Extracto caso Tláhuac

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Tercer Tribunal Unitario en Material Penal del Primer Circuito Nota Informativa del caso Tláhuac (tentativa y homicidio de Policías Federales) expediente 423/2010. Acusado: Moisés Arenas Jiménez

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Nota Informativa del caso Tláhuac (tentativa y homicidio de Policías Federales).

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Tercer Tribunal Unitario en Material Penal del Primer Circuito

Nota Informativa del caso Tláhuac (tentativa y homicidio de Policías Federales) expediente

423/2010.

Acusado: Moisés Arenas Jiménez

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Acusado

Moisés Arenas Jiménez.

Fecha de detención: 4 de agosto del 2008.

Delitos

(Se acredita)

a) Doble homicidio calificado (ventaja, alevosía y contra

funcionario pública), cometido en agravio de Víctor Mireles Barrera y

Cristóbal Bonilla Martín; y,

b) Homicidio en grado de tentativa calificado (ventaja, alevosía y

contra funcionario público), cometido en agravio de Edgar Moreno

Nolasco.

Sentencia primera Instancia

Número de expediente: 176/2004 y sus acumuladas 185/2004 y

29/2005.

5 de agosto de 2010 (Condenatoria).

46 años 6 meses de prisión.

Juzgado Décimo Séptimo de Distrito de Procesos Penales

Federales en el Distrito Federal.

Titular: Jueza Isabel Cristina Porras Ordizola.

Sentencia segunda Instancia (apelación)

Número de expediente: 423/2010.

14 de marzo del 2010 (absolutoria).

Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer

Circuito.

Titular: Magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano.

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Motivos por lo que se consideró revocar la sentencia de primera

instancia

(Por no acreditarse la Plena Responsabilidad)

Para tener por comprobada la plena responsabilidad del

apelante en la comisión de los delitos antes mencionados, la Jueza se

apoyó en las siguientes consideraciones:

a) Que en autos se demostró que existió acuerdo concomitante.

b) Lo anterior, al haberse acreditado que el acusado ejecutó una

acción material consistente en privar de la vida a 2 de los ofendidos y

realizó acciones tendientes a privar de la vida a un tercero.

Lo anterior con las declaraciones de Mario Ríos Garcés, Rubí

Libera Chavarría y Vicente Jacinto García Vázquez, ya que de las

mismas estimó que se comprobaba:

I. Que los testigos estuvieron en el lugar de los hechos.

II. Que Moisés Arenas Jiménez, se comportó en forma agresiva

hacia Mario Ríos Garcés y Rubí Chavarría.

III. Que Moisés Arenas estaba con las personas que tenían a

otras aseguradas (víctimas); y,

IV. Que Arenas Jiménez, obstaculizó e impidió al profesor Ríos

Garcés, controlar el conflicto que se suscitaba en ese momento.

De esa forma sobre el estudio de la plena responsabilidad, la

Jueza consideró.

Que el acusado Moisés Arenas Jiménez estuvo presente en el

tiempo y lugar del evento delictivo; y, obstaculizó e impidió a Mario

Ríos Garcés realizar su labor como Coordinador Territorial de San

Juan Ixtayopan, dependiente de la Delegación Tláhuac, en el sentido

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de tener comunicación con los pobladores, y en su caso, evitar los

hechos que dieron como resultado los homicidios y la tentativa de

homicidio de que se trata, pues en lugar de auxiliarlo para tranquilizar

la agresividad de la gente, pidió que se retirara –ya que como

autoridad no servía para nada-.

Ahora, veamos, en donde ubican los testigos al acusado:

La Jueza a pesar de que advirtió inconsistencias de los testimonios

vertidos por Mario Ríos Garcés, Rubí Libera Chavarrías y Vicente Jacinto

García Vázquez, decidió sentenciar a Moisés Arenas Jiménez, con base

en la premisa de que, conjuntamente con otras personas y mediante un

acuerdo concomitante al hecho, ejecutó una acción consistente en privar

de la vida a Víctor Míreles Barrera y Cristóbal Bonilla Martín e intentar

privar de la vida a Edgar Moreno Nolasco.

Ahora bien, contrario a la consideración que lamentablemente

emitió la Jueza, estimé que la circunstancia de que el acusado recibiera

al profesor Mario Ríos Garcés con el grito de que: “ya llegó el profesor

Mario”, “vamos a darle un aplauso, pero para que se vaya“, ello, es

Detención de los ofendidos

Meseta de relativa calma con motivo de que

periodistas lograron entrevistar a los ofendidos

Tiempo aproximado en que se desarrollaron

los hechos

18:30 hrs. 21:40 hrs.

