Facultad de Humanidades

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FACULTAD DE HUMANIDADES PSICOLOGÍA – I MATERIA: REDACCION Y EXPOSICION CIENTIFICA TITULO: FOBIAS: CLAUSTROFOBIA – HEMOFOBIA AUTORAS: ALCANTARA LOZANO, Noa. BELLO RUIZ, Karen. CASTILLO VALVERDE, Leydi. DE LA CRUZ ARANA, Estefany. GUERRA LLAJARUNA, Azucena. MOZO VALENCIA, Diana. YUPANQUI SANCHEZ, Yerthy. LUGAR: AULA - UCT

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FACULTAD DE HUMANIDADES

PSICOLOGÍA – IMATERIA: REDACCION Y EXPOSICION CIENTIFICA

TITULO: FOBIAS: CLAUSTROFOBIA – HEMOFOBIA

AUTORAS:

ALCANTARA LOZANO, Noa.

BELLO RUIZ, Karen.

CASTILLO VALVERDE, Leydi.

DE LA CRUZ ARANA, Estefany.

GUERRA LLAJARUNA, Azucena.

MOZO VALENCIA, Diana.

YUPANQUI SANCHEZ, Yerthy.

LUGAR: AULA - UCT

FECHA: 26/06/14

INDICE

AGRADECIMIENTO

Agradecemos en primer lugar, al ser Supremo, único dueño de todo saber y verdad, por iluminarnos

durante este trabajo y por permitirnos finalizarlo con éxito; y en segundo lugar, pero no menos importante,

a nuestros queridos padres, por su apoyo incondicional y el esfuerzo diario que realizan por brindarnos una buena educación. Los esfuerzos

mayores, por más individuales que parezcan, siempre están acompañados de apoyos imprescindibles para

lograr concretarlos. En ésta oportunidad, nuestro reconocimiento y agradecimiento a nuestra profesora Paula La Barrera Neciosup; por su oportuna, precisa e

instruida orientación para el logro del presente trabajo.

INTRODUCCION

En el presente trabajo, después de analizar una serie de temas para elegir uno, llegamos a la conclusión de que las fobias era el tema adecuado para nuestro trabajo; ya que se nos hizo un tema de mucho interés actual y del cual todos podríamos aprender mucho.Abordaremos el tema de las fobias de una manera general, pero a su vez tocando dos fobias específicas para todos tener una visión general de estos trastornos.

Las fobias son un problema que sufren muchos miembros de la sociedad, y muy pocos se atreven a expresarlo, por temor a ser rechazados y catalogados como "Locos", pudiendo ser este uno de los tantos mitos que existen dentro de nuestro entorno social.El término de fobia, puede ser una palabra no muy conocida en su significado, es muy importante saber diferenciar entre el miedo y la fobia ya que se pueden confundir estos conceptos. Hay gente que expresa este término por el simple hecho de temerle a un objeto, situación o animal, entre otras cosas, lo cual pudiera llevar a que las personas por si solas se diagnostiquen con este trastorno.

Tomando en cuenta las realidades actuales abordaremos 2 homofobia y claustrofobia.Por medio de esta investigación conoceremos los orígenes, sus causas y sus posibles tratamientos, así como también la vida del paciente fóbico.El propósito de este trabajo es dar a las personas una idea general de la homofobia y claustrofobia, y explicar una parte más de los problemas que son estudiados por la Psicología.

FOBIAS

NATURALEZA: En las fobias específicas se dan un miedo intenso y persistente

que es exclusivo o irracional y es desencadenado por la presencia o anticipación de objetos o situaciones específicas: animales, lugares cerrados, alturas, oscuridad, tormenta, vuelos, ver sangre, recibir inyecciones, intervenciones médicas, tragar alimentos sólidos, conducir un coche, aguas profundas. Conviene matizar que en la fobia a la sangre suelen aparecer náuseas y desvanecimientos y no siempre se da el miedo. Como consecuencia de la exposición al estímulo fóbico, se produce una respuesta inmediata de ansiedad y puede llegar incluso a ataques de pánico, en los niños la ansiedad puede manifestarse mediante lloros, o aferrarse a otra persona. Los adultos, pero no necesariamente los niños, reconocen que su miedo es excesivo e irracional.Las situaciones fóbicas son evitadas o se soportan con ansiedad o malestar intenso. La evitación, anticipación ansioso o malestar en las situaciones fóbicas intervienen marcadamente en la rutina normal de la persona o en sus actividades laborales, académicas o sociales, o existe un malestar intenso por tener la fobia, si la persona es menor de 18 años, la duración del problema debe ser almenos 6 meses.

EDAD, COMIENZO Y CURSO: En estudios epidemiológicos, la edad de

inicio de las fobias específicas ha sido 7 años (Kessler, Berglund 2005) aunque esto pasa por alto la diferencia entre distintos tipos de fobia. La cosa se complica si se distingue la edad del comienzo del miedo/evitación y edad de la fobia (cuando empezaron a causar malestar o deterioro significativo) tal como han hecho Antony Brown y Barlow (1997). Con muestras muy pequeñas estos autores descubrieron las siguientes edades del comienzo del miedo y la fobia. Aunque se había afirmado que los miedos fóbicos puede remitir sin tratamiento en la infancia y adolescencia, la tendencia general no parece ser esta, no obstante, no obstante en los varones suelen haber una importante disminución de la fobia en la adolescencia. En los adultos, el trastorno tiende a ser crónico a no ser que reciba tratamiento.Las fobias específicas representan solo alrededor del 15% de los trastornos fóbicos vistos en las clínicas. La mayoría de los pacientes no buscan ayuda y entre los que hacen las fobias más frecuentes por las que consultan son: Claustrofobia, SIH, intervenciones dentales y animales.

