FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

8

Click here to load reader

description

Breve artículo de FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

Transcript of FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

Page 1: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009 73

Bajo del gobierno de los Médici, la capital de la Toscana se convirtió en el centro

principal del humanismo italiano. Tres papas, dos reinas de Francia y multitud

de príncipes salieron del clan de los Médici, un apellido que ha quedado

como sinónimo de intriga política y riqueza. Ahora, a comienzos del siglo XXI,

el patrimonio monumental de Florencia nos sigue descubriendo la grandeza

y el poder que alcanzó en el Renacimiento.

Los Médici atrajeron a artistas, poetas,arquitectos y literatos de toda Italia. Elflorecimiento cultural que disfrutó Flo-

rencia en los dorados años del Renaci-miento y el mecenazgo de la poderosa fa-milia toscana ha proporcionado uno de los

legados patrimoniales más impresionantesdel mundo. Pero, ¿quiénes eran los Médi-ci? La historia del arte, la literatura y losarchivos desvelan muchos datos sobreaquella saga de ricos mercaderes, grandesprelados y poderosos gobernantes.

La Florencia de los MédiciFernando Cohnen

REPORTAJE DE CIERRE

El fantástico Puente Vecchio, que fue diseñado con un pasadizo superior cerrado para que los miembros de la familia Médici pudiesencruzarlo sin mezclarse con el pueblo.

Page 2: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

Aunque fueron odiados y temidos porsus oscuros manejos, también fueron res-petados y admirados por su decisivo apo-yo a los grandes genios de la época. Po-dría decirse que los Médici se inventaronel Renacimiento y que gracias a ellos elhumanismo llegó a otros países europeos.Aquella familia hizo posible que prospe-rasen el genio y el arte de Brunelleschi,Botichelli, Leonardo Da Vinci, Vasari,Cellini o Miguel Ángel. Algunas de susmejores obras rindieron pleitesía al clanflorentino.

La historia comenzó en el siglo XIVcon Giovanni de Averardo, llamado Bici,que inició el desarrollo de una pequeñabanca que poco después pasaría a ser unade las firmas más influyentes de Europa.Pero el verdadero despegue de la familiaMédici se produjo gracias a la tremendahabilidad de un hombre de negocios lla-mado Cosme el Viejo, que en 1434 pro-porcionó a Florencia su primer esplen-dor.

En aquella época, Italia estaba dividi-da en numerosas regiones. Entre ellas, lasrepúblicas de Génova, Venecia o Floren-cia, el reinado de Nápoles o los ducadosde Módena y Milán. La ciudad de Flo-rencia tenía una asamblea política llama-da Signoria, pero el sistema distaba deser democrático, ya que los poderosos in-fluían en la elección de cargos.

De forma discreta, casi en la sombra,Cosme el Viejo manipuló todos los resor-tes del poder. Su empresa familiar, que ala vez era banca, casa comercial y centrode fabricación, le permitió acrecentar sufortuna e iniciar el legendario mecenazgoartístico de los Médici. De su bolsillosalió el dinero necesario para que prospe-rasen Donatello, Fra Angelico y Miche-lozzo, que puso en pie la biblioteca deSan Marcos. En aquella etapa, el arqui-tecto Brunelleschi ya había concluido laconstrucción de la espectacular cúpuladel Duomo, una de las mayores obras delRenacimiento.

Pero la huella de los Médici en Flo-rencia no sólo se percibe en su magníficacatedral. Toda la ciudad está impregnadapor el dinero y el espíritu innovador de lapoderosa familia florentina. El PalacioVecchio, actual Ayuntamiento, que presi-de la plaza de la Signoria, escenario ini-gualable para exhibir las esculturas del«David» de Miguel Ángel o el «Perseo»

74 Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009

El «David» de Miguel Ángel preside la plaza de la Signoria.

Toda Florencia está impregnada por el dinero y el espíritu innovador de la poderosa

familia Médici

Page 3: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

de Cellini, o el fantástico Puente Vecchio,que fue diseñado con un pasadizo supe-rior y cerrado para que los miembros dela familia pudiesen cruzarlo sin mezclar-se con el pueblo, dan una idea muy apro-ximada de la brillantez que alcanzóFlorencia en el Renacimiento.

