fallo 259

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Poder Judicial de la Nación TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA SENTENCIA Nº 20/2.013 : En la ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro, a los 23 días del mes de DICIEMBRE del año dos mil trece se reúne el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de General Roca integrado por el Dr. ORLANDO ARCANGEL COSCIA como Presidente y los Sres. Vocales Dr. ARMANDO MARIO MARQUEZ y Dr. EUGENIO KROM, asistidos por la Sra. Secretaria Dra. ELIANA BALLADINI para dictar sentencia en los autos caratulados “DELVAS, SERGIO GERMÁN – FUENTES, MARIO ALBERTO S/LEY ESTUPEFACIENTES ”, Expediente N° 752 – Fº 252 – Año 2.011 del registro del Tribunal, originario N° 7876/2010 del Juzgado Federal de 1º Instancia de San Carlos de Bariloche, Río Negro, causa que fuera seguida contra: SERGIO GERMÁN DELVAS , alias “CHEKO” titular del D.N.I. Nº 22.473.812, argentino, nacido el 18 de febrero de 1972 en la ciudad de Neuquén, provincia homónima, hijo de José Antonio y de Ana María VILLANUEVA, soltero, con instrucción secundaria incompleta, de profesión mecánico, domiciliado en calle 5 del Barrio Gregorio Álvarez, Neuquén, asistido por la Sra. Defensora Pública Oficial ad-hoc, Dra. Gabriela LABAT. Y contra MARIO ALBERTO FUENTES , alias “CACHI”, identificado con el D.N.I. Nº 26.810.227, argentino, nacido el 28 de agosto de 1982 en Neuquén, provincia de homónima, hijo de Remigio y de Mirta RIQUELME, soltero, actualmente desempleado, con domicilio en Barrio Fonavi, Tira 3, Entrada “B”, 1º Piso “A” de la ciudad de Neuquén, bajo la asistencia técnica del Sr. Defensor de confianza, Dr. Juan Carlos RIOS IÑIGUEZ. Concurrió además al debate la Sra. Fiscal del Tribunal, Dra. Mónica BELENGUER.

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Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

SENTENCIA Nº 20/2.013: En la ciudad de General Roca,

Provincia de Río Negro, a los 23 días del mes de DICIEMBRE

del año dos mil trece se reúne el Tribunal Oral en lo

Criminal Federal de General Roca integrado por el Dr.

ORLANDO ARCANGEL COSCIA como Presidente y los Sres. Vocales

Dr. ARMANDO MARIO MARQUEZ y Dr. EUGENIO KROM, asistidos por

la Sra. Secretaria Dra. ELIANA BALLADINI para dictar

sentencia en los autos caratulados “DELVAS, SERGIO GERMÁN –

FUENTES, MARIO ALBERTO S/LEY ESTUPEFACIENTES”, Expediente N°

752 – Fº 252 – Año 2.011 del registro del Tribunal,

originario N° 7876/2010 del Juzgado Federal de 1º Instancia

de San Carlos de Bariloche, Río Negro, causa que fuera

seguida contra: SERGIO GERMÁN DELVAS, alias “CHEKO” titular

del D.N.I. Nº 22.473.812, argentino, nacido el 18 de febrero

de 1972 en la ciudad de Neuquén, provincia homónima, hijo de

José Antonio y de Ana María VILLANUEVA, soltero, con

instrucción secundaria incompleta, de profesión mecánico,

domiciliado en calle 5 del Barrio Gregorio Álvarez, Neuquén,

asistido por la Sra. Defensora Pública Oficial ad-hoc, Dra.

Gabriela LABAT. Y contra MARIO ALBERTO FUENTES, alias

“CACHI”, identificado con el D.N.I. Nº 26.810.227,

argentino, nacido el 28 de agosto de 1982 en Neuquén,

provincia de homónima, hijo de Remigio y de Mirta RIQUELME,

soltero, actualmente desempleado, con domicilio en Barrio

Fonavi, Tira 3, Entrada “B”, 1º Piso “A” de la ciudad de

Neuquén, bajo la asistencia técnica del Sr. Defensor de

confianza, Dr. Juan Carlos RIOS IÑIGUEZ. Concurrió además al

debate la Sra. Fiscal del Tribunal, Dra. Mónica BELENGUER.

En la requisitoria de elevación a juicio (fs.343/357) el

Fiscal de grado Dr. Jorge BAGUR CRETA, atribuyó a MARIO

ALBERTO FUENTES haber tomado parte a sabiendas en el

transporte de estupefacientes llevando consigo y en el

interior de su mochila -ocho envoltorios de sustancia

vegetal prensada embalada en cinta marrón “ladrillos”;

cuatro envoltorios de nylon que contenían sustancia vegetal;

y tres envoltorios enfundados en cinta marrón, que contenían

un total de treinta porciones de sustancia blanca compactada

“tizas”- y dentro de su morral –cuatro envoltorios de

sustancia vegetal prensada embalada en cinta marrón-, a

bordo del coche de la empresa “El valle”, desde la provincia

de Neuquén, con destino a la ciudad de Bariloche, provincia

de Río Negro, concretamente en la terminal de ómnibus de esa

ciudad, en donde personal policial requirió su

identificación el día 24 de febrero de 2010 a las 05.00

horas.

En cuanto a SERGIO GERMÁN DELVAS el hecho que se le imputa

consistió en haber cooperado de un modo no imprescindible a

la ejecución del transporte de estupefacientes que ejecutó

Mario Alberto FUENTES, ya que salió al mismo tiempo y con

similar itinerario que el medio en el que viajó el

transportador de Neuquén hacia Bariloche, se conocía con

FUENTES y estaba registrado en la agenda telefónica de éste,

buscó averiguar por teléfono sobre la situación de que quien

ya había llegado a destino al llamarlo al aparato que

portaba, y se hizo presente en la estación terminal donde se

debía hallar el carguero mostrando que buscaba a alguien,

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presumiblemente para retirar la droga que aquél había

trasladado y debía entregar.

Calificó la conducta de los imputados como tráfico de

estupefacientes en la modalidad de transporte asignándole a

FUENTES responsabilidad a título de autor y a DELVAS,

responsabilidad en calidad de partícipe secundario (arts. 45

y 46 del Código Penal, 5° inc. “c” de la Ley 23.737). Dicho

encuadre coincide con el fijado en el resolutorio obrante a

fs.179/191.

Las partes formularon sus alegatos en la audiencia de

debate. A continuación se transcriben sus respectivas

posiciones en sus tramos más destacados.

Así la Sra. Fiscal General, Dra. Mónica BELENGUER dijo: que

en primer término va a acusar por el hecho, autoría y

participación por la que los acusados vienen requeridos a

juicio en esta causa. Hizo referencia al procedimiento

llevado a cabo en la terminal de ómnibus de la ciudad de San

Carlos de Bariloche el día 20 de marzo de 2010, y a la

declaración del personal policial y de los testigos del

procedimiento, indicando que todo lo acontecido surge con

claridad en el acta procedimental la cual fue labrada con

los recaudos previstos por ley. En ese contexto relató que

FUENTES se trasladó desde la ciudad de Neuquén a San Carlos

de Bariloche y que al ser interrogado respecto del material

estupefaciente que llevaba consigo afirmó que el mismo no

era de su propiedad, que alguien lo venía a buscar, luego

aseguro que no sabía que transportaba, pero sí que había un

precio por el traslado. A esa Fiscalía le cuesta creer que

FUENTES no sabía qué transportaba; a lo sumo debía

presumirlo ya que iba a recibir un pago por ello, tuvo el

dominio, el acceso y el conocimiento de lo que transportaba.

