Fibulas

8
BREVE REVISIÓN HISTORIOGRÁFICA DE LAS FÍBULAS CASTREÑAS EN EL NOROESTE PENINSULAR Mar Cortegoso Comesaña y Ricardo Viñas Cué. Hai opinións pra tódolos gustos e un debe formar a súa pensando sempre naquil refrán que dí que “non hai millor acordo que o trasacordo”. Luis Moure-Mariño Este trabajo, no pretende establecer ninguna tipología de fíbulas castreñas en el noroeste peninsular, nada más lejos de nuestros objetivos inmediatos. Lo que pretendemos es hacer un estado de la cuestión, un análisis de la investigación hecha sobre las fíbulas castreñas del noroeste hasta la fecha. Esto por una parte, por otra, intentar discernir carencias y lagunas que existan en la investigación y proponer líneas de trabajo en ese sentido. Creemos que una revisión de la bibliografía producida hasta ahora, nos puede desvelar gran parte de estos aspectos, otra parte nos vendrá dada por el concepto de fíbula en sí mismo, así como por la especificidad de sus circunstancias en el plano de la arqueología en el noroeste peninsular en general y del mundo castreño en particular. El primer paso a dar es intentar aportar una serie de definiciones que nos dejen más o menos claro qué es lo que entendemos por fíbula: Existen las siguientes definiciones para la palabra fíbula: - Francisco Fariña Busto la define en la Gran Enciclopedia Gallega como: "Nombre latino usado hoy como término técnico en arqueología para designar un objeto típico del vestido y aderezo personal antiguo, cuya función era similar a la del actual imperdible." - José Jacobo Storch de Gracia y Asensio, la define genéricamente como "cualquier objeto que sirva para unir (de un modo provisional) dos partes de una misma pieza, generalmente referida al vestuario." Salvo en estas obras y en algún que otro diccionario enciclopédico, en el resto de las obras, incluso en las que tratan específicamente el tema, los autores obvian esta definición, creemos que por entender que se trata de un objeto lo suficientemente conocido y diferenciado como para tener que definirlo. Creemos que, sobre todo este tipo de obras, son las que deben proponer una definición, ya que, a nuestro parecer no está muy clara la definición de fíbula. Prueba de ello es que a otro tipo de objetos como son las hebillas de aro interrumpido y en omega, se las menciona en la bibliografía como fíbulas anulares y fíbulas anulares en omega, modestamente pensamos que esto es incorrecto, una

Transcript of Fibulas

Page 1: Fibulas

BREVE REVISIÓN HISTORIOGRÁFICA DE LAS FÍBULASCASTREÑAS EN EL NOROESTE PENINSULAR

Mar Cortegoso Comesaña y Ricardo Viñas Cué.

Hai opinións pra tódolos gustos e un debe formar asúa pensando sempre naquil refrán que dí que “nonhai millor acordo que o trasacordo”.

Luis Moure-Mariño

Este trabajo, no pretende establecer ninguna tipología de fíbulas castreñas enel noroeste peninsular, nada más lejos de nuestros objetivos inmediatos. Lo quepretendemos es hacer un estado de la cuestión, un análisis de la investigación hechasobre las fíbulas castreñas del noroeste hasta la fecha. Esto por una parte, por otra,intentar discernir carencias y lagunas que existan en la investigación y proponerlíneas de trabajo en ese sentido. Creemos que una revisión de la bibliografíaproducida hasta ahora, nos puede desvelar gran parte de estos aspectos, otra partenos vendrá dada por el concepto de fíbula en sí mismo, así como por laespecificidad de sus circunstancias en el plano de la arqueología en el noroestepeninsular en general y del mundo castreño en particular.

El primer paso a dar es intentar aportar una serie de definiciones que nos dejenmás o menos claro qué es lo que entendemos por fíbula:

Existen las siguientes definiciones para la palabra fíbula:- Francisco Fariña Busto la define en la Gran Enciclopedia Gallega como:

"Nombre latino usado hoy como término técnico en arqueología para designar unobjeto típico del vestido y aderezo personal antiguo, cuya función era similar a ladel actual imperdible."

- José Jacobo Storch de Gracia y Asensio, la define genéricamente como"cualquier objeto que sirva para unir (de un modo provisional) dos partes de unamisma pieza, generalmente referida al vestuario."

