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507 Revista de la Asociación Geológica Argentina 68 (4): 507 - 525 (2011) evOluCión geOMOrFOlógiCa Y CrOnOlOgía relativa de lOs niveles aterraZadOs del Área adYaCente a la deseMBOCadura del ríO CHuBut al atlÁntiCO (PrOvinCia del CHuBut) emilio F. gOnZÁleZ díaZ 1 e inés di tOMMasO 2 1 Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. 2 Sector Sensores Remotos y Sistema de información Geográfica (SiG), SEGEMAR, Buenos Aires. E-mail: [email protected] resuMen Se describe un antiguo abanico aluvial y su posterior evolución. Las acumulaciones del antiguo abanico aluvial han sido inter- pretadas como la continuidad septentrional de los rodados patagónicos de la meseta Montemayor, una propuesta que es re- batida. La base metodológica del reconocimiento del antiguo abanico aluvial y su distinción genética y temporal, la constitu- yó el análisis geomórfico y la evaluación altimétrica. Su asignación temporal es un problema aún no resuelto. La metodología condujo a diferenciar tres sistemas geomórficos o niveles, relacionados con sucesivos episodios de agradación y erosión, los que ocupan posiciones cada vez más inferiores, coincidiendo con el complejo paleodrenaje del antiguo abanico aluvial. Sus desarrollos sucesivos son vinculados con protoríos Chubut 1, 2, 3 propuestos y el correspondiente a un paleovalle Simpson. Pese a las limitaciones apuntadas, se propone que el modelo evolutivo del antiguo abanico aluvial responde a una estructura de corte y relleno, que avalaría una composición poliformacional del antiguo abanico aluvial y además la migración progresi- va del paleodrenaje hacia el sur. Un análisis geomorfológico y altimétrico diferenció un nivel superior integrado por restos de tres planicies (Pa, Pm y Pb), un nivel medio con dos terrazas (T1 y T2) y un complejo nivel inferior de cinco terrazas (T3, T4, T5 T6 y T7). Evidencias relícticas de los paleodrenajes propuestos son los paleovalles Estancia Paz y Don Morgan-Saraza del nivel superior. La edad del antiguo abanico aluvial basada en la evolución geomórfica del área de estudio, es tentativamente asignada a un incierto lapso del Pleistoceno superior entre el interglacial Sangamon y fines de la última glaciación. Geomorfología, río Chubut, paleodrenaje, captura fluvial, corte y relleno. aBstraCt Geomorphological evolution and relative chronology of terrace levels adjacent to the Chubut River mouth to the Atlantic (Chubut Province). An ancient alluvial fan and its subsequent evolution are described. Ancient alluvial fan accumulations have been interpreted as the northern continuation of the rodados patagónicos of the Montemayor Plateau, a proposal that is contested. The metho- dological recognition of the ancient alluvial fan and its genetic and temporary distinction, were made from geomorphologic analysis and altimetric evaluation. Time assignment is a problem not yet solved. The methodology led to three different geo- morphic systems or levels related to successive episodes of aggradation and erosion, with increasing lower positions, which coincide with a complex paleodrainage ancient alluvial fan. its successive developments are linked to proposed proto-rivers Chubut 1, 2, 3 and to a Simpson paleo-valley. Despite the mentioned limitations, we propose that the evolutionary model of ancient alluvial fan responds to a structure of cut and fill which is supported by the poly-formational composition of an an- cient alluvial fan, and a gradual southward migration of the paleo-drainage. Based on geomorphologic analysis and altimetric distinction an upper level, composed of the remains of three plains (Pa, Pm and Pb), a middle level with two terraces (T1 and T2) and a complex lower level and five terraces (T3, T4, T5 T6 and T7) were recognized. Relict evidences of paleo-drainages are proposed based on the Estancia Paz and Don Morgan-Saraza paleo-valleys in the upper level. The age of the ancient allu- vial fan based on the geomorphic evolution of the study area is tentatively assigned to an uncertain period between the late Pleistocene and late Sangamon interglacial at the end of the last glaciation. Geomorphology, Chubut river, palaeo-drainage, capture, cut and fill terraces.

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507Revista de la Asociación Geológica Argentina 68 (4): 507 - 525 (2011)

evOluCión geOMOrFOlógiCa Y CrOnOlOgía relativa de lOs niveles aterraZadOs del ÁreaadYaCente a la deseMBOCadura del ríO CHuButal atlÁntiCO (PrOvinCia del CHuBut)

emilio F. gOnZÁleZ díaZ1 e inés di tOMMasO2

1 Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.2 Sector Sensores Remotos y Sistema de información Geográfica (SiG), SEGEMAR, Buenos Aires. E-mail: [email protected]

resuMen

Se describe un antiguo abanico aluvial y su posterior evolución. Las acumulaciones del antiguo abanico aluvial han sido inter-pretadas como la continuidad septentrional de los rodados patagónicos de la meseta Montemayor, una propuesta que es re-batida. La base metodológica del reconocimiento del antiguo abanico aluvial y su distinción genética y temporal, la constitu-yó el análisis geomórfico y la evaluación altimétrica. Su asignación temporal es un problema aún no resuelto. La metodologíacondujo a diferenciar tres sistemas geomórficos o niveles, relacionados con sucesivos episodios de agradación y erosión, losque ocupan posiciones cada vez más inferiores, coincidiendo con el complejo paleodrenaje del antiguo abanico aluvial. Susdesarrollos sucesivos son vinculados con protoríos Chubut 1, 2, 3 propuestos y el correspondiente a un paleovalle Simpson.Pese a las limitaciones apuntadas, se propone que el modelo evolutivo del antiguo abanico aluvial responde a una estructurade corte y relleno, que avalaría una composición poliformacional del antiguo abanico aluvial y además la migración progresi-va del paleodrenaje hacia el sur. Un análisis geomorfológico y altimétrico diferenció un nivel superior integrado por restos detres planicies (Pa, Pm y Pb), un nivel medio con dos terrazas (T1 y T2) y un complejo nivel inferior de cinco terrazas (T3, T4,T5 T6 y T7). Evidencias relícticas de los paleodrenajes propuestos son los paleovalles Estancia Paz y Don Morgan-Saraza delnivel superior. La edad del antiguo abanico aluvial basada en la evolución geomórfica del área de estudio, es tentativamenteasignada a un incierto lapso del Pleistoceno superior entre el interglacial Sangamon y fines de la última glaciación.

Geomorfología, río Chubut, paleodrenaje, captura fluvial, corte y relleno.

aBstraCt

Geomorphological evolution and relative chronology of terrace levels adjacent to the Chubut River mouth to the Atlantic (Chubut Province). An ancient alluvial fan and its subsequent evolution are described. Ancient alluvial fan accumulations have been interpretedas the northern continuation of the rodados patagónicos of the Montemayor Plateau, a proposal that is contested. The metho-dological recognition of the ancient alluvial fan and its genetic and temporary distinction, were made from geomorphologicanalysis and altimetric evaluation. Time assignment is a problem not yet solved. The methodology led to three different geo-morphic systems or levels related to successive episodes of aggradation and erosion, with increasing lower positions, whichcoincide with a complex paleodrainage ancient alluvial fan. its successive developments are linked to proposed proto-riversChubut 1, 2, 3 and to a Simpson paleo-valley. Despite the mentioned limitations, we propose that the evolutionary model ofancient alluvial fan responds to a structure of cut and fill which is supported by the poly-formational composition of an an-cient alluvial fan, and a gradual southward migration of the paleo-drainage. Based on geomorphologic analysis and altimetricdistinction an upper level, composed of the remains of three plains (Pa, Pm and Pb), a middle level with two terraces (T1 andT2) and a complex lower level and five terraces (T3, T4, T5 T6 and T7) were recognized. Relict evidences of paleo-drainagesare proposed based on the Estancia Paz and Don Morgan-Saraza paleo-valleys in the upper level. The age of the ancient allu-vial fan based on the geomorphic evolution of the study area is tentatively assigned to an uncertain period between the latePleistocene and late Sangamon interglacial at the end of the last glaciation.

Geomorphology, Chubut river, palaeo-drainage, capture, cut and fill terraces.

iNTRODUCCióN

El estudio tiene como objetivo el análisis,descripción de las geoformas y la inter-pretación del desarrollo de un antiguoabanico aluvial, generado por un comple-jo paleodrenaje del río Chubut, en el áreade su desembocadura al Atlántico, queestaba situada al norte del actual valle delrío Chubut.Los depósitos psefítico-arenosos que in-tegran el área de estudio han sido objetode diversos relevamientos geológicos re-gionales en las últimas tres décadas (Ha-ller 1981, Haller et al. 2005, Lapido 1981,Cortés 1987, Sacomani et al. 2007). Otrosson de índole geomorfológica (Súnico1996, González Díaz 1994, 1998, 2007).Más limitados aquellos sobre los rodadospatagónicos locales y las condiciones cli-máticas cuaternarias (Liss 1969).El entendimiento del esquema evolutivoy temporal presentado, del complejo pa-leodrenaje del antiguo abanico aluvial, dela distinción informal propuesta de sucomposición por varias unidades geoló-gicas y las causales de las interrupcionesdel ciclo fluvial, se basan exclusivamenteen el análisis geomorfológico, tarea en laque resultó valiosa contar con una deta-llada base topográfica con curvas de nivelde tres metros de equidistancia.Se estima que existe una estrecha vincu-lación entre los sistemas geomórficospropuestos diferenciados como niveles ylas modificaciones sucesivas de las varia-bles independientes: carga, descarga y ni-vel de base (Schumm 1979).Se plantea las diferencias genéticas y tem-porales de sus acumulaciones psefítico-arenosas, con respecto a la general y pre-cedente consideración de su correspon-dencia con los rodados patagónicos. Tam-bién se excluye aquella interpretación máslocal, como la cubierta de un pedimentoplioceno encubierto. Se acepta que la edad propuesta para elantiguo abanico aluvial es incierta, por sucarácter subjetivo y falta de pruebas, peroconstituye una base temporal para el des-arrollo ulterior del antiguo abanico alu-vial a lo largo del lapso sugerido.

