Episkenion 2 (julio 2014)nunca es siempre en teatro

issn 2340–4485

Festival Matarranya Íntim

Marta Momblant Ribas

Desde el Cabanyal íntim Francachela Teatro expande sus contenidos artístico-logísticos en tierras bajoaragonesas/ o frajantinas.

Matarranya íntim es el nombre que recibe el Festival de teatro que en tierras de la franja del Bajo Aragón lindantes con Castellón y Tarragona ha conseguido proyectar con rotundo éxito Francachela Teatro.

El Festival lleva por nombre el compuesto de su territorio anfitrión con el de su origen artístico–ideológico; Matarranya es el nombre del río cuyo nacimiento se encuentra en la cima de los puertos de Beceite, en la formación de las Gubias del Parrizal hogar de una buena reserva de cabras hispánicas, y que deslizando sus aguas frías y cristalinas, antes de llegar a su desembo-cadura en el Ebro, da lugar a un extenso valle de clima seco, cálido y límpido, bello en olivares y almendros, rico en vino y aceite, buen cordero y mejor jamón, albergando una comarca mues-trario de asentamientos íberos de dieciocho pueblecitos catalanoparlantes escondidos entre sus montañas, algunos con accesos sólo aptos para aventureros, otros, con no más de doscientos habitantes la mayor parte del año. Y en este marco, Francachela Teatro, en un alarde de valentía tan osada como ejemplar, ha conseguido convencer a las autoridades de La Comarca del Mata-rranya que su concepto de teatro íntimo, exportado directamente del Cabanyal íntim de la vecina Comunidad Valenciana, es de encaje perfecto para su paradisíaco rincón de mundo.

¿Y por qué no? Ahí va el reto: vanguardia de primerísima línea inaugura sede en un entor-no rural. Atengámonos por un instante, a la detonación que provoca la amalgama de estos dos conceptos —Vanguardia versus Rural— que por su aparente contradicción ya se nos explosio-na en las mismas manos, regeneradora, enriquecedora e instructiva.

Se trata de ofrecer una alternativa cultural absolutamente en boga, los microespectáculos, que en el caso de este festival, se desarrollan en el interior de las casas. Así pues con Jacobo

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Julio e Isabel Caballero a la cabeza, en agosto del pasado 2013, los días 3, sábado y, 4, domin-go, se inauguró la primera edición del Festival Matarranya íntim, con su singular encabezado: «Las artes escénicas aterrizan en los hogares rurales de la Comarca del Matarranya» —tal fue su presentación en rueda de prensa para la población— «Una aventura teatral pionera en Aragón cuyo principal objetivo es acercar las artes escénicas de vanguardia a las poblaciones rurales de esta comarca».

El festival está organizado y financiado por los esfuerzos personales y la energía generada que da la franca convicción en un proyecto de Francachela Teatro, la infraestructura de Produc-cions la Tia Lola, y finalmente la disposición institucional de La Comarca del Matarranya cuya condición primera es conseguir un proyecto itinerante entre todos los pueblos de su territorio para su expansión cultural y en beneficio de todos ellos. De entre los dieciocho, por alguno había que empezar y el afortunado fue Ráfales; su elección, empero, no fue fortuita. Ráfales, (desde N. 232: Te–v–3005) Ràfels para los locales, en su toponimia, variante noroccidental de la lengua catalana, alberga una iglesia del s. xiv, portalones del s. xvii y un castillo vigía; es el pueblo al que Jacobo Julio ha estado vinculado los últimos ocho años y al que Francachela Teatro y Produccions La Tia Lola ya habían acercado su manera de entender las artes escéni-cas; en este sentido, ya llevaban años estableciendo relaciones personales con sus habitantes, probando su eficacia a la hora de realizar proyectos de riesgo artístico y eficiencia en la gestión cultural, todo ello fehacientes lazos humanos con los que se ha ido abonando la tierra donde se ha sembrado hoy por hoy un proyecto tan gigantesco como es el Matarranya Íntim.

