Ezquerra sobre Espinosa

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cives y la mens), como tampoco es posible hacerlo con cada individuo (más allá de aludir al pensa- miento y a la extensión como atributos de la sus- tancia, que –como sabemos– no interaccionan causalmente). Por lo mismo, tampoco se podrían determinar con precisión los diferentes estados que va alcanzando una realidad que como la so- ciedad cambia sin cesar. Ahora bien: ¿No es esta insuficiencia lo que el propio Spinoza está admi- tiendo al escribir a Oldenburg en la Carta 32 : “desconozco cómo se articulan las partes con el todo”? María Luisa DE LA CÁMARA EZQUERRA, J.: Un claro laberinto. Lectura de Spi- noza, Zaragoza, Prensas Universidad de Zaragoza, 2014, 198 p. El profesor Jesús Ezquerra, de la Universidad de Zaragoza, nos presenta un bello libro en el que nos muestra una visión muy sugerente del pensa- miento de Spinoza enmarcado en una reflexión fi- losófica y literaria muy amplia. A partir de una reflexión inicial sobre la noción de laberinto y de sus diferentes modelos, Ezquerra pasa a presentar las principales aportaciones spi- nozianas, empezando por su noción de Dios que nuestro autor entiende como nada (una nada que no envuelve contradicción y que entronca con la tradición neoplatónica plotiniana). Pero frente a la trascendencia emanatista de la nada plotiniana, el dios spinozista, la substancia, es pura inmanencia, no se encuentra más allá del ser sino que es el ser. Presentado el fundamento de lo que es, la substan- cia o Dios como causa inmanente, se pasa a lo que es, los individuos, que no son substancias sino modos. Los individuos además son partes de una serie de todos que los incluyen y a su vez son todos de sus propias partes. Todo individuo es com- puesto, es un todo en un sentido y una parte en otro. Todo individuo es una “unidad estructural”, es decir, “un plexo estable de relaciones”, un con- junto de relaciones que estructuran sus partes. Pre- cisamente la esencia o conatus de los individuos es el esfuerzo por perseverar en su ser, es decir, por mantener la proporción entre sus partes dentro de los límites que lo definen como individuo. Cuando el cambio desequilibra la proporción de- terminada de movimiento/reposo que lo define, entonces el individuo concreto perece, y surgen nuevos individuos. A continuación, es examinado el método geo- métrico de Spinoza desde la perspectiva de su ar- ticulación con la ontología. Esta articulación implica la identificación de las causas y las razo- nes, lo que supone que se da una concatenación causal de las ideas que expresa el orden causal que se establece entre las cosas. La identidad entre causa emanativa y causa activa es lo que justifica la identificación entre la ratio lógica como causa interna y la causa física, como causa externa. Para Spinoza, según el autor, la geometría es el ethos mismo de lo real, su forma de ser, y por ello, su ética describe el ethos de lo real, entendido lo real como un laberinto, como un “claro laberinto”, por geométrico. El análisis de las pasiones que Spinoza desarro- lla es una apuesta por la alegría y la felicidad, ba- sadas en la quietud del ánimo derivada de la recta comprensión de las cosas que nos suceden. Esta alegría sería para Ezquerra apática en el sentido de que va más allá de las pasiones, es “la autocon- ciencia de Dios en nosotros”. Por fin, nuestro autor nos presenta la política de Spinoza, entendida como el poder de la multitud y analizada de una forma completamente naturalista, ya que se en- tiende al hombre como una parte de la naturaleza más y no como “un imperio dentro de otro impe- rio”, como suele considerarse habitualmente sepa- rando al hombre de la naturaleza. La naturalización de la política hace que Spinoza, frente a Hobbes, no entienda la sociedad en ruptura con el estado de naturaleza sino más bien como en continuidad con él, de tal manera que los indivi- duos al entrar en sociedad no renuncian a su dere- cho natural. La ley, en tanto que derecho de la sociedad, supera por combinación, y a la vez con- serva, el derecho natural de los individuos en su nueva faceta de ciudadanos. La diferencia esencial entre Hobbes y Spinoza es que el primero diseña una política para hombres impotentes, que han ce- dido su derecho al soberano al entrar en la socie- dad de forma total e irreversible, mientras que Spinoza piensa una política para hombres fuertes, que combinan sus potencias respectivas pero que no las ceden nunca. En consecuencia, el ius supone las relaciones entre los individuos en el seno del Estado, como una serie de relaciones horizontales entre individuos, mientras que la lex consistiría en una relación vertical entre el Estado y cada uno de Boletín de bibliografía spinozista N.º 16 293 Anales del Seminario de Historia de la Filosofía Vol. 32 Núm. 1 (2015): 283-300

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Analisis del libro de Ezquerra sobre Espinosa

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  • cives y la mens), como tampoco es posible hacerlocon cada individuo (ms all de aludir al pensa-miento y a la extensin como atributos de la sus-tancia, que como sabemos no interaccionancausalmente). Por lo mismo, tampoco se podrandeterminar con precisin los diferentes estadosque va alcanzando una realidad que como la so-ciedad cambia sin cesar. Ahora bien: No es estainsuficiencia lo que el propio Spinoza est admi-tiendo al escribir a Oldenburg en la Carta 32 :desconozco cmo se articulan las partes con eltodo?

