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  • 1Diagnstico, anlisis y propuestas

  • Sobre Central Ciudadano y Consumidor

    VisinOrganizacin sin fines de lucro que busca incidir en la ampliacin y fortalecimiento de las libertades, derechos fundamentales, cultura de la legalidad, transparencia y educacin de los ciudadanos y consumidores, para que participen con mayor eficacia en el desarrollo y evaluacin de sus instituciones.

    MisinFomentar la construccin de ciudadana y fortalec-imiento de los consumidores, mediante el impulso de la responsabilidad individual, participacin ciudadana, competencia econmica y mecanismos de autorregu-lacin. Generar colaboracin entre los distintos rdenes de gobierno, sociedad civil y empresa a travs del diseo e instrumentacin de estrategias y programas especficos.

    HACIA UN CONSUMIDOR RESPONSABLE CONTRA EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD

    DIAGNSTICO, ANLISIS Y PROPUESTAS

  • Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidadDiagnstico, anlisis y propuestas

    Estudio realizado por Central Ciudadano y Consumidor

    Coordinador del trabajo: Carlos Martnez Velzquez

    Fecha de publicacin: Septiembre 2013

    Datos de Contacto CCC:Web http://centralcyc.mx/Twitter @centralcycFacebook https://www.facebook.com/centralcycMail [email protected]: Camino a Santa Teresa 763, Del. lvaro Obregn, C.P. 01900, Col. Jardinesdel Pedregal, Mxico, Distrito Federal.Telfono: (55) 56527440

    Diseo: Cantera Estudio de Diseo +52 (55) 6394 8597 [email protected]

    Sobre Central Ciudadano y Consumidor

    VisinOrganizacin sin fines de lucro que busca incidir en la ampliacin y fortalecimiento de las libertades, derechos fundamentales, cultura de la legalidad, transparencia y educacin de los ciudadanos y consumidores, para que participen con mayor eficacia en el desarrollo y evaluacin de sus instituciones.

    MisinFomentar la construccin de ciudadana y fortalec-imiento de los consumidores, mediante el impulso de la responsabilidad individual, participacin ciudadana, competencia econmica y mecanismos de autorregu-lacin. Generar colaboracin entre los distintos rdenes de gobierno, sociedad civil y empresa a travs del diseo e instrumentacin de estrategias y programas especficos.

    HACIA UN CONSUMIDOR RESPONSABLE CONTRA EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD

    DIAGNSTICO, ANLISIS Y PROPUESTAS

  • Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidadDiagnstico, anlisis y propuestas

    Estudio realizado por Central Ciudadano y Consumidor

    Coordinador del trabajo: Carlos Martnez Velzquez

    Fecha de publicacin: Septiembre 2013

    Datos de Contacto CCC:Web http://centralcyc.mx/Twitter @centralcycFacebook https://www.facebook.com/centralcycMail [email protected]: Camino a Santa Teresa 763, Del. lvaro Obregn, C.P. 01900, Col. Jardinesdel Pedregal, Mxico, Distrito Federal.Telfono: (55) 56527440

    Diseo: Cantera Estudio de Diseo +52 (55) 6394 8597 [email protected]

    Sobre Central Ciudadano y Consumidor

    VisinOrganizacin sin fines de lucro que busca incidir en la ampliacin y fortalecimiento de las libertades, derechos fundamentales, cultura de la legalidad, transparencia y educacin de los ciudadanos y consumidores, para que participen con mayor eficacia en el desarrollo y evaluacin de sus instituciones.

    MisinFomentar la construccin de ciudadana y fortalec-imiento de los consumidores, mediante el impulso de la responsabilidad individual, participacin ciudadana, competencia econmica y mecanismos de autorregu-lacin. Generar colaboracin entre los distintos rdenes de gobierno, sociedad civil y empresa a travs del diseo e instrumentacin de estrategias y programas especficos.

    HACIA UN CONSUMIDOR RESPONSABLE CONTRA EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD

    DIAGNSTICO, ANLISIS Y PROPUESTAS

  • 4 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

  • Presentacin

    Introduccin

    Sobrepeso y obesidad

    Definiciones

    Problemtica multicausal

    Factor de Riesgo para la Salud

    Mxico, cmo estamos?

    Cambio en el estilo de vida: ms productividad, tecnologa y menos actividad fsica

    Medicin de la obesidad en Mxico

    Estudio antropomtrico ENSANUT 2012

    Resumen de hallazgos

    Evolucin de sobrepeso y obesidad en Mxico

    El Acuerdo Nacional por la Salud Alimenticia (ANSA)

    Estudio comparativo de poltica pblica

    Polticas Impositivas

    El consumo de refrescos y bebidas dulces y su relacin con la obesidad y la diabetes

    Efectividad de los impuestos a alimentos y bebidas

    Por qu no son efectivos los impuestos?

    Los lmites de la intervencin Estatal en el combate a la obesidad

    Estado, mercado y libertades: los lmites de la intervencin

    Estado, polticas paternalistas y libertad

    Responsabilidad individual, informacin y educacin de los consumidores

    Alianzas estratgicas entre gobierno, sociedad civil y empresa

    Conclusin

    Resumen y principales hallazgos

    Notas

    6

    8

    10

    13

    15

    15

    18

    18

    24

    32

    33

    36

    38

    40

    44

    48

    50

    52

    60

    61

    64

    pg

    CONTENIDO

  • La obesidad es una enfermedad de alcance global que afecta por igual a nios y adultos, y tiene una incidencia especial en Mxico. Si bien existen patrones de consumo y una cultura alimen-taria diferenciable en cada pas, debemos preguntarnos Qu es lo que tenemos en comn las sociedades que nos hace globalmente vulnerables ante esta enfermedad? No en vano, en prcticamente todos los pases se toman decisiones nacionales coordinadas entre gobiernos, organismos internacionales, sociedad civil y empresa.

    Tanto la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) como la Organizacin para la Cooperacin y Desarrollo Econmico (OCDE) han elaborado amplios diagnsticos, polticas pblicas y herra-mientas de evaluacin, que han enmarcado las metas que se plantean en cada pas. Mxico no ha sido la excepcin, pues sus esfuerzos locales han estado alineados con stas y otras instan-cias regionales, como es el caso de la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS).

    Por otro lado, en el caso de nuestro pas, existe un elemento adicional que no debe perderse de vista: nuestro socio comercial ms relevante enfrenta este problema con la misma gravedad que nosotros. En efecto, Mxico se encuentra en el primer lugar mundial y EUA en el segundo res-pecto a la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad. Cabe sealar que Canad, siendo el tercer integrante del Tratado del Libre Comercio de Amrica del Norte (TLCAN) no tiene los mismos niveles de afectacin1 . Esta realidad nos obliga tambin a pensar en esquemas de aten-cin en el marco del TLCAN, que permita encontrar mejores soluciones sanitarias y preservar el bienestar del consumidor.

    Por lo tanto, la presente publicacin presenta un diagnstico puntual de polticas pblicas com-paradas, respecto de lo que ocurre tanto en organismos internacionales, como en el mbito nacional. De esta manera, se busca identificar cules son las principales agendas y resultados en la materia. Por otro lado, se presenta un anlisis de datos respecto de los esfuerzos empren-didos en Mxico, a travs del Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria (ANSA), as como de los principales resultados de la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT), la cual es el principal instrumento para identificar la evolucin del fenmeno de la obesidad en Mxico. Por ltimo, a la luz de toda esta informacin, se presentan una serie de propuestas que buscan incidir en el enfoque y atencin a este problema.

    Con base en este estudio, Central Ciudadano y Consumidor busca participar en el debate, ha-ciendo nfasis en que no es suficiente definir los elementos instrumentales de las polticas pbli-cas que combatan la obesidad y el sobrepeso, sino que se debe establecer el marco conceptual sobre cules deben ser los lmites de intervencin del Estado en la esfera individual de ciudada-nos y consumidores.

    Al respecto, en Central Ciudadano y Consumidor (CCC) estamos convencidos de que las pol-ticas pblicas deben tener como lmite el ejercicio pleno de nuestra libertad y responsabilidad

    Presentacin

  • individual, principios que buscamos enfatizar en el creciente debate sobre las visiones de mer-cado, y que as stas reflejen la pluralidad de nuestro pas. En Central Ciudadano y Consumidor nos motiva este debate, pues es la puerta de entrada en la promocin de la responsabilidad individual del ciudadano en la democracia y del consumidor en los mercados.

    En CCC, pensamos firmemente que los cambios y transformaciones que requiere nuestro pas deben provenir desde el individuo en el ejercicio de sus libertades, y no desde un gobierno, sea cual sea su origen partidario. Debemos reducir tramos de control gubernamental que han flore-cido por apata o falta de compromiso cvico, y debemos tomar las riendas de nuestra responsa-bilidad en los asuntos pblicos. Un Estado sin ciudadanos y un mercado sin consumidores, son entidades ineficaces e ineficientes, cuyas asimetras benefician a los ms privilegiados. Por tanto urge la participacin activa del individuo, lo que conllevar a una democracia y mercados, ms plurales y competitivos.

    El debate en torno a las polticas pblicas contra la obesidad y sobrepeso son una prueba de fuego para nuestra sociedad. Es la gran oportunidad de reducir peso a un Estado obeso e inefi-caz, mediante una ciudadana activa y participativa. Es la llave de cambio para que la centralidad de polticas pblicas recaiga en el consumidor y el ciudadano, y ambos sean el eje de transfor-macin de nuestro pas. Si no avanzamos en esa direccin, corremos el grave riesgo de que el sobrepeso y obesidad aumente no solo en las personas, sino en el Estado, el cual ser cada vez ms ineficaz, mientras que tendramos una ciudadana dbil y pasiva.

    Por eso felicito este profesional y tcnico estudio coordinado por Carlos Martnez Velzquez, mediante el cual, Central Ciudadano y Consumidor busca incidir, debatir y contribuir a generar puntos de encuentro entre el sector pblico, empresarial y social, como parte de la solucin. El presente planteamiento y propuestas no slo presentan un enfoque integral, sino que adems abren la discusin a partir de interpelar a consumidores y ciudadanos, como origen y destino de las polticas pblicas, a que asuman su responsabilidad en la solucin al problema de obesidad y sobrepeso y as eviten intrzomisiones en el ejercicio de sus libertades.

    El presente estudio es el primero de una serie de investigaciones mediante las cuales Central Ciudadano y Consumidor profundizar en el conocimiento y anlisis del mercado de alimentos y bebidas y su impacto en la salud de los consumidores mexicanos. Sin duda alguna, problemas tan graves como el de obesidad ameritan polticas y propuestas innovadoras, mismas que po-drn gestarse de manera conjunta entre gobiernos, empresa y sociedad, y as que Mxico sea el referente global de una revolucin alimentaria.

    Bernardo Altamirano Rodrguez Presidente de Central Ciudadano y Consumidor.