Efectivamente, Jacobo, adquirió una vivienda en el centro histórico del pueblo que em-pezó a rehabilitar y a la que lleva viniendo a pasar temporadas siempre que sus giras se lo permiten. Alrededor del año 2011, Francachela Teatro ensayaba en esa casa su espectáculo de cabaret y compartiendo la cotidianidad de la vida en el pueblo decidieron invitar a los veci-nos frecuentemente para mostrarles las escenas y los números en proceso de creación; en ese sentido, la intuición de Jacobo dio, como es lógico, un fruto: el de ofrecer hacer partícipes a la gente del pueblo de su trabajo y hacerles sentir parte del proceso. Más adelante, en La Fira de novembre de aquel mismo año (Ferias en honor a San Martín: Recursos Naturales y Medio Ambiente) hubo la conversión espontánea suficiente para traer el siguiente de los espectáculos de Francachela Teatro, Menú Degustación; en este caso intervino otra variable, pues ahora era la hospitalidad de la gente de Ráfales la que acogió a los miembros de la compañía, alojándolos en sus hogares. Al año siguiente, esta misma logística fue repetida —con igual éxito— con el subsiguiente espectáculo de la compañía, Pecatta Minuta.

Repasando el itinerario de la materialización de un proyecto tal como es la configuración de un festival de teatro, nos remitimos a los orígenes del Matarranya íntim a partir de la expe-riencia y proyección del ya consolidado festival valenciano Cabanyal íntim, nacido en 2011, fruto de la necesidad de reavivar y abonar el vacío escénico imperante en la capital levantina. Éste es pionero en la Comunidad Valenciana en llevar las artes escénicas de vanguardia al inte-rior de las casa particulares y tras sus tres años de existencia se ha consolidado como uno de los festivales de referencia de la ciudad. Todo ello por su programación de calidad, su innovación,

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su apoyo a la profesión valenciana y su labor de revitalización y dinamización del barrio del Cabanyal. Con este poderoso precedente se empezaron a establecer las bases de gestión para el nuevo Festival en La Comarca del Matarranya y se procedió al traspaso de contenidos ar-tísticos; así pues, el Matarranya íntim traza un itinerario por el pueblo de Ráfales con espectá-culos que abordan el hecho teatral desde sus múltiples variantes. El teatro, la danza, la poesía escénica, la música en directo, el teatro de objetos y los cuentos para adultos se instalan en dormitorios, salones, cocinas y terrazas de los hogares de Ráfales. Una ruta de teatro a domi-cilio articulada en cinco piezas de arte vivo, de no más de veinticinco minutos de duración. Montajes atrevidos y emergentes que se alejan de las fórmulas y lenguajes convencionales, y que se representan en la intimidad de las casas cinco veces al día durante todo el fin de semana en el que se programó el i Festival Matarranya Íntim: «Espacios íntimos y domésticos, cedidos de forma altruista por los propietarios o inquilinos de Ráfales, que se transforman por unos días en variopintos escenarios que acogen las representaciones del arte más vanguardista» tal como ha quedado expresado en la declaración de la presentación de Esther Melo, encargada de Prensa y Comunicación del Festival.

Pocas horas antes de la inauguración del i Festival Matarranya íntim, y con toda la emo-ción que suponía hacer realidad —por fin— el proyecto, mantuvimos una agradable conversa-ción con Isabel Caballero, Jacobo Julio y Esther Melo en un encuentro que expresamos a tra-vés de estas líneas para Episkenion. Alrededor de la mesa de la cocina comedor de su casa de Ràfales, con ventanales abiertos orientados a las montañas dando paso al aroma del romero, explicaron que llevaban años explorando la necesidad de fusionar dos conceptos principales: por un lado el de «intimidad» y, por otro, el «de puertas abiertas». Esta fórmula, efectivamen-te, puede ser la manera de tratar de conseguir una exposición de las artes escénicas lo más a pie de la gente que se pueda llegar, entendiendo que este nuevo formato que está intentado consolidar Francachela Teatro con estos dos Festivales de sello común, se ha de distinguir de ese otro género legendario y magnífico, pero conceptualmente distinto, que es el Teatro de Calle.

