Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

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  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    1/13

      ~ j \

    l

    plano

    justo

    4

    ('

    descanso contra las convenciones del cine realmente existente desde ese

    margen (cada vez mas pequeno) en donde aim tienen cabida las obras mas

    radicalizadas. Obviamente ) una ac.titud conciliadora

    0

    conformista

    r s u l t ~ r i

    mucho mas c6moda; sin embargo

    no

    hay aqui ningunaaquiescencia.

    S e podra

    -\i

    ;7

    decir que Filippelli es estricto, perc nunca es deshonesIo. Y

    si

    es cierto que

    I j

    mide todo con el pad.metro del cine, habria que ver alli las marcas de una J.,

    conciencia critica: en lugar de plegarse a las posibilidades del cine dentro de

    la galaxia audiovisual,

    se

    hace cargo de

    un

    cine pensado como gran arte. Lo

    admirable de estos textos es que eligen no descansar sobre el especticulo de Lo

    que·

    el

    cine

    es

    para afirmarse sobre el potencial critico de Lo que

    podria seT

    En la historia de la critica argentina no

    es

    frecuente que quienes escriben

    sobre pelicula

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    I

     

    "

    .)(

    LA CIUDAD Y EL CINEI

     

    LOS ORjGENES

    z

    W'

    EI objeLO

    de estas notas es analizar como e1 cine ha pensado la ciudad, 0

    si

    '1i

    se prefiere, como pensar la relacion del cine con la ciudad,

    0

    como aparece

    :1;

     

    repr,esentada la ciud ad en   cine. En cualquier caso,

    es

    inevitable hacerlo a

    )i\\

    traves del desarrollo del cine como lenguaje autonomo.

     

    Antes que nada, un breve esquema: en

    el

    periodo mudo)

    el

    cxpresionismo ale

    .

    man inventaba ciudades, incluso subterraneas; el policial negro americano de

    . u

     

    las decadas del treinta y euarenta mostrola voluntad de reprodu ir la ciudad real;

    /

    mas tarde, con

    el

    neorrealismo italiano apareci6la ciudad real: no se la i n t ~ p t

    1.It

    I

    reproducir sino que se film6 en las propias ciudades, que estaban ocupadas por

    un ejercito

    e x t r a n j e r o ~

    El neorrealismo abrio

    el

    camino a las vanguardias de

    los

    afios sesenta que son un momento de autoconciencia del cine al poner en esce

    na, como diria Bazin) la naruraleza

    o n ~ o l g i c a  

    de la imagen cinematogcifica.

    La ciudad real

    Ie

    confiere autonomia allen guaje del cine. Se trala de una

    ecuacion parad6jica que recorrera estas notas: a mayor subordinacion al

    I

    objelo-ciudad) mayor autonomia dellenguaje cinematogrifico. De modo tal

    ·F que ahi, donde podria sefialarse una paradoja) no la hay dado que se trata

     

    :

     

    "

    de la a ~ t o n o m i a   de un arte referencialista y ana16gico.

    "J

    ~ j ~ 1

    ,ft.

    i

    "il

     

    I

    El

    origen de estc texto

    fue

    un scminario realizado en el Centro dc Estudios de

     

     

    Arquiteemra Comemponl.nea Ct  \c), de la Univcrsidad Torcuato Di Tclla de la

     

    eiudc.\d

    de Buenos Aires, en 1999. En esa oportunidad

    fui

    seeundado

    por

    Santiago

     

    Palaveeino. Inevitable

    y

    afortunadamente, algunas de las ideas exprcsadas en estas

     

     

    notas e ptrteneeen. Estas lineas quierc.n poner de manifiesto d mcreeido reeonoci

     

    . l

    miento,

    no

    solo a su trabajo sino tambien y fundamentalmentc al valor de sus ideas.

    1 De alli

    surgt

    d scntimiento de extranjeria en la propia tierra, que, con otros

    scntidos, se prolonga hast a cl cine actual.

    V ; ~ I  

    'I

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    19

    El

    plano usto

    8

    ,j'

     

    Seguir los cambios

    en

    la representaei6n

      la

    ciudad

    en el

    cineconduce

    inevitablemente a la historizacion de

    la

    representacion einematogrilica en

    ,

    i:

    general y esto

    es asi por

    variosmotivos.

    En

    primerlugar(esta

    es

    la

    hip6tesis

    "

    ;

    basica), porque

    la

    conquista

    de

    laciudad realcoincidecon el

    momento

    de

    ':}j

    al;ltoconcienciadelcinesobre sus propiaspoteneialidadesesteticas.

    Ahora

    bien)

    ,;;

    si estaconcienciasehace evidenlepor primeravezdurante el neorrealismo

    italiano, resultaimprescindible seguirla historia que

     

    rccorre hasta alli)

    ·}fi

    especialmente

    para

    aclararrespectode queotras aproximaciones

    se

    alcanzo

    .'

    '5.

    estapoeticacomo

    m o m e n ~ h - , ; d e c i s i v o .  

    Laextranezaquepuedecausarlahip6-

    tesis enunciada masarriba) en sociedades donde

    se ha

    impuesto

    un modo

    hegem6nico

    de

    representacion(aunque

    en

    rigorhoy

    s610 se

    tratedeversiones

    .

     

    ,

    degradadas del modo c1isico)) fortalece la necesidad de una perspecliva

    :. .

    , l I f

    hist6ricaque pongaa dialogarlasformas dominantesconotrasalternativas

     

    ,r

    que)

    aunque

    muchasvecesprestigiosasdesde

    el

    puntodevistasimbollco,son

    minoritariasen relaci6nal

    consumo

    dirigido por

    la

    ofertadel

    mercado

    de

    cine.

    La ciudad

    0

    al

    menos10

    urbano

    (unaculturalune:spaeio,una tipologia

     

    depersonajes)

    se ~ l l

    hastatalpuntoiriscripto

    en

    laconfiguraci6ndellenguaje

     

    -:;

    delcine

    que

    resulta

    un

    anguloprivilegiadodesdeelcua!recorrersuhistoria.

    Cuando

    laciudad aparece explicitamenteen la panlalla, con los rasgos

    ,)

     ri

    de

    la ciudad moderna

    ydesuarquitectura,

    la

    irrupcion

    es tan

    profusaco-

    :IW

    mo discreta. Es muy evidentey, al mismotiempo,carece del

    earacter

    de

     

    hi

    acontecimientoquesignaalasotrasdtas seanestasliterarias,musicales0 pic-

    iI

    'Ii

    {I

    toricas.

    La

    arquitecturano'es

    citada por

    elcine

    como

    estecita

    ala

    literatura,

    : : : ~

    a

    la

    pintura

    0

    a lamusica.,Esto, equivocay enganosamente,sugiere una

    iertapasividad

    en el r e g i s t ~ o ;  

    sinembargo,es

    ~ e c e s a r i o   eomprender

    como

    diferentespoeticasdelcine

    generan

    sentidos

    en

    tornoacualquierproblema

     M

    de

    representaci6n,incluso

    euando parezca

    investidodeneutralidad.

    Una visitaa

    la

    historia:despue s

    de

    los

    hermanos

    Lumiereydelcineque

     

    hoy

    se

    llama"primitivo")al

    promediar la decada

    delveintedelsiglopasado,

    ya

    habia

    tornadoforma un estadodellenguajedel cine.Algunaspeliculas,

    representativasdeesteticasdiferenles, nosolopresentan nuevasp autasque

     

    .

    corresponden

    adiferentesconcepcionesdelmon.taje)tambien

    e ~ n e n  

    motivos

     

    ,  

    caracteristicosquese repetiran

    can mayor 0 menor

    enfasis en las decadas

    - ; ~

    Historia y

    teoria

    siguientes. Estos motivos caracteristicos (verdaderos

    leit-moliven)

    presentany

    sostienen

    la

    complejayproductivarelacion

    entre e1

    desarrolfodellenguaje

    cinematograficoylasdistintasformasde

    moslrar la

    ciudad.

    En

    TheCrowd King Vidor)1928),fihn

    mudo queya

    parecereclamarelsonido)

    elsistemaconocidocomoM.R.I.(modeloderepresentacioninstitucional),0sea,

    eldelcineclasicodeHollywood,

    ya

    estabaconsolidado)almenosen 10 que

    hace

    a

    la

    articulaci6n

    de la

    imagencinematografica.