Momento en el que elementos de la policía DF tratan de llevarse a los ofendidos cuando se ubicaban en el vehículo

Ford Focus

Queman los cuerpos de Víctor Mireles y Cristóbal Bonilla

Martín

Rescatan a Edgar

Moreno Nolasco

Destruyen y voltean

vehículo Ford Focus

Se llevan arrastrando y

golpeando a los ofendidos al poste de luz

Ya en el poste de luz los continúan

golpeando

Llega a las cercanías del poste la Delegada en Tláhuac Fátima Mena para dialogar con los

pobladores

Golpiza

Les arrebatan a los policías del DF a

los ofendidos

Es aquí que un periodista de Televisa intenta, por primera

vez, entrevistar a los ofendidos lo cual no logró, en razón de

que la multitud le propinó una severa golpiza a los ofendidos.

Discusión entre Arenas y Ríos

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insuficiente para acreditar por sí sola la conclusión a que llegó la Jueza,

pues de las declaraciones vertidas por Mario Ríos Garcés, se desprende:

1. Que Moisés Arenas Jiménez, le refirió que se fuera, fue por

cuestión política.

2. Que no le consta alguna acción Arenas Jiménez con el grupo de

personas que gritaban “hay que lincharlos”.

3. Que aparte del grupo en el que se encontraba Moisés Arenas,

había un diverso grupo que era el que estaba con las personas que

habían detenido, y éstos se localizaban aproximadamente a una

distancia de siete metros de Moisés.

4. Que vio a Moisés pocos minutos, es decir, unos tres o cuatro

minutos, aproximadamente.

5. Que en ningún momento lo vio golpear a los ofendidos.

Por cuanto hace a Rubí Libera Chavarrías se advierte:

a. Que Moisés Arenas se encontraba como a una distancia de

doce a quince metros de las personas que tenían detenidas.

b. Que en ningún momento observó a Moisés Arenas realizando

alguna conducta diversa a la de persuadir a la gente que estaba con él

para que se fuera el profesor.

Por cuanto hace al testimonio de Vicente Jacinto García Vázquez,

se desprende:

I. Que la distancia aproximada en que se encontraba Moisés

Arenas Jiménez de las dos personas que tenían rodeadas frente al coche

gris, era de diez a doce metros aproximadamente.

II. Que tuvo a la vista a Moisés Arenas Jiménez, no más de cinco

minutos.

III. Que no observó a Moisés Arenas Jiménez en el momento en

que los supuestos secuestradores eran agredidos con palos y tubos.

IV. Que era otro grupo de personas el que rodeaba el vehículo y

tenía detenidos a los ofendidos.

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V. Que no vio a Moisés Arenas agrediendo, que todo fue

prácticamente personal con el coordinador (profesor Mario Ríos Garcés).

Ahora bien, con el fin de poner en evidencia los motivos de la

Jueza para emitir el fallo que el suscrito revisó en apelación, se

desarrollará el siguiente cuadro sinóptico.

Razonamientos Jueza para considerarlo culpable

Razonamientos Tribunal de Apelación para considerarlo inocente

Con las declaraciones de Mario Ríos Garcés, Rubí Libera Chavarría y Vicente Jacinto García Vázquez, se acredita:

I. Que los testigos estuvieron en el lugar de los hechos.

II. Que Moisés Arenas Jiménez, se comportó en forma agresiva hacia Mario Ríos Garcés y Rubí Chavarría.

III. Que Moisés Arenas estaba con las personas que tenían a otras aseguradas (víctimas); y,

IV. Que Arenas Jiménez, obstaculizó e impidió al profesor Ríos Garcés, controlar el conflicto que se suscitaba en ese momento.

V. Como consecuencia de tales declaraciones se tiene que el acusado Moisés Arenas Jiménez estuvo presente en el tiempo y lugar del evento delictivo; y, obstaculizó e impidió a Mario Ríos Garcés realizar su labor como Coordinador Territorial de San Juan Ixtayopan, dependiente de la Delegación Tláhuac, en el sentido de tener comunicación con los pobladores, y en su caso, evitar los hechos que dieron como resultado los homicidios y la tentativa de homicidio de que se trata, pues en lugar de auxiliarlo para tranquilizar la agresividad de la gente, pidió que se retirara.

