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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

.

CONTENIDO

FITOPATOLOGÍA COLOMBIANA

ISSN 0120-0143

VOLUMEN 34 NÚMERO 2 DICIEMBRE 2010

JUNTA DIRECTIVA ASCOLFI 2009-2011

Principales Suplentes

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Revista

“FITOPATOLOGÍA COLOMBIANA”

ÓRGANO DE DIFUSIÓN DE LA ASOCIACIÓN

COLOMBIANA DE FITOPATOLOGÍA Y CIENCIAS

AFINES- ASCOLFI

ISSN 01120-0143

Licencia de Min. Gobierno No 001808, Cali, Apartado Aéreo

5004, Nit : 891 –301.725-6 Sociedad sin ánimo de lucro,

Personería Jurídica 1097 de abril 1º de 1977

Editor

Benjamín Pineda L, Ing. Agr. M Sc.

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COMITÉ EDITORIAL Benjamín Pineda López Ing .Agr. – M Sc Fitopatología

Francisco J. Morales G. Ing. Agr. – Ph D Virología Jorge I. Victoria K. Ing. Agr. – Ph D Bacteriología Elizabeth Álvarez C. Ing. Agr. – Ph D Fitopatología Lee. Calvert Biol. – Ph D Virología Ivan Lozano Biol. – M Sc Ciencias Carlos Jara Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Representante de publicidad

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Contacto Revista: Oficina Ascolfi, Km 1 Via al Penal Granja

Corpoica C.I. Palmira, Cel:+57- 3164303079

Palmira - Valle del Cauca – Colombia

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Suscripciones y Canje: [email protected]

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Diseño y Diagramación: Benjamín Pineda L

Impresión: COMPUIMAGEN, Tel 2716528

Fecha de impresión: Diciembre de 2010

Tiraje 300 ejemplares

Publicación Indexada por COLCIENCIAS en la

Categoría “C” del Índice Nacional de Publicaciones

Seriadas Científicas y Tecnológicas de Colombia

(Publindex). Referenciada internacionalmente por el

Índice Latinoamericano de Publicaciones Científicas y

Tecnológicas (Latindex).

Política Editorial ........................................................................... i

Relationship between severity of potato early

blight and yield loss of tubers in epidemics of

different duration

R. O. Campo A., L. Zambolim y F. X. Ribeiro Do Vale........... 35-39

Escala diagramática para evaluar la severidad de la

bacteriosis de la gulupa (Passiflora edulis Sims)

S. Y. Castillo, J. F. Rivera y L. M. Hoyos……………………..…. 41-45

Arvenses hospedantes de nematodos fitoparásitos

en el cultivo de plátano

S. Rivera A. Óscar A. Guzmán P. y C. Zamorano M. ……………. 47-51

Efecto de nematodos entomopatógenos (Rhabditida:

Steinernematidae y Heterorhabditidae) en la mortalidad

de juveniles y en la inhibición de la eclosión de juveniles

de Meloidogyne mayaguensis (Tylenchida) J. P. Molina, C. De Mello D., R. Moreira S. y E. Lewis…………. 53-56

Efecto de bacterias entomopatógenas Xenorhabdus y

Photorabdus y sus metabolitos sobre juveniles y huevos

de Meloidogyne mayaguensis (Tylenchida)

J. P. Molina, C. Dolinski, R.M. Souza, A. Valencia,

V. Dalbon y E. Lewis…………………………………………….. 57- 63

Reacción de genotipos de tomate de árbol (Solanum betaceum (Cav.) Sendt) al nematodo

Meloidogyne spp. Chitwood

S. L. Álvarez S. , J. L. Chaves M., C. Salazar G. y

C. Betancourth G…………………………………………………. 65-70

Fitopatología Colombiana, normas para la

elaboración de artículos…………....………….…….……… …. 71-74

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No2

Editorial

Para nuestros colegas fitopatólogos y otros lectores de la revista, esta vez gran parte del fascículo está dedicado a

la publicación de contribuciones relacionadas con los nematodos. Buen indicador, puesto que a la investigación

con este tipo de organismos del reino animal, asociados a muchos cultivos de interés agrícola, son pocas las

personas que le dedican tiempo y recursos. De todos es conocida la tendencia a trabajar preferencialmente con

hongos y poco o nada con los demás agentes patógenos de las plantas.

Las bacterias, esta vez, en la revista también se destacan con un trabajo en Gulupa (Passiflora edulis Sims), un

frutal promisorio para el país en donde Xanthomonas axonopodis ha estado ocasionando problemas a los

cultivadores. La respuesta al manejo del problema va de la mano con un grupo de investigación de la Universidad

Nacional, sede Bogotá, quienes, estoy seguro seguirán con sus aportes investigativos y de divulgación

fitopatológica.

La epidemiologia también ocupa algunas páginas de Fitopatología Colombiana con el tema del tizón temprano

en papa (Alternaria solani), otro de los problemas que se adiciona a la papicultura. Sus resultados, que tienen

que ver con la relación entre la severidad de la enfermedad y las pérdidas en rendimiento de tubérculos, de

seguro contribuirán a aportar elementos de juicio para la toma de decisiones en el manejo oportuno de la

enfermedad.

Espero que más fitopatólogos y profesionales interesados en la fitosanidad aprovechen las páginas de

Fitopatología Colombiana para divulgar sus resultados, siempre hay páginas disponibles, pero muy pocos

“contribuyentes”

Benjamín Pineda López

Editor Revista Fitopatología Colombiana

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

35

RELATIONSHIP BETWEEN SEVERITY OF POTATO EARLY BLIGHT AND YIELD LOSS OF

TUBERS IN EPIDEMICS OF DIFFERENT DURATION*

Rodrigo Orlando Campo Arana1, Laércio Zambolim2 y Francisco Xavier Ribeiro do Vale2

1Universidad de Córdoba, Facultad de Ciencias Agrícolas, Montería (Cordoba , Colombia).

2 Universidade Federal de Viçosa. Centro de Ciências Agrárias. Departamento de Fitopatología. AV. P.H. Rolfs, Viçosa – MG, Brasil,

e- mail contacto: [email protected]; [email protected].

*Artículo científico recibido el 01/11/2010; aceptado el 10/12/2010

SUMMARY

To compare the epidemic effect on the reduction of green leaf area and

tuber yield, four intensities of early blight (Alternaria solani) of potato (Solanum tuberosum) were established in field plots with the use of a

gradient severity method, at phenological stage III or IV (beginning of

tuberization or maximum tuber fill). The maximum disease severity

(Ymax) and epidemic duration of each epidemic was estimated from the disease progress curves. The lowest Ymax occurred when epidemics

were started at stage IV or when the plants were protected with sprays

of chlorothalonil. Early blight epidemics that begun at the stage III

were most severe and resulted in yield losses that varied from 7.3 to 50%, compared to the losses of 0.3 to 29.4% if the epidemic started at

stage IV. There was a linear relationship of green leaf area and defolia-

tion at 60 days after planting with the tuber yield. Thus, these two parameters could be used to design models to predict final tuber yield.

The maximum stage III epidemic resulted in 31.2% fewer tubers and

37.8% reduced tuber yield than if the epidemics were started at stage

IV. Although lower yield losses occurred in late epidemics, stage IV, these losses can be significant if control measures are not used.

key words: early blight, Solanum tuberosum, yield loss.

RESUMEN

RELACION ENTRE LA SEVERIDAD DEL TIZÓN TEMPRA

NO DE LA PAPA Y PERDIDAS EN RENDIMIENTO DE

TUBERCULOS EN EPIDEMIAS DE DIFERENTE DURACIÓN

Para comparar el efecto de epidemias del tizón temprano en papa

(Alternaria solani) en la reducción del área foliar verde y en la pro-

ducción de tubérculos de papa (Solanum tuberosum) se establecieron

bajo condiciones de campo cuatro gradientes de severidad en los esta-dos fenológicos III o IV (inicio de la tuberización o máximo llenado

del tubérculo). La intensidad máxima de la enfermedad Ymax y la

duración de cada epidemia fue estimada de las curvas de progreso de

la enfermedad. Los menores Ymax ocurrieron cuando las epidemias iniciaron em el estado fenológico IV o cuando las plantas fueron as-

perjadas con chlorothalonil. Las epidemias iniciadas en el estado

fenológico III fueron las mas severas causando pérdidas entre 7,3 a

50%; mientras que, las ocurridas en el estado IV fueron de 0,3 a

29,4%. Hubo una relación linear entre el área foliar verde y la defolia-

ción a los 60 días después de la siembra con la producción de tubércu-los; por tanto, esos dos parámetros, pueden ser utilizados para diseñar

modelos para predecir la producción final de los tubérculos. Las epi-

demias iniciadas en el estado fenológico III en relación a las del estado

fenológico IV redujeron la cantidad de tubérculos en peso 37,8%. Aunque las menores perdidas ocurrieron en las epidemias tardías,

estado IV, las perdidas pueden ser mayores si no se establecen medi-

das de control.

Palabras claves: Tizón temprano, Solanum tuberosum, Pérdidas de la

producción.

RESUMO

RELAÇÃO ENTRE A SEVERIDADE DA PINTA-PRETA DA

BATATA E DANOS NA PRODUÇÃO DE TUBÉRCULOS EM

EPIDEMIAS DE DURAÇÃO DIFERENTES

Visando comparar o efeito de epidemias de pinta-preta (Alternaria

solani) na redução da área sadia e na produção de tubérculos de batata

(Solanum tuberosum) quatro gradiente de severidade da doença foram estabelecidas em campo no estádio fenológico III ou IV (início da

tuberização ou máximo de enchimento). A intensidade máxima de

doença (Ymax) e a duração da epidemia de cada foi estimada das curves

de progresso da doença. O mais baixa Ymax ocorreu quando a epidemia iniciou no estádio IV ou quando as plantas foram atomizadas com

chlorothalonil. A epidemia de pinta-preta no estádio III foi a mais

severa e resultou em danos que variou de 7,3 a 50%, comparado aos

danos causados no estádio IV que foram de 0,3 a 29,4%. Houve uma relação linear da área sadia verde e desfolha aos 60 dias após o planti-

o. Portanto, estes dois parâmetros, podem ser empregados em modelos

para predizer a produção final de tubérculos. A epidemia no estádio

III, resultou numa quantidade de tubérculos 31,2% e em peso de 37,8% menor do que epidemias iniciadas no estádio IV. Embora me-

nor dano tenha ocorrido em epidemias tardias (estádio IV), as perdas

ainda podem ser significantes se medidas de controle não forem ado-

tadas.

Palabras chaves: Pinta-preta, Solanum tuberosum, perdas da produ-

ção

INTRODUCCIÓN

Early blight (Alternaria solani Sorauer) is the

most important disease of potatos (Solanum

tuberosum L.) cultivated in warm climates,

optimum 25-270C, (Kapsa, 2004). In general, tuber yield loss of 20% is common (Johnson

and Teng, 1990; Shtienberg et al., 1996), but

losses up to 50% have been reported (Campo

et al., 2001; Kapsa, 2004). Generally, the disease is controlled by fungicide sprays

during the warm periods (Easton & Nagle,

1985; Johnson & Teng, 1990; Shtienberg et

al., 1996; Reis et al., 1999; Ardestani, et. al. 2010).

Early blight occurs commonly worldwide

on potato crops, specialty in regions with

high temperature and humidity (Kapsa, 2004). The etiology of disease are fungi from

Alternaria genus; six Alternaria species have

been reported A. alternate, A. tenuissima, A.

dumosa, A. solani, A. arborescens and A. infectoria (Ardestani et al., 2010); been the

more commonly reported A. solani .

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2 36

Models to correlate yield loss with the disease severity have been reported (Large,

1966; James, 1972), but these models are

considered to have low precision (Gaunt,

1987). The inclusion of physiological va-riables, where the disease is correlated to host

development and growth, permits the devel-

opment of models with greater precision and

transportability to different agro-ecological regions (Waggoner and Berger, 1987; John-

son and Teng, 1990; Gaunt, 1995). However,

to predict yield losses, it is important to know

the most susceptible phenological stage (PS) of the plants (Lipps and Maden, 1989; Mad-

den et al., 2000). Rotem et al. (1983) showed

a correlation between final potato tuber yield

and green leaf area duration between the initial period of tuberization and harvest.

Quantification of disease severity is an

important tool to construct disease progress

curves, which helps to compare different epidemics in an experimental area and be-

tween regions. Superimposition of a disease

progress curve on a crop growth curve can be

used to determine the plant growth stage of most damage. Thus, the effect of the disease

on the tuber yield can be explained (Large,

1966).

Potato early blight epidemics are most severe at the beginning of tuberization

(Shtienberg et al., 1996; Campo et al., 2001;

Trikale et al., 2008). There is lack of studies

to relate tuber yield loss to epidemics started at different PS, and the healthy leaf area of

the plants (Campo et al., 2007; Iglesias et al.,

2007). This study was conducted to evaluate

early blight epidemics in potato crops at different PS and to correlate tuber yield loss

to the green leaf area.

MATERIALS AND METHODS

Experiments were conducted in field plots of

the Federal University of Viçosa, state of

Minas Gerais, during September to December of 2000, when the climatic conditions are

conducive to the establishment of early blight

epidemics.

The experimental area of 800 m2 was planted using 40 to 60 g seed-potato 'Bintje',

with a distance of 25 cm between plants and

75 cm between rows. The area was divided

into two main blocks, which were further sub-divided into four 5 m wide consecutive

plots of 10 rows of 6 m each. The early blight

epidemics were initiated at PS III (beginning

of tuberization) in the first block and at PS IV (maximum tuber fill) in the second block

(Rowe, 1993; Filgueira, 1999). Conventional

commercial practices were followed regard-ing fertilization, insecticide sprays, weed

control, and supplemental irrigation during

the crop cycle.

Plots to disseminate (D0) the pathogen were established three weeks prior to planting

of the main experimental area, by planting

four rows of potato on the north side. Early blight in this plot developed naturally and

served as the inoculum source for the main

experimental plot (Nutter, 1989). The plots

succeeding D0, were designated as D1, D2, D3 and D4, in sequence, such that each pre-

ceding plot served as the inoculum source for

the succeeding plot until D4, thus forming a

disease gradient of highest (D1) to lowest severity (D4).

The PS III epidemic plots were sprayed

with chlorothalonil, at 14-day intervals start-

ing from the appearance of the first symp-toms at the following doses: D1 (0x), D2

(0.25x), D3 (0.75x), D4 (1x), where 1x is the

commercially recommended dose of the

product [1.7 kg (75% a.i.)/ha]. The PS IV epidemic plots were protected

with the use of full dose of the fungicide until

the end of the PS III (50 days after planting)

and thereafter were sprayed as described for the PS III plots.

Disease severity in each plot was eva-

luated on previously marked five plants, at

10- to 15-day intervals according to the dia-grammatic scale of Granovsky and Peterson

(1954). Evaluation was done in the upper,

middle and lower portion of the shoot. The

mean severities were used to plot the epidem-ic curves to obtain the maximum disease

severity (Ymax), the area under the disease

progress curve (AUDPC) and the duration of

the epidemic. Linear regressions between Ymax of the eight epidemics and the tuber

yields were calculated.

With the use of the computer program

SAS, the epidemic progress curves of both the PSs were transformed into exponential,

monomolecular, logistic or Gompertz models.

After comparisons, the logistic model

was selected because it gave the highest coefficient of determination (R2), the least

standard deviation of the epidemic rate (r)

and the lowest mean error square, and permit-

ted the plotting of the residuals (Campbell & Madden, 1990).

The following equation was used to ad-

just the disease progress curve to the logistic

model:

where, the Wt is the total severity, Wmax is

the asymptotic estimate of the maximum

severity, A is the antilogarithm of the inter-cept obtained in the linear regression multip-

lied by (-1), B is the rate of disease progress

and t is the time in days.

The disease effect on the green leaf area

was evaluated 60 days after planting (DAP),

i.e. the maximum tuber fill stage, on five plants from each plot. The leaf area was

measured with a leaf area meter (Model Li –

3100, Li-Cor) and the green leaf area was

estimated by subtracting the necrotic area. The relationship between mean green leaf

area and the tuber yield in all epidemics was

obtained through regression analysis.

Tuber yield was estimated by harvesting 20 plants selected and marked 30 DAP on the

bases of similarity in height, stem number

and the dossal appearance (Causton, 1991).

The yield means were compared at p > 0.05. The leaf area and yield loss were expressed

relative to the healthiest plot (D4).

RESULTS AND DISCUSSION

Plant emergence started 16 DAP and the

tuberization initiated 30 DAP. The PS III occurred between 30 and 50 DAP and the PS

IV between 50 and 75 DAP. The first symp-

toms of early blight were observed on the

lower leaves in the D1 plots at PS III (30 DAP) and thereafter the disease progressed to

the other leaves.

Epidemic progress curves

The epidemic progress curves of PS III and

PS IV are shown in figure 1. The epidemics

in the PS III block started at 28 DAP together with the initiation of tuberization and lasted

for 40 days, with plant mortality starting 70

DAP in the D1 and D2 plots. The Ymax of

49.3% in the most diseased D1 plot decreased gradually to 2.5% in the healthiest D4 plot.

The AUDPCs also increased according to the

disease severity. The epidemic rate adjusted

to the logistic model (rL), was highest in D1 (0.13) and D2 (0.10) plots and the least in D3

(0.08) and D4 (0.01) plots (Table 1).

In the PS IV block, epidemics started 48

DAP and lasted for 18 days without causing plant mortality. The Ymax of 25% in the most

diseased D1 plots decreased gradually to

2.4% in the healthiest D4 plot. The AUDPC

increased with the increase in the disease severity (Table 2). The rL was maximum in

D1 (0.27) and D2 (0.20) and minimum in D3

and D4 plots (0.15 each) (Table 2).

Relationship between green leaf area,

disease severity, defoliation and tuber yield

Most reduction in the green leaf area (GLA) occurred at 60 DAP in the PS III epidemic

block, with a defoliation of 82.2% (D1 plot)

and 26.4% (D2 plot) compared to 22.5 and

10.6% in the corresponding plots of PS IV epidemics (Tables 1 and 2).

There was a significant linear correlation

between GLA and tuber yield, with the max-imum yield and GLA occurring in D3 and in

D4 plots. This relationship could be ex-

plained by the equation

y 1147.3x + 1167.4, with R2=0.82 at

p 0.01 (Figure 2).

The Ymax at 68 DAP, in the eight epidemics,

also showed a linear relationship with the

BtAe

WWt

1

max

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

37

final tuber yield y -45.8x + 4039.3

(R2=0.85, p 0.01) (Figure 3). Similarly the disease severity expressed as

AUDPC, also had a linear relationship with

tuber yield,

y -2.52x + 3756.9 (R2 = 0.74) (Figure 4).

Depending upon the severity, early blight

affected the yield components of the potato

plants (Table 3). Independent of the time of

epidemic initiation the reduction in yield was dependent on the disease severity and the

epidemic duration. Epidemics that started at

PS III reduced the tuber number by 27.6%

and the tuber weight by 29%, in contrast to 13.6% and 39.3%, respectively, in the PS IV

epidemic.

Potato early blight epidemics initiated at

PS III or IV reduced green leaf area of potato plants through leaf necroses and defoliation.

The epidemic effects were greater when the

disease started at PS III, because at this stage

the plants started tuber formation and the disease caused greater reduction in the GLA

(Shtienberg et al., 1996).

The disease not only reduced GLA but al-

so its duration, which was detected in the decreased crop vegetative cycle by 20 days in

the most affected plots in PS III and 15 days

PS IV epidemics.

The duration of GLA from PS III on-wards is the determining factor for a good

tuber yield, because the tuber growth depends

upon the photosynthetic assimilation rate

Table 2 - Early blight epidemic initiated at phenological stage IV and its effect on the green leaf area index

(GLA) and tuber yield

Plo

t

Severitya Healthy leaf areab TuberYieldc

Y m

áx

.(%

)

AU

DP

C

(% -

day

s)

r L

Dura

tion

(day

s)

GL

A

Loss

(%)

Tuber

Yie

ld

(gm

-2)

CI

(gm

-2)

Loss

(%)

D1 25.0 206.4 42.6 0.27 18 1.82 22.5 2904 2381 – 3428 29.4

D2 12.0 110.5 48.0 0.20 18 2.10 10.6 4013 3382 – 4644 2.6

D3 3.3 36.0 18.4 0.15 18 2.30 2.1 4104 3484 – 4724 0.3

D4 2.4 1.9 1.1 0.15 18 2.35 0.0 4124 3544 – 4703 0.0 aMaximum severity at 68 DAP (Ymax); area under the disease progress curve (AUDPC); standard deviation

for the mean of five plants ( ); apparent infection rate (rL). bGreen leaf area index (GLA). cConfidence interval for the mean of 20 plants (p = 5%).

Table 1. Early blight epidemic initiated at phenological stage III and its effect on the green leaf area index

(GLA) and tuber yield.

Plo

t

Severitya Healthy leaf area b

Tuber Yieldc

Y m

ax.

(%)

AU

DP

C (%

- day

s)

r L

Dura

tion

(day

s)

GL

A

Loss

(%)

Tuber

yie

ld

(gm

-2)

CI

(gm

-2)

Loss

(%)

D1 49.3 711.2 210.1 0.13 40 0.43 82.2 1805 1457 – 2152 49.6

D2 20.0 502.6 33.9 0.10 40 1.78 26.4 2785 2453 – 3116 22.6

D3 8.0 82.7 49.0 0.08 40 1.88 22.3 3325 2879 – 3770 7.3

D4 2.5 15.4 48.0 0.01 40 2.42 0.0 3581 2896 – 4265 0.0

aMaximum severity (Ymax) at 68 DAP; area under the disease progress curve (AUDPC); standard deviation

for the mean of five plants ( ); apparent infection rate (rL). bGreen leaf area index (GLA). cConfidence interval for the mean of 20 plants (p = 5%).

Table 3. Effect of early blight epidemics starting at the phenological stage III or IV on the yield components of potato plants: mean tuber num-ber, tuber weight, and total yield per plant

Plot Stage IIIa Stage IVa

Tuber Yield (g) No. of tubers Weight (g) Tuber Yield (g) No. of tubers Weight (g)

D1b 339 139.6 15.4 7.4 24.0 8.2 547 209.8 22.4 9.2 24.2 6.7

D2 523 132.6 18.3 7.3 30.0 5.8 753 253.0 22.9 8.5 32.8 8.3 D3 624 178.4 21.5 6.4 30.0 8.8 770 248.4 20.8 7.9 37.0 12.5

D4 672 274.2 21.3 9.3 34.4 12.2 773 232.0 19.3 7.2 39.9 12.3 aMean of 20 plants with respective standard deviation Decreasing order of disease severity from the maximum D1 to the minimum D4

Figure 1. Pattern of early blight epidemics initiated at phenological stage III (A) and IV (B).

30 40 50 60 70

0

10

20

30

40

50

2000

D1

D2

D3

D4

0 10

Dias após o plantio

Sev

erid

ade

( % )

A

50 55 60 65 70

0

10

20

30

40

50

0 10

D1

D2

D3

D4

Dias Após o plantio

Sev

erid

ade(

% )

B

Days after planting Days after planting

Sev

erit

y (

%)

Sev

erit

y (

%)

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2 38

after the initiation of tuberization. According to Moorby and Milthorpe (1983), once in-

itiated, the tubers have an exponential growth

during the following three weeks, which

corresponds to the PS III, followed by a linear growth rate coinciding with the PS IV.

Thus, greater yield loss occurred in plots of

PS III epidemics.

The disease symptoms appeared only on the leaves and not on the stems and the tubers

as observed by Johnson and Teng (1990).

