Fallos y Opiniones Consultivas - CIJ

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*, ST/LEG/SER.F/1/Add.2 RESÚMENES DE LOS fallos, opiniones consultivas y providencias DE LA Corte Internacional de Justicia 1997-2002 NACIONES UNIDAS

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resumenes de fallos de la Corte Internacional

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    ST/LEG/SER.F/1/Add.2

    RESMENESDE LOS

    fallos, opiniones consultivasy providencias

    DE LA

    Corte Internacional de Justicia

    1997-2002

    NACIONES UNIDAS

  • ST/LEG/SER.F/1/Add.2

    Resmenes de los fallos,opiniones consultivas y providencias

    de laCorte Internacional de Justicia

    1997-2002

    Naciones Unidas Nueva York, 2005

  • I N D I C E

    PginaPRLOGO

    v i i

    107. CASO RELATIVO AL PROYECTO GABCKOVO-NAGYMAROS (HUNGRACONTRA ESLOVAQUIA)

    Fallo de 25 de septiembre de 1997 1

    108. CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTERPRETACIN Y LA APLICA-CIN DEL CONVENIO DE MONTREAL DE 1971, PLANTEADAS DE RESUL-TAS DEL INCIDENTE AREO DE LOCKERBIE (LA JAMAHIRIYA RABELIBIA CONTRA EL REINO UNIDO) (EXCEPCIONES PRELIMINARES)

    Fallo de 27 de febrero de 1998 15

    109. CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTERPRETACIN Y LA APLICA-CIN DEL CONVENIO DE MONTREAL DE 1971, PLANTEADAS DE RESUL-TAS DEL INCIDENTE AREO DE LOCKERBIE (LA JAMAHIRIYA RABELIBIA CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS DE AMRICA) (EXCEPCIONESPRELIMINARES)

    Fallo de 27 de febrero de 1998 22

    110. CASO RELATIVO A LA CONVENCIN DE VIENA SOBRE RELACIONESCONSULARES (EL PARAGUAY CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS DE AM-RICA) (MEDIDAS PROVISIONALES)

    Providencia de 9 de abiil de 1998 30

    111. CASO RELATIVO A LA FRONTERA TERRESTRE Y MARTIMA ENTRE ELCAMERN Y NIGERIA (EL CAMERN CONTRA NIGERIA) (EXCEPCIONESPRELIMINARES)

    Fallo de 11 de junio de 1998 35112. CASO RELATIVO A LA CONVENCIN DE VIENA SOBRE RELACIONES

    CONSULARES (EL PARAGUAY CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS DE AM-RICA) (SOBRESEIMIENTO)

    Providencia de 10 de noviembre de 1998 46

    113. CASO RELATIVO A LA JURISDICCIN EN MATERIA DE PESQUERAS(ESPAA CONTRA EL CANAD) (COMPETENCIA DE LA CORTE)

    Fallo de 4 de diciembre de 1998 47

    114. SOLICITUD DE INTERPRETACIN DEL FALLO DE 11 DE JUNIO DE 1998EN EL CASO RELATIVO A LA FRONTERA TERRESTRE Y MARTIMAENTRE EL CAMERN Y NIGERIA (EL CAMERN CONTRA NIGERIA),EXCEPCIONES PRELIMINARES (NIGERIA CONTRA EL CAMERN)

    Fallo de 25 de marzo d

  • Pgina

    117. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-VIA CONTRA EL CANAD) (MEDIDAS PROVISIONALES)

    Providencia de 2 de junio de 1999 82118. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-

    VIA CONTRA FRANCIA) (MEDIDAS PROVISIONALES)Providencia de 2 de junio de 1999 89

    119. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-VIA CONTRA ALEMANIA) (MEDIDAS PROVISIONALES)

    Providencia de 2 de junio de 1999 94120. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-

    VIA CONTRA ITALIA) (MEDIDAS PROVISIONALES)Providencia de 2 de junio de 1999 99

    121. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-VIA CONTRA LOS PASES BAJOS) (MEDIDAS PROVISIONALES)

    Providencia de 2 de junio de 1999 104122. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-

    VIA CONTRA PORTUGAL) (MEDIDAS PROVISIONALES)Providencia de 2 de junio de 1999 111

    123. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-VIA CONTRA ESPAA) (MEDIDAS PROVISIONALES)

    Providencia de 2 de junio de 1999 118124. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOSLA-

    VIA CONTRA EL REINO UNIDO) (MEDIDAS PROVISIONALES)Providencia de 2 de junio de 1999 123

    125. CASO RELATIVO A LA LEGALIDAD DEL USO DE LA FUERZA (YUGOS-LAVIA CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS DE AMRICA) (MEDIDAS PRO-VISIONALES)

    Providencia de 2 de junio de 1999 129126. FRONTERA TERRESTRE Y MARTIMA ENTRE EL CAMERN Y NIGERIA

    (EL CAMERN CONTRA NIGERIA) (Solicitud de permiso para intervenir presen-tada por Guinea Ecuatorial)

    Providencia de 21 de octubre de 1999 133

    127. CASO RELATIVO A LA ISLA DE KASIKILI/SEDUDU (BOTSWANA CON-TRA NAMIBIA)

    Fallo de 13 de diciembre de 1999 137

    128. CASO RELATIVO AL INCIDENTE AREO DE 10 DE AGOSTO DE 1999(EL PAKISTN CONTRA LA INDIA) (COMPETENCIA DE LA CORTE)

    Fallo de 21 de junio de 2000 150129. ACTIVIDADES ARMADAS EN EL TERRITORIO DEL CONGO (LA REPBLI-

    CA DEMOCRTICA DEL CONGO CONTRA UGANDA) (MEDIDAS PROVI-SIONALES)

    Providencia de Io de julio de 2000 157130. CASO RELATIVO A LA ORDEN DE DETENCIN DE 11 DE ABRIL DE 2000

    (LA REPBLICA DEMOCRTICA DEL CONGO CONTRA BLGICA) (MEDI-DAS PROVISIONALES)

    Providencia de 8 de diciembre de 2000 162

    iv

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    131. CASO RELATIVO A LAS ACTIVIDADES ARMADAS EN EL TERRITORIODEL CONGO (LA REPBLICA DEMOCRTICA DEL- CONGO CONTRABURUNDI) (SOBRESEIMIENTO)

    Providencia de 30 de enero de 2001 170

    132. CASO RELATIVO A LAS ACTIVIDADES ARMADAS EN EL TERRITORIODEL CONGO (LA REPBLICA DEMOCRTICA DEL CONGO CONTRARWANDA) (SOBRESEIMIENTO)

    Providencia de 30 de enero de 2001 171

    133. DELIMITACIN MARTIMA Y CUESTIONES TERRITORIALES ENTRE QA-TAR Y BAHREIN (QATAR CONTRA BAHREIN) (CUESTIONES DE FONDO)

    Fallo de 16 de marzo de 2001 172

    134. CASO L A G R A N D (ALEMANIA CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS DE AM-RICA) (CUESTIONES DE FONDO)

    Fallo de 27 de junio de 2001 200135. SOBERANA SOBRE PULAU LIGITAN Y PULAU SIPADAN (INDONESIA

    CONTRA MALASIA) (Permiso para intervenir solicitado por Filipinas)Fallo de 23 de octubre de 2001 213

    136. ORDEN DE DETENCIN DE 11 DE ABRIL DE 2000 (LA REPBLICA DEMO-CRTICA DEL CONGO CONTRA BLGICA) (CUESTIONES DE FONDO)

    Fallo de 14 de febrero de 2002 221

    137. ACTIVIDADES ARMADAS EN EL TERRITORIO DEL CONGO (NUEVA SO-LICITUD) (LA REPBLICA DEMOCRTICA DEL CONGO CONTRA RWAN-DA) (MEDIDAS PROVISIONALES)

    Providencia de 10 de julio de 2002 234138. FRONTERA TERRESTRE Y MARTIMA ENTRE EL CAMERN Y NIGERIA

    (EL CAMERN CONTRA NIGERIA: INTERVENCIN DE GUINEA ECUATO-RIAL) (CUESTIONES DE FONDO)

    Fallo de 10 de octubre de 2002 239

    139. CASO RELATIVO A LA SOBERANA SOBRE PULAU LIGITAN Y PULAUSIPADAN (INDONESIA CONTRA MALASIA) (CUESTIONES DE FONDO)

    Fallo de 17 de diciembre de 2002 274

  • PROLOGO

    La presente publicacin contiene los resmenes de los fallos, opiniones consultivasy providencias dictados por la Corte Internacional de Justicia de 1997 a 2002 y constituyela continuacin de dos publicaciones anteriores sobre el mismo tema (ST/LEG/SER.F/1 yST/LEG/SER.F/1/Add.l), que abarcaban los perodos comprendidos entre 1948 y 1991 yentre 1992 y 1996, respectivamente.

    Cabe sealar que los documentos que integran la presente publicacin son resme-nes de los fallos, opiniones consultivas y providencias dictados por la Corte. Tales res-menes fueron preparados por la Secretara de la Corte, pero no entraan en modo algunola responsabilidad de la propia Corte. Su finalidad es meramente informativa, por lo queno deben citarse como textos autnticos de las decisiones de la Corte ni constituyen unainterpretacin de las mismas.

    La Divisin de Codificacin de la Oficina de Asuntos Jurdicos desea agradecer lainestimable asistencia de la Secretara de la Corte en la preparacin de estos resmenespara su publicacin.

    Vil

  • 107. CASO RELATIVO AL PROYECTO GABCKOVO-NAGYMAROS(HUNGRA CONTRA ESLOVAQUIA)

    Fallo ce 25 de septiembre de 1997

    En el fallo que dict en el caso relativo al ProyectoGabckovo-Nagymaros (Hungra contra Eslovaquia), laCorte consider que Hungra no tena derecho a suspen-der y posteriormente a abandonar, en 1989, su parte de lasobras del proyecto de presa, segn lo dispuesto en el Tra-tado firmado en 1977 por Hungra y Checoslovaquia y enlos instrumentos conexos; adems la Corte consider queChecoslovaquia tena derecho a comenzar, en noviembre de1991, la preparacin de una solucin provisional, alternativa(denominada la "variante C"), pero no a aplicar esa solucinen octubre de 1992 en calidad de medida unilateral; que lanotificacin de Hungra de la rescisin del Tratado de 1977y los instrumentos conexos el 19 de mayo de 1992 no sirvipara rescindirlos legalmente (por lo que siguen en vigor yrigen las relaciones entre las partes); y que Eslovaquia, en sucalidad de sucesora de Checoslovaquia, pas a ser parte enel Tratado de 1977.

    En cuanto a la futura conducta de las partes, la Corteconsider: que Hungra y Eslovaquia haban de negociar debuena fe a la luz de la situacin existente y adoptar todaslas medidas necesarias para garantizar la consecucin de losobjetivos del Tratado de 1977; que, a menos que las par-tes decidieran otra cosa, haba que establecer un rgimen defuncionamiento conjunto de la presa en el territorio eslova-co de conformidad con el Tratado de 1977; que cada partehaba de compensar a la otra por los daos causados por suconducta; y que las cuentas de la construccin y el funcio-namiento de las obras haban de saldarse de conformidadcon las disposiciones pertinentes del Tratado de 1977 y susinstrumentos conexos.

    Adems, la Corte consider que las normas de derechoambiental recientemente desarrolladas eran pertinentes parala aplicacin del Tratado y que las partes, en virtud de unacuerdo, podan incorporarlas mediante la aplicacin de va-rios de sus artculos. La Corte consider que las partes, conobjeto de conciliar el desarrollo econmico con la proteccindel medio ambiente, "deben examinar de nuevo los efectospara el medio ambiente del funcionamiento de la central deenerga de Gabckovo. En particular, han de encontrar unasolucin satisfactoria por lo que respecta al volumen de aguaque ha de liberarse en el antiguo cauce del Danubio y enambos brazos del ro".