FRECUENCIA: El riesgo de presentar fobias específicas fue mayor en mujeres,

menores de 65 años y personas con ingresos que no fueron muy altos y menor en asiáticos e hispanos. Entre 2 064 mujeres alemanas jóvenes, la prevalencia actual, anual y global de las fobias especificas fue de 9.9%, 10.0%, 12.8% de datos casi idénticos a los obtenidos en el ámbito americano considerando los diversos tipos de fobias específicas, los datos de prevalencia global obtenidos en encuesta epidemiológica nacional sobre el alcohol y las condiciones relacionadas fueron: AMBIENTE NATURAL (5.9%), SITUACIONAL (5.2%), ANIMAL (4.7%) y SIH (4.0%), temieron y evitaron una, dos, tres y cuatro situaciones respectivamente. Becker presenta datos de prevalencia actual, anual y global para diversos tipos de fobias específicas en mujeres alemanas jóvenes. La prevalencia de las fobias específicas no parece variar según que el entorno sea urbano o rural. En cambio son más frecuentes en personas de 18 a 59 años, en comparación con los de 60 o más. En un estudio se ha visto que en comparación con los familiares de primer grado de personas sin trastornes, hay un mayor riesgo de fobias especificas a lo largo de la vida en los familiares de primer grado de los fóbicos específicos que buscan tratamiento (9% contra 31%).

Problemas asociados: A diferencia de otras fobias y trastornes de ansiedad,

los problemas psicopatológicos asociados con las fobias especificas consideradas como diagnostico principal, son menos frecuentes, hallaron que de 110 pacientes con fobias especificas (principalmente situacional), solo el 34% presentaron algunos trastornes con mórbido actual 33%, 27% y 10% recibieron respectivamente almenos un diagnostico adicional actual de trastorno de ansiedad o depresivos. Es probable que la conmorbilidad sea más elevada en los fóbicos específicos que presentan fobias situacionales que en los que presentan otro tipo de fobias. Por otra parte, cuanto mayor es el número de miedos específicos que un fóbico especifico tiene, mayor es la probabilidad de que presente uno o más trastornos de ansiedad. En niños, la fobia específica se asocia frecuentemente con trastorno de ansiedad por separación y con el antiguo trastorno de hiperansiedad.

Génesis y mantenimiento: Ha sido frecuente la propuesta de tres modos, no excluyentes, en que las fobias especificas pueden ser adquiridas: CONDICIONAMIENTO CLASICO, APRENDIZAJE OBSERVACIONAL Y TRANSMICION DE

INFORMACION. La importancia de estos modos varían según las fobias consideradas y la investigación empírica de calidad es escasa hasta el momento. Una persona ha podido tener una o más experiencias negativas o directas con estímulos que tienen una alta probabilidad de convertirse en fobias. La gravedad y frecuencia de estas experiencias negativas (accidente de coches, mordedura de un animal, largo encierro en un ascensor, desmayo) son los estímulos potencialmente fóbicos y una exposición poco frecuente a la situación, tras la experiencia negativa son variables importantes en el desarrollo de la fobia específica. La teoría de la preparación requiere que el estímulo potencialmente lobico se asocie al menos una vez con una experiencia aversiva, directa o indirecta, la

adquisición del miedo será más fácil si la situación preparada se combina con el tipo de experiencia que cuadra con la expectativa de peligro de dicha situación. Así, es más fácil coger miedo a los espacios cerrados, si la experiencia aversiva es falta de respiración en lugar de nausea.

TIPOS ESPECÍFICOS:

HOMOFOBIA

El término homofobia hace referencia a la aversión (fobia, del griego antiguo Φόϐος,fobos, ‘pánico’) obsesiva contra hombres o mujeres homosexuales, aunque generalmente también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metro sexuales y los hombres con ademanes tenidos por femeniles o las mujeres con ademanes tenidos por varoniles. El adjetivo es «homófobo» u «homofóbico».Existe cierto relativismo sobre lo que abarca el concepto de homofobia. Así por ejemplo, los que rechazan las políticas de igualdad (entre personas de diferente orientación sexual) consideran que ese rechazo no es homofobia, sino simplemente una opinión igualmente respetable como la aprobación.Homofobia no es un término estrictamente psicológico. Se calcula que en el año 2000 una persona homosexual era asesinada en el mundo cada dos días debido a actos violentos vinculados a la homofobia. Amnistía Internacional denuncia que más de 70 países persiguen aún a los homosexuales y 8 los condenan a muerte.

Origen.-

No debe confundirse con el prefijo en latín, homo, que significa ‘hombre’. Este neologismo combina las palabras griegas fobia (‘miedo’), con homo, apócope de «homosexual» (‘sexo con lo igual’), formado por el prefijo griego homo (‘igual’) y sexual.