Como hipótesis de trabajo ante la ausen-cia de confiables evaluaciones temporales(datos absolutos, fósiles), es adjudicadoprovisoriamente a un lapso indefinido delPleistoceno, tentativamente localizado enun Pleistoceno superior? Para ello se hatomado en cuenta propuestas previas,acerca de la proyección temporal de losrodados patagónicos hasta el Pleistocenoinferior (Haller 1981, Haller et al. 2005,Franchi et al. 1975).Se distinguieron en el antiguo abanicoaluvial tres sistemas geomórficos aterra-zados, denominados niveles. Se planteasu correspondencia genética con un pro-ceso fluvial con correspondientes y suce-sivas fases de agradación y erosión rela-cionadas con un complejo paleodrenajede un río Chubut, el que se caracterizópor su progresiva migración hacia el sur.En el análisis morfogenético, también sehace hincapié en la influencia de los cam-bios climáticos acaecidos durante elPleistoceno superior, las coetáneas varia-ciones en el nivel del mar y la ocurrenciade fenómenos de captura fluvial.Se ha excluido de este estudio -pese a ha-llarse inserto en la región analizada- elgran Bajo del Diablo, objeto de otra pre-sentación. Similar criterio se mantuvorespecto de los niveles aterrazados delvalle del actual río Chubut y de las geo-formas costaneras genéticamente relacio-nadas con la morfogénesis marina.

UBiCACióN DELáREA DE ESTUDiO

Situada en la región nordoriental de laprovincia del Chubut, abarca la zona con-tinental que comprende las adyacenciasde los golfos San Matías, San Jorge y Nue-vo. Políticamente involucra sectores de losdepartamentos de Biedma, Gaiman, Raw-son y Telsen (Fig. 1).Sus límites geográficos son las coordena-das 42° 00´ y 43° 00´ de latitud sur y 64°30´ y 66°00´ de longitud al oeste de Green-wich. Sus límites naturales están repre-sentados por una superficie de erosiónregional (peneplanicie) al oeste, el Atlán-tico al este y al sur por la meseta de Mon-

temayor.Comprende sectores reducidos de las an-tiguas hojas geológicas a escala 1: 200.000del Servicio Geológico Nacional: 42hPuerto Lobos (Cortés 1987), 43h PuertoMadryn (Haller 1981) y también de lasHojas 4366-ii Puerto Madryn (Haller etal. 2005) y 4366-iii Las Plumas (Saco-mani et al. 2007), a escala 1:250.000.La región cuenta con una red troncal vialbien desarrollada (Fig. 1). Puerto Madryncuenta con un excelente puerto para bu-ques y pesqueros y Trelew un aeropuertopara aviones comerciales. Otros impor-tantes centros poblacionales son Raw-son, Dolavon y Gaiman

METODOLOGÍA

inicialmente comprendió un análisis fo-togeomórfico con fotogramas del iGM aescala aproximada 1: 60.000 y posterior-mente la confección de una carta geo-morfológica a escala 1: 250.000, sobre labase de una imagen Landsat 5TM.Se realizaron dos campañas a fines de ladécada de los 90´s, recorriendo las áreasde la región consideradas de interés parala definición de las unidades geomórficasreconocidas y la distinción del antiguoabanico aluvial.La segunda fase correspondió al análisistopográfico digital a partir del estudio de-tallado del modelo digital de elevación(MDE) de dos escenas c227-89 y c227-90 del SRTM (Shuttle Radar TopographyMission), de 90 metros de resolución es-pacial en el plano horizontal y 1 metro deresolución en el plano vertical o altura re-lativa del terreno, referida al nivel mediodel mar. Se generó un mosaico con líne-as de contorno con una equidistancia de3 metros. De esta base topográfica digitalse imprimieron dos versiones a escala 1:250.000 y 1: 125.000, y se establecieronlos desniveles y límites altimétricos entrelos distintos niveles de planicies y terra-zas diferenciadas, corroborando el análi-sis fotogramétrico previo.La carta geomórfica regional, se elaboróa partir de la digitalización de los contac-tos geomorfológicos extraídos de la in-

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terpretación del mosaico de dos escenasLandsat ETM y ortorrectificadas 227-89y 227-90 (Fig. 2), la topografía detalladadel MDE integrada en un sistema de in-formación geográfico (SiG) con la infor-mación cartográfica del SEGEMAR.Como antecedentes en la temática se con-tó el carteo geomorfológico regional dela provincia del Chubut (75% realizado) aescala 1:250.000 (González Díaz 1998) yaquellos del Bajo del Diablo (GonzálezDíaz 1994) y la carta geomorfológica dela Hoja Geológica 4366-ii, (GonzálezDíaz 2007). Se consultó el estudio deSúñico (1996), que abarca un sector redu-cido del estudio.Varios perfiles (Figs. 5 y 6) exponen laspropuestas relaciones temporales relati-vas entre las distintas geoformas que in-tegran los sistemas geomorfológicos di-ferenciados.Al carteo e identificación de las geofor-

mas variadas que componen los niveles,han sido incorporados datos altimétricosen tramos de las distintas unidades dife-renciadas. Esta gestión facilitará un mejorentendimiento de las descripciones, de larelación espacial entre las geoformas y laevolución del antiguo abanico aluvial.Se considera conveniente aclarar que losvalores altimétricos, están entre parénte-sis y sólo llevan la abreviatura de metros(224 m), con el propósito de reducir eltexto.

PROPUESTAS PREViASSOBRE EL ORiGEN DELAS ACUMULACiONES

Fidalgo y Riggi (1970) propusieron el ori-gen múltiple, pedimentación, acción flu-vial y remoción en masa, para aquellosrodados patagónicos de la zona extraan-dina norte de Santa Cruz, rechazando su

relación genética con la glaciación. Poste-riormente y pese a su lejanía, esta pro-puesta genética fue extendida por otrosautores hacia el norte de la Patagonia ex-traandina, cubierta por las típicas cama-das psefíticas de esos rodados.Cortés (1981) formaliza como FormaciónDos Naciones un extenso plateau psefíti-co situado en la zona oriental del estudio.Esta unidad que coincide con el nivel su-perior reconocido del antiguo abanicoaluvial, es geomorfológicamente definidapor dicho autor, como la cubierta clásticade gravas de un pedimento plioceno en-cubierto.Para Haller (1981) y Haller et al. (2005),corresponden a una simple y homogéneacubierta de rodados patagónicos, consi-derada como Formación Montemayor porYllánez (1979), en el área de este trabajo.Siguiendo a Cortelezzi et al. (1968) y aBeltramone y Meister (1993), los asignanal proceso fluvial, en un ambiente de altaenergía con una mayor participación delos procesos de pedimentación y remo-ción en masa. Sacomani et al. (2007) tam-bién avalan esta alternativa, aunque des-tacan la participación subordinada de losprocesos citados.Lapido (1981), postula su posibilidad ge-nética por acción del flujo laminar demantos de crecientes y fenómenos gravi-tacionales, propios de zonas áridas.En zonas cercanas, Page (1987) y Franchi(1983), los definen como depósitos alu-viales de gran continuidad regional, posi-blemente dispuestos sobre un pedimen-to, elaborado sobre sedimentitas tercia-rias. Sin embargo, las investigaciones men-cionadas no expresan las razones geo-mórficas que condujeron a la definicióndel propuesto pedimento o la de un pro-ceso de pedimentación.Sólo antecedentes escasos mencionan elfenómeno del aterrazamiento y sus dis-tintas geoformas resultantes en el área deestudio que se consideraba cubierta porlos informales rodados patagónicos. Gon-zález Díaz (1994, 1998, 2007) y el másparcial de Súñico (1996), constituyen losprimeros antecedentes en tal sentido.

Figura 1: Ubicación del área de estudio.

509Evolución geomorfológica y cronología relativa ... de los niveles aterrazados, Chubut..

GENERALiDADES ACERCADEL ANTiGUO ABANiCOALUViAL

El paisaje del antiguo abanico aluvial re-conocido, generado por el paleodrenajedel río Chubut, se emplaza a niveles infe-riores entre una peneplanicie exhumadapre-cretácica inferior (o pre-Grupo Chu-but) al oeste (Page 1987, González Díaz2007) y la más elevada meseta de Monte-mayor al sur. Sus límites orientales los es-tablecen las costas de los golfos Nuevo,San José y San Matías (Figs. 2 y 3).Los argumentos principales para su dife-renciación lo constituyeron su situación aniveles inferiores a la meseta de Monte-mayor y la orientación regional de sus pa-leodrenajes hacia el este, en forma anta-gónica a la orientación septentrional de lameseta.Sus acumulaciones cubren en discordan-cia a las antiguas volcanitas jurásicas de laFormación Marifil y a las sedimentitasoligo-miocenas locales. La situación altimétrica distintiva de losremanentes de los sistemas de terrazasdel antiguo abanico aluvial y un recono-cimiento claro de sus límites por sus es-carpas de erosión durante la labor decampo y el análisis fotogramétrico, con-tribuyeron a la diferenciación geomorfo-lógica y altimétrica del conjunto múltiplede geoformas, que generadas por un sis-tema complejo de paleodrenajes fuera in-terpretado en la zona de estudio. El área que inicialmente abarcaba el anti-guo abanico aluvial fue fuertemente re-ducida por su degradación posterior, demodo tal que de aquella sólo se reconocemenos del 50% de su extensión original. En las figuras 2 y 3 se insertan datos alti-métricos pertenecientes a los remanentesque componen los distintos niveles, se ex-ponen las disparidades altimétricas exis-tentes entre ellos y entre sus geoformascomponentes, facilitando su identifica-ción y su relativa temporalidad.Los datos expresan un marcado desnivelexistente entre el sector superior del anti-guo abanico aluvial y el extremo norte dela meseta de Montemayor, un elemento