    La composicin de la Corte era la siguiente: Presiden-te: Schwebel; Vicepresidente: Weeramantry; Magistrados:Oda, Bedjaoui, Guillaume, Ranjeva, Herczegh, Shi, Flei-schhauer, Koroma, Vereshchetin, Parra Aranguren, Kooij-mans, Rezek; Magistrado adhoc: Skubiszewski; Secretario:Valencia Ospina.

    El texto completo del prrafo dispositivo del fallo es elsiguiente:

    "155. Por las razones que anteceden,"LA CORTE,

    "1) Teniendo en cuenta el prrafo 1 del artculo 2 delacuerdo especial,

    "A. Considera, por 14 votos contra uno, que Hungrano tena derecho a suspender y posteriormente abandonar,en 1989, las obras del Proyecto Nagymaros y de parte delProyecto Gabckovo, respecto de los que el Tratado de16 de septiembre de 1977 y los instrumentos conexos leatribuan responsabilidad;

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; Vicepresiden-te Weeramantry; Magistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume,Ranjeva, Shi, Fleischhauer, Koroma, Vereshchetin, ParraAranguren, Kooijmans, Rezek; Magistrado ad hoc Sku-biszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrado Herczegh;"B. Considera, por nueve votos contra seis, que Che-

    coslovaquia tena derecho a optar, en 1991, por la "solu-cin provisional" descrita en el acuerdo especial;

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry; Ma-gistrados Oda, Guillaume, Shi, Koroma, Vereshchetin,Parra Aranguren, Kooijmans; Magistrado ad hoc Skubi-szewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Shwebel; Magistrados,Bedjaoui, Ranjeva, Herczegh; Fleischhauer, Rezek;

    "C. Considera, por diez votos contra cinco, que Che-coslovaquia no tena derecho a poner en marcha, a partirde octubre de 1992, esa "solucin provisional";

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; VicepresidenteWeeramantry; Magistrados, Bedjaoui, Guillaume, Ranje-va, Herczegh, Shi, Fleischhauer, Kooijmans, Rezek;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrados Oda, Koroma, Ve-reshchetin, Parra Aranguren, Magistrado ad hoc Skubi-szewski;

    "D. Considera, por 11 votos contra cuatro, que lanotificacin de 19 de mayo de 1992 de la rescisin delTratado de 16 de septiembre de 1977 y los instrumentosconexos por parte de Hungra no produjo el efecto jurdi-co de ponerles trmino;

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry; Ma-gistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume, Ranjeva, Shi, Koro-ma, Vereshchetin, Parra Aranguren, Kooijmans; Magis-trado ad hoc Skubiszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Shwebel; MagistradosHerczegh, Fleischhauer, Rezek;

  • "2) Teniendo en cuenta el prrafo 2 del artculo 2 y elartculo 5 del acuerdo especial,

    "A. Considera, por 12 votos contra tres, que Eslova-quia, en su calidad de sucesora de Checoslovaquia, pasa ser parte en el Tratado de 16 de septiembre de 1977 apartir del Io de enero de 1993;

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; Vicepresiden-te Weeramantry; Magistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume,Ranjeva, Shi, Koroma, Vereshchetin, Pana Aranguren,Kooijmans; Magistrado ad hoc Skubiszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrados Herczegh, Fleis-chhauer, Rezek;

    "B. Considera, por 13 votos contra dos, que Hungray Eslovaquia han de negociar de buena fe teniendo encuenta la situacin existente y adoptar todas las medidasnecesarias para garantizar el logro de los objetivos delTratado de 16 de septiembre de 1977, de conformidad conlas modalidades que acuerden;

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; Vicepresiden-te Weeramantry; Magistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume,Ranjeva, Shi, Koroma, Vereshchetin, Pana Aranguren,Kooijmans, Rezek; Magistrado adhoc Skubiszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrados Herczegh, Flei-schhauer;

    "C. Considera, por 13 votos contra dos, que, a menosque las partes acuerden otra cosa, ha de establecerse unrgimen de funcionamiento conjunto de conformidad conel Tratado de 16 de septiembre de 1977;

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; Vicepresiden-te Weeramantry; Magistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume,Ranjeva, Shi, Koroma, Vereshchetin, Pana Aranguren,Kooijmans, Rezek; Magistrado adhoc Skubiszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrados Herczegh, Flei-schhauer;

    "D. Considera, por 12 votos contra tres, que, a me-nos que las partes acuerden otra cosa, Hungra habr decompensar a Eslovaquia por los daos sufridos por Che-coslovaquia y por Eslovaquia como consecuencia de lasuspensin y el abandono por Hungra de los trabajos delos que era responsable; y Eslovaquia habr de compensara Hungra por los daos que este ltimo pas sufri a causade la puesta en marcha de la "solucin provisional" porChecoslovaquia y su mantenimiento por Eslovaquia;

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; Vicepresiden-te Weeramantry; Magistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume,Ranjeva, Herczegh, Shi, Fleischhauer, Pana Aranguren,Kooijmans, Rezek; Magistrado adhoc Skubiszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrados Oda, Koroma, Ve-reshchetin;

    "E. Considera por 13 votos contra dos, que la liquida-cin de cuentas para la construccin y el funcionamientode las obras ha de llevarse a cabo de confonnidad con lasdisposiciones pertinentes del Tratado de 16 de septiembrede 1977 y los instrumentos conexos, teniendo debidamen-

    te en cuenta las medidas que hayan adoptado las partes enaplicacin de los apartados 2 B y C del presente prrafodispositivo.

    "VOTOS A FAVOR: Presidente Shwebel; Vicepresiden-te Weeramantry; Magistrados Oda, Bedjaoui, Guillaume,Ranjeva, Shi, Koroma, Vereshchetin, Parra Aranguren,Kooijmans, Rezek; Magistrado ad hoc Skubiszewski;

    "VOTOS EN CONTRA: Magistrados Herczegh, Fleis-chhauer."

    El Presidente Shwebel y el Magistrado Rezek adjuntarondeclaraciones al fallo de la Corte. El Vicepresidente Wee-ramantry y los Magistrados Bedjaoui y Koroma adjuntaronopiniones separadas. Los Magistrados Oda, Ranjeva, Her-czegh, Fleischhauer, Vereshchetin, Parra Aranguren y elMagistrado ad hoc Skubiszewski adjuntaron opiniones di-sidentes.

    Examen de las actuaciones y situacin de las reclamacio-nes

    (prrs. 1 a 14)La Corte empez por recordar que las actuaciones haban

    comenzado el 2 de julio de 1993 mediante una notificacinconjunta, presentada por Hungra y Eslovaquia, respectode un acuerdo especial firmado en Bruselas el 7 de abrilde 1993. Despus de exponer el texto del acuerdo, la Cortese refiri a las etapas sucesivas de las actuaciones, haciendomencin, entre otras cosas, a su visita, por invitacin de laspartes, a la zona, del Io al 4 de abril de 1997. Adems, expu-so las conclusiones de las partes.

    Historia de la controversia(prrs. 15 a 25)

    La Corte recuerda que el caso planteado dimana de la fir-ma, el 16 de septiembre de 1977, por parte de la RepblicaPopular de Hungra y la Repblica Popular de Checoslova-quia, de un Tratado "relativo a la construccin y al funciona-miento del sistema de esclusas Gabckovo-Nagymaros" (enlo sucesivo, el "Tratado de 1977"). Los nombres de los dosEstados contratantes han cambiado desde entonces: se hacereferencia a ellos como Hungra y Checoslovaquia. El Tra-tado de 1977 entr en vigor el 30 de junio de 1978. En l seprev la construccin y el funcionamiento de un sistema deesclusas por las partes en calidad de "inversin conjunta".Con arreglo a su prembulo, el sistema estaba destinado alograr "la amplia utilizacin de los recursos naturales deltramo Bratislava-Budapest del Ro Danubio para la explota-cin de recursos hdricos, energa, transporte, agricultura yotros sectores de la economa nacional de las partes contra-tantes". As pues, la inversin conjunta estaba esencialmentedestinada a la produccin de energa hidroelctrica, la me-

  • jora de la navegacin en el tramo pertinente del Danubio yla proteccin contra las inundaciones de las zonas situadasen las riberas. Al mismo tiempo, en virtud del Tratado, laspartes contratantes se comprometieron a garantizar que lacalidad del agua del Danubio no se viera mermada de resul-tas del Proyecto y a que se cumplieran las obligaciones deproteccin de la naturaleza vinculadas a la constraccin y elfuncionamiento del sistema de esclusas.

    El tramo del Ro Danubio al que se refiere este caso esuna franja de aproximadamente 200 kilmetros, ubicada en-tre Bratislava, en Eslovaquia, y Budapest, en Hungra. Msabajo de Bratislava, el gradiente disminuye notablemente,creando una llanura aluvial de grava y sedimentos arenosos.La frontera entre los dos Estados est constituida, en la ma-yor parte de la regin, por el cauce principal del lo. Cunovoy, ms abajo, Gabckovo, estn situadas en este tramo delro, en el territorio eslovaco: Cunovo en la margen derechay Gabckovo en la izquierda. Aguas ms abajo, despus dela confluencia de los diversos afluentes, el ro penetra en elterritorio hngaro. Nagymaros se encuentra en un estrechovalle situado en un meandro del Danubio, inmediatamenteantes de que ste se dirija hacia el sur, circundando la vastaisla de Szentendre antes de llegar a Budapest (vase el cro-quis No. 1).

    En el Tratado de 1977 se describen las obras principa-les que han de realizarse de conformidad con el Proyecto.Se prev la construccin de dos series de esclusas, una enGabckovo (en territorio checoslovaco) y otra en Nagymaros(en territorio hngaro), con objeto de constituir "un sistemaoperacional nico e indivisible de trabajos" (vase el croquisNo. 2). Adems, en el Tratado se dispone que las, especifica-ciones tcnicas relativas al sistema se incluiran en el "plancontractual conjunto" que haba de preparase de conformi-dad con el acuerdo firmado por ambos Gobiernos, a tal efectoel 6 de mayo de 1976. Adems, se dispona la construccin,la financiacin y la direccin de las obras de manera conjun-ta, en las que las partes participaran por igual.

    En numerosas secciones del plan contractual conjunto seexponen los objetivos del sistema y las caractersticas de lasobras. Adems, el plan contiene "normas preliminares defuncionamiento y conservacin", al tiempo que en su artcu-lo 23 se especifica que "las normas definitivas de funciona-miento [deben] aprobarse en el plazo de un ao a partir de lapuesta en marcha del sistema".

    La Corte observa que, por consiguiente, el Proyecto ha-ba de adoptar la forma de un proyecto conjunto e integra-do en el que ambas partes contratantes participaran en piede igualdad respecto de la financiacin, la construccin y elfuncionamiento de las esclusas. Su carcter nico e indivisi-ble haba de ser tenido en cuenta en el plan contractual con-junto, que serva de complemento al Tratado. En particular,Hungra tendra el control de las esclusas de Dunakiliti y deNagymaros, en tanto que Checoslovaquia tendra el controlde las de Gabckovo.

