Explicacion del Psj. de la Mujer Adultera

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Jesús, la ley y la mujer adúltera Jesús, la ley y la mujer adúltera Muchas personas piensan que la actitud de Jesús, cuando lo enfrentan con la mujer adúltera, muestra que Él piensa que esa mujer no merece el castigo que la ley mosaica indicaba para ella. Con ello, dicen ellos, nosotros ya no estamos obligados a cumplir la ley. Esta interpretación de Juan 8:1-11 entra en una clara contradicción con Mateo 5:17, donde Jesús dice que Él no vino a abrogar la ley. El objetivo de este trabajo elucidativo es mostrar que una correcta interpretación del pasaje no es contradictoria con ningún otro texto de la Escritura. Juan 8:1-11 y la crítica textual. Muchos estudiosos afirman que la llamada perícope de adultera (Juan 7.53-8-11) no debería aparecer en la Biblia, muchas nuevas versiones de la Biblia ponen notas a pie afirmando esto. Entre los eruditos antiguos que aseguran que este texto no es canónico están Beza, Grotius, Baxter y Hammond , entre los actuales están Donald Carson y F. F. Bruce, quien pone este texto sólo como un apéndice en su comentario al Evangelio de Juan. Al otro lado, es decir, entre quienes afirman la canonicidad de esta perícope, están Agustín, Ambrosio, Zuinglio, Calvino, Melancthon , Erdman y Archer. El argumento para que este texto no esté en la Biblia sería que este texto no está en los manuscritos más antiguos, ni en los comentarios de los padres de la iglesia y que la tendencia moral del pasaje es dudosa. Agustín, al respecto de este pasaje, dice: “Ciertas personas de poca fe, o enemigos de la verdadera fe, temiendo, supongo, que sus mujeres vieran impunidad al pecar, removieron de sus manuscritos el acto de perdón del Señor hacia la adúltera, como si el dicho “no peques más” hubiera garantizado un permiso para pecar.” Este testimonio de Agustín, como la forma característica de los escritos juaninos nos hace pensar que el texto sí es inspirado y en este artículo lo voy a tratar de esa manera.

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Jesùs, la Ley y la Mujer Adultera.. Muchas personas piensan que la actitud de Jesús, cuando lo enfrentan con la mujer adúltera, muestra que Él piensa que esa mujer no merece el castigo que la ley mosaica indicaba para ella.

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Jess, la ley y la mujeradlteraJess, la ley y la mujer adlteraMuchas personas piensan que la actitud de Jess, cuando lo enfrentan con la mujer adltera, muestra que l piensa que esa mujer no merece el castigo que la ley mosaica indicaba para ella. Con ello, dicen ellos, nosotros ya no estamos obligados a cumplir la ley. Esta interpretacin de Juan 8:1-11 entra en una clara contradiccin con Mateo 5:17, donde Jess dice que l no vino a abrogar la ley. El objetivo de este trabajo elucidativo es mostrar que una correcta interpretacin del pasaje no es contradictoria con ningn otro texto de la Escritura.Juan 8:1-11 y la crtica textual.Muchos estudiosos afirman que la llamada percope de adultera (Juan 7.53-8-11) no debera aparecer en la Biblia, muchas nuevas versiones de la Biblia ponen notas a pie afirmando esto. Entre los eruditos antiguos que aseguran que este texto no es cannico estn Beza, Grotius, Baxter y Hammond , entre los actuales estn Donald Carson y F. F. Bruce, quien pone este texto slo como un apndice en su comentario al Evangelio de Juan. Al otro lado, es decir, entre quienes afirman la canonicidad de esta percope, estn Agustn, Ambrosio, Zuinglio, Calvino, Melancthon , Erdman y Archer.El argumento para que este texto no est en la Biblia sera que este texto no est en los manuscritos ms antiguos, ni en los comentarios de los padres de la iglesia y que la tendencia moral del pasaje es dudosa. Agustn, al respecto de este pasaje, dice: Ciertas personas de poca fe, o enemigos de la verdadera fe, temiendo, supongo, que sus mujeres vieran impunidad al pecar, removieron de sus manuscritos el acto de perdn del Seor hacia la adltera, como si el dicho no