decisivo que facilitó la distinción tempo-ral y genética entre ambas unidades.Un análisis geomórfico detallado -asocia-do a su situación altimétrica dispar - per-mitió reconocer tres sistemas o nivelesprincipales: nivel superior, medio e infe-rior. Se los relaciona genéticamente conpaleodrenajes distintos y correspondien-tes, que en esta propuesta son diferencia-dos como protoríos Chubut 1, Chubut 2y Chubut 3, según un orden temporal de-creciente. Sus respectivas cuencas de dre-naje aparecen localizadas en alturas pro-gresivamente más inferiores. En los pale-odrenajes de los niveles superior y medio,se observaron relictos de un característi-co diseño distributario.A su vez, en nivel superior se reconocie-ron remanentes de los depósitos de tresplanicies aluviales (Pa, Pm y Pb.); en el ni-vel medio restos de dos terrazas (T1 yT2), en tanto que en el nivel inferior sehalla representado por cinco niveles deterrazas (T3, T4, T5, T6 y T7). Adosadaa este último y a un nivel más bajo, se ha-lla la amplia y regular planicie aluvial delvalle del actual río Chubut.La distribución espacial y altimétrica irre-gular que alcanzaron en el ámbito del an-tiguo abanico aluvial los niveles superior,medio e inferior y sus paleodrenajes, es-tán claramente representadas por sus res-pectivos remanentes.Como dato accesorio, los grandes bajosprincipales del antiguo abanico aluvial tie-nen una exclusiva localización en los ni-veles superior y medio. La ausencia de es-tas geoformas en el nivel inferior, consti-tuyó un dato temporal relativo de interéspara el entendimiento evolutivo del anti-guo abanico aluvial.La marginación del bajo del Diablo porremanentes del nivel superior (Pa y Pm) ymedio (T1), ha determinado la asigna-ción a la depresión una edad posterior aT1.Un reducido y aislado nivel aterrazadoaparece en el extremo sur del bajo delDiablo. Su altura media es del orden delos ± 170 m s.n.m. y de unos 12 m másbajo que Pm (182 m), pero unos 6 m másalto que T1 del nivel medio. Representa-

ría un resto de un epiciclo de erosión, si-milar a los observados en las cabecerasdel paleovalle Don Morgan-Saraza. Su re-lación con los niveles cercanos, no ha po-dido ser establecida. En la figura 2 se lodistingue con la rastra de nivel medio.Las características litológicas y sedimen-tarias generales del antiguo abanico alu-vial, se obtuvieron a partir de perfiles re-ducidos que aparecen expuestos en algu-na de las pequeñas canteras que aportanmateriales de rodados y arenas, para elmantenimiento de las rutas provinciales.Es llamativa su gran semejanza con aque-llas de los informales rodados patagóni-cos, que avala un similar origen fluvial.El antiguo abanico aluvial está esencial-mente integrado por ortoconglomeradospolimícticos, de espesores muy variables(3-15 m). Predominan (70-80%) los clas-tos de las volcanitas de la FormaciónMarifil y en proporciones menores, rocasbasálticas, plutónicas y sedimentarias. Suestratificación es grosera, poco notable,horizontal y entrecruzada, y más ocasio-nalmente maciza.La estructura es clasto-sostenida, con mo-derados contactos y clastos con formasredondeadas a subesféricas. Son de varia-do tamaño, predominan diámetros entre5-10 cm (máximo hasta 20 cm). Su gra-nulometría disminuye progresivamentehacia los niveles inferiores, en los que hayuna mayor participación de la facies are-nosa. Su matriz es arenosa, gruesa a fina.La cementación compleja que se observaen tramos de sus perfiles, brinda mayorcohesión a sus sedimentitas. Aquella porcarbonatos es dominante. El yeso comocementante es muy secundario y más oca-sional la sílice (Súñico 1996). Las gravas yrodados suelen mostrar una película car-bonática superficial delgada e irregular.El carácter abierto de su esqueleto y sunatural y buena infiltración, incrementóla resistencia de las acumulaciones de losniveles del antiguo abanico aluvial a laerosión, al limitar la concentración del es-currimiento encauzado superficial.Las particularidades explicarían en parte,la persistencia de Pa y Pm en el paisajedel nivel superior y avalan la considera-

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ción geomórfica de los remanentes de Pay Pm, como verdaderas planicies estruc-turales.Los niveles superior y medio del antiguoabanico aluvial culminan en un abruptofrente de erosión. Sus alturas mayoresrespecto del nivel del mar y aquellas delos cordones litorales vecinos, sugiere unaprevia y mayor extensión de sus depósi-tos hacia el este, superando la actual líneade costa atlántica. No se descarta que ha-yan cubierto el área (o parte) de la penín-sula Valdés.Un antecedente en tal sentido es brinda-do por Mouzo et al. (1978), quienes hanpropuesto que sus rodados patagónicos(aquí reinterpretados como los niveles delpresente estudio), cubrieron toda la re-gión del golfo Nuevo y la península Val-dés.Plantean una interesante alternativa ge-nética sobre el golfo, al considerar quefue una depresión generada por procesossubaéreos, la que posteriormente fue in-vadida por el mar en tiempos recientes(transgresión holocena?). Sin embargo,su formulación aparece reforzada cuandose toman en cuenta las alturas de los ni-veles superior, medio e inferior, en las ad-yacencia de las costas de los golfos Nue-vo y San Matías.

descripción geomórfica del nivel su-perior De su extensión inicial, sólo persisten tra-mos degradados de sus sectores norte ycentral. Se carece de datos precisos deltiempo de su acumulación y desarrollo nide su posterior degradación. Sólo es con-siderado previo a los rodados patagóni-cos.Dispuesto en alturas inferiores al extre-mo norte de la meseta de Montemayor ya la peneplanicie exhumada y desmante-lada occidental -cuya edad es interpretadacomo previa al Grupo Chubut- sus rema-nentes se distribuyen dentro de un marcolocal compuesto por la peneplanicie cita-da al oeste y los remanentes al este del ni-vel medio posterior.En el nivel superior se reconocieron tresunidades geomórficas principalmente

compuestos por sus remanentes. Aisla-das, de irregular grado de conservación,son diferenciadas por consideraciones al-timétricas simples: alta (Pa), media (Pm) ybaja (Pb) (Figs. 2 y 3).Convergen hacia el golfo de San Matías,a mayores alturas que el actual nivel delAtlántico: Pa (96 m), Pm (84 m) y Pb (78m). También lo hacen con respecto a loscordones litorales de Puerto Lobos, cuyacota máxima no supera los 20 m s.n.m.La erosión de sus frentes en la zona cos-tera entre los cordones de Puerto Lobosal norte y la punta Buenos Aires al sur,condujo a la exposición de estrechos tra-mos del sustrato terciario. Su erosión hadesarrollado un relieve singular y ásperoafín al paisaje de las huayquerías, disecta-do por cortos y profundos cañadones,muchos de los cuales muestran sus térmi-nos colgados. Similares rasgos morfoló-gicos se observaron entre punta Ambro-setti y El Pedernal, sobre la costa del gol-fo Nuevo.Entre la costa y los extremos de Pa y Pm,se extiende un piedemonte agradacionalde suave pendiente hacia el mar, que im-pacta contra los cordones litorales. En el nivel superior, Pa representa la faseagradacional primaria del antiguo abani-co aluvial, relacionada en origen con elpaleodrenaje de un protorío Chubut 1(Fig. 4a). La Pa y Pm constituyen rema-nentes discontinuos de terrazas, en tantoque Pb es una planicie aluvial extensa ycontinúa alojada en un definido paleova-lle Don Morgan-Saraza. Planicie alta (Pa): Antecede al desarrolloulterior de Pm y Pb. En planta sus rema-nentes muestran una precisa orientaciónal NNE. Geomorfológicamente Pa re-presenta el fill top (Howard 1959) o faseagradacional inicial del nivel superior. Sured de drenaje expone con pendiente ge-neral suave, un diseño distributario grue-so, considerado relíctico. Los restos de laplanicie aluvial previa con anchos y ex-tensos canales, muestran el característicohábito entrelazado. Su régimen efímeroactual, sólo es activado durante precipita-ciones ocasionales.La pobre definición que suele mostrar el

paleodrenaje en algunos sectores, resultade su encubrimiento por un discontinuomanto de montones de arena (drift sands).Sus remanentes marginan por el oeste ynorte al bajo del Diablo, cuya playa se ha-lla ± 120 m por debajo. El de mayor ta-maño se extiende entre el extremo nortedel bajo del Diablo y la latitud de puntaArco, situada algo al norte de la ciudad dePuerto Madryn.Escarpas de erosión con desniveles entre6-9 m, la distinguen por su borde oestede Pm. En su ápice norte, el desnivel res-pecto de la más baja Pb, se incrementahasta ± 18 metros. Entre el extremo norte del bajo del Dia-blo y el codo de captura del paleovalleSimpson, una escarpa de erosión abruptade unos ± 60 m de desnivel, constituye ellímite en un tramo extenso de su bordeoriental y el occidental de ese antiguo va-lle.Escarpas de erosión con desniveles entre6-9 m, la limitan por su borde oeste res-pecto de Pm. En su ápice norte, el desni-vel que la separa de la más baja Pb, se in-crementa hasta ± 18 metros. Al sudoeste del bajo del Diablo, otro res-to de Pa engloba al bajo de la aguada delConfort, cuya playa se halla unos 45 mpor debajo de sus márgenes.Al norte de la estancia Saraza se hallanotras dos exposiciones principales de Pa(occidental y oriental), separadas por unremanente de Pm correspondiente a laplanicie aluvial del paleovalle previoEstancia Paz. Alcanzan desniveles de ± 6m, con respecto al adyacente tramo dePm (Fig. 6, perfil AA').El afloramiento occidental se disponeelongado entre la aislada mesilla de loscerros Colorados (un resto de nivel supe-rior) y la depresión de la laguna La Mon-tosa, al norte.Escarpas de erosión de ± 25m la margi-nan por el oeste respecto de la depresiónalargada y discontinua de los Cerros Co-lorados. Esta constituyó parte de un vallehoy inactivo que separaba Pa, de los másoccidentales y abanicos aluviales previosde las formaciones El Porvenir y Eiza-guirre (Cortés 1987).