Salvo en estas obras y en algún que otro diccionario enciclopédico, en el restode las obras, incluso en las que tratan específicamente el tema, los autores obvianesta definición, creemos que por entender que se trata de un objeto losuficientemente conocido y diferenciado como para tener que definirlo.

Creemos que, sobre todo este tipo de obras, son las que deben proponer unadefinición, ya que, a nuestro parecer no está muy clara la definición de fíbula.Prueba de ello es que a otro tipo de objetos como son las hebillas de arointerrumpido y en omega, se las menciona en la bibliografía como fíbulas anularesy fíbulas anulares en omega, modestamente pensamos que esto es incorrecto, una

Page 2: Fibulas

Dibujo tomado de “Note sur un moule à fibules de Bibracte” de Beck, Monthel y Rabeisen.1

Antiquités Nationales 14-15. pp. 82-83º.

fíbula es una cosa y una hebilla otra, que aunque de función similar, pero cada unade ellas con unas características intrínsecas que las diferencian funcional yformalmente.

Así pues una hebilla es un objeto de metal que debe ir unido permanentementea una correa para que funcione correctamente, y únicamente puede ser usado siexiste una correa, además carece de muelle o resorte. Esto se ve claramente siintentamos unir dos piezas de tela con una "fíbula en omega", es completamenteimposible que tenga la misma función que una fíbula.

Creemos pues que la hebilla tiene unas funciones muy limitadas debido a sumorfología que le impiden ser usada de otro modo.

Una fíbula se diferencia de una hebilla tanto funcional como formalmente.Funcionalmente se distinguen usos a nivel material y a nivel simbólico:A nivel material sirve en el vestuario para fijar prendas de vestir y adornos;

para sujetar cortinas y tapices; como anticonceptivo ("Infibulatio"), esta operaciónconsistía en cerrar los órganos genitales tanto del hombre como de la mujer.

A nivel simbólico, servirían de indicador de status (posición social, profesión,filiación étnica); y para fijar amuletos o como amuleto en sí misma; finalmentetendrían la función de exvoto (ofrenda).

Muchas de estas funciones no están documentadas en el Noroeste, pero sí enotras partes de la Península.

Formalmente una fíbula puede estar fabricada bien mediante forja, mediantemolde o una combinación de ambos métodos (Fig. 1) consta de unos elementos1

mínimos y bien definidos que son los siguientes (Fig. 2 ):- Aguja o alfiler: Hay que hacer una pequeña distinción entre estos dos términos, que en la

literatura arqueológica se emplean indiscriminadamente. Aguja es un objeto queconsiste en una varilla larga y aguzada en la punta y en el otro extremo un ojo oagujero, esto implica que es un elemento independiente, cosa que no ocurre con elalfiler, ya que al carecer de ojo, tiene que ir vinculado a la cabeza de la fíbula.Tenemos pues que sería el elemento principal para que la fíbula desarrolle sufunción.

- Cabeza:Es la parte del puente de donde está situado el resorte y de donde parte la aguja

o alfiler.- Pie:El otro extremo del puente, donde se aloja la punta de la aguja o del alfiler y

de donde parte en algunos ejemplares de fíbulas el apéndice (este elemento no esnecesario para que sea una fíbula, constituye simplemente un adorno).

Page 3: Fibulas

Dibujos tomados de L. Orero Grandal. “Castro do Coto do Mosteiro. Campañas 1984-85”,2

Arqueoloxía Memorias 10.

- Resorte:Es la parte móvil de la fíbula y con la presión que genera este mecanismo

obliga a la aguja a presionar contra la mortaja situada en el pie de la fíbula.- Mortaja:Es la parte del pié de la fíbula donde se aloja la punta de la aguja o del alfiler

cuando se abrocha ésta.- Puente:Denominado por algunos autores como arco, es el elemento que une la cabeza

de la fíbula con el pie, transmitiendo la fuerza desde el resorte al pie, donde estála mortaja, encargada de retener la aguja, vemos que sería lo que defineprincipalmente a fíbula como tal.Por otra parte existe la problemática de si las fíbulas son realizadas aquí o son frutode intercambios comerciales con otros puntos alejados, en este sentido en "O Cotodo Mosteiro" (Fig. 3) han aparecido moldes de fíbulas que pueden confirmar el2

autoctonismo de cierto tipo de fíbulas.