    Por otra parte, el plan de trabajo haba sido establecidoen un acuerdo sobre asistencia recproca firmado por ambaspartes el 16 de septiembre de 1977, al mismo tiempo queel propio Tratado. En el acuerdo se hacan algunos ajustesrespecto de la asignacin de los trabajos entre las partes, par-tiendo del Tratado. Las obras del Proyecto comenzaron en1978. Por iniciativa de Hungra, ambas partes acordaron enprimer lugar, mediante dos protocolos firmados el 10 de oc-tubre de 1983, desacelerar los trabajos y aplazar la puesta enfuncionamiento de las centrales nucleares y, posteriormente,mediante un protocolo firmado el 6 de febrero de 1989, acor-daron acelerar el Proyecto.

    De resultas de las intensas crticas que el proyecto habagenerado en Hungra, el 13 de mayo de 1989 el Gobiernode ese pas decidi suspender las obras en Nagymaros hastaque se realizaran varios estudios que las autoridades compe-tentes tenan previsto concluir antes del 31 de julio de 1989.El 21 de julio de 1989, el Gobierno de Hungra prorrog lasuspensin de las obras en Nagymaros hasta el 31 de octubrede 1989 y, adems, suspendi las obras en Dunakiliti hasta lamisma fecha. Por ltimo, el 27 de octubre de 1989, Hungradecidi abandonar las obras en Nagymaros y mantener elstatu quo en Dunakiliti.

    Durante ese perodo, se celebraron negociaciones entrelas partes. Adems, Checoslovaquia comenz a examinarsoluciones alternativas. Una de ellas, a saber, una solucinalternativa posteriormente denominada "variante C", en-traaba una desviacin unilateral del Danubio por parte deChecoslovaquia en su territorio, unos diez kilmetros aguasarriba de Dunakiliti (vase el croquis No. 3). En su etapafinal, la variante C inclua la construccin, en Cunovo, deuna presa de vertedero y un dique que unira la presa con lamargen sur del canal de desvo. Se previo la realizacin deobras secundarias.

    El 23 de julio de 1991, el Gobierno de Eslovaquia decidi"comenzar, en noviembre de 1991, una construccin enca-minada a poner en funcionamiento el Proyecto Gabckovorecurriendo a esa solucin provisional". Los trabajos de lavariante C comenzaron en noviembre de 1991. Las partessiguieron celebrando conversaciones, aunque sin resultados,y, el 19 de mayo de 1992, el Gobierno de Hungra remi-ti al Gobierno de Checoslovaquia una nota verbal por laque rescinda el Tratado de 1977 a partir del 25 de mayode 1992. El 15 de octubre de 1992, Checoslovaquia comen-z las obras para permitir que fuera cerrado el Danubio y, apartir del 23 de octubre, procedi a represar el ro.

    Por ltimo, la Corte toma nota del hecho de que, el Io deenero de 1993, Eslovaquia pas a ser un Estado indepen-diente; que, mediante el acuerdo especial concertado pos-teriormente entre Hungra y Eslovaquia, las partes acorda-ron establecer y poner en marcha un rgimen de ordenacintemporal de las aguas del Danubio y que, por ltimo, con-certaron un acuerdo al respecto el 19 de abril de 1995, queconcluira 14 das despus del fallo de la Corte. Adems, laCorte observa que no slo el Tratado de 1977, sino tambinlos "instrumentos conexos", estn abarcados en el prem-bulo del acuerdo especial y que las partes, al concentrar su

  • razonamiento en el Tratado de 1977, parecen haber hechoextensivos sus argumentos a los "instrumentos conexos".

    Suspensin y abandono por Hungra de las obras del Pro-yecto en 1989

    (prrs. 27 a 59)A tenor de lo dispuesto en el inciso a) del prrafo 1 del

    artculo 2 del acuerdo especial, se pidi a la Corte que sepronunciara en primer lugar sobre

    "Si la Repblica de Hungra tena derecho a suspen-der y posteriormente abandonar, en 1989, las obras delProyecto Nagymaros y la parte del Proyecto Gabckovorespecto de la que el Tratado atribua responsabilidad a laRepblica de Hungra."La Corte observa que, en el caso planteado, no es nece-

    sario extenderse sobre la cuestin de la aplicabilidad o noaplicabilidad de la Convencin de Viena de 1969 sobre elDerecho de los Tratados, tal como sostenan las partes. ni-camente es necesario tener presente el hecho de que la Corteha tenido varias veces la ocasin de afirmar que algunas delas disposiciones de la Convencin podran ser consideradascomo una codificacin del derecho consuetudinario vigente.La Corte sostiene que, en muchos aspectos, eso se aplica alas disposiciones de la Convencin de Viena en relacin conla terminacin y la suspensin de la aplicacin de los trata-dos, segn lo dispuesto en los artculos 60 a 62. La Corte noha perdido de vista el hecho de que la Convencin de Vienaes, en cualquier caso, aplicable al Protocolo de 6 de febrerode 1989, por el que Hungra y Checoslovaquia acordaronacelerar la terminacin de los trabajos relacionados con elProyecto Gabckovo-Nagymaros.

    La Corte tampoco precisa extenderse sobre la cuestin dela relacin entre el derecho de los tratados y el derecho dela responsabilidad de los Estados, a la que las partes dedicanprolijos argumentos, dado que esas dos ramas del derechointernacional tienen ciertamente un alcance distinto. De con-formidad con el derecho de los tratados, debe resolverse siuna convencin est o no est en vigor y si ha sido o no hasido debidamente suspendida o denunciada. Por otra parte,la evaluacin de en qu medida la suspensin o denuncia deuna convencin, considerada incompatible con el derecho delos tratados, afecta a la responsabilidad del Estado que pro-cedi a suspenderla o denunciarla debe hacerse con arregloal derecho de la responsabilidad de los Estados.

    La Corte no puede aceptar el argumento de Hungra deque, en 1989, al suspender y posteriormente abandonar lasobras de las que era responsable en Nagymaros y Dunakiliti,no suspendi la aplicacin del Tratado de 1977 ni rechazese Tratado. La conducta de Hungra en ese momento ni-camente puede interpretarse como una expresin de su re-nuencia a cumplir por lo menos algunas de las disposicionesdel Tratado y el Protocolo de 6 de febrero de 1989, tal comose indicaba en el plan contractual conjunto. La conducta deHungra dio lugar a la imposibilidad de poner en marcha elsistema de trabajos que en el Tratado se describa expresa-mente como "nico e indivisible".

    La Corte considera a continuacin la cuestin de si, en1989, exista un estado de necesidad que habra permitido aHungra, sin incurrir en responsabilidad internacional, sus-pender y abandonar los trabajos que se haba comprometidoa realizar de conformidad con el Tratado de 1977 y os ins-trumentos conexos.

    La Corte observa, en primer lugar, que el estado de nece-sidad es un motivo reconocido por el derecho internacionalconsuetudinario para eximir de ilicitud a un acto que no estde conformidad con una obligacin internacional. Adems,la Corte considera que ese motivo para eximir de ilicitudnicamente puede aceptarse de manera excepcional. Al casoplanteado se aplican las siguientes condiciones bsicas esta-blecidas en el artculo 33 del proyecto de artculos sobre laresponsabilidad internacional de los Estados, preparado porla Comisin de Derecho Internacional: ha de estar ocasio-nado por un "inters esencial" del Estado autor del acto queentra en conflicto con una de sus obligaciones internaciona-les: ese inters ha de verse amenazado por un "peligro gravee inminente"; el acto impugnado ha de haber sido el "ni-co medio" de proteger ese inters; ese acto no debe haber"menoscabado gravemente un inters esencial" del Estadocon el que se haya contrado la obligacin; y el Estado autordel acto no debe haber "contribuido a que surja el estadode necesidad". Esas condiciones se hacen eco del derechoInternacional consuetudinario.

    La Corte no tiene dificultad en reconocer que las preocu-paciones manifestadas por Hungra respecto de su entornonatural en la regin afectada por el Proyecto Gabckovo-Na-gymaros guardaban relacin con un "inters esencial" de eseEstado.

    No obstante, la Corte considera que, respecto tanto a Na-gymaros como a Gabckovo, los peligros expuestos por Hun-gra, sin prejuzgar su posible gravedad, no estaban suficien-temente determinados en 1989 ni eran "inminentes"; y queHungra dispona a la sazn de medios para responder a esospeligros percibidos sin tener que proceder a la suspensin nial abandono de los trabajos que se le haban encomendado.Por si fuera poco, se estaban celebrando negociaciones quepodran haber dado lugar a revisar el Proyecto y a prorrogaralgunos de sus plazos, sin tener que abandonarlo.

    Adems, la Corte observa que cuando Hungra decidiconcertar el Tratado de 1977 estaba presumiblemente alcorriente de la situacin lal como se conoca a la sazn:y que la necesidad de garantizar la proteccin del medioambiente no haba escapado a las partes. La Corte tampocopuede dejar de observar las posiciones adoptadas por Hun-gra despus de la entrada en vigor del Tratado de 1977. LaCorte infiere que en el caso planteado, aun cuando se hubie-ra determinado que exista en 1989 un estado de necesidadvinculado al cumplimiento del Tratado de 1977, Hungra nohabra podido basarse en el estado de necesidad para jus-tificar su incumplimiento de las obligaciones inherentes alTratado, dado que, por accin u omisin, haba contribuidoa que surgiera.

    Habida cuenta de las conclusiones formuladas supra, laCorte: considera que Hungra no tena derecho a suspender ni

  • posteriormente abandonar, en 1989, las obras del ProyectoNagymaros y de la parte del Proyecto Gabckovo respectode las que el Tratado de 1977 y los instrumentos conexos leatribuan responsabilidad.

    Opcin de Checoslovaquia por la "variante C" en noviem-bre de 1991 y puesta en marcha de dicha variante en oc-tubre de 1992

    (prrs. 60 a 88)A tenor de lo dispuesto en el inciso b) del prrafo 1 del

    artculo 2 del acuerdo especial, se pide en segundo lugar a laCorte que decida

    "b) Si la Repblica Federal Checa y Eslovaca tenaderecho a optar, en 1991, por la "solucin provisional" yponer en marcha ese sistema a partir de octubre de 1992."Checoslovaquia haba mantenido que la opcin por la va-

    riante C y su puesta en marcha no constituan hechos inter-nacionalmente ilcitos; Eslovaquia mantuvo ese argumento.Durante las actuaciones ante la Corte, Eslovaquia sostuvoque la decisin de Hungra de suspender y posteriormenteabandonar la construccin de las obras en Dunakiliti habaimpedido que Checoslovaquia llevara a cabo las obras talcomo estaba inicialmente previsto en el Tratado de 1977 yque, por ello, Checoslovaquia tena derecho a optar por unasolucin que se ajustara lo ms posible al Proyecto inicial.Eslovaquia se refiri a lo que describa como "principio dela aplicacin aproximada" para justificar la construccin yla puesta en marcha de la variante C. Eslovaquia explicque era la nica posibilidad que tena "para cumplir no slolos objetivos del Tratado de 1977, sino para continuar cum-pliendo su obligacin de aplicarlo de buena fe".

    La Corte observa que no es necesario determinar si existeun principio de derecho internacional o un principio generaldel derecho de la "aplicacin aproximada", dado que, auncuando existiera ese principio, nicamente podra aplicarsepor definicin dentro de los lmites del Tratado en cuestin.A juicio de la Corte, la variante C no se ajusta a esa condi-cin bsica en relacin con el Tratado de 1977.