There was a linear relationship of Ymax

with the tuber yield. However, these findings may require further trials in different agroc-

limatic conditions, because Shtienberg et al.,

(1996) reported that the behavior of early

blight of potato differs along the crop sea-sons. In studies with other pathosystems,

disease severity may not always correlate to

yield (Waggoner and Berger, 1987; Gaunt,

1987). The magnitude of GLA 60 DAP differed

in the epidemics initiated two PSs, being

greater when the epidemic was initiated at PS

IV. At 60 DAP, the GLA of the epidemic plots and in fungicide protected plots (D3 and

D4) showed a linear relationship with the

tuber yield. These plots had maximum GLA

and its duration thus contributing to the high-er tuber yield.

Early blight, depending upon the severity

and the epidemic duration, can affect the

yield components of potato plants (Table 3). The early epidemic reduced tuber number as

well as the weight of tubers and this resulted

in a yield reduction of nearly 50% in the most

diseased plots. Although the late epidemic was less harmful to the plants, the yield

losses could still reach about 30% if appro-

priate control measures are not adopted.

Although there was a linear relationship between Ymax and AUDPC with the tuber

yield, it was considered inappropriate to

predict tuber yield because these parameters

are measured after the yield has been defined. The GLA at 60 DAP for potato cultivar

Bintje, that also showed a significant correla-

tion with tuber yield, was found to be the

most appropriated variable to predict tuber yield of potato plants affected by early blight

in various intensities.

The GLA at 60 DAP coincides with the

maximum tuber filling stage, therefore, it can be a critical point that can be used to deter-

mine the final tuber yield or the disease man-

agement strategy.

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y = 1147.3x + 1167.4

R2 = 0.8254

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

0 1 2 3

Tub

er Y

ield

( g

/m2

)

GLA

Figure 2. Relationship between green leaf area index (GLA) and potato tuber yield at 60 days after

planting

y = - 45.791x + 4039.3R2 = 0.8511

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

4500

0 10 20 30 40 50 60

Tub

er

yie

ld ( g

/m2

)

Maximum Severity ( % )

Figure 3. Relationship between the maximum disease severity and final tuber yield 68 days

after planting.

y = -2.5204x + 3756.9R2 = 0.7474

0

1000

2000

3000

4000

5000

0 200 400 600 800

Tu

be

r Y

ield

(g

/m2)

AUDPC

Figure 4. Relationship between the area under the disease progress curve (AUDPC) and tuber

yield at 68 days after planting

Page 8: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

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.

Page 9: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

10

ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FITOPATOLOGIA

Y CIENCIAS AFINES, ASCOLFI

Misión

Contribuir a la creación y utilización del conocimiento científico en la fitosanidad para

facilitar soluciones a los problemas de la producción de cultivos sanos con rentabilidad

social y económica, protegiendo el medio ambiente

Visión

Ser una entidad líder, reconocida nacional e internacionalmente por su excelente labor

en beneficio de la promoción, divulgación y consolidación del conocimiento científico

de personas e instituciones allegadas a la fitosanidad y sus ciencias afines como

elemento esencial de la producción de cultivos de alta calidad

Objetivos

Contribuir a la creación de una conciencia nacional sobre la importancia de la

ciencia y tecnología en la sanidad vegetal como aporte al desarrollo agropecuario

y económico del país

Promover el interés en todos los aspectos de la fitopatología y ciencias afines

Contribuir a la creación y difusión del conocimiento científico de la fitopatología

y ciencias afines

Promover y estimular la publicación de los resultados de los estudios y/o

investigaciones sobre fitopatología y ciencias afines

Promover la cooperación entre entidades del sector público y privado tanto

nacional como internacional que tengan interés en estas disciplinas

Promover el mejoramiento del nivel académico de sus asociados y de quienes

manifiesten interés en las áreas de la fitopatología y ciencias afines

Estrechar los vínculos de solidaridad y compañerismo entre sus afiliados

Informar y motivar a la opinión pública y sus representantes sobre la

problemática de las enfermedades de las plantas y su control

Page 10: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

41

ESCALA DIAGRAMÁTICA PARA EVALUAR LA SEVERIDAD DE LA BACTERIOSIS

DE LA GULUPA (Passiflora edulis Sims)*

Sandra Yulieth Castillo1, Juan Felipe Rivera1 y Lilliana María Hoyos1

1Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá. Facultad de Agronomía

e- mail contacto: [email protected]

*Artículo científico recibido el 08/06/2010; aceptado el 26/09/2010.

RESUMEN

La bacteriosis de la gulupa, causada por un complejo bacteriano, de-

ntro del cual se encuentra Xanthomonas axonopodis, es una enferme-

dad importante en las zonas productoras de Colombia. Teniendo en cuenta que no existen métodos estándar para su evaluación, se des-

arrolló una escala diagramática con los niveles de severidad 5%, 10%,

20%, 35%, 55% y 80%. La escala fue validada por diez evaluadores

(cinco sin experiencia y cinco con experiencia) quiénes estimaron la severidad de 80 hojas con diferentes valores, previamente calculados

con el software QUANT Versión 1.0.1. La exactitud y precisión de

cada evaluador se determinó mediante una regresión lineal simple

entre la severidad real y la estimada. Sin el uso de la escala, la mayoría de los evaluadores sobrestimaron la severidad de la enfermedad. Con

la escala, los evaluadores obtuvieron mejores niveles de exactitud y

precisión, con medias de 99 y 98% respectivamente, con errores abso-

lutos concentrados alrededor del 10%. Los evaluadores presentaron una excelente reproducibilidad de las estimaciones con valores ≥ 90%

en el 87% de los casos. Por lo tanto se puede concluir que la escala

diagramática desarrollada es adecuada para la evaluación de la bacte-

riosis de la gulupa.

Palabras claves:, fitopatometría, pasifloras, frutas

SUMMARY

Diagrammatic scale for assessment of purple passion fruit (Passif-

lora edulis Sims) bacteriosis severity

The bacteriosis of gulupa is an important disease in the purple passion

fruit producing areas of Colombia. It is caused by a bacterial complex, where lies the Xanthomonas axonopodis. Given that there are no stan-

dard methods for its assessment, a diagrammatic scale was developed

with 5%, 10%, 20%, 35%, 55% and 80% of affected leaf area. The

scale was validated by ten raters (five without experience and five with experience) who estimated the severity of 80 leaves with different

values, previously measured using the software QUANT version 1.0.1.

The accuracy and precision of each evaluator was determined by a

simple linear regression between actual and estimated severity. With-out the use of the scale, most evaluators overestimated the severity of

the disease. With the scale, the evaluators had better levels of accuracy

and precision, with means of 99 and 98% respectively, with absolute

errors around 10%. The evaluators have excellent reproducibility of the estimates with values ≥ 90% in 87% of cases. Therefore, it con-

cludes that the diagrammatic scale developed is appropriate for the

bacteriosis of gulupa assessment.

Keywords: phytopathometry, Fruits, Passiflorae

INTRODUCCIÓN

La bacteriosis de la gulupa es causada por un

complejo bacteriano, en donde se encuentra

Xanthomonas axonopodis. Esta enfermedad es relativamente nueva y se presume que el

avance de sus síntomas está ampliamente

relacionado con la alta humedad relativa

(Angulo, 2009).

Los síntomas se pueden presentar en va-

rias partes de la planta. En hojas se presenta

como una mancha clorótica que se inicia en

los bordes en hojas, que se desarrollan rápi-damente hasta necrosar los tejidos; en tallos

se presentan manchas translúcidas que necro-

san los tejidos vasculares, afectando el trans-

porte de nutrientes a otras partes de la planta; en frutos se presenta como manchas aceitosas

de forma circular que desintegran los tejidos,

causando un daño por el cual no se puede

exportar ni comercializar en el mercado local (Angulo, 2009; Benítez y Hoyos, 2010).

Este cultivo ha tenido una amplia acepta-

ción en los mercados extranjeros, ya que

posee características de sabor y aroma supe-riores al del maracuyá, además de ser una

fuente de vitaminas esenciales como la vita-

mina A, B12, C, niacina, rivoflavina y ácido

ascórbico (Pinzón et al., 2007). Debido a esto, la intensificación del cultivo de la gulu-

pa ha traído consigo la aparición de enferme-

dades y el incremento de su incidencia, lo

cual exige disponer en forma oportuna, de medidas de manejo eficaces y de bajo costo.

En todas las regiones del país que se han

incorporado recientemente a la producción de

gulupa, la enfermedad conocida como bacte-

riosis o mancha de aceite, constituye el mayor

problema sanitario, tanto por el impacto

negativo en la producción como por el limi-

tado conocimiento de su manejo (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2007).

Los datos objetivos de cuantificación de

enfermedades son importantes en el manejo

de las mismas, debido a que permite evaluar diferentes medidas de control, resistencia

varietal y eficacia de productos fitosanitarios.

La utilización de escalas diagramáticas pue-

den reducir la subjetividad de las estimacio-nes de severidad, mejorando la exactitud y

precisión de las evaluaciones.

Los métodos utilizados en la cuantifica-

ción de enfermedades que permitan un mejor entendimiento de estas, deben ser preferible-

mente simples, rápidos, de bajo costo y

suministrar resultados exactos, precisos y

reproducibles (Gaunt, 1995; Castaño, 2001). La exactitud se refiere a la aproximación de

una estimación a un valor real de la enferme-

dad evaluada; la precisión se refiere a la

variación o repetición asociadas con una estimación y la reproducibilidad se refiere a

la ausencia de la variación de la estimación

cuando la misma muestra de enfermedad es

evaluada por otro evaluador (Campbell y

Madden, 1990 citados por Nascimento et al.,

2005).

Existen técnicas modernas que pueden ser

utilizadas para evaluar severidad con preci-sión: las imágenes de vídeo, la fotografía en

color infrarrojo, la termografía infrarroja, la

reflectancia espectral del dosel, y la resonan-

cia nuclear magnética (Nilsson, 1995). Éstos métodos requieren equipos sofisticados y

costosos, lo que dificulta su implementación,

por lo tanto en países como Colombia, la

severidad de las enfermedades se evalúa en forma visual a pesar de estar sujeta a grandes

subjetividades y a que puede inducir a graves

errores de exactitud, precisión y reproducibi-

lidad (Nutter Jr et al., 2006). Sin embargo, una de las formas de disminuir estos incon-

venientes es seleccionar un sistema de cuanti-

ficación que permita aproximar satisfactoria-

Page 11: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

42

mente el valor de una medición estimada al valor real de una enfermedad (Tovar-Soto et

al., 2002 citados por Nascimento et al.,

2005), en este sentido, las escalas diagramáti-

cas, se han convertido en la principal herra-mienta para los evaluadores (Godoy, 1997).

Teniendo en cuenta la inexistencia de

métodos estándares para la cuantificación de

la bacteriosis de la gulupa, este trabajo tiene como objetivo desarrollar una escala dia-

gramática para evaluar la severidad de la

enfermedad y analizar los niveles de exacti-

tud, precisión y reproducibilidad de las estimaciones generadas con su uso.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se recolectaron 80 hojas de gulupa con

diferentes niveles de severidad de bacteriosis,

en el municipio de Granada (Cundinamarca), región donde la enfermedad se manifiesta de

la misma forma que en el resto de las zonas

productoras.

Las hojas fueron digitalizadas con un escáner y se analizaron con el software

QUANT ® Versión 1.0.1 (Vale et al., 2001).

Debido a la similitud de colores entre los

síntomas y algunas partes sanas de la hoja, se vio la necesidad de imprimir las fotografías,

para que las lesiones fueran coloreadas con

un color diferente a los demás colores de la

hoja y facilitar así su detección. Posterior-mente éstas se escanearon y procesaron con

el programa QUANT, obteniéndose la severi-

dad real de la enfermedad en términos por-

centuales. A partir de la severidad máxima y mínima encontrada en las hojas analizadas y

obedeciendo a la ley del estímulo visual de

Weber y Fechner (Horsfall y Barratt, 1945),

se establecieron cuatro niveles intermedios de la enfermedad para elaborar la escala

diagramática.

La validación de la escala se realizó en

dos etapas: en la primera, cinco evaluadores con experiencia en la evaluación de enferme-

dades y cinco sin experiencia analizaron 80

hojas de gulupa con diferentes niveles de

severidad de la bacteriosis, sin el uso de la escala diagramática propuesta. En la segunda

etapa, para la validación de la escala, los

mismos evaluadores analizaron nuevamente

las fotos con ayuda de la escala diagramática propuesta, realizándose interpolación para los

niveles de enfermedad

También, se analizó la reproducibilidad

de las evaluaciones, comparándose las seve-ridades estimadas por los diferentes evalua-

dores en pares. A partir de los datos de cada

evaluador, se determinó la exactitud y preci-sión por medio de regresiones lineales sim-

ples entre la severidad real (variable indepen-

diente cuantificada en el programa QUANT)

y la severidad estimada (variable dependien-te), sin y con el uso de la escala. La precisión

se evaluó por medio del coeficiente de deter-

minación (R2) de la regresión y por la varian-

za de los errores absolutos (diferencias entre

el valor real y estimado). La exactitud se evaluó por medio de los parámetros (a) y (b)

de la ecuación de regresión, comparados con

los valores 0 y 1 respectivamente por la

prueba “t” (p < 0,05). Los datos se procesa-ron, utilizando el programa Statistical Análi-

sis System 9.0 (SAS Institute, Cary, NC,

USA, 1999).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se determinaron los niveles inferior y supe-rior de severidad observada en campo que

resultó de 5,0 % y 80,5 %, posteriormente se

calcularon cuatro valores intermedios, de

acuerdo con la ley de la agudeza visual de Weber-Frechner obteniéndose los siguientes

valores para la escala 5; 10; 20; 35; 55 y

80% de área afectada (Figura 1). El 50 % de

los datos se ubicó en el rango de severidad de 30,6 % a 49,0 %, mientras que tan solo un

8% de los datos se situó en el rango de

70,3% a 80,5%, esto se debe a que cuando la

hoja tiene un grado de afección alto se cae.

Validación de la escala diagramática

La escala se validó con cinco evaluadores experimentados y cinco sin experiencia, a

quiénes se solicitó que estimaran la severidad

de 80 hojas de gulupa con valores de severi-

dad conocidos sin utilizar la escala. riormente, se entregó la escala y se solicitó

que estimaran nuevamente las severidades

utilizándola como referencia visual. Con los

datos de las estimaciones de cada evaluador sin utilizar la escala (Figura 2) y utilizando la

escala (Figura 3) se calcularon los coeficien-tes de la ecuación de regresión lineal. Sin la

utilización de la escala los valores de inter-

cepto (a) del 80% de los evaluadores

ron significativamente de cero, indicando la presencia desvíos constantes (Tabla 1).

La mayoría de los evaluadores sobrestimó

significativamente la severidad, indicando la

presencia de desvíos positivos constantes para todos los niveles de severidad de la

enfermedad. Con la utilización de la escala

tan solo el 20% de los evaluadores presenta-

ron valores de (a) significativamente diferen-tes de cero, con desvíos positivos constantes

(Tabla1 y Figura 2).

Con relación a los valores del coeficiente

angular de la recta (b), el 80% de los evalua-dores presentó valores significativamente

diferentes de uno sin la utilización de la

escala diagramática, indicando la presencia

de desvíos sistemáticos. Con la utilización de la escala esta situación mejoró, ya que ningu-

no de los evaluadores presentó valores de (a)

significativamente diferentes de cero (Tabla 1

y Figura 3).

En el análisis de precisión, la severidad

estimada sin la utilización de la escala dia-

gramática para los evaluadores sin experien-cia explica el 0.00 a 0.03 % de la variación

(R2) observada con un promedio de 0.01,

estos valores son muy bajos debido a que

estas personas no tienen ningún tipo de expe-riencia en la evaluación de enfermedades y

tienden a ser menos precisos en la primera

evaluación.

Para los evaluadores con experiencia se observó que los valores estimados explican el

Figura 1. Escala diagramática para la evaluación de bacteriosis en gulupa (Passiflora edulis Sims).

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

43

0,51 a 0,77% de la variación, con un prome-

dio de 0,65% (Tabla 1).

La distribución de los errores absolutos permite evaluar el grado de precisión de los

evaluadores y la existencia de tendencias en

la distribución de la varianza de los errores

(Cracogna, 2007). Al no utilizar la escala algunos evaluadores superaron el 40% de

error absoluto, mientras que al utilizar la

escala los errores absolutos se concentraron

en la franja inferior al 10% (Figura 4). Estos valores son considerados buenos según los

criterios adoptados en varios estudios de

validación de escalas diagramáticas

(Michereff, 2006). La reproducibilidad de las evaluaciones

entre los evaluadores combinados por pares

también puede ser utilizada como un

indicativo de precisión de un método de evaluación de enfermedades (Nutter Jr. et al.,

1993). Diferentes evaluadores, utilizando la

misma escala para la evaluación del mismo

material, deben estimar los mismos valores de severidad (Nutter Jr. y Schultz, 1995). En

las regresiones de las severidades estimadas

por los evaluadores en pares, fueron

observados coeficientes de determinación que variaron de 85 a 99%, siendo ≥ 90% en el

87% de los casos (Tabla 2), lo que indica que

las estimaciones realizadas con la escala son

reproducibles. La diferencia de los evaluadores en la

evaluación de esta enfermedad concuerda con

las observaciones de Nutter Jr. y Schultz

(1995), quiénes afirman que los individuos varían considerablemente en su habilidad

para discriminar diferentes niveles de severi-

dad. La calidad de los valores estimados de

severidad no está solamente influenciado por el estímulo sicológico y su respuesta, sino por

factores tales como la complejidad de la

muestra, color, número de lesiones de la

muestra, la fatiga del evaluador y dificultad para mantener la atención en la muestra

Tabla 1. Intercepto (a), coeficiente angular (b) y coeficiente de determinación (R2) de las regresiones

lineales entre severidades real y estimada por cada evaluador sin y con el uso de la escala diagramática.

Evaluadores Evaluación de severidad

sin escala con escala

Inexpertos a b R2 a b R2

A 31,77** 0,06** 0,00 -0,62 1,00 0,97

B 22,74** 0,17** 0,03 1,87** 0,97 0,99

C 24,84** 0,10** 0,02 -0,02 1,00 0,99

D 26,53** 0,00** 0,00 -0,38 1,00 0,96

E 46,13** -0,09** 0,01 0,14 0,99 0.99

Media 30,4** 0,05** 0,01 0,20 0,99 0.98

Expertos

F -0,26 1,30** 0,70 2,32** 1,01 0,96

G -4,31** 0,78** 0,72 0,97 1,01 0,92

H 7,03** 0,61** 0,54 0,44 1,04 0,94

I 1,79 0,93 0,77 0,99 1,01 0,94

J 5,68** 0,57** 0,51 0,52 1,06 0,92

Media 1,99 0,84** 0,65 1,05** 1,03 0,94

** Situaciones en las cuales las hipótesis nulas (a=0 o b=1) fueron rechazadas por la prueba t con un nivel

significancia de 1%

Severidad real (%)

Severid

ad

est

imad

a (

%)

Figura 2. Severidad estimada de bacteriosis de gulupa (Passiflora edulis Sims) sin

ayuda de la escala diagramática. Los evaluadores A-E son inexpertos y F-J exper-

tos en la evaluación de enfermedades.

Figura 3. Severidad estimada de bacteriosis de gulupa (Passiflora edulis

Sims) con ayuda de la escala diagramática. Los evaluadores A-E son inexper-

tos y F-J expertos en la evaluación de enfermedades.

Severidad real (%)

Severid

ad

est

imad

a (

%)

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

44

(Kranz, 1988; Shokes et al. 1987 citados por

Michereff, 2009).

CONCLUSIONES

Estos resultados demuestran que la

utilización de la escala permite cuantificar la severidad de la enfermedad de forma más

precisa y exacta, confirmando la importancia

de la utilización de las escalas diagramáticas

para “calibrar” el sistema visual del evaluador. Por lo tanto se puede concluir que

la escala diagramática para evaluar bacterio-

sis de gulupa presentada en este trabajo, es

una herramienta valiosa para realizar estudios

epidemiológicos y comparación de métodos de control de la enfermedad.

AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen al Ministerio de Agri-

cultura y Desarrollo Rural, a

ASOHOFRUCOL y a la Universidad Nacio-

nal de Colombia por la financiación de este proyecto contrato 2007L4348_49-837/07.

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Nutter Jr. F. W., M. L. Gleason, J. H. Jenco y

N. C. Christians. 1993. Assessing the accuracy, intra-rater repeatability, and

inter-rater reliability of disease assess-

Tabla 2. Coeficientes de determinación (R2) de las ecuaciones de regresión lineal simples combinando

las estimaciones de los evaluadores por pares utilizando la escala diagramática.

Evaluador B C D E F G H I J

A 0.96 0,97 0,99 0,97 0,93 0,90 0,91 0,91 0,91

B

0,97 0,96 0,99 0,96 0,91 0,93 0,94 0,91

C

0,97 0,99 0,95 0,92 0,94 0,93 0,93

D

0,97 0,93 0,90 0,91 0,91 0,91

E

0,96 0,92 0,94 0,94 0,93

F

0,89 0,92 0,94 0,90

G

0,86 0,87 0,86

H

0,89 0,92

I 0,85

Error a

bso

luto

Figura 4. Errores absolutos (severidad estimada - severidad real) para los diez evaluadores con el uso de la

escala.

Page 14: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

45

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versidade Federal de Viçosa.

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Contacto c l ip lan tasJabog@una l edu.co Tel: 316 5000 ext. 19085

Diagnóstico Fitosanitario La Clínica de Plantas UN es un laboratorio de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional, Sede Bogotá, dirigido a la prestación de servicios de diagnóstico vegetal

Servicios La Clínica de Plantas se realizan actividades de investigación y extensión a través de la prestación de servicios de:

Cuantificación de poblaciones de hongos, bacterias y hematodos en suelos (sin especificar género, ni patogenicidad). Cultivos puros de hongos y

bacterias (2 cajas o tubos por espécimen).

Diagnóstico de una alteración de origen presumiblemente biótico o abiótico.

Determinación de unidades formadoras de colonias (ufe) de hongos y bacterias sin identificación (suelo y sustratos).

Indexación de esquejes de clavel (5 esquejes).

Montajes permanentes de hongos, bacterias y nemátodos (2 láminas).

Detección molecular de virus fitopatógenos. Cortes histológicos de vegetales.

Análisis microbiológico de semillas con identificación (género) de hongos y bacterias.

¿Cómo solicitar ei servicio? Las muestras se reciben en el laboratorio 321 de la Facultad de Agronomía (Edificio 500), Universidad Nacional de Colombia, Ciudad Universitaria (Carrera 30 No. 45-03), sede Bogotá, de lunes a viernes de 9 am - 12 am y 2 pm - 4pm, acompoñadas del Formato de Recepción de Muestras, correctamente diligenciado, el cual se encuentra en la página web de la Clínica de Plantas www.clinicadeplantasun.unal.edu.co

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

47

ARVENSES HOSPEDANTES DE NEMATODOS FITOPARÁSITOS

EN EL CULTIVO DE PLÁTANO*

Santiago Rivera Alvarado1, Óscar Adrián Guzmán Piedrahita1 y Carolina Zamorano Montañez1

1Universidad de Caldas. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Departamento de Fitotecnia.

e-mail contacto: [email protected] [email protected] [email protected]

*Artículo científico recibido el 20/06/2010; aceptado el 26/07/2010.