Por otro lado, la versión de DELVAS de que en la búsqueda de

un kiosco, el de la terminal de colectivos era el único que

se encontraba abierto, no fue acreditada, sumado a ello

poseía en su agenda telefónica como contacto a FUENTES, con

quien intentó comunicarse minutos antes de que el primero

arribara a la estación de ómnibus. Alegó que el transporte

de estupefacientes se configura con el solo hecho de

trasladar la droga, y que esa Fiscalía estaba convencida de

que FUENTES fue prácticamente un instrumento en el

transporte del material estupefaciente a cargo de DELVAS,

puesto que de la pericia del celular de éste último surgía

claramente que se dedicaba al tráfico de estupefacientes. Lo

cierto es que la droga fue secuestrada bajo el dominio de

FUENTES, la cooperación de DELVAS no fue imprescindible para

la ejecución. Acusó a ambos imputados por el delito de

transporte de estupefacientes. Solicitó que a FUENTES se le

imponga la pena de 4 años, más multa de $400, accesorias

legales y costas del proceso. En orden a DELVAS, peticionó

se le imponga la pena de dos años de ejecución condicional,

multa de $225, accesorias legales y costas del proceso. Por

último requirió, respecto del vehículo secuestrado en autos,

cuya utilización para cometer el delito no fue acreditada, y

debido a que la titular registral del automotor no es

imputada en la causa, se restituya el automotor a la misma.

A su turno, alegó la Dra. LABAT, Defensora Pública Oficial

del imputado Sergio German DELVAS quien planteó la nulidad

de la requisa de la camioneta, por realizarse sin orden

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judicial, sin expresar los motivos de urgencia y su

realización en horario nocturno. Afirmó que no existe

certificación de una comunicación telefónica con el juzgado

federal para que se procediera como se hizo; tampoco se dejó

constancia actuarial de haber recibido un llamado del

Principal de P.F.A ROMERO. Indicó que a fs. 96 existía un

decreto, fechado dos días después del procedimiento, donde

el juez hace una especie de relato del procedimiento, que no

se corresponde con lo que sucedió. Además aseguro que los

testigos no corroboraron el procedimiento y no existía

motivo suficiente para actuar, que el juez autoriza a

proceder basándose en el art.230, por lo que debía estar

debidamente fundado y no lo hace por el 230 bis, no había

razones de urgencia. Respecto al llamado que se le achaca a

DELVAS, esa Defensa considera que existe una falta de lógica

puesto que el supuesto llamado tiene hora 06.02 hs. y el

procedimiento se efectuó a las 05.30 hs.; por lo que FUENTES

ya había sido detenido y DELVAS interceptado. También

plantea la nulidad de la requisa personal, la misma se llevó

a cabo sin orden y no existían motivos suficientes para

detener y requisar a DELVAS, ni siquiera circunstancias

previas o concomitantes que lo justificaran. Además dicha

requisa no fue presenciada por dos testigos hábiles, sólo

con un testigo civil. Otra nulidad que esa Defensa quiere

formular es la de la indagatoria de fs.109/111 y de fs.

174/175, debido a que en las mismas no se detalló toda la

prueba que había en la causa, se lo indagó por algo que

presumían era droga, no se hizo pesaje, ni pericia química.

Posteriormente a la segunda indagatoria, se efectuó el

examen pericial; pero ni éste ni los mensajes de texto le

fueron imputados a su asistido en ese acto. Por otro lado

los testigos HUENCHOCOY y OYARZO PINO recordaron que se

intercepto una camioneta pero no pudieron dar más detalles;

INFANTE brindó tres versiones distintas, y el Principal

ROMERO sólo recordaba haber realizado consulta con el

Secretario del Juzgado y que éste le dio directivas. En

definitiva, afirmó que todo lo que se hizo respecto de su

asistido es nulo de nulidad absoluta por haberse violado

garantías constitucionales; los elementos de prueba; y la

falta de ratificación del procedimiento por los testigos;

toda esa duda favorece a su defendido. Los elementos

objetivos no han sido configurados y el Ministerio Público

Fiscal no ha aportado ninguna prueba que asegure que la

intención de DELVAS era compartir la droga con FUENTES.

Además, explicó que la participación secundaria exige

también una intención, una convergencia con el otro en el

hacer. En definitiva solicita la absolución lisa y llana de

su asistido, por las nulidades planteadas; secundariamente

la absolución por atipicidad por no acreditarse el elemento

subjetivo que requiere la figura penal y subsidiariamente

por la duda en virtud del art.3 del CPPN.

Finalmente, expuso su alegato el Dr. RIOS IÑIGUEZ, Defensor

Particular de FUENTES. Comenzó diciendo que adhiere a todas

las nulidades planteadas por la Sra. Defensora Oficial. En

ese sentido afirmó que se está ante un procedimiento

violatorio de normas constitucionales procesales, porque se

efectuaron requisas sin autorización judicial alguna. Se

procedió sin testigos al abrir el bolso de FUENTES.

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Peticionó la nulidad de la indagatoria, adhiriendo a los

argumentos de la defensa de DELVAS y también porque la

ampliación de la indagatoria de su cliente se realizó sin su

presencia. Así explicó que el día 22 de marzo su defendido

es llamado a prestar declaración indagatoria bajo la

asistencia de la defensora oficial, Dra. FARIÑA, en esa

oportunidad FUENTES no se prestó al acto. Un día después,

esa Defensa se hace presente en la comisaría de Bariloche,

acepta el cargo de defensor de confianza de FUENTES, fijando

domicilio a los efectos legales en los estrados del Juzgado

de esa ciudad. El día 28 su cliente presenta una carta

manuscrita pidiendo se le otorgue la oportunidad de

declarar, esa defensa es notificada de que el día 31 de

marzo se tomaría la ampliación de la indagatoria al incuso.

En ese acto el juez, estando a su aceptación de defensor de

confianza de FUENTES, lo dejó en estado de indefensión.

Manifiesta que el juez no debió autorizar su declaración,

por el art.104 del C.P.P.N. Citó el fallo de la C.S.J.N

dictado en los autos: “NUÑEZ, Ricardo Alberto”. Dijo que con

muy escaso argumento la Fiscalía entiende que su cliente

sabía lo que llevaba, y esa Defensa se pregunta ¿si no sabía

que llevaba en su mochila, puede llevar a una condena?. No

le parece suficiente. El argumento sostenido por la Fiscalía

de que FUENTES fue un instrumento, le sirve, porque el

instrumento no razona. Expone que esa Defensa ha acompañado

informes médicos, no plantea la inimputabilidad, sino la

adicción exteriorizada por FUENTES, lo que lo ha colocado en

una situación donde le cuesta decir que no. Su cliente tiene

características de abulia porque fue usado, y presenta

alguna lentitud psíquica. A FUENTES lo usaron para llevar un

bulto, pero alguien se le pasó, si no se encuentra

acreditado que él sabía, no está acreditada la tipicidad de

su conducta, por lo que lisa y llanamente dejo peticionada

la absolución de su cliente.

Seguidamente el Sr. Presidente le concedió la palabra a la

Sra. Fiscal invitándola para que diga cuanto estimara

pertinente en punto a las nulidades articuladas, y en su

caso hiciera uso del derecho a réplica. Centrada únicamente

en responder los planteos nulidicentes dijo que el

procedimiento llevado por los preventores fue dentro de sus

atribuciones, no se afectó derecho constitucional alguno, se

pidió autorización al Juzgado. En cuanto a la nulidad de la

indagatoria, consideró extemporáneo al planteo por ser la

primera oportunidad que se introduce, agregando que se han

respetado las formalidades de ley, propiciando el rechazo

total por el principio de preclusión de los actos

procesales.

