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www.elnuevosiglo.com.co DOMINGO 16 DE DICIEMBRE DE 2012 FLASH internacional RECAÍDA DE CHÁVEZ IMPACTARÁ EN JORNADA ELECTORAL DE HOY EN VENEZUELA Unas regionales con tinte presidencial/6B y 7B Referendo egipcio: la difícil transición post-Mubarak/3B

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DOMINGO 16 DE DICIEMBRE DE 2012FLASH internacional

RECAÍDA DE CHÁVEZ IMPACTARÁ EN JORNADA ELECTORAL DE HOY EN VENEZUELA

Unas regionales con tinte presidencial/6B y 7B

Referendo egipcio: la difícil transición post-Mubarak/3B

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2B EL NUEVO SIGLO l DOMINGO 16 De DICIeMBRe 2012 l www.elnuevosiglo.com.co Flash

Por Gustavo Capdevila*

AIROSA SAle de la presi-dencia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, después de uno de los períodos de sesiones más tensos y conflictivos desde la creación en marzo de 2006 de este cuerpo especializado, la primera mujer en ocupar esa alta dignidad: la uruguaya Laura Dupuy,

Debates encendidos en los que se examinaron episodios dramáti-cos en países árabes como Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Bahrein y en particular Siria, fueron presi-didos y dirigidos con gran tacto por Dupuy.

La embajadora de Uruguay ante las oficinas de la ONU en Ginebra se ganó el reconocimiento de sus colegas y de organizaciones no gubernamentales por haber sacado a flote sesiones por mo-mentos borrascosas.

Dupuy aseguró que su condi-ción de mujer no representó un obstáculo a sus funciones, que concluyen el próximo 31. “Por suerte no encontré frenos”, dijo. “Es más, creo que países que podrían haber opuesto algún escollo se cuidaron muy bien de no hacerlo”.

¿Qué reacciones observó des-de que comenzaron las sesiones anuales en marzo pasado?

lAURA DUPUY: Puede ser que alguno tuviera dudas de qué ocurriría con una presidenta a quien no conocían. Pero rápida-mente vieron que yo era apegada a las normas y firme en las res-puestas. A partir de entonces me supieron respetar.

Pero, ¿tropezó con inconve-nientes por el hecho de ser mujer?

lD: Tuve problemas, pero como mujer creo que tampoco llegaron a mayores. El momento más complicado fue cuando se trató el caso de Bahrein, pues hubo molestias por mi intervención y reclamos hacia las intimidaciones que sufrían allí los defensores de derechos humanos que asistieron en Ginebra al debate en el Examen Periódico Universal del Consejo sobre la situación en esa nación árabe.

¿Pasó algún otro mal mo-mento?

lP: Sí, aunque no en forma personal, porque lo que lamenta-blemente he visto en la sala es que países, básicamente los islámicos, tienen un discurso todavía bastante regresivo. Es más, me preocupa que haya un retroceso respecto de la De-claración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948.

También temo que ocurra algo parecido en esos estados con la Declaración de Viena, adopta-da en 1993 por la Conferencia Mundial sobre Derechos Huma-nos, donde se reafirmó que los derechos de las mujeres son eso, derechos humanos.

¿Percibió esa tendencia regresi-va en algún otro momento?

lD: Lo vemos cuando siguen cuestionando o tratando de limitar el alcance del nuevo Grupo de Tra-bajo sobre la Discriminación Con-tra las Mujeres en la legislación y en la práctica. El mero hecho de que, aunque no votaron en contra, se manifestaran disconformes con ese nuevo mandato, marca ya la situación.

¿Cree que esa orientación per-siste?

lD. Persiste. Se está constatan-do, lamentablemente. Por ejemplo ahora, en Egipto, con el proyecto de Constitución. La experta de ese país me acaba de decir que se ha eliminado del borrador el párrafo referido a la no discriminación por cualquier motivo, incluyendo de género y otras. Y eso es grave. Se trata de un principio central de los derechos humanos.

¿La cuestión se limita a una sola región?

lD: No, se observa también en la declaración de derechos huma-nos aprobada en noviembre por la Asociación de las Naciones de Asia del Sudeste (Asean, por su siglas en inglés). La negociación del texto fue meramente intergu-bernamental, sin consultas con la sociedad civil, y en la redacción de ese texto el problema del derecho de las mujeres fue muy importante.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Huma-nos, Navi Pillay, no ha quedado conforme. Pero después de apro-bada la declaración de Asean se le agregó otra resolución, diciendo que el documento se implemen-taría de manera acorde con la

Declaración Universal de 1948. Esperemos que así sea, que a me-dida que se evolucione cumplan con ese aspecto.

En resumen, desde el punto de vista de los derechos de la mujer, me parece que queda bastante por hacer.

¿Qué aspectos sobresalientes han marcado su presidencia del Consejo?

lD. El periodo ha esta signado, lamentablemente, por todas esas situaciones graves y urgentes de los derechos humanos que el Con-sejo ha examinado con la voluntad de escuchar a todas las partes, incluso a aquellas voces que a menudo no se hacen oír, como son las víctimas de las violaciones. En próximos periodos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU de-berá discutir las mejores formas de enfrentar esas crisis y las maneras de prevenirlas.

¿Hay algún indicio de cómo se puede encarar ese problema en el Consejo?

lD. En una revisión realizada en 2011 de su trabajo y de su fun-cionamiento, el Consejo se ocupó, entre otros temas, de las formas en que puede afrontar casos gra-

ves de violaciones de derechos humanos.