RESUMEN

En los cultivos, las arvenses compiten por nutrientes, agua, luz, espa-cio; y son hospedantes de plagas y patógenos como los nematodos

fitoparásitos que afectan la absorción y transporte de agua y nutrientes

a través de las raíces e interfieren con el crecimiento de las plantas. El

objetivo de ésta investigación fue reconocer las arvenses asociadas a lotes donde había plátano y parcelas comerciales de plátano e identifi-

car los nematodos fitoparásitos asociados a ellas en la granja Monte-

lindo de la Universidad de Caldas. Se identificaron 24 especies de

arvenses, en 22 géneros pertenecientes a 15 familias. La mayoría de especies pertenecían a las familias Poaceae (25%), Asteraceae (12.5%)

y Cyperaceae (8.3%). Solanum mammosum, Momordica charantia,

Paspalum paniculatum y Bidens pilosa hospedaron el mayor número

de fitonematodos con 13.347, 6.990, 6.693 y 4.752 nematodos/100 g de raíces, respectivamente. Se encontraron nueve arvenses hospedan-

tes de Radopholus similis, principalmente Borreria laevis y Phyllantus

corcovadensis, 22 especies hospedantes de Helicotylenchus spp.,

principalmente Paspalum paniculatum, Panicum laxum, Solanum mammosum, Cassia tora y Eleusine indica, y para Meloidogyne spp.,

la principal hospedante fue Momordica charantia. Los resultados son

útiles para agricultores e investigadores en la identificación de arven-

ses hospedantes de nematodos fitoparásitos en plátano y para estable-cer estrategias de manejo integrado como rotación de cultivos y barbe-

cho antes de resembrar con material de siembra sano.

Palabras clave: Poaceae, Asteraceae, Cyperaceae, Radopholus simi-lis, Helicotylenchus spp.

SUMMARY

Weeds compete with crops for nutrients, water, light, space, and also

they can harbor nematodes that affect the absorption and transport of water and nutrients through their roots interfering with the normal

development of the plants. In order to identify the main weeds asso-

ciates with plantain and the parasitic nematodes hosted by them, a

field study was conducted at the Montelindo farm of the Universidad de Caldas, department of Caldas. It was identified 24 weeds´s species

belonging to 22 genera and 15 families. Most of the species belonged

to the families Poaceae (25%), Asteraceae (12.5%) and Cyperaceae

(8.3%). Solanum mammosum, Momordica charantia, Bidens pilosa and Paspalum paniculatum had the largest number of phytonematodes

with 13,347, 6,990, 6,693 and 4,752 nematodes per 100 g of roots,

respectively. Nine weeds´s species were hosts of Radopholus. similis,

being Borreria laevis and Phyllanthus corcovadensis the most impor-tant. Twenty two species were also hosts of Helicotylenchus spp.,

mainly Paspalum paniculatum, Panicum laxum, Solanum mammosum,

Cassia tora and Eleusine indica. The most important host of Meloido-

gyne spp. was Momordica charantia. These results are useful for farmers and researchers for the identification of weeds´s hosts of

parasitic nematodes in plantain and to establish integrated manage-

ment strategies such as crop rotation and fallow before re-planting

with healthy plant material.

Key words: Poaceae, Asteraceae, Cyperaceae, Radopholus similis,

Helicotylenchus spp.

INTRODUCCIÓN

Los cultivos comerciales de plátano, banano,

entre otros, son afectados por arvenses o

malezas que producen efectos negativos en su

desarrollo al disminuir su rendimiento, tanto en forma directa como indirecta. Directamen-

te, por la interferencia de ellas con el cultivo

por la coincidencia de sistemas radicales que

ocasionan competencia por nutrientes del suelo, agua, luz, espacio, y por efectos ale-

lopáticos, al secretar sustancias tóxicas que

inhiben o impiden el crecimiento normal de

la raíz de las plantas cultivadas (Aranzazu et al., 2002; Gómez y Rivera, 1994; Pinilla,

2002; Rivera, 1997). Así mismo, indirecta-

mente, debido a que algunas especies de arvenses son hospedantes de insectos plaga o

agentes patógenos o nematodos fitoparásitos

que afectan el crecimiento y desarrollo de los

cultivos (Arango y Gómez, 2000; Rojas y Acuña, 1999; Salazar, 2004; Vidal, 2005).

Los nematodos fitoparásitos ocasionan

daño directo en las raíces y el cormo, provo-

cando debilitamiento del sistema radical y reducción en la absorción y transporte de

agua y nutrientes (Araya et al., 1995; Luc et

al., 2005; Perry y Moens, 2006). Como

consecuencia de esto, se produce crecimiento deficiente de las plantas, las hojas son más

pequeñas y en menor número; los frutos

tienen un peso reducido y las plantas se vuel-

can debido a la pudrición del sistema radical (Agrios, 2005; Montiel et al., 1997).

La producción se reduce notablemente,

alcanzando valores del orden de 60% y 51%

en la primera y segunda cosecha, respectiva-mente, cuando no se controla la principal

especie fitoparásita Radopholus similis (Co-

ob, 1893) Thorne, 1949 (Jones, 1996; Fogain, 2000; Gowen et al., 2005; Román, 1978). En

otros casos, la reducción en el rendimiento

por efecto de R. similis puede llegar al 80%

(Moens et al., 2003). Debido a la importancia de los nematodos

fitoparásitos Radopholus similis, Pratylen-

chus coffeae (Zimmermann, 1898) Filip. Schu. Tek., 1941, Helicotylenchus multicinc-

tus (Cobb, 1893) Golden, 1956., y Meloido-

gyne incognita (Kofoid White, 1919)

Chitwood, 1949, en el cultivo de plátano en la granja Montelindo de la Universidad de

Caldas (Guzmán y Castaño, 2004), es necesa-

rio buscar alternativas a esta problemática y

enfrentarla de manera directa, mediante el estudio de arvenses hospedantes de fitonema-

todos asociadas a éste cultivo, y por ende,

determinar sobre cuáles especies se debe

tener mayor cuidado al momento de realizar las prácticas de manejo. Por tales motivos, el

objetivo de ésta investigación fue reconocer

las arvenses asociadas a lotes con arvenses

donde se tuvo plátano y a lotes comerciales de plátano en la granja Montelindo e identifi-

car los nematodos fitoparásitos asociados a

ellas.

MATERIALES Y MÉTODOS

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

48

Procedimiento en condiciones de campo

La investigación se realizó en condiciones de

campo en la Granja Montelindo de la Univer-

sidad de Caldas, ubicada en el municipio de Palestina, vereda Santagueda, a una altitud de

1010 msnm, temperatura media de 22,8 °C,

humedad relativa del 76% y precipitación

anual de 2200 mm, donde se recolectaron muestras de raíces y suelo de las plantas, en

lotes con arvenses (1600 m2) donde se tuvo

plátano Dominico Hartón y en lotes comer-

ciales de éste cultivo (2700 m2). Se realizaron tres recolecciones de arven-

ses, la primera en mayo, la segunda en junio

y la tercera en julio. Tanto en el lote comer-

cial de plátano como en el lote con arvenses se hizo un muestreo de arvenses con un reco-

rrido en zig-zag. Debido a que la mayoría de

arvenses se encontraban distribuidas aleato-

riamente en todo el lote, se recolectaron 15 submuestras de raíces y suelo de cada especie

de arvense prevalente en cada lote para con-

formar una muestra, las cuales se homogeni-

zaron y empacaron en bolsas plásticas sella-bles.

En cada lote, se realizó un análisis des-

criptivo y la identificación de cada especie y

familia de arvense con base en el libro de Gómez y Rivera (1995), al igual que en el

conocimiento de los autores en el tema y se

construyeron tablas de las familias y especies

encontradas. Después de recolectar las mues-tras, éstas fueron llevadas al Laboratorio para

su evaluación.

Procedimiento en condiciones de laborato-

rio

En el Laboratorio de Fitopatología del depar-

tamento de Fitotecnia de la Facultad de Cien-cias Agropecuarias de la Universidad de

Caldas, se realizó la extracción de los fitone-

matodos de raíces y suelo. Las muestras de

raíces recolectadas en el campo se lavaron con agua de la llave por 3 minutos, permi-

tiendo un escurrimiento superficial, separan-

do las raíces funcionales (no necrosadas,

vivas) de las no funcionales (necrosadas y muertas). De cada muestra, en una balanza se

pesaron 25 g de raíces funcionales y con la

ayuda de tijeras se cortaron transversalmente

trozos de 1 cm y luego se homogenizaron (Araya et al., 1995).

La extracción de los fitonematodos de

raíces y suelo se realizó con base al principio

de flotación de los nematodos en azúcar (Meredith, 1973; Araya et al., 1995) de la

siguiente manera: Los trozos de raíces se

colocaron dentro del vaso de una licuadora Osterizer, modelo 565-15, con 500 mL de

agua y luego se licuaron a alta velocidad por

30 seg. La solución del licuado fue deposita-

da en un tamiz de 250 µm el cual estaba colocado sobre un tamiz de 106 µm, y éste

sobre otro de 25µm. La muestra se lavó con

agua a presión para que hubiera desprendi-

miento de los nematodos, y del material que quedaba en el tamiz de 25 µm, luego se depo-

sitó todo su contenido en tubos de centrifuga-

ción de 30 mL de capacidad. Posteriormente,

se centrifugó a 3.800 rpm durante 5 min. Como consecuencia de la centrifugación

hubo sedimentación de las partículas pesadas

en el fondo del tubo y se procedió a eliminar

el sobrenadante. Seguidamente, los tubos fueron llenados nuevamente con solución de

sacarosa al 50% y sometidos a centrifugación

a 3.800 rpm durante cinco minutos con el

propósito de que los nematodos quedaran flotando en la solución de sacarosa por densi-

dad diferencial y fueran separados de las

partículas más pesadas. Luego el sobrenadan-

te se depositó en el tamiz de 25µm para lavar la sacarosa con agua corriente a presión baja

y evitar que los nematodos fueran afectados

por ésta. Finalmente se recogieron 20 mL de

agua con nematodos en una caja de Petri. La extracción de nematodos de suelo se realizó

de similar manera, omitiendo el procedimien-

to de licuado. En cada muestra se registró el

número de nematodos fitoparásitos en 100 g de raíces y en 100 g de suelo.

La identificación de fitonematodos se rea-

lizó recolectando 30 nematodos de cada caja

de Petri, los cuales se montaron en un porta-objetos con una gota de agua que se cubrió

con un cubre-objetos y se observaron en el

microscopio compuesto de luz marca Nikon a

través del objetivo 40X. Con los nematodos encontrados se obtu-

vieron promedios para la variable número de

nematodos fitoparásitos en las arvenses de

ambos lotes evaluados (con arvenses y co-mercial); se estimó el número de nematodos

fitoparásitos de cada especie de acuerdo con

su identificación. Para la identificación de los

nematodos fitoparásitos se utilizaron las figuras de los principales fitonematodos de

musáceas diseñadas por Guzmán y Castaño

(2004), además de los libros de Mai et al.

(1996), Maggenti et al., (1987), Perry et al. (2009), Siddiqi (2000) y Thorne (1961) que

poseen figuras y claves taxonómicas.

Así mismo, con base en la escala de

Quénéhervé et al. (2005), las arvenses se clasificaron como pobres, buenas o excelen-

tes hospedantes de nematodos fitoparásitos en

el cultivo del plátano. Para R. similis, la

escala consideró a una arvense como pobre, buena y excelente hospedante cuando el

número de nematodos en 100 g de raíces

estaba entre 10-1000, 1001-10.000 y

>10.001, respectivamente; para Helicotylen-chus spp., cuando estaba entre 10-1000,

1001-10.000 y >10.001, respectivamente;

para Meloidogyne spp., cuando estaba entre 10-10000, 10.001-1.000.000 y >1.000.000,

respectivamente; y para Pratylenchus spp.,

cuando estaban entre 10-1000, 1001-10.000 y

>10.001, respectivamente.

Análisis estadístico

Se realizó un análisis descriptivo donde se registraron cada una de las familias y espe-

cies de arvenses presentes en cada uno de los

muestreos y se construyeron tablas de cada

muestreo. Se determinó de acuerdo con la escala de Quénéhervé et al. (2005), cuál de

éstas era pobre, buena o excelente hospedante

de nematodos fitoparásitos. Así mismo, se

determinó en cada arvense y en cada lote (comercial o descanso) la mayor cantidad

(número) de nematodos fitoparásitos que

estaban asociados al plátano, de la misma

forma se estableció cual fue el nematodo que más se presentaba en cada uno de los lotes.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En el lote con arvenses y en el comercial de

plátano Dominico Hartón se identificaron 24

especies de arvenses, en 22 géneros pertene-

cientes a 15 familias. Las arvenses colectadas pertenecieron principalmente a tres familias:

Poaceae (25%), Asteraceae (12,5%) y Cype-

raceae (8,3%) (Tabla 1). Estos resultados son

inferiores a los obtenidos por Quénéhervé et al. (2005) en Martinica quienes encontraron

41 especies de arvenses asociadas en banano;

así mismo, inferiores a los obtenidos por

González (2006) en Chile que reportó 37 especies de arvenses anuales, bianuales,

perennes y leñosas asociadas con nematodos-

fitoparásitos en frutales y vides. Estos valores

difieren con los encontrados en éste estudio debido a ellos realizaron los muestreos en

varios campos de banano y frutales, al igual

que en diferentes condiciones ecológicas

donde varió el tipo de suelo, el clima y la historia de cada lote.

En el lote con arvenses y en los tres me-

ses que se recolectaron las muestras, Solanum

mammosum y Momordica charantia fueron las arvenses que hospedaron el mayor número

de nematodos fitoparásitos con 13.347 y

6.990 nematodos/100 g de raíz, respectiva-

mente; mientras que todas las demás arvenses obtuvieron valores inferiores a 3.000 nemato-

dos /100 g de raíces (Figura 1).

En el lote comercial de plátano, también

en los tres meses de muestreo, se registraron a Paspalum paniculatum y Bidens pilosa

como las arvenses con mayor número de

fitonematodos con 6.693 y 4.752 nematodos /

100 g de raíz, respectivamente (Figura 1); así mismo, las demás especies de arvenses en-

contradas presentaron valores inferiores a

3.000 nematodos por 100 g de raíces (Figura

1). Estos resultados coinciden con lo encon-trado por González (2006) en Chile en zonas

hortícolas y frutales, quien reporta a B. pilo-

sa, como hospedante de nematodos fitopará-sitos.

Adicional a las arvenses antes descritas,

se identificaron 16 especies de arvenses como

las principales hospedantes de nematodos fitoparásitos con valores mayores o iguales a

1.000 nematodos/100g de raíz, pertenecientes

a las familias Asteraceae (Bidens pilosa,

Page 18: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

49

Emilia sonchifolia, Coniza bonaerensis),

Poaceae (Chloris radiata, Panicum laxum,

Paspalum paniculatum, Rottboelia exaltata,

Digitaria sanguinalis, Eleusine indica),

Euphorbiaceae (Phillantus corcovadensis) y

Solanaceae (Solanum mammosum). Según

Quénéhervé et al. (2005), éstas tres últimas familias de arvenses, Poaceae (Setaria barba-

ta, Leptochloa filiformis y Eleusine indica),

Asteraceae (Mikania micrantha, Vernonia

cinerea) y Solanaceae (Solanum america-num) fueron reportadas como hospedantes

consistentes de nematodos fitoparásitos en

Martinica, en especial de R. similis.

Al separar las principales arvenses hos-pedantes de cada especie de nematodo fito-

parásito, se encontraron 13 especies de arven-

ses hospedantes de R. similis; y con base a la

escala de Quénéhervé et al. (2005), no hubo arvenses buenas o excelentes hospederas de

éste fitonematodo. Con base en ésta escala,

en el lote con arvenses se clasificaron como

pobres hospedantes de R. similis a Borreria laevis (Rubiaceae), Phyllanthus corcovaden-

sis (Euphorbiaceae) Cassia tora (Caesalpi-

niaceae) y Lantana cámara (Verbenaceae)

con 654, 540, 295 y 150 nematodos/100 g de raíz, respectivamente (Figura 2). Las demás

especies de arvenses tuvieron valores inferio-

res a 100 nematodos / 100 g de raíces y suelo.

Una explicación para las bajas poblaciones encontradas en éste lote con arvenses, pudo

haberse debido a que el nematodo Barrenador

(R. similis) tiene una alta preferencia por las

raíces del plátano y sobrevive en niveles poblaciones muy bajos en las arvenses pre-

sentes en el lote con arvenses.

En el lote comercial de plátano, se encon-

traron resultados similares a los del lote con arvenses, debido a que no se encontraron

arvenses que se clasificaran como buenas o

excelentes hospedantes de R. similis (Figura

2). De éstas arvenses se puede destacar la especie Borreria laevis donde el número de

R. similis aumentó en el lote comercial solo

hasta 790 nematodos/100 g de raíz; resulta-

dos que nuevamente corroboran que éste nematodo fitoparásito tiene una alta preferen-

cia por las raíces de plátano.

Quénéhervé et al., (2000) encontraron

que los principales reservorios de R. similis fueron Phenax sonneratii, Euphorbia hete-

rophylla, Echinochloa colonna, Eleusine

indica, Paspalum fasciculatum, Solanum

torvum) con un promedio general de 19.200 nematodos/100 g de raíces secas. De éstas

arvenses, Eleusine indica es la única que

coincide con las encontradas en éste estudio

pero con un valor muy inferior a 33 R. similis /100 de suelo (Figura 2), resultado que son

diferentes posiblemente debido al hospedante

y las condiciones agroecológicas diferentes

en ambos sitios. En ambos lotes estudiados en la granja

Montelindo, el mayor número de R. similis se

encontró en las arvenses Borreria laevis y Phyllantus corcovadensis, lo que amerita un

mayor cuidado en las medidas de manejo de

éstas arvenses, debido a que son hospedantes

del nematodo Barrenador en cultivos comer-ciales de plátano. Estos resultados no con-

cuerdan con los reportados en una revisión

realizada por Marín (1997) quien encontró

Tabla 1. Familias y especies de arvenses encontradas en lote con arvenses y comercial de plátano Domini-

co Hartón en la granja Montelindo

Nombre científico Nombre vulgar Familia

Lote

con

arven

ses

Lote

com

ercia

l

Chloris radiata Linnaeus. Cola de zorro Poaceae 0 X

Panicum laxum Linnaeus. Pasto mijillo Poaceae X 0

Paspalum paniculatum Linnaeus. Gramalote Poaceae X 0

Rottboellia exaltata Linnaeus.Friis. Caminadora Poaceae 0 X

Digitaria sanguinalis Linnaeus. Guardarocío Poaceae 0 X

Eleusine indica Linnaeus. Pategallina Poaceae 0 X

Bidens pilosa Linnaeus. Cadillo Asteraceae X X

Emilia sonchifolia Linnaeus. Hierba socialista Asteraceae X 0

Conyza bonaeriensis Linnaeus. Venadillo Asteraceae X X

Cyperus ferax Linnaeus. Cortadera Cyperaceae X X

Cyperus flavus Linnaeus. Cortadera Cyperaceae X X

Osmunda cinnamomea Linnaeus. Helecho Dennstaedtiaceae X 0

Hyptis atrorubens Poit. Yerbabuenilla Lamiaceae X 0

Jussiaea suffruticosa Linnaeus. Palo de agua Onagraceae 0 X

Lantana camara Linnaeus. Venturosa Verbenaceae X 0

Momordica charantia Linnaeus. Archucha Cucurbitaceae X X

Murdannia nudiflora (L.) Brenan, Kew Bull. Piñita Commelinaceae 0 X

Borreria laevis (Lam.) Griseb. Chiquiza Rubiaceae X X

Cassia tora Linné Comida de murciélago Fabaceae X 0

Phyllantus corcovadensis Muell.Arg. Balsillo Euphorbiaceae X X

Portulaca oleracea Linnaeus. Verdolaga Portulacaceae 0 X

Sida acuta Burm. Escobadura Malvaceae X 0

Solanum mammosum Linnaeus. Lulo de perro Solanaceae X 0

X: Presencia, 0: Ausencia

Figura 1. Número de nematodos en raíces y suelo de plantas presentes en el lote con arvenses (descanso)

y en el lote comercial de plátano Dominico Hartón en la granja Montelindo entre mayo y julio de 2010.

Page 19: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

50

que estos géneros no son hospederos de R.

similis, lo cual puede estar relacionado con

las características de los lugares donde se realizaron los muestreos y a las condiciones

agro-climáticas de cada lugar. De igual mane-

ra, los resultados obtenidos en éste estudio

son cruciales para idear en el futuro medidas de manejo como rotación de cultivo y barbe-

cho antes de re-sembrar con material de

siembra libre de nematodos como lo expresa-

ron Quénéhervé et al., (2000).

De las 24 arvenses identificadas, se en-contraron 22 especies hospedantes de Helico-

tylenchus spp., y con base a la escala de

Quénéhervé et al. (2005), en el lote con

arvenses fueron buenas hospedantes de éste nematodo Paspalum paniculatum, Panicum

laxum, Solanum mammosum y Cassia tora

con un número de 6.307, 2.501, 2172 y 1.409 nematodos/100 g de raíz, respectivamente

(Figura 3). Las anteriores arvenses coinciden

con los géneros reportados por Quénéhervé et

al. (2005) y Arias (2009) quienes encontraron además de estas especies, a Euphorbia hirta,

Dichromena ciliata, Borreria suaveolens y

Phyllanthus niruri, en un estudio realizado en

el departamento de caldas en el cultivo Zin-giberales y arvenses hospedantes de nemato-

dos fitoparásitos en cultivos de musáceas. En

las muestras de suelo Panicum laxum, Sida

acuta, Cyperus flavus y Paspalum panicula-tum fueron las arvenses con mayor número

con 889, 777, 654 y 649, nematodos/100 g,

respectivamente; las demás especies tuvieron

valores inferiores a 500 nematodos / 100g. En el lote comercial de plátano, solo fue

buena hospedante Eleusine indica para Heli-

cotylenchus spp., con 1.421 nematodos/100 g

de raíz; las demás arvenses tuvieron valores inferiores a 1.000 nematodos/100 g de raíz;

siendo consideradas como pobres hospedan-

tes (Figura 3). En las muestras de suelo, todas

las arvenses fueron pobres hospedantes de éste nematodos, siendo Borreria laevis la

arvense con el mayor número de Helicotylen-

chus spp., con 945 nematodos /100 g de

suelo; las demás especies tuvieron valores inferiores a 232 nematodos /100 g (Figura 3).

Para el género Meloidogyne spp., en el lo-

te con arvenses, se encontró solo a Momordi-

ca charantia como buena hospedante con un número máximo de 9.313 nematodos / 100 g

de raíz. En el lote comercial se identificaron

las especies Borreria laevis y Murdannia

nudiflora con 800 y 1.135 nematodos/100 g de raíz, respectivamente (figura no mostrada).

CONCLUSIONES

En los lotes con arvenses y comerciales de

plátano de la granja Montelindo de la Univer-

sidad de Caldas, las principales arvenses hospedantes para R. similis, fueron Borreria

laevis y Phyllantus corcovadensis; para

.Helicotylenchus spp., fueron Eleusine indica,

Paspalum paniculatum, Panicum laxum, Solanum mammosum y Cassia tora; y para

Meloidogyne spp., fueron Momordica cha-

rantia, Borreria laevis y Murdannia nudiflo-

ra. Los resultados anteriores son útiles para agricultores e investigadores dentro de un

programa de manejo integrado de nematodos

fitoparásitos, donde se debe tener en cuenta el

control de las anteriores arvenses, para idear en el futuro medidas de manejo apropiadas

como rotación de cultivos y para evitar el

crecimiento de ellas ya que pueden ser foco de infección de los principales fitonematodos

del plátano antes de re-sembrar con material

de siembra libre de nematodos.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen la colaboración del

señor Bernardo Gutiérrez, auxiliar del labora-

Suelo

Raíz

Núm

ero d

e nem

atodos

por

100 g

de

mues

tra

Figura 2. Número de Radopholus similis en raíces y suelo de plantas presentes en el lote con arvenses y

en el lote comercial de plátano Dominico Hartón.