    Tal como ya ha observado la Corte, la caracterstica b-sica del Tratado de 1977 es, a tenor de lo dispuesto en elartculo 1, disponer la construccin del sistema, de esclusasde Gabekovo-Nagymaros como una inversin conjunta queconstituye un sistema de funcionamiento nico e indivisiblede los trabajos. Ese elemento tambin se pone de manifiestoen los artculos 8 y 10 del Tratado, en los que se prev latitularidad conjunta de las obras ms importantes del Pro-yecto Gabekovo-Nagymaros y el funcionamiento de esapropiedad conjunta como un elemento coordinado y nico.Por definicin, todo ello no poda realizarse mediante unaactuacin unilateral. A pesar de tener cierta semejanza fsicaexterna con el Proyecto inicial, la variante C se diferenciabaen gran medida de l por sus caractersticas jurdicas. Enconsecuencia, la Corte considera que Checoslovaquia, al po-ner en marcha la variante C, no aplic el Tratado de 1977,sino que, por el contrario, infringi ciertas de sus disposi-

    ciones expresas y, al hacerlo, cometi un acto internacional-mente ilcito.

    La Corte observa que, entre noviembre de 1991 y octubrede 1992, Checoslovaquia se limit a la realizacin, en supropio territorio, de las obras necesarias para poner en mar-cha la variante C, la cual, sin embargo, poda haber aban-donado si las partes hubieran llegado a un acuerdo y, porconsiguiente, no se hubiese predeterminado la decisin finalque haba que adoptar. Si el Danubio no se hubiera repre-sado unilateralmente, no se habra aplicado la variante C.Esa situacin no es inusual en el derecho internacional nitampoco en el derecho interno. Un acto ilcito o un delito vafrecuentemente precedido de acciones preparatorias que nohay que confundir con el acto o el delito propiamente dicho.Adems, hay que distinguir entre la comisin real de un actoilcito (ora instantneo ora continuo) y la conducta previa aese acto, que es de carcter preparatorio y que "no se consi-dera un acto ilcito".

    Adems, Eslovaquia sostuvo que actuaba con arreglo ala obligacin de mitigar los daos cuando llev a cabo lavariante C. Eslovaquia seal que "constituye un principiode derecho internacional el hecho de que una parte lesionadapor el incumplimiento por otra parte de un contrato ha deintentar mitigar el dao al que haya contribuido". No obstan-te la Corte observa que, aunque ese principio podra servirde base para calcular los daos, no puede, por otra parte,justificar un acto ilcito. Adems, la Corte considera que ladesviacin del Danubio realizada por Checoslovaquia no erauna contramedida lcita porque no era proporcionada.

    Habida cuenta de las conclusiones formuladas supra, laCorte considera que Checoslovaquia tena derecho a optar,en noviembre de 1991, por la variante C en la medida en quese limitara a realizar obras que no predeterminaran la deci-sin definitiva que haba que adoptar. Por otra parte, Che-coslovaquia no tena derecho a poner en marcha la variantea partir de octubre de 1992.

    Notificacin por Hungra de la rescisin del Tratado de1977y los instrumentos conexos el 19 de mayo de 1992

    (prrs. 89 a 115)A tenor de lo dispuesto en el inciso c) del prrafo 1 del

    artculo 2 del acuerdo especial, se pide a la Corte, en tercerlugar, que determine

    "Cules son los efectos jurdicos de la notificacin,el 19 de mayo de 1992, de la rescisin del Tratado por laRepblica de Hungra."Durante las actuaciones, Hungra present cinco argumen-

    tos en apoyo de la licitud y, por ello, de la efectividad de sunotificacin de rescisin. Esos argumentos eran la existenciade un estado de necesidad; la imposibilidad de cumplir elTratado; la modificacin fundamental de las circunstancias;la infraccin material del Tratado por Checoslovaquia; y,por ltimo, el establecimiento de nuevas normas de derechointernacional ambiental. Eslovaquia impugn todos esos ar-gumentos.

  • Estado de necesidadLa Corte observa que, aun cuando se considere que existe

    un estado de necesidad, ello no constituye un motivo sufi-ciente para rescindir un tratado. Solamente puede invocarsepara exonerar de responsabilidad a un Estado que no hayacumplido un tratado.

    Imposibilidad de cumplimientoLa Corte considera que no es necesario determinar si cabe

    entender que la palabra "objeto" del artculo 61 de la Con-vencin de Viena sobre el Derecho de los Tratado de 1969(que se refiere a la "desaparicin o destruccin definitivasde un objeto indispensable para el cumplimiento del trata-do" como causa para darlo por terminado) abarca tambinun rgimen jurdico, dado que en cualquier caso, incluso sias fuera, habra que llegar a la conclusin de que en estecaso tal rgimen no haba dejado definitivamente de existir.El Tratado de 1977, y en particular sus artculos 15, 19 y 20,ponen ciertamente a la disposicin de las partes los mediosnecesarios para proceder en cualquier momento, mediantenegociacin, a realizar las adaptaciones necesarias entre losimperativos econmicos y los imperativos ecolgicos.

    Modificacin fundamental de las circunstanciasA juicio de la Corte, las condiciones polticas existentes

    no estaban tan estrechamente vinculadas al objetivo y pro-psito del Tratado como para constituir una base esencial delconsentimiento de las partes, de manera que, al cambiarlas,se modificara radicalmente el alcance de las obligacionesque an haba que cumplir. Lo mismo cabe decir respectodel sistema econmico existente en el momento de la con-certacin del Tratado de 1977. Adems, la Corte tampococonsidera que la evolucin de los conocimientos ambien-tales y del derecho ambiental hubiesen pasado totalmentedesapercibidos. Por otra parte, el texto de los artculos 15,19 y 20 tiene por objeto incorporar los cambios. As pues,la Corte considera que la modificacin de las circunstanciasesgrimida por Hungra tena, a nivel individual o colectivo,suficiente envergadura para que sus efectos transformaranradicalmente el alcance de las obligaciones que an habaque cumplir con objeto de llevar a cabo el Proyecto.

    Infraccin material del TratadoEl argumento principal de Hungra para invocar la in-

    fraccin material del Tratado estribaba en la construccin ypuesta en marcha de la variante C. La Corte destac que yahaba considerado que Checoslovaquia haba infringido elTratado cuando haba desviado las aguas del Danubio porel canal de desviacin en octubre de 1992. Al realizar lasobras que daran lugar a la puesta en marcha de la varian-te C, Checoslovaquia no actu de manera ilcita. No obstan-te, la Corte considera que la notificacin de la rescisin porHungra el 19 de mayo de 1992 fue prematura. Hasta esemomento no se haba producido una infraccin del Tratadopor Checoslovaquia y, por consiguiente, Hungra no tenaderecho a esgrimir esa infraccin del Tratado como motivopara rescindirlo.

    Establecimiento de nuevas normas de derecho internacionalambientalLa Corte observa que ninguna de las partes sostuvo que

    hubiesen surgido nuevas normas imperativas de derechoambiental desde la concertacin del Tratado de 1977; y, porconsiguiente, la Corte no habr de examinar el alcance delartculo 64 de la Convencin de Viena sobre el Derecho delos Tratados (que se refiere a la nulidad y terminacin de untratado cuando surgen nuevas normas imperativas de dere-cho internacional (jus cogens)). Por otra parte, la Corte de-sea destacar que las nuevas normas establecidas de derechoambiental guardan relacin con la aplicacin del Tratado yque las partes, en virtud de un acuerdo, podan incorporar-las mediante la aplicacin de los artculos 15, 19 y 20 delTratado. Esos artculos no contienen obligaciones concretasde cumplimiento, sino que exigen que las partes, al cumplirsus obligaciones, a los efectos de velar por que la calidadde las aguas del Danubio no sufra menoscabo y se protejala naturaleza, tengan en cuenta las nuevas normas ambien-tales cuando lleguen a acuerdos sobre los medios, que seespecificarn en el plan contractual conjunto. Al incluir esasnuevas disposiciones en el Tratado, las partes reconocieronla posible necesidad de adaptar el Proyecto. As pues, el Tra-tado no es esttico y puede adaptarse a las nuevas normasde derecho internacional. Merced a los artculos 15 y 19,las nuevas normas ambientales pueden incorporarse al plancontractual conjunto. La toma de conciencia sobre la vul-nerabilidad del medio ambiente y el reconocimiento de quelos riesgos ambientales han de evaluarse de manera continuahan cobrado ms fuerza desde la concertacin del Tratado.Esas nuevas preocupaciones han dado una mayor importan-cia a los artculos 15,19 y 20. La Corte reconoce que las par-tes estn de acuerdo en que es necesario considerar en todasu magnitud las preocupaciones ambientales y adoptar lasmedidas preventivas requeridas, aunque estn fundamental-mente en desacuerdo respecto de las consecuencias que ellotiene para el Proyecto conjunto. En ese caso, la intervencinde un tercero tal vez sea til y determinante para encontraruna solucin, siempre que cada una de las partes mantengauna posicin flexible.

    Por ltimo, la Corte considera que, aunque Hungra yChecoslovaquia no cumplieron sus obligaciones con arregloal Tratado de 1977, esa conducta recproca ilcita no puso final Tratado ni justifica su rescisin.

    A la vista de las conclusiones formulada supra, la Cor-te considera que la notificacin de la rescisin por parte deHungra el 19 de mayo de 1992 no produjo los efectos jur-dicos de poner fin al Tratado de 1977 y a los instrumentosconexos.

    Disolucin de Checoslovaquia(prrs. 117 a 124)

    A continuacin la Corte se refiere a la cuestin de si Eslo-vaquia pas a ser parte en el Tratado de 1977 como sucesorade Checoslovaquia. Como argumento alternativo, Hungrasostuvo que, aun cuando el Tratado sobreviviera a la notifi-

  • cacin de rescisin, en cualquier caso dej de estar en vigorcomo tratado el 31 de diciembre de 1992, de resiultas de la"desaparicin de una de las partes". En esa fecha, Checos-lovaquia dej de existir como entidad jurdica y, el Io deenero de 1993, se crearon la Repblica Checa y la RepblicaEslovaca.

    A los efectos del caso planteado, la Corte no considera ne-cesario examinar si el artculo 34 de la Convencin de Vienade 1978 sobre la Sucesin de Estados en materia de Tratados(en la que figura una norma de sucesin automtica respectode todos los tratados) se hace eco de la situacin del derechointernacional consuetudinario. Guardan ms relacin conel anlisis que se est realizando la naturaleza y el carcterparticulares del Tratado de 1977. El examen de ese Tratadoconfirma que, al margen de su indudable carcter de inver-sin conjunta, sus principales elementos eran la construc-cin propuesta y el funcionamiento conjunto de un complejoamplio, integrado e indivisible de estructuras e instalacionesen zonas concretas de los respectivos territorios de Hungray Checoslovaquia a lo largo del Danubio. Adems, en el Tra-tado se estableca el rgimen de navegacin de un importan-te tramo de un curso de agua internacional, en particular lareubicacin de la principal va de navegacin internacionalpor el canal de desvo. Al hacerlo, se cre ineludiblementeuna situacin en la que los intereses de otros usuarios delDanubio se vieron afectados. Adems, los intereses de ter-ceros Estados se reconocieron expresamente en el artculo18, en el que las partes se comprometieron a garantizar la"navegacin ininterrumpida y en condiciones de seguridadpor el canal de paso internacional" de conformidad con lasobligaciones que les incumban con arreglo a la Convencinde 18 de agosto de 1948 relativa al rgimen de navegacinpor el Danubio.

    A continuacin la Corte se refiere al artculo 12 de la Con-vencin de Viena de 1978 sobre la Sucesin de Estados enmateria de Tratados, que recoge la idea de la doctrina tradi-cional y los autores modernos de que los tratados de carcterterritorial no se ven afectados por una sucesin de Estados.La Corte considera que el artculo 12 recoge una norma delderecho internacional consuetudinario; y toma nota de queninguna de las partes la impugn. La Corte llega a la conclu-sin de que el Tratado de 1977 indica que ha de ser consi-derado como un modo para establecer un rgimen territorialcon arreglo al significado del artculo 12 de la Convencinde Viena de 1978. El Tratado cre derechos y obligaciones"que vinculaban" a las partes al Danubio, al que se refera;as pues, el Tratado no poda verse afectado por una sucesinde Estados. Por consiguiente, la Corte considera que el Tra-tado de 1977 pas a ser vinculante para Eslovaquia a partirdel Io de enero de 1993.

