Extracto DJ
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Transcript of Extracto DJ
!Capítulo 1
!Estado de Sonora, México
Hermosillo - Centro Federal de Readaptación Nº 11
(Prisión federal de alta tecnología)
1 de agosto de 2013; 02:45 a.m.
!! Quince minutos justo tras que se diera la alarma, un rápido movimiento y el blanco yacía sin
vida sobre el suelo de la celda, sin sangre, ni gritos; nada. Todo limpio, frío y eficaz.
Reive tenía cuanto necesitaba, ahora sólo debía salir de aquella puñetera cárcel donde
llevaba más de dos meses infiltrado. La próxima vez que le encasquetasen la misión a Jager y lo
dejasen a él tranquilo, pero claro, era el mejor.
Al fin y al cabo, la misión había valido la pena, el mundo contaba hoy con un hijo de puta
menos, adiós al maldito cartel y a su organización en esa parte del mundo; el golpe había sido
directo y de raíz, lo jodido era que seguramente en cuestión de semanas ya habría otro narco
liderando las calles en sustitución del caído Juárez.
La alarma resonó sorda en sus oídos y su sistema se puso en marcha, la adrenalina bombeó con
fuerza en su organismo y automáticamente todo comenzó, era un motor bien engrasado que con la
chispa adecuada marchaba solo. La puerta se abrió y la fuga dio el pistoletazo de salida; en nada
estaría fuera, sólo debía atravesar los puntos adecuados y volvería a respirar aire limpio y una
merecida libertad hasta llegar a la base sin importar ni las mil doscientas cámaras de seguridad,
equipos de rayos X, escáneres, detectores moleculares, lectores biométricos e inhibidores de señales
de telecomunicación; a menos que su enlace lo jodiese, tenía vía libre.
Corrió en tiempo récord a lo largo del pasillo y saltó para aferrarse al conducto, se alzó a
pulso manteniendo el equilibrio y siguió devorando metros hasta las aduanas de entrada y salida,
torció por el pasillo de servicio y buscó la trampilla con láseres de peso y volumen.
Sopló sobre estos esparciendo el polvo y a la que se esfumaron se dejó caer dentro, unos pocos
pasos más y estaría fuera.
!!!
Miami-Dade (Estado de Florida)
Barrio Miami Springs
5 de agosto de 2013, 11:13 a.m
!! El timbre de la puerta sonó antes de lo que esperaba y Nayeli no había podido terminar de
recoger, se apartó el largo cabello rubio y ondeante pegado a la nuca recogiéndoselo con una pinza
y corrió a abrir.
Ahí lo tenía, su hermano: Tyler, tras cinco meses sin verlo este aprovechaba el primer
permiso que tenía para ir a verla, soltó el macuto que llevaba en la mano al suelo para cogerla y la
abrazó sin perder la sonrisa. La estrechó con fuerza ignorando su alegre gritito que casi lo dejó
sordo y la depositó en el suelo con suavidad entrando en la casa. El calor de agosto de Miami era
insoportable, el sudor perlaba la piel dejándola pegajosa y húmeda. Tyler entró cerrando tras de sí y
observó detenidamente el caos reinante, el cesto de la ropa sucia estaba sobre el sofá y Nayeli fue a
recogerlo terminando de meter en él las piezas esparcidas por el piso.
—Siento el desorden, no me ha dado tiempo a limpiar —.Se disculpó sin dejar de moverse
de un lado a otro como si se tratase del mismísimo diablo de Tasmania.
—No te preocupes —.Suspiró tratando de que el desorden reinante no lo afectase.
Le costaba concebir que su hermanita pudiese manejarse entre semejante desastre, la mesa estaba
todavía con los platos, la cama desecha y el polvo por pasar.
Cerró los ojos inspirando y se recordó que no podía comportarse como un déspota tan solo
al poner un pie allí, no después de tanto sin verse. No tenía ganas de enfadarse tan pronto aunque
con Nayeli terminase siendo inevitable, desde luego parecían no tener nada en común, tanto que a
veces dudaba que fuesen hermanos.
