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    DIVERSAS FORMAS QUE ADOPTA LA RELIGIN ANDINA.YUXTAPOSICIONES PELIGROSAS

    POR

    LEONTINAETCHELECUUniversidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina)

    RESUMENDesde temprano los cronistas y doctrineros llamaban la atencin de las auto-

    ridades sorprendidos de las similitudes rituales de algunas celebraciones paganascon el culto cristiano. De la observacin de tales prcticas aparecen las primerasconfusiones que dan lugar a la imbricacin intencionada de los rituales seguidospor ambas religiones. Los relatos sobre la asimilacin de ritos son numerosos en-tre los cronistas, y suponen un intento por lograr la participacin indgena en elceremonial cristiano.PALABRAS CLAVE: Religin andina, Cronistas, Doctrineros, Rituales, Nativos.

    ABSTRACTFrom early time, chroniclers and doctrinarians used to draw authorities

    attention to ritual similarities between certain pagan and Christian celebrations.The first confusions, arisen from the observation of those religious practices,gave origin to the intentionally interwoven rites followed by both religions. Thereare various chroniclers stories about rites assimilation, which were supposed tobe an attempt to achieve nativesparticipation within the Christian ceremonial.KEYWORDS: Andean religion, Chroniclers, Doctrinarians, Rites, Natives.

    Recibido/Received 02-03-2006Aceptado/Accepted 21-05-2006

    Al sol se dedic la fiesta ms fastuosa que se realizaba en Cuzco. Se le debavenerar y ofrecer sacrificios para que, en su recorrido por el espacio celeste, noabandonara la tierra, ni a sus hijos y retornara brindando sus bondades.

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    As se convirti Inti Raymi en la mayor celebracin desde el noveno IncaPa-chacutec Inca Yupanqui, quien habra gobernado aproximadamente entre 1438 y1471.Pachacutec , se hizo famoso por su triunfo sobre el pueblo de losChancas,que venci al convertir unas piedras llamadas pururaucas enviadas por los dioses,en verdaderos soldados que derrotaron fcilmente al numeroso ejrcitoChanca.

    Pachacutec debe disputar con su hermano y con su padre, que haban hui-do1, su legitimidad como heredero al trono, pero apoyndose en su victoria re-ligiosa consagra el poder que los dioses aparentemente le haban otorgado alconvertir las piedras en soldados y augurar su xito. As la religin actuaba confuerza ideolgica y cohesionadora con el fin de sostener la estructura del impe-rio, que estaba atravesando una importante etapa de expansin, que continuar-an los hijos del noveno Inca, y en la cual el peso de la religin como elemento

    homogeneizador de las culturas, fue fundamental para mantener los lazos dereciprocidad pactada y continuar con la campaa de expansin militar.Para la cosmovisin andina, cada mundo tena una duracin de mil aos, al tr-

    mino de los cuales pereca un sol y luego apareca uno nuevo y se reiniciaba el re-cuento de los aos. El pasaje de tiempo transcurrido entre las dos edades era deno-minado pachacuti tiempo de destruccin y desolacin, pero tambin de grandescambios y restauracin. Es probable que los incas hayan percibido la poca ante-rior al noveno inca como un pachacuti poca de guerras con los pueblos vecinos.

    En su estrategia,Pachacutec aprovech los beneficios de la deidad solar,que hasta ese momento era slo una ms dentro del panten inca, para erigirseen hijo del sol y construir su propia ortodoxia, que lo llevaba a considerarsereceptculo de las fuerzas divinas.

    El historiador peruano Franklin Pease afirmaba con certeza que no hubo unculto solar pan-peruano antes de la expansin del estado cuzqueo emprendidapor Pachacutec . El sol era considerado creador del grupo social que bajo estesoberano organiz el estado incaico siguiendo los principios de la civilizacindel fundador de la dinasta inca, Manco Capac a quien los cuzqueos le debanel origen sagrado de Cusco.Pachacutec , apoderndose del mito fundacionalatribuido a Manco (que lanza dos varas en la tierra sacralizando el lugar), tratade establecer una continuidad entre su persona y el arquetipo mtico de ste,que gozaba de un prestigio religioso que el noveno Inca necesitaba para legiti-mar su poder laico.

