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173 - - radicalmente la realidad en los paises en via del desarrollo en lo que res pecta a la pobreza endemics, los fre nos estructurales en el crecimiento econ6mico, las condiciones lacerantes de educaci6n, salud, vivienda, etc., ni el circulo vicioso de dependencia de tecnologias y capitales extranjeros. En el presente ensayo nos propone mos examinar el giro en las relaciones entre Europa oriental y los paises ~el tercer mundo a partir del derrumbe del socialismo real, asi como las pers pectivas para el futuro. De antemano, queremos advertir que se trata de constelaciones absolutamente nuevas, mejor dicho de las que estan en el pro ceso de incubaci6n en que las normas y los principios viejos perdieron toda su vigencia y los nuevos estan por es tablecerse, por crearse. En esa coyun tura, tan fragtl e inestable, · 10 que po ]anPatula UAMIZTAPAIAPA • Este artfculo fue redactado antes de la desaparid6n de la URSS. C on el hundimiento del socia lismo real en Europa del este y la desaparici6n de facto de la Hamada "comunidad socialista" que daron modificados los principales pa clmetros de las relaciones interna cionales. Incluso perdi6 su signifi cado historico la division del mundo acufiada por el econornista y dernogra fo frances A. Sauvy: el primer m undo (los paises capitalistas altamente des arrollados), el segundo mundo (los paises autodenominados socialistas con la URSS a la cabeza) y el tercer mundo (los paises restantes, principal mente ex colonias). Obviamente no desaparecieron los paises que hace poco pertenecieron al "campo socialista", tampococambi6 Europa del este y el tercer mundo* SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales Secuencia (1992), 22, enero-abril, 173-184 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i22.374

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- - radicalmente la realidad en los paises en via del desarrollo en lo que res­ pecta a la pobreza endemics, los fre­ nos estructurales en el crecimiento econ6mico, las condiciones lacerantes de educaci6n, salud, vivienda, etc., ni el circulo vicioso de dependencia de tecnologias y capitales extranjeros.

En el presente ensayo nos propone­ mos examinar el giro en las relaciones entre Europa oriental y los paises ~el tercer mundo a partir del derrumbe del socialismo real, asi como las pers­ pectivas para el futuro. De antemano, queremos advertir que se trata de constelaciones absolutamente nuevas, mejor dicho de las que estan en el pro­ ceso de incubaci6n en que las normas y los principios viejos perdieron toda su vigencia y los nuevos estan por es­ tablecerse, por crearse. En esa coyun­ tura, tan fragtl e inestable, · 10 que po­

]anPatula UAM­IZTAPAIAPA

• Este artfculo fue redactado antes de la desaparid6n de la URSS.

C on el hundimiento del socia­ lismo real en Europa del este y la desaparici6n de facto de la

Hamada "comunidad socialista" que­ daron modificados los principales pa­ clmetros de las relaciones interna­ cionales. Incluso perdi6 su signifi­ cado historico la division del mundo acufiada por el econornista y dernogra­ fo frances A. Sauvy: el primer m undo (los paises capitalistas altamente des­ arrollados), el segundo mundo (los paises autodenominados socialistas con la URSS a la cabeza) y el tercer mundo (los paises restantes, principal­ mente ex colonias).

Obviamente no desaparecieron los paises que hace poco pertenecieron al "campo socialista", tampococambi6

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Secuencia (1992), 22, enero-abril, 173-184ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i22.374

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3 Katz, "Soviet", 1986, pp. 329 y ss. •Albright, "USSR", 1989, pp. 65­67.

A partir de la decada de los afios 50, el tercer mundo se convirti6 en la arena privilegiada de la rivalidad sovietico­norteamericana. Ambas su­ perpotencias que al mismo tiempo en­ cabezaron dos bloques polftico­milita­ res se valieron de todos las recurses, incluyendo la intervencion militar o el apoyo arrnamenristaa unos grupos re­ beldes. El arnpliar la zona de influencia a costa de su adversario fue conside­ rado uno de los objetivos principales de las dos superpotencias.3 No abor­ damos aqui ­porque no es nuestro objetivo­ la configuraci6n de fuerzas en el interior de cada uno de los paises tercermundistas en disputa, que pro­ piciaron la confrontaci6n de EUA y la URSS para aprovecharse de la oportu­ nidad hist6rica.

