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Extractivismo: Carga más que beneficio exige una respuesta justa

En años recientes, ha sido difícil ver las noticias, abrir un periódico, o participar en la vida diaria sin encontrar historias de expansión desenfrenada de combustibles fósiles, degradación del medioambiente, y el conflicto y la tragedia que acarrean. Desde las protestas por el oleoducto Dakota Access, al asesinato de Berta Cáceres, líder indígena lenca y activista de derechos humanos hondureña, hasta reportes de sequía y hambruna relacionadas al calentamiento global, estas historias nos abruman con su sufrimiento, frecuencia y escala. Sin embargo, raramente estos reportes—o incluso nuestros propios encuentros personales con la devastación que traen—nos dejan con una percepción de cómo estas injusticias han venido a ser tan comunes en nuestro mundo, qué las conecta o cómo podemos abordarlas efectivamente.

Como personas de fe, por largo tiempo nos hemos sentido obligadas a condenar estas perturbadoras injusticias y acompañar a quienes sufren el mayor impacto, reconociendo a la vez que nuestra capacidad para crear una respuesta verdaderamente efectiva demanda investigación rigurosa de las causas extensas y sistémicas de esta crisis. Hoy en día, entendemos que hay una característica organizadora central que subyace a estos asuntos interconectados: el destructivo paradigma global del extractivismo.

¿Qué es extractivismo? Extractivismo es un modelo de desarrollo que explota los recursos naturales como petróleo, gas y minerales globalmente a una escala masiva.

El extractivismo genera a corto plazo un enorme beneficio económico y ganancias para unos pocos. Por ejemplo, las empresas públicas involucradas en la extracción,

Hermana Ana Siufi (izquierda) se una a protesta en sitio de fractura hidráulica en Argentina

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transporte, refinería, distribución y comercialización de combustibles fósiles en los Estados Unidos y Canadá obtuvieron ganancias de $257 billones en 2014.1

El Extractivismo, sin embargo, acarrea inmensos costos ambientales, climáticos y humanos, la mayoría de los cuales son sobrellevados desproporcionadamente por los 3.5 billones de personas—la mitad de la población mundial—que viven en los 81 países más ricos en petróleo, gas y minerales.2 Anualmente, África pierde un mínimo de $148 billones, 60 por ciento es acreditado a la fuga de capital debido a la deshonestidad en la determinación de precios de los recursos naturales extraídos del continente a manos de las corporaciones.3 (Esta pérdida financiera equivale a cuatro veces la ayuda extranjera que recibe).

Incluso si ignoráramos la descarada inmoralidad de este cálculo, el extractivismo seguiría fallando porque fundamentalmente es un sistema insostenible y no renovable.

No obstante, los gobiernos y las corporaciones extractivas argumentan que la explotación de recursos naturales es justificable porque satisface las

1 Oil Change International, http://priceofoil.org 2Banco Mundial: Panorama General Industrias Extractivas, http://www.bancomundial.org/es/topic/extractiveindustries/overview 3 To Cook a Continent. Destructive Extraction and the Climate Crisis in Africa. 2012, Nnimmo Bassey.

Características del modelo de desarrollo extractivista prevaleciente

Modelo capitalista de desarrollo de crecimiento económico desenfrenado Basado en la explotación y saqueo de recursos naturales, ecosistemas vitales y

Madre Tierra Promueve un modelo de exportación de acumulación y ganancias para las

industrias extractivas y sus accionistas Necesita negociaciones de arrendamientos mineros y pagos de regalías por los

recursos naturales Generalmente estructurado dentro de un sistema legal y regulador de industrias

pro-extractivas Explota la mano de obra a través de salarios bajos o contratos a corto plazo y

expone a los trabajadores a condiciones de trabajo peligrosas y las mujeres particularmente están en riesgo de violencia de género y discriminación en el lugar de trabajo

Desplaza los recursos naturales y riqueza de países en vías de desarrollo a países desarrollados, y abrumadoramente para beneficio de las corporaciones transnacionales y las élites de los países

Constituye un obstáculo para Desarrollo Sostenible y el desarrollo de economías diversificadas y locales

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necesidades económicas y energéticas de nuestro mundo. La verdad es que la escala y el método de explotación raramente satisface las necesidades básicas de las personas que viven en países ricos en recursos. Por ejemplo, a pesar de que la extracción de recursos no renovables representa una cuarta parta del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo,4 70 por ciento de las personas en estos países ricos en recursos viven en extrema pobreza.5 Es más, la explotación de los recursos naturales fundamentalmente beneficia a las ricas y grandes corporaciones y es siempre sirviente de los insaciables patrones de consumo y mercantilismo de nuestro mundo.

