Extracto quiero lío

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¡QUIERO LÍO! Francisco: Un año de papado. Secretos del mito. Andrés BeltrAmo ÁlvArez HYSPAMERICA - R. P. CENTRO EDITOR DE CULTURA

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¡QUIERO LÍO!

Francisco: Un año de papado. Secretos del mito.

Andrés BeltrAmo ÁlvArez

HYSPAMERICA - R. P. CENTRO EDITOR DE CULTURA

Beltramo Álvarez, Andrés ¡Quiero lío! Francisco: Un año de papado. Secretos del mito. - 1a ed. - Buenos Aires: R. P. Centro Editor de Cultura, 2014. 304 p.: il. ; 22 x 15 cm.

ISBN 978-987-662-050-5

1. Cristianismo. 2. Papa Francisco. I. Título CDD 230

Fecha de catalogación: 25/04/2014

Editor: Raúl E. Paggi© De esta obra Andrés Beltramo Álvarez

© 1ra. Edición 2014 Hyspamerica - R. P. Centro Editor de [email protected]

ISBN 978-987-662-050-5

disEño dE tapa: Marcelo GarbarinoCorrECCión: Federiso SoriadisEño dE intErior: Mónica B. Oliveira

Reservados los derechos para todos los países. Ningún texto de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta y dibujos interiores pueden ser reproducidos, almacenados o transmitidos de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste electrónico, químico, mecánico, electro óptico, grabación, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorización escrita por parte de la Editorial.

Hecho el depósito que marca la ley 11.723. Impreso en Argentina

Prólogo

Jorge Mario Bergoglio fue uno de los pocos que pensó que podría llegar a suceder al Papa Benedicto XVI en el trono de Pedro. Aun-que pocos quieran reconocerlo en su entorno del Arzobispado de Buenos Aires, preparó su escaso equipaje antes de viajar al cónclave que lo terminaría eligiendo con un pensamiento que fue casi una plegaria: Ojalá que me dejen volver de Roma, le dijo a sus muy ín-timos.

Como plantea el muy buen trabajo del amigo y colega Andrés Beltramo, este jesuita argentino fue un “Papa impensado” para casi VQFQU��0Q�VCPVQ�RCTC�ÃN��'N�2QPVKſECFQ�FG�(TCPEKUEQ�UG�JC�VTCPU-formado en uno de los hechos mediáticos más impactantes del úl-timo año. Para bien y para mal. Por lo primero, la llegada de este JQODTG�FGN�őſP�FGN�OWPFQŒ�KPUWƀÎ�C�NC�+INGUKC�ECVÎNKEC�WP�VQTTGPVG�de oxígeno revitalizante, dado que venía boqueando entre el tedio de las formas antiguas, el latín repuesto por el Papa alemán renun-ciante y la distancia física entre creyentes y jerarquías. Si a eso se le suman los planteos públicos y en los tribunales por los desmanejos económicos y por los desvíos con formas de abuso de poder de algunos de sus prelados, el panorama no podía ser más oscuro para la milenaria institución. Por lo demás, que este hombre nacido en la Capital Federal sea tapa de Times, Fortune y cientos de miles de periódicos lo ubica en el difícil lugar de ser sólo esto: una portada

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de revista con estruendo inmediato y poco de perdurabilidad en la historia real de la Iglesia.

¿Cuál será el norte en la brújula de Francisco que pueda hacer-nos vislumbrar el legado que dejará desde su trono papal? ¿Habla demasiado y hace poco? ¿Les molesta a los integrantes de la cu-ria romana este “Papa comunista”? ¿Hay temor de que exista una monja obediente que vuelque algunas gotas indebidas en la taza de té del Papa? ¿Es verdad que hasta antes de aceptar el cargo pensó en llamarse Juan XXIV? ¿Hubo campaña de apoyo y de detracción en su elección? Estos son algunos de los interrogantes que Beltra-mo se plantea en su libro. Y a cada uno de ellos, responde con una investigación rigurosa basada en testimonios inéditos y exclusivos, en algunos de los casos. Andrés no esconde su admiración personal JCEKC�GN�2QPVÈſEG�GU�GOQEKQPCPVG�NGGT�UW�TGNCVQ�EWCPFQ��GP�XKXQ�para Radio La Red de Buenos Aires, anunció la fumata blanca y la aparición del rostro de Bergoglio en el balcón vaticano) ni su pertenencia religiosa. Sin embargo, este libro no es el texto de un ETG[GPVG��#SWÈ�JC[�FGUGQ�[�QſEKQ�RGTKQFÈUVKEQ�RCTC�FCT�WPC�XKUKÎP�distinta del argentino con más poder de estos tiempos. ¿Quizá de todos los tiempos?

Beltramo recoge una descripción de alguien que conoce de cerca GN�RGPUCOKGPVQ�RTQHWPFQ�FGN�2QPVÈſEG��C�SWKGP�NG�IWUVC�FGUETKDKTUG�como partidario de la “teología del encuentro personal”. Esto no es sólo el renunciar a habitar los lujosos aposentos papales, dormir en un cuarto muy modesto o almorzar y cenar con laicos y religiosos GP� GN� EQOGFQT� EQOÕP� UQP�FGNKEKQUCU� NCU� CPÃEFQVCU�SWG� GN� NGEVQT�encontrará aquí a la hora de saber cómo es físicamente el despla-zamiento diario de Francisco). ¿Qué es la teología del encuentro personal? Muchos queremos saberlo y por eso miramos con tanta atención hacia Roma. Incluso los que no creemos. ¿Este encuentro es reconocerse pecador y dejar atrás, por ejemplo, expresiones que GN�GPVQPEGU�$GTIQINKQ�WUÎ�RCTC�FGſPKT�CN�OCVTKOQPKQ�JQOQUGZWCN�

prólogo

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como obra del demonio para llegar a su pregunta ya como Francis-co de “quién soy yo para juzgar a alguien gay”? El olor a oveja de los pastores reclamado por el Papa, ¿incluye ser más hermano de UWU�ſGNGU�[�PQ�UÎNQ�LWG\�FGN�SWG�CTTQLC�WPC�RKGFTC�KPFGDKFC!

El desafío de este hombre nacido en el barrio porteño de Flores es enorme. Quizá porque ha decidido confrontar sus hechos y di-chos con lo que los evangelios relatan de un hombre nacido hace dos mil años: Amar al prójimo. Y no de cualquier manera: sino como a uno mismo. Propiciar la humildad en primera persona. Reconocer en el otro a un semejante y despreciar la vanidad y la arbitrariedad del poder. Nada menos.

La vara elegida por Francisco para su propia medida ha sido colocada así en lo más alto. El riesgo es no poder alcanzarla y que-darse en una formal expresión de deseos, las palabras bonitas y los abrazos multitudinarios en plazas e iglesias. La posibilidad de acercase lo más posible es una enorme y luminosa esperanza como la Utopía de otro hombre de su misma Iglesia. Tomás Moro sabía que hay cosas que no se consiguen nunca. Pero intentar recorrer el ECOKPQ�RCTC�NQITCTNCU�[C�FC�UGPVKFQ�[�RNGPC�LWUVKſECEKÎP�C�NC�XKFC�de quien lo intenta.

Luis Novaresio, Buenos Aires, marzo de 2014.

IntroduccIón

“QUIERO QUE LA IGLESIA SALGA A LA CALLE…”

¡Que acá dentro va a haber lío… va a haber! ¡Que acá en Rio va a haber lío… va a haber! Las frases se sucedían una tras otra, el Papa hablaba en español desde lo más alto de la catedral de San Sebas-tián y desataba el entusiasmo, casi furibundo, de miles de jóvenes argentinos. Aquel 25 de julio, durante un encuentro organizado a último momento e incrustado en medio de las celebraciones por la Jornada Mundial de la Juventud de Rio de Janeiro, Francisco sin-tetizÎ�GP�RQECU�RCNCDTCU�VQFQ�GN�RTQITCOC�FG�UW�RQPVKſECFQ��7UÎ�un lenguaje sencillo, muy argentino, con frases que los periodistas de los medios a nivel internacional ni siquiera alcanzaron a com-s a nivel internacional ni siquiera alcanzaron a com-prender.

¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juven-tud? Espero lío. Quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle. Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, si no salen se convierten en una ONG ¡Y la Iglesia no puede ser una ONG!