    Consecuencias jurdicas del fallo(prrs. 125 a 154)

    La Corte observa que la parte de su fallo que responde alas preguntas relacionadas con el prrafo 1 del artculo 2 delacuerdo especial tiene un carcter declaratorio. Se refiere ala pasada conducta de las partes y determina la licitud o ilici-

    tud de esa conducta entre 1989 y 1992, as como sus efectospara la existencia del Tratado. Sobre la base de esas conclu-siones, la Corte ha de determinar cul debera ser la futuraconducta de las partes. Esa parte del fallo es imperativa yno declaratoria porque determina cules son los derechos yobligaciones de las partes. Las partes tendrn que llegar a unacuerdo sobre las modalidades de ejecucin del fallo, tenien-do en cuenta esa determinacin, tal como acordaron hacer enrelacin con el artculo 5 del acuerdo especial.

    A este respecto, es de importancia capital que la Cortehaya considerado que el Tratado de 1977 sigue en vigor y,por consiguiente, rige las relaciones entre las partes. Ade-ms, esas relaciones estn determinadas por las normas deotras convenciones pertinentes en las que ambos Estados sonpartes, por las normas del derecho internacional general y,en este caso particular, por las normas de la responsabili-dad de los Estados; pero se rigen, sobre todo, por las normasaplicables del Tratado de 1977 en su calidad de lex specialis.La Corte observa que, sin embargo, no puede dejar de te-ner en cuenta el hecho de que el Tratado no se ha cumplidoplenamente por ninguna de las partes durante aos y cier-tamente sus acciones y omisiones han contribuido a crearla situacin de hecho que existe en la actualidad. Tampocopuede dejar de tener en cuenta la situacin de hecho ni lasposibilidades e imposibilidades prcticas a que da lugar alpronunciarse sobre los requisitos jurdicos respecto de la fu-tura conducta de las partes. Por consiguiente, lo esencial esque la situacin de hecho que se ha ido estableciendo desde1989 se enmarque en el contexto de las relaciones del Tra-tado que se mantienen y que se estn desarrollando con ob-jeto de alcanzar su objetivo en la medida en que sea viable.nicamente entonces podr subsanarse la situacin irregularque existe de resultas del incumplimiento por ambas partesde las obligaciones impuestas por el Tratado.

    La Corte destaca que el Tratado de 1977 no era nicamen-te un proyecto de inversin conjunta para producir energa,sino que estaba destinado a alcanzar tambin otros objetivos:la mejora de la navegabilidad del Danubio, la lucha contralas inundaciones, el control del deshielo y la proteccin delentorno natural. A fin de alcanzar esos objetivos, las partesaceptaron obligaciones de conducta, obligaciones de actua-cin y obligaciones de resultado. A juicio de la Corte, laspartes tienen la obligacin jurdica, durante las negociacio-nes que han de celebrar en virtud del artculo 5 del acuerdoespecial, de considerar, en el contexto del Tratado de 1977,en qu medida pueden cumplirse del mejor modo posible losmltiples objetivos del Tratado, teniendo presente que debencumplirse todos ellos.

    No cabe duda de que el impacto y las repercusiones delProyecto en el medio ambiente son necesariamente unacuestin clave. Con objeto de evaluar los riesgos ambien-tales, han de tenerse en cuenta las normas vigentes. Ello noslo se ve posibilitado por la redaccin de los artculos 15 y19, sino que tambin est.prescrito, en la medida que esosartculos imponen a las partes una obligacin constante y,por consiguiente, necesariamente cambiante, a los efectos deque conserven la calidad de las aguas del Danubio y protejan

  • la naturaleza. La Corte es consciente de que, en la esfera dela proteccin ambiental, la vigilancia y la prevencin sonnecesarias, habida cuenta del carcter frecuentemente irre-versible de los daos causados al medio ambiente y de laslimitaciones inherentes al propio mecanismo de reparacinde ese tipo de dao. Se han establecido nuevas normas yprincipios en un gran nmero de instrumentos durante losdos ltimos decenios. Han de tenerse en cuenta esas nuevasnormas y considerarse debidamente esos nuevos principiosno slo cuando los Estados prevean nuevas actividades, sinotambin cuando continen realizando actividades iniciadasen otras pocas. A los efectos del caso planteado, eso signifi-ca que las partes deben examinar de nuevo los efectos para elmedio ambiente del funcionamiento de la central de energade Gabckovo. En particular, han de encontrar una solucinsatisfactoria por lo que respecta al volumen de agua que hade liberarse en el antiguo cauce del Danubio y en ambosbrazos del ro.

    En virtud del principio pacta sunt servando, que se recogeen el artculo 26 de la Convencin de Viena de 1969 sobreel Derecho de los Tratados, es necesario que las partes ar-bitren una solucin pactada en el contexto de cooperacindel Tratado. En el artculo 26 se conjugan dos elementos,que son de igual importancia. En l se dispone que "Todotratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido porellas de buena fe". Ajuicio de la Corte, este ltimo elementosignifica que, en este caso, el objetivo del Tratado y los pro-psitos de las partes al concertarlo deben prevalecer sobresu aplicacin literal. El principio de la buena fe obliga a laspartes a aplicarlo razonablemente y de manera que puedacumplirse su objetivo.

    El Tratado de 1977 no slo contiene un programa de in-versin conjunta, sino que tambin establece un rgimen.Con arreglo al Tratado, las estructuras principales del sis-tema de esclusas son de propiedad conjunta de las partes;su funcionamiento adoptar la forma de un elemento nicoy coordinado; y los beneficios del Proyecto se distribuirnpor igual. Dado que, ajuicio de la Corte, el Tratado sigue envigor y, con arreglo a sus disposiciones, el rgimen conjuntoes un elemento bsico, la Corte considera que, a menos quelas partes acuerden otra cosa, ese rgimen debe restablecer-se. La Corte es de la opinin de que las obras de Cunovodeben pasar a ser un elemento que ha de llevarse a cabo con-juntamente con arreglo al prrafo 1 del artculo 10, habidacuenta de su papel central para el funcionamiento de lo quequeda del Proyecto y para el rgimen de ordenacin de lasaguas. La presa de Cunovo ha asumido la funcin inicial-mente asignada a las obras de Dunakiliti y, por consiguiente,debera tener un rgimen especial. Adems la Corte ha llega-do a la conclusin de que la variante C, que, a su juicio, fun-ciona de manera incompatible con el Tratado, debe ajustarsea ste. La Corte observa que el restablecimiento del rgimenconjunto tambin se har eco de manera ptima del conceptode utilizacin comn de los recursos hdricos compartidospara el logro de los diversos objetivos mencionados en elTratado.

    As pues, despus de haber indicado lo que, a su juicio,deben ser los efectos de su conclusin de que el Tratadode 1977 sigue en vigor, la Corte se ocupa de las consecuen-cias jurdicas de los actos internacionalmente ilcitos come-tidos por las partes, ya que tambin le han pedido stas quedetermine las consecuencias del fallo, puesto que afectan alresarcimiento de los daos y perjuicios.

    Por el momento, no se ha pedido a la Corte que determinela cuanta de la indemnizacin, sino que indique sobre qubase ha de pagarse. Ambas partes sostuvieron que habansufrido considerables prdidas financieras y ambas piden in-demnizaciones pecuniarias por ese concepto.

    En el fallo, la Corte ha llegado a la conclusin de queambas partes cometieron actos internacionalmente ilcitos yha observado que esos actos dieron lugar a daos que eranresponsabilidad de las partes; por consiguiente, Hungra yEslovaquia tienen la obligacin de pagar indemnizacionesy ambas tienen derecho a obtener indemnizaciones. No obs-tante, la Corte observa que, habida cuenta de que las parteshan cometido actos ilcitos interrelacionados, la cuestinde la indemnizacin debe resolverse satisfactoriamente enel marco de un acuerdo general para que cada una de laspartes renuncie o cancele todas las reclamaciones y contra-rreclamaciones financieras. Al mismo tiempo, la Corte deseadestacar que el hecho de que se salden cuentas respecto delos trabajos es diferente de la cuestin de la indemnizaciny ha de resolverse de conformidad con el Tratado de 1977 ylos instrumentos conexos. Para que Hungra participe en elfuncionamiento y los beneficios del complejo de Cunovo,dicho pas ha de pagar la parte proporcional de los gastos deconstruccin y de funcionamiento.

    Declaracin del Presidente SchwebelEn buena medida estoy de acuerdo con el fallo de la Cor-

    te y, por consiguiente, he votado a favor de la mayor partede sus prrafos dispositivos. He votado en contra del prra-fo dispositivo IB principalmente porque considero que laconstruccin de la "variante C", es decir, la "solucin provi-sional", es inseparable de su puesta en funcionamiento. Hevotado en contra del prrafo dispositivo ID principalmenteporque no estoy convencido de que Hungra, por haber sidola parte que inicialmente infringiera el Tratado, se viera porello sin derecho a rescindirlo en respuesta a una infraccinmaterial de Checoslovaquia, infraccin sta que, a mi juicio(tal como puso de manifiesto el hecho de que votara en con-tra del prrafo IB), se estaba produciendo cuando Hungranotific la rescisin.

    Al mismo tiempo, estoy plenamente de acuerdo con lasconclusiones de la Corte acerca de lo que debe ser la futuraconducta de las partes y sobre el modo de resolver las cues-tiones de la compensacin.

    Declaracin del Magistrado RezekEl Magistrado Rezek considera que el Tratado de 1977

    ya no est en vigor, dado que fue anulado por la actitud deambas partes. Sin embargo, de esa conclusin el Magistrado

  • infiere consecuencias muy similares a la que infiere la ma-yora a la vista de la existencia continuada del Tratado. Enprimer lugar, existe lo que se ha realizado, que ha sido debuena fe. Adems, por encima de todo se sita el principiode la buena fe, que, en el caso planteado, ha de; dar lugar alcumplimiento de las obligaciones recprocas dimanantes deun tratado que no se ha aplicado por el incumplimiento deambas partes.

    Opinin separada del Vicepresidente WeeramcmtryEl Magistrado Weeramantry estuvo de acuerdo con la ma-

    yora de la Corte en todas sus conclusiones.No obstante, en su opinin separada, el Magistrado abor-

    d tres cuestiones relacionadas con aspectos de derecho am-biental, a saber, el principio del desarrollo sostenible a losefectos de equilibrar las demandas de desarrollo y de pro-teccin ambiental que competan entre s, el principio de laevaluacin permanente del impacto ambiental y la cuestinde la adecuacin de la utilizacin de un principio jurdicointer partes como el estoppel en la solucin de problemascon repercusiones erga omnes, como la afirmacin de que seha producido un dao ambiental.

    En cuanto a la primera cuestin, el Magistrado consideraque el derecho al desarrollo y el derecho a la proteccin am-biental son principios que estn integrndose en el corpusdel derecho internacional. Esos principios podran entraren colisin entre s a menos que existiera un principio dederecho internacional que indicara cmo deberan conciliar-se. Ese principio es el principio del desarrollo sostenible, elcual, segn esta opinin, es ms que un mero concepto, yaque se trata de un principio reconocido del derecho interna-cional contemporneo.

