Filósofos para una nueva democracia

download Filósofos para una nueva democracia

of 2

Transcript of Filósofos para una nueva democracia

  • 8/4/2019 Filsofos para una nueva democracia

    1/2

    Culturas Responsable de la seccin: Peio H. Riao p [email protected] JUEVES, 20 DE ENERO DE 201136

    WWW.PUBLICO.ES

    Culturas

    Tiene algn sentido hoyen da considerarse demcra-ta? La editorial francesa La Fa-brique decidi plantear esapregunta a ocho filsofos euro-

    peos y norteamericanos, dan-do por supuesto que la demo-cracia era una de esas palabras(una realidad, por tanto) quegoza hoy de un amplio con-senso, al menos en Occidente.El resultado es un libro, recintraducido al espaol bajo el t-tuloDemocracia en suspenso(Casus Belli), que desmienteradicalmente ese presupues-to: no slo prueba que no es-t claro qu es eso que llama-mos democracia, sino quesus mejores pginas aclarantambin que ese desacuerdo,precisamente, es lo ms demo-crtico que hay. No creo queexista consenso alguno, salvo

    el que pasa por dividir la no-cin misma, responde el fran-cs Jacques Rancire.

    El mismo Rancire ya publi-c hace cinco aos un libro,Elodio a la democracia (Amorror-tu), para sealar que buenaparte del discurso dominan-te, al contrario de lo que ocu-rra antes de la cada del murode Berln, donde haba clara-mente democracia por un la-do y totalitarismo por el otro,desconfa ahora de la mismademocracia de la que se recla-ma. Para muchos intelectua-les, en todo el arco poltico,desde la derecha hasta la ex-trema izquierda, insiste Ran-

    cire ahora, la democracia esslo el reino del individuo for-mateado como consumidor.

    Una palabra y dos cosas

    Democracia en suspenso sir-ve para enfocar (para sospe-char!) mejor algunos debatesactuales: de la ConstitucinEuropea a las relaciones entrelas democracias occidentales yel capitalismo chino. Pero ade-ms recuerda que esa costum-bre de desacreditar a una delas partes del conflicto acusn-dola de populista, cuando nodirectamente de delincuente,y de no atender a la razn y ala ley, sino a la ilimitada satis-

    faccin de sus deseos (os sue-na, internautas?), es un repro-che tan viejo como la demo-cracia misma. Tan viejo comoPlatn, al menos, que el tam-bin francs Alain Badiou repi-te aqu: El sujeto democrticose constituye nicamente enrelacin con el goce, escribe.Por qu, sin embargo, esos re-proches se hacen a su vez ennombre de la democracia?

    Quienes hoy debaten acer-ca de la democracia designancosas distintas con esa pala-bra, apunta el filsofo italia-no Giorgio Agamben, en unbreve texto que sirve de intro-duccin al volumen. Democra-

    cia, desde su origen atenien-se, designa tanto una tcnicade gobierno como una for-ma de constitucin del Esta-

    3

    BRAULIO GARCA JANMADRID

    do, de ah que cada vez que seplantea un debate de fondo elmalentendido parezca inevita-ble. Porque cada vez ms el Es-

    tado, y sus portavoces guber-namentales, slo aceptan ladiscusin respecto del funcio-namiento y ejercicio del poder,no de su constitucin. La sobe-rana popular, que en sus or-genes atenienses se presenta-ba directa y permanentemen-te, se representa ahora travsde las urnas, cada cuatro aos.

    Constitucin sin pueblo

    Uno de los ejemplos de esemalentendido que mejor abor-dan algunos de los autores esel del Tratado de Lisboa de2007, que sirvi para reformu-lar la Constitucin Europea re-chazada por franceses y holan-

    deses dos aos antes. El nue-vo Tratado cambi para seguirsiendo lo mismo, pero luegoya slo fue sometido a refern-dum en Irlanda. Los instru-mentos son exactamente losmismos. El orden es la nicavariacin introducida en esacaja de herramientas, decla-r por entonces uno de sus ar-tfices, el ex presidente francsValry Giscard dEstaing.

    An as, el referndum tu-vo que repetirse, porque los ir-landeses tuvieron la ocurren-cia (tan poco democrtica!)de rechazarlo. Los irlandesesse lo deben todo a Europa, y noson conscientes de ello, advir-

    ti por entonces Daniel Cohn-Bendit, verde y europesta. Losirlandeses, que ahora deben aEuropa, adems de todo, unprstamo bancario de 80.000millones de euros, lo entendie-rona la segunda. Y gan el s.

