FOLLETO TEOSOFICO · 2020. 12. 2. · J. Krishnamurti (Extracto Libro) “VERDAD VERSUS...
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Sociedad Teosófica
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FOLLETO TEOSOFICOFECHA: XI/ 2020
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DÍA DE LA FUNDACIÓN
“El 17 de noviembre de cada año es un día de gran celebración para la
Sociedad Teosófica en todo el mundo. En este día fue oficialmente proclamada
la fundación de la Sociedad en New York, y desde entonces ha continuado
derramando su luz espiritual, iluminado las sendas de razas,
religiones nacionalidades; lo mismo que las conciencias de los individuos.
Para todos los teósofos este es un Día de Recordación en que todos
expresamos gratitud a los dos Beneméritos Fundadores de nuestra Sociedad, el
Coronel H. S. Olcott y Mme. H. P. Blavatsky. También recordamos en este día a
aquellos otros Grandes Teósofos, entre otros al señor W. Judge, que
contribuyeron mucho en el pasado con su vida y su trabajo, a la vigorización de
este Movimiento que está impulsando la Fraternidad Universal. Todos aquellos
que se han destacado por su aportación a la labor y al moderno pensamiento
Teosófico. Recordamos igualmente a muchos trabajadores “desconocidos” de
todas las Secciones Nacionales, que con su silencioso sacrificio han
capacitado a la Sociedad Teosófica para crecer como Movimiento fuerte y
dinámico, para constituirse en eficaz experimento de transformación social del
mundo.”
GRANDES DÍAS TEOSÓFICOS
17 de noviembreDía de los fundadores
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LA SOCIEDAD TEOSOFICA
SEDE MUNDIAL, Chennai (Madrás), India
La Sociedad Teosófica, fundada en 1875, es una organización mundial cuyo objetivo principal es la
Fraternidad Universal basada en el entendimiento de que la vida, y todas sus diversas formas,
humanas y no humanas, es indivisiblemente Una. La Sociedad no impone ninguna creencia a sus
miembros, quienes están unidos por una búsqueda común de la Verdad y el deseo de conocer el
significado y propósito de la existencia por medio de la dedicación al estudio, la reflexión, la pureza
de vida y el amor al servicio.
La Sociedad Teosófica fomenta el estudio de las religiones, las filosofías y las ciencias, con miras a
que el hombre pueda comprenderse mejor a sí mismo y su lugar en el universo. La Sociedad
mantiene completa libertad para la investigación y creencias individuales.
La Teosofía es la sabiduría que subyace en todas las religiones cuando se les quita todas las
adiciones y supersticiones. Ofrece una filosofía que hace la vida comprensible y demuestra que la
justicia y el amor guían al cosmos. Sus enseñanzas ayudan al desarrollo de la naturaleza espiritual
latente del ser humano, sin dependencia o temor.
Oficinas de la Sede Internacional
El Presidente, que es elegido cada siete años por miembros de todo mundo, atiende una
voluminosa cantidad de trabajo en Adyar.... Contestar correspondencia, reunirse con gente, leer,
escribir, dar charlas y conferencias, guiar y dar instrucciones sobre asuntos de importancia relativos
a la Sociedad, cuidar los asuntos legales y sociales, son algunos de los trabajos que el Presidente
desempeña. La labor es tanto mundana como espiritual, pues junto con la administración y
organización, debe guiar en forma sabia, y establecer el tono del papel y funciones de la
Sociedad. El Coronel H.S. Olcott fue el primer Presidente, seguido por la Dra. Annie Besant, el Dr.
G.S. Arundale, el Sr. C. Jinarajadasa, el Sr. N. Sri Ram, el Sr. John Coats, la Sra. Radha Burnier y el
actual Presidente señor Tim Boyd, una sucesión de personas dedicadas con un intachable historial
de entrega a su trabajo en forma desinteresada.
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PRESIDENTES DE LA
SOCIEDAD TEOSÓFICA
De izquierda a derecha: Tim Boyd, Radha Burnier, John Coats, N. Sri Ram,
C. Jinarajadasa, George Arundale, Annie Besant,
Henry Steel Olcott
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LA SOCIEDAD TEOSÓFICA existe para ofrecer las enseñanzas de la
Sabiduría Tradicional conocida como Teosofía. Fundada en 1875, es una
Organización Internacional, no sectaria, sin dogmas ni creencias
obligatorias. La Sociedad Teosófica está abierta a todos aquellos que
simpaticen con sus tres objetivos que son:
*Formar
un núcle
o de la
Fraternida
d Univers
al de la
Humanid
ad sin di
stinción d
e
raza, cre
do, sexo,
casta o
color.
*Fomenta
r el estud
io
compara
tivo de l
as
Religione
s, Filoso
fías y
Ciencias
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*Investiga
r las Ley
es
Inexplica
das de la
Naturalez
a y los po
deres
latentes e
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bre.
*Sus pilares fundamentales son: La Fraternidad
y La Libertad de Pensamiento
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CONTENIDO NOVIEMBRE 2020
“17 NOVIEMBRE, DIA DE LOS FUNDADORES”
“LA SOCIEDAD TEOSÓFICA”
“LOS PRESIDENTES”
“EL INSTRUCTOR”Tim Boyd, The Theosophist, Julio 2020
“FRAGMENTOS DE LA SABIDURÍA ETERNA”H. P. Blavatsky
“EL LECTOR PINGÜINO” Parte III: PREGUNTAS Y RESPUESTASJ. Krishnamurti (Extracto Libro)
“VERDAD VERSUS AUTORIDAD”Radha Burnier, The Theosophist, Julio 1985
“HPB Y LA FUNDACIÓN DE LA ST”Eneida Carbonell, The Theosophist, Enero 2019
“DISCURSO INAUGURAL DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA·”Henry Steel Olcott (Extracto)
H. P. BLAVATSKY Y LA SOCIEDAD TEOSÓFICAH. P. Blavatsky
PENSAMIENTOS , REFLEXIONES, MEDITACIONES Y MÁS.....
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EL INSTRUCTOR
Tim Boyd
Me gustaría reflexionar sobre una idea central que constituye, para muchos, también una experiencia central en la
vida teosófica. En el proceso de nuestro desarrollo espiritual, el Instructor desempeña un papel sin precedentes.
Es aquella persona con la que nos encontramos en el curso de nuestro crecimiento espiritual y que parece tener
la habilidad de espolear nuestra comprensión y acelerar nuestro desarrollo.
Todos nos hemos relacionado con alguna persona que ha desempeñado este papel del instructor. Es una
experiencia común en la universidad, en la escuela, en nuestra casa o en nuestra vida espiritual, conocer a
alguien ante cuya presencia vemos que las cosas difíciles se aclaran y que nos inspiran cuando hablan. En los
momentos en que estamos en su presencia nos parece comprenderlo todo.
En bastantes ocasiones he tenido ocasión de estar cerca de Su Santidad el Dalai Lama. Cuando habla, tanto si
es a un pequeño grupo de personas o ante un gran público de diez o veinte mil, genera una presencia en la cual
la sensación de la posibilidad de compasión, que es su mensaje universal, parece algo muy real. He conocido
personas que asistieron a una conferencia de Su Santidad y que, después, dejaron su trabajo y se dedicaron a
llevar a cabo grandes obras de compasión, pero se daban cuenta de que, lejos de su presencia, aquella profunda
comprensión que creían suya acababa desvaneciéndose. De vez en cuando he visitado al teósofo y físico
quántico Amit Goswami. La física quántica es un campo difícil de captar, incluso para los mismos físicos
quánticos. Pero, de alguna manera, me daba cuenta de que, cuando estaba sentado a su lado, oyéndole hablar,
sus ideas parecían todas muy claras. Pero en cuanto me alejaba, ya no estaba seguro de qué había entendido
tan claramente en esos momentos. El proceso se parece mucho a cuando ponemos una barra de hierro, un trozo
de metal frío, delante del fuego. El hierro tiene la capacidad de responder al calor y el metal se calienta cuando
está en su presencia. Cuando se aleja, vuelve a enfriarse.
