Fistula dural espinal · 2016. 9. 21. · Pág. 1 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano...

6
Pág. 1 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón. SINDROME DEL CONO MEDULAR SECUNDARIO A UNA FISTULA ARTERIO VENOSA DURAL ESPINAL Autores: Patricia Menal Muñoz, José Andrés Guirola Ortiz, Beatriz Carro Alonso, María José Gimeno Peribañez Centro de trabajo: Servicio de Radiodiagnóstico del HCU “Lozano Blesa” de Zaragoza Email de contacto del autor principal: [email protected] ANTECEDENTES PERSONALES HTA en tratamiento farmacológico, EPOC, apendicectomía, trabajo de camionero. HISTORIA CLÍNICA Se presenta el caso clínico de un paciente de 54 años que acudió a urgencias en 3 ocasiones en una semana por presentar lumbalgia de de 15 días de evolución. En la ultima ocasión refería además pérdida de fuerza en extremidades inferiores y de sensibilidad con distribución en “silla de montar”, así como disuria y dificultad para hacer deposición. EXPLORACIÓN FÍSICA Exploración neurológica: presentaba un nivel sensitivo desde el ombligo (L1-L2), conservando la sensibilidad propioceptiva. Lassegue negativo. Los reflejos osteotendinosos se presentaban conservados y simétricos. Se realizó una interconsulta al servicio de Neurologia, que solicitó de forma urgente una RM ante la presencia de un síndrome medular, probable síndrome del cono medular PRUEBAS COMPLEMENTARIAS Rx columna lumbosacra realizada el primer día que el paciente acudió a urgencias (Figura 1): Correcta alineación y altura de cuerpo vertebrales. Discreta disminución del espacio intersomático a nivel L5-S1.

Transcript of Fistula dural espinal · 2016. 9. 21. · Pág. 1 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano...

  • Pág. 1 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

    IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón.

    SINDROME DEL

    CONO MEDULAR

    SECUNDARIO A UNA

    FISTULA ARTERIO

    VENOSA DURAL

    ESPINAL

    Autores:

    Patricia Menal Muñoz, José Andrés Guirola

    Ortiz, Beatriz Carro Alonso, María José

    Gimeno Peribañez

    Centro de trabajo:

    Servicio de Radiodiagnóstico del HCU

    “Lozano Blesa” de Zaragoza

    Email de contacto del autor principal:

    [email protected]

    ANTECEDENTES

    PERSONALES

    HTA en tratamiento farmacológico, EPOC,

    apendicectomía, trabajo de camionero.

    HISTORIA CLÍNICA

    Se presenta el caso clínico de un paciente de

    54 años que acudió a urgencias en 3 ocasiones en una semana por presentar lumbalgia de de

    15 días de evolución. En la ultima ocasión

    refería además pérdida de fuerza en

    extremidades inferiores y de sensibilidad con

    distribución en “silla de montar”, así como disuria y dificultad para hacer deposición.

    EXPLORACIÓN FÍSICA

    Exploración neurológica: presentaba un nivel

    sensitivo desde el ombligo (L1-L2),

    conservando la sensibilidad propioceptiva.

    Lassegue negativo. Los reflejos

    osteotendinosos se presentaban conservados y

    simétricos.

    Se realizó una interconsulta al servicio de

    Neurologia, que solicitó de forma urgente una

    RM ante la presencia de un síndrome

    medular, probable síndrome del cono medular

    PRUEBAS

    COMPLEMENTARIAS

    Rx columna lumbosacra realizada el primer

    día que el paciente acudió a urgencias (Figura

    1): Correcta alineación y altura de cuerpo

    vertebrales. Discreta disminución del espacio

    intersomático a nivel L5-S1.

  • Pág. 2 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

    IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón.

    RM de columna completa (Figura 2):

    secuencias en ponderación T1 y T2 plano

    sagital y T1 tras la administración de

    contraste paramagnético intravenoso en plano

    sagital y coronal: La exploración puso de

    manifiesto la presencia de venas piales

    dilatadas a lo largo de la superficie dorsal de

    la medula a nivel D9-D12 (Figura 2B, flechas

    verdes), así como un aumento de la intensidad

    de señal intramedular en las imágenes

    potenciadas en T2 desde el nivel D6 hasta el

    cono medular (Figura 2A, flecha amarilla),

    diagnosticándose de mielopatía por una fístula

    arteriovenosa espinal.

    DIAGNÓSTICO

    DIFERENCIAL EN

    URGENCIAS

    Las manifestaciones clínicas de cualquier

    mielopatía dependerán del nivel y de la

    extensión de la lesio ́n mucho mas que de la

    causa etiolo ́gica. En este caso, el diagnostico

    diferencial a plantear es el de las mielopatías

    de curso progresivo, entre las que se

    encuentran: la enfermedad inflamatoria,

    vascular, degenerativa, traumática, to ́xica,

    metabo ́lica, neoplásica, paraneopla ́sica,

    infecciosa y congénita.