Evolución geomorfológica y cronología relativa ... de los niveles aterrazados, Chubut.. 511

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Evolución geomorfológica y cronología relativa ... de los niveles aterrazados, Chubut.. 513

Figura 2:CartaGeomórficade la regiónanalizada.

El otro remanente (oriental) se halla a lalatitud de la depresión que aloja la lagunaLos Gauchos, cuya playa se halla en los78 m s.n.m. Resaltos de erosión de 6-8 mlo distinguen de Pm (paleovalle EstanciaPaz) y otros de ± 6 m de la extensa y ad-yacente Pb, en la porción distal del tramonoreste del paleovalle Don Morgan-Sa-raza.Restos menores componen planicies es-tructurales aisladas y reducidas (mesillas).La mayor se halla al sur de la estancia LaPortada. Está separada del cuerpo princi-pal de Pa, por un tramo de Pm (Fig. 2).Un asomo de Pa, se halla al sur de PuertoMadryn, al este del paraje Barranca Blan-ca. Un resalto erosivo de ± 12 m estable-ce su límite con Pm.Planicie media (Pm): Sus remanentes se ha-llan dispuestos en niveles inferiores a laprevia Pa. Debe su origen a la degrada-ción de Pa. Altimétrica y temporalmenteocupa una situación intermedia entre Pay Pb. Evidencias limitadas de su diseño distri-butario original están representadas porel paleovalle Estancia Paz. El hábito delpaleodrenaje es entrelazado. Su actual dre-naje efímero, es activado durante circuns-tanciales lluvias.Se reconocieron tres remanentes princi-pales y otros menores. El de mayor con-tinuidad y extensión ocupa la zona cen-tral y oeste de la región de estudio. Eneste último se inserta el tramo superiornorte-sur del paleovalle Don Morgan-Sa-raza (Fig. 2).Con sus cotas mayores, Pm se extiendehacia el oeste, superando los límites occi-dentales del estudio (Fig. 2). Su pendien-te regional muestra un suave descensohacia el noreste. Sus máximas cotas (224m) en el área del estudio, aparecen a lalongitud del paraje Boliche del Desem-peño (Boliche en la carta geomorfológi-ca). Pierde progresivamente altura a lolargo de su tramo ENE, alcanzando ±134 m a la latitud de la laguna de las Fle-chas (Fig. 2).Definidas escarpas de erosión (± 8-10 m),determinan sus límites con Pb en el tre-cho del nivel superior del paleovalle Don

Morgan-Saraza En el tramo NNE deéste, los desniveles se reducen a 6 metros.La mesilla situada al sur de la estancia LaPortada, -un resto de Pa- sobresale aisla-damente sobre su superficie.Se hallan dos pequeños montes islas enlos cerros Torrejón y Guacho (± 158 y151 m, respectivamente), que descollanlevemente en la zona central de Pm, yotro monte adyacente innominado (Fig. 7).Estos constituyen reducidos testimoniossuperficiales de la infrayacente Forma-ción Marifil, resultantes de la exhumaciónmuy limitada del paleorelieve subyacentede la peneplanicie pre-Grupo Chubut ex-humada. Otros pequeños afloramientossuelen verse en el interior de algunos ba-jos como en la laguna de las Flechas.Otros dos restos de Pm se hallan al nor-te de la estancia Saraza. Uno está com-puesto por remanentes del paleovalle Es-tancia Paz. Configura una Y asimétrica enplanta, debido a una corta bifurcación alENE y engloba el extremo sur del restooriental de Pa.El restante se dispone paralelo a la costadel golfo Nuevo, entre punta Arco y el is-tmo Ameghino. Una corta proyección dePb, lo separa de la más austral Pa. Escar-pas de erosión del orden de unos 12 m,marcan sus límites con respecto a Pb. En las proximidades de la costa sudoestedel golfo San Matías (Fig. 3), una reduci-da exposición de Pm constituye una me-silla que alberga la laguna de las Brujas.Con desniveles ± 9 m, se levanta sobreuna envolvente Pb. Sus términos rematana mayor altura y abruptamente sobre lacosta, de modo similar al nivel superior, eneste caso sobre aquella del Golfo Nuevo.Pm fuertemente degradada, conformauna divisoria delgada que separa los gol-fos Nuevo y San José, la que se prolonga-ría más al este en el istmo de Ameghino.Planicie baja (Pb): Coincide composicionaly geomórficamente con la planicie aluvialdel extenso y bien conservado paleovalleDon Morgan-Saraza. Culmina al noreste,sobre la costa abrupta del golfo San Ma-tías. Page (1987), definió el citado paleovallecomo un antiguo cauce. Por su parte La-

pido (1981) y Sacomani et al. (2007), lodefinen como un paleocauce. Alberga lasgravas Morgan, término con el que Page(1987), formalizó sus depósitos dominan-temente psefíticos. Lapido (1981), pro-puso que el origen del paleocauce es unaconsecuencia del desvío de las aguas delrío Chubut, hacia el norte.El drenaje de la planicie es de hábito en-trelazado; el tamaño de sus canales esmenor que en Pa y Pm y su densidad esmayor.Por su orientación dispar se diferencia-ron dos sectores en el paleovalle DonMorgan-Saraza y la correspondiente Pb:uno superior de dirección general norte-sur y otro inferior orientado al nornoreste.En el extremo sur del primero, el paleo-valle expone a la latitud de Las Chapas ycon relación a las terrazas T1 y T2 del ni-vel medio y la actual planicie aluvial delrío Chubut, las características de un vallecolgante (Fig. 2). Esta situación anómalatambién ha sido vinculada por Lapido(1981), con un fenómeno de captura.Escarpas de erosión limitantes y empina-das, distinguen a Pb de Pa y Pm. La ma-yor diferencia altimétrica comprobadacon Pb, alcanza los ± 18 metros. Entre la estancia Don Morgan y el cerroLa Galleta, su tramo superior de rumboN es prácticamente recto. Con un anchopromedio de unos 7 km -en cortos tre-chos suele superar los 10 km- sus desni-veles con la adyacente Pm varían entrelos 6 y 9 metros. El relieve del cerro LaGalleta (188 m), resalta como un montetestigo (Fig. 2), sobre las acumulacionesde Pb. Los autores adjudican la citadarectitud a una probable influencia delcontrol ejercido por el sistema regionalestructural de la faja de fracturamientoBandera (Cortés 1987), de similar dispo-sición. Avalaría la clasificación de ese tra-mo del paleovalle Don Morgan-Saraza,como valle subsecuente. Entre las estancias Don Morgan y BajadaGrande, aparecen dos pequeños restos deterrazas sobre su margen izquierda. Sondefinidas como evidencias morfológicasde epiciclos de erosión. Sobresalen sobrela planicie Pb.

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El cercano a la estancia Don Morgan,está compuesto por dos niveles de terra-zas, separados por un resalto ± 3 metros.El otro remanente -individual- se ubicamás al norte, al este del puesto CerroNegro A partir del cerro La Galleta y coinci-diendo con los primeros afloramientosde la Formación Marifil, la traza del pale-ovalle Don Morgan-Saraza cambia abrup-tamente su rumbo hacia el nornoreste.Para los autores el desvío es una conse-cuencia de la interferencia (obstáculo),que representó el relieve de las pequeñaselevaciones de la Formación Marifil enlas lomas del Vasco, del Miguel y del ce-rro de la laguna Colorada.Componen una baja divisoria dispuestaentre los cerros Galleta y Redondo quesupera la cota de la planicie del paleovalleDon Morgan-Saraza. La mencionada di-ferencia altimétrica, constituyó un impe-dimento insuperable para la proyeccióndel paleovalle hacia el norte.