El significado corriente es ‘fobia a la homosexualidad’.

En el sentido de fobia a la homosexualidad, la palabra fue utilizada por vez primera, en inglés, en 1971 por el psicólogo estadounidense George Weinberg. Weinberg afirma haberla pensado por primera vez en una charla que dio a un grupo homófilo y se popularizó gracias a su libro Society and the healthy homosexual (‘la sociedad y el homosexual sano’) de 1971. En una entrevista en 2002 comentó sobre el significado.

Homofobia es simplemente eso: una fobia. Un temor que provoca un comportamiento irracional de huida o el deseo de destruir el estímulo de la fobia o cualquier cosa que lo recuerde.

Su uso en medios periodísticos, científicos, políticos, etc., pronto se popularizó. La Real Academia Española lo incluyó por primera vez en la vigésimo segunda edición de su Diccionario, y lo define como ‘aversión obsesiva hacia las personas homosexuales’. Antes, la palabra ya había sido recogida en otras importantes obras lexicográficas, como el Diccionario del español actual (Aguilar, 1999) de Manuel Seco.

Términos Relacionados

Precursora de «homofobia» fue la palabra «homoerotofobia», creada por Wainwright Churchill en su libro Homosexual behavior among males (‘la conducta homosexual entre varones’), de 1967.

Desde la creación de la palabra «homofobia» se han propuesto diversas alternativas que no tienen relación con las fobias. «Heterosexismo» se refiere al hecho de privilegiar la heterosexualidad frente a la homosexualidad. La teoría queer y la teoría crítica usan los términos «heterocéntrico» y «heteronormatividad» para referirse a conceptos similares.

Cierta literatura psicológica ha sugerido el término «homo negatividad», reflejando la perspectiva de que los comportamientos y pensamientos considerados homofóbicos no están basados en el miedo, sino en una condena de la homosexualidad.

Buscando evitar tanto enfocar la psicología individual como lo hace la «homofobia», como enfocar los factores culturales como lo hace el «heterosexismo», el psicólogo Gregory Herek ha propuesto el término «prejuicio sexual», para referirse a «todas las actitudes negativas basadas en la orientación sexual, tanto si el objetivo es el homosexual, el bisexual o el heterosexual».

La palabra «homofobia» también se emplea a menudo junto con otros términos que denotan intolerancia y discriminación. Coretta Scott King afirmaba en un discurso de en 1998 que «la homofobia se parece al racismo, el antisemitismo y otras formas de intolerancia, en que busca deshumanizar a un grupo de personas, de negarles su humanidad, su dignidad, su individualidad» De manera similar, George Yancey, en un texto en Christian ethics today(‘ética cristiana, hoy’) asocia sexismo, racismo, distinciones de clase y homofobia entre ellas y las contempla como variedades de discriminación, aunque deja claro que no son idénticas.

Para dar visibilidad a otros tipos de odio por motivos de orientación sexual, se están acuñando palabras como la bofobia y bifobia. Para visibilizar el odio por motivos de identidad de género se ha acuñado la palabra transfobia.

Crítica.-

Algunos investigadores prefieren el empleo de los términos alternativos. Por ejemplo, Gregory M. Herek, investigador de la Universidad de California en Davis, comparó los términos «homofobia», «heterosexismo» y «prejuicio sexual». Herek comenta que homofobia es «probablemente empleado más ampliamente, pero criticado más a menudo» y prefiere la expresión «prejuicio sexual» por ser más descriptivo y sin prejuicios sobre las motivaciones, además de que la expresión no tiene valor de juicio en cuanto a la irracionalidad o inmoralidad de aquellos a los que se les aplica. Comenta:

Sus críticos señalan que «homofobia» sugiere implícitamente que las actitudes antigay se entienden mejor como un miedo irracional y que representan una forma de psicopatología individual, en lugar de ser un prejuicio reforzado socialmente.

En 1980, Hudson y Ricketts propusieron «homonegatividad» argumentando que «homofobia» no era científica en cuanto que presuponía la motivación.

Las CWA (Mujeres preocupadas por EE. UU.), un grupo de presión conservador, han calificado a la palabra «homofobia» como término engañoso que es «empleado por las personas progay para confundir y controlar el debate», definiendo toda oposición a la homosexualidad como irracional. Las CWA afirman que el campo progay no podrían identificar ejemplos de oposición no homofóbica a la homosexualidad porque definen toda oposición como «homofobia» e «intolerancia irracional». CWA llama a esto «retórica engañosa».

La National Association for Research & Therapy of Homosexuality (Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad), una organización ligada al movimiento exgay, afirma que el término «homofobia» ha sido empleado a «menudo de manera incorrecta para describir a cualquier persona que se opone al comportamiento homosexual por razones morales, psicológicas o médicas». Afirman que, «técnicamente, sin embargo, el término de hecho define a una persona que tiene una fobia —miedo irracional— hacia la homosexualidad. El desacuerdo por principios, por lo tanto, no puede ser denominado homofobia».