Se trata también de la inquietud por interrelacionar el hecho social con el hecho artístico, acercar las artes escénicas a la gente que no va casi nunca o nunca al teatro. «En el caso del Cabanyal en Valencia —nos especifica Isabel Caballero—, está muy claro el bálsamo social que supone la lucha por la supervivencia y el matiz dignificante del barrio; no se trata de ser panfletarios, es más una reivindicación política y social muy latente, un apoyo a una platafor-ma social que ya lo dice todo». En el caso de la comarca del Matarranya es más una cuestión de accesibilidad a la vanguardia artística en general, a la de las artes escénicas en particular, el traer a la puerta de las gentes ese halo de cultura que, por el hecho de vivir aislados, no les haya de ser precisado, nutrirse de él.

En cualquiera de los dos casos el problema más grande, más allá de seducir o contagiar a los organismos imprescindibles con esa fuerza movilizadora que tienen los proyectos cuando humanidad y creatividad se entrelazan, ha sido conseguir la financiación mínima básica. A diferencia de un anterior Festival que el equipo de Francachela Teatro gestionó en Valencia, el

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veo (Valencia Escena Oberta), para el que eran otros tiempos y otros medios, la actual gestión del Matarranya íntim añade otro mérito a los ya descritos, por haber sido capaz de brotar en medio de estos tiempos de crisis y rancias miras culturales que están azotando los parámetros cognitivos de nuestro país; por lo tanto, la consecución de medios para hacer efectivo el festi-val se ha llevado a cabo a partir del mecenazgo de los propios servicios que ofrece el pueblo, desde los desplazamientos y el alojamiento de los artistas, hasta la intendencia —desde los hornos de pan, los pequeñas tiendas de comestibles, las fondas...— para unas cuarenta perso-nas. Y todo este engranaje y puesta a punto ha sido posible, básicamente, gracias a la enorme capacidad embajadora de Jacobo Julio, al que a su saber negociar la vieja fórmula del trueque hay que añadirle su falta de dependencia al agasajo y al protagonismo, por el enorme incenti-vo emocional que supone para los habitantes de la población saber hacerles tomar conciencia que forman parte del proyecto, ofreciéndoles, generosamente, hacérselo sentir suyo.

Huelga decir que las compañías participantes deben ver su trabajo retribuido —aún en mínimos, pero sí básicos— en consonancia a su profesionalidad, razón por la cual han sido convocadas a configurar el Festival, con lo cual, los responsables del Matarranya íntim des-plegaron opciones de ingreso en una barra de bebidas al aire libre y la venta de mercancías de promoción tales como camisetas y abalorios. La idea de un artista plástico local que para cada año del certamen cree la imagen logotípica en curso, plasmándola en los objetos publicitarios, añade al incentivo mercantil el estímulo de ofrecer la interactuación de todas las artes, siendo este, objetivo implícito de Francachela Teatro.

La donación de la cultura debe tener su reconocimiento popular en base a la aportación, que por ambos lados, el del emisor pero también el del receptor, sean capaces de afrontar. En este sentido, la organización del Matarranya íntim tiene muy claro el precio —prácticamente simbólico— de los microespectaculos. La elocuente cifra de 2’50 Euros por pase y el bono de 10 euros por 5 entradas, no precisa de más retórica.

En esta conversación veraniega preinauguración del i Festival Matarranya íntim, hicimos hincapié, como venimos diciendo, en la necesidad de llenar el vacío generalizado existente de teatro de vanguardia. Así se desencadenó el Cabanyal íntim y ahora se proyecta en el Matarranya, tierras más orientadas hacia el turismo rural, siendo esta la segunda fuente de ingresos de su población, después de la agricultura y el porcino. Tierras diezmadas, es bien conocido, por la despoblación, y durante largas épocas por la precariedad de su subsistencia. En este caso, el impulso social se multiplica al ofrecer la oportunidad de dar a conocer otro tipo de iniciativas y experiencias artísticas a gentes que no acceden regularmente a las grandes capitales y que de otra manera no tendrían la posibilidad de entrar en contacto con esas nue-vas corrientes de pensamiento, ni con la oscilación continua de las metamórficas perspectivas que van tomando nuestras distintas realidades. Sin embargo, cabe tener en cuenta que en lo peculiar de la ubicación de este territorio, se permite abrir una vía de doble sentido; al albergar una importante afluencia turística, a través del cebo que supone la oferta de su ocio rural y su interactiva actividad de montaña, en un sentido, el refuerzo del estímulo cultural y atractivo social que desprende un Festival de Artes Escénicas a pie de calles empedradas y caseríos que,

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en muchos casos, datan del Medievo, puede devolver, en el otro sentido, la fluctuación de las diferentes miradas del resto del estado español sobre las propuestas creativas, permitiendo así a los artistas exhibirse en una buena ventana al mundo.

