FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA · FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y...

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A yala A yala Cuadernos de REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 14 Abril-Junio 2003

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  • A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

    R E V I S TA D E L A F E D E R A C I Ó N E S PA Ñ O L A D E G E N E A L O G Í AH E R Á L D I C A Y C I E N C I A S H I S T Ó R I C A S

    ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 14 Abril-Junio 2003

  • EDITORIAL

    Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [2]

    Son bien conocidos los defectos heráldicos en losactuales modelos de las Cruces del Mérito Militar, Naval, yAeronáutico, en especial las primeras y las últimas, queparecen inadmisibles no sólo desde el punto de vista delos usos heráldicos, sino sobre todo desde el punto de vis-ta político y constitucional.

    No es del caso relatar aquí por menor los oríge-nes y la evolución histórica de las hasta hace poco llama-das Órdenes del Mérito Militar, Naval y Aeronáutico, funda-das respectivamente en 1864, 1866 y 1945, y destinadasa premiar los méritos extraordinarios del personal militar,tanto en tiempo de paz (distintivo blanco) como en tiempode guerra (distintivo rojo). Baste decir que el modelo esco-gido en 1864 -imitado luego por la Armada y la Aviación-fue una cruz llana muy sencilla y de notable visibilidad so-bre el uniforme militar, siendo también adecuada su sim-bología a lo que entonces era el Escudo Nacional: estoes, el llamado Escudo Pequeño de las Armas Reales es-pañolas, consistente en el cuartelado de Castilla y Leónque formó Fernando III el Santo allá por el siglo XIII, con elentado en punta de Granada añadido por los Reyes Cató-licos, y el escusón de Borbón-Anjou que dispuso Don Feli-pe V. Este diseño ha sufrido algunos cambios a lo largode los tiempos, debido como es de suponer a los vaivenesde la política nacional: en 1868 desaparecieron las lises,en 1873 la corona real fue sustituida por la mural, y en1875 todo volvió a su primitivo ser. Mayor fue el cambiosufrido en 1931, pues a la supresión de lises y sustituciónde la corona real por la mural, se añadió la modificacióndel propio escudo: el cuartelado de Castilla y León cedió ellugar central al cuartelado denominado de España moder-no: Castilla, León, Aragón Navarra, con la punta de Grana-da. El resultado no era sÓlo lógico en términos políticos,sino afortunado en términos heráldicos.

    La guerra civil de 1936-1939 provocó un nuevocambio, en esta ocasión desafortunado: en 1937, el Go-bierno nacional sustituyó la corona mural republicana porla denominada imperial -en realidad, una corona realabierta, de inspiración medieval-, y repuso el cuarteladode Castilla y León. Pero además cometió el error mayús-culo de disponer el cuartel de Granada, tradicionalmentesituado en la punta del escudo, en el centro del escudo, amodo de escusón, modificando para colmo sus esmaltes(la granada apareció sobre campo azul). En las placas, lascruces fueron cantonadas de castillos y leones, alterna-dos, en lugar de las lises.

    Este modelo inadmisible se ha mantenido durantela Monarquía Constitucional, sin más cambio que el desustituir aquella corona llamada imperial por la corona realespañola. Así lo recoge incluso la normativa vigente en lamateria, que es el Real Decreto de 28 de julio de 1995,también desafortunado por otros conceptos de fondo.

    Para colmo, los modelos y dibujos que acom-pañaban a ese Real Decreto hoy vigente, no eraN confor-mes al texto de la norma, pues si en aquellos aparece elescusón de Granada, en éste (artículos 19.1 y 21.1) sola-

    mente se menciona "un escudo de armas formado por dosleones y dos castillos" -una descripción heráldica por ciertobien incorrecta-, y nada se dice del emblema granadino.

    Y si decimos que este modelo es inadmisible en tér-minos heráldicos, no hablamos a humo de pajas: el escudoque aparece en las cruces del Mérito Militar y del Mérito Ae-ronáutico, tal y como está regulado hoy en día, resulta que alno ser siquiera el viejo cuartelado de Castilla y León -la ex-traña granada en escusón lo delata-, no pertenece a ningunaentidad pública ni tiene relación con ninguna realidad históri-ca, y por supuesto es completamente ajeno al Reino de Es-paña. No existe, pues, ninguna razón ni histórica ni heráldicapara mantener ese modelo, que se ha perpetuado durantemás de medio siglo de una manera inexplicable, y que nosolamente provoca un cierto absurdo heráldico o emblemáti-co en la propia condecoración que debe ornar, sino que lla-ma la atención de los cultos heraldistas extranjeros hastaponer estas cruces al borde del ridículo -este sí de nivel eu-ropeo-.

    Porque, además -y esto es lo peor- ese modelo vi-gente, por su propia concepción se opone frontalmente alespíritu constitucional, plasmado en el Escudo Nacionalaprobado por las Cortes en 1981, que incluye los cuatrocuarteles de los Reinos hispanos medievales de Castilla,León, Aragón y Navarra, con el entado en punta del de Gra-nada, y el escusón de la Casa de Borbón-Anjou que reina enEspaña desde 1700. El mantenimiento del simple cuarteladode Castilla y León -para colmo prostituido-, y la presencia deleones y castillos en los entrebrazos de las cruces de las pla-cas, constituye sin duda un atentado a ese espíritu plural quenuestra Constitución proclama desde 1978, y que la ciuda-danía de las distintas Comunidades Autónomas ha asumidodesde entonces plenamente.

    De todo lo anterior nos sería muy fácil extendernosen toda clase de consideraciones políticas y emblemáticas, yproporcionar todos los antecedentes legales y simbólicospertinentes, que obran en nuestro poder, pero lo hemos que-rido obviar por evitar la prolijidad, y sobre todo porque tantoel Ministerio de Defensa, como la Ponencia de Heráldica delInstituto de Historia y Cultura Militar -y de sus congéneresde la Armada y el Ejército del Aire-, los conocen sobrada-mente. Hay además, en la normativa vigente antes aludida,otros graves defectos que redundan en el demérito de estacondecoración, que es la básica de nuestro sistema premialmilitar, pero lo comentaremos otro día.

    Hecha la crítica, nos creemos obligados a exponernuestro parecer, a fin de evitar los inconvenientes denuncia-dos. Desde el punto de vista emblemático, bastaría con sus-tituir, en el centro de las Cruces del Mérito Militar y del MéritoAeronáutico, el disparatado cuartelado actual, por el cuarte-lado constitucional denominado de España moderno -Casti-lla, León, Aragón Navarra, con la punta de Granada y el es-cusón de Anjou-. Y sustituir también en todas las placas delas Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del MéritoAeronáutico, los castillos y leones actuales por las tradicio-nales lises que figuraron en ellas desde 1864 hasta 1931.

    EDITORIAL

    Adorna hoy nuestra portada un vaso de cristal de La Granja datado hacia 1750 y procedente de una colecciónparticular madrileña, con decoración heráldica que estudiamos en las páginas interiores.

    LAS CRUCES DEL MÉRITO MILITAR Y AERONÁUTICO: UN MODELO INADMISIBLE

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [3]

    FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

    FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍAY HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS

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    I Ñ I G O D E A R A N Z A D I

    M E D A L L A D E O R O D E L T R A B A J O

    Con toda oportunidad y con motivo de la Fiesta del Trabajo, S.M. elRey se ha dignado conceder a don Íñigo de Aranzadi la Medalla de Oro al

    Mérito en el Trabajo, el máximo premio que, latu senso, puede alcanzar un trabajador español.

    Los servicios que Aranzadi ha prestado a España bien lo merecían. Escritor y literatoapreciado, genealogista consagrado, etnógrafo de primera categoría, sus numerosos trabajoshan sido publicados en las más prestigiosas revistas y foros, y no pocas Reales Academias yprestigiosas sociedades científicas se honran en contarle entre sus miembros.

    Nacido en Pamplona en 1922, su vida transcurrió durante largos años en África:primeramente en el Marruecos del Protectorado Español -donde publicó su primer libro deversos-, y después en la Guinea Ecuatorial española, dedicado a la explotación de bosquesmadereros y empresas agrícolas. Supo aprovechar aquel tiempo para conocer profundamentelas sociedades locales, llegando a ser el primer especialista español en la cultura del bosqueFang, cuya lengua hablaba perfectamente, y a formar una soberbia colección de arte tribalafricano que no hace mucho mereció ser expuesta en el Palacio de Cristal del Retiro.

    Tras su retorno a España se dedicó al periodismo, y fue redactor jefe de los ServiciosInformativos de Televisión Española, y jefe del Gabinete de Prensa del Ministerio deAgricultura. Todo ello sin desatender nunca su vocación literaria, ni tampoco sus estudiosacadémicos, pues es notable el hecho de haberse licenciado en Ciencias de la Imagen y enPeriodismo ya en la madurez de su edad.

    La distinción que ahora le ha hecho S.M. el Rey cumple,pues, los dos objetivos que debe cumplir todo premio público:recompensar los eminentes servicios prestados y servir deejemplo, al tiempo que se produce la satisfacción personal delagraciado. Quedan ya muy atrás las envidias y las zancadillas-algunas muy cercanas y muy recientes, aunque ahora seapresurarán a darle la enhorabuena con falsía- que algunosmiserables han querido poner a Aranzadi en su larga ymeritoria carrera. Felicitamos a Íñigo de Aranzadi por estemerecidísimo premio, y hacemos nuestra su alegría.

    Que la disfrute largos años, como todos sus amigosdeseamos.

  • CURSO SOBRE TÍTULOS NOBI-LIARIOS EN EL ILUSTRE COLE-GIO DE ABOGADOS DE MADRID

    Dirigido por el magistradodon Rafael Gómez Chaparro, anti-guo profesor de Historia del Dere-cho de la Universidad de Navarra, elCentro de Estudios del Ilustre Cole-gio de Abogados de Madrid convoca

    un curso sobre Los Títulos nobiliarios y la Ley de EnjuiciamientoCivil 1/2000. Se impartirá en los días 4 y 5 de junio, de 10 a 13horas, en los locales del propio Colegio, calle Serrano 11, 1ªplanta. Más información en el Centro de Estudios del I.C.A.M.,teléfono 914 457 810, fax 914 317 191, y www.icam.es (ACE).

    CURSO DE PROTOCOLO EN LA UNIVERSIDAD COMPLU-TENSE

    Bajo la dirección de Felipe Díaz Murillo, jefe de Proto-colo del Excmo. Ayuntamiento de Madrid, la Universidad Com-plutense convoca uno de sus cursos de verano bajo el título Laciencia del Protocolo: modernidad y eficacia de sus aplicacionesprácticas. Participarán en el mismo D. José María Álvarez delManzano, alcalde de Madrid; D. Fernando García-Mercadal, vi-cedirector del Gabinete de la Presidencia del Congreso de losDiputados; D. Mario de Cea; Dª Carmen de León; Dª Josefa Be-navent, jefa de Protocolo del Ayuntamiento de Valencia; D. JoséAntonio Magro; Dª Yolanda González; D. Miguel Ángel Rodrí-guez; D. Jesús Monroy; D. Javier Sádaba, filósofo; D. FranciscoLópez Nieto; D. Tomás Chávarri, embajador de España; D. Fer-nando Arias, Presidencia del Gobierno; D. Juan Carlos Jiménez,Jefe de Protocolo de la Comunidad de Madrid; D. Francisco Gal-mes, jefe de Protocolo del Ayuntamiento de Barcelona; Dª MaríaTeresa Otero, de la Universidad de Sevilla; D. José Luis Ortega;y D. José Luis Fernández-Quejo, alcalde de San Lorenzo de ElEscorial. Las lecciones tendrán lugar en El Escorial durante lasemana del 14 al 18 de julio. Más información en la Secretaríade los Cursos de Verano de la U.C.M., calle Donoso Cortés 63,28015 Madrid, teléfono 915 432 652, telefax 915 432 012 ywww.ucm.es/cursosverano (ACE).