  • 8 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

  • Introduccin

    Qu es el sobrepeso y la obesidad? Qu polticas pblicas podran funcionar para combatir el problema? Hasta dnde debe llegar el Estado en normar el tipo de dieta que deben tener los individuos? Estas son slo algunas de las preguntas que se abordarn a lo largo de la investiga-cin. stas son relevantes en la medida en que en el pas se discuten medidas para combatir las causas de este fenmeno. Por lo que el documento servir como gua para enmarcar la discu-sin en el marco de las libertades y responsabilidades de los individuos.

    En primer lugar, se estudian la definicin, posibles causas y enfermedades asociadas al sobrepe-so y obesidad. En segundo lugar se hace un anlisis sobre el caso mexicano en dos vertientes, se parte de los cambios en el estilo de vida de las familias en Mxico derivados de los mayores benefactores y tecnologas con las que cuentan y se avanza con un estudio estadstico sobre la prevalencia del sobrepeso y la obesidad con base en la Encuesta Nacional de Salud y Nutricin 2012.

    Una vez realizado este diagnstico, se analizan las polticas pblicas que se han seguido en el mundo para el combate de este fenmeno. Una de ellas, y es la que se estudia, son las medidas impositivas a alimentos y bebidas con alta densidad energtica. La racionalidad para el diseo de estas polticas es que el aumento en precios de los productos puede incidir en las conductas individuales y con ello reducir el sobrepeso y la obesidad. El estudio ofrece una revisin de los estudios hechos en el tema y muestra que no hay evidencia de que los impuestos funcionen como se plantean.

    Por ltimo, se nos preguntamos cules deben ser los lmites del Estado para intervenir en la modificacin de conductas del individuo. Por lo que vemos cmo el Estado debe de garantizar las condiciones necesarias y suficientes para que cada individuo pueda optar por una vida salu-dable, si bien ello es obligacin del Estado polticas impositivas limitan el ejercicio de la libertad individual para este fin. Adems de que es cuestionable la intervencin en la medida de que no existe evidencia de que estas medidas tengan efecto alguno para combatir el sobrepeso y la obesidad.

    Finalmente, se concluye con algunas recomendaciones de poltica pblica que se pueden tomar en cuenta para un diseo integral que tome en ponga en el centro el respeto a las libertades de los ciudadanos y consumidores.

  • 10 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Cambio en el estilo de vida: ms productividad, tecnologa y menos actividad fsica

    Cap.1Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    1Sobrepesoy obesidad

    El sobrepeso y la obesidad son impor-tantes factores de riesgo para muchas enfermedades crnico degenerativas, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cncer. Con datos de 2009, 1,400 millones de adultos mayores de 20 aos en el mundo tenan sobrepeso. El lado positivo es que esta condicin es reversible.

    El sobrepeso y la obesidad son importantes factores de riesgo para muchas enfermedades crnico degenerativas

  • 11Diagnstico, anlisis y propuestas

    Mxico, cmo estamos?

    Mxico ocupa el primer lugar en el mundo en la prevalencia combinada de sobrepeso y obe-sidad, pues en este supuesto se encuentra el 71.28% de la poblacin. Como ya lo veamos en la seccin anterior, el problema es multicausal, sin embargo, un factor importante es el cambio de vida que han experimentado muchas familias en nuestro pas. Los cambios tecnolgicos permiten hoy mayor trabajo con menor esfuerzo fsico, por lo que se ha transitado a un mercado laboral ms intenso en capital que en mano de obra. Como consecuencia ha cambiado el estilo de vida, patrones de consumo y actividad fsica de las personas.

    En los ltimos aos, los hogares mexicanos han experimentado un cambio importante en cuanto a los satisfactores con que cuentan en el hogar, cada vez ms hogares tienen electrodomsti-cos y aparatos que les permiten dedicar ms tiempo a otras actividades que antes utilizaban en trabajos manuales (Grfica 1). Por ejemplo, el porcentaje de viviendas con lavadora creci casi 30% entre 2000 y 2010.

    Cambio en el estilo de vida: ms productividad, tecnologa y menos actividad fsica

    Cap.1Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    1Sobrepesoy obesidad

    El sobrepeso y la obesidad son impor-tantes factores de riesgo para muchas enfermedades crnico degenerativas, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cncer. Con datos de 2009, 1,400 millones de adultos mayores de 20 aos en el mundo tenan sobrepeso. El lado positivo es que esta condicin es reversible.

    El sobrepeso y la obesidad son importantes factores de riesgo para muchas enfermedades crnico degenerativas

  • 12 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    PORCENTAJE DE ADULTOS CON OBESIDAD

    PORCENTAJE DE NIOS CON OBESIDAD

    0

    No hay informacin disponible

    6 12 18 24Se ha duplicado la obesidadde 1980 a 2012

    1980

    2012

    En el 2008 los adultos mayoresde 20 aos, tienen sobrepeso.

    2008

    1,400 millones de adultos con sobrepeso

    200 millones de hombres con obesidad

    300 millones de mujeres con obesidad

    Fuente: Organizacin Mundial de la Salud

    Fuente: http://www.iaso.org/iotf/obesity/

    Fuente: Organizacin Mundial de la Salud

  • 13Diagnstico, anlisis y propuestas

    La Organizacin Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y obesidad como la acumulacin excesiva o anormal de grasa que puede perjudicar la salud del individuo2. La forma de medir y clasificar esta variable es, comnmente, a travs del ndice de Masa Corporal que incorpora la estatura y peso del individuo de la si-guiente manera:2

    As, por ejemplo, una persona que mide 1.75 metros y pesa 75 kilogramos tendr un IMC equivalente a 24.48 puntos. La OMS ha establecido como criterios para de-terminar la clasificacin del peso de las personas los que se muestran en la tabla 1.

    El IMC es una medida til pues se puede aplicar a hom-bres y mujeres de manera general y en todas las edades adultas (>20 aos). Sin embargo, debe considerarse como una medida aproximada porque puede no corres-ponder al mismo nivel de grasa en distintos individuos, por ejemplo, en el caso de los atletas subestima la ma-yor cantidad de masa muscular. An con estas conside-raciones se usar a lo largo del estudio como la medida estndar para clasificar sobrepeso u obesidad.

    Alternativamente, se pueden usar otras medidas como la circunferencia de la cintura. Para identificar a los adultos con obesidad abdominal, en Mxico, la Secre-tara de Salud y la Federacin Internacional de Diabe-tes (FID) han definido como punto de corte una circun-ferencia de cintura mayor o igual a 80 cm para mujeres, y mayor o igual a 90 cm para hombres. Para el caso de nios y adolescentes se tienen otras consideracio-nes, pues los individuos en este rango de edad se en-cuentran en crecimiento y hay diferencias de desarrollo sistemticas dependiendo del sexo del individuo. El n-dice de masa corporal de nios y adolescentes compa-ra la estatura y el peso con tablas de crecimiento que tienen en cuenta la edad y el sexo. Esta comparacin se conoce como percentil del ndice de masa corpo-ral por edad. El percentil del ndice de masa corporal por edad de un nio o adolescente muestra cmo se compara el ndice de masa corporal de ese nio con el de otros nios de la misma edad, con ellos se llega a una medida aproximada para clasificar a nios y ado-lescentes por su peso.

    La OMS ha reconocido que existen 1,400 millones de adultos que tienen sobrepeso, de stos 200 millones de hombres y 300 millones de mujeres sufren obesi-dad. La obesidad y el sobrepeso es quinto principal factor de riesgo de muerte en el mundo. Al menos, 2.8 millones de adultos mueren cada ao como resultado de sobrepeso y obesidad. Aunque anteriormente se consideraba un problema limitado a los pases de al-

    25.0 IMC

    18.5 IMC

    16.0 IMC

    35.0 IMC

    30.0 IMC

    40.0 IMC

    25.0 IMC

    18.5 IMC

    16.0 IMC

    35.0 IMC

    30.0 IMC

    40.0 IMC

    CLASIFICACIN DE IMC POR PESO SEGN LA OMS

    BA

    JO P

    ES

    O

    NO

    RM

    AL

    SO

    BR

    EP

    ES

    O

    OB

    ES

    IDA

    D T

    IPO

    I

    OB

    ES

    IDA

    D T

    IPO

    II

    OB

    ES

    IDA

    D T

    IPO

    III

    I M C =Peso en KG

    Estatura en metros 2

    Tabla 1 Clasificacin de IMC por peso segn la OMS

    Definiciones

    Fuente: Organizacin Mundial de la Salud

  • 14 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    tos ingresos, en la actualidad la obesidad tambin es prevalente en los pases de ingresos bajos y medianos.

    En el mundo hay ms de 40 millones de menores de cinco aos con sobrepeso. La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pblica ms graves del siglo XXI. Los nios con sobrepeso tienen muchas probabi-lidades de convertirse en adultos con estas caracters-ticas y, en comparacin con los nios sin sobrepeso, tienen ms probabilidades de sufrir a edades ms tem-pranas enfermedades cardiovasculares, que a su vez se asocian a un aumento de la probabilidad de muerte prematura y discapacidad. Las elecciones de los nios con respecto a su dieta y actividades fsicas dependen del entorno que les rodea. El desarrollo socioecon-mico y las polticas agrcolas, de transporte, de plani-

    ficacin urbana, medioambientales, educativas, y de procesamiento, distribucin y comercializacin de los alimentos influyen en los hbitos y las preferencias die-tticas de los nios, as como en su actividad fsica.

    El apoyo de la comunidad y el entorno son fundamen-tales para influir en las elecciones personales y evitar la obesidad. La responsabilidad individual solo puede ejercer plenamente sus efectos cuando las personas tienen acceso a un modo de vida saludable y reciben apoyo para elegir opciones saludables. La OMS ha dic-tado directrices en la materia para todos los pases y as movilizar a las partes interesadas que tienen una funcin crucial en la creacin de entornos saludables y en la asequibilidad y accesibilidad de opciones diet-ticas ms saludables.

  • 15Diagnstico, anlisis y propuestas

    Problemtica multicausal

    De acuerdo a la OMS la principal causa del sobrepe-so y la obesidad es un desbalance entre las caloras consumidas y las caloras gastadas. Lo anterior, ha surgido como consecuencia de dos factores, en pri-mer lugar, al aumento en el consumo de alimentos con alta densidad energtica3 que son altos en grasa o azucar; en segundo lugar, al aumento de la inactivi-dad fsica debido a la naturaleza sedentaria de algu-nas formas de trabajo, los cambios en los medios de transporte y la mayor urbanizacin.

    Los cambios en los patrones de dieta y actividad fsi-ca son normalmente el resultado de cambios sociales y del ambiente en el que se desenvuelven los indi-

    viduos y que estn ligados al desarrollo y bienestar econmico. Asimismo, estos patrones se ven afecta-dos por las polticas pblicas del sector salud, agricul-tura, transporte, planeacin urbana, medio ambiente, produccin alimentaria, distribucin en el mercado, mercadotecnia, publicidad y educacin.