Y una vez probado el éxito artístico de la experiencia, unos meses más tarde y a punto de empezar todo el engranaje de nuevo para el siguiente certamen en este 2014, nos sentamos a conversar para tomar testimonio, con los responsables institucionales de La Comarca del Ma-tarranya para conocer la motivación y su propia valoración en tanto en cuanto administración. En la mesa que hemos organizado para desarrollar esta entrevista tenemos al Presidente de La Comarca del Matarranya, Paco Esteve, al Consejero del Área de Territorio José Luis Roda —también Consejero de Ráfales—, al técnico de Cultura, David Arrufat, y una servidora, tes-timonio de todo el proceso.

El titular de tal entrevista, es el siguiente: Es tan importante invertir en cultura como arreglar una fuente o una calle... Pues tales son las palabras de Paco Esteve Presidente de La Comarca del Matarranya.

Marta: El tipo de proyecto teatral que enfoca el Festival Matarranya íntim, ya sería una apuesta de alto riesgo social en cualquier contexto metropolitano; razón de más, lo ha de su-poner, talmente hacer un triple salto mortal sin red: promoverlo y organizarlo en un contexto como es el medio rural cuando, este además, raya los mínimos de afluencia de población. ¿Qué os inclinó a decidir invertir las energías y la logística de La Comarca del Matarranya hacia un proyecto de estas características y envergadura?

Paco Esteve: Decididamente, ofrecer un proyecto cultural que sea un referente para el territorio. Un proyecto con el que distinguirnos en tanto a calidad y diversidad cultural. El Matarranya íntim por la naturaleza artística de lo que aporta, tan excepcional, puede ser un reclamo del que pueden extraer beneficios cada uno de los pueblos durante todos los vera-nos que se programe. Por lo tanto, ha de acabar representando una distinción para nosotros. Después, está que el tipo de infraestructura que precisa la idea del Matarranya íntim es, justa-mente, la que nosotros podemos ofrecer dentro de nuestra Comarca: las casas. Y es que, por el contrario, si hubiéramos tenido que contemplar un proyecto de grandes escenografías y equipos técnicos sofisticados, hubiéramos desestimado el proyecto en el acto, ya que nosotros no podemos asumir el presupuesto, ni tenemos los espacios donde alojarlos. En cambio, en este formato de pequeño teatro dentro de las casas para solo veinte espectadores por sesión, con una luz de cocina ya estamos iluminados.

David Arrufat: Desde La Comarca llevamos años incentivando el teatro como actividad social y cultural; estamos apoyando los grupos de aficionados, además de una variada oferta de cursillos formativos de interpretación, talleres de monólogos, las Jornadas Culturales que albergan actuaciones... A mí, me atrapó, precisamente, la singularidad de poder hacer teatro en el interior de las casas.

Marta: Realmente, que quepan un máximo de veinte espectadores en cada casa, provoca una percepción encontrada: en un teatro convencional sería casi un número ridículo, insigni-ficante; pero dentro del comedor de una casa o dentro de un dormitorio donde la actriz está

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interpretando —como ejemplo de uno de los microespectáculos que se dieron— una escena de su duelo en Enviudada encima de una cama de matrimonio perteneciente a unos propieta-rios reales, con todos sus aromas antiguos, con todas las reformas delatando el paso del tiem-po y el cambio de modas, pudiendo tocar en sus paredes, por un instante, la historia cálida, latente, personal, en vivo y en directo de los que un día fueron sus habitantes, sus muebles, sus cortinajes, las puntas de bolillos en los cojines, las colchas hechas a mano de ganchillo... ¡La situación se revela irreal, surreal, diríamos, además de convertirse automáticamente en un acto multitudinario...!