    CONDECORACIÓN A LA DOCTORAPALMERO

    Su Alteza Eminentísima el Príncipe yGran Maestre de la Soberana y MilitarOrden de Malta ha concedido a la Doc-tora Dª Dolores Palmero Pérez el lazode dama de la Orden al Mérito Meliten-se, como premio a su dedicación al es-tudio de la historia melitense en laPenínsula Ibérica, plasmada en la obra

    La Orden de Malta en España (1802-2002), de la que es coauto-ra. La Doctora Palmero es además Numeraria de la AcademiaMelitense Hispana desde el año pasado. Las insignias le fueronimpuestas el pasado 23 de abril, festividad de San Jorge, por elExcmo. Señor Bailío D. Fernando Gómez de Olea y de la Peña,Regente del Subpriorato de San Jorge y Santiago, tras el solem-ne capítulo en honor de su copatrono, celebrado en la iglesiamadrileña de San Andrés el Real (LCE).

    Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [4]

    CONVENIO ENTRE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE YLA DIPUTACIÓN DE LA GRANDEZA DE ESPAÑA

    El 30 de mayo último el Rector de la UniversidadComplutense D. Rafael Puyol, y el Decano Presidente de laDiputación y Consejo de la Grandeza de España, Conde deElda, en presencia de diversas autoridades académicas ycorporativas, suscribieron un convenio cultural orientado aestablecer un marco de colaboración en el ámbito de la for-mación especializada, la investigación y el intercambio, y lacooperación en el campo de la docencia. Con este acuerdose establecen las bases para la creación de un Curso deExperto en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria (ACE).

    ELECCIONES EN LA ORDEN DEMALTA

    Los pasados 6 y 11 de junio hanvisto, respectivamente, los procesoselectorales para la renovación delos cargos directivos de las dos enti-dades de la Soberana Orden deMalta en España. En la primera deesas fechas se celebró la elección

    para cubrir el cargo de presidente de la Asamblea Española,que agrupa a los caballeros y damas de la Tercera Clase dela Orden: en un ambiente lamentablemente enrarecido y po-co conforme al espíritu melitense, resultó electo por ampliamayoría el Excmo. Sr. D. Gonzalo Crespí de Valldaura yBosch-Labrús, Conde de Orgaz. Pocos días después ce-lebró elecciones el Subpriorato de San Jorge y Santiago, enque fue reelegido el Regente, Excmo. Sr. Bailío D. FernandoGómez de Olea y de la Peña. Felicitamos a ambos por surespectiva elección, y les deseamos el mayor acierto en lastareas religiosas, hospitalarias y asistenciales a que debededicarse la Orden de San Juan (ACE).

    LECCIÓN DEL DR. CEBALLOS-ESCALERA EN LA REALACADEMIA DE JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓN

    El 12 de junio, y en el contexto de la entrega de lascruces de San Juan Evangelista, premio anual que disciernela Asociación de Comunicación y Relaciones Públicas deMadrid, que preside D. Mario de Cea Neira, pronunció unalección el Dr. Ceballos-Escalera, bajo el título Norma y cere-monia de las Reales Academias. Presidió la sesión el nume-rario y secretario de la Corporación Dr. D. Rafael NavarroValls, recibiendo la cruz diversas personalidades (LCE).

    PRESENTACIÓN DEL “COMPENDIO DE DERECHO NO-BILIARIO”

    El 22 de enero tuvo lugar en la Real Academia dela Historia, bajo la presidencia del Ministro de Justicia, lapresentación del Compendio de Derecho Nobiliario, del queson autores los juristas D. Jesús Marina, D. José María deAreilza, D. José Gabaldón, D. Rafael Jover, D. Alfredo Pérezde Armiñán, y D. Jorge Rodríguez-Zapata. Se sentaron en lamesa presidencial el director D. Gonzalo Anes, y el presi-dente de la Diputación de la Grandeza Conde de Elda, pro-motor de la obra, que tomó la palabra para glosarla (LCE).

    NOvEDADEs y ENCuENTROs

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [5]

    CONFERENCIA DE DON JOSÉMARÍA DE MONTELLS

    Por invitación del prestigioso Círcu-lo Cultural Aparisi y Guijarro de Valen-cia, que preside don José Mas, pronun-ció el 16 de Mayo pasado, unainteresante lección sobre las ÓrdenesCarlistas del siglo XX, el vocal de la Fe-deración Española de Genealogía, donJosé María de Montells y Galán, que di-sertó sobre las poco conocidas caba-

    llerías de origen y fundación carlosoctavista. Presentó al ora-dor, el Lugarteniente General del Capítulo de Caballeros delCentenar de la Ploma, don Pascual Martín-Villalba. Nuestrocompañero también incluyó en su bien construida y documen-tada charla, una referencia a la Orden de la Legitimidad Pros-crita, creada por don Jaime de Borbón, y a la Orden de la Jarrade Aragón, reinstaurada en los años cincuenta por don Francis-co José de Habsburgo-Lorena, con lo que quedó completa suvisión histórica del panorama de las instituciones caballeres-cas del carlismo tradicionalista. La conferencia fue seguida porun numeroso público que llenaba por completo los locales delCírculo y que agradeció al conferenciante su esfuerzo y ameni-dad con un largo y sentido aplauso (LCE).

    MASTER EN DERECHO NOBILIARIO Y PREMIAL, GENEA-LOGÍA Y HERÁLDICA

    La cátedra de Historia del Derecho de la UniversidadNacional de Educación a Distancia (UNED) ha convocado estenuevo título propio, bajo la dirección de los doctores D. Felicia-no Barrios Pintado, catedrático de la Universidad de Castilla laMancha, y D. Javier Alvarado Planas, catedrático de la UNED.Será impartido, al precio de 1500 euros, por D. FaustinoMenéndez Pidal, D. Jaime Salazar y D. Manuel Fertes de Gil-bert, Barón de Gavín. La duración de estos estudios será dedos cursos académicos, y la matrícula está abierta hasta el 14de noviembre. Si siempre es una buena noticia que la Universi-dad española se interese por estas materias, no deja de sor-prendernos lo absurdo de su ubicación académica (el Derechonobiliario es una normativa viva y vigente, que no forma partede la Historia del Derecho; menos aún ¡la Heráldica!), la ex-traña mezcolanza de los temas del programa (no nos cansa-mos de denunciar la contumacia de algunos señores que insis-ten en juntar la historia de las élites durante la Edad Modernacon el estudio de los emblemas heráldicos y la historia de fami-lia o genelogía), y también la inadecuada selección del profe-sorado, entre el que no se encuentra ningún Abogado que ejer-za en esta especialidad. En todo caso, la iniciativa es loable, yconfiamos en que haya tiempo para corregir estos defectos.Más información en www.und.es/master-der-nobiliario (ACE).

    INGRESO DE FERNANDO DEL ARCO EN EL COLEGIOHERÁLDICO

    El 1º de abril se ha celebrdo el acto de recepción enel Colegio Heráldico de España y de las Indias, de D. Fernandodel Arco García, quien dedicó su discurso de ingreso al temaHeráldica en la poesía y en el teatro español en los siglos XIVal XVIII. En una sala repleta de un público interesado, fue con-testado por el colegiado de número D. Luis Valero de Bernabéy Martín de Eugenio (ACE).

    MESA DIRECTIVA DE LA ACADEMIA INTERNACIONAL DENUESTRA SEÑORA DE MONTECARMELO.

    La Academia Internacional de Nuestra Señora deMonte Carmelo, con sede en el castillo de Lanzun (isla de Mal-ta) fundada como consecuencia del Congreso de EstudiosHistóricos de la Orden de San Lázaro, celebrado el pasado añoen Madrid, cuyo objeto es el estudio de la caballería mediterrá-nea occidental, ha anunciado oficialmente la constitución de suMesa Directiva, compuesta por los siguientes señores: Director,Sabino Fernández Campo, Conde de Latores; Vicedirector, Ch-ristian de Paupet-Vauban; Secretario, José María de Montells yGalán; Tesorero, Joaquín Cayuela; y Vocales, Manuel MaríaRodríguez de Maribona y Dávila, Roger Carlton Sherman y Xa-vier Bastard d´Andeville. Como se recordará, es Alto Protectorde esta Academia, D. Francisco de Borbón y Escasany, Duquede Sevilla, actual cabeza de la Orden de San Lázaro. Su Beati-tud el Patriarca de Antioquía y de todo el Este, de Alejandría yJerusalén, cabeza de la Iglesia Católica Melquita, Gregorios IIILatham, es el Regidor de Honor de la dicha corporación. LaAcademia de Monte Carmelo se propone como objetivo primor-dial la investigación histórica y la publicación de algunos intere-santes estudios y trabajos sobre la historia de las Órdenes decruzada que se originaron en el Levante cristiano (LCE).

    ARCHIVOS ESPAÑOLES EN RED

    Dª Pilar del Castillo, Mi-nistra de Educación, Cultura y De-porte, ha presentado en el ArchivoGeneral de Simancas (Valladolid),el 18 de marzo último, ante más dedoscientos académicos, profesorese investigadores, el proyecto Archi-vos Españoles en Red (AER). Esteproyecto trata de poner a disposi-ción de los inves tigadores, a

    través de la red de Internet, nada menos que catorce millonesy medio de documentos, que podrán ser consultados directa-mente a través de la pantalla del ordenador, e incluso ser im-presos a domicilio, sin necesidad de desplazarse hasta los ar-chivos en que se custodian. Estos documentos han sidodigitalizados en el sevillano Archivo General de Indias (nuevemillones), en el Archivo General de Simancas (un millón), en elmadrileño Archivo Histórico Nacional (cuatro millones, incluyén-dose en este último fondos custodiados en la Sección de No-bleza, con sede en Toledo), en el Archivo General de la GuerraCivil Española (Salamanca), y en el Archivo General de la Co-rona de Aragón (Barcelona). Este proyecto se inició en 1986 -en el contexto de las celebraciones del V Centenario del Des-cubrimiento de América-, y la inversión de fondos del Ministerioalcanza los 130 millones de euros, financiados con algunasaportaciones de la Fundacion Botín, Fundación Ramón Areces,Fundación Telefónica y Fundación Altadis, entre otros patroci-nadores. El proyecto se continuará con la digitalización deotros dieciséis millones de documentos, entre los que se cuen-tan los del Archivo de la Real Chancillería de Valladolid y el Ar-chivo Histórico Provincial de Vizcaya. El acceso a este progra-ma denominado ARE, que a través de la página web delMinisterio de Cultura será posible a cualquier ciudadano apartir del 1º de abril, abre un nuevo panorama en cuanto a losmétodos de la enseñanza de la Historia, en palabras de Gon-zalo Anes, Director de la Real Academia de la Historia (ACE).

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [6]

    LA ÚLTIMA NOCHE EN PALACIO (14-15 DE ABRIL DE 1931):

    ALGUNAS PRECISIONES

    Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila

    Algunos de mis amables lectores han tenido la bondad de leer mi artículo La última noche en Palacio (14-15 deabril de 1931), publicado en Cuadernos de Ayala número 9 (enero-marzo de 2002), páginas 11-15, y han querido hacermevarias precisiones al respecto, proporcionándome algunos datos complementarios, que creo obligado transmitir a mi vez alos demás lectores interesados.

    Así, el Marqués de Bajamar me hace notar un error en lanota 25 de dicho artículo, pues al referirme a don VictorianoTravesedo y Silvela, oficial de Húsares de Pavía que en aquel díaestuvo al mando de la última guardia exterior del Real Palacio,mencioné a su esposa como doña María Ruiz Jarabo, cuando enrealidad aquella señora se llamaba doña María Dolores de Jarava yAznar, era hija de los Condes de Casa Valiente, y dejó a su vez unvástago llamado don Antonio Travesedo y Jarava, casado con doñaAna Loring y Martínez de Irujo. Así lo hago saber ahora, entonandoel mea culpa, aunque diré en descargo que el dato equivocado mefue facilitado verbalmente ¡por un sobrino carnal de don Victoriano!,tan bienintencionado como, según parece, poco enterado acerca desu familia más próxima.