    Entre otras causas de la obesidad y el sobrepeso, en-contramos los factores genticos. Estudio realizados a gemelos idnticos4 muestran el importante rol de los genes en la acumulacin de grasa en los individuos. Otros estudios5, han demostrado que se puede rela-cionar el aumento en el ndice de masa corporal con las variaciones genticas del gen FTO (Fat Mass and Obesity Associated Gene). Asimismo, investigaciones recientes hacen nfasis en las acciones del individuo para aminorar los efectos del gen FTO, Toumas O. Kil-pelinen y sus colegas han mostrado que la actividad fsica regular aminora los efectos de este tipo de predis-posicin gentica a la obesidad6.

    Por ltimo, se pueden encontrar otros factores como enfermedades e ingesta de medicamentos que pue-den incidir en el aumento de peso. En el terreno de la salud, afecciones como el hipotiroidismo, el sndrome de Cushing y el sndrome de ovario poliqustico estn relacionadas con el aumento de peso. De la misma manera lo estn la ingesta de medicamentos corti-coesteroirdes, antidepresivos y anticonvulsivantes. En suma, como se puede observar el fenmeno de la obesidad est influido por distintos factores, desde el cambio de hbitos y desbalance entre la ingesta y el gasto calrico, entorno, genticay estado de salud de cada individuo.

    Factor de Riesgo para la Salud

    El sobrepeso y la obesidad estn relacionados con el aumento del riesgo de contraer otras enfermedades.

  • 16 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Particularmente, incrementos en el ndice de masa cor-poral estn asociados con7:

    En la niez, la obesidad aumenta las probabilidades de sufrir obesidad en la edad adulta, muerte prematura y algunas discapacidades durante la madurez. Adicional a los posibles riesgos futuros, los nios pueden experi-mentar dificultades respiratorias, y un incremento en el riesgo de sufrir fracturas seas, hipertensin y resisten-cia a la insulina. En esta edad, adems, los nios estn expuestos a factores sicolgicos que pueden repercu-tir en su desarrollo futuro.

    Es importante mencionar que, si bien el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para las enferme-dades mencionadas, no es el nico factor, Si lo fuera esperaramos que, en ausencia de obesidad, no exis-tieran estas enfermedades. Por ejemplo, en el caso de la diabetes, influye la gentica, hbitos, entorno fami-liar, entre otros, pero se debe notar que el sobrepeso y la obesidad son factores reversibles a travs de las conductas individuales. Es importante, sin embargo, que cada persona est alerta de todos los factores de riesgo por igual y no ponderar uno solo en detrimento de otros, de esta manera la prevencin de estas enfer-medades ser ms efectiva y se podr contar con una vida ms saludable.

    Enfermedades cardiovasculares (infartos al corazn y accidentes cardiovasculares)

    Diabetes mellitus tipo II

    Desordenes musculares y seos (especialmente osteoartritis)

    Algunos tipos de cncer (endometrio, mama y coln)

  • 17Diagnstico, anlisis y propuestas

  • Como ya lo veamos en la seccin anterior, el problema es multicausal, sin embargo, un factor importante es el cambio de vida que han experimen-tado muchas familias en nuestro pas. Los cambios tecnolgicos permiten hoy mayor trabajo con menor esfuerzo fsico, por lo que se ha transitado a un mercado laboral ms intenso en capi-tal que en mano de obra. Como conse-cuencia ha cambiado el estilo de vida, patrones de consumo y actividad fsica de las personas.

    Cambio en el estilo de vida: ms productividad, tecnologa y menos actividad fsica

    En los ltimos aos, los hogares mexi-canos han experimentado un cambio importante en cuanto a los satisfactores con que cuentan en el hogar, cada vez ms hogares tienen electrodomsticos y aparatos que les permiten dedicar ms tiempo a otras actividades que antes utilizaban en trabajos manuales (Grfica 1). Por ejemplo, el porcentaje de viviendas con lavadora creci casi 30% entre 2000 y 2010.

    Cap.2

    Mxico ocupa el primer lugar en el mundo en la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad, pues en este supuesto se encuentra el 71.28% de la poblacin.

    Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    2Mxico,cmo estamos?

  • Como ya lo veamos en la seccin anterior, el problema es multicausal, sin embargo, un factor importante es el cambio de vida que han experimen-tado muchas familias en nuestro pas. Los cambios tecnolgicos permiten hoy mayor trabajo con menor esfuerzo fsico, por lo que se ha transitado a un mercado laboral ms intenso en capi-tal que en mano de obra. Como conse-cuencia ha cambiado el estilo de vida, patrones de consumo y actividad fsica de las personas.

    Cambio en el estilo de vida: ms productividad, tecnologa y menos actividad fsica

    En los ltimos aos, los hogares mexi-canos han experimentado un cambio importante en cuanto a los satisfactores con que cuentan en el hogar, cada vez ms hogares tienen electrodomsticos y aparatos que les permiten dedicar ms tiempo a otras actividades que antes utilizaban en trabajos manuales (Grfica 1). Por ejemplo, el porcentaje de viviendas con lavadora creci casi 30% entre 2000 y 2010.

    Cap.2

    Mxico ocupa el primer lugar en el mundo en la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad, pues en este supuesto se encuentra el 71.28% de la poblacin.

    Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    2Mxico,cmo estamos?

  • 20 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    68.5

    0 %

    25%

    0%

    50%

    75%

    100%

    25%

    0%

    50%

    75%

    100%

    52.0

    0 %

    66.4

    0 %

    44.2

    0 %

    85.9

    0 %

    79.5

    0 %

    92.6

    0 %

    9.30

    %

    43.2

    0 %

    REFRIGERADOR LAVADORA AUTOMVIL RADIO TELEVISIN COMPUTADORA TELFONO

    2000 2010 2000 2010 2000 2010 2000 2010 2000 2010 2000 2010 2000 2010

    82.1

    0 %

    84.8

    0 %

    32.5

    0 %

    29.4

    0%

    36.2

    0 %

    PORCENTAJES DE VIVIENDAS SEGN BIENES QUE DISPONEN

    Otro tipo de satisfactores de los hogares, son aquellos que permiten a los consumidores cambiar la forma de almacenamiento de los alimentos, en este sentido, se-gn el censo 2010, de cada 10 hogares 8 cuentan con un refrigerador, un aumento de 20% en una dcada. No es casual, entonces, que el consumo de alimentos como los crnicos haya aumentado de 44 a 61 kilos por habitante por ao entre 1995 y 20058 . Ese es slo un ejemplo de lo que el cambio tecnolgico puede influir en los patrones de consumo en cada hogar.

    En cuanto a movilidad el cambio que se ha experimen-tado en los hogares es muy importante, sobre todo en aquellos de ingresos ms bajos. En total, el porcen-

    Grfica 1 Comparativo de hogares por tipo de bienesPorcentajes de viviendas segn bienes que disponen 2000 y 2010

    taje de viviendas con al menos un automvil pas de 32.5% a 44.2% entre 2000 y 2010. Para los hogares ubicados en el decil I de ingreso, el cambio fue dram-tico: en el 2000, el 4.5% de estos hogares reportaba tener un automvil, para 2010, el 16.4%. Como lo ex-plica Jos Merino9 , en el 2010, de cada 100 hogares, 18 en pobreza alimentaria tenan automvil, 23 en po-breza de capacidades, 31 en pobreza patrimonial y 56 en no pobreza. Sin duda, esta transformacin incide e incidir en los patrones de consumo que observemos en el futuro.

    Por otro lado, hay que hacer un especial nfasis en los ser-vicios de telecomunicaciones disponibles en cada hogar

    Fuente: Censo INEGI 2000 y 2010

  • 21Diagnstico, anlisis y propuestas

    Tabla 2 Millones de usuarios /suscripciones de Internet y Televisin

    (Tabla 2). En particular, debemos observar el internet, que es un servicio que han ido adoptando cada vez ms mexi-canos en la ltima dcada. La cantidad de usuarios se ha multiplicado por 9 entre 2000 y 2012, los usuarios de internet acceden ya sea en sus hogares o fuera de ellos. La importancia de este medio es que permite conectarse a fuentes de trabajo y a realizar decisiones de consumo a travs de una computadora. Cada ao aumenta el n-mero de horas que un usuario pasa en internet, en 2013 el tiempo de conexin diaria de cada internauta fue de 5 horas, esto significa 67 minutos ms de lo que se registr en 201210. La revolucin que significa el internet en el de-sarrollo de los mercados est lejos de haber alcanzado su potencial, por ejemplo en Mxico, segn la Asocia-cin Mexicana de Internet (AMIPCI) slo el 37% de los usuarios declara hacer compras en lnea, porcentaje que puede aumentar conforme la oferta y los estndares de confianza para realizar estas transacciones aumente, lo que probablemente tambin incidir en el aumento del nmero de horas que un internauta pasar en lnea.

    20

    ACCESO A INTERNET

    SUSCRIPCIONES A TV Y CABLE

    SUSCRIPCIONES A TV SATLITE

    191817161514131211100908070605040302

    2000 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12

    84.8

    0 %

    01

    414039383736353433323130292827262524232221

    45444342

    46

    SUSCRIPCIONES A TV Y CABLE

    SUSCRIPCIONES A TV SATLITE

    ACCESO A INTERNET

    Fuente: Sistema de Informacin Estadstica de Mercados de Telecomunicaciones (SIEMT). Disponible en http://siemt.cft.gob.mx/SIEM/home.php

  • 22 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Tambin debemos observar que conforme una socie-dad se desarrolla y las familias alcanzan mayores nive-les de bienestar, ms tiempo tienen para dedicar a ac-tividades de ocio y placer. Lo anterior puede reflejarse en el aumento del porcentaje de hogares que cuentan con una televisin, que, segn el Censo 2010, equivale a 9 de cada 10 hogares, donde la poblacin adoles-cente (10 y 19 aos) pasa 14 horas semanales o ms frente a la televisin y 25% de ellos hasta 3 horas dia-rias, en promedio11. Asimismo, es importante ver cmo ha evolucionado el mercado de la televisin de paga o restringida, que brinda a los usuarios una mayor dispo-nibilidad de opciones y tipos de programas para ver y pasar tiempo libre. Basta ver la tendencia entre 2000 y 2012, en este periodo se duplicaron las suscripciones a servicios de televisin por cable y televisin va satli-te tuvo un crecimiento de 934%.

