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1 Inflación y restricción externa La tradición estructuralista en la Argentina de posguerra (1945-75) Martín Fiszbein Resumen / Introducción En este trabajo intentamos trazar el itinerario de los desarrollos teóricos más importantes de la “tradición estructuralista” en la Argentina en su etapa “clásica”, en la que estuvo fuertemente asociada al pensamiento de la CEPAL y sus compañeros de ruta. En la primera sección rastreamos su origen como figura del entendimiento teórico que reconoció y dio origen a las representaciones “estructurales” de los fenómenos característicos de crisis de la economía argentina en la posguerra. En la segunda sección reconstruimos la identificación de las causas estructurales de las crisis del sector externo ensayada en aquella época, que sirvió de base para la elaboración de marcos de análisis apropiados para la estructura económica argentina. La tercera sección está dedicada a los modelos estructuralistas que incorporaron esas causas histórico-estructurales como supuestos del análisis. El modelo de ciclos stop and go articuló una explicación conjunta de los fenómenos de la inflación y la crisis del sector externo, problemas característicos de la época. La asociación entre los fenómenos de la devaluación, la inflación y la recesión, característicos de las crisis del balance de pagos, fue observada tempranamente por algunos autores interesados en los problemas del desarrollo en los países periféricos (Prebisch, 1949; Pazos, 1949). Pero antes de que las causas y efectos interdependientes de los fenómenos de crisis fueran subsumidos en un modelo de economía abierta más general, la comprensión de esos fenómenos avanzó en el desarrollo de la teoría de la devaluación contractiva y la teoría de la inflación estructural, de carácter más fragmentario, que tratamos en las secciones cuarta y quinta. Finalmente, en la sexta sección destacamos la sedimentación e integración del desarrollo analítico y conceptual de la tradición estructuralista en la primera mitad de los setenta. 1. La representación estructuralista de los fenómenos de crisis En su libro titulado “La inflación argentina”, que mereció el premio Fundación Ovidio Gimenez otorgado por el Consejo Empresario de Cooperación con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Carlos García Martínez (1965, p.39) afirmaba que “la inflación, considerada como fenómeno de naturaleza endémica, comenzó en la Argentina en 1945”. Ese año, el Ministerio de Hacienda había preparado un documento para el Consejo Nacional de Posguerra titulado “La inflación en Argentina”. El documento principal Este artículo continua una línea de investigación desarrollada en trabajos anteriores con el Dr. Marcelo Rougier. En su elaboración fueron fundamentales los aportes de Esteban Kiper y Mara Pedrazzoli, con quienes compartimos lecturas y discusiones esenciales. E. Kiper contribuyó directamente en la sección sobre la teoría de la inflación estructural. Los errores e insuficiencias del trabajo son, por supuesto, de mi responsabilidad.

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Inflation and external constrains

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    Inflacin y restriccin externa

    La tradicin estructuralista en la Argentina de posguerra (1945-75)

    Martn Fiszbein Resumen / Introduccin

    En este trabajo intentamos trazar el itinerario de los desarrollos tericos ms importantes de la tradicin estructuralista en la Argentina en su etapa clsica, en la que estuvo fuertemente asociada al pensamiento de la CEPAL y sus compaeros de ruta.

    En la primera seccin rastreamos su origen como figura del entendimiento terico que reconoci y dio origen a las representaciones estructurales de los fenmenos caractersticos de crisis de la economa argentina en la posguerra.

    En la segunda seccin reconstruimos la identificacin de las causas estructurales de las crisis del sector externo ensayada en aquella poca, que sirvi de base para la elaboracin de marcos de anlisis apropiados para la estructura econmica argentina.

    La tercera seccin est dedicada a los modelos estructuralistas que incorporaron esas causas histrico-estructurales como supuestos del anlisis. El modelo de ciclos stop and go articul una explicacin conjunta de los fenmenos de la inflacin y la crisis del sector externo, problemas caractersticos de la poca.

    La asociacin entre los fenmenos de la devaluacin, la inflacin y la recesin, caractersticos de las crisis del balance de pagos, fue observada tempranamente por algunos autores interesados en los problemas del desarrollo en los pases perifricos (Prebisch, 1949; Pazos, 1949).

    Pero antes de que las causas y efectos interdependientes de los fenmenos de crisis fueran subsumidos en un modelo de economa abierta ms general, la comprensin de esos fenmenos avanz en el desarrollo de la teora de la devaluacin contractiva y la teora de la inflacin estructural, de carcter ms fragmentario, que tratamos en las secciones cuarta y quinta.

    Finalmente, en la sexta seccin destacamos la sedimentacin e integracin del desarrollo analtico y conceptual de la tradicin estructuralista en la primera mitad de los setenta.

    1. La representacin estructuralista de los fenmenos de crisis

    En su libro titulado La inflacin argentina, que mereci el premio Fundacin

    Ovidio Gimenez otorgado por el Consejo Empresario de Cooperacin con la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad de Buenos Aires, Carlos Garca Martnez (1965, p.39) afirmaba que la inflacin, considerada como fenmeno de naturaleza endmica, comenz en la Argentina en 1945.

    Ese ao, el Ministerio de Hacienda haba preparado un documento para el Consejo Nacional de Posguerra titulado La inflacin en Argentina. El documento principal Este artculo continua una lnea de investigacin desarrollada en trabajos anteriores con el Dr. Marcelo Rougier. En su elaboracin fueron fundamentales los aportes de Esteban Kiper y Mara Pedrazzoli, con quienes compartimos lecturas y discusiones esenciales. E. Kiper contribuy directamente en la seccin sobre la teora de la inflacin estructural. Los errores e insuficiencias del trabajo son, por supuesto, de mi responsabilidad.

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    elaborado finalmente por el Consejo (1945), titulado Ordenamiento Econmico-Social, reflejaba su diagnstico sobre un problema que haba comenzado a generar gran preocupacin. De acuerdo al documento, el problema inflacionario tena como origen un exceso de demanda generalizado. Operando con ocupacin plena, la capacidad instalada no resultaba suficiente para abastecer la demanda. Se sealaba que las alternativas eran disminuir el poder adquisitivo de los salarios o impulsar un crecimiento de la oferta, y se recomendaba inducir un salto en la oferta de bienes de consumo masivo para evitar operar una contraccin de los salarios reales.