Otro gran Médici fue Lorenzo elMagnífico (1449-1492), un poeta, mece-nas y filósofo que gozó de gran prestigioen Europa, aunque dilapidó una buenaparte de la fortuna que había cosechadoCosme el Viejo. Pese a todo, aquel Médi-ci fue un buen político y un intelectualque tuvo el acierto de recomendar a Leo-nardo Da Vinci a las autoridades de Mi-lán, y a Verrochio a las de Venecia, lo quepermitió el paulatino reconocimiento deaquellos fantásticos artistas en otros rin-cones de Europa. Lorenzo el Magníficotambién fue amigo de Botichelli y tuvo aMiguel Ángel como alumno en la escue-la de San Marcos, antecedente de la Aca-demia de 1561.

Leonardo Da Vinci tenía unos treintaaños cuando llegó a Milán, hasta enton-ces había estado bajo el manto protectorde Lorenzo el Magnífico y había conoci-do en Florencia a Paolo del Pozzo Tosca-nelli, el astrónomo que ideó el mapa quemarcaba una ruta alternativa a la India,y que fue tan decisivo para CristóbalColón.

El autor de la famosísima Giocondallegó a Milán cuando la ciudad estaba enguerra con Venecia, y aprovechó la opor-

tunidad para presentar a las autoridadessus inventos de puentes móviles, morte-ros, catapultas y carro cubierto, que se-gún apuntan los expertos fue el antece-dente del actual carro de combate.

Preocupado por el futuro de la fami-lia, el gran mecenas de Leonardo Da Vin-ci, Lorenzo el Magnífico, logró que su hi-jo Juan fuera nombrado cardenal a los

14 años, un puesto que el adolescenteaprovechó para medrar en la curia roma-na, lo que años después le facilitó ser

Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009 75

El florecimiento cultural que disfrutó Florencia en los dorados años del Renacimiento ha proporcionado uno de los legados patrimonialesmás impresionantes del mundo.

Leonardo Da Vinci, Botichelli y Miguel Ángel estuvieron bajo el manto protector de Lorenzo

el Magnífico

Page 4: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

nombrado Papa con el nombre de LeónX. Tras la muerte de Lorenzo el Magnífi-co, su otro hijo Pedro II le sucedió en elpoder. Pero era un hombre atribulado ypoco habilidoso en política, lo que leabocó al fracaso y a la derrota frente a lastropas francesas en 1494.

La caída en desgracia de la familiaflorentina fue aprovechada por Savonaro-la, un siniestro fraile dominico que ins-tauró en Florencia una especie de demo-cracia teocrática. Desde los púlpitos,aquel predicador apocalíptico lanzabadardos envenenados contra la línea deflotación de los Médici, a los que acusóde corruptos, libertinos y paganos.

En la plaza de la Signoria instaló unagigantesca «hoguera de las vanidades», ala que arrojó ropajes lujosos, joyas y «li-bros pecaminosos». En pleno éxtasis fa-nático, Savonarola proclamó Rey de Flo-rencia a Jesucristo. Evidentemente, élmismo se nombró primer ministro del hi-jo de Dios en la tierra. Pero el furor fun-damentalista del fraile dominico chocófrontalmente con la aguda inteligenciadel Papa Alejandro VI, un Borgia de ori-gen hispano que hizo las delicias de losanticlericales de la época por sus conti-nuos líos de faldas.

76 Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009

Retrato de la mujer de Cosme I, la españolaLeonor de Toledo, que posa con su hijoGiovanni, obra de Bronzino.

Las calles de la ciudad toscana siguen transmitiendo el ambiente que pudo respirarse en la época de los Médici.

Encarcelado por orden

de los Médici,

Maquiaveloaprovechó su estancia entre rejas

para escribir “El Príncipe”

Page 5: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

Este pontífice, del que se decía quemantenía relaciones incestuosas con suhija Lucrecia, maniobró astutamentepara que las distintas facciones floren-tinas derribasen al molesto Savonarola.El enloquecido fraile fue acusado dehereje y defensor del cisma. Tras variassemanas de torturas inhumanas, el re-belde fue ahorcado y quemado pública-mente en la plaza de la Signoria el 23de mayo de 1498, el mismo lugar queeligió para quemar las pompas y vani-dades de cardenales y cortesanos. Susrestos calcinados fueron arrojados alrío Arno para evitar que pudieran con-vertirse en futuras reliquias de fanáti-cos y visionarios.