Si nos examinamos a nosotros mismos, veremos que hay aspectos de nuestra constitución que están
compuestos de distinta forma. Tenemos, pues, algunos aspectos que responden muy fácilmente a los
pensamientos elevados, a las emociones profundas y puras.
En presencia de un pensamiento y una emoción elevadas, se potencian, igual que lo hace el metal en presencia
del fuego. Debido a la naturaleza desigual de nuestro desarrollo, vemos que hay algunos elementos de nuestro
ser que responden más fácilmente y otros que no lo hacen.
Es como, cuando estamos delante del fuego, la hebilla y los botones del cinturón se calientan, pero la ropa, el
cabello y la piel no lo hacen.
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Por esto nos dicen los Grandes Maestros que necesitamos exponernos repetidamente a los pensamientos y
emociones elevados para acostumbrarnos a vibrar en una frecuencia más alta o responder regularmente a una
energía elevada. Podemos traducir esto a una presencia con la que nos podemos conectar. Nos dicen lo
siguiente: “Reflexionad sobre esto: ¿Qué es lo bueno? ¿Qué es lo verdadero? ¿Cuál es la naturaleza de la
belleza?”
¿Cómo se expresan en una vida estas cosas? Reflexionad sobre ello: Llevad vuestra capacidad mental hasta
ese nivel superior de vibración, obligadla a vibrar de ese modo. Al hallarse fuera de vuestro alcance, inicialmente
habrá que hacer un esfuerzo. Dice el poeta que “el hombre debe aspirar a lo que está más allá de su alcance,
porque si no, ¿de qué sirve el Cielo? Aquello que queremos alcanzar, y hacia lo que aspiramos, necesariamente
excederá lo que somos capaces de captar inmediatamente. Esa es la descripción de la práctica. Repetidamente
le pediremos a la mente que responda y que el corazón se calme para actuar en consecuencia. En ese proceso,
se irá forjando el hábito. Para los que hemos hecho atletismo, nos resulta familiar el proceso de entrenarnos para
construir músculo. Cuando los músculos se usan con mucho esfuerzo, cuando se les empuja hasta su límite, se
producen daños y micro desgarros en las fibras musculares. El cuerpo responde a esos daños reparando,
renovando y añadiendo cosas al tejido muscular. Como se le había pedido que funcionara en su máxima
posibilidad, el cuerpo responde creciendo en tamaño y en fuerza.
El mismo consejo se aplica a nuestra naturaleza mental y emocional. El proceso requiere utilizarlas al nivel más
alto del que seamos capaces actualmente. Inicialmente, el proceso puede ser muy difícil e incómodo, pero
responderán acumulando más materia de tipo similar que pueda vibrar a su nivel más alto, desechando la
materia que sea incapaz de vibrar de ese modo. Y cada vez seremos más puros y estaremos más despiertos y
conscientes. En las enseñanzas teosóficas somos muy conscientes de que hay una jerarquía de Maestros. La
mayoría tenemos cierta idea de los Mahatmas, o Maestros de Sabiduría, y de la jerarquía que existe entre ellos.
Pero Ellos realmente no funcionan en este mundo. No son las personas con las que caminamos, hablamos e
interactuamos de una manera normal. Lo que tienden a hacer, parece ser, es actuar a través de sus propios
discípulos más cercanos, sus “chelas”, mediante los cuales se puede irradiar la influencia de los Mahatmas. A
veces estamos en contacto con esos chelas, la mayoría del tiempo sin saberlo.
Nos embarcamos, pues, en un proceso en el que tratamos de sensibilizarnos a la influencia de los Mahatmas en
el mundo y en nuestro entorno. Nos hemos acostumbrado a algunas sensaciones muy superficiales. Los ruidos
que nos rodean son las cosas que oímos con más claridad.
EL INSTRUCTOR
Tim Boyd
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El canto de los pájaros, el viento, el claxon de los coches y las bicicletas son lo que más atrae nuestra atención.
Pero siempre hay unos sonidos más sutiles, aunque necesitemos cierta sintonización por nuestra parte para ser
conscientes de ellos. Por esto se nos anima a dirigir nuestra atención hacia ciertas direcciones, especialmente
durante los momentos de meditación. Nos dan distintos consejos y sugerencias para poder llegar a oír y ver a
niveles cada vez más sutiles.
El hermoso poema que concluye el librito de J. Krishnamurti A los Pies del Maestro, habla de esta manera de ver
y oír: “Esperando la Palabra del Maestro/ Observando la Luz Oculta/Escuchando para oír sus órdenes/ En medio
de la batalla.” Esperar es el proceso de suspender nuestras actividades internas y externas para poder esperar la
palabra del Maestro. Aunque le llamemos la “palabra”, no es seguro que se pueda “oír” como expresión verbal;
no sabemos cuándo llegará o cómo llegará. “Observar la Luz Oculta”: ¿Cómo se puede observar una luz que
está oculta? El simple proceso de intentar considerarlo requiere que vayamos más allá de nuestros sentidos
normales de la vista y el oído. Escuchar para oír sus órdenes en medio de la batalla: en el transcurso de la
actividad diaria, que en este poema el autor equipara con una batalla, como unos guerreros que están
batallando. Pocos somos los que hemos luchado en una guerra. Por esto la mayoría requerimos una gran
imaginación para contemplar ese movimiento rápido, la necesidad constante de calibrar, actuar, golpear, moverse
y el continuo fragor de unos guerreros adversarios en el combate. Pero en medio de todo, hay un espacio
tranquilo que se mantiene en la conciencia, sintonizado para oír las órdenes desde lo alto. Es un proceso difícil
para nosotros, que nos hemos preparado de forma tan distinta. No sólo en esta vida, sino en numerosas vidas,
solemos dirigir la atención hacia fuera, enfocándola en la lucha, en vez de hacerlo hacia nuestro interior. Hay una
historia sufí que nos habla del basurero que se encontró en medio del bazar de los perfumes en Estambul.
Inmerso en aquel ambiente de fragancias puras, repentinamente se desmayó y nadie podía hacerle volver en sí.
Un sabio que pasaba por allí encontró algo podrido y sucio y se lo puso bajo la nariz al hombre inconsciente. Al
olerlo, éste despertó inmediatamente y el sabio le acompañó hasta la salida del bazar de los perfumes. La
historia, naturalmente, habla de nosotros y de nuestra atracción por los niveles más bajos de vibración. Esta
tendencia la tenemos tan integrada que, en ausencia de la grosería a la que nos hemos acostumbrado, nos
hacemos insensibles, como en la historia, cuando el hombre pierde la consciencia.
Así que esperamos, observamos y escuchamos. La segunda parte del breve poema dice: “Viendo su mínima
señal/ entre las cabezas de la multitud/ Oyendo su más débil susurro/ Por encima del canto más sonoro de la
Tierra”.