Los otros paises del bloque sovietico participaron en esa rivalidad por el ter­ cer mundo. Las tareas y las obligacio­ nes concretas de cada Estado euro­ oriental estaban al respecto designa­ das y coordinadas en el seno de dos or­ ganizaciones de integraci6n politico­ militar y econ6mica: el Pacto de Var­ sovia y el CAME (Comecon), respec­ tivamente, siendo la RDA y Checos­ lovaquia, paises de mayor desarro­ llo econ6mico, los mas involucrados en todo tipo de "ayuda" a las Esta­ dos tercermundistas.4 Esta se extendfa desde la asistencia tecnologica, junto con la presencia de los expertos y tecnicos, hasta la entrega de armas y el entrenamiento de los cuadros gue­ rrilleros, pasando por una vasta red de penetraci6n ideol6gica, de espionaje y contraespionaje.

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L Duenas, "Visi6n", 1989, p. 685. 2 Hough, Struggle, 1986, caps. 3 y 4.

demos ofrecer es plantear ciertas alter­ nativas, considecindolas abiertas y su­ jetas a precisiones, bajo ciertas condi­ ciones.

A titulo de antecedentes hay que constatar una simbiosis, al menos ideo­ l6gica, entre la causa de los paises co­ lonizados o recienternente liberados, por un lado, y la Uni6n Sovietica y posteriormente lo que se autodeno­ min6 "la comunidad sociahsta". En opinion de A. Duenas Pulido, ex em­ bajador de Mexico en la URSS, desde que la revoluci6n socialista se hizo gobierno, se autonornbro lider del mundo "atrasado" y colonial en su lu­ cha por la independencla nacional y modelo para su desarrollo economico­ social. Los dirigentes bolcheviques re­ lacionaron asi la supervivencia y la suerte del movimiento anticolonial y la superacion del atraso econ6mico con el devenir del "proyecto bolchevi­ que". 1 En los escritos de los dirigentes politicos, los discursos oficiales y los materiales de los congresos del par· tido comunista de la Union Sovlerica y otros paises "herrnanos" se puede con­ firmar la apreciaci6n de A. Duenas Pu­ lido con algunos matices o enfoques particulares, conforme a la coyuntura internacional y/o prioridades poll ticas de la URSS. Cabe subrayar que las rela­ ciones ideologico­politicas, economl­ cas, hasta militares de la URSS y otros paises del bloque sovietico con el ter­ cer mundo se han caracterizado por modificaciones bastante radicales, a tal grado que muchos estudiosos de la materia las dividen por etapas y perio­ dos bien definidos.2

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' Reproducido en Soviet Foreign Policy, cap. v, "The USSR and the third world", selecclon de docurnentos hecha por Curreru Digest of the Soviet Press, 22 edici6n, 1986, p. 125.

6 Hough, Struggle, 1986, caps. 3 y 4.

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lisrno realmente existente". En el sen­ tido amplio del terrnino, hay queen­ tender la "fuerza del ejernplo" en la de­ mostraci6n del "crecimiento efectivo social y econ6mico a la par con justas relaciones sociales" de los ultimos.S

A pesar de que el texto esta redac- tado en un lenguaje Ueno de grandi­ locuencia y algunos parrafos incl uso en el lenguaje de Esopo, nos da la idea de una vinculaci6n muy cstre­ cha que ex:isti6 entre Europa central y el llamado "movimiento revoluciona- rio mundial" en los pafses del tercer mundo. Cabe insistir en "armar a los revolucionarios con el conocimtento de", lo que traducido a la lengua co­ tidiana signific6, nada mas y nada me­ nos, adiestrar ideol6gica, politica y mi­ li tarmente a aquellos agrupamientos rebeldes que correspondian a la vision euro­oriental del "movimiento revolu­ cionario mundial". Hay que anadir que se trat6 de un escrito autorizado del jefe de un departamento en el Insti­ tuto Econ6mico del Sistema Socialista Mundial de la Academia Sovietica de las Ciencias.

Por razones de espacio no pode­ mos extendernos en presentar el des­ lizamiento paulatino de los estudiosos en las relaciones del mundo del so­ cialismo real con los paises del tercer mundo,6 hacia otra percepci6n de las prioridades y enfoques analiticos de estas. En cambio, queremos sefialar la

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Resumiendo la interpretacion ofi­ cial de las vinculos entre la "cornuni­ dad socialista" y los paises del tercer in undo en las ultimas tiempos de Brej- nev, cabe resaltar los siguientes argu­ mentos:

1. La mera existencia del socialismo real ejerce una poderosa influencia so­ bre el "proceso · revolucionario mun­ dial", por el simple hecho de haber creado "una vasta zona del genera hu­ mano que ofrece la garantia de que la paz, la libertad y el progreso social triunfaran".