La circunstancia de que el acusado recibiera al profesor Mario Ríos Garcés con el grito de que: “ya llegó el profesor Mario”, “vamos a darle un aplauso, pero para que se vaya“, ello, es insuficiente para acreditar por sí sola la conclusión a que llegó la Jueza, pues de las declaraciones vertidas por Mario Ríos Garcés, se desprende:

1. Que Moisés Arenas Jiménez, le refirió que se fuera, fue por cuestión política.

2. Que no le consta alguna acción Arenas Jiménez con el grupo de personas que gritaban “hay que lincharlos”.

3. Que aparte del grupo en el que se encontraba Moisés Arenas, había un diverso grupo que era el que estaba con las personas que habían detenido, y éstos se localizaban aproximadamente a una distancia de siete metros de Moisés.

4. Que vio a Moisés pocos minutos, es decir, unos tres o cuatro minutos, aproximadamente.

5. Que en ningún momento lo vio golpear a los ofendidos.

Por cuanto hace a Rubí Libera Chavarrías se advierte:

a. Que Moisés Arenas se encontraba como a una distancia de doce a quince metros de las personas que tenían detenidas.

b. Que en ningún momento observó a Moisés Arenas realizando alguna conducta diversa a la de persuadir a la gente que estaba con él para que se fuera el profesor.

Por cuanto hace al testimonio de Vicente Jacinto García Vázquez, se desprende:

I. Que la distancia en que se encontraba Moisés Arenas Jiménez de las dos personas que tenían rodeadas frente al coche gris, era de diez a doce metros aproximadamente.

II. Que tuvo a la vista a Moisés Arenas Jiménez, no más de cinco minutos.

III. Que no observó a Moisés Arenas Jiménez en el momento en que los supuestos secuestradores eran agredidos con palos y tubos.

IV. Que era otro grupo de personas el que rodeaba el vehículo y tenía detenidos a los ofendidos.V. Que no vio a Moisés Arenas agrediendo, que

todo fue prácticamente personal con el coordinador

(profesor Mario Ríos Garcés).

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De esa forma, considero sin lugar a dudas que, lo aseverado por

la Jueza, en el sentido de que lo dicho por los citados testigos en sus

posteriores declaraciones, se trataba de manifestaciones sin sustento;

es incorrecto, pues se encuentra comprobado que el sentenciado

Moisés Arenas Jiménez, tenía un diverso fin al considerado por la

juzgadora, pues está demostrado en autos que lo que en realidad se

suscitó fue un intercambio verbal entre Moisés y el profesor, con el fin

de impedir la participación de una persona con la cual tenía

enemistad, y no así, para lograr el lamentable fin en el que

desembocaron los hechos.

Asimismo, desafortunadamente la Jueza pasó por alto que

existían dos grupos al momento de la discusión entre el acusado y el

profesor, es decir, uno que mantenía retenidos a los ofendidos en el

lugar en el que se encontraba el vehículo Focus, y otro, ubicado entre

diez a doce metros de aquél, que era precisamente al que se enfrentó

el profesor Mario Ríos Garcés, pero, expliquemos lo anterior de

manera gráfica. Lugar donde discuten

Moisés Arenas Jiménez y el profesor Mario Ríos Garcés

Rubí Libera Chavarrías

Vicente Jacinto García Vázquez

Distancia de diez a doce metros

Grupo de personas que desapruebas Segundo Grupo de Personas la llegada del profesor que tenían retenidos a los policías

También, fue incorrecta la consideración de la Jueza, en el

sentido de que el actuar de acusado Moisés Arenas Jiménez

obstaculizó e impidió la labor del funcionario (profesor Mario Ríos

Garcés), para que tuviera comunicación con los pobladores y, en su

caso, evitar los hechos conocidos, pues en lugar de auxiliarlo para

tranquilizar la agresividad asumida contra los pasivos, le pidió que se

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retirara, ya que como autoridad no servia para nada; ello, contrario a lo

que incorrectamente estimó la Jueza, no puede llevar a considerar que

el actuar del acusado -de protesta en contra de que interviniera el

profesor Mario Ríos Garcés-, conduciría de manera indefectible o con

plena certeza, a que diversos sujetos tomaran la decisión de cometer

el doble homicidio y la tentativa de homicidio.

Tan es así, que con posterioridad a la participación del profesor

Mario Ríos Garcés, es que llegan al lugar de los hechos los policías de

la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, Gloria

Guadalupe Hernández González (subdirectora de área del sector

cuarenta y nueve Mixquic) y Jorge Ramón Hernández Mondragón

(escolta de la antes dicha); quienes no obstante intentar negociar su

entrega, les fueron arrebatados los ofendidos; de ahí que, no puede

sostenerse lo aseverado por la A quo en el sentido de que el actuar de

acusado Moisés Arenas Jiménez obstaculizó e impidió la labor del

funcionario (profesor Mario Ríos Garcés) para que tuviera

comunicación con los pobladores, y en su caso evitar los hechos

conocidos.

