¡FELICIDADES! · ¡FELICIDADES! CONSTITUCIÓN SUPLEMENTO ESPECIAL JUEVES, 6 DE DICIEMBRE DEL 2018...

TÍTULO I

DE LOS DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES

CAPÍTULO II

DERECHOS Y LIBERTADES

Artículo 14

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda

prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,

raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición

o circunstancia personal o social.

¡FELICIDADES!CONSTITUCIÓN

JUEVES, 6 DE DICIEMBRE DEL 2018SUPLEMENTO ESPECIAL

el Periódico de Aragón6 DE DICIEMBRE DEL 2018

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El Periódico de Aragón

Director:

Nicolás Espada

Suplemento Especial

«40 aniversario de la Constitución»

Edición y redacción:

Antonio Ibáñez y Marcos Díaz

Diseño, infografía e ilustración:

Gonzalo de Domingo

Documentación:

Carlos Martínez

Fotografía:

Ángel de Castro, Jaime Galindo y archivo

de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

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TÍTULO I

DE LOS DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES

CAPÍTULO II

DERECHOS Y LIBERTADES

Artículo 14

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda

prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,

raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición

o circunstancia personal o social.

¡FELICIDADES!CONSTITUCIÓN

JUEVES, 6 DE DICIEMBRE DEL 2018SUPLEMENTO ESPECIAL

La Constitución ha dado a Aragón una de las etapas más florecientes en estos 40 años, pero no hay que

tener miedo a reformar la ley para que se adapte a los nuevos tiempos

NicolásEspadaDIRECTOR DE

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN

Lo dijo el rey Felipe hace pocos días: los mecanismos para la reforma constitucional están ahí. Lo dicen todos los líderes políticos aragoneses --menos uno-- que en las páginas siguientes escriben en este suplemento especial sobre el

aniversario de la Carta Magna española, así como otros articulistas que también pueden leerse aquí: hay que reformar la Constitución sin miedo. Y lo dicen muchos de los veinte hombres y veinte mujeres que conviven día a día en la sociedad aragonesa y que han sido preguntados por EL PERIÓDICO DE ARAGÓN: no pasa nada por reformar la Constitución.

Y es que hace falta adecuarla a los tiempos que corren. Han pasado 40 años desde que se consiguió redactar un texto que no molestara a nadie y aglutinara a todos y España ha cambiado tanto que necesita esas modificaciones. Lo de menos es si ahora hay mucha gente que no votó esa Constitución (yo mismo) o no. Lo de más es que hay muchas cosas que no tienen sentido: que el Rey tenga que ser un hombre, que al fiscal del Estado no lo controle nadie, que el Senado siga siendo como es, que no garantice esta ley los derechos sociales, hasta el punto que los derechos a vivir bajo un techo, a la educación, a la sanidad, a la dependencia... sean subjetivos y tengan que estar tutelados por los jueces. Incluso habría que revisar si sigue teniendo sentido que se mantenga el Tribunal Constitucional (una sala del Supremo podría hacer su papel perfectamente) o las diputaciones provinciales o tapar ese vacío que tiene la Constitución a la hora de elegir presidente del Gobierno como ya se vio con la última investidura de Rajoy.

el tÍtulo viii, el de las autoNomÍas, tamBiÉN necesita un lavado profundo. Es cierto que Aragón ha vivido en estos 40 años una de sus etapas más florecientes gracias al Estatuto de Autonomía aprobado en el marco constitucional. Si se repasan muchas de las inversiones o infraestructuras de las que disfruta el territorio se podrá ver claramente que si todas ellas hubieran dependido exclusivamente de un Gobierno central, una gran mayoría no estarían ejecutadas. Ahí se ha salido muy fortalecido.

HAY QUE CAMBIAR PARA SEGUIR SIENDO LIBRES

pero la coNstitucióN No dice Ni cuáles son las comunidades autónomas del país, ni qué competencias pueden tener, limita mucho los derechos históricos (y Aragón sabe de eso bastante) y no resuelve los viejos conflictos que van reapareciendo de vez en cuando. Por eso hace falta cambiar.

es cierto que el coNseNso es lo ideal Y que a día de hoy se divisa muy complicado. No es como hace 40 años, en que la apuesta, aunque enrevesada, era muy clara. Se venía de un oscuro túnel, de no tener libertad de expresión, de hacer reuniones clandestinas, de vivir en el exilio, de no ser iguales ante la ley, de distinguir a un hombre de una mujer, a un gay de un heterosexual, a un rico de un pobre.... Y cualquier cambio iba a ser mejor porque representaba la libertad. Ahora no. Los que votaron la Constitución de 1978 y los que no lo hicimos porque no teníamos edad o porque no habían nacido llevan mucho tiempo viviendo en un país de libertad, con todo lo que eso supone, donde la igualdad prima, donde el Estado del bienestar ha calado tanto que nadie quiere dar un paso atrás. Normal. Por eso ahora da más miedo cambiar.

Pero es necesario. Hay que cambiar para seguir siendo libres. Esa libertad que nos brindaron todos los españoles que hace 40 años se esforzaron por empezar a vivir un tiempo nuevo. Y se consiguió. [email protected]

El camino hacia la democraciaP4

SUMARIO

Una Carta Magna con gen aragonésP8

La Carta Magna también tuvo madresP11

Los pioneros del Congreso de 1977P12

Así vivíamos hace 40 añosP16

Las portadas que contaron un día históricoP18

«La reforma de una Constitución garantiza su permanencia»

Enrique CebriánP22

Nacidos endemocraciaP26

La Carta Magna, título a títuloP32

«Estoy muy contento de que me hayan tocado vivir esas experiencias»

Lorenzo Martín-RetortilloP30

La Carta Magna, vista por la sociedad aragonesaP34

Reflejos de un país en libertadP38

P10. Javier Fernández

P15. Aurelio López de Hita

P20. Luis María Beamonte

P21. Javier Sada

P24. Nacho Escartín Lasierra

P25. Susana Gaspar

P28. José Luis Soro

P28. Álvaro Sanz

P29. Arturo Aliaga

P31. José Luis Corral

LAS OPINIONES

DE

3el Periódico de Aragón6 DE DICIEMBRE DEL 2018


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UN TEXTO CERRADO EN UN RESTAURANTE

El camino hacia la

democraciaLa Transición Española fue un proceso complejo en el que

todo un país trató de despojarse de 40 años sin libertad y, con sus virtudes y defectos, aceleró el paso para convertirse en un

Estado moderno con garantías, derechos y ciudadanía

POR ANTONIO IBÁÑEZ

La m u e r t e d e Franco el 20 de noviembre de 1975 abrió las puertas de un nuevo tiempo político. Acababa

la dictadura europea más larga de la Historia contemporanea y se abría un camino complejo, lle-no de incertidumbres y temores compensados por una ilusión co-lectiva en todo el país. También en un Aragón que despertaba de cuatro décadas de ignominia y trataba desesperezarse de tópicos que el franquismo había ensalza-do interesadamente y convertía al aragonés en un ser terco pero noble, leal y baturro abrazado a la Virgen del Pilar. Una comuni-dad que había sido duramente reprimida y en el que la simbio-sis Ejército, Iglesia, caciquismo y política había funcionado a la perfección.

Mientras ese Aragón se resistía a desaparecer, surgía el Aragón organizado, el que defendía los derechos de los trabajadores a través de sus comités de empre-sa, el movimiento obrero de un incipiente pero combativo tejido industrial celebraba asambleas y sus primeras huelgas reclaman-do los derechos de los obreros, los partidos políticos comenzaban a organizarse y surgía un clamor popular en favor de la autono-

mía plena, como quedó demos-trado el 23 de abril de 1978 en una histórica y multitudinaria manifestación autonomista en el centro de Zaragoza. El campo y la universidad también se orga-nizaba y, en definitiva, se senta-ban los cimientos de una socie-dad moderna.

Eran los tiempos de la prensa crítica y libre como Andalán, y el apogeo de las canciones de La Bullonera, Tomás Bosque, Carbo-nell y en especial Labordeta. Pero también los de los Guerrilleros de Cristo Rey, los fascistas para-militares y del terrorismo que bajo un aparente ideario izquier-dista comenzaba a azotar el país, regresaba una parte de los exilia-dos y la izquierda, fragmentada, salía de la clandestinidad.

Aquel Aragón debatía sobre prácticamente los mismos pro-blemas que, 40 años después, siguen copando las portadas de actualidad. La polémica hidríca con sus trasvases y pantanos, el abandono de los pueblos y la des-población, También el déficit de infraestructuras, en especial las ferroviarias, y la salida natural hacia Francia y hacia el Medite-rráneo.

En un contexto político de ines-tabilidad, las instituciones mo-dernas comenzaban a asentarse. La DGA preautonómica se cons-tituía en 1978 y las comunidades

EL PERIÓDICO

EL PERIÓDICO

Equipo de los ‘zaraguayos’, una época dorada en La Romareda. El Congreso de los Diputados aplaude la aprobación de la Constitución 37 días antes de ser votada en referéndum.

Llenazo en un concierto de La Bullonera y Labordeta en 1978.


a unas elecciones democráticas. Las primeras en 40 años. El sí fue abrumador (un 94%). Para el es-tupor de los nostálgicos, el Vier-nes Santo de 1977 el comunismo volvía a ser legal en España.

En junio de ese mismo año se celebraban las elecciones y acaba-ban las Cortes franquistas. Ganó el partido de Suárez, una Unión de Centro Democrático que aglu-tinaba a las alas más aperturistas del antiguo régimen y que com-prendían –por convicción o por salvación personal, que de todo hubo– que había que convertirse en una democracia moderna. Ob-tuvo 165 diputados. El PSOE del joven Felipe González logró 118, el PCE de Carillo 20 y la cuarta fuerza más votada, la derechista Alianza Popular del exministro franquista, Manuel Fraga. Entra-ron republicanos y nacionalistas catalanes, vascos y aragoneses. Por fin, un Parlamento plural y democrático.

Ese verano, la Comisión de Asuntos Constitucionales acor-dó crear un grupo de trabajo pa-ra elaborar una Constitución que recogiera las leyes de ese nuevo régimen político para un país con demasiadas cicatrices abier-tas y un pasado con más periodos de guerras que de paz.

Por primera vez, la Constitu-ción no era elaborada por una parte, sino que se pretendía que

su redacción fuera coral y consen-suada por fuerzas divergentes y, aparentemente, con pasados irre-conciliables. Socialistas, comu-nistas, nacionalistas y herederos del franquismo. Una mezcla que sentó en la mesa a siete personas (tres de UCD, 2 del PSOE que ce-dió uno de sus puestos a los na-cionalistas catalanes, y uno de AP y otro del PCE). O lo que es lo mismo, Gabriel Cisnero, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez-Llorca, Gregorio Peces-Barba, Miquel Roca y Jordi Solé Tura.

En agosto de 1977 comenzaron a pactar punto por punto la Car-ta Magna. Eso sí, con numerosos puntos de fricción que a punto dieron al traste en más de una ocasión con el proyecto. Pero pu-do más la necesidad de recuperar la democracia y con cesiones de todos, algunas de tanto calado como los principios republicanos de la izquierda, hubo acuerdo.

Fue complejo acordar el mode-lo territorial, la confesionalidad del Estado, el sistema educativo, la abolición de la pena de muer-te, algunos derechos civiles que chocaban con un país en el que el peso de la religión y el atavis-mo pesaba más de la cuenta. Con miles de enmiendas sobre cada una de esos puntos, el borrador del texto entra en mayo de 1978 en la Comisión de Asuntos Cons-

Tan decisivo como el referéndum de la Constitución fue el de la Ley de la Reforma Política, en diciembre de 1976

EL PERIÓDICO

con fuerte tradición nacionalista trataban de encajar en un Esta-do que había sofocado cualquier pretensión identitaria que se sa-liera de la Una, Grande y Libre que fue un lema durante años y que tantos prejuicios y problemas ha traído posteriormente.

Cómo se desató lo atadoFranco trató de perpetuar su ré-gimen a través de un monarca que juró los principios del movi-miento pero que, muerto el dic-tador, se rodeó audazmente de la parte más blanda del agónico régimen para dar una salida de-mocrática al país. Franco intentó dejarlo todo «atado y bien atado» pero en sus últimos años de vida su sistema se iba desmoronando. Simplificando la Historia, Juan Carlos I cesa en julio de 1976 a Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno y de la línea más dura del franquismo. Nombra a Adolfo Suárez, un joven exfalan-gista, ambicioso políticamente y de talante conciliador, al que encomendó la apertura del país junto a otros afectos al régimen con vocación aperturista, como Torcuato Fernández Miranda. Un referéndum tan decisivo como el de la constitución fue el que se celebró en diciembre de ese mis-mo año, sobre la Ley de Reforma Política, que legalizaba los par-tidos políticos y abría la puerta

titucionales para perfilar un tex-to que todavía estaba muy verde y que no gustaba a nadie, en es-pecial a la izquierda, que veía có-mo la derecha quería aplicar un rodillo.

Como tantas otras veces en España, el texto definitivo y los asuntos espinosos se tuvieron cerraron en un restaurante, el José Luis, al lado del Santiago Bernabéu. Una noche de mayo se fraguó el conocido como pac-to del mantel, en el que socialistas y centristas llevaron a sus pesos pesados, como Alfonso Guerra o Fernando Abril Martorell, para terminar en una noche con los asuntos más polémicos, como las nacionalidades, la confesio-nalidad o la abolición de la pena de muerte.

En julio el borrador definitivo se debatía en un pleno en el que ni republicanos ni nacionalistas vascos se sintieron representa-dos. El PNV se abstuvo, al igual que hizo AP por la inclusión de las autonomías. Los debates en el Congreso culminaron con la aprobación definitiva del texto el 31 de octubre. 37 días después, el pueblo español la votaba. Mu-chos aprendieron entonces có-mo se hacía. Otros recordaron a sus padres y abuelos. El 90% dijo sí al texto. El texto que, con sus imperfecciones, les devolvía la libertad. H

EL PERIÓDICO

EL PERIÓDICOEL PERIÓDICO

En una noche, en el restaurante José Luis, Alfonso Guerra y Abril Martorell desbloquearon los puntos polémicos

Los nacionalistas vascos no se sintieron representados y se abstuvieron en el Congreso

Histórica manifestación autonomista en Zaragoza.

Los ‘padres’ de la Constitución, en una rueda de prensa durante el proceso de redacción.

Felipe González vota el referéndum.


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Aprobación:

19 de marzo de 1812

Derogación:

4 de mayo de 1814

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: España se encontraba en plena guerra de la Independencia y la Constitución de 1812 fue la culminación, plasmada en papel, de la resistencia del país . La España patriota abarcaba distintas tendencias,

otras a un camino más tibio como el inglés

francés. Fue esta la que se impuso.

CARACTERÍSTICAS: La Pepa, llamada así por la fecha en la que se promulgó, el día de San José, enlazaba con las leyes tradicionales monárquicas a la vez que introducía aspectos procedentes del otro lado de los Pirineos. Dos ejemplos de esta apertura son que la soberanía pasa del Rey a la Nación y la férrea separación de poderes. Aunque el texto no contemplaba una tabla de derechos y libertades, algunos de los primeros están repartidos en su articulado, como el de propiedad o el de

las ideas modernas, el Estado siguió siendo confesional.

Aprobación:

18 de junio de 1837

Derogación:

23 de mayo de 1845

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: Tras el motín de los Sargentos de la Granja de 1836, la regente María Cristina tuvo que restaurar la Constitución de 1812 y constituir un gobierno de corte progresista, acabando así con el Estatuto Real de 1834. Su vigencia la marcó la inestabilidad de las regencias de María Cristina y Espartero y de la mayoría de edad de Isabel II, como muestran los más de 11 gobiernos que hubo en los primeros 4 años.

CARACTERÍSTICAS: Aunque fue obra de los progresistas, se trataba de un documento conciliador que incorporaba aspectos propios de los moderados, como la inclusión de una Cámara Alta (el Senado) o que los miembros del Ejecutivo pertenecieran al Parlamento. El régimen que eligió es el de la Monarquía Constitucional. Además, resulta la primera Carta Magna española que incorporó una

de ellos fueron los de libertad personal, libertad de expresión y la inviolabilidad del domicilio; también, las garantías penales y procesales y de derecho de propiedad.

Aprobación:

23 de mayo de 1845

Derogación:

1 de junio de 1869

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: El periodo anterior a esta constitución es uno de los más complicados de la Historia del país. La guerra carlista, la desamortización de Mendizábal y la inestabilidad de las regencias

de estos es evidente, con un planteamiento que buscó equilibrar tradición y revolución. Con ello se constató que el cambio de gobierno aparejaba otros en la Constitución.

CARACTERÍSTICAS: Se trató de la Constitución que más tiempo aguantó en este periodo, un total de 24 años. El nuevo texto introduce cambios como la supresión de la soberanía nacional, que pasa a ser compartida entre las Cortes y la Corona.

facultades. Entre ellas, ostentará los poderes de disolver las Cortes y de nombrar al Jefe de Gobierno. El Senado también sufrió cambios y se suprimieron instituciones progresistas, como el juicio por jurado (garante para los delitos de imprenta), la Milicia Nacional y las posibilidades de participación en los ayuntamientos.

Aprobación:

1 de junio de 1869

Derogación:

Diciembre de 1874

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: Europa vivía un periodo de revolución y España no fue ajena. Los últimos tiempos del reinado de Isabel II vivieron el levantamiento fallido de San Gil, en 1866, y el del almirante Topete, en 1868, que dio pie a la revolución que acabó por destronar a la Reina. Así, en 1870 accedió al trono Amadeo I de Saboya, a la vez que se iniciaba una etapa cambiante que sumó dos formas distintas de república.