    Por su parte, mi admirado profesor don Carlos SecoSerrano, de la Real Academia de la Historia y seguramente el mayorespecialista en el reinado alfonsino, me dice en carta particular:eché dos nombres en falta: el de Piedad Iturbe, princesa Hohenlohe,y el de la Duquesa de Dúrcal. Ambas estuvieron en Palacio: laprimera lo refiere en su curioso libro de recuerdos “Érase una vez” (y me lo “matizó“ a mí con todo detalle). La segunda lo cuentatambién en unas “Memorias” manuscritas (no publicadas), y queposeía el ya fallecido Marqués de Santo Floro.

    Y es cierto respecto de la segunda de estas señoras: laDuquesa de Dúrcal a que se refiere el profesor Seco Serrano fuedoña María Leticia Bosch-Labrús y Blat, dama de la Reina DoñaVictoria Eugenia desde 1919 (AGP, Personal, caja 2618/35), nacidaen Barcelona el 24 de marzo de 1890 y finada en Madrid el 29 denoviembre de 1981; hija de don Pedro Bosch Labrús, senador delReino, y de doña María Josefa Blats y Caparols. Ostentó como consorte el Título por el que la citamos, tras contraermatrimonio en Barcelona, el 19 de octubre de 1912, con don Fernando de Borbón y Madán, II Duque de Dúrcal, Grandede España y mayordomo de semana de S.M., nacido en París el 4 de febrero de 1891 y fallecido en Madrid el 29 demarzo de 1944. De cuya unión nacieron dos hijas.

    Pero no he hallado referencia alguna a aquellos hechos en las memorias de María de la Piedad de Iturbe y vonScholtz-Hermensdorf, Marquesa de Belvís de las Navas, tituladas Érase una vez:bocetos de mi juventud, y publicadas enMadrid en 1954. Su relato sólo alcanza hasta los días de su boda con el Príncipe Max de Hohenlohe-Langenburg, en1925. Sin duda el profesor Seco Serrano oyó de labios de la Princesa el relato de su presencia en Palacio aquella noche.

    Por fin, doña Ana Belén Sánchez Prieto, profesora de la Universidad Complutense, me recuerda que ManuelMaría Arrillaga es también autor de la obra Lo que no se conoce de la vida del Rey (Madrid, 1955), en la que, como testigopresencial del hecho, recuerda con detalle la partida del monarca: Son las ocho y media de la tarde cuando Don Alfonsodeja sus habitaciones particulares y aparece en la galería. Viste traje gris oscuro a rayas, cuello blando y sombreroflexible. Como es costumbre en él inveterada, lleva el cigarrillo en los labios... Es en la galería donde tiene lugar ladespedida. El Monarca -cuya emoción no puede negarse-, quiere dar ánimo a los que se quedan atónitos y tristes ante sumarcha; y dice “Calma, señores, y mucha cordura”. Y... por la “puerta de incógnito”, que da al Campo del Moro -el lugarque fue su predilecto en sus días de infancia y mocedad-sale al exterior y toma asiento en el auto que le espera...

    Sirvan estas breves líneas para precisar y ampliar las noticias que en su día publiqué en estas mismas páginassobre los sucesos ocurridos en el Real Palacio la noche en que concluyó definitivamente el periodo histórico conocidocomo la Restauración.

    La Duquesa de Dúrcal, por HermenegildoAnglada Camarasa (1922). Centro Nacional deArte Reina Sofía, Madrid.

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [7]

    Habiendo tenido noticia de un Título nobiliarioque podía haber correspondido a este interesante perso-naje de la Cuba del siglo XIX, don Francisco de Marty yTorrens, comenzamos una investigación al respecto, quesi bien no nos confirmó la concesión de tal merced, de laque solo había habido una petición, sí nos ayudó a en-contrar algunos datos biográficos de cierto interés.

    Marty nació enBarcelona, y a finalesdel siglo XVIII, a laedad de catorce o quin-ce años, emigró a Cu-ba, donde logró haceruna importante fortuna,lo que junto con suscargos públicos y sugraduación en la RealArmada, le hizo ser unade las figuras más im-portantes de su tiempoen la sociedad de la Is-la. En su parte civil sele recuerda por haberconstruido el teatroTacón y la pescaderíadel Boquete, en La Ha-bana. Entre sus muchos negocios poseyó dos carenerosen Casa Blanca para poder armar y avituallar a los bar-cos que, dirigiéndose a la costa de Guinea, recogían alos negros que transportaban a Cuba. Poseía tambiénmuchos viveros, casas y otras propiedades.

    En el Archivo del Ministerio de Justicia, se con-serva el expediente del título de Marqués o Conde de Ca-sa Marty (1), que se había solicitado para don Franciscode Marty, e incoado por su propio yerno, don Antonio Pa-der y Terry, que en su solicitud nos recoge los méritos yazañas del mismo, que justificarían la concesión de lamerced. En este mismo informe se decía que en 1825había sido nombrado Subdelegado de Marina del Distritode las Chorreras, en Cuba, motivo por el que solicitamostambién su hoja de servicios en el Archivo General de laMarina (2), reconstruyendo así su trayectoria en esteCuerpo.

    Siendo piloto particular, y desde su nombramien-to como Subdelegado de Marina de la Chorrera, comohemos visto, Francisco Marty destacó en una serie de ac-tos, como el apresamiento de la balandra pirata llamadaRosario la Tonta, lo que le supuso que el Rey, por RealOrden de 18 de mayo de 1831, le concediese el grado deAlférez de Fragata.

    El 23 de abril de 1841, por medio de un escrito di-rigido a la Reina Doña Isabel II, don Francisco Marty, rue-

    ga que se le confiera la graduación de Teniente de Navíode la Real Armada, argumentando:

    ... que su celo, actividad y decidido interés en el buen ser-vicio de V.M, no solo es cual corresponde a la honrradezde un buen súbdito del trono español; sino como lo attes-tan del modo mas esacto y recomendable, el Comandan-

    te General de esteApostadero, y el pral.de las matrículas su in-mediato gefe, la Capi-tanía Gral. e Intenden-cia de la indicadaciudad de la Habana,según persuaden losactos que acompaña,por que en efecto notiene otra divisa que ladel amor al Real servi-cio en la multitud de co-misiones que ha obteni-do y obtiene de lospredichos vuestros co-mandantes y Autorida-des indicadas, sin gra-var jamás al Real Erarioni aprovecharse siquie-

    ra del estipendio de ordenanza por la captura del deser-tor. A todas horas, en todos instantes, ha estado y estáespedito, sin temor a los peligros que supo siempre arras-trar en honor de las matrículas, y de las armas en mar ytierra... (3)

    Esta instancia iría acompañada de un amplio ex-pediente, que incluía los siguientes documentos:

    - Carta de don Manuel de Cañas Trujillo, Jefe deEscuadra, Comandante General del Puerto y de la Marinade la Isla de Cuba, de las fuerzas navales de la Reina enlas Islas de Barlovento e Indias Occidentales, y Principalde los Correos Marítimos de las Matrículas de esas Islasy de las de Puerto Rico; Caballero Gran Cruz de la Ordende San Hermenegildo. Destacaba de don Francisco Martysus útiles e importantes servicios, tanto con sus antece-sores en el cargo, don Angel Laborde y don Juan BautistaTopete, como con él mismo. Así como que por su com-portamiento se había hecho acreedor no sólo de su per-sonal aprecio, sino también del de todos los Jefes de Ma-rina a cuyas órdenes estaba.

    - Carta de don Antonio Gastón y Navarrete, Ca-pitán de Navío, Comandante Militar del Tercio Naval de laIsla de Cuba, Presidente del Gremio de Mareantes y Pes-cadores, y Caballero Gran Cruz de San Hermenegildo.En ella acreditaba la honradez, buena conducta, desin-terés y aptitud para las comisiones confiadas a su conoci-

    D O N F R A N C I S C O M A R T Y Y T O R R E N S

    Y E L N O N A T O T Í T U L O D E C A S A M A R T Y

    por Manuel Mª Rodríguez de Maribona Dávila

    El bergantín-goleta “Norma”, en una acuarela del MuseoMarítimo de Barcelona. En buques mercantes como este hizodon Francisco Marty sus negocios -incluído el tráfico deesclavos-, y se enfrentó a los piratas caribeños.

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [8]

    miento, tanto con él mismo como con su antecesor en elcargo, don José de Alcalá.

    - Pedimento firmado por el propio Marty al Co-mandante Principal de Matrículas, para que testifique demanera competente, sus méritos y servicios, como su Je-fe que fue siete años antes, en su calidad de subdelega-do de las Matrículas de La Habana. Está fechado el 25 deseptiembre de 1832.

    - Carta del Comandante Principal, don José deAlcalá, dirigida al Presidente Gobernador y Capitán Ge-neral, informando positivamente sobre don FranciscoMarty, desde que en 1826 se le confiriese el empleo deSubdelegado, y que ha cumplido:

    ...con una actividad y celo poco común (...) y queha desempeñado con singular acierto desinterés y utili-dad del servicio (...) y a la persecución y captura de susmuchos desertores (...) la aprehensión y castigo de algu-nos piratas y malhechores (...) que le hacen digno de lasmercedes del Rey Nuestro Señor. (4)

    - Nuevo pedimento firmado por el interesado, confecha de 24 de enero de 1831, dirigido al Secretario de laCapitanía General, con el fin de que atestigüe sobre losservicios por él realizados.

    - Carta de don Antonio de Sola, Capitán de Infan-tería, Oficial Mayor de la Secretaría de la Capitanía Gene-ral y su Secretario Interino, fechada el 24 de enero de1831, que basándose en los partes que el Subdelegadohabía enviado al Capitán General, archivados en la Se-cretaría, insistía en la idea de las aprehensiones quehabía realizado don Francisco Marty, y su renuncia a co-brar las recompensas establecidas.

    - Nuevo pedimento de don Francisco Marty, fe-chado el 22 de enero de 1831, dirigido al Intendente deEjército, suplicándole que certifique que desde 1828

    había sido comisionado para la aprehensión de efectosde contrabando, lo que ejerció concretamente en el casode la goleta que detuvo en el Puerto de Bacuranao, conun cargamento de ciento veintitrés y media fanegas desal que estaban expendiéndose fraudulentamente, y queinmediatamente puso a disposición de sus mandos.

    - Carta de don Francisco José Correr, con fechade 17 de febrero de 1831, dando fe de los hechos narra-dos por don Francisco Marty en la solicitud anterior.

    - Por último una carta, fechada el 18 de abril de1841, de don Santiago González Arango, miembro delConsejo de la Reina, Ministro Togado honorario de la Re-al Audiencia de Puerto Príncipe y Auditor de Guerra deMarina. En ella relata que conocía a Marty desde 1821,relacionando sus muchos méritos y servicios de maneraaún más completa que las anteriores, como podemos ver:

    ...que ha prestado y presta con el mayor despren-dimiento y actividad no solo al Cuerpo de la Real Armadaen su clase de subdelegado del embarcadero y costas delas Chorreras a sotavento de este Puerto, sino al brillantecomercio y a la tranquilidad pública de este país por mary por tierra ... contándose entre sus servicios el muy im-portante de la destrucción de los piratas que en variasépocas han infestado estos mares haciendo sentir susatrocidades a los desgraciados navegantes que su-cumbían hasta que los extinguió Torrens, el que ha dadomayor brillo y ornato a la Población con un gran Teatroque ha edificado a su costa y aumentado considerable-mente las rentas municipales con otros proyectos. Y co-mo desde el año pasado de mil ochocientos treinta queobtuvo de S.M. el grado de Alférez de Fragata no ha al-canzado otro premio por sus continuados servicios poste-riores, lo considero acreedor a las nuevas demostracio-nes con que el Gobierno de S.M. sabe recompensarcomo merece Torrens a los súbditos del Estado (5).