    Al intentar desarrollar este principio, la Corte debera ba-sarse en la experiencia humana anterior, dado que la huma-nidad ha vivido durante milenios con la necesidad de con-ciliar los principios del desarrollo y de la atencin al medioambiente. Por consiguiente, el desarrollo sostenible no es unconcepto nuevo y, para desarrollarlo en la actualidad, exis-te un rico conjunto de experiencias mundiales al respecto.En esta opinin se examina a tal efecto cierto nmero deantiguas civilizaciones de riego. La Corte, dado que repre-senta las formas principales de civilizacin, ha de basarseen la sabidura de todas las culturas, especialmente por loque respecta a las esferas del derecho internacional que seencuentran actualmente en una etapa de desarrollo. Entre losprincipios que pueden derivarse de esas culturas figuran losprincipios de la tutela de los recursos de la tierra, los dere-chos intergeneracionales, la proteccin de la flora y de lafauna, el respeto de la tierra, la mayor utilizacin posible delos recursos naturales mientras se preserva su capacidad re-generativa y el principio de que el desarrollo y la proteccinambiental deben complementarse entre s.

    En su opinin, el Magistrado Weeramantiy destaca laimportancia de la evaluacin permanente del impacto am-biental de un proyecto mientras siga en funcionamiento. Laobligacin de evaluar el impacto ambiental no se cumple

    meramente recurriendo a ese procedimiento antes de dar co-mienzo a un proyecto. Las normas que han de aplicarse enesa supervisin permanente son las normas que imperan enel momento de la evaluacin y no las que estn en vigor alcomienzo del proyecto.

    El tercer aspecto del derecho ambiental a que se hace re-ferencia es la cuestin de si los principios del estoppel, quepueden entrar en juego entre las partes, resultan apropiadosen asuntos como los relativos al medio ambiente, que in-teresan no slo a ambas partes, sino a un crculo ms am-plio de personas. Las cuestiones relativas a las obligacionesde carcter erga omnes tal vez no se resuelvan siempre demanera apropiada recurriendo a normas de procedimientoconfiguradas para controversias inter partes. El MagistradoWeeramantry destaca la importancia de ese aspecto, el cualha de ser examinado detenidamente.

    Opinin separada del Magistrado BedjaouiEl Magistrado Bedjaoui considera que la mayora de los

    miembros de la Corte no ha aclarado suficientemente lacuestin del derecho aplicable ni la naturaleza del Tratadode 1977. En cuanto al primer aspecto, el Magistrado sea-la que una "interpretacin evolutiva" del Tratado de 1977nicamente puede aplicarse si se respeta la norma generalde interpretacin del artculo 31 de la Convencin de Vienasobre el Derecho de los Tratados y que la "definicin" de unconcepto no ha de confundirse con el "derecho" aplicablea ese concepto ni debe confundirse la "interpretacin" deun tratado con su "revisin". El Magistrado Bedjaoui reco-mienda que la legislacin ulterior se tenga en cuenta ni-camente en situaciones especiales. Tal ocurre en este caso.Es el primer caso importante planteado ante la Corte en elque el trasfondo ecolgico es tan delicado que ha pasado aocupar un lugar central, amenazando con desviar la atencindel derecho de los tratados. La opinin internacional no ha-bra comprendido que la Corte no hubiese tenido en cuentael nuevo derecho, cuya aplicacin era exigida por Hungra.Afortunadamente, la Corte ha podido aplicar la nueva legis-lacin en el contexto de los artculos 15, 19 y 20 del Tratadode 1977. Eslovaquia tampoco se opona a que se tuviera encuenta esa legislacin. No obstante, al aplicar el denomina-do principio de la interpretacin evolutiva de un tratado enel caso planteado, la Corte debera haber aclarado ms lacuestin y haber recordado que la norma general que rige lainterpretacin de un tratado sigue siendo la del artculo 31 dela Convencin de Viena de 1969.

    En cuanto al carcter del Tratado de 1977 y de sus instru-mentos conexos, ajuicio del Magistrado Bedjaoui, esa cues-tin debe ser objeto de ms atencin por parte de la mayorade los miembros de la Corte, ya que es crucial. El carcterdel Tratado condiciona en buena medida la sucesin de Es-lovaquia en ese instrumento, que constituye la sustancia delderecho aplicable y que sigue estando en vigor pese a lasviolaciones paralelas de ambas partes.

    El Tratado de 1977 (incluidos sus instrumentos conexos)tiene las tres caractersticas siguientes:

  • Es un tratado territorial,Es un tratado en el que sucedi vlidamente Eslova-

    quia, yEs un tratado que sigue en vigor en a actualidad.En sustancia, el Magistrado Bedjaoui no comparte la opi-

    nion de la mayora de la Corte respecto a la caracterizacinjurdica de la variante C, que el Magistrado considera unainfraccin y cuya ilicitud afecta a cada uno de los actos dela construccin de esa variante. La construccin no podaser inocente ni neutral; estaba marcada por la finalidad dela variante C, que era la desviacin de las aguas del ro. Porello, no es posible separar la construccin, porua parte, y eldesvo, por otra; la variante C es ilcita en su totalidad.

    En relacin con otro tema, el Magistrado Bedjaoui consi-dera que ambas partes tanto Hungra como Eslovaquiahan infringido el Tratado de 1977. La situacin generada porambas partes se caracteriza por las violaciones paralelas quelas oponen. Sin embargo, no es fcil determinar con certezala vinculacin entre causa y efecto en cada caso. En algunasocasiones confluyen los actos y la conducta de las partes.Lamentablemente la desconfianza mutua ha caracterizado asus relaciones durante muchos aos.

    Sobre el terreno, esas violaciones paralelas dieron lugara una realidad cuya caracterizacin no consider til la ma-yora de los miembros de la Corte. Para el Magistrado Bed-jaoui, pareca necesario e importante destacar q[ue esas vio-laciones paralelas generaban dos actuaciones objetivas queseguirn marcando el paisaje de la regin en cuestin.

    El Magistrado Bedjaoui se refiri a la importancia quehay que otorgar al hecho de tener en cuenta las actuacionesobjetivas. En este caso, el hecho de tener en cuenta las actua-ciones objetivas no equivale a una negacin del ttulo. El t-tulo no desaparece, sino que meramente se adapta y lo hace,adems, merced a que entra en juego la responsabilidad delos autores de esas actuaciones objetivas, quienes sern res-ponsables de todas las compensaciones que sean necesarias.

    Esas actuaciones objetivas, adaptadas como lo han sido olo sern para ajustarse al modelo de un nuevo tratado, pue-den haber infringido y rebasado el marco legal vigente, sibien la ley las limita y las regula de tres maneras:

    Esas actuaciones objetivas no "matan" el Tratado, que"sobrevive" a ellas;

    Esas actuaciones objetivas no quedan impunes y entra-an sanciones y una indemnizacin;

    Y, por encima de todo, esas actuaciones objetivas se-rn "reestructuradas" o incluidas en el Tratado, cuyo nuevocontenido, el cual se negociar, servir de texto legitimadorde tales actuaciones.

    Por ltimo, el Magistrado Bedjaoui se refiere a la nece-sidad de que las partes negocien de nuevo y lo hagan debuena fe. La renegociacin ha de considerase una obligacinestricta, exactamente igual que la buena fe que entraa. Esaobligacin dimana no slo del propio Tratado, sino tambindel derecho internacional general que se ha desarrollado en

    las esferas de los cursos de agua internacionales y el medioambiente.

    Opinin separada del Magistrado KoromaEn su opinin separada, el Magistrado Koroma seal que

    estaba de acuerdo con la conclusin de la Corte de que Hun-gra no tena derecho a suspender y abandonar ulteriormentelas obras del Proyecto respecto del que el Tratado le habaatribuido responsabilidad y que el Tratado segua en vigor.A su juicio, esas conclusiones no slo estaban de acuerdocon el Tratado, sino tambin con el principio de pacta suntservando, uno de los principios bsicos del derecho interna-cional y ciertamente una parte integrante de dicho derecho.A juicio del magistrado Koroma, una conclusin en contra-rio habra indicado que un Estado poda en cualquier mo-mento denunciar unilateralmente un tratado cuando conside-rara que alguna obligacin era inconveniente; el Magistradomantena que ello menoscabara gravemente el principio depacta sunt servando y el marco de relaciones de todo el Tra-tado.

    El Magistrado, aunque comparta la opinin de la Cor-te acerca de la preocupacin de Hungra por los efectos delProyecto para su entorno natural, convino en que el materialque tena ante s la Corte no poda justificar la denuncia uni-lateral del Tratado.

    No obstante, el Magistrado Koroma no estaba de acuer-do con la conclusin de la Corte de que Checoslovaquiano tena derecho a poner en funcionamiento la variante C.El Magistrado consideraba que esa conclusin no tena su-ficientemente en cuenta los daos financieros y ambienta-les que Checoslovaquia habra experimentado y sufrido siel Proyecto hubiera quedado inconcluso tal como dictaba laactuacin de Hungra. El Magistrado consideraba que la va-riante C era un verdadero intento de aplicar el Tratado paraque se materializaran su finalidad y su objetivo.

    El Magistrado tampoco estaba de acuerdo con el hechode que la Corte pareciera considerar equivalentes las conse-cuencias de la "conducta ilcita" de las partes.

    Opinin disidente del Magistrado OdaEl Magistrado Oda ha votado en contra del prrafo 1C de

    la parte dispositiva dado que, a su juicio, no slo la construc-cin, sino tambin el funcionamiento de la presa de Cunovoconstitua simplemente la ejecucin del Proyecto descrito enel Tratado de 1977 entre Checoslovaquia y Hungra relativoal sistema de esclusas de Gabckovo-Nagymaros. El Magis-trado considera que la solucin provisional, a saber, la va-riante C, era la nica opcin posible para dar cumplimientoal Proyecto inicial sobre el Ro Danubio. El Magistrado Odano entiende por qu la Corte decidi que, aunque la cons-truccin de la variante C esto es, la presa de Cunovo eralcita, no lo era su funcionamiento.

    El Magistrado Oda hizo una clara distincin entre el plancontractual conjunto, que era el documento de ejecucin delProyecto, y el Tratado de 1977, en el que se basaba la totali-dad del Proyecto y que haba sido elaborado a lo largo de va-

    10

  • rios decenios. El plan contractual conjunto, que era similar aun contrato de "asociacin", debera haber sido objeto de lasmodificaciones y revisiones que hubiesen sido necesarias deuna manera ms flexible.

    El objetivo fundamental del Tratado de 1977 era, ajuiciodel Magistrado, llevar a cabo la construccin del canal dedesvo y de las centrales nucleares en las presas de Gabckovoy Nagymaros. En primer lugar, el hecho de que Hungra nohubiese cumplido las obligaciones que le impona el Tratadono poda justificarse sobre la base de una nueva norma in-ternacional de proteccin del medio ambiente. La totalidaddel Proyecto y del Tratado de 1977, en particular, fueron yaesbozados en el decenio de 1970, teniendo debidamente encuenta el medio ambiente del Ro Danubio. No hay ningu-na prueba que destruya esta hiptesis. En segundo lugar, noconstitua una violacin del Tratado el hecho de que Che-coslovaquia hubiese optado por la solucin provisional lavariante C por considerarla la nica posibilidad a la quepoda acceder para poner en marcha el Proyecto bsico encaso de que Hungra no cumpliese su obligacin de construirla presa de Dunakiliti.

