¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos...

14
UN DESFILE DE MODELOS ECONÓMICOS Y SOCIALES H ace mucho tiempo que los modelos económicos y sociales son utilizados como armas en la contienda ideoló- gica que se dirime en los medios de comunica- ción. En realidad, un modelo es un ideal al que una sociedad debe aspirar si es que quie- re alcanzar determinados objetivos (creci- miento, igualdad, productividad, equilibrio fiscal, etc.). Muy a menudo, los modelos son una abstracción un tanto forzada de la reali- dad a la que pretenden representar. Se cons- truyen para servir de referencia a imitar y desaparecen de la escena por olvido interesa- do de quienes los popularizan. Modelos ha habido en cantidad suficiente como para poder subrayar con justeza su carÆcter efímero. Es difícil olvidar la pasada omnipresencia del modelo japonØs en la lite- ratura económica; luego, como es sabido, le sucedió el modelo asiÆtico de los tigres. En Europa hemos conocido una corriente similar a la que tuvo su origen en Asia. El modelo sueco se encuentra entre los mÆs citados y entre los mÆs duraderos. A Øl le han seguido el modelo de capitalismo renano, contrapues- to al capitalismo alpino. Posteriormente, los holandeses fueron protagonistas de ese desfi- le; le siguieron los modelos irlandØs (el tigre celta), la tercera vía y mÆs recientemente el modelo danØs de la flexiseguridad en el empleo. Pero todo pasa y todo queda. El tiempo, como es natural, arrumba todo lo que como las modas es efímero y pasajero. El modelo japonØs se desvaneció con la deflación, el asiÆ- tico lo ventiló una crisis financiera y así, suce- sivamente, fueron pasando al olvido uno tras otro. Mucho mÆs recientemente, a propósito de la presidencia britÆnica de la UE, ha vuel- to a reverdecer la presencia de los modelos. La pretensión de muchos autores de la UE de reducir la variedad de modelos sociales 15 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66 * Consejero del Tribunal de Cuentas. ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las experiencias britÆnica y espaæola LUIS MART˝NEZ NOVAL*

Transcript of ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos...

Page 1: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

UN DESFILE DE MODELOSECONÓMICOS Y SOCIALES

Hace mucho tiempo que los modeloseconómicos y sociales son utilizadoscomo armas en la contienda ideoló-

gica que se dirime en los medios de comunica-ción. En realidad, un modelo es un ideal alque una sociedad debe aspirar si es que quie-re alcanzar determinados objetivos (creci-miento, igualdad, productividad, equilibriofiscal, etc.). Muy a menudo, los modelos sonuna abstracción un tanto forzada de la reali-dad a la que pretenden representar. Se cons-truyen para servir de referencia a imitar ydesaparecen de la escena por olvido interesa-do de quienes los popularizan.

Modelos ha habido en cantidad suficientecomo para poder subrayar con justeza sucarácter efímero. Es difícil olvidar la pasadaomnipresencia del modelo japonés en la lite-

ratura económica; luego, como es sabido, lesucedió el modelo asiático de los tigres. EnEuropa hemos conocido una corriente similara la que tuvo su origen en Asia. El modelosueco se encuentra entre los más citados yentre los más duraderos. A él le han seguidoel modelo de capitalismo renano, contrapues-to al capitalismo alpino. Posteriormente, losholandeses fueron protagonistas de ese desfi-le; le siguieron los modelos irlandés (el tigrecelta), la tercera vía y más recientemente elmodelo danés de la flexiseguridad en elempleo.

Pero todo pasa y todo queda. El tiempo,como es natural, arrumba todo lo que como lasmodas es efímero y pasajero. El modelojaponés se desvaneció con la deflación, el asiá-tico lo ventiló una crisis financiera y así, suce-sivamente, fueron pasando al olvido uno trasotro. Mucho más recientemente, a propósitode la presidencia británica de la UE, ha vuel-to a reverdecer la presencia de los modelos.

La pretensión de muchos autores de la UEde reducir la variedad de modelos sociales

15REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

* Consejero del Tribunal de Cuentas.

¿Existe un modelo social europeo?Una contrastaciónde las experiencias británicay española

LUIS MARTÍNEZ NOVAL*

Page 2: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

europeos a dos, encuentra sin embargo algu-nos inconvenientes. A medida que mejora lapotencia de la lente de observación aumentael número de modelos europeos. Utilizando elclásico procedimiento de Esping-Andersen1,se llega a distinguir cuatro modelos socialeseuropeos2 que valorando la eficiencia y laequidad de cada uno de ellos distingue entremodelos continentales (alta equidad y bajaeficiencia), nórdicos (alta equidad y alta efi-ciencia), mediterráneos (baja equidad y bajaeficiencia) y anglosajones (baja equidad y altaeficiencia).

Pues bien, si aumentamos la potencia de lalente de observación, se encuentra que esataxonomía no tiene mucho sentido, porque,¿en qué términos se mide la eficiencia? A finde cuentas, ¿tiene algo que ver la economíaespañola con la italiana para ser ubicada enel mismo modelo?