CARACTERÍSTICAS: El texto recoge los principales anhelos de la Revolución de septiembre o La Gloriosa. Al respecto, se pueden contar algunos como el sufragio universal, muy celebrado por varios sectores de la población española y que resultó uno de los grandes hitos de este documento. El mismo incluía otros puntos básicos como la soberanía nacional o la concepción de la monarquía como poder constituido. La declaración de derechos de esta constitución también introdujo aspectos destacables, como la libertad de enseñanza, el juicio por jurado, el derecho de asociación, la acción popular o la libertad de culto.


Aprobación:

30 de junio de 1876

Derogación (de facto):

Septiembre de 1923

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL:

la Restauración borbónica. Este paso se concretó el 29 de diciembre de 1874, cuando el general Martínez Campos, tras su pronunciamento, proclamó rey a Alfonso XII. Cánovas del Castillo se encargó de proyectar el texto de la Constitución española que más tiempo ha permanecido vigente; en total, 47 años.

CARACTERÍSTICAS:

conservadurismo, con el regreso de la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes y del sufragio estamental y censitario. Aunque recupera la confesionalidad del Estado –el Catolicismo se convierte en la

de culto en el ámbito privado. En cuanto a otros derechos, este texto contemplaba el de asociación, como también las libertades de imprenta y de enseñanza. En lo que se

bicameral, con el Senado y el Congreso, siendo ambos colegisladores.

Proyecto de Constitu-

ción Federal de la Re-

pública Española. Nun-

ca se llegó a aprobar.

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: Tras la abdicación de Amadeo I de Saboya, la I República se proclamó el 11 de febrero de 1873. Las discrepancias entre las distintas facciones de republicanos, la tercera guerra carlista, el cantonalismo y la oposición de varios sectores , como la Iglesia o la nobleza, fuero obstáculos para un documento que se

Pavía.

CARACTERÍSTICAS: Se trata de una Constitución de corte progresista elaborada, sobre todo, por quien llegó a ser presidente, Emilio Castelar. Tenía

federal, de inspiración estadounidense, compuesta por quince estados más Cuba y Puerto Rico. La soberanía residiría en los ciudadanos (nacional) y contemplaba el sufragio universal y directo, además de un parlamento bicameral (Congreso y Senado). Su articulado también incluía la libertad de culto y la separación de la Iglesia y el Estado, así como la abolición de los títulos de la nobleza.

Aprobación:

Diciembre de 1931

Derogación:

1 de abril de 1939

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: El general Primo de Rivera dirigió el país desde el año 1923 hasta 1931, cuando acabó su dictadura. El cambio de régimen se materializó el 9 de diciembre de ese año, cuando se aprobó la Constitución de la Segunda República Española. Con ella se reemplazaría el anterior documento de 1876 y comenzaba una nueva etapa progresista en el país.

CARACTERÍSTICAS:

europeo de ese periodo, el texto recoge las ilusiones de distintos colectivos tras concluir el régimen monárquico y las dictaduras de Primo de Rivera y Berenguer. De soberanía

como «una república democrática de trabajadores de toda clase». Proclama la aconfesionalidad del Estado y, en cuanto al sufragio -universal, igual, directo y secreto- su principal novedad radica en que cualquier ciudadano puede ser elegible. Su forma de gobierno sería compartida con las autonomías de los distintos territorios.

Aprobación:

6 de dic. de 1978

Derogación:

Vigente

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL: Franco moría en 1975 y Juan Carlos de Borbón se hacía cargo de un país con varios retos pendientes y muchas dudas en el aire. El Rey, a partir de la Ley para la

el proceso que culminó con la proclamación, tras su aprobación por amplia mayoría en referéndum, de la Constitución el 6 de diciembre de 1978.

CARACTERÍSTICAS: España vuelve a ser un Estado de soberanía popular y recupera las libertades de prensa y enseñanza. Su forma de gobierno es una monarquía parlamentaria en la que la Corona tiene una función más cercana al simbolismo que al ejercicio real de la gobernanza. Los partidos, representantes del pueblo, aparecen por primera vez nombrados en una Constitución en España que reconoce el derecho a la autonomía de sus distintos territorios. Este rasgo característico ha propiciado una descentralización política, con 17 comunidades autónomas totalmente consolidadas.


8

la figura de gabriel cisneros

Una Carta Magna con

gen aragonésLa Constitución de 1978 tuvo siete ‘padres’, representantes

de las diversas fuerzas políticas que fueron ponentes de la misma y que se encargaron de su redacción. El turiasonense

Gabriel Cisneros fue uno de estos progenitores del texto.

POR m. díaz

La Constitución tuvo siete pa -dres, los ponen-tes de la misma y encargados de redactar el conte-nido de una Car-

ta Magna que, el 6 de diciembre de 1978, los españoles votaron en referéndum. Formaban par-te, además, de distintas siglas de un arco político tensado por las circunstancias, con un país su-mido en pleno cambio. Gregorio Peces-Barba, por el PSOE. Jordi Solé Tura, por el PSUC, Manuel Fraga, por AP. Miquel Roca, por Minoría Catalana. Por último,

por UCD estaban Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez-Llorca y Gabriel Cisneros, un aragonés que escribió, nunca mejor dicho, páginas de la Histo-ria de este país.

Cisneros nació en Tarazona en 1940, una ciudad a la que se mantuvo ligado y en la que en-contró reciprocidad en el cariño profesado. Doctor en Derecho, su carrera política en democracia comienza con la dimisión de su cargo en el Ministerio de Gober-nación, como director general de Asistencia Social. Corría 1977 y salió elegido diputado por UCD por la provincia de Soria. Ahí em-

prendió, junto con sus seis com-pañeros, la elaboración de una Constitución que, salvo dos refor-mas –en 1992 y en el 2011– sigue idéntica al trabajo que concluyó hace ya 40 años.

En su vida también hubo lu-gar para el sufrimiento, como sucedió en julio de 1979, cuando fue disparado en el intento de se-cuestro que perpetró ETA.

Ya en los años 90, Cisneros pa-so a formar parte del PP como miembro de la ejecutiva popular. Después de ostentar diversos car-gos en política, como el de vice-presidente tercero del Congreso de los Diputados, murió en Mur- El monumento a Cisneros en Tarazona, el día de su inauguración.

FABIÁN SIMÓN

los padres de la constitución

Nacido en Madrid en 1940, fue uno de los tres ponentes de la Constitución española que aportó UCD. Bajo estas

siglas también fue diputado y portavoz, como también

lo fue, posteriormente, para Alianza Popular. Es miembro

del Consejo de Estado.

Miguel Herreroy rodríguez de

MiñónEn el momento de participar

en la redacción de la Carta Magna, Pérez-Llorca (Cádiz, 1940) era diputado por UCD. Se mantuvo en este partido

hasta el año 1983, cuando abandonó la política para

dedicarse a la abogacía y la enseñanza universitaria.

José Pedropérez-llorca

rodrigoEl representante del PSOE

en el grupo de padres de la Constitución nació en

Madrid en 1938 y murió en Oviedo en el 2012. Además

de su desempeño como diputado, también ejerció

otros cargos, como el de pre-sidente del Congreso.

Gregoriopeces-Barba

MartínezFue el ponente de la Cons-

titución por parte del PSUC. Solé Tura (Mollet del Vallés,

1930 - Barcelona, 2009) abandonó con los años estas siglas para ingresar en el PSC-PSOE. Fue ministro de Cultu-ra durante la presidencia de

Felipe González.

Jordisolétura

Fundador y diputado por Alianza Popular, representó a esta fuerza como padre de la Carta Magna. Fraga, (Villal-

ba, 1922 - Madrid, 2012) fue ministro de Información y

Turismo en el franquismo y presidió la Xunta de Galicia

desde 1990 hasta el 2005.

ManuelFraga

iribarneFue el padre de la Carta Mag-na por parte de Minoría Ca-

talana. Roca (Burdeos, 1940) también fue portavoz de

Convergència i Unió. Profe-sor universitario y abogado, compagina estas ocupacio-

nes con cargos en compa-ñías como Endesa.

Miquelroca

i Junyent


cia el 27 de julio del año 2007.Hace unos días, concretamen-

te el pasado 26 de noviembre, la comunidad se acordaba de Cisne-ros y del resto de los padres de la Constitución. Lo hacía con la concesión de la medalla de Ara-gón, la máxima distinción que otorga el Gobierno autonómico, a Miquel Roca, José Pedro Pérez-llorca y Miguel Herrero y Rodrí-guez de Miñón, los tres ponentes vivos de la norma jurídica. Este homenaje del Gobierno aragonés se hizo extensible a Peces-Barba, Solé Tura, Fraga y, por supues-to a Cisneros. En este acto tam-bién participaron el presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, la pre-sidenta del Congreso, Ana Pastor, y su homólogo en el Senado, Pío García-Escudero.

Recuerdo en TarazonaTambién se acuerda de él la ciu-dad que lo vio nacer hace 78 años. Desde el 11 de octubre del año 2007, Tarazona cuenta en su callejero con un paseo dedicado a su figura, un reconocimiento que vino acompañado por la ins-talación de un monumento de hierro, obra del escultor Alejan-dro Rincón.

«Gabi Cisneros era una perso-na accesible, sencilla, que habla-ba con cualquier ciudadano de cualquier cosa». Así lo describe el alcalde de Tarazona, Luis Ma-ría Beamonte, quien subraya como un rasgo esencial de su personalidad «su sencillez y su disposición al diálogo con cual-quier persona». Para el primer edil turiasonense, el recuerdo de Cisneros «es el de un gran hom-bre que amaba profundamente su ciudad».

Sobre esta relación, explica Beamonte que este padre de la Constitución española acudía a su municipio natal «con muchí-sima frecuencia», incluso du-rante sus últimos años, cuando compatibilizaba sus estancias en Tarazona con la actividad parla-mentaria en la capital del país,

concretamente en el Congreso de los Diputados.

«Gabi Cisneros forma parte de esas siete personas que hicieron un gran esfuerzo para que la re-conciliación de los españoles en el 78 fuese un hecho. Fueron esas personas las que supieron hacer del acuerdo el punto de encuen-tro», destaca sobre su labor como padre de la Carta Magna.

Por último, sobre la actividad que ambos compartían, hacer política, Beamonte rememora la frase que siempre le repetía: «Que cualquier acuerdo siempre es po-sible con un profundo respeto a la identidad de cada formación política, algo que no significaba renunciar a tus propios ideales, si todo se basaba en el interés ge-neral». H

Para el alcalde de Tarazona «el recuerdo de Cisneros es el de un gran hombre que amaba su ciudad»

NURIA SOLER

EL PERIÓDICO.

«Era una persona accesible, sencilla, que hablaba con cualquier ciudadano de cualquier cosa»

«Forma parte de aquellos siete que hicieron un gran esfuerzo para la reconciliación de los españoles»

El entonces presidente de la DPZ, Javier Lambán, con Cisneros, en los premios Isabel de Portugal del año 2007.

Rodríguez de Miñón, Cisneros, Roca y Fraga, en 1978.

FABIÁN SIMÓN


10

Para muchos el modelo autonómico

es acertado, pero también somos muy

numerosos los que creemos necesaria

una reforma en profundidad

La vigente Constitución cumple 40 años, una cifra redonda, que nos puede llevar a reflexionar. ¿Son muchos? ¿Son pocos? ¿Lo celebraremos al año que viene? Si echamos la vista atrás, a nuestra

historia constitucional, debemos saber que es la segunda que más años ha estado en vigor. Solo es superada por la de 1876, la de la restauración, que estuvo 55 años, aunque, en honor a la verdad, hay que decir que su vigencia real fue muy menor. La actual, la del 78, es la que ha estado más años sirviendo para lo que debe hacer una constitución: defender los derechos de los ciudadanos y estructurar la vida política del país. Solo con este dato ya deberíamos considerarla de forma muy positiva.

NiNguNa obra humaNa es perfecta y la Constitución tiene evidentes puntos flacos, lo que a cuarenta años vista es más que notorio. Hay quienes afirman que estas incorrectas regulaciones son tantas que la invalidan, pretendiendo cerrar este capítulo de nuestra historia y queriendo abrir un nuevo proceso constituyente. Históricamente esa posibilidad es la tradicional ya que nunca se ha abordado una reforma en profundidad, siempre se ha acudido a la fórmula del todo o nada. Solo hubo un intento, en 1837, de modificar una anterior, lo que no se consiguió pero de este intento salió la que es, a mi juicio, la mejor constitución de nuestra historia. Mi postura, sobre la posible reforma o elaboración de una nueva, es que debemos explorar el camino que suelen seguir nuestros socios comunitarios más avanzados, la reforma.

Derechos y libertaDes, uNo De los puntales del constitucionalismo. Todo un acierto. El listado, artículos 14 a 29, y las garantías previstas en el artículo 53 responden a lo que es el estándar de otras constituciones contemporáneas. Las Administraciones Públicas, los juzgados y tribunales, y el Tribunal Constitucional, han tenido que intervenir en numerosas ocasiones, a demanda de los ciudadanos, en defensa del ejercicio de estos derechos y, en general, el resultado ha sido positivo. A ello hay que añadir la creación del Defensor del Pueblo, institución que en nuestro país nace con esta constitución y que ha ayudado a conformar el sistema de defensa de las libertades ciudadanas. Por si no fuese suficiente, la pertenencia de España al Consejo de Europa ha permitido que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya revisado decisiones de nuestros tribunales, añadiendo así una garantía más a las previstas en la Constitución. Puestos a encontrar un pero a la regulación constitucional sobre derechos y libertades hay que hacer referencia a los llamados derechos sociales, regulados en el capítulo tercero del título I. La redacción es clara, como cuando se afirma, art. 47: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada», pero hay que poner ese texto en relación con el art. 53.3, que solo permite acudir a los tribunales en defensa de estos derechos sociales de conformidad con lo que dispongan las leyes que los desarrollen. Hay que suponer la buena voluntad del constituyente, al querer incluir en la constitución esos derechos, de forma nominativa, para empujar a los futuros poderes legislativos ordinarios

¿CUMPLEAÑOS FELIZ?

JavierFernández

López

MILITAR. PROFESOR UNIVERSITARIO.

ESCRITOR

nuestra historia se ha creado como tal. Nunca hasta ahora han tenido los jueces y magistrados la consideración de un poder del Estado. La formulación de Montesquieu ha sido meramente nominativa entre nosotros, asumiendo el ejecutivo de turno las funciones que ahora tienen encomendadas los jueces y magistrados en relación a su gobierno interno. Si nos fijamos en lo que es su función: juzgar y hacer cumplir lo juzgado, no deberíamos estar descontentos. En otros países de nuestro entorno se quedan asuntos de gravedad (terrorismo, narcotráfico, etc.) sin resolver, lo que no ocurre en España. El problema está en el principal órgano de dirección, el Consejo General del Poder Judicial, cuya definición no ha sido lo suficientemente clara como para que hayamos probado ya cinco fórmulas diferentes para designar a sus miembros, y todas ellas nos han parecido insatisfactorias. Aquí hay, sin duda, otro motivo de reforma.

por lo que respecta al tribuNal Constitucional, en él recae uno de los mayores pesos de nuestro modelo político. Dado el número de asuntos que han tenido que resolver y la gravedad de los mismos, su diseño parece afortunado. Habría que buscar una fórmula para reducir el número de recursos de amparo que tiene que resolver, pero nada más. comuNiDaDes autóNomas, 17, más dos ciudades autónomas. Cuando entra en vigor la Constitución nadie sabe cuántas terminarán siendo ya que el artículo 2 solo reconoce el derecho a convertirse en comunidad, pero se deja al futuro la concreción. De los tres problemas históricos de España: religioso, militar y territorial, es solo este último el que persiste. Para muchos ciudadanos el modelo de autonomías es acertado pero, creo no equivocarme, también somos muy numerosos los que creemos necesaria una reforma en profundidad. El modelo de financiación debe quedar más perfilado en la constitución sin que cada cinco años creamos que se acaba el mundo al tener que definir uno nuevo. Las competencias deben quedar cerradas, suprimiendo el artículo 150.2, tan cómodo de usar en favor de ciertas comunidades autónomas como dañino para otras muchas, por comparación. Todo lo que sea avanzar en el principio federal será positivo.