    Desde 1970

    AMBIENTE AGRADABLEEsPECIALIDAD EN CÓCTELEs

    TERRAZA DE vERANO

    Fernando el Católico 77MADRID

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [9]

    El Comandante General de Marinadel Apostadero de La Habana envió tam-bién, por su parte, una carta apoyando la an-terior petición, con fecha de 30 de abril delmismo año, a la Junta del Almirantazgo,señalando que le constaba su constante acti-vidad, celo y amor al servicio de S.M.

    Esta Junta del Almirantazgo, estudia-da la petición, y en su contestación al Secre-tario de Estado y del Despacho de Marina,fechada el 23 de septiembre, manifiesta queesta petición no era atendible, al hallarse elinteresado ya premiado anteriormente. LaJunta destaca además que en el informe delAuditor del Apostadero figuraba, como he-mos visto, que el interesado edificó un tea-tro, lo que parece ser hasta ridículo que sealegue para obtener distinciones no mereci-das y solo apoyadas en la prodigalidad indis-creta con que han visto dispensarse (6) .

    El Regente del Reino estuvo de acuerdo con esteinforme de la Junta, y por medio de comunicación al Co-mandante General del Apostadero de la Habana, fechadael 18 de mayo de 1842, denegó la concesión del solicita-do ascenso.

    Como Subdelegado y con este nuevo grado semantuvo hasta el año 1844, en que de nuevo por RealOrden de 7 de octubre se le asciende al grado de Tenien-te de Fragata en atención a la eficaz recomendación quehace el Comandante General del Apostadero de la Haba-na de la acrisolada lealtad y buenos servicios... (7).

    El 15 de febrero de 1848 se le distingue con laEncomienda de la Orden de Carlos III (8).

    En este mismo destino se mantiene hasta 1852,en que por otra Real Orden de 3 de mayo se le concedela graduación de Capitán de Fragata, en atención a losméritos que contrajo durante los últimos acontecimientosque se produjeron en Cuba. Este mismo año, por RealOrden de 29 de noviembre, obtiene el grado de Capitánde Navío, de nuevo en atención a sus méritos y servicios.En esta situación se mantendrá hasta 1858, en que unaReal Orden del 29 de noviembre le confirma su destinoen la Ayudantía de Marina del distrito de la Chorrera.

    Con fecha de seis de junio de 1860, por mediode un Real Decreto, la Reina le concede la Gran Cruz dela Orden de Isabel la Católica (9).

    Su hijo político, don Antonio Pader y Terry, resi-dente en Madrid, solicitará a la Reina Doña Isabel II un tí-tulo nobiliario, bien fuera de conde o de marqués, con ladenominación de Casa Marty (10). Con este fin fecharásu escrito el día seis de diciembre de 1864, en el que jus-tificará los méritos de don Francisco Marty y Torrens parapoder ser acreedor de esta merced nobiliaria. Comienzacalificándole de gran propietario en la Isla de Cuba, y acontinuación señala que era Secretario de la Reina,además de estar en posesión de la Gran Cruz de Isabel

    la Católica y la Encomienda de Carlos III. Relatará susservicios desde que se le nombró Subdelegado de Mari-na en 1825:

    ...y en el desempeño de este cargo prestó gran-des y señalados servicios, tanto más distinguidos cuantoque ellos fueron contraidos en tiempo del mayor decai-miento de nuestra Marina, siendo así que por falta de ma-rineros lo tenía siempre ocupado el Mayor General D. Se-bastián Páez de las Cadenas, en las levas de gente a finde que pudieran salir los dos o tres buques suyos, queera todo lo que había en La Habana, eludiendo la perse-cución de una goleta y un bergantín insurgentes de CostaFirme que se hallaban constantemente fuera de la bocadel Morro.

    Posteriormente se le confió la comisión de perse-guir al Balandro pirata llamado “Rosario”, que aprehendiócon nueve piratas que lo tripulaban, quedando muerto enel combate el capitán, que era conocido por “la Tonta”, yel que con sus atrocidades tenía aterrorizadas las costasde Barlovento de la Isla.

    Prestando importantes servicios en la Marinacontinuó por largos años bajo el mando de D. AntonioUlloa, comandante general del Apostadero y sucesivantedel de los Señores D. José Bustillos, D. Francisco Armeroy D. Manuel Quesada, los que existiendo en la actuali-dad en la Península, así como los Señores Capitanes Ge-nerales D. Leopoldo O´Donell y D. José de la Concha,podrán informar más estensa y detalladamente acerca delos hechos que el interesado espera.

    A dichos Señores consta y al público de la Isla engeneral, que los balandros de don Francisco Marty hanhecho y hacen un servicio activo de policía alrededor delas costas de la Isla, y tanto es así que cuando el desem-barco de los filibusteros Norte-americanos, en la Isla deMugeres, la actividad, celo y arrojo que con sus buquesdesplegó en este tiempo, libró a Cuba de una terrible in-vasión.

    Vista de la ciudad de La Habana hacia 1850, con la bahía y la bocadel puerto, escenario de las hazañas navales de don FranciscoMarty y Torréns. Litografía coloreada de Eduardo Laplante, MuseoNaval, Madrid.

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    En los casos en que la Isla ha estado amenazadade sublevación o invasión, nadie ha podido poner en du-da el puro españolismo de Marty. Igualmente ha sido engeneral reconocido su celo y patriotismo en interés deldesarrollo de aquel país, pues a su iniciativa y desembol-sos son debidas muchas mejoras, tales como el Gran Te-atro de Tacón, de la Pescadería y otras obras públicas.

    Su amor a la Reyna nuestra Señora y su interéspor la Nación Española lo tiene asimismo acreditado,pues con motivo de la Suscripción para la Guerra de Áfri-ca, siendole sensible que las personas mas ricas de la Is-la empezassen sus donativos con mil o dos mil pesos,Marty se suscribió de una vez por diez y siete mil, y esterasgo de desprendimiento obligó a los demás a aumentarsus cantidades. Y en atención a los méritos, y largos ypenosos servicios que tanto por mar como por tierra tienecontraidos y ligeramente espuestos,

    A V.M. rendidamente suplica, que por un efectode su reconocida bondad, se digne agraciar con el títulode Conde o Marqués de Casa Marty al ya citado su padrepolítico, el cual quedará a esa distinción eternamenteagradecido y dispuesto hasta a dar su vida por la de V.M.a quién Dios guarde muchos años (11).

    La contestación que se dió a este escrito, con fe-cha de cuatro de agosto de 1865, no fue favorable paranuestro personaje, argumentándose que no se justifica-ban de ningún modo los servicios notables que se citan,como tampoco el que poseyese rentas, por lo que:

    ...el negociado cree que debe desestimarse des-de luego la pretensión de Título del Reyno que en favorde aquel eleva su hijo político Dn. Antonio Pader y Terry:mas si esto no pareciese acertado, con arreglo a lo quedispone el párafo 5º del art. 45 de la ley de 17 de agostode 1860, debe oirse en el particular al Consejo de Estadoen pleno, a no acordarse la merced en Consejo de Minis-tros (12).

    En el mismo escrito figura en su última hoja Ne-gado, con fecha de doce de agosto del mismo mes y año.

    Realmente, si comparamos este caso con otrasconcesiones de mercedes nobiliarias, sobre todo de estaépoca, cuyos expedientes se custodian en el Archivo Ge-neral del Ministerio de Justicia, don Francisco Marty y To-rrens tenía méritos sobrados para poder haber sido mar-qués o conde de Casa Marty, como se demostraba por laabundante documentación que se presentó al solicitar lagraduación de Teniente de Navío, y que hemos relaciona-do anteriormente. Al pedir el título no se acompañó la do-cumentación necesaria, y probablemente no se hizo nin-guna otra gestión complementaria para que algúnpersonaje influyente del momento apoyase la solicitud.Además se da la circunstancia de que en el mes de mayosiguiente, Marty falleció

    En el libro Tradiciones Cubanas de Álvaro de laIglesia (13), se cuentan algunas anécdotas de don Fran-cisco Marty que me voy a permitir la libertad de recoger,como complemento y, sobre todo, como curiosidad, al in-

    tentar reflejar su lado más humano. Una de ellas era elencuentro que tuvo, después de muchos años, con unpaisano suyo que había viajado con él en su primera sali-da de España, pero que al contrario que él no logró hacerfortuna. Al contarle su mala situación, que incluso llegabaa que le echasen de un local donde había instalado unabodega, Marty se decidió por comprar la finca entera yescriturársela a su nombre (14).

    Más curiosa aún es la que se conoce como elpargo de la generala (15), que se desarrolla cuando eraGobernador General de la Isla de Cuba en el año 1840,don Pedro Téllez Girón, Príncipe de Anglona y Marquésde Jabalquinto, hijo del Duque de Osuna, cuyo mandatoduraría tan solo catorce meses , pero que fue de gran im-portancia para la Isla, por su protección a la Artes, la fun-dación de la Caja de Ahorros, las ayudas a la SociedadEconómica de Amigos del País y a la Academia de SanAlejandro, a la que donó importantes cuadros. El Príncipeestaba casado con doña María del Rosario Fernández deSantillán, hija de los Marqueses de Motilla, con la que re-cibía a Marty en muchas ocasiones en su residencia, co-mo antes también habían hecho sus antecesores en elcargo. En una de estas ocasiones le preguntaría Francis-co Marty a la Princesa qué regalo quería que le hiciesepor la próxima celebración del día de su santo, a lo queella contestó que un pargo para el almuerzo. Al día si-guiente enviaría a un criado con el pescado en una enor-me bandeja de plata, y con una nota en la que decíaDoña Rosario: que los pase muy felices. Ábrale la barrigaal pargo. Francisco Marty Torrens. Desconcertados, lógi-camente, con la misiva, pero comprobando el enorme pe-so del presente, decidieron abrirlo, para encontrarse ensu interior una considerable cantidad de onzas de oro. Alpresentarse de nuevo Marty en palacio, le preguntó a laPrincesa si el regalo había sido de su agrado, a lo queesta contestó que no, que no le había pedido un pargo re-lleno.

    Unos años más tarde sería Gobernador Generaldon Leopoldo O´Donnell, Conde de Lucena, cuyo man-dato duró desde octubre de 1843 hasta marzo de 1848,no dejando, por cierto, muy buena prensa entre la pobla-ción cubana, por la dureza de sus determinaciones. ElGobierno de Narváez decidió sustituirle por el TenienteGeneral don Federico Roncali, Conde de Alcoy, quehabía servido en las Capitanías Generales de Navarra yde Valencia, fue Ministro de la Guerra en el Gabinete Mi-raflores y Senador del Reino vitalicio.

    El nuevo Gobernador General, Conde de Alcoy,desembarcó en La Habana el día 20 de marzo de 1848,encontrándose con un frío recibimiento por parte deO´Donnell, que no había tomado muy bien su relevo,según las tésis de Álvaro de la Iglesia (16) en sus Tradi-ciones Cubanas. Terminada la ceremonia oficial para rea-lizar la entrega de mando, el de Lucena se retiró inmedia-tamente, con su familia, a sus posesiones, que recibían elnombre de Quinta de los Molinos. Don Federico Roncali ysu esposa se dirigieron al palacio de la Plaza de Armas,residencia oficial del cargo, y se encontraron -siguiendo elrelato de Álvaro de la Iglesia- con que, salvo el salón del

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [11]

    Trono y alguno de los demás salones principales, habíasido despojado absolutamente de todo, no disponiendo nide las camas para poder descansar después de tan largoviaje desde España. El nuevo Capitán General recurriría,por su merecida fama, a Francisco Marty, que solucionótodo de manera inmediata.

    La fisonomía de Marty nos es conocida gracias aque sus descendientes han conservado un retrato delprócer; lamentablemente, no han considerado oportunoaportarlo para ilustrar esta breve semblanza biográfica.