    La

    tematica

    ciudadana

    delfilm

    es

    muyevidente,y fue retom adaen filmsposteriores, nosolo

    pO,rqu'e

    Tlte Crowd constituyeuna instanciafundacinal de

    la

    relaci6nentreelcinecla-

    sicoy

    la

    emblemcitica

    ciudad

    deNuevaYork,sinotambienporque,masalia

    de

    su

    repercusion

    en la

    cinematografianorteamericana,ciertosrecursosque

    Vidorutilizaseranadoptadosyproblematizados por elcineeuropeoposterior

    ,

    alneorrcalismo.Sinningunapretensi6ndeexhaustividad,talvezalgunosde

    los

    mas

    significativosseanlossiguientes:

    1. La definicion de perspectivas sobre como la ciudad moderna

    es

    percibida:

    emplazamientos aereos, cenitalesy sobre todo, rascacielosobservadosdesdeabajo.

    Estos pumos de vista (0 de camara) estaranpresentes en

    el

    cine

    de

    Michelangelo

    Antonioni,sobretodo

    en La nocne

    1961).

    2.

    La incorporacion

    de

    elementos que

    son exclusivos del

    espacio definido por

    10

    urbano y

    del

    territorio marcado por

    la:

    urbanizacion.Uno

    de eUos es la

    autopista.

    Este emblemadel

    siglo

    veinte, verdadero

    eje de

    controversiaspolilicasymarca

    dc la

    ciudad ~ o n t c m p o r 3 n e a

    rue

    registradopor VidOl , con unaclaravoluntaddocumental)

    comorasgo

    clave de

    Nueva

    York. Mas

    tarde

    se

    convirti6

    en

    motivocaractcristicoy

    los

    'nuevosautores

    10

    usaron

    de

    maneras

    diversas:

    Godard,

    en

    Dos

    0

    ires

    cosas que se de ella

    (1966), 10

    ponecomocentrode una

    di:'lcusi6n

    entre politicayestetica;Fellini, en elIO

    y medio

    (1963) yAntonioni,

    en La noche

    J

    comodcsencadenante

    de

    conflictos

    afectivos;

    Tarkovski, en ofaris (1972)) c o ~ o   lugar de pasaje a

    10

    fantastico ycomometafora

    delviajeiniciaticoy

    finaJmente',

    otra

    vez

    Fellini, en

    Roma

    (1972),comometifora

    del

    propiodevenirde laciudadmodema.

    3.

    E1

    tema

    de

    lamultitud,

    0 mas

    prtcisamentela

    relaci6n

    entre d individuoy

    la

    multitud/quehabia sido pensado,desde

    el

    relatode

    Poe

    t El

    hombn

    en la muftitlld

     

    como

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    4/13

    20

    21

    l

    plano justo

    uno

    de los temas del imaginario moderno: taclas las pelicutas de Eisenstein;

    Ladrones

    de hicidetas (1948), de

    De

    Sica; ElltuelJO de

    l

    serpiente (1977), de

    Bergman

    y,

    una

    vez mas,

    Rama, de

    Fellini.

    i

    . "

    4.

    Por ultimo, la calle, como esccnario de la multitud,

    que

    Vidor, probablemcnte

    par su espiritu doc.umentalista, mucstra como

    ellugar

    dande las clascs sociales

    y

    sus

    reprcsentames coinciden en

    un

    cuerJlO a cueipo que tiendc a cnmascarar parcialmente

    ,

    sus diferencias. Mas

    tarde,

    la

    calle va a

    ofrecer un repertorio de

    distimas posibilidades

    dramaticas: Sin aliento ( G ~ d a d ,   1959), Scarface (Hawks, 1931), LaJungla

    de

    asfizllo Huston,

    1950). Romu, ciudad ahiertu

    (Roscllini, 1945),

    Los

    cuatrocientos golpes (Truffaut, 1959).

    I i ~ 1

    DOS DIGRESIONES

    :

     

     

    :

    La primera sabre e1 cine sovihico: el montaje de,atracciones sovietico no apo rta

    en este punto demasiadas novedades

    0,

    mas bien, va en ot ra direccion. En la

    Y

    . i

     

    celebre secuencia de las escaleras de Odessa, de

    El acorazado

    PotemJ.ln (1925),

    el

    ,

    espacio ur bano no esta problematizado, como en los ejemplos anteriores, en

    su dimension ontologica,

    es

    decir en tanto problema de representacion de

    10

    real, sino que

    es

    un punto

    de

    partida para

    el

    surgirhiento de la idea a partir

    I

    el choque de imagenes. EI montaje de atracciones tiene, en todo caso,

    el

    interes que supone negar la autonomia objetiva del espacio.

    ': j,

    :

    j ~ · ·

    egunda' digreslon, en terno al expresionismo aleman. A pesar de su

    ;

    imaginario utopico 0 distopico y de una estetica deliberadamen te no realista,

    ;,*

    l

    exprcsionismo entabl0 una pro funda retacion con la ciudad, cuyos efectos

    ,1 1

    :1Jj

    alcanzaron el periodo del policial clasico y

    El

    ciudadano (1941) de Orson

    _

    de la vanguardia, que trabajaron como escenogdfos, un interregno entre

     

    la imaginacion y el disefio

    de

    escenarios que no eran arquitectura per9

    ,," .It

    que se realizaban en el espacio, que eran tridimensionales pero iban a ser

     

    representados sobre una

    pantalla plana. Ademas, vale la pena recordar que la

    trayectoria de Gropius en la Bauhaus

    acompanola

    evolucion y decadencia del

    rill

     

     

    :la:

    Historia y

    teoria

    expresionismo cinematografico: 1919

    es

    el ano de finalizadon de Elgabinete

    del

    Dr.

    Caligari

    Wiene);Noiferatu Murnau)y t doc/or Mabuse Lang) son de 1922

    y,

    a

    partir

    de 1924, can

    El ultimo

    de Murnau comienza la crisis del expresionismo.

    De todos modos, en 10 que se refiere al espacio cinematografico, el

    expresionismo aleman no

    fue

    demasiado significativo, si se'tiene en cuenta

    como se desarrollo esta problem.hica en la evolucion dellenguaje del cine.

    El gabi4te

    del Dr.

    Caligari

    es un buen ejemplo de una estetica 'que rehuye toda

    intencion mimetica. Sin embargo, el cine expresionista no

    es

    tan identico

    a sl mismo. De manera tal que,' si en un extremo esta

    El

    gabinele

    del

    Dr:

    Caligar-i el otro 10 ocupa Murnau, cuyo expresionismo es menos radical.

    EI expresionismo

    de

    Murnau es mas bien una huella dentro

    de

    una acti

    tud realista. Entre Wiene y Murnau, Metropolis (1927)

    de

    Fritz Lang entabl a

    una

    relacion polemica y dialectica en la planificacion del espado urbano.

    Una

    lectura no canonica

    de Metropolis

    podria conducir a topicos que es

    taban- presentes en

    The

    Crowd.

    En

    efecto, las perspectivas aereas y tipicamente

    urbanas del

    film

    de Lang, aSI como las autopistas que atraviesan el espacio

    exterior estan intensificadas hasta la hiperbole

    para

    configurar imagenes

    futuristas'. Estos motivos de la ciudad

    modema,

    mostrados como marcas del

    progreso, sintomas y vehiculos de la modernidad, son exacerbados como

    proyecci6n pesimista del futuro. La extrema urbanizacion define un mapa

    social de extrema segregacion. Metropolis divide verlicalmerl:te el espacio en

    una ciudad superior y una interior; la multitud no funcio'na como potencial

    dialectico sino que, en la ciudad

    s u b t e r r ~ n e

    se arrastra una masa

    de

    obreros-abatidos. Los movimientos

    de

    esa masa estan sumamente estilizados

    y

    tienen

    una

    plasticidad evidentemente producida con deliberacion estetica

    manifiesta en la disposicion de los cuerpos y

    la

    arrrtonica disciplina

    de

    sus

    desplazamientos. Lejos del documental (y a diferencia

    de

    King Vidor), Lang

    tiende

    a

    esteti'cismo. Por otro lado, la calle esta completamente neutralizada, at

    menos hasta la revolucion final. EI topico

    de

    la segregacion espacial se expresa,

    con otras caracteristicas, en

    El

    ultimo

    de Mumau.

    La relacion entre espacios

    lirbanos y clases sociales recibe un t'ratamiento mas tradicional: el portera, que

    trabaja en un hotel de las zonas licas

    de

    la ciudad y

    vive

    en

    los

    suburbios

    pobres, se convierte en

    el

    nexo de los diferentes sectores.