Historia de la investigación

Una vez vista la definición de fíbula y nombradas sus partes integrantes, veremoscuáles han sido a través de la historia de la investigación los diferentes tipos defíbula castreña.

Sin lugar a dudas el pionero en la investigación de las fíbulas castreñas fue D.José Fortes, estudioso portugués que estableció una tipología de las mismas allá porel año 1904, diferenciando siete grupos o tipos: Sabroso, a la cual asigna unacronología de entre 350 y 250 a. C, Anular Hispánica, siglos III-II a. C., La TèneIII la cual sitúa en torno al cambio de era, Santa Luzía para la cual le da unasfechas que van del siglo I d. C. al III d. C, argumentando para ello el hecho dehaberse hallado en el Castro de Sta. Luzía una moneda del emperador P. LiciniusValerianus Egnatius Gallienus (253-268),Trasmontanas, de las cuales dice que “malpodem atribuir-se a tempos precedentes ao início da romanisaçao”, de LongoTravessâo sem espira, que las sitúa en el primer o segundo siglo de la era cristiana,y por último el de Charneira curta y Pié con botón terminal, situándola entre lossiglos I al IV d. C. Hay que señalar que Fortes en este artículo analiza las fíbulasdel Noroeste, pero ello no implica que todas sean de época castreña, analiza todoslos tipos, castreñas y romanas por igual, diferenciándolas en cada caso.

Cuevillas añade a los tipos descritos por Fortes dos nuevos tipos: de Timbal yde Pie largo, en cuanto a la cronología dice textualmente: “Resumiendo ahora loque dejamos expuesto podemos decir que las fíbulas de pié largo y de timbal, con

Page 4: Fibulas

Somos conscientes de que algunas fechas de las incluidas aquí pueden estar equivocadas, no3

por los autores mencionados, sino por nosotros mismos que puede que hallamos interpretado mallos datos de los diferentes estudiosos, a todos ellos pedimos disculpas si nos hemos equivocado,y rogamos que nos lo indiquen.

paralelos exactos y repetidos en diferentes provincias de la cultura Hallstatiana,representan muy bien el comienzo de nuestra cultura celta; los tipos de Sabroso,Santa Luzía y Trasmontana, son la consecuencia de un desenvovimiento autóctonode modelos forasteros, transformados de una manera original y peculiar; la FíbulaAnular es uno de los vestgios inidcadores de las relaciones terrestres y marítimasque el Noroeste Peninsular mantuvo con la Bética; la de Longo Travessâo y la dela Tène III son el resultado de las primeras relaciones mercantiles con los romanosy las provincias de botón y bisagra corta la señal de la implantación del dominioimperial en la Gallaecia y la desaparición de la mayor parte de lasmanifestaciones de la cultura castreña.”

Fariña mencionará los tipos de,Sabroso, siglos VI al III a. C-, Santa Luzía,Trasmontana, s. IV a. C. al II a. C., Longo Travessâo sem espira, para la cual leda un orígen en el s. IV a. C., Nauheim, Navicella y las hebillas anulares las cualessitúa entre los siglos I al IV de nuestra era.

Por su parte Armando Coelho cita los tipos, Alcores y Acebuchal, las cualessitúa en su fase 1A, es decir siglos IX-VIII a. C., Sabroso, en el siglo V a. C., Sta.Luzía, finales del V y principios de IV a. C., pudiéndose alargar estas fechas hastael III a. C. e incluso el I d. C., la Trasmontana que sitúa a fines del siglo IV a. C.,la de Longo Travessâo que estaría entre el 138 a. C. (Campaña de Décimo JunioBruto) y cambio de era, fase III A, las de Aucissa que estaría en la fase III B(mediados del s. I d. C.), las Zoomorfas en época de Augusto, las de AroInterrumpido incluidas dentro de la fase III A (138 a. C. al cambio de era) y porfin las Anulares en Omega que irían del I d. C. al IV d. C.