    El Excelentísimo señor don Francisco Marty y To-rrens, ayudante de la Chorrera del Jefe Graduado de laReserva, Capitán de Navío graduado, falleció el 28 demayo de 1866, en su destino, de enfermedad natural, loque comunicará el Comandante General del Apostaderode La Habana el 21 de junio siguiente (17).

    N O T A S

    1. Archivo General del Ministerio de Justicia. Expediente del títu-lo de Casa Marty.

    2. Archivo General de la Armada "Don Álvaro de Bazán", El Vi-so. Cuerpo General, legajo letra M, Expediente de don Francis-co Marty y Torrens, Subdelegado de Marina en Cuba.

    3. Vide nota 2.

    4. Vide nota 2.

    5.- Vid. nota 2.

    6. Vide nota 2.

    7. Vide nota 2.

    8. Archivo General del Ministerio de Asuntos Exteriores, Canci-llería y Órdenes, Orden de Carlos III.

    9. Ibidem, Orden de Isabel La Católica, legajo C. 246, exp. nº 6.

    10. Vide nota 1.

    11. Vide nota 1.

    12. Vide nota 1.

    13. Álvaro de la Iglesia, Tradiciones Cubanas. Editorial Huracán.Instituto del Libro. Vedado, La Habana, Cuba, año...

    14. Ibidem, págs. 185-186.

    15. Ibidem, págs. 186 a 190.

    16. Vide nota 2, págs. de 121 a 125.

    17. Vide nota 2.

    Don Francisco Marty y Torréns fue dueño de varias haciendas e ingenios en la isla de Cuba,como este Ingenio de Acana que dibujó y litografió Eduardo Laplante a mediados del siglo XIX.

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    En la colección de un amigo, gran conocedor delarte español, se encuentra hoy el vaso de cristal, ornadocon heráldico emblema, que motiva estas breves líneas.No es obra desconocida del público, puesto que ya fueexhibida en aquella magna exposición que organizó elMarqués del Saltillo allá por los años de 1947, bajo elsugestivo título de La Heráldica en el Arte. En ella, lapieza que nos ocupa fue catalogada como vaso talladocon escudo del Duque de Medinaceli y de Santisteban(Córdova-Aragón,partido de Benavi-des)(1). A mi juicio,tal identificación eserrónea, como másadelante explicaré.

    Se trata deuna obra procedentesin duda de la RealFábrica de Cristalesde La Granja, esta-blecida en el RealSit io de San Ilde-fonso (Segovia) porel Rey Don Felipe V,allá por 1727. Co-menzadas las labo-res por medio decristaleros catalanes(Sit, Sac y otros),seguidas a partir de1746 por franceses(Sibert, Guil lot yotros), la llegada deotros maestros ale-manes a partir de1750 (los Eder, losBrun) introducirá enla fábrica segovianalas técnicas delcristal de Bohemia ypermitirá alcanzarobras de gran calidaden grabado y talla,como la que nosocupa(2).

    Creo intere-sante añadir que, tras la llegada de los maestrosalemanes, se estableció en la fábrica una sala o taller degrabado, bajo la dirección de Juan Wenceslao Guba.Sería ya en la década de 1770, reinando Carlos III,

    cuando en esta dependencia se introdujeron nuevastécnicas, tomadas de la obra L'Arte Vetraria, de AntonioNeri, traducida especialmente para aquellos maestrosartesanos de San Ildefonso. Entre la producciónsegoviana fueron muchos los vasos tallados y grabadospara servicio de mesa, pero sus adornos solían reducirsea las volutas y, más tarde, a las escenas de caza opaisajes. Pocos de ellos ostentaron decoración heráldica,aunque los hubo en la mesa del Rey, como el soberbio

    ejemplar hecho en1756 por losartesanos Dan-din yNini que se conservahoy en el PalacioReal de Madrid(3).

    La cristal inapieza objeto denuestro interés eslisa, sin rebordes yde una gran sen-cillez; su boca tieneuna diámetro de 14cms, su pie de 9cms, y su altura esde 17 cms. No es,evidentemente, unapieza de servicio demesa, sino una obraúnica y particular -como lo eran lasobras maestras delos oficiales artesa-nos-, destinada alornato de la personaa la que se obse-quiaba. Es, pues, loque en aquellaépoca se denomi-naba una pieza deadorno.

    En su cuerpo,finamente grabadasal ácido, y despuéstalladas, unas arme-rías que son las dela Casa de los

    Duques de Baena y Condes de Cabra. Se blasonan así:escudo partido. Primero, cuartelado a su vez, 1º deCórdoba, Condes de Cabra y Duques de Baena (cortadode oro con tres fajas de gules, y de plata con un rey moro

    UN VASO DE CRISTAL DE LA GRANJADECORADO CON LAS ARMERÍAS DE LOS DUQUES DE BAENA,

    CONDES DE CABRApor el Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila

    Vaso de cristal de la Real Fábrica de Cristales de San Ildefonso,datado hacia 1750, con las armerías de la XI Duquesa de Baena yXV Condesa de Cabra (colección particular, Madrid).

    DE RE HERALDICA

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    al natural, sujeto del pes-cuezo por una cadena);2º de Cardona, Duquesde Soma (cuartelado ensotuer; primero y cuarto,de oro con cuatro palosde gules; segundo degules con tres cardos deoro; y tercero de azursembrado de l ises deoro, y cargado de unlambel de gules); 3º, deAnglesola, Barones deBellpuig (fajado de oro ysable, de ocho piezas;pero en el vaso seaprecia un cuartel de orocon tres fajas de sable),cortado de Requeséns,Condes de Palamós (deazur con tres roques deoro, y la bordura dente-lada de lo mismo); y 4º,de Aragón-Segorbe, Du-ques de Segorbe (par-tido de tres: de Aragón,de Castilla y León, y deAragón-Sicilia). Partidode Benavides, descen-diente de la Casa Realleonesa (de plata con unleón de púrpura, barradode una faja de oro;bordura con ocho be-zantes). Timbradas decorona ducal abierta, conla cimera de las plumas de pavo real propia de la Casade Baena-Cabra (heredada de la ducal de Soma-Cardona); y acoladas de veintidós banderas moras querodean el escudo. Y todo, a su vez, rodeado de sendaspalmas cruzadas bajo la punta, que en la Heráldica sonsímbolo de la fecundidad.

    Las armerías de la Casa de Cabra-Baena tienenun origen y una evolución sobre los que vale la penadetenernos brevemente. El núcleo de las mismas son lastres fajas de gules en campo de oro, emblema común atodas las líneas descendientes de los Temes galaicosque bajaron a la conquista de Córdoba durante el sigloXIII, tomando el nuevo apellido y siendo despuésSeñores de Aguilar de la Frontera, Priego y Montilla, ypor lo tanto uno de los principales linajes nobiliarios deaquella región. Don Diego Fernández de Córdoba, IIConde de Cabra y Señor de Baena (†1487), uno de losprincipales caudil los castellanos en la guerra deGranada, y el vencedor de Boabdil en la batalla deLucena (1483), sumó al emblema primitivo, por especialprivilegio de los Reyes Católicos -que se conservaoriginal en el archivo de la Casa-, el busto del ReyBoabdil, y lo rodeó con las veintidós banderas tomadas alos moros en dicha jornada. Este mismo Conde adoptó,

    además, el conocidolema Sine ipso factumest nihil. El matrimoniocelebrado en 1534 pordoña Beatriz de Figueroay Córdoba, hija de loscuartos Condes de Ca-bra, cuya descendenciasucedería en la Casa,con don Ferrán Folch deCardona y Requeséns, IIDuque de Soma, IIIConde de Palamós y XVIBarón de Bellpuig, dióuna nueva varonía a laCasa de Baena-Cabra, yuniría a las armeríasprimitivas las de lasCasas de Soma (Aragón-Cardona), de Bellpuig(Anglesola) y de Palamós(Requeséns). Una pos-terior unión matrimonial,la del III Duque de Baenay VII Conde de Cabracon doña Juana Fernán-dez de Córdoba y Ara-gón, hija de los Marque-ses de Comares, Duquesde Segorbe y de Cardo-na, añadiría como armasde pretensión las de laCasa de Aragón-Segorbea partir de 1578(4).

    La corona ducal quemuestra nuestro vaso

    corresponde a los Duques de Baena, Grandes deEspaña. La cimera de plumas de pavo real que desde elsiglo XVI lucieron las armerías de la Casa de Baena-Cabra procede de la Casa Ducal de Soma-Cardona,pues las hallamos en el soberbio sepulcro renacentistade don Ramón Folch de Cardona (†1522), I Duque deSoma, virrey de Nápoles, llamado el segundo GranCapitán, labrado por Giovanni da Nola, que se conservaen la parroquial de Bellpuig (Barcelona)(5). Porque laCasa de Cardona utilizaba por cimera un avestruzsosteniendo en el pico una herradura de plata -así, en elcoro de la catedral barcelonesa, sede del capítulo de laOrden del Toisón de Oro celebrado en 1519-; la deAragón-Segorbe un dragón dorado; y la de Sessa, unave fénix(6).

    Las cimeras de largas plumas de pavo real noson infrecuentes en la heráldica coetánea europea,durante los siglos XV al XVII: a título de ejemplo, y pororden cronológico, las hallamos en las armerías delMargrave Cristóbal de Baden (1453-1527); en las delDuque Jorge I de Sajonia (1471-1539); en las del DuqueEnrique II de Brusnwick; en las de los Príncipes deArenberg; e incluso en las de diversos miembros de la

    Armerías iluminadas del Duque de Baena y Conde deCabra, en un documento señorial datado en 1634, que secita en el texto (Archivo de los Condes de Cabra, Madrid).

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [14]

    Casa de Austria, como los fueron los ArchiduquesFernando (1529-1595), Matías (1557-1619), luegoEmperador, Alberto (1559- 1621), Leopoldo (1586-1632)y Fernando (1628-1662), y también el celebérrimobastardo Don Juan de Austria(7). Pero las familias noblesque las utilizaron fueron numerosas. Notemos que elpavo real es animal muy ligado a la simbología cristiana,y bajomedieval: según una antiquísima leyenda, la carnede este ave no se corrompía, por lo que pasó asimbolizar la inmortalidad, apareciendo en tal carácter enmuchas representaciones pictóricas al lado de laNatividad, de la Fuente Sagrada y del Árbol de la Vida(8).

    A finales del siglo XVI, el escudo de armas de laCasa de Cabra estaba ya conformado tal y comoaparece en el vaso de cristal que nos ocupa, según nosmuestra la pétrea labra que adorna el castillo de Cabra(Córdoba), que es de aquella época, y la poco posteriorportada iluminada de las Ordenanças del Tribvnal yJvzgado de las apelaciones en los estados de Vaena yCabra, fechas en Madrid a 1º de henero, 1634 (9). Esdecir, en los días de don Luis Fernández de CórdobaCardona y Aragón, IV Duque de Baena y VIII Conde deCabra, Duque de Sessa y de Soma, tres veces Grandede España (1582-1642), casado en el año de 1600 condoña Mariana de Rojas y Córdoba; pues son lasarmerías de esta Duquesa-Condesa las que ocupan elsegundo cuartel (de oro con las cinco estrellas de azurpuestas en sotuer), en vez de las de Benavides quemuestra nuestro vaso.

    La presencia de esas armerías de Benavides,para colmo algo modificadas, nos ofrecen algunasdificultades a la hora de identificar al destinatario de estevaso de cristal, pues la única vinculación de la Casa deBaena-Cabra con la de Benavides consiste en elmatrimonio del VII Duque y XII Conde, en 1685, condoña Margarita de Aragón y Benavides, hija de los sextosDuques de Segorbe, don Luis Ramón de Aragón Folchde Cardona, y doña María Teresa de Benavides Dávila yCorella (a su vez hija de don Diego de Benavides, VIIIConde de Santisteban del Puerto, y de doña AntoniaDávila y Corella). Notemos que, en tal caso, quienencargó el vaso habría dispuesto en ese segundo cuarteldel escudo que adorna nuestro vaso, las armerías deBenavides, bien porque utilizó un modelo heráldico másantiguo, bien para no repetir en el vaso las de Aragón-Segorbe, que ya estaban integradas en las de la Casade Baena-Cabra desde al menos un siglo antes.