peques ms hubiera garantizado un permiso para pecar. Este testimonio de Agustn, como la forma caracterstica de los escritos juaninos nos hace pensar que el texto s es inspirado y en este artculo lo voy a tratar de esa manera.El RelatoEl texto nos dice que mientras Jess estaba enseando en el templo, un grupo de escribas y fariseos trajeron frente a l, con la intencin de que Jess hiciera algo de lo cual ellos pudieran acusarle, una mujer que haba sido sorprendida en el acto del adulterio para que Jess les dijera que hacer con ella. Jess no respondi la pregunta y los lderes religiosos volvieron a hacerla, ante esto Jess dice la famosa, y mal interpretada frase El que de vosotros est sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (v. 7). Ninguno de los que estaban ah tir una piedra sobre ella. Al ver esto Jess dice a la mujer dnde estn los que te acusaban? Ninguno te conden? (v. 10) y luego Ni yo te condeno; vete, y no peques ms.La trampa.El pasaje bblico nos dice que los escribas y fariseos ponen a Jess en esta situacin para poder acusarle. Acusarle de qu? Levticos 20:10 ensea, como dijeron los escribas y fariseos, que quien comete adulterio deba morir. Si Jess hubiera dicho que la mataran en ese momento hubiera actuado contra la ley romana que deca que los judos no podan aplicar la pena de muerte sino que deban actuar los tribunales romanos como es afirmado en Juan 18:28-31, cuando Pilato pide a los fariseos que ellos mismos juzgaran a Jess ellos dicen que es contra la ley hacerlo, sin embargo es lo que le pedan a Jess que hiciera. As ellos tendran ocasin para hacer un juicio contra Jess. Estos hombres no tenan ninguna intencin de hacer justicia en el caso de la mujer, su nica intencin era hacer pecar a Jess.Si Jess hubiera dicho que la mujer no deba morir entonces lo hubieran acusado de estar contra la ley de Moiss. Esta es la misma estrategia que usaron cuando le preguntaron por los tributos al csar (Mateo 22:17-22). Agustn se imagin que los escribas y fariseos se dijeron a s mismos: Pongmoslo frente a una mujer sorprendida en adulterio; preguntmosle qu dice la ley al respecto; si permite la lapidacin, no tendr reputacin entre los gentiles; si l sentencia que la dejen ir, no mantendr su justicia.La respuesta de Jess.Para muchos la respuesta de Jess es una seal de abolicin de la pena de muerte, para otros muestra que los cristianos estamos libres de cumplir la ley mosaica, sin embargo, si Jess hubiera respondido as hubiera sido acusado por sus perseguidores.Vemos en el actuar de Jess que l conoca de las intenciones de los escribas y fariseos, tal como cuando ocurri el episodio de los tributos y los llam hipcritas (Mateo 22:18). Cuando Jess dice: El que de vosotros est sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (v. 7) est llevando la discusin a un terreno legal. Jess saba exactamente cul era el proceso que se deba seguir segn la ley mosaica y ste no se estaba cumpliendo en la situacin de esta mujer.Este proceso es ilegal por lo menos por tres causas. La primera es que Levtico 20:10 dice Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prjimo, el adltero y la adltera indefectiblemente sern muertos, lo mismo hace Deuteronomio 22.24. Aunque la mujer fuera culpable, como de hecho lo era, ella no poda ser juzgada pues no estaba ah su cmplice. Sin el varn adltero no poda tomarse una accin legal contra ella.La segunda causa es, como afirma Archer, que una condena tan grave como aquella deba ser determinado por un tribunal competente, y legalmente constituido, como el grupo de ancianos al pie del portn de la ciudad. En Lucas 12:13-14 encontramos una situacin donde tambin se le pide a Jess que sea juez en un asunto legal y l responde Hombre, quin me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? No era a Jess que le corresponda dictar la condena sobre esta mujer, de haberlo hecho hubiera estado contra la misma ley (Deut. 17:8-11).La tercera causa es que, como ya fue mencionado, los judos estaban impedidos de castigar a alguien con la pena capital, la pena de