DebeN queDar reflejaDas las ccaa eN el texto, así como una referencia explícita a la pertenencia a la UE. Puestos a recordar, no debemos dejar de citar dos problemas muy graves que ha tenido que soportar España con esta constitución en vigor: terrorismo y golpismo. Hoy, con la banda terrorista ETA disuelta, podemos ver con una cierta distancia el dolor que nos han causado pero no debería ser así. 850 asesinados, más los heridos y damnificados, datos que tendríamos que grabarnos a fuego en la memoria. Y los intentos de ciertos integrantes de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Orden de subvertir por la fuerza el régimen democrático tampoco debemos olvidarlos. Operación Galaxia, 23-F, 27-O y 2-J-85, por citar solo los más avanzados en sus preparativos, ya que proyectos hubo más.

para fiNalizar: por mí, sí, feliz cumpleaños, pero si no nos atrevemos a reformarla, cada año que pase celebraremos con menos entusiasmo esta fecha. H

a profundizar en ese sentido, pero esa formulación ha sido confusa y ha llevado a muchas personas a creer lo que no son esos teóricos derechos sociales.

pasaNDo a la parte orgáNica, la jefatura del Estado está muy bien regulada. Somos, en palabras de la doctrina alemana, una república coronada. Dejando de lado la dicotomía monarquía-república, el estatuto jurídico de quien ocupe esa jefatura y las funciones que se le asignan no tienen más que una laguna, enorme, pero solo una, la sucesión. A estas alturas del siglo XXI preferir el hombre a la mujer dentro del mismo grado de parentesco es un disparate.

el parlameNto, bicameral, coNtempla una cámara principal, el Congreso de los Diputados, y una segunda, el Senado, que merecería algún retoque en su diseño. Los constituyentes definieron a esta segunda Cámara como territorial, pretendiendo crear un modelo similar al de los países federales, en los que la primera Cámara representa a los ciudadanos y la segunda a los territorios (estados, comunidades, provincias, etc.), pero luego, en el desarrollo del modelo, se quedaron con la fórmula de una Cámara de segunda lectura, lo habitual en nuestro siglo XIX o en la cuna del parlamentarismo democrático, Gran Bretaña. El paso de los años no ha sentado bien a nuestro Senado, siendo este uno de los temas de mayor calado en una necesaria reforma. Las escasas competencias propias que tiene, como la aplicación del artículo 155, pueden ser asumidas sin problemas por el Congreso. Si no lo reformamos en profundidad sería mejor apostar por su desaparición.

sobre el sistema electoral, mixto, proporcional para el Congreso y mayoritario para el Senado (más la designación de senadores por las Cámaras autonómicas), no hay mucho que decir. La estabilidad es una de las aspiraciones de cualquier sistema político y el español lo ha sido durante estos cuarenta años. Hay un cierto déficit de proporcionalidad, que ha afectado a Izquierda Unida principalmente, que sería corregible creando una única circunscripción para los restos de las provinciales con un pequeño aumento en el número de los diputados a elegir por esta fórmula. También habría que considerar alguna variable de listas abiertas, que no son la panacea universal, pero sí hay una importante demanda popular para su introducción en futuras elecciones.

eN relacióN al poDer juDicial hay que comenzar diciendo que ha sido con esta constitución cuando por primera vez en

La Constitución tuvo siete padres que han pasado a la Historia de España como los ponentes que se encargaron de su

redacción. Gregorio Peces-Barba; Manuel Fraga; Gabriel Cisneros; José Pedro Pérez-Llorca; Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Miquel Roca y Jordi Solé Tura son los nombres de estas personali-dades de incalculable relevancia para el cambio. Y, aunque den-tro de este grupo no había nin-guna mujer, sí que ostentaron cargos de senadoras y diputadas en la Legislatura Constituyente del 77. En concreto, ocuparon 21 escaños en el hemiciclo y seis fueron senadoras. Más importan-te es que dentro de la Comisión Constitucional se contaba con una mujer.

La Carta Magna también tuvo madresUn total de 21 diputadas y 6 senadoras fueron las primeras mujeres en ocupar un cargo en la democracia que España inauguraba en 1977 H Una de ellas, María Teresa Revilla, fue la única, además, que participó en la comisión constituyente que debatió el proyecto.

En el año 77, la paridad queda-ba muy lejos de resultar una me-dida prioritaria para los grupos y la diferencia en el número de cargos entre ambos sexos resultó tremenda. Ahora, son 144 en el Congreso y 98 en el Senado. Pre-cisamente por ello, resulta más urgente reivindicar la figura de estas mujeres, madres de una Constitución que ahora cumple sus 40 años.

Asunción Cruañes, Belén Lan-dáburu, Esther Tellado, Amalia Miranzo, Ana María Ruiz o Sole-dad Becerril –quien llegó a ser ministra de Cultura– son algu-nos de los nombres de esas muje-res que entraron al Congreso y al Senado hace cuatro décadas para hacer Historia. Entre ellos, desta-ca el de María Teresa Revilla, la única mujer que formó parte de la Comisión Constituyente que debatió el proyecto. Por esta la-bor, la exdiputada fue galardona-da recientemente con la medalla de plata al mérito policial. Un re-conocimiento que comparte con los siete padres de la Constitución y que pone luz al papel de estas madres. H La exdiputada María Teresa Revilla (tercera por la derecha) recibe la medalla de plata al mérito policial.

JAVIER LIZÓN / EFE


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LA CARA MENOS CONOCIDA


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Los pioneros delEl 13 de julio de 1977 España inauguró las sesiones de la Legislatura Constituyente que, un año después, daría como fruto la Carta Magna. Catorce diputados representaron a las provincias aragonesas en Madrid, en esa naciente Cámara Baja de la Carrera de San Jerónimo.

POR M. DÍAZ

Un país en plena metamorfo-sis, con emociones encontradas en las calles; tensión e incerti-dumbre, pero también ilusión y ganas de cambio. Para situarse, cabe pensar que habían pasado algo menos de dos años del 20 de noviembre de 1975, cuando mu-rió el dictador Francisco Franco. Fue un 6 de junio de 1977 el mo-mento en el que en España se ce-lebraban las primeras elecciones generales desde la II República. El presidente del Gobierno, Adol-fo Suarez, nombrado como tal por el Rey el año anterior, convo-có en marzo estos comicios. Con ellas se inauguró la Legislatura Constituyente que acabaría por aprobar, algo más de un año des-pués, la Constitución española de

1978. En esta Legislatura cero, de los 350 diputados que componen el hemiciclo, 14 representaban a las provincias aragonesas. Fueron los pioneros en esta tierra de una democracia que ahora supera las cuatro décadas.

«El recuerdo no puede ser más impresionante», afirma, de ma-nera contundente, uno de estos protagonistas, diputado de UCD en aquella legislatura y poste-rior presidente de Aragón, Juan Antonio Bolea. Subraya el tam-bién jurista que se pasó de la dic-tadura a un Estado democrático «con una constitución en la que se establecía la libertad de todos los españoles». Recuerdos, pues, de apertura; un enfoque similar sobre aquellos tiempos al del di-

putado del PSOE Ángel Cristóbal Montes: «Para los que soñábamos con la libertad y la democracia, fue un gran alumbramiento». Y sensaciones mezcladas; el punto de vista del representante en el Congreso de UCD Luis de Val así se resume, con «una mezcla de gran inquietud e ilusión».

En una línea similar a la de sus compañeros de aquel Congreso se pronuncia el diputado de la Candidatura Aragonesa Inde-pendiente de Centro por aquel entonces –y fundador un año después del PAR– Hipólito Gó-mez de las Roces: «Para mí, como para todos los españoles, fue un momento verdaderamente me-morable», destaca. «Nos parecía-mos a Europa por fin», matiza

MarianoAlierta

1940ZaragozaDiputado por Zaragoza

José ÁngelBiel

1946 TeruelDiputado por Teruel

Juan Antonio Bolea

1930Ayerbe, HuescaDiputado por Zaragoza

León JoséBuil Giral

1935-2013Barbastro, HuescaDiputado por Huesca

LOS CATORCE DIPUTADOS ARAgOnESES


Mariano Alierta, quien ocupó un escaño por UCD en ese hemiciclo inaugural.

ConsensoUno de los rasgos más destacados por los representantes de Aragón de las distintas fuerzas políticas, fueran del signo que fueran, es la idea de consenso. Así lo resalta José Ángel Biel, diputado de UCD en 1977, quien señala que fueron «unos tiempos muy importantes, mejores que los de ahora». Aña-de el histórico dirigente del PAR que «había una voluntad para lle-gar a acuerdos que era esencial». Desde el otro lado de la bancada, su homólogo por el PSOE Anto-nio Piazuelo sostiene, con cierta nostalgia: «Jamás pensé que po-dría decir esto, pero echo en falta a la UCD; aquella derecha... ¡Qué maravilla de derecha!». No obs-tante, matiza: «Tampoco estoy muy cómodo con la izquierda de ahora».

Una idea esta, la de la pérdida del consenso en los tiempos ac-tuales, que la mayoría de estos di-putados comparten. El periodista Luis del Val, por ejemplo, destaca que «el consenso es necesario» y, aunque admite que se requiere cierta «rivalidad», pone de relieve la «escasa elegancia» y la veloci-

dad con la que se desenfunda «el revólver del insulto» en los tiem-pos actuales. Parecido opina Joa-quín Tejera, diputado de UCD, quien se pregunta por qué no se practica más el consenso en los tiempos que corren. «No se pue-de perder de ninguna manera», asevera.

Sin embargo, no todos los plan-teamientos son tan duros. Cristó-bal Montes advierte que «no hay ese consenso que había entonces» pero sí más experiencia. «Lleva-mos 40 años viviendo en demo-cracia y eso va dejando un poso que no se puede ignorar», añade. En la misma línea, reflexiona acerca de esta labor entre fuer-zas políticas que «los consensos se formulan trabajando y cuando se hace, se ve que las diferencias no son tan abismales».

La perspectiva de Alierta resul-ta más amplia, ya que observa que el agitamiento se traslada en la actualidad «a todos los países». Así, apunta que el crecimiento económico es menor, lo que afec-ta en la población, «y el Congreso refleja lo que la gente piensa», re-cuerda. En cualquier caso, Juan Antonio Bolea insiste en la nece-sidad de recuperar la búsqueda de soluciones entre todos y huir del

M. POVEDANO /CONGRESO

«El recuerdo no puede ser más impresionante», afirma sobre aquellos años Juan Antonio Bolea

«Hoy hay mucha velocidad para desenfundar el revólver del insulto», asegura Luis del Val

Diputados y senadores en el hemiciclo, en la apertura de la Legislatura Constituyente de 1977.

Congreso de 1977

José RamónLasuén

1932Alcañiz, TeruelDiputado por Teruel

Joaquín IgnacioTejera Miró

1942Fraga, HuescaDiputado por Huesca

LuisDel Val


ÁngelCristóbal Montes


JaimeGaspar

1920-1993HuescaDiputado por Huesca


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enfrentamiento. «Lo que hay que potenciar es el

acuerdo, el hablar. Lo que no se conseguirá de ninguna forma es con violencia en las discusiones, en los medios de comunicación, entre comunidades», destaca.

Expectación«En la calle, el régimen democrá-tico que surge tras la muerte de Franco era una especie de gran novedad, no había experiencia previa y no acababan de creérselo del todo (los españoles), después de 40 años de dictadura», recuer-da Cristóbal Montes. También rememora los temores ante pla-nes conspirativos que buscarían acabar con este nuevo proyecto. Sin embargo, la idea fue calando en la población «poco a poco», de manera que participó «en esa ta-rea inmensa, cambiar el país».

Bolea coincide en que «hubo momentos muy difíciles», con problemas en la sociedad como algunos movimientos separatis-tas en auge. «No fue nada fácil», apostilla. Dificultades que tam-bién constató en el Congreso, como miembro de la Comisión Constitucional. En ella, observó asuntos que propiciaron «discu-siones muy duras». «Los grandes temas como el de monarquía o república, el de la bandera, el de las comunidades autónomas, de las regiones o nacionalidades… fueron grandes problemas que ahí se discutieron», explica.

Gómez de las Roces, desde su recuerdo, describe, eso sí, una calle «bastante serena». «En aquel momento era importante que to-dos arrimáramos el hombro y no insistir en frentismos», apostilla.

Biel, que estaba en Madrid cuando murió Franco, recupe-ra de su memoria un ambiente en el que «se respiraba un cierto temor. No se sabía lo que iba a suceder».

Precisamente, a tenor de las críticas que han ido surgiendo en los últimos tiempos hacia la Transición, Piazuelo asevera que estas voces «no saben lo que es ir a las Cortes» en esos momentos, cuando «el ruido de sables era ensordecedor». «No saben lo que había en este país. Son críticas a la Transición que ni comparto ni comprendo. No se puede juzgar aquellos años con los ojos de aho-ra», concluye sobre este asunto el exdiputado por el PSOE.

El mismo planteamiento com-parte Biel, quien observa que, aproximadamente, a partir del 2015 «se está poniendo en duda el espíritu de la Transición y aquí hemos tenido guerra civil, carlis-tas, dictaduras, repúblicas…».

Como muestra de algunas de las dificultades que se encon-traron, basta con explicar la cir-cunstancia con la que se encon-tró Luis del Val cuando formó parte de la Comisión de Defensa. Sucedía por aquellos días que el teléfono les funcionaba mal en casa. «Descubrieron que nos es-taban espiando», desvela.

A pesar de todos los escollos con los que se encontraba el ca-mino abierto en la Transición,

entre estos protagonistas existe cierto consenso, precisamente, en que el nuevo régimen iba a soportar los envites. «El fenóme-no democrático es netamente eu-ropeo y España era una anoma-lía. Y aunque sufriera altibajos y degradaciones como la que está sufriendo, sobreviviría», afirma Cristóbal Montes. «Confié mu-cho en la Constitución», reme-mora de las Roces, quien añade que «la experiencia de la guerra civil, que dejó tanta desgracia en los dos bandos, no era para repe-tirse. Todo en política se puede resolver, no necesita la guerra».

Alierta, un poco más prudente a la hora de esperar el éxito del proyecto en esos momentos, des-cribe: «En el año 77 todos hubié-ramos firmado por la mitad de lo que hubo luego. Todos, de dere-chas y de izquierdas, de arriba y de abajo. No nos lo esperábamos, ha sido un milagro». Enfoque pa-recido al de Tejera: «Nadie podía llegar a pensar que este país die-ra un cambio tan tremendo».

En definitiva, individuos de distinta procedencia ideológica que apostaron por un proyecto común. Algunos conocidos, co-mo los protagonistas de estas pá-ginas, pero también «miles y mi-les de ciudadanos anónimos que hicieron la Transición en este país», como reivindica Piazuelo. También, para el exdiputado del PSOE hay otros «olvidados», co-mo es el caso del responsable del comité regional del PCE en Ara-gón, Vicente Cazcarra. «Merece un homenaje serio y coherente. Era una extraordinaria persona y esa reconciliación era importan-te que la dijera él», concluye. H

EL PERIÓDICO / GEA

«Era importante que arrimáramos el hombro y no insistir en frentismos», sostiene Gómez de las Roces

Gastón, Bolea, Cristóbal Montes, el senador Lorenzo Martín Retortillo, García Mateo, Buil y Sainz de Varanda.

AntonioPiazuelo


BenitoRodrigo

1938 -2008MadridDiputado por Zaragoza

CarlosZayas

1933Palma de MallorcaDiputado por Teruel

Emilio Gastón

1935-2018ZaragozaDiputado por Zaragoza

Hipólito Gómez de las Roces

1932Nava, AsturiasDiputado por Zaragoza

El nivel alcanzado por numerosas

empresas sitúa a España como país

muy avanzado tecnológicamente

y con óptimas perspectivas de

futuro

Cuarenta años de vigencia de una Constitución, solo superados por la de 1876, suponen un récord de estabilidad política lograda por

el consenso de quienes, desde campos antagónicos, supieron encontrar los puntos de acuerdo necesarios para superar 40 años de dictadura. Todos cedieron buena parte de sus planteamientos ideológicos y olvidando rencores, alumbraron una etapa incierta, dura e ilusionante en la que, partiendo de lo existente, se pensó más en el futuro que en el pasado.

En El ámbito Económico, la Constitución de 1978, tras definir exhaustivamente los derechos y deberes de los españoles y definir claramente el marco legal en que debía desenvolverse la convivencia nacional, creó los cauces necesarios para que se pudiesen desarrollar las potencialidades dimanantes del libre ejercicio de la empresa en un estado moderno que, no sin esfuerzo, tuvo que efectuar duras reconversiones y procesos de modernización que abriesen las puertas a cauces de competitividad, internacionalización y desarrollo industrial.

El artÍcUlo 7º dE la constitUción de 1978 consagró la figura de los sindicatos y organizaciones empresariales para que, defendiendo los intereses económicos y sociales que les son propios, contribuyan al necesario proceso de homologación democrática.

El camino fUE difÍcil y no ExEnto dE confrontaciones, pero se avanzó hasta lograr el 1 de enero de 1986, la entrada de España como miembro de pleno

LA PUERTA DE ENTRADA A EUROPA

AurelioLópez de Hita

PRESIDENTE DE CEPYME ARAGON

derecho en la Unión Europea, iniciando la necesaria apertura a nuevos mercados en los que las empresas españolas han sido capaces de innovar, competir y alcanzar metas que, sin estabilidad democrática, hubiesen sido imposibles. Es prEcisamEntE Esa Estabilidad democrática la que impulsó el diálogo y los acuerdos imprescindibles para encauzar las relaciones empresa-trabajadores, dentro de prácticas y criterios absolutamente distintas de las que habían estado vigentes en la etapa anterior.

Es innEgablE qUE nUEstro tEjido empresarial tiene que evolucionar; hay un excesivo número de pymes cuya reducida estructura lastra sus posibilidades de futuro, pero no es menos cierto que el nivel alcanzado por numerosas empresas, grandes y medianas, ha logrado un fuerte desarrollo económico que sitúa a España como país muy avanzado tecnológicamente y con óptimas perspectivas de futuro, siempre que no volvamos a perdernos en confrontaciones estériles que como ya ocurrió en otras ocasiones, malogren lo alcanzado a la sombra de la Constitución de 1978.

como afirmó En abril dE 2018 Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo: «La Constitución de 1978, ha sido la puerta de entrada de España a Europa y al mundo». Pretender que nuestro desarrollo económico, fuente innegable del estado de bienestar alcanzado, hubiese sido posible con otro marco normativo es como mínimo, desconocer la realidad de nuestra historia reciente o, lo que sería más grave, poner en riesgo la estabilidad económica necesaria para seguir avanzando. H



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El 7 de diciembre de 1978, los me-dios escritos se hacían eco en su portada del mayoritario sí a la Constitución

que los españoles votaron en referéndum el día anterior. La prensa nacional y la aragonesa se volcaron en la cobertura de este hecho histórico. Algunos medios ya desaparecidos y otros vivos, las nueve portadas anali-zadas son muestra de la trascen-dencia que tuvo en su momento este evento.

