feminizacion pobreza

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La “feminización de la pobreza” De las personas que viven en situación de POBREZA , cuyo total se estima en 1.700 millones, más del 70% son mujeres. Este dato constituye, en sí mismo, prueba irrefutable de que la pobreza en el mundo tiene “rostro de mujer”, fenómeno que está ampliamente documentado tanto para los países del Sur como para los industrializados (PNUD, 1995, pp. 43). El concepto feminización de la pobreza alude a este hecho, pero también a otros tres más: a) El crecimiento de la proporción de mujeres entre la población pobre: la feminización de la pobreza es un proceso –no simplemente un estado de cosas en una coyuntura histórica particular– y existe una tendencia a que la representación desproporcionada de las mujeres entre los pobres aumente progresivamente. b) El sesgo de género de las causas de la pobreza: mujeres y hombres tienen roles (ver GÉNERO, ROLES DE ) y posiciones diferentes en la sociedad, y la distinta incidencia de la pobreza en ambos es un resultado inevitable de este hecho. c) La mayor exposición de las mujeres a la pobreza, debido a los mayores niveles de inseguridad, precariedad y VULNERABILIDAD que sufren por su posición subordinada a los hombres en el sistema de relaciones de GÉNERO . El concepto posición de ruptura (breakdown position) utilizado por Amartya Sen (1990) para explicar las desigualdades entre los géneros, es un instrumento valioso para entender el riesgo de pobreza en las mujeres: cuando se produce una quiebra en las relaciones que mantienen unidos a los miembros de una unidad doméstica, las posiciones de cada uno de ellos pueden variar considerablemente; por lo general, una ruptura en la familia o en la pareja deja a las mujeres con menores CAPACIDADES , experiencia y conexiones con el mercado laboral (debido a su

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La feminizacin de la pobreza

De las personas que viven en situacin depobreza, cuyo total se estima en 1.700 millones, ms del 70% son mujeres. Este dato constituye, en s mismo, prueba irrefutable de que la pobreza en el mundo tiene rostro de mujer, fenmeno que est ampliamente documentado tanto para los pases del Sur como para los industrializados (PNUD, 1995, pp. 43). El conceptofeminizacin de la pobrezaalude a este hecho, pero tambin a otros tres ms:

a) El crecimiento de la proporcin de mujeres entre la poblacin pobre: la feminizacin de la pobreza es un proceso no simplemente un estado de cosas en una coyuntura histrica particular y existe una tendencia a que la representacin desproporcionada de las mujeres entre los pobres aumente progresivamente.

b) El sesgo de gnero de las causas de la pobreza: mujeres y hombres tienen roles (vergnero, roles de) y posiciones diferentes en la sociedad, y la distinta incidencia de la pobreza en ambos es un resultado inevitable de este hecho.

c) La mayor exposicin de las mujeres a la pobreza, debido a los mayores niveles de inseguridad, precariedad yvulnerabilidadque sufren por su posicin subordinada a los hombres en el sistema de relaciones degnero.

El conceptoposicin de ruptura(breakdown position) utilizado por Amartya Sen (1990) para explicar las desigualdades entre los gneros, es un instrumento valioso para entender el riesgo de pobreza en las mujeres: cuando se produce una quiebra en las relaciones que mantienen unidos a los miembros de una unidad domstica, las posiciones de cada uno de ellos pueden variar considerablemente; por lo general, una ruptura en la familia o en la pareja deja a las mujeres con menorescapacidades, experiencia y conexiones con el mercado laboral (debido a su especializacin en el cuidado infantil y las labores domsticas), y en consecuencia con menores capacidades que los hombres para ganar dinero; tambin estn ms limitadas en cuanto a su tiempo y autonoma, pues se espera que ellas sigan hacindose cargo de los hijos e hijas.

La mayor vulnerabilidad de las mujeres a los procesos de empobrecimiento viene determinada por las condiciones adversas en que ellas acceden al mercado de trabajo, su extensa dedicacin a tareas no remuneradas, sus dficits de alimentacin, educacin y atencin sanitaria, y su menor dotacin de activos econmicos, sociales y culturales en comparacin con los hombres. Adems, desde comienzos de los aos 80, las polticas de estabilizacin y losprogramas de ajuste estructuralaplicadas en la mayora de los pases del Sur han impactado negativamente en los sectores femeninos de menores recursos, agudizando tanto su riesgo de empobrecimiento como las desigualdades entre los gneros. Cuatro son los escenarios en que los efectos de la reforma econmica neoliberal se han hecho sentir ms agudamente, en trminos de la feminizacin de la pobreza:

a) En el mbito de la reproduccin. Como consecuencia del menor acceso familiar a los bienes y servicios del mercado, las mujeres han visto aumentar de manera notable su tiempo de dedicacin al trabajo no remunerado, tanto en el cuidado del hogar y las criaturas como en el llamadotrabajo de parentesco(actividades tendentes a mantener fuertes vnculos de solidaridad entre los miembros de la familia extendida) y en la gestin comunitaria de servicios. Surgen interrogantes acerca de la probabilidad de que la inversin que las mujeres hacen de su tiempo y energas en el trabajo familiar y vecinal no remunerado les sea retribuido en forma de sostn y asistencia en pocas de necesidad (verredes sociales).