    Pero la pieza que glosamos es muy posterior adicho matrimonio, e incluso al nacimiento del herederode la Casa, que aquel produjo en el año de 1687. Y sitales armerías nos proporcionan una seguraidentificación del propietario -un Duque de Baena, Condede Cabra-, son esas palmas, emblemas heráldicos de lafecundidad, las que nos permiten aventurar una dataciónpara la hechura de esta pieza; datación respecto de laque solamente caben proponer dos fechas: bien la delaño de 1732, cuando tuvo lugar el natalicio de donVentura Osorio de Moscoso Córdoba y Cardona (1732-1776), entonces heredero de la Casa de Altamirapaterna, y enseguida de la de Baena-Cabra materna; obien en la de 1750-1752, cuando nació su hermanouterino don José de Guzmán Córdoba y Cardona, quemurió siendo muy niño.

    Efectivamente, creo que la destinataria del vasohubo de ser la madre de ambos, doña BuenaventuraFernández de Córdoba y Cardona, que desde 1735 fue,por muerte de un tío suyo, la IX Duquesa de Baena y XIde Sessa, XV Condesa de Cabra, Grande de España, XDuquesa de Soma y XVI Condesa de Palamós y otrosTítulos y dignidades, nacida en Madrid el 2 de junio de

    Lámina grabada con las armas don Diego Fernández deCórdova, III Marqués de Comares, alcaide de losDonceles (1524-1601), como consorte de doña Juanade Cardona y Aragón, III Duquesa de Segorbe y IV deCardona, Marquesa de Pallars, Condesa de Ampurias yde Prades. Se trata de un escudo cortado: primero, deAragón-Segorbe; segundo, partido de tres con las armasde Aragón-Cardona, Aragón-Urgel (Prades) y Pallars. Enescusón, las armas de la Casa de Córdoba-Baena.Timbrado de una corona ducal abierta -algo caprichosa-,y acolado del collar de la Insigne Orden del Toisón deOro (recibido en 1585), y de cuarenta y dos banderas.Colección de los Condes de Cabra, Madrid.

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [15]

    1712 y fallecida en la mismavilla y corte el 9 de abril de1768. Esta señora celebróprimeras nupcias en Madrid,el 10 de diciembre de 1731,con don Buenaventura Osoriode Moscoso y Felipez deGuzmán, IX Conde de Alta-mira, Grande de España(†1734); y segundas tambiénen Madrid, el 21 de sep-tiembre de 1749 con don JoséMaría de Guzmán y VélezLadrón de Guevara, VI Marq-ués de Montealegre y XIIConde de Oñate, Grande deEspaña (1709-1781).

    Me atrevo incluso aaventurar que la ocasión delnatalicio que el vaso conme-mora, sea la segunda,considerando, de una parte,que sólo hacia 1750 el artevetrario de La Granja habíaalcanzado la capacidad téc-nica necesaria para produciruna obra como la queglosamos; y de otra parte, queel padre del segundo vástago,es decir el Marqués deMontealegre y Conde de Oñate, ocupó elevados cargospalatinos: los de gentilhombre de cámara del Príncipe deAsturias, su amigo (1740), sumiller de corps del ya Rey(1757), mayordomo mayor de su esposa la Reina DoñaBárbara de Braganza (1758), y por fin mayordomo mayordel Rey Don Carlos III (1760-1781)(10). Una posiciónque explicaría la factura del vaso como un regalo regiode Don Fernando VI: porque en verdad la obra es regia,y muy pocos potentados de la época -entre ellos elmonarca, que además era dueño de la Real Fábricasegoviana- podrían quizá haberlo encargado y pagado.

    Una vez más, la decoración heráldica de unapieza no solamente nos permite identificar a la familia desu propietario, sino también fechar su fabricación -alrelacionar el vaso con los avatares y circunstanciasfamiliares que he relatado-, e incluso presumir que eldonante fuera el propio Rey Don Fernando VI.

    De cómo y cuando salió de la Casa de Baena-Cabra este precioso regalo de calidad regia, para ir aparar a la colección del Marqués de Santo Domingo,cabe suponer con bastante fundamento que ello ocurriócuando, hacia 1869-1870 hizo crisis la economía de laCasa de Altamira, con la consiguiente y conocidadispersión de muchos de sus bienes(11). Por esodecíamos, al principio de este estudio, que dicho vaso nopodía haber pertenecido a la Casa Ducal de Medinaceli,cuyo patrimonio no ha sufrido nunca mermassemejantes.

    NOTAS

    1. Marqués del Saltillo, Catálogode la exposición de La Heráldicaen el Arte (Madrid, 1947), número102, pág. 57. La pieza pertenecíapor entonces al Sr. Marqués deSanto Domingo.

    2. Luis Pérez Bueno, La RealFábrica de Cristales de SanIldefonso (La Granja). Contribuciónde notas para su historia (Madrid,1942). Vidrio de La Granja. RealFábrica de Cristales de La Granjade San Ildefonso (Madrid, 1988).

    3. Juan Helguera Quijada, La RealFábrica de Vidrios de San Ildefon-so, una aproximación a su historiaeconómica (Madrid, 1988). MaríaTeresa Ruiz Alcón, Vidrio y cristalde La Granja(Madrid, 1985),páginas 24 y 37. En el Museo deBellas Artes de Segovia seconservan varios vasos de idénticaforma, aunque de dimensionesinferiores al que nos referimos.

    4. Sobre el aumento de armeríasal II Conde de Cabra, y las arme-rías catalanas de sus sucesores,véase Francisco Fernández deBethencourt, Historia genealógicade la Monarquía española (Madrid,1897-1920), tomo VII (a la página36 trata de la batalla de Lucena); y

    Martí de Riquer, Heràldica catalana des de l'any 1150 al 1550(Barcelona, 1983, 2 vols).

    4. Manuel Ballesteros Gaibrois, Ramón de Cardona, colaboradordel Rey Católico en Italia(Madrid, 1953). José Teixidó Balcells, Elmausoleu de Ramón Folch de Cardona (Poblet, 1961). RiccardoNaldi, El reposo del guerrero. Sepulcro de Ramón de Cardona, porRiccardo Naldi, en "FMR", 72 (junio-julio 2003), páginas 103-128.

    5. Pueden verse sus respectivos emblemas heráldicos, luciendoesta peculiar cimera plumaria en la obra La Insigne Orden delToisón de Oro (Madrid, 1996), de la que fuí director y autorprincipal, a los números 50 (Cardona), 159 (Cardona), 216 (Sessa),219 (Segorbe) y 378 (Segorbe). Los Duques de Sessa pasaron aponer por cimera las plumas de pavo real tras la unión de aquellaCasa a la de Baena-Cabra.

    6. Ibidem, a los números 104, 172, 213, 214, 244, 281, 284, 337,361, 374 y 394.

    7. Juan Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos tradicionales(Barcelona, 1958), pág. 337. Juan Ferrando Roig, SimbologíaCristiana (Barcelona, 1958), pág. 130. José Antonio Pérez- Rioja,Diccionario de símbolos y mitos (Madrid, 1962), págs. 285-286.

    8. Agradezco a don Francisco López Becerra de Solé, actualConde de Cabra, las noticias y facilidades que me ha dado, con suproverbial amabilidad, para la documentación de este breve estudioheráldico.

    9. Archivo General de Palacio, Personal, cajas 697, expte. 2; y 758,expte. 44.

    10. Este desastre ha sido estudiado por Gregorio de Andrés, Ladispersión de la valiosa colección bibliográfica y documental de laCasa de Altamira, en "Hispania", XLVI (1986), págs.587-635.

    Armerías de don Ramón Folch de Cardona yRequeséns, Barón de Bellpuig y primer Duque deSoma, Virrey de Nápoles, fallecido en 1522,labradas por el escultor Giovanni da Nola antes de1530. Notemos la cimera de la cuba y las plumasde pavo real, que heredarían los Duques de Soma,y más tarde los Duques de Baena y Condes deCabra (Bellpuig, Barcelona, iglesia parroquial).

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [16]

    El año 1262, Don Alfonso X el sabio, Rey deCastilla y León (1252-1284), reconquistó la ciudad deCádiz a los musulmanes. En aquel principio, Cádiz segobernaba por dos Alcaldes Ordinarios, un Alguacil Mayor,seis Regidores electivos y un número similar de Jurados.

    En 1470, Don Enrique Iv, Rey de Castilla y León(1454-1474) concedió al ricohombre de Castilla donRodrigo Ponce de León Núñez y Gudiel, III Conde de Arcosy I Marqués de Zahara, toda la isla de Cádiz(1).

    Los ínclitos Reyes Católicos Don Fernando II deAragón y Doña Isabel I de Castilla, crearon Duque de Cádizal citado don Rodrigo Ponce de León en el año de 1484. ydesde esa fecha Cádiz fue regida por un Asistente. En elaño 1493, Cádiz revirtió a la Corona, gobernándola desdeentonces un Corregidor Real que tenía la calidad de ser decapa y espada, y haberservido en los Ejércitosde sus Altezas(2). ElCorregidor era, a la vez,comandante militar delpresidio de la plaza deCádiz, es decir sugobernador militar. ElConcejo gaditano sehallaba compuesto porun Alcalde MayorLetrado (un magistra-do), un Alguacil Mayor,31 Regidores y dosEscribanos de Cabildo.Desde 1627, la ciudadfue regida por un Go-bernador y un Concejosimilar al anterior(3). En1732 los Regidores erande calidad noble, y porsus méritos a la Corona ya la Ciudad eran nom-brados por el Rey DonFelipe v.

    El 14 de agostode 1734, el Rey de España (de la dinastía hoy felizmentereinante), mandaba que fueran observados y guardados losEstatutos, Pruebas de nobleza, legitimidad y limpieza desangre, otras circunstancias y distinciones propios deaquel Concejo(4). El caballero regidor perpetuo gaditanoprobaba la limpieza, cristiandad y nobleza de sangre hastasus bisabuelos.

    El 19 de marzo de 1812 fue promulgada por lasCortes gaditanas la primera Constitución española -laPepa-, y en consecuencia aquellas, por sus decretos de 23de mayo, 10 de julio y 11 de agosto de 1813, decretaron elcese de los Regidores perpetuos de nombramiento real, yla organización de los nuevos Ayuntamientos, que duraronmenos de un año. Enseguida, el Rey Don Fernando vII

    repuso en sus funciones los viejos Concejos de 1808,situación que se mantuvo hasta el inicio del Trienio liberal(1820-1823). El 1º de octubre de 1823, el Rey DonFernando vII recobró la libertad y volvió a instaurar lasregidurías perpetuas y demás oficios municipales denombramiento regio(5).

    Muerto el último monarca absoluto el 29septiembre de 1833, y reinstaurado el sistemaconstitucional, mediante el real decreto de 23 de julio de1835 y la ley de 15 de octubre de 1836, fueron reor-ganizados los ayuntamientos de toda España y suprimidospara siempre en nuestra Patria los oficios de AlférezMayor, Alguacil Mayor, Regidor Perpetuo, Caballeroveinticuatro, Escribano de Cabildo, etcétera. Es decirtodos los enajenados en manos privadas(6).

    El primer Regidor delCabildo gaditano lo era elAlférez Mayor de Cádiz.El primer Alférez Mayorque tuvo la Ciudad fuedon Rafael Boquín deBocanegra y usodimare,por real cédula de 26 demarzo de 1580, dada porDon Felipe II(7).