El entonces periódico semanal aragonés Andalán, vigente desde 1972 hasta 1987, abría el 8 de di-ciembre con un Ya tenemos Consti-tución que ocupaba la mayor par-te de la página. En la columna izquierda se puede observar que el trasvase del Ebro ya preocupa-ba por aquel entonces, mientras la industria química instalada en La Almozara preparaba su mar-cha del barrio zaragozano.

Heraldo de Aragón dedicaba to-do el espacio de su portada al tema, con distintas piezas que abordaban esta información des-

Las portadas de aquel histórico día para EspañaLa prensa escrita aragonesa y la nacional reflejaron en su primera plana el sí que los españoles dieron a la Constitución el 6 de diciembre de 1978 desde distintos enfoques.

de diversos enfoques, como los resultados o cómo se vivió el día en Zaragoza.

Nueva España –hoy el Diario del Altoaragón– también dedicada to-da la portada al referéndum, con un claro titular: «Sí de España a la Constitución». Parecido enfo-que el que dio el Pirineo Aragonés, uno de los medios más longevos de la comunidad y todavía hoy vi-gente. Mostró, además, cómo se desarrolló la jornada en Jaca.

Lucha. Diario de Teruel, titulaba con un «España dijo sí a la Cons-titución de la concordia» y pres-taba atención al protagonismo de las mujeres en la cita.

Uno de los periódicos que más innovaron en su momento la prensa del territorio y que vivió desde 1970 hasta 1983, Aragón Exprés, daba su acogida a la Cons-titución con un rotundo «Bienve-nida, democracia».

Los medios nacionales analiza-dos, El País, ABC y El Periódico de Catalunya, fijaban su atención en diferentes aspectos: la absten-ción, en el caso del primero, el sí abrumador, en el segundo, y la respuesta afirmativa del país y de Cataluña en el tercero. H

Andalán. Heraldo de Aragón. Nueva España.

Lucha. Diario de Teruel. El Pirineo Aragonés. Aragón Exprés.

El País. ABC. El Periódico de Catalunya.

EN LOS MEDIOS


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20

Nuestra arquitectura constitucional

sigue siendo perfectamente

válida, dediquemos pues nuestro

esfuerzo a hacer esta más vigorosa,

exprimiendo sus posibilidades

En un escenario de incertidumbre, dudas y desorientación, la sociedad necesita organizaciones fuertes que no desenfoquen la solución de los

problemas. El Partido Popular, también en Aragón, tiene claro su papel de garante fundamental del sistema político español, abrazando la Constitución de 1978 como elemento clave para la convivencia y el desarrollo de nuestra sociedad. Lo demostramos cada vez que la ocasión lo requiere, conduciéndonos en la escena pública con criterios de normalidad, moderación y centralidad.

Siempre hemoS Sido un partido con vocación de gobierno, al servicio de los intereses generales, y sobre todo que coloca a la persona como eje de su acción política y que busca el progreso social como un objetivo inalienable. Y somos, desde luego, un partido que defiende sin circunloquios la unidad de España como espacio de igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. Como partido constitucionalista convencido inspiramos nuestra acción política en valores de libertad, tolerancia y democracia, en una España igualitaria. Una acción política que pasa por impulsar aquellas medidas legislativaso ejecutivas que eviten la desmembración de España, la depauperación de la economía con el consiguiente empobrecimiento de los ciudadanos o la pérdida de confianza en las potencialidades del país.

CreemoS en laS perSonaS, y CreemoS en Aragón y en España, y por eso creemos en esta Constitución. Frente a aventuras que pretenden abrir procesos constituyentes de dudoso calado, o incluso nuevas formas de Estado, en el PP tenemos claro que con nuestra Carta Magna disponemos de un margen enorme para legislar y para ejecutar medidas de modernización de la nación y mejora de nuestras capacidades. Nuestra arquitectura constitucional sigue siendo perfectamente válida, dediquemos pues nuestro esfuerzo a hacer esta más vigorosa, exprimiendo las posibilidades públicas de apoyo real a las familias, a las empresas y a los colectivos sociales.

Luis MaríaBeamonte

PRESIDENTE DEL PP DE ARAGÓN

todoS eStoS eStamentoS oCupan un lugar fundamental en la sociedad, y constituyen una expresión de solidaridad y una forma de organización social que contribuye de forma decisiva al bienestar de las personas, y deben ser la preocupación de los políticos: no inventemos problemas donde no los hay. Frente a los delirantes conceptos de España como nación de naciones, o al desafío secesionista catalán, quienes ocupamos la esfera pública tenemos la obligación de defender, desde el convencimiento de su pertinencia, una ley de leyes que ha traído tanta prosperidad a nuestro país. Rendir cuentas, ser transparentes abriéndonos a la participación o modernizar los procesos públicos son atributos públicos perfectamente compatibles con defender nuestro magnífico marco de convivencia, con sus obligaciones, derechos y libertades vigentes en una Carta Magna que es de todos, y que no hay que lacerar. H

LA CONSTITUCIÓN, ELEMENTO CLAVE DE CONVIVENCIA

Es indudable que 40 años después,

aun manteniendo su plena vigencia, se hace necesaria una actualización

y reforma donde se contemple avanzar

en el tema territorial

«La democracia fue posible porque unos y otros supieron aparcar a sus energúmenos». Este

argumento, que también ahora debería tener plena vigencia, lo utilizó la periodista y escritora Rosa Montero en una reciente entrevista. Y aun siendo cierto, la Transición y la recuperación de la democracia no fue solo eso. Fue también una apuesta colectiva, tras siglos de confrontaciones estériles, paralizantes y sangrientas, que estábamos intentando superar.

EsE EsfuErzo intEgrador y pacificador tuvo su mejor plasmación y culmen en la Constitución. Un éxito colectivo que consagró la recuperación de la libertad y ofreció el marco apropiado para la consolidación definitiva y el

JavierSada

PORTAVOZ DEL GRUPO SOCIALISTA EN LAS CORTES

DE ARAGÓN

continuo perfeccionamiento de nuestra democracia, pero también una apuesta compartida, elaborada con todas las fuerzas políticas bajo el paraguas del diálogo y la búsqueda del consenso.

La ConstituCión, Como dECía miguEL Herrero y Rodríguez de Miñón en el acto de entrega de la Medalla de Aragón en el 40 aniversario, no fue un «pacto de transacción», cediendo a cambio de lo que se obtiene, sino un pacto de unión de voluntades en torno a un objetivo común que era –y debe seguir siendo—una Carta Magna abierta a todos los españoles.

Es indudabLE quE 40 años dEspués, aun manteniendo su plena vigencia, se hace necesaria una actualización y reforma donde se contemple avanzar en el tema territorial, la consolidación del municipalismo, introducir nuevos derechos sociales… pero nunca al precio de romper lo que la hizo posible: ese espíritu de consenso y acuerdo, ese esfuerzo colectivo y de concordia… lo que es el verdadero valor de la misma.

dECía baLtasar graCián quE «Aprobarlo todo suele ser ignorancia; reprobarlo todo, malicia». Es malicioso y un gravísimo error culpar de todos los males al texto constitucional y a la propia Transición, cuando en realidad son fracasos de una política que no da respuesta a los retos de la sociedad actual, siendo más necesario que nunca recuperar ese espíritu de acuerdo y consenso que dio la vuelta a nuestras vidas.

En 1978, Con 22 años, vivía En un barrio de aluvión y currantes como el Picarral, en una permanente efervescencia política y reivindicativa, donde –y siempre lo recordaré– un viejo comunista que había estado toda su vida peleando, entrando y saliendo de la cárcel, «en esos momentos de incertidumbre, de libertad, y de consenso» –como decía Alfonso Guerra–, nos dijo a unos jóvenes entonces «Disfrutad, que vosotros podréis tener juventud y, sobre todo, un futuro». Eso es lo que ha significado la Constitución del 78, el poder disfrutar en libertad y concordia la etapa de mayor desarrollo y avance social y económico, y que la sigue haciendo vigente 40 años después. H

CUARENTA AÑOS DE LIBERTAD Y CONCORDIA



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–40 años ya de Constitución, ¿Cómo ve de salud el documen-to al llegar a estad edad?–De salud lo veo bien, en el sen-tido que creo que durante estos 40 años ha cumplido la función para la que había sido pensado, e incluso más allá. Si hace cuatro décadas se hubiera dicho que iba a seguir en vigor y con relativa buena salud el texto, creo que hubiera sido un motivo de cele-bración, teniendo en cuenta, pre-cisamente, la Historia de España. Pero al igual que ha cumplido una función positiva, estamos en un momento en el que quizás tendríamos que pararnos a pen-sar en una posible adaptación a unas circunstancias que, 40 años después, son muy distintas. Sería positivo para tratar de conectar con la población actual. Es un documento aprobado hace 40 años con unos niveles de apoyo muy amplios y, de un tiempo a esta parte, se está produciendo, cada vez más, un divorcio entre la sociedad y el texto. Es una si-tuación que hay que solucionar.

–¿Cuáles serían los cambios más urgentes en este documento?–Más allá del debate que se gene-re, en lo sustancial, el texto sigue sirviendo. No se trata de hacer un cambio de arriba a abajo, ya que ha demostrado que tiene unos efectos beneficiosos y que sirve para la sociedad. Pero hay que adaptar cuestiones. El tema de la estructura territorial del Estado, en el caso de que se emprenda un proceso de reforma, va a estar allí. En el 78 no existía el Estado

creo que se ha perdido. Otro te-ma es el de la propia reforma de la Constitución, que se hace si-guiendo el título décimo, donde están esos mecanismos. Puestos a reformarla, habría que cambiar también estos resortes e introdu-cir elementos más participativos y democráticos, e incluso simpli-ficar el propio mecanismo.

– Usted es experto en Derecho Constitucional, ¿Qué supuso es-te texto para España?– La Constitución significa la cul-minación del proceso de transi-ción política a la democracia. Hay quien dice que es un proce-so que termina algo más tarde o que está inacabado porque siem-pre estamos transitando. Pero, realmente, si tuviéramos que marcar una fecha, el año 78 es el que termina definitivamente de dejar atrás el Estado franquista. Desde el punto de vista jurídico supone la aprobación de la Cons-titución, que es la norma supre-ma y la materialización de lo que dice en su artículo 1, de España como un Estado social y demo-crático de derecho.

– ¿Y cómo analiza el papel de Gabriel Cisneros, aragonés que fue uno de los padres de la Cons-titución?– Viendo el papel, tanto de Cisne-ros como de los otros seis ponen-tes y, en general, de los grupos políticos, creo que fue un pro-ceso, aunque no exento de pro-blemas y con momentos en los que se pensaba que iba a desca-rrilar, que estuvo presidido por

una característica presente en el propio texto, una idea que se ha repetido muchas veces pero que es cierta, que es la del consenso. Se trató de sacar adelante un do-cumento que tuviera elementos de las distintas opciones políticas pero que, a la vez, no fuera iden-tificable solo con una de ellas. Eso es lo que tiene que ser una Constitución y lo que permite su permanencia durante estos 40 años, que gobiernos de distinto signo puedan gobernar. Creo que quería lograr algo, que ha logra-do, que es romper la dinámica del constitucionalismo histórico en España, sobre todo a lo largo del siglo XIX; la existencia de constituciones de parte, con una vida muy limitada. Eso ha sido un triunfo.

–Justo nació usted en el 78, co-mo la Constitución, ¿Es distinto el punto de vista de los que co-nocieron el franquismo a los que ya nacieron en democracia?–Seguro, tiene que ser distinto por obligación. Yo toda mi vida he vivido con esta Constitución, no he vivido el franquismo, por lo tanto la perspectiva tiene que ser distinta, como también lo tiene que ser la de mi generación con respecto a otras más jóvenes. No-sotros hemos vivido toda la vida de esta Constitución y las distin-tas percepciones que ha habido. Sobre todo en la infancia y la ado-lescencia, hemos sido educados en toda la épica de esta Constitu-ción, que es cierta, pero hemos ido protagonizando este paso de los años y somos más conscientes

de las autonomías, se empezó a hacer a partir de lo que ponía en la Constitución. A lo mejor, sim-plemente consistiría en eliminar buena parte del título octavo, que ya no tiene sentido porque hablaba precisamente de la crea-ción de las comunidades autóno-mas. Quizás haría falta una refor-ma en la que todo eso se elimina-ra y se definiera cómo es hoy el Estado. También, la pertenencia a la Unión Europea está ausente en la Constitución y es una rea-lidad que afecta a nuestro día a día, que tendría que estar refleja-da de una forma más exacta.

–¿Y más allá de la cuestión terri-torial?–Todo lo que tiene que ver con profundización democrática y de derechos; la Constitución esta-blece un modelo de democracia representativa que se debe seguir manteniendo, pero hay unas for-mas de participación directas o semidirectas que aparecen reco-gidas en el texto de manera muy escasa. En cuanto a los derechos, recogió un muy buen catálogo, pero la sociedad ha cambiado mucho y se podría perfeccionar con otros de nueva generación, muchos derivados del avance tec-nológico. También, reforzar algu-nos, como los relativos a la salud o todo lo que tiene que ver con el feminismo y la perspectiva de género, con mayores garantías. Es urgente la reforma, no tanto por cuestiones de su contenido, sino por tratar de crear ese vín-culo nuevo de la sociedad con un texto constitucional que yo

Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Zaragoza

« Es urgente la reforma, no tanto por cuestiones de contenido, sino por tratar de crear ese vínculo nuevo de la sociedad con un texto que yo creo que se ha perdido»

«La reforma de una Constitución garantiza

su permanencia»

Enrique Cebrián

Nacido en 1978, este profesor del campus público zaragozano es un firme defensor del texto que rige la vida de los españoles desde hace 40 años. H Aboga por introducir cambios

que adapten el documento a la realidad actual y que, así, vuelva a conectar con la ciudadanía.

POR MARCOS DÍAZ

« Este documento ha logrado romper la dinámica del constitucionalismo histórico en el país; la existencia de textos de parte y vida limitada. Eso ha sido un triunfo»


ga por delante, y que sea mejor o peor, depende precisamente de lo que hablábamos antes, de que se lleve a cabo una actualiza-ción, partiendo de esos mismos principios, pero a los tiempos ac-tuales.

–¿Corre peligro, con el auge de los nuevos populismos que está viviendo el mundo?–Cuando se produce una refor-ma, las fuerzas que van a parti-cipar son las que están represen-tadas en el Parlamento. Es una situación que está ahí y la refor-ma será fruto de las mayorías y minorías representadas. Fuerzas de muy distinto tipo existían en el 77 y el 78 y eso no tiene por qué querer decir que vaya a te-ner un efecto perjudicial directo. Una reforma no está hecha para ir hacia atrás, sino para reforzar lo que ya existe y ampliarlo en materia de derechos, democrá-tica, etcétera. Pero no hay que olvidar que las mayorías que hay en el Parlamento son mayorías que representan a la sociedad. Y el texto es el que representa a esa población, que tendrá que ser el fruto de la composición que exis-ta en la cámara. –Han pasado ya cuatro décadas, ¿nos hemos acostumbrado a vi-vir en democracia o sigue pesán-donos la Historia?–Creo que, en general, sí que nos hemos acostumbrado. Hay que huir un poco de esa idea, que ha tenido mucho éxito en España, de tratar de vernos diferentes a los demás, y al decir diferentes,

peores. Es una especie de comple-jo. En España podemos ser tan de-mócratas como en Francia, Gran Bretaña, Italia o Estados Unidos. Sí que es verdad que la democra-cia es una cultura y una peda-gogía, y eso es algo que siempre tiene que estar presente. No por el hecho de que exista una demo-cracia va a ser todo perfecto en términos democráticos, pero ni en España ni en ningún sitio.

–¿Somos un país maduro, demo-cráticamente hablando?–Si. Estos 40 años lo reflejan y, de hecho, buena parte de las de-mandas que hoy existen en la so-ciedad y que van encaminadas al proceso de reforma de la Consti-tución tiene que ver con que, co-mo sociedad, nos hemos hecho más exigentes desde un punto de vista democrático. España no es igual en el 2018 que en 1990; hoy somos más estrictos y me-nos tolerantes con determinadas prácticas fraudulentas y con al-gunas formas de hacer política que han existido en España y en otros países. Nos hemos hecho más maduros, más responsables y más exigentes a la hora de pe-dir responsabilidad.

–¿Se debería potenciar más su papel en la sociedad?–Siempre es positivo. Sobre todo, pensando en las generaciones más jóvenes, que no lo vean co-mo algo lejano. Una educación en su contenido y en lo que re-presenta el texto, que es una pe-dagogía en democracia. Siempre va a ser positiva. H

de la necesidad de su reforma. La vida de esta Constitución es la de nuestra propia vida y somos conscientes de lo que puede cam-biar en 40 años. Le doy un valor a ese momento histórico y al texto, pero uno de los mejores servicios que se le puede hacer es tratar de adecuarlo a la sociedad del siglo XXI, manteniendo lo básico, que es lo que lo define y sus elemen-tos positivos.

–Usted que aborda en sus clases en la facultad este asunto, ¿Qué acogida tiene entre los jóvenes la Constitución?–Mayoritariamente, la visión es buena aunque, concretamente, los años de aprobación les que-dan lejanísimos. Explicamos De-recho Constitucional en prime-ro y segundo de carrera, la gente que está ahora nació en el año 2000, es una perspectiva total-mente distinta. Es una visión po-sitiva, creo yo, porque conocen lo que ha supuesto en los años anteriores a su nacimiento, pero también son conscientes de la ne-cesidad de una actualización. No es una visión mala, al contrario, pero sí que reclama una actuali-zación.

