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Evaluación de la falta de respuesta en la Encuesta de Presupuestos Familiares Año 2015

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Evaluación de la falta de respuesta en la Encuesta de Presupuestos Familiares Año 2015

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Índice

I Int roducción......................................................................................... 3

II Consideraciones generales sobre la encuesta ................................ 4

II.1 Incidencias en viviendas.............................................................. 4

II.2. Incidencias en hogares ............................................................... 5

II.3 Tratamiento de las incidencias ................................................... 6

III Falta de respuesta en las viviendas seleccionadas ....................... 7

III.1 Desactualización del marco ....................................................... 7

III.2 Falta de respuesta ..................................................................... 11

III.3 Incidencias por comunidad autónoma en la muest ra .......... 15

IV Evaluación de la falta de respuesta .............................................. 18

IV.1 Int roducción .............................................................................. 18

IV.2 Análisis de los datos ................................................................ 18

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I Introducción

Los errores que afectan a toda encuesta pueden agruparse en dos grandes gru-pos:

Errores debidos al muest reo, originados por la obtención de datos mediante muestras. Errores ajenos al muestreo, que son comunes a toda investigación estadística, tanto si los datos se obtienen mediante muestreo como por un censo.

Cronológicamente, el primer objetivo de los estadísticos interesados en el tema, tanto desde el punto de vista teórico como de aplicación, ha sido el cálculo del error de muestreo de los estimadores. La importancia de los métodos de cálculo del error de muestro reside en el hecho siguiente: su conocimiento permite, por un lado, aco-tar entre los límites de un intervalo de confianza el valor real de un parámetro esti-mado y, por otro, cuantificar la eficiencia del diseño en cuanto a la estimación del citado parámetro se refiere; además, su análisis permite al estadístico elegir entre diseños alternativos el más eficiente, teniendo en cuenta los recursos disponibles. El indicador natural de la precisión de un estimador insesgado es su desviación típica, ya que, con un diseño dado, un estimador insesgado es tanto más preciso cuanto más se concentren las posibles estimaciones alrededor del valor real. La precisión aumenta con el tamaño de la muestra, pero también influyen en ella las características del diseño: estratificación, jerarquía de las unidades de mues-treo, método de selección y naturaleza de las variables investigadas. El tamaño de la muestra está limitado por los recursos; el diseño por las disponibilidades de información estructural básica; y la naturaleza de las variables es un elemento sobre el que no se puede actuar. Los errores ajenos al muestreo pueden producirse en cualquiera de las fases del proceso estadístico: antes de la toma de datos, durante la recogida de informa-ción y en las operaciones posteriores a la recogida, pudiéndose agrupar los mismos como errores propios del trabajo de campo y ajenos al mismo. Entre los primeros podemos incluir, entre otros, los errores que se cometen en la recogida de información ya sea por deficiencias de los agentes como por informante inadecuado, declaraciones incorrectas o falta de respuesta. Dentro de los segun-dos se incluyen las deficiencias del marco, insuficiencias en las definiciones y cuestionarios, errores de codificación, grabación, etc. El estudio y aplicación de métodos estadísticos para la evaluación de los errores ajenos al muestreo, y la consiguiente medida de su influencia sobre los resulta-dos finales, es más reciente que el relativo a los errores de muestreo. Uno de los procedimientos que se sigue para evaluar la calidad de los datos consiste en re-petir la entrevista, poco tiempo después de haber realizado la entrevista original, a una parte de las unidades encuestadas. Mediante la comparación de los datos recogidos en ambas entrevistas para las mismas unidades se puede estimar la calidad de los resultados y proveer a los usuarios de unos índices numéricos acerca de la misma.

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Este método se utilizó en la EPF hasta el año 2013, pero a partir de 2014 se dejó de implementar por falta de personal.

II Consideraciones generales sobre la encuesta

La muest ra anual de la encuesta está constituida por 2.392 secciones censales, distribuidas por todo el territorio nacional, visitándose en cada una de ellas diez viviendas seleccionadas aleatoriamente. En cada sección existe una relación de diez viviendas reservas que se utilizará, en caso necesario, para efectuar las sustitucio-nes que sean precisas. Las secciones de la muestra (y por lo tanto también las viviendas seleccionadas en las mismas) se encuentran agrupadas en dos turnos de rotación, correspon-diendo a cada uno de ellos la mitad de las secciones de aquélla. Cada año se re-nuevan las viviendas correspondientes a un turno de rotación (las del turno 1 un año y las del turno 2 al año siguiente), de modo que las viviendas seleccionadas colaboran dos años consecutivos, transcurridos los cuales son sustituidas por otras viviendas de la misma sección.

Cuando una vivienda reserva sustituye a una titular pasa a tener el mismo turno de rotación de ésta y, por tanto, será cambiada por otra cuando le corresponda (renovación de la muestra) de acuerdo con aquél, aunque no haya completado los dos años de colaboración. En cada vivienda se entrevista a todos hogares residentes en la misma, aunque lo más habitual es que haya uno solo. La colaboración anual de cada hogar se realiza a lo largo de una bisemana (pe-riodo de dos semanas), en la que se recogen por anotación directa todos los gastos realizados durante la misma por el hogar (Libreta de Cuentas del hogar), así como los gastos individuales de cada miembro del mismo en la primera se-mana de la bisemana (Libretas individuales de cuentas). El resto de la informa-ción (Ficha de hogar, pagos de recibos y resto de gastos mensuales, trimestrales y anuales) se solicita por ent revista a lo largo de la bisemana. Dentro de las viviendas seleccionadas para la muestra existe una parte de las mismas de las que no resulta posible obtener información, bien porque no per-tenecen al colectivo objeto de estudio, al no ser utilizadas como residencia fami-liar permanente, bien porque por distintos motivos (negativa, ausencia,..) no se puede obtener información de los hogares residentes en las mismas. Estas si-tuaciones, con las que el entrevistador puede encontrarse al realizar su trabajo, reciben la denominación de incidencias y son descritas a continuación.

II.1 Incidencias en viviendas

Las viviendas seleccionadas se clasifican, según la situación en que se encuen-tren en el momento de realizarse la entrevista, en:

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Viviendas encuestables: son las que se utilizan toda o la mayor parte del año como residencia habitual.

Viviendas no encuestables, que pueden ser:

Vacías: son aquellas que permanecen desocupadas toda o la mayor parte del año por estar vacantes, ruinosas o ser de temporada.

Ilocalizables: son aquellas que no se pueden localizar sobre el terreno con la dirección que figura en el parte de trabajo.

Dest inadas a ot ros fines: son aquellos recintos destinados en su totalidad a fines distintos a los de residencia familiar (por ejemplo: local comercial, almacén, oficinas, etc.).

-Viviendas seleccionadas anteriormente: son las viviendas que, habiendo sido seleccionadas anteriormente (hace menos de tres años) en la muestra de la E.P.F. o de cualquier otra encuesta de población y habiendo colaborado en la misma, aparecen nuevamente seleccionadas.

Viviendas inaccesibles: son las viviendas a las que no se puede acceder para hacer la entrevista, generalmente por circunstancias climatológicas adversas (nevadas, inundaciones,…) o por la ausencia de vías adecuadas para acceder a las mismas.

II.2 Incidencias en hogares

En las viviendas que resultan ser encuestables se investigan todos los hogares (pueden ser uno, que es lo más normal, o más de uno) que residen en las mis-mas.

En los hogares que habitan en las viviendas encuestables pueden darse las si-guientes situaciones:

Encuestado: cuando el hogar colabora en la encuesta. La colaboración puede ser total o parcial, dependiendo de la cantidad de información que proporcione el hogar.

Negativa: cuando el hogar se niega a colaborar en la encuesta.

Ausencia: cuando el entrevistador no encuentra a ningún miembro del hogar en las sucesivas visitas que hace a la vivienda.

-Incapacidad para contestar: cuando todos los miembros del hogar se encuen-tran incapacitados para colaborar en la encuesta por enfermedad, discapacidad,

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desconocimiento del idioma, etc.

Las negativas y ausencias pueden producirse en cualquier momento a lo largo del periodo de colaboración del hogar; las incapacidades para contestar, en cambio, lo lógico es que se detecten en el momento del primer contacto con el mismo. El conjunto de todas las negativas, ausencias e incapacidades para contestar constituyen lo que se denomina falta de respuesta de la encuesta.