David Arrufat: Por supuesto. Y, además, y muy importante para nosotros, en Aragón no existe nada que se le parezca y pensamos que era una manera de lograr entrelazar la afición existente y la emergente con un sentimiento de revaloración de la población. Por lo tanto, no solamente es teatro, es patrimonio, ya que ofreces al público descubrir la arquitectura, y por el hecho que durante el festival debes ir entrando y saliendo de diferentes casas de una punta del pueblo a la otra, ofreces un buen paseo por las calles, ver las tiendas, o detenerte a tomar algo en los cafés y en sus terrazas entre actuación y actuación.

Marta: No puedo dejar de pensar en la cantidad de subvenciones que las administracio-nes de todo el Estado están denegando a proyectos que, aun bien interesantes y atractivos, al ser considerados de alto riesgo se desestiman, y vosotros, una administración de ámbito comarcal, estáis demostrando con esta valentía intuitiva el valor de apostar por una dinami-zación cultural de vanguardia con capacidad para mirar adelante y probar de abrir brechas distintas con tal de organizar actividades artísticas que han de revertir en nuevas maneras de entender el mundo...

Paco Esteve: Cuesta mucho abrir un proyecto.Marta: Sí, estoy de acuerdo. Cualquier tipo de proyecto. David Arrufat: Y de materializarlo. Con Francachela Teatro hemos aprendido todos mu-

cho a saber gestionarnos. Para ellos también ha sido un proceso complejo, ya que es muy di-ferente la forma de trabajar de una compañía por sí misma a la de adaptarse a las exigencias y necesidades de una administración como esta que ha de pensar en dieciocho pueblos a la vez.

Marta: Pero aquí habéis pasado la prueba. Y es evidente, que por un lado la capacidad embajadora de Jacobo y su popularidad, sumado a la hospitalidad y las ganas de compartir que ha demostrado tener la gente de Ráfales, han asentado las magníficas bases para que sea posible pensar en hacer, de un acto puntual, un festival con miras de expansión comarcal y de proyección nacional.

Paco Esteve: Un referente de cultura dentro de La Comarca es una de les bases de la cultura.

José Luis Roda: Otro factor determinante fue, sin duda, la insistencia del grupo par ha-cerlo realidad. Las ganas de hacer las cosas...

Marta: Aún así, de todos los organigramas artístico–culturales, poner en marcha un pro-yecto en teatro es una manifestación artística compleja, en el sentido que los espectáculos teatrales, por definición, ni que sean de pequeño formato, implican siempre la cohesión de

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mucha gente, añadámosle la propuesta alternativa, de vanguardia, y la cota de riesgo creativo del Matarranya Íntim... En conjunto es una fuerte apuesta tanto por la emisión artística como por la expectativa de su recepción.

José Luis Roda: Un pueblo pequeño con una actividad innovadora se abre más. Y esto es extrapolable a todas les poblaciones de nuestro medio rural.

David Arrufat: Aunque aquí no se vaya al teatro, con las experiencias anteriores que nos habían ofrecido Francachela Teatro vemos que crece la receptividad para ver cosas dife-rentes, y te acabas percatando que la gente también puede simpatizar muy bien, con propues-tas arriesgadas, aunque en los pueblos no se tengan el gran alud de referentes que se dispone en las ciudades.

Marta: Aunque minoría, es una minoría que también cuenta, ¿no? David Arrufat: Sí, y no se debe subestimar la inteligencia de la gente para valorar la

calidad o el interés que puede aportar una propuesta por extraña que nos parezca.Paco Esteve: Una de las fuerzas de los pueblos pequeños es mantener la microcultura

social de toda la vida, esto es lo que se ha hecho siempre en las fiestas de los patronos de los pueblos. Creemos que con la fórmula del Matarranya Íntim esto también es posible por la interrelación que provoca entre las personas, solo que adecuada a nuestros tiempos.

Marta: Quizás sea volver a los orígenes, de alguna manera, ¿no? Antiguamente, cuando llegaban los comediantes a los pueblos o las carpas de circo incluso, a menudo, se les alojaba entre los vecinos...