    Como se puede ver estos cambios han transformado la forma en que ciudadanos y consumidores realizan

    sus actividades diarias, la forma en que utilizan su tiempo libre y la manera en que se relacionan con el mundo. Sin duda estos cambios inciden en la canti-dad de energa que gastamos al da y es justamente el balance entre energa consumida y gastada lo que puede ayudar a llevar una vida saludable y mantener estndares adecuados de peso. En cuanto al consumo y gasto calrico, la Organizacin de las Naciones Uni-das para la Alimentacin y la Agricultura (FAO), conjun-ta anualmente estadsticas referentes a la produccin, intercambio comercial y disponibilidad per cpita de alimentos por pas. Dentro de sus estadsticas, miden un indicador que concentra la informacin de la oferta disponible por habitante, y en donde se puede ver las caloras diarias consumidas de acuerdo a la disponibi-lidad alimentaria12. Si bien este indicador no muestra la varianza total ni diferencia el consumo ni la ingesta por localidad o zona, da un aproximado general que es til para comparar con otros pases y observar las tenden-cias de consumo

    1.000

    500

    0

    2.000

    3.000

    1.500

    2.500

    3.500

    4.000

    25%

    0%

    50%

    75%

    100%

    ARGENTINA ESTADOS UNIDOS FRANCIA MXICO

    2000 2003 2006 2009 2000 2003 2006 2009 2000 2003 2006 2009 2000 2003 2006 2009

    Grfica 2 Comparativo Food Balance Sheet de la FAOCaloras diarias por habitante por pas (FBS-FAOSTAT)

    Fuente: FAOSTAT-Food Balance Sheet

  • 23Diagnstico, anlisis y propuestas

    Como se puede ver (Grfica 2), entre 2000 y 2009 las caloras diarias consumidas, dada la disponibilidad de alimentos en Mxico se ha mantenido constante. De acuerdo a estos datos, el promedio de caloras dispo-nibles diarias en Mxico es de 3,186, de las cuales el 80.57% se obtienen de alimentos de origen vegetal y el 19.43% de origen animal. Entre algunos pases miem-bros del G-20, se puede ver que hay una disponibilidad calrica por habitante similar, sin embargo se observa que no todos tienen la misma cantidad de poblacin con problemas de obesidad o sobrepeso. En el caso de Estados Unidos, se tiene una disponibilidad cal-rica de 3,779 cal/hab mientras que el 35% de hom-bres y mujeres adultas sufren obesidad; Francia, con un total de 3,570 cal/hab disponibles promedio al da, tiene al 16.1% de hombres adultos y 17.6% de mujeres con padecimiento de obesidad. Es decir, independien-temente de las caloras consumidas dada la disponibi-lidad de alimentos se muestran variaciones en el por-centaje de la poblacin con sobrepeso y obesidad en distintos pases.

    Lo anterior, da cuenta de la complejidad del proble-ma y de los factores multicausales del padecimiento, pues no slo tiene que ver con consumo calrico, si no con estilos de vida, gentica, hbitos alimentarios, entre muchas otras cosas, que difieren no slo entre pases y culturas si no entre individuos dentro de un mismo territorio. Pero, ya hablbamos del balance calrico (ingesta-gasto) que puede ser factor de para tener una vida ms saludable, y uno de los rubros im-portantes sobre el gasto calrico es la actividad fsica. Los seres humanos gastamos caloras incluso cuando dormimos, pero dados los cambios tecnolgicos y de benefactores en los hogares, que ya analizbamos, hay menos tiempo de actividades que impliquen un fuerte gasto calrico.

    Datos de la Encuesta Nacional de Juventud, realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) y la

    Secretara de Educacin Pblica (SEP), muestran que en edades escolares es ms probable que los jvenes realicen actividades fsicas que cuando estn fuera de este rango. A partir de los 20 aos, ms del 50% de la poblacin juvenil no hace ningn tipo de actividad fsica, y en esto se debe notar que en los rangos de edad que estudia el IMJUVE son precisamente don-de se concentra el 62% de los usuarios de internet13. Adems, se deben revisar los programas de actividad fsica en poblacin escolar, por ejemplo, en las escue-las del Distrito Federal, se dedican aproximadamente 60 minutos semanales a la actividad fsica moderada o vigorosa, lo que equivale a una quinta parte de lo recomendado para nios en esta edad, que es de 45 minutos diarios.

    Grfica 3 Actividad fsica entre jvenes 2005 y 2010 Porcentaje de jvenes que declaran nunca hacer ejecicio (ENJUVE, 2005 y 2010)

    20.00%

    10.00%

    0.00%

    40.00%

    60.00%

    30.00%

    50.00%

    70.00%

    80.00%

    12 a 14 aos 15 a 19 aos 20 a 24 aos 25 a 29 aos

    2005 2010 2005 2010 2005 2010 2005 2010

    Fuente: Encuesta Nacional de Juventud. SEP - IMJUVE 2005 Y 2010

    43.8

    0 %

    32.10

    %

    50.9

    0 %

    37.9

    0 %

    67.5

    0 %

    51.0

    0 %

    75.5

    0 %

    58.5

    0 %

    Fuente: Encuesta Nacional de Juventud. SEP-IMJUVE 2005 y 2010

  • 24 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Sin bien debe reconocerse el avance que ha habido entre 2005 y 2010 en cuanto a la actividad fsica (Grfica 3), no deja de sorprender que la mayora de la poblacin juvenil mayor de 18 aos no haga actividad fsica alguna. Lo anterior, se puede complementar con estudios de opinin pblica que muestran tendencias similares. Por ejemplo, en una encuesta realizada por Defoe en 2012 sobre hbitos relacionados con la obesidad, 60% de los encuestados declara no practicar ningn tipo de deporte14; mientras que del 40% que s realiza actividad fsica, slo el 14% lo hace de manera diaria. Diversos estudios han documentado los beneficios de caminar al menos 30 minutos al da, un artculo de la Universidad de Harvard15 muestra que con tan solo esa actividad se pueden reducir dramticamente las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.

    Medicin de la obesidad en Mxico

    El problema del sobrepeso y la obesidad en Mxico ha sido estudiado ampliamente y a profundi-dad gracias la Encuesta Nacional de Salud y Nutricin (ENSANUT) que lleva a cabo la Secretara de Salud17. Este tipo de investigaciones son fundamentales pues permiten conocer las condicio-nes de salud de la poblacin, identificar geogrficamente enfermedades y factores de riesgo, y anticipar tendencias epidemiolgicas, adems de identificar los retos del sistema de salud hacia

    En las ltimas dcadas el mundo ha experimentado una revolucin tecnolgica sin precedentes en la agricultura, la ganadera y el procesamiento de alimentos, lo que ha permitido crear y comercializar alimentos que antes ni siquiera era imaginable. A ello hay que sumarle el desarrollo de los pases, el alza en productividad, y el acceso a tecnologas digitales que han cambiado el estilo de millones de personas.

    En el caso mexicano, a partir del ao 2000 se ha experimentado un cambio en los hogares que cada vez cuentan con ms aparatos que permiten un trabajo menos fsico, acceso a internet y aumento en el uso de los automviles.

    Como afirma el Dr. Chris Faudter, de la Universidad de Pensilvania, Estas tecnologas han modificado la cantidad de energa consumida en las actividades cotidianasla tecnologa nos ha dado un exceso de caloras y ha reducido el gasto de energa tenemos que hacer frente a las consecuencias de haber forzado nuestro metabolismo ms all de lo que es capaz de soportar.16

    Por lo que es importante disear polticas pblicas que favorezcan la reduccin del sedentarismo con propuestas que vayan desde el diseo urbanstico de las ciudades, hasta el fomento al deporte.

    Resumen de hallazgos

  • 25Diagnstico, anlisis y propuestas

    73.27%

    7.95%

    18.78%22.54%

    15.07%

    62.39%

    NORMAL OBESIDAD SOBREPESO

    POBLACIN RURAL

    POBLACIN URBANA

    el futuro. Los resultados de estos estudios sirven, ade-ms, para el diseo de polticas pblicas en la materia y la evaluacin de las mismas.

    Si bien los esfuerzos de realizar este tipo de estudios datan desde la Encuesta Nacional de Salud de 1987, no se consolidaron hasta el levantamiento de la Encuesta Nacional de Salud (ENSA) del ao 2000, con la que se ampliaron los alcances de la misma, al recoger marca-dores biolgicos (como muestras de sangre), prctica que se haba llevado a cabo en encuestas especificas anteriores. Con ello, es que a partir de la ENSA 2000 se consolidan estos estudios sexenales para la genera-cin de evidencia emprica en materia de salud para la generacin y evaluacin de polticas pblica18.

    Una de las dimensiones evaluadas por la Encuesta, son las caractersticas antropomtricas de los indivi-duos en las que se puede ver, entre otras cosas, su talla y peso, y, consecuentemente el ndice de Masa Corporal. A continuacin se analizarn los resultados generales de la ENSANUT 2012 y su evolucin en M-xico. Finalmente, se revisar lo hecho en la Alianza por la Salud Alimentaria (ANSA).

    Estudio antropomtrico ENSANUT 2012 Poblacin infantil y adolescente

    La ENSANUT divide en poblacin escolar a los nios que tienen ms de 5 aos y menos de 12. En trminos escolares son los que cursan la primaria. La ENSANUT no utiliza para ellos el ndice de masa corporal si no un estadstico Z modificado, que toma en cuenta la edad y sexo del individuo para determinar si los nios presentan sobrepeso u obesidad. Mediante este es-tadstico modificado se determin que el 34.45% de los nios en poblacin escolar sufren de sobrepeso (19.83%) u obesidad (14.62%) (Grfica 4). Tomando en

    En cuanto a los adolescentes, la ENSANUT los ubica en la poblacin de entre 12 y 20 aos. Para este rango de edad, se utiliza el mismo estadstico que para el caso de la poblacin infantil para determinar si los adoles-centes presentan sobrepeso u obesidad. De acuerdo a esta medida, el 34.94% de los adolescentes sufren de sobrepeso (21.61%) u obesidad (13.33%) (Grfica 5). En el caso de los adolescentes se conserva la dife-rencia entre tipo de poblacin en que vive el individuo, por lo que se observa mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso en reas urbanas comparado con rurales.

    POBLACINRURAL

    POBLACINURBANA

    74%

    9.83%

    16.16%21.07%

    16.26%

    62.67%

    NORMAL OBESIDAD SOBREPESO

    Grfica 5 Distribucin de adolescentes por peso segn tipo de poblacin

    Grfica 4 Clasificacin por peso en nios (5-11 aos) por tipo de poblacin

    19

    ENSANUT 2012. Muestra ponderada

    ENSANUT 2012. Muestra ponderada

  • 26 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Poblacin adulta

    La ENSANUT considera como adultos a los individuos mayores de 20 aos. Para adultos, la medida ms co-mn para determinar sobrepeso y obesidad es el ndi-ce de masa corporal (kg/m2). Adems, en ENSANUT se encuentra una variable categrica tomando como base las recomendaciones de la OMS para la clasifi-cacin de los individuos por peso (bajo peso, normal, sobrepeso, obesidad). Tomando como base esta varia-bles se tiene que el 38.84% de los adultos presenta so-brepeso mientras que el 32.44% obesidad, de manera combinada 7 de cada 10 adultos presentan sobrepeso u obesidad. La media del IMC para los adultos en po-blacin urbana es de 28.46, mientras que en poblacin rural de 27.39, en la Grfica 6 se muestran las diferen-cias en poblacin adulta por tipo de poblacin.

