FIN DEL ÁRBOL GENEALÓGICOLuiz Fernando Veríssimo

–¡Mamá, me voy a casar!–¿En serio, hijo? ¡Estoy tan feliz! ¿Quién es la chica?–No es una chica. Me voy a casar con un chico. Se llama Murilo.–¿Dijiste Murilo… o fue mi cerebro que sufrió un pequeño brote psicótico?–Dije Murilo. ¿Por qué, mamá? ¿Te pasa algo?–No, nada. Solo mi vista que se me empañó. Y mi corazón, que tal vez pare. Por lo demás, está todo óptimo.–Si tenés algún problema en relación con esto, mejor que me lo digas ahora…–¿Problema? Ningún problema. Solo pensé que algún día iba a tener una nuera… O eso.–Vas a tener una nuera. Solo que una nuera… medio macho.–O un yerno medio hembra. Resumiendo: una nuera casi macho, tendiendo a un yerno casi hembra… ¿Y cuándo voy a conocer a este… a esta… a Murilo? –Podés llamarlo Biscocho. Es su apodo.-¡Perfecto! Biscocho… Ya simpaticé con él… Alguien con ese sobrenombre debe ser una persona piola. ¿Cuando va a venir Biscocho?–¿Por qué?–Por nada. Solo para poder hacer que tu padre se desmaye con antelación.–¿Te parece que papá no va a aceptar?–¡Claro que va a aceptar! Lógico que sí. Lo que no sé es si va a sobrevivir… Pero eso también es lo de menos. Se muere sabiendo que encontraste a tu media naranja. Y mirá qué espectáculo: las dos mitades con bigotes.–Mamá, qué estupidez… Hoy en día… Prácticamente todos mis amigos son gays.–Solo espero que haya sobrado alguno que no lo sea… para poder presentárselo a tu hermana.–Bel ya está de novia.–¿Bel? ¿De novia? No me dijo nada… ¿Quién es?–Una tal Veruska.–¿Cómo?–Veruska…–¡Ah! ¡Ok! ¡Qué susto! Pensé que habías dicho Veruska.–¡Mamá!–Está…, está…, todo bien… Si ustedes son felices… Lo único que me apena es que no voy a tener un nieto…–¿Por qué no? Biscocho y yo queremos dos hijos. Yo voy a donar los espermatozoides. Y la ex novia de Biscocho va a donar los óvulos.¿Ex novia? ¿Biscocho tiene ex novia?–Cuando él era hétero… Veruska.–¿Qué Veruska?–La novia de Bel…–Pará un poco. La ex novia de tu actual novio… es la actual novia de tu hermana. Que también es mi hija… Que se llama Bel. ¿Es eso? Porque me perdí un poco…–Es así. Entonces… Veruska donó los óvulos. Y nosotros vamos a alquilar un útero…–¿De quién?–De Bel.–¡Pero, ¿justo de Bel?! Quiere decir entonces… que Bel va a generar un hijo tuyo y de Biscocho. Con tu espermatozoide y con el óvulo de la novia de ella, que es Veruska.–Eso.

–Ese niño, en cierto modo va a ser tu hijo, hijo de Biscocho, hijo de Veruska, e hijo de Bel.–Más o menos…–El niño va a tener dos madres: vos y Biscocho. Y dos padres: Veruska y Bel.–Por ahí…–Por otro lado, Bel…, además de madre, es tía… o tío… porque es tu hermana.–Exacto. Y el año que viene vamos a tener un segundo hijo. Solo que entonces Biscocho es quien entrará con el espermatozoide. Que esa vez va a ser implantado en el vientre de Veruska… Con el óvulo de Bel. Solo vamos a cambiar.–Solo cambiar, ¿eh? Ahora el óvulo va a ser de Bel. El vientre de Veruska.–¡Exacto!–¡Ahora entendí! Ahora realmente entendí…–¿Qué entendiste?–¡Entendí que es un tipo de swing de los tiempos modernos!–¡¿Qué swing, mamá?!...–¡Swing, sí! Un cambio de parejas… Con los óvulos y los espermatozoides un momento en el útero de una y otro en el útero de otra…–Pero…–¡“Pero”, las pelotas! ¡Esto es un bacanal de última generación! Y lo peor de todo… con incesto en el medio…–Bel y Veruska apenas van a ayudar en la concepción de nuestro hijo, nada más…–¡Claro! Y cuando ellas quieran tener hijos…–Nosotros ayudamos.–¿Sabés qué? Al fin de cuentas ya no entendí nada. No entendí quién va a ser madre de quién, quién va a ser padre de quién, de quién va a ser el útero, el espermatozoide… Lo único que entendí es que…–¿Qué?–Hacer un árbol genealógico de aquí en más va a ser de la hostia.