Entre otras propuestas, el bo-rrador sugería el establecimiento de mecanismos que actuaran como disparadores, externos, objetivos e independientes, en caso de situa-ciones de urgencia. La iniciativa fue desechada y, en consecuencia, el Consejo sigue afrontando las situaciones críticas principalmente mediante el recurso de las sesiones especiales de sus miembros.

¿Qué resultados arrojan esas sesiones especiales?

lD. En cierto aspecto, las sesio-nes especiales han demostrado al-canzar bastante éxito para encarar situaciones urgentes. Siempre se ha logrado reunir el mínimo de 16 estados miembros firmantes de la solicitud de convocatoria de esas reuniones, como atestiguan las 19 sesiones especiales realizadas hasta la fecha. Sin embargo, hay que reconocer que el resultado de esas sesiones siempre depende de una negociación.

Este año llamó la atención que el caso de Siria requiriera cuatro sesiones especiales del Consejo.

Algunos pueden pensar que la celebración de cuatro sesiones especiales no ayudó realmente a mejorar la situación en el terreno en Siria. Sin embargo, al sostener esas numerosas sesiones y suma-do a un debate urgente, el Consejo ha cumplido con sus responsabili-dades políticas siguiendo de cerca los acontecimientos y enviando una comisión investigadora con la misión de recoger información y pruebas con vistas a un futuro potencial procedimiento penal en relación con el conflicto en curso.

¿Qué conclusión extrae de este caso?

lD: Luego de muchos meses de crisis y de conflicto armado, crecen las presiones no solo para encontrar soluciones políticas sino también para incriminar a los responsables de delitos inter-nacionales referidos a los derechos humanos y al derecho internacio-nal humanitario. En consecuencia, sale a la luz la prioridad, que consiste en una solución política, con paz, justicia y el fin de la im-punidad.

BUEN BALANCE DE LA PRESIDENCIA DE LAURA DUPUY

La mujer que sorteó borrascosas sesiones del Consejo de DH

AUNQUE el Consejo de Derechos Humanos carece realmente de “dientes” para condenar las violaciones de éstos, ha cumplido con investigar las denuncias y condenar los hechos: Laura Dupuy

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www.elnuevosiglo.com.co l DOMINGO 16 De DICIeMBRe 2012 l EL NUEVO SIGLO 3BInternacional

l Momento clave para el futuro político de la Hermandad Musulmana y su proyecto nacional, así como para sectores laicos y cristianos.

Por Mauricio Jaramillo Jassir (*) lA TRANSICIÓN en Egipto

no termina de consolidarse a pesar de que se pensó hace unos meses que con las elecciones presiden-ciales se allanaba el camino para un proceso democratizador que le urgía a este importante Estado de Oriente Medio.

El presidente egipcio Moham-med Morsi llegó al poder luego de un proceso electoral marcado por la fragmentación. Para enten-der la polarización actual y toda la violencia que ha acompañado las manifestaciones de las últimas semanas, se debe traer a colación el ambiente electoral en el que fue elegido Morsi, candidato de la Hermandad Musulmana.

Éste resultó electo a mediados de año cuando se enfrentó al candidato Ahmed Chafik, figu-ra cercana al derrocado Hosni Mubarak. En esos comicios el ánimo de no permitir el retorno de un político que representara al antiguo régimen era evidente, y a su vez, se percibía en el ambiente la necesidad de permitir que accediera al poder un candidato moderado entre las opciones de quienes representaban al Islam. Esta circunstancia hacía pensar en la llegada al poder de Abdel Moneim Abul Futuh, un disidente de la Hermandad Musulmana asociado con una visión del Islam flexible y abierta.

Hasta antes de las elecciones de mayo y junio de 2012, algunos analistas internacionales y exper-tos en el tema egipcio considera-ban que las mayores opciones de ganar esos comicios las tenían. Abul Futuh, por encarnar los intereses de buena parte de la comunidad musulmana egipcia y Amr Mussa ex secretario general de la Liga Árabe.

No obstante y de una mane-ra sorpresiva, para la segunda vuelta quedaron dos opciones irreconciliables y representando una forma de radicalismo, o bien por la cercanía con el Islam en el caso de Mohammed Morsi o por el pasado pro Mubarak como ocurría con Chafik.

En este panorama de radi-

calización política, Morsi fue elegido como presidente. Como resulta obvio cuando se enfrentó a Chafik sacó provecho del tema religioso y de la capacidad de movilización de su partido, el mejor organizado de Egipto. De hecho, el slogan de su campaña era “El Islam es la solución” lo que resume en buena medida las aspiraciones de la Hermandad Musulmana.

Tres hechos concretos fa-vorecieron la popularidad de dicho partido: la organización, la denominada Primavera Árabe en la región y el desprestigio de las ideas liberales occidentales en la región.

En cuanto a lo primero, el trabajo de base de la Herman-dad fue vital para el ascenso de Morsi y para movilizar a millo-nes de egipcios. Se calcula que sus miembros podrían llegar al millón, lo que da una idea de la

envergadura que el partido ha alcanzado. A su vez, el éxito de partidos musulmanes en otras naciones de la región ha mostra-do que la religión como vehículo político significa réditos. En el pasado, esto era imposible por la lógica de la Guerra Fría y el temor por la expansión de la re-volución iraní, pero desde 2011, la fuerza del Islam es patente. Y el descrédito de Estados Unidos y las ideas liberales es innega-ble. En buena medida, la caída de algunos dictadores cercanos a Occidente y a Washington ex-plica el rechazo a la influencia de este país.

Por ende, el margen de ma-niobra amplio del que goza ac-tualmente el presidente egipcio, a pesar de las masivas protestas. Esta posibilidad le permitió no solamente tener poderes especia-les durante algún tiempo (aunque ya anunció que renunció a ellos)

sino que lo tiene ad portas de una reforma constitucional que puede cambiar el rumbo de la política egipcia.