La República resistió todavía diezaños más bajo la dirección de PieroSoderini. Hacia 1498 el segundo canci-ller era Maquiavelo, que se propuso lacaptura de la ciudad de Pisa. El ejércitode Florencia, al mando de Paolo Vitelli,derrotó a los pisanos, pero cuando esta-ban a punto de tomar la ciudad las tropasdel rey francés Luis XII llegaron a Italiay frustraron el ataque.

Cuando los Médici recuperaron elcontrol de Florencia, Maquiavelo fueencarcelado bajo los cargos de conspi-ración. En prisión escribió una guíapráctica para Juliano con la intenciónde llamar su atención y recobrar suscargos. No consiguió su objetivo, peroterminó El Príncipe, su obra más recor-dada. Años después de su muerte, el ad-jetivo «maquiavélico» empezó a divul-garse como sinónimo de falsedad odoble moral.

Tras la muerte de Pedro de Médici, ladirección de la familia pasó a Juliano yposteriormente al cardenal Juan, hijo deLorenzo el Magnífico. Con los Médicinuevamente en el poder, Juan fue nom-brado Papa bajo el nombre de León X en1513. Su pontificado no fue obstáculopara seguir siendo el hombre fuerte deFlorencia. En los años que estuvo en elVaticano gastó grandes sumas en el me-cenazgo artístico. Rafael, el artista quesimbolizó el reinado de León X, fuenombrado arquitecto de la Basílica deSan Pedro en el año 1514.

Pero León X también ha pasado a lahistoria por su desmedida obsesión por ellujo y los placeres carnales. Los rumoresdecían que le encantaba organizar bailes

Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009 77

La Galería de los Uffici

Además de ser una de las ciudades más bellas del mundo, Florencia alberga laGalería de los Uffici, un magnífico museo repleto de joyas pictóricas, escul-turas, tapices y artes aplicadas. Entre las pinturas de la colección destacan las

grandes obras del arte italiano, sobre todo del Renacimiento. En sus salas puedenadmirarse cuadros tan representativos como la «Primavera» de Sandro Botticelli,«La Venus de Urbino» de Tiziano y el magnífico «Baco» de Caravaggio, éstaúltima pintura corresponde a los años dorados del Barroco. Cosme I de Médicimandó construir este fabuloso museo, uno de los primeros de Europa. En su inte-rior guardó la colección de arte de su familia, un clan todopoderoso que adquirióplena conciencia de lo que significaba proteger a los creadores a través del mece-nazgo. El esplendor de la Galería de los Uffici desvela el papel protagonista de lafamilia Médici en el desarrollo artístico de Florencia. ●

Detalle de «La primavera» de Botticelli, una de las joyas que alberga la Galería de los Uffici.

Page 6: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

de máscaras y suntuosos banquetes en losque se servían más de sesenta platos dis-tintos y gigantescos pudines de los quesalían jóvenes desnudos.

Los escándalos del hijo bastardo delhermano de León X, que llegó al trono deSan Pedro con el nombre de ClementeVII, también fueron sonados. NigelCawthorne, autor del libro La vida sexualde los Papas, le describe como «envene-nador, sodomita y ladrón de iglesias». Elsegundo pontífice de la familia Médici,tuvo un hijo con una amante mulata quese convirtió en el primer duque heredi-tario de Florencia con el nombre deAsessandro. Sin embargo, dada su exóti-ca fisonomía, los florentinos lo llamaban«El Moro».

Clemente VII se apoyó en su primoJuan de las Bandas Negras para sus ma-nejos financieros y políticos, pero éstemurió en 1526, poco antes de que CarlosV enviase tropas protestantes a Romapara saquear el Vaticano y poner en se-rios aprietos al segundo Papa de la fami-lia florentina. En pleno siglo XXI, ungrupo de investigadores trata de determi-nar cómo murió Juan de las Bandas Ne-gras. Las pruebas de ADN desvelarán siel fallecimiento se produjo por una gan-grena mal curada, por la ingesta de unpoderoso veneno o por una enfermedadincurable en la época.

Juan de las Bandas Negras murió po-co antes de que las tropas imperiales deCarlos V se dirigieran velozmente haciael mismo corazón del poder papal. Du-rante nueve meses, la soldadesca delemperador español saqueó a conciencialas iglesias y palacios de Roma. El es-cándalo fue superlativo en Europa. Elsegundo Papa Médici, Clemente VII tu-vo que refugiarse a toda prisa en SantAngelo. La población romana, la jerar-quía eclesiástica y los nobles sufrierontodo tipo de vejaciones. Muchas muje-res fueron violadas y los varones fuerontorturados y asesinados. El castigo deCarlos V a la corrupta Roma fue demo-ledor para la ciudad y para el propioVaticano.