Dejó la bolsa a un lado dispuesto a echar una mano sin saber que decir encaminándose
primero hacía el baño para refrescarse un poco, se inclinó sobre el lavamanos dando el agua y se
mojó la cara, tiró de la toalla que había al lado y justo cuando iba a salir reparó en la papelera medio
abierta, alargó los dedos cogiendo lo que sobresalía por encima y alzó el condón usado a la altura de
los ojos apretando los dientes hasta hacerlos crujir.
Iba a tirarlo de nuevo dándose la vuelta enfadado, cuando descubrió a Nayeli de brazos
cruzados en medio del paso con mirada asesina, lo estaba censurando por meter las narices donde
no debía pero es que eso ya era el colmo, aunque bueno, al menos tomaba precauciones.
—Mi hermana se ha convertido en una fresca.
—Disfruto de mi sexualidad que es diferente y tu deberías estar contento de que sea capaz
de ser una mujer con inquietudes capaz de desenvolverse y expresar sus necesidades.
—Pero Nayeli...
—Ni Nayeli ni hostias, si lo hacéis vosotros no hay problema ¿no? Es motivo de elogio,
pero si lo hace una chica, malo, a menos que sea con vosotros claro, no es justo Tyler, así que no me
seas retrogrado. Estamos en el siglo veintiuno, abre los ojos.
—No quiero discutir, en serio, acabo de llegar.
—Pues entonces nos seas tan toca narices, anda ve a la cocina a por una cerveza, enseguida
recojo esto y hago la comida.
Tyler exhaló exasperado y accedió a regañadientes.
—Está bien.
Se movió todavía con los efectos del jet lag en el cuerpo y tiró del asa del frigorífico
mirando el interior, se presionó los ojos para controlar el incipiente dolor de cabeza que comenzaba
a notar y cerró tras coger la cerveza. Estaba seguro de que si hubiese gritado, el interior de la nevera
le hubiese devuelto el eco.
—Nay, ¡la nevera está vacía! —le gritó desde la cocina.
—Ya lo sé, luego iré a comprar. No he tenido tiempo, ya te lo he dicho.
—¡¿Pero cómo puedes vivir así?! Después quieres que no me preocupe por ti, pero si eres
incapaz de organizarte, eres una irresponsable ¿cuándo vas a madurar? ya no eres una niña, no
puedo estar encima de ti las veinticuatro horas. ¿Qué es lo que pretendes hacer con tu vida?
Nayeli entró en la cocina lanzándole una mirada fulminante y se metió en el lavadero,
embutió la ropa en la lavadora de mala gana y una vez tuvo todo listo, la activo.
—Si has venido a sermonearme ya puedes largarte, no eres mamá, Tyler; déjame vivir mi
vida como quiera, no necesito que me estés encima.
—Deja que lo dude, no te educaron así.
—¡Ya cállate, Ty! Sólo porque hoy este todo patas arriba no tienes porque ponerte así,
normalmente no está así.
—¿A no? ¿Y cuál es la razón? —.Dejó la cerveza sobre el mármol apoyando el codo en este,
retándola a darle una réplica válida que negase que tenía razón al pensar que era un desastre.
Nayeli gruñó para sus adentros y bajó la vista al suelo, Tyler se irguió cruzándose de brazos
sabiendo que no le gustaría lo que iba a escuchar.
—Estuve de fiesta —.Alzó los ojos para evaluar la escala de daños, el mentón de Tyler
estaba tenso, pero la vena de su frente todavía no estaba hinchada, así que siguió —.Las clases
acabaron hace unos días, las prácticas igual hasta pasadas las vacaciones y las chicas y yo hemos
trabajado duro y creímos...
—Esto es el colmo. Está bien que te diviertas, Nay, pero mira a tu alrededor ¿en qué mundo
vives? Tienes responsabilidades, puedes ser jodidamente buena en tu trabajo, tienes una mente
brillante pero no puedes descuidar lo demás.