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    1 El Inca Yupanqui incorpor a su nombre el ttulo de Pachacutec y se hizo nombrar Inca an envida de su padre Viracocha Inca y contra su voluntad, porque haba designado a su otro hijo para suce-derlo. ste fue muerto por los seguidores del vencedor de los Chancas. De ah que se lo considerecomo noveno Inca y el primer soberano histrico. l se invisti con la borla imperial en vida de su pa-dre en un claro acto de usurpacin, aunque fue considerado el gran reformador y autntico fundadordel estado inca. Como elementos de cohesin impuso la lengua Quechua y la religin de culto al Sol.

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    Pachacutec erigido en nuevo monarca, inicia la reforma religiosa que locatapulta a su condicin de sacerdote-rey, de carcter divino, e inicia la recons-truccin del templo mayor de Cuzco, elQoricancha como el lugar ms sagra-do. Por todo esto se lo considera como el iniciador de una nueva forma de vin-cularse con su Dios, dentro de la estructura del imperio.

    La religin actuaba de garante de la estructura imperial basada en la produc-cin de excedentes que elaboraban las mltiples etnias asimiladas. Por eso elculto se transform en una actividad pblica fundamental en la que participa-ban las deidades, las autoridades y las diferentes comunidades que formaban elimperio; se trataba de homogeneizar culturalmente la multiplicidad tnica a tra-vs de la religin.

    La necesidad de encontrar una va rpida para la evangelizacin de los ind-

    genas, permiti que la deidad solar se convirtiera al monotesmo, varianteque convena a los intereses del cristianismo en su necesidad de equiparar unDios andino creador con el Dios cristiano2. Este acomodamiento pastoral facili-taba, sin duda, la tarea de los evangelizadores que en un principio observabanlos cultos andinos permitiendo a los indgenas realizar sus rituales de celebra-ciones que incluan cantos, danzas, mientras el dogma no fuera cuestionado.

    Garcilaso de la Vega, en susComentarios Reales hace la defensa del Solcomo deidad nica y universal que con su luz y virtud criaba y sustentaba to-das las cosas de la tierra. Carolyn Dean3 afirma que asimilar el culto de Inti

    Raymi con elCorpus Christi fue intencional y buscaban, con esto, mitigar lasnuevas campaas de extirpacin de idolatras de principios del siglo XVII. Deeste modo Garcilaso procuraba convencer a los espaoles de que exista ciertomonotesmo andino para que no fueran acusados de idlatras por los doctrine-ros como el Padre Jos de Acosta, que, en 1590, vea con espanto la similitudde ritos de aquella fiesta ( Inti Raymi ), como una manera de comunin diabli-ca imitando alCorpus Christi 4.

    Los ritos diablicos, a que haca referencia el jesuita Acosta, no eran otrosque las antiguas costumbres de sacrificar y de comunin que se hacan en Cuz-co, en ocasin de las festividades que proclamaban los solsticios de invierno yde verano.

    Aunque las fiestas andinas tenan un lugar fijo y una razn de ser dentro delcalendario inca, fue factible la yuxtaposicin de fechas gracias a queCorpus

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    2 Algunos autores confieren esta cualidad de dios creador a Viracocha, otro mtico hroe funda-cional de la dinasta inca.

    3 Carolyn DEAN, Inka bodies and the body of Christ. Corpus Christi in Colonial Cuzco (1999).4 Tom ZUIDEMA, La fiesta del Inca, elCorpus Christi y la imaginacin colonial: castigo y sacrifi-

    cio humano como ritos de comunin, Editor A. Molini.Celebrando el cuerpo de Dios ( 1999) p. 208.