Paco Esteve: Efectivamente. Sólo que ahora ya no se trata de organizar una fiesta de to-ros popular para todo el mundo, esto es mucho más especifico. Labrar un proyecto innovador es pensar en ir invirtiendo para que repercuta en muchas más cosas a la larga, y porque es im-portante tener la capacidad de no apostar siempre, únicamente, en las cosas de toda la vida.

José Luís Roda: En Ráfales, por ejemplo, antes del 2011, en las Fires de Novembre y antes que Francachela Teatro nos ofreciera conocer sus espectáculos Menú Degustación y Pecatta Mi-nuta, las obras de teatro que se traían para ofrecer al pueblo, eran las Revistas y las actuaciones «picaronas». Ahora, a raíz del Matarranya íntim ya no seremos más «picarones», seremos vanguardistas.

Marta: Entonces, un enfoque como el del Matarranya íntim llevado a los pueblos, di-namiza tanto a la población interesada en desarrollarse en esta actividad como también da la oportunidad al público de la propia Comarca —y sus alrededores en la propia comunidad autónoma— de ver la diferencia entre el teatro amateur y el teatro profesional...

David Arrufat: Así es. En este sentido, el ánimo es que el teatro aficionado se sienta atraído por reflejarse en el tipo de teatro que aporta el Matarranya íntim.

Marta: Paco, el día que se celebró la rueda de prensa para presentar el Festival, nos desplazamos todos a las bodegas de La Fonda de La Plaza de Valderrobres —sede de La Co-marca del Matarranya—, y allí, teniendo lugar una muestra de las actuaciones, la bailarina Pepa Cases entró súbitamente y desarrolló una pequeña pero muy poderosa actuación, entre todos los que allí estábamos en pie, de su microespectáculo, Enviudada, destinado a una de

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las cases de Ráfales. La intérprete, se adaptó al espacio que le dejábamos libre deslizándose entre todos nosotros y sin necesidad de escenografía ni iluminación específicas nos transportó a su universo poético. Bailando, se acercó a ti y te llevó a interactuar con ella; te absorbió y te arrastró a ser parte de su emoción, en un espacio minúsculo, casi, quedando entonces vosotros rodeados por el reducido núcleo de asistentes. En aquellos momentos, nos quedó muy claro a todos que la percepción de intimidad era muy aguda en esta línea de los microespectáculos, y que el primer reto para el público es tener suficiente capacidad de respuesta al hecho artístico que esté sucediendo a su alrededor, desamparado del telón convencional...

Paco Esteve: Realmente fue toda una experiencia, y muy sorprendente para mí. Esta gente del Matarranya íntim «te chafa el espacio vital» y te hace vivir en la propia piel una percepción artística. Fue una manifestación para la cual yo no tenia referentes. También me sorprendió mucho, ya desde el momento de su aparición, ver lo que se podía llegar a plasmar en el interior de un espacio que no ha estado pensado para ser un escenario, y de qué manera se comunicaron tantas cosas, tan directas, a la gente que allí estábamos...

Marta: Que te obliga después a hablar de ello, a cuestionar, a argumentar... Paco Esteve: La gente no tiene que ir al teatro, el teatro va a la gente.David Arrufat: No obstante, el reto que se nos viene encima, ahora es otro. Es conseguir

que el Festival sea itinerante. Paco Esteve: Y lo más complejo de todo: tienes que reunirte con los alcaldes de los

pueblos y tienes que convencerlos que es tan importante invertir en cultura como arreglar una fuente o una calle... Tienes que convencerlos que va más allá de ver una obrita de teatro de veinte minutos en una casa...

Marta: ¿Cuál es, pues finalmente, desde La Comarca del Matarranya, la valoración de este i Festival Matarranya íntim?

Paco Esteve: La valoración es muy positiva. La recompensa que hemos recibido ha mul-tiplicado por diez el esfuerzo.

José Luis Roda: En Ráfales, estamos acostumbrados a no tener nada, es un pueblo de los más pequeños, y mal comunicado, que no tiene más de ciento cincuenta habitantes y con-seguimos hacer venir unas novecientas personas, de las cuales sabemos que unes doscientas podían ser del propio territorio y las setecientas restantes eran todas de fuera. Conseguimos que nos vinieran a ver gente de Morella, de Calanda, de Alcañiz... Solamente de los propios al-rededores de la provincia ya motivamos en un radio de unos cincuenta kilómetros, y después, la gente que vino de Zaragoza, de Valencia, de Madrid, de Barcelona... Nos consta que había gente de todo el Estado Español, veraneantes habituales de todo el territorio que se desplaza-ron a Ráfales atraídos por la singularidad del festival, y, especialmente, nos consta la afluencia de la comunidad de las Artes Escénicas.