    En los aos siguientes tuvo lugar un concurrido debate sobre la inflacin y la poltica monetaria del peronismo, en el que intervinieron crticos acrrimos del gobierno -entre ellos Federico Pinedo-, sus defensores ms obsecuentes, y varias posiciones intermedias. La discusin estuvo demasiado apegada a la poltica del perodo como para que florecieran conceptos novedosos; como seal Jos Mara Rivera en La inflacin y el caso argentino (1948), en la controversia haban predominado confusiones persistentes.1 Frente a los embates ortodoxos, los idelogos peronistas no pudieron ofrecer una interpretacin terica del fenmeno inflacionario que sustentara su orientacin de poltica; el cambio de rumbo de la poltica econmica peronista gestado entre 1949 y 1952 tendra entre sus elementos ms claros una mayor contencin en la poltica monetaria.

    La restriccin externa, otro fenmeno caracterstico de las crisis de la posguerra -cuyo primer episodio en la posguerra tuvo lugar desde fines de 1948-, fue reconocido y procesado ms tempranamente.

    A partir de la Gran Depresin de los aos treinta, tanto en Amrica Latina como en Argentina en particular, cobraron fuerza terica -luego de tenerla de hecho- los cuestionamientos a la teora ricardiana de las ventajas comparativas. El abandono de la doctrina que haba sustentado el esquema clsico de divisin internacional del trabajo que gui a la Argentina hacia un patrn de especializacin productiva marcadamente agro-exportador fue expresado con contundencia por Ral Prebisch (1949) en el prrafo que abra el informe que elabor como primera tarea para la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL):

    La realidad est destruyendo en la Amrica Latina aquel pretrito esquema de divisin internacional del trabajo que, despus de haber adquirido gran vigor en el siglo XIX, segua prevaleciendo doctrinariamente hasta muy avanzado el presente.

    As se expresaba de forma terica un entendimiento para el que las ventajas

    comparativas no eran una determinacin esttica ni natural. Un primer rasgo distintivo del estructuralismo como configuracin terica fue la

    combinacin de un rechazo explcito y frontal de la doctrina ideolgicamente dominante (el liberalismo clsico) y la crtica de la teora ortodoxa (la teora clsica del comercio exterior y su reformulacin neoclsica).

    Como deca tambin Prebisch (1949) al comienzo de su argumentacin, segn la premisa ortodoxa

    el fruto del progreso tcnico tiende a repartirse parejamente entre toda la colectividad, ya sea por la baja de los precios o por el alza equivalente de los ingresos.

    1 Una presentacin extensa de los debates de la poca en torno al problema de la inflacin se encuentra en Berrotarn, Gilbert, Rougier y Tenewicki (2006).

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    De acuerdo a la teora ricardiana de las ventajas comparativas, los pases se apropiaran de (parte de) los frutos de su progreso tcnico a travs del aumento de las remuneraciones, y de (parte de) los frutos del progreso tcnico del resto del mundo a travs de la reduccin de los precios de las mercancas importadas. Al sostener que la divisin internacional del trabajo sera beneficiosa para todos los pases, la teora clsica racionaliz el patrn tradicional (neocolonial) de especializacin productiva (agroexportadora) de la periferia mundial y se convirti en sustento de la ideologa liberal.

    La doctrina de especializacin de acuerdo a ellas haba sido contestada de hecho, contundentemente por el empresario industrial Torcuato Di Tella, quien en 1943 deca:

    Industria naturales, afirman algunos, son aquellas que cuentan con abundantes materias primas en el pas con este criterio sera industria artificial la manufactura algodonera en Inglaterra. 2

    El reconocimiento de las transformaciones histricas del sistema mundial que haban

    propiciado la industrializacin por sustitucin de importaciones en los pases perifricos fue otro elemento caracterstico del estructuralismo latinoamericano desde sus comienzos. La necesidad de promover la industrializacin sustitutiva de importaciones en la Argentina haba resultado de la reconfiguracin de las relaciones econmicas internacionales acelerada por la gran depresin de los aos treinta y la retraccin de los flujos de comercio a nivel mundial.

    Esas transformaciones histricas hicieron crudamente evidente la contradiccin entre el mundo de leyes de la teora neoclsica y el mundo real. Como argument Prebisch (1963, p.209), los pases subdesarrollados experimentaron una tendencia persistente al desequilibrio exterior en el curso del desarrollo, determinada por la debilidad congnita de la periferia para retener el fruto de su progreso tcnico.

    La famosa tesis del deterioro de los trminos del intercambio, y de la consecuente tendencia al estrangulamiento externo, debida a Prebisch, se apoyaba en una interpretacin del desarrollo histrico del sistema capitalista. En particular, se adverta un cambio fundamental en la constelacin de relaciones en el sistema mundial ocurrida a partir de la primera guerra mundial, con la Gran Crisis, el fin del patrn oro y la depresin del comercio internacional durante el perodo de entreguerras, que afectaron de forma particular a los pases perifricos.

    En el contexto del esquema clsico de divisin internacional del trabajo, bajo el cual se haba dado la incorporacin de los pases perifricos a la economa en el siglo XIX, el crecimiento de las economas de los pases perifricos estuvo fuertemente atado al crecimiento de los sectores exportadores (en muchos casos enclaves). Pero ese esquema mundial se desintegr cuando el Reino Unido dej de ser el principal centro dinmico del mundo.

    Prebisch (1963, p. 194-5) explicaba que

    [E]l tpico desarrollo hacia afuera de los pases latinoamericanos (...) se operaba por el solo impulso dinmico de sus exportaciones y las inversiones extranjeras para alentarlas. La gran depresin mundial marca definitivamente el fin de esta forma de desarrollo, y las disparidades [en la demanda internacional] se vuelven grandes y persistentes con graves efectos sobre el intercambio internacional y su relacin de precios. Ante la imposibilidad de mantener el ritmo anterior de crecimiento de las exportaciones tradicionales o de acelerarlo, se impone entonces

    2 Torcuato Di Tella, Problemas de la posguerra, Buenos Aires, 1943; citado por Javier Villanueva, Aspectos de la estrategia de industrializacin argentina, en Torcuato Di Tella y Tulio Halpern Donghi (1969, p. 335).

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    la sustitucin de importaciones principalmente las industriales- para contrarrestar esas disparidades, y se inicia as el desarrollo hacia adentro de los pases latinoamericanos.

    Prebisch (1964, p. 233) describa la situacin de la siguiente forma:

    Los Estados Unidos desplazan al Reino Unido como principal centro dinmico. (...) Los enormes recursos naturales de aquel pas, con tan dilatado territorio, y su poltica resueltamente proteccionista desde la iniciacin de su desarrollo se manifiesta en la continua compresin del coeficiente de importaciones. Las consecuencias de estos hechos sobre el resto del mundo fueron de enorme importancia. Con la gran depresin se desintegra el orden de cosas que vena del siglo XIX y que la primera guerra haba comprometido gravemente. Adquieren impulso extraordinario las tendencias hacia la autarqua agrcola en los pases industriales, empeados en restringir sus importaciones para hacer frente a la violenta contraccin de sus exportaciones, y surge el bilateralismo y la discriminacin como medio de atenuar la intensidad de tal fenmeno. Este movimiento se propaga por todo el mundo forzando a los pases en desarrollo a medidas restrictivas ms fuertes an, puesto que el valor de las exportaciones primarias desciende con ms amplitud que la de las industriales.