La emoción se notaba en la voz de Jorge Mario Bergoglio. Por primera vez desde el inicio de su ministerio como vicario de Cristo se reunía con miles de sus compatriotas, todos juntos. Adentro

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del templo, abarrotado, se encontraban más de cinco mil jóvenes. Afuera, bajo la lluvia, la cifra superaba los 30 mil. Una multitud ex-tasiada que conectó inmediatamente con el pastor. Un fenómeno sociológico de una potencia inaudita, digno de ser estudiado. Aquel Papa imposible, el candidato nunca considerado en las ternas de los “vaticanistas” se convirtió –en cuestión de semanas– en uno de los líderes mundiales con mayor autoridad moral. ¿Cómo ha UKFQ�RQUKDNG�UGOGLCPVG�VTCPUHQTOCEKÎP!��3WÃ�HCEVQTGU� KPƀW[GTQP�en este cambio? ¿Hasta dónde llegará la voluntad reformadora de GUVG� JQODTG� ECVCRWNVCFQ� C�4QOC� őFGUFG� GN� ſP� FGN�OWPFQŒ�� RQT�voluntad de un puñado de cardenales?

Como se encontraba entre argentinos, Francisco no reparó en los detalles de su discurso. Aunque estaba en la catedral de Rio, se UGPVÈC�GP�NC�2NC\C�FG�/C[Q��2TGſTKÎ�NC�EQPXGTUCEKÎP�HTCPEC�[�WVKNK\Î�diversos neologismos, de esos que ya se convirtieron en su marca registrada.

Miren, yo pienso que la civilización mundial se pasó de rosca, se pasó de rosca porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que GUVCOQU�RTGUGPEKCPFQ�WPC�ſNQUQHÈC�[�WPC�RTCZKU�FG�GZENWUKÎP�FG�NQU�FQU�RQNQU�FG�NC�XKFC�SWG�UQP�NCU�RTQOGUCU�FG�NQU�RWGDNQU��'ZENWUKÎP�FG�NQU�CPEKCPQU��RQT� UWRWGUVQ��7PQ�RQFTÈC�RGPUCT�SWG� GZKUVG�WPC�GURGEKG�FG�eutanasia escondida, no se cuida a los ancianos. Pero también se da una eutanasia cultural, no se los deja hablar, no se los deja actuar. 'ZENWUKÎP�FG�NQU�LÎXGPGU��'N�RQTEGPVCLG�FG�LÎXGPGU�UKP�VTCDCLQ�GU�OW[�CNVQ� [� GU�WPC�IGPGTCEKÎP�SWG�PQ� VKGPG� NC� GZRGTKGPEKC�FG� NC�FKIPKFCF�ICPCFC�RQT�GN�VTCDCLQ��'UVC�EKXKNK\CEKÎP�PQU�JC�NNGXCFQ�C�GZENWKT�NCU�FQU�puntas que son el futuro nuestro. Entonces los jóvenes tiene que salir, hacerse valer, tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores. Y los viejos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos.

Mientras insistía en pedirle a los muchachos que tomasen la ini-ciativa movía los brazos con decisión y obtenía inmediatamente el

introduCCión

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consenso. Como si el trato con las multitudes hubiera sido siempre algo natural. Desde su elección como sucesor de San Pedro, Bergo-glio parece rejuvenecido. En eso concuerdan amigos suyos de toda la vida, sacerdotes, obispos y hasta cardenales. Muchos de ellos fue-ron consultados y sus opiniones se encuentran en este libro. Pero la prueba más tangible de esa fuerza recuperada y reforzada se pudo ver en Brasil, en ese encuentro con argentinos. ¿De dónde sale tan-ta energía, tanta “polenta”?

La fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros y que haya muerto en la cruz. La cruz sigue siendo escándalo pero es el único camino seguro, el de la cruz, el de Jesús, la encarnación de Jesús. Por favor, ¡no licuen la fe en Jesucristo! Hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana pero, por favor, ¡no tomen licuado de fe! ¡La fe es entera, no se licua, es la fe en Jesús!, es la fe en el hijo de Dios hecho hombre que me amó y murió por mí. He ahí el mensaje de un cura que, de repente y sin pretenderlo, se convirtió en un padre para toda la humanidad.

“Lío” es la palabra que mejor resume la “revolución suave” en-carnada por Jorge Mario Bergoglio. Una verdadera “autorreforma” de la Iglesia católica. Un movimiento de renovación que, si logra llevar a fondo las premisas establecidas en sus primeros doce meses FG�RQPVKſECFQ��UKP�FWFC�OCTECT¶�NQU�HWVWTQU�FGEGPKQU�FG�WPC�KPUVK-tución milenaria. Una corriente originada fuera del Vaticano que ya cuenta con poderosas resistencias dentro. Varios frentes abier-tos con los cuales el líder católico se ha visto obligado a lidiar. .GLQU�FG�CURKTCT�C�EQPXGTVKTUG�GP�WP�őTGNCVQ�QſEKCNŒ�FG�NQU�RTK-

meros trescientos sesenta y cinco días de ministerio del Papa, estas líneas buscan ofrecer un recuento de primera mano sobre el fenó-OGPQ�KORTGXKUVQ�[�GURQPV¶PGQ�RTQXQECFQ�RQT�NC�ſIWTC�FG�(TCPEKU-co. ¿Cómo se gestó? ¿Cuáles han sido las claves de su éxito? ¿Hacia dónde se dirige?

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Desde la desconcertante renuncia de Benedicto XVI, el 11 de febrero de 2013, la historia de la Iglesia parece haber entrado en un proceso de alta velocidad. Una aceleración producto, ante todo, de NC�PQXGFCF�SWG� UKIPKſEÎ�GN�FTCO¶VKEQ� CEVQ� EWORNKFQ�RQT� ,QUGRJ�Ratzinger. Y sostenida por la elección del primer obispo de Roma llegado de América Latina. .QU�JGEJQU�JCP�TCVKſECFQ�GUVC�RGTEGREKÎP�FG�GPEQPVTCTUG�CPVG�

una cadena de acontecimientos que están transformando sensible-OGPVG�NC�JKUVQTKC��NC�FGVGTOKPCEKÎP�FGN�PWGXQ�RQPVÈſEG�RQT�TQORGT�constantemente el protocolo, los zapatos negros gastados, la cruz de hierro, la reducción de las escoltas, la negativa a vivir en el Pa-lacio Apostólico, las escapadas a visitar a los amigos enfermos, las improvisaciones en los actos públicos, la ternura misericordiosa en GN�VTCVQ�EQP�GN�RWGDNQ�ſGN�[�WPC�KPſPKFCF�FG�GVEÃVGTCU�

Estos pequeños y grandes detalles han penetrado inexorable-mente en el inconsciente colectivo hasta convertir a Francisco en un “ícono pop”, en una especie de “mito inoxidable” capaz de cautivar a las multitudes, a la prensa e incluso a los grandes líde-res mundiales. Un personaje que ha podido repeler, cual muro de goma, cualquier crítica en su contra. Incluso la más infamante que podría lanzarse contra un argentino: la acusación de “colaboracio-nista” con la dictadura militar. Pero el efecto positivo generado en su entorno no le ha evitado afrontar crisis internas en el Vaticano, no le ahorró sinsabores, no lo mantuvo inmune a las maniobras de palacio y no le generó un escudo protector impenetrable contra los errores de gobierno. “Autogoles”, como los llama él, que no han trascendido al gran público. Aunque existen y son reales.

¿De dónde surge su desarmadora popularidad? ¿Cuáles son las claves para comprender a la persona detrás del mito? ¿Hasta dónde llega su voluntad renovadora y dónde comienza el afán externo por convertirlo en un producto mediático a explotar? ¿Es posi-ble que el líder religioso termine preso de sus propios gestos, de

introduCCión

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NC� UWRGTſEKCNKFCF� FG� NQU� KPUVCPVGU�OCIPKſECFQU� CN� KPſPKVQ� RQT� NC�efímera y todopoderosa imagen televisiva? ¿Realmente todo en él es casual, espontáneo, no programado? ¿O existe un diseño tácito, secreto, desconocido? ¿Es acaso el Papa de la ruptura, de la des-construcción, del “progresismo eclesial” o en realidad se trata de un “conservador”, astuto animal político, objetivo ideal de sus de-tractores en Argentina?

El presente libro intenta dar respuesta a estos y otros interro-gantes. Es un ejercicio periodístico contaminado por el dinamismo RTQRKQ�FGN�RQPVKſECFQ�FG�(TCPEKUEQ��0Q�UG�VTCVC�FG�WPC�DKQITCHÈC��no pretende serlo. Apela al pasado del protagonista en aquellos pa-sajes en los cuales es estrictamente necesario, pero se concentra en doce meses plagados de actividades, novedades y sorpresas. Desde la elección hasta el aniversario.