Núm

ero d

e nem

atodos

por

100 g

de

muest

ra

Suelo

Raíz

Figura 3. Cantidad de Helicotylenchus spp., en raíces y suelo de arvenses presentes en el lote con arven-

ses el lote comercial de plátano Dominico Hartón.

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

51

torio de Fitopatología, por su apoyo en los procedimientos de extracción de nematodos.

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Page 21: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

52

ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE FITOPATOLOGIA

Y CIENCIAS AFINES - ASCOLFI

XXX Congreso Colombiano y XVI Latinoamericano de Fitopatología Bogotá (Colombia), Hotel Crowne Plaza Tequendama del 17 al 19 de agosto de 2011.

Actividad conjunta con la

ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE FITOPATOLOGÍA - ALF

Informes

Sede Congreso

http://concolfi.com/

[email protected]

Sede ASCOLFI www.ascolficolombia.org

[email protected]

celular: 316-4303079

Page 22: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

53

EFECTO DE NEMATODOS ENTOMOPATÓGENOS (Rhabditida: Steinernematidae y Heterorhabditidae)

EN LA MORTALIDAD DE JUVENILES Y EN LA INHIBICIÓN DE LA ECLOSIÓN DE JUVENILES DE

Meloidogyne mayaguensis (Tylenchida)*

Juan Pablo Molina1, Claudia De Mello Dolinski2, Ricardo Moreira Souza2 y Edwin Lewis3

1 Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica. 2 Universidade Estadual do Norte Fluminense

Darcy Ribeiro. CCTA/LEF. 3 Departments of Nematology and Entomology, University of California – Davis.

e-mail contacto: [email protected] [email protected]

*Artículo científico recibido el 14/10/2010; aceptado el 26/11/2010.

RESUMEN

Estudios con nematodos entomopatógenos (NEPs) vienen comproban-do su interferencia en la infección de plantas por fitonematodos, pero

aún no se sabe cual el estadio afectado por ellos. En este estudio se

evaluó el efecto de NEPs en la mortalidad de J2 y en la viabilidad de

huevos de Meloidogyne mayaguensis. En el primer bioensayo se eva-luó el efecto de diferentes concentraciones de Steinernema feltiae Sn y

Heterorhabditis baujardi LPP7 (100, 300, 600. 1000 JIs/mL), en arena

estéril, sobre la mortalidad de 300 J2 de M. mayaguensis después de

cinco días post aplicación. En el segundo bioensayo se utilizaron t 600 y 1000 JIs NEP, para evaluar la mortalidad 1, 3, 5, 7 9 días post trata-

miento. En el tercer bioensayo se evaluó el efecto sobre la eclosión de

juveniles de la aplicación de 1000 JIS/mL de S. feltiae y de H. bau-

jardi, en 300 huevos de M. mayaguensis en recipientes con una plántula de tomate a los 3, 10, 13, 16 y 19 días después de la aplica-

ción. En el primer bioensayo, las concentraciones de 600 y 1000 JIs de

H. baujardi LPP7 causaron las mayores mortalidades comparadas con

el testigo (32,3 36,4 vs. 16,2%). En el segundo bioensayo, la mortali-dad de J2 fue creciente del 3º al 9º día, donde 1000 JIs de H. baujardi

LPP7 indujeron mortalidades entre 41,7% a 90,8% y, 1000 JIs de S.

feltiae Sn causaron mortalidad del 27,3% a 80,3%. En el tercer bioen-

sayo la eclosión fue más influenciada por los NEP del 3º al 19º día, donde S. feltiae Sn redujo la eclosión para 32,3% y H. baujardi para

42,06%, significativamente diferente del testigo (68,33%). Se puede

afirmar que algunos NEP poseen efecto directo en la mortalidad y

eclosión en M. mayaguensis.

Palabras claves: control biológico, nematodos fitoparásitos

SUMMARY

Studies with entomopathogenic nematodes (EPNs) have being proving

interference on the infection by plant parasitic nematodes, but it is still

unknown which the stage affected by these EPN. This study evaluated the effect of NEPs on the mortality of J2 and eggs hatching of Meloi-

dogyne mayaguensis. In the first biossay it was evaluated at five days,

the effect of different concentrations of Steinernema feltiae Sn and

Heterorhabditis baujardi LPP7, (100, 300, 600 and 1000 IJs/mL) in the mortality of 300 J2 of M. mayaguensis, in sterile sand, after five

days. In the second biossay 600 and 1000 IJs of same NEPs were used,

being the mortality evaluated at 1, 3, 5, 7 and 9 days. In the third

biossay egg hatching was evaluated, after application of 1000 IJs/mL of S. feltiae and of H. baujardi, on 300 eggs of M. mayaguensis in

recipients with a tomato seedling, at 3, 10, 13, 16 and 19 days. In the

first biossay, the concentrations of 600 and 1000 IJs of H. baujardi

LPP7 caused the highest mortalities compared to control (32.3 and 36.4 vs. 16.2%). In the second biossay, J2 mortality was higher from

3rd to 9th day, when 1000 IJs of H. baujardi LPP7 caused mortalities

from 41.7% to 90,8% and 1000 IJs of S. feltiae Sn caused mortality

between 27.3% and 80.3%. In the third biossay, egg hatching was more influenced by NEP from 3rd to 19th day, when S. feltiae Sn

decreased until 32,3% and H. baujardi to 42,06%, significantly differ-

ent to the control (68,33%). It was possible to assure that some EPNs

produced some effect on the mortality and hatching of M. mayaguensis

Key words: biological control, plant parasitic nematodes

INTRODUCCIÓN

En el control de algunas especies de nemato-

dos fitoparásitos han sido reportados varios

microorganismos del suelo con respuesta antagonista, pero pocos han presentado alta

efectividad en la reducción de la población de

estos fitonematodos, por tanto, se requiere

explorar la diversidad y potencialidad de nuevos agentes para su control (Meyer y

Roberts, 2002).

De acuerdo con Eapen et al (2004), el

efecto antagonista de algunos hongos como Aspergillus spp., Fusarium spp., Trichoderma

spp., Pochonia spp., aplicados en huevos de

fitonemátodos, consistió en la inhibición de la eclosión, efecto atribuido a un factor exóge-

no, lo que indica la existencia de otros meca-

nismos además del parasitismo. En el caso

específico de la acción de hongos, ocurre una

desintegración enzimática de la capa vitelina y de la quitina, que aumentan la permeabili-

dad de la cáscara de huevo y favorece la

penetración del micelio, a fin de aumentar la

desintegración de su contenido. De acuerdo con Meyer y Roberts (2002), la bacteria

Burkholderia cepacica (Palleroni y Hohnes)

inhibió la eclosión de juveniles por un perío-

do prolongado y afectó la movilidad de J2 de Meloidogyne incognita (Chitwood) (Tylen-

chida: Meloidogynidae).

Algunos trabajos aplicando nematodos

entomopatógenos (NEPs) (Rhabditida: Hete-rorhabditidae y Steinernematidae) sobre

diferentes especies de nematodos parásitos de

plantas (NPPs) muestran que existe efecto sobre la inhibición de la eclosión y de la

penetración de los juveniles (Pérez y Lewis,

2004). Lewis et al (2001) evaluaron el efecto

de diferentes dosis de JIs de Steinernema

feltiae (Filipjev) sobre J2 y huevos de y M. incognita, verificando que en las menores

concentraciones (100 y 500 JIs) ocurrió la

mayor reducción de eclosión del experimen-

to. Trabajos posteriores de Pérez y Lewis (2002) mostraron que las especies S. riobrave

(Cabanillas et al.) y S. feltiae redujeron la

producción de huevos y eclosión de juveniles

de M. incognita. En cuanto al efecto de NEPs sobre juve-

niles de fitonemátodos, algunos trabajos

como los realizados por Pérez y Lewis

(2004), mostraron que JIs de S. feltiae tuvie-ron un efecto en la disminución de la penetra-

ción de juveniles tanto de M. hapla (Chitwo-

od) como de M. incognita en raíces de caca-huete y tomate. Hu et al., (1999) afirman que

los alelo químicos de nematodos entomo-

patógenos y/o sus bacterias causan toxicidad,

repelencia y afectan la eclosión en fitonemá-

Page 23: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

54

todos. Sin embargo, aún existe controversia sobre el efecto directo de los NEPs sobre los

diferentes estadios infectivos de los fitonema-

todos (Lewis y Grewal, 2005). Así, este

trabajo tuvo por finalidad evaluar el efecto de JIs de S. feltiae Sn y Heterorhabditis baujardi

LPP7 (Phan et al.) en la mortalidad de J2 y en

la eclosión de juveniles de M. mayaguensis.

MATERIALES Y MÉTODOS

El experimento se realizó en el Laboratorio de Entomología y Fitopatología de la Univer-

sidad Estatal del Norte Fluminense Darcy

Ribeiro (UENF), Campos Rio Janeiro, Brasil

de Julio a Diciembre de 2006. Se utilizaron dos especies de NEPs, S. feltiae Sn (Filipjev)

originaría de Estados Unidos y H. baujardi

LPP7 (Phan et al.) aislada de la selva amazó-

nica en Monte Negro, RO, Brasil. Esos NEPs se multiplicaron y reactivaron in vivo en

larvas en el séptimo instar de Galleria mello-

nella L. (Lepidoptera: Pyralidae), de acuerdo

con la metodología descrita por Woodring y Kaya (1988). Se utilizó el fitonemátodo M.

mayaguensis (Rammah y Hirschmann). Los

Juveniles de segundo instar (J2) y los huevos

usados en los bioensayos se extrajeron de raíces de guayabos provenientes del munici-

pio de San João da Barra-RJ, y multiplicados

en plantas de tomate de la variedad Santa

Cruz Gigante (Top Seed ® Petropolis-RJ-Brasil).

Después de 12 semanas, las raíces de to-

mate con agallas se extrajeron y cortaron, de

acuerdo con la metodología descrita por Lewis et al. (2001); las raíces infectadas por

el nematodo se colocaron en hipoclorito de

sodio a 0,05%, agitadas con suavidad entre

los dedos por aproximadamente dos minutos para extracción de huevos. Otra muestra de

raíces se colocaron en placas de Petri (15 cm

de diámetro), sobre una malla de metal con

papel absorbente, levemente humedecido con cinco mL de agua destilada estéril (ADE), en

agitación constante por 24 horas a 25 °C, con

el objeto de extraer J2 de M. mayaguensis,

Los huevos y juveniles recién eclosionados, se utilizaron en un tiempo no superior a 24

horas.

Una vez extraídos los JIs dos NEPs y los

huevos y J2 de M. mayaguensis, se estable-cieron los respectivos experimentos, así:

Evaluación del efecto de diferentes concen-

traciones de juveniles infectantes de S.

feltiae y H. baujardi en la mortalidad de

juveniles de M. mayaguensis.

Se evaluó el efecto de dos especies de nema-

todos, S. feltiae Sn y H. baujardi LPP7,

aplicadas en cuatro concentraciones (100,

300, 600 y 1000 JIs /mL) sobre 300 J2 de M. mayaguensis.

La unidad experimental (UE) fue un plato

de Petri (4,5 cm de diámetro) con 20 g de

arena estéril, siendo aplicadas las concentra-ciones de JIs y J2, de acuerdo con los trata-

mientos. Los platos se sellaron con PVC para

evitar contaminación y mantenidos a la tem-

peratura de 25 ºC (Cámara de Germinación MOD.347 CDG-FANEM) por 5 días. Los J2

de M. mayaguensis se extrajeron en el labora-

torio por el método de flotación-

centrifugación en solución de sacarosa (Jen-kins, 1964) y se contaron en lámina de Pe-

ters.

Ese bioensayo se estableció en un diseño

completamente aleatorio con esquema facto-rial 2 X 4 (ocho tratamientos con ocho repeti-

ciones cada). La variable evaluada fue el

porcentaje de mortalidad de J2. Se analizaron

los factores especie de nematodo y concen-tración de JIs, para determinar que factor (Es)

determina la mortalidad (m) de los juveniles

de M. mayaguensis. Cuando la interacción

simple entre los factores de los tratamientos evaluados (concentración y especie de nema-

todo) fue significativa (P<0,05), se comparó

las promedios por la prueba de Duncan

(P<0,05). De esa forma fueron seleccionadas las especies de NEPs y las concentraciones

que tuvieron mayor efecto en la mortalidad

de los juveniles de M. mayaguensis.

Adicionalmente, para evaluar el efecto de los tratamientos y del testigo en la mortalidad

de los juveniles, se hizo análisis de varianza

(P<0,05), donde al existir significancia, los

promedios fueron comparados por Duncan (P<0,05). Para el análisis estadístico se utilizó

el programa SAEG (2001).

Evaluación del efecto del tiempo de exposi-

ción a juveniles infectantes de S. feltiae y

H. baujardi en la mortalidad de juveniles

de M. mayaguensis

Se aplicaron dos concentraciones de S. feltiae Sn y H. baujardi LPP7 (600 1000 JIs) sobre

300 juveniles de M. mayaguensis. En el

testigo se aplicó ADE sin JIs. La mortalidad

se evaluó a los 1, 3, 5, 7 y 9 días. El bioensa-yo se estableció en un diseño completamente

aleatorio con cinco tratamientos. Para cada

tratamiento, por tiempo de evaluación, fueron

procesadas ocho repeticiones, así, cada trata-miento tuvo un total de 40 repeticiones. La

UE fue un plato de Petri (4,5 cm de diámetro)

con 20 g de arena estéril, siendo aplicadas las

concentraciones de JIs y J2 de M. mayaguen-sis, de acuerdo con los tratamientos. Los

platos se sellaron con PVC para evitar con-

taminación y mantenidos a la temperatura de

25 ºC (Cámara de germinación MOD.347 CDG-FANEM). Después cada período de

evaluación, por el método de la flotación-

centrifugación en solución de sacarosa (Jen-kins, 1964), se extrajeron los JIs y J2 de la

arena y contados en lámina de Peters. Se hizo

un análisis de varianza (P<0,05) para compa-

rar la variable mortalidad en cada día de evaluación y se aplicó la prueba Duncan

(P<0,05) para comparación de las Promedios.

Para la variable independiente, días de eva-luación, se hizo un análisis de regresión,

aplicando la prueba “t” (P<0,05), para evaluar

la significancia de los coeficientes de la

regresión. Para el análisis estadístico, se utilizó el programa SAEG (2001).

Evaluación del efecto del tiempo de exposi-

ción a juveniles infectantes de S. feltiae y

H. baujardi en la eclosión de juveniles de

M. mayaguensis

Se aplicaron 1000 JIs/mL de S. feltiae Sn y

H. baujardi LPP7 en 300 huevos/mL de M.

mayaguensis en recipientes con agua y tres plántulas de tomate de 12 cm de altura y tres

pares de hojas, mantenidos bajo agitación

constante (TECNALte-420) a 26 ± 2°C. La

eclosión se evaluó a los 3, 10, 13, 16 19 días, después del tratamiento. Los testigos fueron:

uno relativo, con plántulas de tomate y hue-

vos de M. mayaguensis, y otro absoluto con

huevos, pero sin plántulas de tomate. El bioensayo se estableció siguiendo un diseño

completamente aleatorio, con cuatro trata-

mientos y ocho repeticiones.

La unidad experimental (UE) consistió en un vaso plástico de 100 mL con 40 mL de la

mezcla de agua con huevos, JIs y plántulas,

de acuerdo con los tratamientos. Para cada

día de evaluación, por UE se extrajo una alícuota de 1 mL para conteo de los juveniles

eclosionados en lámina de Peters. Se hizo un

análisis de varianza (P<0,05) para comparar

la variable porcentaje de eclosión en cada día de evaluación, se aplicó la prueba Duncan

(P<0,05). Para la variable independiente días

de evaluación, se hizo un análisis de regre-

sión, aplicando la prueba “t” (P<0,05), para evaluar la significancia de los coeficientes de

la regresión. Para el análisis estadístico, se

utilizó el programa SAEG (2001).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Efecto de diferentes concentraciones de

juveniles infectantes S. feltiae y H. baujar-

di en la mortalidad de juveniles de M.

mayaguensis.

Para la variable porcentaje de mortalidad de

M. mayaguensis hubo diferencias significati-vas en el factor concentración (F=8,53 Gl=3,

P<0,05), siendo que la mayor concentración

de 1000 JIs presentó la mayor mortalidad del

bioensayo con 34,65±1,03, siendo diferente (Duncan P<0,05) de la mortalidad encontrada

en las otras concentraciones (Tabla 1). De la

misma forma, la concentración de 600 JIS

tuvo efecto en la mortalidad con 32,00 ± 0,89. Con relación al efecto de las especies de NEP

evaluadas en cuanto a lo variable Porcentaje

de mortalidad, no presentaron diferencias entre S. feltiae Sn y H. baujardi LPP7 con

31,88 ± 5,17 30,64 ± 2,97, respectivamente

(P=0,2420) (Tabla 1). Las concentraciones

de 1000 JI, 600 JI y las dos especies de nema-

Page 24: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

55

todos se seleccionaron para los bioensayos

posteriores. En cuanto al efecto de los diferentes tra-

tamientos en la mortalidad de juveniles de M.

mayaguensis, todos presentaron diferencias

(P<0,05) con relación al testigo, destacándose

los tratamientos H. baujardi y S. feltiae en las concentraciones de 1000 JIs, causando morta-

lidades de 36,31 y 32,99% respectivamente

(Tabla 1).

Efecto del tiempo de evaluación a juveniles

infectantes S. feltiae y H. baujardi en la

mortalidad de juveniles de M. mayaguensis

Ocurrieron diferencias significativas entre los

días de evaluación (F=246,27; GL=4;

P<0,05), entre las concentraciones y especies

de NEPs (F=71,68, GL=4, P<0,05) y en la interacción de todos los factores (F=2,74;

GL=16; P<0,05).

La mortalidad de los J2 fue creciente del 1º

al 9º día en todos los tratamientos evaluados, con la mayor mortalidad en el último día de

evaluación. En la concentración de 1000 JIs

de H. baujardi LPP7 se encontró la mayor

mortalidad acumulada en el 3º y 9º días (Ta-bla 2), desde el 3º día, a más alta concentra-

ción de S. feltiae Sn se destacó de las demás,

igualando a H. baujardi LPP7 en el 3º y 5o

días.

Efecto del tiempo de exposición a juveniles

infectantes S. feltiae y H. baujardi en la

eclosión de juveniles de M. mayaguensis

Hubo diferencias significativas en la eclosión

de juveniles de M. mayaguensis entre los días

de evaluación (F=240,64; GL=4 P<0,05), entre los tratamientos (F=125,52; GL=3;

P<0,05) y en la interacción de los días de

evaluación y los tratamientos (F=8,47;

GL=15; P<0,05). En evaluaciones previas, se vio la necesi-

dad de colocar una plántula de tomate para

estimular la eclosión de los juveniles y evitar

errores en la evaluación del experimento. Así, desde el tercer día, tanto los JIs de H. baujar-

di LPP7 como de S. feltiae Sn, redujeron la

eclosión en un 4,78% y 5,13%, respectiva-

mente, siendo estos valores diferentes (P<0,05) de la eclosión encontrada en los

testigos evaluados (Tabla 3). En el décimo

día, se puso en evidencia que los tratamientos

con NEPs causaron algún tipo de interferen-cia, disminuyendo la eclosión (Tabla 3). En el

decimotercero día, se mantuvo la misma

tendencia, sin embargo los NEPs presentaron reducción en la eclosión estadísticamente

semejante a la encontrada en el testigo abso-

luto, pero diferente del testigo relativo (22,78;

20,11; 22,93 35,61, respectivamente) (Tabla 3).

En el decimosexto día, el tratamiento con

S. feltiae Sn fue el que más redujo la eclo-

siónde los juveniles de M. mayaguensis, siendo diferente de los testigos relativo y

absoluto (24,61; 60,07 y 38,78%, respectiva-

mente) (Tabla 3). El Porcentaje de eclosión bajo efecto de H. baujardi LPP7 fue semejan-

te a los testigo absolutos, pero diferente de

los relativos, mostrando que los JIs están

causando algún efecto, disminuyendo la

eclosión normal de los juveniles (34,11;

38,78 60,07, respectivamente).

En el decimonoveno día, fue registrada la

máxima disminución de la eclosión encontra-da en todos los tratamientos, causada por S.

feltiae Sn con relación al testigo absoluto

(32,28 y 50,78%, respectivamente), eviden-

ciando una vez más el papel de la plántula de tomate como estímulo en la eclosión de los

juveniles de M. mayaguensis y el efecto

negativo de los NEPs.

En todos los bioensayos fue evidente el efecto de la aplicación de los nematodos

entomopatógenos en la mortalidad y en la

inhibición de la eclosión de los juveniles de

M. mayaguensis en el tiempo, dependiendo de la concentración de JIs utilizada, pero

independientemente de la especie de NEP.

En cuanto a los juveniles de M. maya-

guensis, fue evidente que la aplicación de altas concentraciones de JIs incrementó de

forma creciente la mortalidad hasta el día

final de evaluación. Aparentemente, la morta-

lidad causada a los juveniles de M. maya-guensis por los JIs de los NEPs evaluados se

debió a un efecto tóxico de éstos. De acuerdo

con experimentos preliminares recientemente

realizados en el laboratorio de Nematologia da UENF-Campos-RJ Brasil por Molina y

Ferreira (Datos no publicados), los JIs de H.

baujardi y S. feltiae, en la presencia de juve-niles de M. mayaguensis, aparentemente

liberan sus bacterias simbiontes en medio

Nutritivo sólido. De esta manera, podría

existir algún efecto asociado a las bacterias

simbiontes de H. baujardi y S. feltiae que

estarían causando la mortalidad de los juveni-

les de M. mayaguensis. De otra parte, según

Grewal et al (1999), posiblemente los alelo-químicos de los JIs y de las bacterias sim-

biontes tienen un efecto repelente y tóxico

sobre los juveniles de algunas especies de

fitonemátodos. En cuanto al efecto de los nematodos en-

tomopatógenos en la eclosión de los juveniles

de M. mayaguensis, fue evidente que con el

incremento de los días de evaluación, ocurrió una inhibición y decrecimiento en la eclosión,

en la presencia de raíces de tomate como

estimulador, pudiendo existir alguna interfe-

rencia y/o efecto tóxico de S. feltiae y H. baujardi o sus bacterias simbiontes. Así

mismo, Lewis et al. (2001) determinaron la

reducción de la eclosión de J2 de M. incogni-

ta, extraídos de raíces plantadas en arena, previamente inoculadas con JIs de S. feltiae.

Después la extracción de los huevos en agua

por una semana, se verificó una alta inhibi-

ción en la eclosión, fenómeno que no ocurrió con huevos extraídos de raíces, en las cuales

no fue aplicado S. feltiae. El efecto letal

pudo estar asociado a las bacterias simbióti-

cas de H. baujardi y S. feltiae, que podrían causar algún efecto inhibitorio a la eclosión

Tabla 1. Comparación entre las mortalidades Promedio (%) de J2 de Meloidogyne mayaguensis después de la aplicación de los nematodos Heterorhabditis baujardi y Steinernema feltiae.