Desde el 22 de noviembre, fecha en que el presidente anun-ció el establecimiento de una Asamblea Constituyente que redactó una carta magna en un tiempo record, las protestas se han multiplicado. Según la oposición, esta Asamblea estaría compuesta en su gran mayoría por representantes islámicos por lo que se teme que un texto hostil hacia la población secular y cristiana. Se debe recordar que este último segmento representa aproximadamente al 10% de la población egipcia.

Según el Frente de Salvación Nacional (FSN) que reagrupa a todos los partidos de la opo-sición, esta nueva constitución atentaría contra los derechos de las mujeres y contra la liber-

tad religiosa, de opinión y de expresión. En consecuencia, se enfrenta a un dilema para luchar contra su aprobación en las urnas en la consulta popular que co-menzó ayer –pese a las reiteradas protestas- y concluirá el sábado. O bien puede boicotear los comi-cios, o podría votar en contra del proyecto constitucional.

Por ahora, no es claro que po-sición asumirá el FSN pero sobre lo que sí existe certeza es que se trata de un momento clave para el futuro político de la Hermandad Musulmana y su proyecto nacio-nal y regional, así como para sec-tores laicos y cristianos. El efecto de la consulta será determinante en la correlación de fuerzas entre dos actores en constante transfor-mación.

(*) Profesor de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Re-laciones Internacionales, Universidad del Rosario.

EN MEDIO de la férrea oposición de sectores laicos y cristianos comenzó a votarse el referendo de la nueva Constitución egipcia./FotoXinhua

TALANQUERAS A LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA

Referendo egipcio: la dura era post-Mubarak

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Islamistas de Malí, amenaza directa para Europa y África El norte de Malí se convirtió en 2012 en

santuario de los grupos islamistas armados vinculados a Al Qaida donde impera la “charia” (ley islámica), una amenaza directa para África y Europa, dispuestos a inter-venir militarmente con el aval de la ONU.

Este avance de los islamistas de Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI) en Malí contrasta con los sucesivos fracasos registrados en Somalia por los islamistas shebab, desalojados en agosto de 2011 de Mogadiscio y que acumulan desde entonces una serie de derrotas.

El desarrollo de esta crisis en Malí se inició a mediados de enero con una ofensiva en el Norte de los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), aliados con los islamistas: los Tuareg, que se consideran abandonados por el poder central en Bamako desde hace décadas, querían con-vertirse en dueños de su destino.

Pero un golpe de Estado llevado a cabo

el 22 de marzo en contra del presidente Amadou Toumani Touré por un oscuro capitán del ejército, Amadou Haya Sanogo, para acabar con la “impotencia” ante esta ofensiva, benefició a los grupos islamistas armados, incluido AQMI.

La rama magrebina de Al Qaida, que el presidente Toumani Touré había dejado instalarse a mediados de los años 2000 en el Norte, que permite a este amplio territorio convertirse progresivamente en una zona sin derechos y propicia para todo tipo de tráficos, tomó en unos días el control de las capitales de tres regiones que forman esta amplia zona: Tombuctú, Goa y Kidal.

AQMI y sus aliados del Movimiento para la Unicidad y el yihad en África del Oeste (MUJAO) y Ansar Dine (Defensores del Islam) se han convertidos en los dueños absolutos y han impuesto con rigor la cha-ria: lapidaciones, amputaciones, latigazos a parejas no casadas, fumadores, bebedores de

alcohol y otros considerados “desviantes”, detenciones de mujeres sin velo, destrucción de monumentos religiosos, incluidos mau-soleos de santos musulmanes clasificados en el patrimonio de la Humanidad.

Éxodo masivoEl fulgurante avance de los islamistas,

favorecido por la llegada masiva en 2011 de armas pesadas procedentes de Libia y la debilidad del ejército malí, provocó la creciente preocupación de los vecinos de Malí en el África Occidental, de la Unión Africana (UA), de Europa y de Estados Unidos.

La ocupación del Norte, junto a la sequía en el Sahel, provocó un éxodo masivo de unas 400.000 personas hacia el sur de Malí y los países vecinos.

Ante la impotencia de las autoridades de transición puestas en marcha en abril en Bamako y tras la retirada oficial de los

golpistas del poder, los países de la Comu-nidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) propusieron el envío de una fuerza armada de 3.300 hombres para desalojar a los islamistas del Norte.

Países europeos -incluido Francia, ex po-tencia colonial, y en menor medida Estados Unidos -prometieron ayudar logísticamente esta fuerza. Instructores europeos deben llegar a principios de 2013 a Malí para formar a un ejército desmoralizado, pero que debe participar a la reconquista del territorio donde fue derrocado y humillado por grupos armados.

La ONU aprobó el principio de la fuerza, a la vez que defiende en paralelo un diálogo político con algunos grupos armados que no cuestionan la integridad territorial de Malí y que rechazan el terrorismo.

El diálogo se inició entre Bamako, el MNLA y Ansar Dine, bajo mediación de Burkina Faso./AFP

l Malestar social por la “revolución” que nunca llegó se extiende igual a que como hace dos años estalló la indignación

lA eUfORIA ha dado paso a la decepción en Túnez, Egipto y Li-bia dos años después del comienzo de la Primavera Árabe debido a las convulsas transiciones políticas, a los problemas económicos y a las amenazas extremistas.