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    Christi se celebra casi al mismo tiempo que el solsticio de junio. O sea que Cor-pus por su dimensin solar permiti una suerte de paralelismo con la festividadmayor de los Incas, el Inti Raymi , que aument la ortodoxia inventada alrededordel culto solar incaico, impelidos, como estaban los espaoles, a encontrar al-gn punto comn entre ambas religiones.

    La identificacin de Dios como luz no era ajena al hombre espaol que portradicin medieval, estaba acostumbrado a imaginar lo divino en trminos lumi-nosos y hacer de la luz la metfora primigenia de la realidad espiritual comodeca Umberto Eco5.

    Este hecho es ms notable en una fiesta como Corpus Christi, a la que siem-pre se le busc superponer el ceremonial prehispnico, cambiando tan slo elobjeto de culto. La prctica era comn en el mbito de la Iglesia Catlica, y re-

    cordaba las celebraciones paganas que Roma haba cristianizado en el norte deEuropa.Tom Zuidema6 considera queCorpus Christi al caer en los meses de siem-

    bra, coincide con la poca en que los ritos imperiales andinos se ejecutabanpara la misma fecha, aunque eran una consecuencia de las fiestas de la cosechay su almacenaje. Por lo tanto, Corpus no reemplaz simplemente la fiesta delSol, el Inti Raymi , sino tambin a todo el perodo en que se llevaban a cabo di-chas fiestas, que abarcara desde mayo a junio del calendario occidental.

    QU ES HOY LAFIESTA DELSOL ENCUZCO?Hoy en da la celebracin se inicia en el templo del Sol, elQorikancha ,

    cuando loschaskis pututeros ( mensajeros) ingresan en la explanada del temploy anuncian el inicio del Inti Raymi.

    Los cantos de las diferentes panacas 7 anuncian la aparicin del Inca trans-portado sobre andas que se dirigir a la zona central para llevar a cabo la cere-monia. All los sacerdotes presentan al principal sacerdote, llamadoWillaqUma cestas llenas desancu , en forma de panes hechos de maz para que losbendiga. Luego toma estos panes y los mezcla con la sangre de las llamas sacri-ficadas, una blanca y otra negra.

    El Inca soberano presida el sacrificio hecho por el sumo sacerdote paraabrir el cuerpo del animal y leer en sus entraas los acontecimientos futuros.

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    5 Umberto ECO, Arte y Belleza en la Esttica Medieval . (1997) p. 62.6 Tom ZUIDEMA, Ibidem.7 La panaca era formada por toda la descendencia de un monarca, excluyendo al que suceda en el

    mando

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    Las vsceras y grasa de las llamas son entregadas a dos sacerdotes, el primerotoma los intestinos para hacer los vaticinios del ao, y el segundo sacerdote,con el sebo, hace los augurios observando el humo.

    Los vaticinios dados por ambos sacerdotes son interpretados por elWillaqUma, que los comunica al Inca y le pide que se sirva una porcin del alimentosagrado (elsancu ). Todos los dems sacerdotes hacen lo propio al igual que losdems miembros del squito y participantes de la escenificacin, ya que lasprincesas incas ofrecan el pan sagrado y la chicha con la que el Inca iniciaba elbrindis al Sol, todo en medio de cantos y danzas y vestimentas muy coloridas.De esta manera se rompe el ayuno que guardaban todos desde haca tres dascomo preparacin para el Inti Raymi .

    Finalmente, el Inca lleno de alegra da su ltimo mensaje invocando a su

    pueblo para que, bajo el amparo de su padre el Sol, contine practicando los va-lores de la cultura delTawantinsuyu , cuya mxima expresin es la reciprocidad.

    QU TIENEN EN COMNC ORPUS C HRISTI E I NTI R AYMI ?

    Desde temprano los cronistas y doctrineros llamaban la atencin de las auto-ridades sorprendidos de las similitudes rituales de algunas celebraciones paga-nas con el culto cristiano. A tal punto que hubo quienes abonaron la idea de quea Amrica haban llegado Santo Toms o San Buenaventura a cristianizar a los

    indios y que a esto se deban las pretendidas semejanzas rituales.Hemos visto cmo la hegemona del dios Sol permiti aPachacutec IncaYupanqui adquirir un estatus sagrado que coadyuv a los fines imperialistas delnuevo estado Inca. El culto solar forma parte del discurso poltico sobre launin delTawantinsuyu, como religin oficial es la pauta que debe guardarseen las relaciones con el Inca.