EL RETORNO PERMANENTEDE UN VIEJO DISCURSO

Hace tiempo que el mercado de trabajo delReino Unido y, más en general, el entramadorelativo al bienestar de su población son utili-zados como arma arrojadiza frente a posicio-nes contrarias a la deriva anglosajona en elmodelo social europeo. En realidad, la prime-ra desmesura en esta cuestión es hablar deun modelo social porque con ello se da aentender que hay en la sociedad europea con-tinental un conjunto de políticas en lo relati-vo a la sanidad, las pensiones, el desempleo yel mercado de trabajo similares que, en defi-nitiva, conducen a la existencia de un modelo.Nada más lejano de la realidad si ese modeloha de ser juzgado por los niveles del gasto

social de cada país europeo continental quemuestra una clara dispersión.

Aceptemos por conveniencia, no obstante,que nos encontramos ante un modelo socialeuropeo continental que se contrapone a unmodelo británico anglosajón. La cuestión,como es sabido, no es la mera contraposiciónsino la prevalencia, la superioridad de todocuanto se hace en este terreno en el ReinoUnido. Cuando los británicos presidieron laUE en 2005, fundaron su programa de actua-ción en una reconsideración del modelo socialeuropeo para modificarlo a su imagen y seme-janza. Vano empeño, por cierto.

Tal pretensión se justificaba por la supues-ta superioridad de su modelo económico ysocial. Lo más curioso del modelo anglosajón,tal como los laboristas británicos lo publici-tan, es su autonomía del principio de equidadque habitualmente debe de equilibrar el obje-tivo de eficiencia. En sus palabras, en sus tex-tos, en definitiva en sus discursos, la equidadha sido sustituida por la modernidad. Efecti-vamente, todo lo que el modelo anglosajónpropone o acomete en el ámbito de la políticasocial es moderno, conduce a la moderniza-ción. Y todo ello por definición. Por el contra-rio, lo que el modelo continental mantiene enbeneficio de sus ciudadanos es antiguo, tras-nochado y caduco.

Por si no bastara la reincidencia en el dis-curso de la modernidad, la globalización havenido a servir de coartada a las ideas quetratan de abrir camino a la renuncia a dere-chos adquiridos en el pasado, que en nuestrosdías, se dice, han quedado arrumbados por larapidez de los cambios tecnológicos.

Frente a la merma de derechos socialessurgen nuevas obligaciones: la de la emplea-bilidad, la formación continua, la movilidadgeográfica, la movilidad funcional. Y contodas ellas la imperiosa necesidad de que laspolíticas públicas en el mercado de trabajocaminen en esa dirección.

INFORMES Y ESTUDIOS

16 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

1 ESPING-ANDERSEn, G. (1990): The Three Worlds ofWelfare Capitalism. Princeton University Press. New Jer-sey.

2 SAPIR, A. (2005): Globalisation and the Reform ofEuropean Social Models. Bruegel Policy Brief. Issue2005/01. November 2005.

Page 3: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

El modelo social europeo, tal como proba-blemente lo entiende la sociedad española, esalgo parecido a una intervención del Estado,quien por la vía de la regulación del mercadode trabajo entiende que es necesario estable-cer equilibrios de poder en las relacioneslaborales. Necesario porque no hay simetríaen la fuerza negociadora que detentanempresarios y trabajadores a la hora de con-tratar y, en consecuencia, parte del equilibriose alcanza por la vía de la intervención públi-ca movida por el interés general.

Hace mucho tiempo que los defensores dela flexibilidad vienen insistiendo en que labúsqueda de ese equilibrio no provoca otraconsecuencia que el perjuicio de los trabaja-dores, que debido a ello, soportan tasas deparo más elevadas, en el plano individual, yde los gobiernos reguladores que ven incre-mentado el gasto en protección por desem-pleo, en el plano colectivo. Ese, por cierto, esun viejo argumento de las posiciones libera-les que encontramos a propósito de la trampade la pobreza y que se repite miméticamentea propósito de la regulación en el mercado detrabajo3 Si las cosas fuesen tan sencillas, sondifíciles de entender las razones por las cua-les los gobiernos continentales europeos, detan diverso signo, han cerrado los ojos duran-te tantos años a la realidad. ¿Por qué empeci-

narse en una regulación rigurosa del mercadode trabajo si más allá de la misma se encuen-tra la arcadia laboral? Muchos europeos,durante mucho tiempo, han vivido en la con-tumacia de acuerdo con ese modo peculiar dever las cosas.

Por eso es natural que un país como el Rei-no Unido, que ha vivido experiencias radica-les en este terreno (el thatcherismo) y queposteriormente las ha consolidado a perpe-tuidad, se extrañe tan a menudo del errorcontinental. Natural también, sin duda, quecuando ese país ocupó el vértice de la UE pre-tendiera evangelizar al resto con propuestasque llevasen el agua a su molino: el molinoliberal. En esas estamos y estaremos.

Sobre esa base, reiterada con franciscanainsistencia, se ha ido agigantando el mito dela superioridad del modelo social británico.Sin embargo, los datos de los mercados labo-rales no sustentan en modo alguno un discur-so de esa naturaleza. Veamos esos datos por-que resultan suficientemente ilustrativos.Con carácter previo hay que convenir, segu-ramente sin dificultad, que la variable funda-mental que juzga los resultados de un merca-do de trabajo no es otra que el empleo. Lacapacidad que muestre una economía nacio-nal para generar nuevos puestos de trabajo.

En efecto, el empleo es una variable estric-tamente económica, en tanto que el desem-pleo es el producto de complejas relaciones enlas que se entrecruzan argumentos demográ-ficos y sociológicos; en algunos casos, como severá posteriormente, inducidos por el propiogobierno y por regulaciones que nada tienenque ver con el mercado de trabajo.