—No lo he descuidado, sólo es un poco de desorden que en nada está recogido, siento no ser
tan perfecta como tú. Para ti todo ha de seguir un jodido y estricto orden, todo tiene sus reglas, su
funcionamiento y su manera de hacerse, eres demasiado perfeccionista, exigente y rutinario, Tyler.
Eres demasiado intransigente. Te quiero pero yo no puedo vivir bajo tus psicóticas reglas.
—¿Psicótico? —.Frunció el ceño —¿Eso crees? Puede que me guste el orden pero no es
como tú lo pintas.
—Eres tan cuadriculado —.Se exasperó moviendo las palmas cerca de la cabeza, para
terminar resoplando dejándolas caer contra las caderas yendo hacia la habitación donde quitó las
sabanas.
—Sólo estoy tratando de hablar contigo y tú te lo tomas a la tremenda.
—¿Y cómo quieres qué lo haga? Desde que has entrado que no dejas de atacarme —.Tiró la
ropa de cama que llevaba entre los brazos al suelo del comedor.
—Te lo digo por tu bien, Nay.
Ella puso los ojos en blanco dándole la espalda y comenzó a hacer la cama cansada de que la
tratase como a una niña. Despejó la mesa tras haber dejado las sabanas sucias en el cesto de mimbre
del lavadero y fregó los platos. Cogió la escoba y el trapo y terminó de arreglar el resto de
habitaciones, el baño y los cristales.
Sacó los huevos de la nevera, la ensalada de pasta que quedaba y unas latas de atún del
armario inferior. Cogió el mantel del tercer cajón y puso la mesa en silencio bajo la atenta mirada de
su hermano y empezó a batir los huevos poniendo la sartén a calentar.
—No puedo creerlo ¿ahora vas a hacerme el vacío? —Tyler rompió el silencio.
—No pienso hablar contigo hasta que me calmé. Tenía muchas ganas de verte y darte un
abrazo y luego vas y te comportas así.
—Vale, lo siento, yo también tenía ganas de verte.
Nayeli suspiró mezclando el huevo con el atún desmenuzado, lo vertió en la sartén y miró a
su hermano dejando escapar un quedo suspiro. Apoyó las palmas en el borde de la encimera y
esperó.
—Y... ¿era sólo un revolcón o algo serio?
—¡Tyler!
—¿Qué? Sólo me estoy interesando por tu vida no entrometiéndome.
—¿Ah, no? Todavía recuerdo que la última vez sacaste a Beiker a patadas de casa y la paliza
que pretendías darle a Laurent.
—Eran todos unos capullos que sólo pretendían lo obvio, Nay.
—Puede, pero esa no es manera de tratar a las personas. Nunca te gustará nadie que trate de
acercarse a mí, ninguno parece bueno.
—Tu gusto para los tíos es si más no preocupante. Y perdona si me preocupo por mi
hermana pequeña.
—Eres tan burro y tan condenadamente entrañable a veces, que no se sí darte una patada o
achucharte.
—Si puedo elegir prefiero lo segundo.
Nayeli sonrió ante su carilla de cachorro abandonado y le concedió lo que podía, a pesar de
lo irritante y chinchante que podía ser con ella lo quería con locura y era su hermano. Estaban muy
unidos aunque pareciese lo contrario y sabía que sólo se preocupaba por ella. Se volvió para echar
un vistazo a la tortilla francesa y le dio la vuelta.
—¿Cuánto te quedas?
— Cuatro semanas.
—Genial, te he preparado la habitación del principio.
Tyler tragó la cerveza antes de atragantarse y dejó el botellín de nuevo en el mármol, fue a
decir algo pero se mordió la lengua tratando de evitar la imagen que le venía a la mente de su
hermana y su amante esporádico, follando en esa misma cama por que no habían sido capaces de
llegar a la de ella. Decir que le entraban ganas de prender fuego al colchón sería quedarse corto, así
que decidió cambiar de tema y buscar algo de lo que pudiesen hablar, a la fuerza debería tener
mucho que contarse tras cinco meses.
Se sentó en la mesa tras poner los platos y esperó a que Nayeli lo hiciese para llevarse el
tenedor a la boca.