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    5/13

    24

    25

    is oria

    y teoria

    El plano

    justo

    En esta logica, pod ria pensarse el genero policial norteamericano a traves del

    montaje

    5

    • Es sabido que en

    el

    paHcial negro no rteamerica no se

    encuentran

    dos

    tradiciones: el expresionismo aleman

    y

    la tecnica narrativa de Griffith, basada

    precisamente en el

    montaje. 5i

    en NletrJpolis la ciudad era

    un doble espacio

    imaginado, con

    el

    policial norteamericano irrumpe la ciudad real, no

    solo

    porgue

    se intercalen, por montaje, pIanos filmados en exteriores verdaderos

    si no, fundamentalmente, porque en las secuencias filmadas en estudio (que

    ,

    por atfa parte son la base de este tipo de cine) hay una voluntad manifiesta de

    producir la ilusi6n de la ciudad real. 5i se acepta que l nacimiento

    de

    una naciJn

    (Griffith, 1915) deja en evidencia

    por

    primera vez y plenamente el modelo de

    .)

    :

    planificacion clasica, podrin entenderse ciertas cuestiones que se proyectan

    no solo sobre el genera policial sino tambien sobre el cine contemporineo.

    EI

    modelo chisico

    ha

    colonizado la percepci6n de 10 cinematografico y la

     

    industria 10 ha anclado en una demanda de transparencia. Las formas de

    la continuidad raccord), las convenciones respecto de la funci6n semantica

    i

     

    y narrativa del plano pramedio produjeron una textualidad a Ja que se

    acostumbr6 la percepci6n.

    La

    construcci6n del espacio fuera de campo

    mediante

    una

    mirada y el consiguiente plano subjetivo cuyo encuadre

    ·:

    h

    imula adecuarse a 10 perspectiva de esa mirada anterior;

    fa

    especializacion

    ;,

    de .acuerdo con funciones expresivas codificadas

    por

    la fijaci6n del tama.no de

    los pIanos, son recursos gramalicales y sintacticos que tienen como objelivo

    I

    una total.idad facilmente perceptible como organica, donde las partes

    ;j

    entablan relaciones de interdependencia con

    una

    pretensi6n de unidad. Esta

    I

    ·

    concepcion del montaje

    se

    rige

    poruna

    16gicabin aria: sus partes diferenciadas

    'F:

    ':0>

     

     

    5

    Puede entcndersc

    como

    montaje chbico aquel

    en quc

    la acci6n y cl observador

    I

     

    van

    por scparado. Se supone

    que existe

    una aeci6n objetiva, indepcndicntementc de

    que sea rcgistrada u observada. El

    uso

    dcl

    cheat-call

    (falseamicnto, en cl paso de un

     

    plano a otm, de

    las

    posiciones rclativas de personajes u objetos) revela que la historia l

    esra

    por .cneima del espaeio, segUn la perspeetiva del espcctador. Un meeanismo

    paradigmatico del cinc

    clasico,

    cl

    plano/eontraplano, tiendc prceisamente a oeultar

    ;1

    la narraei6n.

    Dice

    David

    Bordwell:

    La narraei6n siempre esta

    en

    otro lugar, fuera

    de ese

    plano pero nunea

    visible

    en

    cl

    siguicnte . Existe, pOl' 10 tanto, un horizontc

     

     

     

    se e'stablecen como polos de oposiciones que afectan tanto al espacio eomo a

    la

    asignaci6n de valores morales y de lugares sodales.

    La ciudad,. en este contexto, es un polo respecto de ese otra espacio que es

    el campo, como los ricas

    10

    son de los pobres y los blancos de los negros. La

    planificaci6n chlsica, que sigue esta 16gica de alternalivas binarias, adjudica

    determinadas dimensiones a determinados acontecimientos seglin una

    gramatica preestablecida: asi, el plano general es para la descripci6n, el

    plano

    medio

    es

    para la narraci6n y

    el

    primer plano

    para

    la afecci6n.

    Como

    consecuencia de esta codificaci6n automatizada, el modele clasico no

    s610

    trabaja sobre

    10

    dado sino que es, precisamente, 10 dado.

    Sin embargo, contempodneamente a la consolidaci6n del sistema clasico

    de represe ntaci6n, el expresionismo prapuso

    una

    escritura filmica alejada de las

    dos concepciones fundamentales del montaje, la de Griffith y la de Eisenstein.

    El montaj e expresionista no busca

    la

    continuidad ni la ilusi6n de transparenci a

    del cine clisico de Holl) Nood, ni tampoco la construcci6n de

    una idea

    a

    traves del choque de imagenes de distinta pracedencia,. distintiva del montaje

    sovietico. Lejos de ambos, en

    el

    cine expresionista cada plano se impone

    como una suerte de acontecimiento y

    se

    manifiestfl principalmente como

    instancia particular en la articulaci6n del conflicto entre la luz y la sombra.

    S610

    una concepci6n equivocada de la idea mas amplia de montaje puede

    atribuir exclusivamente a la estructuracion del plano el conflicto luz/sombra

    del expresio·nismo. Por e contrario, el principio de montaje es evidente: la

    noche vampirica y

    el

    dia burgues en No-iferalu (Murnau

    J

    1922) dialogan en

    una alternancia

    d.e

    intensidades que, lejos de evocar

    una

    totalidad binaria,

    ,

    pone

    en

    cuesti6n las fronteras entre

    10

    humane

    y

    10

    inhumano,

    la

    vida y la

    de expeetativas

    cn

    cl espeetador, cl eual,

    segtin

    se

    vea

    satisfccho 0 no, operara por

    anexi6n 0 exclusion; para, eorrelativamente, constituir una totalidad 0 retacearla.

    Por ejemplo: cl espaeio por exeelencia en el cine

    de

    Hollywood, cl estudio,

    es

    una

    scrie de porcioncs dc espaeio. Organizar en cl Jet un decorado total

    no

    cs

    necesario,

    basta con que en

    el

    montaje se satisfagan las expeetativas del e ~ p e c t a d o r EI eariictcr

    satisfaetorio

    .de

    este plano/contraplano tiene

    como

    panimetro la figul'a humana; a

    ella se subordina el cspaeio, dado que es cl eje

    de

    la narraei6n.

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    6/13

    23

    l plano justo

    2

    Para concIuir esta larga digresion,. vale la pena recordar que Kracauer,

    en su

    libra

    De

    Caligari a Hitler l

    explicar la dimhnica

    de

    las

    c1ases

    sociales

    Jl

    en este 'Periodo del cine alem.an propene una, teJ.lsi6n e n ~ r e   tirania y caDs,

     

    expresados respectivamente

    per

    la narracion y la representacion. EI caos

    se

    introduce

     

    la

    postulacion

    de

    una

    relacion

    imposible entre dos cIases

    ";

    se dales diferenciadas y enfrentadas. Esta cuesti6n, y su puesta en escena

    i:

    u r ~ n no deja de

    preocupar

    al cine

    de

    las dec.adas sigt!.ientes en films como

    '(1

    Rocco

    y

    sus hermanos (Visconti, 1960),

    Mamma

    Roma (Pasolini, 1962) 0 Riff-

    Raff. Loach,

    1990).

    :(1

    CINE CLAsICO:

    :t

    '-'

    ,ii

    POLICIAL Y

    MONTAJE

    J:'

    Para avanzar

    en una

    revision como la qu e se intenta, parece adecuado cernirse

    \

    a los procedimientos, considerados como dispositivos que son tanto vehiculos

    .t

    como sintomas de las transformaciones formales. La relaci6n cine/ciudad se

    centra prioritariamente en el problema espacial, no

    s610

    en 10 que se r e ~ e r e  

    al espacio captado

    y su,s

    particularidades mas 0 meno.s objetivas, sino,.y ante

     

    todo, 'en la espedfica forma de capta rlo].

    Simplificando,   puede decir que el cine es.un a ~ t e   re.alista, que construye

    I,

    una representaci6n a partir de una realidad externa, y que establece una

    relaci6n muchas veces polemica con las visiones naturaliza das del imagin ario

    de sus e s p e c t a d o r ~ s Frente al objeto-ciudad, esta la camara planteando las

    condiciones tecnicas, formales y materiales que, en los grandes cineasta's,

     

    -'1<

    3 Segtin David Bordwell, el cine dc Hollywood, al hacer de la causalidad narrativa

     

    el sistema dominante en la forma total de la peticula, elige subordinar

    el

    ~ s p a c i o

    Resulta evidente que

    el

    cine clisico convicrte

    el

    espacio puramente gnifico de la imagen

    filmica en un vehicul0

    para

    la narr a6on. Esto .puede advertirsc en la tendencia a la

    transparencia del montaje, cuyo principal objetivo es permitir el flujo de la historia

    (DaVid B o r d ~ e l l a narracion en el

    cine

    ~ e f i c e n Paidos, ~ a r c e i o n ~ 1996). '

    '!I

    ;i}

    l l istoria y teo ria

    devienen rasgos expresivos. Asi, la elecd6n de las lentes y la consiguiente

    profundidad

     

    campo que resulta de ella, la altura' de camara, el angulo

    del encuadre,

    el

    tamaiio de los pianos. el tipo de iluminaci6n

    y,

    sobre todo,

    la duracion que tendd. el plano cuando finalmente

    se

    constituya

    en

    unidad

    de montaje , son elementos constitutivos de la imagen cinematografica, sobre

    todo en 10 que respecta a la relati6n entr e el espacio captado y su elaboraci6n

    filmica. De todas estas elecciones precede eI campo cinematogd.fico, 0 sea la

    pordon de espacio finahn ente aba rcada por los limites del rectangul04.