El 17 de diciembre de 2010 Mohamed Bouazizi, un joven vendedor ambulante desespera-do se inmoló en Sidi Buzid, una ciudad del centro oeste de Túnez, desatando la revuelta tunecina. Ahora los preparativos para con-memorar este acto están envueltos en polémica.

Una parte del comité organi-zador dimitió para denunciar que los islamistas de Ennahda, en el poder, intentan controlar las ce-lebraciones. Además la oposición aprovechará para manifestarse contra el gobierno, al que acusa de ser incapaz de encarrilar el país por buen camino.

Muchos de los habitantes de esta ciudad consideran que nada ha cambiado desde 2010, sobre todo en el desempleo, que sigue disparándose.

“¿De qué revolución habla usted? Nada ha cambiado aquí”, protesta Ezzedine Nasri, un ven-dedor ambulante cuya esposa no encuentra trabajo pese a tener un diploma universitario.

Túnez evitó ‘in extremis’ una huelga general convocada por el sindicato mayoritario, la Unión General Tunecina del Trabajo

(UGTT), que quería protestar contra un ataque de milicianos próximos a Ennahda.

En el último momento se al-canzó un acuerdo con el gobierno que permitió anular la huelga pero esto no disipó el miedo de los laicos a que Ennahda intente islamizar el país, si hiciese falta por la fuerza.

El ataque a la UGTT forma parte “del plan de revancha de

Rached Ghannouchi (el jefe de Ennahda) y sus partidarios sala-fistas contra cualquier institución tunecina que haya contribuido a la construcción del Túnez moderno y racional”, escribió un activista del campo laico Omar S’habou en el diario Le Maghreb.

“Inseguridad, violencia y economía a media asta”

En un año, el gobierno ganador

de las elecciones de octubre de 2011 no logró enderezar la eco-nomía y es acusado de dejar las manos libres a los salafistas, que multiplican las operaciones, como el ataque a la embajada estadouni-dense el 14 de septiembre.

La Asamblea Constituyente no ha avanzado mucho en la elabora-ción de una nueva Constitución, y lo tiene difícil por las numerosas polémicas entre islamistas y laicos.

Las elecciones previstas en 2013 podrían verse aplazadas, lo cual incrementa la incertidumbre.

El miércoles, la agencia de cali-ficación financiera Fitch rebajó un peldaño la nota de la deuda a largo plazo de Túnez, de “BBB-” a “BB+”, o sea el grado especulativo, debido a “la transición económica y política del país que resulta más larga y más difícil que lo previsto”.

Egipto, por su parte, no ha estado nunca tan dividido como desde que el presidente islamista Mohamed Mursi intentó atribuirse nuevos po-deres. Presionado por una parte del pueblo, Mursi renunció a ello pero mantuvo un referéndum sobre la Constitución redactada por islamis-tas e impugnada por la oposición.

Las manifestaciones de pro-testa contra las intenciones del presidente fueron violentas, con derramamiento de sangre, lo que agrava la tensión en el país.

A causa de los problemas políticos, la solicitud de ayuda de 4.800 millones de dólares que Egipto hizo al Fondo Monetario Internacional (FMI) está congela-da por decisión de El Cairo.

En Libia, las autoridades logra-ron celebrar elecciones generales en julio y restablecer la producción petrolera pero la inseguridad y las amenazas extremistas prevalecen.

Los ocho meses del conflicto armado que acabó con el régimen de Muamar Gadafi dejó secuelas: la proliferación de las milicias armadas, el tráfico de armas y la emergencia de amenazas terroris-tas ilustradas por el ataque del 11 de septiembre en el que murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador Christopher Stevens./AfP

SE REACTIVA EL POLVORÍN DE ORIENTE PRÓXIMO

De la primavera árabe a la decepción

ASÍ como en Egipto crece la oposición al gobierno de transición, en otros países donde se registró la primavera árabe la situación es similar./Foto Xinhua

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Por Giovanni E. Reyes (*)

MÍNIMAMeNTe, SegúN se puede inferir de datos suminis-trados por publicaciones relativa-mente diversas que van desde The Economist, hasta Los Angeles Times, pasando por El País y Le Monde en Europa, existirían aún unos 22 millones de personas que se man-tienen desempleadas como conse-cuencia de la última crisis financiera internacional que tuvo su coyun-tura inicial el 13 de septiembre de 2008, con la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers.

Si la recuperación para 2012 dejó no pocas decepciones, el pa-norama para 2013, en el mejor de los casos, puede preverse como de crecimiento económico ale-targado. Y esto es preocupante, porque en la actualidad, además de los recursos que van a los cir-cuitos de la economía financiaris-ta o de portafolio –que limitan la capacidad de generar puestos de trabajo en el sector real de la eco-nomía mundial- debe agregarse el factor de que se requiere de ma-yores contingentes de inversión para obtener aceptables cuotas de empleos bien remunerados.

Este último fenómeno se mani-fiesta debido a que para que ocu-rran remuneraciones salariales, “más allá de la sobrevivencia en pobreza”, se demandan mayores inversiones directas en las em-presas, y no menos importante: inversiones previas en la capaci-tación, cada vez con mayor nivel de sofisticación en los recursos hu-manos. De allí que los países que deseen hacer que sus crecimientos económicos –y por tanto sus posibilidades de desarrollo- sean de naturaleza sostenida, deban fortalecer seriamente los ámbitos de la educación y la capacitación del capital humano.

En el contexto mundial, Japón aún no da muestras convincentes de salir de manera plena, de su desánimo económico. En Europa se espera que para 2013, el creci-miento no llegue sino a un escaso 2.1 por ciento; mientras tanto, Es-tados Unidos estaría aumentando su producto interno bruto en 2.5 por ciento. Esto último, siempre y cuando algún grado de sensatez pueda hacer que los extremistas republicanos y los demócratas del Congreso, además de las po-siciones de la Casa Blanca, puedan razonablemente sobrepasar el abismo fiscal que constituye un serio reto por resolver.