¿Qué deberíamos envidiar en el modelosocial británico? ¿Su capacidad para crearempleo o su baja tasa de paro? Sin duda laprimera, porque la segunda permite enjua-gues y componendas estadísticas. En suma,nos inclinamos por la demanda de trabajocomo instrumento para valorar los resultadosdel mercado laboral.

LUIS MARTÍNEZ NOVAL

17REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

3 La FAES publica numerosos trabajos de análisiseconómico y social. Uno de los últimos que se han col-gado en la página web trata del salario mínimo y estáprecedido por una cita de WALTER BLOCK, economista dela llamada escuela austríaca. Dice BLOCK: «Algunos ani-males son más débiles que otros. Por ejemplo el puerco-espín es un animal indefenso excepto por sus púas; elciervo es vulnerable excepto por su velocidad. En la eco-nomía también hay personas relativamente débiles. Losdiscapacitados, los jóvenes, las minorías, los que no tie-nen preparación, todos ellos son agentes económicosdébiles. Pero, al igual que les ocurre a los seres del mun-do animal, estos agentes débiles tienen una ventajasobre los demás: la capacidad de trabajar por sueldosmás bajos. Cuando el Gobierno les arrebata esa posibili-dad fijando sueldos mínimos obligatorios, es como si learrancaran las púas al puercoespín». (El País 13/03/05.Soledad Gallego-Díaz).

Page 4: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

De esa evolución que el gráfico ilustrapodemos extraer también alguna conclusióncolateral a los argumentos que se vienenexponiendo. En los desastrosos años de la cri-sis de los tipos de interés de los primeros 90,cuando los mercados sacaron del SistemaEuropeo de Cambios a la libra esterlina, lacreación de empleo en el Reino Unido corríaidéntica suerte a la española. No se olvide,sin embargo, que los thatcheritas llevabanaños gobernando el Reino Unido: exactamen-te desde 1979. Por otro lado, si lo que se quie-re aducir es el análisis de largo plazo con-vendría añadir que el crecimiento medioanual del empleo en el decenio 1993-2003 fuedel 3,5% en España frente el 1,1% en el ReinoUnido.

Cualquiera podría pensar a la vista de esosdatos, que la economía española tras un largoproceso de generación de empleo que va de1994 a 2004 podría presentar mejores resulta-dos que el Reino Unido en términos de desem-pleo. Sin embargo, nada de eso se correspon-de con la realidad que reflejan los datos rela-tivos a la tasa de paro en ambos países. Latasa de paro, como es bien sabido, es el resul-tado de relacionar la población ocupada con la

población activa (la población que quiere tra-bajar y busca empleo). Pero la población acti-va es variable tanto de contenido económicocomo sociológico. El complemento de la pobla-ción activa es la población inactiva (la pobla-ción que está al margen del mercado de tra-bajo por razones diversas: estudios, trabajoen el hogar, incapacidad permanente, razo-nes familiares, desánimo laboral, etc.).

El gráfico 2 confirma los buenos resultadosdel mercado de trabajo británico en términosde desempleo y, también, el rápido retrocesoexperimentado por la tasa en nuestro país. Sien el Reino Unido la tasa se divide por dos enlos doce años precedentes, en el caso españolla caída es aún más acusada (los últimosdatos de nuestro mercado de trabajo son aúnmás llamativos que los que el cuadro refleja:la tasa de paro en el segundo trimestre de2005 ha descendido hasta el 8,43%, la másbaja de los últimos 30 años e inferior a lamedia europea).

¿Qué puede explicar, entonces, la diferenciaentre la tasa de paro española y la británica?Sin duda que deben existir argumentos que notienen que ver con el libre juego del mercado

INFORMES Y ESTUDIOS

18 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

En esos términos, la superioridad delmodelo social español, como parte del modelosocial europeo continental, es apabullante si

la trayectoria analizada se refiere a los últi-mos doce años. El gráfico 1 lo refleja fielmen-te con datos de Eurostat.

GRÁFICO 1. VARIACIÓN DEL EMPLEO TOTAL (En tasa anual)

Fuente: Eurostat.

Page 5: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

de trabajo. Se encuentran en los procedimien-tos que los trabajadores activos utilizan paraabandonar el mercado y pasar a la inactividadpor causas que se justifican en la larga enfer-medad, la discapacidad severa, en definitiva,lo que nuestro sistema de protección denomi-na incapacidad permanente. Dicho en otrostérminos, son problemas relativos a la ofertade trabajo que afectan a trabajadores que aundeseando trabajar no se encuentran en condi-ciones físicas o psíquicas para ello. Son, ensuma, problemas de inactividad.

Por otro lado, los gobiernos pueden inter-venir efectivamente en el mercado convir-tiéndose en demandantes de trabajo para laprovisión de servicios públicos (médicos, pro-

fesores, jueces, conductores y un sinfín deocupaciones) que pueden generar un impor-tante crecimiento de los mismos a consecuen-cia, por ejemplo, de un notorio aumento de lapoblación o de una mejora en la calidad de laprovisión de los servicios. Sin embargo esteargumento no explica en modo alguno la dife-rencia entre la tasa de paro española y la delReino Unido. En efecto, ambos gobiernos hanutilizado con generosidad la política de incre-mento del empleo público como respuesta alas crecientes demandas ciudadanas que exi-gen mejores niveles de calidad en la provisiónde los servicios públicos. El gráfico 3 dejaconstancia de un comportamiento muy simi-lar en ambos gobiernos en lo que se refiere aempleo público.