    Segn Serge Gruzinski8 podemos encuadrar la festividad de Corpus Christicomo instrumento de la Corona destinado a territorializar las prcticas ibri-cas, una suerte de importacin del espacio pblico europeo al Nuevo Mundo,respondiendo a los lineamientos dictados por el Concilio de Trento que augura-ban el triunfo de la religin catlica por encima de cualquier otra.

    En este sentido los evangelizadores fueron muy precisos en Amrica, al apli-car un catecismo que tena como dogma a estrenar, el de la presencia de Cristoen la Eucarista, un Cristo como lumen o fuente luminosa. La equiparacincon la deidad solar inca provino de la necesidad de explicar las cualidades del

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    8 Serge GRUZINSKI, ElCorpus Christi de Mxico en tiempos de la Nueva Espaa, enCelebrando elCuerpo de Dios. (1999), p. 152.

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    Dios cristiano del que se descenda patrilinealmente igual que los Incas hijosdel Sol de Cusco.

    Desde su llegada a Amrica, la religin cristiana fue impiadosa a la hora dedesplazar a su antecesora andina y de ocupar su lugar social como religin delEstado. Pero debido a que a los espaoles les era imposible implantarla desde elinicio de la conquista, no tuvieron alternativa y presenciaron celebraciones an-dinas en las que encontraron algunos puntos de contacto como los ayunos quesolan guardar o los ritos de comunin que el jesuita Jos de Acosta relatabaconsternado.

    De la observacin de tales prcticas aparecen las primeras confusiones quedan lugar a la imbricacin intencionada de los rituales seguidos por ambas reli-giones. Recordemos que, la yuxtaposicin de fechas de las celebraciones de

    ambos calendarios, ayud tambin a confundir ceremonias.Es posible que existiera en la mentalidad andina la idea de que la religincatlica como religin oficial del estado, deba acatarse por haber sucedido a lareligin del Sol9; los indgenas podan ser cristianos sin mayores inconvenien-tes en lo que a sus creencias corresponda.

    La permisividad y continuidad de rituales del comienzo de la conquista con-firieron a los andinos derechos adquiridos sobre bailes, danzas y procesionespaganas que fueron difciles de extirpar. Pero, a medida que los Concilios Li-menses iban dictando los postulados a seguir en cuestiones litrgicas y pastora-les, la persecucin se acentuaba y alcanzaba ribetes devastadores sobre la cultu-ra y creencias andinas.

    En el perodo colonial Inti Raymi sufre los vaivenes de la evangelizacin in-corporando las mutaciones propias del proceso de extirpacin como por ejem-plo, el prohibir hacer el sacrificio ritual de las llamas. Luego de su prohibiciny ya en el perodo colonial medio, la fiesta del Sol fue vista dentro deCorpusChristi como eptome del triunfo de la religin catlica sobre la idolatra10. Noobstante, la festividad cristiana era un despliegue de los bailes y cnticos incasque haban sobrevivido a pesar de estar la poblacin sojuzgada cultural, militar,poltica y econmicamente.

    Pero a medida que la extirpacin alcanzaba a sus viejas tradiciones, iba bo-rrando espacios ocupados por un aceitado ceremonial que serva de engranaje aesa sociedad andina basada en los lazos de reciprocidad y redistribucin. El va-ciamiento del ritual garante del pacto, necesitaba ser reemplazado por otramodalidad que asegurara la continuidad de la solidaridad entre sus miembros.

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    9 Gonzalo LAMANA, Identidad y pertenencia de la nobleza cusquea en el mundo colonial tem-prano, Revista andina. La invencin del catolicismo andino, siglos XVI-XVII , (1996).