EL INSTRUCTOR
Tim Boyd
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Este es un proceso en el que entramos pero normalmente lo consideramos como una práctica meditativa; de
hecho, tendría que trasladarse hasta la vida del día a día y del momento a momento de nuestro despacho o
nuestra casa. Cuando meditamos, muchas veces nos concentramos en la respiración, y la respiración nos lleva a
una concienciación de las pulsaciones del cuerpo. Empezamos a hacernos conscientes de los sonidos sutiles
que nos rodean: los sonidos de la respiración al entrar y salir del cuerpo, los sonidos de los latidos del corazón,
los sonidos internos eléctricos. Estos están siempre presentes, pero casi nunca los oímos. Así nos aconsejan
cuando queremos conectar e interactuar con el Instructor. Se cuenta la historia de uno de los grandes Maestros
buddhistas del norte de la India, Asanga, que vivió en el siglo cuarto. Se retiró a meditar en una cueva durante
doce años, con una fórmula que consideraba infalible para establecer algún tipo de conexión con el Buddha
Maitreya. Meditó durante tres años y no ocurrió nada. En ese momento estaba a punto de rendirse. Dejó la
caverna y mientras caminaba, vio un cuervo saliendo de su nido en la ladera de una montaña. Se fijó en que en
el lugar donde el cuervo salía y entraba, la piedra que había junto al nido se había erosionado ligeramente con
sus plumas y pensó: Si este pájaro puede erosionar una piedra con el simple contacto de sus plumas, yo puedo
regresar a mi meditación con plena confianza. Y siguió meditando durante tres años más, pero seguía sin tener
ninguna experiencia de alguna conexión con el Señor Maitreya, así que volvió a salir de la caverna. Esta vez vio
gotear el agua y allí donde goteaba, se fijó en que la piedra se había desgastado con el elemento más blando de
todos los de la Naturaleza, así que decidió volver a meditar. Una experiencia similar ocurrió al cabo de nueve
años. Y ya habían pasado doce años desde el principio del retiro, pero seguía sin tener ninguna visión del
Maestro. En ese momento Asanga decidió que su práctica era infructuosa y, desesperanzado, se marchó
definitivamente. Al lado de la carretera se encontró un perro tan mal herido que los gusanos ya estaban
empezando a comerle la carne. Cuando Asanga vio al perro quiso curarle, pero tampoco quería dañar a los
gusanos que se alimentaban del perro, considerándoles como otros seres vivos que también valoraban su vida, e
intentó irlos sacando uno por uno. Se dio cuenta de que si lo hacía con un palo les hacía daño, así que empezó a
hacerlo con los dedos, pero también les hacía daño. Finalmente, fue sacando los gusanos uno a uno con la
lengua. Y en ese momento, lo que creyó que era un perro malherido se convirtió, de repente, en el Buddha
Maitreya, que le dio a Asanga la siguiente respuesta: “Todo este tiempo estuviste sentado meditando, pero había
todavía cosas que te bloqueaban la visión. Tus obstrucciones kármicas personales te impedían esta conexión.
Solamente en el momento en que dejaste de pensar en tu agenda personal de querer contactar con el Buddha
Maitreya, en tu compasión extrema por este animal, pudiste finalmente ver y experimentar lo que no habías
conseguido en doce años.”
EL INSTRUCTOR
Tim Boyd
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Cada uno de nosotros se encuentra en una etapa distinta de desarrollo y se halla continuamente en presencia de
la conciencia más elevada, pero no somos conscientes de ello; ¡y mira que lo intentamos! Hacemos todo tipo de
esfuerzos, no con el objetivo de conocer y ver a esos Instructores, sino con el objetivo de hacer un trabajo que
nos acerque más a ellos. Decidir cuál es ese trabajo y comprometernos con él es nuestra forma de pasar toda
nuestra vida. Si lo hacemos bien, habrá momentos de epifanía, como le ocurrió a Asanga. Geoffrey Hodson
escribió un hermoso librito: “Thus have I Heard”. En él incluye una plegaria, o más bien una meditación, que cita
de otra fuente. Lo considera un método infalible para conectarnos con el Maestro del corazón. No nos dice que
dirijamos la atención al objetivo de conocer a un individuo físico, sino a conectarnos con el Instructor del centro de
nuestro ser. La plegaria empieza así: “Oh, gracioso Señor, entro en tu resplandor y me acerco a tu presencia
aportando el servicio hecho en tu nombre y por ti”. Tenemos la costumbre de llevar un regalo y ofrecerle algo a
una persona especial cuando vamos a visitarle. Si vamos a visitar al ser más Elevado, hemos de decidir cuál es el
regalo más elevado que le podemos llevar. En esta meditación nuestro regalo es “el servicio que he hecho en tu
nombre y por ti”. Y sigue diciendo: “Quiero convertirme en un servidor más eficiente”.
Lo importante de nuestro encuentro, lo importante de la ofrenda es poder convertirme en un servidor más
eficiente, más eficiente para magnificar lo que tenemos para dar al Más Alto.: “Y abro mi corazón y mente al poder
de tu amor, de tu gozo y de tu paz.” Al principio de la plegaria se nos instruye para realizar tres acciones internas
específicas que preparen la escena de nuestro encuentro con el Maestro: que identifiquemos y presentemos una
ofrenda preciosa; que aclaremos y precisemos nuestra intención de convertirnos en un servidor más eficiente
para el Maestro; y que dejemos abiertas las profundidades de nuestro ser para la presencia e influencia del
Instructor. Eliminaremos las barreras que nos impiden recibir lo que este Maestro tiene que ofrecernos.
En el Buddhismo hay una enseñanza relacionada con estas líneas primeras de la plegaria de Hodson. Trata de la
cuestión de: “Cómo actuar en presencia del Maestro”. ¿Cuáles son las cualidades de nuestro ser que podemos
aportar en ese momento tan especial? Esta enseñanza se presenta utilizando el ejemplo de un recipiente, un
cazo. Y dicen que hay tres cosas que pueden considerarse como impedimentos para nuestra conexión con el
Maestro.
El primer ejemplo es un cazo puesto al revés. Incluso en presencia de alguien que tiene puro néctar que
compartir, ese cazo no podrá llenarse. Por más que se vierta algo en su interior, nuestro corazón y nuestra mente
están cerradas y no se puede adquirir sabiduría alguna. J. Krishnamurti, en su libro A los pies del Maestro, dice:
“Sin una confianza perfecta, no puede fluir perfectamente el amor y la fuerza.”
EL INSTRUCTOR
Tim Boyd
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El segundo ejemplo es el cazo agujereado. Recibe el agua, pero no retiene nada. Nuestra costumbre de falta de
atención y distracción regularmente cultivadas en nuestras actividades diarias mundanas no nos abandonan de
repente cuando estamos en presencia de alguien sublime. El tercer ejemplo es el del cazo que está sucio por
dentro. Ya se puede verter el más puro néctar en ese recipiente, que se acabará mezclando con la suciedad. Lo
puro se hace impuro en una conciencia anclada en ideas erróneas, en emociones negativas, en líneas de
pensamiento incorrectas, en el daño que dirigimos a los demás, los chismes que vamos transmitiendo. Y, por
supuesto, somos nosotros los que sufrimos, porque la enseñanza se desperdicia.
En esta enseñanza se nos dice que no estemos cerrados, que tapemos los agujeros prestando atención. En el
ejemplo de Krishnamurti, de “esperar” y “observar”, estamos atentos; atendemos a lo que tenemos delante. En
ese estado tenemos la capacidad de recibir y de responder verdaderamente.