Vemos a continuación estos datos resumidos en modo de cuadro cronológico3

Page 5: Fibulas

José Fortes López Cuevillas F a r i ñ a A. CoelhoBusto

Sabroso 350-250 a. Hasta el s.III-IV VI-III a. C. V a. C.C d.C

A n u l a r III-II a. C.HispánicaLa Tène III Cambio de Cambio de Era

EraSanta Luzía I-III d. C. Hasta el s.III-IV IV-II a. C. V-III a. C.

d. CTrasmontana I a. C. IV-II a. C. IV a. C.L o n g o I-II d. C. 138 a. C. IV a. C. II a. C.Travessâo cambio eraCharnela / I-IV d. C. I d. C. ½ I d. C.AucissaPie LargoAlcores IX-VIII a. C.Acebuchal IX-VIII a. C.

Nosotros no estamos en posición de avanzar ninguna cronología ni siquieratipología de las fíbulas castreñas, únicamente podemos reclamar más publicacionesde las excavaciones realizadas hasta la fecha con el fin de poder confirmar odescartar las hipótesis que poco a poco, y a la luz de los datos ofrecidos nos vamosforjando.Por otra parte lo que sí creemos que es nuestra obligación es señalar aquellasdificultades con las que se puede encontrar un investigador en esta materia.En este sentido, el primer escollo con el que nos encontramos es la falta dedepósitos cerrados (necrópolis) que nos proporcionen una cronología más o menosfiable, al menos con lo que respecta al mundo castreño del Noroeste.Las publicaciones de excavaciones recientes son muy escasas, con lo que se siguenbarajando datos de 1904 en algunos casos.La mayoría de las fíbulas no tienen un contexto claro, y muchos de los materialesaparecidos en escavaciones arqueológicas están sin publicar.Falta una recopilación de todos los materiales existentes en el Noroeste Peninsularque permitan un mayor acercamiento a esta problemática.

Page 6: Fibulas

Fariña Busto, F. y Arias Vilas, F. Notas para unha revisión das fíbulas no mundo castreño.4

Seminario de Arqueología del Noroeste Peninsular. Guimaraes, 1979.

Luis Berrocal-Rangel “Los pueblos célticos del Suroeste de la Península Ibérica”, Complutum.5

Extra 2, Madrid, 1992. pp. 129-139

Como bien dice Fariña Busto y Arias Vilas, el trabajo actual debe orientarse4

a perfilar bien los tipos, documentar la evolución y prototipos, fijar la cronologíay definir su distribución dentro del propio mundo castreño y en relación con susposibles relaciones alóctonas.Pero para lograr esto es preciso hacer un catálogo completo de todas las fíbulasprovenientes de la zona de estudio que nos ocupa, en este caso el NoroestePeninsular e intentar buscar paralelos en otras zonas de la Península e incluso otrospuntos de Europa.Así vemos por ejemplo que hasta hace bien poco se pensaba que las fíbulasTrasmontanas eran un producto típico de la Cultura Castreña, ahora sabemos queeste dato es incorrecto, ya que han aparecido ejemplares muy al Sur de laPenínsula, tanto en territorio español como portugués.5