    La Constitucin europea novolvi a someterse a refern-dum. Existe, por tanto, unagran desconfianza que afectaincluso a esa misma votacin,pese a que ella forme parte dela definicin oficial de la de-mocracia, explica Rancire,que es el nico que no respon-de a la pregunta de La Fabriquepor escrito, sino entrevistadopersonalmente por el editor y

    escritor Eric Hazan. Y aade:Hemos asistido asimismo alresurgir de los viejos discur-sos, hemos visto cmo Cohn-

    Hay un dominiodel gobierno y laeconoma sobre lasoberana popular

    El poder delpueblo es slo elreino del individuoconsumidor?

    China muestra queel capitalismo nonecesita para nadala democracia

    Ocho pensadores occidentales reflexionan sobre el arrinconamientode la soberana popular en los regmenes parlamentarios actuales

    Giorgio Agamben Italia, 1942 Alain Badiou Francia, 1937

    Wendy Brown Estados Unidos, 1955Daniel Bensad Francia, (1946- 2010)

    Kristin Ross Estados Unidos, 1953 Slavoj iek Eslovenia, 1949

    Jacques Rancire Francia, 1940Jean-Luc Nancy Francia, 1940

    Filsofos parauna nueva

    democracia

  • 8/4/2019 Filsofos para una nueva democracia

    2/2

    www.publico.es

    ctpblicoJueves, 20 de enero de 2011 37

    Bendit, en primera lnea, decaque fue la democracia quienaup a Hitler, etc....

    An as, Kristin Ross, una delas dos lsofas estadouniden-ses reunidas, extrae conclusio-nes positivas del proceso: Si

    los votantes deciden tomarseen serio un rito anticuado enuna poca en que ya nadie lohace, como Giscard se encargde dejar claro, incluso la propiaconcurrencia a las urnas pue-de convertirse, como en estecaso, en un ejemplo de demo-cracia fugitiva: la que expresalas potencialidades polticasde la gente corriente, escribe.Wendy Brown, la otra ameri-cana, subraya ms bien quela eleccin entre un partido uotro ha acabado siendo lo mis-mo que comprar una marca ola de la competencia.

    Para Agamben, el que yanadie repare en ese doble sen-

    tido de la democracia, deri-va en el dominio aplastantedel gobierno y de la economasobre una soberana popularprogresivamente vaciada desentido, al que asistimos hoy.Daniel Bensad, fallecido aho-ra hace un ao en Pars, iden-tifica el descarrilamiento deesa confusin con los aos quesiguieron a la cada del murode Berln. Un ataque en to-da regla lanzado contra las so-lidaridades y los derechos so-ciales, unido a una ofensivade privatizacin del mundosin precedentes, redujeron co-mo una piel de zapa el espaciopblico, explica. Lo cual con-

    rmaba el temor que ya Han-nah Arendt, segn Bensad, sehaba adelantado a expresar:Que la poltica misma, en tan-to que pluralismo conictivo,quedara completamente bo-rrada de la faz de la tierra enbenecio de una prosaica ges-tin de las cosas y los seres.

    catam hn

    El vnculo entre democracia ycapitalismo es otro de los vec-tores que articulan estas re-flexiones, y que a su manerainterrogan tambin esa dua-lidad entre la administracinde las cosas (la economa) y ladiscusin comn (la poltica).

    Slavoj iek se pregunta si elejemplo chino no desmientela idea liberal de que el desa-rrollo capitalista provoca ne-cesariamente el despegue de-mocrtico. Y lanza la hipte-sis, parafraseando a Trosky, deque quiz lo que estemos vien-do es que la viciosa combina-cin del ltigo asitico con elmercado burstil se est mos-trando ms ecaz que nuestrocapitalismo liberal.