II.3 Tratamiento de las incidencias

A. Incidencias en viviendas Si la vivienda es encuestable se procede a investigar al hogar. Las viviendas vacías, ilocalizables y destinadas a otros fines se sustituyen por reservas y las viviendas inaccesibles reciben igual tratamiento que los hogares ausentes (ver más adelante). En el caso de las viviendas seleccionadas anteriormente en otra encuesta de po-blación, cuando esta situación se detecte antes de la salida a campo, la vivienda será sustituida por la primera reserva válida disponible sin necesidad de que sea visitada, asignándole la incidencia SA (seleccionada anteriormente). En caso de que la anterior colaboración no se detecte previamente a la salida a campo, sino ya en la propia visita a la vivienda, existirán dos posibles tratamien-tos: Si el grupo humano que habita la vivienda acepta colaborar en la encuesta se le entrevista normalmente, considerándose en este caso la vivienda como encues-table y el hogar como encuestado. Si el grupo humano no acepta colaborar debido a una anterior colaboración, se sustituye la vivienda por la primera reserva válida disponible, asignándole la in-cidencia SA. B. Incidencias en hogares

Encuestado: se hace la entrevista al hogar.

Negativa: en función del momento en que se produzca la negativa el tratamien-to será diferente, pudiendo darse tres situaciones: que el hogar sea sustituido, que resulte colaborador parcial o que haya pérdida de muestra. Este último caso se dará cuando la negativa se produzca en un momento en que ya no resulte factible la sustitución y siempre que, hasta el mismo, no se haya conseguido la información suficiente para considerarlo colaborador parcial.

Ausencia: se vuelve a visitar la vivienda las veces que sea posible y si no se lo-gra contactar con nadie, antes de dar lugar a pérdida de muestra, se sustituye. Cuando se tenga conocimiento de que la ausencia va a ser definitiva se sustitu-ye, incluso si es en la primera visita. En casos de ausencias en hogares sustitutos

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puede ocurrir que haya pérdida de muestra.

-Incapacidad para contestar: se sustituye la vivienda por la primera reserva váli-da disponible.

III Falta de respuesta en las viviendas seleccionadas

III.1 Desactualización del marco

Como ya se ha comentado, una vivienda se define como no encuestable en la EPF cuando en el momento de la entrevista está vacía, es una vivienda de tem-porada, está dedicada a otros fines o es ilocalizable con la dirección que figura en el listado de selección. Estos casos son indicativos de que el marco de la encuesta no se encuentra ac-tualizado o contiene errores, pudiendo considerarse estas unidades como inclu-siones erróneas en el marco. Cuando se detectan al ir a realizar la entrevista nunca se incluyen en la encuesta, siendo sustituidas por otras viviendas encues-tables, como ya se comentó anteriormente, con lo que no hay disminución en el tamaño de muestra, salvo que resulte imposible efectuar la sustitución. En la tabla 1 se presenta la distribución de las incidencias en la muestra teórica (vi-viendas titulares seleccionadas), ofreciéndose en la misma el desglose de la in-formación según el número de entrevista (primera o segunda) y el tipo de muni-cipio (capital de provincia o restantes municipios).

Para la correcta comprensión de los datos de la tabla 1 conviene aclarar dos cuestiones: en primer lugar, debido a que los hogares únicamente son investi-gados en las viviendas encuestables, los datos de esta tabla corresponden en parte a viviendas (datos correspondientes a las viviendas no encuestables, selec-cionadas anteriormente e inaccesibles) y en parte a hogares (los datos corres-pondientes a encuestados, negativas, ausencias e incapacidades para contestar, englobados en el apartado de encuestables); en segundo lugar, los porcentajes de las incidencias en viviendas se han calculado respecto al total de selecciona-das, mientras que los porcentajes correspondientes a las incidencias en hogares han sido calculados respecto al total de encuestables, siendo esta la razón de que aparezcan dos 100% en cada columna.

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1. Dist ribución de incidencias en la muest ra teóricaViviendas/ hogares según Total Primera ent revista Segunda ent revistatipo de incidencia Nº % Nº % Nº %

Total

Seleccionadas 24.046 100,00 12.029 100,00 12.017 100,00

Seleccionadas anteriormente 63 0,26 56 0,47 7 0,06

Inaccesibles 39 0,16 28 0,23 11 0,09

No encuestables 1.740 7,24 1.320 10,97 420 3,50

Vacías 1.506 6,26 1.123 9,34 383 3,19

Destinadas a otros fines 71 0,30 61 0,51 10 0,08

Ilocalizables 163 0,68 136 1,13 27 0,22

Encuestables 22.204 100,00 10.625 100,00 11.579 100,00

Encuestados 16.729 75,34 6.788 63,89 9.941 85,85

Falta de respuesta 5.475 24,66 3.837 36,11 1.638 14,15

Negativas 2.695 12,14 1.897 17,85 798 6,89

Ausencias 2.585 11,64 1.784 16,79 801 6,92

Incapacidad contestar 195 0,88 156 1,47 39 0,34

Capitales

Seleccionadas 8.289 100,00 4.136 100,00 4.153 100,00

Seleccionadas anteriormente 19 0,23 18 0,44 1 0,02

Inaccesibles 8 0,10 7 0,17 1 0,02

No encuestables 474 5,72 346 8,37 128 3,08

Vacías 410 4,95 290 7,01 120 2,89

Destinadas a otros fines 23 0,28 20 0,48 3 0,07

Ilocalizables 41 0,49 36 0,87 5 0,12

Encuestables 7.788 100,00 3.765 100,00 4.023 100,00

Encuestados 5.670 72,80 2.305 61,22 3.365 83,64

Falta de respuesta 2.118 27,20 1.460 38,78 658 16,36

Negativas 1.005 12,90 700 18,59 305 7,58

Ausencias 1.045 13,42 706 18,75 339 8,43

Incapacidad contestar 68 0,87 54 1,43 14 0,35

Resto de los municipios

Seleccionadas 15.757 100,00 7.893 100,00 7.864 100,00

Seleccionadas anteriormente 44 0,28 38 0,48 6 0,08

Inaccesibles 31 0,20 21 0,27 10 0,13

No encuestables 1.266 8,03 974 12,34 292 3,71

Vacías 1.096 6,96 833 10,55 263 3,34

Destinadas a otros fines 48 0,30 41 0,52 7 0,09

Ilocalizables 122 0,77 100 1,27 22 0,28

Encuestables 14.416 100,00 6.860 100,00 7.556 100,00

Encuestados 11.059 76,71 4.483 65,35 6.576 87,03

Falta de respuesta 3.357 23,29 2.377 34,65 980 12,97

Negativas 1.690 11,72 1.197 17,45 493 6,52

Ausencias 1.540 10,68 1.078 15,71 462 6,11

Incapacidad contestar 127 0,88 102 1,49 25 0,33

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Puede observarse en primer lugar que las incidencias con menor peso al nivel global en la muestra son, por este orden, las viviendas inaccesibles, las seleccio-nadas anteriormente, las destinadas a otros fines y las ilocalizables, cuyos por-centajes se mantienen por debajo del 1 por ciento de las viviendas selecciona-das. El porcentaje de los hogares con incapacidad para contestar en el total se sitúa cerca del 1 por ciento de las viviendas encuestables, con lo que también puede decirse que tienen poca importancia desde el punto de vista cuantitativo. Debido a esto no se van a hacer en lo que sigue más comentarios sobre estas incidencias, por considerarlo de poco interés.

Por lo que se refiere a la desactualización del marco, de las cifras de la tabla 1 se desprende que se debe básicamente a las viviendas vacías, ya que su número es comparativamente mucho mayor que el correspondiente al conjunto de las des-tinadas a otros fines y las ilocalizables, como puede apreciarse también en el gráfico 1. Este gráfico muestra la evolución del porcentaje de viviendas vacías, mes a mes, en comparación con el porcentaje de desactualización del marco de-bido a las viviendas destinadas a otros fines y a las ilocalizables, agrupadas en el mismo como otras incidencias. El porcentaje medio de viviendas vacías en el año se sitúa en el 6,3 por ciento.

Si en la tabla 1 se comparan las viviendas no encuestables en las capitales y en el resto de municipios, puede apreciarse que el porcentaje de las mismas es unos dos puntos mayor en el resto de municipios que en las capitales, siendo

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debida tal diferencia fundamentalmente a las viviendas vacías, tal como puede apreciarse también en el gráfico 2.

En el gráfico 3 se muestra la distribución, a lo largo del año, de las viviendas va-cías, distinguiendo entre primera y segunda entrevista. Se advierte que el por-centaje de viviendas vacías en primera entrevista es casi el triple del porcentaje en segunda entrevista, lo cual es razonable, ya que parece lógico que la mayor parte de estas viviendas se detecten en la primera visita que se realiza a las vi-viendas seleccionadas. Las viviendas vacías en segunda entrevista corresponden a aquellas que, en el año que media entre la primera y la segunda entrevista, han pasado de estar habitadas a quedarse vacías o a viviendas que se encuentran en segunda colaboración teórica pero en primera colaboración real, por lo que son-

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detectadas como vacías en ese momento, al no haber colaborado anteriormente.

