Examen Doctrina Segunda Fase

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Examen Doctrina segunda fase 1. Propiedades de la iglesia Las propiedades de la Biblia son: - La Unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y entre todas las partes de todos los libros. - La Inerrancia (no contiene errores) - La Veracidad (contiene las verdades necesarias para nuestra salvación). - La Santidad (procede de Dios, enseña una doctrina santa y nos conduce a la santidad). 2. Padres de la iglesia Se llama padres de la Iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesiásticos, obispos en su mayoría, de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto doctrinal es considerado testimonio de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia católica. La importancia de este grupo de escritores radica en su doctrina en conjunto. Son los puntos en común entre ellos los que se toman en cuenta. Sus enseñanzas tuvieron gran peso en el desarrollo del pensamiento y la teología cristiana según su interpretación de la Biblia o las Sagradas Escrituras, la incorporación de la Tradición y la consolidación de la Liturgia. A menudo los padres de la Iglesia tuvieron que dar respuesta a cuestiones y dificultades morales y teológicas en medio de un ambiente convulsionado por persecuciones externas y conflictos internos producidos por herejías y cismas de la Iglesia postapostólica. Por eso, fueron los continuadores inmediatos de la obra que los apóstoles habían iniciado y a los que con ella pasaron a sustituir ventajosamente, pues dejaron un amplio testimonio de sus trabajos y enseñanzas, escritos generalmente en latín, y respaldados muchas veces directamente por la jerarquía eclesiástica encabezada por el papa. El título de «padres» para este grupo aparece desde el siglo IV, tal como puede observarse en las palabras de san Basilio: «Lo que nosotros enseñamos no es el resultado de nuestras reflexiones personales, sino lo que hemos aprendido de los Padres». El papa Gelasio I confeccionó una primera lista oficial de los padres de la Iglesia. Al estudio y análisis de la obra de estos importantísimos escritores de los primeros tiempos de la Iglesia se lo llama Patrística. Al estudio de la vida y persona de los padres se le llama Patrología. Estas dos ciencias han establecido una clasificación por generaciones y procedencias culturales con objeto de facilitar una comprensión más exacta del desarrollo de la teología cristiana. Padres Apostólicos Desde el siglo XVII se llama padres Apostólicos a aquellos padres que tienen cercanía inmediata con los apóstoles, por lo que cronológicamente se ubican en el siglo I y primera mitad del siglo II. Sus escritos son respuestas a comunidades eclesiales en forma de cartas, documentos o recomendaciones, la mayoría del contenido es moral antes que doctrinal, por lo que su estilo es sencillo y directo, ya que iban dirigidas a comunidades con situaciones específicas.

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Examen Doctrina Segunda Fase

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  • Examen Doctrina segunda fase

    1. Propiedades de la iglesia

    Las propiedades de la Biblia son:

    - La Unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y entre todas las partes de todos los libros.

    - La Inerrancia (no contiene errores)

    - La Veracidad (contiene las verdades necesarias para nuestra salvacin).

    - La Santidad (procede de Dios, ensea una doctrina santa y nos conduce a la santidad).

    2. Padres de la iglesia

    Se llama padres de la Iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesisticos,

    obispos en su mayora, de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto

    doctrinal es considerado testimonio de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia

    catlica.

    La importancia de este grupo de escritores radica en su doctrina en conjunto.

    Son los puntos en comn entre ellos los que se toman en cuenta. Sus

    enseanzas tuvieron gran peso en el desarrollo del pensamiento y la teologa

    cristiana segn su interpretacin de la Biblia o las Sagradas Escrituras, la

    incorporacin de la Tradicin y la consolidacin de la Liturgia. A menudo los

    padres de la Iglesia tuvieron que dar respuesta a cuestiones y dificultades

    morales y teolgicas en medio de un ambiente convulsionado por persecuciones

    externas y conflictos internos producidos por herejas y cismas de la Iglesia

    postapostlica. Por eso, fueron los continuadores inmediatos de la obra que los

    apstoles haban iniciado y a los que con ella pasaron a sustituir ventajosamente,

    pues dejaron un amplio testimonio de sus trabajos y enseanzas, escritos

    generalmente en latn, y respaldados muchas veces directamente por la

    jerarqua eclesistica encabezada por el papa.

    El ttulo de padres para este grupo aparece desde el siglo IV, tal como puede

    observarse en las palabras de san Basilio: Lo que nosotros enseamos no es

    el resultado de nuestras reflexiones personales, sino lo que hemos aprendido de

    los Padres.

    El papa Gelasio I confeccion una primera lista oficial de los padres de la Iglesia.

    Al estudio y anlisis de la obra de estos importantsimos escritores de los

    primeros tiempos de la Iglesia se lo llama Patrstica. Al estudio de la vida y

    persona de los padres se le llama Patrologa. Estas dos ciencias han establecido

    una clasificacin por generaciones y procedencias culturales con objeto de

    facilitar una comprensin ms exacta del desarrollo de la teologa cristiana.

    Padres Apostlicos

    Desde el siglo XVII se llama padres Apostlicos a aquellos padres que tienen

    cercana inmediata con los apstoles, por lo que cronolgicamente se ubican en

    el siglo I y primera mitad del siglo II. Sus escritos son respuestas a comunidades

    eclesiales en forma de cartas, documentos o recomendaciones, la mayora del

    contenido es moral antes que doctrinal, por lo que su estilo es sencillo y directo,

    ya que iban dirigidas a comunidades con situaciones especficas.

  • Entre estos escritores se cuenta a san Clemente de Roma, san Ignacio de

    Antioqua, san Papas de Hierpolis, san Policarpo de Esmirna y, entre los

    escritos sin autor conocido, la Didach, la Carta a Diogneto y el Pastor de

    Hermas.