    EVOLUCIÓN

    El resultado del la RM puso de manifiesto la

    presencia de una fístula arteriovenosa dural

    espinal. El paciente ingresó en el Servicio de

    Neurocirugía para completar el estudio y el

    tratamiento.

    A los 5 días de su ingreso, fue trasladado al

    Servicio de Radiología (Sección de

    Neurointervencionismo) del HUMS, donde se

    realizó una angiografía medular, que

    confirmó la fístula dural (Figura 3, flecha

    negra). La malformación arteriovenosa

    presentaba vasos aferentes desde las arterias

    radiculares D8, D9 y D10 con drenaje venoso

    perimedular ascendente y descendente.

    Durante el procedimiento diagnóstico se

    intentó sin éxito la embolización del ovillo

    vascular fistuloso.

    Ante el intento fallido del tratamiento

    endovascular, se decidió intervenir

    quirúrgicamente al paciente, realizando un

    laminectomía dorsal con interrupción del

    trayecto fistuloso que se practicó sin

    incidencias.

    El postoperatorio inmediato transcurrió sin

    complicaciones, presentando una satisfactoria

    evolución clínica. Sin embargo, a las dos

    semanas el paciente comenzó con

    estreñimiento e intenso dolor abdominal en

    hipogastrio. Ante la ausencia de mejoría

    clínica, se solicitó un TC abdominal con

  • Pág. 3 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

    IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón.

    contraste intravenoso (Figura 4) para

    descartar posibles complicaciones. La

    exploración puso de manifiesto abundantes

    restos fecales en ampolla rectal con dilatación

    por retención de heces y liquido en todo el

    trayecto del colon y en menor grado en ileon.

    A las 24 horas el paciente comenzó con

    taquipnea y disminución de consciencia

    progresiva, que desencadenaron una parada

    cardiorrespiratoria. Tras las maniobras de

    reanimación, el paciente se trasladó a la

    unidad de cuidados intensivos, donde falleció

    horas más tarde.

    Tras solicitar el consentimiento informado a

    la familia, se solicitó la autopsia, que

    concluyó que la causa del éxitus fue a una

    enfermedad isquémica intestinal aguda “no

    oclusiva”por hipoperfusión, asociada

    probablemente a un íleo paralítico

    postoperatorio por alteración del equilibrio

    simpático/parasimpático. Además se encontró

    una cardiomegalia hipertensiva con

    insuficiencia cardiaca aguda

    DIAGNÓSTICO FINAL

    Sindrome del cono medular secundario a una

    fístula arteriovenosa dural espinal.

    Éxitus postoperatorio por shock de origen

    abdominal por isquemia intestinal secundaria

    a íleo paralítico postoperatorio e insuficiencia

    cardiaca aguda

    DISCUSIÓN

    Las malformaciones arteriovenosas espinales

    constituyen un grupo heterogéneo de

    anomalías vasculares. Dentro de éstas, las

    fístulas durales con drenaje venoso medular

    son la anomalía vascular más frecuente,

    representando el 60-80% de las

    malformaciones vasculares espinales1.

    Se trata de una entidad de difícil diagnóstico,

    tanto desde el punto de vista clínico como

    radiológico. El cuadro clínico característico,

    como en nuestro caso, es el de una mielopatía

    progresiva con paraparesia, acompañada de

    síntomas sensitivos y posteriormente con

    afectación esfinteriana.

    La exploracio ́n neurolo ́gica en los primeros

    estadios de la enfermedad suele ser normal.

    Con frecuencia, cuando se llega al

    diagno ́stico, el enfermo presenta déficit

    neurolo ́gico establecido.

    El paciente del caso clínico presentado se

    correspondía epidemiológica y

    topográficamente con lo descrito en la

    literatura2, ya que suelen presentarse con

    mayor frecuencia en varones (80-85 %) en las

    edades medias de la vida, con afectación

    dorsal baja, respetando los miembros

    superiores.

    Etiopatogénicamente se desconoce su origen,

    pero para la mayoría de los autores es una

    patología adquirida, habiéndose ligado su

  • Pág. 4 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

    IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón.

    aparición a mecanismos traumáticos y a

    trombosis venosas.

    Estas fístulas arteriovenosas durales difieren

    del resto de las malformaciones

    arteriovenosas medulares porque no tienen el

    drenaje en relación con la médula. Estas

    situaciones de “shunt” se establecen por

    conexión directa entre las ramas radiculares

    de una o más arterias intercostales y una vena

    intradural, que conecta con el plexo venoso

    perimedular, ingurgitándolo2. El “nidus” está

    en el espesor de la duramadre que cubre la

    raíz a la altura del foramen intervertebral.

    La sintomatología en las fistulas durales

    espinales esta ́ causada por la congestio ́n

    venosa derivada del flujo arterial que se

    produce a través de la vena intradural, que a

    su vez congestiona el plexo venoso

    perimedular, produciendo edema e hipoxia

    tisular2.