b) En el trabajo remunerado. El acceso de las mujeres a las oportunidades econmicas ha empeorado durante las ltimas dos dcadas: las mujeres urbanas han visto restringido su acceso a los recursos financieros al estar empleadas en los sectores ms afectados por la reduccin del gasto pblico: educacin, salud y administracin pblica y ha aumentado en un 50% la cantidad de campesinas que viven en la pobreza absoluta (PNUD, 1995, p. 43). Por otro lado, la inversin en capital humano sigue manteniendo un sesgo desfavorable para las mujeres y las nias, en tanto el mayor desempleo femenino y su creciente presencia en el sector informal generan fuertes disparidades entre los sexos en lo que se refiere a la disposicin de activos econmicos.

c) En la dotacin de capital socialoactivos sociales(vnculos sociales del individuo que le facilitan el acceso a ingresos, bienes y servicios), as como deactivos culturales(educacin formal y conocimientos culturales que permiten a una persona desenvolverse satisfactoriamente en su entorno). Siendo evidente que mujeres y hombres poseen diferentescarteras de activos, la reforma econmica ha deteriorado en mayor medida los recursos de las mujeres orientados a cubrir necesidades vinculadas al cuidado de la prole y los trabajos domsticos.

d) En las polticas gubernamentales. Es evidente que los recortes en los gastos sociales caractersticos de los programas de ajuste estructural han mermado el acceso de las mujeres a los servicios bsicos necesarios para desempear sus funciones de produccin y reproduccin social, lo que les ha impuesto mayores cargas de trabajo y privaciones que a los hombres.

La medicin de la pobreza es complicada y demanda una sofisticada recoleccin de datos, pero, adems, cuando se pretende medir la feminizacin de la pobreza, surge un problema adicional relacionado con la invisibilidad de las mujeres y la naturalizacin de sus funciones reproductoras. Casi todos los estudios sobre pobreza consideran el hogar como unidad bsica de anlisis y presuponen que existe una nica funcin de bienestar aplicable a todos los miembros del mismo, pero las investigaciones sobre la distribucin intrafamiliar de recursos e ingresos muestran que este presupuesto es insostenible. Efectivamente, aunque las reglas que rigen tal distribucin varan notablemente segn las culturas, el integrante de un hogar puede ser ms pobre que otro en muchos sentidos: l o ella recibe menos para comer, obtiene menor atencin en salud y educacin, usa vestimenta ms pobre, goza de menos tiempo libre o tiene menos control sobre las compras que se efectan con los ingresos reunidos por el grupo familiar.A pesar de que los Informes sobre Desarrollo Humano delpnuden sus aspectos relativos a los diferentes niveles de acceso al alimento, educacin, salud y recreacin por parte de nios y nias han mostrado de manera exhaustiva que no existe justicia distributiva dentro de los hogares en buena parte del mundo, el hogar sigue siendo la unidad de anlisis econmico. El resultado es que los sistemas predominantes de recoleccin estadstica encubren las desigualdades econmicas entre mujeres y hombres, y dificultan la medicin del grado de feminizacin de la pobreza en muchos pases.

Los recursos generados en el hogar

Frente a las visiones tradicionales que consideran que en el hogar nicamente se consumen recursos, hemos de contraponer la idea de un hogar generador de recursos. Hablamos de hogar como una simplificacin, ya que, ms precisamente, habramos de referirnos a todo tipo de trabajos que se realizan fuera de los cauces del mercado, trabajos no remunerados. Aqu hemos de incluir los trabajos de subsistencia: fundamentalmente, agricultura de subsistencia y trabajo no reconocido en diversos negocios familiares. La gran mayora son realizados por mujeres. La ayuda familiar afecta al 3,16% de las mujeres ocupadas frente al 1,10% de los hombres ocupados. Su espacio de ejecucin suele ser la unidad familiar, ms o menos amplia. Por este espacio en el que tienen lugar, conllevan problemticas especficas de control familiar. Por otra parte, se sita el trabajo comunitario de toda ndole. Mientras que el trabajo comunitario masculino suele dirigirse a actividades polticas (en el sentido ms estrecho y masculino! de lo que es poltica), el de las mujeres suele ir hacia la satisfaccin directa de necesidades humanas, tanto si hablamos de comedores populares en pases de la periferia, como de cooperativas de cuidados en las zonas industriales deprimidas del Reino Unido o el voluntariado del estado espaol.

Mujeres y Empleo.

Comenzando por el trabajo asalariado, hemos de mencionar, primeramente, que es sta la va principal y tendencialmente nica- de obtencin de ingresos. Por tanto, los sesgos de gnero que aparecen en el mercado laboral implican una primera y crucial discriminacin de las mujeres en el acceso a los recursos -monetarios. La literatura existente sobre la situacin de las mujeres en el mercado laboral es amplsima, por eso, en este texto, nos limitaremos a dar una visin panormica. La existencia de sesgos de gnero en el mercado de trabajo es un hecho unnimemente reconocido. El problema estriba en situar sus causas. Sin extendernos al respecto, hemos de limitarnos a rechazar las visiones que, desde el feminismo ms institucional, asumen problemticas concretas con soluciones, cuando no sencillas, s fcilmente identificables. Frente a estas perspectivas, se plantea que las diversas discriminaciones de las mujeres en el mercado de trabajo responden a la estructura misma socioeconmica y familiar: la divisin de los trabajos por gneros, la no valoracin de los trabajos no remunerados y, en ltima instancia, la organizacin social en torno a los mercados. Es dicha estructura la responsable ltima del mayor riesgo de pobreza econmica que sufren las mujeres. La discriminacin de las mujeres en el mercado laboral es multidimensional. Hablemos de aquellos fenmenos que afectan directamente a su capacidad de obtencin de ingresos. En primer lugar, veamos cunto, en trminos absolutos, trabajan (asalariadamente) las mujeres.