2. Los paises socialistas otorgan un "apoyo par fiador", de naturaleza politica, econ6mica e ideol6gica, a "las fuerzas revolucionarias y a su lucha contra las tendencias antidernocrati­ cas, imperialistas y neocolonialistas". De este modo, "este apoyo reduce la presi6n de las fuerzas imperialistas y reaccionarias sabre el movimiento re­ volucionario y limita las posibilidades de ellas para exportar la contrarrevo­ luci6n hacia las paises donde tienen lugar los cambios revolucionarios".

3. El tercer camino a traves del cual "el socialismo real influye en el "pro­ ceso revolucionario mundial" es por media del "gran impacto revoluciona­ dor sobre la mente de los participan­ tes en ese proceso" y que podrfa sin­ tetizarse en la expresi6n: "mediante la fuerza el ejemplo". El au tor distin­ gue dos acepciones del terrnino. En el primero, en el sentido estrecho, se trata de "armar las fuerzas revolucio­ narias con el conocimiento de los me­ dias con que habia sido creado un nuevo regimen social y habia consoli­ dado su victoria en las pai'.ses del socia­

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9 Enrrevista con Navarro Wolf, "Peligro", 1991, p. 31.

En el mejor de las casos, se podria sostener la tesis de que el ideal del socialismo real haya perdido su fuerza de atraccion para mucha gente en el tercer mundo. Pero difieren las con­

Si creo que de verdad estan buscando un futuro, que no es el futuro. SI creo que dentro de las FARC y del ELN estan buscando el socialismo que ya pas6 a la historia, que no tiene futuro. Esas motivaciones ideol6gicas se quedaron en el pasado, y ellos no se han dado cuenta y se niegan a aceptarlo.?

en cuesti6n de un par de semanas o dias en el memorable aiio de 1989. Es­ tos son hechos arnpliamente conoci­ dos coma para insistir en ellos.

iQue efectos inmediatos tuvo el hundimiento del socialismo real en Europa central sabre los pafses del ter­ cer mundo? Creemos que seria erro- neo responder tajanternente que des­ aparecieron las tres niveles de la sirn­ biosis entre socialismo real y tercer mundo, esbozados anteriormente, es­ tableciendose en su lugar un vacio. Ni puede tampoco afirmarse que con la desaparici6n del "sistema socialista mundial" se esfum6 par completo y para todo el mundo el ideal del so­ cialismo cultivado en la URSS y otros pafses de Europa central, asf coma propagado en los palses del tercer mundo. Antonio Navarro Wolf, el llder del grupo politico colombiano M­19, hasta hace poco un movimiento gue­ rrillero, refiriendose a otros movi­ mientos guerrilleros en su pais cons­ tat6:

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7 Gorbachov, Perestroika, 1990, p. 221. 8 Insisto en que el retiro de! apoyo sovietico a

las reg! menes de Europa central ha sido decisivo para su caida; mas arnpliamenre sabre las bases onrologicas del socialismo real en mi arnculo "Ontologfa" (en prensa).

ruptura que represent6 el ascenso de Gorbachov al poder en 1985 y el inicio de la perestroika con respecto a la politica internacional sovietica hacia el tercer mundo.

En esencia, el "nuevo pensarmento", coma suele calificarse el giro en la politica exterior de la URSS, con­ sistio en abandonar la confrontacton en pos de la cooperacion a escala glo­ bal, en sus relaciones con Estados Uni­ dos y su actitud hacia el tercer mundo. Segun el mismo Gorbachev: "Estoy convencido de que la raza humana ha entrado en una etapa en la que todos dependemos de los demas, Ninguna naci6n o pais debe ser considerado en forma aislada de los otros, ni mucho menos enfrentado a otro", 7

Conforme con esas premisas, la Union Sovietica bajo Gorbachov op­ t6 en las hechos por resolver pacifi­ camente las conflictos regionales, pre­ sos anteriormente de la rivalidad este­ oeste, en Asia, Africa y America Latina y retiro unilateralmente en febrero de 1989 sus tropas de Afganistan, el "Viet­ nam". para los sovieticos desde 1979. Pero lo crucial para el cambio del nuevo orden internacional era el per­ mitir a los pueblos de Europa central recuperar su plena soberania, de hacer decidir a ellos mismos su destino.f Al abandonar la "doctrina Brejnev" sabre la soberania Iirnitada de los paises so­ cialistas, estos decidieron deshacerse de los regfrnenes del socialismo real

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10 Pabon, "Implications", 1990, p. 25. ll Hutchfull, Peace, 1990, p. 21.