III.2 Falta de respuesta

La falta de respuesta en un hogar que habita una vivienda encuestable puede deberse a la ausencia de todos sus miembros, a la negativa de los mismos a prestar su colaboración o a la incapacidad de todos ellos para rellenar los cues-tionarios o responder a las entrevistas.

El gráfico 4 muestra la evolución de la falta de respuesta mes a mes y en el mis-mo puede apreciarse que de los tres componentes de la falta de respuesta son las negativas las que tienen el mayor peso, salvo en el mes de agosto (coinciden-te con las vacaciones de muchos hogares) en que lo son las ausencias, y resul-tando prácticamente despreciables frente a ambas las viviendas con incapacidad para contestar.

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Volviendo de nuevo a la tabla 1 (pág. 8), se puede observar que globalmente la falta de respuesta representa cerca de un 25 por ciento de las viviendas encues-tables, siendo su porcentaje cuatro puntos más alto en las capitales que en el resto de los municipios, debiéndose esta diferencia principalmente a las ausen-cias. En consonancia con estos datos, se observa que el porcentaje de hogares encuestados es cuatro puntos más alto en los restantes municipios que en las capitales.

En el gráfico 5 se representa, mes a mes, el desglose de las negativas en las ca-pitales provinciales y en los restantes municipios. Puede observarse que el por-centaje de negativas se mantiene relativamente estable, en torno al 11,5 por ciento, en los restantes municipios, mientras que en las capitales provinciales presenta bastantes altibajos, pero siendo globalmente algo mayores los porcen-tajes en estas últimas, tal como puede comprobarse en la tabla 1.

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Otro desglose de las negativas se muestra en el gráfico 6, en este caso entre primera y segunda entrevista. Se aprecia que, globalmente, el porcentaje de ne-gativas es once puntos más alto en primera que en segunda entrevista, lo cual podría explicarse por el hecho de que lo natural parece negarse a la colaboración en el primer contacto con el entrevistador, más que en la segunda entrevista, tras haber colaborado ya una primera vez.

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Por lo que respecta a las ausencias, en la tabla 1 puede verse que su porcentaje es casi tres puntos mayor en las capitales que en los restantes municipios, del mismo modo que es diez puntos más alto en primera entrevista que en segunda. El desglose de las ausencias en capitales y resto de municipios, por un lado, y en primera y segunda entrevista, por otro, puede verse representado en los gráficos 7 y 8, respectivamente.

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III.3 Incidencias por comunidad autónoma en la muestra

En la tabla 2 se presenta la distribución porcentual de las incidencias en la mues-tra teórica por comunidad autónoma.

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Analizando la desactualización del marco, destaca el País Vasco como la comu-nidad con el menor porcentaje de viviendas no encuestables (3,3 por ciento), es decir, con la menor desactualización.

En el extremo opuesto, resulta ser Baleares la comunidad con mayor desactuali-zación del marco, con un porcentaje de viviendas no encuestables del 9,6 por ciento.

Si pasamos a analizar ahora la falta de respuesta, desglosándola en sus tres componentes, negativas, ausencias e incapacidades para contestar, observamos que es Cataluña, con casi un 18 por ciento, la que tiene el porcentaje más eleva-do de negat ivas. Entre las comunidades con menos negativas destaca Cantabria, con un 7 por ciento.

Respecto a las ausencias, destaca Baleares, con un 18 por ciento, como la comu-nidad con el porcentaje más alto de las mismas. En el extremo opuesto, es La Rioja la comunidad con el porcentaje más bajo de ausencias, situándose en el 6,6 por ciento.

En relación con las incapacidades para contestar, sobresale la Región de Murcia, con un 0,3 por ciento, como la comunidad con el porcentaje más bajo, mientras que la Comunidad Valenciana es la comunidad con el porcentaje más alto (2,1 por ciento).

Considerando por último la falta de respuesta total, puede apreciarse que al ni-vel nacional representa un 24,7 por ciento del total de las viviendas encuesta-bles, valor similar al alcanzado en 2014. Por comunidades autónomas, es Balea-res la comunidad con el porcentaje más alto, un 33,5 por ciento, correspondien-do a Cantabria el menor porcentaje, con un 15,3 por ciento.

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2. Dist ribución porcentual de las incidencias en la muest ra teórica por comunidad autónoma (Continúa)Comunidad/ciudad Incidencias en las viviendasautónoma Total No encuestables Selec. anter. Inaccesibles EncuestablesTOTAL 100,00 7,24 0,26 0,16 92,34Andalucía 100,00 9,15 0,42 0,11 90,31Aragón 100,00 7,44 0,29 0,10 92,18Asturias, Principado de 100,00 5,70 0,44 0,11 93,76Balears, Illes 100,00 9,63 0,11 0,66 89,61Canarias 100,00 9,20 0,00 0,17 90,63Cantabria 100,00 6,27 0,13 0,00 93,60Castilla y León 100,00 9,22 0,51 0,32 89,95Castilla-La Mancha 100,00 9,45 0,23 0,08 90,24Cataluña 100,00 6,37 0,13 0,13 93,37Comunitat Valenciana 100,00 7,91 0,16 0,22 91,70Extremadura 100,00 7,01 0,19 0,29 92,51Galicia 100,00 9,00 0,14 0,00 90,86Madrid, Comunidad de 100,00 5,03 0,11 0,05 94,81Murcia, Región de 100,00 7,29 0,00 0,38 92,33Navarra, Com.Foral de 100,00 5,87 1,02 0,51 92,59País Vasco 100,00 3,26 0,25 0,04 96,44Rioja, La 100,00 6,88 0,64 0,00 92,48Ceuta y Melilla 100,00 6,15 0,38 0,00 93,46

(Conclusión)Incidencias en los hogares de las viviendas encuestables

Comunidad/ciudad Falta de respuestaautónoma Total Encuestados Negativas Ausencias Incapac.cont. TotalTOTAL 100,00 75,34 12,14 11,64 0,88 24,66

Andalucía 100,00 77,99 11,92 8,99 1,10 22,01

Aragón 100,00 77,33 12,63 9,63 0,41 22,67

Asturias, Principado de 100,00 81,31 9,58 8,64 0,47 18,69

Balears, Illes 100,00 66,54 14,53 18,07 0,85 33,46

Canarias 100,00 68,80 14,66 15,79 0,75 31,20

Cantabria 100,00 84,68 6,98 7,80 0,55 15,32

Castilla y León 100,00 83,35 7,97 7,97 0,71 16,65

Castilla-La Mancha 100,00 78,71 8,86 11,58 0,85 21,29

Cataluña 100,00 66,23 17,93 15,07 0,77 33,77

Comunitat Valenciana 100,00 77,32 11,37 9,23 2,08 22,68

Extremadura 100,00 84,11 7,89 7,48 0,52 15,89

Galicia 100,00 77,82 8,75 12,51 0,92 22,18

Madrid, Comunidad de 100,00 71,02 13,86 14,49 0,63 28,98

Murcia, Región de 100,00 73,94 9,87 15,89 0,31 26,06

Navarra, Com.Foral de 100,00 78,90 7,86 12,83 0,41 21,10

País Vasco 100,00 70,37 15,58 12,82 1,23 29,63

Rioja, La 100,00 78,37 14,19 6,61 0,83 21,63

Ceuta y Melilla 100,00 72,84 16,46 9,88 0,82 27,16

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IV Evaluación de la falta de respuesta

IV.1 Introducción

Como se comentó al principio, entre los errores que afectan a toda encuesta se encuentran los errores ajenos al muest reo, que se producen en las diferentes fases del proceso estadístico, pudiendo aparecer antes de la recogida de la in-formación (deficiencias del marco, insuficiencias en las definiciones o en los cuestionarios), durante su recogida (defectos en la labor de los entrevistadores, declaraciones incorrectas o falta de respuesta por parte de los informantes) y, finalmente, en las operaciones posteriores al t rabajo de campo (errores en la codificación, grabación, ...).

La evaluación de estos errores presenta muchas dificultades, entre otras razones por la gran variedad de causas que pueden originarlos.

De entre estas causas destaca la falta de respuesta de las unidades informantes, la cual puede ser debida a una negativa a responder al cuestionario, a la incapa-cidad de todos los miembros de las mismas para contestar a las preguntas o cumplimentar los cuestionarios, a la ausencia de todos sus miembros o a que la vivienda resulta inaccesible en el momento de la entrevista.

Para analizar la falta de respuesta de la encuesta se ha diseñado un cuestionario de evaluación con el que se pretende obtener información sobre las característi-cas básicas de las unidades que no han colaborado en la encuesta.