Las industrias extractivas incluyen fractura hidráulica de gas no tradicional (conocida comúnmente como “fracking”), extracción de carbón y petróleo, y la minería de oro, cobre y minerales metalíferos. Además, como el politólogo economista Ulrich Brand insiste, “extractivismo no es solo la actividad de extracción de recursos sino un modelo de desarrollo, que organiza —en base a la explotación y mercadeo de recursos para la exportación—las relaciones políticas, socioeconómicas y culturales dentro del respectivo país o región: la economía y estructuras de clase, relaciones de género, el discurso público y del estado”.6 Este análisis ilumina la naturaleza sistémica de esta crisis que trasciende cualquier industria o recurso específico. En algunos casos, proyectos de energía renovable y mitigación climática propiciados por las corporaciones y el lucro se llevan a cabo a expensas de los derechos de pueblos indígenas y comunidades locales en una manera similar.

4 Banco Mundial: Panorama General Industrias Extractivas, http://www.bancomundial.org/es/topic/extractiveindustries/overview 5 Relator Especial de Naciones Unidas sobre la Extrema Pobreza: Pobreza extrema es una falta de ingresos y una falta de servicios básicos y

exclusion social y no poder disfrutar de sus derechos humanos. (A/HRC/7/15, para. 13) www.ohchr.org/EN/Issues/Poverty/Pages/SRExtremePovertyIndex.aspx 6Ulrich Brand, Austria & Germany: Energy policy and resource extractivism: resistances and alternative, 2013.(p. 3)

Marianne Comfort, Equipo de Justicia del Instituto y la Hermana Aine O’Connor, Equipo de

Liderazgo del Instituto, se unen en solidaridad con Protectores del Agua en Standing Rock, en

Washington, D.C.

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Amplias repercusiones

El extractivismo a menudo está acompañado de violaciones a los derechos indígenas, humanos y medioambientales. Cada vez más, los gobiernos y las industrias extractivas están tomando decisiones sobre desarrollo económico sin la debida consideración de sus impactos en estos derechos. Los costos, que son tan frecuentemente ignorados, recaen desproporcionadamente en las personas que históricamente han sido más marginalizadas y discriminadas: Los pueblos indígenas y las mujeres.

Pueblos indígenas que viven en armonía con la naturaleza y esencialmente fomentan relaciones no capitalistas con sus tierras, frecuentemente son objeto de desarrollo extractivo, operaciones de confiscación de tierras y violaciones de sus derechos indígenas. El abuso más atroz que enfrentan los pueblos indígenas es la violación a su derecho al Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI), que es su derecho a determinar si el desarrollo extractivo puede tener lugar o no en sus territorios. Los pueblos indígenas y las personas defensoras de derechos humanos y ambientales son cada vez más amenazados, criminalizados y estigmatizados por protestar contra proyectos de gran escala o por levantar la voz en contra de la extracción de gas y la extracción minera.7 Según los informes de Global Witness Report de 2015,8 hubo 185 asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos y medioambientales en 16 países en todo el mundo ese año. Esto representa un 59 por ciento de aumento en asesinatos desde 2014: un promedio de tres personas asesinadas cada semana.

Las mujeres también son víctimas comunes del modelo de desarrollo extractivo, que amenaza «los recursos comunitarios con los que las mujeres crean medios de subsistencia para familias y comunidades».9 Las mujeres campesinas, en particular, que producen del 60 al 80 por ciento de alimentos dentro de hogares rurales en lugares como África subsahariana. Su labor cosechando frutas críticas, plantas medicinales y hierbas se ve amenazada por proyectos de desarrollo de petróleo, de gas y mineros. Más aún, los modelos económicos extractivos de crecimiento centrista, en conjunto, perpetúan la violencia de género específica sobre «los cuerpos de las mujeres, mano de obra y medios de subsistencia». En particular, dentro del modelo de desarrollo extractivo, «las mujeres trabajadoras

7 United Nations, Human Rights Council, Twenty-fourth session, Report of the Special Rapporteur on the rights of indigenous peoples,

Extractive industries and indigenous peoples, James Anaya, Distr.: General A/HRC/24/41, 1 July 2013 8 On Dangerous Ground, Report, June 2016, Global Witness 9 WoMin, Collection 2, The Impacts of Extractivism on Women in Africa, Octubre 2015

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experimentan una opresión particular: sexo por empleo en el momento de reclutamiento, acoso sexual, violación e instalaciones inadecuadas».10