iC6mo entonces explicarse el esta­ llido del conflicto en el golfo Persico

- ­ la miLitarizaci6n de los conflictos con­ tinentales y nacionales que se proton­ garon interminablemente porque nin­ guna de las partes habfa tenido o se le habia permitido poseer una ventaja decisiva militannente; la aparici6n de los regfrnenes debiles polftica y admi­ nisrrativarnente, que sin embargo ad­ quirieron una capacidad militar dcspro­ porcional, regimenes tan diversos como Zaire y Etiopfa, sostenidos por los pa­ trones foraneos, los que rehusaron bus­ car una necesaria acomodaci6n con sus poblaciones nacionales.U

El autor cuestiona la pretension ofi- cialista de una ayuda desinteresada y la promoci6n de la justicia social. E. Hut­ chful, originario de Ghana y profcsor de Ciencias Politicas en la Universidad de Toronto, valoriza igualmente la ter­ minaci6n de la guerra fria en el conti­ nente africano, lo que ha significado

el apoyo del bloque sovietico a sus alia­ dos impuso la consolidaci6n de las eli­ tes del poder, politicamente autorita­ rias y militares. Tarnbien ha contribuido a la represi6n de los movimientos de la oposici6n dernocratica, asf como ha envuelto a esas sociedades en una ere­ cien te milltarizacion.U'

regimenes autoritarios y represivos en Asia, Africa y America Latina. En boca de C. Pabon, militante del Movimiento Socialista Popular de Puerto Rico,

EUROPA DEL ESTE

clusiones que esta saca del derrumbe del socialismo real. Nos dedicaremos ahora a ellas, hacienda advertencia de que no son univocas.

En el piano ideol6gico se encuen­ tran personas que sostienen la tesis de que el hundimiento del socialismo real en Europa central representa una oportunidad hist6rica para la reno­ vaci6n del socialismo, una vez que este qued6 liberado de las lacras bu­ rocraticas, de las tergiversaciones sis­ tematicas en nombre del socialismo, pero negando su esencia: la liberali­ zaci6n del hombre y las sociedades de cualquier tipo de opresi6n. Asi pues, desaparecido y desacreditado el mo­ delo del socialismo sovietico, se abren ahora las perspectivas para construir un socialismo "verdadero", "hurna­ nista", que concilie las exigencias de la libertad individual, social y nacio­ nal con las de la justicia en diferen­ tes niveles. La necesidad de un tal socialismo se hace mas im periosa, ya que persisten y se agravan los proble­ mas del orden econ6mico, social, cul­ tural, internacional, etcetera. Recha­ zando el modelo del socialismo bu­ rocratico, esas personas preconizan la lucha par un socialismo dernocratico a escala mundial, el unico capaz de resolver los problemas de Ia bumani­ dad. En Mexico representan esa pos­ tura Adolfo Sanchez Vazquez, Pablo Gonzalez Casanova y los animado­ res de la revista Socialismo bajo la redacci6n de Eduardo Montes, para mencionar solamente a Ios portavoces mas destacados intelectualmente.

En el piano politico, el hundimiento del socialismo real y el fin de la gue­ rra fria signific6 el cese del apoyo a las

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habia visto. En esta ocasi6n, el Con· sejo de Seguridad de la ONU elabor6 y present6 el ultimatum para el retiro de las tropas iraquies y cuando este no se cumpli6, autoriz6 el uso de la fuerza. Este fue un elemento completamente nuevo, el resultado del fin de la guerra fria, ya que ni la URSS ni China, miem­ bros permanentes del Consejo de Se­ guridad, impusieron el veto. El desen­ lace militar ya era el problema tecnico­ logistico llevado a cabo por el al to mando estadunidense, con lo que se reafirm6 la supremada polf tico­militar de este pais, La Union Sovietica, por su parte, intent6 mediar en el conflicto a ulrima hora para evitar la confla­ graci6n regional, pero sin exito. La ma­ quinaria de guerra ya estaba en plena marcha y Gorbachov, pese a las crfti­ cas de ciertos sectores militares de su

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en 1990 y su culminaci6n que todos conocemos en 1991?

En primer lugar, se hizo manifiesto el enorme curnulo de armas de todo tipo, de las mas sofisticadas y pernicio­ sas a la vez, como las armas quimicas y bacteriol6gicas, en manos del Iraq de Hussein. Es menester hacer hin­ capie sobre la mas diversa proceden­ cia de esos armamentos, de la URSS y otros pafses del bloque sovietico hasta Brasil y Argentina y pasando casi par todos los Estados euro­occidentales. Ello no era otra cosa que el fruto de la confrontaci6n este­oeste, de la carrera armamentista y la persecuci6n de las hegemonfas globales y regionales.