En gran parte compuesto por testimonios directos, anécdotas, recuerdos, historias, chistes y chascarrillos, el texto no busca –por-que sencillamente jamás lo lograría– agotar el argumento. Sólo recoge un cúmulo de episodios que muestran las huellas grabadas a fuego en el corazón de la humanidad por un hombre simple que soñó con ser misionero en Asia y, en el ocaso de su vida, fue lla-mado a infundir esperanza a millones de personas alrededor del mundo.

Roma, 13 de marzo de 2014.

La capilla podría ser cualquiera. Sus paredes blancas, blanquísimas. Unos amplios ventanales se extienden a lo largo de toda la pared derecha y permiten el ingreso de los primeros rayos del sol por la mañana. El techo a dos aguas combina con el diseño a picos de la estructura. Las brillantes baldosas triangulares alternan dos colores FGN�O¶TOQN��GN�OCTTÎP�[�GN�DNCPEQ��.CU�ſPCU�EQNWOPCU�QEVCIQPC-les pasan desapercibidas en el sobrio contexto; casi espartano. Una KOCIGP�FG�NC�8KTIGP�[�WP�GPQTOG�ETWEKſLQ�GORQVTCFQ�FGVT¶U�FGN�altar completan la escena. Nada parece indicar que aquel rústico templo se encuentra en el corazón del Vaticano.

Esa capilla, al fondo de un largo pasillo en la planta baja de la Casa Santa Marta, es famosa a nivel mundial desde que el Papa Francisco decidió que se convirtiese en la primera parada de sus maratónicas jornadas. Como cualquier párroco de barrio celebra, cada día, la misa de siete. Y se comporta como si estuviese en Bue-PQU�#KTGU��#N�ſPCN�FG�NC�EGNGDTCEKÎP�UG�ECODKC�GP�NC�UCETKUVÈC�[�TG-ITGUC�RCTC�UGPVCTUG�CN�HQPFQ�FGN�NWICT��GP�NC�ÕNVKOC�ſNC�FG�DCPEQU��para rezar unos instantes en silencio. Después saluda, uno por uno, a todos los presentes. Sólo que existe un detalle, para nada secunda-rio: ahora es el vicario de Cristo.

cAPítulo I

CASA SANTA MARTA

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Eso no impide que las suyas sean eucaristías sobrias y profundas a la vez. Participar en ellas se ha vuelto la ambición de muchos y al Vaticano las solicitudes llegan por doquier. Sólo el privilegio de ser periodista argentino acreditado en Roma puede dar la oportunidad única de vivir esa experiencia, menos de dos meses después de la sorpresiva elección papal de Jorge Mario Bergoglio.

Aquel sábado 11 de mayo el cielo romano estaba despejado, pero la mañana era fría. Atravesar la Plaza de San Pedro semide-sierta causaba un cierto efecto, sólo interrumpido por el monó-tono ruido de las ruedas de un carrito de bebé golpeando contra los adoquines. Arriba mi hija Caterina, de casi dos años, fatigaba a despertarse. María Teresa, de tres, a duras penas se mantenía en pie sobre una plataforma con rueditas adherida al aparato. Con el temor de llegar tarde, resonaba velozmente el repiquetear contra las piedras de los zapatos de mi mujer, María Laura.

La cita era impostergable. Al menos 20 minutos se necesitaban para recorrer el trayecto de la 2KC\\C�FGN�5CPVŏ7Hſ\KQ al ingreso de la Domus Sanctae Marthae, la residencia ubicada dentro de los Jardi-nes Vaticanos y a un costado de la Basílica de San Pedro, que Fran-cisco decidió convertir en su casa. Los controles de seguridad y el ingreso al territorio vaticano obligaron a los asistentes a madrugar. A las siete en punto todo el grupo, poco más de una docena entre RGTKQFKUVCU�[�HCOKNKCTGU��FGDÈC�GUVCT�FKURWGUVQ�GP�NCU�RTKOGTCU�ſNCU�de sillas de madera reservadas especialmente.2WPVWCN� JK\Q� UW� KPITGUQ� WPC� ſIWTC� GURCTVCPC�� 'TC� (TCPEKUEQ��

Con una casulla blanca y un paso saltarín. Lo acompañaban tres sacerdotes concelebrantes, entre ellos el cura-periodista español, Antonio Pelayo. Entre las sillas se escuchó una voz tenue pero clara: “¡El Papa Francisco!”, “¡Francisco, querido, el pueblo está contigo!”. Con sus veintidós meses Caterina no pudo contener la emoción. “Mamá, el Papa Francisco no me saluda”, terminó por

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Capítulo i - Casa santa marta

CRWPVCT�ECUK�EQPVTCTKCFC��'N�RQPVÈſEG�RTGſTKÎ�PQ�OKTCT��RCTC�GXKVCT�desconcentrarse.

Poco más de 40 minutos duró la misa. Nada de fotos y nada de video. Los únicos autorizados a registrar el acto fueron los fotó-grafos de L’Osservatore Romano��GN�FKCTKQ�QſEKCN�FG�NC�5CPVC�5GFG��Mientras el video corrió por cuenta del Centro Televisivo Vati-cano.

Bergoglio centró su homilía en el tema de la oración y recordó que el evangelio exhorta a pedir a Dios lo que sea, pero siempre en el nombre de Jesús. Porque Cristo es el gran intercesor de los hom-bres ante el Padre, es quien al ascender a los cielos abre la puerta y la deja abierta. No porque se la haya olvidado abierta, sino para que entremos en ella��CENCTÎ�GEJCPFQ�OCPQ�FG�WPC�FG�UWU�GſECEGU�metáforas.4GEQPQEKÎ�SWG�OWEJCU�XGEGU�NQU�ſGNGU�UG�CDWTTGP�GP�NC�QTCEKÎP��

pero precisó que rezar no es pedir esto o lo otro sino la intercesión de Jesús ante el Padre. Es un ejercicio que obliga a salir de uno mis-mo mientras la oración que aburre siempre se queda dentro, como un pensamiento que va y viene. Pero la verdadera oración es dirigir-UG�JCEKC�GN�2CFTG�GP�PQODTG�FG�,GUÕU��GU�WP�ÃZQFQ�FG�PQUQVTQU, insistió.

Después del sermón se tomó un rato de silencio. En la capilla el silencio no era total, en parte por la inquietud de algunos niños. Caterina volvió a la carga, obligando a la madre a tenerla entreteni-da cerca de la puerta de salida. La pequeña no sólo conoce al Papa, es su fan número uno. Tanto que grita: “¡Viva el Papa!” cada vez que ve una cúpula de iglesia, sin importar si se trata de una católica, adventista o bautista. Como si todas las cúpulas fueran San Pedro y todos los templos el Vaticano, donde vive el Papa argentino.'NNC�[� UW� KPSWKGVWF� UG�FGTTKVKGTQP�CPVG� NC�ſIWTC�FG�(TCPEKUEQ��

CN�ſPCN�FG� NC�OKUC��'P�GN�RCUKNNQ�[�EQP�RCEKGPEKC��GN�RQPVÈſEG� HWG�despidiendo a los visitantes. Muchos de ellos le ofrecieron obse-quios, con cada uno intercambió unas palabras. ¿Me das un besito?,

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preguntó con ternura acercándose a María Teresa. Ella respondió inmediatamente. No sólo puso la mejilla para recibir la caricia, también le dio un gran beso. Lo mismo Cate. A su corta edad que-daron con la sonrisa estampada en la cara. Como todos los que GPEWGPVTCP�CN�2CRC�XGPKFQ�FGN�ſP�FGN�OWPFQ�

LA AGENDA LA MARCA ÉL

Desde el principio Francisco quiso que las celebraciones de Santa Marta se desarrollasen en la más simple intimidad. Incluso contra las recomendaciones de quienes, dentro y fuera del Vaticano, esta-ban dispuestos a convertir esa cita cotidiana en un espectáculo. O darle mayor visibilidad mediática, con un deseo en buena fe. Por eso los asistentes nunca superaron las pocas decenas.