LUIS MARTÍNEZ NOVAL

19REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

GRÁFICO 2. TASA DE PARO (%)

GRÁFICO 3. EMPLEO EN EL SECTOR PÚBLICO (En miles)

Fuente: Eurostat.

Fuente: Labour Force Survey (ONE) y EPA (INE).

Page 6: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

De modo que por la vía del empleo públicono encontramos explicación a tan baja tasa dedesempleo en el Reino Unido respecto de laespañola. Sin embargo es ilustrativo conocerque «el sector público (en ese país) es el res-ponsable de la mitad de los nuevos empleoscreados desde 2000»4. Ello conduce a explorarterrenos en los que los propios analistasbritánicos muestran preocupación respecto ala evolución en su país de algunos comporta-mientos sociales que desde hace tiempo sevienen manifestando en el mercado de traba-jo británico. Uno de ellos, el más significativosin duda, es todo lo relacionado con la inacti-vidad económica. Más en particular, esosanalistas llaman la atención sobre el incre-mento que en los años precedentes experi-mentó la inactividad entre los británicos enedad de trabajar debido al abandono del mer-cado de trabajo por causas (long term sick anddisabled) que en nuestro país se engloban enlo que denominamos incapacidad permanen-

te. Además tanto en el caso británico como enel español hay que añadir a esa cifra la detrabajadores jubilados anticipadamentecomo consecuencia de las dificultades encon-tradas en el mercado de trabajo. En esos tér-minos, se encuentra alguna explicación a labaja tasa de desempleo británica que en elgráfico 4 desvela un crecimiento dispar entreambas variables nacionales. En el ReinoUnido el número de trabajadores en edad detrabajar que abandonaron el mercado de tra-bajo experimentó en los doce años preceden-tes un crecimiento mucho mayor que ennuestro caso. Naturalmente que esos trabaja-dores, jubilados anticipadamente o por enfer-medad de larga duración o incapacidad per-manente, se convierten en trabajadores inac-tivos que dejan de ser desempleados y que deese modo merman el grueso de trabajadoresdesempleados.

Este hecho peculiar de la realidad britá-nica tiene reflejo en diversas publicacionesrelativas al Reino Unido y muy en particularen las de la OCDE. En realidad los datos dela OCDE que se refieren a inactivos por cau-sa de larga enfermedad o discapacidad entérminos relativos por grupos de edad sitúanal Reino Unido como el país que en mayor

INFORMES Y ESTUDIOS

20 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

4 OCDE (2005): Economic Survey of the UnitedKingdom 2005:Key challenges: Translating a resilientmacroeconomic performance into faster growth in livingstandards. Capítulo 1. Publicado el 12 de octubre de2005.

GRÁFICO 4. JUBILACIÓN ANTICIPADA O RETIRO POR ENFERMEDADO INCAPACIDAD (Miles)

Fuente: Labour Force Survey (ONE) y EPA (INE).

Page 7: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

medida se manifiesta esa realidad que afec-ta al mercado de trabajo. Muy especialmen-te en el caso de los varones. No es deextrañar que como consecuencia de tal anor-malidad el propio gobierno británico hayapuesto en pie un programa (Pathways toWork) que por medio de incentivos trata dealiviar esa situación.

Esa particularidad del mercado de trabajobritánico ya había sido puesta de manifiestopor otros autores que se acercaron a esesupuesto fenómeno. En todos los casos seseñala la excesiva utilización de la inactivi-dad por enfermedad o incapacidad como ele-mento explicativo de la baja tasa de desem-pleo en el Reino Unido5. No se olvide, además,que la edad legal de jubilación de las mujereses de 60 y que no será hasta 2010 que esaedad se sitúe en los 65 años.

Esto es: la supuesta eficiencia del modelosocial británico, y más concretamente de laregulación de su mercado de trabajo, medidopor su tasa de desempleo, requiere muchosmatices. Alguno de ellos se ha tratado deexponer en las líneas precedentes.

UN SISTEMA DE PENSIONESCOMO GARANTÍA DE RENTADE JUBILADOS

La finalidad de todo sistema de pensionesno es otra que la sustitución de salarios deactivos por pensiones de jubilados. Ese objeti-vo tiene asociado otro más elemental y segu-ramente anterior: luchar contra la pobreza en

la vejez. De ahí que los elementos objetivospara valorar la eficacia de un sistema de pro-tección estén relacionados con esos dos fines.No se precisan, por lo demás, muchas razonespara justificar que el sistema que garantizarentas de jubilado juegue un papel estelar enel fenómeno del abandono prematuro delmercado de trabajo. Sin duda que si la tasa desustitución de la renta de activo que suponela pensión de jubilado es atractiva para el tra-bajador (incluidos eventuales coeficientesreductores debidos a la anticipación), ellooperará como incentivo para el abandono delmercado de trabajo. En caso contrario esrazonable esperar que los trabajadores bus-quen y encuentren las vías de escape que elsistema de protección les proporciona. Escomprensible que los trabajadores que noestén encuadrados en grandes empresas, porlo común sindicalizadas, acudan a benefi-ciarse de la protección por incapacidad (encualquiera de sus grados) que los excluye delmercado de trabajo a cambio de una presta-ción.