Los imputados no hicieron uso del derecho a pronunciar

palabras finales.

Cumplido el proceso de deliberación establecido en el

artículo 396 del CPPN, el Tribunal conforme lo autoriza el

segundo párrafo del artículo 398 del ordenamiento ritual

efectuó el sorteo surgiendo el siguiente orden para la

votación: Dr. COSCIA, Dr. MARQUEZ y DR. KROM. Se estableció

para resolver el caso el planteamiento de las siguientes

cuestiones:

PRIMERA:

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¿Corresponde hacer lugar a las nulidades propuestas como

defensas de fondo?

SEGUNDA:

¿Existió el hecho; fueron sus autores los imputados?

TERCERA:

¿Qué calificación legal cabe asignarles?

CUARTA:

¿Qué sanción les corresponde a los acusados; deben cargar

costas procesales?

PRIMERA CUESTION:

¿Corresponde hacer lugar a las nulidades propuestas como

defensas de fondo?

El Dr. ORLANDO A. COSCIA dijo:

En sus alegatos los letrados interpusieron diversos planteos

que por razones de orden metodológico trataré con carácter

preliminar, agrupándolos según especies comunes arrimadas

por ambos defensores. Veamos entonces los respondes a cada

una de las pretensiones instauradas.

I. Nulidad de las requisas:

La Sra. Defensora Oficial, en importante esfuerzo

argumentativo, solicitó se declaren nulas las requisas

practicadas por la autoridad policial al momento de ser

llevados a cabo los procedimientos bajo análisis.

Concretamente sobre la requisa personal efectuada sobre

DELVAS dijo que fue realizada sin orden judicial, no

existiendo motivos suficientes ni circunstancias previas o

concomitantes que la justifiquen. En relación a la

inspección de la camioneta Ford Ranger, doble cabina,

dominio IJT-189 que conducía su asistido al momento del

procedimiento, también postuló su nulidad. Sostuvo que dicha

inspección fue realizada sin orden judicial, sin expresar

los motivos de urgencia que autorizaban tal proceder, en

horario nocturno y sin constancia actuarial en el expediente

de conocimiento de la magistratura.

Dijo que el art. 230 bis –último párrafo CPPN- concede

“amplias” facultades a las fuerzas de seguridad, aunque

exige la existencia de determinadas circunstancias que en el

sumario traído a juicio no se vieron cumplidas. Concluyó que

en el proceso se produjo una ofensa a la intimidad de su

defendido al haberse practicado una requisa personal y

vehicular irrespetuosa de derechos y garantías superiores.

En ese lineamiento el Dr. RIOS IÑIGUEZ, defensor de

confianza del acusado FUENTES, adhirió en todos los términos

a los planteos formulados por la Dra. LABAT. Sostuvo que fue

un procedimiento violatorio de normas constitucionales y

procesales al efectuarse requisas sin autorización judicial.

La Fiscal General BELENGUER demando el rechazo de los

pedimentos. Aseguró que los preventores actuaron dentro de

sus atribuciones, sin afectar derecho constitucional o

procedimental de los acriminados.

Nulidades de declaraciones indagatorias:

En segundo lugar la Defensa Oficial de DELVAS peticionó

también se nulifique la declaración indagatoria prestada por

su asistido a fs. 109/111 y 174/175. Centró su argumento en

la falta de enunciación de la prueba. Explicó que tampoco se

había practicado pericia química sobre el material

estupefaciente y que una vez realizado el estudio técnico,

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no se incluyó como elemento de cargo en una ampliación de

indagatoria.

El abogado RIOS IÑIGUEZ, también formuló la nulidad de la

declaración indagatoria tomada a FUENTES con carácter

ampliatorio. Dijo que este acto procesal se llevó a cabo sin

la asistencia técnica a su cliente, estando él legalmente

designado, afectándose con el ello los derechos de FUENTES.

Una vez más la Fiscal General se expidió por el rechazo de

las temáticas arrimadas. Entendió al planteo de RIOS IÑIGUEZ

extemporáneo; entendió correcta la enunciación formulada en

las indagatorias, previo confronte de los contenidos que

exponen.

Puesto a resolver cuanto han peticionado las partes a título

preliminar, propongo al acuerdo que lidero el rechazo total

de sus pretensiones, según los fundamentos que a

continuación postulo.

I.- En primer lugar, las requisas efectuadas por personal de

Policía Federal Argentina, Delegación San Carlos de

Bariloche (Delitos Federales y Complejos). Cabe repasar,

entonces, las circunstancias y formas de su realización para

recién allí inspeccionar las invocadas violaciones

normativas.

Pues bien, el acta de inicio agregada a la discusión final

como elemento de prueba, sin oposición u objeción de partes,

y que aparece por tanto como instrumento público que goza de

plena fe, se ha encargado de aclarar desde sus primeras

líneas las circunstancias de su realización; “…que debido a

la escasez de control policial que hay entre la franja

comprendida en horario de 04.00 a 09.00 hs, en la fecha

siendo las 05.00 se implanta un selectivo control

poblacional en la estación de ómnibus de la ciudad, sobre

pasajeros de distintos micros que arriban a este medio,

utilizando para ello can rastreador. Que siendo las horas

05.30 aproximadamente arriba el primer micro siendo de la

empresa El Valle procedente de la ciudad de Neuquén del cual

descienden algunos pasajeros, en ese momento se comienza a

interceptar a algunos, más aquellos que portaban bolsos de

mano y mochilas…” (cfr. fs 01/05).

El escenario recreado por la autoridad, visto en sinnúmero

de casos por este Magistrado, ejecutado por diversos

organismos de seguridad que operan territorialmente en éste

circuito federal, no puedo sino inscribírselo con urgencia

interpretativa en una actuación de tipo ordinaria, propia de

esa agencia nacional de investigación. Entre múltiples

funciones, dedica su esfuerzo a desplegar tareas de

prevención y persecución de conductas ilícitas previstas en

la ley 23.737, apareciendo casi como la función primordial

en el ámbito “interior” del país.

Actuación por otra parte inscripta en planes de trabajo

preestablecidos por la superioridad, ejecutados de acuerdo a

cuanto autoriza y obliga su propia carta orgánica de

funcionamiento con ajuste, claro ésta, a la norma procesal

penal vigente. Análisis preliminar que adverso a cuanto se

verifica en los grandes centros urbanos, resulta un

despliegue policial ejecutado con un reducido número de

agentes, únicos representantes de esa fuerza federal en una

zona tan extensa como dura desde lo geográfico a lo

climático, y ciertamente alejados de cualquier apoyo de

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otras unidades colegas en un radio inmediato de cientos de

kilómetros a la redonda.

En ese despliegue rutinario, al menos uno de los ciudadanos

requeridos –identificado luego como el hoy procesado

FUENTES– negó primero poseer documentos de identificación

personal para inmediatamente contestar con “evasivas” (sic)

a los requerimientos de policías federales individualizados

como tales.

Fue precisamente esa conjunción de situaciones

(indocumentación del sujeto más respuestas elusivas a

preguntas), en el marco de un control común y general de

prevención, lo que alertó a los agentes y los condujo a

intensificar y ampliar el nivel de injerencia sobre los

derechos del sujeto requerido. Y fue esa la experiencia

profesional y precedente en cumplimiento de esas funciones,

posicionados frente a un sujeto sospechoso, lo que los

decidió convocar al otro uniformado junto al can adiestrado

en la detección de narcóticos.