El cuestionario de evaluación se estructura en tres apartados. En el primero se recogen los datos de identificación de la vivienda. En el segundo se recoge el tipo de incidencia que ha tenido lugar al visitarse la vivienda; igualmente se indi-ca si la vivienda ha sido sustituida o no y, en caso afirmativo, se hace constar el número de orden de la vivienda sustituta.

En el tercer apartado se recogen el número de miembros del hogar y las siguien-tes característ icas básicas de su sustentador principal: sexo, edad, estado civil, nivel de formación, relación con la actividad y nacionalidad. También se pregun-ta la procedencia de la información.

El cuestionario se cumplimenta únicamente para las viviendas titulares que han tenido alguna de las siguientes incidencias: negativa, ausencia o incapacidad para contestar.

IV.2 Análisis de los datos

En la tabla EFR.1 se presenta la distribución de la muestra teórica (viviendas titu-lares) y de las muestras efectivas de titulares (hogares titulares encuestados) y total (total de hogares encuestados, titulares más reservas) por comunidades autónomas. La muestra teórica se da en número de viviendas, mientras que la muestra efectiva se expresa en número de hogares, ya que en cada vivienda se-leccionada se investigan todos los hogares (en una misma vivienda pueden co-existir uno o más hogares) residentes en la misma. Los porcentajes de ambas

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muestras efectivas, para cada comunidad autónoma y para el total nacional, se han calculado respecto al número de viviendas de la muestra teórica.

Puede observarse que al nivel nacional la muestra efectiva total, que incluye las sustituciones de las titulares que han presentado alguna incidencia, representa cerca del 93 por ciento de la teórica. Esto indica que, como consecuencia de las distintas incidencias, y pese a las sustituciones, se ha perdido algo más de un 7 por ciento de la muestra teórica.

Descendiendo al nivel de comunidad autónoma, se observa que la que tiene el porcentaje más alto de muestra efectiva total es Asturias, donde alcanza el 97,9 por ciento, mientras que en el extremo opuesto, es decir, con el menor porcenta-je de muestra efectiva total, está Baleares, con el 85,4 por ciento.

Tabla EFR.1. Distribución de la muestra teórica de viviendas y efect iva de hogares por comunidades autónomasComunidades autónomas Muestra teórica Muestra efectiva (en nº de hogares)

Nº viviendas % Titulares % Total %Total 23.919 100,00 16.729 69,94 22.141 92,57Andalucía 2.600 100,00 1.839 70,73 2.411 92,73Aragón 1.040 100,00 747 71,83 987 94,90Asturias, Principado de 910 100,00 696 76,48 891 97,91Balears, Illes 910 100,00 545 59,89 777 85,38Canarias 1.170 100,00 732 62,56 1.019 87,09Cantabria 780 100,00 619 79,36 762 97,69Castilla y León 1.559 100,00 1.171 75,11 1.482 95,06Castilla-La Mancha 1.300 100,00 924 71,08 1.222 94,00Cataluña 2.340 100,00 1.455 62,18 2.029 86,71Comunitat Valenciana 1.820 100,00 1.299 71,37 1.714 94,18Extremadura 1.040 100,00 810 77,88 1.002 96,35Galicia 1.430 100,00 1.014 70,91 1.351 94,48Madrid, Comunidad de 1.820 100,00 1.245 68,41 1.643 90,27Murcia, Región de 1.040 100,00 712 68,46 911 87,60Navarra, Com.Foral de 780 100,00 572 73,33 741 95,00País Vasco 2.340 100,00 1.603 68,50 2.221 94,91Rioja, La 780 100,00 569 72,95 733 93,97Ceuta y Melilla 260 100,00 177 68,08 245 94,23

Por lo que respecta a la muestra efectiva de hogares titulares, a nivel nacional el porcentaje alcanza un valor del 70 por ciento, mientras que por comunidades autónomas es Cantabria la comunidad con el mayor porcentaje de muestra efec-tiva de titulares (79,4 por ciento) y Baleares, nuevamente, la que ostenta el más bajo (59,9 por ciento).

Respecto a la distribución por tamaño de los municipios (tabla EFR.2), se obser-va que el porcentaje más bajo de muestra efectiva total (87,4 por ciento) se ob-tiene en los municipios de Madrid y Barcelona, mientras que el más alto se con-

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sigue en las restantes capitales de provincia, para las que se sitúa en el 93,6 por ciento.

En cuanto a la muestra efectiva de hogares titulares, el porcentaje más bajo de la misma (63 por ciento) corresponde igualmente a las grandes urbes (Madrid y Barcelona), en tanto que el más alto se obtiene en los municipios con menos de 10.000 habitantes, donde alcanza un valor del 71,6 por ciento.

Tabla EFR.2. Distribución de la muestra teórica de viviendas y efectiva de hogares por tamaño de losmunicipios (estratos)Tamaño municipio Muestra teórica Muestra efectiva (en nº de hogares)

Nº viviendas % Titulares % Total %Total 23.919 100,00 16.729 69,94 22.141 92,57Madrid y Barcelona (Grandes urbes) 1.480 100,00 933 63,04 1.293 87,36Resto de capitales de provincia 6.730 100,00 4.737 70,39 6.301 93,63Municipios no capitales con más de 100.000 habitantes 1.650 100,00 1.145 69,39 1.512 91,64Municipios entre 50.000 y 100.000 habitantes 2.520 100,00 1.773 70,36 2.340 92,86Municipios entre 10.000 y 50.000 habitantes 2.970 100,00 2.004 67,47 2.694 90,71Municipios con menos de10.000 habitantes 8.569 100,00 6.137 71,62 8.001 93,37

La tabla EFR.3.1 permite evaluar los defectos del marco en la muestra teórica de cada comunidad autónoma a través de las viviendas no encuestables, mientras que en la tabla EFR.3.2 se presenta la distribución, por comunidades autónomas, de las viviendas encuestables (encuestadas más falta de respuesta).

Si nos fijamos en la primera de estas tablas podemos ver que el porcentaje de hogares encuestados de la muestra teórica, al nivel nacional, se sitúa en el 69,6 por ciento. Descendiendo al nivel de comunidad autónoma, destaca el bajo por-centaje de hogares encuestados en Baleares, donde se sitúa en el 59,6 por cien-to; el mayor porcentaje se ha obtenido en Cantabria, con un 79,3 por ciento.

Por lo que respecta a las viviendas t itulares no encuestables, su porcentaje al nivel nacional se sitúa en el 7,2 por ciento, siendo el País Vasco la comunidad con el porcentaje más bajo (3,3 por ciento) y Baleares la que presenta el más al-to, con un 9,6 por ciento.

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TABLA EFR.3.1 Distribución de las viviendas/ hogares titulares por comunidades autónomas

Viviendas/hogares titularesComunidades Total Encuestados Con incidencia (viviendas/ hogares)autónomas (viv./ hogares) (hogares) Total No encuestables Inaccesibles Selec. antmte.

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %Total 24.046 100,00 16.729 69,57 7.317 30,43 1.740 7,24 39 0,16 63 0,26Andalucía 2.611 100,00 1.839 70,43 772 29,57 239 9,15 3 0,11 11 0,42Aragón 1.048 100,00 747 71,28 301 28,72 78 7,44 1 0,00 3 0,00Asturias, Principado de 913 100,00 696 76,23 217 23,77 52 5,70 1 0,11 4 0,00Balears, Illes 914 100,00 545 59,63 369 40,37 88 9,63 6 0,66 1 0,11Canarias 1.174 100,00 732 62,35 442 37,65 108 9,20 2 0,17 0 0,00Cantabria 781 100,00 619 79,26 162 20,74 49 6,27 0 0,00 1 0,13Castilla y León 1.562 100,00 1.171 74,97 391 25,03 144 9,22 5 0,32 8 0,51Castilla-La Mancha 1.301 100,00 924 71,02 377 28,98 123 9,45 1 0,08 3 0,23Cataluña 2.353 100,00 1.455 61,84 898 38,16 150 6,37 3 0,13 3 0,00Comunitat Valenciana 1.832 100,00 1.299 70,91 533 29,09 145 7,91 4 0,22 3 0,00Extremadura 1.041 100,00 810 77,81 231 22,19 73 7,01 3 0,29 2 0,19Galicia 1.434 100,00 1.014 70,71 420 29,29 129 9,00 0 0,00 2 0,14Madrid, Comunidad de 1.849 100,00 1.245 67,33 604 32,67 93 5,03 1 0,05 2 0,11Murcia, Región de 1.043 100,00 712 68,26 331 31,74 76 7,29 4 0,38 0 0,00Navarra, Com.Foral de 783 100,00 572 73,05 211 26,95 46 5,87 4 0,51 8 1,02País Vasco 2.362 100,00 1.603 67,87 759 32,13 77 3,26 1 0,04 6 0,25Rioja, La 785 100,00 569 72,48 216 27,52 54 6,88 0 0,00 5 0,64Ceuta y Melilla 260 100,00 177 68,08 83 31,92 16 6,15 0 0,00 1 0,38

En la tabla EFR.3.2 se muestra la distribución de los hogares correspondientes a las viviendas titulares encuestables por comunidades autónomas, pudiendo ob-servarse que las incapacidades para contestar son irrelevantes frente a las nega-tivas y las ausencias, donde se concentra la mayor parte de la falta de respuesta. Por este motivo, en lo sucesivo no se harán comentarios relativos a las incapaci-dades para contestar, por no considerarlo de interés.