La costumbre se instauró el 22 de marzo, apenas nueve días des-pués de la elección. Aquel debut marcó la pauta. Una celebración UKORNG��C�NC�EWCN�GN�RQPVÈſEG�KPXKVÎ�C�NQU�VTCDCLCFQTGU�FGN�UGTXKEKQ�de jardines y recolectores de basura de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Los vaticanistas prácticamente enloque-cieron con la noticia, comunicada también con sorpresa por la sala de prensa de la Santa Sede. Era un gesto innovador, pero con un CPVGEGFGPVG�UKOKNCT��&WTCPVG�OWEJQU�CÌQU�FG�UW�RQPVKſECFQ�,WCP�Pablo II tuvo invitados externos a sus misas matutinas, celebradas GP�NC�ECRKNNC�RTKXCFC�FGN�CRCTVCOGPVQ�RQPVKſEKQ��$GTIQINKQ�FGEKFKÎ�imitarlo y superarlo. Mientras Karol Wojtyla sólo celebraba y no predicaba, el Papa argentino optó por una breve homilía. No más de ocho o nueve minutos, pronunciados con un estilo llano.

La iniciativa resultó tan sorpresiva que el mismo diario vati-cano, L’Osservatore, no pudo ofrecer una transcripción de las pa-labras del Papa durante el sermón de aquella primera misa. Sólo rescató unas líneas genéricas: Cuando nuestro corazón es de piedra,

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sucede que tomamos piedras de verdad y lapidamos a Jesucristo en la persona de nuestros hermanos, especialmente aquellos más débiles. Agregó que el sermón se concentró en un pasaje del evangelio de Juan que narra el episodio de los judíos que querían lapidar a Jesús. Y completó con la lista de los asistentes: el cardenal ecuatoriano y arzobispo emérito de Quito, Raúl Eduardo Vela Chiriboga; el arzobispo Lorenzo Baldisseri, secretario del Colegio Cardenalicio y de la Congregación para los Obispos; los monseñores Alfred Xuereb y Battista Mario Salvatore Ricca además de monjas de tres comunidades religiosas femeninas con actividades en la Ciudad del Vaticano: las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, res-ponsables del dispensario pediátrico de Santa Marta; las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María que se ocupan de la Casa 5CP�$GPGFGVVQ� RCTC� PWPEKQU� FKRNQO¶VKEQU� RQPVKſEKQU�� RGPUKQPC-dos; y las Hermanas de la Presentación de la Beata Virgen María CN�6GORNQ�FG�%TCEQXKC���SWG�CVKGPFGP�NC�DQFGIC�RTKXCFC�FGN�UCPVQ�padre.

Para Bergoglio, el pastor, aquel gesto de dar la misa todos los días pudo parecer natural y obligado. Pero en su normalidad se convirtió en una decisión clave. Los periodistas no estaban acos-tumbrados a escuchar la palabra del Papa diariamente, a primera hora de la mañana. Mediáticamente hablando y utilizando uno de los tantos neologismos acuñados por el directo interesado, con esa práctica Francisco los “primereó”. Atrajo una desmedida atención informativa por sus prédicas matutinas. Efecto que se reforzó por UW�WUQ��ECUK�OCIKUVGTKCN��FG�NCU�ſIWTCU�OGVCHÎTKECU�TGUWOKFCU�GP�FK-chos populares o frases pegadizas. Algunas de antología.

Esto se convirtió en una especie de irresistible imán. Colocó involuntariamente al Papa en una situación de fuerza ante los pe-riodistas, obligados a seguir la agenda marcada por él ya desde muy temprano. Como cuando advirtió contra la gran tentación para los cristianos de caer en las fantasías triunfalistas y sentenció: Dios no

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hace como un hada madrina con la varita mágica 1. Como cuando pidió tomar la vida como viene y no como uno quiere que venga. Es un poco como el arquero del equipo, ¿no? Que agarra la pelota de donde viene. Esta es la realidad 2��1�EQOQ�EWCPFQ�UG�TGſTKÎ�C�NC�TGU-ponsabilidad de los católicos ante el bautismo. Advirtió que cuan-FQ�NQU�ſGNGU�PQ�CUWOGP�UWU�VCTGCU��la Iglesia no se vuelve madre sino una babysitter, que cuida al niño para hacerlo dormir 3.

Las homilías de Santa Marta no tardaron en generar amplios debates. Sobre todo en un entorno en el cual apenas se estaba co-PQEKGPFQ�GN�GUVKNQ�[�NC�RGTUQPCNKFCF�FGN�PWGXQ�RQPVÈſEG��(TCPEKUEQ�es libre. Dentro de la libertad que un Papa puede tener. Ni bien fue elegido obispo de Roma decidió que, no obstante todo, mantendría UW�HQTOC�FG�UGT��#�GUVC�CNVWTC�FGN�RQPVKſECFQ�TGUWNVC�ENCTQ�SWG�ÃN�GU�como es y difícilmente se deja condicionar. Aun así, lejos está de ser un obcecado. Sabe adaptarse a las circunstancias sin perder su genuinidad y eso le ha granjeado la estima de las multitudes. Pero GP�CNIWPCU�QſEKPCU�FG�NC�%WTKC�4QOCPC�RTGXCNGEG�NC�KPSWKGVWF��SWK-zás porque esa libertad no se puede controlar. 'N�OCIKUVGTKQ�UKP�ſNVTQU�FG�NQU�UGTOQPGU�OCVWVKPQU�UG�EQPXKTVKÎ�

en el más auténtico espacio de expresión de Jorge Mario Bergo-glio, no sin generar incomodidades. Por eso quien quiera conocer el pensamiento más profundo del líder católico debe escuchar esas JQOKNÈCU��EQORNGVCU��'UQ�PQ�UKIPKſEC�SWG�UWU�FKUEWTUQU�GP�NCU�ITCP-des ceremonias, en las audiencias generales de los miércoles y en los Angelus dominicales no representen sus ideas. Sólo que, como UWGNG�RCUCT�EQP�VQFQU�NQU�RQPVÈſEGU��GUQU�VGZVQU�UQP�TGFCEVCFQU�GP�NC�5GETGVCTÈC�FG�'UVCFQ��NC�QſEKPC�FG�RQNÈVKEC�KPVGTKQT�[�GZVGTKQT�FGN�Vaticano. Así era con Benedicto XVI, con Juan Pablo II y también antes. Es lógico, para un Papa resultaría imposible redactar todas

1 Misa del 12 de abril de 2013.2 13 de abril de 2013.3 17 de abril de 2013.

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y cada una de las palabras que pronuncia en sus múltiples alocu-ciones diarias. Pero estas homilías son otra cosa, en ellas Francisco dice lo que tiene en la mente en ese momento. Además son produc-VQ�FG�WPC�TGƀGZKÎP�RTQHWPFC���

Para algunos observadores esas intervenciones son fruto de una GZCIGTCFC�XGTDQTTGC�FGN�RQPVÈſEG��5G�NG�JC�NNGICFQ�C�TGENCOCT�SWG�habla demasiado y a todas horas. A veces sus dichos han sido mag-PKſECFQU�[�GP�FGOCUKCFCU�QECUKQPGU�UG� NGU�CVTKDW[G�WPC�ECVGIQTÈC�que no tienen, llegándolos a considerar casi como “dogmas”. No han faltado –tampoco– los “incidentes diplomáticos”, quizás favo-recidos por el espontáneo italiano del Papa. Si bien domina el idio-ma desde antes de ser elegido, en sus improvisaciones suele saltar de una idea a otra dejando muchos hilos sueltos.

Cuando la Iglesia quiere pavonearse de su cantidad y hace organiza-EKQPGU��QſEKPCU�[�UG�XWGNXG�WP�RQEQ�FGOQET¶VKEC��RKGTFG�UW�UWUVCPEKC�[�corre el peligro de convertirse en una ONG. Aquella mañana de abril Francisco volvió, en su homilía, sobre uno de sus temas preferidos: la relación de la Iglesia con los bienes materiales4. Y agregó, con total libertad: La Iglesia es una historia de amor. Pero están esos del +14��b2GTFÎPGPOG�GJ��6QFQ�GU�PGEGUCTKQ��NCU�QſEKPCU�UQP�PGEGUCTKCU��b;�está bien! Pero son necesarias hasta un cierto punto: como ayuda a esta historia de amor. Pero cuando la organización toma el primer lugar, el amor se va para abajo y la Iglesia, pobrecita, se vuelve una ONG. Y este no es el camino.

Sus palabras para nada resultaron casuales. Ese día había asistido a su misa privada justamente un grupo de empleados del Instituto RCTC�NCU�1DTCU�FG�4GNKIKÎP�+14���EQNQSWKCNOGPVG�EQPQEKFQ�EQOQ�el “banco vaticano”. Una estructura ligada a escándalos del pasado y sobre la cual todavía recaen las sombras de la falta de transparen-cia. En resumen: una tecla sensible en el piano de la Santa Sede.