El sistema español contiene una parte con-fiada al sistema financiero del reparto, decarácter público, y otra complementaria fun-dada en la capitalización y privadamente ges-tionada. La importancia de cada una de esasvertientes es muy desigual. La primera esobligatoria para todos los trabajadores y sedesarrolla desde el año 1963; la segunda esvoluntaria y tiene una historia que no va másallá de 1987.

Por el contrario, el sistema británico esfamoso por su extremada complejidad, pro-ducto de las numerosas reformas del mismoque, como es de rigor, se superponen unas aotras. Cuenta, como en nuestro caso, con dosvertientes. Una pública y de reparto y otraprivada y capitalizada. Pero, a diferencia denuestro caso, esta segunda tiene una conside-rable importancia.

La diferencia queda perfectamente justifi-cada si se tiene presente que el porcentaje degasto en pensiones en el Reino Unido era en

LUIS MARTÍNEZ NOVAL

21REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

5 VERGARA, F. (2005): Emploi: le mythe de la per-formance britannique. Suplemento de Economía de LeMonde. 20/9/05. También el Survey de la OCDE reparaen esos matices cuando afirma que «mientras que la tasade desempleo es muy baja, la tasa de inactividad se situópermanentemente por encima del 21% desde la prime-ra recesión de los 90. Y añade: «este es un síntoma de lacarencia de cualificaciones toda vez que donde más hacrecido esa tasa de inactividad es entre los trabajadoresmenos cualificados».

Page 8: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

En cualquier caso las comparaciones entreel sistema español y el británico son dificulto-sas debido a su notoria diferencia. A propósi-to de un somero y reciente análisis del siste-ma británico, la OCDE constata que el siste-ma actual de pensiones combina uno de losmás bajos sistemas estatales de la OCDE conuno de los más desarrollados sistemas depensiones capitalizadas privadamente ges-

tionados6. Justamente lo contrario de lo quese puede decir del sistema español. De ahíque las cifras que el cuadro 1 refleja no pue-dan ser excesivamente concluyentes puesto

2000 del 5,5% del PIB, mientras que enEspaña en la misma fecha se elevaba al 8,9%del PIB.

Esa razón explica que el sistema británicosea objeto de dos amenazas. De una parte, laque apunta a todos los sistemas de repartopúblicos como consecuencia de la demografía;de otra, el rigor contable que lleva a lasempresas británicas a impedir la entrada denuevos trabajadores en sus sistemas deempleo de prestación definida.

La primera es generalizable a casi todoslos sistemas de reparto europeos; la segundaes específica del Reino Unido en razón de laimportancia que en su caso tienen los planesde empresa en las rentas de sus jubilados. Entodo caso, lo relevante a nuestros efectos es elconocimiento de la medida en la que el siste-ma británico, en contraposición con el espa-ñol, alcanza esos objetivos que se precisaban

al comienzo de este apartado: la sustituciónde rentas.

Naturalmente que en este caso en el que lareferencia son unidades monetarias queexpresan poder de compra, las comparacionesinternacionales deben hacerse de modo quelas cifras que se manejen sean equiparablesen cuanto a su orden de magnitud. Los indica-dores que en mayor medida se vienen utili-zando a este propósito son dos. Por un lado elnivel de sustitución de la renta de jubilados,relacionando el último salario con la primerapensión del trabajador ya jubilado. Ese ratiorefleja a su vez de algún modo la generosidadde un sistema de pensiones. Ciertamente queel nivel de la primera pensión dependerá deun parámetro que define junto con otros el sis-tema. Efectivamente que la fórmula de cálcu-lo de la pensión de alta en el sistema es deter-minante de la generosidad o cicatería que cali-fican a un sistema de protección.

INFORMES Y ESTUDIOS

22 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

6 OECD (2005): «How should the pensions systembe reformed?» Economic Survey of the United Kingdom.Chapter 4.

CUADRO 1. TASA NETA DE SUSTITUCIÓN POR NIVELES DE RENTAPARA LOS HOMBRES

Fuente: OCDE. Les pensions dans les pays de l'OECD. 2005. pág. 55.

Page 9: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

que se refieren a la sustitución de rentas queproporcionan los sistemas públicos.

Pero, circunscritos a los sistemas públicos,siempre es posible una comparación quenecesariamente ha de tener presente los dife-rentes niveles salariales entre ambos países.Consiste en poner en paralelo las prestacio-nes mínimas que ambos sistemas proporcio-nan a quienes no tienen otras rentas que lasque provienen de la propia pensión. En elcaso español hablamos de la pensión mínimay en el británico de Renta Mínima Garantiza-da (Minimum Income Guarantee) que recien-temente ha sido reemplazado por lo que elgobierno denomina Crédito Pensión, quecomplementa las pensiones más bajas. Enesos términos la MIG británica era en 2002de 7.176 euros anuales cuando nuestra pen-sión mínima era de 6.754 euros anuales. Estoes: la prestación mínima española era un 93%de la británica, cuando en el mismo año laganancia media anual de un trabajadorespañol era el 61% de la británica. La compa-ración es evidente que no deja mal parado anuestro sistema de protección.

Hay, por lo demás, otros datos que manejay elabora Eurostat que vienen a corroborarlos juicios expresados con anterioridad. Así,la mediana de la renta de los mayores de 65años respecto de la mediana de renta de losmenores de 65 años era en 2001 de un 76% enel caso británico y de un 86% en el casoespañol. Desde otro punto de vista es oportu-no comparar los salarios mínimos vigentes encada caso que son de 599 euros en España yde 1.197 euros en el Reino Unido.

