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) en elmarco del Convenio de Colaboración suscrito entreambos organismos en 2007, de los trabajos de apoyoa la planificación hidrológica que el IGME ha llevadoa cabo para la CHG en el actual desarrollo del planhidrológico de cuenca, y de la experiencia y conoci-miento de la zona por parte de los autores.

    Descripción general de la zona de estudio

    Marco geográfico

    La CAG (Figura 1) se localiza en la submeseta meri-dional castellana, en la zona más oriental de la cuen-ca hidrográfica del mencionado río. Comprende lacuenca drenada por el río Guadiana hasta la zonaocupada actualmente por el embalse de El Vicario, enlas cercanías de Ciudad Real.

    Atendiendo a su divisoria de aguas superficiales,ocupa una extensión de unos 18.900 km2, de los másde 55.500 km2 que componen la demarcación espa-ñola de la cuenca hidrográfica del río Guadiana. LaCAG distribuye su superficie entre las provincias deCiudad Real (casi el 50%), Cuenca (casi el 25%),Toledo y Albacete, todas ellas pertenecientes a laComunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.

    Los límites naturales de la CAG son: la Sierra deAltomira al norte, los Montes de Toledo al oeste, losLlanos de Albacete en el este, y la penillanura del

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    18

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 18

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    19

    Figura 1. M

    apa de la cuen

    ca alta del río G

    uad

    iana, con la

    división en unidad

    es hidrogeo

    lógicas

    y m

    asas

    de ag

    ua su

    bterrán

    ea.

    Figure 1. M

    ap of the upper Guad

    iana river basin, showing its hyd

    rogeo

    logical units an

    d groundwater bodies.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 19

  • Campo de Montiel en el sur. Orográficamente secaracteriza por un suave relieve, por lo que la zonacentral es conocida como Llanura Manchega. En todaesa zona la cota está ligeramente por encima de los600 m s.n.m., mientras que hacia las zonas de serra-nía la cota aumenta, hasta alcanzar los 1.200 m s.n.m.

    Marco climatológico

    La CAG tiene un clima de tipo mediterráneo-conti-nental, marcado por su lejanía al mar y el relativo ais-lamiento que producen las cadenas montañosas quela circundan.

    Los registros de temperatura se caracterizan pormarcadas oscilaciones térmicas, con valores que pue-den alcanzar hasta -10°C en invierno y 40°C en vera-no. Las temperaturas medias de los meses de eneroy julio están en torno a los 5°C y 25°C respectivamen-te. La temperatura media de la región es del orden de14°C.

    La precipitación media anual se sitúa en torno alos 425 mm/año. Si consideramos su contribuciónespecífica a la escorrentía, es la más seca entre lascuencas y subcuencas españolas de un tamaño com-parable con una escorrentía total media que apenasalcanza los 30 mm/año (Martínez Cortina, 2003).

    El reparto de la precipitación es muy desigual,tanto interanualmente como estacionalmente. Hayaños con una precipitación media inferior a los 250mm, mientras que en el extremo opuesto hay añoscon precipitaciones superiores a los 600 mm.Estadísticamente hay más años con valores inferioresa la precipitación media, pero los años húmedos sedesvían más de la media.

    Las precipitaciones más importantes suelen tenerlugar en los meses de noviembre a enero, con otromáximo relativo en abril y mayo. Para el conjunto dela cuenca puede extrapolarse una precipitaciónmedia en abril o noviembre de unos 50-60 mm/mes.Por su parte, los meses más secos son julio y agosto,con valores medios del orden de 5-15 mm/mes. Esbastante frecuente que las lluvias tengan un caráctertormentoso, con fuertes aguaceros de escasa dura-ción localizados geográficamente en una zona relati-vamente reducida (Martínez Cortina, 2001).

    La variabilidad espacial de la precipitación a lolargo de la cuenca, en cuanto a valores medios, no esdemasiado alta. La mayor parte tiene valores históri-cos medios entre 400 y 500 mm/año. Es en las zonasmás elevadas, en las cabeceras de los ríos, donde sesobrepasan estos valores.

    Así, en la zona central (Mancha Occidental I y II), elvalor medio anual se sitúa en torno a los 400-425 mm.

    Hacia la zona occidental (Rus-Valdelobos), y en zonascercanas al Campo de Montiel, la precipitación mediaestá en torno a los 450 mm/año. A medida que nosalejamos de la Llanura Manchega y aumenta la cotatopográfica, lo hace también el valor de la precipita-ción media histórica. Al norte llegan a alcanzarsevalores medios de unos 500 mm/año en la zona decabecera del río Riansares, y 550-600 mm/año en lascabeceras de Záncara y Gigüela. En Montiel, con unaprecipitación media de unos 450 mm/año, se superanlos 500 mm/año en las zonas más elevadas, como lascabeceras de los ríos Azuer y Cañamares, o en la zonaoriental y suroriental.

    Marco hidrogeológico administrativo

    Desde un punto administrativo, los acuíferos de laCAG han sido clasificados según varias divisiones ydenominaciones en los últimos 30 años, atendiendo adiferentes criterios geológicos, hidrogeológicos, osimplemente de gestión hidrológica. Estas divisionesse iniciaron con la clasificación en sistemas acuíferosestablecida por el Programa Nacional deInvestigación de Aguas Subterráneas (PNIAS) (ITGE,1979), basado principalmente en la cartografía hidro-geológica. En 1988 se adoptó la división en UnidadesHidrogeológicas, definidas con una mezcla de crite-rios administrativos e hidrogeológicos (DGOH-ITGE,1988). Por último, la DMA (CE, 2000) ha establecidocomo unidad de gestión la masa de aguas subterrá-neas (MASb) (MMA-DGA, 2005).

    En la Tabla 1 puede verse resumida esta evoluciónde la clasificación hidrogeológica administrativa delos acuíferos de la CAG.

    En lo que respecta a la evaluación de los recursoshídricos subterráneos, estas diferentes clasificacionesdificultan el análisis de los estudios históricos exis-tentes, pues las distintas estimaciones no suelenestar referidas a ámbitos territoriales coincidentes.

    Funcionamiento hidrológico de la cuenca alta delGuadiana

    Comportamiento en régimen natural

    El funcionamiento hidrológico de la cuenca alta delGuadiana en régimen natural, está caracterizado porla gran interrelación existente entre las aguas super-ficiales y las subterráneas.

    La zona central del sistema, que en la actualidadcomprende principalmente las MASb de ManchaOcccidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos,

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    20

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 20

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    21

    es conocida como la Llanura Manchega por suscaracterísticas topográficas, y resulta clave en el fun-cionamiento de todo el sistema, actuando básica-mente como colector del mismo (Cruces y MartínezCortina, 2000).

    Las entradas de agua en dichas masas centralesproceden de la recarga directa de la lluvia, de los flu-jos laterales de otros acuíferos con niveles piezomé-tricos más altos (más importantes en el caso deMancha Occidental II), y de la infiltración de los ríos,cuando sus cauces están por encima del nivel piezo-métrico (Záncara, Guadiana al salir del Campo deMontiel, Azuer). Las salidas en régimen natural seproducían por drenaje del acuífero en las zonas dedescarga (particularmente importantes en los Ojosdel Guadiana y Tablas de Daimiel), y por evapotrans-piración desde las zonas húmedas y las riberas de losríos. En esta situación natural la circulación del aguasubterránea tenía un sentido general hacia el oeste.La Figura 2 muestra un perfil longitudinal muy esque-mático de la zona central, desde las zonas de descar-ga en el oeste (Mancha Occidental I) a las áreas derecarga en el este (Rus-Valdelobos). La superficielibre señalada para 1972 puede considerarse repre-sentativa de una situación del sistema (respecto aniveles) cercana a la natural.

    Las interacciones con las MASb adyacentes, espe-cialmente con las de Sierra de Altomira al norte yCampo de Montiel al sur, son complejas, con cone-xiones no muy claramente definidas, debido a las

    complicadas características geométricas, hidrogeoló-gicas y estructurales de las zonas de contacto.Además, en el extremo oriental del sistema, donde sesitúa la MASb Rus-Valdelobos, existe un límite hidro-geológico con la MASb Mancha Oriental (cuenca delJúcar), que cambia ligeramente de posición según lasvariaciones de los niveles piezométricos.