—No sé cómo no te quemas —.Meneó la cabeza mirando la humeante tortilla al tiempo que
ella se acercaba la ensalada.
Tyler se encogió de hombros llenando otra vez el tenedor y masticó bajo la mirada de Nayeli
que sonrió encantada de verlo comer con tanto fervor.
—Mmmm esta de vicio. Como echaba de menos esto.
Nayeli volvió a sonreír y ambos comenzaron a ponerse al día.
Miami-Dade (Estado de Florida)
Barrio Miami Springs
6 de agosto de 2013, 07:30 a.m.
!! Como siempre, Tyler había sido incapaz de seguir en la cama, se había levantado, aseado,
desayunado y ahora descansaba sentado en el sofá con las piernas en la mesita. Encendió el
televisor con el mando a distancia y bajo el volumen para no despertar a Nayeli y centro su atención
en las noticias.
«Esta misma madrugada los federales han incautado el mayor alijo de cocaína en lo que va
de año. La operación Ligthning desarrollada aquí, en el barrio de South Florida, ha intervenido
once toneladas de cocaína procedente de Sudamérica.
No se ha producido ninguna detención, pero se creé que con este golpe se pone fin a la
desaparecida cédula del cartel Juárez, muerto en Sonora; México, la semana pasada. Les
recordamos que Juárez fue hallado muerto en su celda sin signos de violencia, las autoridades no
han informado al respecto por lo que no disponemos de más información. De todos modos, con esta
acción se ha desarticulado una de las mayores redes que operaban en nuestro estado, dedicada a la
introducción, elaboración y venta de cocaína. La droga incautada está valorada en unos quinientos
millones, por ahora las autoridades no han facilitado más información salvo que la droga
intervenida pasará a disposición judicial y que de momento, el cargamento se almacenará en las
inmediaciones que tengo aquí detrás. Eso es todo por hoy; les ha informado Kelly Hilden en
directo, buenos días.»
Tyler liberó el aire retenido en los pulmones y al ver el reflejo de Nayeli en la pantalla se
volvió hasta esta que estaba terminando de ponerse bien la americana. Se sacó el rubio cabello del
interior de la misma y se detuvo cogiendo las llaves del coche.
—No sabía que estuvieses despierta ¿a dónde vas tú tan temprano y así de arreglada?
—He de ir al centro de investigación —.Señaló la televisión —Ya lo has oído, han incautado
un alijo y me han pedido que les ayudé, tienen a la mitad del personal con una pasa intestinal y el
otro de vacaciones, así que me han pedido el favor. Además, he de recoger unas cosas que me dejé.
Miraré de volver lo antes que pueda, traeré comida.
Tyler asintió observándola asombrado y una vez la vio salir por la puerta sonrió complacido,
ahora sí parecía su hermana, profesional, seria y dedicada. Se pasó la mano por el cabello peinado
en punta y se levantó harto de estar sin hacer nada, subió el volumen dejándolo en un canal de vídeo
clips y saltó para cogerse a la barra del pasillo e hizo la primera alzadilla calentando sus potentes
músculos.
!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Capítulo 2
!Centro de Investigación Federal
Tres cuartos de hora después.
!! Cuando Nayeli aparcó en la plaza que encontró libre, una marea de periodistas seguía
ocupando la enorme escalinata de acceso a las oficinas. Suspiró bajando del coche resignada y cerró
la puerta, activo el cierre avanzando y una vez frente a las abarrotadas escaleras hizo visera con la
mano para buscar el mejor modo de llegar a destino sin tener que vérselas con ninguno de aquellos
buitres informativos.
Miró sus zapatos de tacón sopesando si sacárselos para ir más deprisa pero lo descartó, dejó
que la credencial colgase de su cuello e inició el ascenso por uno de los laterales mientras las
cámaras no dejaban de dispararse y los presentadores de ensayar micrófono en mano frente a su
cámara.