El tramo inferior nornordeste del prácti-camente inactivo paleovalle Don Mor-gan-Saraza, alcanza una longitud de ±150 km entre el cerro La Galleta y el gol-fo San Matías. Muestra una notable yprogresiva expansión lateral agua abajode la estancia Saraza. En las adyacenciasde la costa y con formas similares a unabanico aluvial truncado, supera los 25km de ancho. En este sector, un rema-nente de Pa (mesilla de la laguna de lasBrujas) constituye un verdadero islote enPb.El paleovalle Don Morgan-Saraza culmi-na al norte del estudio, en un abruptoacantilado marino entre el golfo San Ma-tías, la laguna de las Brujas y la puntaBuenos Aires. Sus diferencias altimétricascon el nivel del mar, remiten a la pro-puesta de Mouzo et al. (1978).La desactivación del paleovalle DonMorgan-Saraza, representa el corolario yla interrupción de la evolución fluvial delnivel superior y su reemplazo por el co-

rrespondiente al nuevo sistema del deno-minado nivel medio.

descripción geomórfica del nivel me-dio Su origen es vinculado a una nueva des-organización del paleodrenaje del antiguoabanico aluvial, provocado por la capturay el desvío de las aguas del precedenteChubut 1 del nivel superior. A su vez sudesarrollo es relacionado con un nuevopaleodrenaje local del protorío Chubut 2,con desenvolvimiento a menor altura quela del previo Chubut 1. El paraje de lacaptura se hallaría en las cercanías de lalocalidad de Las Chapas. Las geoformas del nivel medio apareceninsertas en un marco constituido por elnivel superior al norte y noroeste y el ni-vel inferior, al sur. Es probable que origi-nalmente la meseta de Montemayor, cons-tituyera su limite sur (Fig. 4b). El desarro-llo de un río captor de las aguas del Chu-but 2, el protorío del paleovalle Simpson,

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Figura 3: Carta geomórfica del sector norte de la región analizada.

es posterior al nivel medio y anterior alinferior.La distribución de sus remanentes aterra-zados (T1 y T2) resultantes de la degra-dación de las dos planicies aluviales reco-nocidas en el paleodrenaje del Chubut 2,facilitó la reconstrucción esquemática delárea inicialmente cubierta por el nivel me-dio (Fig. 4b). Además como se adelanta-ra, sugirió una asignación temporal relati-va del desarrollo del bajo del Diablo, conrespecto a los niveles medio y superior. Sus remanentes muestran buena continui-dad general (Fig. 2) y sugieren la orienta-ción regional del protorío Chubut 2 alENE, hacia el golfo Nuevo. Su degrada-ción posterior por el desarrollo del nivelinferior, no llegó a eliminar sus eviden-cias morfológicas principales.De acuerdo al hipotético modelo de cor-te y relleno propuesto para explicar laevolución posterior del antiguo abanicoaluvial mediante sucesivos episodios deerosión y agradación (Fig. 4), T1 es con-siderada una terraza de agradación y T2como de erosión.Las relaciones altimétricas de sus rema-nentes entre la Loma María y de la divi-soria que separa el paleovalle Simpsondel bajo del Diablo, han facilitado su de-finición como terrazas pares (o cíclicas),una consideración que sugiere la influen-cia de modificaciones en la descarga flu-vial o del nivel del mar.En la descripción sólo se tratarán las ex-posiciones reconocidas sobre la margennorte del río Chubut, que muestran bue-na continuidad. En la margen sur handesaparecido por erosión o son de dudo-sa correspondencia.Para el análisis de T1 y T2 también se handiferenciado dos sectores por su disposi-ción: el occidental y el oriental. Ambos sehallan separados por un hiato geomórfi-co (Fig. 2), que se extiende entre la estan-cia Las Quebradas y la localidad de Gai-man. Con suave pendiente al E, el sectoroccidental aparece entre el paraje del Bo-liche del Desempeño y se prolonga algoal norte de la estancia 1ro. de Mayo.En las adyacencias del Boliche, un resal-to erosivo de ± 9 m de altura, separa a Pm

del nivel superior de T1, diferencia que seincrementa agua abajo -hasta unos 12 m-en las cercanías de la estancia 1ro. de Mayo.La distribución del sector occidental deT1 coincide con la más inferior T2. Sehallan separadas por una irregular perocontinua escarpa de erosión, que a lo lar-go de su desarrollo expone desniveles quevarían entre los 25 y 18 metros. Ambas,en situación inferior al nivel superior,ocupan posiciones superiores a las terra-zas del nivel inferior y a la actual planiciealuvial del valle del río Chubut.Las terrazas T1 y T2 desaparecen morfo-lógicamente (el hiato) a la latitud de la es-tancia Las Quebradas, reapareciendo enlas vecindades de Gaiman-estancia SanCristóbal. Ambas eliminaciones coinci-den con la margen exterior de una ampliasinuosidad, ubicada al pie de la escarpaaustral de un tramo de Pa (Fig. 2). La des-aparición -de acuerdo al análisis geomór-fico- estaría relacionada con la erosión la-teral (pendiente de corte) del protoríoChubut 3, probablemente a nivel de T3.El sector oriental muy desmembrado,conforma amplios tramos discontinuosentre la estancia San Cristóbal y el golfoNuevo dispuestos paralelamente al pale-ovalle Simpson, cuya traza entre las es-tancias San Cristóbal y Simpson, aloja laprofunda garganta del citado paleovalle.La orientación general del sector oriental,guarda marcada analogía con la traza delpaleovalle Don Morgan-Saraza entre LasChapas y el cerro La Galleta. Es probableque responda a una reiteración del con-trol estructural de la faja de fracturamien-to Bandera (Cortés 1987).A partir de Gaiman y hacia el norte, T1compone el borde sur del halo de nivelesaterrazados que rodea la depresión delbajo del Diablo la que excavada en frági-les sedimentitas terciarias, constituye unexcelente ejemplo de inversión del relieve.Con contornos irregulares y gran conti-nuidad (20 por 6 km), T1 limita por eleste al citado bajo y desaparece a la lati-tud del extremo norte de la depresión.Una escarpa de erosión de ± 15 m la se-para de la más inferior T2.Prácticamente la totalidad de la loma Ma-

ría (Fig. 2), está integrada por un extensoremanente de T1. Compone un gran islo-te (planicie estructural) de grosera confi-guración en planta, afín a un triángulo isó-sceles. Solitaria, se levanta marginada porel paleovalle Simpson al oeste y el piede-monte oriental adyacente (Fig. 7, PerfilDD´). Sus márgenes son abruptas e irre-gulares y están disectadas por cortas y pro-fundas gargantas o cañadones. Sus mayo-res alturas, se hallan en su extremo sur.La planicie estructural de la loma María(T1) remata al norte mediante un reduci-do resto de T2, que compone su bordeseptentrional (± 113 m). Se halla unos ±18 m por debajo de T1 y unos ± 65 mpor encima del piso del paleovalle Simp-son.Marginando la costa y en la delgada divi-soria que separa el golfo Nuevo del pale-ovalle Simpson, se hallan dos aisladospero amplios restos de T1. La divisoriaremata por el este en punta Ninfas, enuna reducida mesilla de T1 (Fig. 2). T2también reaparece a la longitud de Gai-man. Adosada a T1 y en situación infe-rior (± 21 m), se extiende continua haciael este-noreste superando la latitud delextremo noreste del bajo del Diablo.Un amplio remanente de T2 también for-ma parte de la mencionada delgada divi-soria Simpson-golfo Nuevo. En la zonade las estancias Principio y La Margarita,constituye un elongado remanente este-oeste, marginado por restos de T1.Escarpas de erosión, con desniveles de ±12-15m, establecen los límites entre am-bas terrazas. Desde punta Ambrosetti yhacia punta Ninfas, T2 bordea la costadel golfo Nuevo, finalizando contra el ci-tado y solitario asomo de T1 y la costaatlántica.

descripción geomórfica del paleova-lle simpson Su desarrollo es ulterior al nivel medio. Hadesorganizado sustancialmente el paleo-drenaje del protorío Chubut 2, particular-mente el sector oriental en el tramo entrelas estancias San Cristóbal (S) y el golfoNuevo, al norte (Figs. 2 y 6, Perfil CC¨).La orientación nornordeste del tramo su-

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Figura 4: Esquema interpretativo de la migración del paleodrenaje del río Chubut.

perior del paleovalle Simpson guardacoincidencia y se considera una herenciade la traza previa del sector oriental delChubut 2 (nivel medio), entre las estan-cias San Cristóbal y Simpson. Su origen es relacionado con dos proce-sos: a) la reactivación de la erosión retro-cedente de un curso secundario e inno-minado, que con rumbo general ONOdesembocaba en el mar en las cercaníasdel bajo de los Huesos y b) la posteriorcaptura del paleodrenaje medio y supe-rior del protorío Chubut 2. Un codo de captura es interpretado porel abrupto cambio de dirección a 90°,agua arriba de la estancia Simpson. Laprobable causal de la reactivación, es atri-buida a un descenso contemporáneo delnivel del mar durante la última glaciación.El tramo superior del paleovalle Simpsonconforma una profunda y estrecha gar-ganta, marginada por el nivel medio (T2)al oeste y la loma María (T1) al este (Fig.7, Perfil DD´). Su extremo sur -sobre elvalle del río Chubut- se interrumpe súbi-tamente. Esta anomalía es relacionadacon la captura y el desvío coetáneo de lasaguas, por un posterior protorío Chubut3 generador del nivel inferior.La citada garganta de abruptos y eleva-dos laterales, tiene una profundidad quealcanza los ± 60-70 m al N de la estanciaSanta Catalina. En un paraje adyacente -puesto Kilómetro 53 del antiguo ferroca-rril- la erosión fluvial ha expuesto un re-ducido asomo del basamento regional delas volcanitas jurásicas de la FormaciónMarifil (Fig. 2), que sobresale levementeen su planicie aluvial. Es definido comoun monte isla. Constituye una divisoriabaja, que determina el escurrimiento su-perficial de precipitaciones ocasionales alnorte, hacia estancia Simpson, y hacia elsur hacia la estancia San Cristóbal. Tieneuna cota de 69 m s.n.m.; su altura relativasupera en unos ± 10 m al piso del paleo-valle Simpson. La interrupción del ciclo fluvial ante cap-tura ejercida del paleovalle Simpson porel protorío Chubut 1, provocó la desor-ganización y desactivación de los paleo-drenajes del nivel medio y del paleovalle

Simpson y además, el establecimiento deun nuevo paleodrenaje local genéticamen-te relacionado con nivel inferior (Fig. 4c).