    La importancia de esas transformaciones y las determinaciones estructurales

    asociadas slo podan ser captadas como tales por una autoconciencia histrica. En ese sentido, la relacin entablada por Prebisch entre teora e historia constituye el acto terico fundador del estructuralismo.

    La importancia central de los factores histricos y estructurales, un rasgo distintivo del estructuralismo, coincidi muchas veces con el reconocimiento y nfasis sobre la relevancia de los factores externos como obstculos o condicionantes del desarrollo.3

    Aldo Ferrer (1969) sostena que

    el desarrollo manufacturero argentino () fue impulsado desde 1930 por la restriccin a las importaciones impuesta como consecuencia, primero, de la gran depresin mundial, luego por el aislamiento provocado por la guerra mundial y, en la posguerra, por el desequilibrio econmico del balance de pagos.

    La persistencia del estrangulamiento externo mostraba las debilidades del

    crecimiento industrial impulsado por la sustitucin de importaciones. La crisis crnica del balance de pagos se haba convertido en la dinmica tpica del ciclo argentino. Ferrer (1966, p. 527) afirmaba que en los ltimos quince aos se instal un ciclo econmico condicionado por la capacidad de importar. Villanueva (1969, p. 351), por su parte, alegaba que en los ltimos veinte aos, cada perodo de expansin ha sido afectado por una crisis de pagos externa. Para Daz Alejandro (1966b, p. 349),

    el principal freno al crecimiento ha sido la escasez de divisas (y la consecuente escasez de maquinaria y equipo) y () tal escasez se ha debido en gran parte a la limitado oferta interna de bienes exportables.

    3 Prebisch tambin integr en su explicacin de la insuficiencia dinmica de los pases perifricos a los obstculos internos al desarrollo, entre ellos la heterogeneidad estructural y la magra dinmica del progreso tcnico. Otros autores de la corriente estructuralista, notablemente el chileno Anibal Pinto (1965) y el brasileo Celso Furtado (1966), profundizaron ambas lneas de investigacin.

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    Ferrer argumentaba que el estrangulamiento externo del crecimiento econmico era resultado de la relacin entre el sector industrial y el sector externo que caracterizaba a la industrializacin sustitutiva: el desequilibrio exterior origina fluctuaciones profundas y frecuentes de la produccin y el empleo y determina una subutilizacin permanente de la capacidad industrial instalada que slo podra funcionar en condiciones de ocupacin plena con un nivel de importaciones que el pas no se puede permitir.4 Sealaba adems que el desequilibrio externo obstaculiza la acumulacin de capital, particularmente en los sectores bsicos de infraestructura, debido a la dificultad de importar maquinaria y equipos del exterior; y que provoca un creciente nivel de endeudamiento con el exterior que gravita severamente sobre el balance de pagos.5

    En suma, se tomaba conciencia sobre la vigencia de una reformulada restriccin externa. Javier Villanueva (1969, p. 352) sostena:

    lo que se ha logrado [a travs del proceso de sustitucin de importaciones] no ha sido tanto disminuir la dependencia externa, sino que se ha hecho en realidad cambiar el tipo de dependencia de bienes terminados a materias primas y equipos. Es decir, que finalmente, tanto el empleo industrial coyuntural como el crecimiento econmico a largo plazo dependen de la capacidad que el pas de importar insumos y equipos.

    La sustitucin de importaciones prometa aliviar el estrangulamiento externo, pero el

    desarrollo basado exclusivamente en ella y en las exportaciones tradicionales haba agotado rpidamente sus posibilidades. En los pases que avanzaban en el proceso de industrializacin, la demanda de importaciones cambiaba su composicin, desplazndose de los bienes finales a bienes intermedios o bienes de capital; de esa forma, la necesidad de divisas se renovaba incesantemente. La etapa fcil de la poltica sustitutiva llegaba pronto a su fin, anunciando que el estrangulamiento haba cambiado de forma pero no desaparecido.

    Como sealaba Prebisch (1963, p.197):

    La correccin del desequilibrio por la sustitucin de importaciones no dura mucho tiempo, pues nuevos incrementos de la demanda de importaciones, no acompaados de un ascenso equivalente de las exportaciones, conducen otra vez al estrangulamiento exterior.

    Para ser exitosa la industrializacin sustitutiva tena que lograr una reduccin

    progresiva del coeficiente global de importaciones; cumplir esa condicin resultaba fcil en una primera etapa, pero a medida que avanzaba el proceso la produccin local de los bienes que quedaban por sustituir requera una mayor intensidad de importaciones y, en consecuencia, los cambios en la composicin de la demanda originaban un aumento en el porcentaje de importaciones que compensaba la reduccin obtenida inicialmente con la sustitucin.

    David Felix (1966) plante analticamente las condiciones para que una poltica sustitutiva fuese exitosa: las modificaciones introducidas en la estructura productiva deban reducir la participacin de las importaciones en la composicin de la demanda 4 Brodersohn (1970, p. 14) marcaba que si la actividad industrial segua creciendo orientada al mercado interno, resultar poco menos que imposible lograr un acelerado desarrollo econmico compatible con el equilibrio en el Balance de Pagos. 5 Villanueva (1970, p. 351) seal que lo que comenz primariamente como un problema en la cuenta corriente ligada al estancamiento de las exportaciones y a la creciente dependencia externa, va insumos importados del sector industrial, se ha ido convirtiendo en un problema profundo en la cuenta de capital provocado principalmente por la carga que representa el servicio de la deuda externa.

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    final, teniendo en cuenta los cambios ocasionados en el nivel y la distribucin del ingreso. Cuando ya no haba sectores productivos a implantarse en los que el coeficiente de importaciones resultase inferior al del conjunto de la economa, la poltica sustitutiva vea agotados sus efectos dinmicos y el reducido tamao del mercado interno limitaba el ritmo de crecimiento.