En segundo lugar, la anexi6n de Ku­ wait por Iraq se encontr6 con el re­ chazo generalizado de la comunidad intemacional, corno nunca antes se

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13 Sohre este rerna en una amplia perspectiva hist6rica, vease. Valkanier, "Treinta", 1988, pp. 720·753.

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nes de Europa del este con el tercer mundo.

Desde el punto de vista econ6mico, el efecto inmediato que tuvo el hun­ dimiento del socialismo real sabre las paises tercermundistas no es facil de sintetiza.r en un par de Hneas. Par un lado, hay que tomar en cuenta que la participaci6n de las paises euro­orientales, incluyendo a la URSS, en ayuda, inversiones directas y co­ mercio internacional hacia el tercer mundo era, en terrninos generates, SU•

mamente baja.13 Por otro lado, la st­ tuaclon de los paises socialistas y ter­ cerm undistas a la vez, como Corea del Norte, Vietnam y Mongolia, tuvie­ ron un sistema econ6mico autarquico, con escasa vinculaci6n con el exte­ rior y, por ende, el cambio de los regfmenes en Europa central no les afect6 grandemente. Habfa que ano­ tar el caso de Vietnam que desde hace mas de un lustro inici6 una reestruc­ turaci6n econ6mica tanto en las as­ pectos administrativos coma en la libe­ raliza.ci6n del comercio, pequefia ma­ nufactura y agricultura privados. Un grupo de las paises con orientaci6n socialista, como oficialmente se deno­ min6 a Esrados con una vinculaci6n muy estrecha con el bloque sovieuco, opt6 por cambiar el rumba al eviden­ ciarse la quiebra econ6mica en sus propios paises, debido en el fondo a la adopci6n del modelo sovietico de la economia. Segun el ya citado C. Pabon, el efecto de imitar el modelo econ6mico sovieuco se tradujo en

EUROPA DEL ESTE

12 Juan MarfaAlponte, El Nacional, 17 enero 1991, pp. 1, 4.

pais, decidi6 resignarse en lugar de re­ currir a la amenaza de fuerza. Induda­ blemente prevalecieron los problemas internos, sobre todo la necesidad de una reforma econ6mica a fondo y la busqueda de ayuda occidental.

Se ha llamado al conflicro en el golfo Persico la "prirnera guerra del siglo xxi" .12 iCon raz6n? Si conside­ ramos que el afio de 1989 cierra el siglo xx, entendido coma la "centu­ ria de la guerra total" ­para utilizar la afortunada designaci6n de Raymond Aron­ entonces, el conflicto en el golfo Persico responde perfectarnente, desde el punto de vista cronol6gico a cal nombre. Pero vista la guerra politica e hist6ricamente, surgen ciertas inte­ rrogantes y dudas, la primera ya nues­ tro parecer la mas importante, se re­ fiere a que esa guerra puso de re­ lieve la herencia bien viva de la con­ frontaci6n, el comercio de armas y el hegemonialismo global y regional que con la proclamaci6n del fin de la guerra fria paredan pertenecer al pa­ sado. Una ilusi6n falsa. El segundo ele­ mento, digno de tomarse en cuenta, es que muchisimos conflictos regiona­ les, etrucos, sociales tienen su origen propio, es decir, las causas profundas provienen de la configuraci6n de fuer­ zas internas y la rivalidad sovietico­ norteamericana solo la explot6 para beneficios propios. Esta aseveraci6n se comprueba en el caso de Iraq­Kuwait, al igual queen tantisimos conflictos en otras regiones del planeta. Volveremos a abordar esta tematica mas adelante al hablar de las perspectivas para el fu­ turo, a raiz del cambio de las relacio­

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16 Staar, Soviet, 1986, pp. 16­92.

en el continente arnericano", ha sido la piedra de toque de la guerra fria no s6lo en coda America Latina, sino en el globo terraqueo, Huelga recor­ dar que en 1962 el mundo entero es­ tuvo al borde de la guerra at6mica, a raiz del conflicto de los misiles, es de­ cir, la instalaci6n en la isla de los cohe­ tes con ojivas nucleares sovieticas. El regimen de Fidel Castro fue constan­ temente acusado de "exportar la revo­ lucion" por doquier, de adiestrar y ar­ mar a los insurgentes y a la guerrilla en numerosos paises de America Latina, de mandar tropas militares y asesores a varios paises de Africa; en breve, de servir de instrumento a la politica ex­ pansionista de la URSS y su bloque.P

Como era de esperarse, el cambio de los regfmenes en Europa central ha significado la terminaci6n de las re­ laciones privilegiadas que esos paises han mantenido con Cuba. Se trat6 de un resultado natural y consecuente con la puesta en marcha de nuevos principios organizativos: la dernocra­ cia pluripartidista y la econornia de mercado. Sintomatico para el giro en las relaciones de Europa central con Cuba fue el voto recriminatorio de la violaci6n de los derechos hurnanos en la isla caribefla ante la Comisi6n de los Derechos Humanos de la ONU por parte de los representantes de los nue­ vos gobiernos ceritroeuropeos a prin­ cipios de 1990. Paco despues vino la Hamada crisis de las embajadas en la cual estaba envuelta la representaci6n diplomatica checoslovaca, por haber abierto sus puertas a los refugiados cubanos. La reacci6n de las autorida­

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14 Pabon, "Implications", 1990, p. 25. 1' Excelsior, 16 de octubre de 1990, p. 2.