descripción geomórfica del nivel in-ferior Caracterizado por varios epiciclos de ero-sión, el nivel inferior está representadopor remanentes de cinco terrazas aluvia-les, derivadas de sendas y previas plani-cies aluviales del paleodrenaje del Chubut3. Se reconocieron cinco terrazas: T3,T4, T5, T6 y T7. En el fondo del valle delactual río Chubut, entre el Boliche y la es-tancia 1ro. de Mayo (cañadón Alsina), del-gados restos de sus dispersas y más infe-riores terrazas, cubren discordantementea reducidas y aisladas exposiciones de laFormación Marifil, definiendo algunas te-rrazas rocosas.La distribución de las geoformas del ni-vel inferior coincide prácticamente con ladisposición este-oeste del actual valle delrío Chubut. Su origen complejo es referi-do a accesos de energía fluvial, los quesupuestamente son vinculados a cambiosrelativos en el nivel del mar durante la úl-tima glaciación.De acuerdo al ya mencionado modelo decorte y relleno, se le asigna un carácteragradacional a la primera y más elevadaterraza T3. Las restantes son considera-das como de erosión y al igual que en ni-vel medio, son del tipo cíclicas. En estapresentación no se analiza el desarrollode aquellas terrazas modernas del río Chu-but, inferiores a T7. De modo similar a lo observado con T3y T4 del nivel medio, se comprobó sobrela margen norte del valle un análogo hia-to geomórfico y eliminación de las terra-zas del nivel inferior entre Dolavon y Gai-man. El fenómeno es correlacionado conla erosión lateral del actual río Chubut,durante inciertos tiempos del Pleistocenosuperior.Nuevamente la citada desaparición llevóa distinguir dos sectores: occidental yoriental. El primero se extiende entre laestancia Las Quebradas y Dolavon, situa-da agua arriba de esta última. Su discon-tinuidad es un producto de su fuerte de-

gradación. El sector oriental es de mássimple reconocimiento por su mejor con-servación. Se aclara que la descripcióndel nivel inferior, comprenderá casi ex-clusivamente aquellas terrazas del mar-gen norte del valle del río Chubut.El tramo de T3 entre la estancia Las Que-bradas y Dolavon -de forma similar a T1del nivel medio- es considerado como deltipo agradacional. inmediatamente aloeste del paraje donde T1 y T2 del nivelmedio desaparecen, T3 se halla unos 60m por debajo de T2 (nivel medio) y aunos 100 m de la más elevada Pm (nivelsuperior).Entre la boca del cañadón Villegas y Do-lavon, T4 se ubica entre 8 y 10 m por de-bajo de T3. Ambas no tienen ninguna ex-presión más al este de la zona del hiato.Entre el Boliche al oeste y la ColoniaChubut al este, se hallan retazos de T5 yT6 sobre ambas márgenes y también enel eje del valle actual del río Chubut, don-de cubren aislados afloramientos de lasvolcanitas jurásicas, dando lugar a terra-zas rocosas. La principal exposición de T5 aparecesobre la margen sur del valle del río Chu-but, al pie de la barda de la meseta deMontemayor a la altura de la estancia SanRoque. Sus cotas absolutas oscilan apro-ximadamente, entre los 88 m al oeste yunos 72 m al este.Mayor homogeneidad y continuidad ofre-cen T5 y T6 en el sector oriental, entreGaiman y el Atlántico. T5 con cotas ab-solutas entre ± 42 m al poniente y los ±27 m al naciente, se extiende con marca-da continuidad entre la estancia SanCristóbal y la zona de Barrancas Norte,ya sobre la costa. Su límite al norte lo es-tablece el piedemonte oriental de la lomaMaría.La inferior T6 está separada de T5 poruna escarpa de erosión, cuya altura pro-medio varía entre 6 y 5 metros. Un am-plio remanente de la terraza T6 apareceentre Gaiman y la estancia La Mimosa,ubicada en las cercanías de la desemboca-dura del río Chubut al Atlántico. En T6se halla la base aeropuerto Almirante Zar.Más al este y al sur de Rawson, a un nivel

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inferior T6 margina la porción distal deun nivel pedemontano agradacional des-arrollado al pie del ángulo noreste de lameseta de Montemayor. Un resalto de ±3-5 m establece sus límites. Finaliza abrup-tamente en la costa entre las playas Mag-dalena y Santa isabel.Por último, la terraza más inferior es laT7. En ella se asienta gran parte de la ciu-dad de Trelew (± 18 m). Un resalto ero-sivo de unos 6-9 m, la separa de la supe-rior T6. Un resto de terraza equivalente aT7, también aparece sobre la margen surdel valle al suroeste de Rawson, con altu-ras similares y a un nivel inferior a T6.

PROPUESTAiNTERPRETATiVASOBRE LA EVOLUCióN YCRONOLOGÍA RELATiVADEL ANTiGUO ABANiCOALUViAL

La incierta edad del antiguo abanico alu-vial limita cualquier conclusión estrati-gráfica válida y dificulta la interpretacióncronológica absoluta de su desarrollo. Aello se suma el cubrimiento de las relacio-nes geológicas entre los niveles propues-tos, por acumulaciones de taludes, desli-zamientos de detritos o reptaje y un con-secuente desconocimiento de la compo-sición formacional del antiguo abanicoaluvial.Diversos antecedentes (Lapido 1981, Ha-ller 1981, Haller et al. 2005), consideraronque la región de estudio representaba ge-ológicamente la continuidad septentrio-nal de los rodados patagónicos de la me-seta de Montemayor.La edad del antiguo abanico aluvial es unproblema aún no resuelto. Sólo se avalasu posterioridad a los rodados patagóni-cos, variadamente adjudicados a un lapsoque abarca desde el Plioceno superior(Sacomani et al. 2007), hasta el Pleisto-ceno inferior (Haller 1981, Haller et al.2005, Franchi 1983, Franchi et al. 1975).El estudio realizado no avala la propues-ta analogía temporal y formacional, porlas siguientes razones:a) La excelente topografía disponible de-

muestra que originalmente el antiguoabanico aluvial tuvo un paisaje homogé-neo, con una pendiente regular, consis-tente y regional hacia el este;b) Contrastando, la pendiente de la mese-ta de Montemayor de rodados patagóni-cos, desciende progresivamente hacia elnorte, con un relieve muy irregular carac-terizado por numerosas depresiones (ba-jos) y un drenaje desorganizado en las ad-yacencias de antiguo abanico aluvial, alsur del valle del río Chubut;c) El análisis regional de paleocorrientesde los rodados patagónicos realizado porBeltramone y Meister (1993), comprendeel área de la meseta Montemayor. Con-cluyen adjudicándole una resultante re-gional con dirección predominante NE.Similar conclusión, alcanzan con respec-to a su paleopendiente. Ambas son rela-cionadas con el paleodrenaje regional delrío Chico. En divergencia, el paleodrena-je complejo del antiguo abanico aluvial,exhibe una disposición predominanteeste-oeste, prácticamente transversal. d) El mapa digital detallado permitió com-probar en zonas adyacentes diferenciasaltimétricas notorias entre el relieve delantiguo abanico aluvial y el de la meseta.Así por ejemplo, Pa (considerada la su-perficie primaria agradacional del antiguoabanico aluvial), no supera los ± 145-150m a la longitud de Gaiman y en Dolavonlos ± 180 metros. Al sur de ambas locali-dades y separadas por el valle del ríoChu-but, las cotas del margen norte de lameseta de Montemayor, oscilan entre los220-240 metros.e) Las geoformas y el relieve del antiguoabanico aluvial aparecen emplazados aun nivel inferior entre dos entidadesmorfológicas más antiguas: la peneplani-cie pre-Grupo Chubut exhumada al nor-te y noroeste y la planicie estructural de lameseta de Montemayor al sur.Esas disparidades abogan por la diferen-ciación genética y la menor edad de lasacumulaciones del antiguo abanico alu-vial, respecto de los rodados patagónicosde la meseta de Montemayor, pese a sumarcada homogeneidad composicionalsedimentológica.

Debido a las citadas restricciones y lacomplejidad del antiguo abanico aluvial,los autores han diseñado una interpreta-ción esencialmente hipotética acerca dela compleja evolución del antiguo abani-co aluvial. Se basa en el análisis geomor-fológico, un ordenamiento temporal rela-tivo y secundariamente en la disposiciónaltimétrica de los remanentes de los siste-mas geomórficos reconocidos.Reconociendo la carencia de sólidos da-tos temporales y aceptando provisoria-mente aquella propuesta de la extensiónde los rodados patagónicos hasta elPleistoceno inferior (Haller 1981, Halleret al. 2005, Franchi et al. 1975), los auto-res refieren su edad a inciertos tiemposdel Pleistoceno superior, que abarcaríanel interglacial Sangamon (post glaciaciónillinoian) y el período Wisconsin (últimaglaciación). Estas asignaciones -pese a sulógica incertidumbre- constituyen la basetemporal relativa, utilizada aquí para lainterpretación del desarrollo del antiguoabanico aluvial.También las interpretaciones geomorfo-lógicas de los citados autores, difieren delpropuesto reconocimiento de un abanicoaluvial antiguo del paleodrenaje del ríoChubut en la región analizada.Para Cortés (1981), la distribución del an-tiguo abanico aluvial coincidiría con elárea de una cubierta de gravas correspon-diente a un pedimento contiguo al áreaserrana; cuyas acumulaciones ha distin-guido estratigráficamente como la For-mación Dos Naciones (Plioceno) y geo-morfológicamente como pedimento plio-ceno encubierto. Esto último sin aportarargumentos geomorfológicos válidos.En su postulación se comprueba la au-sencia de un reconocimiento y descrip-ción de ciertos rasgos morfológicos bási-cos para definir un pedimento: la escarpade erosión generada por el retroceso pa-ralelo y rectilíneo del frente serrano, elcaracterístico ángulo del piedemonte -que señala el límite entre ambas geofor-mas- o una concreta descripción de lapropuesta superficie de erosión y trans-porte.Una ambigua consideración como una