    Las dificultades para seguir contrayendo el coeficiente de importaciones ponan de manifiesto los lmites de la estrategia sustitutiva. Aunque en los aos cincuenta se haba completado la sustitucin de casi todos los bienes finales importados por produccin nacional -orientada al mercado interno-, los requerimientos de insumos y bienes de capital, acrecentados progresivamente por el desarrollo industrial, mantenan una fuerte dependencia de la provisin externa. La etapa fcil de la industrializacin se haba agotado, pues el propio avance del proceso renovaba la necesidad de divisas: la demanda de importaciones se regeneraba con una composicin reconfigurada.

    Las dos teoras fundacionales

    Desde la primera crisis del sector externo que vivi la Argentina en la posguerra, entre 1949 y 1952, la dinmica del ciclo se repiti recurrentemente. En 1958-9 y hacia 1961-1962 la economa argentina sufri sucesivas crisis del sector externo. Hacia 1967 una devaluacin compensada con retenciones logr evitar la recesin con inflacin vinculada a la crisis de la balanza de pagos, que volvi a darse en 1975.

    La asociacin entre los fenmenos de la devaluacin, la inflacin y la recesin, caractersticos de las crisis del balance de pagos, fue observada tempranamente por algunos autores interesados en los problemas del desarrollo en los pases perifricos (Pazos, 1949).

    Sin embargo, antes de que sus causas y efectos interdependientes fueran articulados de forma conjunta en el modelo macroeconmico de ciclos stop and go, la comprensin de esos fenmenos avanz en la formulacin de la teora de la devaluacin contractiva y la teora de la inflacin estructural, de carcter ms fragmentario, cuyos desarrollos reconstruimos en esta seccin y en la prxima.

    a. La teora de la devaluacin contractiva

    En la temprana posguerra haba cierto consenso en la teora econmica sobre la vinculacin del nivel del producto interno con la evolucin de la balanza comercial, que se centraba en el estudio de los efectos de una devaluacin. De acuerdo al resultado aceptado generalmente por la teora econmica, una devaluacin no slo mejoraba la balanza comercial del pas sino que contribua a expandir su nivel de actividad econmica. El primer efecto estaba determinado por el cambio implicado en los precios relativos internos y externos; el enfoque de las elasticidades mostr que bajo ciertas condiciones en las elasticidades precio de la oferta y demanda de importaciones y exportaciones (condiciones conocidas como Marshall-Lerner), una devaluacin tendra un efecto positivo sobre la balanza comercial. El segundo efecto (el crecimiento del producto interno) se explicaba por el estmulo generado por la devaluacin a los sectores exportadores y a los sustitutivos de importaciones.

    En el modelo Mundell-Fleming -que combin el enfoque de las elasticidades con el enfoque absorcin para construir el modelo keynesiano elemental de economa abierta (IS-LM-BP con libre movilidad de capitales)-, el anlisis de los efectos de una devaluacin tena los mismos resultados.

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    Los numerosos casos en que las devaluaciones producan una contraccin del producto interno, que slo resultaba en una mejora de la balanza comercial cuando (la reduccin de la absorcin interna) era lo suficientemente fuerte, contrariaban las ideas convencionales.

    A principios de los sesenta algunos autores empezaron a reconocer esta discrepancia entre las proposiciones tericas y la experiencia (de Argentina y otros pases), explicando cmo el efecto redistributivo y recesivo de una devaluacin poda tener un impacto negativo ms fuerte que el efecto de estmulo a algunos sectores productivos generado por el cambio en los precios relativos. La devaluacin reduca los ingresos reales de los asalariados, que tenan una mayor propensin al consumo, y determinaba en consecuencia una reduccin de la demanda. Daz Alejandro (1963) formaliz analticamente los argumentos ms simples: cuando la elasticidad cruzada de la demanda de bienes domsticos respecto al precio de los bienes exportables y el diferencial entre la tasa de ahorro de los trabajadores y la de los capitales son suficientemente bajos, la devaluacin es contractiva. El anlisis estaba inspirado en su lectura de la experiencia argentina 1955-61, que public unos aos despus (Daz Alejandro, 1966a). Esa experiencia haba llamado la atencin de varios autores argentinos, que tambin estudiaron los efectos recesivos de una devaluacin va redistribucin del ingreso, adems de sealar la falta de reaccin ante el cambio de precios relativos de la oferta agropecuaria, que consideraban una causa estructural de la persistente restriccin externa sobre el crecimiento (Moyano Llerena, 1961; Ferrer, 1963; CONADE, 1965; Diamand, 1968).

    5. La teora de la inflacin estructural Los elementos de la teora de la inflacin estructural se forjaron en la crtica de la

    teora ortodoxa, que no poda reconocer ni explicar la incidencia de las perturbaciones reales (causantes) y de los mecanismos de indexacin (amplificadores) de la inflacin. La ortodoxia tambin tampoco poda dar cuenta de la persistencia de la inflacin ante las polticas de restriccin monetaria y fiscal usualmente recomendadas como remedio.

    La moderna teora ortodoxa de la inflacin fue formulada por Milton Friedman (1956, 1957, 1958, 1959, 1961, 1963), quien sostuvo -en su libro en colaboracin con Ana Schwartz (1963)- que la inflacin es siempre y en cualquier lugar un fenmeno monetario.

    La (vieja) idea fundante del monetarismo de la escuela de Chicago, la teora cuantitativa de la moneda, se (re)plante en un esquema similar al del IS-LM y suponiendo o presuponiendo que todos los mercados tienden al equilibrio y que la demanda de dinero es estable. En esas condiciones, cualquier expansin de la oferta monetaria resulta en incrementos (proporcionales) de los precios (rezagados).

    En esa explicacin monetarista la inflacin no tiene vnculos con el lado real de la economa, sino que su causa slo puede ser un persistente exceso de oferta monetaria generado por una poltica (ftilmente) expansiva (empeada en llevar el producto ms all de su nivel potencial, definido ahora como el que corresponde a la tasa natural de desempleo).

    A diferencia de lo que ocurre en los modelos keynesianos, esto es as independientemente de que se parta de una situacin de pleno empleo, pues se supone que la tendencia al equilibrio es automtica.6 De acuerdo al principio de neutralidad del dinero, pilar cristalizado del monetarismo, las expansiones monetarias no pueden

    6 La revolucin de las expectativas de Robert Lucas promovera incluso el abandono del fine-tunning monetario al que Friedman limitaba la poltica econmica.

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    tener efectos sobre el nivel de producto ms que en el corto plazo. La implicancia prescriptiva del monetarismo fue la clsica y tradicional receta de contener la inflacin con contraccin monetaria.