    Los grandes padres de la iglesia

    En principio, la denominacin de padres de la Iglesia se guard para cuatro

    grandes personalidades de la Iglesia oriental, a los que se agregaron otros cuatro

    de la occidental:

    Los cuatro grandes padres griegos son: Y los cuatro latinos:

    San Atanasio de Alejandra San Basilio el Grande San Gregorio Nacianceno San Juan Crisstomo

    San Ambrosio de Miln San Agustn de Hipona San Jernimo de Estridn San Gregorio Magno

    Pero habitualmente se conoce como padres de la Iglesia a una serie ms amplia

    de escritores cristianos, que va desde estas generaciones (siglo III) hasta el siglo

    VIII, y que se caracterizan por la ortodoxia de su doctrina, santidad de vida y el

    reconocimiento de la Iglesia. Su edad de oro fueron los siglos IV y V y florecieron

    tanto en Occidente, donde escribieron en latn, o en Oriente, donde lo hicieron

    en griego e incluso en siriaco, copto, armenio, georgiano y rabe. En sus obras

    se sirven de la cultura griega y latina para explicar los misterios cristianos.

    Padres Orientales

    Tambin conocidos como padres griegos, aunque no todos ellos escribieran en

    esa lengua. El ms antiguo de ellos es san Atanasio, obispo de Alejandra, que

    tuvo un papel relevante en el Concilio de Nicea I. Luego destacan los grandes

    capadocios, ttulo comn de los hermanos Basilio el Grande (329389) y

    Gregorio de Nisa (335394), as como su amigo Gregorio de Nacianzo (389),

    quienes escribieron abundantemente contra la hereja arriana.

    En la parte oriental del Imperio romano se desarrollan posteriormente dos

    escuelas teolgicas muy importantes alrededor de los patriarcados de Antioqua

    cuyo principal representante es san Juan Crisstomo (344407), patriarca de

    Constantinopla, clebre por sus homilas y Alejandra con san Cirilo (380

    444), defensor de la maternidad divina de Mara en el Concilio de feso.

    El ciclo de los padres orientales lo cierra san Juan Damasceno (675749), agudo

    telogo que, adems de luchar contra el maniquesmo y la supersticin, anuncia

    casi cinco siglos antes la incorporacin del aristotelismo a la filosofa cristiana.

    Padres Occidentales

    Tambin conocidos como padres Latinos o padres de la Iglesia de rito latino. El

    primero de los grandes padres occidentales fue san Ambrosio de Miln (333

    397), compositor de grandes himnos y persona muy influyente; bautiz al que

    iba a ser el mayor de todos ellos, san Agustn de Hipona (354430), figura

    cumbre de la historia cristiana. San Jernimo (342420), insigne cultivador de la

    historia y de la Sagrada Escritura, nos dej su clebre Vulgata, la Biblia traducida

    directamente del hebreo y del griego al latn.

  • Padres griegos Padres latinos

    San Andrs de Creta (740) San Ambrosio de Miln (397)

    Afraates (siglo IV) Arnobio de Sicca (330) San Arquelao (282) San Agustn de Hipona (430) San Atanasio de Alejandra (373) San Benito de Nursia (550) San Atanasio sinata (700) San Cesreo de Arls (542) Atengoras de Atenas (siglo II) San Juan Casiano (435) San Basilio Magno (379) San Celestino I (432) San Cesreo de Nacianzo (369) San Cornelio (253) San Clemente de Alejandra (215) San Cipriano de Cartago (258) San Clemente Romano (97) San Dmaso (384) San Cirilo de Alejandra (444) San Dionisio (268) San Cirilo de Jerusaln (386) San Enodio de Pava (521) Ddimo el Ciego (398) San Eucherio de Lyon (450) Diodoro de Tarso (392) San Fulgencio (533) San Dionisio el Grande (264) San Gregorio de Elvira (392) San Efrn de Siria (373) San Gregorio Magno (604) San Epifanio (403) San Hilario de Poitiers (367) Eusebio de Cesarea (340) San Inocencio de Roma (417) San Eustacio de Antioqua (siglo IV) San Ireneo de Lyon (202) San Firmiliano (268) San Isidoro de Sevilla (636) (Considerado el ltimo de

    los padres occidentales)

    Genadio I de Constantinopla (siglo V) San Jernimo de Estridn (420) San Germano (732) Lactancio (323) San Gregorio de Nacianzo (390) San Leandro de Sevilla (600) San Gregorio de Nisa (395) San Len Magno (461) San Gregorio Taumaturgo (268) Mario Merctor (451) Hermas de Roma (siglo II) Mario Victorino ( h. 382)) San Hiplito (236) San Martn de Braga (579) San Ignacio de Antioqua (107) Minucio Flix (siglo II) San Isidoro de Pelusio (450) Novaciano (257) San Juan Crisstomo (407) San Optato (siglo IV) San Juan Clmaco (649) San Osio de Crdoba (357) San Juan Damasceno (749) (Considerado el ltimo de los padres orientales)

    San Paciano (390)

    San Julio I (352) San Pnfilo (309) San Justino (165) San Paulino de Nola (431) San Leoncio de Bizancio (siglo VI) San Pedro Crislogo (450) San Macario (390) San Febadio (siglo IV) San Mximo el Confesor (662) Rufino de Aquilea (410) San Melitn de Sardes (180) Salviano (siglo V) San Metodio de Olimpo (311) San Siricio (399) San Nilo el Viejo (430) Tertuliano (222) Orgenes (254) San Venancio Fortunato (610) San Policarpo de Esmirna (155) San Vicente de Lerins (450) San Proclo (446) Pseudo Dionisio Areopagita (siglo VI)

  • La Iglesia de Occidente cuenta tambin entre sus padres a dos papas, a los que

    se les atribuye el apelativo de Magno, Len I (461) y Gregorio I (540604) y al

    padre del monacato occidental san Benito de Nursia. Adems varios obispos de

    las Galias, como Cesreo de Arls (470543), formulador del Dogma de la

    Gracia, Gregorio de Tours o Hilario de Poitiers; el gran grupo de los padres

    hispnicos, en el que destacan Osio de Crdoba, Martn de Braga y los

    hermanos Leandro (600) e Isidoro de Sevilla (560636), autor de la primera

    enciclopedia cristiana, las Etimologas; y, cerrando el ciclo, el ingls Beda el

    Venerable (673735), continuador de la obra sapiencial del Doctor Hispalense.