    Qu sucedera si dichacombinacin viniera a sea-lar que la democracia, segn laentendemos los occidentales,ha dejado ya de ser la condi-cin y el motivo de desarrollo

    econmico para convertirseen su obstculo?, se cuestio-na el lsofo esloveno. C-mo negocias duro con tu ban-

    quero?, se preguntaba la se-cretaria de Estado norteame-ricana, Hillary Clinton, en uncable de Wikileaks,hablan-do de las relaciones de su pascon la dictadura China.

    iek y Badiou son quie-

    nes mejor representan, deentre los autores reunidospor Hazan, esa desconfian-za de cierta izquierda ha-cia la democracia. De he-cho, ambos defienden quela nica verdadera democra-cia, concebida como la facul-tad de los pueblos de gober-narse a s mismos, sera el(verdadero) comunismo. Ycomparten adems una des-cripcin del porqu las ma-sas siguen sin decidirse a darel paso al frente: porque nolo saben.

    El hombre democrticono vive sino en el presente,no admite ms ley que la del

    deseo que le pasa por la cabe-za, escribe Badiou, parafra-seando a Platn. Se precisaun lder para desencadenarel entusiasmo por una cau-sa, arma iek. En mediode ambos, Rancire ironizarespecto de este tipo de plan-teamientos, aunque al pasodel ejemplo italiano: Fjeseen la cantidad de estrategaspolticos que hay en Italia, yqu? Quien est gobernandoes Berlusconi.

    Mna d a htra

    Rancire tiene otra visin deen qu consiste el movimien-to obrero y sus conquistas, a

    partir de su buceo en los ar-chivos del siglo XIX: Nuncahe dejado de luchar contra laidea de necesidad histrica.[...] Lo que llamamos histo-ria es algo tramado por unaspersonas que construyen unatemporalidad a partir de supropia vida, de su propia ex-periencia, dice. La historia,con maysculas, no hace nidice nada.

    De ah tambin que la pa-labra democracia signifi-que cosas distintas en fun-cin de su contexto: Para elintelectual medio francs,signica el reino del clientede supermercado hundido

    en su silln, denuncia Ran-cire, pero en Corea del Sur,donde hace 20 aos existauna dictadura, la democra-cia se traduce en una seriede formas espectaculares deocupacin de la calle por lagente, recuerda.

    El poder del demos no esel poder de la poblacin ni elde su mayora, es ms bienel poder de cualquiera, sos-tiene Kristin Ross. Y ese esel sentido ms iluminadorque rescatan aqu Nancy oRancire: La democracia,entendida como el poder delpueblo, como el poder deaquellos que no tienen nin-

    guna cualicacin particularpara ejercerlo, es la base mis-ma sobre la que se asienta lapoltica.D

    www.publico.es

    Rpa a : p H. Rap tra@.

    El malentendidoD q haam and

    haam d dmraa?

    una xamn mnmamnt

    atnt d ta rgnta

    mtra q qn datn

    hy ara d a dmraa

    dgnan a dtnta n

    a aara: n dgnan

    na rma d nttn d

    etad, n na tna d

    grn. pr tant, tr-

    mn dgna tant a rma

    d gtman d dr

    m a mdadad d

    jr.

    GioRGio AGAmben.

    Odiosa

    palabra?N aanzarm vrdad

    agna n mnd n q

    vvm n djam a n

    ad a aara dmraa,

    amnd rg d n r

    dmrata y xnndn

    n nna a gr

    d r ma vt r td

    mnd.

    AlAin bAdiou

    Concepto vacopd q a ata a-

    rdad d a dmraa n a

    n rtad d a nd-

    trmnan, n a va-

    dad, d ntd y r-ta: m barak oama,

    n gnfant va n

    q ada n d ntr

    dm dar ada a n-

    tr y ranza. o

    qz atam, mz

    d a dmraa mdrna y

    nd d am m r-

    t y att, ha ngd

    fnamnt rdr a dm-

    raa a na mra mara,

    tma vrn d thm

    d a mrana q ara

    a magn d rdt d

    ntnd.

    Wendy bRoWn

    El escndaloen q ntd a drq a dmraa -

    >

    >

    >

    da rtar andaa?

    pramnt n ntd d

    q, ara rvvr, d -

    gar ada vz m j, tran-

    grdr rmanntmnt

    rma nttda, zarandar

    hrznt d nvra,

    mtr a gadad a a r-

    a d a rtad.

    AlAin bensAd

    Ciudadanosla dmraa rmv

    y rmt a rtad d a

    ttadad d r hman n

    a gadad d td r

    hman. en t ntd, a

    dmraa mdrna ma

    a hmr, d rma ata,

    ntga, y n a -

    dadan.

    JeAn-luc nAncy

    Igualdadla dmraa na

    nn rta: na a

    d gadad q naja d-

    mnt, jtva y j-

    tvamnt, n r d a

    dmnan.