Estudios.-

El fenómeno de la homofobia es estudiado por psicólogos y psiquiatras. Existen estudios que han relacionado el odio hacia la homosexualidad con sentimientos transexuales reprimidos, esto es explicado en la formación reactiva del psicoanalista Sigmund Freud, también Henry E Adams de la Universidad de Georgia explica la teoría que comprueba la directa relación en todos o gran parte de los casos que homofobia es igual a deseos o sentimientos transexuales. Mientras que expertos en teoría de género ligan a la homofobia con la cultura patriarcal dominante, que además discrimina a las mujeres. Otros expertos han puesto su atención en la relación que tiene la homofobia con determinadas estructuras mentales de la personalidad, y más específicamente con la personalidad autoritaria.

Sexismo y homofobia correlacionan; una plausible interpretación de ello, con una amplia evidencia teórica y de metodología correlacional, es que la heteronormalidad puede ser concebida como una ideología, de donde emanan tanto el sexismo como la homofobia. De hecho, las ideas asociadas al género pueden ser concebidas también como una ideología.

Algunas Homofobias en algunas Culturas.-

Algunas identidades religiosas y culturales mantienen una postura moral de rechazo hacia la homosexualidad. Es el caso de la ortodoxia cristiana, judía e islámica. Esto implica que la homosexualidad no es aceptada como condición sexual natural de una persona, sino que se observa como anomalía a ser combatida y «reparada». Según sus creencias, consentir en los actos sexuales propios de esta orientación sexual se considera un pecado, aunque la clasificación o gravedad del mismo ha variado a lo largo de la historia.

En muchas regiones del mundo con este tipo de raíces religiosas se persigue o discrimina la orientación homosexual, bien en forma de prohibición de actos afectivos o sexuales concretos (como ocurre en la mayoría de países islámicos y en Estados Unidos) o bien como rechazo hacia la homosexualidad como identidad vital. Éste es el caso de países como China o Japón, una región cuya tradición sincrética (mayoritariamente budista y sintoísta) la aleja de las culturas monoteístas occidentales.

La Iglesia católica condenaba a los homosexuales durante la Edad Media, y en la actualidad sigue rechazando la homosexualidad y además ha vetado el sacerdocio a los homosexuales. Esa misma tradición ha seguido también la Iglesia Ortodoxa y las demás religiones que se escindieron la Iglesia Cristiana primitiva, como los protestantes; hasta el día de hoy mantienen estos prejuicios. En el caso del islamismo, en países donde se profesa esta religión se han aplicado legislaciones para penalizar la homosexualidad, y son pocos los países islámicos que no la penalizan. Los pertenecientes a estas religiones alegan que esta actitud no puede considerarse homofobia, en el sentido de que no se origina por un prejuicio, sino que es una postura razonada, basada en sus creencias y a partir de sus textos sagrados.

En la mayor parte de las culturas precolombinas los homosexuales eran respetados o al menos no reprimidos antes de la llegada de los europeos al continente americano. No obstante, en otras culturas existía la homofobia como prejuicio, como es el caso de los aymaras donde se habla muy poco de este tema y se equipara con la infidelidad. Ciertas comunidades igualan los homosexuales a los infieles, que son castigados con penas severas y expulsados de los rituales.

También en algunos grupos subétnicos de los incas, parece que en general, la homosexualidad en el incanato(especialmente en la sierra) no era bien vista, ya que entre las máximas de la moral inca (generalmente tres conocidas: «ama sua, ama llulla, ama qella»), se incluía dos más: «ama waqlla» (‘no seas afeminado’), y «ama sipish» (‘no mates’).

También se dice que los mexicas o aztecas aunque no comprobada, eran extremadamente intolerantes con la homosexualidad, a pesar de que algunos de sus rituales públicos tenían tintes homoeróticos. Así, por ejemplo, adoraban a la diosa Xochiquétzal, que bajo su aspecto masculino, con el nombre de Xochipilli, protegía la prostitución masculina y la homosexualidad. La ley mexica castigaba la sodomía con la horca, cuya palabra náhuatl corresponde a cuilontli; el empalamiento para el homosexual activo, la extracción de las entrañas por el orificio anal para el homosexual pasivo y la muerte por garrote para las lesbianas. Algunos autores afirman que estas estrictas leyes no eran empleadas en la práctica y que los homosexuales eran relativamente libres. Por ejemplo, citan crónicas españolas que hablan de sodomía generalizada que incluía a niños de hasta 6 años o de niños que se vestían como mujeres para ejercer la prostitución. Las crónicas también hablan de actos religiosos en los que se practicaba la sodomía.

La Homofobia a lo largo de la Vida.-

Sodomía

La sodomía en la Edad Media y en la Edad Moderna incluía a diversos «actos contra natura», pero principalmente era empleado en el caso del sexo anal. El origen del término está en la Biblia, en la historia de Sodoma y Gomorra. La identificación del «pecado de Sodoma» con el sexo anal y no con la falta de hospitalidad o la lujuria en general, se documenta por primera vez en san Agustín (354-430). No será hasta el siglo XI que aparezca la palabra «sodomía» en el Liber Gommorrhianus del monje benedictino Petrus Damianus, para el que la palabra incluía todas aquellas actividades sexuales que no servían para la reproducción. Debido a que las palabras para denominar la homosexualidad no aparecieron hasta el siglo XIX, se empleaba el término «sodomita» para denominar a los hombres que tenían relaciones sexuales con otros hombres. Las lesbianas eran ignoradas en gran medida, aunque mujeres que practicasen el sexo anal también caían bajo el epíteto «sodomita».