Se ha hecho cada vez más evi-dente que siempre que los incre-mentos de producción impacten positivamente en las oportunida-des de trabajo de grandes conglo-merados de población, tendremos mejoras económicas que no sólo se quedan en los circuitos bursátiles, es decir que no se concentran exclusivamente en la “economía de casino”.

De allí que también se deba enfrentar –como un desafío más estructural, más en el ámbito

central del sistema- los controles que se requieren a los bancos de inversiones, a quienes apuestan a los fondos de gran riesgo y a quienes especulan con valores de moneda entre varios países.

Estas fundadas perspectivas de crecimiento y desempeño econó-mico para 2013 se tienen a partir de evidenciarse una notable coinciden-cia de pronóstico. En efecto, existen similitudes notables en las perspec-tivas de crecimiento de producción que para el año próximo han dado a conocer fuentes de organismos oficiales e internacionales, tales como el Banco Central Europeo, la Reserva Federal –que constituye el banco central estadounidense- el Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.

En cierta forma, el amorti-guamiento de lo que sería una baja más sensible en la economía mundial se tiene en los países del grupo emergente –tales como Lati-noamérica, en especial Brasil, Chi-na, India, y en general de sudeste asiático. Pero los datos no son tan altos como los que asegurarían que en términos globales ha sido superada la crisis de 2008.

La Organización para la Co-operación y Desarrollo Económico –OCDE, que agrupa principalmente a las naciones más desarrolladas- ha puntualizado que para 2012, el grupo de países emergentes cerrará con crecimientos de 6.4 por ciento y para 2013 se esperaría que crecieran un 6.6 por ciento –este último dato como promedio ponderado. Aquí es de puntualizar que la clave la tendrán en América Latina, países como México, Argentina y espe-cialmente Brasil, que terminan 2012 con bajos niveles de crecimiento, que en general no sobrepasan el 2 por ciento.

Al estar dentro de los emer-gentes, la agrupación denominada BRIC –Brasil, Rusia, India y Chi-na- debido a la magnitud de la demanda que esas economías tie-nen, se puede asegurar con cierto optimismo, que los precios de las materias primas, como mínimo, no caerán tan estrepitosamente. No obstante el crecimiento en general de Latinoamérica se verá afectado.

Como es usual, cuando los países más desarrollados presen-tan problemas de crecimiento,

son cuatro los elementos que repercuten en las naciones en desarrollo: (I ) en que se compran menos exportaciones de los paí-ses emergentes; (II) que los precios de esos productos tienden a ser menores en las metrópolis con mayor capacidad de compra; (I I I )

disminuyen las remesas familia-res –situación que se ha puesto de manifiesto claramente con la crisis española en relación con Latinoamérica; y (iv) en algunos países, los capitales buscan refu-gio ante la inestabilidad de las naciones de mayor desarrollo.

Esta búsqueda de refugio por parte de recursos financieros es selectiva y prefieren naciones en donde la institucionalidad y la con-fianza en el Estado no tengan mayor detrimento. De allí que se prefiera a Colombia o a México por ejemplo, por sobre Venezuela o la actual Argentina. Los centros a los cuales pueden llegar masivamente esos recursos –que pueden producir algo análogo a lo que se conoce como “enfermedad holandesa”- tienden a tener relativamente apreciadas las monedas, con lo que sus exportacio-nes no son muy competitivas y se abaratan las importaciones.

Uno de los mayores problemas que se deben enfrentar, es que muchas de las economías más desarrolladas han “atado” su desempeño a los vaivenes de los mercados bursátiles. Al relacionar esas economías sus fondos a tasas de interés flotante, no pueden escapar de las fluctuaciones fi-nancieras mundiales, tal y como lo evidencian los riesgos, los recortes sociales y los estremecimientos políticos que están ocurriendo especialmente en Europa.-

(*) Ph.D. University of Pitts-burgh/Harvard. Profesor de la Fac-ultad de Administración de la Uni-versidad del Rosario

PERSPECTIVAS

Fragilidad económica mundial

seguirá en 2013 l Uno de los mayores problemas que se deben enfrentar es que muchos países

desarrollados han “atado” su desempeño a los vaivenes bursátiles

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¿Ante un nuevo mapa político?

Por Carlos J MurciaEnviado EspecialCARACAS, VeNeZUeLA

Las elecciones regionales de Venezuela podrían cambiar el panorama político sustan-cialmente. Por eso todas las empresas encargadas de los temas electorales están con los ojos puestos sobre la jornada de hoy.

Eugenio Martínez, repor-tero y periodista político del periódico El Universal, parti-cipó en una charla informativa entregada por Smartic sobre la importancia del voto electró-nico, y su exposición se centró en la trascendencia de la cita electoral de hoy y el ambiente que vive el país por cuenta de la crisis de salud del presidente Hugo Chávez.

El analista político considera que teniendo en cuenta que para el año 2013 vienen cambios en la estructura política, ya que se propone un cambio consti-tucional, para la oposición es importante mantener las cuotas de poder en las regiones.

Sin embargo, la atención se la ha robado completamente el anuncio de Hugo Chávez de dejar como sucesor a Nicolás Maduro, en caso de que él no pueda seguir en el poder por cuenta del cáncer que padece. En las calles de Caracas todos hablan de la situación tan com-plicada.