Al examinar los efectos inmediatos del hundimiento del socialismo real en Europa central hay que detenerse un momenta en el caso de Cuba. Ese pais caribefio, autoglorificado desde principios de los anos 60 (el rompi­ miento de las relaciones con Estados Unidos y el bloqueo y la polftica de aislamiento de Cuba por parte del co­ loso del norte) el "primer pais libre

Es necesario emender que desde el punto de vista de America Latina y el Ha­ mada tercer mundo, el difunto bloque sovietico tuvo al menos una virrud fun­ damental: no se habia enriquecido en despojar a Los pobres, tampoco habia participado en la rapina par media del mercado capitalista internacional. Por el contrario, habia ayudado a implantar la justicia en Cuba, Nicaragua y muchos otros pafses. Presagio que en el future no muy lejano, eso se va a recordar con nostalgia. 15 ­ -

La apreciaci6n ­muy tajante­ de C. Pabon contrasta con la valorizaci6n del conocido ensayista y escritor latinoa­ mericano, Eduardo Galeano, quien dijo:

la econornta de rnando par el partido­ Estado, que ha fracasado miserable­ mente en cumplir el bienestar de am­ plias mayorias del pueblo, pero que ha tenido la capacidad de infligir irrepa­ rables daiios ecol6gicos. En suma, la ayuda del bloque sovietico ha contri­ buido a la consolidaci6n de esa carica­ tura conocida con el nombre de "el so­ cialismo del tercer rnundo" .14

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19 ·~guda situaci6n de desabasto vive Cuba", Excelsior, 4 julio 1991, pp. 4, 11.

20 vease nora 18. El mismo funcionario ad­ miti6 rat presi6n en las siguientes palabras. "Thi intenci6n no es un secrero, pues ha sido eviden­ ciada en docurnenros del senado estadunidcnse y en declaraciones de altas personalidades de esre pals."

21 El Bconomista, 24 de junio de 1991.

Por esas razones fue puesto en marcha desde finales de 1990 un programa de recortes y austeridad denominado "el periodo especial".

Con respecto a la situaci6n interna

­ - Lo que necesltarnos es una reorien­ taci6n, un ajuste muy duro en terrni­ nos de reduccion del consume; en la construccion de vivienda ­entre orras cosas­; pero necesario, debido a la situaci6n que enfrentamos ahora en nuestras relaciones econ6micas inter­ nacionales, por los cambios en Europa del este y la URSs.21

acatar los compromisos contraidos de exportaci6n e importacion con la isla caribefia por la falta de buques, me­ dios de almacenamiento y una defi­ ciente coordinaci6n entre difercntes instancias del comercio exterior.'? A todo ello habria que afiadir las pre­ siones norteamericanas de suspender cualquier asistencia sovietica a Cuba a cambio de una ayuda occidental para convertir el sistema estatizado de la econornia de la URSS en uno de mercado.s?

En su resultado, la economfa de Cuba enfrenta el desafio de subsisten­ cia, de cambiar las prioridades y de movilizar todos los recurses. En boca del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Sanchez Parodi:

EUROPA DEL ESTE

17 El Economista, 24 de junio de 1991, p. 5. 1s Declaraci6n de A. Ermakov, el jefe de

la secci6n de America Latina en la cancitlena sovietica, quien dijo. "El gobierno sovietico no esta dispuesto a interrumpir ta! asistencia a Cuba, coma lo informo previamente la agencia Interfax", Excelsior, 7 de julio de 1991.

des cubanas era tambien de esperarse: la ira incontenida y vituperios con­ tra la toma de posici6n de los nuevos regfrnenes de Europa central.