Entonces “…Al pasar el perro por la mochila y el bolso tipo

morral que esta persona portaba, el animal señala como que

ambos podrían contener sustancias estupefacientes…”, momento

en el cual el sujeto pesquisado dijo “NO ES MIA ME VIENEN A

BUSCAR” (ver acta citada).

Con ello acontecido, convocaron inmediatamente a testigos

civiles para asegurar al sujeto demorado y sus elementos

sospechados de criminalidad, a la postre requisados

materialmente con resultado “positivo”, en el argot

policíaco. Concretamente este fue el secuestro obtenido: en

la mochila, 12 de ladrillos de marihuana y 33 tizas de

cocaína; en el morral: cuatro ladrillos de marihuana; y en

poder del pasajero DNI Nº 26.810.227 a nombre de MARIO

ALBERTO FUENTES y teléfono celular negro marca SANSUNG.

Y aquí corresponde hacer un punto en el repaso de la

situación. Ello así para afirmar, fuera de toda duda

razonable que, al amparo del cuadro fáctico recreado y

establecido para la causa, no desconocido además por los

involucrados, que los parámetros y permisos del artículo 230

bis del rito procesal penal (concurrencia de circunstancias

previas o concomitantes que razonada y objetivamente

permitan justificar medidas de intrusión sobre los derechos

constitucionales de una persona) han encontrado comprobación

ajustada a derecho y jurisprudencia vigente en el caso

juzgado.

Ya desde hace tiempo en “FERNANDEZ PRIETO” (FALLOS 312:2947)

se introdujo el concepto de “causa probable” o “sospecha

razonable” a fin de convalidar la requisa y detención de una

persona sin orden judicial, siempre que fuera advertido que

sujetos actuaran de “manera sospechosa”, aunque no sin

invitar para una mejor validación del estándar a escrudiñar

cuidadosamente la totalidad de las circunstancias del caso

(“the whole picture”).

En ese lineamiento, validado posteriormente por la

disposición en estudio, tengo para mí que una consideración

en conjunto total de las circunstancias comprobadas en la

emergencia, habilitaron correctamente la actuación policial

autorizando a subsumir adecuadamente su proceder en el tipo

adjetivo que se invoca, sin posibilidad de error.

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“Es importante resaltar que no se trata de impedir a los

miembros de las fuerzas preventoras para que se guíen por su

experiencia y habilidad profesional en el cumplimiento de

sus obligaciones legales. Lo verdaderamente relevante es que

el funcionario actuante sepa brindar los verdaderos motivos

que sustentaron su accionar… Sólo así podrá ser sometida

posteriormente al escrutinio imparcial de la autoridad

judicial competente, para su debido control…” (Causa nº

452/13, CFCP Sala III, “RICOTTA, Leonardo s/ recurso de

casación”. Registro 2182/13, sentencia del 13/11/13).

Pero es más, cuanto aquí expongo en contra del estado de

inocencia que protege al inculpado, no se abastece solo del

acta de inicio a la que hice referencia. Idéntica secuencia

procedimental fue explicada por declarantes ante el plenario

oral y público (ROMERO, HUENCHOCOY, BUSTOS, INFANTE, etc.)

como así también reconocida en declaración indagatoria ante

el juez de sección por FUENTES, constituida en “fuente de

prueba”, aunque no sin agregar elementos vinculados a su

propia estrategia de defensa material (testigos e

indagatoria sobre los que volveré más abajo).

Pero en la obligación de ofrecer fundamentación razonada y

legal a esta postulación sentenciante, el corte analítico

establecido supra debe ser superado para proseguir en la

tarea de recreación histórica del suceso, aunque ahora

vinculado a DELVAS, respecto de quien también se peticionó

la nulidad de procedimiento de requisa.

Y para ello deseo retomar una situación a la que atribuyo

especial trascendencia y que fuera transcrita en los

párrafos que anteceden. FUENTES manifestó espontáneamente al

personal policial “…no es mía, me vienen a buscar…”. Esta

manifestación, cuestionada por los abogados defensores, en

mi criterio se ajusta a la más absoluta verdad de lo

acontecido. Ello lo afirmo no solo por lo escuchado en

audiencia a los testigos (para el caso INFANTE, etc., sin

existir motivos para dudar de la verdad de sus afirmaciones)

sino también a propósito de interpretar cuanto aconteció en

la secuencia bajo análisis desde la lógica, la psicología y

la experiencia común.

Y digo ello porque hasta ese mismo momento el personal

policial actuante se encontraba operando de manera

concentrada y única en relación al sospechoso FUENTES, no

teniendo dato, informe, constancia, ni tan siquiera

presunción de otro sujeto involucrado en la maniobra

ilícita.

La única forma por la que puedo explicar la aparición en

escena de DELVAS es en tanto y cuanto se le otorgue plena

credibilidad a la manifestación espontánea de FUENTES. Dicho

de otro modo, si FUENTES no se hubiera expresado de esa

forma, DELVAS no hubiera aparecido en el acto para los

agentes policiales porque justamente el procedimiento era

ordinario y de rutina sin inteligencia previa.

Más claro aún, para quienes conocemos el lugar de

ocurrencia de los hechos, es factible visualizar a los

policías trabajando con la situación de FUENTES y girando

recién a partir de las manifestaciones del mismo hacia las

dársenas de estacionamiento a propósito de la declaración

espontánea de aquel, instante en el que detectan al otro

sujeto estacionando un automotor y bajando en forma

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inmediata en la búsqueda de un tercero, tal como reflejó el

acta y explicaron en audiencia. Todo, claro está, facilitado

por lo temprano del horario del evento y la poca o nula

circulación de gente y rodados en el área.

Y a propósito de la protesta de los abogados en

esta cuestión preliminar, bien vale recordar que según el

acta de inicio “…ante la presunción de que este sujeto

viniera a buscar a la otra persona, se lo intercepta. Acto

seguido se promueve consulta con el Secretario del Juzgado

Federal de esta ciudad, Doctor Walter DA SILVA, quien

interiorizado de los pormenores de lo que estaba

aconteciendo, y con anuencia de S.S., dispuso: 1) Aprobar lo

actuado hasta el momento; 2) Se proceda requisar la mochila

y el bolso que el perro había marcado; 3) Identificar a los

ocupantes de la camioneta y requisarla; 4) Con el resultado

nueva consulta…”.

De forma tal, bien puede concluirse, que una vez más por

facultades propias de la autoridad policial, y ahora incluso

con autorización judicial, se procedió a identificar al

ocupante del rodado. Ese resultó ser Sergio Germán DELVAS, a

quien se le procedió a dar lectura de sus derechos y

garantías de ley, con la demora subsecuente.

Requisado el vehículo en presencia de testigos de

actuación fue secuestrado –de una gaveta ubicada a la altura

de la caja de cambios- un envoltorio de nylon color blanco

conteniendo sustancia polvorienta del mismo color similar en

aspecto a clorhidrato de cocaína, como así también un

teléfono celular marca “NOKIA” y otro marca “SAMSUNG”. Y del

bolsillo delantero derecho del buzo tipo ‘canguro’ que

vestía el sospechoso, otro envoltorio de nylon que contenía

una ‘piedrita’ de color blanca de la misma sustancia.

Por tanto es claro que la actuación policial en

relación a DELVAS tuvo la intervención de la autoridad

judicial competente a los fines de autorizar la requisa de

su persona y del vehículo que había estacionado en la misma

vía pública, en inmediaciones del procedimiento que se venía

realizando a la persona de FUENTES, ya demorado y sospechado

de criminalidad.