Como todos los porcentajes en esta tabla están calculados respecto al número total de viviendas encuestables, es decir, descontando las no encuestables, las inaccesibles y las seleccionadas anteriormente, el porcentaje de hogares encues-tados de la misma puede considerarse como la tasa de respuesta en la encuesta, que a nivel nacional alcanza un valor del 75,3 por ciento, mientras que por co-munidades varía entre el 66,2 por ciento de Cataluña y el 84,7 por ciento obteni-do en Cantabria.

Las negativas y las ausencias tienen un peso muy parecido en la falta de res-puesta, en torno ambas al 12 por ciento de los hogares de las viviendas encues-tables, a nivel nacional. Por comunidades, Cataluña es la que presenta el mayor porcentaje de negativas, con casi un 18 por ciento, siendo, en el extremo opues-to, Cantabria la comunidad con el porcentaje más bajo (7 por ciento).

En cuanto a las ausencias, Baleares es la comunidad con el porcentaje más alto de ausencias (18,1 por ciento) y La Rioja la que presenta el más bajo, con un 6,6 por ciento.

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TABLA EFR.3.2 Distribución de los hogares correspondientes a las viviendas titulares encuestables por comunidades autónomas

EncuestablesComunidades Total Encuestados Falta de respuetaautónomas Negativas Ausencias Incap.p.cont. Total

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %Total 22.204 100,00 16.729 75,34 2.695 12,14 2.585 11,64 195 0,88 5.475 24,66Andalucía 2.358 100,00 1.839 77,99 281 11,92 212 8,99 26 1,10 519 22,01Aragón 966 100,00 747 77,33 122 12,63 93 9,63 4 0,41 219 22,67Asturias, Principado de 856 100,00 696 81,31 82 9,58 74 8,64 4 0,47 160 18,69Balears, Illes 819 100,00 545 66,54 119 14,53 148 18,07 7 0,85 274 33,46Canarias 1.064 100,00 732 68,80 156 14,66 168 15,79 8 0,75 332 31,20Cantabria 731 100,00 619 84,68 51 6,98 57 7,80 4 0,55 112 15,32Castilla y León 1.405 100,00 1.171 83,35 112 7,97 112 7,97 10 0,71 234 16,65Castilla-La Mancha 1.174 100,00 924 78,71 104 8,86 136 11,58 10 0,85 250 21,29Cataluña 2.197 100,00 1.455 66,23 394 17,93 331 15,07 17 0,77 742 33,77Comunitat Valenciana 1.680 100,00 1.299 77,32 191 11,37 155 9,23 35 2,08 381 22,68Extremadura 963 100,00 810 84,11 76 7,89 72 7,48 5 0,52 153 15,89Galicia 1.303 100,00 1.014 77,82 114 8,75 163 12,51 12 0,92 289 22,18Madrid, Comunidad de 1.753 100,00 1.245 71,02 243 13,86 254 14,49 11 0,63 508 28,98Murcia, Región de 963 100,00 712 73,94 95 9,87 153 15,89 3 0,31 251 26,06Navarra, Com.Foral de 725 100,00 572 78,90 57 7,86 93 12,83 3 0,41 153 21,10País Vasco 2.278 100,00 1.603 70,37 355 15,58 292 12,82 28 1,23 675 29,63Rioja, La 726 100,00 569 78,37 103 14,19 48 6,61 6 0,83 157 21,63Ceuta y Melilla 243 100,00 177 72,84 40 16,46 24 9,88 2 0,82 66 27,16

En la tabla EFR.4 se muestra el desglose de las incidencias por separado para la muestra titular (de viviendas, y dentro de las viviendas encuestables de hogares) y para la muestra de reservas utilizada.

TABLA EFR.4. Desglose de las incidencias parala muestra titular y la de reservas

Tipo de incidencia Nº % Nº %

Total 24.046 100,00 13.279 100,00

Viviendas no encuestables 1.740 7,24 1.433 10,79

- Viviendas vacías 1.506 6,26 1.134 8,54

- Viviendas ilocalizables 163 0,68 228 1,72

- Viviendas destinadas a otros fines 71 0,30 71 0,53

Viviendas inaccesibles 39 0,16 73 0,55

Viviendas seleccionadas anteriormente 63 0,26 73 0,55

Hogares en las viviendas encuestables 22.204 100,00 11.700 100,00

- Hogares con falta de respuesta 5.475 24,66 6.288 53,74

- Negativas 2.695 12,14 2.113 18,06

- Ausencias 2.585 11,64 4.000 34,19

- Incapacidades para contestar 195 0,88 175 1,50

- Hogares encuestados 16.729 75,34 5.412 46,26

Titulares Reservas

Si se comparan las incidencias en ambos tipos de vivienda, lo que más llama la atención es la gran diferencia existente en las ausencias, que tienen mucho ma-

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yor peso en las viviendas reservas que en las titulares (34 por ciento frente a casi el 12 por ciento). Esta diferencia se debe a que las ausencias en las viviendas reservas se sustituyen con mucha más premura que en las titulares, ya que no se dispone de apenas tiempo para intentar localizar a las familias, pues se correría el riesgo de la pérdida de muestra. Esto no ocurre con las viviendas titulares, cuya sustitución se demora todo el tiempo que resulta posible a fin de intentar su colaboración.

Las tablas que siguen se han obtenido a partir de la información de los cuestio-narios de evaluación, comentándose a continuación lo más relevante de cada una de ellas. No se hacen comentarios relativos a las incapacidades para contes-tar por ser muy pequeño su peso en la falta de respuesta, como ya se indicó an-teriormente.

Tabla EFR.5

En ella se muestra la distribución de los hogares correspondientes a las vivien-das titulares encuestables según el número de personas en los mismos. Pueden observarse unos porcentajes de No consta muy elevados, sobre todo en las au-sencias (48 por ciento), lo que resta bastante representatividad a los resultados obtenidos.

Haciendo un análisis por número de personas en el hogar con los datos disponi-bles, puede apreciarse que las negat ivas tienen su mayor peso relativo en los hogares de 6 o más personas y en los unipersonales, alcanzando en los mismos, respectivamente, un 14,4 y un 11,6 por ciento. Por lo que respecta a las ausen-cias, tienen su mayor peso en los hogares unipersonales, representando un 13,3 por ciento de dichos hogares. Estos porcentajes se han calculado, como puede apreciarse, respecto al correspondiente número de hogares en las viviendas titu-lares encuestables de cada tamaño (porcentajes horizontales).

Tabla EFR.5. Distribución de la falta de respuesta por tamaño del hogarHogares de las v iviendas titulares encuestables

Número de Total Encuestados Negativas Ausencias Incap.contestarpersonas Número % Número % Número % Número % Número %

Total 22.204 16.729 2.695 2.585 195No consta 2.305 10,38 0 - 995 36,92 1.237 47,85 73 37,44Total clasificados 19.899 100,00 16.729 84,07 1.700 8,54 1.348 6,77 122 0,611 persona 4.027 100,00 2.947 73,18 468 11,62 535 13,29 77 1,912 personas 6.295 100,00 5.258 83,53 597 9,48 407 6,47 33 0,523 personas 4.372 100,00 3.873 88,59 303 6,93 192 4,39 4 0,094 personas 3.930 100,00 3.540 90,08 222 5,65 165 4,20 3 0,085 personas 934 100,00 835 89,40 61 6,53 34 3,64 4 0,436 o más personas 341 100,00 276 80,94 49 14,37 15 4,40 1 0,29

En la tabla EFR.5.bis se comparan las distribuciones de negativas y ausencias, según número de miembros del hogar, con la distribución por esta misma varia-ble que se obtiene en el total de los hogares de las viviendas titulares encuesta-bles (porcentajes verticales). De esta comparación se desprende, tomando como referencia las cifras de las viviendas encuestables, que las negativas se concen-

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tran principalmente en los hogares de uno y de dos miembros, haciéndolo las ausencias, de forma muy acusada, también en los hogares unipersonales.