    Adems de los cuatro padres tanto de la Iglesia oriental como la occidental, la

    patrstica estudia la obra de otros muchos escritores cristianos que han recibido

    igualmente el ttulo de padres de la Iglesia. La abundante obra de estos

    escritores sigue siendo a travs de los siglos lectura obligada y referencia segura

    en el planteamiento de las ideas y enseanzas de la Iglesia catlica an hoy en

    da.

    3. Rerum Novarum

    Rerum novarum (latn: De las cosas nuevas o De los cambios polticos) es

    la primera encclica social de la Iglesia catlica. Fue promulgada por el papa

    Leon XIII el viernes 15 de mayo de 1891. Fue una carta abierta dirigida a todos

    los obispos y catedrticos, que versaba sobre las condiciones de las clases

    trabajadoras. En ella, el papa dejaba patente su apoyo al derecho laboral de

    formar uniones o sindicatos, pero tambin se reafirmaba en su apoyo al

    derecho de la propiedad privada. Adems discuta sobre las relaciones entre el

    gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una

    organizacin socioeconmica que ms tarde se llamara corporativismo.

    Aun cuando se ha debatido sobre sus posiciones o declaraciones particulares,

    es claro que este trabajo fue notable como resumen de muchos asuntos

    planteados por la revolucin industrial, por el creciente problema obrero y las

    sociedades democrticas modernas. Con esta encclica la Iglesia pretendi,

    entre otras cosas, paralizar la descristianizacin de las masas trabajadoras,

    en un perodo en el cual la credibilidad de la Iglesia se vea disminuida debido a

    que los sectores populares de la cristiandad e incluso del clero, se inclinaban por

    las ideas revolucionarias o que las soluciones vendran de las acciones

    conjuntas de la Iglesia, del estado, el patrn y los trabajadores. Precis los

    principios para buscar la justicia social en la economa y la industria. Se acepta

    generalmente que la encclica Rerum Novarum es la carta de fundacin de la

    democracia cristiana y una pieza clave de la Doctrina social de la Iglesia.

    San Serapin (370) San Sofronio (638) Taciano (siglo II)

    Teodoro de Mopsuestia (428) Teodoreto de Ciro (458) San Tefilo de Antioqua (siglo II) Nota: A veces la lista de padres latinos se ampla

    tambin a san Beda el Venerable (735)

  • Crisis europea

    El Papa seala los orgenes y caractersticas de la crisis social que atravesaba

    Europa indicando que sus causas se deben al abandono de la fe:

    Disueltos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos, sin ningn apoyo

    que viniera a llenar su vaco, desentendindose las instituciones pblicas y las

    leyes de la religin de nuestros antepasados, el tiempo fue insensiblemente

    entregando a los obreros, aislados e indefensos, a la inhumanidad de los

    empresarios y a la desenfrenada codicia de los competidores.

    Defensa de la propiedad

    Frente a las ideas socialistas la Iglesia seal:

    Al pretender los socialistas que los bienes de los particulares pasen a la

    comunidad, agravan la condicin de los obreros, pues, quitndoles el derecho a

    disponer libremente de su salario, les arrebatan toda esperanza de poder

    mejorar su situacin econmica y obtener mayores provechos.

    En el documento hay influencias del liberalismo: hay una defensa de la propiedad

    privada:

    por ser el hombre el nico animal dotado de inteligencia, hay que concederle

    necesariamente la facultad, no slo de usar las cosas presentes, como los

    dems animales, sino de poseerlas tambin con derecho estable y perpetuo.

    Sostena que la propiedad privada era un derecho natural, dentro de los lmites

    de la justicia, haciendo referencia al iusnaturalismo:

    Se halla en la misma ley natural el fundamento y razn de la divisin de

    bienes y de la propiedad privada.

    Justicia Social

    La encclica tambin conden al capitalismo como causa de la pobreza y

    degradacin de muchos trabajadores, retomando el concepto de John Locke de

    que la apropiacin excesiva era injusta.

    Record a los ricos y patrones que:

    no deben considerar al obrero como un esclavo; que deben respetar la

    dignidad de la persona y la nobleza que a esa persona agrega el carcter

    cristiano.

    Afirm que cada trabajador debe recibir un salario que le permita subsistir y tener

    una vida razonablemente cmoda y que, si aceptaba malas condiciones

    laborales debido a la necesidad o al temor, el trabajador era una vctima de la

    injusticia.

    Partiendo de la competencia del magisterio de la Iglesia en cuestiones sociales

    manifest la necesidad de adoptar medidas en favor de los obreros, con la

    consiguiente intervencin del Estado (normas de higiene y seguridad en el

    trabajo, tutela del descanso dominical, limitacin de horarios y jornadas

    laborales, etc.).

  • Sindicalismo

    Fue un elemento indispensable para el fomento de las mejoras en las

    condiciones de los obreros, la constitucin y fomento de asociaciones obreras

    catlicas (junto a las ya existentes por aquella fecha). Esta encclica constituye,

    pues, un importante estmulo para el incipiente catolicismo social.

    Recomend a los catlicos, si lo deseaban, organizar partidos laboristas propios

    y uniones de trabajadores bajo principios catlicos:

    esta solucin habrn de darla los obreros cristianos, si, agrupados en

    asociaciones y valindose de consejeros prudentes, vuelven a entrar por el

    camino que con gran provecho, particular y pblico, siguieron antiguamente sus

    antepasados.