Paco Esteve: Esperamos que no se pare aquí, que cada año sea un poco más.Marta: ¿Tenéis ya, pueblo candidato para el ii Festival Matarranya íntim?Paco Esteve: Sí. La idea es llevarlo a La Fresneda y la convocatoria será para el 1, 2 y 3

de agosto de este 2014.

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Marta.- Os deseamos mucha suerte, y allí nos encontraremos.

Ante esta valoración socio–cultural nos centraremos ahora, con gran placer, en la expo-sición exclusivamente artística de las compañías que inauguraron este i Matarranya íntim, ya que, desde Francachela Teatro, el objetivo prioritario es dar cabida a todas las disciplinas, en tanto en cuanto su enfoque sea contemporáneo, rabiosamente contemporáneo. La principal línea de programación, la cual ya viene marcada por el sello del Cabanyal íntim, es la consecu-ción de propuestas que se disocien del quehacer escénico convencional. Para este primer cer-tamen en tierras del Matarranya, Jacobo e Isabel nos explicaron que se han convocado com-pañías con las que ya se ha colaborado en Valencia y que son totalmente afines a su proceso de creación. Jacobo se reafirma en la importancia de la selección de las compañías y el criterio de la oferta, el cual debe ser capaz de estimular a un espectro amplio del público potencial, así como que favorezca la ruta de éste por la población, dando lugar a que sea toda ella el verdadero espacio escénico del Festival. Si en Cabanyal íntim se ha cuidado desde su primer certamen albergar por encima de todo a la profesión de su propia comunidad, para el Mata-rranya íntim se incorpora una característica diferencial: se pretende que para los próximos certámenes, se dé cabida a compañías de todo el estado español, intentando, por supuesto también, cobijar propuestas que puedan surgir desde el propio territorio del Matarranya.

Para este pasado i Matarranya íntim, el espectáculo de mayor envergadura llegó repre-sentado por la Cía. Maquinant Teatre y su espectáculo El día que cambié mi casa por una trompeta de colores, ya que al plasmar la realidad de tres hermanos que están a punto de ser desahucia-dos en una casa de pueblo que bien podría, como la inmensa mayoría de este territorio, estar deshabitada, abandonada, olvidada, ansiosa por volver a ser habitada..., ofrecía una curiosa paradoja de las distintas realidades simultáneas que se están viviendo en nuestro país; la re-lectura es obligada. El público, en el seno de esta pieza de microteatro en castellano, debió interactuar y posicionarse: se trata de Teatro Contemporáneo.

(Casa de l’Hereu. C/ San Roque, 2. Dirección Maquinant Teatre. Actrices: Aina Gimeno, Anna Moret y Ana Ulloa. Colaboración especial: Miguel Serrano.)

Muy sorprendente para todos los públicos, los pequeños por serlo, los mayores, por los que aún no hayan dejado morir al que tienen en su interior, fue la propuesta de teatro de objetos y de humor que surgió de la mano de la Cia. La Panda de Yolanda, con su ingenioso montaje Üiqüi’is, presentando una experiencia teatral basada en escenas fraccionadas del humor más absurdo y su-rrealista. La pieza combinó diferentes técnicas de manipulación que acercan el público a un teatro basado en la sencillez y en la imaginación, todo realizado con materiales reciclados y acompa-ñado de música, cuerpo e interpretación, que además, nos permitió engolosinarnos con la vieja estrategia del semidesvelo ante los secretos mejor guardados tras la tramoya y las bambalinas, compartiendo así un por delante y por detrás, a ritmo de reloj, escrupulosamente sincronizado.

(C/ Arrabal, 10. Dirección, creación, interpretación y realización escenográfica: Cía. La Panda de Yolanda: David Durán, Raquel Hernández, Merce Tienda y Josep Mª Zapater. Ilu-minación: David Durán. Música: José Mª Zapater.)