Desaparecido Juan de las BandasNegras, el cetro de la familia Médicipasó a su hijo Cosme I, que contrajomatrimonio con Leonor de Toledo y so-portó con estoicismo la presencia de lastropas españolas que le impuso el em-

78 Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009

El Duomo de Florencia, una de las mayores obras del Renacimiento.

El papa Médici León X ha pasado a la historia por su desmedida

obsesión por el lujo y los placeres carnales

Page 7: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

perador Carlos V. Como otros de sus an-tecesores, Cosme I también fue un me-cenas. Encargó a Vasari la decoracióndel Palazzo Vecchio y la construcciónde los Uffici, actualmente uno de losgrandes museos de pintura que existenen el mundo.

A la elegante Leonor de Toledo, es-posa del nuevo gran duque de Toscana, leencantaban los vestidos de terciopelo conadornos dorados, tal y como aparece enun famoso óleo de Bronzino que se re-produce en estas páginas. Sus restos yahan sido desenterrados por los científicosdel Proyecto Médici, que desde haceaños analizan los restos de algunosmiembros de esta familia florentina. Losresultados preliminares desvelan que laestatura de aquella bella española no pa-saba del metro y medio. El cuerpo momi-ficado de su marido, Cosme I, también hasido desenterrado por los investigadorespara su estudio científico.

Tras la muerte de Cosme I, el poderpasó a Francisco I, gran duque de la Tos-cana. Además de ser un mujeriego dadoa la molicie, el nuevo regente de los Mé-dici era un tipo desagradable, de nariz

aguileña y piel oscura que vivía ajeno alos problemas de gobierno. A los tresaños de haber contraído matrimonio conla archiduquesa Juana de Austria, elgran duque de Toscana conoció a Bian-ca Capello, una joven veneciana casadacon Pietro Buonaventuri. Fascinado porla belleza de la chica, Francisco I ofre-ció mucho dinero a Pietro para poder re-lacionarse con su mujer. Pero se ahorróel dispendio económico, ya que pocodespués Bianca organizó el asesinato desu marido.

Libre de ataduras, la ambiciosa vene-ciana consumó su sueño de contraer se-gundas nupcias con el hombre más rico deFlorencia, lo que disgustó a Fernando deMédici, hermano del gran duque de Tos-cana y cuñado a regañadientes de la «bru-ja veneciana», tal y como conocían los flo-rentinos a la ambiciosa Bianca Capello. Siembargo, la dicha del matrimonio se que-bró poco después. El 14 de noviembre de1587 murió Francisco I y veinticuatro ho-ras más tarde falleció Bianca.

Los síntomas de su enfermedad fue-ron idénticos a los de su marido. El pue-blo siempre creyó que fueron envenena-

Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009 79

El clan de los Médici erigió una ciudad acorde con su poder y riqueza

El pueblo siempre creyó

que Fernando I,hermano

y sucesor delFrancisco I, ordenó el

envenenamientode éste

y de su mujer Bianca

Page 8: FERNANDO COHNEN - La Florencia de los Médicis

dos por orden de Fernando I, hermano ysucesor del gran duque de Toscana. Losrestos de la pareja se encuentran en lacripta de la afamada iglesia de SanLorenzo, una de las más ricas de Floren-cia gracias al talento que desplegaron enella artistas de la talla de Donatello, Mi-guel Ángel o Brunelleschi.

Los sucesores de Francisco I fuerondecayendo en prestigio hasta llegar aGian Gastone (1671-1737), último granduque de Toscana de la dinastía Médici.Murió sin descendencia y su herencia pa-só a la casa de Lorena. Ahora, casi tressiglos después del fallecimiento deGastone, los investigadores del ProyectoMédici han descubierto sus restos, que

curiosamente no se encontraban en el se-pulcro que lleva su nombre. Ahora, enpleno siglo XXI, los viajeros que llegan aFlorencia tienen la oportunidad de admi-rar una ciudad que todavía muestra conorgullo el patrimonio monumental quepusieron en pie los Médici. ●

80 Antena de Telecomunicación / SEPTIEMBRE 2009

El último gran duque de la dinastíaMédici, Gian Gastone, murió

sin descendencia y su herencia paso a la casa de Lorena