Por esto, “Oh, gracioso Señor, entro en tu resplandor y me acerco a tu presencia, aportando conmigo el servicio
hecho en tu nombre y por ti/ Quiero convertirme en un servidor más eficiente”. Y me abro, el recipiente está
abierto, intacto, purificado, y dirigido hacia ti, para que lo puedas llenar con “el poder de tu amor, tu gozo y tu
paz”. La meditación sigue para enfocarse en el gozo, la paz y especialmente en el amor. “En tu presencia, tu
amor me envuelve”. Y entonces la plegaria habla de la cualidad del amor y de que, después de recibirlo,
necesariamente tengo que ser una presencia de amor en el mundo. Termina así: “Condúceme, oh gracioso
Señor, a través de tu amor inimitable, a la unión contigo y al corazón de la eternidad.” Y las palabras finales de la
meditación son: “En tu amor descanso para siempre jamás.” Cada vez que tengamos algún nivel de experiencia
de la naturaleza del “Amor, que todo lo abarca en la Unidad” (como dice la Plegaria Universal de Annie Besant),
la respuesta es necesariamente “descansar”; nos aporta descanso; detiene el mundo. Y descansamos en ese
amor. Ese es el foco de la meditación, que en la experiencia de este descanso sublime, conseguimos realizar
una medida de la naturaleza de la fragancia que existe dentro de la cueva del corazón. Y la repetimos, y después
volvemos a intentarla, pero siempre, cuando la experiencia nos llega, descansamos.
Se trata de un consejo que comparten con nosotros aquellos cuya experiencia le da valor. El trabajo, como
siempre, es nuestro, pero la guía, las claves y las sugerencias en el camino están llenas de fuerza. PAZ
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EL INSTRUCTOR
Tim Boyd
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Teosofía Exotérica y Esotérica
Lo que no es la Sociedad Teosófica Moderna
PREG. ¿No son, por lo tanto, vuestras doctrinas un renacimiento del Buddhismo, ni están enteramente copiadas
de la Teosofía Neoplatónica?
TEÓS. No. Pero no podría contestar mejor a vuestras preguntas que citando una memoria sobre la “Teosofía”
leída ante la Convención Teosófica en Chicago, América (abril, 1889), por el Dr. J. D. Buck, M. S. T.
Ningún teósofo, jamás, ha expresado y comprendido mejor la esencia verdadera de la Teosofía que nuestro
estimado amigo el Dr. Buck: “Fue fundada la Sociedad Teosófica con el objeto de difundir las doctrinas Teosóficas
y promover y secundar la vida Teosófica. No es la presente Sociedad la primera en su intento.
Tengo en mi poder una obra titulada Transacciones Teosóficas de la Sociedad Filadélfica, publicada en Londres
en el año 1697; y otra con el siguiente título: Introducción a la Teosofía, o sea la Ciencia del Misterio de Cristo,
decir, de la Deidad, Naturaleza y Criatura, comprendiendo la filosofía todos los poderes en acción, en la vida,
mágicos y espirituales, formando una guía práctica para la pureza y santidad más sublimes, y la perfección
evangélica para adquirir la visión divina y las santas artes angélicas, poderes y otras prerrogativas de la
regeneración” publicada en Londres en 1855. He aquí la dedicatoria de esa obra:
“A los estudiantes de las Universidades, Colegios y Escuelas de la Cristiandad; a los Profesores de Ciencias
Metafísicas, Mecánicas y Naturales en todas sus formas; a los hombres y mujeres de la Enseñanza en general,
de la fe fundamental ortodoxa; a los Deístas, Arrianos, Unitarios, Swedenhorgianos y de otros credos imperfectos
y mal fundados, racionalistas y escépticos de todas clases; a los Mahometanos, Judíos y Patriarcas Orientales
ilustrados y de juicio recto; pero especialmente al ministro y misionero del Evangelio, sea en los pueblos bárbaros
o intelectuales, está humilde y afectuosamente dedicada esta introducción a la Teosofía o Ciencia de los
principios y misterios de todas las cosas.” “En el siguiente año (1856) se publicó otro tomo en real octavo de 600
páginas, tipo diamante, sobre Misceláneas Teosóficas. Se publicaron sólo 500 ejemplares de esta última obra,
destinados a la distribución gratuita en Bibliotecas y Universidades. Esos primitivos movimientos fueron
numerosos y originados dentro de la Iglesia, por personas de gran piedad, celo y fama intachables. Todos
aquellos escritos revestían forma ortodoxa, usando expresiones Cristianas, y como las obras del eminente
eclesiástico William– Law, sólo se distinguían para el lector ordinario por su gran piedad y sinceridad. Todos, sin
excepción, intentaban únicamente fijar el origen, explicar el sentido más profundo y el valor original de las
Escrituras Cristianas y exponer y fomentar la vida Teosófica.
LA CLAVE DE LA TEOSOFIA (EXTRACTO)
H. P. BLAVATSKY
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Pronto fueron olvidadas esas obras, y son hoy día generalmente desconocidas. Intentaron reformar al clero y
reanimar la verdadera piedad, y fueron siempre mal recibidas. Bastaba la palabra “Herejía” para entregarlas al
olvido como a todas las Utopías semejantes. En tiempo de la Reforma, Juan Reuchlin intentó el mismo objeto con
igual resultado, a pesar de ser amigo íntimo y confidente de Lutero. Jamás quiso la ortodoxia ser ilustrada.
“A esos reformadores se les dijo, como le ocurrió a Pablo con Festus, que la demasiada instrucción los había
vuelto locos, y que sería peligroso seguir adelante. A pesar de la verbosidad, que en esos escritores se debía en
parte a la costumbre, a la educación, y también al freno del poder secular, y volviendo a la cuestión principal,
puede decirse que esos escritos eran Teosóficos en su más estricto sentido, y se refieren sólo al conocimiento del
hombre acerca de su propia naturaleza y la vida superior del alma. El presente movimiento Teosófico ha sido
acusado algunas veces de intentar la conversión del Cristianismo al Buddhismo, lo que significa sencillamente
que la palabra “Herejía” ha perdido su fuerza y renunciado a su poder.
“En todas las épocas hubo individuos que comprendieron más o menos claramente las doctrinas Teosóficas y las
aplicaron a su vida privada. No pertenecen esas doctrinas a religión alguna exclusivamente, y no están
relacionadas de un modo especial con Sociedad o tiempo algunos. Son el privilegio de toda alma humana. La
ortodoxia debe ser interpretada por cada cual según su naturaleza, de acuerdo con sus necesidades peculiares y
su propia experiencia. Esto explicará por qué los que se imaginaban hallar en la Teosofía una nueva religión, han
buscado en balde su credo y su ritual. La lealtad a la Verdad es su credo y “Honrar cada verdad por sus actos, su
ritual.” “Cuán poco comprenden las masas ese principio de Fraternidad Universal, y cuán rara vez ha sido su
trascendental importancia reconocida, lo prueba la diversidad de opiniones e interpretaciones falsas acerca de la
Sociedad Teosófica.
Esta Sociedad fue organizada bajo el principio único de la Fraternidad esencial del hombre, como acabo de
bosquejarlo aunque breve e imperfectamente. Ha sido atacada porque la consideraban Buddhista y anticristiana,
como si pudiese ser las dos cosas a la vez, precisamente cuando ambos, el Buddhismo y el Cristianismo, según
fueron establecidos por sus inspirados fundadores, consideran la fraternidad como el punto esencial y único de la
doctrina y de la vida. También trataron de la Teosofía como de una cosa nueva en el mundo, o todo lo más como
de antiguo misticismo disfrazado con un nuevo nombre. Si bien es cierto que muchas Sociedades fundadas en
los principios de altruismo o Fraternidad esencial y unidas para defender esos principios, tuvieron varios
nombres, no lo es menos que muchas de las mismas fueron también llamadas Teosóficas, y sus principios y
objeto eran los de la Sociedad actual que lleva este nombre.