    El diagno ́stico por imagen de las fístulas

    durales espinales es también complicado. Si

    se sospecha clínicamente, debe realizarse lo

    antes posible una RM, que mostrará un

    incremento de la intensidad de señal en las

    imágenes potenciadas en T2 en el cordón

    medular (Figura 2A, flecha amarilla) a lo

    largo de varios segmentos, expresio ́n del

    edema. En nuestro caso, además se observó

    una estructura serpiginosa con vacío de señal

    en T2 en la cara dorsal del cordo ́n medular

    (Figura 2 A, flecha roja), que es visible sólo

    en un 25-63 % de los casos descritos en la

    literatura2. Ante estos hallazgos, se decidió

    administrar contraste paramagnético

    intravenoso, que evidenció la presencia de

    venas piales dilatadas a lo largo de la

    superficie dorsal de la medula (D9-D12)

    (Figura 2B, flecha verde), lo que

    prácticamente confirmó el diagnóstico2.

    Una vez establecida la posibilidad de una

    fístula dural espinal, el procedimiento de

    referencia es la angiografía espinal2, que

    aunque muy laboriosa técnicamente va a

    permitir establecer un diagno ́stico, conocer

    las caracteri ́sticas vasculares de la fístula y en

    ocasiones tratar la fístula mediante su

    embolización percutánea.

    La estrategia terapéutica consiste en reducir la

    presio ́n venosa, eliminando el shunt a través

    de un abordaje endovascular o quirúrgica. EI

    tratamiento endovascular es una técnica poco

    agresiva y con buenos resultados, que consiste

    en interrumpir el vaso aferente mediante la

    embolización3. A nivel espinal entran ̃a ciertas

    dificultades técnicas, ya que a menudo

    intervienen varias arterias intercostales de

    difícil cateterizacio ́n. Actualmente sólo el 70-

    80% de las fístulas pueden ser tratadas

    endovascularmente. En nuestro paciente no

    fue posible la exclusión con éxito de la fístula

    mediante esta técnica, por lo que se realizó un

  • Pág. 5 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

    IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón.

    abordaje quirúrgico. A través de una

    laminectomía se extirpó con éxito la fístula en

    el seno de la duramadre.

    El pronóstico va a depender del daño

    neurológico establecido en el momento del

    diagnostico y del tiempo de evolución3.

    Nuestro paciente presentó un desenlace fatal

    secundario a una isquemia intestinal no

    oclusiva por un ileo paralítico postoperatorio,

    agravado por la disrregulación del sistema

    nervioso autónomo que ya presentaba el

    paciente en el momento del diagnóstico.

    Las fístulas arteriovenosas espinales durales

    son una causa poco frecuente de mielopatía

    progresiva potencialmente tratable. Su

    sospecha clínica basada en el conocimiento de

    esta entidad, así como una adecuada historia y

    exploración física van a permitir un

    diagnostico y tratamiento precoz que eviten

    secuelas neurológicas fatales

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Spinal Dural Arteriovenous Fistula: A

    Review. Maimon S, Luckman Y, Strauss I.

    Adv Tech Stand Neurosurg. 2016;(43):111-

    37. 2. Spinal Dural Arteriovenous Fistula:

    Imaging Features and Its Mimics. Jeng Y,

    Chen DY, Hsu HL, Huang YL. Korean J

    Radiol. 2015 Sep-Oct;16(5):1119-31.

    3. Combined radiological and surgical

    management of spinal dural fistulas. Sri D,

    Higgins N, Laing R. Br J Neurosurg.

    2015;29(4):505-7.

    IMÁGENES

    Figura 1

    Rx columna lumbosacra AP (A) y lateral (B):

    Correcta alineación y altura de cuerpo

    vertebrales . Discreta disminución del espacio

    intersomático a nivel L5-S1.

    Figura 2:

  • Pág. 6 de 6 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

    IX Sesión Clínica Interhospitalaria de los Servicios de Urgencias de Aragón.

    RM columna dorso lumbar:

    A: Secuencia T2 plano sagital. Aumento de

    señal desde D6 hasta el cono medular (flecha

    amarilla). Estructura serpinginosa con vacío

    de señal en la cara dorsal (flecha roja). B:

    Secuencia T1 con contraste plano coronal:

    Venas piales dilatadas a lo largo de la

    superficie dorsal de la médula en los niveles

    D9-D12 (flechas verdes).

    Figura 3:

    Angiografía espinal: Malformación

    arteriovenosa con vasos aferentes desde

    arterias radiculares (flecha negra).

    Figura 4:

    TC abdominopélvico con CIV.

    Reconstrucción coronal (A) e imágenes en

    plano axial (B y C) : Fecaloma rectal con

    heces y liquido en asas intestinales que se

    presentan distendidas.