    Al sur del sistema, la MASb de Campo de Montieles un acuífero de tipo kárstico, muy fracturado, cons-tituido principalmente por materiales jurásicos.Funciona como un acuífero libre, con un comporta-miento del flujo subterráneo muy condicionado porlas fracturas existentes y su dirección, mientras quesu piezometría se caracteriza por oscilaciones nota-bles relacionadas con episodios de lluvias importan-tes o secuencias secas. La lluvia constituye su fuentede recarga, mientras que la descarga se produce prin-cipalmente a través de manantiales situados princi-palmente en los bordes oeste y sur de la masa, o bieninmersos dentro de la misma (Montero, 1994), dandolugar a ríos como el Guadiana Alto, Azuer, Cañamareso Jabalón. La mayor parte del flujo subterráneo setransfiere hacia la Llanura Manchega, bien superfi-cialmente a través de la escorrentía generada en elGuadiana Alto, o bien a través de la transferencialateral hacia los acuíferos de Mancha Occidental II yRus-Valdelobos, cuantitativamente importante, comose verá posteriormente en los balances hídricos.

    Por lo que respecta a las masas situadas al nortede la Llanura Manchega, la MASb de la Sierra de

    Sistemas acuíferos(S.A. nº) (1979) Sup. (km

    2) Unidades Hidrogeológicas(UH) (1988) Sup. (km2) Masas de Agua Subterránea(MASb) (2005) Sup. (km

    2)

    S-19 (S.A. nº 19)Sierra de Altomira 4.370 UH 04.01 Sierra de Altomira 2.706

    040.001 Sierra de Altomira 2.575

    040.002 La Obispalía 489

    S-20 (S.A. nº 20)Mancha de Toledo 3.400

    UH 04.02 Lillo-Quintanar 1.013 040.003 Lillo-Quintanar 1.101

    UH 04.03 Consuegra-Villacañas 1.202 040.004 Consuegra-Villacañas 1.605

    S-23 (S.A. nº 23)Mancha Occidental 5.000

    UH 04.04 Mancha Occidental 5.126

    040.005 Rus-Valdelobos * 1.716

    040.006 Mancha Occidental II 2.396

    040.007 Mancha Occidental I 2.002

    UH 04.05 Ciudad Real 1.050 040.009 Campo de Calatrava 2.022

    S-24 (S.A. nº 24)Campo de Montiel 2.700 UH 04.06 Campo de Montiel 2.582 040.010 Campo de Montiel 2.198

    15.470 13.682 16.109

    * El ámbito geográfico de la masa de aguas subterráneas de Rus-Valdelobos comprende zonas que correspondían a las unidades hidro-geológicas de Sierra de Altomira, Mancha Occidental y Campo de Montiel.

    Tabla 1. Evolución de la división administrativa de los acuíferos de la cuenca alta del Guadiana (sistemas acuíferos, unidades hidrogeo-lógicas, masas de agua subterránea). Table 1. Development of the administrative classification of the aquifers in the upper Guadiana basin (aquifer systems, hydrogeologicalunits, groundwater bodies).

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 21

  • Altomira se recarga principalmente por la infiltracióndel agua de lluvia y de la escorrentía superficial,mientras que la descarga natural se produce por dre-naje hacia los ríos, a través de manantiales, y por des-cargas laterales hacia la Llanura Manchega y hacia lasmasas de Lillo-Quintanar y Consuegra-Villacañas. Ensu parte más septentrional el drenaje tiene lugarhacia el río Gigüela, mientras que en su zona meri-dional el agua circula hacia los ríos Záncara, Saona yRus, y hacia las comentadas masas adyacentes.

    En las MASb de Lillo-Quintanar y Consuegra-Villacañas, la recarga se produce por infiltración de lalluvia, y en algunas zonas por infiltración de ríos,especialmente durante el estiaje. El sentido de circu-lación del agua en los acuíferos triásico y miocenotiene una clara componente hacia los ríos Riansares yGigüela. En el acuífero cámbrico la circulación eshacia el norte, con drenaje hacia el río Amarguillo.

    Otras descargas del sistema se producen por evapo-transpiración en zonas encharcadas y por escorrentíasubterránea hacia la Llanura Manchega.

    La capacidad de autorregulación de los acuíferos dela cuenca alta del Guadiana

    Partiendo de una hipotética situación histórica en laque no se extraía agua de los acuíferos, el sistema ensu conjunto (considerada su divisoria hidrogeológi-ca), puede considerarse en una situación media deequilibrio, con unas entradas procedentes de la recar-ga de la lluvia y de la infiltración de los ríos en tramosen que estos son influentes; y unas salidas equiva-lentes constituidas por las descargas a ríos y zonashúmedas en las zonas de drenaje del sistema, y por laevapotranspiración desde el propio acuífero, en

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    22

    Figura 2. Perfil longitudinal de la Llanura Manchega (masas de agua subterránea de Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos) (García Rodríguez y Llamas, 1992).Figure 2. Cross section of the Llanura Manchega (groundwater bodies of Mancha Occidental I, Mancha Occidental II and Rus-Valdelobos)(García Rodríguez and Llamas, 1992).

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 22

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    23

    zonas con el nivel freático cercano a la superficie.Estas descargas contribuían a mantener unos deter-minados valores de la escorrentía subterránea en elcaudal de los ríos y una cierta superficie de zonashúmedas.

    En esta situación natural del acuífero, las secuen-cias húmedas o secas producen ligeros ascensos odescensos de los niveles piezométricos en torno a laposición de equilibrio. Esto se traduce en pequeñasvariaciones de las descargas de los acuíferos, y portanto del caudal circulante por los ríos. El consiguien-te aumento o disminución de las áreas inundadas yde descarga, incide a su vez en la existencia de unmayor o menor volumen de evapotranspiración, queviene a compensar en cierta medida el balance delsistema, contribuyendo a mantener los niveles próxi-mos a unos valores medios. Este comportamiento esrepresentativo de la capacidad de autorregulación delos acuíferos de la CAG.

    Esta autorregulación se pone también de manifies-to cuando en dichos acuíferos comienza a realizarseun aprovechamiento de las aguas subterráneas.Inicialmente se produce un descenso (en principiopequeño si las extracciones lo son), de los niveles pie-zométricos, y una disminución de las descargas a losríos y zonas húmedas, lo que se traduce en un menorcaudal circulante por los ríos y una reducción de lasuperficie de humedales. A su vez, esto conlleva unadisminución de la salida por evapotranspiración.

    Mientras existe conexión entre los acuíferos y lascorrientes superficiales y zonas húmedas, se mantie-ne este comportamiento autorregulador.

    Comportamiento en régimen perturbado

    Con la intensa explotación de las aguas subterráneas,producida especialmente en la Llanura Manchega apartir de la década de los 70 del pasado siglo, el fun-cionamiento del sistema ha sufrido importantesmodificaciones. El descenso de los niveles piezomé-tricos (Figura 3) ha hecho que en las masas centralesdel sistema el acuífero haya quedado descolgado delas corrientes superficiales. A partir de ese momentose rompe el comportamiento autorregulador ante-riormente analizado (Martínez Cortina, 2003).

    Esta desconexión supone la desaparición de laaportación subterránea del acuífero al caudal de losríos. Así, las áreas húmedas se han reducido drásti-camente, y muchas zonas y ríos que antes recibían ladescarga del acuífero, han pasado a ser áreas derecarga, donde se produce infiltración. El esquema deflujo se encuentra ahora condicionado en muchoslugares por los descensos de nivel producidos. Por

    ejemplo, la formación de conos de bombeo en laparte central y occidental de la Llanura Manchegahace que el flujo se dirija desde los contornos del sis-tema hacia dicha zona central. En esta situación per-turbada, que es la que se ha producido en la zonacentral del sistema (masas de Mancha Occidental I,Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos) los cauces selimitan a recoger la escorrentía superficial, que confrecuencia se infiltra totalmente en los acuíferos sinllegar al final de la cuenca, al embalse de El Vicario.

    Es importante diferenciar este comportamiento delas masas centrales de la CAG con las MASb latera-les. Dadas sus características, las masas situadas alnorte de las tres anteriores (La Obispalía, Sierra deAltomira, Lillo-Quintanar y Consuegra-Villacañas) nohan tenido una extracción de aguas subterráneas sig-nificativas en comparación con las de la LlanuraManchega, salvo en las zonas más próximas a lamisma, y los problemas de alteraciones sobre el régi-men natural son más moderados.

    En el caso de la MASb del Campo de Montiel, sucarácter kárstico y fracturado produce un comporta-miento muy condicionado por la pluviometría ycaracterizado por notables oscilaciones piezométri-cas. A su vez, estas oscilaciones condicionan deforma muy estacional la situación de las zonas húme-das de la masa, y en concreto de las Lagunas deRuidera, un conjunto de lagunas escalonadas que dis-curren en dirección noroeste dentro del Campo deMontiel. El acuífero no ha sufrido alteraciones drásti-cas con respecto a su funcionamiento en régimennatural, como sucedía en las masas centrales de la

    Figura 3. Evolución piezométrica en un punto de control del IGME(1930-40040) cercano a los Ojos del Guadiana (término municipalde Villarrubia de los Ojos) (Mejías et al., 2009).Figure 3. Evolution of the phreatic level according to piezometer1930-40040, located in Villarrubia de los Ojos near Ojos delGuadiana and monitored by IGME. (Mejías et al., 2009).