4 24 de abril de 2013.

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Aunque la idea de fondo era bastante clara y el discurso no pretendía ser hiriente, el encadenamiento de las frases, ya puestas sobre el papel, sonó muy mal. Prácticamente como si el Papa hubiese lanzado un reclamo furibundo a los trabajadores del Insti-tuto. Por el contrario, al terminar la misa saludó afectuosamente a uno por uno. No obstante, el diario L’Osservatore Romano decidió DQTTCT�CSWGN�RCUCLG�RTQPWPEKCFQ�RQT�GN�RQPVÈſEG�UQDTG�GN�+14�GP�la versión que publicó de la homilía papal. Sólo que no se había puesto de acuerdo con la Radio Vaticana, que ya había lanzado CN�EKDGTGURCEKQ�NC�TGƀGZKÎP�EQORNGVC��UKP�EGPUWTC��.C�FKUEQTFCPEKC�entre ambos medios fue inmediatamente detectada por la prensa SWG�FGUVCEÎ�GN�GRKUQFKQ��ECNKſE¶PFQNQ�FG�őKPEKFGPVG�FKRNQO¶VKEQŒ�[�abriendo una encendida controversia.

Algo parecido ocurrió cuando, algunos días después, el Papa sostuvo que la sangre de Cristo redimió a todos, no solamente a los católicos. Incluidos los ateos, a todos5. Se trató de una frase genéri-ca en medio de un comentario más amplio, pero algunos sectores le dieron un valor absoluto. Los medios a nivel internacional titu-laron: “Abre el Papa la puerta del cielo a los ateos”. Aunque él no pretendía poner en marcha un debate teológico verdadero, ni revi-sar la doctrina tradicional de la Iglesia, las reacciones a sus dichos fueron de una dureza inaudita, sobre todo en el mundo anglófono.

Después de estos episodios llegaron puntuales las desmentidas de la Sala de Prensa vaticana, la cual aclaró que la intención de Bergoglio en ningún caso fue indicar un futuro para el IOR, o rea-lizar un juicio moral sobre sus empleados. Más allá de estos pe-queños incidentes temporales, las homilías abrieron también otra controversia sobre la accesibilidad directa al contenido de las mis-mas. “¿Por qué no se transmiten en vivo?”, se preguntaban desde diversos lugares. En sitios web y medios católicos se levantó otra voz: “Hay que editar al Papa”. Algunos llegaron a proponer que la

5 22 de mayo de 2013.

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Capítulo i - Casa santa marta

homilía no fuese improvisada y, mejor, el celebrante preparase un texto escrito. Las presiones exigiendo una mayor claridad, rapidez [�FKURQPKDKNKFCF�FG�NCU�TGƀGZKQPGU�OCVWVKPCU�NNGICTQP�FKTGEVCOGPVG�JCUVC�(TCPEKUEQ��RQT�KPVGTOGFKQ�FGN�RQTVCXQ\�RQPVKſEKQ�[�UCEGTFQ-te jesuita, Federico Lombardi.

Tocó al mismo Lombardi comunicar la respuesta a tales inquie-tudes: nada de discursos preparados o transmisiones en vivo. Ante NCU�ECNWTQUCU�TGEQOGPFCEKQPGU�FG�OQFKſECT�EQPVGPKFQU�[�CEVKVWFGU��el líder católico respondió con un sobrio no gracias. Ahí quedó todo. Por eso el portavoz emitió una larga declaración mediante la cual aclaró que el Papa “quiere conservar un ambiente de familia-ridad” en su misa matutina y por ello, “no obstante las solicitudes recibidas”, él “pidió explícitamente” que no sea transmitida en di-recto, ni en vídeo, ni en audio.

“En cuanto a las homilías, no son pronunciadas sobre la base de un texto escrito sino espontáneamente, en lengua italiana, idioma que el Papa habla muy bien pero que no es su lengua materna. Una publicación integral comportaría, por lo tanto, una transcripción o una edición del texto en varios puntos, dado que la forma escrita es diferente de aquella oral, que en este caso es la forma original elegida intencionalmente por el Santo Padre. En resumen, se haría necesaria una revisión del Santo Padre mismo, pero el resultado sería claramente ‘otra cosa’ que no es aquella que él quiere hacer cada mañana”, añadió el vocero.

Insistió además en la necesidad de diferenciar el “diverso nivel FG�GORGÌQŒ�FG�NQU�RTQPWPEKCOKGPVQU�FGN�RQPVÈſEG��UGIÕP�UWU�CEVK-vidades. En pocas palabras quiso decir que no es lo mismo un ser-món durante una misa privada, dirigido a poco más de cincuenta RGTUQPCU��SWG�WPC� TGƀGZKÎP�RTQPWPEKCFC�FWTCPVG�WPC�EGTGOQPKC�que se transmite por la televisión a millones de personas alrededor del mundo.

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Una aclaración pertinente, sobre la cual se iba a desarrollar una discusión mediática en los siguientes meses. En especial por la li-bertad de palabra del Papa Francisco, cuyas alocuciones van desde el diálogo en corto con parroquianos en un templo a las afueras de Roma hasta las preguntas y respuestas pronunciadas ante multitu-des en la Plaza de San Pedro.

En aquella declaración sobre las homilías de las eucaristías pri-vadas, Lombardi pareció adelantarse al posterior debate. “Con oca-sión de celebraciones más familiares y privadas es necesario respe-VCT�GN�ECT¶EVGT�GURGEÈſEQ�FG�NC�UKVWCEKÎP��FG�NC�GURQPVCPGKFCF�[�FG�la familiaridad de las expresiones del Santo Padre. Por tanto, la solución elegida respeta ante todo la voluntad del Papa y la natu-raleza de la celebración matutina y, al mismo tiempo, permite que un amplio público tenga acceso a los mensajes que el Santo Padre QHTGEG�C�NQU�ſGNGU�VCODKÃP�GP�VCN�EKTEWPUVCPEKCŒ��RTGEKUÎ�

Ese no gracias a las recomendaciones de los asesores para dar la mayor difusión posible a sus sermones sería uno de los más signi-ſECVKXQU�FG�OWEJQU�QVTQU�no gracias pronunciados por Francisco GP�UWU�RTKOGTQU�FQEG�OGUGU�FG�RQPVKſECFQ���N�RQFTÈC�UKORNGOGPVG�haber aceptado una propuesta que, en sí, no presentaba problema alguno. Al contrario, se trataba de una iniciativa avanzada en la buena fe: dar a conocer al mundo su palabra. Pero, al hacerlo, la intimidad de las misas de Santa Marta se hubiese visto seriamen-te comprometida. Y su voluntad original distorsionada. Aquel no gracias�HWG�UWſEKGPVG�RCTC�FGVGPGT�GN�OGECPKUOQ��7PC�HTCUG�UGPEKNNC�pero que le permitió reforzar su propio estilo y dejó clara la rele-vancia de su libertad espiritual, dentro y fuera de la Curia Romana, la estructura del gobierno central de la Iglesia católica. Mientras tanto, la cercanía de las misas en Santa Marta continuó captando la atención de propios y extraños. No sólo de los católicos fervientes, también de los personajes menos pensados.

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Capítulo i - Casa santa marta

“EL PAPA QUIERE CONOCERLE”

“Hola, soy el secretario del Papa. Francisco quiere conocerle”. Una frase realmente inverosímil, pero que forma parte de la realidad. La escuchó por teléfono el joven brasileño Leandro Martins, de trein-ta años, que llegó a Roma en bicicleta después de recorrer media Europa y cumplió de manera sorprendente su deseo de conocer a Jorge Mario Bergoglio.

“Estaba tomando café cuando sonó mi celular. Como no usé mucho mi teléfono durante este viaje pensé inmediatamente que sería una llamada que esperaba ansioso. Cuando vi que era un nú-mero desconocido, supe en ese momento que era ‘el enlace’. Y realmente fue. Era el secretario del Papa preguntando si todavía es-taba en Roma y si me gustaría ir al Vaticano en la mañana de hoy. No preciso aclarar que no consulté mi agenda y concordé estar allí a las 6:45. ¡Estaba a punto de encontrar al Papa!”. Así comenzaba el relato que Martins compartió en su blog personal “Leandro by bike”, el diario de un viaje que comenzó en Amsterdam, Holanda, en mayo de 2013. Originario de la región brasileña de Río Grande do Sul, en la frontera con Argentina, decidió pedalear más de diez mil kilómetros alrededor del mundo. En su caminó recorrió Ale-mania, República Checa, Austria, Eslovenia y las ciudades italianas de Trieste, Venecia, Bolonia y Pisa. Todo antes de llegar a Roma para después seguir por Brindisi, Grecia, Israel y Asia.