Para Martínez lo que no le viene gustando a los venezo-lanos es que siempre que hay un evento electoral de mayor envergadura anuncia que su salud se agrava: “En febrero de este año, cuando recayó por pri-mera vez, la enfermedad le sir-vió como bálsamo electoral ya que estaba crisis y ahora parece que lo que ayuda es aglutinar a todos sus seguidores entorno a sus candidatos postulados para el domingo”, dijo.

Señaló que lo preocupa es que estas recaídas siempre se dan en momentos electorales.

Por su lado Luis Vicente León, experto en temas de encuestas, dijo: “Ahora vienen cambios importantes, no sabe-mos si estos cambios vienen en un mes, en tres meses o seis me-ses, vienen además elecciones”.

l Capriles busca reafirmar su liderazgo a nivel nacional. Prueba de fuego para el proyecto bolivariano que ahora lidera Maduro

M ÁS q U e una batalla por el poder en las regiones y un tra-dicional pulso entre chavistas y opositores, las elecciones de hoy en Venezuela develarán quienes y cuál es la fuerza real de los posibles líderes para dirigir el país ante la posibilidad -cada vez más real- de nuevas presidenciales ante el de-licado estado de salud del Jefe de Estado, Hugo Chávez.

La noticia de hace una semana, de boca del propio comandante en jefe al país de que debía someterse a una operación de urgencia en Cuba por la reaparición del cáncer y el tácito reconocimiento de que podría quedar inhabilitado para ejercer el cargo, por lo cual hizo el guiño a su vice, Nicolás Maduro, cayó como un balde de agua fría en Venezuela, donde Chávez ha estado presente y omnipresente en los últimos 14 años.

El mandatario conmovió al país al hacer el anuncio, cuya gravedad evidenció al llamar a los venezolanos a elegir en su lugar al vicepresidente Nicolás Maduro en caso de que él quedara inhabilitado para asumir en enero el periodo presidencial 2013-2019, tras su reelección en octubre.

Esa noticia de la recaída del Primer Mandatario motivó tanto al oficialismo para las regionales de hoy, llamando a “votar en solidari-dad” con Chávez y su revolución bolivariana como a la oposición, que buscará en esta cita en las urnas reafirmar el poder electoral que develó en la presidencial y por ende el liderazgo de Henrique Capriles ante la eventualidad de una nueva justa para elegir Jefe de Estado.

“El anuncio del presidente va a impactar en las elecciones regionales en el sentido de que va a repolarizar el proceso, va a haber una mayor movilización y, posiblemente, una menor absten-ción”, que en los comicios de 2008 fue de 34%, dijo el analista político Farith Fraija.

“En el sector chavista habrá una mayor propensión a movili-zarse porque sienten que puede haber un riesgo en cuanto a la continuidad del proyecto nacional y la victoria de los gobernadores oficialistas incrementaría las posi-bilidades de que siga en marcha el plan de Chávez”, añadió.

El presidente venezolano, de 58 años y desde 1999 en el poder, se encuentra en La Habana, Cuba donde afronta un “complejo y difícil” postoperatorio –como lo informó el propio maduro- y su estancia en la isla es indefinida.

La Constitución estipula que en caso de falta absoluta del presiden-te, se deberán realizar elecciones en el plazo de 30 días.

Chávez llamó a la unidad de sus seguidores y pidió también “continuar arreciando la marcha” rumbo a las elecciones regionales de hoy. En el mismo sentido se ha pronunciado durante toda la semana Maduro y el ejecutivo venezolano.

“Muchas instrucciones nos dio (Chávez) antes de salir, pero una en lo político: que debemos hacer un esfuerzo en todos los estados de Venezuela para obtener el triunfo en las 23 gobernaciones (...) y nosotros en cada estado vamos a cumplirla y hacerle ese regalo”, aseguró este lunes el vicepresi-dente del partido oficialista PSUV, Diosdado Cabello.

De los 23 estados del país, 15 están hoy en manos del oficialis-mo. En los comicios de 2008, la oposición ganó en las cinco enti-

dades más ricas y pobladas, pero luego obtuvo Lara (noroeste) y Amazonas (suroeste) por goberna-dores que se cambiaron de bando, mientras que el de Monagas (sur) abandonó el chavismo pero se mantuvo independiente.

“Estamos tristes, el pueblo está triste, pero al chavismo no lo in-habilita la tristeza, al contrario, en los momentos de mayor tristeza el chavismo crece y se fortalece”, dijo por su parte el candidato oficialista a la gobernación del Estado Miran-da y exvicepresidente, Elías Jaua.

Pero, según analistas, la recaída del presidente no solo motivará al chavismo a imprimirle más fuerza a la campaña, sino que también dará a la oposición motivos adicio-nales para reforzar, sobre todo, la candidatura de Henrique Capriles para la reelección en Miranda, el segundo estado más poblado que abarca parte de Caracas.

La victoria en Miranda, “aún más representativa”

Los venezolanos están convo-cados a elegir a los gobernadores de los 23 estados del país: 15 están controlados por el chavismo, sie-te - entre estos los más poblados y ricos - por la oposición y uno, Monagas (noreste), por un inde-pendiente.

“La oposición se va a animar” tratando de asegurar el triunfo de su líder. “Va a haber una reac-tivación (del electorado) por esa esperanza hacia un cambio”, dijo el encuestador Luis Vicente León.

Mientras que el politólogo

Ángel Álvarez destacó que ganar Miranda será ahora “aún más re-presentativo” para ambos bandos.

“Si Capriles gana, repotencia su liderazgo y estaría claro que si el año que viene hubiera elec-ciones presidenciales, una opción que Chávez dejó abierta, él sería el candidato. Mientras que para el chavismo es importante ganar para dejar a la oposición acéfala”, explicó Álvarez, profesor de la Universidad Central de Venezuela.