Las primeras persecuciones de homosexuales por sodomía son de mitad del siglo VI, cuando el emperador bizantino Justinianoy su esposa Teodora prohíben los «actos contra natura» por motivos políticos, amparándose en razones religiosas. La ley preveía como castigo la castración y el paseo público por las calles. No hay pruebas de que la iglesia ortodoxa jamás apoyara el edicto.

Hasta el siglo XIII la sodomía no era castigada en la mayoría de los países europeos, no era más que uno de tantos pecados que aparecían en los textos eclesiásticos. La actitud cambió en el transcurso de las cruzadas, en las que la propaganda anti islámica identificaba a los musulmanes con sodomitas que violaban a obispos y niños cristianos. Poco después se identificaba la sodomía con la herejía y entre 1250 y 1300 se introdujeron leyes que castigaban con la muerte el pecado. Estas leyes se emplearon sobre todo como herramientas políticas, como fue el caso de los templarios o del asesinato de Eduardo II de Inglaterra, o en casos de peligrar la paz social, como en casos de violaciones o pederastia.  En general, la homosexualidad estaba bastante extendida, siendo el elemento clave la discreción. En algunos lugares, como Londres y Ámsterdam (en 1730 y 1733), se dieron olas de persecución contra los «sodomitas».

En España se encargaban de los castigos los tribunales civiles de las ciudades, que hasta época de los Reyes Católicos castigaban con la castración o la lapidación, castigo que más tarde se modificaría por la quema en la hoguera, para los casos más graves. La Inquisición española solo se encargaba de juzgar la sodomía en la Corona de Aragón. En general, lo comentado para Europa es válido para España, con la diferencia de que no fueron las cruzadas sino la percepción de los reinos peninsulares musulmanes lo que llevó a identificar la sodomía con el islamismo y la herejía.

Las leyes contra la sodomía se mantuvieron en los países europeos y, en general, en las naciones occidentales hasta los siglos XIX y XX. En Francia, las leyes contra la sodomía fueron anuladas durante la Revolución francesa. En Inglaterra Enrique VIII de Inglaterra introdujo la Buggery Act en 1533, que castigaba la sodomía (llamada buggery) con la horca. La ley no fue eliminada hasta 1861. En Alemania el párrafo 175 no fue completamente abolido hasta 1994.

Siglo XX

Este fenómeno se hizo presente en la política de algunos gobiernos durante todo el último siglo, tanto democráticos como autoritarios, algunos ejemplos son el régimen nacionalsocialista en Alemania (liderado por Adolf Hitler, 1933-1945), el régimen franquista en España (1939-1975), el período dictatorial conocido como «Proceso de Reorganización Nacional» argentino (1976-1983). También lo son los gobiernos democráticos, como por ejemplo el de Nicaragua, que bajo el artículo 204, castiga la sodomía bajo penas de 1 a 3 años de cárcel (artículo que aún sigue vigente); también otras democracias han tenido legislaciones y actuaciones homófobas, como por ejemplo en Alemania Occidental, donde la homosexualidad fue delito hasta 1969.

La Alemania nazi

La Alemania de principios del siglo XX regulaba la homosexualidad como delito por el párrafo 175. El ambiente de represión e hipocresía vivido se puede comprobar en el Escándalo Harden-Eulenburg. Sin embargo, a pesar de las circunstancias, será en ese ambiente que comenzarán los primeros pasos del movimiento homosexual de mano de personas como Benedict Friedlaender, Kurt Hiller o Magnus Hirschfeld e instituciones como la Comité científico humanitario.

La situación cambiaría radicalmente con la llegada de los nazisal poder. La ideología nazi consideraba a los homosexuales «degenerados», que no servían a su patria. A finales de febrero de 1933, en una campaña masiva, los clubes gays de Berlín y del resto de Alemania fueron cerrados, publicaciones fueron prohibidas, libros fueron quemados y organizaciones fueron declaradas ilegales. Sin embargo, en el seno del partido nazi seguía habiendo homosexuales en la jerarquía de mandos, como era el caso de Ernst Röhm. Finalmente en la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1934, la llamada Noche de los cuchillos largos, Hitler organizó una purga interna para eliminar a Röhm y otros altos cargos de las SA con la excusa de su homosexualidad. En 1935 se recrudeció el párrafo 175. Inmediatamente después se creó una división especial de la Gestapo para compilar listas de homosexuales y en 1936Heinrich Himmler, jefe de las SS, creó la Reichszentrale zur Bekämpfung der Homosexualität und Abtreibung (Central del Reich para la Lucha contra la Homosexualidad y el Aborto).

