¡A ver si podemos!

Las veces que pienso que voy a ser leído, me causan estupor, pues me imagino siendo parte del entretenimiento de alguien que al cabo de cinco minutos se olvidará de todo lo que pude haber mencionado, quizá a aquel individuo le bastó un poco de su tiempo, pero a mí me costó un pedazo de mi vida, pues resulta ser que la urgencia de inventar me persigue, es por eso que mis pensamientos se tradujeron en letras que no esperaban ansiosas el aplauso de la gente, esperaban ansiosas: salir y enfrentarse con la indiferencia de sentirse desposeídas.

Mis palabras aquí no pretenden dibujar sonrisas en rostros desconocidos, ni tampoco arrancar lágrimas, más bien son eco de mi silencio, silencio que resucita en forma de melodías cargadas de locura y desenfreno. Pasa por el hecho de habitar en memorias desconocidas, de caminar al compás del galope sutil de mis dedos, que enmarañados buscan trazar fronteras entre lo eterno y lo fugaz.

Por eso he tomado la resolución de convertirme en expresiones que asuman la inquebrantable necesidad de perpetuarse en las decadentes visiones de esté efímero presentimiento de realidad, no obstante permitiré la intromisión de lo que no se concibe como lo adecuado, para mencionarte a ti lector de palabras escasas, a ti de que degustas lo abstracto, déjame que te cuente lo que mis ideas y las tuyas pueden hacer, imagínate que nos convertimos en la voz de lo que carecen de ella, o tal vez, nos despojamos de los temores que abundan nuestros frágiles pero mágicas mentes.

Qué te parece amigo mío si surcamos lo indómito, si nos envolvemos para convertirnos en una sola voz, donde tus ideas y las mías resultan cambiar lo que nos despoja de vida.

Tú

Me deslizo lentamente por cada uno de tus recuerdosme miro mirándotete sueño vagabundo entre mis sonrisas

Siento tus palabras tocándomecamino directo a tus pupilas y a veces te encuentro buscándome

Abrigo tu ausencia con el deseode tus momentos encantadosvigilo tus horas desdichadasde tus momentos oscuros...