Pero la parada más especial de su largo viaje tuvo lugar una ma-ñana en el Vaticano6. Llegó pedaleando su bicicleta hasta la puerta de la Casa de Santa Marta y la estacionó ahí mismo, a unos metros de los guardias suizos que custodian la residencia papal. Lo logró gracias a su insistencia. En Amsterdam, antes de iniciar su camino, se informó sobre cuál sería la persona más cercana al Papa y ob-tuvo el nombre de su secretario personal, Alfred Xuereb. A él le

6 18 de julio de 2013.

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escribió unas 15 cartas, las últimas las envió ni bien llegó a Italia, desde Pisa y desde Roma. Todos los mensajes decían lo mismo: primero aclaraba que no era católico y luego expresaba su sorpresa por la elección de un Papa simple, afable y con interés especial en las cuestiones sociales. Hablaba de su viaje y del deseo de conocer-le, además de pedir no entrar en contacto con la burocracia vatica-na porque ahí podía concluir todo.

Sus cartas no terminaron en el cesto de algún burócrata sino en las manos del mismo Papa Francisco, quien le dijo a su secretario: A ese muchacho quiero conocerlo. Así fue. Leandro llegó en su bicicleta hasta el ingreso del Vaticano a las 6:15 de la mañana y logró pasar el primer control. En el segundo portón lo paró la Gendarmería Vaticana y le advirtió que no podía pasar con su bicicleta. “Aquí es el Vaticano, no es Roma”, explicó un guardia. Pero después de una NNCOCFC�VGNGHÎPKEC��ſPCNOGPVG�NQ�FGLCTQP�RCUCT�

Pese a ser agnóstico Martins participó de la misa privada con Bergoglio. Por respeto siguió todos los movimientos de los pre-sentes, aunque nunca en su vida había asistido a una celebración GWECTÈUVKEC��#N�ſPCN�:WGTGD�UG�CEGTEÎ�[� NG�FKLQ��őb7UVGF� NQ�EQPUK-guió!”. Abrió un libro, le mostró una de sus cartas, y le confesó: “Sé que puede sonar ridículo y se puede reír, pero él realmente quiere conocerle”. Entonces Leandro también rió, pensando que era imposible lo que estaba ocurriendo.

En la puerta de la capilla el ciclista y el Papa se dieron un abrazo. Francisco le contó que conoce Porto Alegre, que tiene parientes en la localidad de Pelotas y que incluso llegó a ir a Río Grande do Sul a visitar a sus familiares. Luego salieron para ver la bicicleta y dia-logaron un momento. Ambos rieron cuando el muchacho aseguró SWG�NC�IGPVG�NQEC�EQOQ�ÃN��UG�GPEQPVTCDC�GP�VQFCU�RCTVGU��KPENWUKXG�en Porto Alegre. Bergoglio, sonriendo, acotó: ¡La vida es loca! Mi-PWVQU�CPVGU�FG�FGURGFKTUG�GUVCORÎ�UW�ſTOC�GP�NC�DCPFGTC�FG�CSWGN�

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ciclista aventurero con una frase sencilla: “Que Dios te acompañe – Francisco – 18-7-13Ǝ.

UNA VENTANA AL MUNDO

“El Papa se siente muy cómodo en Santa Marta y dijo que pretende RGTOCPGEGT�JCDKVCPFQ�CJÈ� KPFGſPKFCOGPVGŒ��.C�ECTC�FG� UQTRTGUC�de los vaticanistas era evidente. Minutos antes de pronunciar esa HTCUG�GN�RQTVCXQ\�RQPVKſEKQ�CRCTGEKÎ�FG�TGRGPVG�GP�NC�UCNC�FG�RTGPUC�de la Santa Sede. Tímidamente Lombardi fue saludando a algunos de los periodistas y en cuestión de segundos más de veinte se arre-molinaron a su alrededor para una improvisada rueda de prensa. Un ejercicio que se ha convertido en una costumbre desde que a NC�+INGUKC�NC�IWÈC�GN�2CRC�XGPKFQ�őFGN�ſP�FGN�OWPFQŒ��'N�UCEGTFQVG�jesuita tenía como objetivo informar que el Papa había anunciado de manera muy informal que deseaba seguir formando parte de la comunidad de esa residencia7.

La Domus Sanctae Marthae�GU�WP�OQFGTPQ�GFKſEKQ�C�WPQU�RCUQU�de la Basílica de San Pedro, en el mismo lugar donde se encontraba un antiguo hospicio para peregrinos. Fue mandado a construir por el Papa Juan Pablo II. Desde 1996 funciona como un hotel exclusi-XQ�RCTC�ENÃTKIQU��CWPSWG�WPQU�EWCTGPVC�GORNGCFQU�FG�FKXGTUCU�Qſ-cinas vaticanas habitan allí regularmente. En tiempos de cónclave todos sus residentes son desalojados y se somete a un minucioso blindaje, antes de acoger a los cardenales que trasladan su morada a ese lugar mientras duran las votaciones en la Capilla Sixtina. En la elección del sucesor de Benedicto XVI al arzobispo de Buenos Aires le tocó, por estricto sorteo, ocupar la habitación 207.

Pocos días después de su elección el todavía secretario de Es-VCFQ��6CTEKUKQ�$GTVQPG��CEQORCÌÎ�CN�PWGXQ�RQPVÈſEG�C�XKUKVCT�NQU�

7 26 de marzo de 2013.

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aposentos papales ubicados en el último piso del Palacio Apostó-lico. Por tradición ahí se mudan los Papas, una vez elegidos, para conducir tanto su vida cotidiana como el despacho de los asuntos de gobierno. Pero acá podrían vivir 300 personas, exclamó Francis-co al ver la amplitud de las habitaciones. Aunque su comentario pretendía ser una broma de ocasión, ni Bertone, ni el prefecto de la %CUC�2QPVKſEKC��)GQTI�)¼PUYGKP��PK�GN�UWUVKVWVQ�FG�NC�5GETGVCTÈC�FG�Estado, Angelo Becciu, parecieron comprender una frase pronun-ciada con ligero humor. Esa estampa representaba el anticipo de lo que vendría después.

A ese apartamento Francisco nunca se mudó. Por eso Lombardi tuvo la tarea de comunicar su voluntad de permanecer en Santa Marta, aunque fue muy enfático en subrayar que esa situación no GTC�FGſPKVKXC��ő#N�OGPQU�RQT�CJQTCŒ��TGECNEÎ��2QEQU��GPVTG�NQU�RG-riodistas presentes, creyeron realmente en ese “por ahora”. Días antes el líder católico había accedido a trasladarse a una habitación un poco más amplia a la que tenía en tiempos del cónclave. De esa nunca más se movió.

Elegí vivir aquí, en la habitación 201, porque cuando tomé pose-UKÎP�FGN� CRCTVCOGPVQ� RQPVKſEKQ� FGPVTQ� FG�OK� UGPVÈ� WP�no. El apar-VCOGPVQ�RQPVKſEKQ�GP�GN�2CNCEKQ�#RQUVÎNKEQ�PQ�GU� NWLQUQ��'U�CPVKIWQ��TGCNK\CFQ�EQP�DWGP�IWUVQ�[�ITCPFG��PQ�NWLQUQ��2GTQ�ſPCNOGPVG�GU�EQOQ�un embudo al contrario. Es grande y espacioso, pero el ingreso es ver-daderamente estrecho. Se entra a cuentagotas y yo sin gente no puedo vivir. Tengo necesidad de vivir mi vida junto a los demás. Así explicó su decisión el mismo Bergoglio, en un pasaje de una larga entrevista que concedió al sacerdote jesuita Antonio Spadaro, director de la revista La Cività Cattolica8. La nota, resumen de seis horas de colo-quio, se convirtió en una bomba mediática cuando salió publicada

8 La Civiltà Cattolica es la más antigua de todas las revistas italianas aún activas. Fue fundada en Nápoles por un grupo de jesuitas italianos y el primer número fue impreso el 6 de abril de 1850.

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en esa revista y en otras 15, editadas por la Compañía de Jesús en diversas partes del mundo.