Durante el régimen nazi en Alemania se calcula que se persiguió a unos 100 000 hombres («listas rosas»), de los que unos 50 000 fueron condenados. De estos, de 5000 a 15 000 fueron enviados a campos de concentración. La tasa de mortandad en los campos de concentración no es conocida, pero algunos autores la sitúan en el 60 %. Los prisioneros homosexuales formaban el escalón más bajo entre los diferentes grupos que permanecían en los campos de concentración, ya que su discriminación en la sociedad alemana se reflejaba en el interior de los campos. Fueron empleados a menudo para experimentos médicos para buscar el «origen» de la homosexualidad, como fue el caso del médico Carl Vaernet en el campo de concentración de Buchenwald que buscaba una «cura» de la homosexualidad.

Las mujeres no fueron perseguidas por lesbianismo, a excepción de unas pocas que fueron perseguidas por el párrafo 129b del derecho penal austriaco que mantuvo su vigencia.

Tras la derrota de la Alemania nazi en 1945, el párrafo 175 siguió vigente en la Alemania y algunos presos tuvieron que finalizar las condenas recibidas bajo el régimen nazi. Aunque la virulencia de la persecución disminuyó, el párrafo 175 mantuvo toda su vigencia en la República Democrática Alemana (socialista) por lo menos hasta 1957 y en la República Federal Alemana (capitalista) la homosexualidad fue delito hasta 1969.

Franquismo

El periodo dictatorial del franquismo en España, que duró desde 1939 hasta finales de los años setenta, era de ideología nacional católica y contaba con el apoyo del falangismo y de la Iglesia católica. En esta época, el general Francisco Franco otorgó a las autoridades eclesiásticas el control de la moral pública y privada, que incluye una ética sexual represiva hacia cualquier desviación sobre el modelo imperante de lo masculino o lo femenino.

Consecuentemente con los ideales del gobierno, durante esta etapa de la historia de España, la homosexualidad fue perseguida por la llamada Ley de Vagos y Maleantes, en la cual apareció la homosexualidad desde 1954. En esta ley se decía:

A los homosexuales, rufianes y proxenetas, a los mendigos profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de edad, enfermos mentales o lisiados, se les aplicarán para que cumplan todas sucesivamente, las medidas siguientes:

a) Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola. Los homosexuales sometidos a esta medida de seguridad deberán ser internados en instituciones especiales, y en todo caso, con absoluta separación de los demás.b) Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación de declarar su domicilio.

c) Sumisión a la vigilancia de los delegados.

Más tarde, ya en 1970, la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social dio el enfoque de «tratar» y «curar» la homosexualidad. Se establecieron dos penales, uno en Badajoz (a donde se enviaban los pasivos) y otro en Huelva (dónde se enviaban los activos), además, en algunas cárceles solían haber zonas reservadas para los detenidos homosexuales.37Un total de unas 5000 personas fueron detenidas por tener un comportamiento gay durante el franquismo.

Homofobia en la actualidad.-

La homosexualidad como delito

La homosexualidad sigue siendo delito en muchos países, aunque su número haya disminuido considerablemente en los últimos años. Según Amnistía Internacional, en 2007 existían más de 70 países cuyas legislaciones contemplaban penas por la homosexualidad.

-Bajo penas de cárcel

Como se puede apreciar en el mapa, la homosexualidad está penada legalmente en varios países de África (como Senegal, Tanzania, Zambia, Kenia, Sierra Leona, Etiopía, Malawi y Eritrea) así como en otros países como Guyana, Malasia, Papúa Nueva Guinea, algunas repúblicas de Asia central y en un gran número de países islámicos (Oriente Próximo y Medio, norte de África).

-Bajo pena de muerte

La pena de muerte por tener relaciones homosexuales o por sodomía existe en los siguiente países: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Mauritania, algunos estados del norte de Nigeria, Somalia, Sudán y Yemen.

En el caso de los Emiratos Árabes Unidos, las relaciones sexuales extramatrimoniales se pueden condenar con la muerte y el artículo 354 del código penal federal, que trata de la violación de mujeres y hombres, podría ser interpretado como incluyendo al sexo anal consensual entre hombres.

En algunos países o regiones en las que se aplica la Sharia, como es el caso de Afganistán, donde las leyes sobre la homosexualidad no están claras, la sodomía puede ser castigada a muerte por lapidación.

-Asesinato de personas LGBT

En países en los que la homofobia está muy extendida, a pesar de no haber persecución estatal, las cifras de muertes pueden ser muy altas. De entre estos, es Brasil el país en el que más asesinatos de homosexuales se producen, habiéndose registrado 122 en 2007, la mitad de transexuales. Los activistas LGBT creen que la cifra puede ser superior, ya que no existe un control estadístico oficial. El segundo país en la lista es México, con unos 35 casos por año, y tercero EE. UU., con unos 25 por año.

-Discriminación laboral

En un informe presentado el 10 de mayo de 2007, la Organización Internacional del Trabajo ha señalado que las personasLGBT suelen ser discriminadas en el trabajo y al realizar el servicio militar voluntario y obligatorio, sufriendo especialmente violencia verbal, física y psicológica, debido en gran medida a la falta de legislación en la mayoría de países.

Lucha contra la Homofobia

Día Internacional contra la Homofobia

El Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia (IDAHO) se celebra el 17 de mayo con motivo de la eliminación de la homosexualidad como enfermedad en las listas de la Organización Mundial de la Salud este mismo día en el año 1990. Este día tiene como objetivo promover acciones de sensibilización para luchar contra la homofobia, la bifobia y la transfobia en los diferentes países del mundo. Del mismo modo, el objetivo es que sea declarado como tal por parte de la ONU(Organización de las Naciones Unidas).