Page 7: Fibulas

BIBLIOGRAFÍA

Argente Oliver, L. “Las fíbulas en la Meseta, su valoración tipológica, cultural y cronológica.”Ashmore, F. “Un ensaio tipolóxico sobre as fivelas de a Cultura Castreja. Actas de las jornadasde metodología aplicadas a las ciencias históricas.” Santiago, 198?.Beck, F.; Monthel, G. y Rabeisen, E. “Note sur un moule à fibules de Bibracte”. AntiquitésNationales. 14/15. Saint Germain en Laye. 1992-93 pp- 78-86Berrocal, L. y Rangel “Los pueblos Célticos del Suroeste de la Península Ibérica”. Complutum.Extra, 2. Madrid, 1992. Blanco Freijeiro, A. “Origen y relaciones de la orfebrería castreña.” Cuadernos de EstudosGalegos. 12, 1975.Castro Nunes, J. “Broches y fíbulas en castros portugueses.” Zephyrus, Salamanca, 1958. Tomo9, pp. 231-233.Castro Nunes, J. “Fíbulas del tipo Namheim no Castro Lomba de Canho en Argamil.” RevistaGuimaraes, Guimaraes 1959.pp. 5-23.Coelho Ferreira da Silva, A. “A Cultura Castreja no Noroeste de Portugal.”Cuadrado, E. “Fíbulas de La Tène en el Cigarralejo.” Trabajos de Prehistoria, nº 35, Madrid 1978.Cuadrado, E. “La fíbula anular romana y sus problemas.” Salamanca, 1952.Cuadrado, E. “Precedentes y prototipos de la fíbula anular hispánica.” Trabajos de prehistoria,7. Madrid, 1963.Fariña Busto, F. “Aportazón ó estudo das fíbulas atopados nos castros galegos.” Actas S.A.Noroeste. P. Guimaraes, 1980. Tomo 2, pp. 183-195.Fariña Busto, F. “As fíbulas de Longo travessâo sem espira nos castros galegos.” BoletínAuriense, Orense, 1979. Tomo 9, pp. 27-49.Fariña Busto, F. “V. Fíbula” , Gran Enciclopedia Gallega, Santiago, 1984Fariña Busto, F.; Arias Vilas, F. “Notas para unha revisión das fíbulas no mundo castrexo.”Seminario de arqueoloxía do Noroeste Peninsular. Guimaraes, 1979.Fortes, J. “As fíbulas no Noroeste da Península.” Portugalia, Oporto, 1905. pp. 15-33.Fortes, J. “Fíbulas e Fivelas.” O Archeólogo Portugués,Lisboa, 1904. pp. 1-11.Iniesta Sanmartín, A. “Las fíbulas de la región de Murcia.”López Cuevillas, F. “A Edade do Ferro en Galicia.” A Coruña, 1968. López Cuevillas, F. “Las fíbulas castreñas y su significado etnológico.” Cuadernos de EstudiosGalegos. 1950, Tomo 5, pp. 5-19.Navarro, R. “Las fíbulas de Cataluña.” Orero Grandal, L. “Castro Coto do Mosteiro. Campañas 1984-85” Arqueoloxía Memorias, 10.Ruiz Delgado, M. “La fíbula de doble resorte en Andalucía.” Tipos y cronología. Habis, nº 17.Sevilla, 1986. pp. 491-514.Ruiz Delgado, M. “Las fíbulas protohistóricas en el Sur de la Península.” Salete da Ponte, M. “A fíbula na indumentaria romana.” Revista de Arqueología, nº 6, Decembro1982.Salete da Ponte, M. “A Génese das fíbulas no NW Peninsular.” Actas do Noroeste Peninsular.Guimaraes, 1989.

Page 8: Fibulas

Salete da Ponte, M. “Algumas fíbulas dos concelhos de Sintra, Cascamos, Amadora e Alenquer.”Sintria I-II, Tomo 1. pp. 107-116.Salete da Ponte, M. “As fíbulas do Bronce Final Atlántico / Primera Edad del Hierro, en elNoroeste Peninsular. Abordajem e encuadramento cultural.” Tabalhos de Antropoloxía eArqueoloxía. Porto, 1989. Nº 29.Salete da Ponte, M. “As fíbulas do Museo Municipal de Figueira da Foz.” Conímbriga, 1982. Salete da Ponte, M. “Fíbulas Pre-romanas e Romanas de Conímbriga.” Conímbriga, Volúmen 12,1973. pp. 159-197.Salete da Ponte, M. “Unha colecçâo de Fíbulas da Estremadura.” Boletín cultural da Assembleiadistrital de Lisboa, Lisboa. III Serie, nº 88, 1º tomo, 1982.Salete da Ponte, M. “As fíbulas de Miróbriga.” Setúbal Arqueológica, Volúmen 5, 1979. pp. 195-204.Sanz Gamo, R. “Las fíbulas de la provincia de Albacete.”Schüle, W. “Las más antiguas fíbulas con pié alto y ballesta.” Madrid, 1961.Storch de Gracia y Asensio, J. “Las fíbulas en Hispania antigua. Las fíbulas protohistóricas enel Suroeste Peninsular.”Tovoli, S. y Vitali, D. “La Necropoli Villanoviana di Ca

dell�

Orbo A Villanova di Castenaso.Problemi del popolamento dal IX al VI secolo a. C.” Bologna. 1994