    En cuanto a las futuras negociaciones entre las partesacerca de las modalidades de ejecucin del fallo, segn seacord en el acuerdo especial, el Magistrado Oda sugiereque el plan contractual conjunto se modifique con objeto deincluir en l la obra de la presa de Cunovo, que dara lugar aque se realizara la totalidad del Proyecto. Por lo que respectaal medio ambiente, las partes deberan llevar a cabo una eva-luacin del medio ambiente del Ro Danubio con objeto dearbitrar soluciones tecnolgicas que limitaran o remediaranel dao causado al medio ambiente por la construccin porChecoslovaquia del canal de desvo y por el abandono de lapresa de Nagymaros por parte de Hungra.

    Los daos y prdidas sufridos por Checoslovaquia acausa del incumplimiento de las obligaciones que imponael Tratado a Hungra han de compensarse. No obstante, elabandono por Hungra de la presa de Nagymaros, aunqueesa presa formaba parte del conjunto del Proyecto, no cau-s ningn dao prctico a Checoslovaquia. Hungra ha desufragar parte de los costos de la construccin de la presade Cunovo, dado que esa obra sirvi para dar vida a la to-talidad del Proyecto. Sin embargo, es preciso admitir que elconjunto del Proyecto (esto es el canal de desvo y la centralelctrica de Gabckovo en el canal) beneficia simplemente aChecoslovaquia y a Eslovaquia, en tanto que Hungra no ob-tiene ninguna ganancia. Este aspecto debe tenerse en cuentacuando se examine el asunto de la indemnizacin por daosy perjuicios que ha de pagar Hungra a Eslovaquia.

    Opinin disidente del Magistrado RanjevaEl Magistrado Ranjeva no estuvo de acuerdo con la ma-

    yora de los miembros de la Corte, porque, a su juicio, elprrafo 155 1C del fallo limitaba la ilicitud de la variante Ca su puesta en funcionamiento y a su mantenimiento en ser-vicio hasta la fecha. En primer lugar, el Magistrado Ranjevaseala que no existe ninguna contradiccin lgica entre losapartados B y C de ese mismo prrafo de la parts dispositiva.

    Cmo puede considerase que la construccin de la varian-te C es lcita y declararse al mismo tiempo que su puestaen funcionamiento es ilcita? El fallo, a su juicio, lleg aesa conclusin porque limitaba la importancia de los hechosilcitos recprocos imputables a Hungra, Checoslovaquia yEslovaquia a la mera cuestin de la obligacin de indem-nizar por las consecuencias del dao; al hacerlo, la Corteresucit una norma del derecho romano, la regla de Pompo-nius. Sin embargo, la Corte no examin la importancia deesas infracciones paralelas en relacin con otro aspecto: lacausalidad en la secuencia de los acontecimientos que die-ron lugar a la situacin inherente a la controversia planteadaante la Corte. Para el Magistrado Ranjeva, las circunstanciasde hecho en el marco de relaciones caticas caracterizadaspor la desconfianza y la sospecha no slo dificultaron ladelimitacin de la causa original de esa situacin, sino queprincipalmente dieron lugar a que un hecho ilcito cometidopor una de las partes motivara que la otra cometiera otrohecho ilcito. Adoptando una posicin contraria al anlisislineal de la Corte, el autor considera que no se trata de va-rios actos ilcitos que se sucedieron unos a otros, sino dehechos ilcitos distintos que gradualmente contribuyeron agenerar la situacin planteada en la controversia. El Magis-trado Ranjeva llega a la conclusin de que la ilicitud de ladecisin de Hungra, decisin que era incuestionablementeilcita, no fue la causa, sino el motivo que tuvieron en cuentaChecoslovaquia y posteriormente Eslovaquia para justificarsu conducta ulterior. La segunda conclusin a que llega elautor guarda relacin con la licitud de la variante C. A sujuicio, la distincin que se hace entre el hecho de procedera la solucin provisional y el hecho de ponerla en marchaes artificioso; habra sido plausible si hubiese existido unaverdadera equiparacin entre esos dos elementos y si uno delos elementos no pudiera absorber al otro. La adopcin de lasolucin provisional era importante nicamente si se ponaen marcha. As pues, para el Magistrado Ranjeva la ilicitudde la variante C resida no tanto en su construccin o puestaen servicio, o incluso en la desviacin del Danubio, como enla sustitucin de un proyecto internacional por un proyectonacional. La variante C no poda ponerse en relacin conninguna obligacin dimanante del Tratado de 1977 una vezque la Corte desech acertadamente la idea de llevar a cabouna aplicacin aproximada o de encontrar una obligacinque limitara el dao en el derecho de los tratados.

    Opinin disidente del Magistrado HerczeghEn la opinin disidente se dan razones exhaustivas para

    probar la existencia de un estado de necesidad por parte deHungra en relacin con la construccin de la presa de Nagy-maros. Se sostiene que no slo la puesta en funcionamientopor Checoslovaquia de la "solucin provisional", denomi-nada "variante C", sino tambin la adopcin de esa solucinconstituyeron una grave violacin del Tratado de 1977. Porconsiguiente, estaba justificado que Hungra rescindiera elTratado. En consecuencia, el Magistrado Herczegh vot encontra de los apartados de la parte dispositiva que se referanexpresamente al Tratado, pero vot en favor de la indemni-zacin recproca entre Eslovaquia y Hungra por los daos

  • que cada uno de esos pases haba sufrido a causa de la cons-truccin del sistema de esclusas que constituan el tema dela controversia.

    Opinin disidente del Magistrado Fleischhauer

    El Magistrado Fleischhauer disiente de la conclusinprincipal de la Corte de que la notificacin por Hungra el19 de mayo de 1992 de que rescinda el Tratado de 1977no produjo el efecto de rescindirlo, dado que se considerque la notificacin haba sido prematura y que, al parecer,Hungra haba renunciado a su derecho a rescindirlo porhaber violado anteriormente el Tratado. El Magistrado estde acuerdo con la conclusin de la Corte de que Hungrainfringi las obligaciones contradas con arreglo al Trata-do de 1977 cuando, en 1989, suspendi y posteriormenteabandon su participacin en los trabajos de Nagymaros yen parte del Proyecto Gabckovo. El Magistrado, adems,est de acuerdo con la conclusin de que Checoslovaquia notena derecho a poner en funcionamiento, a partir de octubrede 1992, la variante C, solucin sta unilateral que entraabala apropiacin por Checoslovaquia y posteriormente por Es-lovaquia, esencialmente para su propio uso, dt; entre el 80 y90 % de las aguas del Danubio en la zona del Tratado y, porconsiguiente, ello no resultaba proporcionado. No obstante,el Magistrado considera que, cuando Checoslovaquia optpor la construccin de la variante C en noviembre de 1991,ambas partes haban llegado a una situacin en la que ya nopodan rectificar; en ese momento, no caba duda de que niHungra volvera a regirse por el Tratado ni Checoslovaquiaestara de acuerdo en seguir retrasando la construccin depresas sobre el Danubio. Por consiguiente, el acto interna-cionalmente ilcito no se limit al hecho de represar el ro,sino que haba comenzado en noviembre de 1991, ms deseis meses antes de la notificacin de rescisin hecha porHungra. Adems, el Magistrado Fleischhauer considera queHungra, aunque fue la primera de las partes en infringir elTratado, no haba renunciado a su derecho a reaccionar fren-te a la variante C mediante la rescisin del Tratado, ya que elderecho internacional no admite las represalias que van msall de los lmites de la proporcionalidad. En una situacincomo la planteada, el elemento correctivo estriba ms bienen la limitacin del derecho del primer infractor de reclamaruna reparacin. El Magistrado, que consideraba que la va-lidez del Tratado se haba extinguido, vot en contra de lasconclusiones de la Corte sobre las consecuencias del fallo,porque esas conclusiones se basaban en la continuacin dela validez del Tratado (2A, B, C, E). A su juicio, las instala-ciones en el territorio eslovaco no han de ser desmanteladas,sino que, con objeto de que Eslovaquia siga utilizndolas le-galmente, dicho pas habr de negociar con Hungra un rgi-men de ordenacin de las aguas. Hungra no tiene que cons-truir ya el Proyecto Nagymaros, al tiempo que Eslovaquia yano est obligada a gestionar conjuntamente el Proyecto.

    Opinin disidente del Magistrado Vereshchetin

    El Magistrado Vereshchetin considera que Checoslova-quia estaba plenamente facultada, con arreglo al derecho

    internacional, para poner en marcha, a partir de octubrede 1992, la "solucin provisional" (la variante C) como con-tramedida, dado que la otra parte en el Tratado persista enel incumplimiento de sus obligaciones. Por consiguiente, elMagistrado no poda estar de acuerdo con el prrafo 155 1Cdel fallo ni estarlo plenamente con el prrafo 155 2D.

    Segn la jurisprudencia de la Corte, los actos ilcitos reco-nocidos como tales justifican "la adopcin de contramedidasproporcionales por parte del Estado que haya sido vctima deesos actos ..." {Military and Paramilitary Activities in andagainst Nicaragua (Nicaragua v. United States of America),Judgment, I.C.J. Reports 1986, pg. 127, prr. 249). Ajuiciodel Magistrado Vereshchetin, se daban todas las condicionesbsicas para adoptar una medida lcita cuando Checoslova-quia puso en marcha la variante C en octubre de 1992. Esascondiciones eran las siguientes: 1 ) la existencia de un actoilcito previo, cometido por un Estado contra el que se diri-ga la contramedida: 2) la necesidad de la contramedida; y3) su proporcionalidad a las circunstancias del caso.

    Despus de reconocer que la prueba de la proporcionalidadera muy importante en el rgimen de las contramedidas, elMagistrado Vereshchetin sostuvo que la Corte debera haberevaluado y comparado por separado: 1 ) los efectos econmi-cos y financieros de la violacin y los efectos econmicos yfinancieros de la contramedida; 2) los efectos ambientales dela violacin y los efectos ambientales de la contramedida; y3) los efectos de la violacin para el ejercicio del derecho ala utilizacin de recursos hdricos de utilizacin comn y losefectos de la contramedida para el ejercicio de ese derecho.

    El Magistrado Vereshchetin evala esos efectos y ob-serva, en conclusin, que incluso dando por sentado queChecoslovaquia, por cuestiones de equidad, debera haberdescargado ms agua de lo que hizo en el antiguo cauce delro, esa hiptesis habra guardado relacin nicamente conuno di; los numerosos aspectos de la proporcionalidad de lacontramedida, que, por s misma, no poda ser objeto de laconclusin general a que lleg la Corte de que Checoslova-quia no estaba facultada para poner en marcha la variante Ca partir de octubre de 1992.

    Opinin disidente del Magistrado Paira ArangurenMi voto en contra del prrafo 1C de la parte dispositiva

    del fallo es consecuencia del reconocimiento de que Hungrano estaba facultada para suspender y posteriormente aban-donar, en 1989, las obras que eran responsabilidad suya deconformidad con el Tratado de 16 de septiembre de 1977y sus instrumentos conexos. A causa de ello, la posicinde Checoslovaquia era sumamente difcil, no slo por lascuantiosas sumas invertidas hasta el momento, sino tambinpor las consecuencias ambientales de dejar sin terminar ysin utilizar las construcciones ya existentes, que estaban casiterminadas en algunas secciones del Proyecto Gabckovo.A la vista de esa situacin, considero que Checoslovaquiatena derecho a adoptar todas las medidas necesarias y, poresa razn, la construccin y la puesta en marcha de la "solu-cin provisional" (variante C) no puede considerarse un actointernacionalmente ilcito. As pues, en principio Eslovaquia

    12

  • no ha de compensar a Hungra a causa de la construction ypuesta en marcha de la "solucin provisional" (variante C)y de su mantenimiento en servicio por Eslovaquia a menosque se ponga de manifiesto un abuso manifiesto de derechospor su parte.

