FÁBULA, MITO, LEYENDA, PARÁBOLA, CUENTO,NOVELA

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EL LEON Y EL RATON (fabula)

Estando un len durmiendo en la falda de una montaa, los ratones del campo, que andaban jugando, llegaron all, y uno de ellos salt sobre el len, y ste le cogi. El ratn, vindose preso, suplicaba al len que tuviese misericordia de l, pues no haba saltado con malicia, por lo que peda humildemente perdn. El len, viendo que no poda tomar venganza de aquel ratn, por ser cosa tan pequea, y que el matarle antes le sera crimen e ignominia, que gloria ni alabanza, dejle ir sin hacerle mal. El ratn se fue, dndole muchas gracias. Despus de algunos das el len cay preso en una red, y vindose as alcanzado, comenz a rugir con mucho sentimiento y dolor. Y como el mismo ratn oyese este clamor, fue y preguntle qu cosa le haba acaecido, y qu mal era de que tanto se senta. Y viendo que estaba preso en aquella red; le dijo: "Oh, seor, toma buen esfuerzo, pues no es cosa de que debas temer; yo me acuerdo del bien que de ti recib, por lo que quiero corresponderte!" Y as comenz a roer con sus dientes y romper los ligamentos, ataduras y lazos en aquellos lugares y partes donde conoca que era necesario para deshacer y desatarlo, de manera que poco a poco qued el len libre y exento de aquella prisin.

[Quiere decir esta fbula que no deben los mayores menospreciar a los menores, porque en algn tiempo los han de necesitar]

DIOSES DE LA MUERTE (mito) El reino de los muertos o inframundo, conocido comnmente como Mictlan, era gobernado por el Seor del Inframundo, Mictlantecuhtli, y por la esposa de este, Mictecacihuatl, los Infiernos, el Chignauhmictlan. Pero aparte de estas deidades, existan otros dioses y diosas que poblaban las regiones del Mictlan y que casi siempre encontramos por parejas. Una de ellas es Ixpuzteque, El que tiene el pie rotoy su esposa Micapetlacalli, Caja de muerto. Por ltimo conocemos el nombre de Tzontemoc, El que cayo de cabeza, y su esposa es Chalmecacihuatl, La sacrificadora . Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la pareja ms importante de las regiones del inframundo y habitan la ms profunda de ellas, a donde llegan los hombres a descansar, no sin antes entregar a las deidades presentes valiosos. Mictlantecuhtli aparece con el cuerpo cubierto de huesos humanos y un crneo a manera de mascara, con los cabellos negros, encrespados y decorados con ojos estelares, puesto que habita en la regin de la oscuridad completa. Adornan su cabeza una rosetas de papel de las que salen conos, uno sobre la frente y otro en la nuca. Sus animales asociados son el murcilago, la araa y el bho (tecolotl).

LA LEYENDA DEL TURRIALBA (II)