Es claro entonces que la autorización encontró para policías

y autoridad judicial fundamento razonado y concomitante en

cuanto venia aconteciendo con el otro sujeto, sin otra

explicación posible, atento la evidente relación entre

ambos.

Por todo lo expuesto, tal lo anticipado, se rechazan

las nulidades impetradas por ambos abogados defensores y

anunciadas en el acápite, vinculadas a nulidades de requisas

personales y de rodado, libre de imposición de costas. Así

lo propongo al acuerdo que lidero.

II.- En segundo lugar y en punto a la nulidad de las

declaraciones indagatorias formuladas por las partes,

corresponde separar los respondes.

En lo atinente a la descripción de la prueba anexada a las

actas de las declaraciones del imputado DELVAS (fs. 109/112

y 174/175), del repaso de las mismas, se observa una

adecuada descripción del hecho del proceso en circunstancias

de tiempo, lugar, modo y personas, como así también una

concreta descripción de los elementos probatorios materia de

secuestro. Se encarga a su vez el instructor de enunciar los

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elementos de cargo al indagado aunque, vale aclarar, sin

identificar concretamente los mismos. Tengo para la decisión

que ese último detalle no puede pulverizar de nulo el acto,

en tanto el magistrado de sección aclara que los mismos le

fueron enunciados, no poseyendo razón (sea propia, sea

otorgada por los curiales) para dudar de la verdad de cuanto

atesta ese instrumento público.

En ese tránsito deja también constancia el acta que el

sujeto requerido comprendió el hecho materia de imputación y

las pruebas obrantes en su contra.

De manera tal que, según mi entendimiento, las disposiciones

relativas a las actas y particularmente a la forma y

contenido de la indagatoria (art. 298, 299, 300, 301 y

ccdtes. Del C.P.P.N.) se encuentran ciertamente cumplidas,

motivo por el cual el reclamo no puede prosperar.

Mención aparte merece el reclamo del Sr. abogado RIOS

IÑIGUEZ cuando protesta de nula de la declaración de

indagatoria prestada por FUENTES en su ausencia y sin su

asistencia profesional.

Inicialmente FUENTES fue convocado a declarar

indagatoriamente a fs. 106/107 donde luce asistido por la

Defensa Oficial, oportunidad en la cual no se prestó al acto

indagatorio. Designado por el encausado letrado de confianza

–ver fs. 119/120-, el profesional constituye domicilio en

los estrados del Tribunal.

A fs. 148 solicita audiencia con el Sr. Juez a cargo del

Juzgado Federal y concedida la misma a fs. 153 peticiona

ampliar su declaración indagatoria; eso despacha

favorablemente según providencia que luce a fs. 154,

designándose audiencia para dos días después. Se libra

cédula al profesional según consta a fs. 162.

Abierto el acto de ampliación indagatoria en fecha y hora

fijada, FUENTES ratifica la designación del Dr. RIOS IÑIGUEZ

de fs. 118 “…señalando que no resulta necesario que el

nombrado se encuentre en el acto y que no requiere

entrevistarse previamente con él…”, sustanciándose el acto

ahora cuestionado.

En tales condiciones es claro que el profesional fue

anoticiado en forma y condiciones de ley; y que su ausencia

al acto se explica por la sola voluntad de aquel y no por

déficit de comunicación oficial o incumplimiento de

disposiciones legales vigentes. Sabido es que la asistencia

del abogado al acto indagatorio es un derecho del imputado

antes que un derecho del profesional que lo asiste, bastando

la comunicación previa a sustanciar la medida. En el

particular, el juez a quo cuidó las formas y las garantías

ofreciéndole el contacto previo con el letrado, lo que

FUENTES rechazó, manifestando además claramente su voluntad

de declarar sin la presencia del mismo.

En ese sentido, la norma dispone la facultad por parte del

imputado de mantener una entrevista previa con el letrado

que proponga, posibilidad de entrevista que constituye una

garantía procesal que asegura la defensa del incuso. Por

ello se ha dicho que: “…Los derechos a la entrevista previa

a la indagatoria con el defensor y a la asistencia de éste

al mismo acto, son una facultad reconocida en interés del

imputado y no de la defensa, por lo que el primero puede

renunciar a ellos” (Tribunal Oral Crim. Nº 9, in re

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

“Navarrete, Carlos R.”, rta. El 20/4/1993 en LA LEY, 1993-D,

369-DI1994-1-446).

No observo entonces afectado el derecho de defensa del

sujeto investigado en tanto surge claramente comprobado que

el mismo en todo momento dispuso de la facultad de contar

con asistencia letrada tanto previa como simultánea a su

declaración, reclamando además declarar sin el

apersonamiento del letrado de confianza, al cual, por otro

lado, se ocupó de ratificar.

Finalmente tengo también para esta decisión la falta de

requerimiento escrito o actuado (por vía telefónica o aún

por medio electrónico) por parte del Dr. RIOS IÑIGUEZ

requiriendo la suspensión de la audiencia que se le había

notificado por imposibilidad profesional o personal de

comparecer, todo lo cual se encontraba a disposición del hoy

reclamante. En ese sentido la Cámara Nacional de Casación

Penal, Sala II, in re “Guillen Varela, Juan W. y otros”,

rta. El 18/11/1993, dijo: “Siendo el imputado el titular de

todas las garantías que rodean al juicio, corresponde al

mismo decidir contar o prescindir del asesoramiento o

entrevista previsto en la última parte del art. 197

C.P.P.N., siendo exigencia que el defensor designado sea

notificado oportunamente”.

Por estos fundamentos también rechazo entonces la nulidad

incoada por el letrado, libre de imposición de costas, lo

cual así lo propongo. MI VOTO.

El Dr. ARMANDO M. MARQUEZ dijo:

Que adhiero a la solución vertida por el colega

preopinante.-

El Dr. EUGENIO KROM dijo:

Que concuerdo con el análisis realizado en el voto

precedente, por lo que adhiero al mismo.-

SEGUNDA CUESTION:

¿Existió el hecho; fueron sus autores los imputados?

El Dr. ORLANDO A. COSCIA dijo:

1. El hecho imputado y la defensa material esgrimida:

Que en ocasión de recibírsele declaración indagatoria a los

imputados DELVAS (fs.109/112 y 174/175); y FUENTES (fs.

106/107; y 168/170) se les hizo conocer el hecho atribuido y

las pruebas obrantes en el legajo en su contra.

FUENTES, sólo se prestó al acto indagatorio en la segunda

ocasión. Allí manifestó que jugando al fútbol en una cancha

de la ciudad de Neuquén, se encontró con un joven, al cual

conocía como “Sebastián”, que éste le propuso trasladar

algunas cosas hasta la ciudad de Bariloche a cambio de

$1.000. Que ante la falta de recursos, el dicente accedió y

en la terminal de ómnibus de Neuquén, “Sebastián” le entregó

una mochila, la cual no abrió en ningún momento,

desconociendo su contenido; y que al arribar a la ciudad de

Bariloche le fue secuestrada. Preguntado por el Juez de

grado acerca de si en algún momento sospechó que podía estar

transportando sustancia estupefaciente, el incuso afirmó: “…

yo algo imaginé, pero lo hice más que nada por la plata ya

que no tengo trabajo…”.

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

Por su parte, el imputado DELVAS, sólo declaró en una

oportunidad, allí negó tener conocimiento alguno respecto de

FUENTES, y del material estupefaciente secuestrado a éste.