Ejemplos

Minería de oro: Según la Fundación Gaia,11 en la historia de nuestra minería, las 171,300 toneladas de oro que se han extraído (cabría todo en un cubo de 20 metros) han tenido un impacto devastador en medios de subsistencia humanos y ecosistemas vitales. En su informe, Minería: ¿Cuándo es suficiente, suficiente?, la Fundación pinta un cuadro desesperado del verdadero precio que pagamos por este metal precioso. «En promedio, una mina grande de oro usará 1,900 toneladas anualmente para separar el oro de la mena. Una dosis de cianuro del tamaño de un arroz es suficiente para matar a un ser humano, y cantidades mucho más pequeñas matan a peces y otros animales…» Continúan, «la mitad de todo el oro extraído en todo el mundo, proviene de territorios de pueblos indígenas, Más de la cuarta parte de las minas están localizadas en o cerca de áreas naturales protegidas».

Fractura Hidráulica: El proceso de extracción de gas natural conocido como fractura hidráulica o fracking, es un ejemplo sencillo de la explotación inherente en el modelo extractivista, descrito por Naomi Klein, activista social y climática, como “una relación no recíproca con la Tierra que está basada en la dominación: se trata simplemente de tomar sin dar nada a cambio”.12 Fracturar un solo pozo para extraer gas natural requiere entre 2 y 10 millones de galones de agua. 13 Desde 2011, tres cuartas partes de los 40,000 pozos de petróleo y de gas perforados en los Estados Unidos fueron perforados en áreas donde hay escasez de agua, y de estos, otro 50 por ciento fueron perforados en áreas que ya están sufriendo sequías.14 Además del extraordinario uso de agua, fracking también contamina el agua y representa un riesgo significativo para la salud de las personas. En el Compendio sobre hallazgos científicos, médicos y de los medios que demuestran los riesgos y daños de la fractura hidráulica (fracking) 15, que hace revisión por pares de los riesgos y daños del fracking, 69 por ciento de 685 estudios de investigación sobre la calidad del agua, encontraron evidencia potencial o real de contaminación del agua. Además, 84 por ciento de los estudios de investigación sobre los riesgos de fracking para la salud humana, encontraron «signos de daños o indicadores de posibles daños a la salud humana”.16

Por supuesto, es imposible discutir los costos totales del extractivismo sin identificar el precio pagado por todas las partes de este mundo que no

10 Foro Social Mundial 2013, Túnez 11 Mining: When is Enough, Enough? Gaia Foundation 12 This Changes Everything, Naomi Klein, 2014,(p.169) 13 Earthworks Hydraulic Fracturing 101 14 Hydraulic Fracturing and Water Stress: Water demand by the numbers https://www.ceres.org/resources/reports/hydraulic-fracturing-water-

stress-water-demand-by-the-numbers 15 Compendium of Scientific, Medical, and Media Findings Demonstrating Risks and Harms of Fracking ( Unconventional Gas and Oil Extraction) Fourth Edition November 17, 2016 ( p.4) 16 Ibid

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pueden hablar por sí mismas: animales, plantas, ecosistemas vitales, biodiversidad y el clima. Mundialmente, el récord más alto de consumo humano de combustibles fósiles se alcanzó en 2016,17 el mismo año en que también se registraron las temperaturas más altas.18 Críticamente, estos desarrollos también coinciden con el hecho que nuestro planeta está ahora en medio de su sexta extinción en masa de plantas y animales, en el pasado medio billón de años.19 El calentamiento global inducido por los combustibles fósiles ahora plantea una amenaza existencial para la vida en nuestro planeta y el futuro de la civilización humana. El Activista climático Bill McKibben, advierte que si el mundo ha de garantizar que la temperatura promedio no se eleve por más de 1.5 grados centígrados (un cambio que tendría impacto catastrófico), basado en un estudio realizado por Oil Change International20, «no podemos excavar nuevas minas de carbón ni perforar nuevos campos ni construir más oleoductos. Ni uno solo. Hemos terminado la expansión de la frontera de combustibles fósiles».21

17 World Sets Record for Fossil Fuel Consumption, Robert Rapier, Forbes Magazine 18 2016 warmest year on record globally, NASA and NOAA data show: Third record-breaking year in a row for average surface temperatures 19 Science Advances: Accelerated modern human–induced species losses: Entering the sixth mass extinction, July 2015,Ceballos et al. and

Accelerating extinction risk from climate change Mark C. Urban, May 2015 20 The Sky’s Limit, Why the Paris Climate Goals Require a Managed Decline of Fossil Fuel Production 21 Recalculating the Math: The numbers on global warming are even scarier than we thought Bill McKibben, September 2016 (p.1)

Derechos humanos y los impactos ecológicos

Abusos a los derechos a la vida, salud, tierra, alimentos; agua y saneamiento; a empleo y a vivienda; y a la libertad de asamblea, acceso a información, a una vida cultural; y a no discriminación