Muchos aos ha, antes de la conquista, habitaban esta frtil regin, indios fuertes y valientes. El Cacique, viejo viudo, cuidaba como nico tesoro a su hija, hermosa joven de quince aos, de cuerpo esbelto, de pechos en maduracin, carnes morenas provocativas. La Tribu viva feliz. Cira, tal era el nombre de la joven india, era caritativa y amorosa con todos; manejaba el arco y la flecha con destreza. Una tarde de verano en que el sol, como gota de sangre, se hunda tras la montaa, Cira sinti el encanto de la selva murmuradora y se inici por ella; fue recogiendo florecillas, internndose cada vez ms. Ya el cielo arrojaba sus lgrimas. Cira, cansada, sentse sobre un viejo tronco, la oscuridad de la selva la envolva; sinti miedo, grit, pero las tinieblas devoraban su grito; comenz a llorar; su cuerpo fatigado busc la fresca hierba, se qued dormida. Los rboles dejaron penetrar hilos de plata que iluminaba el rostro de aquella virgen salvaje. La selva cruji ante el paso de un hombre, los rboles lanzaron un quejido; un indio herrante, de otra raza, entraba en la selva; camin un poco, se detuvo asombrado; ante sus pies estaba Cira, sus ojos dieron con aquel diamante rodeado de esmeraldas; se inclin y pos sus labios, como roce de alas, sobre los de la hermosa india; la virgen se estremeci, psose de pie, quiso huir, pero unos brazos fuertes rodearon su cintura; el indio alz su presa y corri hacia la cima, ah se detuvo y sent a Cira a su lado, le cant su amor acompaado del leve suspiro de las hojas que crujan ante el alba que naca, dbil cinta de plata iluminaba a la pareja feliz; las estrellas temblorosas, como ptalos de rosa que se marchita, comenzaban a huir. En la tribu de Cira haba confusin; los caracoles punzaron el espacio con su grito de alerta.El viejo cacique, el primero, se intern en la selva que ocultaba a su diosa. Todos los indios con sus arcos listos, le seguan de cerca. Caminaron, caminaron; el sol se desprenda alegre y coquetn de la cima. El viejo cacique lanz un grito que hizo temblar la selva; Cira estaba all, en brazos de otro hombre; los arcos inflaron sus vientres, prestos a arrojar sus lenguas mortales, pero la selva se agit, abri un inmenso vientre y ocult a dos seres felices ya; una columna de humo sagrado sala de aquel vientre, como apoteosis del amor de dos razas. Aos despus, cuando los intrpidos conquistadores allaron esta regin, sus ojos se extasiaron ante aquella columna de humo sagrado, le dieron el nombre de torre-alba, que luego, con el trotar de los aos, los moradores de esta regin lo cambiaron por el de Turrialba. As naci nuestro Volcn Turrialba.

PARABOLA CORTA PERO PROFUNDA Haba una vez dos nios que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fra, pero los nios jugaban sin preocupacin. Cuando de pronto, el hielo se revent y uno de los nios cay al agua. El otro nio viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tom una piedra y empez a golpear con todas sus fuerzas hasta que logr quebrarlo y as salvar a su amigo. Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que haba sucedido, se preguntaron: Cmo lo hizo? El hielo est muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos tan pequeas! En ese instante apareci

UN NIO MUY INTELIGENTE (cuento) Karmen Haba una vez, un nio pequeo que comenz a ir a la escuela. Era bastante pequeo y la escuela muy grande. Cuando descubri que poda entrar en su aula desde la puerta que daba al exterior, estuvo feliz y la escuela no le pareci tan grande. Una maana, la maestra dijo: - Hoy vamos a hacer un dibujo. - Qu bien!- pens el pequeo-. Le gustaba dibujar y poda hacer de todo: vacas, trenes, pollos, tigres, leones, barcos. Sac entonces su caja de lpices y empez a dibujar, pero la maestra dijo: - Esperen, an no es tiempo de empezar! An no he dicho lo que vamos a dibujar. Hoy vamos a dibujar flores. - Qu bien! -pens el nio. Le gustaba hacer flores y empez a dibujar flores muy bellas con sus lpices violetas, naranjas y azules. Pero la maestra dijo: - Yo les ensear cmo, esperen un momento! - y, tomando una tiza, pint una flor roja con un tallo verde. Ahora -dijo- pueden comenzar. El nio mir la flor que haba hecho la maestra y la compar con las que l haba pintado. Le gustaban ms las suyas, pero no lo dijo. Volte la hoja y dibuj una flor roja con un tallo verde, tal como la maestra lo indicara. Otro da, la maestra dijo: - Hoy vamos a modelar con plastilina.

- Qu bien! -pens el nio. Le gustaba la plastilina y poda hacer muchas cosas con ella: vboras, hombres de nieve, ratones, carros, camiones; y empez a estirar y a amasar su bola de plastilina. Pero la maestra dijo: - Esperen, an no es tiempo de comenzar! Ahora -dijo- vamos a hacer un plato. - Qu bien!- pens el pequeo-. Le gustaba modelar platos y comenz a hacerlos de todas formas y tamaos. Entonces la maestra dijo: - Esperen, yo les ensear cmo! - y les mostr cmo hacer un plato hondo-. Ahora ya pueden empezar.