Explicó que ese día regresaba de la ciudad de Neuquén hacia

la localidad de Bariloche donde tiene un terreno. Que detuvo

su marcha en la terminal de ómnibus barilochense a los fines

de comprar algo en el kiosco, porque sabía era el único

local que podía hallar abierto, y que en esa circunstancia

se encontraba cuando fue demorado por los agentes

policiales. Respecto de la llamada realizada a FUENTES, que

su teléfono celular registrara, dijo desconocerla.

2. Valoración de los elementos de cargo:

Cuanto fuera expresado en los parágrafos que anteceden, más

precisamente todo lo referido al procedimiento policial, la

interceptación de personas, pertenencias y vehículo

automotor, encuentran recreación suficiente con cuanto fuera

desarrollado al tratar la temática que antecede, motivo por

el cual, doy tales extremos por reproducidos en el acápite a

los fines de la fundamentación, todo en honor a la brevedad

argumentativa del fallo.

Centrado entonces en el análisis de la prueba dispuesta a

favor de este órgano de decisión procederé, en lo que sigue,

al examen de los testimonios y demás extremos de cargo. En

la instancia se recepcionaron sendas atestiguaciones.

Veamos.

El Oficial Jefe del Grupo de Investigación, Principal Víctor

Horacio ROMERO, explicó el hecho en toda su extensión, dando

cuenta en lo sustancial de la disposición de la partida

policiaca en la terminal de ómnibus de ciudad de San Carlos

de Bariloche, y el anoticiamiento vía telefónica de la

situación que comprometía al ciudadano FUENTES. Recordaba

también su concurrencia inmediata al sitio a requerimiento

de los numerarios y su arribo al lugar de los hechos.

Describió el escenario encontrado: FUENTES demorado,

pertenencias personales del sospechoso (mochila y morral)

con gesto positivo del can detector de narcóticos. En ese

tránsito de se observa la camioneta Ford Ranger con un

sujeto en actitud de búsqueda de una tercera persona,

estacionado en un espacio público, espacio ese que por el

horario del entuerto se encontraba vacío. Recordaba también

la ubicación de la FORD RANGER a la altura de la dársena

seis, a la sazón en la línea del micro de pasajeros en que

había llegado FUENTES. Explicó luego la demora de DELVAS y

su vinculación con el caso.

Los agentes policiales que intervinieron inicialmente en el

procedimiento, el Sargento INFANTE, y el Cabo Primero BUSTOS

también recrearon la secuencia de idéntica forma a la que se

viene aludiendo. Precisamente fue INFANTE quien en juicio

recordaba la actitud sospechosa de FUENTES ante el

requerimiento policial, indicada como mínimo de “nerviosa” y

“evasiva”; describía también el trabajo del can detector y

su reacción marcando las pertenencias del inculpado.

Los testigos de actuación Adrián HUENCHOCOY y Juan Fernando

OYARZO PINTOS confirmaron el procedimiento policial;

coincidiendo en las circunstancias temporo espaciales en

que se sucedieron los hechos, ratificando el acta de

procedimiento suscripta por ambos.

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

Las pequeñas diferencias en que habrían incurrido los

testigos apuntadas por los abogados defensores, por ejemplo,

ubicación de la camioneta, hora precisa del procedimiento,

etc.; no desnaturalizan el sólido cuadro probatorio

sopesado, quedando inscriptos en los naturales vaivenes del

recuerdo humano ante el tiempo transcurrido.

La calidad de “estupefaciente” de la sustancia hallada ha

sido acreditada mediante informe pericial efectuado por el

Grupo de Policía Científica del Escuadrón Nº 34 de

Bariloche, obrante a fs. 163/166 y fs. 308/311. De esa pieza

se desprende que el material incautado se corresponde a las

variedades “cannabis sativa” –marihuana- y clorhidrato de

cocaína, con pesos establecidos y con capacidad alucinógena

para conformar la cantidad de dosis umbrales que allí se

detallan (en mochila y morral habían 11,894 kg de marihuana,

con capacidad psicotóxica, y 292,13 gramos de cocaína, con

igual capacidad, pura esta última en un 18,10 % promedio, y

suficiente para configurar 1064,1 dosis promedio).

Como indicaron los defensores, a modo de protesta, en el

terreno de ocurrencia de los hechos no se efectuó test

orientativo de campo (también conocido como “narcotest”).

Ello no invalida de forma alguna el secuestro y posterior

peritación del material estupefaciente, toda vez que si

bien, no con frecuencia, ocurre que la autoridad preventora

no dispone de reactivos químicos, situación que parece haber

acontecido en autos. Interpretarlo de la forma que reclaman

los letrados equivaldría a no realizar secuestros de

narcóticos por falta de reactivos, lo que no soporta la más

básica lógica investigativa e interpretativa.

Y sobre el mismo elemento probatorio, su falta de

información precisa en indagatorias, como aquellos también

reclamaron, tampoco nada agrega. Si bien apropiada hubiera

sido su inclusión en el marco de un mejor estilo forense, su

agregación posterior al legajo y su permanente puesta a

disposición de partes junto a los demás elementos de cargo

(incluso en el espacio previsto en el artículo 354 del rito

procesal penal) autorizó de forma permanente el control de

esa prueba. Es más, los propios interesados hasta podrían

haber solicitado nuevas pruebas sobre el mismo material

secuestrado, cosa que así no hicieron.

El análisis de los teléfonos celulares incautados determinó

que el teléfono marca “Samsung”, abonado Nº 0299-15-5280900,

secuestrado a FUENTES, registraba una llamada del teléfono

Nº 0299-155360900, marca “Nokia”, secuestrado a DELVAS; a

las 06.02 hs.; así como que en la agenda telefónica del

celular de FUENTES figuraba registrado el número de DELVAS,

bajo el apodo “CHEKO” (conf. Análisis de fs. 41/57).

El vínculo entre encausados se desprende nítidamente del

análisis de los teléfonos celulares secuestrados, análisis

que desvirtúa las defensas materiales ensayadas en sus

indagatorias. Para el caso, FUENTES reconoció a todos los

contactos que se registran en su agenda a excepción del

identificado con el apodo “CKEKO”, quien es el coimputado

DELVAS, lo que demuestra la mendacidad de su afirmación,

inscripta en un vano, aunque legal, intento defensista.

El propio DELVAS, al anunciar sus datos personales en

indagatoria, informa ese sobrenombre. Sobre el particular es

claro que pudiendo no haberlo proveído o aún mentido al

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

respecto, así lo hizo, lo que habilita a su ponderación.

Enseña ALMEYDA, y en mi criterio enseña bien, sobre el

proceso de identificación en indagatoria que el imputado no

está obligado a decir verdad respecto de estos datos, aunque

informados, sí pueden ser tenidos en cuenta para ponderar la

sujeción al proceso del acriminado (Código Procesal Penal de

la Nación, Comentado y Anotado, T.II, página 521).

Ese apodo que surge igualmente de los mensajes entrantes del

celular secuestrado a DELVAS, explorado por la autoridad

(ver fs. 51), en contacto con otros sujetos.

Tampoco encuentra sustento probatorio la defensa de este

mismo imputado cuando indagatoriamente afirmó desconocer a

FUENTES, no tener relación con ese transporte de

estupefacientes, y que la llamada saliente de su celular al

aparato del coimputado le realizó el personal policial para

involucrarlo. Contra esto último fue sincero el testigo de

actuación HUENCHUCOY cuando describió cómo la autoridad

manipuló los aparatos en su presencia, narrando solo la

maniobra de exhibición sin utilización de los mismos para

realizar llamadas.