    Se marcan los deberes de los obreros:

    poner ntegra y fielmente el trabajo que libre y equitativamente se ha

    contratado; no perjudicar de modo alguno al capital, ni hacer violencia personal

    contra sus amos; al tratar de defender sus propios derechos, abstenerse de la

    fuerza y no armar sediciones, ni asociarse con hombres malvados y prfidos que

    falsamente les hagan concebir desmedidas esperanzas.

    Efectos

    Conjuntamente con el resto de su obra, durante su perodo como papa (1878-

    1903), la encclica tuvo un efecto profundo en la Iglesia catlica, en su jerarqua

    y en el mundo moderno. En esa poca, su apoyo a los sindicatos de trabajadores

    y un salario justo fueron vistos como radicalmente izquierdistas. Otras

    declaraciones tambin parecan ser opuestas al capitalismo.

    Muchas de las posiciones de Rerum Novarum fueron completadas por encclicas

    posteriores, especialmente Quadragesimo Anno (1931) de Po XI, Mater et

    Magistra (1961) de Juan XXIII, y Centesimus Annus (1991) de Juan Pablo II.

    Provoc una reforma en medio de una Iglesia donde varios sectores reclamaban

    que se abandonaran posiciones polticas afines a los gobiernos y a los sectores

    dominantes para que la Iglesia se encargara nicamente del oficio religioso

    ecumnico.

    Como conclusin puede sealarse que Rerum Novarum dise una estrategia

    que logr contribuir a salvar el perodo de crisis que enfrentaba la Iglesia y que

    la reestructuracin doctrinal y prctica que provoc, deline la nueva imagen de

    la Iglesia catlica actual.

    El arzobispo de Westminster, cardenal Henry Edward Manning, influy mucho

    en la redaccin de Rerum Novarum.

    Pareciera que en esos tiempos no sera tan trascendente el llamado que se haca

    por parte de la Iglesia Catlica tanto a patronos como a trabajadores por una

    igualdad de clase, por una mejor remuneracin y a la vez por un salario que

  • supliera las necesidades de ambos para una mejor estabilidad tanto laboral

    como social.

    4. Quadragesimo anno

    Quadragesimo anno es una carta encclica del Papa Po XI, promulgada el 15

    de mayo de 1931, con ocasin de los 40 aos de la encclica Rerum Novarum,

    de all su nombre en latn, Quadragesimo anno (en el cuadragsimo ao). Trata

    sobre la restauracin del orden social y su perfeccionamiento en conformidad

    con la ley evangelizadora y est dirigida a los Obispos, sacerdotes y fieles

    catlicos.

    Contenido

    Tras hacer un resumen de las intervenciones anteriores de Len XIII en los

    temas ms sociales, hace un elogio de la Rerum novarum sea por su oportunidad

    (la penetracin de un nuevo sistema econmico y el desarrollo industrial haban

    producido una fuerte divisin de clases sociales). Luego resume la misma

    encclica recordando el modo en que Len XIII se hizo cargo del problema de los

    obreros sin pasar por el liberalismo ni por el socialismo. El Papa Po XI recuerda

    tambin los frutos que dio la encclica: el hecho de que los gobernantes que

    hubieron de reconstruir el mundo despus de la Primera Guerra Mundial se

    rigieran en cierta medida por los principios enunciados por la Rerum Novarum,

    la mejora de la situacin de los obreros y las lneas dadas sobre sus

    asociaciones.

    A continuacin el Papa Po XI retoma las enseanzas del Papa Len XIII sobre

    la capacidad que la Iglesia tiene de intervenir en los problemas econmicos y

    sociales con oportunas lneas e indicaciones por parte del Magisterio.

    Afronta el tema de la propiedad privada recordando que Len XIII no hizo una

    defensa a ultranza de la propiedad privada a costa de la comunidad o de la

    sociedad, sino que mostr su doble carcter haciendo hincapi en el problema

    que en aquel entonces ms se debata ante las teoras socialistas. Quienes

    niegan el carcter social y pblico del derecho a la propiedad pueden caer en el

    individualismo; pero quienes disminuyen o rechazan este carcter caen el en

    colectivismo. De ah que, como se dice en la Rerum novarum el derecho de

    propiedad se distinga de su ejercicio (cf. nm. 19).

    Defiende el Papa Po XI el salario aunque aconseja que los contratos de los

    trabajadores se hagan no tanto como contratos de trabajo sino como contratos

    de sociedad. Luego recuerda que al fijar el sueldo se han de tomar en cuenta

    diversos factores y no solo el valor del fruto producido por el trabajador. ste ha

    de recibir lo necesario para afrontar el sustento de su familia y tal sustento se

    viera afectado por aumentos de precios de productos de necesidad u otros de

    esa ndole, esos cambios deberan darse tambin de manera proporcional en el

    sueldo. Tambin ha de considerarse la situacin de la empresa y del dador de

    trabajo.

    La encclica ofrece una renovada condena del comunismo al recordar los

    numerosos crmenes que se le achacan en Europa del Este y Asia. Asimismo, el

    Papa da unas guas para quienes deseen hacer apostolado entre los socialistas

    (que mitigan tanto la concepcin de la lucha de clases como de la propiedad

  • privada): no se permite ninguna connivencia con el error sino buscar y mostrar

    claramente la verdad. En efecto indica:

    Considrese como doctrina, como hecho histrico o como "accin" social, el

    socialismo, si sigue siendo verdadero socialismo, aun despus de haber cedido

    a la verdad y a la justicia en los puntos indicados, es incompatible con los

    dogmas de la Iglesia catlica, puesto que concibe la sociedad de una manera

    sumamente opuesta a la verdad cristiana.