En consecuencia, no hay razones para sos-tener que el sistema de protección frente a lavejez del Reino Unido es más eficaz que elespañol en los términos a los que hacíamosreferencia: sustitución de rentas y lucha con-tra la pobreza de los mayores. Por otro lado, elpropio sistema británico de provisión de pen-siones vive momentos de incertidumbre res-pecto al futuro del mismo. Esa razón llevó ensu momento al gobierno británico a crear una

Pensions Commission para valorar el estadode la cuestión y proponer alternativas a lasituación presente. Esa comisión ha elabora-do un informe conocido por Informe Turner(por el nombre de su presidente)7 que ha dadoa conocer en dos fases sus puntos de vista.Una primera en la que analiza la situaciónactual y otra posterior, muy reciente, en laque propone una reforma del sistema bastan-te radical que incluye entre otras medidas,como era de esperar, un alargamiento de lavida laboral hasta los 68 años en el horizontede 2050. ¿Llevará a cabo el gobierno laboristalas recomendaciones del Informe? Por elmomento son razonables las dudas. En todocaso, el gobierno ha elaborado un proyecto dereforma, siguiendo el guión de la Comisiónque ha sometido a consideración y debate enla Cámara de los Comunes8.

También el gobierno español ha avanzadola necesidad de llevar la edad legal de jubila-ción más allá de los 65 años, lo que en cohe-rencia exige unas medidas que, congruente-mente, dificulten la jubilación anticipada y,especialmente, la jubilación parcial anticipa-da que ha adquirido en nuestro caso unosniveles alarmantes.

En suma, los datos de ambos sistemas deprotección no sitúan en mal lugar al sistemaespañol que cumple las dos funciones de todosistema a las que repetidamente venimoshaciendo referencia.

¿HAY RAZONES PARA ADOPTAREL MODELO SOCIAL BRITÁNICO?

Recordemos que hemos circunscrito elreflejo del modelo social a los resultados endos vertientes fundamentales del mismo. Deuna parte el funcionamiento del mercado detrabajo y de otra los resultados para los tra-

LUIS MARTÍNEZ NOVAL

23REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

7 www.pensionscommission.gov.uk8 Security in Retirement. Towards a New Pension Sys-

tem. Department of Work and Pensions. May, 2006.

Page 10: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

bajadores del sistema de protección frente ala vejez. Desde ese enfoque, no existen datosobjetivos que aconsejen la mudanza delsupuesto modelo continental europeo hacia elmodelo anglosajón. Por más que desde elgobierno británico se insista en ello y suscifras y resultados exijan muchos matices,alguno de los cuales tratamos de dilucidar enestas páginas, no están fundadas las frecuen-tes apelaciones a llevar a cabo ese tránsito.

Ciertamente que no es extraño que quie-nes prefieren guiar sus políticas por el princi-pio del minimalismo del Estado prefieranuna situación en la que se reduce la interven-ción pública en el mercado de trabajo por víanormativa; en la que la regulación de lascuestiones fundamentales de un contrato(tiempo de trabajo, extinción, movilidadgeográfica y funcional, etc.) sean consecuen-cia de la negociación colectiva; y en la que,consecuentemente, el poder de los sindicatosse vea debilitado. Esas son las condicionesideales para que los mercados de trabajo fun-cionen correctamente. No obstante, si esasson las condiciones vigentes en el mercado detrabajo británico, ¿por qué los resultados delmercado de trabajo español se comparan biencon los del británico en términos de creaciónde empleo?

Y, más aún, qué es lo que caracteriza al sis-tema británico de protección frente al riesgode vejez que deba ser trasladado a la realidadde la sociedad española. ¿Acaso un sistemaque se encuentra en trance de ser reformadopara responder en mejor medida a los dosobjetivos fundamentales del mismo? Como elsistema español, el británico se encuentra entrance de reforma. Las recomendaciones delInforme Turner apuntan con claridad a unalargamiento de la vida activa, a un incre-mento del gasto en pensiones públicas y, lomás importante, a la puesta en pie de un sis-tema de ahorro nacional privadamente ges-tionado, de encuadramiento obligatorio yabandono voluntario para la generalidad detrabajadores. ¿Es ese el sistema al que nues-tro país podría y debería aspirar?

En suma, cuando con tanta insistencia seapunta a la superioridad de los resultados delmodelo social anglosajón frente al continen-tal, se está proponiendo una transición de unsistema que precisa a su vez de reformas,pero que es más eficaz en el logro de los obje-tivo sociales que justifican la existencia delmismo.

Más aún. Cuando más allá del modelosocial se aducen los resultados macroeconó-micos que ese modelo comporta, se mixtificanlas cifras presentándolas en términos agrega-dos como si de ellas pudieran extraerse con-clusiones definitivas. Pero el caso es que larealidad macroeconómica de la Europa conti-nental es en estos momentos muy variopinta.Conviven en esa situación elevados déficit fis-cales con cómodos superávit; tasas de paroelevadas con otras tan reducidas como labritánica. En estos momentos, tomar la partepor el todo en la realidad europea tiene pocosentido.