    Sin embargo, 10 espacial es solamente u n ~ parte del problema; si hayalgo

    que

    eI

    cine ag rega a la percepci6n visual es precisamente la duraci6n relativa

    de esa percepd6n

    0,

    10 qu;e

    es 10

    mismo, la acci6n del tiempo. Y esto

    es

    as

    porque los pIanos cinematograficos, mas alla del campo que constituyeri y los

    constituye, son unidades temporales,

    «(cortes

    m6viles de la duraci6n", como

    escribi6 Deleuze: su espacialidad es

    un

    proceso y no un congelamiento. Las

    unidades temporales tienden al desequilibrio y al descentramiento. Incluso, y

    aunque parezca parad6jico, a diferenda de 10 que sucede en la fotografia, en el

    cine la elecci6n de las lentes tiene inevitablemente consecuencias temporales:

    usar un angular 0 un teleobjetivo, a la vez que expande 0 r.estringe la ilusi6n

    de la profundidad de campo, determina en funci6n de ella cuestiones tales

    como la velocidad de los desplazamientos de las figuras, 10 que remite a una

    ecuaci6n espacio-temporal permanentemente redefinida. Deleuze ha dicho

    que e1 montaje es ut operaci6n que recae sobre las imagenes-movimiento

    para desprender de ellas el todo, la idea, es decir, la imagen del tiempoJJ. La

    duracion --y por 10 tanto

    e1

    cambio que ella implica- es Ia cualidad definitona

    de la fis'onomia de la imagen cinematografica.

      £1 espacio en el cine chlsko se definia por ciertos rasgos: encuadres centrados y

    en equilibrio, cierta fromalidad de los personajes (no del angulo de camara) que da la

    idea dc

    que:

    la acci6n se desarrolla para

    el

    espectador y una ilusi6n de profundidad,

    generalmente lograda por la interposici6n de figuras y objetos en varios planos

    simultaneos y no con el prop6sito de configurar una perspectiva academica, que

    aparecia solo muy esponidicamente, sobre todo en los pIanos generales deJohn Ford. En

    los p l a n ~ s   medios, esencialmente narrativos, se precisaban encuadres mas dinamicos.

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    7/13

    ",.1

    1\

    . .

    26

    El plano

    jus

    to

    muerte, la maq uina y

    el

    cuerpo:

    La

    vida no organica de las cosas, una vida

    terrible que ignora la sabiduria y los limites del organismo -escribe Deleuze-,

    tal es

    el

    principio del e x p r e s i o n ~ s m o valido

    para

    la Naturaleza entera, es

    decir para

    el

    espiritu inconsciente perdido en las tinieblas, luz

    ahora

    opaca.

    Desde

    ese

    punto de vista, las sustancias naturales y los productdS artificiales,

    los

    candelabros y los arboles, Ia turbina y

    el

    sol, ya no se diferencian.

    Una

    pared

    que vive es algo que causa espanto, pero lambien los enseres, los

    muebles, las casas y sus tejados inclinados, se estrechan, acechan 0 atrapan.

    Son las sombras de las casas las que persiguen

    at

    que corre

    por

    las calles 6.·La

    ,

    ciudad to ma cualidades

    de

    los sujetos, es mucho

     

    que un fondo, deviene

    activa;

    los

    sujetos, a su vez, son tratados arquitect6nicamente y contribuyen

    a la composici6n como figuras.

    La

    totalidad temporal tiende a la dispersi6n,

    igual que el espacio enmarcado en

    una

    duraci6n que se concentra menos

    en la continuidad que en la actualizaci6n.

    Cada

    corte de montaje supone

    :1;

    una perd ida, la fugacidad del espacio en tanto acontecimiento. Finalmente, la

    ciudad es una imagen que se desvanece en el ciclo luz/tinieblas.

    :

    ·ii

    En el

    policial negro norteamericano se encuentran mas que rastros del

     

    expresionismo y del cine de Griffith, sin que ella comporte una sintesis. El

    genero policial combina rasgos de ambas vertientes, a veces

    para

    afirmarlos,

    otras para rechazarlos, con un t ratamiento a la vez clasico y expresionista del

    ,i

    montaje (por cierto,

    una

    confluencia tensa).

    La

    novedad del genero

    es'

    una

     

     

    vol unta d manifiesta de mostrar la ciudad real

    y

    aunque casi siempre se trate

    de calles reconstruidas en estudio, hay

    una intend6n

    de verosimilitud en

    la

    i·t

    reproducci6n escenognifica de

    dudades

    existentes.

    Una

    paradoja que tal vez no

    10

    sea: a pesar de la intenci6n explicita de

     

    ,.

    situar las tramas en ciudades concretas (Nueva York, Chicago, Los Angeles,

    !1l

    San Francisco), los films policiales nortea merican os, del periodo clasico

    ;

    se caracterizan por su reticencia en el uso de exteriores. Si pensamos la

    ':'z

    representaci6n en terminos de

    10

    que se

    ve

    en la pantaIla, se podria concluir que

    se trata

    de

    un genero que tiene que ver mis bien con los espacios cerrados.

    Ii

    6 Gilles Deleuze,

    La

    i m a g e n ~ m o v i m i e n w

     

    ,ill

    studios sobre

    cine 1,

    Paid6s, Barcelona, 1984.

    ')\1

    S

    ,\'

    His-tof ia

    y

    teo

    ria

    27

    Sin embargo, es. posible intentar otra lectura. La voluntad de situar la historia

    en una ciudad real y

    el

    protagonismo que ciertas peliculas proponen para las

    ciudades

    (Mientras La

    ciudad duerme,

    de

    Lang

    0 Lajungla

    de

    asftlto

    de Huston) in

    sinuan algo diferente: que

    el

    imaginario expresionista

    ha

    confunclidolas fronteras

    entre

    10

    p ~ b l i c o  

    y

    10

    privado

    y por 10

    tanto, la ingenua oposici6n interior 

    exterior ya no funciona del mismo modo. La ciudad es en

    el

    policial tanto l a calle

    como la mansi6n y

    el

    tugurio. Despues de todo,

    el

    tipo de conflicto de

    las

    histo

    rias policiales produce un verdadero cruce de ambiws de poder: millonarios,

    prostitutas, matones, funcionarios, esposas, qiezclan ambas esferas pasando

    de

    una

    a otra en

    el

    ejercicio de la competencia, la violencia

    0

    la dominaci6n.

    Vamos a un ejemplo: la primera secuencia, en realidad plano secuencia, de

    Scarface, de Howard Hawks (que, dicho sea de paso, es de 1931 y la primera

    pelicula sonora de este director) comienza con un plano contrapicado, de

    marcada influencia expresionista, de un farol en

    una

    esquina; un travelling nos

    introduce en un bar, donde se yen los restos de

    una

    fiesta; en la unica mesa

    ocupada,

    un

    poderoso mafioso comenta sus pr6ximos proyectos a unos pocos

    acompaiiantes que pronto

    10

    dejan solo, se retoma

    el travelling

    para acompafiar

    al mafioso hasta la trastienda del bar donde, mientras habla

    por

    telefono,

    es asesinado; todo

    10

    que puede verse es la sombra sobre la pared

    de

    un

    hombre

    que

    ha

    dispa_rado desde

    la

    oscuridad.

    En

    un solo plano la narraci6n

    ha

    recorrido

    un

    fragmento de escenario urbano, un espacio reconocible,

    aunque estetizado

    por

    elligero escorzo del contrapicado, pasando luego, sin

    mis

    transici6n que

    el

    movimiento del

    travelling,

    al interior de un bar, para

    concluir en

    el

    asesinato de un mafioso cuyas consecuencias,

    una

    guerra en

    tre bandas, repercutirin notoriamente en la esfera publica. Sin embargo, a

    pesar del comienzo de Scarfcu;e, la planificaci6n clisica es muy s6lida en

    los

    films policiales del periodo. Aun no es tiempo de rupturas radicales, pero la

    influencia de la vanguardia expresionista y de casos excepcionales como

    l

    ciudadano, contribuyeron a que ciertos postulados del modo de planificaci6n

    clisica fu eran primero tornados y luego cuestionados.

    Por'otra parte, se ha clicho muchas v e c ~ s   que

    el

    cine policial tiende a volver

    ambiguas las valoraciones morales.