En América Latina, hubo manifestaciones en países como Argentina, Chile, México, Paraguay, Perú y Uruguay, donde se realizaron actos de protesta ante las embajadas y consulados de Nicaragua para expresar su honda preocupación por ser el único país de Latinoamérica donde aún está penada la homosexualidad. Los grupos a favor de los derechos homosexuales enviaron mensajes a través de correos electrónicos a las embajadas de Nicaragua a cada uno de estos países, pidiendo que el gobierno nicaragüense derogue el artículo 204 de la Ley del Código Penal que penaliza la homosexualidad. Lo mismo sucede en la India, por medio de artistas e intelectuales para que esas leyes que penalizan la homosexualidad sean derogadas allí.

Aplicación de los Derechos Humanos: los Principios de Yogyakarta

El 26 de marzo de 2007, un grupo de expertos en derechos humanos hizo público un documento en el que se especificaba la aplicación de la legislación internacional en derechos humanos a las cuestiones de orientación sexual e identidad de género, conocido como Principios de Yogyakarta. En estos principios se declara que las leyes que penalizan la homosexualidad violan el derecho internacional de no discriminación, como ha fallado en varias ocasiones el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Asimismo, y según estos mismos derechos, las personas LGBT tienen derecho a la vida, a vivir sin violencia y sin tortura, a la privacidad, al acceso a la justicia y a no ser detenidas arbitrariamente.

El Parlamento Europeo

El Parlamento Europeo (el único organismo de la Unión que es escogido directamente por sus ciudadanos) considera a la homofobia como un miedo y aversión irracional hacia la comunidad LGBT basada en prejuicios y la compara, por ejemplo, al racismo o a la xenofobia.

Esta institución comunitaria se opone firmemente a la discriminación (entre ellas, la que tiene por motivo la orientación sexual) y pide que los estados garanticen la protección a la comunidad LGBT de actos homofóbicos, que se intensifique la lucha contra la homofobia (mediante métodos educativos, administrativos, judiciales y legislativos) y que la Comisión Europea se asegure de que todos los estados cumplen con la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea y de los tratados de la Comunidad Europea.

Debate en las Naciones Unidas

El gobierno de Francia mediante su embajador en las Naciones Unidas, solicitó en 2008 que la homosexualidad sea despenalizada a nivel mundial mediante una resolución no vinculante.

Urgimos a los estados a tomar todas las medidas necesarias, legislativas o administrativas, para asegurar que la orientación sexual o la identidad de género no puedan ser, bajo ninguna circunstancia, base para una persecución penal, en particular ejecuciones, arrestos o detenciones

Texto de la resolución

En total, 66 países votaron a favor, incluyendo a los de la Unión Europea y muchos de América Latina, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba y Venezuela. Entre los países que no firmaron la resolución estaban Estados Unidos, China, Rusia, El Salvador y los países de mayoría musulmana. Los 57 países pertenecientes a la Conferencia Islámica y el Vaticano, a pesar de solo tener estatus de observador, fueron especialmente vocales en su oposición. La posición del Vaticano sería de forma y no de fondo: la Iglesia se opone a la criminalización de la homosexualidad, pero no quiere poner en el mismo plano a la homosexualidad y la heterosexualidad, lo que, desde el punto de vista católico, se estaría haciendo al aceptar la «orientación sexual» y la «identidad de género» como hechos. El temor es que esta igualdad pudiera llevar a ejercer presión sobre determinados países o religiones para aceptar la igualdad de la comunidad LGBT, en el sentido del matrimonio u otros derechos reivindicados por los homosexuales. La postura del Vaticano produjo reacciones de asociaciones LGBT y protestas en diversos países, entre ellos España.

Claustrofobia

La claustrofobia (del latín claustrum -cerrado- y el griego φόβος, -fobia, miedo-) está considerada, por el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV, 1994), como una fobia específica dentro de los trastornos de ansiedad. Al ser un miedo a los espacios cerrados, aquellos que la padecen suelen evitar los ascensores, los túneles, el metro, las habitaciones pequeñas, el uso de técnicas de diagnóstico médico como el TAC o la RMN. Y es que la persona claustrofóbica no tiene miedo al espacio cerrado en sí mismo, sino a las posibles consecuencias negativas de estar en ese lugar, como quedarse encerrado para siempre o la asfixia por creer que no hay suficiente aire en ese lugar. La mayoría de los espacios pequeños y cerrados suponen un riesgo de quedarse encerrado, como en un ascensor, y una limitación de los movimientos, por lo que las personas con claustrofobia pueden sentirse muy vulnerables al limitarles de esa forma los movimientos. Cuando una persona que sufre claustrofobia anticipa que va a entrar, o entra, en un espacio cerrado, experimenta una reacción de ansiedad intensa como falta de aire, palpitaciones o mareo. Debido a estos síntomas, normalmente se evitan los espacios cerrados. Por ejemplo, subir por las escaleras 12 pisos antes que usar el ascensor, negarse a que le practiquen un TAC incluso cuando es necesario, no utilizar el tren o el metro, serían algunos casos. Como en otras fobias específicas, la respuesta de ansiedad disminuye considerablemente cuando la persona abandona el sitio cerrado.