    POBLACINRURAL

    POBLACINURBANA

    39.1%

    26.5%

    33.08%26%

    34.04%

    38.78%

    NORMAL OBESIDAD SOBREPESO

    1.181% 1.315%

    BAJO PESO

    Grfica 6 Distribucin de adultos por peso segn tipo de poblacin

    ENSANUT 2012. Muestra ponderada

  • 27Diagnstico, anlisis y propuestas

    Para comprobar las diferencias que se observan entre poblaciones rurales y urbanas respecto a la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad, se realiz una prueba no paramtrica (prue-ba de Wald ajustada por diseo de encuesta) para observar si las medias poblacionales eran idnticas. En la tabla 3 se resumen los resultados de las pruebas. As, podemos observar que existe una diferencia significativa y sistemtica en la prevalencia de obesidad y sobrepeso entre poblaciones rurales y urbanas. Por lo que se puede afirmar que la media del IMC es significativa-mente menor en poblaciones rurales comparadas con las urbanas.

    En cuanto a nivel socio econmico (NSE), se analiz la distribucin del IMC por decil econ-mico, y se encontr que mientras la media en el decil 1 fue de 26.44 (I.C. 95%: 26.20, 26.67), para el decil 10 fue de 28.29 (I.C. 95%: 28.01, 28.57) (Grfica 7). Asimismo, observamos que la prevalencia de obesidad presenta diferencias significativas de acuerdo al nivel socioeconmico, siendo menor en los ms bajos que los superiores21, lo que es consistente con las diferencias ya encontradas entre el tipo de poblacin en que se encuentra el individuo.

    TIPO DE POBLACIN ESCOLARES ADOLESCENTES ADULTOS

    RURAL (S. E.) .3863222 (.024496) .363147 (.0235188) 27.39108 (.0819023)

    URBANA (S. E.) .6656407 (.0210883) .6130858 (.0196335) 28.46167 (.0565514)

    URBANA (S.E.) 5946183 (.017024) .5517325 (.0159674) 28.23374 (.0478276)

    DIFERENCIA .2793185** .2499388** 1.07059**

    Tabla 3 Prueba de medias de IMC por tipo de poblacinDiferencia de Medias de IMC por Tipo de Localidad20

    Grfica 7 Distribucin del IMC por decil econmico

    60 IMC

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

    50 IMC

    40 IMC

    30 IMC

    20 IMC

    10 IMC

    DECIL ECONMICOENSANUT 2012. Muestra ponderada

    ** Prueba Wald ajustada Pr>F= 0.0000 Para el caso de nios y adolescentes la diferencia se realiz con el estadstico modificado de IMC.

  • 28 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    En cuanto a las diferencias por sexo, se analiz la ENS-ANUT 2012 y se encontr una diferencia significativa22 entre la media de IMC entre mujeres y hombres. Mien-tras que para el primer grupo fue de 28.80 (I.C. 95%: 28.67, 28.94), para el segundo fue de 27.60 (I.C. 95%: 27.47, 27.72). La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad por gnero es 3.65% ms alta en mujeres (73.02%) que en hombres (69.37%).

    Posteriormente, se estratific la muestra por grupos de edad, sexo, tipo de poblacin y prevalencia de sobre-peso y obesidad, para ver su focalizacin (Tabla 4). El grupo con mayor prevalencia combinada de obesidad y sobrepeso son las mujeres en poblaciones urbanas de 50 a 59 aos, en donde se observa que el 85.74% sufre sobrepeso u obesidad. El grupo con menor pre-valencia combinada del fenmeno se encuentra entre

    los hombres de 20 a 29 aos que viven en poblaciones rurales, en donde la suma fue de 46.25% del total de ese grupo.

    Por entidad federativa (Grfica 8) observamos que, tomando en cuenta el IMC23, las tres entidades con mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad son Baja California Sur (83.48%), Campeche (80.51%) y Yuca-tn (80.31%); mientras que las que menos prevalencia presentan son Quertaro (64.55%), Oaxaca (64.66%) y San Luis Potos (65.21%). Es importante notar que estos resultados difieren a lo presentado por Barque-ra y sus colegas24, pues ellos toman como medida la circunferencia de la cintura, con esa medida las enti-dades con mayor obesidad seran Baja California Sur, Tabasco y Distrito Federal; mientras que las de menos prevalencia seran Chiapas, Oaxaca e Hidalgo.

    DE 20 A 29 AOS

    MUJERES

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

    DE 30 A 39 AOS

    DE 40 A 49 AOS

    DE 50 A 59 AOS

    DE 60 A 69 AOS

    70 A MS

    DE 20 A 29 AOS

    HOMBRES

    DE 30 A 39 AOS

    DE 40 A 49 AOS

    DE 50 A 59 AOS

    DE 60 A 69 AOS

    70 A MS

    SOBREPESO OBESIDAD SOBREPESO OBESIDADURBANO RURAL

    Tabla 4 Prevalencia de obesidad y sobrepeso por grupo de edad, sexo y tipo de poblacin

    Datos utilizando el ponderador de la muestra. Clculos propios utilizando la base de antropometra en adultos de la ENSANUT 2012. Realizados con Stata 12 SE.

  • 29Diagnstico, anlisis y propuestas

    de los adultos en Mxico tienen sobrepeso u obesidad. Este problema es generalizado e independiente del tipo de localidad donde se encuentra su vivienda.

    Resumen de hallazgos

    71%El sobrepeso y la obesidad alcanza a ms del 30% de los adolescentes y nios del pas.

    Sistemticamente se encuentra menor prevalencia de obesidad y sobrepeso en localidades rurales comparadas con las urbanas.

    Las mujeres presentan una mayor prevalencia de obesidad que los hombres, para todos los grupos de edad en poblacin adulta.

  • 30 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    QUERTARO

    OAXACA

    SAN LUIS POTOS

    CHIAPAS

    GUERRERO

    ZACATECAS

    GUANAJUATO

    CHIHUAHUA

    SINALOA

    COLIMA

    MORELOS

    ESTADO DE MXICO

    HIDALGO

    TLAXCALA

    AGUASCALIENTES

    DURANGO

    VERACRUZ

    NACIONAL

    JALISCO

    TAMAULIPAS

    COAHUILA

    MICHOACN

    NAYARIT

    PUEBLA

    SONORA

    DISTRITO FEDERAL

    BAJA CALIFORNIA

    NUEVO LEN

    QUINTANA ROO

    TABASCO

    YUCATN

    CAMPECHE

    BAJA CALIFORNIA SUR

    0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

    SOBREPESO OBESIDAD

    Grfica 8 Sobrepeso y obesidad por estado 2012Prevalencia y sobrepeso y obesidad por entidad

    Fuente: Cculos propios. ENSANUT 2012, muestra ponderada.

  • 31Diagnstico, anlisis y propuestas

  • 32 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Tomando en cuenta los resultados obtenidos de la ENSA 2000 y de las ENSANUT 2006 y 2012, se pue-de observar (Grfica 9) la evolucin de la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre la poblacin adulta en Mxico.

    En el ao 2000, el 61.8% de la poblacin adulta en el pas enfrentaba problemas de sobrepeso (38.3%) y obesidad (23.5%), en slo 6 aos este porcentaje au-ment hasta 69.7% (39.5% sobrepeso y 30.5% obe-sidad), con lo que Mxico se ubic como uno de los pases con mayor prevalencia de sobrepeso y obesi-dad en el mundo. Para 2012, de cada 10 mexicanos 7

    tienen sobrepeso (38.8%) u obesidad (32.5%), lo que ubica a Mxico como el pas con mayor porcentaje de la poblacin en que se observan estas caractersticas. Es importante sealar que, en trminos generales, se puede ver que en el periodo 2000-2006 el sobrepeso y la obesidad crecieron a una tasa anualizada aproxi-mada del 2.13%, mientras que durante 2006-2012 esta misma tasa fue de 0.38%, por lo que se puede afirmar que para el periodo 2006-2012 se redujo la tasa de cre-cimiento del fenmeno comparado con las tasas alcan-zadas en el periodo 2000-2006.

    De acuerdo a Simn Barquera25 y sus colegas, este fenmeno de desaceleracin puede deberse a 3 principales causas, aun cuando advierten tomarlas con cautela debido a que se requiere mayor estudio de las mismas. En primer lugar, a mayores esfuerzos de alfabetizacin de la poblacin en materia de nutri-cin y alimentacin, en este rubro se concentraran las polticas gubernamentales como el PrevenIMSS, el Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria (ANSA) y los lineamientos de alimentacin en las escuelas, y las campaas de la Secretara de Salud en la materia, como Cinco pasos por tu salud. Como segunda ex-plicacin, se encuentra el fenmeno de equilibrio de saturacin, es decir que se est alcanzando a todas las personas susceptibles a la obesidad, por lo que se observa un crecimiento con rendimientos marginales decrecientes. En tercer lugar, podran existir elementos complejos derivados de una transicin epidemiolgica y contratransicin, adems de que fenmenos como el aumento de estatura pueden estar jugando un papel importante en la reduccin de la prevalencia.

    Para efectos de este estudio, nicamente analizaremos cuestiones relativas a los esfuerzos de poltica pblica en el combate a la obesidad y sobrepeso. En particu-lar, analizaremos algunos aspectos del Acuerdo Nacio-nal por la Salud Alimentaria (ANSA) y los lineamientos generales en la materia.

    Evolucin del sobrepeso y la obesidad en Mxico

    0%ENSA 2000 ENSANUT 2006 ENSANUT 2012

    10%

    20%

    30%

    40%

    50%

    60%

    70%

    80%38

    .8%

    22.1%

    7.3%

    3.1%

    SOBREPESO OBESIDAD I OBESIDAD II OBESIDAD III

    38.3%

    17.2%

    4.6%

    1.7%

    39.5%

    21.1%

    6.7%

    2.4%

    Grfica 9 Comparativo 2000, 2006 y 2012 el sobrepeso y obesidad en Mxico

  • 33Diagnstico, anlisis y propuestas

    El Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria (ANSA)

    El Estado mexicano ha desarrollado diferentes me-didas para enfrentar el problema de la obesidad y el sobrepeso. En ellas han intervenido los diferentes rdenes de gobierno, la empresa, la sociedad civil, la academia y los sindicatos, entre varios. Juntos, en enero de 2010 lanzaron el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad. Este documento innovador en cuanto a su diseo y ejecucin incluye un diagnstico amplio que evidencia la complejidad multifactorial del problema y consecuentemente proponen medidas integrales.

    El Acuerdo es una medida nacional que se alinea a los trabajos de la OMS, quien promovi la Estrategia Mundial sobre Alimentacin Saludable, Actividad F-sica y Salud (2004) y vislumbra una poltica nacional que reconoce el origen multifactorial del problema. Es por ello que en el ANSA se recomienda constituir el

    Foro Nacional para la Prevencin del Sobrepeso y la Obesidad, y del cual formen parte el Ejecutivo Federal, gobiernos estatales y municipales, industria, academia, organizaciones de la sociedad civil (OSC) y sindicatos.