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 23

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    24

    cuenca. Las importantes oscilaciones de los nivelespiezométricos obedecen más en este caso a lassecuencias pluviométricas que a las extracciones deagua, que se mantienen en valores moderados.Desde un punto de vista cuantitativo, el descensogeneralizado de niveles en las masas de ManchaOccidental II y Rus-Valdelobos, a las que descargalateralmente el acuífero del Campo de Montiel, hainducido un cierto incremento de dicha transferencia(Martínez Cortina, 2008), que se cuantifica de formaaproximada en el apartado de balances hídricos.

    La cuantificación de recursos subterráneos en la pla-nificación hidrológica

    Los términos y definiciones establecidos de formaoficial en los instrumentos de PlanificaciónHidrológica, derivados de definiciones bastante gené-ricas procedentes de la DMA (CE, 2000), no siempretienen una interpretación hidrogeológica clara. De ahíque, en general, su estimación no se esté haciendo deuna forma homogénea y que no siempre esté claro elconcepto representado por las cifras obtenidas.

    Así, la Instrucción de Planificación Hidrológica (IPH)(BOE, 2008) dice que “el recurso disponible en lasMASb se define como el valor medio interanual de latasa de recarga total de la MASb, menos el flujo inter-anual medio requerido para conseguir los objetivos decalidad ecológica para el agua superficial asociadapara evitar cualquier disminución significativa en elestado ecológico de tales aguas, y cualquier daño sig-nificativo a los ecosistemas terrestres asociados”.

    Añade la IPH: “El recurso disponible se obtendrácomo diferencia entre los recursos renovables (recar-ga por la infiltración de la lluvia, recarga por retornode regadío, pérdidas en el cauce y transferenciasdesde otras MASb) y los flujos medioambientalesrequeridos para cumplir con el régimen de caudalesecológicos y para prevenir los efectos negativos cau-sados por la intrusión marina”.

    De acuerdo con este último párrafo, la IPH pareceríaasimilar los recursos renovables al conjunto de todaslas entradas que recibe la MASb. El concepto de recur-sos renovables no aparece definido de otra manera enningún documento de Planificación Hidrológica. Seríanecesario definir claramente a qué se hace referenciacuando se habla de recursos renovables, y aún así, laaplicación práctica del valor obtenido difícilmente tieneun sentido hidrogeológico claro.

    Por lo que respecta al recurso disponible, se tratatambién de un concepto de difícil definición práctica.La determinación de su valor, especialmente en lasituación en la que se encuentran muchos de los acu-

    íferos españoles, lleva generalmente a la necesidadde estimar su valor utilizando criterios que van másallá de lo puramente hidrológico, como a continua-ción se analizará para el caso de la CAG.

    La cuantificación de recursos subterráneos en lacuenca alta del Guadiana

    La cuantificación de los recursos subterráneos de laCAG ha sido, tradicionalmente, uno de los principalesretos en el ámbito del conocimiento hidrológico delsistema.

    En los numerosos trabajos desarrollados hasta lafecha sobre la CAG, o sobre alguna zona parcial de lamisma, pueden encontrarse diversos intentos de con-feccionar balances hídricos o de cuantificar de algunamanera los recursos hídricos subterráneos (ITGE,1979; ITGE, 1981; MOPU-IGME, 1988; MartínezCortina, 2001; CHG, 2008; CHG, 2009; IGME, 2010). Esdifícil comparar unos con otros o tratar de realizar unasíntesis basada en varios de ellos, debido a los distin-tos ámbitos geográficos de cada trabajo, y a la dife-rente forma de plantear los términos y el concepto delbalance. Así, términos como recarga, recarga de la llu-via, infiltración, recarga natural, recarga neta, recargaeficaz, recarga indirecta, recursos renovables, recur-sos disponibles, escorrentía subterránea, componentebase, flujo base, aportación subterránea y otros, sonutilizados sin la existencia de un criterio científicocomún claro, lo que suele inducir a confusión (Llamaset al., 2001). Tampoco las definiciones oficiales ayu-dan a clarificar este tema, pues no siempre parecenresponder a los conceptos a los que tratan de hacerreferencia, como se verá posteriormente.

    Consideraciones respecto al balance hídrico de unacuífero

    Se ha considerado oportuno destacar algunos con-ceptos básicos relacionados principalmente con laextracción de aguas subterráneas de un acuífero y surepercusión en los balances hídricos y en el funciona-miento de un sistema hidrológico en su conjunto, yque no son en ocasiones tenidos en cuenta adecua-damente.

    En primer lugar hay que recordar que toda extrac-ción de agua de un acuífero, por pequeña que sea,tiene una incidencia en el balance hídrico del sistema.En una cuenca como la del Alto Guadiana, caracteri-zada por unas relaciones especialmente importantesentre acuíferos, ríos y zonas húmedas, las extraccio-nes (desde el primer momento) producen una reduc-

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 24

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    25

    ción de las descargas de los acuíferos a los ríos y a laszonas húmedas, y una disminución de la superficie deestas últimas, y por tanto de la evapotranspiración.Quiere ello decir que más allá de la utilización más omenos acertada de términos como recursos renova-bles, ninguna cantidad de la que se recarga en unacuífero es extraída sin modificar estrictamente elrégimen natural. Otra cosa es que la modificaciónproducida sea beneficiosa o recomendable, desde unpunto de vista global que considere los aspectoshidrológicos, socioeconómicos y medioambientales.

    Desde el punto de vista conceptual se quiere tam-bién incidir en que la extracción mantenida en eltiempo de un determinado volumen de agua subte-rránea lo que produce es una situación de régimentransitorio que conduce a una nueva situación deequilibrio. El descenso de niveles producido por esevolumen mantenido puede no llegar a producir ladesconexión hidráulica entre el acuífero y las corrien-tes superficiales, con lo que la nueva situación deequilibrio se caracterizaría por unos menores cauda-les base circulantes aportados por el acuífero y unareducción de la superficie de las zonas húmedas. Si elvolumen mantenido de extracciones es suficiente-mente elevado, el descenso de niveles llega a produ-cir la desconexión entre el acuífero y las corrientessuperficiales, y por tanto la desaparición de las apor-taciones subterráneas a la escorrentía.

    Este concepto de situación de equilibrio tiene unagran importancia práctica a la hora de analizar elcomportamiento hidrológico de la CAG, especialmen-te en cuanto a sus expectativas futuras. Así, de formasimplificada, para cada escenario futuro mantenidoen el tiempo que se plantee en cuanto a la explota-ción de los acuíferos, es posible analizar la situaciónde equilibrio a la que conduce (dentro también de unescenario climatológico determinado). Este análisisha de considerar el comportamiento global del siste-ma. Cuantitativamente, los balances hídricos quedesglosan de forma detallada cada una de las entra-das y salidas de agua en las MASb serán de granayuda para evaluar las repercusiones que las accio-nes antrópicas tienen en el funcionamiento del siste-ma. En concreto, y desde un punto de vista hidrogeo-lógico, permitirán estimar cómo y en qué cantidad seven afectados los diferentes términos del balanceante la explotación de los acuíferos.

    Estimación de balances hídricos en la cuenca alta delGuadiana

    Partiendo de los modelos numéricos realizadosdurante el proyecto europeo GRAPES (Acreman et al.,

    2000; Martínez Cortina, 2001), y considerando tam-bién otros trabajos desarrollados tanto por el IGMEcomo por otros organismos y fuentes, se han estima-do recientemente (IGME, 2010) los balances hídricosdetallados de cada una de las MASb de la CAG en tressituaciones distintas (Tablas 2 y 3).

    Los dos primeros balances están referidos a situa-ciones históricas del sistema. La primera correspon-dería al funcionamiento del sistema en régimen natu-ral, sin extracciones ni ningún otro efecto antrópicoejercido sobre el mismo. La segunda corresponderíaa la situación de equilibrio alcanzada por el sistemadespués de una extracción mantenida en el tiempo deunos 60 Mm3/año, que puede considerarse represen-tativa de los años 50 del pasado siglo, anterior al grandesarrollo del regadío con aguas subterráneas. Porúltimo, la tercera situación estimada sería la actual,con los matices que posteriormente se indicarán.

    Resulta muy interesante comparar los balanceshídricos en las dos primeras situaciones históricas.Esa comparación nos permite estimar la repercusiónde ese primer escalón de extracciones en la disminu-ción de las descargas a los ríos y en el descenso de laevapotranspiración, relacionado a su vez de formabastante directa con la disminución de la superficiede las zonas húmedas.