Pero el efecto mas grave del cambio de los regimenes en Europa central sa­ bre la economia cubana se observa en el colapso de las relaciones comercia­ les entre esas dos partes. Segun G. Ca­ brera, subdirector del diario Granma. "Cualquier pais que pierde de la no­ che a la mafiana el 85% de sus rela­ ciones econ6micas inernacionales se hunde.v­? El funcionario cubano sere­ firi6 al brusco descenso de los inter­ cambios de Cuba con Europa central y oriental, debido tanto a los facto­ res politicos (cambio de orientaci6n ideol6gico­politica de los paises cen­ troeuropeos) como a las consideracio­ nes de indole estrictamente financiera (el calculo con base en monedas con­ vertibles ya precios del mercado inter­ nacional).

La posici6n de la URSS ois-a-ois de Cuba es muy compleja. La Union Sovietica no puede abandonar simple y llanamente a un aliado muy fiel du­ rante mas de 30 afios, tal como se des­ prende de las declaraciones oficiales soviencas.P Por otro lado, la grave cri­ sis econ6mica que incluso se agudiza dfa con dia no perrnite a los sovieticos cumplir con todos los requerimientos de la directiva cubana. Todo parece in­ dicar que la parte sovietica no puede

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24 Luis de Cervantes, "Peligro de guerra civil", Bxcelsior, 18 de abril de 1991, pp. 1 y 10.

sin lugar a dudas, la propia URSS. Parti­ cularmente en los dos ultimas afios se ha agravado la crisis econornica, amen de la falta. de una politica econ6mica coherente, la pugna entre las tenden­ cias centralizadoras y separatistas, la disputa por el poder en todos los ru­ veles. Toda el mundo esta de acuerdo en que la Union Sovietica sigue en· frentando el creciente deficit presu­ puesta.l, la escasez de productos a pe- sar del considerable aumento de pre­ cios, la depreciaci6n galopante de su moneda y la disminuci6n drastica de su comercio exterior, incluyendo al principal producto de exportaci6n: el petr6leo.24 No se necesita insistir en que la URSS, por SU tamafio, numero de habitantes y el poderio milita.r que aun conserva, es la pieza clave en la es­ cena internacional y un desequilibrio serio en sus componentes econ6micos o politicos tendrfa repercusiones in­ calculables para el resto de los pafses. De ahi la gran preocupaci6n mundial y tarnbien la impotencia de no saber ni poder ayudar.

Ahora bien, lque perspectivas se pueden esbozar a partir del hundi­ miento del socialismo real en Eu­ ropa central para .los pafses del tercer mundo? El terreno de la prognosis es muy resbaladizo y semejante al de las conjeturas; para evitar aquellas pro­ pongo adoptar ciertos escenarios: es decir, opciones bastante abiertas que puedan consumarse bajo deterrnina­ das condiciones.

As], ei temor ampliamente divul­

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22 "Modernizar paises del este puede tomar una decada", segun el estudio realizado por encargo del Banco Mundial, Excelsior, 2 de mayo de 1991, pp. 3, 4.

23 R. G. Kaiser, "Occidente, frfo ante la revoluci6n de Europa del este, ­los europeos no ven la region como una oportunidad", Tbe Washington Post, traducido en Excelsior, 1 de junio de 1991, pp. 3 y 5.

en los paises centroeuropeos, se ob­ serva una marcada division. Por un lado se desprenden paises coma Po­ lonia, las republicas Checa y Eslo­ vaca, Hungria, que provocan una des­ estatizaciori de las economias nacio­ nales y que se estan vinculando en· tre si y con la Comunidad Europea, lo cual augura que en el plaza de 10 a 15 anos esos paIBes pueden lograr su incorporacion al Mercado Comun Europeo y ostentar el esta­ tus de paises "desarrollados".22 Ob­ viamente, tal perspectiva solo puede alcanzarse bajo premisas optimistas, es decir descartando la aparici6n de los factores irruptivos, al estilo de la violencia social, la ingobernabilidad, etcetera.

Por otro lado, paises como Bulgaria, Rumania, Albania y Yugoslavia parecen deslizarse al nivel de las pafses ter­ cerm undistas con todas las lacras co­ nocidas: pobreza extrema, hambre, in­ salubridad publica, violencia en todas sus formas, cuestionamiento de la elite politica, marginaci6n en el comercio internacional, etcetera.F'

Igualmente en este subgrupo se trata mas bien de una tendencia, rever­ sible por cierto, pero cargada de sig­ nos ominosos y de primeras manifes­ ta.ciones en este sentido.

Pero la mayor inc6gnita la presenta,

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SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

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2!1 Patula, "Transformaciones" (mimeo). 26 Rawlings, "Suivons", 1990, p. 7.