LA CLAVE DE LA TEOSOFIA (EXTRACTO)
H. P. BLAVATSKY
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En todas esas Sociedades, la esencia de la doctrina ha sido siempre la misma y todo lo demás incidental, aunque
sea un hecho el que muchas personas se fijan en los accidentes, y descuidan lo esencial.”
No es posible contestar mejor y más explícitamente a vuestras preguntas que como lo hace un hombre que es
uno de nuestros más apreciados y sinceros teósofos.
PREG. Siendo así, ¿Qué sistema preferís o adoptáis aparte de la ética Buddhista?
TEÓS. Ninguno y todos. No estamos ligados a religión o filosofía especial: escogemos lo bueno que en cada una
hallamos. Mas, hemos de repetir aquí que la Teosofía, como todos los demás sistemas antiguos, está dividida en
dos secciones: la Exotérica y la Esotérica.
TEÓS. ¿En qué consiste la diferencia?
TEÓS. Pueden los miembros de la Sociedad Teosófica en general profesar la religión o filosofía que tengan por
conveniente, o ninguna, si así lo prefieren, siempre que simpaticen con uno o más de los tres objetos de la
Asociación y estén dispuestos a sostenerlos. La Sociedad es una Corporación filantrópica y científica para la
propagación de la idea de fraternidad en el terreno práctico en vez del teórico. No importa que los Miembros sean
Cristianos o Musulmanes, Judíos o Parsis, Buddhistas o Brahmanes, Espiritualistas o materialistas; pero cada
miembro tiene que ser un filántropo, o un estudiante investigador de la literatura Aria y otras antiguas, o dedicarse
a las Ciencias psíquicas. Debe, en una palabra, contribuir, sí puede, a la realización de uno de los objetos del
programa por lo menos. De otro modo, el ingresar como “Miembro” no tendría razón de ser. Tal es la mayoría de
la SOCIEDAD EXOTÉRICA, formada por miembros “adheridos” y “sueltos”7. Éstos Pueden llegar a ser Teósofos
de hecho o no.
Son miembros por el hecho de pertenecer a la Sociedad, mas no puede esta última convertir en Teósofo a una
persona que no tiene sentido de las cosas divinas, o que aprecia las cosas de la Teosofía de una manera
particular suya (sectaria, si es que puede usarse esta expresión, o egoísta). El dicho “generoso es quien obra
generosamente” podría parafrasearse en este caso, y diríamos:
“Es Teósofo, todo aquel que vive y practica la Teosofía.”
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7 “Miembro adherido” es el que forma parte de una Rama de la S.T.; y “Miembro suelto” el que pertenece a la S.T.
y tiene su diploma expedido por la Sede Central (Adyar, Madrás), pero no está afiliado a Rama o Grupo alguno.
LA CLAVE DE LA TEOSOFIA (EXTRACTO)
H. P. BLAVATSKY
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Interlocutor: ¿Qué es el amor en sí mismo?
KRISHNAMURTI: ¿Qué es el amor intrínsecamente? ¿Es eso lo que quieres decir? ¿Preguntas qué es el amor
sin motivo, sin incentivo? Escucha atentamente y lo descubrirás. Estamos examinando la pregunta, no estamos
buscando la respuesta. Al estudiar matemáticas o al formular una pregunta, la mayoría de nosotros se interesa
más en encontrar la respuesta que en comprender el problema. Comprendamos, pues, qué es el problema y no
busquemos una respuesta, ya sea una respuesta del Bhagavad Gita, del Corán, de la Biblia o de algún profesor o
conferenciante. Si podemos comprender realmente el problema, la respuesta surgirá de él; porque la respuesta
está en el problema, no está separada del problema.
El problema es: ¿Qué es el amor sin motivo? ¿Puede haber amor sin ningún incentivo, sin que uno desee nada
para sí mismo del amor? ¿Puede haber amor sin que uno se sienta lastimado cuando el amor no es retribuido? Si
yo te ofrezco mi amistad y tú la rechazas, ¿no me siento lastimado? Ese sentirse lastimado, ¿es el resultado de la
amistad, de la generosidad, de la simpatía? Ciertamente, en tanto me sienta lastimado, en tanto haya temor, en
tanto te ayude esperando que tú puedas ayudarme -a lo cual llaman servicio-, no hay amor.
Si comprendes esto, la respuesta está ahí.
Interlocutor: ¿Qué es la religión?
KRISHNAMURTI: ¿Quieres una respuesta de mí o quieres descubrirla por ti mismo? ¿Estás buscando una
respuesta de alguien, por grande o necio que pueda ser? ¿O estás realmente tratando de descubrir la verdad
acerca de lo que es la religión?
Para descubrir qué es la verdadera religión, tienes que descartar todo lo que estorba. Si tienes muchas ventanas
pintadas o sucias y quieres ver la luz pura del sol, debes limpiar o abrir las ventanas o salir fuera. De igual modo,
para descubrir qué es la verdadera religión, primero tienes que ver lo que no es verdadera religión y desecharlo.
Entonces puedes descubrir, porque hay percepción directa. Veamos, pues, lo que no es religión.
Hacer puja, practicar un ritual, ¿es eso religión? Repites una y otra vez cierto ritual, cierto mantra frente a un altar
o un ídolo. Eso puede proporcionarte una sensación de placer, de satisfacción, ¿pero es religión eso? Ponerse el
hilo sagrado, llamarse uno hindú, budista, cristiano, aceptar ciertas tradiciones, dogmas, creencias, ¿tiene todo
eso algo que ver con la religión? Obviamente, no. Por lo tanto, la religión debe ser algo que puede encontrarse
sólo cuando la mente ha comprendido y desechado todo esto.
“EL LECTOR PINGÜINO” Parte III: PREGUNTAS Y RESPUESTASJ. Krishnamurti
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“EL LECTOR PINGÜINO” Parte III: PREGUNTAS Y RESPUESTASJ. Krishnamurti
La religión, en el verdadero sentido de la palabra, no genera separación, ¿verdad? ¿Pero qué sucede cuando tú
eres Musulmán y yo soy Cristiano, o cuando yo creo en algo y tú no crees en eso? Nuestras creencias nos
separan; por lo tanto, nuestras creencias no tienen nada que ver con la religión. El hecho de que tú creas de una
manera y yo de otra, depende mayormente de dónde hayamos nacido, ya sea en Inglaterra, en la India, en Rusia
o en América. De modo que la creencia no es religión, es solamente el resultado de nuestro condicionamiento.
Luego está la búsqueda de la salvación personal. Quiero estar a salvo, quiero alcanzar el Nirvana o el cielo;
tengo que encontrar un sitio cerca de Jesús, cerca de Buda o a la diestra de un Dios en particular. Tu creencia no
me proporciona una satisfacción profunda, no me da consuelo; por lo tanto, tengo mi propia creencia que sí lo
hace. ¿Es religión eso? Por cierto, nuestra mente debe estar libre de todas estas cosas para descubrir lo que es
la verdadera religión.
Y, ¿es la religión meramente una cuestión de hacer el bien, de servir o de ayudar a otros? ¿O es algo más? Lo
cual no quiere decir que no podamos ser generosos o amables. ¿Pero eso es todo?
¿Acaso la religión no es algo más grande, más puro, más inmenso, más expansivo que todo lo concebido en la
mente?