    Estos cambios se producen de forma apreciableúnicamente en las masas centrales de la cuenca, enlas que se concentraban prácticamente todas lasextracciones. Por eso, las situaciones en régimennatural y en los años 1950s se desglosan solamen-te en esas masas, que son las consideradas en laTabla 3.

    Sobre estos balances hay que puntualizar que con-sideran la teórica división hidrogeológica, que comose indicó anteriormente no es fija, y por tanto no con-sideran posibles transferencias laterales con otrascuencas. Si consideramos las divisorias de cuencasexistirían intercambios principalmente desde el Tajo yhacia el Júcar. Sería en este caso necesaria la mejoradel conocimiento para acotar la incertidumbre exis-tente, aunque en base a diversas estimaciones noparece que este intercambio pueda tener una inci-dencia significativa en los balances.

    Por su parte, la Tabla 4 representa el balance hídri-co del conjunto cerrado de toda la CAG, en el que lastransferencias laterales entre masas quedan lógica-mente anuladas entre si.

    En este balance total puede verse que la aporta-ción de los acuíferos a la escorrentía al final de lacuenca (El Vicario) en régimen natural, venía dadaprincipalmente por las descargas procedentes delGigüela, del Záncara, y del tramo Ojos del Guadiana-Tablas de Daimiel, cercanas cada una de ellas a los

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 25

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    26

    Mas

    a de

    aguas

    subte

    rrán

    eas

    (MA

    Sb)

    La O

    bis

    pal

    íaS

    ierr

    a A

    ltom

    ira

    Lillo

    -Quin

    tanar

    Consu

    egra

    -Vill

    ac.

    Cam

    po d

    e M

    onti

    el

    Tér

    min

    os

    del

    bal

    ance

    híd

    rico

    RN

    /50s

    AC

    T.R

    N/5

    0sA

    CT.

    RN

    /50s

    AC

    T.R

    N/5

    0sA

    CT.

    RN

    /50s

    AC

    T.

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    Rec

    arga

    lluvi

    a15

    -15

    -80

    -80

    -28

    -28

    -35

    -35

    -13

    2-

    132

    -

    Eva

    potr

    ansp

    irac

    ión

    --

    --

    -10

    -7

    -2

    -2

    -34

    -23

    -21

    -18

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (Zán

    cara

    )-

    6-

    6-

    24-

    17-

    --

    --

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (G

    igüel

    a)-

    7-

    7-

    15-

    92

    11-

    85

    37

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (R

    iansa

    res)

    --

    --

    -8

    -5

    220

    -16

    --

    --

    --

    --

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (S

    aona)

    --

    --

    -3

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (A

    mar

    guill

    o)

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    15

    21

    --

    --

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (C

    órc

    ole

    s)-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    -2

    32

    2

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (G

    uad

    iana

    Alt

    o)

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    353

    446

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (A

    zuer

    + C

    añam

    ares

    )-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    18-

    14

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (La

    Obis

    pal

    ía)

    --

    --

    2-

    2-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (A

    ltom

    ira)

    -2

    -2

    --

    --

    3-

    3-

    1-

    1-

    --

    --

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (Li

    llo-Q

    uin

    tanar

    )-

    --

    --

    3-

    3-

    --

    -2

    -3

    --

    --

    -

    Tran

    sfer

    . lat

    eral

    (C

    onsu

    egra

    -Vill

    acañ

    as)

    --

    --

    -1

    -1

    -2

    -3

    --

    --

    --

    --

    Tran

    sfer

    . lat

    eral

    (M

    anch

    a O

    ccid

    enta

    l I)

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    -2

    -2

    --

    --

    Tran

    sfer

    . lat

    eral

    (M

    anch

    a O

    ccid

    enta

    l II)

    --

    --

    -15

    -17

    --

    --

    --

    --

    -37

    -43

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (R

    us-

    Val

    del

    obos)

    --

    --

    -3

    -3

    --

    --

    --

    --

    -5

    -7

    Ext

    racc

    iones

    (des

    conta

    dos

    reto

    rnos)

    --

    --

    --

    -20

    --

    -2

    --

    -22

    --

    -8

    TO

    TAL

    1515

    1515

    8282

    8282

    3535

    3131

    4444

    4848

    137

    137

    138

    138

    Tabla 2. B

    alan

    ce hídrico

    en rég

    imen

    natural y

    en la

    situac

    ión actual, c

    orres

    pondiente a la

    s MASb de La

    Obispalía, S

    ierra de Altomira, Lillo-Q

    uintanar, C

    onsu

    egra-Villac

    añas

    y Cam

    po de Montiel.

    Table 2. W

    ater balan

    ce in

    the natural reg

    ime an

    d in

    the present-day situation, corresponding to

    the groundwater bodies of L

    a Obispalía, S

    ierra de Altomira, Lillo-Quintanar,

    Consueg

    ra-Villacañ

    as and Cam

    po de Montiel.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 26

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    27

    Mas

    a de

    aguas

    subte

    rrán

    eas

    (MA

    Sb)

    Man

    cha

    Occ

    iden

    tal I

    Man

    cha

    Occ

    iden

    tal I

    IR

    us-

    Val

    del

    obos

    Tér

    min

    os

    del

    bal

    ance

    híd

    rico

    RN

    1950

    sA

    ctual

    RN

    1950

    sA

    ctual

    RN

    1950

    sA

    ctual

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    ES

    Rec

    arga

    lluvi

    a70

    -70

    -70

    -10

    8-

    108

    -10

    8-

    32-

    32-

    32-

    Eva

    potr

    ansp

    irac

    ión

    -57

    -54

    --

    -53

    -46

    --

    -18

    -16

    --

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (Zán

    cara

    )-

    10-

    7-

    -5

    575

    41-

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (G

    igüel

    a)9

    647

    55-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (R

    us)

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    13

    12

    1-

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (de

    Ojo

    s G

    . a T

    abla

    s D

    .)-

    94-

    81-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (G

    uad

    iana,

    tra

    s Ta

    bla

    s D

    .)-

    5-

    4-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (A

    zuer

    , tra

    s Val

    leher

    moso

    )16

    119

    19

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (C

    órc

    ole

    s)-

    --

    --

    -2

    132

    7-

    --

    --

    --

    -

    Acu

    ífer

    o→

    R

    ío (G

    uad

    iana,

    tra

    s M

    onti

    el)

    --

    --

    --

    722

    702

    56-

    --

    --

    --

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (A

    ltom

    ira)

    --

    --

    --

    15-

    15-

    17-

    3-

    3-

    3-

    Tran

    sfer

    . lat

    eral

    (C

    onsu

    egra

    -Vill

    acañ

    as)

    2-

    2-

    2-

    --

    --

    --

    --

    --

    --

    Tran

    sfer

    . lat

    eral

    (M

    anch

    a O

    ccid

    enta

    l I)

    --

    --

    --

    -13

    4-

    130

    -66

    --

    --

    --

    Tran

    sfer

    . lat

    eral

    (M

    anch

    a O

    ccid

    enta

    l II)

    134

    -13

    0-

    66-

    --

    --

    --

    -20

    -19

    -12

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (R

    us-

    Val

    del

    obos)

    --

    --

    --

    20-

    19-

    12-

    --

    --

    --

    Tran

    sfer

    enci

    a la

    tera

    l (C

    ampo d

    e M

    onti

    el)

    --

    --

    --

    37-

    37-

    43-

    5-

    5-

    7-

    Ext

    racc

    iones

    (des

    conta

    dos

    reto

    rnos)

    --

    -26

    -14

    7-

    --

    30-

    170

    --

    -4

    -31

    TO

    TAL

    231

    231

    228

    228

    147

    147

    259

    259

    256

    256

    236

    236

    4141

    4141

    4343

    Tabla 3. B

    alan

    ce hídrico

    en rég

    imen

    natural, en

    los añ

    os 19

    50s y en

    la situac

    ión actual, c

    orres

    pondiente a la

    s MASb de Man

    cha Occiden

    tal I, M

    anch

    a Occiden

    tal II y

    Rus-

    Valdelobos.

    Table 3. Water balan

    ce in the natural regim

    e, in the 1950s an

    d in the present-day situation corresponding to the groundwater bodies of Man

    cha Occiden

    tal I, Man

    cha

    Occiden

    tal II a

    nd Rus-Va

    ldelobos.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 27

  • 100 Mm3/año. En régimen natural, esta escorrentíasubterránea suponía aproximadamente el 70% de laaportación al flujo total, lo que da una idea de la granimportancia que las aguas subterráneas tienen en elfuncionamiento de la cuenca. En años secos estaimportancia relativa de la componente subterráneaaumentaba aún más.