    La nómina de los diezsucesivos poseedores delAlferezazgo gaditano escomo sigue:

    I. Don Rafael Boquín deBocanegra y Usodimare,Patricio de Génova,natural de Cádiz, AlférezMayor de Cádiz y Primervoto de su Cabildo porreal título dado por DonFelipe II el 26 de marzode 1580(8). Los Bocane-gra estuvieron inscritosen el Libro de Oro de la

    Nobleza, ocupando la más alta magistratura de la señoría:fueron Dux o Dogos. Rafael Boquín de Bocanegratransmitió su nombre de pila a sus nietos los Cibo desopranis, y estos a sus nietos los Fantoni, patricios deFlorencia, Condes de Jimera de Libar y RegidoresPerpetuos de Cádiz, y así el nombre de Rafael ha llegadohasta nuestros días. El primer Alférez Mayor de Cádiz,Rafael Boquín de Bocanegra, casó con su sobrina segundadoña Juana Boquín de Bocanegra y Pardo, salvago,Argumedo y del Haya, natural de Cádiz(10). Esta dama ydon Rafael sólo tuvieron dos hijas, y como no pudo servirel oficio de Alférez Mayor, lo vendió a mi décimo abuelo elCapitán don Juan soto de Avilés y Cascos. Doña Juanatestó en Cádiz el 26 de octubre de 1618; después de viudacasó con el Capitán Francisco de Estopiñán Centurione.

    LOs ALFÉRECEs MAyOREs DE LA CIuDAD DE CÁDIZ

    por el Dr. D. Rafael de Fantoni y Benedí

    Vista del centro de la ciudad de Cádiz antes de su destrucciónpor los ingleses en 1596, en un detalle del dibujo realizado porAnton van der Wyngaerde en 1567. Se ven perfectamente, deizquierda a derecha, las torres y edificios de Santa Cruz (V), elCastillo (H), la Catedral de Santa María (A), el palacioepiscopal (B), Santiago (L), la Aduana (X) y la Candelaria (Q).Viena, National-Bibliothek, m.s. Min.41, folio75.

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [17]

    La hija mayor de don Rafael y de doña Juana fuedoña Clara Boquín de Bocanegra, nacida en Cádiz y casadaallí el 18 de julio de 1619 con el noble don simón Cibo desopranis y varicio, patricio de Génova, sargento Mayor deCádiz y Regidor Perpetuo de la Ciudad, Teniente Coronelde su Regimiento de Milicias (desde 1628 a 1642), yGobernador de la Plaza y Presidios(11). El sargento Mayorsimón de sopranis fue hijo del noble don Jácome Cibo desopranis y Gentile, Della scaglia y Estopiñán, tambiénsargento Mayor y Gobernador Militar de Cádiz, fundadordel mayorazgo en Cádiz en 1590, fallecido en Cádiz en1612; y de doña Juana varicio del Haya, Criviel y valera devillavicencio, tercera nieta del Alcaide mosén Charles devalera(12).

    Los Cibo de sopranis, patricios de Génova,miembros de la Nobleza ducal, inscritos en el Libro de Orode la Nobleza, se establecieron en Cádiz con el noblestefano Cibo de sopranis, della scaglia y Doria: quien,pese a ser cuñado del dictador príncipe Juan Andrea Doria,se consolidó en el poder tras ser abortada la conspiraciónde Gian Luigi Fieschio(13).

    El Capitán y sargento Mayor de Cádiz don simónCibo de sopranis y doña Clara Boquín de Bocanegra fueronpadres de doña Isabel Cibo de sopranis y Boquín deBocanegra, bautizada en la Catedral de Cádiz el 7 defebrero de 1623; testó en Cádiz, estando preñada, el 9 deenero de 1665. Casada en Cádiz, con dispensa del PapaInocencio X, el 3 de febrero de 1651 con su primo hermanoel Capitán don Jácome de Fantoni y Cibo de sopranis,patricio de Florencia, jefe del segundo mayorazgo de laCasa de Fantoni, con capilla y enterramientos en laCatedral gaditana -cuyo patronato compartía con susobrino el Conde de Jimera de Libar, Regidor Perpetuo deCádiz-, nacido en Cádiz (sagrario) el 2 de julio de 1621.Fueron tronco de la segunda línea de los Condes de Jimerade Libar, mis séptimos abuelos(14).

    II. Don Juan Luis Soto de Avilés y Cascos, segundoAlférez Mayor de Cádiz (primero de los de su linaje). El

    Capitán don Juan Luis soto de Avilés y Cascos nació enAvilés, Principado de Asturias, y como militar se halló en latoma de La Goleta, en Túnez (1534). según se afirma en elexpediente del alcantarino don Bartolomé soto de Avilés yRuiz de Garibay, Almirante de la Armada, era pariente dedon Pedro Menéndez de Avilés, Adelantado Mayor de laFlorida; sus armerías se describen un árbol de sinople condos lobos arrimados y dos águilas(15). Compró el oficio deAlférez Mayor a doña Juana Boquín de Bocanegra, yobtuvo el real título el 25 de septiembre de 1603,tomando la posesión en el Cabildo de 11 de octubre delmismo año(16). Fue Regidor Perpetuo de Cádiz, primervoto de su Ayuntamiento. Fundó mayorazgo junto con sumujer doña Juana de Herrera, natural de Cartagena, en elantiguo Reino de Murcia.

    III. Don Juan Luis Soto de Avilés y Herrera, tercer AlférezMayor de Cádiz desde el 2 de septiembre de 1617, porrenuncia de su padre, tuvo por tenientes a don Antoniosuárez y a don Gaspar Toquero(17). Proclamó Rey de lasEspañas a Don Felipe Iv el Grande (1621-1665). Casó enCádiz con la noble señora doña Gracia de villavicencio yEstopiñán, natural de Jerez de la Frontera y descendientede linajes ilustres jerezanos y genoveses(18).

    IV. Don Juan Ignacio Soto de Avilés y Villavicencio,cuarto Alférez Mayor de Cádiz, Regidor Perpetuo de laCiudad y primer voto de su Cabildo, obtuvo su realdespacho el 22 de julio de 1666, conservando el cargohasta el año de 1686. Caballero de la Orden de Calatrava,Capitán de Caballos Corazas y Alguacil Mayor de Cádiz,defendió las costas gaditanas contra los ingleses(20). Casócon su prima hermana doña Ana María Gutiérrez deGaribay y soto de Avilés, nacida en sevilla (san Román) el3 de julio de 1612, hija del Teniente General don JuanGutiérrez de Garibay y Ruiz de Albiz, Caballero de laOrden de santiago(21), natural de Medina del Campo(valladolid), y de doña Isabel soto de Avilés y Herrera.

    V. El Capitán don Juan Gregorio Luis Soto de Avilés yGaribay, quinto Alférez Mayor de Cádiz y Regidor Perpetuo

    Otra vista de la ciudad de Cádiz, realizada por el mismo Anton van der Wyngaerde (Antón de las Viñas, comole llamaban los españoles). Data de 1567, y es casi coetánea a la creación del Alfierazgo Mayor gaditano(1580), y a la destrucción de la ciudad por los ingleses (1596). Viena, National-Bibliothek, ms. Min.41, folio76º.

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [18]

    de la Ciudad(22), Caballero de la Orden de Calatrava(23),nacido en Cádiz (sagrario) el viernes 27 de enero de 1634.Casó en la misma ciudad (sagrario) el 11 de julio de 1755con doña Juana de Torres Herrera, natural de Jerez de laFrontera y perteneciente a las primeras familias deaquella localidad; estaba viuda del Capitán don JuanPrieto Cortés y Estrada(24).

    VI. Don Juan Soto de Avilés y Torres Herrera, sextoAlférez Mayor de Cádiz y Regidor Perpetuo de la Ciudad,quien proclamó a Don Felipe v. Nació en Cádiz (sagrario)el 1º de diciembre de 1668, y allí casó el 22 de enero de1719 con doña María de Torres villavicencio, Gaytán deTorres y villavicencio, nacida en Jerez de la Frontera (sanMateo) el 1º de septiembre de 1693(26).

    VII. Don Juan María Soto de Avilés y Torres deVillavicencio, séptimo Alférez Mayor de Cádiz, Capitán desus Milicias, quien tomó la posesión en el Cabildo de 7 deoctubre de 1749(27). Nacido en Cádiz (sagrario) el 19 dejunio de 1723, tuvo calle en Cádiz con su nombre, yproclamó Rey de España y de las Indias a Don Carlos III en1759. Casó en utrera (sevilla) con doña Isabel JosefaCabrera Ponce de León y Moreno de Figueroa, hija de losnobles señores don Luis de Cabrera Ponce de León,Regidor Perpetuo de utrera, y de doña María MargaritaMoreno de Mesa y Figueroa(28). Fueron hijos de estematrimonio:

    1) Doña Clara soto de Avilés y Cabrera Ponce deLeón, que sigue.

    2) Doña Gertrudis soto de Avilés y Cabrera Poncede León, esposa de don Tomás sánchez de Lamadrid,Marqués de Casa Madrid.

    3) Doña Mª Dolores soto de Avilés y Cabrera Poncede León, mujer de don Pedro de Pareja y Messía de laCerda, capitán de navío de la Real Armada, cuarto abuelode mi pariente el erudito Dr. D. Félix Luis Pareja y Muñoz.

    4) Doña María Josefa soto de Avilés y CabreraPonce de León, casada en Cádiz el 24 de octubre de 1773con don Rafael de Fantoni y Pérez de vivar, v Conde yseñor de Ximera de Libar, vizconde de Almendralejo,Regidor Perpetuo de Cádiz y Capitán de sus Milicias, tercernieto del Capitán don Jácome de Fantoni y Cibo desopranis, y de doña Isabel de sopranis y Boquín deBocanegra(29).

    VIII. Doña Clara Soto de Avilés y Cabrera Ponce de León,octava poseedora del Alfierazgo Mayor de Cádiz, casada el15 de junio de 1769 con don Fernando de Contreras yMuñoz de Gadea, teniente de fragata de la Real Armada,nacido en Guadix (Granada) el 24 de agosto de 1733, hijode los Condes de la Alcudia. Con motivo de laproclamación de Don Carlos Iv en 1789, se habilitó a sumarido como Teniente de Alférez Mayor, por real cédula de5 de mayo de dicho año, confirmada por real despacho de8 de febrero de 1791(30). Fue su hija y sucesora

    IX. Doña Torcuata de Contreras y Soto de Avilés, novenaposeedora del Alferezazgo Mayor de Cádiz, nacida el 12 denoviembre de 1776. Casada en 1792 con don Manuel desolís soria y Ocio, Capitán de Navío de la Real Armada ycaballero de la Orden de santiago, nacido en Cádiz el 11de noviembre de 1744 y fallecido el 21 de marzo de 1813.En virtud de auto proveído por el Oidor don José deMontemayor, el 14 de septiembre de 1811 se confirmódicho oficio de Alférez Mayor en la persona del citado donManuel de solís, y por real cédula de 16 de junio de 1825se le expidió el real título de tal, del que tomó posesiónen el Cabildo el 23 de diciembre de 1825(31). Fue hijo ysucesor suyo:

    X. Don Rafael de Solís y Contreras, décimo y últimoAlférez Mayor de Cádiz por real cédula de 18 deseptiembre de 1831(32). Proclamó Reina de España y delas pocas Indias que quedaban a Doña Isabel II, en 1833.Fue hermano de doña Clara de solís y Contreras, esposa dedon Manuel de Fantoni y soto de Avilés(33).

    NOTAS

    1. Álvaro PICARDO GÓMEZ, Los Regidores Perpetuos de Cádiz, mss.inédito (1962).

    2. Rafael de FANTONI y BENEDÍ, Los Fantoni: Regidores Perpetuos deCádiz, Condes de Jimera de Libar, 1596-1835, en “XXv Años de laEscuela de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria”, Madrid, 1985, págs.231-249.

    3. Álvaro PICARDO GÓMEZ, op. cit.

    4. Rafael de FANTONI y BENEDÍ, op. cit., pág. 233.

    5. Álvaro PICARDO GÓMEZ, op. cit.