Para descubrir, pues, lo que es la verdadera religión, debemos investigar profundamente todas estas cosas y
estar libres del temor. Es como salir de una casa oscura, a la luz del sol. Entonces no preguntarás qué es la
verdadera religión; lo sabrás. Habrá una experiencia directa de aquello que es verdadero.
PAZ
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VERDAD VERSUS AUTORIDAD (JULIO 1985)
Radha Burnier
Cuando se confía en la autoridad para saber qué es la verdad, no hay búsqueda ni esfuerzo. Es la manera del
hombre perezoso. Echa la responsabilidad sobre otro y se abstiene de usar su inteligencia y otras facultades para
averiguarlo por sí mismo. Es alentando tal actitud, que prosperan la mayoría de los sistemas religiosos y sectas.
Su control sobre la gente y la riqueza de la que disfrutan, se pondría en peligro si enseñaran a cada hombre a
"caminar en la vida confiando en sí mismo en lugar de apoyarse en una muleta teológica, que durante incontables
edades fue la causa directa de casi toda miseria humana".
Cuando la autoridad se hace importante, la racionalidad se pierde; de lo contrario, el creyente vería que no hay
una sino un gran número de autoridades, cada una de las cuales entra en conflicto con las demás. La Biblia, el
Corán, los Vedas y así sucesivamente son la última palabra para diferentes grupos de personas, cada uno
creyendo que su fuente de conocimiento contiene una verdad incontrovertible, a pesar de las muchas
inconsistencias y ambigüedades internas que se encuentran en ellas. Las numerosas interpretaciones de la
autoridad aceptada por diferentes sectas y subgrupos, son la prueba de que la 'verdad', es vista a través de
vidrios de diferentes colores y el número de posibles interpretaciones es legión.
¿Cuál de estos innumerables grupos tiene toda la verdad? Ninguna persona racional puede creer que uno de
ellos lo haga, sólo porque haya nacido en ella o porque haya formado un prejuicio a favor de ella. Además, sólo
quien ya conoce la verdad es capaz de reconocerla, y hasta que una persona no la conozca de esta manera, no
debe hacer una autoridad de ninguna cosa, antigua o moderna. Para aquellos para quienes la Verdad es la
religión más elevada, todo lo que se dice o se escribe debe ser un asunto para ser cuestionado, investigado y
estudiado.
Aquellos que creen ciegamente y aceptan autoridades sin discutir son culpables de construir sectarismo, por lo
tanto no puede haber tal autoridad dentro de la Sociedad Teosófica. Debe haber una vigilancia constante para
evitar que se convierta en una secta mediante la instauración de HPB o Besant, Leadbeater o Judge, o una
combinación de cualquiera de estas personas, en autoridades supremas, equiparando sus ideas y declaraciones
con la Teosofía.
HPB dijo que todo intento como el de la Sociedad Teosófica ha terminado en fracaso, porque la gente prefiere la
autoridad a la investigación y los dogmas a la especulación inteligente. Las ideas ya elaboradas son un refugio
conveniente para la mente. Todo verdadero maestro ha fomentado la autosuficiencia y la investigación
independiente, a menudo después de una larga búsqueda que conduce a la experiencia real de la Verdad.
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Escrito en Lucifer (vol.3, p.72) HPB dice: “Es la pésima doctrina de confiar siempre en la ayuda extraña lo que
lleva al colapso -físico, mental, moral y espiritual- de las mentes bien intencionadas, pero débiles y
desequilibradas...”. Sócrates tampoco alentó la creencia ciega: "Sin embargo, si tú quieres ser persuadido por mí,
presta poca atención a Sócrates, pero mucho más a la verdad, y si te parece que digo algo verdadero,
consiéntete en ello, pero si no, opónete a mí con todas tus fuerzas, cuidando de que en mi celo no me engañe ni
a ti ni a mí mismo y como si fuera una abeja que se aparta de mí dejando atrás mi aguijón" (Phaedo).
Esto hace eco de las famosas palabras del Buda, "Sean lámparas para ustedes mismos", y su consejo a los
Kalamas de no dejarse guiar por la tradición, la autoridad de los textos religiosos, la lógica o la apariencia de la
inferencia y las posibilidades aparentes o incluso por el Maestro mismo. Les instó a examinar por sí mismos lo
que es sano (kusala) y lo que no lo es (akusala). Lo siguiente es parte de una discusión entre el Buda y un grupo
de Brahmanas eruditos: 'Venerable Gautama, existen las antiguas escrituras sagradas de los Brahmanas
transmitidas de esta manera por la ininterrumpida tradición oral de los textos. Con respecto a ellos, los
Brahmanas llegan a la conclusión absoluta: "Sólo esto es la Verdad y todo lo demás es falso". Ahora, ¿qué dice el
Venerable Gautama sobre esto?'.
El Buda preguntó: '¿Hay un solo maestro, o un maestro de maestros de los Brahmanas desde la séptima
generación, o incluso alguno de esos autores originales de esas escrituras, que afirme que sabe y diga: "Esto
solo es Verdad, y todo lo demás es falso?" .' "No”. 'Entonces, es como una fila de hombres ciegos, cada uno
aferrándose al anterior; el primero no ve, el del medio tampoco ve, el último tampoco ve. Por lo tanto, me parece
que el estado de los Brahmanas es como el de una fila de hombres ciegos'. Entonces el Buda dijo: 'No es
apropiado que un hombre sabio que mantiene la verdad llegue a la conclusión: Sólo esto es la Verdad, y todo lo
demás es falso'.
Cuando hay una creencia ciega, también hay una desilusión correspondiente. Muchas veces, alguien, sin alegar
infalibilidad, comparte su entendimiento al escribir o hablar y otros hacen una autoridad de ello, así que las
mismas personas que abogan por la libre investigación se convierten, con el tiempo, en `autoridades' cuyas
palabras y declaraciones deben ser tomadas como verdad literal. Las palabras de la Dra. Annie Besant arrojan
una luz clara sobre el tema: Hay una peligrosa tendencia en la Sociedad Teosófica a hacer libros de
observaciones autoritarias en lugar de usarlos como material de estudio. No debemos sumarnos al número de
creyentes ciegos que ya existen, sino al número de estudiantes iguales y sobrios que pacientemente forman sus
propias opiniones y educan sus propias facultades.
VERDAD VERSUS AUTORIDAD (JULIO 1985)
Radha Burnier
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VERDAD VERSUS AUTORIDAD (JULIO 1985)
Radha Burnier
Use su propio juicio en cada observación que se le presente; examínela tan a fondo como sea posible; critíquela
tan a fondo como pueda. Es un mal servicio que nos hacen cuando convierten a los estudiantes en papas, y
repiten, como loros, declaraciones que no saben si son verdaderas.
Además, la creencia ciega es el camino hacia un escepticismo igualmente ciego; usted coloca a un estudiante en
un pedestal y proclama en voz alta que es un profeta, a pesar de sus protestas; y luego, cuando descubre que él
ha cometido algún error, como él le advirtió que era probable, le da vuelta la espalda, lo derriba y lo pisotea.
Lo menosprecia a él, cuando debe despreciar su propia ceguera, su propia estupidez, su propia ansiedad de
creer.
¿No es hora de que dejemos de ser niños y empecemos a ser hombres y mujeres, dándonos cuenta de la
grandeza de nuestras oportunidades y de la pequeñez de nuestros logros? ¿No es hora de ofrecer a la Verdad el
homenaje del estudio en lugar de la credulidad ciega? Estaremos siempre dispuestos a corregir una impresión
equivocada o una observación imperfecta, a caminar con los ojos abiertos y la mente alerta, recordando que el
mejor servicio a la Verdad es el examen.