    Como puede verse en los balances de la situaciónactual, la aportación del tramo Ojos del Guadiana-Tablas de Daimiel ha desaparecido totalmente, mien-tras que las correspondientes a los ríos Záncara yGigüela han quedado reducidas a algunos tramos delas masas situadas al norte de la Llanura Manchega.Como además la zona central de la cuenca es, en estasituación, área de infiltración en su totalidad, los cau-dales en El Vicario están hoy día prácticamente redu-cidos a la escorrentía superficial en periodos deimportantes lluvias.

    Los balances deben ser interpretados con muchacautela y sin perder de vista la realidad conceptualque representan. No hay que olvidar que tratan derepresentar situaciones medias no reales. Desde elpunto de vista cuantitativo aportan valores que por si

    solos no definen adecuadamente el comportamientoverdadero. Por ejemplo, en las relaciones acuífero-río, simplifican mediante un único valor medio rela-ciones que en muchas zonas de la cuenca cambian elcomportamiento relativo (río ganador o perdedor),según la secuencia meteorológica o la época del año.

    Las incertidumbres en cuanto a su aproximación ala realidad son aún mayores en el caso del tercerbalance, que trata de representar la situación actualdel sistema. Su estado profundamente perturbadohace aún más difícil hablar de valores medios.Siguiendo la filosofía comparativa de los dos estadosanteriores se ha pretendido representar el punto deequilibrio (entendido como balances y niveles piezo-métricos constantes, y por tanto sin variación en elalmacenamiento, equilibrando entradas y salidas)que alcanzaría el sistema si se mantuvieran en eltiempo las acciones actuales sobre el mismo (consi-derando unas extracciones totales en la CAG de unos400 Mm3/año). No es una situación, por tanto, querepresente a un momento concreto del sistema, peroaporta una aproximación teórica a la cuantificaciónactual de los balances hídricos.

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    28

    Régim. natural Situación 50s Situación actual

    ENT. SAL. ENT. SAL. ENT. SAL.

    Recarga lluvia 500 - 500 - 500 -

    Evapotranspiración - 195 - 183 - 50

    Acuífero → Río (Riansares) 2 28 2 28 - 21

    Acuífero → Río (Gigüela) 16 100 14 91 7 24

    Acuífero → Río (Rus) 1 3 1 2 1 -

    Acuífero → Río (Saona) - 3 - 3 - -

    Acuífero → Río (Záncara) 5 97 5 78 - 23

    Acuífero → Río (Amarguillo) 1 5 1 5 2 1

    Acuífero → Río (Córcoles) 4 16 4 10 2 2

    Acuífero → Río (Guadiana Alto, en Montiel) 3 53 3 53 4 46

    Acuífero → Río (Guadiana, tras Montiel) 72 2 70 2 56 -

    Acuífero → Río (de Ojos Guad. a Tablas Daimiel) - 94 - 81 - -

    Acuífero → Río (Guadiana, tras Tablas Daimiel) - 5 - 4 - -

    Acuífero → Río (Azuer + Cañamares, en Montiel) - 18 - 18 - 14

    Acuífero → Río (Azuer, tras Vallehermoso) 16 1 19 1 9 -

    Extracciones (descontados retornos) - - - 60 - 400

    TOTAL 620 620 619 619 581 581

    Tabla 4. Balance hídrico del conjunto de masas de la cuenca alta del Guadiana, en régimen natural, en los años 1950s y en la situaciónactual. Table 4. Water balance of the groundwater bodies of the whole upper Guadiana basin, corresponding to the natural regime, the 1950s andthe present-day situation.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 28

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    29

    La estimación de recursos renovables en la cuencaalta del Guadiana

    A partir de los balances hídricos estimados anterior-mente sería sencillo determinar los recursos renova-bles de cada MASb, siempre y cuando el conceptoque se pretende transmitir con ese término estuvieraclaramente establecido.

    Sin embargo, tanto la definición que parece esbo-zar la IPH (contenida dentro de la definición de recur-sos disponibles) (BOE, 2008), como el concepto queparece derivarse etimológicamente del término, noparecen ser interpretables de una forma clara y única.Por ello, van a analizarse tres interpretaciones dife-rentes del término, que en cualquier caso pondrán enevidencia la relativa representatividad del valor esti-mado.

    Para ello se va a considerar como ejemplo la MASbdel Campo de Montiel en régimen natural. Su balancehídrico (agrupando las infiltraciones y drenajes de losdiferentes ríos), sería el indicado en la Tabla 5.

    Interpretación 1: Sería la que parece derivarse dela lectura de la IPH, y que en las tablas de balanceshídricos del apartado anterior correspondería con elTotal de las columnas de entradas. Así, el recursorenovable entendido como el total de las entradassería de 137 Mm3/año.

    Hay que hacer aquí la consideración de que losretornos, principalmente del regadío, se han engloba-do en los balances hídricos dentro del término desalida por bombeos, descontándolos de los mismos.La IPH los considera parte de los recursos renovables,por lo que estrictamente habría que incrementar lasextracciones en una cierta cantidad y considerar esemismo incremento como entrada por retornos. Existemucha incertidumbre al respecto, pero los retornos

    podrían estimarse en un 10% de la cifra de extraccio-nes.

    Interpretación 2: Otra posible interpretación sobrela estimación de los recursos renovables consistiríaen detraer de la cifra de entradas totales, las salidaspor evapotranspiración y las salidas laterales a otrasmasas (o al mar cuando fuera el caso). De esta forma,el recurso renovable se asimilaría a la descarga delacuífero en manantiales y a las corrientes superficia-les en tramos de ríos ganadores, lo que supondría laaportación del acuífero a la escorrentía (escorrentíasubterránea). La cifra de recursos renovables sería eneste caso de 74 Mm3/año.

    Interpretación 3: Una tercera posibilidad de inter-pretar los recursos renovables vendría dada por ladiferencia entre la recarga procedente de la lluvia y laevapotranspiración a la atmósfera. En cierto modo, yespecialmente si lo consideramos para una cuenca osubcuenca cerrada en su conjunto, es el valor quemás se puede identificar etimológicamente con elconcepto de recurso subterráneo renovable.Representaría, por así decirlo, el recurso neto que serenueva en la relación con la atmósfera. La infiltra-ción de los ríos, las descargas del acuífero, o lasentradas y salidas laterales constituyen procesoshidrológicos en los que el recurso procede previa-mente de la escorrentía superficial, de la propia recar-ga del acuífero, de las descargas del mismo, etc. En elcaso de la CAG estos procesos son, además, espe-cialmente relevantes, siendo habitual que lo que sedrena del acuífero en una masa se infiltre en otra, yvuelva a descargarse en superficie aguas abajo.

    Sin embargo, y desde un punto de vista del recur-so hídrico subterráneo, ese balance neto entre larecarga de la lluvia y la evapotranspiración que se vaa la atmósfera, sí que constituye el nuevo agua gene-rada, que actúa de motor contribuyendo a desenca-denar el resto de procesos que tienen lugar en el acu-ífero.

    En valores medios a largo plazo, y con ligerasmatizaciones, la recarga media procedente de la llu-via puede considerarse constante1. La evapotranspi-ración varía en función de la situación del sistema ysupone en términos del balance una pérdida delrecurso generado hacia la atmósfera, si bien, espe-

    ENTRADAS (Mm3/año)

    Recarga lluvia 132

    Infiltración ríos 5

    TOTAL ENTRADAS 137

    SALIDAS (Mm3/año)

    Drenaje acuífero 74

    Evapotranspiración 21

    Salidas laterales 42

    TOTAL SALIDAS 137

    Tabla 5. Balance hídrico de la masa de agua subterránea del Campode Montiel en régimen natural.Tabla 5. Water balance corresponding to the groundwater body ofCampo de Montiel in natural regime.

    1 No se considera en este trabajo el posible efecto del cambio climático. Aeste respecto, la incertidumbre con respecto a los escenarios futuros esmuy alta, especialmente en la cuenca alta, que por sus características con-centra las recargas importantes en años muy húmedos. Así, una previsi-ble distribución más extrema de la pluviometría puede incrementar losvalores de dichas puntas de recarga, compensando en cierta medida ladisminución de las precipitaciones. En todo caso hay que señalar que laIPH (BOE, 2008) considera para la Demarcación del Guadiana una dismi-nución con respecto a la aportación natural del 11%, para incorporar elefecto del cambio climático.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 29

  • cialmente en cuencas como la del Alto Guadiana esun indicador de la buena salud hidrológica de laszonas húmedas. Como se decía anteriormente estadiferencia entre recarga de la lluvia y evapotranspira-ción tiene aún mayor sentido de renovabilidad si con-sideramos la cuenca en su conjunto.

    En este tercer caso, los recursos renovables de lamasa del Campo de Montiel en régimen natural serí-an de 111 Mm3/año.