El nio mir el plato que haba modelado la maestra y luego los que l haba modelado. Le gustaban ms los suyos, pero no lo dijo. Slo model otra vez la plastilina e hizo un plato hondo, como la maestra indicara. Muy pronto, el pequeo aprendi a esperar que le dijeran qu y cmo deba trabajar, y a hacer cosas iguales a la maestra. No volvi a hacer nada l slo. Pas el tiempo y, sucedi que, el nio y su familia se mudaron a otra ciudad, donde el pequeo tuvo que ir a otra escuela. Esta escuela era ms grande y no haba puertas al exterior a su aula. El primer da de clase, la maestra dijo: - Hoy vamos a hacer un dibujo. - Qu bien!- pens el pequeo, y esper a que la maestra dijera lo que haba que hacer; pero ella no dijo nada. Slo caminaba por el aula, mirando lo que hacan los nios. Cuando lleg a su lado, le dijo: - No quieres hacer un dibujo? - S -contest el pequeo-, pero, qu hay que hacer? - Puedes hacer lo que t quieras - dijo la maestra. - Con cualquier color? - Con cualquier color - respondi la maestra-. Si todos hicieran el mismo dibujo y usaran los mismos colores, cmo sabra yo lo que hizo cada cual!

El nio no contest nada y, bajando la cabeza, dibuj una flor roja con un tallo verde".

UN ANGEL DEL CIELO (novela) Caminaba por los pasillos en un hotel de la capital, buscando solo apaciguar mi tristeza paternal, hace un ao haba perdido a mi amado padre, ser maravilloso que gui y form mi vida. Mientras transcurre el tiempo pasan por mi mente tantos recuerdos como escenas de una pelcula sin final. Recuerdo cuando antes de presentar a mi padre en capilla, en la funeraria, pas unos minutos solo frente a su atad, donde l galantemente luca su traje y mi corbata preferida segn mis deseos, le deca repetidas veces entre sollozos; "Viejo, que grande eres, que Dios te bendiga siempre", donde mis lgrimas baaban su cara de ngel, esperando quizs que le despertara, pero estaba consolado que Dios le dio su merecido descanso despus de una sufrida enfermedad, que tuvo por 10 aos. Pero aun sus palabras, sus consejos, sus acciones y su amor vibran en mi constantemente... "Tu siempre sers mi hroe y jams te olvidar"... gritar por siempre mi alma... palabras que dictarn mi espritu, mi corazn y vida completamente. Lleg a la terraza externa del hotel, veo y escucho el sonido del mar, chocando sus olas en la orilla, en las barreras de piedras, creando una sbana blanca de espuma, que brilla como las estrellas en la noche clara, que me arropa en ese momento, sin tiempo y sin espacio ; y a lo lejos est la Luna llena, duea seductora y seora de la noche, reflejando su luz entre las aguas del mar, como un camino entre el cielo y mar que invita a pasar o que invita a esperar, quizs algn ngel del cielo. Qu tranquilidad! Me canso de caminar, pensar y meditar, paso y me siento en una mesa en el saln de baile del hotel, a or la msica, para consolar mi vaco y saciar mi sed con un ponche de frutas. La msica domina el ambiente y apacigua mi triste corazn. Merengue, salsa y bachata domina el ambiente... algunas las conozco, otras las canto... entre dientes... y... otras las escucho detenidamente... miro mi reloj son las 9:00 de la noche. Comienza a llegar la gente y miro el desfile de parejas cogidas de manos, como sello de seguridad al amor... Que lindo es el amor... que bella es la amistad! Murmuro... y llegan otras parejas de elegantes damas que armonizan el saln con sus toques de belleza y definicin. Cada persona es un mundo y cada una tiene una razn de ser, de vivir, de amar, de meditar y de olvidar... Contina la msica y se abre mi ser... de compartir con los dems... Encerrarme yo... "jams"... grita mi espritu. Comienzo a levantarme de la mesa con cautela a ir por las otras mesas a presentarme respetuosamente e invitando a las damas a bailar al son de la msica variada que armonizaba, ante las repetidas palabras: "Buenas noches y mucho gusto... desea bailar?"......donde la afirmacin predomina sobre la negacin.....y comienzo a bailar con la caballerosidad y respeto que me caracteriza, quedando al final la sonrisa y la satisfaccin manifestada de la dama por