    JAcques RAnciRe

    Demose dr d dm n

    dr d a an n

    d mayra, m n

    dr d aqra. Td mnd tn mm

    drh a grnar q a r

    grnad.

    KRistin Ross

    Estado deemergencia?la dmraa qda -

    vrtda m nna

    d trn d rma ara-

    mntara, ya q ta n

    ma na rdn d a

    ama mayra a na nd-

    n ava, n tamn a

    amnt d rvg

    d dr jtv m

    nna d a mrant

    ga d tad d mr-gna.

    slAvoJ ZiZeK

    >

    >

    >

    >

    >

    citAs

    un nvnt grg qg dand mh q haar

    La venta dedispositivos nolanza al ebook

    Las ventas de dispositi-vos de lectura y de libros elec-trnicos no caminan juntas enEspaa. As lo demuestran losdatos aportados por el GrupoGfk, especializado en el anli-sis de mercados, con respecto alas compras de las pasadas na-vidades. Si bien el comercio deereaders y tabletas aumentun 200% con respecto a 2009,con 153.000 unidades vendi-das, la venta de ebook apenasse increment un 9,5%.

    La conclusin de estas ci-

    fras es que el usuario comprael dispositivo de lectura, perono tanto sus contenidos. El es-tudio de Gfk, realizado a par-tir de los datos ofrecidos por1.100 libreras, tambin reve-la que los ttulos en formatoebook ms vendidos las pa-sadas fiestas fueron La cadade los gigantes, de Ken Follett,yRia de gatos, de EduardoMendoza. Los mismos librosque en formato en papel. Sinembargo, a pesar de que el es-tudio no da las cifras concretasde ventas de los ebooks, DavidPemn, responsable del Panelde Libros electrnicos de Gfk,reconoce que este formato se

    ha vendido muy poco. No sehan cumplido las expectati-vas, aunque tampoco es unadecepcin total ya que segn

    3

    paula corroto

    madrid

    Los ereaders aumentansus ventas un 200%,pero el libro electrnico

    slo sube un 9,5%

    En Navidad se vendieron 153.000 dispositivos. J. PuJol

    haba ido el ao, se espera-ban estos datos.

    Para este grupo de an-lisis, la buena noticia de es-tos resultados es que por n

    ha estallado la venta de losdispositivos, que haca falta.Estas navidades, el ereaderha sido un regalo y ahora ve-remos si el usuario compraebooks, los piratea o no loutiliza. Las prximas sema-nas van a ser cruciales para eldesarrollo del libro electrni-co, arma Pemn.

    edtra ata

    Para ello habr que estaratento tambin al compor-tamiento de las editoriales.Hasta la fecha, proyectos co-mo la distribuidora Libran-da, no han funcionado comose pretenda, debido en gran

    parte a que, como seala Pe-mn, los sellos se han mos-trado muy cautelosos. Latendencia, segn este analis-ta, es que el desarrollo del li-bro digital siga siendo lento.La prxima Feria del Librode Madrid todava no ser ladel ebook, sostiene.

    El estudio de Gfk tambinofreci ayer los datos de lasventas de libros en papel.Con respecto a las navidadesde 2009, en 2010 las ventascayeron un 3,5%, de los cua-les un 6% pertenece a los li-bros de ficcin. Pemn, sinembargo, deende al sector:Ha aguantado el tipo. El pro-

    blema es que este ao no hahabido ni un Stieg Larssonni una Stephenie Meyer, quefueron un boom.D

    e vt n aratrt

    d a dmraa, r td

    n Atna, rrda Martn

    Mg R, atdrt d

    bahrat d latn y atrd na t dtra r

    rgn d a dmraa

    drgda r Agtn Gara

    cav. la dmraa rada

    n na gadad rada ant a

    y. Y manm t ra

    rt, xa. Td

    mmr d tda a ntt-

    n n Atna (av a d

    Atna y rt d dr

    gardan, t , j

    d jrt), nd d a

    magtratra, ran gd r

    rt y rtaan. l vnd-

    dr d ahha, r tant,tamn drgan a Aama

    d a dad, q

    rna a td atnn

    varn. e tma taa

    mha rta, rrda R,

    r hh q Atna,

    nvrtda n na dmraa

    n a 507 a.., g a r a

    m dra d eg.