A nosotros, en esta ocasión, nos interesa elcontraste entre la situación británica y laespañola. Hemos analizado dos aspectos quesuscitan un acusado interés y suelen ser uti-lizados como conclusiones que se pretendendefinitivas: el mercado de trabajo y la espinadorsal del sistema de seguros sociales, que esel aseguramiento frente a la vejez. Sinembargo, aunque circunscrito a esos dos úni-cos aspectos, no es ocioso indagar en las con-diciones macroeconómicas que acompañanese modelo social diferenciado. En ellas pode-mos encontrar argumentos que expliquenalguna de las consecuencias que pudieranderivarse del modelo social concreto. Enorden de importancia interesa conocer si unmodelo social constituye una rémora para elcrecimiento y la prosperidad de una eco-nomía. Porque si una economía que se desen-vuelve en un modelo social concreto mejorade modo intenso el estándar de vida de supoblación, ¿dónde está el problema?

En ese caso, si los argumentos se reiteranno cabe otra explicación que el sectarismo y el

INFORMES Y ESTUDIOS

24 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

Page 11: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

dogma, y naturalmente, poco cabría objetaren esa tesitura... Pese a todo, siempre que-dará una vía de escape para esos argumentos.Consiste en razonar que si determinadasregulaciones de un gobierno conducen, apesar de ellas, a una evolución favorable entérminos relativos, ¿qué resultados no sealcanzarían en el caso de una economía queoperase en condiciones de menores rigidecesy regulaciones en el mercado de trabajo? Lapregunta, obviamente, no tiene respuestacientífica.

El cuadro 2 refleja los resultados macroe-conómicos que definen sintéticamente elrumbo de una economía nacional. Es sobra-damente conocido que la economía españolaexperimentó una intensa mejora de la coyun-tura que se ha perpetuado hasta el momentopresente. A partir de 1995, se inicia una fuer-te recuperación que se prolonga hasta losmomentos presentes. Contrastadas nuestrascifras con las del Reino Unido, es evidenteque la economía española ha mostrado a lolargo de quince años (1990-2004) un creci-miento más intenso que el británico. Enfechas más recientes �preciso es recordarlo�

ocurre lo mismo. Pese a todo, no existeningún indicador sintético que permita deter-minar desde las cifras del cuadro 2, de modoinequívoco, cuál es el modelo social que res-palda una economía más eficiente. De todosmodos, lo que sí parece evidente es que noexisten razones para asegurar que la eco-nomía británica, desde su modelo social,obtenga mejores resultados que la española.

EL PAPEL DE EUROPAEN LA REFORMA DEL MODELOSOCIAL

La pretensión de acercar el modelo socialde la Europa continental al del mundo anglo-sajón formaba parte del programa del gobier-no británico en su presidencia semestral. Enrealidad, junto con las perspectivas financie-ras 2006-2013, el cambio de modelo socialconstituía uno de los objetivos fundamentalesde la presidencia británica. Al desbroce de lasdificultades iniciales se iba a dedicar el Con-sejo Informal de Hampton Court que acabósiendo un simple seminario de una sola jor-nada. Entre tanto, el gobierno británico no

LUIS MARTÍNEZ NOVAL

25REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

CUADRO 2. EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN DE LAS ECONOMÍAS

Fuente: OCDE y Eurostat.

Page 12: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

daba muestras de apostar por el instrumentoEuropa para afrontar las crisis que podamosencontrar en el futuro.

Precisamente en ese período de presiden-cia, el gobierno británico, en la persona deGordon Brown, publica un pamphlet9 en elque el papel de Europa en el nuevo contextode la globalización queda reducido a la nada.Para el gobierno británico lo europeo es unareferencia que ha quedado subsumida en elmás amplio contexto de la globalización. Yano hay problemas europeos que demandenuna respuesta europea. La escala ha cambia-do radicalmente y Europa ya no sirve paranada10. El comienzo del folleto de Brown nodeja lugar a dudas de lo que el lector se va aencontrar después.

«Durante décadas el supuesto ha sido quelas naciones europeas se moverían desdela integración europea a nivel nacionalhacia la integración a nivel europeo. Enlugar de flujos nacionales de capital habríaflujos europeos; en lugar de empresasnacionales, empresas europeas; en lugarde marcas nacionales, marcas europeas.

Pese a todo hoy son globales, no europeos,los flujos de capital que conocemos a dia-rio. Hablamos de compañías globales y node compañías europeas. Los hombres ymujeres ambiciosas aspiran a tener mar-cas globales, no sólo europeas. Las nuevastecnologías, si son exitosas, rápidamentese convierten en globales. De modo que eslo global y no sólo lo europeo la fuente derecursos de bienes y servicios �así como decapital y, notoriamente, de mano de obra�que en estos momentos están conduciendoel cambio económico. De la era del bloquecomercial europeo nos estamos moviendo a

la era de la Europa global». (Brown, 2005,pág. 2).

De modo que el papel que el gobierno britá-nico le reservó a Europa, en el semestre de supresidencia, es bien modesto. Lo global tras-ciende lo europeo reproduciendo esa estrate-gia tan repetida en estos momentos: piensaglobalmente, actúa localmente.

La nueva era global es el nuevo contextoen el que deben de moverse todas las accionesque los europeos adoptemos para hacer fren-te a la nueva situación. Sin embargo, cuandose aducen las cifras del progreso experimen-tado por los distintos países occidentales,medido por su avance en términos de PIB percápita, lo europeo no ofrece malos resultados.En el período 1995-2004 llama la atenciónque el país que menos avanzó en nivel de vidafue Japón. Quién lo hubiera dicho hace unosaños, cuando el país del sol naciente era elmodelo que se proponía para su seguimientopor el resto del mundo occidental...