    El acuerdo seala diversos instrumentos de polticas pblicas que permiten modificar la dieta familiar, los hbitos alimentarios y de actividad fsica y que permi-ten lograr resultados permanentes en el combate a la obesidad a largo plazo. stos se encuentran prin-cipalmente en 4 reas: 1) Disponibilidad, 2) Acceso, 3) Conocimiento de los alimentos y las alternativas de actividad fsica; 4) Las opciones personales. En este sentido, el diagnstico realizado para el Acuer-do, seala que los programas de prevencin del so-brepeso y obesidad en diferentes pases subrayan la importancia que tiene la libertad de eleccin del consumidor sobre sus alimentos.

    Fomentar la actividad fsica en la poblacin en los entornos escolar, laboral, comunitario y recreativo con la colaboracin de los sectores pblico, privado y social.

    Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y el consumo de agua simple potable.

    Disminuir el consumo de azcar y grasas en bebidas.

    Incrementar el consumo diario de frutas y verduras, leguminosas, cereales de granos enteros y fibra en la dieta, aumentando su disponibilidad, accesibilidad y promoviendo su consumo.

    Mejorar la capacidad de toma de decisiones informadas de la poblacin sobre una dieta correcta a travs de un etiquetado til, de fcil comprensin y del fomento del alfabetismo en nutricin y salud.

    Promover y proteger la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, y favorecer una alimentacin complementaria adecuada a partir de los 6 meses de edad.

    Disminuir el consumo de azcares y otros edulcorantes calricos aadidos en los alimentos, entre otros aumentando la disponibilidad y accesibilidad de alimentos reducidos o sin edulcorantes calricos aadidos.

    Disminuir el consumo diario de grasas saturadas en la dieta y reducir al mnimo las grasas trans de origen industrial.

    Orientar a la poblacin sobre el control de tamaos de porcin recomendables en la preparacin casera de alimentos, poniendo accesibles y a su disposicin alimentos procesados que se lo permitan, e incluyendo en restaurantes y expendios de alimentos, tamaos de porciones reducidas.

    Disminuir el consumo diario de sodio, reduciendo la cantidad de sodio adicionado y aumentando la disponibilidad y accesibilidad de productos de bajo contenido o sin sodio.

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    El Acuerdo fij 10 objetivos prioritarios en el que concurran gobierno, sociedad y empresa en el fomento a la salud alimentaria:

  • 34 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Como se puede ver, los primeros 6 objetivos recaen en la esfera de la voluntad del individuo y de las con-diciones y oferta adecuada, que permitan al individuo aumentar sus niveles de actividad fsica o consumir agua potable. Los otros 4 requieren la participacin del gobierno, la sociedad civil y la industria. Esto ltimo es importante sealarlo, pues la construccin de polticas pblicas en la materia debe incluir la participacin de todos los actores, de lo contrario, no se podr lograr ni reconocimiento social de los avances ni habr una alternativa integral que permita alcanzar el objetivo de reducir el sobrepeso y la obesidad en Mxico. Para cumplirlos, el acuerdo establece 4 acciones horizonta-les que deben implementarse para los 10 objetivos: 1. Informacin, educacin y comunicacin; 2. Abogaca, corregulacin y regulacin; 3. Monitoreo y evaluacin; 4. Investigacin.

    Adems, el ANSA plantea la colaboracin con la indus-tria en los ltimos cuatro puntos, pero reconoce que ha tomado acciones importantes en la materia y se com-promete en el futuro a:

    Sin este reconocimiento y compromisos sera difcil avanzar en lograr el objetivo de mejorar la salud de los mexicanos, en particular aquellos nios y adolescen-tes en edad escolar. Por ello, y como seguimiento al ANSA, el Ejecutivo Federal public los Lineamientos para el Expendio o Distribucin de Alimentos o Bebi-das en los Establecimientos de Consumo Escolar de

    los Planteles de Educacin Bsica y se desarrollaron herramientas de informacin y orientacin dirigidas a padres de familia. Asimismo, la industria, de manera voluntaria retir los refrescos de las escuelas de educa-cin bsica e impuls mecanismos de autorregulacin, como el cdigo PABI para favorecer hbitos saludables en la infancia.

    Los principales cuestionamientos de la Sociedad Civil se han centrado en el carcter no obligatorio del ANSA, as como en la inexistencia de un mecanismo de vigi-lancia o exigibilidad, lo que previene que cada una de las partes comprometidas cumpla con su parte. Por lo anterior, la estrategia que impulse la actual administra-cin federal (2012-2018) debe estar acompaada de estos mecanismos de seguimiento y observacin para que exista un reconocimiento social de los avances en el combate al sobrepeso y obesidad.

    Continuar proceso de innovacin y desarrollo de nuevos productos

    Ms informacin a los consumidores

    Adoptar medidas voluntarias de publicidad

    Promover actividad fsica

  • 35Diagnstico, anlisis y propuestas

  • 36 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    As, se han diseado polticas desde distintas perspectivas, de la prevencin y educacin a las polticas urbansticas para proveer acceso a infraestructura que fomente la activi-dad fsica. Una de las polticas que han adoptado los pases es en materia financiera y hacendaria, por lo que a lo largo de esta seccin analizaremos polticas fiscales y su efectividad en el combate a la obesidad.

    En el 2010, la Organizacin para el Comercio y Desarrollo Econmico (OCDE) realiz un estudio de polticas pblicas y fiscales en que analiza la prevalencia de sobrepeso y obesidad

    dentro de los pases miembro as como las polticas pblicas que han hecho y las recomendaciones que hace el organismo multilateral26. En esta publi-cacin se reconoce la magnitud del problema entre los pases desarrolla-dos y se hacen proyecciones sobre el costo y el beneficio de polticas preven-tivas. En 2012, la misma organizacin lanz el Obesity Update que revela que entre el estudio de 2010 y 2012, con nuevos datos, las tendencias de crec-imiento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad tuvieron tasas menores a lo proyectado o no crecieron. Lo anterior, es consistente con lo que veamos sobre el caso mexicano.

    Cap.3

    Ante el problema global que significa la obesidad, los gobiernos nacio-nales han buscado disear polticas pblicas para aminorar los costos que podra tener la enfermedad en los sistemas de salud.

    Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    3Estudio comparativode poltica pblica

  • 37Diagnstico, anlisis y propuestas

    Los lmites de la intervencin Estatal en el combate a la obesidad

    Por qu es fundamental el debate en torno a las polticas pblicas que buscan enfrentar el grave problema de obesidad? Porque no slo se trata de medidas sanitarias, regulatorias, econmicas o fiscales, sino porque implica entrar de lleno al debate sobre cules deben ser los lmites de intervencin del Estado respecto a la libertad y responsabilidad individual de los ciudadanos y consumidores. No es suficiente discutir las herramientas e instrumentos, sino que se debe partir de un debate conceptual de fondo en donde nos preguntemos con-fiamos en nuestro Estado en general, y en el gobierno el particular, para que sean nuestros tutores respecto de las decisiones individuales que tomemos en materia alimentaria? Sin duda debe intervenir de manera contundente en todo lo que implique un dao directo, pero tratndose de patrones de consumo y hbitos alimenticios debe ser el gobierno quien deci-da qu comida debes servir en tu mesa?

    As, se han diseado polticas desde distintas perspectivas, de la prevencin y educacin a las polticas urbansticas para proveer acceso a infraestructura que fomente la activi-dad fsica. Una de las polticas que han adoptado los pases es en materia financiera y hacendaria, por lo que a lo largo de esta seccin analizaremos polticas fiscales y su efectividad en el combate a la obesidad.

    En el 2010, la Organizacin para el Comercio y Desarrollo Econmico (OCDE) realiz un estudio de polticas pblicas y fiscales en que analiza la prevalencia de sobrepeso y obesidad

    dentro de los pases miembro as como las polticas pblicas que han hecho y las recomendaciones que hace el organismo multilateral26. En esta publi-cacin se reconoce la magnitud del problema entre los pases desarrolla-dos y se hacen proyecciones sobre el costo y el beneficio de polticas preven-tivas. En 2012, la misma organizacin lanz el Obesity Update que revela que entre el estudio de 2010 y 2012, con nuevos datos, las tendencias de crec-imiento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad tuvieron tasas menores a lo proyectado o no crecieron. Lo anterior, es consistente con lo que veamos sobre el caso mexicano.

    Cap.3

    Ante el problema global que significa la obesidad, los gobiernos nacio-nales han buscado disear polticas pblicas para aminorar los costos que podra tener la enfermedad en los sistemas de salud.

    Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    3Estudio comparativode poltica pblica

  • 38 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Entre los pases de la OCDE, se observ que las tasas de obesidad infantil se han estabilizado en Inglaterra, Francia, Corea y EUA, y ha disminuido la tasa de creci-miento en Mxico. No obstante, la prevalencia de sobre-peso y obesidad sigue siendo alta y no se han logrado corregir las desigualdades sociales del fenmeno. Ante este escenario, los gobiernos de los pases han busca-do atacar el problema desde sus causas, impulsando crecientemente estrategias amplias e integrales involu-crando a las comunidades y a sus principales actores.

    Polticas Impositivas

    La propia OCDE27 reconoce que existe un fuerte inte-rs de gobiernos en distintos pases para aplicar im-puestos a alimentos ricos en grasa y azcar. Pues los pases consideran que estas medidas, pueden gene-rar cambios en los hbitos de alimentacin, tema que estudiaremos ms adelante. Asimismo, se pueden ge-nerar ingresos adicionales, lo que puede ser atractivo para el gobierno siempre. Sin embargo, por su impacto meditico, polticos de distintos pases prefieren tasar algn producto alimenticio que proponer un impuesto general que podra generar desaprobacin de la ciu-dadana.

    En este contexto, la OCDE afirma que el impacto de la imposicin de impuestos al consumo de ciertos

    alimentos es determinado por la respuesta del consu-midor a los cambios de precios, lo que es conocido como la elasticidad de precios. Sin embargo, es difcil predecir cmo los consumidores reaccionarn a cam-bios en precios provocados por un impuesto. Algunos respondern, reduciendo el consumo de alimentos sanos, para poder pagar alimentos no saludables ms costosos, lo que tendra un efecto opuesto al propsito del impuesto. Otros podran buscar substitutos para los productos gravados, que podran ser igualmente poco sanos que los consumidos originalmente. As que de-pendiendo de la elasticidad de la demanda de los pro-ductos gravados, los consumidores acabaran ya sea soportando la carga financiera adicional, o cambiando la combinacin de productos que ellos adquieren en formas que pueden ser difciles de identificar.

    El impacto en el impuesto en los ingresos del gobierno y del proveedor va a depender tambin de la elastici-dad de la demanda del consumidor para los productos gravados. En este sentido, la OCDE considera que si el impuesto no est bien diseado, es poco probable que los productores y vendedores absorban el impuesto y se dejen los precios sin cambios. Para estos agentes ser ms probable transmitir el impuesto a los consu-midores. Es incluso posible que los precios al consu-midor aumenten ms que el monto del impuesto, con lo que productores ms que compensaran sus costos.

    Qu pas en Dinamarca?

