Evangelio 26semana t_ord-a-habla_menos_haz_mas

2
¡Hablaré menos y haré más, Señor! Señor, cuánto tiempo perdemos, cuánto hablamos, qué poco hacemos, demasiadas veces decimos “sí” para quedar bien. Se nos va la fuerza en ideas, en lo que habría que hacer, y ya ves, nos quedamos en palabras, en las teorías e intenciones. Señor ayúdanos a ser cristianos practicantes viviendo como hermanos, confiando siempre en ti, tendiendo puentes, siendo testigos del evangelio en el día a día. Queremos vivir haciendo siempre tu voluntad, aunque nos cueste, aunque nos lleve a caminar contracorriente, aunque tengamos que cambiar y darle un vuelco a nuestra vida. Así lograremos que todos los que intentamos seguirte cada día tengamos un mismo pensar y un mismos sentir, caminaremos unánimes y acordes con los sentimientos de Cristo. Sabemos incluso que muchos pecadores pueden entrar en tu reino antes que nosotros porque sólo dependen de tu amor y de tu perdón mientras que nosotros nos creemos con derecho por nuestras supuestas buenas obras. Gracias, Señor, por el mensaje de hoy: que hablemos menos y hagamos más, que al salir del templo hagamos lo más difícil: que lo que hemos escuchado, creído y celebrado aquí en la eucaristía lo cumplamos en la vida diaria ¡Trabajaremos en tu viña, Señor. Cuenta con nosotros! Evangelio 25-setiembre-2011 26º-Ordinario-A

Transcript of Evangelio 26semana t_ord-a-habla_menos_haz_mas

Page 1: Evangelio 26semana t_ord-a-habla_menos_haz_mas

¡Hablaré menos y haré más, Señor! Señor, cuánto tiempo perdemos, cuánto hablamos, qué poco

hacemos, demasiadas veces decimos “sí” para quedar bien. Se nos va la fuerza en ideas, en lo que habría que hacer, y

ya ves, nos quedamos en palabras, en las teorías e intenciones.

Señor ayúdanos a ser cristianos practicantes viviendo como hermanos, confiando siempre en ti, tendiendo puentes, siendo testigos del evangelio en el día a día.

Queremos vivir haciendo siempre tu voluntad, aunque nos cueste, aunque nos lleve a caminar contracorriente, aunque tengamos que cambiar y darle un vuelco a nuestra vida.

Así lograremos que todos los que intentamos seguirte cada día tengamos un mismo pensar y un mismos sentir, caminaremos unánimes y acordes con los sentimientos de Cristo.

Sabemos incluso que muchos pecadores pueden entrar en tu reino antes que nosotros porque sólo dependen de tu amor y de tu perdón mientras que nosotros nos creemos con derecho por nuestras supuestas buenas obras.

Gracias, Señor, por el mensaje de hoy: que hablemos menos y hagamos más, que al salir del templo hagamos lo más difícil: que lo que hemos escuchado, creído y celebrado aquí en la eucaristía lo cumplamos en la vida diaria

¡Trabajaremos en tu viña, Señor. Cuenta con nosotros!

Evangelio 25-setiembre-2011 26º-Ordinario-A

Page 2: Evangelio 26semana t_ord-a-habla_menos_haz_mas

¡Habla MENOS… Y haz algo MÁS!

1. VER: ¡Mucho bla, bla, bla…! +Hay refranes que decimos constantemente: “El infierno está lleno de 

buenas intenciones y el cielo de buenas obras”, “obras son amores y no buenas razones”, “del dicho al hecho hay un gran trecho”. 

¿Qué significa cada uno de ellos? +Hablamos mucho. Comemos el mundo  con palabras pero  luego 

de hacer nada de nada. “Habría que hacer”, decimos pero arrimamos poco el hombro. 

2. JUZGAR: Hablar menos y hacer más. +Jesús, en el evangelio de hoy, condena a los que SE CREEN BUENOS 

PERO NO HACEN NADA,  se  quedan  en  la  teoría,  no  viven  en  el evangelio. Se les va la fuerza por la boca con grandes ideas, planes maravillosos, soluciones perfectas pero nunca pasan a los hechos… Como aquel que decía “voy” pero no fue.  

¿Conoces a alguien así? ¿Por qué no les gustan a Jesús? +Esto era  lo que  le pasaba a  los  judíos: se creían  los mejores,  iban al templo, pero no acogían el evangelio de Jesús ni se compadecían de los otros. Por eso  Jesús  les advierte:  los pecadores os “adelantarán en el reino de los cielos”… 

¿Diría hoy lo mismo Jesús? ¿De quienes? +Lo mismo nos puede pasar a  los cristianos de hoy. Hay quien cree pero no practica, quien  reza e  incluso va a misa  los domingos pero lleva una vida que nada se parece a la de Jesús, ni tiene sus mismos sentimientos.  Es  que  nos  falta  fidelidad  y  coherencia  entre  fe  y obras. 

¿Te quedas en buenas intenciones? ¿Tus palabras se sintonizan con tus hechos?

 

3. ACTUAR: ¡Haz algo más! ‐Piensa que ser creyente es algo más que recitar palabras o fórmulas. 

La  fe no es algo que  se posee  sino un proceso que  se vive. Más importante que confesarnos cristianos es esforzarse prácticamente por llegar a serlo. 

‐No vivas tu fe cómodamente, intenta que tu vida se vea afectada por ella.  ¿En qué momentos o lugares de tu vida no vives como cristiano?

‐Rézale a Dios cada día: “hágase tu voluntad”… ‐Cuando al final de la misa nos dicen “podéis ir en paz”, nos queda lo 

más difícil: que lo que hemos escuchado, creído y celebrado aquí, lo cumplamos en la vida. ¿Qué debes cambiar?

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (21, 28-32)

Narrador: En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a

los ancianos del pueblo: Jesús: - «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó

al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña". Él le contestó: "No quiero". Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. “¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?” .

Narrador: Contestaron: Ancianos: -«El primero.» Narrador: Jesús les dijo: Jesús: - «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan

la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no lo creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.

Palabra del Señor.

En cierta ocasión, Martin Luther King quería convencer a los que acudieron a escuchar su discurso, de la necesidad de colaborar y pasar a los hechos. Muchas veces había escuchado el lamento escéptico: "Pero yo... ¿qué puedo hacer?".

Aquel día mandó apagar las luces del estadio en el que estaban. Cuando ya estaban todos en tinieblas preguntó: "¿Alguno podría ayudar a iluminarnos?". Todos permanecieron en silencio.... Sacó su mechero y lo encendió: "¿Veis esta luz?". Respondieron afirmativamente...... y volvió a preguntarles: "¿Nos sirve para algo?". Nuevamente el silencio..."Sacad cada uno vuestro encendedor y, cuando os dé la señal, encendedlo". El estadio se iluminó.

La moraleja es muy clara. En el mundo hay muchas cosas que no están bien, que deberíamos cambiar, pero, con la excusa del "yo no puedo cambiar el mundo", no hacemos nada. El mundo, ciertamente, no lo puedes cambiar, pero sí puedes aportar tu colaboración para que mejoren los ambientes donde tú vives: la familia, la clase, tu grupo cristiano, tu trabajo.... Si así lo haces, contribuyes a mejorar nuestro mundo. No seas pasota. No vale decir "que alguien lo haga", ¿por qué no tú, por qué no ahora?