Tabla EFR.5bis. Distribución porcentual de negativas y ausencias según tamaño del hogar.Comparación con la distribución del total de loshogares de las viviendas t itulares encuestables

Tipo de incidencia Hogares en viv. tit.Número de personas Negativa (%) Ausencia (%) encuestables (%)Total 100,0 100,0 100,01 persona 27,5 39,7 20,22 personas 35,1 30,2 31,63 personas 17,8 14,2 22,04 personas 13,1 12,2 19,85 personas 3,6 2,5 4,76 o más personas 2,9 1,1 1,7

Tabla EFR.6

En ella puede verse la distribución de los hogares correspondientes a las vivien-das titulares encuestables por sexo y edad del sustentador principal. Se obser-van porcentajes considerables de No consta sexo, lo que reduce la representati-vidad de las conclusiones que pudieran obtenerse.

Por lo que respecta a la falta de respuesta, se observa que es mayor en los hoga-res que tienen como sustentador principal a una mujer que en aquéllos que tie-nen como tal a un hombre, siendo la diferencia algo superior a cuatro puntos (19 por ciento frente a un 14,7 por ciento). Si consideramos que, según datos de la encuesta de 2015, el 66,3 por ciento de los hogares tienen un sustentador princi-pal hombre y el 33,7 por ciento restante un sustentador principal mujer, lo ante-rior indicaría que la falta de respuesta está claramente concentrada en los hoga-res donde el sustentador principal es una mujer.

Pasando a considerar los tramos de edades del sustentador principal, se observa que tanto en los hogares donde el sustentador principal es hombre como en aquellos donde es mujer, los mayores porcentajes de negativas se obtienen en la modalidad más de 65 años, situándose en el 18,7 y el 20,1 por ciento respecti-vamente.

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Tabla EFR.6. Distribución de la falta de respuesta según sexo yedad del sustentador principal

Hogares de las v iviendas titulares encuestablesFalta de respuesta

Sexo / edad del s.p. Total Encuestados Negativas Ausencias Incap. contestar TotalNº % Nº % Nº % Nº % Nº % %

Total 22.204 - 16.729 - 2.695 - 2.585 - 195 -No consta sexo 2.265 10,20 0 - 967 35,88 1.227 47,47 71 36,41

Total clasif. por sexo 19.939 100,00 16.729 83,90 1.728 8,67 1.358 6,81 124 0,62

Hombres 13.487 100,00 11.503 85,29 1.046 7,76 893 6,62 45 0,33 14,71No consta edad 270 2,00 8 0,07 133 12,72 119 13,33 10 22,22

Hombres clasif. por edad 13.217 100,00 11.495 86,97 913 6,91 774 5,86 35 0,26 13,03De 16 a 25 años 836 100,00 822 98,33 9 1,08 4 0,48 1 0,12 1,67De 26 a 35 años 2.397 100,00 2.237 93,32 69 2,88 91 3,80 0 0,00 6,68De 36 a 45 años 3.231 100,00 2.883 89,23 159 4,92 184 5,69 5 0,15 10,77De 46 a 55 años 2.870 100,00 2.517 87,70 176 6,13 175 6,10 2 0,07 12,30De 56 a 65 años 1.993 100,00 1.721 86,35 147 7,38 122 6,12 3 0,15 13,65Más de 65 años 1.890 100,00 1.315 69,58 353 18,68 198 10,48 24 1,27 30,42

Mujeres 6.452 100,00 5.226 81,00 682 10,57 465 7,21 79 1,22 19,00No consta edad 221 3,43 5 0,10 129 18,91 72 15,48 15 18,99

Mujeres clasif. por edad 6.231 100,00 5.221 83,79 553 8,87 393 6,31 64 1,03 16,21De 16 a 25 años 469 100,00 462 98,51 5 1,07 2 0,43 0 0,00 1,49De 26 a 35 años 1.124 100,00 1.047 93,15 38 3,38 39 3,47 0 0,00 6,85De 36 a 45 años 1.351 100,00 1.205 89,19 81 6,00 63 4,66 2 0,15 10,81De 46 a 55 años 1.080 100,00 933 86,39 65 6,02 81 7,50 1 0,09 13,61De 56 a 65 años 742 100,00 621 83,69 70 9,43 50 6,74 1 0,13 16,31Más de 65 años 1.465 100,00 953 65,05 294 20,07 158 10,78 60 4,10 34,95

En cuanto a las ausencias, ocurre lo mismo, ya que es en los hogares cuyo sus-tentador principal tiene más de 65 años donde se obtienen los porcentajes más altos: 10,5 por ciento en los hogares con sustentador principal hombre y 10,8 por ciento en los hogares donde el mismo es mujer.

En la tabla EFR.6.bis se muestra la distribución de hogares negativas y ausentes por edad del sustentador principal, a fin de poder compararla con la distribución, según esta misma característica, que se obtiene en el total de los hogares de las viviendas titulares encuestables. De la comparación se desprende que las nega-tivas tienen el mayor peso, con diferencia, en los hogares en los que el sustenta-dor principal tiene más de 65 años, como viene siendo habitual, ocurriendo algo similar con las ausencias, aunque de forma menos acusada.

Tabla EFR.6.bis. Distribución porcentual de negativas y ausencias según edad del sustentador principal.Comparación con la distribución del total de loshogares de las viviendas t itulares encuestables

Tipo de incidencia Hogares en viv. tit.Edad Negativa (%) Ausencia (%) encuestables (%)Total 100,0 100,0 100,0 De 16 a 25 años 1,0 0,5 6,7 De 26 a 35 años 7,3 11,1 18,1 De 36 a 45 años 16,4 21,2 23,6 De 46 a 55 años 16,4 21,9 20,3 De 56 a 65 años 14,8 14,7 14,1 Más de 65 años 44,1 30,5 17,3

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Tabla EFR.7

En la misma se recoge la distribución de los hogares correspondientes a las v i-viendas titulares encuestables según el sexo y el estado civil del sustentador principal.

Tabla EFR.7. Distribución de la falta de respuesta según sexo yestado civil del sustentador principal

Hogares de las viviendas titulares encuestablesFalta de respuesta

Sexo/ est. civil del s.p. Total Encuestados Negativas Ausencias Incap.contestar TotalNº % Nº % Nº % Nº % Nº % %

Total 22.204 - 16.729 - 2.695 - 2.585 - 195 -No consta sexo 2.265 10,20 0 - 967 35,88 1.227 47,47 71 36,41Total clasif. por sexo 19.939 100,00 16.729 83,90 1.728 8,67 1.358 6,81 124 0,62Hombres 13.487 100,00 11.503 85,29 1.046 7,76 893 6,62 45 0,33 14,71No consta estado civil 995 7,38 0 - 419 40,06 549 61,48 27 60,00Hombres clasif. por est . civil 12.492 100,00 11.503 92,08 627 5,02 344 2,75 18 0,14 7,92- Soltero 1.942 100,00 1.784 91,86 98 5,05 57 2,94 3 0,15 8,14- Casado 9.575 100,00 8.831 92,23 481 5,02 253 2,64 10 0,10 7,77- Viudo 369 100,00 322 87,26 23 6,23 19 5,15 5 1,36 12,74- Separado o divorciado 606 100,00 566 93,40 25 4,13 15 2,48 0 0,00 6,60Mujeres 6.452 100,00 5.226 81,00 682 10,57 465 7,21 79 1,22 19,00No consta estado civil 716 11,10 0 - 337 49,41 336 72,26 43 54,43Mujeres clasif. por est . civil 5.736 100,00 5.226 91,11 345 6,01 129 2,25 36 0,63 8,89- Soltera 1.341 100,00 1.245 92,84 60 4,47 32 2,39 4 0,30 7,16- Casada 1.644 100,00 1.500 91,24 104 6,33 34 2,07 6 0,36 8,76- Viuda 1.767 100,00 1.548 87,61 149 8,43 45 2,55 25 1,41 12,39- Separada o divorciada 984 100,00 933 94,82 32 3,25 18 1,83 1 0,10 5,18

En los hogares donde el sustentador principal es hombre los porcentajes de ne-gativas obtenidos en los cuatro tipos de hogar no presentan diferencias muy grandes, obteniéndose el más elevado en la modalidad viudo, donde se sitúa en el 6,2 por ciento y el más bajo en la de separado o divorciado, con un 4,1 por ciento. En cambio, cuando el sustentador principal es una mujer las diferencias son algo mayores, variando los valores entre el 3,3 por ciento de la modalidad separada o divorciada y el 8,4 por ciento que se obtiene en la modalidad viuda.