El mismo Capriles, que es favo-rito en la mayoría de las encuestas, llamó a que “en este momento de indefiniciones en el gobierno (...) más aún hay que elegir a los líderes que trabajen por el pueblo”.

En esas circunstancias, Ca-priles, de 40 años, que pese a la derrota obtuvo el mejor resultado opositor en unas presidenciales contra Chávez, (44% vs. 56%) la prueba de su reelección en el populoso estado de Miranda, que abarca parte de Caracas.

El gobierno ha desplegado re-cursos y maquinaria especialmente para apoyar la candidatura de Jaua frente a Capriles, solo comparable con Zulia (noroeste), donde Fran-cisco Arias Cárdenas, que lideró con Chávez un fallido golpe de Estado en los años noventa y ya fue gobernador de este estado petrolero , busca arrancarle la go-bernación al opositor Pablo Pérez.

“Tanto Capriles como Pérez son figuras presidenciales bajo el nuevo cuadro político de unas posibles elecciones de emergencia” y “golpear a uno de estos dos candidatos es uno de los objetivos del gobierno”, dijo el politólogo Carlos Romero.

Las encuestas, muy dispares en Venezuela, apuestan en su mayoría por una victoria opositora en Mi-randa y Zulia, aunque el oficialismo podría conquistar el estado de Ca-rabobo, el tercer estado más pobla-do, donde se halla el polo industrial de Valencia y Puerto Cabello.

En las anteriores regionales de 2008, la oposición conquistó también Nueva Esparta (norte), donde se halla la turística isla de Margarita, y el occidental Táchira, fronterizo con Colombia. Luego obtuvo Lara y Amazonas por gobernadores que cambiaron de bando.

RECAÍDA DE CHÁVEZ MOVILIZARÁ MASIVAMENTE A OFICIALISMO Y OPOSICIÓN

Venezuela: regionales con tinte presidencial

HENRIQUE cAPRILES, candidato opositor por la gobernación de Miranda

ELIAS JAUA, ex vicepresidente y retador del ex candidato presidencial opositor

Page 7: Flash (16-21 de diciembre)

www.elnuevosiglo.com.co l DOMINGO 16 De DICIeMBRe 2012 l EL NUEVO SIGLO 7BInternacional

Por Juan Carlos Eastman Arango *

POCAS veCeS en la historia de las sociedades contemporáneas habíamos sido testigos de cómo la enfermedad de su presidente, y eventualmente, la posibilidad de su muerte, se convirtieron en piezas centrales y esenciales de las oportunidades de futuro estable o volátil de su país. Sin lugar a dudas, muchas variables hicieron posible que este fenómeno marcara la conciencia de una parte influyen-te de la ciudadanía en Venezuela, y colocara a la oposición política en una situación inédita a la luz de los resultados electorales del pasado 7 de octubre, cuando el pre-sidente Chávez ganó y consiguió una reelección más. Los esfuerzos políticos y partidistas por captar el interés de los electores se volcó, entonces, sobre las elecciones de este domingo 16 de diciembre. En ese camino, surgió un desafío inédito: la posibilidad de que el triunfante vencedor de ayer tuviera que abandonar el ejercicio directo del poder hoy, y dejar una gran confusión política frente al futuro.

La enfermedad casi terminal del presidente Chávez se volvió, dramáticamente, en un problema de Estado para Venezuela, y en un asunto de interés diplomático y geoestratégico para sus vecinos, sus aliados políticos y sus rivales y críti-cos en el hemisferio americano. De repente, el Estado quedó atrapado en un quirófano. Su convalecencia, en caso de superar este momento crucial del tratamiento de su enfer-medad, o su muerte, se convertirá en botín político de todos los actores con interés de poder en ese país.

Riesgos del caudillismo, herencia de contradicciones

La forma en que se construyó ese poder personalizado del Es-tado venezolano, al recrear una figura que creíamos superada por la historia y la madurez política que en el transcurso del siglo XX se había conquistado, el caudillo latinoamericano, convirtió la vida y la muerte de un Jefe de Estado en

un asunto de la más alta sensibili-dad pública. Se compromete, por supuesto, y en primera instancia, la estabilidad de Venezuela; incluso desde las páginas oficialistas, edi-toriales y analistas denuncian los riesgos de división al interior de las alianzas políticas y sociales que se encuentran alrededor del Partido Socialista Unificado de Venezuela, PSUV, traducido en “fractura de lealtades” y llamado de atención a uno de los posibles desenlaces po-líticos del gobierno “chavista”. No hay chavismo sin Chávez. No hay sustituto a la figura pública. No hay partido que sobreviva al impacto moral y político de la marginación o desaparición de su inspirador. Lo que deja es una herencia penosa de contradicciones entre tendencias y sectores que pujan por apropiarse de la imagen y de su memoria, más aún si ellas se alimentan de una desaparición trágica e inesperada.

Pero a esas contradicciones im-pulsadas por énfasis programáticos, agendas sociales y económicas no satisfechas, radicalizaciones opor-tunistas promovidas por lecturas políticas de vivir una “coyuntura histórica irrepetible”, se suman las ambiciones personales, identifica-das y catapultadas a partir de la per-tenencia al “círculo íntimo y de con-fianza” del líder, o a valoraciones propias de sus contribuciones al po-sicionamiento de la “revolución” en el presente y futuro de Venezuela. Como ha demostrado la experiencia de estos procesos en la historia de la Humanidad, las tensiones internas entre dirigentes y sectores al interior de la administración de las políticas revolucionarias salen a la luz cuan-do el único referente de unidad y concertación desaparece o pierde su capacidad de seguir influyendo en la continuidad de esas alianzas, y su designado como sucesor no cuenta con el reconocimiento de sus pares.