    Los economistas estructuralistas asumieron la necesidad de refutar y superar las ideas monetaristas sobre la inflacin. En el clima de ideas en el que se gestaron las formulaciones que fundaron la teora de la inflacin estructural tena cierta incidencia el contexto de la poca, que urga a encontrar una explicacin comprensiva de la inflacin y una alternativa a las polticas monetarias ortodoxas. La desconfianza respecto de los diagnsticos ortodoxos fue en buena medida despertada por los resultados de la aplicacin de polticas inspiradas en la doctrina monetarista, que solan generar bruscas retracciones de la actividad y el empleo, al tiempo que no lograban contener la inflacin ms que transitoriamente.

    Prebisch (1961) sostena: La tesis tan corriente de que la inflacin slo se debe al desorden financiero y a la incontinencia monetaria de los pases latinoamericanos es inaceptable para nosotros. No porque neguemos esas notorias desviaciones sino porque en la realidad latinoamericana existen otros factores estructurales muy poderosos que llevan a la inflacin y contra los cuales resulta impotente la poltica monetaria.

    Todos concordamos en que hay que hacer un esfuerzo supremo para frenar la inflacin y conseguir la estabilidad sobre bases firmes, pero nos inspira honda preocupacin conseguirlo a expensas del descenso del ingreso global, de su estancamiento o del debilitamiento de su ritmo de desarrollo.

    Lo que daba un marco comn a autores estructuralistas con ideas muy diferentes

    era el reconocimiento del problema de articular una explicacin que permitiera dar cuenta de la inflacin a partir de causas no monetarias -ms all de sus inclinaciones personales y la dimensin de sus aportes; Carlos Garca Martnez (1965, p. 306) identificaba el problema con las instituciones sancionadas por la ley y el Estado y al mismo tiempo reconoca su carcter endmico y afirmaba que la

    diferencia en la largueza de duracin [] engendra, como dira Hegel, diferencias de calidad y no meramente de cantidad entre la inflacin de coyuntura y la de estructura.

    Ms all de calor de la controversia y de su impacto sobre las concepciones de la

    poltica econmica contemporneas, ideas econmicas fuertemente enraizadas en el contexto de la poca cristalizaron en planteos que tuvieron un escenario de debate de alcance internacional y en formulaciones tericas con notable elaboracin analtica.

    Uno de los aportes pioneros ms influyentes fue el de Sunkel (1958a, 1958b). Aunque el anlisis no avanzaba hacia una formalizacin, su trabajo marc el inicio de una lnea de investigacin y dej planteados algunos elementos y distinciones que seran revisitados desde distintos puntos de vista con diferente rigurosidad y profundidad.

    Las contribuciones de Olivera (1960, 1964, 1967, 1970), quien plante la teora de la inflacin estructural un marco analtico especificado con precisin y consistencia, se destacan en la historia del pensamiento econmico. Sus modelos planteados en un marco de anlisis de equilibrio general en los que la inflacin brota de la presencia de fallas en algunos mercados que impiden ajustes automticos (completos e instantneos) y generan trayectorias en desequilibrio con alzas sucesivas de precios consiguieron refutar a la ortodoxia en sus propios trminos.

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    En presencia de rigideces a la baja de los precios industriales y los salarios, los cambios en los precios relativos de equilibrio inducidos por un proceso de crecimiento generaban tensiones que podan desembocar en procesos inflacionarios de distinta intensidad y velocidad -dependiendo del valor de los parmetros-.

    Olivera fue tan sofisticado en sus abstracciones como transparente y general en sus argumentos. De acuerdo a un razonamiento de contundente lgica elemental, Oliver (1964) argumentaba que las rigideces a la baja en los precios (industriales) implicaban que los cambios en los precios relativos de equilibrio (generados por pertubaciones reales) se traduciran en ajustes imperfectos e incrementos persistentes del nivel de precios absolutos:

    una rigidez hacia debajo de los precios absolutos es suficiente para asegurar que cualquier ajuste de los precios relativos hacia una nueva posicin implique un efecto inflacionario sobre el nivel general de precios.

    Olivera (1960) haba sealado que en los aos cincuenta la relacin entre la poltica

    monetaria y las fluctuaciones de los precios haba comenzado a debilitarse, y los precios continuaron creciendo, y aun tendieron a acelerarse, en aos de aguda astringencia en el mercado monetario. En una conferencia titulada Monetarismo vs Estructuralismo (1965), Olivera enfatiz las dificultades que presentaba la identificacin causal en casos de correlaciones significativas entre variables, tal como la existente entre expansin de la oferta monetaria e inflacin.

    En la teora de la inflacin estructural, asociada al principio de endogeneidad de la oferta monetaria, las expansiones en la oferta de dinero que acompaan a los procesos inflacionarios no son su causa sino su consecuencia.

    3. El ciclo stop and go: los modelos estructuralistas argentinos

    El ciclo econmico caracterstico del modelo sustitutivo estaba determinado por el

    relativo estancamiento de la produccin agropecuaria (exportable) y por la dependencia de la estructura industrial y las pautas de consumo respecto de las importaciones de insumos, capital fsico y tecnolgico, y productos diferenciados.

    Dos causas estructurales del patrn de fluctuaciones econmicas tpico de la Argentina de posguerra, la rigidez de la oferta de productos exportables y la dependencia de la actividad manufacturera respecto de la capacidad para importar, fueron captadas de forma estilizada en dos supuestos fundamentales de algunos modelos que apuntaban a explicar ese tipo de ciclos en un marco analtico simple. De esa forma los modelos estructuralistas argentinos desarrollaron explicaciones analticas de la dinmica de las fluctuaciones de la economa argentina partiendo de las determinaciones histricas y estructurales especficas del pas.

    El modelo de ciclos stop and go formulado por Oscar Braun y Leonard Joy (1968), que propona una explicacin de la dinmica de la economa determinada por las dos causas estructurales de crisis mencionadas, qued registrado como exposicin seminal del esquema arquetpico de los modelos estructuralistas argentinos, aunque no estaba acompaada por un desarrollo formal completo.

    El modelo parta de un esquema simple de dos sectores: el sector industrial, que slo produca para el mercado interno y requera insumos y bienes de capital importados, y el sector agropecuario, que produca bienes salario destinados tanto al mercado interno como a la exportacin (siendo esta la nica fuente de ingreso de divisas).

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    La dinmica de la economa determinada por esas caractersticas estructurales implicaba que las fases expansivas se veran necesariamente estranguladas por la tendencia al desequilibrio en el balance de pagos.

    Durante estas fases creca la demanda de importaciones, que produca un egreso de divisas superior a los ingresos obtenidos por saldos exportables que estaban en cada por el aumento de los salarios. As se gestaban las condiciones que forzaban una devaluacin de la moneda nacional, que a su vez desencadenaba un ajuste recesivo. El alza del tipo de cambio se transmita a los precios, el salario real se deprima y caa el consumo. La contraccin de la demanda interna incrementaba la oferta de exportaciones y reduca las importaciones, lo que permita cerrar la brecha en la cuenta corriente del balance de pagos y recrear las condiciones para una nueva fase expansiva.