    Ante los diversos males que la ambicin y la avaricia, tristes consecuencias del

    pecado original, traen a la sociedad y la economa, el Papa Po XI pide que sean

    los valores, las virtudes y la doctrina cristianas las que imbuyan a fondo estas

    realidades poniendo en el primer lugar a Dios y considerando lo dems como

    medios. Esta encclica surgi como respuesta a la Gran Depresin de 1929 y

    propone un nuevo orden social y econmico basado en la subsidiariedad. El

    Papa Po XI da una gran importancia en su encclica a la restauracin del

    principio rector de la economa, basado en la unidad del cuerpo social. Esta

    unidad no puede basarse en la lucha de clases, como el orden econmico no

    debe dejarse a la libre concurrencia de fuerzas, que cae fcilmente en el olvido

    de su propio carcter social y moral.

    El libre mercado es beneficioso, pero no puede gobernar el mundo nicamente

    la economa, como muestra la dura experiencia de los obreros, ni tampoco

    convertirse en una dictadura econmica que se rige por s misma.

    La caridad y justicia social debe ser el alma del nuevo orden, defendida y tutelada

    por la autoridad pblica. Tambin son necesarios tras las dos instituciones

    internacionales y compre para una buena organizacin de la sociedad.

    A pesar de defender la existencia de los sindicatos, se prohben las huelgas y se

    critica duramente a las organizaciones socialistas. Como alternativa se proponen

    las estructuras de la Accin Catlica.

    El texto ataca, mediante un anlisis lcido, real y terrible, a la acumulacin de

    poder y recursos en manos de unos pocos, que los manejan a su voluntad. Esta

    realidad produce tres tipos de lucha: por la hegemona econmica, por

    aduearse del poder pblico y entre los diferentes Estados.

    En referencia al capitalismo, la encclica critica con dureza la libre concurrencia

    del mercado, especialmente con la mezcla y confusin entre el estado y la

    economa olvidando el bien comn y la justicia. Son funestos tanto el

    "nacionalismo o imperialismo econmico" como el "internacionalismo" del dinero,

    que slo tiene patria en s mismo.

    Propuestas:

    Se propone llevar a la prctica los principios de la recta razn y de la filosofa

    socialcristiana sobre el capital de trabajo y su mutua coordinacin. Es necesario

    evitar tanto el individualismo como el colectivismo, sopesar con equidad y rigor

    el carcter individual y social del trabajo, regular las relaciones econmicas

    conforme a las leyes de justicia conmutativa, con ayudas de la caridad cristiana

  • y someter el libre mercado a la autoridad pblica siempre que sea sta ltima el

    garante de la justicia social dentro de un orden sano para todos.

    Todas las propuestas de la encclica se centran en la vuelta a la doctrina

    evanglica, de las que defiende su intemporal validez.

    Algunas propuestas ms concretas son:

    - Reforma ajustada de la economa a la razn iluminada por la caridad cristiana.

    - Colaboracin mutua y armoniosa de todas las actividades humanas en la sociedad.

    - Reconstruccin del plan divino para todos los hombres. - El enriquecimiento es lcito siempre que no menoscabe los derechos ajenos. - "Ley de la templanza cristiana" contra los apegos desordenados, que son una

    afrenta a los pobres, y que se basa en "buscar primero el reino de Dios y su

    justicia".

    - "Ley de la Caridad", mucho ms amplia que la pura justicia. - Igualdad radical de todos los hombres en la misma familia de hijos de Dios,

    encarnado en el hijo de un carpintero, para potenciar mutuo amor entre ricos y

    pobres.

    5. Mater et magistra

    Mater et magistra (latn: 'Madre y Maestra') es una carta encclica del Papa Juan

    XXIII que fue promulgada el 15 de mayo de 1961. Trata sobre el reciente

    desarrollo de la cuestin social a la luz de la Doctrina Cristiana y presenta a la

    Iglesia como Madre y Maestra, de all su nombre en latn Mater et Magistra. Fue

    anunciada el da anterior ante miles de personas en un discurso dirigido "a todos

    los trabajadores del mundo".

    Juan XXIII, advierte que la cuestin social tiene una dimensin mundial y que as

    como se puede hablar de personas pobres, tambin se ha de hablar de sectores

    pobres y naciones pobres. El desarrollo de la historia muestra cmo las

    exigencias de la justicia y la equidad ataen tanto a las relaciones entre

    trabajadores dependientes y empresarios o dirigentes, como a las relaciones

    entre los diferentes sectores econmicos, y entre las zonas econmicamente

    ms desarrolladas y las zonas econmicamente menos desarrolladas dentro de

    una misma nacin; y, en el plano mundial, a las relaciones entre pases en

    diverso grado de desarrollo econmico-social. Un problema de fondo es cmo

    proceder para reducir el desequilibrio entre el sector agrcola, y el sector de la

    industria y los servicios; y para que mejore la calidad de vida de la poblacin

    agrcola-rural.

    Sostiene que la justicia y la equidad exigen que los poderes pblicos acten para

    que las desigualdades entre zonas econmicamente ms desarrolladas y menos

    desarrolladas sean eliminadas o disminuidas y en las zonas menos

    desarrolladas se aseguren los servicios pblicos esenciales.

    Reafirma el carcter de "derecho natural" de la propiedad privada y tambin de

    su efectiva difusin entre todas las clases sociales:

  • La dignidad de la persona humana exige normalmente, como fundamento

    natural para vivir, el derecho al uso de los bienes de la tierra, al cual corresponde

    la obligacin fundamental de otorgar a todos, en cuanto posible sea, una

    propiedad privada.

    Enfatiza en el derecho de los trabajadores de sindicalizarse y en la necesidad de

    que los salarios estn de acuerdo con la dignidad humana del trabajador y de su

    familia, con la aportacin efectiva del trabajador la posibilidad econmica de la

    empresa y la situacin econmica general.