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superficie de erosión, sólo se basa en lacita de consideraciones de Fidalgo y Riggi(1965, 1970), en la lejana Santa Cruz.Las características sedimentario-estructu-rales comprobadas en los depósitos delantiguo abanico aluvial debilitan su pro-puesta. Los clastos del material en tránsi-to sobre un pedimento carecen del gradode esfericidad que muestran los depósi-tos psefíticos aluviales del antiguo abani-co aluvial. Generalmente componen unmanto regolítico, fuertemente meteoriza-do.La cobertura clástica de un pedimentoencubierto (concealed pediment), no exponelas estructuras sedimentarias observadasen las acumulaciones del antiguo abanicoaluvial (estratificación entrecruzada, dia-gonal, torrencial con imbricación de losclastos). La mencionada ausencia es nor-malmente relacionada con el transportedel material en los pedimentos, por man-tos de crecientes (sheet flows).Por otro lado, el origen fluvial y la altaenergía reclamadas por las acumulacionesdel antiguo abanico aluvial (geoformaagradacional), colisiona con las condicio-nes secas, áridas a semiáridas propias dela génesis de un pedimento (geoforma deerosión).El análisis geomorfológico de los auto-res, ha llevado a proponer una migraciónprogresiva del paleodrenaje del antiguoabanico aluvial hacia el sur (Figs. 3a-c),con posterioridad al paleodrenaje del ni-vel superior.Para explicarla se ha recurrido a la inter-pretación local de un modelo de terrazasde corte y relleno (cut and fill terraces; Quinn1957, Leopold et al. 1964), básico para eldesarrollo propuesto del antiguo abanicoaluvial. El proceso condujo a la elimina-ción del 50% del primigenio antiguo aba-nico aluvial (Fig. 5a). El modelo estable-ce además, la posibilidad de considerar lacomposición del antiguo abanico aluvialcomo poliformacional (Fig 4). Los niveles reconocidos del antiguo aba-nico aluvial serían tres formaciones sedi-mentarias fluviales de análoga composi-ción, las que provisoriamente son asigna-das al Pleistoceno superior. Representa-

rían sucesivos episodios de erosión, sepa-rados por igual número de agradaciónpor corte y relleno. Los perfiles AA´,BB´, CC¨y DD´ (Figs. 5 y 6), coadyuvanal entendimiento de la propuesta.Genéticamente la historia del antiguo aba-nico aluvial es relacionada con tres suce-sivos paleodrenajes post-rodados patagó-nicos, individualmente relacionados conunos propuestos protoríos Chubut 1, 2 y3. Aceptando la sugerida edad pleistoce-na superior, el desarrollo del antiguo aba-nico aluvial comenzaría en el interglacialSangamon con la construcción de un am-plio abanico aluvial por el paleodrenajede un protorío Chubut 1, en las adyacen-cias de su desembocadura al mar.El relevamiento geomórfico sugiere queel ápice del antiguo abanico aluvial se ubi-caría en las cercanías de Las Chapas, entanto su sector distal se extendería entrePuerto Lobos al norte y la población deRawson, al sur.Su proyección probable más al este de lacosta actual, no debe descartarse. Mouzoet al. (1978) la han propuesto para unosrodados patagónicos, cuya distribución enel área de estudio coincide con la del an-tiguo abanico aluvial. La sugerida conti-nuidad del nivel medio en el istmo de lapenínsula Valdés, apoyaría dicha alusión.Las condiciones más húmedas del inter-glacial Sangamon y coetáneas variacionesen la descarga del Chubut 1, habrían pro-vocado la progresiva degradación (aterra-zamiento) del nivel superior del antiguoabanico aluvial. Testimonios del procesoserían los mencionados paleovalles estan-cia Paz y Don Morgan-Saraza y los rema-nentes aislados de Pa y Pm.En el nivel superior se identificó un pale-ovalle: Don Morgan-Saraza (=Pb). Cons-tituye la proyección más al este, del pale-ocauce de las gravas Morgan (Page 1987).Lapido (1981), infiere que el origen deeste último es causado por la interrup-ción parcial del río Chubut a la entradadel valle Alsina, debido a variaciones delnivel de base, cuyas causales no determina.Para los autores la presencia del paleova-lle Don Morgan-Saraza en el nivel supe-rior, es una consecuencia corrientemente

observada en el diseño distributario de unabanico aluvial, donde son comunes cam-bios posicionales de sus canales (avulsión),que suelen tener su origen en simples obs-trucciones o minicapturas locales.La fase final ó desactivación del nivel su-perior aparece representada morfológica-mente por la desproporción (misfit river),observada entre el tamaño del paleovalleDon Morgan-Saraza y su drenaje actual. La situación altimétrica de los remanen-tes distales del nivel medio sobre el lito-ral del golfo Nuevo, conduce a sugeriruna mayor extensión de las acumulacio-nes del Chubut 2 hacia el naciente, sobre-pasando el límite de los actuales acantila-dos marinos. De forma similar al nivel su-perior (Pa, Pm, y Pb), cubrirían parte o latotalidad de la península Valdés.El desarrollo posterior del nivel medio(Fig. 4b), es atribuido a un fenómeno decaptura de las aguas del citado paleovalledel nivelsuperior. Es relacionado con elincremento de la erosión retrocedente enun adyacente canal del diseño distributa-rio del antiguo abanico aluvial, el que es-tabilizado dará lugar al paleodrenaje deun protorío Chubut 2.Un conjunto de rasgos geomórficos típi-cos propios del fenómeno de una captu-ra fluvial -de probable ocurrencia en lazona de Las Chapas-cerro del Dique- hadeterminado la interpretación de la mis-ma:a) El extremo oeste del tramo superior deun decapitado paleocauce o paleovalle DonMorgan-Saraza (nivel superior), apareceen las cercanías de Las Chapas (Fig. 2) enuna situación colgante respecto de terra-zas T1 y T2, las que han sido definidascomo remanentes de planicies del nivelmedio. Su captor, un protorío Chubut 2. b) La gran profundización generada porel Chubut 2 -expresada por el fuerte des-nivel existente entre el nivel superior y elmedio - es relacionada con una reactiva-ción de la erosión vertical promovida porun cambio del nivel del mar (descensopor glacieustatismo). Los autores tentati-vamente sitúan los tiempos del proceso,en los comienzos del englazamiento delperíodo Wisconsin.

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c) Las características ulteriores de misfit ri-ver (minimizado), que adquiere posterior-mente el drenaje del paleovalle Don Mor-gan-Saraza, responden a los requerimien-tos de la propuesta captura.La conjetura nuevamente reforzaría la ci-tada sugerencia de Mouzo et al. (1978),acerca del previo origen subaéreo (bajos)de las depresiones que hoy ocupan lasaguas de los golfos Nuevo y San José.La distribución de los remanentes de las

terrazas del nivel medio, no sólo ha faci-litado la reconstrucción del paleodrenajedel Chubut 2, sino también determinarsu falta de contemporaneidad con el des-envolvimiento posterior del paleovalleSimpson.La interrupción del desarrollo del nivelmedio nuevamente es relacionada con unfenómeno de captura fluvial. Estaría in-ducida por un acelerado proceso de ero-sión retrocederte, de un innominado cur-

so que afluía al mar en las cercanías delBajo de los Huesos, cuyas cabeceras ini-cialmente sólo se extendían hasta la lati-tud de la estancia Simpson. El requeridocodo de captura (± 90°), es localizadoinmediatamente al oeste de la estanciaSimpson.El análisis geomórfico determinó que lacaptura y formación del paleovalle Sim-pson, ocurrió en tiempos posteriores anivel medio.Las pruebas se hallan en el tramo de losremanentes del paisaje del paleodrenajedel Chubut 2 (T1 y T2), distribuidos en-tre la estancia San Cristóbal y punta Nin-fas. La presencia de T2 es un resultado dela disección de la correspondiente plani-cie del Chubut 2, por la captura y desvíode sus aguas durante la ulterior genera-ción del paleovalle Simpson.Sobre la delgada divisoria que separa elpaleovalle Simpson del golfo Nuevo, re-manentes de T1 alojan restos de una pla-nicie aluvial inferior no aterrazada, cuyaposición concuerda con T2.Se sugiere que la mencionada aceleradaerosión retrógrada, probablemente fuerapromovida por un nuevo descenso delnivel del mar, ocurrido durante un inde-terminado tiempo de la última glaciación(glacieustatismo).El tramo superior o sur del paleovalleSimpson, considerado relíctico, finalizaabruptamente mediante un resalto situa-do entre las estancias San Cristóbal y San-ta Catalina. Es probable su extensión has-ta Gaiman, pero los depósitos de abani-cos aluviales y de taludes que marginan elfaldeo oriental de T2, enmascaran las ob-servaciones.El consecuente y rápido desplazamientode las cabeceras del innominado curso yla captura de las aguas del paleodrenajedel Chubut 2 en un punto situado al nor-te de la estancia Simpson, determinaronsustanciales modificaciones en el drenajede este último.Las principales han sido: a) El desvío delos caudales de los tramos superiores ymedio del preexistente Chubut 2; b) uncambio en la dirección de la afluencia delas aguas al mar. De una previa hacia el

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Figura 5: Esquema del proceso de corte y relleno en el área del antiguo abanico aluvial (AAA).

golfo Nuevo, hay un desplazamiento ha-cia el sur, hacia punta Ninfas; c) degrada-ción de la planicie aluvial inferior delChubut 2, con el consiguiente desarrollode la terraza T2; d) el coetáneo incremen-to en la relación descarga/erosión, gene-ró la profunda garganta Simpson en eltramo entre las estancias San Cristóbal (oGaiman) y Simpson; e) el carácter de ríodecapitado que adquiere la traza del Chu-but 2, entre las estancias San Cristóbal ySimpson; f) situación colgante de los re-

manentes del nivel medio (T1 y T2), en-tre Gaiman y punta Ninfas.Con posterioridad, el drenaje del paleo-valle Simpson se desorganiza mediandoun proceso similar: su captura por unprotorío Chubut 3. La distribución de losremanentes de las terrazas del nivel infe-rior, facilitan la reconstrucción del paleo-drenaje del protorío Chubut 3 y el enten-dimiento del fenómeno de captura y suposterioridad al paleovalle Simpson.Su extremo sur aparece marginado al este

por las terrazas T5 y T6 del nivel inferior,con su piso a mayor altura que la superfi-cie de T5, según un desnivel de ± 12 m.El resalto determinaría aproximadamen-te el lugar de la nueva captura, cuyo ori-gen es referido a la erosión del Chubut 3.Lo citado refuerza la propuesta posterio-ridad del nivel inferior y su paleodrenaje,respecto del paleovalle Simpson.Al oeste del resalto citado se halla el se-gundo y más inferior de los hiatos geo-mórficos, abarcando el tramo Dolavon-

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Figura 6: Perfiles AA', BB', CC'C''.