Finalmente, menos se comprueba la defensa de DELVAS al decir

que se detuvo en la estación de micros para acceder a un

kiosco, cuando la autoridad y testigos fueron contestes en

afirmar que lo observaron detenido en el lugar desde su

arribo, sin otra acción interpretable más que la de

expectación a su alrededor. Concretamente, no hay quien

informe su desplazamiento hacia los comercios existentes en

la estación de micros, lo que deja huérfana a su afirmación

indagatoria.

Por todo lo expuesto, sostengo, que el evento

precedentemente relatado y comprobado en la causa constituye

soporte fáctico del ilícito atribuido a los incusos fuera de

toda duda razonable, y acredita la existencia del hecho

según la participación que les fuera endilgada, en

circunstancias de modo, tiempo y espacio propuestas por la

Sra. Fiscal; en coincidencia con aquel postulado por el juez

de grado en el pronunciamiento obrante a fs. 179/191, y

detallado por el Fiscal de primera instancia en la solicitud

de elevación a juicio a fs. 343/357, impuesta en la apertura

del debate a los procesados. MI VOTO.

El Dr. ARMANDO M. MARQUEZ dijo:

Por compartir los fundamentos del primer voto, presto mi

adhesión.

El Dr. EUGENIO KROM dijo:

Que coincido con el detallado análisis de la materialidad

del hecho y autoría responsable de los imputados efectuado

por el colega de primer voto, adhiriendo al mismo.

TERCERA CUESTION:

¿Qué calificación legal cabe asignar?

El Dr. ORLANDO A. COSCIA dijo:

Respecto del encuadramiento legal del hecho atribuido a

FUENTES y DELVAS, comparto la postulación del Fiscal General

en juicio: tráfico de estupefacientes en la modalidad de

transporte (art. 5° inc. “c” de la Ley 23.737).

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

Con lo que llevo dicho, resta ahora individualizar el lugar

que, en términos de la teoría de autoría y participación

criminal, ocuparon los procesados. No tengo dudas que

FUENTES debe responder a titulo de autor del ilícito

anunciado arriba, toda vez que realizó con conocimiento y

voluntad los elementos contenidos en el tipo objetivo y

subjetivo de la norma en aplicación. Fue él mismo en

indagatoria quien explicó poseer cierto grado de certeza en

cuanto a que el objeto trasladado trataríase de

estupefacientes. No justifica su acción, su invocada

necesidad económica ante la falta de trabajo; aunque

seguramente cierto, no limito la autodeterminación del

sujeto a punto tal de colocarlo en un dilema entre no

infringir la ley o hacerlo como única forma de sostenerse en

su persona y la de su familia, de todo lo cual no hay

siquiera invocación o dato. Por tanto el episodio criminal

es una acción típica, antijurídica y culpable a su respecto.

Ahora bien, no interpreto feliz la subsunción legal

propugnada para DELVAS en este punto, aunque propongo al

acuerdo sujetarnos a la asignación en grado de participación

secundaria para el coimputado DELVAS.

En mi criterio resulta errónea, toda vez que entiendo al

incuso DELVAS coautor del delito de transporte atribuido en

la especie. La prueba relevada de manera directa en la

audiencia pública y el conocimiento personal y de visu

obtenido de los imputados en esa instancia me dejan

íntimamente convencido de que el titular de la droga

transportada era DELVAS, hombre bien formado con evidente

conocimiento y manejo de la situación, y capacidad económica

para solventar esa empresa. FUENTES fue un colaborador,

seleccionado adecuadamente a propósito de su escasa o nula

extracción y formación sociocultural, sus evidentes

necesidades y aún su condición de ex consumidor de

estupefacientes en la propia versión de aquel. Si algo

mostró además en ‘visu’ fue su incapacidad humana y

monetaria de sostener ese entuerto, a punto tal que su

propio abogado defensor calificó a su cliente como una

persona de escasa capacidad psíquica (influenciable, dijo),

aunque sin ingresarlo en forma alguna de imputabilidad.

No obstante ello, la pretensión expresada por el acusador

público, atento aparecer con fundamentación razonada y

legal, se levanta como un valladar insuperable, so riesgo de

modificar frente a la coautoría el quantum de la pena a

individualizar, actividad está vedada en la mejor y más

moderna jurisprudencia.

A tenor de estos fundamentos DELVAS responderá en calidad de

partícipe secundario del delito atribuido, en el marco del

pedimento efectuado por el Fiscal General.

La calificación definitiva resulta adecuada si consideramos

el cuadro probatorio colectado en autos y descripto

precedentemente.

En este sentido, ha dicho la Sala IV de la Cámara Nacional

de Casación Penal que: “El delito de transporte de

estupefacientes se consuma con el mero desplazamiento de la

droga sin que sea necesaria la constatación del dolo de

tráfico en el autor el cual sólo es exigible en las figuras

relacionadas con la comercialización del estupefaciente”.

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

(30-10-2008, “Arrieta Berrios, Juan y otro”, L.L. del 17-7-

2009).

Asimismo, la Sala III expresó: “El delito de transporte de

estupefacientes se ubica como una de las formas agravadas de

la simple tenencia prevista por el art. 14, primera parte,

de la Ley 23.737, y para su configuración basta la mera

traslación o desplazamiento de un lugar o paraje a otro,

portando a sabiendas los estupefacientes, y no se exige dolo

de tráfico o fines de comercialización y ni siquiera importa

el destino que posteriormente se le confiere a las

sustancias.” (13-7-2000, “P.H.M.”, L.L. Suplemento de

Jurisprudencia Penal del 22-12-2000, p.29).

De esa forma, deben responder por el delito de tráfico de

estupefacientes en la modalidad de transporte, los imputados

SERGIO GERMÁN DELVAS, en condición de partícipe secundario,

y MARIO ALBERTO FUENTES en calidad de autor penalmente

responsable; según el evento que declaro hecho criminoso

definitivo de este legajo según la descripción material e

histórica que antecede, restando ahora cristalizar la

sanción como corolario de todo este razonamiento en términos

de la teoría de la imputación delictual (arts. 45 del CP; 5°

inc. “c” de la Ley 23.737). MI VOTO.

El Dr. ARMANDO M. MARQUEZ dijo:

Arribo a iguales conclusiones que el Sr. Juez de primer voto

por compartir los fundamentos expuestos para el encuadre

legal; brindado mi adhesión.

El Dr. EUGENIO KROM dijo :

Comparto también la calificación legal propugnada por el Dr.

Orlando A. COSCIA.

CUARTA CUESTION:

Sanción e imposición de costas

El Dr. ORLANDO ARCANGEL COSCIA dijo:

Al formular la acusación en juicio, el Representante del

Ministerio Fiscal consideró apropiado la imposición de la

siguiente pena: para FUENTES, 4 años de prisión, multa de

$400, accesorias legales y costas del proceso (con

calificación legal como autor del delito de tráfico de

estupefacientes en su modalidad de transporte) y para el

imputado DELVAS la pena de dos años de ejecución

condicional, multa de $225, accesorias legales y costas del

proceso, por el delito de tráfico de estupefacientes en su

modalidad de transporte en grado de partícipe necesario.

Para determinar la sanción aplicable tengo en cuenta la

naturaleza y modalidad del delito, la afectación al bien

jurídico tutelado a propósito de la cantidad de droga

secuestrada, la edad, extracción y formación socio cultural

de los incusos, su situación familiar, como así también los

demás elementos mensurativos de los artículos 40 y 41 del

Código Penal. La importante cantidad de estupefaciente

secuestrado y la utilización de medio de transporte

escogido, así como la participación que FUENTES y DELVAS

tuvieron en el transporte de la sustancia ilícita, entre

otros puntos.