    Una

    de

    las

    causas de tal ambigiiedad puede

    buscarse en

    la

    desestabilizaci6n de una concepci6n binar ia de organizaci6n

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    8/13

    29

    . . ... .

    I

    28

    l plano jus

    to

    I'

    I

    ::

    espacial, social y moral. En la medida

    eJ?

    que se afectan las convenciones

    del montaje (como 10 demuestra

    la

    secuencia descripta de Scarface , y

    la

    planificaci6n tiende a no respetar siempre la funci6n semantica atribuida al

    plano promedio, tambien se afectan los presupuestos morales e ideol6gicos

    organizados

    por

    las convencione.s formales clasicas.

    No

    se

    puede pasar

    p·or alto

    que estos cambios son moderados, tfmidos,

    pem

    no por eso menos efectivos.

    Lo

    cierto es

    que

    la ciudad deja de ser un polo frente a aquello diferente que

    es 10 rural; la ciudad ya no es simplemente un espacio que se opone a otro,

    sino un

    escenario que modifica a los sujetos, y

    una

    clave segun

    la

    que

    pueden

    interpre tarse los males socia1cs, pOl ejemplo la corrupcion.

    De hecho, en

    La jungla de a.iftzllo,

    desde

    la

    metafora del titulo, la ciudad es

    un espacio hostil donde la m e ~ l

    c o n f l i ~ t i v a  

    (mezcla imposible e imagina ria:

    jungla y asfalto) define las condiciones en las que domina el vicio. Los

    personajes} mas alia de su voluntad

    °

    de su deseo, deben jugar las reglas que

    la ciudad les impone. En el gangster representado

    par

    Sterling Hayden  

    subsiste la oposici6n

    campo/

    ciudad en terminos

    de pureza/

    contaminacion;

    se

    trata de un campesino que, arruinado por una economia rural en crisis, llega

    a la ciudad, donde fatalmente se corrompe. El film comienza, en decorados

    naturales\ siguiendo a Sterling Hayden

    por

    las calles del suburbia hasta un

    bar donde se esconde antes de ser arrestado. La complicidad del barman} asi

    como

    la

    impotencia policial en

    la

    marginalidad del suburbio (ambos topicos

    caracteristicos del genero), son el p r i m ~ r   indicio de la red de pod eres e intereses

    que

    tienen a la ciudad como condici6n de posibilidad.

    Para terminar con el punto, hay que resaltar la persistencia del principia

    expresionista del montaje en Mientras

    a

    ciudad

    duerme

    (1956) de Lang}

    director que, por supuesto,

    habfa

    estado} en Alemania, entre los grandes del

    expresionismo. En este film, la alternancia del dfa y la noche produce no una

    ciudad diurna y otra nocturna, sino dos ciudades diferemes. Sin embargo,

     

    ,

     i

    .:

     

    ij'jlIi",

    Tf

    7

    Se

    podria objetar que La ungla de asJalto cs contemporanea al r.eorrealismo, pero

    hay que tener en cuenta que

    los

    avances dc las cinematografias europeas

    son

    asimilados

    pOl

    Hollywood

    con

    cierto retraso, de modo que a veees la cronologia

    no

    da cuenta del

    orden

    de

    los prestamos

    formales.

    His}oria y

    leoria

    este princlplQ expresionista de alternancia y diferenciaci6n

    se

    disuelve en

    un momaje claslco que busca

    la

    continuidad y la transparencia, esfumando

    los contrastes tanto como las oposiciones de indole moral en una penumbra

    brumosa

    que parece ser una cualidad vlsual tipica del policial.

    En su representaci6n de 10 urbano, el genera policial construye un espacio

    inquieto e inestable, producto de su partici6n en mundos sociales y morales.

    La ciudad es

    retaceada

    y las calles son aludidas indirectamente (es

    probable

    que, esa elipsis, ese vado vuelva a la ciudad mas significativa), perc siempre

    se subraya el caracter urbano de los conilictos

    y

    aunque el espacio urbano

    no se muestre

    J

    hay un fuera de campo que acompaiia a

    la

    acci6n en un plano

    secunda rio pero insistente donde el sonido es decisivo. Ese sonido ~ i l a d i n o  

    (ruido de transito, sirenas policiales, ambulancias) es una cualificaci6n

    urbana de los conilictos y los espacios. Otro recuno son las ventanas como

    cuadro dentro del cuadro, que provoca tensiones en direcciones diversas, por

    ejemplo hacia

    el

    resto de la ciudad que esta fuera del

    campo

    que las ventanas

    delimitan. En E halc6n maltis (1941),

    deJohn

    Huston, a traves de la ventana

    de la oficina de

    Sam

    Spade, personaje repr:esentado

    por

    Humphrey Bogart,

    se puede ver un pequeno fragmento de San Francisco que, en tanto discreta

    y recortada presencia, funciona como metonimia de la ciudad toda.

    La ventana

    define especularmente a

    la

    propia pantalla}

    dado

    que llama

    la atenci6n sobre la delimitacion que supone

    el

    encuadre e induce

    asf

    al

    espectador a un movimiento parad6jico: pOI un lado,

    10

    vuelve consciente

    del artificio del recorte espacial y temporal en un film y, por el otro, al

    r e d u p l i ~ a r   la sensaci6n de transparencia de la pantalla, enfatiza el caracter

    u t o s o s t ~ n i d o  

    del espacio cinematografico.

    El

    polidal negro, quizas un genera de transici6n entre el cine clasico y el

    cine moderno de fines de los anos cincuenta, se mueve siempre atraido pOI

    fuer-zas

    opuestas

     

    . La ciudad que se ve en la pantal la tambien esta tension9-da

    en direcciones o p ~ e s t a s :   ni absolutamente real ni absolutamente artificial,

    en cierto sentido es una superaci6n del clasicismo de la representaci6n

    H

    Result.a pertincnte recordar que

    los

    prirneros

    films

    dc

    los

    dircctores de la nouvelle vague

    t r b j r o ~ ya

    sea cscilizandolo

    0 parodiandolo, alrededor del genero poJicial.

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    9/13

     

    ,

    i

    ,

    I:

    I

    l plano justo

    30

    j1

    institucional, pem

    tambien

    un antecedente,

    aunquepoco

    enfatizado, de las expe

    riencias futuras. Un plano del film de Lang mue stra esto: un decdrado pintado

    representa una vista

    aerea

    nocturna de Nue va York, reconocible como

    referenda

    '{

    perc   mismo tiempo,

    procesada

    con rasgos expresionistas que eva can a e-

     f

    tropolis

    sabre

    todo

    por

    esa K brillando

    en

    el

    remate de

    un

    edificio

    que no

    existe

     

    en

    laverdaderaNueva

    York.

    Lasombra

    de Kafka

    y

    de

    Kane

    se proyectan

    sabre

    :W

    una

    estetica de la transparencia, cuestionada pero, a fin de

    cuent,as, adoptada.

    LA IRRUPCI6N DE LA

    CIUDAD

    h

     

    a

    historb. de la re:laci6n

    entre

    el cine

    y

    la ciudad tiene

    un punto

    de

    inflexion

    w

    J

    n

    el

    neorrealismo italiano, cuando

    irrumpe

    en la pantalla

    la

    ciudad real.

    @

    Hasta

    entonees, el estudi9 era

    el

    espado privilegiado

    de

    la representaci6n

    ;el

    i

    cinematogdfica; a 1 l i ~  

    0

    bien

    se inventaban ciudades, 0 bien, con artificioso

    J;

    afan de verosimilitud, se reproducian ambitos reales.

    Hasfa   ciudad

    ;

    abierta

    se

    habria produddo un

    gradual acercamiento al espacio

    urbano

     

    movido por

    la

    voluntad de conquista del escenario central de la

    modernidad.

    Su momento

    culminante es ese film de Rossellini.

    I

    cine lleva inscripto en su condici6n

    e s t e t i c ~   el

    ideal de conquista de

    10

     

     

    urbano, no

    s610

    por

    ser

    un

    producto de

    la

    modernidad sino, y sobre todo,

    por sus cualidades fuertemente referenciales y anal6gicas

    9

    • Las

    implicaciones-

    : ,

    ontol6gicas  

    la

    imagen cinematografica suponen casi ,inevitablemente

    una

    impronta

    documental que funciona como rasgo constitutivo y,

    por

    10 mismo,

    la apropiad6n

    de

    Ia

    ciudad contempodnea

    es un momento

    inevitable

    en la

    consolidaci6n de su lenguaje.