Por lo que respecta a las ausencias, los porcentajes más altos de las mismas se obtienen en la modalidad viudo en aquellos hogares que tienen como sustenta-dor principal a un hombre, alcanzando un valor del 5,2 por ciento, y en la moda-lidad viuda igualmente en los que tienen como sustentador principal a una mu-jer, situándose en el 2,6 por ciento.

En la tabla EFR.7.bis se comparan las distribuciones porcentuales de negativas y ausencias, según estado civil del sustentador principal, con la distribución por esta misma variable que se obtiene en el total de hogares de las viviendas titula-res encuestables. De esta comparación se desprende, tomando como referencia las cifras del total de hogares de las viviendas encuestables, que las negativas se encuentran concentradas principalmente en los hogares en los que el sustenta-dor principal es viudo/a, haciéndolo las ausencias fundamentalmente en la mis-ma modalidad de hogares, aunque de forma menos acusada.

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Tabla EFR.7.bis. Distribución porcentual de negativas y ausencias según estado civil del sustentador prin- cipal. Comparación con la distribución del total de loshogares de las viviendas t itulares encuestables

Tipo de incidencia Hogares en viv. tit.Estado civil Negativa (%) Ausencia (%) encuestables (%)Total 100,0 100,0 100,0Soltero/a 16,3 18,8 18,0Casado/a 60,2 60,7 61,6Viudo/a 17,7 13,5 11,7Separado/a 5,9 7,0 8,7

Tabla EFR.8

Se muestra en la misma la distribución de los hogares de las viviendas titulares encuestables según la relación con la actividad del sustentador principal. Esta característica presenta, como ya es habitual y al igual que ocurre en otras en-cuestas, unos porcentajes de no consta muy elevados. Estos porcentajes tan al-tos restan validez a las conclusiones que pudieran obtenerse respecto a esta ca-racterística.

Puede observarse, no obstante, que el mayor porcentaje de negativas se obtiene en los hogares en los que el sustentador principal es jubilado/a o pensionista, alcanzando un valor del 7,6 por ciento. En el caso de las ausencias, el porcentaje más alto corresponde igualmente a los hogares cuyo sustentador principal es jubilado/a o pensionista, en los que se sitúa en el 3,1 por ciento.

Tabla EFR.8. Distribución de la falta de respuesta según larelación con la act ividad del sustentador principal

Hogares de las viviendas titulares encuestablesFalta de respuesta

Relación con Total Encuestados Negativas Ausencias Incap.contestar Totalla actividad Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % %Total 22.204 - 16.729 - 2.695 - 2.585 - 195 -No consta 4.180 18,83 115 - 1.774 65,83 2.153 83,29 138 70,77Total clasificados 18.024 100,00 16.614 92,18 921 5,11 432 2,40 57 0,32 7,82Ocupado/a 10.181 100,00 9.569 93,99 376 3,69 233 2,29 3 0,03 6,01Parado/a 1.393 100,00 1.309 93,97 66 4,74 17 1,22 1 0,07 6,03Jubilado/a o pensionista 5.319 100,00 4.707 88,49 406 7,63 167 3,14 39 0,73 11,51Labores del hogar 872 100,00 788 90,37 62 7,11 9 1,03 13 1,49 8,14Otra situación 259 100,00 241 93,05 11 4,25 6 2,32 1 0,39 6,95

En la tabla EFR.8.bis se muestran las distribuciones porcentuales de los hogares con falta de respuesta por relación con la actividad del sustentador principal, junto con la distribución del total de hogares, según esta misma característica, de las viviendas titulares encuestables. De la comparación de estas distribucio-

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nes podría concluirse, con las debidas reservas por el alto porcentaje de no cons-ta, lo siguiente: tanto las negativas como las ausencias se concentran de forma acusada, algo más aquéllas, en los hogares cuyo sustentador principal es jubila-do/a o pensionista,

Tabla EFR.8.bis. Distribución porcentual de negativas y ausencias según relación con la act ividad del sustentador principal. Comparación con la distribución del total de loshogares de las viviendas t itulares encuestables

Tipo de incidencia Hogares en viv. tit.Relación con la actividad Negativa (%) Ausencia (%) encuestables (%)Total 100,0 100,0 100,0Ocupado/a 40,8 53,9 56,5Parado/a 7,2 3,9 7,7Jubilado/a o pensionista 44,1 38,7 29,5Labores del hogar 6,7 2,1 4,8Otra situación 1,2 1,4 1,4

Tabla EFR.9

Se presenta en la misma la distribución de los hogares de las viviendas titulares encuestables, según el nivel de formación del sustentador principal.

Puede observarse que los porcentajes de No consta son también muy elevados.

Tabla EFR.9. Distribución de la falta de respuesta según elnivel de formación del sustentador principal

Hogares de las viviendas titulares encuestablesFalta de respuesta

Nivel de formación Total Encuestados Negativas Ausencias Incap .contestar TotalNº % Nº % Nº % Nº % Nº % %

Total 22.204 - 16.729 - 2.695 - 2.585 - 195 -No consta nivel de formación 4.492 20,23 0 - 2.064 76,59 2.260 87,43 168 86,15Total clasificados 17.712 100,00 16.729 94,45 631 3,56 325 1,83 27 0,15 5,55Inferior a la primera etapa de Educación secundaria 3.463 100,00 3.211 92,72 184 5,31 54 1,56 14 0,40 7,28Primera etapa de Educación secundaria 5.683 100,00 5.348 94,11 220 3,87 108 1,90 7 0,12 5,89Segunda etapa de Educación secundaria 3.375 100,00 3.161 93,66 116 3,44 95 2,81 3 0,09 6,34Formación Profesional de Grado superior 1.558 100,00 1.497 96,08 45 2,89 16 1,03 0 0,00 3,92Estudios universitarios de primer ciclo/grados 1.439 100,00 1.393 96,80 23 1,60 20 1,39 3 0,21 3,20Est. univ. 2º ciclo, ciclo largo, másteres, doctorado 2.194 100,00 2.119 96,58 43 1,96 32 1,46 0 0,00 3,42

Por otra parte, el mayor porcentaje de negativas se obtiene en los hogares en que el sustentador principal tiene como nivel de formación el de Inferior a la primera etapa de Educación Secundaria, alcanzando un valor del 5,3 por ciento. En el caso de las ausencias, el mayor porcentaje se da en los hogares cuyo sus-tentador principal tiene como nivel de formación el de Segunda etapa de Educa-ción Secundaria, donde alcanza un valor del 2,8 por ciento. Estos porcentajes se han calculado, como en las tablas anteriores, respecto al correspondiente núme-ro total de hogares titulares de cada modalidad (porcentajes horizontales).

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Estos resultados tienen, no obstante, una validez relativa debido a los altos por-centajes de No consta comentados más arriba.

En la tabla EFR.9.bis se muestran las distribuciones porcentuales de los hogares con falta de respuesta por nivel de formación del sustentador principal, junto con la distribución del total de hogares, según esta misma característica, de las vi-viendas titulares encuestables (porcentajes verticales). De la comparación de las distribuciones podrían sacarse, con las reservas debidas al alto porcentaje de No consta, las siguientes conclusiones: las negativas se concentran de forma muy acusada en la modalidad Inferior a la primera etapa de Educación Secundaria; en cuanto a las ausencias, puede verse que se encuentran concentradas principal-mente en la modalidad Segunda etapa de Educación Secundaria.

Tabla EFR.9.bis. Distribución porcentual de negat ivas y ausencias según nivel de formación del sustentador principal.Comparación con la distribución del total de loshogares de las viviendas t itulares encuestables

Tipo de incidencia Hogares en viv. tit.Nivel de formación Negativa (%) Ausencia (%) encuestables (%)Total 100,0 100,0 100,0Infer ior a la primera etapa de Educación Secundaria 29,2 16,6 19,6Primera etapa de Educación Secundaria 34,9 33,2 32,1Segunda etapa de Educación Secundaria 18,4 29,2 19,1Formación Profesional de Grado Super ior 7,1 4,9 8,8Estudios universitar ios de primer ciclo/grados 3,7 6,2 8,1Est. univ. 2º ciclo, ciclo largo, másteres, doctorado 6,8 9,9 12,4

Tabla EFR.10

Se estudia en la misma la distribución de todos los hogares correspondientes a las viviendas titulares encuestables, de acuerdo con la nacionalidad del susten-tador principal.

Puede observarse que el porcentaje de negativas más alto se da en los hogares con sustentador principal de nacionalidad extranjera, situándose en un 8,5 por ciento. En el caso de las ausencias, el porcentaje más elevado se alcanza igual-mente en los hogares con sustentador principal de nacionalidad extranjera, con un 5,7 por ciento. Como consecuencia de esto, la falta de respuesta total más alta se da en los hogares con sustentador principal de nacionalidad extranjera (15,6 por ciento).