La Verdad es un sol que brilla por su propia luz; una vez vista, no puede ser rechazada. Que la Verdad y la
falsedad se enfrenten; ¿quién conoció a la Verdad puesta a prueba en un encuentro justo? (Revelación,
Inspiración, Observación).
PAZ
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HPB Y LA FUNDACIÓN DE LA ST
Eneida Carbonell
HELENA Petrovna Blavatsky (H.P.B.), como una estrella luminosa que cruza el firmamento, estuvo entre nosotros
desde 1831 hasta 1891, dejando una profunda huella no solo entre los de su época, sino también a las
generaciones por venir. Ella vino al mundo con capacidades psíquicas con las que trabajó para beneficio de la
humanidad. Su vida se desarrolló dentro de todos los estratos sociales: comenzó con una infancia en una familia
aristocrática, y llegó a vivir en la pobreza extrema, padeciendo frío y hambre en los viajes mientras se preparaba
para llevar a cabo su gran trabajo.
A los 19 años, tras dejar su país, familia y esposo (Nikifor Blavatsky), H.P.B. expresó: "Tengo 40 Años para
construir un monumento más perenne que las Grandes Pirámides de Egipto". El trabajo sería: "BENDECIR LA
HUMANIDAD, LIBERARLA DE SU ESTRECHEZ DE MIRAS”, siendo este el propósito de todas sus enseñanzas.
Con esto en mente ella presentó ideas, no tesis filosóficas o metafísicas por muy interesantes que sean; y si lo
hizo, fue solo con las que llevarían a ampliar los horizontes mentales de la raza humana.
Las intenciones de Blavatsky no fueron políticas. Con respecto a las reformas políticas ella dijo que "son como
poner vino nuevo en botellas viejas", ya que podemos cambiar sistemas de gobierno de despótico a
democráticos, sistemas económicos de comunista a capitalista o viceversa, pero no importa qué cambio
hagamos, los viejos hábitos surgirán una y otra vez hasta que, y a menos que, sea la gente la que cambie: "No
puede surgir ninguna reforma política con los mismos hombres egoístas al timón como líderes".
No podemos garantizar la felicidad humana dictando leyes o controlando la producción. Podemos crear felicidad
humana solo liberando a la gente de sus mentes estrechas. Esta liberación, dijo H.P.B., puede ocurrir aplicando
los principios teosóficos para promover la cooperación social y el progreso. Su esencia se encuentra en la
Cadena de Oro, cuyos eslabones son: unidad universal y causalidad, solidaridad humana, la ley del karma y la
reencarnación. Estos cuatro enlaces permitirán unir a la humanidad dentro de una familia, una verdadera
fraternidad universal.
Si aceptamos nuestra unidad con el cosmos, dejaremos de dañar innecesariamente los reinos que conviven con
nosotros, comenzando con el humano, luego el animal, y así sucesivamente. Las enseñanzas de Blavatsky son
básicamente simples, aunque con amplias posibilidades de desarrollo. Ella explicó que había estudiado la
Sabiduría Eterna, la cual es el fruto de innumerables generaciones de investigadores y clarividentes hasta el
tiempo presente.
Comenzó presentando sus enseñanzas esotéricas basadas en primer lugar en la Única Última Realidad del
Universo, y ella afirmó que esta unidad subyacente se encuentra en el corazón de todas las cosas.
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En consecuencia, materia y conciencia no son dos cosas diferentes, sino dos aspectos de la única realidad, por
lo tanto todo lo que existe tiene vida y consciencia. H.P.B. defendía la ley de periodicidad diciendo que el
Universo en el que vivimos es solo una manifestación periódica, que no hay principio ni fin, y que nuestro
Universo es una ilusión en comparación con la Realidad Última. Habló de la evolución, haciéndonos saber
que esta responde a los esfuerzos y méritos que cada ser, aparentemente separado, puede contribuir al
verdadero Ser, que se encuentra en la región del perfecto equilibrio. La evolución responde a la guía interna, más
que a las fuerzas externas. Al presentar la ley de analogía dice que todo el Universo sigue los mismos patrones,
de modo que si sabemos cómo funciona el Universo, sabremos cómo funciona todo lo demás, y viceversa. H.P.B.
tiene el cuidado de presentar estas y muchas otras ideas de diversas formas en todas sus obras,
principalmente Isis sin velo, La doctrina secreta, La clave de la teosofía, Ocultismo práctico, y La voz del silencio.
Para dar a conocer estas ideas, Blavatsky comenzó fundando la Sociedad Teosófica (S.T.) en la ciudad de Nueva
York en 1875, junto con Henry Steel Olcott, William Quan Judge y otros. Pero su preparación para este evento
fue larga: le tomó 25 años, o desde 1848 hasta 1873, momento en que fue enviada a Nueva York por sus
Maestros. La preparación la llevó a viajar por todo el mundo, llegando a Centros de Iniciación, principalmente el
Tíbet. En estos viajes, y también desde su infancia, su vida estuvo en peligro en distintas ocasiones, como
cuando fue gravemente herida mientras apoyaba la causa de Garibaldi en Italia. En un viaje de Alejandría a
Grecia, el barco en el que viajaba explotó, y sobrevivieron solo 17 pasajeros de los 400 que estaban a bordo.
Cuando ella fue bautizada, el sacerdote y otras personas sufrieron quemaduras, pero ella no. Cuando estaba en
Constantinopla, se ganaba la vida montando caballos en carreras de obstáculos, y se cayó accidentalmente de
uno de los caballos, sufriendo las consecuencias por el resto de su vida.
Sabemos, por las muchas historias que se han compartido sobre la vida de H.P.B., que, además de los lugares
ya mencionados, visitó muchos otros como Egipto, París, Londres, Canadá, América del Sur e India, entre otros,
donde padeció muchas veces por dificultades económicas; pero ella los vencería porque estaba llena de un
espíritu altruista hacia su querida huérfana humanidad. Le debemos un inmenso agradecimiento a esta entidad
maravillosa que exhibió un complejo personaje, desde el más rebelde hasta el más compasivo, que muchas
veces dio como resultado que ella haya sido mal entendida y difamada, y en otros casos elogiada y apreciada.
Sin embargo, su trabajo y desarrollo interior la ubicaron a los pies de los Maestros, y tal vez mucho más que eso.
PAZ
HPB Y LA FUNDACIÓN DE LA ST
Eneida Carbonell
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DISCURSO INAUGURAL DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
Pronunciado por Henry Steel Olcott el 17 de Noviembre de 1875 en Nueva York. Ofrecido en
el Mott Memorial Hall en la ciudad de Nueva York, durante la primera reunión de la Sociedad el
17 de Noviembre de 1875. (Extracto)
"En tiempos futuros, cuando el historiador imparcial escriba un relato del progreso de las
ideas religiosas en el siglo presente, la formación de esta Sociedad Teosófica, a cuya primera
reunión bajo su declaración formal de principios estamos asistiendo, no pasará
desapercibida. Esto es cierto. La escasamente anunciada inauguración de este movimiento
ha atraído la atención, y causado no poca discusión, del mundo secular así como de la
prensa religiosa. Ha resonado en los oídos de algunos de los líderes de las fuerzas de la
Teología y de la ciencia, como el lejano estruendo de una trompeta que llama a los ejércitos a
la batalla. La nota es débil hasta ahora y no es indicativa de la fuerza y el propósito del
organismo que nace. Para cualquiera de las partes puede significar un impulso que cambie el
curso de la victoria, puede proclamar sólo la reunión de seres neutrales que contemplen
hechos, o puede amenazar la derrota y el desarme de ambos antagonistas...."