Frecuencia.-

Se estima que entre un 8 y un 6% de la población general padece de claustrofobia, originada generalmente por haber vivido una experiencia desagradable en un espacio cerrado (como quedarse encerrado en un ascensor). Pero también el miedo a los espacios cerrados puede adquirirse indirectamente, por recibir información sobre experiencias desagradables en espacios cerrados o ver a alguien pasar por una experiencia de este tipo, cabe resaltar que dichas personas que sufren de este trastorno mental deben evitar los espacios cerrados, ya que una vez que empieza este trastorno es difícil de controlar a la persona, ya que empieza a desesperarse.

Factores de Riesgo.-Los siguientes factores de riesgo están asociados con una creciente probabilidad de desarrollar claustrofobia o ataques de ansiedad claustrofóbica.

Un antecedente de ansiedad o nerviosidad cuando se está dentro de un cuarto o espacio encerrado. Evitar continuamente las situaciones que provocaron ataques previos de ansiedad; la elusión repetida de hecho puede incrementar la probabilidad de un ataque claustrofóbico y su severidad.

Síntomas.-Los síntomas pueden incluir aquellos típicos de un ataque de pánico:

Sensación de falta de aire

Sudoración

Latidos acelerados.

Falta de aliento o hiperventilación

Temblores

Aturdimiento o desmayos

Náuseas

Mareo

Sensación de tener pavor, terror, pánico

Otras señales de claustrofobia incluyen: Buscar automática y compulsivamente por las salidas cuando se está en un cuarto o sentirse temeroso si las puertas están cerradas. Evitar los elevadores, subirse a trenes subterráneos o a aviones, o a un auto cuando hay mucho tráfico. En situaciones sociales donde hay mucha gente, permanecer cerca de las salidas

Experimentar cualquiera de estos síntomas no implica que se deban a la claustrofobia. Estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones de salud, algunas de ellas potencialmente peligrosas.

Ejemplos donde se da la claustrofobia:

Cama solar

Cabina de teléfono

Metro

Bañera cerrada

Ascensor

Cuevas

Aviones

Sauna

Ser sometido a un TAC

Túneles

En casos extremos, aseos

Discotecas

Conciertos

Cine

Ambulancias

Tratamientos.-Las opciones incluyen lo siguiente:

- Psicoterapia

El tipo más común de tratamiento para la claustrofobia involucra asesoría de salud mental enfocada a vencer el miedo y a controlar las situaciones desencadenantes.

Los diferentes tipos de estrategias incluyen:

Técnicas de relajación y visualización diseñadas para calmar el miedo cuando se está en un ambiente claustrofóbico.

Terapia cognitiva del comportamiento (CBT, por sus siglas en inglés), una estrategia que involucra el aprender a controlar los pensamientos que ocurren cuando confronta las situaciones que inducen miedo de manera que cambie su reacción.

La claustrofobia es un miedo intenso e irracional que tiene una persona cuando se enfrenta a espacios cerrados. Los lugares más temidos por los claustrofóbicos, son las habitaciones pequeñas, los sótanos, los ascensores, el tren, entre otros. Los claustrofóbicos,  no le temen a la situación en sí misma sino a las consecuencias negativas que esta pueda acarrear, como por ejemplo quedarse encerrado o  asfixiarse. Como toda fobia, el claustrofóbico limita su vida cotidiana evitando toda situación que implique estar encerrado en espacios pequeños. A continuación te daremos ciertas pautas para tratar la claustrofobia.

Instrucciones.-

Consulta con un especialista. Se recomienda la Terapia Conductivo- Conductual que tiene como objetivo la modificación de la conducta. La terapia te acompañará en este proceso y te ayudará a disminuir la ansiedad frente a estas situaciones.

Técnicas de relajación y respiración. La claustrofobia es un trastorno de ansiedad, por lo que éste tipo de técnicas te pueden ayudar a superar la tensión que se genera frente a la situación temida.

Imagínate en la situación. Como primer paso para vencer la claustrofobia, resulta importante tratar de pensarte en una situación que genere estos sentimientos. Trata de pensar cómo es tu reacción y cómo deberías reaccionar, piensa en estrategias para vencer el temor.

Habla del tema. Cuéntale a alguien que tengas confianza cómo te sientes. Muchas veces poner en palabras nuestro miedo es el primer paso para asumirlo y vencerlo.

Retoma tu vida cotidiana. De a poco, intenta tratar de realizar aquellas actividades que has dejado de hacer por la claustrofobia. En principio, puedes pedirle a un ser querido que te acompañe. Comienza por subir a un ascensor con alguien, inicia con un piso. Luego intenta superarte y trata de hacerlo solo.

Pensamiento positivo. Cuando te enfrentes a una situación que te generé miedo intenso, trata de pensar en cosas buenas y positivas. Evita asociar la situación con pensamientos negativos, piensa en positivo y aférrate a ese pensamiento.

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Consejos.-

Consulta con un médico especialista. No consumas ningún tipo de medicamento sin la recomendación de un profesional de la salud.

RESUMEN

FOBIAS:

CONCLUSIONES