    Juan XXIII sostiene que una economa justa no slo depende de la abundancia

    y distribucin de bienes y servicios sino que incluye el papel de la persona

    humana como sujeto y objeto del bienestar. Propone la cristianizacin de la

    familia, la empresa y la sociedad; la vocacin de la Iglesia y de cada cristiano es

    superar la excesiva desigualdad entre los distintos sectores de la sociedad y

    resistir los procesos econmicos y polticos que ponen en peligro la dignidad

    humana y la libertad.

    Argumento: Sobre el creciente desarrollo de la cuestin social a la luz de la

    doctrina cristiana

    6. Pacem in terris

    Pacem in terris (espaol: Paz en la Tierra) es la ltima de las ocho encclicas del

    papa Juan XXIII, publicada el 11 de abril de 1963,1 53 das antes del

    fallecimiento del pontfice, coincidiendo con la celebracin del Jueves Santo. Con

    un subttulo que reza: Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse

    en la verdad, la justicia, el amor y la libertad, era una especie de llamamiento

    del sumo pontfice a todos los seres humanos y todas las naciones para luchar

    juntos en la consecucin de la paz en medio del clima hostil generado por la

    Guerra Fra.

    Argumento: Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la

    verdad, la justicia, el amor y la libertad

    Antecedentes

    Durante el pontificado de Juan XXIII, la tranquilidad mundial fue alterada por

    diferentes sucesos como la creacin del programa Sputnik, el apogeo de la

    Guerra Fra y la subsecuente construccin del Muro de Berln, la Crisis de los

    misiles de Cuba, la Guerra de Vietnam y la posibilidad de que todo esto

    desembocara en una guerra nuclear; es en ese contexto que surge Pacem in

    terris.2

    El 9 de abril de 1963, el papa firm la encclica durante una rueda de prensa y

    anunci que se publicara dos das ms tarde, tambin afirm que iba dirigida a

    todos los hombres de buena voluntad y no nicamente a la feligresa catlica y

    al episcopado. Adems convoc a todos las humanos y a todas las naciones a

    colaborar para conseguir la paz por medio de la comprensin, la ayuda mutua y

    el respeto de los derechos de los dems.

    Contenido

  • Pacem in terris lleva un subttulo que dice: Sobre la paz entre todos los pueblos

    que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad, que describe

    los cuatro principios considerados fundamentales para alcanzar la paz: la verdad

    como fundamento, la justicia como regla, el amor como motor y la libertad como

    clima. Su estructura est compuesta por una Introduccin y cinco secciones

    llamadas: Ordenacin de las relaciones civiles y matrimoniales, Ordenacin

    de las relaciones polticas, Ordenacin de las relaciones internacionales,

    Ordenacin de las relaciones mundiales y Normas para la accin temporal

    del cristiano.3

    En general hace nfasis en los derechos y deberes que deben observar los seres

    humanos y los estados, en las relaciones entre si y en las relaciones con otros

    seres humanos y otros estados, con la finalidad de conseguir la paz y el bien

    comn; seala adems que el ser humano debe tener paz interior para poder

    conseguir la paz social.

    En toda convivencia humana bien ordenada y provechosa hay que establecer

    como fundamento el principio de que todo hombre es persona, esto es,

    naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedro, y que, por tanto, el hombre

    tiene por s mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo

    tiempo de su propia naturaleza. Estos derechos y deberes son, por ello,

    universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningn concepto.3

    Pacem in terris, 9

    Entre otras cosas demanda la reivindicacin del papel de la mujer al interior del

    hogar y en la sociedad y a respetar los derechos de los exiliados y las minoras

    tnicas.3 En el plano internacional, invita a las naciones a frenar la carrera

    armamentista y a prohibir las armas nucleares y puntualiza la responsabilidad de

    la Organizacin de las Naciones Unidas en la promocin de la buena relacin

    entre los pueblos y la consecucin de la paz, as como tambin la importancia

    de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos.3

    El rechazo incondicional de la carrera de armamentos y de la guerra en s misma

    constituye una de las las innovaciones ms importantes de esta encclica.

    Sostiene que en la era atmica resulta impensable que la guerra se pueda utilizar

    como instrumento de justicia. Esto, a su vez, implic un fuerte cuestionamiento

    al concepto de guerra justa que, en el pensamiento del historiador Jos Orlandis,

    result virtualmente abolido por la encclica.4

    [...] la justicia, la recta razn y el sentido de la dignidad humana exigen

    urgentemente que cese ya la carrera de armamentos; que, de un lado y de otro,

    las naciones que los poseen los reduzcan simultneamente; que se prohban las

    armas atmicas; que, por ltimo, todos los pueblos, en virtud de un acuerdo,

    lleguen a un desarme simultneo, controlado por mutuas y eficaces garantas.

    [...] en nuestra poca, que se jacta de poseer la energa atmica, resulta un

    absurdo sostener que la guerra es un medio apto para resarcir el derecho

    violado.

    Recepcion

    Hasta 1963, Pacem in terris fue el documento papal que tuvo mayor difusin y

    repercusin a nivel internacional5 y las reacciones de la prensa y los lderes

  • polticos y religiosos fueron generalmente positivas. U Thant, secretario general

    de la Organizacin de las Naciones Unidas quien recibi la nica copia con

    firma autgrafa que sali del Vaticano de manos del cardenal Leo Jozef

    Suenens,2 afirm: La he ledo con un profundo sentido de satisfaccin [] La

    encclica est completamente de acuerdo con las concepciones y los objetivos

    de las Naciones Unidas.6 El gobierno de los Estados Unidos, presidido por

    John F. Kennedy, a travs de su Departamento de Estado expres: Acogemos

    con afecto el mensaje conmovedor del Papa Juan XXIII. La Pacem in Terris es

    una encclica histrica de importancia mundial [] ningn pas podra ser ms

    receptivo a su profundo llamado que los Estados Unidos.6

    Nikita Kruschev, primer ministro de la Unin Sovitica, declar en una entrevista:

    No podemos menos que tener muy en cuenta la postura del Papa Juan XXIII,

    posicin realista sobre una serie de cuestiones entre las ms acuciantes de

    nuestra poca, y, en primer lugar, sobre el problema de la paz y del desarme.