    La utilidad conceptual de los recursos renovables,en cualquiera de las formas anteriormente definidases muy relativa y limitada. Estas cuantificaciones quereducen los elementos del balance a un valor numé-rico aislado no representan cuantitativamente la evo-lución del comportamiento del flujo subterráneo.Pueden resultar interesantes y descriptivos en algu-nos casos, pero tienen el peligro de reducir a un solonúmero procesos más complejos. Además puedeninducir a ciertos errores de interpretación, cuando seutilizan estos valores con determinados fines, sinconsiderar de forma adecuada el comportamiento delsistema y lo que representan conceptualmente.

    En cualquier caso, si se interpretan los recursosrenovables como el conjunto de todas las entradas alas masas, en la forma que parece desprenderse de laIPH (Interpretación 1), los valores en régimen naturalpara cada una de las MASb de la CAG, serían, a tenorde las tablas de balances hídricos anteriores, y hechala salvedad de los retornos, los indicados en la Tabla 6.

    Teniendo en cuenta las consideraciones realizadasanteriormente, parece aconsejable insistir en el esca-

    so significado que las cifras por si solas tienen si nose considera adecuadamente lo que las mismasrepresentan y el funcionamiento conjunto de todo elsistema. Uno de los peligros más habituales detecta-do a menudo, y especialmente cuando se considerantrabajos aislados de algunos de los acuíferos, unida-des hidrogeológicas o masas del sistema, es asimilarla suma de los recursos anteriores a una especie derecursos conjuntos de toda la cuenca. Es evidenteque los recursos renovables de las cifras anteriores,considerados como las entradas en cada masa(Interpretación 1), están contabilizados varias vecesen distintas masas (por ejemplo, parte de lo que entracomo recarga de la lluvia en el Campo de Montiel estransferido lateralmente a Mancha Occidental II, ycontabilizado como recurso renovable en ambasmasas). Los reiterados procesos de descargas e infil-traciones del flujo subterráneo que tienen lugar en laCAG condicionan también estas cifras.

    Si en lugar de considerar de forma independientecada masa, consideramos el conjunto de toda la CAG,y aplicamos sobre él la definición oficial de recursosrenovables entendida como en el cálculo anterior(Interpretación 1), puede verse que el recurso renova-ble en situación natural sería de 620 Mm3/año, y aúnasí habría que hacer las mismas consideraciones conrespecto a la contabilización de recursos.

    Desde este punto de vista del conjunto de la cuen-ca, resulta particularmente interesante analizar elbalance “recarga de la lluvia menos evapotranspira-ción” (Interpretación 3), de acuerdo con lo comenta-do en este apartado. Puede verse que ese valor, parael conjunto de la CAG, era de unos 305 Mm3/año enrégimen natural, y está en torno a los 450 Mm3/año enla situación actual. En los siguientes apartados seanalizará con más detalle el significado y repercusiónde este incremento.

    Consideraciones sobre la evolución futura del siste-ma hidrológico de la cuenca alta del Guadiana

    A pesar de todos los matices e incertidumbrescomentadas en los balances hídricos, de una formaglobal y considerando el comportamiento del siste-ma, existe el conocimiento suficiente para predecir laevolución hidrológica futura de los acuíferos y zonashúmedas de la CAG en función de las extracciones deagua subterránea que se realicen.

    En la situación actual del sistema, el cambio en sucomportamiento se refleja en los balances hídricos -acosta de un grave deterioro medioambiental- en unaspecto que de alguna manera sí supone un incre-mento de la renovabilidad: la reducción de la evapo-

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    30

    Masas de agua subterránea(MASb)

    Recurso renovable (Mm3/año)

    Sierra de Altomira 82

    La Obispalía 15

    Lillo-Quintanar 35

    Consuegra-Villacañas 44

    Mancha Occidental I 231

    Mancha Occidental II 259

    Rus-Valdelobos 41

    Campo de Montiel 137

    Tabla 6. Estimación de recursos subterráneos renovables, en régi-men natural, para las masas de agua subterránea de la cuenca altadel Guadiana2.Table 6. Estimation of renewable groundwater resources in naturalregime for the groundwater bodies of the upper Guadiana basin.

    2 Aunque se explica en el texto, conviene insistir en que los recursos reno-vables de la cuenca en su conjunto NO pueden obtenerse como la sumade los recursos renovables de cada masa.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 30

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    31

    transpiración en unos 125-150 Mm3/año, como conse-cuencia de la desaparición de zonas húmedas y áreasde descarga. Como se veía en el apartado anterior, elrecurso renovable para el conjunto de la cuenca,entendido según la Interpretación 3 (recarga de la llu-via menos evapotranspiración) habría así aumentadode 305 a 450 Mm3/año. Conceptualmente esto suponeun incremento del volumen de agua que puedeextraerse del acuífero manteniendo constante el nivelpiezométrico en el mismo, con respecto a la situaciónen régimen natural; o dicho de otra manera, que unamayor parte de la recarga de la lluvia puede ser apro-vechada por el acuífero para subir sus niveles. Esteefecto sobre el balance, lejos de ser consideradocomo un beneficio, debe ser interpretado de formaadecuada, y valorando las intensas afeccionesmedioambientales que ha producido.

    Los valores de los balances hídricos por masaspara la situación actual se han estimado tomandocomo referencia un punto de equilibrio en torno a los400 Mm3/año de extracciones en el conjunto de acuí-feros de la cuenca. Mientras se mantenga esta cifrano son de esperar variaciones importantes en la pro-fundidad de los niveles. No hay que olvidar quehablamos de situaciones medias que realmente noexisten como tales. En términos de precipitación, yaún más de recarga, hay estadísticamente más añospor debajo de la media que por encima. En este tipode climas las puntas de recarga importantes se pro-ducen de forma generalmente puntual cada ciertotiempo. De ahí que tendencias de ligeros descensosmantenidos no siempre son evidencia de que amedio plazo los descensos continúen incrementán-dose.

    A la vista de los balances, el ahorro de agua eva-potranspirada provocado por la desaparición dezonas húmedas y áreas de descarga podría precisa-mente ser destinado a la recuperación de los nivelesde los acuíferos.

    Por otra parte puede estimarse (siempre supo-niendo series largas en las que tengan sentido losvalores medios), que en las zonas centrales de laLlanura Manchega, donde mayores descensos histó-ricos se han registrado, y en la situación actual, seproducirá una recuperación de niveles que puedeestimarse en unos 8 cm/año por cada 10 Mm3 (1metro por cada 125 Mm3) que se reduzca la extracciónpor debajo de los 400 Mm3/año. Es decir, que unaextracción global de unos 275 Mm3/año produciría enesas zonas un ascenso medio aproximado de unmetro anual.

    Una matización importante a considerar tiene quever con los aspectos cualitativos a los que se refierenestas cifras. La evolución hacia la situación de equili-

    brio con extracción de 400 Mm3/año se ha producidocon una determinada distribución de las extraccio-nes, en cuanto a su situación geográfica y nivel acuí-fero de procedencia. Las estimaciones de futuroserán más válidas en la medida que esta distribuciónno varíe mucho. Puede considerarse que de estos 400Mm3/año, el 80% corresponde a extracciones pararegadío en las tres masas de la Llanura Manchega(Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus-Valdelobos). Dadas las características de los acuíferosde la cuenca no son de esperar variaciones muyimportantes en este sentido. Posiblemente se detecteuna mayor extracción de los niveles acuíferos pro-fundos en la zona de las masas de Mancha OccidentalII y Rus-Valdelobos, con un cierto desplazamiento delcentro de gravedad de las extracciones hacia dichazona oriental de la Llanura Manchega.

    Es muy importante tener en cuenta que esa situa-ción de recuperación no es lineal e indefinida. Amedida que se van recuperando los niveles el balan-ce hídrico varía, y sólo podría llegarse al punto deequilibrio que correspondería a una situación conextracciones permanentes de 275 Mm3/año. Desde elpunto de vista de relaciones acuífero-río, y especial-mente del de la recuperación de zonas húmedas, nohabría cambios demasiado significativos con respec-to a la situación actual. En las zonas de descarga prin-cipales del sistema los niveles aún quedarían unos10-15 metros por debajo de la superficie. Para que sevolviera a producir el drenaje del acuífero en dichaszonas, al menos de una forma estacional, habría quereducir aún más esa cifra, por debajo de los 200Mm3/año.