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Quizás la pieza que más destacó entre el público transeúnte fue la de Pepa Cases con su compañía A Tempo Dansa, quien estrenó el espectáculo Enviudada o lo prometido es duda, danza-teatro a modo de reflexión sobre los valores y las promesas de una mujer azotada por la tristeza de la reciente muerte de su marido, que habiendo sido creada específicamente para la casa que se le asignó en Ráfales, se llegó a tener que ofrecer un pase extraordinario para deleite de todos los asistentes.

(Casa Vilalta. Plaza Mayor, 2. Cía. A Tempo Dansa. Creación e interpretación: Pepa Ca-ses. Música original: La Pepa. Diseño gráfico: Buitcreatius.com.)

El Carrusel de los niños perdidos es el nombre de la pieza escénica que nos ofreció Colecti-vo Piel. Un espectáculo que transporta a los espectadores al universo mágico de los niños, un espacio de inocencia donde la imaginación crea los temores que habitan el corazón al intentar amar al prójimo. Recogidos entre sofás y sillones disparejos, los unos, y en el suelo de piedra fría, los otros, todos los espectadores nos sentamos rodeando una escena poético-musical donde éramos fácilmente bienvenidos a perder cualquier noción del tiempo.

(Casa Juano, la casa de Jacobo Julio, por cierto. C/ Arrabal, 13. Colectivo Piel. Autores y dirección: Clara Carbonell y Carlos Luna. En escena: Clara Carbonell, Carlos Luna y Raquel Renart.)

La Cía. Almudena Francés con Això ací no passa... no passa ni poc, cuentos para adultos, historias del día a día en valenciano, armonizando lengua y costumbrismo para los oídos y emoción de los matarranyenses, haciéndonos sentir más cercanos que nunca a ambos lados de la barrera. También ella fue la encargada de cubrir el espacio para el teatro infantil con una divertida pieza estimulante para los sentidos de los más jóvenes acompañantes de este Mata-rranya íntim abierto a todos; su título: La Caseta de Anacleta.

(Jardín de C/ Rafael Anglés, 2. Cía. Almudena Francés.)Para redoble de tambores, se amplió la programación con un espectáculo gratuito mu-

sical que permitió a todos los asistentes disfrutar de un ambiente nocturno en un fantástico espacio como velada final de aquel enriquecedor primer sábado de agosto: El Molí de l’Hereu, mesón, hostal y jardines que como su propio nombre indica se ha instaurado en el antiguo y minuciosamente restaurado molino de aceite de Ráfales. En absoluta consonancia con los cánones requeridos para el festival, la puesta en escena nada convencional del colectivo Luna y panorama de los insectos combinó música y poesía escénica.

(Molí de l’Hereu. C/ Ravanella, s/n. Íntim a la nit: Luna y Panorama de los Insectos presentan «Música de los sueños» (concierto). Cía.: Luna y Panorama de los insectos. Voz y Guitarra: Carlos Luna. Piano y Acordeón: Javier Vega. Percusión, Bajo, Xilófono y Coros: Odisseu Fill de Laertes. Bajo, percusiones, Melódico, Xilófono y Coros: Clara Carbonell. Che-lo: Exequiel González.)

Nos quitamos, pues, el sombrero, agradecidos, ante esta experiencia tan digna de ser defendida.

Matarranya, verano y otoño de 2013/ invierno y primavera de 2014.

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3 y 4 agosto 2013 - Ráfales, Teruelinfo y reservas 652 368 897 - matarranyaintim@gmail.com24 julio a 1 agosto venta Llibreria Serret ( Valderrobres )2, 3 y 4 agosto venta Plaza Mayor ( Ráfales )

Microespectáculos en elinterior de las casas

A Tempo Dansa danza teatro

Almudena Francés contes per adults i teatre infantil

Colectivo Piel poesía escénica

La Panda de Yolanda teatre d’objectes i humor

Luna y Panorama de los Insectos concierto

Maquinant Teatre teatro

Cartel i edición del Festival Matarranya íntim

El día que cambié mi casa por una trompeta de colores de Maquinant Teatre

Público 1ª Edición Matarranya Íntim