    Mara Luisa DE LA CMARA

    EZQUERRA, J.: Un claro laberinto. Lectura de Spi-noza, Zaragoza, Prensas Universidad de Zaragoza,2014, 198 p.

    El profesor Jess Ezquerra, de la Universidadde Zaragoza, nos presenta un bello libro en el quenos muestra una visin muy sugerente del pensa-miento de Spinoza enmarcado en una reflexin fi-losfica y literaria muy amplia.

    A partir de una reflexin inicial sobre la nocinde laberinto y de sus diferentes modelos, Ezquerrapasa a presentar las principales aportaciones spi-nozianas, empezando por su nocin de Dios quenuestro autor entiende como nada (una nada queno envuelve contradiccin y que entronca con latradicin neoplatnica plotiniana). Pero frente a latrascendencia emanatista de la nada plotiniana, eldios spinozista, la substancia, es pura inmanencia,no se encuentra ms all del ser sino que es el ser.Presentado el fundamento de lo que es, la substan-cia o Dios como causa inmanente, se pasa a lo quees, los individuos, que no son substancias sinomodos. Los individuos adems son partes de unaserie de todos que los incluyen y a su vez son todosde sus propias partes. Todo individuo es com-puesto, es un todo en un sentido y una parte enotro. Todo individuo es una unidad estructural,es decir, un plexo estable de relaciones, un con-junto de relaciones que estructuran sus partes. Pre-cisamente la esencia o conatus de los individuoses el esfuerzo por perseverar en su ser, es decir,por mantener la proporcin entre sus partes dentrode los lmites que lo definen como individuo.Cuando el cambio desequilibra la proporcin de-terminada de movimiento/reposo que lo define,

    entonces el individuo concreto perece, y surgennuevos individuos.

    A continuacin, es examinado el mtodo geo-mtrico de Spinoza desde la perspectiva de su ar-ticulacin con la ontologa. Esta articulacinimplica la identificacin de las causas y las razo-nes, lo que supone que se da una concatenacincausal de las ideas que expresa el orden causal quese establece entre las cosas. La identidad entrecausa emanativa y causa activa es lo que justificala identificacin entre la ratio lgica como causainterna y la causa fsica, como causa externa. ParaSpinoza, segn el autor, la geometra es el ethosmismo de lo real, su forma de ser, y por ello, sutica describe el ethos de lo real, entendido lo realcomo un laberinto, como un claro laberinto, porgeomtrico.

    El anlisis de las pasiones que Spinoza desarro-lla es una apuesta por la alegra y la felicidad, ba-sadas en la quietud del nimo derivada de la rectacomprensin de las cosas que nos suceden. Estaalegra sera para Ezquerra aptica en el sentido deque va ms all de las pasiones, es la autocon-ciencia de Dios en nosotros. Por fin, nuestro autornos presenta la poltica de Spinoza, entendidacomo el poder de la multitud y analizada de unaforma completamente naturalista, ya que se en-tiende al hombre como una parte de la naturalezams y no como un imperio dentro de otro impe-rio, como suele considerarse habitualmente sepa-rando al hombre de la naturaleza. Lanaturalizacin de la poltica hace que Spinoza,frente a Hobbes, no entienda la sociedad en rupturacon el estado de naturaleza sino ms bien como encontinuidad con l, de tal manera que los indivi-duos al entrar en sociedad no renuncian a su dere-cho natural. La ley, en tanto que derecho de lasociedad, supera por combinacin, y a la vez con-serva, el derecho natural de los individuos en sunueva faceta de ciudadanos. La diferencia esencialentre Hobbes y Spinoza es que el primero diseauna poltica para hombres impotentes, que han ce-dido su derecho al soberano al entrar en la socie-dad de forma total e irreversible, mientras queSpinoza piensa una poltica para hombres fuertes,que combinan sus potencias respectivas pero queno las ceden nunca. En consecuencia, el ius suponelas relaciones entre los individuos en el seno delEstado, como una serie de relaciones horizontalesentre individuos, mientras que la lex consistira enuna relacin vertical entre el Estado y cada uno de