–¿Cómo ve la actual situación política? ¿Nuevos partidos como Ciudadanos o Podemos hacen bien en presionar para que sur-tan cambios?–Creo que ya no hay práctica-mente ningún partido que se niegue a decir que sería positiva una reforma. Hay variaciones en-tre ellos sobre el calado. Hay posi-

ciones que plantean una revisión total, casi un nuevo proceso cons-tituyente, que yo creo que eso es un error, en el sentido de que la Constitución recoge un proceso de reforma; no se trata de hacer un borrón y cuenta nueva com-pleto. Hay también posiciones más inmovilistas, pero hasta en ellas se ha empezado a reconocer y sentir la necesidad de que algo habría que hacer.

–¿Es un buen momento para in-troducir cambios? –Siempre se dice «no es un buen momento». Probablemente no lo es, pero es que ninguno lo va a ser, por unas razones o por otras. No lo eran tampoco los años 77 y 78 y se sacó adelante. Creo que, sinceramente, a lo mejor no es un buen momento, pero dentro de unos años será peor. Cuan-to más tardemos, más se va a ir ahondando esa brecha y más se va a erosionar la propia percep-ción que la ciudadanía tiene de la Constitución. Las fuerzas polí-ticas tienen que hacer un esfuer-zo de acuerdo y de actualización. Si no se hace, va a ser peor. A lo tonto, llevamos ya diez años ha-blando en serio de la necesidad de una reforma y no se empren-de. Reformar una Constitución es garantizar su permanencia.

–¿Cómo cree que será el futuro de la Constitución en España?–Creo que la Constitución actual arroja un balance muy positivo, sus contenidos en líneas genera-les son positivos, pero creo que el mayor o menor futuro que ten-

CHUS MARCHADOR

El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Zaragoza Enrique Cebrián

«Siempre se dice que no es un buen momento para la reforma, pero es que ninguno lo va a ser. Cuanto más tardemos, más va a crecer la brecha con la ciudadanía»

« Hay que huir de esa idea acerca de tratar de vernos diferentes, peores, a los demás. En España podemos ser tan demócratas como en Francia o en Estados Unidos»


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La España de hoy no es la misma

que la de 1978 y es preciso adaptar,

sin miedo, nuestro sistema

político y nuestro marco jurídico a nuestras nuevas

necesidades

Nací en 1978, tengo 40 años y en este artículo voy a ir al grano. Yo no he votado nunca esta Constitución ni esta Monarquía. Y siento que tengo el deber,

junto a quienes hoy vivimos aquí, de luchar con rasmia y honestidad para que nuestra sociedad sea mejor.

Aquí no voy A plAnteAr unA bAtAllA del relato, entre la narración edulcorada y la furiosa. No voy a negar los esfuerzos de muchos protagonistas para reconocer derechos en el contexto de aquellos años. Pero tampoco voy a aceptar una historia endulzada. Son demasiados los ejemplos de poderes legislativos, ejecutivos y judiciales al dictado de los poderes invisibles, nunca votados, que se benefician más y más, pese al sufrimiento de mucha gente. La reciente sentencia por las hipotecas o la reforma del artículo 135, PP y PSOE pactando de espaldas a la ciudadanía para beneficiar a los bancos, son dos trágicos ejemplos.

en 2018 seguimos gritAndo pArA frenar desahucios, por la igualdad, por la justicia territorial, por derechos y oportunidades para todas las personas, tal y como recoge la Constitución. Pero, además, reivindicamos nuevos derechos porque la España de hoy no es la misma que la de 1978 y es preciso adaptar, sin miedo, nuestro sistema político y nuestro marco jurídico a nuestras nuevas necesidades. Tras 40 años de democracia, estamos preparados para afrontar los retos hacia la profundización democrática. Así nació Podemos y prometimos en las Cortes de Aragón «trabajar por abrir un proceso constituyente que devuelva la soberanía y los derechos sociales a la gente».

¿A qué reformAs constitucionAles nos referimos? Lo más evidente:

40 AÑOS ENTRE EL ALMÍBAR Y LA FURIA

NachoEscartínLasierra

SECRETARIO GENERAL DE PODEMOS ARAGÓN

que se cuente con la ciudadanía, que se debata desde abajo y se afronten con valentía los retos pendientes. El más esencial es garantizar el Estado de Bienestar y la justicia social, es decir, que todo el mundo tenga derecho a una vivienda digna, que blindemos la sanidad y educación públicas frente a recortes, que aseguremos recursos para dependencia y cuidados.

frente Al conflicto territoriAl, reclamamos diálogo, solidaridad y respeto a las particularidades de cada lugar. Y desde Aragón alzamos nuestra voz para que no mueran nuestros pueblos. Exigimos un Senado que deje de dar la espalda a territorios despoblados, dispersos y envejecidos como el nuestro, que se represente mejor a los habitantes de los territorios y no solo a los grandes partidos. Que el sistema de financiación autonómica sea justo, para asegurar servicios públicos de calidad para todas las personas.

lA espAñA del 15-m pide regenerAción democrática: separación de poderes, participación ciudadana, sistema electoral proporcional y representativo, control político, fin de las puertas giratorias, independencia de la Justicia y, sobre todo, eliminación de privilegios. Mención especial a la Jefatura del Estado, que debe estar en nuestras manos y no representada por una monarquía a la que se accede por derechos de sangre.

lA espAñA del 8-m, por último, reclama el papel que merecen las mujeres. La Constitución del 78 fue redactada por 7 hombres y ninguna mujer. ¡Y solo 2 veces aparece la palabra «mujer»! ¡Son tantas las deudas pendientes por la igualdad en nuestra sociedad!

entre el AlmíbAr y lA furiA, hoy hay mucho por hacer. H

Es necesario reformar la

Constitución, pero no soy partidaria

de derribarla o destruirla , sino de actualizarla

para garantizar su aplicación en todo

el Estado

La Constitución no solo hay que conocerla, debemos entenderla. Esa es la premisa a la que me enfrenté en mis primeros días de carrera en la Facultad de Derecho de la

Universidad de Zaragoza. Del conocimiento surge el respeto a un texto que guarda las claves del entendimiento, la solidaridad y la unión de todo un país.

La ConstituCión EspañoLa aprobada en 1978 fue fruto de un amplio consenso que ha dado a nuestro país libertad, estabilidad y prosperidad para modernizar nuestra sociedad, consiguiendo que España sea un Estado de Derecho homologable a las naciones más desarrolladas del mundo.

siEmprE quE habLamos dE La Constitución, hacemos referencia al momento histórico en el que la misma fue redactada. Algunos lo utilizan para hablar de regímenes y otros para poner en cuestión nuestra Carta Magna, concepto que en sí encierra el valor del texto constitucional y le otorga la relevancia que le corresponde.

hay quE ponEr En vaLor no soLo EL momento histórico en el que se redactó, sino a las personas que la redactaron, porque alguno de ellos ha dado la clave para comprender su arquitectura y redacción: «La Constitución Española fue conseguida gracias a la suma de renuncias que permitieron alcanzar un gran acuerdo». Y creo que en estos momentos, en los que la situación política no se basa precisamente en el diálogo, la búsqueda del acuerdo y el consenso, hay que poner en valor el trabajo que se realizó y la importancia que ese gran acuerdo ha tenido para los españoles.

DEL CONOCIMIENTO AL RESPETO

SusanaGaspar

PORTAVOZ DEL GRUPO CIUDADANOS

EN EL PARLAMENTO DE ARAGÓN

tEnEmos una dE Las mEjorEs Constituciones del mundo actual, tanto si la analizamos desde el punto de vista jurídico como político y social. Y va siendo hora de que no solo nos lo creamos todos los españoles, sino que además nos sintamos orgullosos por ello.

si hoy aLguiEn mE prEgunta si considero necesario reformar la Constitución, le devolvería una reflexión: ¿una casa después de 40 años necesita reformas? Es necesario reformar la Constitución, pero no soy partidaria de derribarla o destruirla como quieren algunos, sino de actualizarla para garantizar su aplicación en todo el Estado y de mejorarla.

Es nECEsario abrir una nuEva Etapa que permita actualizar nuestra Carta Magna, corregir aquello que no ha funcionado y asentar lo que se ha hecho bien. Para ello es necesario hacerlo con una amplia mayoría, sumando a aquellos que nos consideramos constitucionalistas y europeístas, pensando en aquello que puede mejorar la vida de los españoles y buscando aquellos puntos que nos unen. Se trata de sumar, nunca de enfrentar. Consiste en garantizar el respeto y la puesta en valor de nuestra Constitución y de nuestro Estado de Derecho para seguir creciendo como país y no para hacerlo saltar por los aires, como algunos intentan. Del profundo conocimiento del texto, de sus autores, del momento en que se redactó y de la historia reciente de nuestro país, surge el verdadero entendimiento. Porque eso es la Constitución de 1978: acuerdo, consenso y entendimiento para garantizar el presente y el futuro. H



26

los políticos jóvenes de aragón

Nacidos en democracia

Desde el 6 de diciembre de 1978, la política española ha visto pasar generaciones de representantes

públicos por sus distintas administraciones. Estos son aquellos nacidos desde ese año en adelante y

que actualmente ocupan un sillón en las Cortes de Aragón y el Ayuntamiento de

Zaragoza

En 1978 pasaron muchas cosas. Una, objeto de este suplemento, de trascendencia capital para el país: se aprobó

una Constitución que abría la segunda etapa más larga de una Carta Magna en España–ya, 40 años– solo por detrás del texto aprobado en 1876. Desde enton-ces, una hornada de políticos ha nacido en un Estado democráti-co, con separación de poderes y de soberanía popular. En la co-munidad, si se tienen en cuenta los que ocupan un asiento en las Cortes de Aragón y los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza, suman 21 (restando a la conceja-la Teresa Artigas). Con motivo del aniversario, estos representantes públicos han posado en una foto para EL PERIÓDICO que reúne el presente y, probablemente, el fu-turo de la política territorial.

«Es nuestra norma fundamen-tal básica, la que consagra el Es-tado de Derecho y genera el mar-co de convivencia y de progreso más importante de nuestro país en los últimos 40 años», afirma el diputado y secretario de Organi-zación del PSOE, Darío Villagrasa. Este político, además, es el más joven de todos, nacido en 1992. Sobre la relación entre la norma y los jóvenes, sostiene: «Tenemos que valorar e interiorizar más

nuestra Transición y la Constitu-ción». Acerca de su vínculo a esta actividad, Villagrasa comenzó en la política en el 2015, convencido de que «el trabajo, el compromi-so, la ilusión y la pasión en las convicciones pueden modificar, desde la representatividad y las instituciones, el presente y el fu-turo de las personas».

Con cierto contraste, la porta-voz de Podemos en las Cortes y candidata a la presidencia de Ara-gón, Maru Díaz, fija su atención en la necesidad de una reforma del texto. «Las cartas magnas son hijas de su tiempo. Las encar-nan personas que responden a las limitaciones y a posibles co-yunturas concretas», indica, a la vez que observa: «es hija –la del 78– de uno de los momentos más complejos de nuestra historia y de nada serviría juzgar el pasado desde hoy, si no es más que para afrontar una reforma que adecue la Constitución a los tiempos en los que vivimos», reflexiona. Al respecto, considera que en la actualidad no se puede tolerar «una carta magna sin madres». A su vez, juzga «indispensable» la derogación del artículo 135.

En el otro lado del hemiciclo, Ramón Celma, diputado del PP en las Cortes aragonesas, con-sidera que la Constitución es «el punto de referencia» para él y para su grupo, «más en estos momentos, cuando por parte de


refiere cuando considera que los nacidos en el periodo democráti-co se piensan «que es muy fácil ponerse de acuerdo» y alcanzar «una sociedad del bienestar, una economía de mercado, derechos, libertades ...»; sobre ello, recuer-da esta representante pública que entró en la política «por ese espíritu de cambiar las cosas, que «tener una democracia tan fuerte es casi una excepción en el mun-do».

Aunque reconoce su valor, más crítica con la norma se muestra su compañera en el consistorio de la capital aragonesa, bajo las siglas de ZeC y dentro de IU, Arantza Gracia, quien considera que fue «un documento que sir-vió para institucionalizar algu-nas de las conquistas sociales de un momento histórico; un texto que plasmaba unos acuerdos en los que todas las partes se deja-ban pelos en la gatera, en aras de una transición pacífica». No obstante, añade que «por desgra-cia, ese pacto se ha transforma-do en un papel mojado, porque este acuerdo se ha roto de forma unilateral», afirma esta conceja-la que se acercó a la política «de la mano de un compañero del grupo de jota en el que bailaba», con quien acudió «a las primeras reuniones de las Juventudes Co-munistas».

Así son los puntos de vista de los jóvenes políticos aragoneses, personas que representan en las Cortes y en el ayuntamiento más grande del territorio a la ciuda-danía de la comunidad. Aunque el grado de crítica o adhesión a esta Carta Magna que hoy cum-ple sus cuarenta años varía se-gún a quién se le pregunte, en todas las partes se observa el res-peto a un momento histórico, a un documento que fue fruto de la idiosincrasia de su tiempo y que cambió el país. H

Los 21 protagonistas de la foto son el presente y, probablemente, el futuro de la política aragonesa

JAIME GALINDO

muchas fuerzas se pone en cues-tión». Así, Celma afirma que este periodo democrático «ha sido la época en la que mayores avances se han producido desde el punto de vista económico y social». «Es el texto legal por el que hay que esforzarse políticamente para protegerlo», remacha este diputa-do que decidió entrar en política debido a la «vocación de servicio» de esta actividad. «Es un privile-gio hacer cosas por los demás», subraya el diputado popular.

VocaciónParecida experiencia la de la diputada por el PAR en las Cor-tes, Lucía Guillén, quien relata: «Entré en política municipal, mi intención era trata de ayudar en mi pueblo y cambiar las cosas». Sobre el camino que le llevó a las Cortes, explica: «La verdad que pasar de allí a la política, pri-mero, provincial y, ahora, auto-nómica, fue un poco fortuito. El partido apostó por mí». Para ella, la Constitución es «la herramien-ta fundamental» que ha garanti-zado la democracia en España en estos 40 años. Guillén sostiene, además, que se trata de un «texto base sobre el que es posible que haya que seguir trabajando y en algún momento haya que actua-lizarlo» para que se adapte a los nuevos tiempos. Reformas, eso sí, «hechas con cabeza» y, sobre to-do, «con el consenso de todos».

«Yo nací en el 84 y ni siquiera estaba presente cuando se votó la Constitución», indica la con-cejala de Ciudadanos en el Ayun-tamiento de Zaragoza, Cristina García. No obstante, sostiene que su generación «es privilegiada de vivir en una democracia estable y fuerte» y que, en estos momen-tos, «es importante reivindicar lo que se consiguió y, sobre to-do, hacerlo desde la juventud». Precisamente a los jóvenes se

Ramón Celma (1984)

Diputado (Zaragoza). PP

Marta de Santos (1979)

Diputada (Huesca). Podemos

Leticia Soria (1980)

Diputada (Zaragoza). PSOE

Marta Aparicio (1980)

Concejala en Zaragoza. PSOE

Cristina García (1984)

Concejala en Zaragoza. Cs

Lucía Guillén (1984)

Diputada (Huesca). PAR

Darío Villagrasa (1992)

Diputado (Zaragoza). PSOE

Nacho Escartín (1978)

Diputado (Zaragoza). Podemos

Héctor Vicente (1988)

Diputado (Teruel). Podemos

Erika Sanz (1978)

Diputada (Huesca). Podemos

Raúl Gay (1981)


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Maru Díaz (1990)

Diputada (Zaragoza). Podemos

Román Sierra (1978)


María Navarro (1984)

Concejala en Zaragoza. PP

Arantza Gracia (1978)

Concejala en Zaragoza. IU (Zec)

Pablo Muñoz (1978)

Concejal en Zaragoza. IU (ZeC)

Pablo Híjar (1978)

Concejal en Zaragoza. IU (ZeC)

Violeta Barba (1987)

Presidenta de las Cortes.

Itxaso Cabrera (1989)

Diputada (Zaragoza). Podemos

Alberto Cubero (1981)

Concejal en Zaragoza. IU. (ZeC)

Miguel Ángel Navarro (1982)

Diputado (Teruel). PP

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Diputados y concejales de Zaragoza ADMINISTRACIONES VIVAS

No todo iba a ser Za-ragoza y el hemici-clo de las Cortes. En e l t err i -

torio aragonés hay múltiples ejemplos de representantes públicos nacidos más allá de 1978. Diputaciones o ayunta-mientos de los municipios de la comunidad son organismos con sangre joven en sus salo-nes de plenos.

Uno de ellos es el alcalde de CHA en La Muela, Adrián Tello. Nacido en 1984, desde el 2011 es el primer edil de la localidad. Para Tello, la Cons-titución «supuso el marco de-mocrático» para el país, al pa-sar de una dictadura a una de-mocracia. Así, considera que «con todas las imperfecciones que tuvo en su día», la Carta Magna resultó «un grandísi-mo avance» para el país. Sobre lo que le empujó a entrar en política, afirma que, cuando se es un ciudadano y se ob-servan cosas que no gustan, «aparte de hablar en el bar o en Facebook, la mejor manera de solucionar los problemas es en la administración, des-de dentro».

El caso Tello no es el úni-co. Todas las fuerzas políti-cas muestran representantes

La juventud, presente en

todo el territorioAragón cuenta con una buena

muestra de políticos que llegaron al mundo a partir de 1978 en las diversas

administraciones que comprende.

nacidos a partir de 1978. Un ejemplo es la primera edila so-cialista de Ejea de los Caballe-ros y vicepresidenta segunda de la Diputación de Zaragoza (DPZ), Teresa Ladrero. Otro caso de las mismas siglas, al-calde –en este caso de Ariza– y diputado provincial en Zara-goza es José Carlos Tirado.