    6. Rafael de FANTONI y BENEDÍ, op. cit., pág. 243.

    7. Noveno abuelo del Autor: Árbol de Costados del Dr. D. Rafael deFantoni y Benedí. Los Fantoni, Condes de Jimera de Libar y Alianzas,ms. inédito, folios 100 y 104 (1988).

    8. Álvaro PICARDO GÓMEZ, op. cit.

    Apunte de la ciudad de Cádiz realizado por Van Wyngaerde. Viena, National-Bibliothek, ms. Min.41, folio 22º.

  • Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [19]

    9. Rafael Boquín era hijo de micer Gaspar Boquín de Bocanegra,noble patricio genovés, inscrito en el Libro de Oro, perteneciente a lanobleza ducal de la señoría. Hacia los años de 1530 a 1535 llegó aCádiz, como otros muchos linajes genoveses que tuvieron que emigrarcuando la señoría de Génova cayó en poder del dictador de turno, elPríncipe Juan Andrea Doria, Duque de Tursi, tras ser depuesto del Duxmicer Antoniotto di Adorno. Los conocedores de la historia nobiliariagenovesa, o simplemente de la historia italiana en general, nonecesitarán apenas de encomios para darse cuenta de la ilustreprosapia de este noble linaje. La madre de Rafael Boquín fue doñaIsabel de usodimare, patricia de Génova, de noble linaje ligur, cuyosorígenes llevaron algunos genealogistas a los míticos tiempos de laconquista de Troya. El licenciado Alonso López de Haro, en suNobiliario,, los hace españoles, aclimatados y naturalizados enGénova. Esta familia iba a ennoblecer una vez más las ondas de platade su blasón con los ensangrentados reflejos de la púrpuracardenalicia, que la muerte prematura impidió vestir al PadreGeneral de la Orden de Predicadores, fray Esteban de usodimare,hermano de doña Isabel. Esta y su consorte el Alférez Mayor gaditanotestaron en Jerez de la Frontera el 1º de septiembre de 1596.

    10. Doña Juana Boquín y Pardo de Argumedo fue hermana deJerónimo Boquín de Bocanegra y Pardo, Capitán General de las IslasCanarias, hijos ambos del noble Juan Bautista Boquín y salvago,Capitán y Regidor Perpetuo de Cádiz -sobrino carnal de micer Gaspary primo hermano de Rafael, su yerno-; y de doña Catalina Pardo deArgumedo y del Haya, natural de Cádiz. Con capilla y carnero -enterramiento- en la Catedral gaditana, que había fundado subisabuelo el noble Galeazzo de Argumedo en el año de 1504: HipólitosANCHO DE sOPRANIs, La Fundación Díaz de Alda y Sopranis (Cádiz,1926).

    11. Hipólito sANCHO DE sOPRANIs, Los Sargentos Mayores de Cádiz,en la revista "Hidalguía", 44 (enero-febrero 1963), págs 181-106.

    12. Hipólito sANCHO DE sOPRANIs, ops. cits.

    13. Hipólito sANCHO DE sOPRANIs, La fundación..., op. cit.

    14. AHN, Órdenes Militares, Calatrava, exptes. 500 y 501; yAlcántara, año 1694.

    15. AHN, Órdenes Militares, Alcántara, expte. 1452.

    16. Archivo Municipal de Cádiz (AMC), libro de acuerdos capitulares,III, folio 146.

    17. AMC, libro de acuerdos capitulares, IX, folio 135.

    18. Fue hija de don Bartolomé Núñez de villavicencio y Roa, Negroney Cubas, Regidor Perpetuo de Cádiz y Familiar del santo Oficio de laInquisición, natural de Jerez de la Frontera, y de la noble doñaBeatriz de Estopiñán y Doria, sobrina bisnieta del Almirante JuanAndrea Doria, mis décimos abuelos. Juan Luis soto de Avilés y doñaGracia de villavicencio tuvieron varios hijos.

    19. AHN, OM, Calatrava, expte. 2513; y Alcántara, expte. 1452.

    20. AHN, OM, santiago, expte. 3707, año de 1607.

    21. Los hijos del Alférez Mayor don Juan Ignacio soto de Avilés y dedoña Ana de Garibay, fueron el Almirante don Bartolomé soto deAvilés, Caballero de la Orden de Alcántara, gentilhombre de s.M., ydon Juan Gregorio soto de Avilés Garibay.

    22. AMC, libro de acuerdos capitulares, 149, fol. 319.

    23. AHN, OM, Calatrava, expte. 2513, año 1650).

    24. Hija de los hidalgos don Fernando de Torres Herrera y santiago, ydoña María Ruiz de sanabria.

    25. AMC, libro de acuerdos capitulares 147, fol. 322.

    26. Hija de don Fernando de Torres Gaytan Doria de villavicencio,Caballero de la Orden de Calatrava, veinticuatro de Jerez de laFrontera, Capitán de Caballos Coraza, Gobernador de Chipeque en lasIndias; y de doña Juana de villavicencio y villacreces de la Cueva,natural de Jerez de la Frontera.

    27. AMC, libro de acuerdos capitulares, 149, fol. 87.

    28. Antonio RAMOs, Descripción Genealógica de la Casa de Aguayo,capítulo LXXIII (Señores del Alferezazgo Mayor de Cádiz), Málaga1781.

    29. Los Condes don Rafael y doña María Josefa son mis cuartosabuelos: Rafael de FANTONI y BENEDÍ, Árbol de Costados, ms., vol. I,folios 9 y 10.

    30. AMC, libro de acuerdos capitulares 147, folios 78-88.

    31. AMC, libro de acuerdos capitulares 189, folios 1708-1720.

    32. AMC, libro de acuerdos capitulares 189, folio 1730.

    33. Hermano de mi tatarabuelo el coronel don Juan José de Fantoni ysoto de Avilés, vI Conde y señor de Jimera de Libar, Regidor Perpetuode Cádiz y veinticuatro Perpetuo de Granada: Rafael de FANTONI yBENEDÍA, Los Fantoni, op. cit.

    Otra vista de la ciudad de Cádiz, pero datada ya a mediados del siglo XIX, cuando fue suprimido el oficio delAlfierazgo Mayor de la ciudad. Litografía de Guesdon. Museo Naval, Madrid.

  • TITuLAR

    Cuadernos de Ayala 14 - ABR/2003 [20]

    Carmelo Luis López: PODER Y PRIVILE-GIO EN LOS CONCEJOS ABULENSESDEL SIGLO XV. Ávila 2001. 290 páginascon dibujos en blanco y negro. ISBN 84-89518-80-7. La colección Fuentes Históri-cas Abulenses, en este su número 54,nos presenta una obra de excepcional in-terés, pues su contenido no se limita, co-mo indica su título, a la recensión de losdocumentos medievales abulenses quese conservan en la sección de Mercedesy Privilegios del Archivo General de Si-mancas, sino que nos ofrece un intere-santísimo estudio histórico-jurídico sobreochenta concesiones originales de ar-merías, de privilegios de hidalguía y ca-ballería, y de otros privilegios similareshechos por la Corona castellana a dife-rentes vecinos de concejos abulenses en-tre 1430 y 1503 (más de la mitad corres-ponden al reinado de los Reyes Católicos,antes de la guerra de Granada). El estu-dio del profesor de Luis viene a continuarla senda de investigación iniciada por Al-fonso de Ceballos-Escalera con La Ordeny Divisa de la Banda Real de Castilla (Ma-drid, 1993), y seguida luego por Jesús D.Rodríguez Velasco, El debate sobre la ca-ballería en el siglo XV. La tratadística ca-balleresca castellana en su marco euro-peo (Salamanca, 1996), y por Nelly R.Porro Girardini, La investidura de armasen Castilla. Del Rey Sabio a los Católicos(Valladolid, 1998). Carmelo Luis ilustraperfectamente el modo mediante el cuallas castas de mercaderes, ganaderos yagricultores enriquecidos se encumbraronsocialmente aprovechándose de la ines-tabilidad política de la época. El estudiode Carmelo Luis se complementa con losdibujos del profesor D. Félix Martínez Llo-rente, y con sendos índices onomástico ytoponímico (ACE).

    ACTAS DEL I CONGRESO DE ESTU-DIOS HISTÓRICOS DE LA ORDEN DESAN JUAN DE JERUSALÉN. Madrid,2003. 182 páginas con numerosas ilustra-ciones en blanco y negro. ISBN 84-89188-02-5. La Academia de Genea-logía, Nobleza y Armas de Alfonso XIIIpublica ahora las Actas del reciente Con-greso de estudios lazaristas celebrado enMadrid el pasado otoño, que por ciertosupuso una aportación relevante a la se-cular historia de esta Orden fundada enTierra Santa, traspasada luego a Europa,y reconstituída de nuevo en Tierra Santaa caballo de lo siglos XIX y XX, cuyo GranMaestrazgo desempeña actualmentenuestro compatriota Don Francisco deBorbón, Duque de Sevilla. Tras el prólogode éste, y el discurso inaugural del sena-dor D. Juan VAN HALEN Y ACEDO, Nu-merario de la Real Academia Matritensede Heráldica y Genealogía, el volumen re-coge las siguientes ponencias y comuni-caciones: Luis VALERO DE BERNABÉ,Las Órdenes de caballería en España yTierra Santa; Florentino ANTÓN REGLE-RO, Génesis, desarrollo y contenido de laespiritualidad medieval; Fernando del AR-CO GARCÍA, Documentos de la Orden deSan Lázaro en la colección Salazar yCastro de la Real Academia de la Histo-ria; Ruy de MASCARENHAS Y LEIRÍA,Las Órdenes de caballería y el Mediterrá-neo: un intento de revisión; EmilioALEMÁN DE LA ESCOSURA, Pruebasde nobleza en los reinos de España; Ja-vier ALTARRIBA MERCADER, La Medici-na en tiempos de las Cruzadas; José An-tonio PUJANTE CONESA, La lepra en elMedievo; Rosmarie CAMMANY DORR,Las damas de San Lázaro y su aportaciónmédico-social; Vicente LOZANO DE LUA-CES, Obras benéficas de las Órdenes decaballería: estudio comparativo; ManuelRODRÍGUEZ DE MARIBONA DÁVILA, ElDucado de Sevilla y la Orden de San Lá-zaro de Jerusalén; Javier MORILLAS GÓ-MEZ, Órdenes Militares en la época deAlfonso XII: la síntesis regeneracionistadel Cardenal Cascajares; Camilo RODRÍ-GUEZ ALONSO, La Orden de San Lázaroy su organización en Portugal; y MANUELLOZANO, Sentimiento histórico poéticolazarista. Cierra los textos el discurso declausura de José María de MONTELLS,que es una lograda defensa en términoshistóricos y documentales de la legitimi-dad de la Orden en la actualidad -una le-gitimidad que todavía hoy hay quien seobstina en combatir-. Completan el volu-men una bibliografía general contemporá-nea sobre la Orden lazarista, y la trans-cripción de varios documentos atinentesal Congreso, en todo caso curiosos(ACE).

    CONMEMORACIÓN DEL IX CENTENA-RIO DEL FUERO DE LOS MOZÁRA-BES. Toledo, 2003. ISBN 84-87100-98-8.173 páginas. El Ayuntamiento de Toledo yla Comunidad Mozárabe de la ImperialCiudad nos ofrecen este volumen quecontiene las actas y demás documentosoficiales del importante Simposio celebra-do allí en marzo de 2001 para conmemo-rar la confirmación por el Rey Alfonso VI,hace novecientos años, de la Charta Mo-zarabum o fuero de los mozárabes, por elque se les confirmaban sus antiguos usosy costumbres, haciendo posible la pervi-vencia hasta nuestros días de su particu-lar liturgia, único rito especial en Occiden-te, y además único anterior al cismaortodoxo. Las ponencias son las siguien-tes: Ricardo IZQUIERDO BENITO (Uni-versidad de Castilla-La Mancha), Toledo acomienzo