    La ecuaci6n

    ciudad reaL-autoconciencia deL

    cine no es una relaci6n causal, pero

    p o s t ~ l a  

    al

    primer

    termino

    como

    condici6n del segundo. Esta afirmaci6n tiene

    algo de temerario en el sentido de

    encontrar una

    teleologia en

    una

    relaci6n

    9

    En

    el caso del film de Rossellini, la conquist a sc produce rcspccto de

    una

    eiudad

    sitiada, 1 que de alguna rnanera 1a convierte en una reconquista .

    Historia

    y

    teo

    ria

    3 I

    que muy

    probablemente

    tenga no poco de contingencia. Sin embargo, tlene

    sus'r'azones. No

    caben

    dudas de que las condiciones materiales

    de

    producci6n

    de Roma ciudad

    abierta fueron excepcionales y de ningtin

    modo

    debe pasarse

     

    alto su rodaje azaroso

    y por

    cierto, heroico. Pero

    el azar

    del rodaje

    produjo un

    hecho

    estetico,

    porque no

    fue sencillamente tolerado

    como azar

    sino

    trabajado

    como condici6n

    incorporada

    a

    la

    forma del film.

    En

    este mismo sentido,

    la

    ecuaci6n ciudad

    reaL-autoconcienc1a. del cine podna

    proponerse

    comO

    perspectiva

    para

    entender algunos movimientos cinematogra

    ficos que emergen alrededor de los

    mos

    sesenta: de la poetica neorrealista

    surgieron, ya como radicalizaci6n,

    ya

    como reaccion, otras poeticas que

    expresaron

    la

    relaci6n con

    la

    ciudad. I neorrealismo desemboca en las

    ,vanguardias

    de

    los anos sesenta, aI'menos

    en la

    medida en que

    una toma

    de

    conciencia

    es

    ante todo un

    punto

    de giro:

    una

    vez afirmado el

    caricter

    de

    huella de la imagen, eso debia conducir a

    otra

    cosa. Como se vera hacia el

    final de estas notas, en los aiios sesenta, las visiones urb anas de algunos cineastas

    son indicativas

    de cam

    bios en la forma en

    que

    el cine se piensa a sl mismo.

    Antes,

    es

    preciso definir como

    es

    vista la ciu,dad en uno de los paradigmas del

    neorrealismo:

    Ladrones de bicicletas de Vittorio De Sica.

    En

    los

    mas

    previos a la segunda guerra mundial, Rama tenia 1.200.000

    habitantes, muchos

    de

    los cuales

    eran

    inmigrantes desocupados

    que

    se

    amontonaban en

    casillas construidas precipitadamente alrededor de

    la

    ciudad.

    I

    fascismo)

    inc6modo

    par

    esta imagen

    que juzgaba

    desagradable,

    se comprometi6 a demoler las casillas y edificar una vivienda digna para

    todos. Algunas

    de

    esas construcciones se erigieron bastante lejos de las zonas

    urbanas' consolidadas,

    donde

    los terrenos

    eran

    mas baratos y

    la

    ubicaci6n

    periferica

    sumaba

    el beneficio secunclario de manlener a los obreros fuera

    del centro

    10.

    Val Melaina

    J

    el lugar

    donde

    comienza

    Ladrones de

    biciclelas esti

    a mas

    de

    ocho kilometros

    de Roma

    y

    en

    1947

    era un

    desierto urbano,

    10 que

    vuelve a

    l a dislanda uno

    de los rasgos centrales de 1a pelicula.

    10 La polarizaci6n social del cine clasico presuponia esta espaeializaei6n. Mas tarde,

    se vera levementc insinuada en

    a n o h ~

    de Antonioni, y [uerternente euestionada en

    Dos o

    tres

    ~ o s a s   que

    se d ella

    de Godard.

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    10/13

    El plano

    justo

    2

    Ricci, e1 protagonista, va lres

    ve,ces

    a Ia ciudad:

    el

    viernes para registrarse en la

    ~ f i c i n a d e empleos; vuelve e1sabado y

    Ie

    roban su bicicleta; el domingo eIintenta

    un robo. En ninguna de ,esas ocasiones pasa

    por

    la

    Roma

    uverdaderamente

    roman't" ni ante ninglin monumento de los que Ie son caracteristicos.

      n d r ~  

    Bazin opina que la espacialidad neorrealisla

    es

    la puesta en escena

    de .la

    r e a l i d a ~  

    m e n t ~ l  

    de

    los personajes: ]a Roma de Ricci

    es

    limitada, Y'no

    obedece precisamente a

    la

    casualidad

    el

    hecho de que en el film abunden

     

    los pIanos

    m e ~ o s  

    y

    los

    primeros pIanos. A Ricci, Roma no Ie

    es

    familiar y

     

    "/

    parece ciego a todo 10 que 10 rodea. El sabado, vestido de uniforme

    l

    , entra

    con mas autoridad en la

     

    oficial,

    el

    barrio de los ministerios y e1 de

    Umbtrlo D (1952), un mundo ruidoso y lleno de autos donde Ricci

    se

    siente

    r.

    perdido y confuso; precisamente

    alli

    Ie roban

    Stl

    bicicleta. Los polidas y los

     

    ladrones son personajes tipicos del cine italiano

    de

    los anos cuarenta; la

    polida

    esta

    en

    todas partes y no se pierde tumulto ni conato de pelea. En la ciudad

    todo

    el

    mundo sabe que la polida

    es i n u ~ l   y los

    unicos que confian en· ella

    son quienes) llegados del campo, desconocen las normas y los rituales de

    la

    ciudad. Ricci se encuentra con un polida cada vez que se siente tenlado de

    cometer una

    infraccion,.

    Larirones

    de

    hiciclelas

    muestra a traves de la vision del

    protagonista como, para un hombre de

    los

    suburbios, el centro de la ciudad

     

    J J

    tiene obstaculos insalvables y como, ahi donde

    el

    robo

    es

    una practica normal,

    H

    una necesidad de los barrios pobres)   embargo los mas pobres no tienen

    ;@

    boto: i ntentan robar a los que viven en el centro de Ia ciudad, pero estos saben

    defender sus bienes.

    Robar

    es una actividad profesional y un aficionado no

     

    puede convertirse en ladro n de la noche a la manana. Cuand o, en la tarde del

    'tot:

    domingo, Ricci

    ve

    una bicicleta apoyada contra una

    pared

    y decide robarla,

    . < ~ I

    es inevitable que termine fracasando. Los personajes del neorrealismo son

    , \ ~ I  

    rebalsados por las circunstancias en las que se hallan inmersos.

    avau.ini ha definido al cine neorrealista como un arte del encuentro.

    Se

    po-

    ,,:,W

    dria adjetivar: encuentros fragmentarios, efimeros, entrecortados, malogrados.

    < i

    I

      En El ultimo

    de

    Murnau, tambicn el uniforme

    de

    portera de hotel era un pa-

    ."!

    Historia

    y

    leoda

    33

    La narracion neorrealista tiende a la dispersion) a centrarse

    menOs

    en la

    funcionalidad narrativa de los acontecimientos que e'n la cualidad intrinseca

    de

    los

    hechos. El rebo de

    la

    bicicleta de Ricci no funci"omi tanto como una

    motivacion de la trama y si como conftucncia casi' fortuita de la situacion

    particular del protagonista con la

    de

    los ladrenes. Resulta evidente que esas

    circunstancias

    se

    encuentran favorecidas por la superpoblacion y 10 azaroso,

    rasgos caracteristicos de hI.

    c ~ u d a d  

    moderna, y que la propia ciudad se

    ha

    convertido en una condicion de posibilidad

    de.

    1a narracion neorrealista.

    El cadcter autonomo de

    los

    hechos induce otra forma de concebir la

    planificacion: no se recurre al momaje analitico del ~ i n e   clasico y el plano

    deja

    de

    ser una unidad de desglose

    para

    subordinarse al acontecimiento,

    10

    que estaria en la base del juicio generalizado que sostiene el caracter

    documental del neorrealismo. Mas alla de su p ~ r t i n e n c i a l

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    11/13

    35

    .:\'

    34

    I

    plano

    justo

    LA

    CIUDAD EN

    EL CINE MODERNO

    Como se sabe, la industrializacion provoca

    una

    suerte de desfasaje entre la

    velocidad de los cambios en la ciudad y el territorio, donde se asie ntan nuevos

    objetos (los ferrocarriles

    1

    las autopistas, las fabricas), y la respuesta de la

    representacion artistica a estos procesos. Se vio gue el neorrealismo tenia

    una

    intenci6n cntica respecto de este espacio transformado

    1

    que pone en escena

    como "paisaje mental" de sus personajes

    1

    cuyo punto de vista

    e t e r m ~ n

    el

    espacio representado. La "realidad

    n

    del neot:realismo resulta de su

    n e g t ~ v

    a disociar espacio y subjetividad. Como afirmo Bazin, la perspectiva critica

    de Rossellini

    (se

    refiere a la trilogia film ada con Ingrid Be rgman) radic a

    basicam.ente en que

    su

    relacion con los personajes y el medio geografico y

    social

    eS

    1

    en segundo grado,

    la

    de su heroina frente a la ciudad. Ahara bien

    1

    si el registro neorrealista nunca

    es

    pasivo, sin embargo lleva

    i ~ p ~ i t

    una

    amenaza de cosificaci6n. Asi las cosas

    1

    el

    cambio pr?ducido

    por

    los cineastas

    de

    las vanguardias de los anos sesenta

    Se

    fundaria en

    el

    trabajo .s,obre

    el

    espacio urbano a traves de la acentuacion de

     

    segundo grade que pone de

    manifiesto la escritura del autor.