En el mismo organismo, el PP tiene al concejal de Cala-tayud José Manuel Gimeno. Esta misma fuerza cuenta, por ejemplo, con un edil en Teruel en esa franja de edad, Javier Domingo. En el mis-mo consistorio, Cs tiene a Ra-món Fuertes, mientras que en Huesca ocupa asiento su compañero Enrique Novella. Alberto Izquierdo, del PAR, es alcalde de Gúdar y diputado provincial. También es edil de los aragonesistas Sergio Soro, en Boltaña.

Cambiar Huesca, en la capi-tal altoaragonesa, cuenta con Silvia Mellado, mientras que En Común, en la DPZ, tiene a Elena García. Igualmente, hay otros ejemplos de siglas inde-pendientes, como Unidos por Allepuz, de donde es alcalde Ignacio Martínez.

Estos, en definitivas cuen-tas, son solo algunos de los muchos ejemplos de cómo la política halla continuidad ge-neracional en Aragón. H

SERVICIO ESPECIAL

El alcalde de La Muela, Adrían Tello.


28

La Constitución nació del consenso

y era necesaria. Y fue muy útil.

Pero está superada, representa un

modelo de relaciones que es necesario

revisar

«L a base de nuestros sistemas políticos es el derecho del pueblo a hacer y modificar sus

constituciones de gobierno». Esa frase, que equipara el derecho a dotarse de una Constitución y el de reformarla, es de George Washington. Y creo que da respuesta a todas las voces, tanto a quienes se niegan a plantear la modificación de la Constitución de 1978, como a los que proponen su reforma o sustitución despreciando el gran mérito colectivo que representó la transición de la dictadura a la democracia y del centralismo al autogobierno.

La ConstituCión naCió deL miedo tras cuarenta años de dictadura franquista, pero también del consenso, de la necesidad de tener esperanza, de las ansias de libertad de las personas y los pueblos, de la necesidad imperiosa de pasar página tras los años más negros de nuestra historia reciente. Era necesaria. Y fue muy útil. Pero está superada, representa un modelo de relaciones que es necesario revisar.

Jose LuisSoro

PRESIDENTE DE CHUNTA ARAGONESISTA (CHA)

Y CONSEJERO DE VERTEBRACIÓN DEL

TERRITORIO, MOVILIDAD Y VIVIENDA DEL GOBIERNO DE

ARAGÓN

república, hacia una democracia real, hacia la garantía efectiva de nuestros derechos y libertades, hacia un modelo federal y solidario en el que todos estemos cómodos. Si el actual instrumento ya no da las respuestas que precisa la sociedad española, sobre todo las generaciones más jóvenes, oponerse a su reforma es traicionar el espíritu y la esencia de la propia Constitución.

Pero, Para abrir un nuevo ProCeso constituyente, será necesario un clima de respeto, de diálogo, de generosidad como el que, hace cuatro décadas, hizo posible su elaboración y aprobación. Y, lamentablemente, el actual contexto de crispación política, de tensión territorial, de desconfianza en las instituciones, impide propiciar las condiciones adecuadas para abordar, con serenidad, ese nuevo contrato social.

Creemos Primero eL Contextopolítico y social que lo haga posible y, después, abordemos la necesaria reforma, aprendiendo de quienes, desde la discrepancia política e, incluso, desde la desconfianza, supieron ceder y sumar para transformar nuestras vidas. H

DERECHO A HACER Y MODIFICAR LA CONSTITUCIÓN

tenemos eL mismo dereCho a aProbar la Constitución que a su revisión en profundidad para adaptarla, cuarenta años después, a la nueva realidad y a las nuevas aspiraciones de la ciudadanía, tanto individuales como colectivas.La Constitución no es un fin en sí misma, sino un instrumento para la convivencia. Tenemos derecho a avanzar hacia la

Consideramos que ese nuevo

consenso político debe responder al

federalismo solidario para superar el

conflicto territorial

Tras 40 años de conmemoraciones acríticas, deberíamos analizar, sin visceralidad, si el texto constitucional da respuesta hoy a

los problemas del pueblo español. Pero evaluar la Carta Magna, desde lo que supone y no desde lo que supuso, sigue siendo hoy un tabú. España ha cambiado mucho desde 1978. El desarrollo legislativo de los consensos constitucionales, a manos de un bipartidismo entregado a los poderes económicos, ha convertido su contenido en papel mojado. La crisis lo ha evidenciado con dureza para quienes vieron cómo se reformaba la Constitución para salvar a los bancos mientras su derecho al trabajo, la salud o la vivienda, consagrados en la misma, no eran garantizados.

es insostenibLe PedirLes a Las personas castigadas por la crisis que festejen y defiendan una Constitución que les ha dejado tiradas. Lo correcto es ofrecer una alternativa que constitucionalice las garantías necesarias para vivir con dignidad y la resolución de los problemas mediante el diálogo y la política.

ÁlvaroSanz

COORDINADOR GENERAL DE IU ARAGÓN

vergonzosa pirueta del Tribunal Supremo con la sentencia sobre el impuesto de las hipotecas y su retrógrado desenfreno para apuntalar unos fundamentos morales propios de épocas oscuras, evidencian el agotamiento del sistema.

detrás de esta rePresión enContramos debates mal resueltos como el carácter patriarcal de nuestra sociedad, la separación entre Iglesia y Estado, los símbolos nacionales, la monarquía o el modelo territorial. Debates sobre los que debemos poder decidir y que fueron hurtados prácticamente en su totalidad hace 40 años.

ha LLegado La hora de afrontar este debate. No es un anatema, es una necesidad que exige fraternidad, razón y madurez.

Las gentes de izquierdasconsideramos que ese nuevo consenso político debe responder al federalismo solidario para superar el conflicto territorial; al republicanismo como fórmula emancipadora e igualitaria y al socialismo precisamente para garantizar esa igualdad de forma real y efectiva.

habLemos. H

MÁS POLÍTICA, MENOS HINCHADA

este nuevo Consenso ConstituCionaL debe construirse en libertad, superando el uso espurio de las instituciones del Estado y el discurso conservador del miedo, de lo español y lo antiespañol, de la España de orden y la de los sediciosos, todo ello demasiado frecuente hoy. No en vano estas actitudes reaccionarias lejos de solucionar problemas comprometen, más si cabe, la legitimidad del sistema político del 78.

Lo vemos Con La justiCia, Cada día menos identificada con la democracia y más con el capital y sus intereses. La

Aunque algunos piden una reforma

inmediata, estoy convencido de la

absoluta necesidad de acordar primero, aquello que quiera

ser modificado

Recuerdo con enorme agrado aquel 6 de diciembre de 1978 cuando el texto constitucional fue sometido a referéndum. Tenía yo 23 años recién

cumplidos. Voté. Me sentí emocionado y útil. Pude decidir. Y disfruté con el resultado. Un 87% de votos favorables. Cosa curiosa es que en Cataluña el porcentaje de síes superó el 90%. En Barcelona 90,38%, Tarragona 90,99%, Lérida 91,34% y Gerona 89,78%.

El tExto quE sE publicó En El boE el 29 de diciembre, fecha a partir de la cual entró en vigor, cumple ahora 40 años. Durante estas cuatro décadas la Carta Magna ha sido y es la norma suprema del ordenamiento jurídico español, que nació para serenar al país, definir los derechos y libertades de la sociedad y asegurar la convivencia.

El artículo 1.2 dEl título prEliminar dice que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. El 2 señala que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación

ArturoAliaga

PRESIDENTE DEL PARTIDO ARAGONÉS (PAR) Y

PORTAVOZ DEL GRUPO PARLAMENTARIO EN LAS

CORTES DE ARAGÓN

ilegal de independencia (27 de octubre de 2017) y la aplicación del art.155 durante 7 meses--, se añade la primacía de intereses partidistas sobre el general –mala cosa para hablar de reformas- y los populismos cómodamente instalados y engordados por los errores de unos y otros, lo que hace complicado el acuerdo de cambios sustanciales. Más difícil aún, que una vez acordados y establecidos pudiera garantizarse su estabilidad e imprescindible permanencia en el tiempo.Aunque algunos piden insistentemente una reforma inmediata estoy convencido de la absoluta necesidad de acordar primero, y con amplio consenso, aquello que quiera ser modificado.

40 años dE vigEncia dE la Constitución española han supuesto y suponen un marco de convivencia intergeneracional. Refórmese si así se conviene, pero desde la generosidad política y el respeto al espíritu constitucional y a la justicia en su más amplio sentido. Cualquier cambio deberá evitar privilegios de unos españoles sobre otros en función del territorio en el que vivan y garantizar sus derechos y libertades. La armonía y la convivencia de todos y entre todos. H

40 AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

sin Embargo, al momEnto dE tensiones que vive Cataluña --dividida en dos mitades con un proceso soberanista 2012-2018 que ha incluido un referéndum, una declaración



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da. Hubo, por supuesto, muchas actuaciones de todo tipo, pero es obvio que seguro que nos olvida-mos de algo y seguro que falta-rán algunas cosas.

–Y 40 años después, ¿cómo ve la Constitución?–La verdad es que la veo como al-go tan normalizado, tan inserta-do en el día a día, tan eficaz y tan positivo… es decir, no nos damos cuenta de qué es la Constitución. Es muy interesante el ver cómo se ha insertado en el sistema; este se ha organizado en torno a ella y ahí está con toda la normalidad funcionando, de manera muy eficaz. En el caso español, hay unas grandes oportunidades de hablar, defenderse, incluir nue-vos criterios y de innovar tam-bién. En ese sentido, estoy muy reconocido de lo que ha pasado y encantado de que haya tenido la oportunidad de poder vivirlo.

–Siempre se habla del consenso que hubo en la Transición. ¿Se han vuelto acaso las distintas fuerzas políticas más intransi-gentes?–Sí. Cada uno se ha acostumbra-do a ir por libre, pensando que así no le va mal. Sucede que, entonces, era tan importante ponerse de acuerdo y concertar-se que, afortunadamente, salió muy bien. Ahora, lo que pasa es que, diríamos que el esquema básico, los puntos de partida, ya están y, en principio, no se discu-ten ni nadie los toca. Hay tantas opciones y oportunidades dentro de lo mínimo, de lo menor, y de ese día a día que va forzando a tomar soluciones distintas.

–¿Cuáles son los principales re-tos que deben abordar Aragón y España ahora mismo?–Los principales retos son mante-ner el funcionamiento, el seguir adelante, el no quedarnos atrás; dar solución a lo que va a venir. Afortunadamente, la vida cam-bia, evoluciona, se modifica y se transforma. Y cuando creíamos que teníamos todo resuelto, de repente aparecen nuevas exigen-cias. Bien, hay que estar prepa-rado para afrontar todo eso con serenidad, gusto y satisfacción para que las cosas salgan bien.

–¿Es necesario adaptar el conte-nido de la Carta Magna a los nue-vos tiempos?–Tengo un gran respeto a la Constitución, sé que se puede to-car, y a veces se debe hacer. Pero me da la impresión de que, por el momento, funciona con norma-lidad. Da mucho juego, muchas opciones y alternativas. Lo esta-mos viendo ahora también, cosas que han pasado que se han ido resolviendo sin necesidad de po-ner toda la casa patas arriba. H

Lorenzo Martín-Retortillo (Hues-ca, 1936) fue uno de los doce se-nadores aragoneses en la Legis-latura Constituyente de 1977. Acudió con ese fin por Zaragoza, dentro de la Candidatura Arago-nesa de Unidad Democrática. Allí participó en la Comisión Consti-tucional del Senado y fue actor y testigo de uno de los momentos más emblemáticos de la historia reciente del país.

–Cuarenta años de Constitución y 41 desde que fuera elegido senador, ¿Cómo recuerda esos años?–Por fortuna, los recuerdo muy bien, con esa ilusión. Son esas experiencias únicas que te toca vivir en la vida y, afortunada-mente, salió todo tan fluido, tan bonito y tan interesante que es una alegría, desde la altura y la lejanía, pararte a ver que has te-nido la suerte de que esas cosas salieran bien; de que te tocara a ti ese pequeño protagonismo, el haber colaborado en que aquello saliera adelante. De manera que es un motivo de alegría.

–Concretamente, ¿cómo era la situación en Aragón en aquella época?–La situación era muy compli-cada, muy poco organizada. No había voces institucionales. Esta-ba lo tradicional, lo que venía de siempre, pero quien quería apor-tar nuevas ideas, quien quería apartarse e ir por otros caminos, no tenía nada hecho. Había que empezarlo todo. Ayer, curiosa-mente, estuve viendo fotografías del famoso Canfranc y decía «qué maravilla, qué movilización». Có-mo la gente se apuntaba, quería participar, quería dar realce a los actos. Y fue, en ese sentido, una época muy participativa y llena de ilusiones.

–¿Se siente orgulloso del trabajo que se hizo con la Constitución?–En mi pequeña medida, yo no soy de los que se lamentan y di-cen «podríamos haber hecho tal… ». Claro que podríamos ha-ber hecho. Pero, desde luego, lo conseguido, sobre el resultado, no hay más que comparar lo que había antes con lo que hubo des-pués. Lo que se hablaba, lo que no se hablaba, lo que no se podía hablar, qué se podía decir, cómo se tomaban iniciativas, cómo se iba adelante… Estoy muy conten-to de que me haya tocado vivir esas experiencias.

–¿Echa en falta alguna cuestión que se quedara fuera de la Carta Magna?–Siempre faltan cosas y supongo que a veces habremos pensado «¿pero cómo no tocamos esto?», pero ahora no se me ocurre na-

Senador en 1977 y catedrático de Derecho Administrativo

«Estoy muy contento de que me

haya tocado vivir esas experiencias»

Lorenzo Martín-Retortillo

Fue uno de los doce representantes de la comunidad en la Cámara alta de hace cuatro décadas, bajo las siglas de la Candidatura Aragonesa de Unidad Democrática. 41 años

después, recuerda esos momentos y analiza la situación actual.

Lorenzo Martín-Retortillo, en un acto por los 25 años del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

Los principales retos de Aragón y de España pasan por mantener el funcionamiento, no quedarnos atrás y dar solución a lo que va a venir.

Es muy interesante ver cómo la Constitución se ha insertado en el sistema y este se ha organizado en torno a ella; funcionando con normalidad.

La modernización debería pasar

por transformar España en una

república federal, en profundizar

en la democracia, la libertad y los

derechos humanos y en apostar por la igualdad y la

justicia como factores para acabar

con las enormes desigualdades

La llamada Transición fue en su día un fenómeno que provocó una abundante literatura política. La mayoría de los líderes que la protagonizaron (Adolfo Suárez, Santiago

Carrillo, Manuel Fraga o Felipe González) y la mayor parte de los analistas políticos la han calificado siempre como un proceso ejemplar, e incluso se propuso como modelo a imitar para el camino pacífico hacia la democracia de regímenes dictatoriales.

Pero ya durante ese tiemPo (1976-1979) hubo una minoría, que en la actualidad es mucho mayor, que opinaban que lo ocurrido en la Transición fue una claudicación de los demócratas, que renunciaron a dos cuestiones fundamentales: la aplicación de la justicia a los crímenes del régimen franquista y el rechazo a la monarquía reinstaurada por decisión personal del dictador Franco.

Lo cierto es que La muerte en La cama de Franco no desencadenó ninguna revolución. Juan Carlos I, cuya figura y cuyo nombramiento no se cuestionó por los demócratas, designó a un gobierno continuista presidido por Arias Navarro, un criminal durante la Guerra civil y la posguerra, que era conocido como «carnicerito de Málaga» por su saña en reprimir y asesinar a seres humanos.El gobierno de Arias fue un desastre y cayó por una mezcla de presión social y de oportunismo por parte del jefe del Estado, que lo sustituyó por Adolfo Suárez, otro franquista aunque este reconvertido en demócrata y de rostro y ademanes más amables. Suárez supo congregar en su entorno a la mayoría del centroderecha y convocó elecciones constituyentes que en 1977 le otorgaron una cómoda mayoría relativa para gobernar.

entre tanto, La izquierda se agruPaba en el PSOE, cuyo líder, el joven abogado sevillano Felipe González, asumía el papel de defensor de los ideales de la Izquierda, como la defensa de los valores republicanos y la solidaridad internacional; pero era mentira y oportunismo político. Ahí queda, como una página más de la historia universal de la infamia, el discurso que en 1976 González pronunció en un campamento de refugiados del Sahara, una

LA CONSTITUCIÓN, CUARENTA AÑOS DESPUÉS

José LuisCorral

PROFESOR DE HISTORIA MEDIEVAL EN LA

UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA. ESCRITOR

del Estado, la familia de Borbón como el linaje de la monarquía, aludiendo a unos derechos históricos no basados en otra cosa que en el triunfo de Felipe V en la guerra de Sucesión, en la imposición de Alfonso XII por la fuerza de un pronunciamiento militar y en la designación de un sucesor por un dictador. Un rey que había jurado fidelidad a los Principios Fundamentales del Movimiento y lealtad al dictador Francisco Franco, a lo que no había renunciado a finales de 1978, sancionaba la Constitución de la democracia. Y todo se hacía entre los aplausos calurosos y complacientes de franquistas, liberales, democratacristianos, socialdemócratas, socialistas y comunistas reunidos en las Cortes aquellas navidades de 1978.

La constitución nació PLagada de contradicciones, aunque se asumió por casi todos, pues el nacionalismo vasco no votó a favor.