"Siento en mi alma que detrás de nosotros, detrás de nuestro pequeño grupo, detrás de
nuestra débil recién nacida organización, está el respaldo de un Fuerte Poder al que nada
puede resistir, ¡el poder de la VERDAD! Porque siento que somos sólo la vanguardia que da
los primeros pasos hasta la llegada de la organización futura más importante. Porque siento
que estamos alistados a una causa santa, y esa verdad, ahora como siempre, es poderosa y
prevalecerá. Porque veo a nuestro alrededor que una multitud de personas de muy diferentes
credos adoran por su absoluta ignorancia, a imitaciones y débiles supersticiones y que
solamente esperan que se les muestre la audacia y lo deshonesto de sus guías espirituales
para hacerles reaccionar, y así comiencen a pensar por sí mismos.
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H. P. BLAVATSKY Y LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
Extracto del último mensaje de H.P.B. dirigido el 15 de abril de 1891, pocas semanas antes de su
muerte, a los teósofos del Nuevo Mundo.
Padeciendo en mi cuerpo continuamente, el único consuelo que me queda es atender la Sagrada
Causa a la que he dedicado mi salud y mis energías, y como que ambas, salud y energía, están
desapareciendo de mi persona, lo único que os puedo ofrecer ahora es mi apasionada devoción y
el deseo jamás debilitado por el éxito y la prosperidad de esa Causa. Hermanos teósofos, me
siento orgullosa de vuestro noble trabajo en el Nuevo Mundo: hermanos y hermanas de América,
os doy las gracias y os bendigo por vuestra infatigable labor por la causa común tan querida por
todos nosotros. Permitid que os recuerde una vez más que ese trabajo es ahora más necesario que
nunca. El período en que ahora nos encontramos es y continuará siéndolo, un período de grandes
conflictos y de continua tensión. Si la Sociedad Teosófica puede sostenerse a través del mismo,
muy bien; pero si no puede, aunque la Teosofía ‘se mantendrá indestructible, la Sociedad Teosófica
perecerá y tal vez de la manera menos brillante, y el mundo sufrirá por ello. Espero fervientemente
que yo no pueda ver semejante desastre en mi cuerpo actual. La índole del estado crítico en el que
hemos entrado es tan conocida por las fuerzas que luchan en contra nuestro como por aquellas
otras que están a nuestro lado. Aquellas no dejarán pasar ninguna oportunidad para sembrar
desacuerdos, aprovechando todo error y todo paso en falso, infundiendo dudas, acrecentando
dificultades y soplando suspicacias, para que mediante uno o mediante todos estos medios la
unidad de la Sociedad pueda romperse y las filas de nuestros compañeros se debiliten y queden
desbaratadas. Para los miembros de la S.T. nunca ha sido más necesario que ahora grabar en sus
corazones la antigua parábola del haz de leña, puesto que, divididos, sus filas quedarían
inevitablemente quebradas; unidos, ninguna fuerza en la tierra será capaz jamás de desunir
nuestra Fraternidad. ……
PAZ
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No es una cuestión de números el efecto que tendrá esta Sociedad sobre el pensamiento religioso —voy
a ir más lejos y diré, sobre la Ciencia y filosofía— de la era: a veces surgen grandes eventos desde
inicios mucho más modestos . . . Siento en mi alma que detrás de nuestra débil y recién nacida
organización, existe un Gran Poder que nada puede resistir: el poder de la Verdad. Siento que somos
solo vanguardia, cuidando el fuerte a la espera de la llegada del grupo principal. Siento que estamos
alistados en una causa santa, y esa verdad, ahora como siempre, es poderosa y prevalecerá. . . Siento,
como sincero teósofo, que podremos dar a la ciencia tantas evidencias de la verdad de la filosofía
antigua y de la amplitud de la ciencia antigua, que su tendencia hacia el ateísmo será detenida, y
nuestros químicos, como lo expresa Madame Blavatsky, “se pondrán a trabajar para aprender un nuevo
alfabeto de la ciencia en el regazo de la Madre Naturaleza”.
H.S. Olcott, Teosofía aplicada y otros ensayos. "Discurso inaugural”
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17/XI. Si nuestra regla es ser celosos de las confidencias, es porque se nos ha enseñado, desde
el principio, que cada hombre es personalmente responsable ante la Ley de Compensación por
cada palabra que pronuncia voluntariamente.
M.
__________
La reencarnación es esencialmente egoísta
Ustedes desean que yo les asegure que vivirán otra vida, pero en eso no hay felicidad ni
sabiduría. La búsqueda de inmortalidad por medio de la reencarnación, es esencialmente egoísta;
por lo tanto, no es verdadera. Nuestra búsqueda de inmortalidad es sólo otra forma del deseo de
que continúen las reacciones autodefensivas contra la vida y la inteligencia. Un anhelo semejante
sólo puede conducirnos a la ilusión. Lo que importa, pues, no es si hay reencarnación sino
comprender la plenitud de realización en el presente. Y eso puede uno hacerlo sólo si su mente y
su corazón ya no se están protegiendo contra la vida. La mente es astuta y sutil en su
autodefensa, y debe discernir por sí misma la naturaleza ilusoria de la autoprotección. Esto
significa que uno debe pensar y actuar de una manera completamente nueva. Debe liberarse de la
red de valores falsos que el entorno nos ha impuesto. Tiene que haber una total desnudez interna.
Entonces existe la inmortalidad, la realidad.
17 DE NOVIEMBRE OCK Vol. II
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Nací en 1875 y sigo fuerte, saludable y me siento
en lo mejor de la vida. Mi cuerpo está al cuidado
de un grupo leal de guardianes y amigos; mi pa-
sado y presente fue y es ricamente cumplido, y mi
futuro está asegurado por la presencia de los
Maestros, quienes inspiraron mi nacimiento y hacia
quienes sigo inclinándome en reverencia.
Me ofrezco --- corazón, cabeza y mano --- al servicio
del mundo.
Soy la Sociedad Teosófica.
En mi corazón están los Maestros de Sabiduría,
derramando incesantemente Su amor sobre toda la
humanidad por cualesquier canal que Ellos
encuentren merecedor de hacerlo; aquí en mi corazón
también está el amor de mis amigos, trabajadores,
cuya vigilancia y lealtad sostienen mi fuerza y mi
coraje.
Dentro de mi mente están las invalorables enseñanzas
de la Sabiduría Divina ---esa Eterna Teosofía que me
ha dado su nombre, y mi consciencia abarca toda
comprensión en amorosa compasión y sabiduría
iluminada, esencia de la Verdad.
Mis miembros, (más de treinta mil esparcidos en el
mundo) son mis manos y mis pies; si no fuera por
ellos estaría imposibilitada y sería inservible. Sus
vidas están guiadas por servicio inegoísta y son
los que hacen la transformación del mundo con su
esfuerzo sublime.
Y ¿qué corre por mis venas?
La sangre de hermandad espiritual, uniendo a
todos los buscadores a través de todo el
mundo. En esto ¡soy feliz! Y me regocijo también
en la cooperación de los poderosos devas, cuyas
vidas por siempre enriquecen la vida de la
humanidad.
Saludo a mis amigos y me inclino en homenaje
ante mis amados Maestros.......por medio de
quienes y gracias a su irresistible Poder, su Amor
omniabarcante, y su Conocimiento iluminado, me
ofrezco constantemente para ser su vehículo en el
mundo externo........
Pues.....yo soy.....la Sociedad Teosófica.........
ME OFREZCO AL SERVICIO DEL MUNDO