    En su reciente Encclica el Papa se ha pronunciado por el fin de la carrera de

    armamentos, la prohibicin de las armas nucleares, la realizacin del desarme

    bajo un control internacional eficaz, en pro de la coexistencia pacfica de los

    Estados, de las relaciones en pie de igualdad, y en pro de la eliminacin de la

    historia blica. Es preciso estar ciego para no ver que estas actitudes estn

    fundadas en una comprensin real del peligro que representa la guerra. Nosotros

    los comunistas no aceptamos ninguna concepcin religiosa. Pero al mismo

    tiempo somos de los que creen que es necesario que se unan todas las fuerzas

    para salvaguardar la paz.

    Berna Quintana, ngel (2003): El momento histrico de la encclica Pacem

    in terris.2

    En Espaa, sin embargo, la reaccin fue escasa y crtica.5

    7. Concilio vaticano 2

    El Concilio Vaticano II fue un concilio ecumnico de la Iglesia catlica convocado

    por el papa Juan XXIII, quien lo anunci el 25 de enero de 1959. Fue uno de los

    eventos histricos que marcaron el siglo XX.

    El Concilio const de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el

    mismo papa en el otoo de 1962. l no pudo concluir este Concilio ya que falleci

    un ao despus, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas

    y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La

    lengua oficial del Concilio fue el latn.

    Comparativamente, fue el Concilio que cont con mayor y ms diversa

    representacin de lenguas y etnias, con una media de asistencia de unos dos

    mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo. Asistieron

    adems miembros de otras confesiones religiosas cristianas.

    Objetivo

    El Concilio se convoc con los fines principales de:

    Promover el desarrollo de la fe catlica.

    Lograr una renovacin moral de la vida cristiana de los fieles.

  • Adaptar la disciplina eclesistica a las necesidades y mtodos de nuestro

    tiempo.

    Lograr la mejor interrelacin con las dems religiones, principalmente las

    orientales.

    Se pretendi que fuera un aggiornamento o puesta al da de la Iglesia, renovando

    los elementos que ms necesidad tuvieran de ello, revisando el fondo y la forma

    de todas sus actividades.

    Pretendi proporcionar una apertura dialogante con el mundo moderno,

    actualizando la vida de la Iglesia sin definir ningn dogma, incluso con nuevo

    lenguaje conciliatorio frente a problemas actuales y antiguos.

    Presbiterio con la ctedra de San Pedro en la baslica homnima, durante el

    Concilio Vaticano II. Foto de Lothar Wolleh.

    El Concilio Vaticano I (1869-1870) no haba terminado debido a la suspensin

    impuesta por el estallido de la guerra franco-prusiana. Algunos queran que se

    continuara este concilio pero no fue as. Los sectores ms liberales o

    modernistas dentro de la Iglesia lo consideran uno de los cinco concilios ms

    importantes (Niceno I, Calcedonense, Lateranense IV, Tridentino y Vaticano II).

    Trat de la Iglesia, la revelacin, la liturgia, la libertad religiosa, etc. siendo sus

    caractersticas ms importantes la renovacin y la tradicin.

    En cambio, los sectores ms conservadores aplican un trmino llamado la

    hermenutica de la continuidad para leer los textos conciliares a la luz de la

    Tradicin y del Magisterio bimilenario para que no entre en contradiccin.

    Por su parte, sectores tradicionalistas minoritarios, como la Hermandad San Po

    X, denuncian que el Concilio ensea errores y que hay puntos que deben ser

    condenados porque contradicen abiertamente la Tradicin, el Magisterio Papal

    y de los anteriores Concilios de la Iglesia catlica.

    Antecedentes

    A lo largo de los aos 1950, la investigacin teolgica y bblica catlica haba

    empezado a apartarse del neoescolasticismo y el literalismo bblico que la

    reaccin al modernismo haba impuesto desde el Concilio Vaticano I. Esta

    evolucin puede apreciarse en telogos como los jesuitas Karl Rahner o John

    Courtney Murray, que se haban venido esforzando por integrar la experiencia

    humana moderna con el dogma cristiano, as como en otros: el dominico Yves

    Congar, Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI), Henri de Lubac y Hans Kng

    que buscaban lo que vean como una comprensin ms ajustada de la Escritura

    y de los Santos Padres, un retorno a las fuentes (ressourcement) y una

    actualizacin (aggiornamento).

    Al mismo tiempo los obispos de todo el mundo venan afrontando tremendos

    desafos asociados al cambio poltico, social, econmico y tecnolgico. Algunos

    de ellos aspiraban a formas nuevas de responder a esos cambios. El Concilio

    Vaticano I, desarrollado casi un siglo antes, haba sido interrumpido cuando el

    ejrcito italiano entr en Roma en los momentos finales de la unificacin italiana.

    Slo haban concluido las deliberaciones relativas al papel del papado, dejando

  • sin resolver los aspectos pastorales y dogmticos concernientes al conjunto de

    la Iglesia.

    8. Populorum progressio

    Populorum progressio (latn: El desarrollo de los pueblos) es la carta encclica

    del Papa Pablo VI promulgada el 26 de marzo de 1967.

    La encclica est dedicada a la cooperacin entre los pueblos y al problema de

    los pases en vas de desarrollo. El Papa denuncia que el desequilibrio entre

    pases ricos y pobres se va agravando, critica al neocolonialismo y afirma el

    derecho de todos los pueblos al bienestar. Adems presenta una crtica al

    capitalismo y al colectivismo marxista. Finalmente propone la creacin de un

    fondo mundial para ayudar a los pases en vas de desarrollo.