haberla sacado a bailar, y por llevarla a su mesa de origen hasta sentarla con mucho respeto y dndonos unas gracias mutuamente... Transcurre la noche, continua la msica y el baile, con mucha caballerosidad y respeto...sin ni siquiera repetir la misma dama en el baile. En el Saln...entre el vaivn de mi tristeza y mi soledad...veo algo que me intriga... solo me faltaba de invitar a bailar una hermosa y solitaria dama, sentada al final de saln...veo que es tan hermosa que inquieta mi curiosidad... mi inquietud va en ascenso y me llegan varias preguntas a mi ser: Me extraa que no la han sacado a bailar?... Estar acompaada?... Estar esperando a alguien?... No querr bailar?.... me dir que no?... Muchas preguntas en un momento, Qu callejn sin salida se convierte el espritu y el corazn!!!!!!!!!! "Bueno... detn tu paso para apagar tu inquietud y observa" me dicta la mente y el corazn... Me detengo un momento, y solo me siento a observar en una mesa cercana con mucho respeto y disimulo...veo en los efectos de luces del saln como un aura en su cuerpo, brillando como un ngel del cielo sobre la semi-oscuridad que dominaba en el saln...sus ojos resplandecan sin cesar... su pelo corto negro cambia de tonos ante su hermoso traje blanco...un arco iris en vida frente a mi tena un collar plateado en su pecho, que era como una prisma que deslumbro mi mente y mi corazn. Me levanto de la mesa y me acerco hacia ella ante la msica de la cancin "T eres mi ngel" siento que el tiempo se detiene y aumenta los latidos de mi corazn, al ver que me sigue con sus hermosos ojos... me siento solo en el espacio donde se detuvo el tiempo... aunque en un saln tan lleno de gente frente a ella... mientras mas me acerco, mas me deslumbra, y define su belleza y su aura... llego al frente de su mesa, casi me convierto en piedra ante sus ojos... y le digo: "Disculpe, Buenas noches y mucho gusto joven... perdone que la moleste... desea bailar esta pieza?...". Diciendo el ms bello "SI" que han escuchado mis odos... me senta como seguro y tranquilo a la vez. Cog su mano con mucho respeto para dirigirme a la pista de baile y sent la ms suave pieza de algodn que mi tacto haya tocado...

Comenzamos a bailar. Sus ojos, su sonrisa, su perfume a rosas, su hermosa faz frente mi presencia no poda creer tantas cosas bellas frente a mi persona... el ms hermoso momento de mi vida...estaba sin tiempo ni espacio... era yo frente un ngel cado del cielo. Sin mediar palabra transcurri el baile... solo sonrisas en cada movimiento de la pieza, que pareca no tener fin... choque de miradas y luces hicieron brillar la noche sin final... Se acab la msica y la llevo a su mesa dndonos las gracias mutuamenteme alejo nuevamente pero con la inquietud de seguir bailando mutuamente...continua la msica y me sigue con sus ojos a lo lejos... percibo su mirada y me acerco nuevamente... Bailamos? ...se levanta de su mesa... y continuamos hacia la pista nuevamente. As trascurri la noche. Bailamos, hablamos, nos identificamos...vi un espejo de mi persona en ella..."esprame un momento por favor" le dije en su mesa.... salgo del saln rpidamente, a comprar una rosa para que recuerde la ocasin y al llegar nuevamente al saln no la encuentro en su mesa... Se haba ido. Solo me dejo un papel escrito: "Amigo, gracias por compartir conmigo, por tu caballerosidad y respeto, tengo que partir... pero quiero que sepas que tienes un corazn noble y grande. Nunca cambies... Dios te bendecir siempre. Busca siempre a tu lado porque nunca estars solo..." Termina la nota firmando: "UN ANGEL DEL CIELO" "Ahora ms que nunca... creo en ti, mi DIOS, mi Seor y los ngeles del cielo".