La posibilidad del ejercicio de la violencia política entre los dirigentes y sus respectivas orga-nizaciones no queda, en conse-cuencia, descartada. Tampoco las negociaciones de algunos de sus integrantes con la oposición, la cual, al tiempo que observa con fruición este conjunto de condicio-

nes favorables para tomar el poder, también se sentirá estimulada a sobrevalorar los aportes de cada uno de sus miembros a la causa del cambio y del ejercicio del poder post-Chávez ha hecho desde 2007. Es decir, la principal amenaza de esta sumatoria de fracturas y con-flictos internos se encuentra en la creación de las condiciones para iniciar una guerra civil. A partir de ahí, el sistema de simpatizantes y contradictores internacionales de la Venezuela de Chávez, sustituirá la autonomía del proceso nacional.

Por ello, de forma similar, el desenlace de la última interven-ción quirúrgica al presidente vene-zolano, afecta -y de qué manera-, a varios países de América Latina, que durante estos años decidieron sumarse a este tipo de gestión del poder, y condicionaron, en grado variable, el éxito o supervivencia de sus agendas políticas y de sus Estados, al ejercicio del poder por parte de Hugo Chávez Frías. El “petro-chavismo” ha sido la razón principal, o la vecindad obligada que marca los ritmos de la política de algunos de esos gobiernos. Cuba y Nicaragua, sin duda, sienten con mayor urgencia que otros países, la vulnerabilidad estatal exportada por la precaria salud del presidente venezolano. Incluso, si vive o muere, marca la vitalidad y proyección de algunas organizaciones que irrumpieron de forma meteórica en la política hemisférica como Alba, Petro-caribe y en parte Celadc, y deja un espacio abierto copado por interrogantes sobre su reciente admisión e integración a Merco-sur, en donde países como Ar-gentina y Brasil se jugaron cartas importantes en la búsqueda de su fortalecimiento subregional.

Pocas veces en nuestra historia andino-caribeña, hemos registra-do la transformación e impacto que pudiera tener el desenlace de una enfermedad personal como el cáncer, al traducirse en metástasis social e institucional, desnudando, una vez más, las debilidades de las propuestas caudillescas de cambio en nuestro medio –desde las reformas y desde las revolucio-

nes-. Cuándo, cómo y con quiénes impulsar el cambio siempre ha sido un desafío intelectual, po-lítico y estratégico en diferentes momentos de la historia de los países; pero el caudillismo y el po-pulismo, definitivamente, nunca han sido sinónimos de cambio ni de seguridad generacional hacia el futuro.

Nueva prueba electoralLa sociedad venezolana está

a punto de ingresar en una fase inédita de su historia reciente, gracias al tipo de régimen que electoralmente decidieron apo-yar sus mayorías, más allá de las críticas y dudas que los últimos eventos en esta materia han de-jado en analistas, observadores nacionales e internacionales y, por supuesto, desde las trincheras de la oposición. Se trata de la volátil y riesgosa asociación entre el presidente y la sostenibilidad de la denominada “revolución boli-variana”. Cuando se avecinaban los cambios más sensibles en el ordenamiento político-adminis-trativo de Venezuela, como la construcción del Estado Comunal, la apuesta más importante del proceso electoral dehoy, la agonía del presidente Hugo Chávez Frías abre un espacio de incertidumbre e inseguridad sobre el futuro del proyecto.

Las imágenes que hemos co-nocido durante la semana que termina, a través de diferentes medios de comunicación, no son tranquilizadoras. ¿En qué sentido lo afirmo? En el reconocimiento de la fuerza de la cultura política premoderna que subyace a las expresiones de pesar y de angus-tia social que diversos medios de comunicación han registrado en la ciudadanía venezolana chavis-ta. Sin alcanzar aún las exóticas manifestaciones ceremoniales de Corea del Norte, que tuvimos oportunidad de apreciar a raíz de la muerte del dirigente Kim Jong-il, hace ya algún tiempo, la perso-nalización del pasado, el presente y el futuro propia de los regímenes populistas y autoritarios como el venezolano, en caso de que el pre-

sidente Chávez falleciera en Cuba, experimentará algo similar. No podemos desconocer que tendrán impacto sobre la emoción de los electores, especialmente a favor de los candidatos del gobierno. Aún más: rigen los tiempos pre-paratorios de la participación en esas elecciones.

La profundización de estas emociones colectivas constituye la mejor denuncia de los peligros del culto a la personalidad que los populismos impulsan, creyendo que esas “sacralizaciones laicas” son la mejor salvaguarda de los sistemas y una protección de la so-ciedad. Por el contrario, creemos que su vulnerabilidad aumenta, y las contradicciones adquieren for-mas y toman cauces predecibles, pero de manejo político incierto y variado.

*Historiador, Especialista en Geopolítica y analista de asuntos internacionales. Catedrá-tico del Departamento de Historia, Pontificia U. Javeriana. Miembro de esdai (Centro de Estudios en Seguridad, Defensa y Asuntos Internacionales), Resdal (Red de Seguridad y Defensa de América Latina), Red Latinoame-ricana para la Democracia, Caribbean Studies Association y Atlantic Community

EN EL ESPEJO VENEZOLANO

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coNFIADo EN regresar, pero consciente de su grave estado de salud, el presidente Hugo Chávez dejó el lunes Venezuela. Hoy, según el parte “médico” del gobierno cumple satisfactoriamente el postoperatorio/Foto Xinhua