Concentración

Mortalidad Promedio (%) ± error estandar

H. baujardi LPP7 S. feltiae Sn Promedio

Concentración (%)

100 JIs 28,82 ± 0,87 28,46 ± 1,47 28,64 ± 1,25C

300 JIs 30,14 ± 1,86 29,37 ± 3,15 29,76 ± 0,45BC

600 JIs 32,28 ± 4,04 31,73 ± 2,24 32,00 ± 0,89B

1000 JIs 36,31 ± 2,37 32,99 ± 5,94 34,65 ± 1,03A

Promedio 31,88 ± 5,17A 30,64 ± 2,97A

Promedios seguidos de la misma letra, en la columna y en la línea para la misma variable por factor anali-

zado, no difieren entre sí por la prueba de Duncan (P<0,05)

Tabla 2. Efecto de la concentración de juveniles de Heterorhabditis baujardi y Steinernema feltiae en la

mortalidad de J2 de Meloidogyne mayaguensis en el tiempo

Tratamientos

Mortalidad acumulada (Promedio ± error estandar) según días de evaluación

1º 3º 5º 7º 9º

Testigo 3,50±0,92 B 15,50±1,83 C 28,17±2,02 B 46,33±2,64 D 51,17±3,42 C

600 JIs H. baujardi 10,50±1,26 AB 17,33±1,59 C 45,33±5,07 B 62,50±3,87 C 64,83±1,79 BC

1000 JIs H. baujardi 21,83±1,42 A 41,66±3,02 A 73,33±4,12 A 86.92±4,56 A 90,74±7,04 A

600 JIs S. feltiae 7,52±0,56 B 19,83±1,62 C 43,04±2,43 B 52,50±0,56 CD 64,50±3,15 BC

1000 JIs S. feltiae 17,67±1,82 AB 27,17±1,96 B 62,12±7,65 A 77,67±8,43 AB 80,33±3,37 B

Promedios seguidos de la misma letra, en la columna y en la línea para la misma variable por factor anali-

zado, no difieren entre sí por la prueba de Duncan (P<0,05)

Tabla 3. Efecto de la concentración de juveniles infectantes de H. baujardi y S. feltiae en la eclosión de

juveniles de Meloidogyne mayaguensis en el tiempo

Tratamiento Porcentaje de Eclosión (Promedio ± Error estándar) según días de evaluación

3º 10º 13º 16º 19º

JIs Hb + raíz 4,78±0,69 B 19,83±1,53 A 22,78±1,61 A 34,11±1,09 B 42,06±2,13 BC

JIs Sf + raíz 5,13±0,38 B 19,21±2,29 A 20,11±1,44 A 24,61±1,32 A 32,28±1,52 A

TR: huevos + raíz 12,05±0,42 A 27,28±2,51 B 35,61±1,80 B 60,07±2,54 C 68,33±2,34 BC

TA: huevos sin raíz 8,56±1,05 AB 23,44±2,44 B 22,93±2,43 A 38,78±2,37 B 50,78±3,59 AB

Promedios seguidos por letras distintas en la columna, difieren entre sí en prueba de Duncan (P<0,05). TR:

Testigo relativo; TA: Testigo absoluto; Hb: Heterorhabditis baujardi LPP7; Sf: Steinernema feltiae Sn

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

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de juveniles de M. mayaguensis. Según Leí y Webster (1999), alelo químicos como amo-

nio e índol, producidos por nematodos ento-

mopatógenos y/o sus bacterias simbiontes

(Xenorhabdus spp. y Photorhabdus spp), estarían relacionados en la reducción de la

eclosión de los juveniles J2 en fitonemátodos.

De esta forma, se estableció que juveniles

infectantes tanto de S. feltiae como de H. baujardi y/o sus bacterias simbióticas, cau-

san algún tipo de toxicidad, interferencia o

inhibición sobre los juveniles y huevos de M.

mayaguensis. Sin embargo, se deben realizar más estudios específicos, con énfasis en las

bacterias simbiontes.

CONCLUSIONES

Existió un efecto antagónico de los nema-

todos entomopatógenos en la mortalidad de

juveniles y en la reducción de la eclosión de juveniles de M. mayaguensis.

Los JIs de H. baujardi y S. feltiae, influ-

yeron en la mortalidad de los juveniles de M.

mayaguensis, principalmente en las mayores concentraciones evaluadas, siendo creciente

hasta el noveno día de tratamiento.

Los JIs de S. feltiae y H. baujardi deter-

minaron una disminución de la eclosión a lo

largo período de observación, así mismo, en la presencia de un estimulante de la eclosión

(raíz de tomate).

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al Dr. Juvenil Enrique

Cares Ph.D Fitopatología de la Universidad

de California, Riverside, E.U.A., actualmente asociado a la Universidad de Brasilia (Brasil)

y la Dra. Nancy Eunice Niño M. Sc en Fito-

patología Universidad Nacional de Colombia,

por sus valiosos aportes en la revisión general del texto y por su conocimiento en el área

nematológica.

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

57

EFECTO DE BACTERIAS ENTOMOPATÓGENAS Xenorhabdus y Photorabdus Y SUS METABOLITOS

SOBRE JUVENILES Y HUEVOS DE Meloidogyne mayaguensis (Tylenchida)*

Juan Pablo Molina1, Claudia De Mello Dolinski2, Ricardo Moreira Souza2, Arnubio Valencia3, Viviane Dalbon2 y Edwin Lewis4

1Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, 2Universidad Estatal del Norte Fluminense

Darcy Ribeiro. CCTA/LEF, 3Empresa de pesquisa agropecuaria EMBRAPA, Recursos Genéticos e Biotecnologia.

4Departments of Nematology and Entomology, University of California – Davis.

e-mail contacto: [email protected] [email protected]

*Artículo científico recibido el 14/10/2010; aceptado el 26/11/2010.

RESUMEN

Recientes estudios sugieren que las bacterias simbiontes portadas por

los nematodos entomopatógenos poseen efecto en la viabilidad de

fitonematodos. En este estudio fue evaluado el efecto de dos bacterias, Xenorhabdus sp. y Photorhabdus sp., multiplicadas en dos concentra-

ciones de inóculo en medio nutriente N líquido, siendo aplicadas las

bacterias y sus productos metabólicos sobre J2 y huevos de Meloido-

gyne mayaguensis en tres experimentos: el primer experimento evaluó el efecto directo de las suspensiones bacterianas multiplicadas. El

segundo experimento evaluó el efecto de los productos bacterianos sin

bacterias y en el tercer experimento se evaluó el efecto de metabolitos

primarios sobre J2 y huevos de M. mayaguensis. En el primer experi-mento, las altas concentraciones de las suspensiones bacterianas de

Photorabdus sp., causaron mortalidad del 54,61% en J2 y de Xenor-

habdus sp., causaron reducción del 5,4% en la eclosión de J2. En el

experimento 2, los productos metabólicos logrados de las bacterias en la mayor concentración de Xenorhabdus sp. y Photorabdus sp., causa-

ron mortalidades en J2 entre 44 y 57%. De la misma forma la mayor

inhibición en la eclosión de juveniles fue entre 34 y 45%, eviden-

ciando el efecto directo de metabólitos primarios, secundarios y toxi-nas en la mortalidad de J2 y reducción de la eclosión de M. mayaguen-

sis. En el tercer experimento, metabólitos primarios de Xenorhabdus

sp. y Photorabdus sp., tuvieron poca influencia en la mortalidad de los

J2, entre 6 y 8%, y no tuvieron efecto en la eclosión de huevos de M. mayaguensis. Así puede ser atribuido el mayor efecto en la mortalidad

de J2 y en la inhibición de la eclosión, principalmente a metabolitos

secundarios y toxinas derivados de las bacterias evaluadas.

Palabras claves: control biológico, eclosión, nematodo fitoparásitos

SUMMARY

Recent studies suggest that symbiotic bacterias of entomopathogenic

nematodes affect the viability of plant parasitic nematodes. In this work the effect of two bacterias were evaluated: Xenorhabdus sp. and

Photorhabdus sp., were multiplied in two concentrations in nutrient

liquid medium, being applied bacteria and metabolic products on J2

and eggs of Meloidogyne mayaguensis in three experiments: The first experiment evaluated the direct effect of the multiplied bacterial sus-

pensions. The second one evaluated the effect of bacterial products

without bacteria and in the third experiment the effect of primary

metabolites was evaluated on J2 and eggs of M. mayaguensis. In the first experiment, the bacterial suspension in high concentration of

Photorabdus sp. caused J2 mortality of 54.61% and of Xenorhabdus

sp. caused a reduction of 5.40% egg hatching. In the second experi-

ment, metabolic products of bacteria in high concentration of Xenor-habdus sp. and Photorabdus sp. caused J2 mortality between 44 and

57%. In the same way the highest inhibition of egg hatching was be-

tween 34 and 45%, evidencing the direct effect of primary and sec-

ondary metabolites and toxins on the mortality of J2 and reduction of egg hatching of M. mayaguensis. In the third experiment, primary

metabolites of Xenorhabdus sp. and Photorabdus sp. had low effect on

J2 mortality, between 6 and 8%, and it did main not have any effect on

egg hatching of M. mayaguensis. Therefore, the main effect of bacteria on increased mortality of J2 an egg hatching inhibition, may be attri-

buted to secondary metabolites, since poor effect of primary metabo-

lites was evidenced.

Key words: biological control, metabolites, hatching, plant parasitic

nematodes.

INTRODUCCIÓN

Las bacterias Xenorhabdus spp. y Photor-

habdus spp., se encuentran en simbiosis con

nematodos entomopatógenos de los géneros

Steinernema y Heterorhabditis, respectiva-mente. Esas bacterias simbiontes presentan

toxicidad oral e inyectable en insectos y otros

artrópodos (Boemare, 2002). Como varias

otras bacterias Gram-negativas, Xenorhabdus spp. y Photorhabdus spp., producen endo-

toxinas. Las endotoxinas de X. nematophilus

(Akhurst) consisten de lipopolissacaridos que

han mostrado alta toxicidad a insectos (Dunphy y Webster, 1988).

En cuanto al efecto de las bacterias sim-

biontes en fitonemátodos, aún no está claro si

la bacteria tiene algún efecto directo en la

mortalidad o en la viabilidad de J2 y/o hue-vos (Lewis y Grewal, 2005). Jagdale et al.

(2002) sugieren que el complejo nematodo-

bacteria asociada, tanto bajo la forma de

juveniles infectantes (JIs) vivos como muer-tos, poseen algún efecto en la disminución de

algunos fitonemátodos, pero no está claro si

el efecto es consecuencia de la acción de la

bacteria, del nematodo o del complejo. Trabajos realizados por Fallon et al.

(2002) demostraron el efecto del complejo

nematodo-bacteria S. feltiae - X. bovienii

(Givaudan) aplicando una concentración de 1010mL-1 unidades formadoras de colonia

(UFC), observaron una reducción en la pene-

tración des juveniles, siendo ese efecto atri-

buido a una posible repelencia del complejo a

los fitonemátodos. Recientes investigaciones realizadas por

Jagdale y Grewal (Datos no publicados)

citados por Lewis y Grewal (2005) estable-

cieron que el uso de las bacterias simbiontes Xenorhabdus spp. y Photorhabdus spp.,

presentan efecto en la reducción de poblacio-

nes de fitonemátodos.

Por otro lado, Siddiqui y Mahmood (1999) afirman que la disminución de fito-

nemátodos puede ser debida a metabolitos

bacterianos, que estarían reduciendo la eclo-

sión de juveniles. Específicamente, la actividad tóxica de

las bacterias simbiontes sobre los fitonemáto-

dos aún se discute. Así, ese trabajo tuvo como

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

58

objetivo evaluar el efecto de dos bacterias entomopatógenos Xenorhabdus sp. y Photor-

habdus sp., aisladas de los nematodos S.

feltiae Sn (Filipjev) y H. baujardi LPP7

(Phan et al.) respectivamente, en la eclosión y mortalidad de J2 de Meloidogyne mayaguen-

sis (Rammah y Hirschmann) y separar los

metabolitos responsables de ese efecto.

MATERIALES Y MÉTODOS

Los estudios se realizaron en el Laboratorio

de Entomología y Fitopatología de la Univer-

sidad Estatal del Norte Fluminense Darcy Ribeiro (UENF), en Campos, Rio de Janeiro,

Brasil, de Agosto a Diciembre de 2006 y de

Mayo a Agosto de 2007.

En la investigación se utilizaron dos es-pecies de NEPs (Rhabditida: Steinernemati-

dae y Heterorhabditidae): Steinernemia fel-

tiae Sn (Filipjev) y Heterohabditis baujardi

LPP7 (Phan et al.), siendo la primera especie originaria de Estados Unidos y la segunda

aislada de la selva amazónica en Monte

Negro, Roraima, Brasil.

Las especies de NEPs, se multiplicaron y reactivaron in vivo en larvas en el séptimo

instar de Galleria mellonella L. (Lepidoptera:

Pyralidae), de acuerdo con Woodring y Kaya

(1988). El fitonematodo objetivo utilizado fue el M. mayaguensis. Los juveniles de

segundo estadio (J2) y los huevos usados en

los bioensayos se extrajeron de raíces de

guayaba provenientes del municipio de San João da Barra-RJ, y multiplicados en tomate-

ros de la variedad Santa Cruz.

Aislamiento de bacterias simbiontes de

nematodos entomopatógenos en medio

Nutriente líquido

Para el aislamiento se utilizaron dos concen-traciones de JIs (600 y 1000) para cada espe-

cie de nematodo entomopatógeno empleado.

Los JIs se centrifugaron en tubos Eppendorf

de un mL a 1200 rpm por un minuto (Eppen-dorf Centrifugue 5415C). El sobrenadante se

retiró y se agregó un mL de solución esterili-

zante [NaOCl 12%, NaOH 4 mol y agua

destilada estéril ADE)]. Se llevó a centrifuga-ción por más de un minuto. La solución se

removió y se añadió un mL de ADE, por dos

veces más. Se inoculó un mL de los JIs, de

acuerdo con la concentración y especie en un Erlenmeyer de 25 mL conteniendo 10 mL de

medio de cultivo Nutriente (N) líquido estéril.

El medio de cultivo y los JIs se mantuvieron

en agitación constante (TECNALte-420) a 28 ºC durante 24 horas, para que los JIs libe-

rasen las bacterias simbiontes en medio.

Conteo de bacterias en medio de cultivo

Las bacterias multiplicadas se cuantificaron y

se confirmó su base. De acuerdo con Neder (1992), para establecer el número de UFC en

medio a cultivo, se retiró una alícuota de 1

mL de medio de cultivo para distribuirlas en en platos de Petri (9 cm) con N sólido, man-

tenidas por 24h a una temperatura de 28ºC

(Cámara de Germinación MOD.347 CDG-

FANEM). Para la identificación de las diferentes

suspensiones bacterianas en las diferentes

concentraciones fueron nombradas, según la

especie bacteriana, de la siguiente manera: Xenorhabdus sp., en baja concentración,

Xenorhabdus 1; Xenorhabdus sp. en alta

concentración, Xenorhabdus 2; Photorabdus

sp., en alta y baja concentración, Photorhab-dus 1 y Photorhabdus 2, respectivamente.

Determinación del efecto de bacterias

entomopatógenas sobre juveniles y huevos Para la determinación del efecto de las bacte-

rias entomopatógenas Xenorhabdus sp. y

Photorhabdus sp., aisladas de los nematodos

S. feltiae Sn (Filipjev) y H. baujardi LPP7 (Phan et al.), sobre juveniles y huevos de

Meloidogyne mayaguensis, se establecieron

diferentes experimentos, según se detalla a

continuación:

Determinación del efecto de bacterias

entomopatógenas sobre juveniles (J2)

Para determinar el efecto de las suspensiones

bacterianas entomopatógenas sobre los juve-niles, se realizaron dos ensayos; uno en arena

y otro en medio nutritivo (N) líquido, así:

Suspensiones bacterianas en arena. Se

utilizaron platos de Petri (4,5 cm) con 20 g de arena autoclavada humedecida con 5 mL del

medio N líquido con las células bacterianas, y

se agregaron 300 J2 de M. mayaguensis.

Como testigo absoluto, se aplicaron J2 de M. mayaguensis en ADE en la arena, y como

testigo relativo, se aplicaron los J2 en N

líquida sin bacteria en la arena. Las bacterias

se evaluaron bajo dos condiciones, con y sin calentamiento. El calentamiento de las sus-

pensiones bacterianas se efectuó a 100 °C por

10 min. Los platos de Petri se mantuvieron

por 24h a una temperatura de 28ºC (Cámara de Germinación MOD.347 CDG-FANEM).

El bioensayo se estableció en un diseño

completamente aleatorio, en esquema facto-

rial 2x2x2+2 (dos especies de bacteria, dos concentraciones y dos condiciones de la

bacteria) y los testigos absoluto y relativo,

totalizando 10 tratamientos y 10 repeticiones. La unidad experimental fue la placa de Petri

con arena.

Después de tres días los J2 de M. maya-

guensis se retiraron de la arena por el método de la flotación-centrifugación en solución de

sacarosa (Jenkins, 1964) y se estableció el

Porcentaje de mortalidad de J2 de M. maya-

guensis. Para evitar la pérdida de alguna unidad

experimental por contaminación, en el inicio

del bioensayo se establecieron 20 réplicas por

tratamiento, siendo seleccionadas de manera

casual, 10 réplicas sin ninguna contaminación al final del período de evaluación.

Suspensiones bacterianas en medio

nutritivo líquido. En la determinación del

efecto de las suspensiones bacterianas en medio nutritivo líquido, se utilizaron placas

de poliestireno con 24 pozos (Placas para

prueba ELISA), siendo cada pozo una unidad

experimental, en el que se aplicó un mL del

medio nutritivo líquido con células bacteria-

nas y 300 J2 de M. mayaguensis. Las placas

se incubaron y mantuvieron durante 24h a

28ºC (Cámara de Germinación MOD.347 CDG-FANEM).

En el bioensayo se incluyeron 10 trata-

mientos y 10 repeticiones en un diseño com-

pletamente aleatorio, en esquema factorial 2x2x2+2 (dos especies de bacteria, dos con-

centraciones y dos condiciones de la bacteria)

y los testigos absoluto y relativo. Después de

tres días, los J2 se contaron directamente en las placas y se estableció el porcentaje de

mortalidad.

Determinación del efecto de bacterias

entomopatógenos sobre huevos

La investigación se realizó de manera similar

al estudio del efecto sobre juveniles, así:

Suspensiones bacterianas en arena. Se

utilizaron platos de Petri (4,5 cm) con 20 g de

arena autoclavada humedecidas con 5 mL del

medio N líquido con las células bacterianas, y

se agregaron 300 huevos de M. mayaguensis por unidad experimental. Después de 10 días

de establecido el experimento se determinó el

porcentaje de eclosión de juveniles.

Suspensiones bacterianas en medio

nutritivo líquido. Se estableció la misma

metodología utilizada en la determinación del

efecto sobre juveniles, con la diferencia que

se aplicaron 300 huevos de M. mayaguensis por unidad experimental. Los tratamientos

evaluados fueron los mismos, con un total de

10 réplicas por tratamiento. Después de 10

días los J2 que eclosionaron se contaron

directamente en directamente en los platos,

estableciendo el porcentaje de eclosión.

Determinación del efecto de metabolitos

bacterianos en juveniles y huevos

Para evaluar el efecto directo de los com-puestos tóxicos generados por las bacterias

(metabolitos primarios y secundarios), ini-

cialmente se extrajeron los metabolitos y

luego se procedió a determinar su efecto sobre juveniles y huevos. Para la obtención

de metabolitos, después de multiplicar las

bacterias Xenorhabdus sp. y Photorabdus sp.,

utilizando las mayores concentraciones de inóculo (1000 JIs/mL) y hacer conteo de las

UFC, la suspensión bacteriana se colocó en

tubos Eppendorf de un mL, que se centrifuga-

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

59

ron dos veces a 20.000 rpm a 4°C por 30 min (Eppendorf Centrifugue 5415C). En cada

centrifugación, se eliminó el precipitado con

las células bacterianas y se colectó el sobre-

nadante. Para evitar posibles contaminaciones y eliminar células bacterianas el sobrenadante

se pasó por un filtro Milipore ® 0,22 µm. Ya

obtenidos los sobrenadantes con los metabo-

litos, se procedió a determinar su efecto sobre juveniles y huevos, así:

Efecto de metabolitos sobre juveniles.

Se utilizó una placa de poliestireno de 24

cavidades, siendo cada pozo una unidad

experimental, en donde se colocó un mL del sobrenadante filtrado de las bacterias y 100

J2 por 48 horas a 24 ± 2ºC. Como testigo se

aplicó el medio nutriente líquido puro sobre

100 J2. Adicionalmente, se evaluó el efecto del

sobrenadante calentado procedente de culti-

vos de Photorabdus sp. y Xenorhabdus sp.,

en medio nutritivo líquido. Los sobrena-dantes se sometieron a tratamiento térmico a

100 ºC por 20 minutos para inactivar la acti-

vidad biológica de las proteínas. Los Erlen-

meyers con los medios y bacterias se coloca-ron en un recipiente conteniendo agua y

hielo, el contenido líquido se centrifugo por

tres veces a 20.000 rpm a 4 °C durante 30

min eliminando el precipitado resultante. Los sobrenadantes extraídos se filtraron en una

membrana de 0,22µm.

El bioensayo se estableció bajo un diseño

completamente aleatorio, en esquema facto-rial 2x2+2 (dos sobrenadantes bacterianos,

dos condiciones y testigos absoluto, sola-

mente ADE, y relativo solamente medio

nutritivo líquido), totalizando seis tratamien-tos, con 10 repeticiones cada. Después de tres

días, se contaron los J2 directamente de los

platos para establecer el porcentaje de mor-

talidad.

Efecto de metabolitos sobre los huevos.

Se realizó el procedimiento anterior, con la

diferencia de que los sobrenadantes bacteria-

nos se aplicaron sobre 300 huevos de M. mayaguensis por unidad experimental por un

período de siete días y después de 10 días se

evaluó el porcentaje de eclosión. También, se evaluó el efecto de sobrenadantes calen-

tados aplicados sobre huevos de M. maya-

guensis, evaluando, después de 10 días del

tratamiento, directamente en los platos la presencia de los J2 que eclosionaron, estable-

ciendo el Porcentaje de eclosión.

Determinación del efecto de dializados de

suspensiones bacterianas entomopatógenas

sobre juveniles y huevos

Para evaluar el efecto de metabolitos prima-rios (fracción proteica con actividad bio-

lógica, de peso molecular mayor de que 5

Kda), se obtuvieron dializados de los sobre-

nadantes no calentados y filtrados de Photo-

rabdus sp. y Xenorhabdus sp. El procedi-miento para separar del sobrenadante bacte-

riano las proteínas de alto peso molecular

consistió en colocar los sobrenadantes en una

bolsa de diálisis con membrana de 3,5 Kda, inmersa en un recipiente con agua a 4 °C por

48 horas, sometido a agitación constante

(Cámara de Germinación MOD.347 CDG-

FANEM), y con dos cambios de agua por día. Al final del proceso, el producto dializado se

colectó para evaluar el efecto de su contenido

sobre juveniles y huevos, de la siguiente

manera:

Efecto de dializados sobre juveniles

Para evaluar el efecto real de los compuestos

generados por las bacterias separados en el

sobrenadante dializado de Photorabdus sp. y Xenorrabdus sp., se utilizó un plato de po-

liestireno con 24 pozos, siendo cada pozo una

unidad experimental, en el cual se aplicó un

mL del sobrenadante dializado y 100 J2. El plato se incubó por 48 horas a 24 ± 2ºC

(Cámara de Germinación MOD.347 CDG-

FANEM). Como testigo se aplicó el medio N

líquido sobre J2 de M. mayaguensis. Alternativamente, se evaluó el efecto del

sobrenadante dializado calentado sobre J2 de

M. mayaguensis, con el objetivo de desactivar

cualquier toxicidad relacionada con proteínas y/o enzimas. El sobrenadante de Photorab-

dus sp. y Xenorrabdus sp. se dializó y se

calentó a 100 ºC por 20 min. Se utilizó una un

plato de poliestireno con 24 pozos, siendo cada pozo una unidad experimental, en el

cual se aplicó un mL del sobrenadante diali-

zado y calentado, y 100 J2 de M. mayaguen-

sis, incubando el plato por 48 horas a 24 ± 2ºC.