    Los modelos estructuralistas tuvieron una fuerte tradicin, en la que se observa una retroalimentacin sinrgica de distintos desarrollos, casi todos ellos formalizados analticamente en modelos que establecan esa distincin fundamental entre el sector industrial y el sector agropecuario, y reconocan la importancia de la capacidad para importar como limitacin principal del crecimiento econmico.

    Villanueva (1964) formul un modelo esttico pionero para el anlisis de pases cuya conformacin econmica corresponda a los dos rasgos estructurales sealados:

    a) Tanto la expansin de la produccin manufacturera como el sostn de los niveles de actividad alcanzados por dicho sector dependen de la absorcin de recursos de origen externo a la economa; b) la capacidad de importar est ligada bsicamente a la exportacin de bienes primarios.

    Rosemary Thorp y Eprime Eshag (1965) estuvieron entre los primeros autores que intentaron dar cuenta de la aparente paradoja de una economa que presentaba simultneamente inflacin y recesin; cuadro tpico de las crisis del balance de pagos en Argentina y Latinoamrica.

    Miguel Sidrauski (1968) incorpor al modelo de dos sectores una dimensin monetaria, que permiti identificar los efectos monetarios de distintos shocks y distinguirlos de los reales.

    La tradicin de los modelos estructuralistas argentinos, que explicaron la determinacin a corto plazo del nivel de actividad en la economa argentina de posguerra, culmin en las formulaciones de Adolfo Canitrot (1975) y Alberto Porto (1975) a mediados de los setenta. El trabajo de Canitrot es tal vez la expresin ms contundente de la capacidad de ese modelo analtico simple para iluminar la explicacin de una situacin histrica concreta, en este caso los lmites de los proyectos populistas de redistribucin de ingresos. El trabajo de Porto cristaliz el avance de las formulaciones analticas enfocadas a esos problemas en un modelo completamente especificado que contemplaba con detalle las respuestas de la economa ante cada tipo de shock.

    El arquetpico modelo de ciclos stop and go, al igual que el modelo IS-LM, paradigmtico en la sntesis neoclsica keynesiana, tiene una estructura analtica y una dinmica -ilustrada por estticas comparativas- con particularidades determinadas por los supuestos involucrados en su especificacin. El modelo IS-LM fue construido sobre la base de algunos supuestos e ideas claves que definen su estructura analtica; est ltima se encuentra, por otra parte, situada en un marco de anlisis de equilibrio general. En tanto modelo (atpico) de equilibrio general, salta a la vista que la consideracin conjunta de todas las transacciones de mercancas en un nico mercado de bienes, as como la existencia de dos tipos de activos (dinero y bonos), reflejan una estructura de

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    agregacin peculiar. Por otra parte, las interacciones entre los mercados considerados y la determinacin del nivel de actividad (y de empleo) en una economa monetaria en el corto plazo que tienen lugar en el modelo, tambin responden a supuestos tericos particulares.

    De igual forma, el modelo stop and go podra ser considerado como un modelo (atpico) de equilibrio general, pero en este caso el inters est centrado en la tendencia (estructural) al desequilibrio (externo) y en la dinmica generada por ello ms que en el anlisis general de esttica comparativa para determinar la respuesta de la economa a un shock monetario o fiscal.

    Adems de la particularidad de partir el mercado de bienes en un mercado de bienes agropecuarios y un mercado de bienes industriales, especificacin que reflejaba los factores histrico-estructurales que hemos remarcado, el modelo stop and go tiene un rasgo notable que explica su lugar prominente en la tradicin estructuralista. En la explicacin de las crisis peridicas del balance de pagos proporcionada por ese modelo resalta la penetrante combinacin de las dos teoras que definieron al estructuralismo latinoamericano como una corriente econmica alternativa: la teora de la devaluacin contractiva y la teora de la inflacin estructural. 2. (Dos) causas estructurales de las crisis del sector externo

    La vigencia reformulada de la restriccin externa y las nuevas dificultades asociadas a ella estaban vinculadas con el tipo de industrializacin inducido por la sustitucin de importaciones y con la persistencia de trabas histricas en la dinmica de la produccin agropecuaria.

    En cuanto a lo primero, la industrializacin por sustitucin de importaciones promovi el desarrollo de estructuras industriales totalmente volcadas hacia los mercados internos. Segn expresaba Prebisch (1963, p. 248):

    Se ha formado (...) en nuestros pases una estructura industrial prcticamente aislada del mundo exterior. (...) se fue creando en los pases en desarrollo (...) un mdulo de industrializacin fragmentado en numerosos compartimentos estancos, con escasa comunicacin entre ellos y con grave perjuicio de la productividad.

    En efecto, la estrechez de los mercados nacionales y la deficiente competencia

    interna trabaron la integracin y el dinamismo de las nuevas estructuras industriales nacionales. Prebisch (1963, p.198) sostena que:

    (...) la proliferacin de toda suerte de industrias en un mercado cerrado ha privado a los pases latinoamericanos de las ventajas de la especializacin y de las economas de escala, y al amparo de aranceles y restricciones exagerados no se ha desenvuelto un tipo saludable de competencia interior, todo ello en menoscabo de la eficiencia productiva. (...) La industrializacin cerrada por el proteccionismo excesivo, y as tambin los aranceles desmesurados sobre ciertos productos agrcolas importantes, han creado una estructura de costos que dificulta sobremanera la exportacin de manufacturas al resto del mundo.

    Ese sesgo de la poltica de industrializacin hacia la sustitucin de importaciones -en

    desmedro de la promocin de exportaciones- consolid en cada pas un tipo de estructura industrial volcada exclusivamente hacia su mercado interno -con una escala inadecuada, escaso incentivo al progreso tcnico y, en definitiva, un insuficiente

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    dinamismo-, que provocaba la persistencia del estrangulamiento externo. La tendencia al desequilibrio fue configurada por la relacin dinmica entre el magro crecimiento de la capacidad para importar y el incremento sostenido de la demanda de importaciones. La persistencia de los problemas del sector externo se atribua a la ineficiencia econmica derivada del sendero proteccionista consumado. Javier Villanueva (1969, p. 332) sostena que el restringido mercado interno era a todas luces insuficiente para permitir el aprovechamiento de las economas de escala y se manifestaba en contra del aislacionismo:

    A falta de mercado ms amplio el pas debi insistir en la necesidad de una persistente redistribucin de ingresos que permitiera a las industrias locales disponer del ms amplio mercado local posible. Lo que resulta difcil explicar es por qu nuestro pas persista (y an persiste) en un tipo de poltica de direccin hacia adentro (inward looking); al hacerlo perdi los efectos de aprendizaje resultantes de competir en el mercado externo, el desarrollo de recursos humanos de mayor capacitacin tcnica y la disponibilidad de un mercado ms grande. Este aislacionismo industrial de un antiguo exportador como la Argentina [] ha sido tal vez uno de los ms grandes errores econmicos de nuestro pas en los ltimos veinte aos.