    La estimación de recursos disponibles en la cuencaalta del Guadiana

    La aplicación de la definición oficial de recursos dis-ponibles de la IPH (BOE, 2008) en la CAG, está condi-cionada por la situación de los acuíferos centrales dela cuenca. Según dicha definición, a los recursosrenovables habría que restarles los flujos medioam-bientales requeridos para cumplir con el régimen decaudales ecológicos. Pero dichos flujos sólo puedenexistir en la zona central de la CAG si se vuelve a pro-ducir la conexión entre acuíferos y corrientes superfi-ciales. Obviamente, esto se produciría de forma másrápida cuanto menores sean las extracciones, y portanto cuanto más próximos a 0 estén los recursos dis-ponibles.

    En situaciones como ésta, el cálculo de los recur-sos disponibles a través de la definición no pareceviable sin considerar otros factores y condicionantes

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 31

  • en la toma de decisiones. Parece así adecuado reco-mendar unos valores para los recursos disponiblesque tengan en cuenta la situación y el conocimientogeneral existente, y sin perder de vista el funciona-miento de los procesos hidrológicos anteriormentedescritos y el objetivo último de recuperación hidro-lógica y medioambiental del sistema hídrico de laCAG.

    Con estas consideraciones, la recomendación con-sistiría en establecer los recursos disponibles en dosfases (IGME, 2010). En una primera fase, y partiendode la situación actual, el recurso total disponible en elconjunto de la CAG se establecería en unos 275Mm3/año. Con esta cifra total de extracciones se pro-ducirían (como valor medio, a medio plazo) ascensosde 1 metro anual en los niveles piezométricos de laszonas en las que los descensos han sido mayores. Unreparto adecuado de estos recursos disponiblespodría ser el mostrado en la Tabla 7.

    Sobre estas cifras podrían hacerse matices queincrementaran los recursos disponibles en algunasde las masas laterales en zonas que tuvieran escasarepercusión para la zona central de la cuenca (nortede Altomira, Lillo-Quintanar, La Obispalía). Por otraparte, la masa del Campo de Montiel, de muy distin-to funcionamiento como se ha explicado, podríaincrementar en secuencias húmedas este recurso dis-ponible, aunque debería prestarse especial atención ala ubicación de las extracciones.

    Con esta cuantificación de recursos disponibles seproduciría una recuperación importante de nivelespiezométricos, de tal modo que, por ejemplo, en los

    Ojos del Guadiana, el nivel actualmente situado aunos 21 metros de profundidad (datos de campo delIGME, marzo de 2010), quedaría a unos 10 metros enun periodo de unos 15 años (suponiendo una secuen-cia climatológica media).

    Sería necesaria una segunda fase aún más restric-tiva en cuanto a recursos disponibles, que permitierarecuperar la conexión del acuífero con corrientessuperficiales y zonas húmedas, al menos de unaforma estacional, en secuencias climatológicamentehúmedas. Ese valor podría estar, en principio, entorno a los 150 Mm3/año para el conjunto de la cuen-ca, y con los mismos matices de posibilidad de cier-tos incrementos en las masas laterales.

    Con respecto a los valores y consideraciones ante-riores hay que hacer una serie de observaciones:

    - Es importante tener claro desde el principio quepara la recuperación hidrológica y medioam-biental definitiva del sistema, la cifra final deextracciones mantenidas en el futuro tendráque ser muy reducida en comparación con lasactuales. Como referencias, por debajo de 200Mm3/año se produciría previsiblemente la apor-tación del acuífero en algunas zonas de descar-ga, al menos estacionalmente en secuenciashúmedas; mientras que haría falta llegar hastaunos 60 Mm3/año para mantener la situación delos años 50 del pasado siglo. En el rango com-prendido entre esas cifras irían aumentandopaulatinamente los caudales de descarga, lasépocas en las que los ríos se comportaríancomo ganadores, y la superficie de las zonashúmedas. Sin embargo, si las extracciones semantienen en los niveles inicialmente mencio-nados de 275 Mm3/año, el esfuerzo será inútildesde el punto de vista de recuperación dezonas húmedas, porque para los efectos de fun-cionamiento de las mismas es indiferente queel nivel piezométrico esté a 15 metros que a 40metros.

    - El comportamiento y evolución del sistema, enesa primera fase de reducción real de lasextracciones, está claramente definido, dentrode los márgenes de incertidumbre propios decualquier proceso hidrológico. El periodo detransición hacia esa segunda fase más ambicio-sa, permitiría analizar la evolución real del sis-tema dentro de las particularidades del escena-rio que se vaya desarrollando, comprobando elcumplimiento de las tendencias esperadas. Asu vez, esto permitirá acotar algunas de lasincertidumbres existentes, relacionadas, porejemplo, con la incidencia de posibles cambiosrelativos en la distribución geográfica de las

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    32

    Masas de agua subterránea(MASb) Recurso disponible (Mm

    3/año)

    Sierra de Altomira 20

    Lillo-Quintanar 2

    Consuegra-Villacañas 15

    Mancha Occidental I 95

    Mancha Occidental II 110

    Rus-Valdelobos 25

    Campo de Montiel 8

    Tabla 7. Recomendación de recursos subterráneos disponiblespara las masas de agua subterránea de la cuenca alta delGuadiana.Table 7. Recommended groundwater resources available for thegroundwater bodies of the upper Guadiana basin.

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 32

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    33

    extracciones, aumento relativo de las extraccio-nes procedentes del acuífero profundo, reper-cusión de un posible incremento de las extrac-ciones en las zonas periféricas del sistema,mayor precisión en determinar la relación finalentre las extracciones mantenidas y la recupe-ración alcanzada, incidencia del cambio climáti-co, etc. De esta manera, en la segunda fasepodrían tomarse decisiones más ajustadas a lasnecesidades del sistema.

    - Es evidente que si las extracciones se reducendesde el principio aún más de las cifras indica-das, o antes se consigue pasar a esa segundafase más restrictiva, más cerca se estará de larecuperación hídrica y medioambiental del sis-tema. En cualquier caso, parece hidrológica-mente justo que en la valoración de los recur-sos disponibles en esta primera fase derecuperación se tenga en cuenta el incrementoque ha habido en la disponibilidad de agua noevapotranspirada a la atmósfera como conse-cuencia de la situación perturbada en la que seencuentra el sistema, permitiendo que eseincremento, estimado en unos 125-150Mm3/año, se destine precisamente a la recupe-ración del mismo.

    Conclusiones

    La cuantificación de los recursos hídricos subterráne-os de la CAG es una tarea compleja, no sólo por lasdificultades e incertidumbres propias de los procesoshidrológicos a cuantificar, sino también por las espe-ciales características y situación de la cuenca, y por ladifícil aplicación conceptual de las definiciones oficia-les de recursos renovables y disponibles.

    A lo largo del presente artículo se han destacadoalgunos aspectos específicos del funcionamientohidrológico de la CAG, especialmente relevantes a lahora de realizar e interpretar las cuantificaciones delos recursos. Entre ellos se llama la atención sobre lacapacidad de autorregulación de los acuíferos en unasituación no excesivamente influenciada, y en elhecho de que a cada cifra de extracciones de aguamantenida en el tiempo (y prescindiendo de la varia-bilidad meteorológica) le corresponde un punto deequilibrio que el sistema alcanza a medio-largo plazo,caracterizado por un cierto balance hídrico y unosdeterminados niveles piezométricos. Por encima deun determinado umbral de extracciones para el con-junto de la CAG (que se estima en torno a los 200Mm3/año) las descargas de los acuíferos prácticamen-te no existirían en la zona central del sistema, y por

    tanto no habría aportación subterránea a ríos y zonashúmedas.

    Como intento de acercarse de la forma más preci-sa posible, desde un punto de vista hidrogeológico, aesta cuantificación, se ha estimado el balance hídricopara cada una de las MASb (considerando todas lasentradas y salidas) en tres situaciones diferentes delsistema: en régimen natural, supuesto que no se ejer-ce ninguna acción antrópica sobre el sistema; en lasituación poco influenciada que representaría lamoderada extracción histórica realizada con noriashasta finales de los años 1950s; y por último en lasituación actual, o más exactamente, en el punto deequilibrio que se alcanzaría manteniendo aproxima-damente las extracciones actuales y su distribución,que representa una situación profundamente pertur-bada del sistema respecto a las dos anteriores.

    Con respecto a la cuantificación de recursos sub-terráneos renovables y disponibles en los términosdefinidos en los documentos oficiales dePlanificación Hidrológica, se realizan una serie deconsideraciones al respecto de dichas definiciones yde la dificultad de su aplicación. En este sentido pare-ce necesaria una mayor claridad en la definición delos recursos renovables, y en cualquier caso, se debetener en cuenta el sentido conceptual de la cifra obte-nida en relación a la definición que se considere.