El bioensayo tuvo un diseño completa-

mente aleatorio, en esquema factorial 2x2+2

(dos sobrenadantes bacterianos dializados, dos condiciones y testigos absoluto, sola-

mente ADE, y relativo, medio N líquido),

totalizando seis tratamientos, con 10 repeti-

ciones cada. Después de tres días, se hizo el conteo de los J2 directamente en los platos,

estableciendo el porcentaje de mortalidad.

Efecto de dializados sobre huevos. Para

la determinación se realizó el mismo proce-

dimiento anterior, aplicando los dializados

sobre huevos. También, se evaluó el efecto del sobrenadante dializado calentado sobre

100 huevos de M. mayaguensis. Después de

10 días los J2 eclosionados se contaron di-

rectamente en las placas y se estableció el

porcentaje de eclosión.

Análisis de datos

Cada variable de los tratamientos se sometió

a lo análisis de varianza (P<0,05) y cuando

hubo significancia, se hizo la prueba de com-

paración de Promedios Duncan (P<0,05), siendo utilizado el programa SAEG (2001).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Aislamiento de bacterias simbiontes de

nematodos entomopatógenos en medio

Nutriente líquido

Las bacterias fueron liberadas en medio N

líquido, y la concentración de JIs puede ser

observada por la intensidad de la turbidez del

medio de cultivo (Figura 1).

Las concentraciones de células bacteria-

nas logradas desde el inóculo inicial de 600 y

1000 JIs de S. feltiae Sn y H. baujardi LPP7, fueron: 47,50 ± 10,5 x 10-4 25,52 ± 5,54 x

10-5 UFC de Xenorhabdus sp. y 130,75 ±

19,10 x 10-4 104,51 ± 13.12 x 10-5 UFC de

Photorabdus sp., respectivamente. La multiplicación de la bacteria en el me-

dio N sólido, presentó UFCs en la Fase I, que

corresponde a la fase virulenta de la bacteria.

Las colonias de la bacteria Photorabdus sp., presentaron coloración amarilla, y las colo-

nias de la bacteria Xenorhabdus sp., colora-

ción blanca, confirmando que las colonias

bacterianas se encontraron en la fase viru-lenta.

Figura 1. Liberación de bacterias a partir de JIs de NEPs. Los dos primeros Erlenmeyers corresponden al

testigo, medio sin nematodos. (B) Bacterias liberadas a partir de 600 JIs de S. feltiae (izquierda) y H.

baujardi (derecha). (A) Bacterias liberadas de 1000 de S. feltiae (izquierda) y H. baujardi (derecha).

Nótese la diferencia de turbidez (Intensidades de gris) indicadora de concentración.

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

60

Efecto de bacterias entomopatógenas sobre

juveniles

El efecto de las suspensiones bacterianas

sobre juveniles en arena se tradujo en altas mortalidades. Las suspensiones bacterianas

en alta concentración de Photorabdus sp. y

Xenorhabdus sp. no calentadas, causaron

tasas de mortalidad significativamente dife-

rentes (F=61,85 ; GL=9 ; P<0,05) sobre J2

con relación a los testigos (16,78 ± 0,98,

10,17 ± 1,34 % y testigos absoluto y relativo

1,72 ± 0,41 2,78 ± 0,57 %, respectivamente). Así mismo, se destacaron significativamente

las tasas de mortalidad presentadas por las

suspensiones bacterianas de baja concentra-

ción no calentadas de las dos especies bacte-rianas (8,22 ± 0,53 para Photorabdus sp. y

5,89 ± 0,32 %para Xenorhabdus sp.) (Figura

2).

Las suspensiones bacterianas calentadas en la concentración alta y baja de Xenorhab-

dus sp. y en alta concentración de Photor-

habdus sp., fueron diferentes del testigo

absoluto (4,61; 4,05 y 4,39%, respectiva-mente, sin embargo ningún tratamiento de las

suspensiones bacterianas calentadas tuvieron

diferencias con relación a la testigo relativo.

De los tratamientos testigo, al final del per-íodo de evaluación, los juveniles presentaron

movilidad, siendo éste el comportamiento que

diferenció los juveniles encontrados en otros

tratamientos. El efecto de las suspensiones bacterianas

sobre juveniles en medio Nutritivo líquido,

también fueron efectivas. Las suspensiones

bacterianas no calentadas en alta y baja con-centración de Photorabdus sp., causaron la

mayor tasa de mortalidad sobre los J2, siendo

significativamente diferente de los testigos

relativo y absoluto (F=58,81; GL=9; P<0,05) (54,61 ± 4,39, 48,91±1,53%, 3,92 ± 0,43 1,81

± 0,21%, respectivamente) (Figura 3). Las

altas concentraciones de Photorhabdus sp. y

Xenorhabdus sp., causaron prácticamente el doble de mortalidad que las concentraciones

más bajas de las mismas suspensiones bacte-

rianas (20,08 ± 0,92; 19,93 ± 0,60 %, respec-

tivamente), siendo así mismo, significativa-mente diferentes de los testigos (Figura 3).

Por otro lado, todas las suspensiones bac-

terianas calentadas no causaron mortalidad

significativa con relación a los testigos (5,41 ± 0,61; 4,81 ± 0,53 %).

Determinación del efecto de suspensiones

de bacterias entomopatógenas sobre hue-

vos

Las suspensiones bacterianas aplicadas sobre

huevos en arena afectaron la eclosión de

juveniles. Las suspensiones bacterianas no calentadas y calentadas, tuvieron efecto ne-

gativo significativo (F=52,47; GL=9; P<0,05)

en la eclosión de juveniles de M. mayaguen-

sis (variación de 0,5 a 3 %) con relación a los testigos absoluto y relativo (27,05 ± 1,55;

14,93 ± 1,43 %, respectivamente). Destacán-dose las suspensiones bacterianas con alta

concentración no calentada de Xenorhabdus

sp., significativamente diferente de la suspen-siones calentadas de la misma especie (0,47 ±

0,17% y 0,28 ± 0,12 %) (Figura 4). Entre las

suspensiones no calentadas y calentadas para

Photorabdus sp., no se encontraron diferen-cias significativas.

Las aplicaciones de suspensiones bacte-

rianas no calentadas sobre huevos en medio

Nutriente líquido, en baja y alta concentra-ción, en general causaron reducción signifi-

cativa en la eclosión de J2 de M. mayaguensis

(F=62,75; GL=9; P<0,05) diferentes a los

testigos (5,40 ± 0,48 y 5,82 ± 0,37 para

Xenorhabdus sp.; 7,97 ± 0,93y 4,22 ± 0,67% para Photorhabdus sp.) con relación a los

testigos absoluto y relativo (46,15 ± 4,91 y

32,16 ± 4,13%, respectivamente) (Figura 5). Al contrario, las suspensiones bacterianas

calentadas en todas las concentraciones pre-

sentaron valores superiores a 20% de eclosión

de juveniles, sin presentar diferencias entre sí, pero siendo diferentes de los testigos, (Figura

5).

Efecto de metabolitos de suspensión bacte-

riana sobre juveniles y huevos

Los sobrenadantes extraídos de las suspen-

siones bacterianas de mayor concentración de

Figura 2. Porcentaje de mortalidad de juveniles de Meloidogyne mayaguensis en arena por la aplicación de

suspensiones bacterianas. Siglas: T1: Photorhabdus sp. C1 no calentada; T2: Photorhabdus sp. C2 no

calentada; T3: Photorhabdus sp. C1 calentada; T4: Photorhabdus sp. C2 calentada; T5: Xenorhabdus sp.

C1 no calentada; T6: Xenorhabdus sp. C2 no calentada; T7: Xenorhabdus sp. C1 calentada; T8: Xenorhab-

dus sp. C2 calentada; T9: Testigo absoluto (ADE); T10: Testigo relativo (N = media Nutriente líquido).

C1=Concentración baja; C2= Concentración alta. Promedios seguidos por letras distintas difieren entre sí,

en la prueba de Duncan (P<0,05).

Figura 3. Porcentaje de mortalidad de juveniles de Meloidogyne mayaguensis en medio Nutritivo líquido,

desde la aplicación de suspensiones bacterianas. Siglas: T1: Photorhabdus sp. C1 no calentada; T2: Pho-

torhabdus sp. C2 no calentada; T3: Photorhabdus sp. C1 calentada; T4: Photorhabdus sp. C2 calentada;

T5: Xenorhabdus sp. C1 no calentada; T6: Xenorhabdus sp. C2 no calentada; T7: Xenorhabdus sp. C1

calentada; T8: Xenorhabdus sp. C2 calentada; T9: Testigo absoluto (ADE); T10: Testigo relativo (N =

Media Nutritivo líquido). C1=Concentración baja; C2= Concentración alta. Promedios seguidos por letras

distintas difieren entre sí, en la prueba de Duncan (P<0,05).

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

61

Xenorhabdus sp. y Photorabdus sp., presenta-ron efecto directo en la mortalidad de los

juveniles de M. mayaguensis.

El sobrenadante no calentado de Photo-

rabdus sp., ocasionó la mayor mortalidad de J2 del experimento, siendo diferente de los

testigos relativo y absoluto (F=80,78; GL=5;

P<0,05) (56,95 ± 3,67% ; 2,75 ± 0,48 y 1,97

± 0,29 %, respectivamente (Figura 6). De la misma forma, el sobrenadante no calentado

de Xenorhabdus sp., ocasionó alta mortali-

dad, siendo diferente des testigos (43,72 ±

4,40 %). En cuanto a los sobrenadantes calentados

de Xenorhabdus sp. y Photorhabdus sp., las

tasas de mortalidades presentadas no fueron

diferentes entre sí, pero fueron diferentes de los testigos (16,62 ± 1,75 y13,11 ± 1,87 %)

(Figura 6).

Los sobrenadantes bacterianos no calen-

tados de Photorabdus sp. y Xenorhabdus sp., presentaron efecto directo en la eclosión de

los juveniles de M. mayaguensis. El sobrena-

dante no calentado de Xenorhabdus sp., oca-

sionó la mayor inhibición en la eclosión de juveniles del experimento, comparado con los

testigos (F=28,45; GL=5; P<0,05) (33,82 ±

2,26; 60,32 ± 4,57 y 58,71 ± 4,57 %). De la

misma forma, el sobrenadante no calentado de Photorhabdus sp., causó una inhibición

diferente de los testigos (45,12 ± 2,71 %)

(Figura 7). Mientras, los sobrenadantes

calentados de Photorhabdus sp. y Xenorhab-dus sp., presentaron bajo efecto en la eclosión

de los juveniles y no presentaron diferencias

con relación a la eclosión de los testigos

(49,17 ± 1,78% y 55,19 ± 3,44) (Figura 7).

Efecto de dializados de suspensiones bacte-

riales entomopatógenas sobre juveniles y

huevos

Los sobrenadantes no calentados y dializados

de Photorabdus sp. y Xenorhabdus sp., afec-

taron positivamente la mortalidad de juveni-

les de M. mayaguensis y fueron (F=16,94; GL=5; P<0,05) diferentes de los testigos

(8,26 ± 0,25; 6,46 ± 0,74; 2,75 ± 0,43 y 1,71

± 0,34% (Figura 8).

Los sobrenadantes dializados y calenta-dos de Photorabdus sp. y Xenorhabdus sp.,

no evidenciaron efecto en la mortalidad de

juveniles de M. mayaguensis.

Los sobrenadantes dializados calentados o no de las bacterias, en ningún caso, presen-

taron efecto en la inhibición de la eclosión de

M. mayaguensis, siendo que la eclosión en

general estuvo entre 54,68 ± 3,58 y 57,14 ±

4,41 %.

En general, los resultados demuestran el

efecto de las suspensiones bacterianas no calentadas, en la mortalidad des J2 de M.

mayaguensis, tanto en el bioensayo en arena

como en Nutriente liquido, confirmando el

efecto directo en el bioensayo con el medio de cultivo. Las suspensiones bacterianas en

alta y baja concentración de Photorhabdus

sp., causaron la mayor mortalidad, mostrado

que los juveniles de M. mayaguensis son

susceptibles al efecto patógeno de la bacteria. Así mismo, las suspensiones bacterianas

calentadas tuvieron las proteínas y/o enzimas

desnaturalizadas con el tratamiento térmico y

presentaron algún efecto en la mortalidad de los juveniles de M. mayaguensis, lo que

indica la actividad biológica letal, está aso-

ciada a la naturaleza proteica. De esta forma,

Photorhabdus sp. y Xenorhabdus sp., pueden estar influyendo en la mortalidad de J2 de M.

mayaguensis por medio de un principio tóxi-

co, relacionado con sus metabolitos.

De acuerdo con trabajos realizados por Grewal et al. (1999), filtrados de células

bacterianas pertenecientes a tres separados de

Xenorhabdus spp., en la concentración del

15% fueron tóxicos a juveniles de M. incog-

nita, causando mortalidad de 98-100%. Los

filtrados, tanto de Xenorhabdus sp. como de Photorhabdus sp., presentaron alta toxicidad

a juveniles de M. incognita, efecto atribuido

al Amoníaco del filtrado (Hu et al., 1995; Hu

et al., 1999). Samaliev et al. (2000) verifica-ron que las dosis de 106 y 107 mL-1 de célu-

las bacterianas de Xenorhabdus nematophilus

(Akhurst) en juveniles de M. javanica causa-

ron mortalidad del 100%, después de 24 horas de exposición, siendo considerada una

bacteria altamente tóxica.

Los resultados de este estudio demostra-

ron la existencia de un efecto significativo de las suspensiones bacterianas en la reducción

de la eclosión y en la mortalidad des J2 recién

eclosionados. Los huevos tratados con ADE,

Figura 5. Porcentaje de eclosión de juveniles de M. mayaguensis en medio Nutritivo líquido, desde la aplicación de las suspensiones bacterianas. Siglas: T1: Photorhabdus sp. C1 no calentada; T2: Photorhab-

dus sp. C2 no calentada; T3: Photorhabdus sp. C1 calentada; T4: Photorhabdus sp. C2 calentada; T5:

Xenorhabdus sp. C1 no calentada; T6: Xenorhabdus sp. C2 no calentada; T7: Xenorhabdus sp. C1 calen-

tada; T8: Xenorhabdus sp. C2 calentada; T9: Testigo absoluto (ADE); T10: Testigo relativo (N = media

Nutriente líquido). C1=Concentración baja; C2= Concentración alta. Promedios seguidos por letras distin-

tas difieren entre sí, en la prueba de Duncan (P<0,05).

Figura 4. Porcentaje de eclosión de juveniles de Meloidogyne mayaguensis en arena desde la aplicación de

suspensiones bacterianas. Siglas: T1: Photorhabdus sp. C1 no calentada; T2: Photorhabdus sp. C2 no

calentada; T3: Photorhabdus sp. C1 calentada; T4: Photorhabdus sp. C2 calentada; T5: Xenorhabdus sp.

C1 no calentada; T6: Xenorhabdus sp. C2 no calentada; T7: Xenorhabdus sp. C1 calentada; T8: Xenor-

habdus sp. C2 calentada; T9: Testigo absoluto (ADE); T10: Testigo relativo (N = media Nutriente líquido).

C1=Concentración baja; C2= Concentración alta. Promedios seguidos por letras distintas difieren entre sí

en la prueba de Duncan (P<0,05).

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

62

presentaron una eclosión media del 27% en comparación con la eclosión normal de 50-

60% registrada en laboratorio, en la ausencia

del estimulante de eclosión para huevos de

este fitonemátodo. Es evidente que existen pérdidas de J2 y huevos, durante el procesa-

miento de la arena para la extracción de los

juveniles en laboratorio. Para confirmar los

datos, se procedió la repetición del experi-mento en un segundo bioensayo, aplicando

directamente los J2 en las suspensiones bacte-

rianas en el mismo período de evaluación.

Los resultados confirman que las suspen-siones bacterianas no calentadas presentaron

la reducción de la eclosión de juveniles de M.

mayaguensis, en el bioensayo en arena, cuyo

efecto tóxico directo fue confirmado en el bioensayo con el medio de cultivo. Así, toxi-

nas y/o otros compuestos tóxicos de las

bacterias, podrían presentar un efecto directo

en la eclosión de los juveniles del fitonemá-todo, ya que los testigos presentaron una

mayor tasa de eclosión.

Según Grewal et al. (1999), hubo reduc-

ción en la eclosión de J2 de M. incognita, cuando los huevos fueron expuestos a la

concentración del 10% de una cultivo de

células bacterianas de Xenorhabdus sp.,

aislada de la especie del nematodo S. rio-brave. Así, mismo, Samaliev et al. (2000)

evaluaron el efecto nematicida de las bacte-

rias X. nematophilus en huevos de M. java-

nica, concluyendo que el efecto de las bacte-rias y sus metabolitos redujo la eclosión.

La tasa de mortalidad presentada por los

dos sobrenadantes bacterianos no calentados,

guarda una estrecha relación con la tasa de mortalidad lograda en el primer experimento

con las suspensiones bacterianas no calenta-

das de Xenorhabdus sp. y Photorabdus sp.,

en alta concentración, lo que evidencia que los productos de la bacteria en medio a cul-

tivo bajo la forma de metabolitos secundarios

(bajo peso molecular), metabolitos primarios

(de alto peso molecular, mayores a 3,5 kD) y/o toxinas, estarían ocasionando la mortali-

dad de los J2 de M. mayaguensis.

En ese caso, es evidente que existe un

efecto que causa la mortalidad de los J2, al contrario del efecto presentado por las sus-

pensiones bacterianas calentadas de Photo-

rabdus sp. y Xenorhabdus sp. donde éstas

tuvieron un bajo efecto en la mortalidad de los J2. Esta respuesta de los sobrenadantes

calentados, evaluados en la mortalidad de los

J2, puede ser un indicativo de toxicidad de-

bido a proteínas y/o enzimas. Las altas temperaturas aplicadas al sobre-

nadante bacteriano dializado, desactivaron

cualquier actividad tóxica debido a proteínas y/o enzimas, ya que tales sobrenadantes

calentados no tuvieron efecto en la eclosión

con resultados equivalentes a la eclosión

registrada para los testigos. En los diferentes experimentos donde

fueron evaluados los metabolitos, éstos tuvie-

ron efecto sobre la mortalidad y eclosión de

J2 de M. mayaguensis. De acuerdo con Gre-

wal et al. (1999), las propiedades de metabo-

litos nematicidas, asociadas a las bacterias

simbiontes de Xenorhabdus spp., se han demostrado en algunos estudios de laborato-

rio y invernadero. Así, metabolitos de Xenor-

habdus sp., tuvieron un efecto mayor en la

reducción de la eclosión de J2 de M. maya-guensis. Por otro lado, metabolitos asociados

a Photorabdus sp., ejercieron un mayor efec-

to en la mortalidad de juveniles de M. maya-

guensis. La mortalidad y la reducción de la eclo-

sión des J2 de M. mayaguensis puede ser

atribuida principalmente a metabolitos secun-

darios de los sobrenadantes bacterianos antes de ser dializados. En ese sentido, excluyendo

la mortalidad conferida a los metabolitos

primarios, aproximadamente 35% a 49% de

la mortalidad de los J2 puede ser atribuida a

metabolitos secundarios de Photorabdus sp. y Xenorhabdus sp. En bioensayos de laborato-

rio se ha determinado que la concentración de

300 µg mL-1 de indol, causa parálisis en

juveniles de M. incognita. Por otra parte, St y

indol en concentraciones de 100 y 25 µg mL

respectivamente, inhiben la eclosión de juve-

niles de M. incognita (Hu, et al., 1999).

En cuanto a la alta inhibición de la eclo-sión de los huevos de M. mayaguensis, se

atribuye principalmente a metabolitos secun-

darios de Xenorhabdus sp. y Photorabdus sp.,

ya que de los experimentos realizados con los sobrenadantes dializados, la eclosión encon-

Figura 7. Porcentaje de eclosión de juveniles de M. mayaguensis debido a la aplicación de sobrenadante de suspensiones bacterianas. Siglas: T1: Sobrenadante no calentado de Xenor-

habdus sp.; T2: Sobrenadante no calentado de Photorabdus sp.; T3: Sobrenadante calentado

de Xenorhabdus sp.; T4: Sobrenadante calentado de Photorabdus sp. T5: Testigo relativo (N =

media Nutriente líquido).; T6: Testigo absoluto (ADE). Promedios seguidos por letras distintas difieren entre sí en prueba de Duncan (P<0,05).

Figura 6. Porcentaje de mortalidad de juveniles de M. mayaguensis debido a la aplicación de

sobrenadante de suspensiones bacterianas. Siglas: T1: Sobrenadante no calentado de Xenor-

habdus sp.; T2: Sobrenadante no calentado de Photorabdus sp.; T3: Sobrenadante calentado de Xenorhabdus sp.; T4: Sobrenadante calentado de Photorabdus sp. T5: Testigo relativo (N =

media Nutriente líquido).; T6: Testigo absoluto (ADE). Promedios seguidos por letras distin-

tas difieren entre sí en prueba de Duncan (P<0,05).

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

63

trada por efecto des metabolitos primarios fue

semejante a la encontrada en los testigos. Hu,

et al. (1996) afirman que los aleloquímicos con indol de 3,5-dihidroxy 4-isopropilstilbene

(St) provenientes de extractos orgánicos de

filtrados de Photorhabdus luminescens (Poi-

nar), presentan efecto nematicida. De esta forma, se establece que las suspensiones

bacterianas de Xenorhabdus sp. y Photorab-

dus sp., y sus metabolitos asociados, causan

toxicidad e inhibición sobre los juveniles y huevos de M. mayaguensis, siendo necesarios

estudios específicos principalmente con

metabolitos secundarios, determinando los

compuestos que están presentando efecto en el fitonemátodo.

CONCLUSIONES

Suspensiones bacterianas de Photorabdus sp.

y Xenorrabdus sp., tuvieron efecto directo en

la mortalidad de los juveniles y en la reduc-

ción de la eclosión de J2 de M. mayaguensis, ya que existió un fuerte efecto antagónico,

atribuido principalmente a metabolitos se-

cundarios de las mismas bacterias.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al Dr. Juvenil Enrique

Cares Ph.D Fitopatologia de la Universidade

de Califórnia, Riverside, E.U.A., actualmente .asociado a la Universidad de Brasilia (Brasil)

y la Dra. Nancy Eunice Niño M. Sc en Fito-

patología Universidad Nacional de Colombia,

por sus valiosos aportes en la revisión general del texto y por su conocimiento en el área

nematológica.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Figura 8. Porcentaje de mortalidad de juveniles de M. mayaguensis debido a la aplicación de sobrenadante de suspensiones bacterianas dialisadas. Siglas: T1: Sobrenadante dializado de

Xenorhabdus sp.; T2: Sobrenadante dialisado de Photorabdus sp.; T3: Sobrenadante dializado

y calentado de Xenorhabdus sp.; T4: Sobrenadante dialisado y calentado de Photorabdus sp.

T5: Testigo relativo (N = media Nutriente líquido).; T6: Testigo absoluto (ADE). Promedios seguidos por letras distintas difieren entre sí en prueba de Duncan (P<0,05).