Violación de los derechos de pueblos indígenas, derechos de tratados y soberanía, incluso fracaso en la implementación del Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) y la profanación de sitios sagrados

Redistribución de la riqueza en favor del Norte, corporaciones transnacionales, y élites de los países

Gobiernos democráticos y control debilitados Criminalización de protectores y defensores humanos y medioambientales, represión de

protestas, incluso utilizar el sistema legal para proteger a las corporaciones por encima de las personas

Uso de fuerzas militares y de seguridad para proteger recursos naturales e intereses corporativos, que en casos extremos ha llevado al asesinato de personas defensoras de derechos humanos y del medio ambiente.

Violencia basada en el género y discriminación en contra de las mujeres, incluso injusticia económica, aumento en los reportes de violación por policías, fuerzas de seguridad y paramilitares

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Respuesta basada en la fe y llamado a la acción

Como personas de fe, raramente hemos tenido un mandato tan claro: el extractivismo es uno de los más problemas morales más graves de nuestro tiempo, y requiere resistencia urgente e inequívoca. ¿Porqué? El extractivismo es violencia. El extractivismo causa daño y es una enorme carga para la gente y el planeta. El extractivismo, por encima de todo, condena la interconexión de toda la vida y falla en servir a la abundancia y dignidad de la vida.

Por la gente de Standing Rock, por la vida y legado de Berta Caceres, por la promesa de desarrollo sostenible, por el futuro del aire fresco, por el agua, la tierra y por todas las generaciones futuras, estamos llamadas y llamados antes que nada a escuchar el clamor del pueblo y de la Tierra y a levantar nuestras voces desde los techos denunciando esta injusticia moral de nuestro tiempo. El papa Francisco habla sobre la necesidad moral de cuidar de nuestra

Casa Común y abordar la destrucción y abusos inherentes en el extractivismo. El Papa Francisco insiste en que: «todo el sector minero está indudablemente llamado a efectuar un cambio radical de paradigma para mejorar la situación en muchos países… todas estas personas están llamadas a adoptar un comportamiento inspirado en el

hecho de que constituimos una sola familia humana, que todo está relacionado, y que el

auténtico cuidado de nuestra propia vida y nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás».22

22 Mensaje del Papa Francisco a representantes de comunidades afectadas por actividades extractivas en «Una jornada de reflexión – Unidos a

Dios escuchamos un grito» Roma Julio 17-19, 2015

Hermanas Catherine Kuper y Kathleen Ericksonse oponen a una ruta para el oleoducto

Keystone XL a través de Nebraska

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Líderes religiosos como el Papa Francisco se unen con los pueblos indígenas, granjeros, agricultores, mujeres, comunidades afectadas por la minería y trabajadoras y trabajadores de derechos humanos para responder a esta fuerza destructiva. Insisten en que trabajemos hacia un modelo de desarrollo que actúa en armonía con la naturaleza, que es justo y sostenible, y que está orientado al servicio de la vida por encima de la muerte, la generosidad por encima de la explotación, el bien común por encima de las ganancias. Están desafiando el supuesto que el crecimiento puede ser ilimitado y es compatible con el uso ilimitado de los recursos naturales. Están llamando a los gobiernos a cumplir su deber de proteger, respetar y cumplir los derechos humanos. Más aún, están pidiendo inversión en y el desarrollo de economías locales y diversificadas, donde las personas pueden reafirmar sus derechos sobre los bienes comunes, y donde las mujeres en particular pueden experimentar la justicia de género, del medioambiente y de desarrollo.

Debemos unirnos a todas estas personas en su llamado a la acción.

Preparado por la Hermana de la Misericordia Áine O’Connor, RSM, en abril 2017 para el Grupo de Trabajo Interreligioso sobre la Industrias Extractivas

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Recursos sobre Extractivismo

Mujeres y Minería

WoMin: Las mujeres africanas se unen contra la extracción destructiva de los recursos

Derechos Humanos y Medioambientales

Center for Environmental and International Law Global Witness

Movimientos sociales, grupos de normas que abordan injusticias extractivas

Mining Watch Canada Sí a la Vida No a la Minería

Agua

Blue Planet Project

Anti-fracking Kathleen Dean Moore: Fracking va a juicio Video: Faith Against Fracking Dr. Sandra Steingrabber Short Video: Fracking and the Un-Hoodwinking of America

Grupos de Fe y Minería

REPAM: Red Eclesial Panamazónica Iglesias y Minería Kairos Canada NGO Mining Working Group at the United Nations Grupo de Trabajo Interreligioso de Industrias Extractivas Declaración de Principios