    Aldo Ferrer (1969, p. 525) tambin reconoca como principal problema el

    aislamiento del resto del mundo; la restriccin indiscriminada de importaciones y la falta de selectividad general haban hecho que la poltica de industrializacin careciera de objetivos consistentes con un desarrollo industrial adecuado a las condiciones nacionales. El altsimo nivel de proteccin efectiva haba impulsado un desarrollo industrial concentrado en las ramas productoras de bienes finales, y el aislamiento de la competencia externa haba estimulado la expansin de amplios sectores del tejido industrial que producan con costos mayores a los internacionales.

    Guido Di Tella (1966, p. 454-5) sealaba los altsimos costos industriales de nuestra estructura presente -que atribua al elevamiento sucesivo de barreras a la importacin-, y fue uno de los primeros en enfatizar el rent-seeking, nocin que luego fue eje de la crtica degerada de Anne Krueguer sobre la ISI. Segn Di Tella la proteccin haba ido creando cuasi-rentas que provocaron el influjo de recursos a las reas que sucesivamente se iban protegiendo, y en esas reas se haba pasado rpidamente de un estado incipiente, a un boom extraordinario, y luego a un estancamiento.7 Este autor criticaba el esquema semi-autrquico implantado -cuyo objetivo era completar la sustitucin de las importaciones, orientndose particularmente hacia las industrias bsicas, petroqumica, siderurgia, energia, etc- y sostena que la secuencia seguida en la implantacin de industrias en distintas etapas y distintos sectores haba recibido slidas crticas de la CEPAL y de los desarrollistas, que compartan el objetivo de integracin total del sistema productivo.

    Para Di Tella (1966, p. 458), la distorsin en los precios relativos del sector industrial, y su alto nivel absoluto, junto con la falta de exportaciones industriales, constituyen los principales signos de nuestra falta de madurez y de la distancia que todava nos queda por recorrer.

    El propio Prebisch (1964, pp.248-9) haba sealado un par de aos antes que

    (...) la industrializacin basada en la sustitucin de importaciones ha contribuido notablemente a la elevacin del ingreso en los pases en desarrollo, pero lo ha hecho en grado mucho menor del que pudo haberse conseguido con una poltica

    7 Di Tella (1970, pp. 454-455) sugera un cierto parecido con la etapa del modelo agro-exportador, durante la que la motivacin principal fue la apropiacin de la renta.

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    racional que combinara juiciosamente la sustitucin de importaciones con las exportaciones industriales () Como resultado del tamao relativamente pequeo de los mercados nacionales, adems de otros factores adversos, el costo de las industrias ha resultado a menudo excesivo, y ha llevado a recurrir a muy altos aranceles productores; esto ltimo, a su vez, ha tenido efectos desfavorables sobre la estructura industrial, pues ha alentado el establecimiento de fbricas pequeas y antieconmicas y debilitado el estmulo al adelanto tcnico y el aumento de productividad. Se ha formado as un verdadero crculo vicioso desde el punto de vista de las exportaciones de manufacturas. stas encuentran grandes dificultades porque los costos internos son altos, y estos costos son altos, entre otras razones, porque no hay exportaciones que amplen los mercados.

    Por otra parte, junto con el carcter dependiente de la industrializacin que se

    manifestaba en la recurrente insuficiencia de divisas, se identific como causa estructural de las crisis del sector externo a la rigidez de la oferta de productos exportables. Villanueva (1966, pp. 119-126) haba estudiado analticamente la importancia estratgica del excedente agrcola. Di Tella (1966, p. 451) sostena que el dficit de la balanza de pagos es la resultante de la limitacin del volumen fsico de la oferta agropecuaria, consecuencia de la terminacin del proceso de incorporacin de las tierras vrgenes a la economa, acompaado por el proceso de deterioro en los trminos del intercambio. Los productos agropecuarios eran predominantes en la composicin de las exportaciones, y la produccin pampeana registraba un estancamiento relativo con sensibles consecuencias para el conjunto de la economa, cuya explicacin gener gran inters.

    Ernesto Laclau (1969) sostuvo que como consecuencia de la apropiacin del suelo, que haba tenido lugar en una etapa previa a la expansin agropecuaria, la renta agraria se haba constituido como categora central dentro de la organizacin rural argentina y tendi a ocupar el lugar que en una economa desarrollada corresponda a la acumulacin de capital. Por su parte, Guillermo Flichman (1978) enfatizaba que la existencia de una renta especulativa distorsionaba los criterios de inversin, y Jorge Sbato (1979) argumentaba que la consolidacin de una clase dominante -por su carcter predominantemente comercial y financiero- tendi a minimizar las inversiones en capital fijo, en cualquier caso con grave perjuicio de la productividad agropecuaria. 8

    6. Los conceptos sean unidos: inflacin cambiaria y dualismo

    Distintos autores latinoamericanos desarrollaron concepciones diferentes de la inflacin estructural con inters en explicar experiencias concretas particulares.

    El trabajo de Sunkel (1958a) -que Olivera (1964) consider el locus classicus del enfoque estructuralista- sealaba como presiones inflacionarias estructurales las que se deban a la escasa movilidad de los recursos productivos y el deficiente funcionamiento del sistema de precios, y por otra parte identificaba la pugna de ingresos como mecanismo de propagacin de la inflacin.

    Aunque podra parecer que la distincin dejaba en segundo plano la relevancia de la puja distributiva, esa categora fue central en importantes desarrollos de la teora de la inflacin estructural.

    En los trabajos pioneros de Noyola (1956), Felix (1960), Olivera (1960) Prebisch (1949, 1963) las presiones de los trabajadores para mantener el poder adquisitivo de los 8 Una reactualizacin de esta literatura puede encontrarse en Enrique Arceo (2003).

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    salarios -y la resistencia de los capitalistas a comprimir sus mrgenes de ganancia- tena un rol importante en el proceso inflacionario.