    En todos los films de Antonioni, pero sobre todo en la primera media hora

    de

    La nache

    los objetos de la modernidad urbana

    1

    industrial y tecnol6gica

    reciben un ~ r t m i e n t o   que los autonomiza, generandose )In conflictivo

    i

    ·

    1

    dialogo entre elios y la conducta de los personajes, sobre todo el representado

    I

    I por Jeanne Moreau. Desde el punto de vista formal, p e r s p e ~ t i v s   com.o los

    I

    encuadres en escorzo y la vision. abismal de y desde los rascacie1os,

    l

    paisaje

     

    de las autopistas, los embotellamientos de transito, con su ocio imprevisto e

    inc6modo (topicos instalados en l imaginario colectivo), son utilizados par

    primera vez no merament e como registro sino como elementos fundamentales

    <

    de tension dramatica.

     

    En l comienzo de

    a

    nache con un travelling descendente, la camara

    1

    18J.

    emplazada en l interior del edificio Pirelli, muestra su reflejo y l del espacio

    que

    10

    rodea en la ciudad de Milan, donde transcurre todo l film. Ademas de

     

    iij

    la obvia relacion mctonimica edificio-ciudad,

    10

    verdadera mente significativo

    i @

    · F

     ,.

    Historia y teo ria

    es l comienzo desde la altura, un motivo caracteristico del cine moderno.

    Muchos pIanos de la pelicula, fijos 0 en movimiento, comienzan 0 concluyen

    en contrapicados, comunicando, a traves del encuadre, la sensaci6n de

    personajes perdidos en el escenario de la gran ciudad. Como consecuencia

    de estos emplazamientos de camara, los personajes tienen mucho "aire" en

    la

    parte superior del encuadre, y los edificios

    se

    convierten en los verdaderos

    protagonistas del plano. El horizonte as perdido

    s610

    se supera durante la

    larga caminata deJeanne Moreau por los suburbios.

    EI protagonismo de la ciudad tambien es prOducido por ciertos recursos de

    montaje, habituales en Antonioni: la apertura y

    l

    cierre de la mayona de los

    pIanos se demora mas aHa de la entrada

    0

    salida de cuadro de los personajes,

    10

    cual, por un lado, Ie confiere mayor autonomia al plano y por el otro, en

    fatiza la presencia de la ciLidad y pone de manifiesto el segundo grade al que

    ~ t e s   se hizo referencia.

    El comienzo de lacrisis afectivade lap areja sucede durante el embotellamiento

    de transito, que tiene lugar despues de que

    los

    personajes' representados por

    Jeanne Moreau y Marcello Mastroianni hah salido de la clinica donde esti

    internado y moribundo su amigo Tommaso. EI ocio imprevisto;

    los

    tiempos

    muertos y su topica incidencia en la inestabilidad de

    los

    afectos

    1

    temas sobre

    los que se ha hablado tanto mas de

    10

    que se ha escrito a proposito del cine de

    Antonioni

    1

    debenan tambien ser pensados a partir de hip6tesis que venimos

    sugiriendo: la aprehension de la ciudad real potencia las posibilidades de

    autoconciencia del lenguaje del cine 0,

    dicllO

    de otro modo, la ciudad es

    tambien" un punto

    de

    partida del cine

    l2

    EnLa

    noche el peso agobiante de la ciu dad explica algunas conductas de los

    personajes: la despedida vehemente del moribundo Tommaso puede entenderse

    a partir de la distancia propia de las grandes ciudades, como Milan, que aislan

    e impiden el contacto frecuente y estrecho. Esa despcdida puede ser definitiva,

    como finalmente

    10 es.

    Basta los pequefios detalles y gestos presuponen la

    12 Hay tambien un embotellamiento de transito, en la autopista, en el eomienzo de Ocho

    y medio de Fellini. La ruptura de la automatizaeion que impone

    el

    transito ataseado, ese

    tiempo ob,ligadamente

    vado

    no planifieado, deseneadena la evoeacion que eonsrituye

    el nucleo del relata del film. En este easo se trata de un suei'io del protagonista.

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    12/13

    37

    If

    i

    El plano justa

    6

    ciudad como marco que les da significado: la mucama de Giovanni, el

    p e r s ~ m a j e   representado por Mastroianni, muestra una ansiedad, una

    impaciencia por irse a su casa que se explica por una disposicion del e s p ~ c i o  

    pJ

    urbano donde, como se dijo antes, se desplazaron las viviendas de

    los

    sectores

    populares bacia la periferia, obligando a largos trayectos entre los hogares

    obreros y sus lugares de trabajo. En este aspecto, Fellini ofrece una suerte  

    hiperbole, al enfatizar la afirmacion de que los sujetos tambien son ciudad,

    hasta el punto de extremar la subjetivizacion del espacio: hay practicamente

    :'j

     

    tantas ciudades como sujetos. Esta tipica operacion, digamos, felliniana

    tiene diversas consecuencias.

    La

    Roma de Fellini

    (en

    este caso no solo se estiL

    x

    haciendo referencia al film homonimo sino tambien a la ciudad, tal como

    i

    :.p

    aparece en el resto de su obra) se convierte en una unidad cultural que excede

    los limites geogra.ficos e inc1uso los temporales.

    Es,

    entre muchas otras cosas,

    el

    cartel que la anuncia en Rimini, en

    el

    comienzo de Amarcord (1973);

    el

    mito

    vulgarizado de Romulo y Remo; los cabarets;

    el

    circo, incluso

    el

    carnavalesco

    :1

    { )

    circo eclesiastico; el encuentro entre la modernizacion (por ejemplo, la

    ;;'

    con,struccion de subterrineos) y

    los

    vestigios del imperio; Anna Magnani y

    ' -';

    junto a ella el cine, precisamente

    el

    neorrealista: todo

    ha

    pasado a ser ciudad.

    ,(j ,

     

    A partir de este complejo

    mapa

    que pone en cuestion donde comien za y donde

    acaba una ciudad,

    se,

    revela que la

    {mica

    unidad posible

    es

    una multiplicidad

     

    de elementos que tiene sus difusos limites en la subjetividad del cineasta.

    "l

    ;,

    '-

      ,;.

    ;;;t

    ACERCA

    DE

    DOS 0 TRES

    COS S

     

    QUE sf;;

    DE

    ELL

    : ~ I £ i i :

    , I

    ,;,k

    I

    ~ 1 i 1  

    ; t i ~ i

    En Paris, durante

    el

    gobierno de Pompidou, la construccion de autopistas

    i { ~ I

    dividio la

    rive

    droite; los grandes mercados de Les Hanes fueron demolidos;

     

    docenas de calles fueron arrasadas; barrios enteros fueron entregados 'a les

    ':: 1'

    promoteurs y eliminados posteriormente sin dejar rastros. Precisamente en ese

    momento

    se inicia

    Dos

    0

    ires cosas que se de ella, de]ean-Luc

    Godard.

    II'

      :

    El film empieza con un off del propio

    Godard

    donde se critica -mas bien,

    jl

    e acusa- estas informaciones con argumentos similares a los de Marshall

    :iiiil

    Hisloria y leo ria

    Berman en

    Todo

    o solido

    se

    desvanece en el

    aire

    (aunque en el tiempo, la coincidencia

    _

    es

    en sentido inverso, dado que

    el

    libro

    es

    posterior al film).

    Como es

    su

    costumbre, en seguida Godard lleva las cosas mucho mas lejos, proyectando

    la problematica

    urbana

    sobre uno

    de

    sus grandes temas. La reflexion sobre la

    ciudad y la urbanizacion viene en un planteo sobre los lenguajes en general

    (el del cine en particular) y

    su

    relacion con

    el

    pensamiento y sus resultados.

    Asi, Dos 0

    ires

    cosas

    que se de

    ella plantea de una m anera radical 10 que La noche

    habia insinuado:

    el

    cuestionamiento de las condiciones de vida en la sociedad

    industrial esra relacionado con el cuestionamierito del propio n ~ j del cine.