Arriba, en la explanada estaban las disposiciones federales, un enorme edificio acristalado a
juego con el tono de la losa grisácea del suelo. Así, el cristal no deslumbraba y no interfería en el
tráfico de la ciudad mientras que desde dentro podías ver con toda claridad el exterior.
Estaba ya a más de la mitad del ascenso cuando una voz la detuvo.
—¿Nayeli? ¿Nayeli Allister? No lo puedo creer.
Esta se detuvo volviéndose hacía quién le había hablado y ladeó el rostro con una leve
sonrisa al tiempo que entrecerraba los ojos para que el sol no la molestase tanto.
Era un chico de unos treinta y dos años, pelo oscuro, largo y desenfadado hasta la nuca,
atractivo, facciones masculinas y algo cuadradas, labios carnosos y ojos verdosos oscurecidos por
gruesas cejas negras. Entre sus manos sostenía una cámara de fotografiar y la miraba sin borrar, lo
que a Nayeli le preció, una sonrisa torcida la mar de sexy.
Su mente no tardó en relacionarlo y reconocerlo.
—Max Kuden, ¿qué haces tú aquí?
Este movió las manos abarcando significativamente el lugar y dejó caer las manos sin dejar
de escrutarla con esos intensos ojos.
Habían pasado años desde la última vez que lo vio y desde luego seguía tan irresistible como
siempre con esa aura oscura y salvaje, de todos modos, seguía siendo el mismo cabrón que había
desaparecido tras acostarse con ella y otras tantas. Y al igual que eso, lo que no había cambiado era
que seguía pareciéndole igual de alto pero con un cuerpo más definido y demoledor que antes. Max
podría pasar perfectamente por modelo y sin embargo, estaba ahí como fotógrafo. Un hecho sin
duda chocante.
—Casi que podría decirte lo mismo, estás… —.Dejó escapar el aire entre los labios
devorándola con la mirada —Increíble, te recordaba algo más...
—Joven e ingenua —.Terminó ella por Max, cruzándose de brazos a la defensiva con una
sonrisa si más no cínica —Hace cinco años que no sabía nada de ti.
—Si bueno, tuve que largarme de aquí. ¿Cómo está Tyler?
—Bien, esta de permiso, se alegrará de verte si te quieres pasar en algún momento.
Este asintió mirando alrededor incomodo y volvió a fijar sus ojos felinos en ella.
Tanto Nayeli como él se conocían desde pequeños, siempre iban juntos hasta que Max
desapareció.
—Debí haber llamado —Max suspiró.
—Sí, pero no lo hiciste. Así que periodista ¿eh?
—Fotógrafo más que nada, reportero como mucho. ¿Y tú, trabajas aquí? —Max aprovechó
la oportunidad.
Hacía rato que sus ojos habían grabado en su cerebro la tarjeta que colgaba del cuello de
Nayeli.
—Prácticas. He de irme ya, me están esperando.
—Claro, claro —.La observó darse la vuelta para seguir —Oye, ¿te apetecería ir a cenar un
día? Por los viejos tiempos, déjame compensarte por cómo me porte ¿te parece?
—Lo pensaré —.Se giró para poder verle con una mueca graciosa en la cara.
—Entonces dame tu número y te llamó.
—Ya sabes donde vivo, Max; hasta otra, que te vaya bien.
—¡Espera! Puedes darme alguna información privilegiada de esto.
—Lo siento, no estoy autorizada, se tanto como tú.
—No me culpes por intentarlo —.Le sonrió encantador haciendo que sus blancos dientes
resplandeciesen.
Nayeli meneó la cabeza devolviéndole la sonrisa y siguió.
—Eres incorregible —.Alzó la voz.
Max dejó escapar una risita socarrona y se puso serio observándola cruzar las puertas de seguridad
del edificio. Alzó la cámara ajustando el objetivo y disparó; desde luego la visita a las dependencias
federales había sido provechosa.
Regresar con las manos vacías junto a Eduardo no hubiese sido nada agradable.
!!(Todos los derechos reservados - Ediciones Ortiz) !
Colección Balas de Pasión. !Leila Milà - Doble Juego