Han Pasado cuarenta años de aqueLLo. España se ha convertido en un Estado compuesto por 17 comunidades y dos ciudades autónomas, con uno de los sistemas políticos más descentralizado del mundo. En estas cuatro décadas los españoles han disfrutado de la época de mayor progreso económico y social y de mayor paz y tranquilidad (salvo los asesinatos de ETA) de toda su historia.Pero con la crisis que estalló en 2008 y el auge del independentismo en Cataluña, han surgido dos graves problemas que no se han afrontado con la prudencia y la sabiduría política necesarias. Por ello, son muchas la voces que claman por un reforma de la Constitución que la modernice y la adapte a estos nuevos tiempos.

y, en mi oPinión, La modernización debería pasar por transformar España en una república federal, en profundizar en la democracia, la libertad y los derechos humanos y en apostar por la igualdad y la justicia como factores para acabar con las enormes desigualdades entre los más pudientes y los menos favorecidos de la fortuna, que se amplían año tras año.

La constitución de 1978 Ha cumPLido su papel, pero deber ser reformada para que siga siendo un instrumento útil para el progreso y no una rémora alentada por nostálgicos de un tiempo pasado. H

antigua provincia española abandonada a su suerte y a los caprichos del rey de Marruecos en 1975, en el que delante de los exiliados saharauis prometió que cuando llegara a gobierno de España no los abandonaría jamás.

aqueLLos años fueron muy duros por lo que respecta a las acciones terroristas de ETA, con cuyos representantes tanto gobiernos del PSOE como del PP negociaron en varias ocasiones. El propio José María Aznar, ya presidente del Gobierno por los populares, llegó a calificar a la banda criminal como «Movimiento vasco de liberación»; otro capítulo más de la infamia.

eL 8 de diciembre de 1978 se aProbó la nueva Constitución, que el rey, designado por Franco, se limitó a sancionar. Un rey nombrado por un dictador sancionaba una constitución aprobada por el pueblo en la cual se asentaba el Reino como forma



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LA CREACIÓN DE UN ESTADO MODERNO Y DEMOCRÁTICO

La Carta Magna, título a título

PREÁMBULO

La declaración de intenciones tras 40 años sin libertad

«La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su vo-luntad de:...» Así comienza la Constitución Española que consolidaba el Estado de Derecho y daba garantías a una ciudadanía que había vivido durante 40 años sometida a un régimen dictatorial que no otorgaba libertades. De hecho, el marco legal que configuraba el Estado español eran ocho leyes «fundamentales» que amparaban la dictadura bajo el denominado Mo-vimiento nacional. El preámbulo es esa declaración de intenciones para «garantizar la convivencia democrá-tica dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo».

Constitución española.

TÍTULO I

Marco regulatorio de los derechos y libertades ciudadanas

El primer título es el más extenso y establece los de-rechos y los deberes de los ciudadanos. Enumera un catálogo general de libertades y derechos. Desde el de-recho a la vida, a la libertad religiosa, la intimidad e inviolabilidad del domicilio o la libertad de expresión. Recoge todos los derechos que prohibió la anterior dic-tadura, como el derecho a la reunión, a la asociación o la libertad de enseñanza o el derecho a la educación. Termina con los tribunales de honor y reconoce el de-recho a huelga. Aspectos que muchos españoles no ha-bían conocido hasta entonces. La protección a la salud, el matrimonio, el acceso a la cultura y el deporte o la libertad económica, y protege, tímidamente, a los «dis-minuidos físicos», la «tercera edad» y la infancia.

Una manifestación un día de huelga.

TÍTULO PRELIMINAR

La soberanía popular, las lenguas y una monarquía constitucional

Los primeros nueve artículos son los cimientos de la nueva nación española, en un intento de derribar los sillares antiguos del franquismo. Parte de la premisa fundamental de que la soberanía nacional «reside en el pueblo español» y esta se constituye en una monar-quía parlamentaria. Los valores «superiores» del orde-namiento jurídico son «la libertad, la justicia, la igual-dad y el pluralismo político». Se declara como lengua oficial el «castellano» pero se reconoce la oficialidad de otras lenguas en aquellas comunidades autónomas y se da oficialidad a la bandera nacional y las futuras au-tonómicas. Reconoce a Madrid como capital española y el derecho a organizarse en partidos y en sindicatos, así como unas Fuerzas Armadas democráticas.

Una bandera española.

TÍTULO II

La jefatura de Estado es una monarquía parlamentaria

Uno de los títulos más controvertidos ya que reinstau-ró la monarquía tras un intenso debate en el que la iz-quierda --salvo excepciones como ERC o PSP-- renunció a sus principios republicanos. La Constitución legiti-mó democráticamente la figura del Rey, que instituyó Franco como heredero de su régimen. En la Constitu-ción se detalla la inviolabilidad del monarca y se regu-la su sucesión, que hace prevalecer los derechos suce-sorios a los hijos varones frente a las mujeres. También delimita las competencias del rey, que aun siendo la máxima autoridad del Estado apenas tiene funciones ejecutivas. Sanciona y promulga leyes, convoca y di-suelve las Cortes generales, es el mando supremo de las Fuerzas Armadas y propone al presidente.

Juan Carlos I en su jura como monarca.

TÍTULO IV

Qué es el Gobierno y la Administración general

Este título explica cómo se elige y cómo se constituye el Gobierno de la nación, sus funciones y su duración de mandato. Es el apartado que organiza la estructura del Estado desde su apartado ejecutivo, reconociendo el estatus de los empleados públicos y el cuerpo de funcionarios, así como la función de un Ejército cuya acción está bajo la decisión que adopte el Gobierno. Se regula el Consejo de Estado, las responsabilidades judiciales de la Administración y la participación de los ciudadanos. Esta se enumera en la Constitución, pero el desarrollo de este precepto constitucional se ha comenzado a desarrollar con posterioridad, casi 40 años después, reconociendo el derecho de la ciudada-nía a la participación.

Consejo de ministros.

TÍTULO III

Las Cortes generales son la base del sistema democrático

Este título ordena el sistema parlamentario español, sustituyendo a esas Cortes puestas a dedo por Franco en la que la sociedad se representaba por los distintos estamentos del régimen dictatorial. Establece que el sistema español es bicameral a través del Congreso y del Senado (se optó por este sistema con la pretensión de que el Senado tuviera cierta inspiración territorial y fuera una cámara de segunda lectura, aunque este punto es otro de los que está en el debate sobre una posible revisión). Establece las características para ser diputado, cualquier español puede serlo y ser elegido mediante votación. Explica los procedimientos legis-lativos y el funcionamiento de los mismos, regulados posteriormente por los distintos reglamentos.

Congreso de los Diputados.


Siguiendo el modelo francés, la Constitución española está articulada mediante un preámbulo, 169 artículos repartidos en once títulos, cuatro disposiciones adicionales, nueve transitorias, una derogatoria y una final. La redacción de la Carta Magna fue compleja al tratar de hallar en cada punto el consenso entre distintas y enfrentadas sensibilidades políticas.

POR ANTONIO IBÁÑEZ

TÍTULO V

De las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales

El régimen democrático obligó a introducir en la Cons-titución cómo se articula la relación entre el poder ejecutivo y legislativo. En este apartado se explica el modo de disolución de las cámaras, el derecho a la mo-ción de censura, la rendición de cuentas y el derecho a la información del Parlamento, así como la obligación de que el Gobierno se someta al control del mismo. Este apartado también establece las garantías para de-clarar el estado de alarma, el estado de excepción y el de sitio. Durante la dictadura era frecuente que ante cualquier protesta se emplearan estas herramientas. En democracia, ha sido menos habitual. En el 2010, ante la crisis de los controladores aéreos, se declaró el estado de alarma.

Los presidentes de las Cámaras y el del Gobierno.

TÍTULO VII

La Economía y la Hacienda pública

Este es uno de los pocos títulos que ha visto sufrir una reforma, concretamente el artículo 135 sobre la esta-bilidad presupuestaria. Si hasta la llegada de la demo-cracia, el control de la economía y la Hacienda pública estaba sometida al ferreo control de los intereses de la dictadura, a partir de ahora se establece que debe pre-valecer el interés general y se articula la elaboración de los presupuestos anuales del Estado y la creación de una Agencia Tributaria que recaude los fondos de una forma proporcional para luego poder ejercer po-líticas públicas. Se crea un Tribunal de Cuentas para fiscalizar las contabilidades de los organismos públi-cos y que estos sean sometidos a un control. Se regulan asimismo los bienes de dominio público.

El Tribunal de Cuentas .

TÍTULO VI

Un país con instituciones judiciales garantes de la ley

La separación del poder judicial del ejecutivo y el le-gislativo es un eterno debate al que se intentó poner coto con la regulación de un sistema judicial que ve-lara por las garantías constitucionales. Se creó así el entramado judicial democrático con la supresión de los viejos órganos franquistas de siniestro recuerdo, como el tribunal de orden público. Por ello se creó el gobierno de los jueces mediante el Consejo General del Poder Judicial, se estableció la gratuidad de la Jus-ticia, se creó el Tribunal Supremo, la Audiencia Na-cional y la Fiscalía General del Estado. Se dictan las incompatibilidades de los jueces y se contempla la po-sibilidad, desarrollada 17 años después, de la creación del jurado popular.

Fachada del Tribunal Supremo.

TÍTULO VIII

El complejo entramado territorial de un Estado autonómico

Probablemente, uno de los títulos que más costó sacar adelante y que más consecuencias políticas ha traído posteriormente. Si España fue un estado prácticamen-te federal y con tensiones territoriales en la República, estas fueron reprimidas sistemáticamente por la dic-tadura. La democracia volvió a reconocer el sistema autonómico, el derecho a la creación de Estatutos y la igualdad de todos los ciudadanos (a pesar de que se constituyeron dos velocidades competenciales distin-tas entre comunidades, lo que generó agravios como los que afectaron a Aragón, relegada a adquirir compe-tencias por la vía lenta). Se delimitan las competencias del Estado y las que pueden asumir las comunidades autónomas.

Manifestación independentista en Catalña.

TÍTULO X

La posibilidad de reformar el texto en el futuro

Cuarenta años después de su aprobación, existe un profundo debate acerca de la conveniencia de refor-marla y actualizarla. Para muchos, sigue siendo un texto vigente y válido. Para otros tantos, la Constitu-ción del 78 ha quedado desfasada. Tal vez unos y otros tengan razón, pero la Carta Magna no es un texto ina-movible. Así lo decreta su último título, en el que po-ne las condiciones ante una posible reforma. Y estas son estrictas. Se necesita la aprobación de tres quintas partes del Congreso y una posterior ratificación en re-feréndum. En muchos casos, la reforma conlleva im-plícita la disolución de la Cámara. El texto acaba con las peculiaridades forales vascas, Ceuta y Melilla y la derogación de todos los residuos del franquismo.

Publicidad para señalar la importancia del voto.

TÍTULO IX

Un tribunal para garantizar el cumplimiento del texto

Para que las leyes que desarrollan la Constitución no colisionen con ella, se creó un órgano que declara la legitimidad de las mismas. Asimismo, tiene funcio-nes para delimitar cuáles son las atribuciones com-petenciales de las comunidades autónomas y evitar que choquen con las competencias propias del Es-tado. En este título se establece quién puede recu-rrir una ley, que son el presidente del Gobierno, los Parlamentos y Gobiernos autonómicos, el Defensor del Pueblo o 50 diputados o senadores. También se dicta-mina cómo se constituye un órgano que en el trans-curso posterior de los acontecimientos en más de una ocasión se ha politizado. Pero es el órgano máximo que vela por el cumplimiento de la ley máxima.

Sede del Tribunal Constitucional.


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Mayte MazuelasPRESIDENTA DE ATA ARAGÓN

1.- Puso por escrito unos valores que desde ATA defendemos. Consenso, libertad, trabajo digno....

2.- Es más necesaria que nunca, la base en la que debemos cimentar el presente y construir el futuro.

3.- Si algo sabemos los autónomos es de evolucionar y adaptarse. Pero han de ser cambios consensuados.

Fernando ArcegaEXJUGADOR DE BALONCESTO

1.- Es la base que nos hemos dado para asegurarnos una convivencia que nos ayude a progresar.

2.- Vigente, actual, a pesar de las disquisiciones políticas que pueda haber. Sigue de rabiosa actualidad.

3.- Todo merece una reflexión, me gustaría que siguiera siendo de todos los españoles.

FernandoSainz de VarandaABOGADO

1.- Es el paraguas sobre el que se ha basado la convivencia en su periodo más largo y fructífero.

2.- La veo con mejor salud de la que algunos nos quieren hacer creer.

3.- Muy similar, salvo pequeños matices y la cuestión territorial, que debería garantizar la igualdad.

Fernando Gil bayonaPRESIDENTE DE BSH ELECTRODOMÉTICOS ESPAÑA

1.- Es el marco legal que ha permitido y favorecido el desarrollo social y económico.

2.- El entorno ha cambiado de forma importante y pudiera haber algunos aspectos que actualizar.

3.- Me gustaría que se mantuviera este marco legal de consenso y respeto que genere estabilidad.

Tereresa PeralesDEPORTISTA PARALÍMPICA

1.- Es lo que recoge nuestros derechos, obligaciones y lo que permite el desarrollo del país.

2.- Sigue teniendo un papel importantísimo. Me siento recogida y reflejada en ella.

3.- Me gustaría que protegiera más a la mujer y a aquellos en situación de dependencia y discapacidad.

Mari Cruz SorianoPERIODISTA

1.- Puso los lineamientos de una vida en común después de un régimen muy duro, cruel y e injusto.

2.- No es un cofre cerrado que hay que custodiar, ha de modificarse pero hay que ver hasta qué punto.

3.- Hay estudiar en qué podemos seguir protegiendo las piedras angulares y dónde ser más flexibles.

Josete OrtasDIRECTOR GENERAL DE LA SD HUESCA

1.- Regula la buena convivencia; fundamental para haber construido un país moderno y próspero.

2.- Hemos cambiado mucho y hay cosas que se podrían revisar, con el consenso del texto original.

3.- Más que el ‘cómo’, me gustaría que siguiera siendo el ‘qué’ de todos; su guía fundamental.

Cristina MongePOLITÓLOGA

1.- Donde aparecen los valores y principios sobre los que hemos construido nuestra sociedad.

2.- Ha permitido 40 años de democracia, pero necesita solucionar algunos temas.

3.- Que tenga una visión feminista y que garantice la protección del medio ambiente y la salud de todos.

Antonio PresencioDIRECTOR GENERAL DE PALAFOX HOTELES

1.- Constituyó un reencuentro entre segmentos de la población que habían vivido separados.

2.- Sigue manteniendo vigencia y cumpliendo su función, sin renunciar a su mejora.

3.- Una norma de consenso entre las diferentes sensibilidades, un espacio común compartido todos.

Jorge UsónACTOR

1.- Un marco fundamental para defender nuestros derechos. La felicito en su cumpleaños.

2.- Debería revisarse y actualizarse. Somos testigos de un cambio generacional, financiero y social.

3.- Confío en que veamos un país cuya Constitución sea más sensible a lo que ocurre en la calle.

Tres preguntas para 40 voces LA CARTA MAGNA, VISTA POR LA SOCIEDAD ARAGONESA


Fernanda BlancoPRESIDENTA DE UCA

1.- Un marco legislativo que construyó un Estado de bienestar y modernizó nuestro país.

2.- Necesitada de una actualización. Pero no sería partidaria de hacerlo sin el apoyo de una gran mayoría

3.- Mantener el espíritu del consenso. Segura para defendernos y amplia para contenernos.

Alberto Jiménez ShcuhmacherINVESTIGADOR

1.- Son normas, deberes y derechos que nos hemos dado y que nos deberían unir e igualarnos.

2.- Desprestigiada. Transmite la sensación de que no logra asegurar la plena separación de poderes.

3.- Que introdujera mejoras que garanticen a todos los derechos y de que todos cumplen sus deberes.

David GascónCOFUNDADOR DE LIBELIUM

1.- Las constituciones son una prueba de la magnanimidad humana.

2.- Uno de los puntos que peor ha envejecido es el tributo a la religión. No debería haber cooperación.

3.- Que el artículo 14 se aplicara también en el punto 56.3 (La persona del Rey es inviolable).

Javier HernándezJURISTA Y LUGARTENIENTE DEL JUSTICIA

1.- La norma de convivencia superior, un importantísimo logro que ahora algunos no saben valorar.

2.- Necesitada de una revisión y reforma. Fue fruto de su tiempo y deberíamos adaptarla..

3.- Que conformara un verdadero proyecto de España, que nos incluya a todos sin distinción.

José Antonio MayoralRECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

1.- Ha permitido que estos 40 años hayan sido los mejores de España en cuanto a convivencia.

2.- Está empezando a ser cuestionada. Por eso, debe contemplar las nuevas realidades.

3.- Ha de ser lo que los españoles quieran que sea. No hay que tener miedo a plantearse su reforma.

José Manuel MarracoABOGADO DE GREENPEACE ARAGÓN

1.- Lo define muy bien su artículo primero cuando define un estado social y democrático de derecho.

2.- Han pasado muchas cosas en 40 años y en algunos aspectos se ha quedado un poco desfasada. 3.- La reforma debería hacerse de forma consensuada, no como se ha legislado en los últimos tiempos.

Roberto EstebanJUEZ DECANO DE LOS JUZGADOS DE ZARAGOZA

1.- Una democracia avanzada, la integración en Europa y el logro de un bienestar nunca conocido.

2.- Con plena vigencia y actualidad, pese a los ataques que recibe desde diversos frentes.

3.- Con pocos cambios. Quizá con un sistema que evite el chantaje de los nacionalismos periféricos.

Sheila HerreroCAMPEONA DEL MUNDO DE PATINAJE

1.- Son una serie de artículos para gobernar un país y sin los cuales existiría una desorganización.