    Boletn de bibliografa spinozista N. 16

    293 Anales del Seminario de Historia de la FilosofaVol. 32 Nm. 1 (2015): 283-300

  • los individuos. Si lo primero apunta a la relacinentre las diversas partes que forman un todo, el Es-tado; lo segundo expresara la relacin entre dichotodo, el Estado, y cada de sus partes, los indivi-duos. Ezquerra retoma la diferencia establecidapor Negri entra potentia y potestas, es decir entrela potencia de los individuos por una parte y elpoder coagulado del Estado contra dichos indivi-duos, por otra parte a travs de las bellas nocionesde Santayana de potestades y dominaciones. Laspotestades son poderes que funcionan como con-diciones de posibilidad de las cosas y, sin las cua-les, dichas cosas seran inconcebibles; lasdominaciones, en cambio, ejercen sobre las cosasun poder hostil, ajeno y externo a las mismas. Laliberacin poltica consistira, segn esto, en la di-solucin del poder en la potentia, o de las domi-naciones en potestades. Para Ezquerra, Spinozaapuesta por una democracia radical, ya que paral, el poder no se cede sino que se comparte.

    El libro se completa con un Resumen de la ticaque resulta muy til para una lectura rpida de laobra; y proporciona un esquema de dos posible ti-cas de Spinoza: una, la escrita realmente, que apartir de Dios analiza la mente, los afectos y la li-bertad; la otra tica posible estudiara, tambinpartiendo de Dios, los cuerpos, las afecciones y lanecesidad. Si la primera est estructurada como laconcatenacin de una ontologa que coincide conuna teologa, una psicologa racional o filosofadel alma, una tica o geometra de los afectos yuna eudemonologa o soteriologa, la segunda es-tara formada por una ontologa o teologa, una f-sica racional o filosofa de la naturaleza, unageometra de las afecciones corporales y una po-sible teraputica.

    El libro est muy documentado y muy bien es-crito, lo que hace muy amena su lectura, mientrasque sus alusiones continuas muestran la gran eru-dicin y cultura literaria, artstica y cinematogr-fica del autor.

    Francisco Jos MARTINEZ

    FISCHBACH, F.: La production des hommes. Marxavec Spinoza, Paris, Librairie Philosophique JeanVrin, 2014, 174 p.

    En el presente libro no se trata tanto de compa-rar a Marx con Spinoza como de utilizar la filoso-

    fa del holands como revelador de la filosofa deMarx. El autor no considera que Marx fuera unspinozista, sino que presenta los textos de Marxledos a la luz de Spinoza. Tal cosa es posibledesde el momento en que los dos defienden un na-turalismo que no parte del sujeto sino del mundo;y que los dos defienden una filosofa de la libera-cin, entendida como activacin, es decir, comouna confirmacin del ser de los individuos, comoun aumento de su potencia de actuar, tanto indivi-dual como colectiva. La actividad por la que loshombres se construyen como seres objetivos tiene,a su vez, que destruir todo lo que reduce a los hom-bres a una mera subjetividad extramundana.

    El libro, a travs de un desvo por la filosofa deSpinoza, pretende articular el pensamiento deMarx en torno a tres tesis que ambos autores com-parten: la idea de que la conciencia es secundaria,un producto y no algo fundante; la identidad de na-turaleza e historia, y la apuesta por una ontologade la actividad productiva.

    Para los dos filsofos el hombre es una parte dela naturaleza, un ente activo y objetivo, un enteque siente y que sufre. Como todas las partes de lanaturaleza el hombre solo se puede entender demanera relacional. Precisamente la esencia hu-mana se define como el conjunto de las relacionessociales. Dichas relaciones sociales, constitutivasde los individuos, son ms pasionales que racio-nales, lo que hace que sean en principio relacionespadecidas, soportadas. Para Spinoza, como es sa-bido, los individuos se socializan a travs de pa-siones como el miedo y la esperanza. Fischbachpone de manifiesto una contradiccin comn anuestros dos autores: la existente entre la idea delos individuos como seres activos y productivos yla idea de que las relaciones sociales en los queestn insertos son pasionales, generadoras de pa-sividad ms que de actividad. Precisamente la li-beracin de los individuos pasa por suautoactivacin mediante la cual se apropian de lascondiciones de su actividad productiva, a travs deun proceso de praxis revolucionaria que supera lacontradiccin entre el desarrollo de las fuerzas pro-ductivas y unas relaciones de produccin obsole-tas, soportadas y no asumidas.

    Por otra parte, el enfoque naturalista defendidopor Spinoza y Marx hace que no distingan entrenaturaleza e historia. El hombre es una parte de lanaturaleza y su carcter activo y productivo se

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