Asimismo, la Jueza pasa por alto que, en la sentencia sujeta a

revisión, obra el dictamen en materia de identificación fisonómica

efectuado al material fotográfico y video grabaciones afectas a la

causa penal en el que, entre otras cosas, concluyó que no existe

correspondencia de rasgos fisonómicos, de las imágenes fotográficas

contenidas en la reseña a nombre de Moisés Arenas Jiménez, contra

las imágenes fotográficas contenidas en los Anexos uno y dos de

autos.

Probanza a la cual, inexplicablemente, la Jueza le resta valor

probatorio, no obstante que la misma resulta eficaz para establecer

que el acusado no participó, ni aun de manera concomitante, en los

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hechos que dieron origen al doble homicidio y tentativa de homicidio

por el que incorrectamente se le sentenció.

Por otro lado, la Jueza a pesar de que Vicente Jacinto García

Vázquez, haya referido que sólo escuchó que la gente murmuraba

que Moisés Arenas había trasportado gente de otros barrios al lugar

de los hechos, ello no puede considerarse como un indicio de que el

acusado haya participado de forma eficaz para que se

desencadenaran los lamentables hechos que dieron origen al presente

expediente; pues, el citado testigo hace depender su dicho de

murmuraciones; además, fue categórico en señalar: “…sin que me

constaran si realmente era cierto…”, de ahí que no es de

concederle valor probatorio alguno a la citada aseveración –como

inexplicablemente lo hizo la Jueza-.

En otro sentido, la denuncia ciudadana, de 26 de noviembre

2004, recibida en el servicio 060, Base Tigre, de la Secretaría de

Seguridad Pública del Distrito Federal, donde se hace del

conocimiento que entre otros sujetos, se ubica a Moisés Arenas como

partícipe en los hechos violentos en Tláhuac, y que intervino en el

homicidio ocurrido a los elementos de la Policía Federal Preventiva,

contrario a la incorrecta apreciación de la Jueza, dicho medio

convictivo carece de valor probatorio para establecer la plena

participación del acusado, pues tal denuncia no tiene siquiera el

carácter de un indicio.

En efecto, la jueza pasó por alto que, un indicio es un hecho

conocido, confiable, certero, que se utiliza como base de un

razonamiento lógico del juzgador para considerar como ciertos otros

hechos diversos de aquél, pero relacionados con ellos desde un punto de

vista causal o lógico, ejercicio intelectivo que da lugar a la llamada

prueba circunstancial plena; de esa forma, en el caso una denuncia

ciudadana tiene el carácter de denuncia anónima, la cual no cumple con

los requisitos legales necesarios para ser confiable como base probatoria

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y que, entonces, no tiene otro alcance que el de ser la "noticia" de un

hecho, con la única finalidad de que la autoridad investigadora, en el

caso, el Ministerio Público, con apoyo de sus auxiliares, se dé a la tarea

de verificar ese hecho a través de su averiguación.

Finamente, la Jueza, pasó por alto la jurisprudencia relacionada

con la coparticipación al estimar al acusado coparticipe en la comisión de

los delitos por los que fue sentenciado, sin siquiera atender que la sola

circunstancia de que el acusado se haya opuesto a que el profesor

hablara con los sujetos que tenían retenidos a los ofendidos, no

constituye una condición causal del resultado, pues no fue el medio para

que, aproximadamente tres horas después se diera muerte a dos de los

ofendidos y se intentara el homicidio de un tercero, es decir, la actitud del

sentenciado no constituye grado de coparticipación alguna en términos

del artículo 13, del Código Penal Federal, al no existir por parte de esta

un querer común y consciente para la comisión del delito, y la oposición

de que el profesor Ríos Garcés hablara con aquellos que tenían

detenidos a los ofendidos, debe considerarse como un acto

independiente a los que motivaron la tentativa de homicidio y el doble

homicidio, pues como se ha dicho, la negativa del acusado para que

participara el citado profesor obedecía a una enemistad manifiesta.

Así las cosas, no existe ni siquiera indicio de que Moisés Arenas

Jiménez, haya ejecutado -como equivocadamente se afirma en la

resolución sujeta a revisión-, en compañía de otros sujetos, una acción

material consistente en privar de la vida a dos de los ofendidos y

pretender privar de la vida a un tercero.

Atentamente

Magistrado Jesús Guadalupe Luna Altamirano.Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito.

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