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64

“FITOPATOLOGÍA COLOMBIANA”

Órgano de difusión de la Asociación Colombiana de Fitopatología y Ciencias

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

65

REACCIÓN DE GENOTIPOS DE TOMATE DE ÁRBOL (Solanum betaceum (Cav.) Sendt)

AL NEMATODO Meloidogyne spp. Chitwood*

Sonia Lorena Álvarez Solarte1, Jenith Lorena Chaves Melo1

Claudia Salazar González1 y Carlos Betancourth Garcia1

1 Facultad de Ciencias Agrícolas, Universidad de Nariño, Pasto, Colombia

e- mail contacto: [email protected].

*Artículo científico recibido el 08/06/2010; aceptado el 26/08/2010.

RESUMEN Con el objeto de evaluar la reacción de 45 genotipos de tomate de

árbol, de la colección de la Universidad de Nariño se realizó una se-

lección preliminar de posibles fuentes de resistencia. Se utilizó un

diseño experimental DIA con 45 tratamientos y cuatro repeticiones, se inocularon plantas de dos meses de edad con 10.000 huevos de Meloi-

dogyne spp. Las variables evaluadas fueron: incidencia, severidad,

altura, peso fresco y seco de raíz, reconocimiento y frecuencia del

nematodo. Se realizó un análisis de varianza para las variables de crecimiento, destacándose los genotipos CBp18 y CBg27 como mode-

radamente resistentes con un bajo porcentaje de reducción en dos de

las variables de crecimiento evaluadas. Empleando la técnica de cortes

perineales se determinó que Meloidogyne incognita Chitwood fue la especie más frecuente .

Palabras claves: Material Vegetal, Severidad, Resistencia

SUMMARY

Reaction of Tree Tomato (Solanum betaceum (Cav.) Sendt) Geno-

types to the nematode Meloidogyne spp. Chitwood.

In the producing area of Nariño department the presence of this pat-hogen was reported and because of its importance this study was

carried out in order to evaluate the reaction of 45 tree tomato genoty-

pes, from the collection of the University of Nariño to make a prelimi-

nary selection of possible sources of resistance. DIA design was used with 45 treatments and 4 replicates, two months old plants were inocu-

lated with 10.000 eggs of Meloidogyne spp. The variables evaluated

were: incidence, severity, height, dry and fresh root weight and recog-

nition and frequency of the nematode. The data were processed using SAS v.8 and analysis of variance for growth. Genotypes CBp18 and

CBg27 were highlighted as moderately resistant with a low rate of

reduction in two of the growth variables evaluated. Using the perineal

cuts technique found that Meloidogyne incognita Chitwood was the most frequent specie

Key words: Plant Material, Severity, Resistance

INTRODUCCIÓN

El tomate de árbol, Solanum betaceum (Cav.) Sendt, (Cyphomandra betacea Sendt; C.

hartwegi Sendt) es importante para los culti-

vadores de la zona de clima frío en Colombia

por la buena aceptación, alta demanda, posibi-lidades de consumo en fresco y potencial

agroindustrial (Lobo, 2006).

Para el año 2008, la superficie sembrada

en el país correspondió a 6446 hectáreas, con una producción de 107.136 ton. y un rendi-

miento promedio de 16,6 ton. ha-1. Comer-

cialmente esta fruta se produce en los depar-

tamentos de Antioquia, Cundinamarca, Bo-yacá, Tolima y Nariño, donde la superficie

cultivada fue de 601 hectáreas, obteniendo

una producción total de 5.736 ton y un rendi-

miento promedio de 9,5 t. ha-1 (MADR, 2009).

El cultivo de tomate de árbol, aún bajo las

condiciones óptimas de clima y suelo, presen-ta variabilidad en su productividad, funda-

mentalmente, debido a la incidencia de en-

fermedades y plagas, tal es el caso de los

nematodos causantes del nudo radical que destruyen lentamente las plantaciones (Salda-

rriaga et al., 2000). En los últimos años el

área sembrada se ha reducido debido a una

alta incidencia y severidad de la enfermedad del nudo radical, a la susceptibilidad de los

materiales cultivados y al alto costo del con-

trol (Gaviria, 2004).

Por otra parte la resistencia vegetal no sólo es necesaria para reducir los niveles

poblacionales de nematodos y por lo tanto

evitar pérdidas económicas a corto plazo, sino

también para garantizar a mediano plazo la utilidad de un método de control que ha de-

mostrado ser muy efectivo en la lucha contra

nematodos, y que es económico e inocuo para

los seres humanos y el medio ambiente (Cor-tada et al, 2009; Bridge, 1996). La identifica-

ción de las fuentes de resistencia es el paso

inicial dentro de cualquier programa que

busca obtener plantas de valor económico con resistencia a este parásito (Morera y López,

1987).

La resistencia de solanáceas silvestres a nematodos formadores de agallas está basada

en la presencia de un gen simple dominante

llamado gen Mi, que confiere resistencia a tres

de las especies más dañinas M. incognita, M. arenaria y M. javanica. La resistencia media-

da por el gen Mi activa una respuesta de

hipersensibilidad a través de la muerte de la

célula momentos después de que los nemato-

dos inician su alimentación en los sitios cer-canos a los haces vasculares (González et al.,

2010).

Teniendo en cuenta estas consideraciones

se llevó a cabo un estudio para conocer la reacción de 45 genotipos de tomate de árbol al

ataque de Meloidogyne spp., en busca de

fuentes de resistencia que puedan ser útiles

para posteriores trabajos de campo.

MATERIALES Y MÉTODOS

Localización

Se realizó en el Laboratorio de Microbiología

e Invernadero de la Universidad de Nariño,

ubicada al noreste de la ciudad de San Juan de

Pasto (01° 12' 13'' latitud norte y 77° 15' 23''

longitud oeste), 2540 msnm, humedad relativa promedio del 70% y una temperatura prome-

dio anual de 13oC y 18oC respectivamente.

Manejo agronómico de material vegetal

El Grupo de Frutales Andinos, adscrito a la

Page 35: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

66

Facultad de Ciencias Agrícolas de la Univer-sidad de Nariño, suministró 45 genotipos

(Tabla 1) que se sembraron en bolsas de

polietileno con capacidad de cuatro kg de

suelo; el manejo agronómico consistió en riego diario, una fertilización con fertilizante

compuesto (tres g/planta 10-30-10) al mes

después de la siembra, eliminación manual de

arvenses mensual, control sanitario de “dam-ping off” (Pythium sp) (un cm3 Lt-

1Propamocarb y babosas (Deroceras sp, Milax

sp.), (dos gránulos/planta Methaldehido) cada

8 días durante el primer mes. cenicilla (Oi-dium sp) (0,75 cm3 Lt-1Penconazol) a los dos

meses de edad de las plantas. mosca blanca

(Trialeurodes vaporariarum) y afidos (Aphis

gossypii) (un cm3 Lt-1 Metomilo) a los tres meses después de la siembra.

Inoculación con Meloidogyne spp.

Se inocularon plantas de tomate de árbol de

dos meses de edad, empleando la técnica de

licuado/tamizado, (Sañudo et al., 2003). Se

utilizaron raíces afectadas con Meloidogyne spp, colectadas en lotes de la vereda La Cal-

dera, Municipio de Pasto, las cuales se lava-

ron, y cortaron en pequeños trozos, luego se

licuaron 50 g de raíz con 50 ml de agua desti-lada durante 25 segundos; se vertió la suspen-

sión de huevos por un juego de tamices de

200, 325 y 400 mallas; se lavó lentamente y

se recogió con agua destilada la porción rete-nida en los tamices de 325 y 400 mallas (Sa-

ñudo et al., 2003). Posteriormente utilizando

una pipeta se tomó una alícuota de un mL de

la misma, se llevó a una placa de recuento para calibrar a una concentración de 200

huevos/ml (Coyne et al., 2007).

De esta solución se usaron 50 mL por

planta (10.000 huevos) para inocular 9 plantas de cada genotipo, vertiéndolos en el suelo

alrededor del tallo (Volcy, 1998). Por cada

genotipo se dejaron 3 plantas como testigo las

cuales se inocularon con 50 ml de agua desti-lada (Mañuzca y Varón, 2001; Lozada et al.,

2002).

Diseño experimental

Se utilizó un diseño completamente al azar

con 45 tratamientos correspondientes a los

genotipos de tomate de árbol, cuatro repeti ciones por tratamiento, y 180 unidades expe-

rimentales con tres plantas cada una. Para las

evaluaciones, una de las repeticiones no fue

inoculada y se dejó como comparador de cada genotipo. Este diseño se aplicó a las variables

de crecimiento (altura, peso fresco y seco de

raíz).

Variables evaluadas

A los genotipos de tomate de árbol inoculados a los dos meses de edad con Meloidogine

spp., se les realizaron las respectivas evalua-

ciones de cada una de sus variables 90 días

después de la inoculación.

Incidencia: Se estableció el porcentaje de

plantas afectadas observando si sus raíces

presentaban nudos y se expresó en porcenta-

je; tomando como población las nueve plantas inoculadas.

Severidad: Para establecer el grado de infec-

ción se determinó mediante la escala cuantita-tiva y cualitativa de infección radical pro-

puesta por Taylor y Sasser, (1983) (Tabla 2 y

Figura 1).

Reacción del genotipo: La determinación de

la reacción de cada genotipo se realizó to-

mando como referencia la escala de resisten-

cia planteada por Sañudo et al. (2003) con

base a la escala de severidad (Tabla 3).

Variables de crecimiento

Altura: Se midió la altura de las plantas

desde la base del tallo hasta el extremo supe-

rior del ápice de la hoja más joven.

Peso fresco y seco raíz: Una vez evaluada la

incidencia y severidad se tomaron las plantas

inoculadas y los testigos, se separó su raíz, para así tomarles el peso fresco en una balan-

za analítica; posteriormente se empacaron en

bolsas de papel rotuladas y se llevaron a

horno a 70 o C por 72 horas, luego se tomó su peso seco.

Análisis estadístico

Los parámetros de crecimiento (altura, peso

Tabla 1. Identificación de los genotipos utilizados en el trabajo

Genotipo msnm Municipio Genotipo msnm Municipio

CBb01 2100 Buesaco CBsj35 2532 Ipiales

CBb02 2139 Buesaco CBsj36 2432 Ipiales

CBb03 2159 Buesaco CBsj37 2526 Ipiales

CBb04 2073 Buesaco CBsj38 2525 Ipiales

CBp05 2109 Buesaco CBco39 2556 Cordoba

CBb06 2109 Buesaco CBco40 2730 Cordoba

CBb08 2029 Buesaco CBco41 2703 Cordoba

CBa09 2040 Arboleda CBg42 2703 Cordoba

CBc10 2112 Pasto CBco44 2602 Cordoba

CBc11 2112 Pasto CBco45 2602 Cordoba

CBc12 2112 Pasto CBco46 2580 Cordoba

CBc13 2112 Pasto CBp48 2670 Potosí

CBc14 2125 Pasto CBi49 2938 Ipiales

CBp16 2194 Pasto CBg52 2554 Guaitarilla

CBp18 2028 Nariño CBco53 2579 Cordoba

CBp21 2361 Nariño CBim91 2063 Imues

CBp23 2361 Nariño CBim92 2062 Imues

CBg27 2760 Guaitarilla CBgu94 2570 Guachavez

CBg28 2749 Guaitarilla CBsa95 2559 Samaniego

CBg29 2658 Guaitarilla CBsa96 2558 Samaniego

CBg30 2633 Guaitarilla CBsa98 2550 Samaniego

CBg31 2520 Guaitarilla CBsa99 2511 Samaniego

CBcon33 2391 Contadero

Fuente: Grupo de Frutales Andinos, Universidad de Nariño

Tabla 2. Escala de infección radical (Taylor y

Sasser, 1983)

Grados Infección radical

0 Raíces sin daño de nematodos

1 Pocos nudos pequeños, difíciles de

encontrar

2 Nudos del mismo tamaño que el

anterior, pero más numerosos

3 Nudosidades alargadas. El sistema

radial no sufre mucho.

4 El 50 % del sistema radical no funcio-

na, debido a la hipertrofia de los

tejidos.

5 La alimentación de la planta es inte-

rrumpida, hay pudrición de tejidos

afectados.

Tabla 3. Escala de reacción (Sañudo et al., 2003) G

rad

os

%

de afección

Reacción del

genotipo

0 0 % Inmune

1 1 -10% Resistente

2 11 – 25% Moderadamente resistente

3 26 – 50% Moderadamente susceptible

4 51 – 75% Susceptible

5 76 - 100% Altamente susceptible

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

67

fresco y seco de raíz), se analizaron determi-nando inicialmente el porcentaje de reducción

de cada variable en cada genotipo respecto al

testigo correspondiente asumiendo el valor de

este como el 100%, lo que permitió medir el efecto de Meloidogyne spp., sobre las plantas

evaluadas. Estos datos se transformaron con la

fórmula Y = arcoseno√%. Utilizando el

programa estadístico SAS® v. 8.0 (Statistical Analysis System, SAS Institute), se sometie-

ron los datos obtenidos a un Análisis de Va-

rianza para las tres repeticiones inoculadas. La

separación de medias se efectuó mediante la prueba de Duncan.

Reconocimiento y frecuencia de Meloido-

gyne spp.

En forma aleatoria se tomaron raíces infecta-

das de diferentes genotipos inoculados con el

nematodo del nudo radical. Se realizaron 50 cortes perineales, siguiendo la metodología

citada (Jacob and Van Bezooijen 1984; Ce-

peda, 2001; Vergel et al., 2000; Sañudo et al.,

2003; García y Obando, 2005; Coyne et al., 2007).

Las observaciones de los cortes de patro-

nes perineales se hicieron bajo microscopio

con aumento de 100X y se determinaron las especies confrontándolas con las claves de

Taylor y Sasser (1983); (Cepeda, 2001; Gavi-

ria, 2004).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Incidencia

Todas las plantas inoculadas y de todos los

genotipos fueron infectadas por el nematodo

del nudo radical mostrando menor desarrollo, clorosis, agallas y en ocasiones marchitez; en

el sistema radical se presentaron agallas en

diferentes cantidades y tamaños, necrosis,

acortamiento y disminución de raíces laterales y escasos pelos radicales. Dicho de otro modo

modo ningún genotipo fue inmune al ataque

del nematodo.

Resultados similares reportan Lozada et al. (2002) quienes encontraron una incidencia

del 100% en plantas de tomate de árbol de tres

meses de edad, inoculadas con 6000 huevos

de Meloidogyne spp. provenientes de diferen-tes zonas productoras del Valle del Cauca.

Del mismo modo, Peña (1994), evaluó mate-

riales de café (Coffea canephora), para obte-

ner variedades de portainjertos resistentes a Meloidogyne incognita, en plantas inoculadas

tres meses después del trasplante con 6000

huevos; y encontró efectos parasíticos del nematodo.

Álvarez (2006) señala que en general, los

nematodos que atacan las raíces de las plan-

tas, inducen daños por su interferencia en la capacidad de absorber agua y minerales desde

el suelo por parte de la planta y por convertir-

se en consumidores de los productos sinteti-

zados por la planta. Al respecto Aballay

(1995), menciona que el resultado final de los efectos antes mencionados es una disminu-

ción importante en los rendimientos, puesto

que los frutos deben competir con la capaci-dad de las raíces de actuar como consumido-

res de los compuestos asimilados por la fo-

tosíntesis, para el consumo de los nematodos

y para el continuo recambio de raíces daña-das. Puesto que todos manifestaron síntomas

asociados al ataque de Meloidogyne spp.

Severidad

En la totalidad de genotipos inoculados con

Meloidogyne spp. se encontraron agallas

radiculares a los 90 días después de la inocu-lación; solo se tuvo grado de afección 2 y 3 un

rango de severidad entre el 11 al 50%. No se

encontraron genotipos inmunes, resistentes,

susceptibles ni altamente susceptibles al

patógeno, pero si moderadamente resistentes (MR) y moderadamente susceptibles (MS)

(Tabla 4).

Los porcentajes de severidad registrados,

permitieron categorizar los genotipos en dos

grupos: 31 genotipos con un grado de afec-

ción 2, y un rango de severidad entre 11-25%, indicando que el 68,8% de ellos son modera-

damente resistentes (MR). Estos genotipos

presentaron pequeños y escasos nudos radica-

les demostrando que el nematodo puede multiplicarse, pero de manera restringida o

retardada (Tabla 4).

Los 14 genotipos restantes tuvieron un

grado de afección 3, encontrándose en un rango de severidad del 26-50%; estos datos

muestran que el 31,1% de los genotipos eva-

luados fueron catalogados moderadamente

susceptibles (MS), mostrando nudosidades

Tabla 4. Categorización de genotipos mediante reacción

Grad

os

%

de s

everid

ad

Gen

oti

pos

cla

sifi

cad

os

Rea

cció

n

%

0 0 % 0 Inmune 0

1 1-10% 0 Resistente 0

2 11 - 25% CBco44, CBg28, CBco39, CBp21, CBco45,

CBim92, CBsa96, CBb04, CBco41, CBp23,

CBb06, CBg42, CBb03, CBc14, CBsj36, CBgu94,

CBsa99, CBb02, CBb08, CBsj38, CBp18, CBg27,

CBco40, CBi49, CBco53, CBa09, CBim91,

CBsa98, CBb01, CBsj37, CBg52.

Moderadamente Resistentes 68,8

3 26 - 50% CBc13, CBp05, CBg29, CBc10, CBp16, CBg31,

CBc11, CBc12, CBp48, CBcon33, CBg30,

CBco46, CBsj35, CBsa95

Moderadamente Suscepti-

bles

31,1

4 51 - 75% 0 Susceptibles 0

5 76- 100% 0 Altamente Susceptible 0

Figura 1. Índice y porcentaje de infestación radical en tomate de árbol por Meloidogyne spp. (Taylor y

Sasser, 1983)

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

68

alargadas, con una elevada multiplicación de Meloidogyne spp, y presencia de hipertrofia

de los tejidos.

De acuerdo a las diferentes respuestas en-

contradas en los genotipos, se afirma que posiblemente se presente una resistencia

horizontal ya que no se encontraron genotipos

inmunes, característica propia de este tipo de

resistencia poligénica gobernada por diversos genes. En general la resistencia horizontal no

evita que las plantas sean infectadas, sino que

retarda el desarrollo en cada uno de los sitios

de infección en la planta y por lo tanto retrasa la propagación de la enfermedad (Zamora et

al, 2008), todos sus efectos son parciales, y

sumados producen una disminución en la tasa

de desarrollo de la enfermedad, a pesar de conferir protección incompleta es duradera o

permanente (Vallejo y Estrada, 2002).

Variables de crecimiento

Para las variables de crecimiento: altura, peso

fresco y seco de raíz, se encontraron diferen-

cias estadísticas significativas entre tratamien-tos con un nivel de probabilidad del (P ≤0,05).

Altura Según la prueba de comparación de

medias Duncan, para la variable altura, los genotipos con menores reducciones (75,5 al

90%) presentaron diferencias en los porcenta-

jes, sin embargo no tuvieron diferencia es-

tadística significativa; dentro de este grupo se destacan los genotipos CBsa99, CBco46,

CBi49, CBco44, CBg31, CBg42, los cuales

alcanzaron el 90% de altura respecto a sus

testigos, mostrando diferencias significativas con relación a los genotipos CBco41,

CBco53, CBc12, CBb02, CBsa95, CBsj36,

CBg52, CBp16, CBp23, CBb08, CBb03,

CBb01, CBsj35 y CBp21, CBb04, CBc10, CBco39, CBc13, CBsj38, CBa09, CBp18,

CBb06, CBc11 y CBp05 los cuales no super-

aron el 74.6% de la altura del testigo.

Es importante mencionar que dentro del grupo de mayor porcentaje se encuentran

genotipos MR (CBsa99, CBi49, CBco44,

CBg42, CBsa96, CBgu94 y CBim96) pero

también MS (CBco46, CBg31), lo cual impli-ca que en algunos casos el nematodo no causa

reducción importante de esta variable, aun con

porcentajes de severidad superiores al 26%,

esta situación permite reflexionar sobre la importancia de valorar variables diferentes a

severidad para precisar el potencial de un

genotipo; puesto que de manera análoga;

también se encontraron genotipos MR (CBb06, CBco53) en el grupo de menor

altura: es decir que algunos genotipos pueden

verse muy afectados en su crecimiento con bajos grados de severidad de la enfermedad y

ser calificados como resistentes a la luz de la

escala gráfica.

Respecto a lo anterior, Volcy, (1998); Christie, (1970) argumentan que una escala de

severidad sola no es definitiva en el momento

de determinar la resistencia o susceptibilidad

de una especie vegetal, debido a que existe un nivel de error y de subjetividad por lo tanto

es necesario complementar con evaluaciones

de variables de crecimiento debido a que

estas variables vegetativas llevan información sobre la resistencia (Suárez y Rosales, 2008);

Navarro et al., (2009) ratifica que la escala de

severidad no debe ser utilizada como único

elemento para determinar la resistencia de genotipos, pues otros factores tales como la

reproducción o no del nematodo y componen-

tes de crecimiento son criterios que ayudan a

establecer su grado de resistencia o suscepti-bilidad.

Debido a que la diferencia en altura entre

los genotipos MS (CBco46, CBg31) y el

testigo fue de 10% se deduce que la altura no fue afectada por acción del nematodo. estos

resultados son corroborados por Niño et al.,

(2008), quienes trabajando en la evaluación de

altura en plantas de uchuva, en los primeros meses no se observaron diferencias significa-

tivas entre los tratamientos, inoculados con

Meloidogyne spp. De igual manera, Gaviria

(2004) atribuye este efecto a que fisiológica-mente las plantas absorben mayor cantidad de

agua y aumentan su elongación, como res-

puesta inicial al ataque de nematodos.

Peso fresco de raíz. La variable peso fresco

de raíz, de acuerdo a la prueba de compara-

ción de medias Duncan, muestra que los

genotipos con las menores reducciones (60 al 90%), tuvieron diferentes porcentajes prome-

dio, pero no presentaron diferencias estadísti-

cas significativas; se destacan los genotipos

CBg31, CBp18, CBco53, CBsa95 y CBg27, los cuales el 90% de peso fresco de raíz con

relación a sus respectivos testigos, manifes-

tando diferencias estadísticas significativas

respecto a los genotipos CBp16, CBb08, CBi49, CBp23, CBsa99, CBsj37, CBsj36,

CBco44, CBsa96, CBc10, CBb03, CBgu94,

CBim91, CBco46, CBb01, CBp48, CBc11,

CBsj38, CBb02, CBb04, CBg52, CBsa98,Ba09 que solo alcanzaron hasta el

59.5% de peso fresco de raíz de sus testigos.

Entre los genotipos que alcanzaron el 90%

respecto a su testigo hay dos materiales MS (CBg31, CBsa95) que expresaron un elevado

grado de severidad y no fueron afectados en

forma significativa en esta variable. Sin em-

bargo, es posible que en una etapa inicial de ataque por el nematodo la planta produzca

raíces nuevas de manera atípica como res-

puesta de defensa y además las agallas produ-

cidas contribuyan a no reducir el peso fresco de la raíz. López, (1980) manifiesta que el

incremento obtenido en las plantas inocula-

das, en la mayoría de los cultivares, podría atribuirse a que Meloidogyne incognita pro-

voca la formación de agallas en las raíces, lo

que posiblemente causa el aumento en el

peso. Corroborando los resultados anteriores,

Crozzoli et al., (1995); Morera y López,

(1987), al evaluar plantas de frijol y café

respectivamente, notaron un ligero aumento en la altura y en el peso fresco de las raíces de

los tratamientos inoculados con Meloidogyne

spp. Esta afirmación concuerda con resultados

obtenidos por Barker y Olthof (1976) y More-ra (1984) quienes afirman que el ataque de

Meloidogyne spp., causa incrementos en el

peso de las raíces afectadas y que densidades

poblacionales bajas de nematodos pueden ocasionar cambios en algunos reguladores del

crecimiento o causar la formación de raíces

nuevas en las áreas que presentan agallas, lo

que aumenta el crecimiento de las plantas, en una etapa inicial.