    En trabajos posteriores, como los de Pazos (1972) y Mallon y Sourrille (1973), la dimensin social y poltica de los procesos inflacionarios tena un lugar central. La visin de la puja distributiva como mecanismo de propagacin, vinculada a la nocin de espiral de precios y salarios, tendra desarrollos con mayor elaboracin conceptual y analtica en los que cristaliz el concepto de inercia inflacionaria -vinculado a la indexacin y la adaptacin de las expectativas- como marco analtico general para el tratamiento del problema. Los trabajos ms importantes que avanzaron en esa direccin fueron posteriores a 1975 y exceden el alcance de este trabajo.

    Entre los desarrollos de la teora de la inflacin estructural en la primera mitad de los aos setenta es de especial inters marcar aquellos que vincularon los fenmenos inflacionarios con la insuficiencia de divisas y con las causas estructurales de las crisis del sector externo.

    Como sealamos antes, el modelo de ciclos stop and go subsumi la teora de la devaluacin contractiva y la teora de la inflacin estructural en explicacin ms general de las crisis peridicas del balance de pagos. A continuacin apuntamos algunos desarrollos de la teora de la inflacin estructural que profundizaron esas nociones y su relacin, y que por ello contribuyen a completar un trazado del horizonte de la tradicin estructuralista en la Argentina de posguerra.

    En su anlisis del caso de Argentina, Olivera (1960) reconoca un tipo de fenmeno inflacionario () con la particularidad () de encontrarse vinculado muy estrechamente al desequilibrio del balance de pagos; Olivera sealaba que la baja elasticidad de la oferta agropecuaria haba limitado el crecimiento econmico, y que con el desarrollo de la industria

    () si desde el punto de vista de la demanda se atenu la sensibilidad de la economa a los factores externos, aument en cambio su dependencia de ellos por el lado de la oferta. La elevada concentracin de las importaciones en las de bienes de produccin imprescindibles determin que las variaciones de la capacidad para importar significaran, en sustancia, cambios correspondientes de la capacidad de produccin del pas;

    Marcelo Diamand, un terico argentino sui generis con formacin de ingeniero y

    experiencia como empresario industrial en electrnica-, aport una categora original que acompa la culminacin de los modelos estructuralistas que buscaron explicar los fenmenos de la inflacin y la crisis del sector externo.

    La nocin de inflacin cambiaria, tal como la desarroll, enfatizaba que las principales presiones inflacionarias provenan de la insuficiencia de divisas. La inflacin cambiaria era el mecanismo que operaba y expresaba la restriccin externa sobre el crecimiento; resultaba de las peridicas devaluaciones forzadas por la tendencia al desequilibrio en el balance de pagos y era el fenmeno caracterstico de la crisis. El trmino condensaba la inflacin estructural y la devaluacin contractiva; ambas teoras eran combinadas en su explicacin de la crisis, de acuerdo a la cual la contraccin econmica era operada a travs de la inflacin, cuya causa era la devaluacin forzada por la tendencia estructural al desequilibrio en la balanza de pagos.9

    La explicacin comprensiva que vinculaba los fenmenos caractersticos de las crisis entre s y con sus causas estructurales se haba ido desarrollando e integrando con la 9 La inflacin sera amplificada por la puja distributiva, que dificultara la estabilizacin del nivel de precios, y una poltica de restriccin monetaria hara ms fuerte la contraccin y ms costoso iniciar una recuperacin con transitorio con equilibrio externo.

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    profusin de contribuciones vinculadas a la tradicin estructuralista. Braun y Joy (1968), sin ir ms lejos, se haban encargado de puntualizar que

    La premisa clave que origina esos resultados en nuestro modelo es aquella por la cual el valor de las importaciones excede al de las exportaciones a medida que nos aproximamos al pleno empleo.

    Adems de combinar las teoras de la devaluacin contractiva y de la inflacin

    estructural en la categora ideada inflacin cambiaria- y en su explicacin de ese tipo especial de inflacin estructural, vincul los fenmenos caractersticos de la crisis con sus causas histrico-estructurales, y tambin para estos busc un esquema explicativo integral.

    En sintona con los modelos de la tradicin estructuralista, Diamand reconoca como limitacin fundamental al crecimiento y como un factor explicativo principal del patrn tpico de las fluctuaciones a la restriccin externa, cuyas y formas de manifestacin reconstruy con precisin de manual (la limitacin externa poda ser manifiesta: crisis de la balanza de pagos, implcita: controles y restriccin monetaria, o postergada: endeudamiento externo).

    Sostena adems que la economa argentina, caracterizada por un sector industrial consumidor de divisas que no contribuye a producirlas y con la provisin de estas divisas () a cargo del sector agropecuario de crecimiento mucho ms lento, deba ser entendida como una estructura productiva desequilibrada. Ese trmino reflejaba el lugar central de la diferenciacin en la estructura y dinmica del sector primario y el industrial.

    El anlisis de las causas estructurales de las crisis del sector externo caracterizadas por la recesin y la inflacin cambiaria se haba ido profundizando en paralelo con el anlisis de las trayectorias del nivel de actividad de la economa. Adems de la estructura productiva desequilibrada de Diamand, otras concepciones lograron englobar las causas histrico-estructurales de la persistencia de la restriccin externa en teoras ms desarrolladas. Los desarrollos de los conceptos de dualismo tecnolgico, industrializacin dependiente y dependencia tecnolgica reflejaron el potencial de las ideas estructuralistas (Monza, 1972; Katz, 1972; Felix, 1974; Ferrer, 1974; Sercovich,1974; Sbato, 1975).

    La receptividad y recepcin de las ideas del ingeniero Diamand volcadas a la literatura econmica con vitalidad y creatividad describen la culminacin del estructuralismo como tradicin de pensamiento. Sus ideas no tuvieron una cristalizacin completa en trminos de formalizacin analtica en esos aos.

    La formulacin analticamente ms completa del stop and go, el modelo de una economa monetaria con un sector agropecuario y un sector industrial con un sector monetario desarrollado por Porto (1975), no fue extendida ni reformulada bajo el mismo horizonte; las contribuciones significativas posteriores seran parte de otra poca.

    En los aos que siguieron hubo fuertes transformaciones polticas y econmicas que desarticularon el espacio en el que histricamente se haba desarrollado la tradicin estructuralista. En la presentacin del libro Inflacin y estructura econmica (1973) -que compilaba los trabajos de Sunkel (1958a), Maynard (1961), Seers (1962) y Olivera (1964)- Tulio Halperin Donghi haba afirmado que

    La supervivencia del estructuralismo surgido como tentativa de seguir e influir desde muy cerca las polticas econmicas practicadas en Latinoamrica- depende del curso de esas polticas econmicas mismas, y (de modo indirecto pero decisivo) del curso de la poltica sin adjetivos.

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