En este espacio la pena propugnada por el Ministerio Público

aparece entonces ajustada a derecho y así la propongo al

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

acuerdo, tanto en punto al quantum de la pena de prisión

como en relación a la multa conjunta requerida.

En concreto, Mario Alberto FUENTES deberá responder como

autor penalmente responsable (art. 45 CP) del delito de

tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte

(art.5°, inc. “c” de la Ley 23.737), debiendo así afrontar

la pena de CUATRO AÑOS DE PRISION, multa de PESOS

CUATROCIENTOS ($400), accesorias legales y costas procesales

(arts. 12, 29 y 45 del CP; 5° inc. “c” de la Ley 23.737;

530, 531, 533 CPPN, todos con sus concordantes y afines)

En relación a Sergio Germán DELVAS deberá responder como

partícipe necesario (art. 45 CP) del delito de tráfico de

estupefacientes en la modalidad de transporte (art.5°, inc.

“c” de la Ley 23.737), debiendo así afrontar la pena de DOS

AÑOS DE EJECUCIÓN CONDICIONAL, multa de PESOS DOSCIENTOS

VEINTICINCO ($225), y costas procesales (arts. 29 y 45 del

CP; 5° inc. “c” de la Ley 23.737; 530, 531, 533 CPPN, todos

con sus concordantes y afines).

Se le impone a DELVAS, ademas, reglas de conducta por el

término de dos años, según el siguiente orden: 1. someterse

al cuidado y supervisión del órgano de liberados de su

domicilio; 2. no consumir estupefacientes ni vincularse con

ámbitos o personas donde se los consuma; 3. prestar ochenta

horas anuales de trabajos gratuitos a favor de la comunidad,

en un organismo de bien público a seleccionar por el

condenado, debiendo informar por escrito trimestralmente

sobre el cumplimiento de esta regla al señor juez de

ejecución; 4. no cometer nuevos delitos, todo bajo

apercibimiento de ley (artículos 26, 27 y ccdts. CP).

Quedan los acusados, con la notificación y firmeza del

pronunciamiento, intimados por el término de diez días a

efectuar el depósito de la multa impuesta, todo bajo

apercibimiento de ley y práctica.

En otro orden la representante del Ministerio Público

Fiscal, solicitó en audiencia de juicio la devolución del

vehículo secuestrado en autos -camioneta Ford Ranger, doble

cabina, dominio IJT-189-, cuya utilización para cometer el

delito no fue acreditada, y debido a que la titular

registral del automotor no es imputada en la causa.

Pues bien, siendo que el vehículo en cuestión fue elemento

utilizado en la comisión del delito que se enrostra a los

imputados, no corresponde sino cumplir con lo que dispone la

norma penal general y por tanto ordenar su decomiso (Art. 23

del C.P). Este vehículo deberá ser puesto a disposición de

la autoridad competente.

Del mismo modo, se procederá al decomiso de los demás

elementos secuestrados relacionados con el delito, los que

se pondrán también a disposición de la “Comisión Mixta de

Registro, Administración y Disposición- ley 23.737 (art. 522

CPPN).

Respecto del material estupefaciente secuestrado, el mismo

será destruido (artículo 30, Ley 23.737 y su modificatoria,

Ley 24.112), con intervención de la Delegación Sanitaria

Federal, debiendo la Sra. Secretaria oficiar y coordinar tal

cometido. ASI VOTO.

El Dr. ARMANDO M. MARQUEZ dijo:

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

Comparto los fundamentos expuestos por el colega del primer

voto, adhiriendo a la solución propugnada para esta

cuestión.

El Dr. EUGENIO KROM dijo:

Adhiero al fundado voto del Juez preopinante respecto a la

cuestión tratada, expidiéndome de igual modo.

Por todo lo expuesto, luego de cumplidas las etapas

procesales pertinentes y conforme lo que resulta de la

votación efectuada, por unanimidad el

TRIBUNAL ORAL EN LO CRIMINAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

FALLA:

PRIMERO: NO HACER LUGAR a las nulidades interpuestas por la

Sra. Defensora Pública Oficial y por el Sr. Defensor de

confianza, sin costas (Considerando, primera cuestión; arts.

530, 531 533 y ccdts. CPPN).

SEGUNDO: CONDENANDO a MARIO ALBERTO FUENTES, D.N.I. Nº

26.810.227, de demás condiciones personales obrante en

autos, por considerarlo autor penalmente responsable del

delito de TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES EN LA MODALIDAD DE

TRANSPORTE a la pena de CUATRO AÑOS DE PRISIÓN, multa de

PESOS CUATROCIENTOS ($400), la que deberá ser abonada en el

término de diez (10) días de consentida la presente, bajo

apercibimiento de lo dispuesto en el art. 21 del C.P.,

accesorias legales y costas (arts. 12, 29 y 45 del CP;

art.5° inc. “c” de la Ley 23.737; 530, 531 y 533 del CPPN,

todos con sus concordantes y afines).

TERCERO: CONDENANDO a SERGIO GERMÁN DELVAS, titular del

D.N.I. Nº 22.473.812, de condiciones personales obrantes en

autos, por considerarlo partícipe necesario penalmente

responsable del delito de TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES EN LA

MODALIDAD DE TRANSPORTE, a la pena de DOS AÑOS DE EJECUCIÓN

CONDICIONAL, multa de PESOS DOSCIENTOS VEINTICINCO ($225),

la que deberá ser abonada en el término de diez (10) días de

consentida la presente, bajo apercibimiento de lo dispuesto

en el art. 21 del C.P., y costas (arts. 29 y 45 del CP;

art.5° inc. “c” de la Ley 23.737; 530, 531 y 533 del CPPN,

todos con sus concordantes y afines), con imposición de

reglas de conducta por el término de dos años según se

detalla en considerando, cuarta cuestión (artículo 26, 27 y

ccdts.CP).

CUARTO: NO HACER LUGAR al pedido formulado por la Sra.

Representante del Ministerio Público Fiscal en orden a que

se restituya la camioneta Ford Ranger, doble cabina, dominio

IJT-189, por las razones expuestas, y ordenar por tanto su

decomiso (Art. 23 del CP).

QUINTO: DISPONIENDO el decomiso de los demás elementos

secuestrados relacionados con el delito, los cuales juntos

al vehículo que se identifica en punto IV, se pondrá a

disposición de la “Comisión Mixta de Registro,

Administración y Disposición - Ley 23.737”.-

Poder Judicial de la Nación

TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE GENERAL ROCA

SEXTO: DISPONIENDO la destrucción del material

estupefaciente elevado a este Tribunal, a cuyo fin

encomendase la diligencia a la Delegación Sanitaria Federal,

debiendo el Actuario oficiar y coordinar tal cometido

(artículo 30 ley 23.737, modificado por ley 24.112).-

SÉPTIMO: Firme que sea el decisorio se practique por

Secretaría el respectivo cómputo de pena.

OCTAVO: Regístrese, notifíquese y firme que sea el fallo

practíquense las comunicaciones de rigor. Oportunamente,

archívese la causa.

Dr. Armando M. MARQUEZ Dr. Orlando A. COSCIA Dr. Eugenio KROM Juez de Cámara Presidente Juez de Cámara

T.O.C.F. Gral. Roca T.O.C.F. Gral. Roca T.O.C.F. Gral. Roca

Ante mí: Dra. Eliana BALLADINI Secretaria T.O.C.F. General Roca

Dra. Eliana BALLADINISecretaria

T.O.C.F. General Roca

REGISTRADO BAJO N° /13

S E N T E N C I A S