2.- Completamente necesaria, aunque con matices. El mundo avanza y hay que adecuarse.

3.- Que las desigualdades que aún existen en el texto fueran solventadas.

Pepe QuílezDIRECTOR DE RTVE EN ARAGÓN

1.- La herramienta que nos ha permitido acceder a libertades, a una democracia estable y próspera. 2.- Perfectamente válida, pero necesitada de reformas: el Senado, la independencia judicial...

3.- Igual de útil y de consensuada; recogiendo las necesidades y nuevas demandas de la sociedad.

Luisa GavasaACTRIZ

1.- Es la norma suprema a la que están sujetos todos los poderes públicos y ciudadanos de España.

2.- Han pasado 40 años y la sociedad cambia. Una Constitución también sufre el paso del tiempo.

3.- Que se adapte más al siglo XXI para que podamos revisar cosas que parecen intocables.

¿Qué es para usted la Constitución?

1 ¿Cómo le gustaría que fuera en el futuro?

3¿Cómo la ve a día de hoy?

2


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GaizkaUrrestiDIRECTOR DE CINE

1.- Forma parte de mi infancia, vi el cambio de una sociedad gris en algo ilusionante para mis mayores.

2.- Tiene buenas aportaciones sociales no desarrolladas y habría que repensar lo logrado y lo que no.

3.- Que siguiera siendo ilusionante, que hubiera un consenso en el que todos estuviéramos a gusto.

María JoséRivasPRESIDENTA DE AMAC GEMA

1.- Es nuestra Carta Magna. Regula derechos y deberes de la sociedad, de nuestro Estado de derecho.

2.- Está en vigor, salvo quizás algún artículo que podría modificarse para estar más al día.

3.- Querría que abarcara las necesidades actuales. Pero no creo que haya que modificar demasiado.

Raquel EstebanDIRECTORA DE LA FUNDACIÓN BODAS DE ISABEL

1.- Es la línea que separa en nuestra memoria un legado oscuro, con el despertar de la conciencia social.

2.- La responsabilidad política es hacer que se cumpla. Esto no está ocurriendo en muchos casos,

3.- Debería cumplirse al máximo. Todos deberíamos estar protegidos por ella y cumplir las obligaciones.

Manuel Giménez LarrazCOPRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN GIMÉNEZ ABAD

1.- La expresión de millones de ciudadanos de compartir un espacio político común en paz.

2.- Un texto nacido del consenso y la tolerancia; sufre incomprensión de quienes no la valoran.

3.- Reformar los mínimos aspectos precisos para afrontar una nueva época, sin sacrificar el consenso.

Felipe ZazurcaFISCAL JEFE DE LA AUDIENCIA DE ZARAGOZA

1.- Un vehículo de unión y consenso, logro fundamental y colofón a una Transición ejemplar.

2.- Una norma lo suficientemente fuerte y elástica para soportar los envites de algún irresponable.

3.- Fortalecida. Sufriendo algún retoque necesario con el acuerdo de todos.

Carmen RuizDIRECTORA DE ARAGÓN TV

1.- Un símbolo del entendimiento entre los españoles en un momento muy complicado. 2.- Sería deseable una reflexión sobre su actualización, pero el país no vive el mejor momento para ello.

3.- Que la actual se cumpliera. Que todos los derechos y libertades que se redactaron pudieran ejercerse.

Juan Diego RamosPRESIDENTE DE SOMOS LGTB+

1.- Leyes que garantizan la convivencia en un espacio en el que todos deberían estar cómodos.

2.- Todo es mejorable. Los tiempos cambian y las leyes deben hacer lo mismo. La situación no es la de 1978.

3.- Que fuera más inclusiva y más libre. Y sobre todo, mucho más feminista.

Julia HerreroFÍSICA. CENTRO UNIVERSITARIO DE DEFENSA

1.- Es el texto que las generaciones anteriores acordaron para hacer un país moderno y democrático.

2.- Sigue siendo el punto de referencia para la mayoría, pero está expuesta a grandes amenazas.

3.- Necesitaremos un acuerdo que ayude a tener una convivencia pacífica, justa e igualitaria.

Gloria PardillosSINDICALISTA DE UGT ARAGÓN

1.- Un pacto normativo básico, gestado encomiablemente y el más duradero en la Historia de España.

2.- Necesitada de reformas pactadas y consensuadas de todas las fuerzas políticas.

3.- Que siga siendo consensuada y garantice los derechos sociales actuales y los del futuro.

Belén SalanovaPTA. ASOC. DIÁLOGO INTERRELIGIOSO (ADIA)

1.- La plasmación de los valores y principios de un Estado democrático de Derecho.

2.- La posibilidad de su reforma es sinónimo de consolidación y vigencia.

3.- Como la obra culminada del más largo periodo de estabilidad y democracia de la España moderna.

LA CARTA MAGNA, VISTA POR LA SOCIEDAD ARAGONESA

Veinte hombres y veinte mujeres de la economía, la cultura, el deporte, los colectivos sociales, las leyes, la ciencia y los medios de comunicación ofrecen su punto de vista acerca de la Constitución, su presente y su futuro, mediante las respuestas a los tres interrogantes que se les plantea.


Gabriel SopeñaPROFESOR UNIVERSITARIO Y COMPOSITOR

1.- Una herramienta diseñada específicamente para la convivencia.

2.- Con buen estado de salud pero manifiestamente mejorable, puesto que cumple 40 años.

3.- Que la mujer pueda ser jefe del Estado; y me gustaría verla sin alusiones económicas.

Cristina YáñezDIRECTORA DEL TEATRO DE LA ESTACIÓN

1.- Fue el gran logro de nuestro cambio hacia la democracia. Estableció el Estado de derecho.

2.- Conviene mantenerla pero hay que revisarla para adaptarnos a las circunstancias actuales.

3.- Habría que reflexionar sobre puntos como la organización como país o los derechos que recoge.

Juan Antonio PlanasPTE. ASOC. ARAGONESA DE PSICOPEDAGOGÍA

1.- Es una carta magna donde se recogen los derechos y deberes de toda la ciudadanía.

2.- Ha servido en una epoca pero habría que cambiar muchas cosas para adaptarla a la realidad actual.

3.- Hay que garantizar los derechos y replantearse instituciones como el Senado o la monarquía, obsoletas.

Pilar AndradeEMPRESARIA

1.- Es la ley fundamental, ratificada por el pueblo, para proteger a los españoles.

2.- Me identifico con ella, sobre todo con su artículo diez, que permite la reforma de la misma.

3.- Respetada por todos, sin duda alguna. Flexible como la actual, adaptada a las demandas sociales.

Marta ArjolSINDICALISTA DE COMISIONES OBRERAS

1.- Un acuerdo político complejo de construir que aportó estabilidad democrática a España.

2.- Con claros síntomas de agotamiento político y alto grado de incumplimiento.

3.- Un contrato social que aportase un fortalecimiento de los derechos políticos, laborales y sociales.

Miguel Ángel CapapéDIRECTOR DE ARICO

1.- Es un instrumento para vivir entre todos. Lo malo es que no cumple todos sus preceptos.

2.- Bastante desfasada. No atiende a cuestiones como la vivienda, el bienestar social o el trabajo.

3.- Más abierta a los problemas sociales reales. Se ha cambiado solo por cuestiones económicas.

Carmen SerranoCOFUNDADORA DE PERIODISTAS POR LA IGUALDAD

1.- Es muy necesaria para la convivencia pero mandatos como la igualdad de género no se cumplen.

2.- Hay reformas necesarias. La independencia judicial, impedir la corrupción y la Ley Electoral.

3.- Con esas reformas y con algún mecanismo que obligara a cumplir los mandatos constitucionales.

María Dolores PascualPTA. DE LA CONF. HIDROGRÁFICA DEL EBRO

1.- Marca los principios básicos de convivencia, donde todos debiéramos caber y estar cómodos.

2.- Puede seguir siendo la pieza integradora en casos complicados. No fue más fácil hace 40 años.

3.- Me gustaría verla fortalecida y, con ella, el proyecto común que nos unió.

Concha LombaCATEDRÁTICA DE HISTORIA DEL ARTE DE LA UZ

1.- El mejor sistema para garantizar la libertad y los derechos que este país tanto tardó en conquistar.

2.- Goza de una salud excelente, aunque los avances producidos quizá aconsejen algunos cambios.

3.- Todavía más comprometida con los derechos sociales de la ciudadanía.

Reyes PaláCATEDRÁTICA DE DERECHO MERCANTIL DE LA UZ

1.- Ha permitido la mejor época desde la Guerra de la Independencia, asesinatos terroristas aparte.

2.- Hay que modificar el Título VIII para que no haya 17 políticas distintas en educación, sanidad...

3.- Sin la referencia a la primacía del varón sobre la mujer que se recoge en el artículo 57 del título II.

¿Qué es para usted la Constitución?

1 ¿Cómo le gustaría que fuera en el futuro?

3¿Cómo la ve a día de hoy?

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EL HOMENAJE ESCULTÓRICO DE ZARAGOZA

Reflejos de un país en libertadCasi tres décadas después de su inauguración, el monumento a la Constitución de Zaragoza sigue devolviendo la imagen de la ciudadanía. Su creador, el escultor Florencio de Pedro, rememora aquellos días, explica cómo llegó a aquella idea y reflexiona sobre la convivencia y la naturaleza humana.

POR MARCOS DÍAZ

Mi e n t r a s uno avan-z a p o r e l bule -var de la Gran Vía, tres pun-

tiagudas formas se vislumbran a lo lejos. Conforme los pasos lle-van a estas figuras, entre árboles, transeúntes, el discurrir de vehí-culos y los raíles del tranvía, la imagen va tomando nitidez. Al llegar a la plaza de Aragón, el trío de pirámides metálicas, ya evidente, refleja las siluetas de quienes circulan por el entorno. En su interior, una esfera toma el centro del conjunto, sustenta-da por una roca. Estos elementos forman parte del paisaje urbano de Zaragoza desde hace casi tres décadas y cristalizan el homenaje de la ciudad a la Constitución. Precisamente allí se asienta, en el comienzo del paseo que lleva ese nombre, des-de que el escultor Floren-cio de Pedro materiali-zara su idea con acero, roca y bronce.

«Me transporta a aquella época, muy emotiva» , af irma cuando se le pregun-ta por sus sensacio-nes al pasar por de-lante de su obra. Ya han pasado 29 años desde que, un 6 de diciembre de 1989, la ciudad inaugurara su monumento a la Cons-titución.

Una época en la que De Pedro formaba parte de un grupo de escultores insta-lados en el antiguo matadero de Miguel Servet, donde trabaja-ban, fundamentalmente, la pie-

dra. Fue en ese tiempo cuando el ayuntamiento convocó un con-curso para dotar a la ciudad de una escultura dedicada al texto que fundamenta la convivencia en España, un «reto» que, ade-más, le llevaría a salir del mate-rial rocoso.

Prácticamente un año le costó completar este trabajo, del que rememora su proceso: «Fue un camino natural, muy intuitivo; me dejé llevar». Una idea, la que materializó, que le robó horas en la cama, donde le asaltaba el

propio concepto que iba gestan-do en sueños: «La idea te despier-ta y a la tercera noche tienes las mismas pesadillas, pero te que-das quieto, tranquilo, y ya dices, ahí tiene que estar», describe. También rememora los días de trabajo a pie de obra, en la que los paseantes se acercaban a ver lo que allí se estaba fraguando, sin saber que su interlocutor era el propio escultor. Él, entreteni-do, escuchaba los comentarios de unos y otros acerca de su idea con discreción y curiosidad.

Así fueron pasando los casi 365 días para concretar la escultura, no exentos de problemas técni-cos, como el pulido del acero pa-ra generar el espejo en las caras de las pirámides. Este, finalmen-te, ofrece un reflejo menor del que en un principio estaba pro-yectado. A pesar de estos impre-vistos, la idea salió adelante y allí sigue, en el centro de la capital aragonesa, proyectando las tres puntas al infinito y dibujando en su reflejo el día a día de la capital aragonesa.

Geometría ciudadana«Es todo un conjunto, los ele-mentos forman parte de un todo, que es lo que quería reflejar, un espejismo de la vida real», expli-ca. Una idea que nace a partir del concepto de poder, representado

por una pirámide, a la que de Pedro seccionó en tres. Pa-

ra entenderlo, basta con observar la maqueta que

conserva en su taller, un pequeño prototipo que permite visualizar a la perfección el plan: al juntar los tres cuer-pos, el resultado es una pirámide sola-mente, como se pue-de ver en la imagen que acompaña estas líneas.

De esta forma, de las tres secciones na-cen los tres prismas

que, efectivamente, representan la separa-

ción de poderes en el ejecutivo, el legislativo y

el judicial. La distancia que surge entre las pirámides da

lugar a un espacio interior con forma de hexágono regular en el

que se eleva la esfera de bronce,


El escultor Florencio de Pedro, con su obra instalada en Zaragoza, al fondo. A la izquierda, la maqueta del monumento con sus prismas juntos.

«un símbolo de la totalidad de normas de convivencia entre los pueblos, el más universal de este mundo».

La misma se halla sustentada por la roca, las bases humanas que soportan todo, «lo bueno y lo malo». Pero hay más; el triángulo en el suelo formado por la dispo-sición de las pirámides represen-ta el ternario, lo que resuelve el problema de la dualidad y de los opuestos. Por último, el círculo que cierra el perímetro de la ba-se «pone cósmicamente en armo-nía todo el interior». Se trata de una obra abierta, pensada para observarla y también para que el ciudadano se adentre en su seno, como el propio texto constitucio-nal. «Te acercas y ya no ves ese co-no metálico, sino que tienes que verte reflejado ahí. Te reflejas en los poderes. Entras y te defien-des con la Constitución. Esa es la esencia fundamental de la convi-vencia», detalla.

Tiempo y erosiónTres décadas ya desde que se concibió, un tiempo que no ha hecho cambiar de idea al escul-tor, puesto que conceptualmen-te la sigue viendo «exactamente igual». El poder, representado en la pirámide, resulta, según su planteamiento, un «elemento universal». Además, aunque la

situación política y social en Es-paña ahora es distinta, la Cons-titución sigue. Sobre todas estas cuestiones, resume que se trata de una creación que representa la totalidad, a la vez que es acce-sible, abierta y sólida. Además, añade que su obra está concebi-da de forma que fuera capaz de limpiarse sola, que no requiriera apenas mantenimiento, más allá del necesario o por cuestiones ex-ternas, como el vandalismo.

Cosas del discurrir del tiem-po, surge así una analogía entre símbolo y concepto, entre monu-mento y pacto entre conciudada-nos. El paso de los años afecta a los materiales que conforman el conjunto, como el tiempo pone a prueba el contenido de la norma, que tampoco resulta inmutable a las inclemencias sociales y polí-ticas. «El convivir es el desgaste, lo que nos erosiona, lo que nos humaniza o deshumaniza por las acciones que hacemos. Por lo que crecemos en la convivencia, por lo que echamos de bondades a nuestros semejantes. Por eso crecemos o dejamos de crecer, pero la Constitución está ahí», concluye sobre este símbolo que mira al cielo, mientras sus pare-des relatan el presente. H

«Los elementos forman parte de un todo, que es lo que quería reflejar, un espejismo de la vida real», relata de Pedro

JAVIER BELVER

En El mapa

Plazas, paseos y glorietasLa Constitución, a lo largo de sus 40 años de historia, ha sido objeto de monumentos y homenajes variopintos en toda España y, por extensión, en el territorio aragonés. Uno de los más comunes ha sido otorgar esta denominación a alguno de los elementos que conforman el callejero de los municipios. Así, además de esculturas y otras intervenciones artísticas, plazas, calles, paseos y glorietas han sido llamadas –o rebautizadas– bajo el nombre de Constitución desde que se aprobara en 1978. Como muestra, el paseo zaragozano que hoy alberga el monumento a la Carta Magna resultaba ser el de Marina Moreno, joven falangista muerta en la guerra civil. El cambio a la denominación actual se produjo algo menos de un año después de la aprobación de la Constitución, en octubre de 1979. No fue la única variación que ha vivido esta vía en la placas que la identifican; hace dos siglos, el nombre que la distinguía era el de

paseo de Invierno. La llegada de la II República volvió a cambiar su denominación, cuando se dedicó a los militares sublevados en Jaca contra Alfonso XII –por lo que fueron fusilados– Galán y García Hernández. De ahí, a Marina Moreno, hasta la Constitución actual. Nombres que cambian con las circunstancias de cada época y que tienen eco en los mapas. Precisamente, la Constitución, pero de 1876, dio nombre a lo que hoy es la plaza de España hasta 1937. Estos cambios ya los reflejaba Ixo Rai!, con su costumbrismo somarda en el tema 15 de agosto. En éste, además de relatar las peripecias festivas de cualquier pueblo, decían aquello de Luego bajaremos a la plaza que llaman Constitución, no sé pa’ qué cambian de nombre, siempre fue plaza Mayor. Paseos en Zaragoza, Fraga, Ejea, Jaca y Tarazona,; plazas en Monzón, Barbastro, Alcañiz, Utebo, Andorra y Teruel, avenida en Calamocha o glorieta en Calatayud son una muestra de municipios que han dedicado alguno de sus rincones a la Carta Magna. En la capital altoaragonesa pasó hace 10 años, cuando la plaza del Campus de Huesca pasó a ser de la Constitución.

Plaza de la Constitución, antes del Campus de Huesca, en los aledaños de la universidad en la capital altoaragonesa.


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¡FELICIDADES! · ¡FELICIDADES! CONSTITUCIÓN SUPLEMENTO ESPECIAL JUEVES, 6 DE DICIEMBRE DEL 2018...

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