    Ambos problemas

    se

    cruzan cuando

    el

    film cita una frase que Godard

    toma prestada de Heidegger

     

    modificandola levemente

    J

    como suele hacerlo:

    "la lengua

    es

    la casa donde el hombre habita", palabras que la prostituta,

    representada por

    Marina

    Vlady, Ie dice a su hijito. A partir de este momento,

    el film volvera repetidamente sobre esta correspondencia lengua-hogar del

    pensamiento. La tesis sena la siguiente: las estructuras dellenguaje constituyen

    a las del pensamiento e inciden en productos de las practicas, incluida la

    I,

    configuracion del espacio. La prostituta 10 plantea en terminos de "sistemas de

    i

    comunicacion": si en la ciudad futura intervienen sistemas como la ~ l v i s i o n

    i

    : '

    su sintaxis y vocabulario no produciran sino un espacio deshumanizado.

    Par

    eso concluye: HNecesitamos un nuevo tipo de lengua". De esta forma, Godard,

    a traves del personaje de la prostituta, plantea la interrelacion de los discursos,

    una utopia (0 distopia) de correspondencia entre todos los sistemas de

    sig-

    nos que saturan la modernidad

    y'que

    10

    preocupan desde

    Alphauille

    (1965),

    En

    Dos

    0

    ires

    cosas

    que se de

    ella, la ciudad

    es

    un lugar de ,cruce de sistemas

    semiologicos que, en

    lao

    utopia de la nueva lengua, deberia hace r posible

    el

    establecimiento de una totalidad. Sobre el discurso del arte recaen, indirecta

    pero intensament e, dos tareas. La primera, la mas visible y relacionada con

     

    film,

    es

    de indole moral: organizar

    su

    propio lenguaje, de

    manera

    tal que

    logre

    dar

    cuenta polemica y poeticamente de la realidad ciudadana; esto

    obliga a una

    cntica

    dellenguaje, en tanto

    es

    un producto,

    el

    mismo, de la

    industrializacion,

    0

    sea, un medio tambien altamente tecnologizado. La

    segunda, en cambio,

    es

    decididamente utopica y esta apenas sugerida: la

    posibilidad de que el arte sea esa lengua universal.

    ,

    La denuncia politica redobla, paso a paso, los argumentos esteticos.

    EI

    film

  • 8/9/2019 Filipelli Rafael La Ciudad y El Cine

    13/13

      I

    11

    38

    l

    plano justo

    \1

    acusa al discurso progresista de impostura, de velo respecto de las

    intendanes

    discriminatonas de los gobiernos

    J

    cuya idea sabre el progreso

    es

    un puro

    maquillaje

    y

    cuyos proyectos urbanos acorralan a las clases dominadas

    y

    pretenden regular los conftictos inevitables del capitalismo.

    Una

    vez

    mis,

    la

    prostituta

    se

    inscribe simultaneamente como voz que denuncia

    y

    como

    cuerpa

    que encarna esa denuncia metaf6ricamente. Ella relaciona

    el

    usa femenino

    del

    maquillaje con la

    retorica de

    los gobiernos

    que disfrazan la indecencia

    r

    ),1;

    de decencia . Se la

    ve

    arreglindose, eligiendo ropa, mientras la ciudad se

    maquilla de progreso y recluye a los pobres en la perifer ia.

    Se dijo antes que Marina Vlady representaba a

    una

    prostituta. En la historia

    del cine) la prostituci6n fue

    un

    t6pico que habilito

    una

    visi6n de los suburbios

    (desde los films de :M.izoguchi hasta

    el

    paseo de Marcello Mastroianni, Anouk

    I

    Aimee y

    una

    prostituta por

    los

    suburbios de Roma, en

    a

    dolce

    vita .

    Siguiendo

    el

    deambular de estas mujeres

    l

    el cine planteo de

    un

    modo radical

    101

    diferencia

    entre el centro y los suburbios. En Godard, sin embargo (al menos desde Vivir

    su

    vida , la funci6n

    es

    distinta, subversiva en

    su

    critica total de un sistema

    ,I'

     

    1

    .

    J

    :,

    :1,

    econ6mico,

    un

    sistema de poder, unacivilizaci6n,

    una

    cultura. Asi] el maquillaje

    '

    remite al conflicto entre las apariencias y las relaciones reales (lema marxista

    )

    y cenlral a la

    obra

    de

    Godard

    durante los anos sesenta):

    el

    cuerpo de

    Marina

    Vlady como prostituta desestabiliza

     

    las oposiciones binarias de 101 imagen

    accion, otorgandoles

    el

    caracter indiscernible propio de la· imagen-tiempo.

    Un

    ejemplo: casi

    l

    comienzo del

    film,

    dosplanos consecutivos e identicos de la

    actriz son acompanados

    por

    a susurrante voz en

    o fJ

    de Godard, en contrapunto

    con la voz de

    la

    actriz. El primero de los pIanos presenta a 101 protagonista como

    J

    I

     '·

    )

    \

    { ~ ~

    't,1

    Marina

    Vlady, actriz de ascendencia rusa. El segundo, como

    Janine

    Janson,

    joven prostituta de Pans. El contraste, lejos de afirmarse,

    se

    relativiza, en la

    medida en que se

    os

    advierte 101 manipulacion. Consecuentemente, du rante

     

    'm

    ,,:\

    i ~ i l  

    todo

    el

    resto del film, esa mujer sera ambos sujetos

    y, por 10

    mismo, ninguno.

    Oscilando,

    por

    decirlo de algtin modo, entre

    10

    documental y

    101

    accion

    ,

    el

     

     

    deambular de ese cuerpo desdibujara., volvera ambiguas, todas las oposiciones

    simplistas, dado que

    ha

    dejado de dependerde

    una

    concepcion

    i ~ r i

    del mundo

    y de la convenci6n de

    101

    representacion que Godard

    ha

    puesto en cuesLi6n.

    I

    omo

    se

    ha tratado de mostrar, la relaci6n del cine can 101 ciudad excede 101

     

    ~ j ~ i  

    Historia y teoria

    39

    simple captaci6n de un objeto

    por

    parte de un dispositivo. 5i ya

    el

    neorrealismo

    tenia conciencia de ello, las expenencias de Antonioni, Fellini, Godard, (entre

    otros que en estas notas no

    han

    sido mend.onados) muestran que

    101

    relacion

    es

    muy comple ja y nunc a unidireccional. Gilles Deleuze dice, sobre este momento

    clave en el desarrollo dellenguaje del cine, que 101 distinci6n entre 10 objetivo

    y

    10

    subjetivo

    ha

    dejado de ser pertinente: Es un saber que falta y ni siquiera

    cabe reclamarlo . 5i bien

    es

    posible colocar a Godard y Antonioni

    dellado

    de

    una

    forma de objeLivismo critico y a Fellini

    dellado

    de un subjetivismo mas

    empatico

    ,

    10

    crucial en los

    films

    mencionados

    es el

    camino intermedio que

    recorren imagenes y sonidos entre esos polos que ya no se oponen nitidamente:

    La mas

    subjetivo (...)

    es

    perfectamente objetivo

    ,

    pues crea

    10

    real

    por

    la fuerza

    de

    101 descripcion visual. E, inversamente

    10 mas

    objetivo,

    el

    o j e t i v i ~ m o   cntico

    de Godard,

    era ya

    completamente subjeLivo, pues sustituia el objeto real

    por 101

    descripci6n visual, hacicndola

    entrar 'en

    el interior' de la persona 0

    del objeto.

    De un

    lado y del otro, la descripci6n tiende hacia

    un

    punto de

    indiscernibilidad de

    10

    real y fo imaginario 13.

    Asi, el cine, llega a la ciudad

    para

    redibujarla, apropianclosela, desde que

    algunos grandes cineastas

    se

    acercaron a ella como problema de representaci6n

    formal y como espacio central del imaginario moderno.

    La

    reinvenci6n de

    ciudades

    porparte

    delcineyla

    manera

    enque afectannuestrapercepcionhallan

    su metafora en

    101

    cxperienciade WimWenders,quien,buscando

    una

    ciudad,

    se encontr6

    can

    que

    su verd aderameta era la vision que Ozu tenia sobre Tokio.

    AI

    filmar

    can

    la misma 1ente y

    101

    misma altura de camara

    que.

    usaba

    su

    maestro

    japones; Wenders consuma en

    Tokio-Ga

    (1985)

    una

    mirada sobre

    una

    mirada

    sobre UIia ciudad, quizas, una mirada sobre el propio arte cinematografico.

    2002

    13

    Deleuze,

    Gilles, a

    imagen-tiempo. EstudioJ Jobre

    cine

    2, Barcelona,

    Paidos,

    1987.

     

    ~ ~ ¥ t