Gaiman. Se considera que la erosión late-ral del Chubut 3, dio lugar a la elimina-ción de T1 y T2, del nivel medio.Un proceso similar, pero probablementeteniendo como inductor al actual río Chu-but, explicaría la desaparición de las te-rrazas T3 y T4 del nivel inferior, a lo lar-go de la margen norte del valle actual delrío Chubut, entre Dolavon y Gaiman.La causal del desarrollo de las terrazas delnivel inferior, podría ser nuevamente ad-judicada a sucesivos descensos del niveldel mar. En las cercanías, Bayarsky y Co-dignotto (1982) proponen como origenprobable de los seis cordones litorales si-tuados al sur de Puerto Lobos (paralelo42° S), a una componente de ascenso re-lativo en los últimos 40.000 años del área.Las edades de los cuatro primeros (14C),son referidas a una general edad pleisto-cena tardía?, que oscilaría entre los 40.000y 20.000 años AP. Por su vecindad, esta es una alternativaque no se desecha para explicar el origende la terrazas del nivel inferior, ante unaprobable relación causal y temporal entrelas terrazas del nivel inferior y el citadoascenso relativo. Otros dos niveles de terrazas más jóve-nes y posteriores (adjudicados al Holo-ceno), muestran amplias diferencias tem-

porales con los anteriores: al superior leasignan 3.300 años y al inferior, 750 años.¿La T7 podría relacionarse con el supe-rior?

SÍNTESiS DE OTRASGEOFORMAS DEL AREADEL ESTUDiO

los bajos o depresiones sin salida delnivel superior y medio Un rasgo morfológico sobresaliente en elámbito del nivel superior, lo constituyenlas depresiones o bajos que alberga y suausencia en los restantes niveles.La depresión más importante es el granbajo del Diablo (en blanco en figura 2),cuyo piso se halla en cota de 39 m.s.n.m.Las planicies Pa y Pm del nivel superior yT1 del nivel medio, lo marginan y se ele-van sobre su playa unos 118 m, 110 m y100 m, respectivamente.Su desarrollo tuvo lugar en tiempos pos-teriores a T1. Ha sido objeto de un estu-dio especial, en el que su origen es rela-cionado con una inversión del relieve.Otros bajos importantes se hallan en elnivel medio: el de la laguna Grande conuna profundidad de 33 m y piso en (126m); el de la estancia Arbeleche con 36 my (96 m) y el de la aguada del Confort con

45 m y (105 m).En la génesis de los bajos han participa-do diversos procesos y ciertos condicio-namientos previos. La propuesta de losautores es del tipo múltiple, donde la pre-via meteorización de las rocas y la poste-rior deflación fueron los principales fac-tores, secundariamente acompañadospor erosión fluvial, remoción en masa yel retroceso de las pendientes.

abanicos aluviales secundarios degra-dadosEstán localizados al norte del estudio en-tre los paralelos 42°00´ y 42°30´, en unasituación intermedia entre la peneplaniciepreterciaria exhumada al oeste y los de-pósitos del nivelsuperior al este. Fuerondiferenciados por Cortés (1987), comoabanicos aluviales El Oasis y El Porvenir.Componen dos extensas unidades agra-dacionales pedemontanas, muy degrada-das. La extensión de una de ellas (For-mación El Porvenir), supera los 360 km2

(Cortés 1987).

Peneplanicie preterciaria desmem-brada y exhumadaDesarrollada en el ambiente de la Forma-ción Marifil, alcanza gran desarrollo su-perficial en patagonia extraandina, donde

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Figura 7: Perfil DD'.

ha sido reconocida como peneplanicieexhumada de río Negro (González Díazy Malagnino 1984) y en la provincia elChubut (González Díaz 1998).Con límites imprecisos aparece al norte yal noroeste del nivel superior, cubiertairregularmente por acumulaciones meno-res de Pb y Pm. González Díaz (1998)destaca su proyección morfológica haciael norte y sur de la región.inmediatamente al oeste Page (1987), in-terpretó la presencia de una probable su-perficie de erosión (peneplanicie?), quecomprende aquella entidad geomórficaque denominó serranías orientales.Aparece cubierta discordantemente porel Grupo Chubut perturbado, asignadoal límite Cretácico inferior-Superior (Pa-ge 1987), una consideración que llevaría aconsiderar su edad mínima como pre-cretácica inferior.Por su parte Súñico (1996), la ha definidoen el área de estudio como una extensapeneplanicie exhumada, a la que confiereuna edad post jurásica superior.

Otras geoformas menores de erosiónPedimentos y paisajes locales de mal país(bad lands), están principalmente distri-buidos a lo largo de la margen sur del va-lle del río Chubut. Los primeros son de-finidos como superficies de erosión deltipo de flanco (flanking pediments, Frye yLeonard 1952). Se reconocieron dos ni-veles de pedimentación, pero por razo-nes de escala se los integró en un conjun-to único, con los abanicos aluviales delvalle del río Chubut. De extensiones re-ducidas y muy degradados, aparecen ela-borados en ambientes de sedimentitasterciarias -en particular sobre la Forma-ción Río Chico- al pié del abrupto resal-to erosivo del borde norte de la mesetade Montemayor.Reducidas áreas de huayquerías (bad lands,Polanski 1963), se extienden a lo largodel lateral sur del valle del río Chubut, enespecial entre la estancia San Roque y elextremo noroeste de la meseta de Monte-mayor. Su origen se halla vinculado a ladegradación (erosión fluvial) de los pedi-mentos de flanco mencionados y a la gran

erodabilidad de las sedimentitas tercia-rias.Se distinguen tres paisajes menores en es-tas huayquerías condicionados por su cons-titución litológica y las relaciones propor-cionales entre las arcillas, limos (tufíticos)o areniscas que la componen. Así se des-arrollan paisajes caracterizados por bajosy típicos interfluvios romos (haystack type)o filosos y delgados (knife-edged interfluves).Ambos contrastan con los más ocasiona-les castelletes, con mayor participaciónde arenas y más resistentes.El drenaje es fino, sumamente denso, deltipo dendrítico, lo que genera un relievelocal difícil de transitar.

CONCLUSiONES

Se interpretó y reconoció un antiguo aba-nico aluvial situado inmediatamente alnorte del actual valle del río Chubut, cu-yas aguas afluían al mar entre PuertoLobos al norte y la localidad de Rawson,al sur. Previamente sus depósitos eranconsiderados como la extensión septen-trional de los rodados patagónicos de lameseta Montemayor. El análisis geomor-fológico y consideraciones altimétricas,constituyeron las claves de su conoci-miento y diferenciación. En el antiguoabanico aluvial se distinguieron tres siste-mas geomórficos o niveles, diferenciadoscomo superior, medio e inferior. Fuerte-mente degradados y dispuestos a alturassucesivamente más bajas, su interpreta-ción se logró por medio de sus remanen-tes, representados por terrazas cíclicas.Genéticamente el antiguo abanico aluvialha sido relacionado con correspondien-tes y sucesivos paleodrenajes del río Chu-but (Chubut 1, 2 y 3). El desarrollo de losniveles es hipotéticamente relacionadocon un proceso complejo de erosión yagradación reiterada, denominado decorte y relleno (cut and fill terraces), resul-tante de reiterados fenómenos de captu-ra fluvial. La alternativa no sólo plantea-ría la posibilidad de una constitución po-liformacional del antiguo abanico aluvial,sino que además avalaría la interpretaciónuna migración de los paleodrenajes del

antiguo abanico aluvial (y por consi-guiente la distribución de los niveles), ha-cia el sur. La carencia de datos cronológi-cos válidos impidió asignar una edad con-creta al período que comprende la for-mación y evolución del antiguo abanicoaluvial. Pese a la citada ausencia, los auto-res han sugerido una edad relativa para elantiguo abanico aluvial. Se establece co-mo hipótesis de trabajo que abarcaría elPleistoceno en el lapso que media entreel interglacial Sangamon y la última gla-ciación (Wisconsin). Las sucesivas fasesde agradación y erosión de los niveles, es-tarían promovidas por correspondientescambios en el nivel del mar durante la úl-tima glaciación, en tanto que la construc-ción inicial del antiguo abanico aluvial, sevincularía con la ameliorización climáticadel Sangamon (nivel equilibrado, incre-mento descarga por ablación glaciares cor-dilleranos y acumulación coetánea). Nose descarta la superación de la línea decosta actual por parte de las acumulacio-nes del antiguo abanico aluvial, al tomaren cuenta el abrupto y elevado desnivelde los sectores distales de los niveles, conrespecto al mar (Mouzo et al. 1978).

AGRADECiMiENTOS

Se reconoce la desinteresada colabora-ción las autoridades del SEGEMAR, alfacilitar la consulta de fotogramas, imá-genes satelitales y detallados mapas topo-gráficos de la región de estudio.

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Recibido: 22 de abril, 2010.Aceptado: 23 de junio, 2011.

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