muerte solo poda hacerse efectiva con la expresa autorizacin del Imperio Romano.La respuesta de Jess, lejos de abrogar la ley, lo que hace es apuntar a la perfecta aplicacin de la ella. Cuando Jess dice El que de vosotros est sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella est citando a Deuteronomio 17:7 que dice La mano de los testigos caer primero sobre l para matarlo, y despus la mano de todo el pueblo; as quitars el mal de en medio de ti. Jess, de esa manera, pide que los testigos del adulterio sean quienes comiencen con la ejecucin de la mujer para dar cumplimiento as al procedimiento legal impuesto por Moiss, adems pide que esos testigos estn libres de aquel pecado pues Dios requiere, en la acusacin de crmenes capitales, que los testigos que traen la acusacin contra una persona sean inocentes de ese mismo crimen.Mucho se ha hablado sobre a quin apuntaba Jess cuando dice El que de vosotros est sin pecado. La palabra griega avnama,rthtoj (aquel sin pecado) puede hacer referencia a Dios o algn hombre que nunca haya pecado, sin embargo ambas interpretaciones son imposibles. Es imposible imaginarse a Dios tirando piedras sobre aquella mujer y la interpretacin que habla de un hombre que nunca hubiere pecado estara contra Romanos 13:4, que hace referencia a los pecadores lderes del imperio romano. La interpretacin ms plausible sera que los testigos a los que Jess pide que tiren las primeras piedras deberan estar libres del pecado del adulterio, lo que est acorde con la enseanza del Seor en Mateo 7:5 y tiene apoyo en la literatura extra bblica (por ejemplo 2 Macabeos 12:42), donde esta palabra es usada para referirse no al pecado en general sino que a uno particular.La actitud de los acusadores de la mujer, que se retiraron al escuchar las palabras de Jess, muestra que ellos no eran los testigos del adulterio o que no eran inocentes del pecado del adulterio, lo que no es poco probable dadas las palabras de Pablo en Romanos 2:22 y las de Jess en Mateo 8:38. La trampa que escribas y fariseos planearon para Jess al final fue de perjuicio para ellos mismos, que uno a uno, desde el ms viejo al ms joven, se fueron retirando del lugar.No te condeno.Al verse Jess slo con la mujer le pregunta dnde estn los que te acusaban? Ninguno te conden? (v. 10). Jess le hace ver que ella se haba salvado de la muerte porque el procedimiento legal no se haba cumplido, pues no estaban los testigos, pero en ningn caso le dice que es inocente o que ella no mereca la muerte. Esto es afirmado cuando Jess le dice vete, y no peques ms, lo que presupone que Jess la entenda culpable y, por lo tanto, alguien que deba de arrepentirse de su pecado y dejar sus actos pecaminosos.Una ltima leccin puede ser obtenida de la palabra griega katakri,nw que quiere decir juzgar, pero en un contexto legal, como es en este caso, tiene la idea de imponer una sentencia sobre el inculpado, con miras a la ejecucin (comparar con Marcos 14:64). Algunos ven en esta palabra de Jess una base para afirmar que los cristianos no deben juzgar, sin embargo al estudiar el contexto legal en que se encuentra vemos que se est refiriendo a que l, que no es testigo del adulterio, no puede poner sobre ella la pena de muerte.Conclusin.Al analizar el contexto histrico, el uso que Jess hace de la ley, y el significado de las palabras claves del pasaje en su contexto tcnico legal, podemos afirmar que este pasaje no contradice en nada a la ley y que, por lo tanto, tampoco contradice Mateo 5:17. Jess no abroga ningn punto de la ley al dejar que la mujer salga viva de la situacin sino que al contrario, l muestra su profundo conocimiento y apego a la ley mosaica como la norma por la cual el hombre debe regir su vida y punir el pecado. l afirma la aplicabilidad de la pena de muerte como la justa retribucin por la transgresin de la ley.En el texto de Juan 8:1-11 no hay apoyo para el antinomianismo, ni para quienes presentar una tica situacional. La ley de Dios es la base para toda conducta humana y la transgresin de ella siempre es llamada pecado.