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Tabla EFR.10. Distribución de la falta de respuesta según la nacionalidad del sustentador principal

Hogares de las viviendas titulares encuestablesFalta de respuesta

Nacionalidad Total Encuestados Negativas Ausencias Incap. contestar TotalNº % Nº % Nº % Nº % Nº % %

Total 22.204 - 16.729 - 2.695 - 2.585 - 195 -No consta nac. 3.329 14,99 0 - 1.431 53,10 1.793 69,36 105 53,85Total clasificados 18.875 100,00 16.729 88,63 1.264 6,70 792 4,20 90 0,48 11,37Española 17.566 100,00 15.579 88,69 1.174 6,68 736 4,19 77 0,44 11,31Extranjera 960 100,00 810 84,38 82 8,54 55 5,73 13 1,35 15,63Ambas 349 100,00 340 97,42 8 2,29 1 0,29 0 0,00 2,58

En la tabla EFR.10.bis podemos ver las distribuciones porcentuales de los hoga-res con falta de respuesta por nacionalidad del sustentador principal, junto con la distribución del total de hogares, según esta misma característica, de las vi-viendas titulares encuestables (porcentajes verticales). Comparando las distribu-ciones se observa, con las reservas debidas al alto porcentaje de No consta, que tanto las negativas como las ausencias se encuentran concentradas ligeramente en la modalidad extranjera.

Tabla EFR.10.bis. Distribución porcentual de negativas yausencias según nacionalidad del sustentador principal. Comparación con la distribución del total de loshogares de las viviendas t itulares encuestables

Tipo de incidencia Hogares en viv. tit.Nacionalidad Negativa (%) Ausencia (%) encuestables (%)Total 100,0 100,0 100,0Española 92,9 92,9 93,1Extranjera 6,5 6,9 5,1Ambas 0,6 0,1 1,9

Tabla EFR.11

En esta tabla se comparan cuatro distribuciones porcentuales según el nivel más alto de formación del sustentador principal del hogar: hogares titulares con falta de respuesta, hogares sustitutos, hogares en la muestra efectiva total y hogares en las viviendas titulares encuestables. Como hogares sustitutos figuran todos los reservas que han sido encuestados, incluyendo tanto los que se han utilizado para sustituir la falta de respuesta propiamente dicha (negativas, ausencias e incapacidades para contestar) como los usados para sustituir las restantes inci-dencias.

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Tabla EFR.11. Distribución de los hogares t itulares con falta de respuesta y de los sustitutos según el nivel de formación del sustentador principal. Comparación con la muestra efectiva

Hogares tit. con Hogares Hogares muestra Hogares en viv.Nivel de formación falta de resp. sustitutos efectiva total tit. encuestables

Nº % Nº % Nº % Nº %Total 5.475 - 5.412 - 22.141 - 22.204No consta nivel de formación 4.492 82,05 1 0,02 1 0,00 4.492 20,23

Total clasificados 983 100,00 5.411 100,00 22.140 100,00 17.712 100,00

Inferior a la primera etapa de Educación secundaria 252 25,64 1.171 21,64 4.382 19,79 3.463 19,55

Primera etapa de Educación secundaria 335 34,08 1.665 30,77 7.013 31,68 5.683 32,09Segunda etapa de Educación secundaria 214 21,77 941 17,39 4.102 18,53 3.375 19,05Formación Profesional de Grado superior 61 6,21 503 9,30 2.000 9,03 1.558 8,80

Estudios universitar ios de primer ciclo/grados 46 4,68 433 8,00 1.826 8,25 1.439 8,12

Est. univ . 2º ciclo, ciclo largo, másteres, doctorado 75 7,63 698 12,90 2.817 12,72 2.194 12,39

Las discrepancias que se observan entre las tres últimas distribuciones son pe-queñas, resultando ser las diferencias más significativas las que se dan entre la primera distribución y las otras tres, fundamentalmente en la modalidad Inferior a la primera etapa de Educación Secundaria y, en menor medida, en la de Estu-dios universitarios de 2º ciclo, ciclo largo, másteres, doctorado.

Estas diferencias indican, como puede comprobarse al comparar las distribucio-nes de los hogares titulares con falta de respuesta y de los hogares sustitutos, que en la práctica se sustituyen hogares cuyo sustentador principal tiene alguno de los tres niveles de formación más bajos, por hogares en los que el sustenta-dor principal tiene alguno de los tres niveles más altos, principalmente Estudios universitarios de 2º ciclo, ciclo largo, másteres, doctorado

Tabla EFR.12

Es similar a la anterior pero según el número de personas del hogar. Se observa que las diferencias entre las tres últimas distribuciones son bastante pequeñas, dándose las mayores discrepancias entre la primera distribución y las otras tres, principalmente para los hogares de una, cuatro y tres personas, y en especial en los primeros.

Si se comparan las distribuciones de los hogares titulares con falta de respuesta y de los hogares sustitutos, puede apreciarse que en la práctica se sustituyen fundamentalmente hogares unipersonales por hogares más grandes, sobre todo de cuatro y de tres personas, hecho que ya resulta habitual.

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Tabla EFR.12. Distribución de los hogares t itulares con falta de respuesta y de los sust itutos según tamaño del hogar. Comparación con la muestra efect iva

Hogares tit. con Hogares Hogares muestra Hogares en viv.Número de falta de resp. sustitutos efectiva total tit. encuestablespersonas Nº % Nº % Nº % Nº %

Total 5.475 - 5.412 - 22.141 - 22.204 -

No consta 2.305 42,10 - - - - 2.305 10,38Total clasificados 3.170 100,00 5.412 100,00 22.141 100,00 19.899 100,001 persona 1.080 34,07 1.013 18,72 3.960 17,89 4.027 20,242 personas 1.037 32,71 1.791 33,09 7.049 31,84 6.295 31,633 personas 499 15,74 1.209 22,34 5.082 22,95 4.372 21,974 personas 390 12,30 1.075 19,86 4.615 20,84 3.930 19,755 personas 99 3,12 233 4,31 1.068 4,82 934 4,696 o más personas 65 2,05 91 1,68 367 1,66 341 1,71

En la tabla EFR.12.bis se compara la distribución porcentual de la muestra efecti-va total de la encuesta, por número de miembros, con la distribución porcentual de hogares, igualmente según número de miembros, que proporciona la EPA para 2015 (media de los cuatro trimestres). Se observa que la mayor diferencia (7,4 puntos porcentuales) se obtiene para los hogares de 1 miembro, siendo ma-yor el porcentaje que da la EPA; las siguientes diferencias en importancia, de 3,2 y 2 puntos porcentuales, se dan respectivamente en los hogares de cuatro y de tres miembros, siendo en este caso menor el porcentaje en la EPA, resultando las cifras bastante parecidas para los restantes tipos de hogares. Esto indicaría, tomando como buenas las cifras de la EPA, que la EPF subestima ligeramente los hogares de 1 miembro y sobreestima hogares más grandes, principalmente los de 4 y 3 miembros, como ocurre en otras encuestas, aunque la aplicación del calibrado por tamaño de hogar en el proceso de estimación corrige este posible sesgo.

Tabla EFR.12.bis. Distribución porcentual de los hogares en la muestra efect iva total según número de miembros. Comparación con datos EPA 2015

Muestra efectiva EPA (media 2015)

Número de miembros (%) (%)

Total 100,0 100,01 miembro 17,9 25,32 miembros 31,8 30,33 miembros 23,0 21,04 miembros 20,8 17,65 miembros 4,8 4,26 o más miembros 1,7 1,6

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Por último, en la tabla EFR.13 se muestra la distribución de la falta de respuesta de acuerdo con la fuente de la que se obtuvo la información relativa a la misma.

TABLA EFR.13. Distribución de la falta de respuesta según la procedencia de la información

Falta de respuestaProcedencia Total Negativas Ausencias Incap. contestar

Número % Número % Número % Número %Total 5.475 - 2.695 - 2.585 - 195 -No consta 1.901 34,72 785 29,13 1.048 40,54 68 34,87Total clasificados 3.574 100,00 1.910 100,00 1.537 100,00 127 100,00Directa 1.210 33,86 792 41,47 364 23,68 54 42,52Padrón 1.725 48,27 774 40,52 904 58,82 47 37,01Otros medios 639 17,88 344 18,01 269 17,50 26 20,47

A nivel global se observa que el mayor porcentaje de la información sobre la fal-ta de respuesta se obtiene del Padrón (48,3 por ciento), siendo esta la fuente de la que se obtiene la mayor parte de la información en el caso de las ausencias y una buena parte de la misma en el caso de las negativas. Por lo que respecta a las incapacidades para contestar, la fuente a la que corresponde el porcentaje más alto (42,5 por ciento) es la de “información directa”.