    En mi opinin, el prrafo 2A de la parte dispositiva delfallo no debera haberse incluido, dado que la sucesin deEslovaquia en el Tratado de 1977 no era una cuestin some-tida a la Corte en el acuerdo especial ni una consecuenciajurdica dimanante de la decisin adoptada sobre las cuestio-nes presentadas por las partes en el prrafo 1 de su artculo 2.Adems, la respuesta de la Corte es incompleta, ya que no sedice nada respecto de los "instrumentos conexos" del Trata-do 1977 y no se tiene en cuenta la posicin adoptada por losjueces disidentes que mantenan que ya no estaba en vigor elTratado de 1977.

    Opinin disidente del Magistrado ad hoc SkubiszewskiAunque est de acuerdo con la Corte en todas sus dems

    conclusiones, el Magistrado ad hoc Skubiszewski no puedeestar de acuerdo con la amplia conclusin de que Checos-lovaquia no tena derecho a poner en marcha la variante Ca partir de octubre de 1992 (fallo, prr. 155, punto 1C). Laconclusin es demasiado general. A su juicio, la Corte de-

    bera haber distinguido entre, por una parte, el derecho deChecoslovaquia a adoptar medidas para ejecutar y poneren marcha ciertas obras en su territorio y, por otra parte, suobligacin (y posteriormente de Eslovaquia) respecto deHungra dimanante de la desviacin de la mayor parte de lasaguas del Danubio al territorio checoslovaco, especialmentedurante el perodo anterior a la concertacin de! Acuerdoentre Hungra y Eslovaquia de 19 de abril de 1995.

    La retirada de Hungra del Proyecto abri para Checoslo-vaquia la posibilidad jurdica de hacer en su territorio lo quetena permitido hacer en virtud del derecho general en losros internacionales. En su conjunto, la "solucin provisio-nal" era y es lcita. Esa afirmacin no cambia por el hecho deque un elemento, a saber, la utilizacin conjunta de las aguasdel Danubio, exigiese una rectificacin y que se le pusieraremedio. Despus de haber reconocido los graves proble-mas con los que se enfrentaba Checoslovaquia de resultasde la actuacin de Hungra, la Corte debera haber aplicadola equidad como parte del derecho internacional. Despus,habra llegado a la conclusin de matizar ms su decisin.

    No obstante, las reclamaciones jurdicas recprocas de laspartes en lo concerniente a la indemnizacin abonan la ideade una "opcin cero" (fallo, prr. 153). Esa opcin deberafacilitar la solucin de la controversia.

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  • 108. CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTERPRETACIN Y LA APLICACINDEL CONVENIO DE MONTREAL DE 1971, PLANTEADAS DE RESULTAS DELINCIDENTE AREO DE LOCKERBIE (LA JAMAHIRIYA RABE LIBIA CONTRAEL REINO UNIDO) (EXCEPCIONES PRELIMINARES)

    Fallo de 27 de febrero de 1998En su fallo sobre las excepciones preliminares interpues-

    tas por el Reino Unido en el asunto relativo a las cuestionesrelacionadas con la interpretacin y la aplicacin del Conve-nio de Montreal de 1971, planteadas de resultas del incidenteareo de Lockerbie (la Jamahiriya rabe Libia contra el Rei-no Unido), la Corte consider que tena compstencia paraentender del fondo del asunto planteado por Libia contra elReino Unido en relacin con el incidente areo de Locker-bie. Adems, la Corte consider que las reclamaciones deLibia eran admisibles.

    La composicin de la Corte era la siguiente: Vicepresi-dente Weeramantry, Presidente interino; Presidente: Schwe-bel; Magistrados: Oda, Bedjaoui, Guillaume, Ranjeva,Herczegh, Shi, Fleischhauer, Koroma, Vereshchetin, ParraAranguren, Kooijmans, Rezek; Magistrados ad hoc: Sir Ro-bert Jennings, El-Kosheri; Secretario: Valencia Ospina.

    El texto completo del prrafo dispositivo del fallo es elsiguiente:

    "53. Por las razones que anteceden:"LA CORTE,

    " 1 ) a) Por 13 votos contra tres rechaza 1 a excepcina la competencia planteada por el Reino Unido sobre labase de la presunta inexistencia de una controversia entrelas partes en relacin con la interpretacin o aplicacindel Convenio de Montreal de 23 de septiembre de 1971;

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry, Presi-dente interino; Magistrados Bedjaoui, Guillaume, Ranje-va, Herczegh, Shi, Fleischhauer, Koroma, Vereshchetin,Parra Aranguren, Kooijmans, Rezek; Magistrado ad hocEl-Kosheri;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Schwebel; MagistradoOda; Magistrado adhoc Sir Robert Jennings;

    "Z>) Por 13 votos contra tres, considera que tienecompetencia, sobre la base del prrafo 1 del artculo 14del Convenio de Montreal, de 23 de septiembre de 1971,para entender de las controversias entre Libia y el ReinoUnido en cuanto a la interpretacin o aplicacin de lasdisposiciones de ese Convenio;

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry, Presi-dente interino; Magistrados Bedjaoui, Guillaume, Ranje-va, Herczegh, Shi, Fleischhauer, Koroma, Vereshchetin,Parra Aranguren, Kooijmans, Rezek; Magistrado ad hocEl-Kosheri;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Schwebel; MagistradoOda; Magistrado adhoc Sir Robert Jennings;

    "2) a) Por 12 votos contra cuatro, rechaza la ex-cepcin a la admisibilidad, que, segn el Reino Unido,dimana de la resoluciones del Consejo de Seguridad 748(1992) y 883 (1993);

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry, Presi-dente interino; Magistrados Bedjaoui, Guillaume, Ranjeva,Shi, Fleischhauer, Koroma, Vereshchetin, Parra Arangu-ren, Kooijmans, Rezek; Magistrado ad hoc El-Kosheri;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Schwebel; MagistradosOda, Herczegh; Magistrado ad hoc Sir Robert Jennings;

    "b) Por 12 votos contra cuatro, considera inadmisiblela demanda presentada por Libia el 3 de marzo de 1992.

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry, Pre-sidente interino; Magistrados Bedjaoui, Guillaume, Ran-jeva, Shi, Fleischhauer, Koroma, Vereshchetin, ParraAranguren, Kooijmans, Rezek; Magistrado ad hoc Ei-Kosheri;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Schwebel; MagistradoOda, Herczegh; Magistrado adhoc Sir Robert Jennings;

    "3) Por diez votos contra seis, declara que la excep-cin planteada por el Reino Unido, a cuyo tenor las re-soluciones del Consejo de Seguridad 748 (1992) y 883(1993) han dejado sin contenido las reclamaciones de Li-bia, no tiene, habida cuenta de las circunstancias del casoplanteado, un carcter exclusivamente preliminar.

    "VOTOS A FAVOR: Vicepresidente Weeramantry, Presi-dente interino; Magistrados Bedjaoui, Ranjeva, Shi, Ko-roma, Vereshchetin, Parra Aranguren, Kooijmans., Rezek;Magistrado adhoc El-Kosheri;

    "VOTOS EN CONTRA: Presidente Schwebel; Magistra-dos Oda, Guillaume, Herczegh, Fleischhauer; Magistradoadhoc Sir Robert Jennings."

    Los Magistrados Bedjaoui, Guillaume y Ranjeva adjunta-ron una declaracin conjunta al fallo de la Corte; los Magis-trados Bedjaoui, Ranjeva y Koroma adjuntaron una decla-racin conjunta; los Magistrados Guillaume y Fleischhaueradjuntaron una declaracin conjunta; el Magistrado Herc-zegh adjunt una declaracin. Los Magistrados Kooijmansy Rezek adjuntaron opiniones separadas. El PresidenteSchwebel, el Magistrado Oda y el Magistrado ad hoc SirRobert Jennings adjuntaron opiniones disidentes.

    15

  • Examen de las actuaciones y conclusiones(prrs. I a 16)

    En su fallo, la Corte recuerda que, el 3 de marzo de 1992,Libia present en la Secretara de la Corte una demanda alos efectos de que se entablaran actuaciones contra el ReinoUnido respecto de una "controversia entre Libia y el ReinoUnido relativa a la interpretacin o aplicacin del Conveniode Montreal" de 23 de septiembre de 1971 para la repre-sin de actos ilcitos contra la seguridad de la aviacin civil(denominado en lo sucesivo "el Convenio de Montreal").La demanda se refera a la destruccin, el 21 de diciembrede 1988, a la altura de Lockerbie (Escocia), del avin de PanAm que cubra el vuelo 103, y a los cargos imputados porel Lord Advocate de Escocia, en noviembre de 1991, con-tra dos nacionales libios sobre los que recaan sospechas dehaber colocado una bomba a bordo del avin, la cual habaexplotado y dado lugar a que se estrellara el aparato. En lademanda se mencionaba, como base de la competencia, elprrafo 1 del artculo 14 del Convenio de Montreal.

    El 3 de marzo de 1992, inmediatamente despus de haberpresentado su demanda, Libia solicit que se adoptaran me-didas provisionales de conformidad con el Artculo 41 delEstatuto. En virtud de una providencia de fecha 14 de abrilde 1992, la Corte, despus de haber odo a las partes, consi-der que las circunstancias del caso no exigan que ejercierasu facultad de indicar la adopcin de medidas provisionales.

    Libia present una memoria sobre el fondo del asuntodentro del plazo establecido. En la memoria, Libia peda a laCorte que resolviera y aclarara lo siguiente:

    "a) Que el Convenio de Montreal es aplicable a estacontroversia;

    "b) Que Libia ha cumplido cabalmente todas las obli-gaciones que le impone el Convenio de Montreal y tienederecho a ejercer la accin penal prevista en el Conve-nio;

    "c) Que el Reino Unido ha infringido y sigue infrin-giendo las obligaciones jurdicas que contrajo con Libiaen virtud de los prrafos 2 y 3 del artculo 5, del artculo 7,del prrafo 3 del artculo 8 y del artculo 11 del Conveniode Montreal;

    "d) Que el Reino Unido tiene la obligacin jurdicade respetar el derecho de Libia a que el Convenio no que-de soslayado recurriendo a medios que, en cualquier caso,estaran en contradiccin con los principios de la Cartade las Naciones Unidas y con la normas obligatorias delderecho internacional general que prohiben la utilizacinde la fuerza y la violacin de la soberana, la integridad te-rritorial, la igualdad soberana y la independencia polticade los Estados."Dentro del plazo fijado para presentar su contramemo-

    ria, el Reino Unido present excepciones preliminares a lacompetencia de la Corte y a la admisibilidad de la demanda.Por su parte, Libia present una declaracin escrita con susobservaciones y conclusiones sobre las excepciones prelimi-nares dentro del plazo establecido por la Corte. La vista secelebr del 13 al 22 de octubre de 1997.

    En la vista, el Reino Unido present las siguientes conclu-siones definitivas:

    "[Se pide a] la Corte que resuelva y declare lo siguiente:"Que carece de competencia para entender de las recla-

    maciones interpuestas contra el Reino Unido por la Jama-hiriya rabe Libia"o

    "SEsas reclamaciones son inadmisibles;"y que la Corte desestime en consecuencia la demanda dela Jamahiriya rabe Libia."Las conclusiones definitivas de Libia fueron las siguien-

    tes:"La Jamahiriya rabe Libia pide a la Corte que resuel-

    va y declare lo siguiente:"Que las excepciones preliminares interpuestas por el

    Reino Unido ... han de desestimarse y que, como conse-cuencia:

    "La Corte tiene competencia para entender de la de-manda de Libia,

    "La demanda es admisible;"Que la Corte