En cualquier caso, en beneficio de la idea yel proyecto europeos, es obligado notar queentre los países que más han avanzado entérminos de nivel de vida (si es que el nivel devida pudiera ser asimilado al PIB per cápita)se encuentran aquellos países que en mayormedida han disfrutado de las políticas euro-peas. De un lado los Fondos Estructurales yel Fondo de Cohesión; de otro los beneficios entérminos macroeconómicos (tipos de interés,tipos de cambio) que ha propiciado la integra-ción en la moneda única. De no ser así, pudie-ra pensarse que el proceso de integracióneuropea no ha tenido consecuencia alguna. Ysi, como las cifras del gráfico 5 lo corroboran,¿es ilusorio esperar que lo mismo ocurra conlos nuevos países miembros?

No hay por desgracia en las ideas delgobierno británico ningún atisbo de su com-promiso con las políticas europeas. Combatela PAC, incluso en el G-8; rechaza la armoni-zación fiscal de tipos y bases; y pone el acentoen una profundización del mercado interior.

INFORMES Y ESTUDIOS

26 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

9 Rt GORDON BROWN MP Chancellor of the Exche-quer (2005): Global Europe: full-employment Europe.HM Treasury. October 2005. (www.hm-treasury.gov.uk).

10 ZAKI LAÏDI (2005): Selon Gordon Brown, l�Europene sert à (presque) rien. Le Monde/Jeudi 27 octobre,pág. 13.

Page 13: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

Parece meridianamente claro que entreEuropa y la globalización, en el imaginariodel gobierno británico prevalece la globaliza-ción. Y que Europa sólo constituye un instru-mento, uno más, para que la economía britá-nica afronte el reto global.

CONCLUSIONES

Es aventurado sostener que exista unmodelo social europeo diferenciado de otro alque se denomina anglosajón. En realidad, losgastos en protección social difieren significa-tivamente entre los países miembros de laEuropa continental y uno anglosajón, como elReino Unido, dedica a gasto social una por-ción bastante elevada de su renta.

De cualquier manera, la abstracción de losmodelos permite el contraste entre el modelosocial anglosajón y los europeos continenta-les. De estos últimos se asegura que estánlastrando las posibilidades de crecimiento yprosperidad de sus economías y que, en con-secuencia, deberían hacer el tránsito desdesu realidad actual a otra apuntada por el

modelo anglosajón. El gobierno británico nodesaprovecha oportunidad en el ámbito insti-tucional europeo �en su anterior presiden-cia� para defender que en la Europa conti-nental es necesario ese tránsito de uno a otromodelo. Una pretensión que encuentra muybuena acogida en ciertos medios académicosy mediáticos de la Europa continental.

Sin embargo, cuando se contrasta el mode-lo británico, o, más concretamente, sus resul-tados en los ámbitos del mercado de trabajo ydel aseguramiento frente a la vejez, con elespañol, no se encuentran razones sólidaspara adoptar ese modelo. Por lo demás, entérminos más amplios tampoco se puede afir-mar que más allá del modelo social, la eco-nomía británica presente unos resultadosmacroeconómicos que aconsejen la adopciónde sus políticas.

Lo más diferente entre ambos casos deestudio es el distinto acento que ambosgobiernos atribuyen al papel que deben jugarlas instituciones europeas en la consecuciónde la más eficiente protección de sus ciudada-nos.

LUIS MARTÍNEZ NOVAL

27REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

GRÁFICO 5. CRECIMIENTO MEDIO DEL PIB PER CÁPITA1995-2004

Fuente: Eurostat.

Page 14: ¿Existe un modelo social europeo? Una contrastación de las ... · equidad de cada uno de ellos distingue entre modelos continentales (alta equidad y baja eficiencia), nórdicos

INFORMES Y ESTUDIOS

28 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 66

RESUMEN En la literatura académica española y,sobre todo, en la parte que de esa literatura se vul-gariza y disemina en los medios de comunicación, es un lugar común encontrar frecuentesalabanzas a los resultados económicos en el Reino Unido. Se llama la atención especial-mente sobre el funcionamiento del mercado de trabajo, terreno en el que, medido por latasa de paro, las cifras británicas son excelentes. Sin embargo, mejor aún que la tasa deparo para juzgar el éxito o el fracaso de determinadas políticas es, sin duda, la capacidadde una economía para generar nuevos empleos o, dicho de otro modo, la evolución de lapoblación ocupada. Ésta tan sólo depende, básicamente, de factores económicos, en tantoque la tasa de paro está crucialmente influida por factores demográficos y sociológicos. Enesa perspectiva, el artículo pone de relieve que, en un largo período de tiempo, es muchomayor la capacidad de generación de empleo de la economía española en relación con labritánica. Sin embargo, nuestra tasa de paro está por encima de aquella. Una explicaciónplausible de ese fenómeno es posible encontrarla en la mayor intensidad con que los britá-nicos se acogen a las pensiones de incapacidad para abandonar prematuramente el merca-do de trabajo con anterioridad a la edad legal de jubilación. Se justifica esa pecualiaridaden el hecho de que el propio gobierno británico haya puesto en práctica un plan para redu-cir el alarmante incremento de protección por incapacidad en el Sistema de protección dela Seguridad Social.