    10 Carolyn DEAN, Ibidem.

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    Lo que permaneca enCorpus Christi era un sentimiento de pertenencia. Ensus danzas y cantos manifiestan y reivindican los lazos de solidaridad que exis-tan en el otrora Imperio Inca, si lo consideramos como una asociacin religio-sa que funcionaba gracias a un rgido ceremonial. Los incas encontraron en elcatolicismo, aquellas virtudes integradoras imprescindibles para seguir comosociedad. La religin cristiana vino a ocupar el lugar social de la incaica y, lanobleza indgena decidi adoptarla como prctica acorde a su estatus de eli-te11. Por esto no les cost a los incas del Cuzco acomodarse a la situacin de lafestividad cristiana que sufre una suerte de metamorfosis, donde lo catlico esexpresado en trminos andinos.

    En resumen, los miembros de las elites incaicas legitimaban sus lugares deprivilegio con los pactos de reciprocidad y redistribucin basados en el rgido

    ceremonial que los caracterizaba. De los beneficios que obtuviera su comuni-dad dependa la jerarqua del curaca entre sus pares. Los incas prehispnicos yaestaban habituados al uso de las ceremonias como prerrogativa para mejorarposiciones y, a su vez, los espaoles no hacan ms que aplicar sus propios mo-dos de celebracin europea, enfatizados por la Contrarreforma.

    CONCLUSIONES

    Puede inferirse de la superposicin de fechas festivas de los dos calendarios,de la coincidencia para ambas religiones de un tiempo sagrado, de la partici-pacin en elCorpus Christi de figuras tan emblemticas como la del lder tni-co y de la expresin popular manifestada en bailes, cantos, interpretaciones,que estamos en presencia de un desplazamiento simblico de sus propias creen-cias hacia nuevos formas de culto, por restricciones de aqullas.

    La transubstanciacin excede el marco de la custodia. Toda la ciudad sirvede corpus terico para legitimar un misterio imposible de explicar con pala-bras. Cuzco se transforma en el lugar de encuentro con Dios por ser su centro,lugar sagrado, concepcin que no era ajena al imaginario inca.

    La religin cristiana se encargar de armonizar ese grupo humano que com-

    parte el complejo de la fiesta, dentro de una cosmovisin andina, que en vezde sincretizarse, se yuxtapone, corre paralela al ritual cristiano y no interfiereen el dogma, por el contrario, a juicio de sus protagonistas, lo enriquece.

    Con la cada del Imperio Inca, se desmoron la estructura del Estado y juntoa sta, su aparato religioso. La iglesia del Sumo Sacerdote es la que cae junto

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    11 Gonzalo LAMANA, Identidad y pertenencia de la nobleza cusquea en el mundo colonial tem-prano, Revista andina. La invencin del catolicismo andino, siglos XVI-XVII . 1996, N1, p. 95.

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    con el Inca. Pero paralelo a la iglesia oficial del Estado, siempre hubo una prc-tica religiosa aldeana, de comunidad. Esta prctica es la que se mantuvo su-brepticiamente a lo largo de todos estos siglos, y a pesar de tanta campaa deextirpacin. Esta prctica es la que contina incluso hasta nuestros das. La po-blacin ha encontrado, desde siempre como solucin, ir de una a la otra sin pro-blemas teolgicos ni confesionales.

    Esa humanidad resignada y compelida a participar en la procesin, seguapracticando su religin familiar, comunal, en el mbito privado, donde las divi-nidades son otras y los sacerdotes son diferentes, y esta es la religin que se havenido practicando desde el siglo XVI hasta hoy. Por eso no podemos hablar desincretismos, porque se trata de dos religiones separadas. La andina, por seroral, es ms dinmica que la catlica y por esto ha aceptado innovaciones. Aun-

    que se ajusta a lo predeterminado, carece de reglas, por eso cada ceremonia esdistinta a otra. Pero s hay principios generales sobre los que se sustenta. Porejemplo, en el rito de laPachamama , cuando surcan la tierra y derraman sangrede una llama sacrificada, a la vez rezan avemaras cristianizando sus ritos.

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