Por el contrario, Morera (1984), en eva-

luación de variedades de arveja, no encontró

diferencias significativas entre tratamientos en altura, peso seco aéreo, peso fresco de raíz y

área foliar, a los 80 días después de la inocu-

lación con Meloidogyne spp, aunque observó

un aumento leve en la altura y el peso fresco de la raíz de los tratamientos inoculados con

respecto a los testigos sin inocular.

Peso seco de raíz. La variable peso seco de raíz según la prueba de comparación de me-

dias Duncan muestra que los genotipos con

menores reducciones (57.3 al 90), presenta-

ron diferentes porcentajes promedios, mien-tras que no tuvieron diferencias estadísticas

significativas, se destacan los genotipos

CBg31, CBp18, CBco41, CBg30, CBg27,

CBsa95 y CBco40 alcanzaron el mayor por-centaje promedio del 90%, respecto a sus

testigos correspondientes; presentando dife-

rencias estadísticas significativas con los

genotipos que no superaron el 56% de peso seco de raíz de sus testigos, estos materiales

fueron CBp16, CBb01, CBc10, CBb06,

CBco45, CBb08, CBb04, CBp48, CBsj38,

CBb02, CBsa96, CBg52, CBco46, CBsj37, CBb03, CBgu94, CBco53, CBa09 y CBsa98.

Al igual que en los casos anteriores entre

los genotipos con mayor porcentaje promedio

hay materiales MR (CBp18, CBg27,CBco41) como también MS (CBg31, CBg30, CBsa95)

en igual proporción, indicando una vez más la

compleja relación existente entre el nematodo

y su hospedante, que permite afirmar la im-portancia de tener en cuenta varios parámetros

en el momento de determinar la existencia de

algún grado o no de resistencia.

Los genotipos CBp18, CBco41, CBg27, MR presentan un efecto leve ocasionado por

el nematodo, sin embargo, hay poca forma-

ción de agallas, que se puede atribuir a dife-

rentes factores involucrados en la moderada resistencia, donde intervienen diferentes

mecanismos de defensa inducida bioquími-

camente en las células del hospedante. Madriz (2002), por ejemplo manifiesta que estas

lesiones son el resultado de una reacción

hipersensible.

Arias et al, (2009), mencionan que a con-tinuación del reconocimiento del patógeno,

una de las respuestas de defensa más rápida

que ocurre es la llamada explosión oxidativa,

Page 38: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 No 2

69

la cual consta de la producción de intermedia-rios reactivos del oxígeno (ROS, Intermedia-

rios de Oxígeno Reactivo) en el sitio de inva-

sión del nematodo (Ryals et al., 1996), des-

encadenando en una reacción hipersensible, además está asociada a la expresión simulta-

nea o paralela de otros mecanismos de defen-

sa, incluyendo la acumulación de fitoalexinas,

deposición de lignina, suberina y proteínas ricas en hidroxiprolina y con la producción y

acumulación de altas cantidades de proteínas

relacionadas con la patogénesis, que se aso-

cian con el fenómeno de resistencia sistémica adquirida (Cepeda, 2001; Christie, 1970).

En los genotipos moderadamente resisten-

tes con reducción en sus variables de creci-

miento se observó que bajos grados de severi-dad causan efectos negativos en las variables,

indicando que los materiales no soportan el

ataque del patógeno y su reacción es inmedia-

ta afectando negativamente su normal creci-miento y desarrollo; además tienen la capaci-

dad genética de no expresar visualmente

síntomas en sus raíces. Datos similares repor-

ta Araya, (2003) en musáceas donde en mu-chos casos raíces asintomáticas y aparente-

mente sanas contienen altas poblaciones de

nematodos que pueden disminuir el creci-

miento y desarrollo de las plantas. López (1980), evaluó diez variedades de frijol

común a Meloidogyne spp., afirmando que

materiales con baja incidencia presentaron

menor peso radical en plantas inoculadas, y atribuye este efecto a que el cultivar es intole-

rante al ataque del nematodo.

En los genotipos moderadamente suscep-

tibles con gran reducción de sus variables de crecimiento, se manifestaron los síntomas

típicos del ataque de Meloidogyne spp. a

plantas susceptibles, por lo tanto estos mate-

riales son descartados para posteriores evalua-ciones en campo. Sin embargo, fueron intere-

santes ya que permitieron observar claramente

los efectos del patógeno y comparar con otras

situaciones encontradas (Coyne et al., 2007 Madriz, 2002; Volcy, 1998; Aballay, 1995;

Lordello, 1992).

Resultados semejantes reporta Estañol et

al., 1999, en un ensayo de producción de materia seca en plantas jóvenes de maíz, que

el peso seco de raíz y peso seco de la parte

aérea a los 50 días posteriores a la inoculación

de huevos de Meloidogyne, mostró un porcen-taje de reducción significativa.

Los genotipos MR (CBg27 y CBp18) y

MS (CBg31 y CBsa95) con menores reduc-

ciónes en sus variables de crecimiento tienen condiciones deseables en la búsqueda de

resistencia a Meloidogyne spp. y es esencial

valorar su comportamiento en condiciones de campo en sus componentes de rendimiento,

debido a que existe la posibilidad que se

comporten como plantas tolerantes al patóge-

no. Las diferentes reacciones de los genotipos

indican que existe variabilidad genética que

promueve respuestas diversas al ataque del

nematodo, que van desde efectos muy leves hasta daños severos en el crecimiento. Se

explica por la alogamia de la especie.

Reconocimiento y frecuencia de Meloido-

gyne spp.

Los patrones perineales obtenidos de los 45

genotipos evaluados presentaron característi-

cas con las descritas para M. incognita Chit-

wood, M. arenaria Neal Chitwood, M. hapla

Chitwood, M. exigua Goeldi y M. javanica

Chitwood (Fig. 2); Saldarriaga et al., (1997),

quienes afirman que en el tomate de árbol se han registrado las especies de M. incognita

Chitwood, M. arenaria Neal Chitwood, M.

javanica Chitwood, M. hapla Chitwood como

las que mayor daño producen a este cultivo en todas las zonas productoras.

Con base en las huellas perineales identi-

ficadas y apoyados en las características de las

descripciones reportadas por Taylor y Sasser, 1983; Garcia y Obando, 2005; Vergel et al.,

2000, en las muestras de los 45 genotipos de

tomate de árbol se encontró el 58% M. incog-

nita Chitwood, 20% M. arenaria Neal Chit-wood, 12% M. hapla Chitwood, 8% M. ex-

igua Goeldi y 2% M. javanica Chitwood

Lozada et al (2002), encontraron que M.

incognita Chitwood fue la especie más pre-dominante mientras que M. arenaria Neal

Chitwood estaba en menor porcentaje en un

estudio de identificación de especies de Me-

loidoyne spp. provenientes de municipios productores en el Valle del Cauca.

Gaviria (2004), identificó especies de Me-

loidogyne spp. asociadas con los cultivos de

tomate de árbol, lulo y granadilla y encontró que en tomate de árbol hay asociación entre

especies de M. incognita Chitwood 42%, M.

javanica Chitwood 28%, M. hapla Chitwood

21%, M. arenaria Neal Chitwood 4%. Garcia y Obando, (2005), reportan que se

encuentra el 57.3% M. incognita Chitwood,

22.5% M. arenaria Neal Chitwood, 10.79%

M. hapla Chitwood, 7.84% M. exigua Goeldi, corroborando que la especie M. incognita

Chitwood, es la más predominante en el

Departamento de Nariño; además indican que

la presencia de M. exigua Goeldi, afectan cultivos de tomate de árbol; en cuanto al

porcentaje de especies es muy similar al

encontrado en la presente investigación.

Diferentes estudios realizados en identifi-cación de especies de Meloidogyne, en tomate

de árbol por Lozada et al., (2002), Gaviria,

(2004), García y Obando, (2005) y los datos

encontrados en la presente investigación

coinciden que M. incognita Chitwood es la

especie más predominante encontrada afec-

tando cultivares de tomate de árbol con fre-cuencias superiores al 40%.

La alta frecuencia de M. incognita Chit-

wood, se presenta porque las hembras de otras

especies de Meloidogyne, producen en pro-medio 400 huevos cada una, mientras que la

cantidad cuantificada para M.incognita, esta

alrededor de los 800 hasta 2000 huevos (Lor-dello, 1992).

Entre los genotipos evaluados es posible

que haya otras respuestas a los diferentes

grados de severidad a alguna de las especies de Meloidogyne spp., sin embargo, debido a la

inoculación de varias especies juntas, el efecto

de resistencia especifica se diluye y no es

perceptible; debe tenerse en cuenta que este efecto no es evaluado en la presente investi-

gación, aunque seria de interés conocer la

especificidad de las diferentes especies de

Meloidogine spp. inoculadas a plantas de tomate de árbol, que permitiría comprender la

relación existente entre huésped–patógeno, y

además de tomar medidas preventivas y de

control más acertadas respecto a esta enfer-medad.

CONCLUSIONES

Los genotipos de Solanum betaceum (Cav.)

Sendt evaluados y su reacción al nematodo

Meloidogyne spp., permitieron determinar una

baja variabilidad genética entre ellos, encon-trando respuestas de moderada resistencia y

moderada susceptibilidad, que son categorías

contiguas en la escala de severidad, pero no

inmunes, resistentes o altamente susceptibles.

Los genotipos MR (CBg27 y CBp18) y

MS (CBg31 y CBsa95) con menores porcen-

tajes promedios de reducción en sus variables de crecimiento tienen condiciones deseables

en la búsqueda de resistencia a Meloidogyne

spp. y es esencial valorar su comportamiento

en condiciones de campo en sus componentes de rendimiento.

AGRADECIMIENTOS

Los autores expresan su agradecimiento al

grupo de Investigación de Sanidad Vegetal de

la Universidad de Nariño por su valiosa y

oportuna colaboración para la realización de esta investigación.

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Page 40: FITOPATOLOGIA COLOMBIANA 34-2.pdf

2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 (2) 71

RREEVVIISSTTAA FFIITTOOPPAATTOOLLOOGGÍÍAA CCOOLLOOMMBBIIAANNAA

Normas para la elaboración de artículos

Presentación del Trabajo

Para enviar el trabajo a la revista (original y tres copias), se deberá aplicar el siguiente orden, comenzando cada ítem en páginas independientes, según

lo detallado a continuación:

Carátula: Una página con el título del artículo, el autor, su dirección y el tipo de publicación y la entidad. (1 página).

Resumen y palabras claves (1 página)

“Summary “ y palabras claves en inglés (1 página).

Cuerpo del trabajo (Texto). (Las necesarias sin sobrepasar los límites de este reglamento).

Agradecimientos (si lo considera necesario).

Referencias Bibliográficas.

Tablas (1 por página). (Con su respectivo título ).

Figuras (una por página, debidamente numeradas).

"Leyendas" o pies de las figuras.

Estructura general, secciones

El artículo científico incluirá las secciones que se indican más adelante; en la nota científica se podrán unir algunas de las secciones y la revisión

bibliográfica es de estructura libre. Los tres tipos de colaboraciones deben incluir siempre el resumen y el “summary”.

La estructura del artículo científico debe contener lo siguiente:

1. Título

Deberá reflejar adecuadamente el contenido de la publicación con el menor número posible de palabras; estas no deben ser más de veinte. El

título no debe incluir abreviaturas ni fórmulas químicas (salvo para los isótopos).

2. Autor(es)

Se describirán sus nombres y apellidos debajo del título, seguidos del nombre de la entidad donde se generó la investigación y la dirección y la

del autor. Enseguida se coloca, si es el caso, toda la información correspondiente al personal técnico que haya colaborado en la investigación.

3. Resumen y “Summary”

El resumen debe hablar de la naturaleza e importancia del trabajo, la metodología usada y los resultados sobresalientes. Debe tener un máximo de una

página (200 a 300 palabras) si corresponde a un artículo científico, o de media página si corresponde a una nota técnica o científica.

4. El “summary”

Es la traducción al portugués o al inglés del resumen, incluido el título. Si se desea, se pueden adicionar resúmenes en Portugués, Francés, o Alemán.

5. Palabras claves

Deberá seleccionarse la palabra o palabras claves más importantes, preferiblemente no contenidas en el título, y colocarlas en un listado lo más

breve posible.

6. Introducción

Deberá destacar la necesidad e importancia de la investigación, mencionar las limitaciones del trabajo, y los resultados de otros trabajos similares o

relacionados (revisión de literatura breve referida a la información más relevante).

7. Materiales y métodos

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 (2) 72

Se deben escribir en forma ordenada, clara y precisa, con detalles suficientes para que el lector pueda, si lo desea, repetir el experimento.

8. Resultados y discusión:

Ambos temas se pueden incluir preferiblemente en una sola sección. Los resultados se deben escribir en forma precisa y ordenada. En la discusión se

explican los hechos y se relacionan con los resultados de otras investigaciones, debidamente sustentados con citas bibliográficas entre paréntesis,

utilizando el Sistema Autor, Año.

9. Conclusiones

Deben ser breves y claras y basarse estrictamente en los resultados (no en conjeturas).

10. Agradecimientos

(Si se desea).

11. Referencias Bibliográficas

Se debe limitar a la estrictamente necesaria y en relación directa con la investigación realizada. Todas las referencias citadas en esta sección

deben ser citadas en el texto. Las referencias se deben colocar en la lista en orden alfabético por los apellidos de los autores.

Cuando hay varias referencias encabezadas por un mismo autor, se escriben primero aquellas en las cuales éste aparece sólo, y luego aquellas

en las que está seguido por coautores; dentro de cada grupo se sigue en orden cronológico. No use la palabra ¨Anónimo¨ para asignar autores

desconocidos; en su lugar, escriba el nombre del editor (seguido de un paréntesis con la abreviatura ed. o eds.) o el de la editorial o, si no hay

ninguno comience con el título de la obra.

No incluya en la bibliografía las referencias de informaciones personales, ni de trabajos sin publicar aunque estén aceptados. Estas fuentes se

pueden citar en el texto, entre paréntesis. La referencia de una publicación periódica se hará en el siguiente orden: autor, año, título del artículo,

nombre abreviado de la revista, volumen, número (entre paréntesis) y páginas.

Ejemplo:

Bowman, J.M., Delwiche, P.A., Brabiebson, R.L. y Williams, P.H. 1980. Lepthosphaeria maculans on cabbage in Wisconsin. Plant. Dis. 64(3):326-

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En los libros y folletos el orden general es: autor, año, título, número de la edición, casa editora, lugar de la publicación y número de páginas.

En caso de incluir referencias consultadas electrónicamente en Internet estas se pueden presentar en el siguiente orden:

Autor(es). Año de publicación. Título del documento. Subtítulo. El medio, en línea [entre corchetes]. Número de la edición (sólo a partir de la

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esquina inferior derecha.

Se prefieren los trabajos elaborados en computador utilizando el procesador de palabra "Word". A la copias del escrito impresas en texto de alta

calidad se anexará el disquete o el Disco compacto respectivo conteniendo exactamente lo presentado en el escrito..

Los títulos de primer orden deben ser en mayúsculas; los títulos de segundo orden deben ir en minúsculas; los títulos de tercer orden son en

minúscula, dos puntos y seguido de texto, así:

TITULO DE PRIMER ORDEN

Título de segundo orden

Título de tercer orden: Seguido de texto como en este ejemplo.

Redacción general y estilo

El trabajo se debe redactar en pasado impersonal y debe ser claro, conciso, coherente y exacto. Los nombres científicos se deben escribir en itálicas y

completos la primera vez que se nombren; después se pueden abreviar, escribiendo sólo la inicial del género, pero dejando la especie completa.

Las referencias deben ser citadas en el texto utilizando el Sistema Autor, Año, colocados en paréntesis, por ejemplo (Arbeláez, 1988). Cuando son

varios (más de dos) los autores de la publicación citada, debe colocarse el primer autor seguido del latín et al. y luego el año respectivo, pero en el

listado de Referencias Bibliográficas deben figurar todos los autores.

Al referirse a productos se deben preferir los nombres comunes a los comerciales. En el caso de nombres de marcas registradas, se deben escribir

seguidos de la letra R (mayúscula) y de la dirección del fabricante.

Para las unidades de medida se debe usar el Sistema Internacional de Unidades (SI).

Tanto las tablas como las figuras se deben numerar en forma consecutiva con números arábigos. Todos ellos, al igual que todas las referencias

bibliográficas se deben citar en el texto.

En la medida de lo posible se deben evitar las notas de pie de página. Es preferible reemplazarlas por paréntesis dentro del texto.

Elaboración de tablas

Cada tabla o figura se debe presentar en una hoja aparte, al final del texto, pero debe estar nombrada dentro de éste.

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2010 Fitopatología Colombiana /Volumen 34 (2) 74

Las tablas deben ser sencillas y contener sólo la información

indispensable para claridad del trabajo. Su formato puede o no llevar

líneas verticales; se recomienda dejar solamente las horizontales

necesarias para destacar el encabezamiento (títulos y subtítulos de las

columnas) y para cerrar los datos, al final de la misma. La tabla debe estar

identificada por un número y por un título, el cual debe ser claro y auto-

explicativo. Los datos no deben ser una repetición de los del texto o de

alguna figura y deberán limitarse a aquellos indispensables para claridad

del artículo científico.

Ejemplo:

Los valores contenidos en las tablas deben usar el punto (.) para

separar los miles y la coma (,) para los decimales, ejemplo 1.545,20.

La tabla puede incluir abreviaturas y llamadas, las cuales se identificarán con letras minúsculas (usadas a manera de exponentes para que no se

confundan con los correspondientes a diferencias estadísticas). Las llamadas se aclararán en las notas de pie. Cuando hay niveles de significación

estadística, se indican con asteriscos (uno a tres) y se explican en las notas del pie de la tabla.

El número de tablas a incluir en el artículo deben ser las estrictamente necesarias

Figuras

Por figuras se entienden diferentes ilustraciones como fotografías, gráficas, mapas, dibujos, etc. Al igual que las tablas, deben tener un título claro, y

estar numeradas en el orden en que se citan en el texto. Deben ser muy nítidas y de buen tamaño, teniendo en cuenta que su calidad disminuye en el

proceso de impresión, y que en dicho proceso ellas no se ampliarán sino que muy probablemente se reducirán.

Las fotografías deben ser en papel brillante y con buen contraste, y estar bien enfocadas sin elementos distractores (etiquetas elaboradas a mano

con letras más grandes que el sujeto a destacar); también se aceptan transparencias a color de buena calidad o imágenes electrónicas en formato JPG

entre 500 y 1000KB en su respectivo diskette o CD.

En cuanto al número de fotografías a incluir deben ser las estrictamente necesarias y preferiblemente en una composición.

Las gráficas deben ser sencillas en la medida que lo permita el trabajo y todos sus elementos deben estar identificados claramente. Cuando se

elaboren mediante el uso de computador debe incluirse los archivos en el disquete o un disco compacto, indicado en la etiqueta el programa y la

versión del mismo. Utilizar tramas y tonos de gris contrastantes. Se prefiere que las gráficas no sean a color.

Las leyendas de las figuras y las convenciones, si las hay, deben quedar dentro del área del gráfico colocadas en una posición conveniente de

manera que faciliten la interpretación.

Los pies de figuras o títulos de estas deben elaborarse en una página aparte y no dentro del área de la gráfica del archivo electrónico, el texto debe

ser lo suficientemente descriptivo como para que se pueda entender sin recurrir al texto.

Cada figura debe estar identificada al respaldo con su número correspondiente y con el nombre del autor del artículo. Figuras desalineadas, con

líneas borrosas o fotocopias no serán aceptadas.

Solamente incluir las estrictamente necesarias (los costos de separación de color e impresión son muy altos). Nota: Para mayor ilustración respecto a

estas normas se pueden consultar las guías para preparación de artículos de “Plant Disease”, “Phytopathology” y especialmente las instrucciones para

los autores de la Revista Corpoica 2(1): 64-70, 1997

Tabla 5. Incidencia y severidad de la Antracnosis en mango cultivar Haden-

ICA, bajo diferentes medidas de manejo de la enfermedad, durante 1993.

Tratamientos Incidencia

(%)

Severidad

(%)

1 Aspersión floración 81,7 AB 50 A

2 Aspersión frutos alfileres 80,33 AB 50 A

3 Aspersión frutos con 50% de

maduración

73,33 B 40 AB

4 Aspersiones floración y frutos

alfileres

74,33 B 40 AB

5 Aspersiones floración y frutos con

50% maduración

72,66 B 38 AB

6 Aspersiones floración a cosecha (8

aspersiones)

50,50 C 20 C

9 Podas floración a cosecha 66,67 B 45 A

12 Aspersiones floración a cosecha y

podas

25,34 D 10 D

13 Testigo absoluto 90,0 A 55 A

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1

ARBITROS

Ana Cecilia Velasco Fernández Bacterióloga

Ana Milena Caicedo Biolóloga – PhD Ciencias

Bernardo Villegas Estrada Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Bertha Lucia Castro Ing. Agr. M Sc.Fitopatología

Charles Volcy Ing. Agr. – Ph D Nematología

Diana Marcela Vanegas Villa Adm. C Agr. – M Sc. Biotecnología

Francia Varón de Agudelo Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Gloria María Mosquera Cifuentes Bacterióloga – Ph D Fitopatología

Jairo Castaño Zapata Ing. Agr. – Ph D Fitopatología

José Maria Hernández Murillo Ing. Agr. – Espec. En Fitopatología

Juan de Dios Jaraba Ing. Agr. – Ph D Fitopatología

Maria Luisa Guzmán Bacterióloga y Laboratorista Clínica

Mauricio Castaño Jaramillo Ing. Agr.

Nelson Bravo Otero Ing. Agr. – M Sc Sistemas de Semilla

Octavio Montoya Estrada Ing. Agr.

COMITÉ CIENTIFICO

Alberto Páez Redondo Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Benjamín Pineda López Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Bernardo Villegas Estrada Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Carlos Germán Muñoz Perea Ing. Agr. – Ph D in Plant Sciences

Diana Marcela Vanegas Villa Adm.CAgr. M Sc. Biotecnología

Edwinson Alberto Rojas Triviño Microbiólogo – M Sc Fitopatología

Elizabeth Alvarez Cabrera Ing. Agr. – Ph D Fitopatología

Francisco José Morales Garzón Ing. Agr. – Ph D Virología

Gerardo Martínez López Ing. Agr. – Ph D Virología

Gustavo Adolfo Prado Ing. Agr. – M Sc Ciencias Agrícolas

Jesús Eliecer Larrahondo Aguilar Químico – Ph D Fitoquímica

Jorge Enrique Gómez Hurtado Ing. Agr. – M Sc. Fitopatología

Jorge Ignacio Victoria Kafure Ing. Agr. – Ph D Bacteriología

José María Hernández Murillo Ing. Agr. – Espec. Fitopatología

Juan Carlos Ángel Sánchez Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Liliana María Hoyos Carvajal Ing. Agr. – Ph D Biología

Marina Sánchez de Prager Ing. Agr. – Ph D Suelos y Aguas

Maritza Cuervo Ibañez Ing. Agr. - M Sc Rec. Fitogenéticos

Mónica Betancourth Vásquez Ing. Agr. – Ph D Biotecnología

Nelson Bravo Otero Ing. Agr. – M Sc Sistemas de Semilla

Oscar Adrián Guzmán Piedrahita Ing. Agr.– M Sc Fitopatología

Pedro Alfonso Alarcón Gómez Ing. Agr. – M Sc Fitopatología

Rodrigo Orlando Campo Arana Ing. Agr. – Ph D Fitopatología