Tiempo antes el obispo de Roma ya había explicado el mismo concepto. Lo había hecho durante un encuentro con familiares y estudiantes de escuelas jesuitas de Italia9. La audiencia fue toda una sorpresa, no sólo en el Aula Pablo VI, el más grande auditorio del Vaticano. También en la sala de prensa de la Santa Sede, del otro lado de la Plaza de San Pedro, donde la reunión fue seguida en circuito cerrado. La cita había sido preparada según el protocolo ya conocido: un momento musical, varios testimonios y discursos institucionales. Francisco debía leer un mensaje de dos páginas, lar-go y profundo. En cambio, ante las ocho mil almas que llenaron la sala, dejó de lado el papel y se sometió a una peculiar “entrevista”. Respondió, improvisando, a las preguntas de varios jóvenes de di-versas edades. Mientras lo hacía, en la sala de prensa vaticana algún periodista crítico recordó, con malicia, que Juan Pablo II había tenido reacciones similares. Casi con el objetivo de disminuir el XCNQT�FG�NC�GURQPVCPGKFCF�FGN�RQPVÈſEG�CTIGPVKPQ�

Uno a uno los niños lanzaron las interrogantes más insólitas. Tras algunas respuestas espontáneas se acercó al micrófono Cate-Cate-rina De Marchis del Instituto León XIII. Inmediatamente disparó: “¿Por qué usted –es decir tú– has renunciado a todas las riquezas de un Papa, como un apartamento lujoso o un auto enorme, y al contrario has optado por un apartamento en las cercanías o has tomado un autobús con los obispos? ¿Por qué has renunciado a la riqueza?”.

El Papa, sentado sobre una silla en medio del escenario, se in-clinó para responder: Creo que no se trata sólo de algo que tenga que ver con la riqueza. Para mí es un problema de personalidad. Yo nece-sito vivir en medio de la gente y si viviera solo, aislado, no me sentiría bien. Esta pregunta me la hizo ya un profesor: ¿Por qué no va usted

9 7 de junio de 2014.

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a vivir allí? Y yo le contesté: Mire, profesor, por cuestiones psiquiátri-cas, ¿eh?… Porque es mi personalidad. Después, el apartamento ese no es tan lujoso. Pero no puedo vivir solo ¿me entiendes? Y además creo que los tiempos nos dicen que hay tanta pobreza en el mundo y esto es un escándalo. La pobreza del mundo es un escándalo. En un mundo donde hay tantas riquezas, tantos recursos para dar de comer a todos, es imposible entender que haya tantos niños que pasan hambre, tantos niños sin educación, tantos pobres. La pobreza hoy es un grito. Todos tenemos que pensar en volvernos un poco más pobres: todos tendría-mos que hacerlo. Habría que preguntarse: ¿Cómo puedo yo hacerme un poco más pobre para parecerme más a Jesús que era el maestro po-bre?… No, en mi caso, no es un problema de virtud personal mía, es que no puedo vivir solo y el tema del coche depende del hecho de no tener tantas cosas y volverse un poco más pobre.

Jorge Carlos Patrón Wong pudo comprobar personalmente esa HCOKNKCTKFCF�EQVKFKCPC�FG�$GTIQINKQ���N�VCODKÃP�XKXG�GP�5CPVC�/CT-ta, desde que llegó a Roma, para sumarse al equipo de colaborado-TGU�EGTECPQU�FGN�RQPVÈſEG�EQOQ�UGETGVCTKQ�RCTC�NQU�5GOKPCTKQU�GP�NC�Congregación para el Clero. Su habitación se encuentra justo enci-encuentra justo enci-ma de la 201. Todas las madrugadas escucha los pasos de Francisco y él también decide levantarse antes de las cinco. En sus primeras veinticuatro horas en el Vaticano se cruzó con el Papa varias veces, algo impensable en tiempos de Juan Pablo II o Benedicto XVI.

“Después de la comida me lo encontré, se acercó y me dio la DKGPXGPKFC��/G�FKLQ�� Ŏ6G�EQPQ\EQ�FGN�%GNCO�%QPUGLQ�'RKUEQRCN�Latinoamericano), México presente. Estoy aquí para servirte’. Me quedé mudo cuando me trató así”, me confesó el clérigo. “No sabía qué decirle, sólo atiné a comentarle: ‘Yo estoy aquí para servir a UW�5CPVKFCF�[�C�NC�+INGUKCŏ���N�OG�TGURQPFKÎ��Ŏ;C�JCDNCTGOQUŏ�[�UG�fue, porque iba saliendo de una reunión”, agregó. Eso ocurrió un jueves, después del mediodía10. Por la tarde Patrón Wong volvió a

10 Jueves 28 de noviembre de 2013.

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coincidir con el líder católico alrededor de las siete en la capilla de Santa Marta durante las oraciones comunitarias. “Estaba rezando y de repente siento a alguien atrás, me di vuelta y era el Papa. Es una experiencia muy bonita compartir las oraciones con el santo padre”, insistió.

La prensa generalista quedó cautivada por la decisión del Papa FG� TGUKFKT� GP�5CPVC�/CTVC��2CTGEÈC� NC� EQPſTOCEKÎP�FG� UW� KOCIGP�de “revolucionario”. En realidad se trataba de una simple opción de vida. Bastante previsible, de hecho. Durante su gestión como arzobispo, él vivió de la manera más modesta posible. Sin llevar la EQPVTCTKC�C�PCFKG��UKP�FGUECNKſECT�C�SWKGPGU�NQ�CPVGEGFKGTQP��ő6QFC�su vida entra en una valija” me explicó, con una sonrisa emociona-da, Julio Rimoldi, quien por casi 20 años fue cercano colaborador del primado argentino. “En Santa Marta ha hecho lo mismo que en nuestro país, cuando no dormía en el arzobispado sino en un cuartito”, agregó el director general del Canal 21 de la Arquidióce-sis de Buenos Aires, durante una amena conversación en la terraza del hotel romano Atlante Star, ubicado a unas pocas cuadras del Vaticano. A él Bergoglio todavía lo llama cariñosamente “Tinelli”, haciendo referencia al todopoderoso productor de la televisión ar-gentina.

En ciertos círculos católicos, en Roma y en otras latitudes, la decisión de cambiar la residencia papal no fue tomada con tanta UKORCVÈC��.C�TGUKUVGPEKC�CN�CRCTVCOGPVQ�RQPVKſEKQ�UG�EQPHWPFKÎ�EQP�una crítica implícita a sus predecesores. “Entonces, ¿Benedicto es-taba mal? ¿Juan Pablo II estaba mal?”, se preguntaban, siempre en conversaciones íntimas. Aunque ese nunca fue el motivo verdadero que movió al Papa, la idea había quedado en el aire. Sólo el tiempo [� NCU� EKTEWPUVCPEKCU�OQFKſECTQP�FKEJC�RGTEGREKÎP��0Q�QDUVCPVG��todavía existe quienes piensan que, tarde o temprano, él se mudará al Palacio Apostólico. A estas alturas tal opción parece inviable.

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Además del impacto simbólico, la decisión de Francisco de vivir GP�5CPVC�/CTVC�VCODKÃP�KORNKEÎ�RTQDNGOCU�NQIÈUVKEQU��'UG�GFKſEKQ�no se encuentra en el centro del Estado más pequeño del mundo sino junto a una alta pared que lo divide del suelo italiano. Se puede decir que está “en la periferia” del territorio vaticano, de apenas 44 hectáreas. Como su morador ilustre sigue siendo el líder de mil doscientos millones de católicos, los cuerpos de seguridad debieron aplicar un operativo para mantenerlo protegido. Eso se convirtió en una pesadilla para los vecinos de la zona, más allá de la frontera de la Santa Sede. A menos de 100 metros, ya en territorio italiano, se ubican locales y departamentos. Unos pasos más allá se extien-den las avenidas Gregorio VII y Porta Cavalleggeri, zona turística con numerosos negocios. Desde allí se alzaron las primeras quejas. Primero por el cierre de un amplio estacionamiento con decenas de cajones seguros, oasis en medio del caos romano donde el espacio para los autos brilla por su ausencia. Allí ya nadie puede aparcar, la manera más directa de evitar coches-bomba.