    En octubre de 2011, se impuso un impuesto a la comida alta en grasa. En este caso se estableci un impuesto a todos aquellos alimentos que tuvieran ms de 2.3 % de grasa saturada, en este rubro se incluan quesos, leche, mantequilla, pizzas, entre otros. En noviembre de 2012, el impuesto fue eliminado por el minis-terio encargado de las finanzas pblicas en Dinamarca, pues ms all de la parte sanitaria, ste provoc un aumento generalizado de precios en los alimentos, lo que tuvo como consecuencia la desaceleracin del sector y la prdida de empleos. Asimismo, se produjeron versiones de bajo costo de los mismos alimentos y se observ un crecimiento del consumo en otros pases libres de este tipo de impuestos.

  • 39Diagnstico, anlisis y propuestas

    El propsito de las polticas impositivas ha sido doble. Po un lado, busca reducir el consumo de alimentos que el Estado considera causantes de sobrepeso y obesidad; y por el otro, busca recaudar ms dinero para el sistema de salud. Por lo que se han realizado clculos sobre las ten-dencias actuales de obesidad y el costo de enfermedades como la diabetes, hipertensin y enfer-medades vasculares que tpicamente estn ligadas a la obesidad y sean calculado los costos en que incurrira el Estado. Para aminorar estos costos se pueden llevar a cabo dos estrategias. En primer lugar, desde la educacin y prevencin, aqu los gobiernos invertiran sus recursos en pro-gramas educativos tal que en el largo plazo los individuos tuvieran mejores hbitos de consumo alimentario y actividad fsica. En segundo lugar, desde la dieta, y con ello tratar de hacer polticas que cambien las preferencias de los individuos por productos con alta densidad energtica por productos considerados saludables.

  • 40 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Sobre este ltimo punto, es en el que se va a centrar la si-guiente parte del estudio. Pero antes, veamos lo siguiente. Para poder cambiar las conductas en el mercado, se requie-ren seales que guen al individuo hacia mejores decisiones, por lo que segn los proponentes de los impuestos para poder cambiar las conductas en el mercado se requieren seales que guen al individuo hacia mejores decisiones, por lo que afirman que un impuesto sealara a los alimentos como dainos y con ello el consumidor escogera los que no tienen impuestos y, por lo tanto, se percibiran como no dainos28. Quienes as conceptualizan el impuesto equipa-ran los productos alimenticios con el tabaco, cuando en rea-lidad el mercado es muy distinto. Para el caso del tabaco hay escasos sustitutos legales, hay evidencia clara de sustancias adictivas, dao directo a los pulmones y afectaciones a terce-ros. Mientras que difcilmente consumir una unidad adicional de comida tenga esos mismos efectos.

    Por otro lado, como ya se ha dicho, las reacciones de los individuos ante los cambios en precios dependen fuerte-mente de distintas conductas asociadas con cules son los sustitutos o complementos de cada producto para cada individuo. Por lo que este cambio puede afectar de manera distinta a cada uno y por lo tanto las estimaciones recaudatorias, as como el decrecimiento en enfermeda-des estn estn sobreestimados por posibles fallas meto-dolgicas de los estudios hechos hasta el momento.

    Uno de los productos en que se ha focalizado el tema impo-sitivo es el refresco y las bebidas azucaradas. En 12 pases del mundo distintos a Estados Unidos existen polticas de este estilo en relacin a las bebidas dulces. La varianza en el diseo de los gravmenes es enorme, va desde impuestos al valor agregado (Irlanda, Australia, Lituania y Rumania), a la importacin de este tipo de bebidas (Fiji y las Polinesias Francesas), impuesto al azcar (Nauru) o al impuesto a la cantidad de producto (Francia)29. La evidencia muestra que ms que un asunto de pretender cambiar conductas se trata de un asunto recaudatorio para financiar programas preven-tivos a largo plazo.

    A continuacin revisaremos la evidencia sobre la efectividad de los impuestos a los refrescos cuando la meta del impuesto es la reduccin del ndice de masa corporal de las personas. Como veremos, los impuestos han fallado en lograr esta meta, por lo que primero revisaremos el consumo de refrescos y su relacin con la obesidad y diabetes. Posteriormente, veremos cmo no hay evidencia de que las medidas impositivas hayan servido para reducir la obesidad, por lo que de conservarse este enfoque no se justifi-ca la intervencin del Estado.

    El consumo de refrescos y bebidas dulces y su relacin la obesidad y la diabetes

    La investigacin de Simn Barquera y sus colegas30, encuentran un aumento en las caloras que aportan las bebidas calricas a la dieta entre 1999 y 2006, en su reporte observan este crecimiento en adolescentes y mujeres adultas. Para 2006, el total de bebidas con-sumidas por los adultos representaba el 22.3% de su ingesta calrica diaria. Este grupo de bebidas inclua desde bebidas alcohlicas hasta t sin azcar. En par-ticular, los refrescos representaron 6.6% de la ingesta de caloras por consumidor en 2006, con 119 kcal dia-rias. La bebida con mayor aportacin energtica a la dieta del consumidor fueron las bebidas alcohlicas que contribuyeron al 16.2% de la ingesta calrica dia-ria, seguida por la leche entera 8.25% y la leche con sabores aadidos 8.04%.

    Sobre el consumo diario de refrescos, en 2006 se encontr una ingesta de 249 ml por consumidor de refresco, este indicador aument para 2012 a 300 ml diarios31. Asimismo, debe destacarse que comparado con 2006, encontramos un aumento en el consumo de refrescos bajos en caloras (218 ml a 272 ml) y un aumento en el consumo de agua natural (945 ml a 1.01 lt). En el estudio de Barquera no se puede identificar la

  • 41Diagnstico, anlisis y propuestas

    categora de agua de fruta con azcar aadida, sin em-bargo, encontramos que el consumo es de 328 ml dia-rios. Asimismo debe destacarse la presencia de otras bebidas tpicas mexicanas como el atole que en 2006 aport el 5.94% de la ingesta calrica de los adultos que lo toman. Por lo que se puede ver, el refresco no es la principal fuente de caloras de entre las bebidas que consumen los mexicanos, aun cuando en la categora de alta densidad energtica sea de las que ms aporta.

    Como vemos, los refrescos aportan poco ms del 6% de las caloras que ingiere diario un adulto en Mxico y aproximadamente 7% para el caso de Estados Unidos32. Sin embargo, se piensa que es el principal contribuyen-te al aumento en el sobrepeso y la obesidad en el pas. Hasta ahora ningn estudio acadmico ha mostrado una asociacin directa y significativa entre el consumo de be-

    bidas con alto contenido energtico y la obesidad, sobre-peso y desarrollo de la diabetes tipo 2.

    Un estudio de Pereira33, de la Universidad de Minnesota, en que revisa la evidencia de esta relacin hasta 2006, muestra que si bien se visto una asociacin positiva entre ambas variables (consumo-obesidad), la falta de rigor me-todolgico de la mayora de los estudios no permite tener las certeza de que el consumo de estas bebidas sea cau-sa directa de la obesidad. Al ser un tema muy complejo el de la alimentacin, la mayora de los estudios han dejado de lado factores adicionales de los patrones de consumo de los individuos y las conductas asociadas al consumo de estas bebidas. Por lo que, concluye Pereira, debera de disearse un experimento con intervenciones aleatorias para determinar el vnculo causal.

  • 42 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    En este sentido, en un estudio ms reciente (2009), Vanselow y sus colegas34, realizaron un proyecto de encuestas panel para verificar los patrones de con-sumo de adolescentes y su relacin con el peso. Por lo que miden dos periodos de tiempo (1998-1999 y 2003-2004) y observan el cambio en masa corpo-ral durante el periodo de 5 aos entre los mismos individuos. Los resultados fueron controlados por edad, nivel socioeconmico, raza, actividad fsica, conductas sedentarias, entre otras variables, y no encuentran relacin estadsticamente significativa que relacione el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad. El estudio encuentra, sorpresivamente, una asociacin positiva con el consumo de refrescos bajos en caloras y el aumento de la obesidad, sugi-riendo que consumir productos light puede estar asociado a otrosotros patrones de conducta alimen-taria que no se han estudiado. Con lo que se apunta a la importancia de los hbitos y responsabilidad in-dividual en el aumento de peso.

    Incluso, uno de los estudios ms citados en el tema, el de Ludwig, Peterson y Gortmaker35, de donde nor-malmente se saca la conclusin de que el consumo de estas bebidas est asociada con la obesidad in-fantil, falla en explicar ese resultado. De hecho en el estudio no se encuentra una diferencia entre el IMC de los nios que consumen altas cantidades de be-bidas azucaradas contra los que consumen menos y no encuentran un cambio estadsticamente significa-tivo en el IMC para la poblacin de estudio. Incluso los autores sealan que con la evidencia que tienen no es posible afirmar que el consumo de estas bebi-das por s mismo causa obesidad.

    Incluso en un estudio de 200936, Brownell y colegas, encuentran evidencia mixta sobre la relacin directa entre obesidad y consumo de bebidas dulces. Entre los estudios que usan est el que ya hemos mencio-nado de Ludwig donde los resultados no se sostienen

  • 43Diagnstico, anlisis y propuestas

    despus de 2 aos de intervencin en la poblacin ob-jetivo. Asimismo, encuentran relacin a largo plazo en poblaciones que ya padecan sobrepeso, lo que puede sugerir problemas de autoseleccin y de otras conduc-tas no reportadas adicionales a la ingesta de bebidas dulces.

    Sobre la diabetes tipo 2 es importante reconocer que se trata de una enfermedad que padecen 337 millones de personas en el mundo y 6.4 millones de personas en Mxico37. Para este ltimo caso, se debe destacar que la prevalencia de esta enfermedad plantea retos al sistema de salud mexicano, sobre todo porque las intervenciones preventivas parecen ser insuficientes y estn ligadas a las acciones del propio individuo, muestra de ello es que slo 52% de los pacientes con esta enfermedad se realizan pruebas de determinacin de glucosa en la sangre.

    Entre los factores de riesgo de la enfermedad se en-cuentran factores hereditarios, hipertensin, concen-traciones altas de triglicridos, antecedentes de dia-betes gestacional y obesidad. Por lo que como accin preventiva se recomienda un estilo de vida saludable, actividad fsica y un programa estructurado de alimen-tacin, en esto ltimo es importante sealar que slo 26% de las personas con diagnstico previo recono-cieron haber cambiado su dieta a partir de la enferme-dad y 10% han iniciado actividad fsica regular38.

    Como lo acabamos de sealar, la obesidad es uno de los factores de riesgo, para la diabetes mellitus tipo 2. Ahora, veremos los vnculos con el consumo de bebidas azucaradas. La mayora de quienes des-criben esta relacin se basan en un famoso estudio realizado a mujeres en Estados Unidos por Schulze y sus colegas39 en el que dan seguimiento a ms de 90 mil mujeres en un periodo de 8 aos, los resulta-dos son claros al identificar que sin cambios en los patrones de consumo habituales de las mujeres no

    hubo diferencia en el aumento de peso. Encuentran que un incremento en el consumo de bebidas azu-caradas (de 1 a la semana a 1 diario), todo lo dems constante, tuvo un impacto directo en la ganancia de peso en todo el periodo y ello se asoci a un aumen-to en el riesgo del de padecer diabetes.