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cas econ6micas en esa zona, ya sea en la proliferaci6n indiscriminada de las posturas neoliberales en los medias de comunicaci6n y las universidades.P

Por otra parte, cabe albergar la es­ peranza de que el ingreso de los pafses centro europeos, o al menos algunos de ellos, a la economfa del mercado mundial tendra consecuen­ cias beneficas para el incremento del comercio internacional y para todos los paises interesados en participar en et. En opinion del lfder de Ghana, J. Rawlings, el recorte en las relacio­ nes econ6micas entre Europa central y Africa puede revertirse en el futuro no muy lejano: "Si las economias de Europa oriental ernpiezan a funcionar de nuevo, lo que significara la aper­ tura para los productos africanos. En todo caso, preferimos el comercio a la ayuda. "26 No es aislada esta opinion de que el comercio, sobre todo si es justo y equitativo, es mucho mas dinamiza­ dor y, por consiguiente, mas benefice que una ayuda, una dadiva.

En la esfera politica quedan abier­ tos diferentes escenarios. El fin del bi­ polarismo y de la confrontaci6n este­ oeste, caracterfstica de la guerra fria, puede transformarse en epoca de uni­ polarismo, a saber: la hegemonia in­ cuestionada' de Estados Unidos. Pero, por otro lado, una vez desaparecido el pretexto de intervencionismo nortea­ mericano que ha sido "la infiltraci6n sovieuca" en la zona de influencia con­ siderada como suya, es legitimo es­ perar el respeto a las decisiones so­ beranas de cada uno de los paises

EUROPA DEL ESTE

gado de que el cambio de los regime­ nes en Europa del este afectara el flujo de la ayuda internactonal de los pafses altamente desarrollados, prin­ cipalmente a los del tercer mundo, ya que los primeros canalizaran to­ dos los recursos disponibles a la cons­ trucci6n de la econornia de mercado y a la consolidaci6n de las estructuras democraticas en los paises de Europa central, es un argumento que nos pa­ rece al menos exagerado. Vemos que la ayuda Internacional se distribuye cada vez mas, via organismos internaciona­ les, y estos se rigen por consideracio­ nes globales y requerimientos de di­ ferentes 6rdenes de prioridades divi­ didas continentalmente y/o por zonas. Su reparto depende tambien de la voz de los paises tercermundistas y de la region dada. En las casi dos afios trans­ curridos desde el desmoronamiento de los regimenes comunistas no hubo un deslizamiento espectacular en el flujo de la ayuda internacional.

Sin embargo, hay que anotar una mutaci6n en el otorgamiento de pres­ tamos gubernamentales, a los bancos intemacionaJes y comerciales. Esa mu­ taci6n ya se observ6 con toda eviden­ cia a partir del inicio de la decada de Ios 80 y se tradujo en condiciones muy duras: saneamiento de las finan­ zas publicas, control de salarios, aper­ tura arancelaria y la disminuci6n del sector estatal, etcetera. Toda ello pa­ rece indicar que se mantendra dicha politica crediticia en el futuro inme­ diaro, tomando en cuenta el giro pre­ valeciente de las politicas neoliberales a escala mundial. El caso de Europa central solo reforz6 esta tendencia, ya sea en el seguimiento de las politi­

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JAN PATULA

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gobiernos electos dernocraticamente y que sea en provecho mutuo!

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v Entrevista concedida a D. Julius, Excelsior, 12 de julio de 1991, p. 10.

de la region. Thi perspectiva es re­ alizable bajo la condici6n de contar con formas apropiadas de impedir cualquier intervenci6n extranjera, por ejemplo: al vigorizar a la ONU, a las organizaciones internacionales de tipo continental y regional, al movilizar la opinion publica, etcetera. El caso de Panama en 1989 puso en evidencia la falta de esos contrapesos. Siguiendo el razona.miento de Carlos Andres Perez, el presidente de Venezuela, la inter­ venci6n norteamericana en Panama en diciembre de 1989 fue precedida por una. "intervenci6n negativa" de los pafses latinoarnericanos. El mandata­ rio venezolano dijo literalmente: "La intervenciori estadunidense fue pro­ ducto de la intervenci6n negativa de America Latina: la no intervenci6n la­ tinoamericana se convirtio en una in­ tervenci6n en el caso panamefio, "27

A titulo de conclusiones, es aun pre­ maturo constatar el surgimiento del nuevo orden internacional. La desapa­ rici6n paulatina de las fronteras en cuanto a la integraci6n econ6mica re­ gional no siempre conlleva a la desapa­ rici6n de las fronteras politicas. Con respecto a las relaciones encre Europa central y el tercer mundo, en el futuro mediato, estas se asernejan a una hoja en blanco. lC6mo y quien la Ilenarar, esto dependera de muchos factores aun imprevisibles por el momenta. [Ojala que lo hagan los pueblos y los

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