No es que la Gendarmería Vaticana y los guardaespaldas papales esperen un inminente ataque terrorista. Sólo precaución cuando se trata de un jefe de Estado. Como el bloqueo de la señal de los teléfonos celulares en un radio extendido, una medida que afectó VCODKÃP�C�NQU�OQTCFQTGU�O¶U�CNN¶�FG�NCU�OWTCNNCU�RQPVKſEKCU��RTQ-vocando malhumores al principio. Ese detalle con el tiempo se so-lucionó. Lo que no ha podido obviarse es el férreo control policial de quienes ingresan como invitados a la casa. Llegar hasta ahí sig-PKſEC�UQTVGCT��OÈPKOQ��EWCVTQ�ſNVTQU�FG�XKIKNCPEKC��5WOGTIKTUG�GP�la tranquilidad de la residencia es casi una invitación a alejarse del mundanal ruido exterior, al entrar al “bunker” del líder católico.

InvestIgAcIón PerIodístIcA

El presente libro se construyó con una amplia investigación perio-dística que incluyó entrevistas, diálogos informales, conversacio-nes o encuentros de prensa con:.QU�ECTFGPCNGU�FG�6GIWEKICNRC� *QPFWTCU���¦UECT�#PFTÃU�4Q-

dríguez Maradiaga, también coordinador del Consejo de Carde-nales que asesora al Papa Francisco en el gobierno de la Iglesia; FG� 5CPVKCIQ� FG�%JKNG��4KECTFQ�'\\CVK�#PFTGNNQ�� FG�.KOC� 2GTÕ���,WCP�.WKU�%KRTKCPK�6JQTPG�[�FG�4KQ�FG�,CPGKTQ�$TCUKN���1TCPK�,QCQ�Tempesta. Los purpurados y arzobispos eméritos de Guadalajara /ÃZKEQ��� ,WCP�5CPFQXCN�  ÌKIWG\��[�FG�9GUVOKPUVGT� 4GKPQ�7PK-do), Cormac Murphy O’Connor; así como Gianfranco Ravasi, RTGUKFGPVG�FGN�2QPVKſEKQ�%QPUGLQ�FG� NC�%WNVWTC�FGN�8CVKECPQ��,C-XKGT�.Q\CPQ�$CTTCI¶P��RTGUKFGPVG�GOÃTKVQ�FGN�2QPVKſEKQ�%QPUGLQ�para la Pastoral de la Salud y Darío Castrillón Hoyos, prefecto emérito de la Congregación para el Clero.

Los funcionarios de la Santa Sede Guillermo Javier Karcher, EGTGOQPKGTQ�RQPVKſEKQ�[�CWZKNKCT�FGN�2CRC��%NCWFKQ�/CTÈC�%GNNK��RTGUKFGPVG� FGN� 2QPVKſEKQ� %QPUGLQ� FG� NCU� %QOWPKECEKQPGU� 5QEKC-les; Jorge Carlos Patrón Wong, secretario para los Seminarios de la Congregación para el Clero del Vaticano; Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa del Vaticano; Guzmán Carriquiry

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.GEQWT��UGETGVCTKQ�FG�NC�2QPVKſEKC�%QOKUKÎP�RCTC�#OÃTKEC�.CVKPC�El rector del Colegio Argentino de Roma, Antonio Grande;

los sacerdotes de la Arquidiócesis de Buenos Aires, Fabián Báez y Javier Klajner; el director de la revista La Civiltà Cattolica, Anto-nio Spadaro; el catedrático de la Universidad Gregoriana de Roma, Humberto Miguel Yánez; Julio Rimoldi, director del Canal 21; 4QDGTVQ�&CDWUVK� [� (GFGTKEQ�9CNU�� TGURQPUCDNGU� FG� NC� QſEKPC� FG�prensa del arzobispado de Buenos Aires en tiempos de Bergoglio; Virginia Bonard, colaboradora de la vicaría pastoral del arzobis-pado porteño; Gustavo Vera, activista por los derechos humanos y diputado por la Ciudad de Buenos Aires; Juan José Llach, ex ministro de Educación de Argentina; José María del Corral, direc-tor de las Scholas Occurrentes; el embajador ante la Santa Sede de #TIGPVKPC��,WCP�2CDNQ�%CſGTQ��GN�CTVKUVC�/CWTQ�2CNNQVC��GN�EQNGIC�del diario Clarín, Sergio Rubín; los gobernadores de las provincias argentinas de Chubut, Martín Buzzi y de Buenos Aires, Daniel Scioli; el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri; el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; Cristián 4QPECINKQNQ�2CEJGEQ��XKEG�ITCP�ECPEKNNGT�FG�NC�2QPVKſEKC�7PKXGTUK-dad Católica de Chile; Daniel Roque Vítolo, ex abogado del arzo-bispado de Buenos Aires; Fernando Ezequiel “Pino” Solanas, dipu-tado y referente del movimiento político “Proyecto Sur”; Matías Lammens y Marcelo Tinelli, presidente y vicepresidente del club San Lorenzo de Almagro; los “vaticanistas” de La Stampa de Turín, Andrea Tornielli, y de La Repubblica, Paolo Rodari; Santiago Ma-zzinghi, voluntario en la villa 31 de Buenos Aires; Lidia Guerrero, madre del argentino condenado a muerte en Estados Unidos, Víc-tor Saldaño.

Debo sumar también muchas otras fuentes que, por motivos RGTUQPCNGU�Q�RTQHGUKQPCNGU��RTGſTKGTQP�PQ�CRCTGEGT�EQP�PQODTG�[�apellido. A todos ellos mi más sincero reconocimiento y gratitud.

Prólogo

Luis Novaresio .................................................................................. 7

IntroduccIón: “Quiero que la Iglesia salga a la calle…” ................. 11

cAPítulo1: Casa Santa Marta ............................................................ 17 La agenda la marca él ....................................................................... 20 “El Papa quiere conocerle” .............................................................. 27

Una ventana al mundo .................................................................... 29La “geopolítica pastoral” de Santa Marta ......................................... 354CFKQITCHÈC�FG�WP�OKVQ�KORQUKDNG������������������������������������������������������Francisco es el mensaje .................................................................... 47

cAPítulo 2: ¿Por qué Bergoglio? ....................................................... 53Un Papa que arrastre por el ejemplo .............................................. 58El error en el cónclave y los seis escrutinios ................................... 62El Papa argentino y el error italiano ............................................... 68¿Quién fue el “gran elector”? .......................................................... 73¿Una apuesta “extra-europea”? ........................................................ 77“¡No te olvides de los pobres!” ........................................................ 81

cAPítulo 3: La revolución “suave” de Francisco ............................. 85Un místico con capacidad de gobierno .......................................... 91Todos los hombres del Papa .......................................................... 95Las “aperturas incómodas” de Francisco ........................................ 104“¿Quién soy yo para juzgar a un gay?” ........................................... 109

índIce

andrés BEltramo ÁlvarEz

~ 300 ~

Una entrevista inconveniente ....................................................... 114¿El Vaticano es una corte? ............................................................. 119Frágiles equilibrios, centro y periferia ........................................... 123

cAPítulo 4: “¡Dale, vení, subí!” ......................................................... 128San Pedro, el imán de Francisco .................................................... 132El “sexto sentido” del papa Francisco ............................................ 135Un abrazo con sabor a eternidad ................................................... 138“¡Cómo se les quemó la pizza!” ...................................................... 142“Mi mate, ¿dónde está mi mate?” ................................................... 149Un hombre libre en San Pedro ...................................................... 153

cAPítulo 5: Francisco, los lobos al acecho ..................................... 159Los años de plomo ........................................................................ 164El “síndrome” del hermano mayor ............................................... 170Un Papa por encima de las partes ................................................. 179¿Un comunista en el Vaticano? ..................................................... 189“Este Papa no nos gusta” ............................................................... 195

cAPítulo 6: De las “Bergogliadas” a los “Bergoglismos” .............. 207El “escándalo” de la normalidad ................................................... 211No se puede vivir sin amigos ....................................................... 222A Dios le gusta “primerear” .......................................................... 231“Te di mi teléfono… y no me llamaste” ........................................ 237Francisco de puño y letra .............................................................. 243

cAPítulo 7: “SúperPapa”, ícono pop .............................................. 247Una zambullida en el “caos calmo” de Francisco ......................... 256El brazo oculto de Bergoglio ........................................................ 265El Papa es argentino… pero Dios es brasileño .............................. 269El “Messi de la religión” ................................................................ 275'N�XGTFCFGTQ��RTQITCOC�FG�(TCPEKUEQ�����������������������������������������������

Gracias... ............................................................................................ 285InvestIgAcIón PerIodístIcA .............................................................. 287APoyo documentAl .......................................................................... 289BIBlIogrAfíA ...................................................................................... 295