    Derivado de lo anterior, se puede ver la relacin no es directa y hay otros factores de hbitos y dieta de los individuos de estudio que pudo estar asociado tanto al aumento de peso como al aumento en el riesgo de diabetes. Otros estudios como el de Pal-mer y sus colegas40, llegan a conclusiones similares, al mostrar que el riesgo de diabetes aumenta con el aumento de peso, como ya habamos advertido, y ste es producto de mltiples factores. Incluso la Asociacin Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en ingls) ha sealado como un mito que el consumo de azcar sea la causa de la diabetes, pues hay una relacin compleja entre esto y la en-fermedad, lo anterior, es consecuente a lo que vea-mos en los estudios. No se puede hacer una relacin simplista de un problema que afecta a millones de personas.

    En resumen, se puede ver que la evidencia de que no hay evidencia emprica clara que muestre la relacin causal entre la conducta (tomar refresco) y el efecto (obesidad-diabetes). Es claro que una intervencin del Estado para modelar conductas es contraria al ejerci-cio de libertades del individuo, ms an en este caso la intervencin Estatal no tiene sustento emprico para su justificacin. Adems, ante la incertidumbre, resul-tara arbitraria la fijacin de la tasa impositiva, y la falta de informacin sobre la relacin causal con la salud y las preferencias de los individuos hara difcil que una poltica impositiva fuera efectiva para tener resultados de salud por cambio en conductas.

  • 44 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Ya veamos que las medidas impositivas han sido las ms populares en los ltimos aos para combatir el fe-nmeno, ha habido una creciente fijacin en la dieta de los individuos, ms que en los hbitos generales de sa-lud y alimentacin. Pero debemos ver si estos impues-tos cumplen realmente con el objetivo de disminuir el consumo y mejorar la salud de las personas, o si se trata de simples elementos recaudatorios que pueden servir para fines distintos.

    En los modelos econmicos41, la demanda por pro-ductos alimenticios est dada en funcin de su pro-pio precio y del precio de otros bienes similares y no similares, ingreso, y otros factores que afecten las preferencias individuales (e.g. publicidad). Por lo que se espera que cambios en los precios relativos de distintos productos alimenticios, como los consi-derados sanos en contraposicin con los no sanos, afecte la demanda por esos bienes. Intervenciones exgenas como los impuestos o subsidios que dis-torsionen los precios en el mercado tambin impac-tarn en la demanda. No obstante, este tipo de inter-venciones slo tendrn un efecto en la reduccin de IMC si esperamos que los individuos no sustituyan los productos gravados con otros de igual o mayor contenido calrico.

    Incluso en un mundo con slo dos bienes, produc-tos sanos con baja densidad calrica y productos no sanos con alta densidad calrica, no es claro cmo los cambios en los precios relativos de los bienes afectaran el IMC de los individuos. En su modelo so-bre consumo de bienes de alta densidad energtica y de baja densidad energtica, Auld y Powell (2009) muestran que aparte de cualquier cambio en el gasto de alimentos provocado por cambios en los precios, stos pueden cambiar el nmero de caloras consu-midas solo si se valora el costo de cada calora en cada tipo de bien. Es decir, si el precio de la calora de la comida con alta densidad energtica es ms

    bajo (alto) que el precio de la calora del alimento con menor densidad energtica se puede disminuir (incrementar) el total de caloras consumidas. Pero el resultado depende, claramente, de la convexidad de las curvas de indiferencia de cada individuo.

    El caso de Estados Unidos es buen objeto de estu-dio pues existen impuestos estatales para bebidas dulces, algunos existen antes de que hubiera un cre-cimiento en el IMC en ese pas y otros estados no tienen ningn tipo de impuesto, por lo que se pue-den hacer diseos experimentales para probar la re-lacin precios-IMC (ver Tabla 5). En un interesante estudio, Chriqui, Chaloupka y Powell, muestran que no existe una relacin estadsticamente significativa entre los impuestos (y el aumento al precio) con dis-minuciones de IMC en poblacin adolescente com-parado con estados que no tienen impuesto. Algo similar muestran Kim y Kawashi, que no encuentran diferencias estadsticamente significativas en IMC entre estados que tienen impuestos y los que no tie-nen impuestos.

    Por otro lado, tambin se han estudiado los precios de los alimentos en restaurantes, para ver si los cambios en precios (aumento) de ciertos alimentos con alta den-sidad energtica cambia (disminuye) el IMC. El estudio de Chou, Grossman y Saffer muestra que en efecto hay una elasticidad precio negativa para el IMC para restaurantes y no encuentra relacin estadsticamente significativa cuando prueban la misma hiptesis para el aumento en precios de restaurantes de comida rpida.

    En el caso de las conductas asociadas al incremento de precios, tambin se tienen resultados que con-firman lo que habamos advertido sobre la incerti-dumbre sobre las decisiones de sustitucin de los individuos. Fletcher, Frisvold y Tefft, muestran que un impuesto a bebidas azucaradas a nivel estatal reduce el consumo en adolescentes de las bebidas

    Efectividad de los impuestos a alimentos y bebidas

  • 45Diagnstico, anlisis y propuestas

    gravadas, sin embargo no hay una reduccin en el IMC ya que esa educcin en el consumo se ve ms que compensada con el consumo de otras bebidas calricas no gravadas. Lo mismo concluye Schroe-der, Lusk y Tyner42, al decir que si bien puede haber un decrecimiento en consumo de bebidas dulces ante un impuesto, no estn claros los efectos que hay en la reduccin de peso de los individuos.

    Para el caso mexicano, un estudio de Barquera y sus colegas, trata de determinar la elasticidad pre-cio de los refrescos, su anlisis sugiere que para el caso del refresco los consumidores tienen una de-

    manda ms o menos inelstica, aunque el alza de precio del refresco tiene efectos negativos sobre su consumo. Para ver el posible cambio, realiza una simulacin de un aumento de 10% en los pre-cios, lo que tiene como consecuencia una proba-ble reduccin de aproximadamente 50 ml en el consumo de refresco. Sin embargo reconoce la limitacin de su estudio y de los datos utilizados, pues estos no estn a nivel hogar y no hay infor-macin confiable desagregada a nivel individual. Adems, para el caso de las simulaciones de elasticidad cruzada slo prueba para leche ente-ra, lo que tambin podra limitar sus resultados.

  • 46 Hacia un consumidor responsable contra el sobrepeso y la obesidad

    Por qu no son efectivos los impuestos?

    1 La evidencia cientca es inconcluyente. Como ya analizamos, no se observa relacin causal directa entre el consumo de refrescos y la obesidad. Se requieren estudios con mayor rigor metodolgico que puedan aislar el efecto del refresco en el IMC de manera directa.

    2 No funcionan. Si el objetivo es reducir el IMC, la evidencia es clara al mostrar que los cambios en precios, al menos no tienen ningn efecto sobre el IMC. De esta manera, es difcil pensar que se puede abatir la obesidad con estas medias. Por lo que proba-blemente se deban replantear, ms bien, las formas de nanciamiento de los siste-mas de salud y la determinacin individualizada de tarifas de seguros a individuos con mayor riesgo de tener conductas que los guen hacia enfermedades crnicas

    3 Consecuencias perversas o no deseadas. Como se vio con el caso dans, los impues-tos tuvieron consecuencias indeseadas en la economa nacional. Adems, puede que los consumidores sustituyan los bienes gravados con unos de menor valor nutrimental y mayor densidad energtica por lo que se pueden tener resultados contrarios a los esperados.

    4 Injustos econmicamente. Estos impuestos pueden ser sustancialmente regresivos, pues pagan ms quienes mayor proporcin de su ingreso gastan en alimentos y bebidas (los ms pobres), lo que vulnera un principio bsico de justicia impositiva para que pague ms quien pueda pagar ms. Por otro lado, al no haber efectos claros sobre el IMC y al no haber una relacin causal slida entre el consumo de bebidas dulces y obesidad, sucedera que el impuesto sera incapaz de discriminar entre aquellos que pueden tener una enfermedad en el futuro y los que llevan una vida saludable, aun consumiendo estos productos.

    5 Amenaza a la autonoma del individuo. Dado que no hay evidencia concluyente sobre la relacin consumo-obesidad-enfermedad-gasto del gobierno en salud, el impuesto estigmatizara la conducta individual. Un Estado democrtico compro-metido con la autonoma y libertad del individuo, no podra avalar un impuesto que pretenda normar las conductas alimentarias de la persona. Por lo que adems de la evidencia emprica sobre la poca efectividad de la poltica se deben tener en cuenta consideraciones respecto a la justicia y la libertad.

  • AUTORRESULTADO MEDIDO

    PRECIO O MEDIDA IMPOSITIVA ESTUDIADA

    POBLACIN DE ESTUDIO / DATOS RESUMEN DE RESULTADOS

    Auld y Powell (2009)43 IMC Precio de frutas, verduras y comida rpida

    Adolescentes (14 y 17 aos). Encuesta Monitoring the Future (1997-2003). N=73,041

    Asociacin significativa entre precios y resultados en IMC. Para precio de comida rpida la asociacin es inversa y para la fruta y verdura, directa.

    Chriqui, Chaloupka y Powell (2009)44

    IMC Impuestos a refrescos en tiendas y mquinas expendedoras

    Adolescentes. Encuesta Monitoring the Future y datos contextuales de impuestos a nivel estatal entre 1997 y 2006.

    Analizan datos entre 1997 y 2006. Sus resultados muestran que no existe relacin estadsticamente significativa entre los impuestos estatales al refresco y el IMC en adolescentes.

    Beydon, Powel y Wang (2008)45

    IMC y Obesidad

    Precios de frutas, verduras y comida rpida

    Los resultados no muestran asociacin estadsticamen-te significativa entre los precios de la comida rpida y el IMC u obesidad. Asociacin no significativa entre precios de frutas y verduras y obesidad o IMC. Elasticidad precio negativa significativa entre precio de frutas y verduras e IMC.

    Adultos (20 a 65). Encuesta Continua de Ingesta de Comida por Individuos. 1994-1996. N=7,333.

    Chou, Grossman y Saffer (2004)46

    IMC y Obesidad

    Elasticidad precio negativa estadsticamente significativa para el recio de los restaurantes tanto para IMC como para obesidad. Elasticidad precio negativa estadstica-mente significativa del precio de la comida en caso tanto para IMC como para obesidad. Elasticidad precio negativa para los precios en restaurantes de comida rpida para IMC y no significativa para obesidad.

    Adultos (edad>18 aos). Sistema de Vigilancia de Factores de Conductas de Riesgo. 1984-1999. N=1,111,074

    Precios de la comida en restaurantes, precios de los restaurantes de comida rpida y precios relativos de la