    Es una de las ms famosas e importantes de Pablo VI aun cuando en su

    momento fue objeto de debates (por ejemplo, en cuanto al derecho de los

    pueblos a rebelarse incluso con la fuerza contra un rgimen opresor) y crticas

    por parte de los ambientes ms conservadores. La encclica fue el motivo de

    fundacin del movimiento MSPTM (Misioneros Siervos de los Pobres del Tercer

    Mundo)

    La propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y

    absoluto. No hay ninguna razn para reservarse en uso exclusivo lo que supera

    a la propia necesidad, cuando a los dems les falta lo necesario.

    Argumento: La necesidad de promover el desarrollo de los pueblos

    Estructura

    Prembulo

    Por un desarrollo integral del hombre

    Los datos del problema

    La Iglesia y el desarrollo

    Accin que se debe emprender

    El desarrollo solidario de la humanidad

    Asistencia a los dbiles

    La justicia social en las relaciones comerciales

    La caridad universal

  • ENCCLICAS

    Quadragesimo Anno: S.S.Pio XI, 1931

    Panorama Histrico:

    Post I Guerra Mundial.

    Indiferencia a Dios y a miserias ajenas.

    Liberalismo filosfico nutre de ideas al sistema econmico (capitalismo liberal).

    Utopa de idealismos socialistas (origen marxista), fomenta reclamos de los

    trabajadores y lucha de clases.

    Pobreza escandalosa.

    Caractersticas:

    Restaura el orden social y su perfeccionamiento de conformidad con la Ley

    Evanglica.

    Aclara relacin entre economa y el orden moral.

    Condena por igual al socialismo y al individualismo.

    Contra regmenes totalitarios.

    Importancia:

    Expone el principio de Subsidiaridad. Rgimen de salario justo. Sustento del obrero y de su familia. Situacin de la empresa. Necesidad del bien comn: Derecho de propiedad de doble carcter: social e

    individual.

    S.S. Po XII

    No public ninguna encclica referida a lo social, pero manifest constantemente su

    preocupacin por el orden internacional. Radiomensajes: Insiste en la nocin de

    Derecho natural. Llama a las agrupaciones profesionales y empresariales a

    participar de modo especial por el Bien Comn.

    Mater et Magistra: Juan XXIII, Mayo de 1961

    Panorama Histrico:

    Recuperacin despus de las guerras.

    Descolonizacin de Asia y frica (colonias).

    La cuestin social se universaliza (divisin de la pobreza entre los pases del

    hemisferio norte y del sur).

    Incremento demogrfico como problema serio.

    Aparicin de otra clase de proletarios: Los llamados pases subdesarrollados o

    Tercer Mundo.

    Caractersticas:

    Menciona los desequilibrios entre pases desarrollados y subdesarrollados.

    Actualiza docs pasados y compromete a toda la comunidad cristiana. S.S.

    Importancia:

    Palabras claves: Comunidad, socializacin, nuevo orden mundial. El crecimiento econmico no slo se limitar a satisfacer las necesidades de

    los hombres, sino que podr promover tambin su dignidad.

    Define el Bien comn (Nro.65)

  • Define la naturaleza y el rol de la DSI.

    Pacem in Terris : S.S. Juan XXIII, abril de 1963

    Contexto Histrico:

    Muro de Berln,

    Guerra fra, bloques.

    Surgimiento de nuevos pases

    Estragos de la guerra atmica.

    1955 en Lima, Ley de voto de la mujer.

    Caractersticas:

    Documento de esperanza y de optimismo.

    Reflexiona sobre la dignidad humana y los derechos humanos.

    Convivencia basada en la verdad, justicia, amor y libertad.

    Necesidad de una autoridad pblica.

    Importancia:

    Pone de relieve el tema de la paz, en una poca marcada por la proliferacin nuclear.

    Primera reflexin a afondo sobre los derechos humanos.

    Populorum Progressio: S.S. Pablo VI, 1967

    Contexto Histrico:

    Desequilibrio entre las naciones pobres y las ricas.

    Prosperidad del capitalismo.

    El fenmeno del BabyBoom (crecimiento demogrfico), muchos jvenes en el

    mundo pertenecientes a familias estadounidenses estables (estado de bienestar).

    Caractersticas:

    Desarrollo es el nuevo nombre de la paz, al servicio de las personas para favorecer

    a la educacin bsica.

    Desarrollo integral del hombre y desarrollo solidario de la humanidad.

    Importancia:

    Esperanza: Creer que un mundo mejor es posible. Destino de los bienes de la tierra. Asistencia internacional contra el hambre.

    Octogesima Adveniens: S.S. Pablo VI, 1971

    Retoma la enseanza social de Lein XIII y la actualiza.

    Reflexiona sobre la sociedad post industrial.

    La tecnologa impone su dominio (nuevas industrias, publicidad, comunicaciones).

    El progreso es ideologa omnipresente.

    Nuevos pobres: minusvlidos, ancianos

    Laborem Exercens: Juan Pablo II, 1981

    Dedicada al trabajo como bien fundamental para la persona, factor primario de act.

    econmica y clave de toda la cuestin social.

    tica del trabajo. Solamente el hombre es capaz de trabajar.

    Centesimus Annus: Juan Pablo II, 1991

    Continuidad doctrinal de 100 aos de Magisterio social de la Iglesia.

  • Preocupacin por proponer a la comunidad cristiana y a todos los hombres de

    buena voluntad:

    Principios fundamentales Criterios Universales Orientaciones coherentes para cada situacin concreta.

    2004 La DSI surge como respuesta concreta a problemas concretos. Es acumulativa

    Hay una reflexin desde la PALABRA, que es permanente, sobre la realidad social, que

    es cambiante.