    En lo que respecta a los recursos disponibles tam-bién se han señalado limitaciones importantes en suaplicación con criterios hidrogeológicos. Su determi-nación difícilmente puede establecerse sin considerarfactores con pesos importantes en la toma de deci-siones: sociales, económicos, políticos, legales, etc.En todo caso, se propone que la estimación de losrecursos subterráneos disponibles parta de un cono-cimiento hidrogeológico cualitativo, que considereadecuadamente los procesos hidrológicos que tienenlugar en un sistema y su evolución; y cuantitativo,representado por balances hídricos detallados y suevolución. Sólo en este marco puede darse sentido atérminos que traten de cuantificar los recursosmediante valores aislados.

    En la CAG se ha realizado este análisis a partir delas cuantificaciones realizadas sobre balances hídri-cos, y especialmente del conocimiento de los proce-sos hidrológicos que tienen lugar en el sistema, y dela respuesta del mismo a las diferentes situaciones enlas que se encuentra en cada momento y a las accio-nes antrópicas que sobre él se llevan a cabo. De estemodo se han evaluado las expectativas futuras deevolución de los acuíferos, ríos y zonas húmedas dela CAG.

    De este análisis se derivan una serie de recomen-daciones sobre los recursos disponibles, con las mati-

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 33

  • zaciones hechas previamente sobre la definición ofi-cial de los mismos.

    A grandes rasgos, la recomendación pasa porestablecer una primera fase con unos recursos dispo-nibles del orden de 275 Mm3/año para el conjunto deMASb de la CAG, y con una cierta distribución de losmismos. Esto llevaría a una notable recuperación delos niveles piezométricos, que tendría un límite aun-que estas cifras de aprovechamiento del recurso semantuvieran en el tiempo. Desde el punto de vista dela reaparición en determinadas zonas de las descar-gas naturales y de la recuperación de las zonas húme-das, esta primera fase no sería suficiente, y tendríaque ir seguida de una fase posterior más restrictivapara que la recuperación hídrica y medioambientalfuera posible.

    Así, se estima que por debajo de los 200 Mm3/añode extracciones mantenidas en el tiempo para el con-junto de la CAG, podrían comenzar a producirse des-cargas en zonas topográficamente bajas como losOjos del Guadiana, al menos de forma estacional, ensecuencias climatológicamente húmedas. A medidaque esta cifra de extracciones se redujera más,aumentarían las descargas y la extensión de zonashúmedas, y el sistema sería menos sensible a la esta-cionalidad de dichas descargas. Pueden estimarsecomo referencias las cifras de 125 Mm3/año para unarecuperación hídrica y medioambiental muy notable,y 60 Mm3/año para alcanzar la situación poco influen-ciada existente a mediados del siglo XX.

    Referencias

    Acreman, M., Almagro, J., Álvarez Rodríguez, J., Bouraqui,F., Bradford, R., Bromley, J., Croke, B., Crooks, S.,Cruces, J., Dolz, J., Dunbar, M., Estrela, T., Fernández-Carrasco, P., Fornés, J., Gustard, A., Haverkamp, R.,Hera, A. de la, Hernández-Mora, N., Llamas, M.R.,Martínez Cortina, L., Papamastorakis, J., Ragab, R.,Sánchez Juny, M., Vardavas, I. y Webb, T. 2000.Technical Report to the European Union ENV4-CT95-0186. Groundwater and River Resources ActionProgramme on a European Scale (GRAPES). Institute ofHydrology, Wallingford, Reino Unido: 248 pp.

    BOE 2008. Orden ARM/2656/2008, de 10 de septiembre, porla que se aprueba la Instrucción de PlanificaciónHidrológica. Boletín Oficial del Estado, 22/9/2008: 38472-38582.

    CE 2000. Directiva 2000/60/EC del Parlamento Europeo y delConsejo por la que se establece un marco comunitariode actuación en el ámbito de la política de aguas.Comisión Europea, Luxemburgo.

    CHG 2008. Esquema provisional de temas importantes(ETI). Parte española de la Demarcación Hidrográfica delGuadiana. Confederación Hidrográfica del Guadiana.

    En: Documentos del Plan, de: [http://planhidrologi-co2009.chguadiana.es/].

    CHG 2009. Determinación de los recursos disponibles enlas masas de aguas subterráneas del Alto Guadiana.Confederación Hidrográfica del Guadiana. Documentointerno provisional para PHG 2009.

    Cruces, J. y Martínez Cortina, L. 2000. La Mancha Húmeda.Explotación intensiva de las aguas subterráneas en lacuenca alta del río Guadiana. Papeles del ProyectoAguas Subterráneas, Fundación Marcelino Botín, SerieA, 3, 66 pp.

    DGOH-ITGE 1988. Estudio de delimitación de las unidadeshidrogeológicas del territorio peninsular e IslasBaleares, y síntesis de sus características. DirecciónGeneral de Obras Hidráulicas e Instituto TecnológicoGeoMinero de España. Madrid, 58 pp.

    García Rodríguez, M. y Llamas, M.R. 1992. Aspectos hidro-geológicos en relación con la génesis y combustiónespontánea de las turbas de los Ojos del Guadiana.Actas del III Congreso Geológico de España. Salamanca,23-26 junio, tomo 2, 285-293.

    IGME 2010. Estimación de los recursos disponibles paracada masa de agua subterránea de la cuenca alta delGuadiana, basada en el análisis de los informes y refe-rencias bibliográficas precedentes y en los datos deinfraestructura hidrogeológica y conocimiento expertodel IGME. Encomienda de gestión para la realización detrabajos científico-técnicos de apoyo a la sostenibilidady protección de las aguas subterráneas. Estudio com-plementario. Instituto Geológico y Minero de España yDirección General del Agua. 69 pp.

    ITGE 1979. Investigación hidrogeológica de la cuenca alta ymedia del Guadiana. Informe final (Sistema 19: Sierra deAltomira, Sistema 20: Mancha de Toledo, Sistema 22:Cuenca del río Bullaque, Sistema 23: Llanura Manchega,Sistema 24: Campo de Montiel). Plan Nacional deInvestigación en Aguas Subterráneas (PNIAS). InstitutoTecnológico GeoMinero de España.

    ITGE 1981. Estudio de los recursos subterráneos de la cuen-ca alta del Guadiana. Sistemas acuíferos nº 19, 20, 21,22, 23, 24, 25. Avance 1981. Instituto TecnológicoGeoMinero de España.

    Llamas, M.R., Fornés, J., Hernández-Mora, N. y MartínezCortina, L. 2001. Aguas subterráneas: retos y oportuni-dades. Fundación Marcelino Botín y Ediciones Mundi-Prensa, Madrid, 529 pp.

    Martínez Cortina, L. 2001. Estimación de la recarga en gran-des cuencas sedimentarias mediante modelos numéri-cos de flujo subterráneo. Aplicación a la cuenca alta delGuadiana. Tesis Doctoral. Universidad de Cantabria, 418pp.

    Martínez Cortina, L. 2003. Marco hidrológico de la cuencaalta del Guadiana. En: C. Coleto, L. Martínez Cortina yM.R. Llamas (eds.), Conflictos entre el desarrollo de lasaguas subterráneas y la conservación de los humedales:la cuenca alta del Guadiana. Fundación Marcelino Botíny Ediciones Mundi-Prensa, 3-68.

    Martínez Cortina, L. 2008. Marco hidrológico del Campo deMontiel en el contexto de un modelo de gestión partici-pativa de una masa de aguas subterráneas. Convenio de

    Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    34

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 34

  • Martínez Cortina, L. et al., 2011. Cuantificación de recursos hídricos subterráneos en la... Boletín Geológico y Minero, 122 (1): 17-36

    35

    colaboración entre el IGME y la CHG. Instituto Geológicoy Minero de España, 40 pp.

    Mejías, M., Losa, A. de la y Jiménez, E. 2009. Informe sobreevolución piezométrica de la Unidad Hidrogeológica04.04 (Mancha Occidental). Instituto Geológico y Minerode España, 29 pp.

    MMA-DGA 2005. Estudio inicial para la identificación ycaracterización de las masas de agua subterránea de lascuencas intercomunitarias. Dirección General del Aguadel Ministerio de Medio Ambiente. Clave 320/03.

    Montero, E. 1994. Funcionamiento hidrogeológico del siste-ma de las Lagunas de Ruidera. Tesis doctoral. Facultadde Ciencias Geológicas, Universidad Complutense deMadrid. 2 tomos. 275 pp. + anejos.

    MOPU-IGME 1988. Estudio 07/88 de Delimitación de lasUnidades Hidrogeológicas del territorio peninsular eIslas Baleares y síntesis de sus características.Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, InstitutoGeológico y Minero de España. Clave 21.820.035/0411.

    Recibido: abril 2010Revisado: junio 2010Aceptado: junio 2010Publicado: enero 2011

    3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 35

  • 3-ARTICULO 2:ART. El material tipo de la 14/12/10 07:45 Página 36